Download Alonso Cano
Document related concepts
Transcript
ALONSO CANO El pintor, escultor y arquitecto Alonso Cano de Almansa nació en Granada, en 1601, y falleció también en Granada, en 1667. Su padre, Miguel Cano fue ensamblador de retablos, mientras que su madre, María Almansa, practicaba el dibujo. Pronto aprendió Alonso sus primeras lecciones de dibujo arquitectónico e imaginería, trabajando con su padre. En 1614, su familia se traslada a Sevilla y Alonso entra de aprendiz en el taller del pintor Francisco Pacheco, que fue maestro también de Diego Velázquez, que fue su compañero de clase. Como escultor, Alonso aprendió en el taller de Juan Martínez Montañés mientras que su padre le enseñó el oficio de ensamblador. En 1622 Alonso pintó su primer cuadro, San Francisco de Borja, que se conserva en el Museo de Bellas Artes, de Sevilla, donde se aprecia la influencia de la escuela de Pacheco. Dos años después obtuvo el título de maestro pintor. En 1627 fallece su primera esposa, María de Figueroa, posiblemente del parto. Se vuelve a casar, en 1631, con Magdalena de Uceda, sobrina del pintor Juan de Uceda. En 1838, Alonso se traslada a Madrid, donde el conde-duque de Olivares, valido de Felipe IV, le nombra pintor de cámara. En la corte, Alonso pudo observar las colecciones reales de pintura veneciana, del siglo XVI, así como las obras de Velázquez. Así su pintura fue evolucionando del tenebrismo de Caravaggio a un estilo más colorista del tipo de Van Dyck; al pintor Velázquez le ocurrió también algo parecido. En 1644, la esposa de Alonso es asesinada y fue acusado del crimen. Fue torturado aunque más tarde se demostró que era inocente. Durante un año, el artista granadino se refugio en el convento de San Francisco, en Valencia. En 1647 regresa a Madrid, donde es nombrado mayordomo de la Hermandad de Nuestra Señora de los Siete Dolores. Alonso tenía un carácter difícil y no le faltaron duelos y peleas. A pesar de que ganaba mucho dinero con sus obras, solía gastarlo con facilidad por lo que contraía numerosas deudas. Por esta época fue encarcelado, pero su amigo Juan del Castillo pagó sus deudas y quedó en libertad. Cinco años después, en 1652, regresó a Granada donde le nombran racionero de la Catedral, recomendado por el rey Felipe IV. Es cuando termina de pintar la capilla mayor, a pesar de sus continuos enfrentamientos con los canónigos. Un tiempo después, lo ascendieron a maestro mayor de la Catedral falleciendo meses más tarde, en la más absoluta pobreza. En cuanto a su estilo, fue una mezcla entre el manierismo italiano y el Barroco. Quizá fue el mejor dibujante de la época y sus dibujos fueron lo más destacado que nos legó. Su obra cumbre fue el retablo del altar mayor, de la iglesia de Santa María de Lebrija, en Sevilla, en 1629. En cuanto a sus pinturas, destacan El milagro del pozo, que alude a San Isidro Labrador, y que se conserva en el Museo del Prado de Madrid. San Francisco de Borja fue su primer cuadro y se encuentra en el Museo de Bellas Artes, de Sevilla. También hizo el retablo del Niño Jesús, en la Catedral de Getafe. En cuanto a esculturas, hay que señalar el Cristo atado a la columna y Cristo flagelado 1 por dos verdugos, ambas se conservan en el convento del Santísimo Cristo de la Victoria, en Serradilla (Cáceres). También sobresalen el retablo de Nuestra Señora de la Oliva, en la iglesia de Lebrija y las figuras imponentes de San Pedro y San Pablo. En la Catedral de Granada, Alonso nos dejó uno de los trabajos más bellos en el arte barroco, tanto en pintura, escultura y arquitectura. Es donde alcanza su “cumbre expresiva, que acentúa la emoción religiosa. Este emocionalismo supone una cualidad histórica y estética que tiñe la ideología y el arte españoles del último tercio del siglo”, según el profesor de la Universidad de Granada, Ignacio Hernández Cuellar. Figuran los lienzos de la Sagrada Familia, la Virgen del Rosario y la Inmaculada, para el oratorio de la Sala Capitular de la Catedral de Granada. En cuanto a escultura, sobresale la bellísima Inmaculada del facistol, tallada en madera de cedro policromada en 1655, de sólo 55 centímetros de altura, con nubes y querubines. Dado su valor e importancia, se encuentra guardada en la sacristía de la Catedral, para que esté a la vista. También destacan las esculturas de San José con el niño Jesús, San Antonio de Padua, San Diego de Alcalá y San Pedro de Alcalá, que se conservan en el Museo de Bellas Artes de Granada, así como la Virgen de Belén. Para decorar el coro de la Catedral, Alonso diseña siete lienzos que tratan sobre la Vida de la Virgen, de estilo barroco y grandilocuente. Este conjunto Se le considera como una de las mejores series del arte español. En Sevilla también se encuentra la Inmaculada Concepción, escultura en madera policromada, de 1,41 metros de altura, en la iglesia de San Julián. En su testamento, dice así: “Cano murió el sábado 3 de septiembre de 1667. Al día siguiente los canónigos celebraron una apresurada reunión de capítulo en el cual se registró el simple hecho de su fallecimiento de la forma más escueta posible. Los funerales se celebraron casi inmediatamente ese mismo día, y se le concedió su petición de recibir sepultura en la cripta de la Catedral. Así, con tan poca gloria, se ponía fin a la vida y obra de uno de los más grandes artistas de España”. También destaca esta frase de Alonso: “a causa de su pobreza y numerosas deudas, no podía dejar dinero para que se le dijeran misas por su alma…”. Unos meses después de su fallecimiento, se aceptó su traza para la fachada de la Catedral de Granada. Entre sus discípulos, destacan los escultores granadinos Pedro de Mena y José de Mora. Como dibujante y arquitecto, hay que señalar a Sebastián de Herrera Barnuevo. 2