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El aparato locomotor está formado por el sistema osteoarticular (huesos, articulaciones y ligamentos) y el sistema muscular (músculos y tendones que unen los huesos). Permite al ser humano o a los animales en general interactuar con el medio que le rodea mediante el movimiento o locomoción y sirve de sostén y protección al resto de órganos del cuerpo. El aparato locomotor se fundamenta en tres elementos: Huesos. Articulaciones Músculos El aparato locomotor es un conjunto integrado con diversos sistemas y lo constituyen dos sistemas. Sistema óseo: Es el elemento pasivo, está formado por los huesos, los cartílagos y los ligamentos articulares. Sistema muscular: Formado por los músculos los cuales se unen a los huesos y por lo tanto al contraerse provocan el movimiento del cuerpo. Además de estos, hay que agregar el sistema nervioso, ya que este es el responsable de la coordinación y la estimulación de los músculos para producir el movimiento. El hueso es un órgano duro, blanco y resistente que forma parte del esqueleto de los vertebrados. Los huesos y los músculos de nuestro cuerpo trabajan en equipo para que podamos sostenernos erguidos y movernos. Las articulaciones, que son las uniones entre los huesos, permiten que éstos se mantengan juntos y firmes y realicen distintos movimientos. Cualquier actividad física, desde el salto de un atleta hasta una sonrisa, se realiza gracias a la acción coordinada de los huesos, los músculos y las articulaciones. El esqueleto y los huesos El esqueleto sostiene y protege a las partes blandas del cuerpo. Nuestro esqueleto está formado aproximadamente por doscientos ocho huesos. Los huesos son fuertes para sostener el cuerpo, están cubiertos por una capa dura mientras que por dentro son esponjosos y livianos. Los huesos tienen formas muy distintas, estas formas están relacionadas con la función que cumple cada uno de ellos. Según su forma los huesos se clasifican en: largos, cortos y planos. Los huesos largos: El tejido óseo esponjoso es central y está rodeado por una capa de tejido óseo compacto que le otorga mayor resistencia. Se encuentran en las piernas, brazos . Se caracterizan por ser más largos que anchos, realizan muchos movimientos y sirven de protección. La mayoría de los huesitos de las manos y de los pies también son considerados huesos largos a pesar de su tamaño. Los huesos cortos: se encuentran en las partes del esqueleto que tienen poco movimiento. Son huesos muy resistentes porque deben soportar el peso del cuerpo. Por ejemplo: vértebras, huesos de la muñeca. Los huesos planos: cubren superficies amplias y prácticamente no se mueven. Estos huesos protegen órganos muy delicados del cuerpo como el cerebro, el corazón y los pulmones. Por ejemplo: costillas, huesos del cráneo. Las partes del esqueleto El esqueleto se divide en tres partes: la cabeza, el tronco y las extremidades. La cabeza está formada por huesos planos del cráneo y de la cara. El cráneo es una especie de caja, que protege al cerebro y otros órganos del sistema nervioso. En las personas adultas, los huesos del cráneo están muy unidos. El tronco es la parte central del cuerpo. Está formado por las costillas, el esternón y la columna vertebral. Las costillas están unidas a las vértebras y al esternón, formando una especie de jaula llamada tórax. Este alberga y protege al corazón y a los pulmones. Las extremidades se unen con el tronco mediante dos conjuntos de huesos llamados cinturas. La extremidad superior está compuesta por el brazo, el antebrazo y la mano, se une al tronco por la cintura escapular. La extremidad inferior, compuesta por el muslo, la pierna y el pie, está unida al tronco por la cintura pélvica. Actividad: Realiza el dibujo del esqueleto humana y coloca el nombre de sus principales huesos y articulaciones. Los músculos En el cuerpo humano existen más de 600 músculos. Algunos de ellos realizan movimientos involuntarios, es decir sin que nosotros decidamos que los lleven a cabo. Por ejemplo: el corazón y el estómago están formados por este tipo de músculos. Otros músculos realizan movimientos voluntarios, es decir que se mueven cuando nosotros queremos. En muchos movimientos intervienen músculos que trabajan de a pares. Mientras uno se estira, el otro se acorta. Al hacerlo, mueven una articulación como si fuera una palanca. Por ejemplo, los músculos bíceps y tríceps trabajan en forma conjunta para que el antebrazo se flexione o bien se estire sobre el brazo. La salud y el movimiento Los huesos, las articulaciones y los músculos se parecen a una máquina que funciona con la energía de los alimentos y que necesita de “mantenimiento” para trabajar . Para cuidar esta “máquina” sólo hace falta prestar atención a la alimentación, al ejercicio y a la postura. Las Articulaciones Los huesos del esqueleto se encuentran en contacto unos con otros. Las zonas del esqueleto donde dos o más huesos se juntan, se llama articulación. En las articulaciones los huesos se mantienen unidos por unos cordones de fibras muy flexibles llamados ligamentos. Los extremos de los huesos se hallan revestidos por una sustancia blanda, llamada cartílago, que actúa como una especie de acolchado que impide que los huesos se rocen entre sí. El cartílago además está cubierto por el líquido sinovial que hacen las veces de lubricante para que las articulaciones se muevan con fluidez.