Download 5.6 La renovación del teatro europeo
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Literatura Universal La segunda mitad del siglo XIX La renovacion del teatro europeo: un nuevo teatro y unas nuevas formas de pensamiento. El género teatral, por su condición de espectáculo, está más sometido que ningún otro a los intereses del público, que –a finales del siglo XIX– comienza a sentirse cansado de los planteamientos del teatro romántico. Se impone así un tipo de teatro más acorde con la nueva sociedad burguesa, consciente de los cambios económicos, políticos y sociales del período. Se abre una enorme brecha con el teatro romántico en cuanto a temas, personajes, construcción dramática y estilo. El nuevo público que acude al teatro a finales del siglo XIX pretende ver en el espectáculo teatral un refuerzo de los planteamientos que justifican su forma de vida, aunque en ocasiones se encuentra con autores que no dudan en cuestionar los pilares de la sociedad burguesa. Se puede afirmar, por tanto, que conviven dos tendencias en el teatro de la segunda mitad del XIX: el teatro de evasión y el teatro de realismo crítico. Teatro de evasión Es un teatro destinado al gran público burgués, presentado por grandes compañías que pretenden complacer las exigencias del espectador y contentar a los empresarios teatrales. Ofrecen amables comedias y dramas que reflejan conflictos de la clase media-alta, sin presentar una visión excesivamente crítica de esta, puesto que se teme ofender al público. Teatro de realismo crítico El realismo crítico se entiende como una descripción fidedigna de la realidad, sin falsearla ni omitir los aspectos más desagradables. Algunos autores pretendieron que sus dramas fueran vehículo de denuncia, como Henrik Ibsen o August Strindberg. Criticaron sin piedad los aspectos más crudos de su sociedad, y trataron temas como la hipocresía, la libertad, la condición de la mujer, etc. Henrik Ibsen Henrik Ibsen (1828-1906) ha sido tomado como modelo por los dramaturgos realistas posteriores debido a su capacidad de profundizar en la psicología de los personajes y a su implicación con las redes sociales de su tiempo. Su teatro marcó de un modo decisivo la obra de autores contemporáneos como Strindberg o Chejov. Sus personajes son cercanos y auténticos, y viven conflictos reales con los que el público se puede identificar. Su estilo es natural, sencillo y adecuado a los caracteres, acabando con el artificio romántico. En cuanto a la temática, suele presentar el conflicto de un individuo incomprendido y rechazado por la sociedad. Priscila Méndez Página 1 Literatura Universal La segunda mitad del siglo XIX Strindberg El teatro del sueco August Strindberg (1849-1912) se polariza en torno a dos ejes temáticos: La rebelión contra las instituciones La proyección de su universo interior Suele reconocerse en Strindberg a todo un visionario, precursor de las tendencias del teatro de la crueldad y del absurdo. Su obra más famosa, La señorita Julia, plantea el conflicto amoroso entre un criado ambicioso y una joven de una familia acomodada, que termina suicidándose. Chejov Anton Chejov (1860-1904) puede ser considerado el impulsor del nuevo teatro ruso. Sus colaboraciones en diferentes periódicos y sus relatos humorísticos lo convirtieron en un autor conocido, aunque su labor como autor teatral tardó en ser reconocida debido a sus planteamientos innovadores. Su esposa, la actriz Olga Knipper, y la compañía Teatro del Arte de Moscú, que supo dar a la interpretación la naturalidad que hacía falta, fueron dos piezas clave en su éxito final. El teatro de Chejov es el retrato de una sociedad decadente, presentado a través de las vidas de personajes variopintos y con temáticas centradas en la soledad del individuo y el fracaso. Desarrolló la acción indirecta, una técnica teatral que hace primar lo que ocurre fuera de escena para potenciar la imaginación del espectador y sugerir más que mostrar. Entre sus obras teatrales destacan fundamentalmente: La gaviota, tragedia amorosa que –al desarrollarse entre actores y autores– introduce valiosas reflexiones sobre el teatro. Tío Vania, reflexión sobre el hombre sencillo que siente que ha perdido su vida. Las tres hermanas, que trata sobre la frustración y los anhelos de tres hermanas de una ciudad de provincias que sueñan con una vida mejor. El jardín de los cerezos, centrada en los problemas económicos de una familia, que pone de relieve el conflicto generacional. Oscar Wilde El final del siglo XIX supuso un auténtico renacimiento del teatro en lengua inglesa, motivado por los aires renovadores de los autores del norte de Europa. El drama busca reflejar en mayor medida la vida en todas sus dimensiones y acercarse a la realidad del espectador. El más destacado representante del teatro en inglés de este período es Oscar Wilde (18541900), cuya vida fue un constante enfrentamiento con la moral puritana de la sociedad. Priscila Méndez Página 2 Literatura Universal La segunda mitad del siglo XIX A pesar de su calidad como poeta y escritor de cuentos, y de la originalidad de su única novela (El retrato de Dorian Gray), es en el género teatral donde verdaderamente destaca Wilde. En sus comedias hay una tendencia sentimental y costumbrista que retrata los valores de la sociedad inglesa desde el punto de vista moral. Los temas que utiliza están relacionados con la rigidez de costumbres de la sociedad victoriana, aunque buscan el humor más que una moraleja. Así, la ironía, el humor, la brillantez de vocabulario, la agilidad de los diálogos y el ingenio se convirtieron en las señas de identidad de su teatro. De su producción hay que destacar: El drama bíblico, con obras como Salomé, cuya representación fue prohibida por su tratamiento sacrílego de la historia sagrada. De esta pieza destacan, sobre todo, la sensualidad y el lirismo de su lenguaje. La comedia burguesa, con títulos como: o El abanico de lady Windermere o Un marido ideal o Una mujer sin importancia o La importancia de llamarse Ernesto Priscila Méndez Página 3