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Relación del estado nutricional y la frecuencia con la que desayunan los estudiantes de la Universidad del Papaloapan, campus Tuxtepec. Ana María González Ponce1, Bertha López Azamar1, José Antonio Hernández Contreras1 y Flor Garza Vargas1 1 Universidad del Papaloapan, Tuxtepec, Oaxaca, México. anamariagp25@hotmail.com RESUMEN. La omisión del desayuno es una práctica frecuente en universitarios, lo que puede ser un factor determinante en el condicionamiento de una dieta incorrecta y favorecer a su vez, el desarrollo del sobrepeso u obesidad. En un estudio descriptivo de corte transversal se exploró la frecuencia en el hábito de desayuno en 615 universitarios, así como su índice de masa corporal (IMC) y la relación entre ambos. Los resultados obtenidos muestran que no existe una relación entre el hábito de desayuno y el IMC, ya que del total de sujetos con sobrepeso u obesidad el 43.14% nunca o rara vez desayunan y 56.86% siempre o casi siempre desayunan. Sin embargo en estudios posteriores será importante evaluar la calidad del desayuno. Palabras clave: desayuno, adolescente, dieta incorrecta, sobrepeso, obesidad. INTRODUCCIÓN. El inicio de la vida universitaria implica un mayor riesgo en distintos aspectos de la vida, ya que en ella algunos hábitos adquiridos en la infancia suelen modificarse de manera negativa, tales como las prácticas de estilos de vida saludables, aunado a que muchos estudiantes no tienen la experiencia de comprar sus alimentos, planificar y preparar sus comidas. Existen diversos factores que influyen en la elección de los alimentos y planificación de las comidas que se realizan a lo largo del día; entre ellos la menor disponibilidad de tiempo y dinero, el desarraigo familiar, además de que se incrementa la oferta de "comida rápida" [1-3]. El desayuno es considerado como una de las ingestas alimentarias fundamentales del día, estimándose que debería aportar el 20-25% de las necesidades energéticas diarias y una proporción equilibrada de hidratos de carbono, proteínas y lípidos, con el fin de permitir un adecuado rendimiento físico e intelectual, aportando efectos positivos en la salud [4] y ha mostrado ser un importante indicador de un estilo de vida saludable [5]. Es más frecuente entre los adolescentes la omisión del desayuno o su ingesta de forma inadecuada o insuficiente, pudiendo ser factores determinantes en el condicionamiento de una dieta inadecuada y un estado de malnutrición [6]. A pesar de la relevancia nutricional del desayuno, la falta de tiempo en los nuevos estilos de vida, está induciendo a consumir comidas rápidas y, en consecuencia, de baja calidad nutricional [7]. Diversas investigaciones han encontrado datos que demuestran la existencia de una relación entre el consumo de desayuno y el peso corporal. Estos estudios argumentan que hay una mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños y jóvenes, de ambos sexos, que omiten el desayuno [7- 9]. Se ha sugerido que para el control de la obesidad, desayunar ayuda a reducir la ingesta de grasas, a la vez que minimiza el impulso a ingerir colaciones poco saludables [10 y 11]. Es por ello que el objetivo de la investigación realizada fue conocer la frecuencia en el hábito de desayuno, y establecer si existe relación entre dicha frecuencia y la prevalencia de sobrepeso y obesidad en estudiantes universitarios. METODOLOGÍA. Diseño del estudio: Estudio descriptivo de corte transversal. Población de estudio: Alumnos de la Universidad del Papaloapan campus Tuxtepec, de las licenciaturas en enfermería y biotecnología, se incluyeron hombres y mujeres que aceptaron participar en el estudio y completaron un cuestionario autoadministrado tipo likert, adaptado del cuestionario de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para el programa de Enfermedades no Transmisibles. Después de eliminar valores biológicamente implausibles y casos con información incompleta, la muestra final fue de 615 individuos (432 mujeres y 183 hombres). Recolección de datos: Para la obtención de las variables de estudio, se utilizó una adaptación del cuestionario de la OPS para el programa de Enfermedades no Transmisibles, mismo que ha sido validado en estudios de prevalencia. Análisis estadístico: Se calculo X2 de Pearson para medir la relación entre la frecuencia del hábito de desayuno y el IMC (según puntos de corte señalados en NOM-174-SSA1-1998), con un error tipo I (α) de 0.05, y con p < 0.05 se consideró significativa. RESULTADOS. De acuerdo a la cantidad de entrevistados de cada sexo se observa que las mujeres tienen una menor prevalencia de sobrepeso y obesidad (30.79%) en comparación con los hombres (42.62%) (Figura 1). Lo mismo sucede con la frecuencia del hábito de desayuno, ya que el 38.43% de las mujeres nunca o rara vez desayunan y solo el 36.61% de los hombres tampoco desayunan o lo realizan rara vez (Figura 2). Figura 1. Hombres y mujeres son sobrepeso y obesidad. Tienen sobrepeso y obesidad Sin sobrepeso y obesidad Entrevistados 500 400 300 299 200 100 133 105 78 Mujeres Hombres 0 Fuente: creación propia con datos obtenidos de la aplicación del cuestionario. Figura 2. Frecuencia del hábito de desayuno en hombres y mujeres. Nunca o rara vez desayunan Siempre o casi siempre desayunan Entrevistados 600 400 266 200 166 116 67 Mujeres Hombres 0 Fuente: creación propia con datos obtenidos de la aplicación del cuestionario. En la Tabla 1 se muestran los datos de IMC y la frecuencia del hábito de desayuno con respecto al sexo, donde se observa que para el caso de las mujeres con IMC elevado (sobrepeso y obesidad), el 13.19% nunca desayunan o lo hacen rara vez, mientras que el 18.58% de los hombres con esta misma condición tampoco desayunan o lo hacen en rara ocasión. Tabla 1. IMC y frecuencia del hábito de desayuno en estudiantes de la Universidad del Papaloapan campus Tuxtepec, por sexo. IMC Desayuno Siempre o casi siempre. Nunca o rara vez. Sobrepeso y obesidad mujeres hombres 17.60% 24.04% Normal mujeres hombres 43.98% 39.34% 13.19% 25.23% 18.58% 18.03% Fuente: creación propia con datos obtenidos de la aplicación del cuestionario. En cambio los hombres con IMC elevado que siempre o casi siempre desayunan presentan un porcentaje mayor (24.04%) en comparación a las mujeres con estas mismas características (17.60%). Al aplicar la prueba de X2, los resultados encontrados en este estudio muestran que no existe una relación estadísticamente significativa entre la frecuencia del hábito de desayuno y el IMC (ver tabla 2). Pese a que cada vez hay más datos que apoyan la relación entre el desayuno y el peso corporal, y que un menor número de días en que se desayuna se ha asociado a un mayor IMC en los jóvenes [12], en este estudio no se encontró relación significativa ya que no se evaluó la composición del desayuno, y es probable que los individuos que hayan reportado desayunar siempre o casi siempre, no consideraron la composición del mismo. Se ha encontrado que el consumo de cereales y frutas se asocia a un IMC inferior en individuos adultos [13]. Un desayuno rico en hidratos de carbono complejos puede ayudar a limitar la respuesta glucémica posprandial, mejorando la sensibilidad insulínica, favorece la liberación de hormonas intestinales con poder saciante y contribuye a la producción de ácidos grasos de cadena corta, también con efecto saciante. El consumo de alimentos de bajo índice glucémico en el desayuno modifica la ingesta de energía en la comida (variaciones de hasta 100-150 kcal en función del tipo de hidratos de carbono del desayuno) [11]. Tabla 2. Relación entre la frecuencia del hábito de desayuno y el IMC elevado. IMC Desayuno Nunca o rara vez Siempre o casi siempre TOTAL Sobrepeso y obesidad 14.8% n= 91 19.51% n= 120 34.31% n= 211 Normal TOTAL 23.1% n= 142 42.59% n= 262 65.69% n= 404 37.9% n= 233 62.1% n= 382 100% N= 615 X2 = 3.75 con 1 g. l. p= 0.0528 Con corrección de Yates, X2 = 3.42, p= 0.0645 Fuente: creación propia con datos obtenidos de la aplicación del cuestionario. CONCLUSIONES. Debido a que en el estudio no se encontró relación significativa que apoyen la relación entre el desayuno y el peso corporal será conveniente evaluar la composición del desayuno en los estudiantes de la Universidad del Papaloapan en futuros estudios, de forma que permitan reevaluar la relación entre las variables analizadas e incluso medir la fuerza de asociación entre ellas utilizando el riesgo relativo. Así en estudios posteriores será importante evaluar la calidad del desayuno y hacer recomendaciones específicas sobre la composición del desayuno respetando, en lo posible, las tradiciones culturales y culinarias de cada región. BIBLIOGRAFÍA. 1. Rizo-Baeza, M. M., González-Brauer, N. G., & Cortés, E. (2014). Calidad de la dieta y estilos de vida en estudiantes de Ciencias de la Salud. Nutrición Hospitalaria, 29(1), 153-157. 2. Moreiras O, Carbajal A. (1992). Determinantes socioculturales del comportamiento alimentario de los adolescentes. Anales Españoles de Pediatría. 36 (49), 102-105. 3. Karlen, G., Masino, M. V., Fortino, M. A., & Martinelli, M. (2011). Consumo de desayuno en estudiantes universitarios: hábito, calidad nutricional y su relación con el índice de masa corporal. Diaeta, 29(137), 23-30. 4. Socarrás, V. S., & Martínez, A. A. (2014). Hábitos alimentarios y conductas relacionadas con la salud en una población universitaria. Nutrición Hospitalaria,31(n01). 5. Hallstrom L, Vereecken C. A, Ruiz J. R, Patterson E, Gilbert C. C, Catasta G, et al. (2011). Breakfast habits and factors influencing food choices at breakfast in relation to sociodemographic and family factors among european adolescents. The Helena Study. Appetite. 56, 649-57. 6. Fernández I, Aguilar M. V, Mateos C. J, Martínez M. C. (2008). Breakfast quality and its relationship to the prevalence of overweight and obesity in adolescents in Guadalajara (Spain). Nutrición Hospitalaria 23, 383-7. 7. Sánchez JA, Serra L. (2000). Importancia del desayuno en el rendimiento intelectual y en el estado nutricional de los escolares. Revista Española de Nutrición Comunitaria. 6, 53-95. 8. Wyatt H, Grunwald G, Mosca C, Klem M, Wing R, Hill J. (2002). Long-Term Weight Loss and Breakfast in Subjects in the National Weight Control Registry. Obesity Research. 10, 8–82. 9. Utter J, Scragg R, Ni Mhurchu C, Schaaf D. (2007). At- home breakfast consumption among New Zaeland Children: Associations with Body Mass. Index and Related Nutrition Behaviors. Journal American Dietetic Association. 107, 570-576. 10. Aguirre M, Aguirre M, Ruiz Vadillo V. (2002). Relación entre el hábito de desayuno y el sobrepeso en un grupo de adolescentes de San Sebastián. Revista Española de Nutrición Comunitaria. 8 (1-2), 24- 28. 11. Galiano Segovia M. J, Moreno Villares J. M. (2010). El desayuno en la infancia: más que una buena costumbre. Acta Pediátrica Española. 68(8), 403-8. 12. Niemeier H. M, Raynor H. A, Lloyd-Richardson E. E, Rogers M. 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