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MATERIAL COMPLEMENTARIO A
PSICOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD II
1. Introducción:

Un día, un doctor en psicología, se presentó en mi parroquia muy agradecido por
todo lo que la Iglesia había hecho con él; quería ofrecer su trabajo para ayudar a
los demás y me dijo: “el cristianismo es la mejor medicina preventiva que
existe”. Esta frase me impresionó y me ha llevado con los años a indagar cómo
esto es así.
La fe desvirtuada es incapaz de mostrar la inmensidad del amor del Dios en una
relación personal con Él; decidir lo que está bien y lo que está mal, en la
limitación humana, es incapacitar al hombre a alcanzar conocimientos superiores
a él; tener una fe “a la carta”, supone renunciar al asombro, a la fascinación y a
la grandeza de vivir en el corazón de Dios.
Una persona cuerda y sensata, sin la formación necesaria, no se atreve ir al
médico y decirle lo que tiene que darle para curar su enfermedad… ¿cómo es
posible que muchas personas crean saber de su interioridad con ignorancia ante
el hecho religioso y sin humildad ante la verdad del amor de Cristo?
La Iglesia es “madre y maestra”; después de dos milenios de existencia o se le
tiene como “anticuada, lenta y de otro tiempo“, o se le reconoce en su sabiduría
humana (“tiene muchos años, cuanto sabe y yo que poco, cuanto necesito
aprender de ella”) y en su sabiduría de Dios:
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-
La espiritualidad del Corazón de Cristo1 da un tono psicológico y vital a fe,
integra y destaca el afecto amoroso en la espiritualidad: anarquía o armonía
de los sentidos (la emotividad, el afecto puntual o cultivar el corazón - afecto
habitual - <actitudes deliberadas permanentes>: tener un corazón semejante
al de Cristo, un corazón infinitamente bueno).
Ir a lo esencial del cristianismo hoy. En el misterio del Corazón de Cristo es
fácil contemplar la Encarnación y la Redención [“<El Hijo de Dios me amó
y se entregó a sí mismo por mí> (Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con un
corazón humano. Por esta razón, el Sagrado Corazón de Jesús, traspasado
por nuestros pecados y para nuestra salvación (Cf. Jn 19, 34), es considerado
1
“La tradición espiritual de la Iglesia también presenta el corazón en su sentido bíblico de <lo más
profundo del ser> <en sus corazones> (Jr 31, 33), donde la persona se decide o no por Dios (Dt. 6,5; 29,
3; Is 29, 13; Ez 36, 26; Mt 6, 21; Lc 8, 15; Rm 5, 5” CEC 368.
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como el principio indicador y símbolo […] del amor con que el divino
Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres>]2; “La
oración de la Iglesia venera y honra al Corazón de Jesús, como invoca su
Santísimo Nombre. Adora al Verbo encarnado y a su Corazón que, por amor
a los hombres, se dejó traspasar por nuestros pecados”3.
La fe no es apartarse de la realidad sino es penetrar la realidad más allá de lo
que captan los sentidos, en una mirada penetrante, en una agudeza visual.
2. Desarrollo del tema:
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“Venid a mí los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré” Mt 11,28. El
amor es poner el descanso del corazón en el otro. Enamorarse de Cristo para
llegar a desear el camino que Él ha seguido:
1. “Hemos conocido el amor de Dios y hemos creído en Él” 1 Jn 4, 16 (conoceramar; razón-fe; inteligencia-corazón: “dame una persona que ame y entenderá lo
que digo”). El Corazón de Cristo es el Corazón de la Redención; la Redención
ha sido realizada por una voluntad humana de una persona divina; hemos sido
redimidos por un corazón humano:
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“Conócete a ti mismo” los filósofos, “Conoce mi amor” los cristianos.
“Creer en Dios para creer en mí” – el hombre autosuficiente cree que todo lo
puede y cuando no puede, en lo más profundo de sí, se culpa a sí mismo – el
hombre tiene que ser salvado de sí mismo en la misericordia de Dios (“en su
fidelidad yo seré fiel…”).
2. “No me quitan la vida, yo la doy porque quiero” Jn 10, 18. El amor es darse,
entregarse hasta dar la vida por entero a la persona amada. Proceso de
crecimiento interior: admirarse, conocimiento interno, amor hasta el extremo:
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2
3
Ofrecimiento de vida:
“Os pido, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que os ofrezcáis
como sacrificio vivo [víctima viva, hostia viva], santo y agradable a Dios.
Este ha de ser vuestro auténtico culto. No os acomodéis a los criterios de este
mundo, al contrario, transformaos, renovad vuestro interior, para que podáis
descubrir cuál es la voluntad de Dios, qué es lo bueno, lo que le agrada, lo
perfecto” Rm 12, 1-2.
Una vida entregada salva – vida del Beato Juan Pablo II: “si no creen con
mis palabras, creerán con mi sangre” (Palabras escritas por JPII antes de
entrar en el Cónclave en el que sería elegido Papa).
CEC 478; PÍO XI, Carta Enc. Haurietis aquas: DS 3924; cf. Id., Carta Enc. Mystici corporis: DS 3812.
CEC 2669.
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“El rico no es el que mucho tiene, sino el que poco necesita” – menos
condicionado por su enriquecimiento interior, más disponible como
consecuencia– “no es tanto mío que no sea tuyo también” - “cuanto menos
amas más necesitas, cuanto más amas menos necesitas” - (desprendimiento)
“el cristiano no es el que nada tiene, es el que lo da todo”.
3. Conclusión:

El Cristianismo es la religión del corazón – es vivir de veras con Cristo vivo, no
es cumplir simples observancias externas: “un sacerdote que no reza, en cinco
años se seculariza y, además, se casa por lo civil” (Mons. Celso Morga,
Secretario de la Congregación del Clero - Roma). La identidad sacerdotal está
unida a la espiritualidad.

Cristo reina cuando se abren los corazones y se rinden a su amor. El Corazón de
Cristo muestra el mensaje evangélico en sus dimensiones interiores, posibilita
más fácilmente a la inteligencia-psicología entrar en el conocimiento interno de
Cristo y en su humanidad descubrir la verdad de su amor.
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