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Las primeras 5 mentiras que nos mantienen obeso Cuando se habla de pérdida de peso, existe muchísima información relacionada al tema. El problema es, que la mayoría es terrible, obsoleta y sin pruebas científicas. Y si crees en toda esa información, puede ser que la encuentres en tu camino de búsqueda. A continuación leerás cuáles son las 5 Mentiras que nos mantienen enfermos y con sobrepeso. Mentira #1: Todas las calorías son iguales. Si se realizara una encuesta donde se preguntara sí existe diferencia entre 1000 calorías de brócoli y 1000 calorías de un refresco, la mayoría no sabríamos qué contestar, algunos diríamos que no y otros que si. La idea de que para bajar de peso hay que consumir más calorías si las estamos quemando, esa idea es simplemente obsoleta. La mentira es que se nos dice que para perder peso se necesita un balance entre las calorías que consumimos y las que quemamos. El mantra que escuchamos muy a menudo proveniente de la industria de la comida, la publicidad y el gobierno es: “Solo come menos y haz más ejercicio”. “Todo es cuestión de moderación”. ¿Cómo es qué funciona en nuestra vida cotidiana? La verdad es que existen buenas y malas calorías. Y eso es más que un simple cálculo de cuántas calorías comemos y cuántas quemamos. Cuando comemos, los alimentos interactúan con nuestra biología, lo que representa un complejo sistema adaptativo que transforma instantáneamente cada bocado. Cada bocado afecta nuestras hormonas, la química cerebral y el metabolismo. Las calorías provenientes del azúcar acumulan grasa y nos mantienen hambrientos. Las proteínas y las calorías de las grasas buenas promueven la quema de grasa. Lo que más cuenta son la CALIDAD de las calorías. ¿Cuáles son las calorías de más alta calidad? Comidas frescas, comidas completas y llenas de nutrientes, todas aquellas comidas que nuestra abuela preparaba. Proteínas de buena calidad: Productos de animales de libre pastoreo (no las que nos venden en el supermercado), huevos orgánicos, pollo orgánico, pescado salvaje, nueces y semillas. Buenos carbohidratos: Brillantes y coloridos vegetales. Frutas como fresas, moras, frambuesas, manzanas y kiwis. Super alimentos como la chía y las semillas de hemp. Y buenas grasas como el aguacate, el aceite de oliva extra virgen, nueces y semillas, aceite y mantequilla de coco y el omega-3 proveniente de las grasas del pescado. Mentira #2: No pierdas peso rápido, porque rápido lo volverás a ganar. Despacio y poco a poco es lo que se nos dice. No hay soluciones rápidas. No bajes más de un kilo por semana. Esas creencias son falsas. Estudios muestran lo contrario- el bajar de peso de manera rápida nos permite perder más peso en un tiempo más prolongado. Si aceleras tu metabolismo con una desintoxicación rápida de azúcar y comida procesada, restablecerás tus hormonas y la química cerebral lo cual hace los cambios de una manera más fácil y sustentable. La clave está en utilizar una buena estrategia saludable para la pérdida de peso que equilibre la química entre tus hormonas y cerebro y así no pasar hambre. Esto te permite perder peso y mantenerte – si ves resultados favorables, te sentirás inspirada y empoderada para seguir. Mentira #3: Todo lo que necesitas es fuerza de voluntad. Esta es una de las más grandes mentiras con la cual nos presionan la industria de la comida y de la publicidad. Su mantra es: Come menos, haz más ejercicio. El mensaje que nos envían es hacernos creer que todos estamos gordos y enfermos porque somos unos flojos comelones. Si tan sólo dejáramos de comer la comida chatarra que nos anuncian en la televisión y saliéramos a caminar, perderíamos peso. En estos mensajes que nos envían va implícita la moral, la psicología, la apatía o mensajes que solo previenen a la gente a moderar el consumo de estos productos y ejercitarse pero no advierten todas las enfermedades que acarrean el consumo de estos. Si tratas de controlar tu apetito con fuerza de voluntad no lo conseguirás. Nuestra fuerza de voluntad es a corto plazo y nuestro cuerpo puede reaccionar haciendo lento el metabolismo y dramáticamente aumentar nuestro apetito. Es insostenible. Si se te pidiera sostener la respiración por 15 minutos – no importa lo mal que te sientas para lograrlo, no estás diseñada para aguantar la respiración por ese tiempo. Cuando tus papilas gustativas, la química cerebral, las hormonas y el metabolismo son afectados por el azúcar y los alimentos procesados, la fuerza de voluntad por sí sola no puede funcionar. Si eres adicta al azúcar y a los carbohidratos simples refinados, la fuerza de voluntad no te funcionara por mucho tiempo. Tienes que naturalmente restablecer la química del cerebro y hormonas para que tu cuerpo automáticamente se regule, los antojos desaparezcan y el hambre esté en balance. Cuando el metabolismo ha sido desintoxicado del azúcar, harinas y productos procesados hay que sustituirlos con comida real de alta calidad. Que le permitirán a tu apetito y peso regularse automáticamente sin utilizar la fuerza de voluntad. Mentira #4: El refresco de dieta es mejor que el refresco normal. En estudios realizados a más de 66,000 mujeres durante 14 años los investigadores descubrieron que actualmente los refrescos de dieta aumentan el riesgo de diabetes MAS que los refrescos normales. Un refresco de dieta de tamaño normal incrementa el riesgo de diabetes tipo 2 en un 33% y un refresco de dieta grande incrementa el riesgo en un 66%. La verdad es, un refresco de soda hace lento el metabolismo, te hace sentir hambrienta y con antojo de azúcar y carbohidratos simples y acumula la grasa en el área de la cadera. Mantente alejada de los endulzantes artificiales, puedes utilizar endulzantes naturales. Solo agrega un poco de azúcar real a tu café si así lo deseas. El problema no es el azúcar que agregas a tu dieta. Es la calidad del azúcar procesada y artificial que utilizas. Mentira #5: Los alimentos etiquetados como bajos en grasa o con granos enteros son buenos para ti. La moda de bajo en grasa durante los últimos 30 años va de la mano con el dramático aumento de obesidad y diabetes tipo 2. Cuando las compañías de alimentos quitaron la grasa de los productos la reemplazaron con azúcar. Y esos 30 años nuestra adicción y consumo de azúcar se duplicó. De hecho la grasa te hace sentir satisfecha, estabiliza tu apetito y en una revisión de todas las investigaciones de grasa y peso se encontró que la grasa no te hace acumular grasa. La última moda es “granos integrales”. Las compañías de alimentos agregan pocas hojuelas de granos enteros a los cereales procesados y tratan de convencerte que es sano. Special K de granos enteros? Es una broma? La mayoría de los cereales son 75% azúcar, aunque contengan pocas cantidades de granos enteros. No deberían de llamarse desayuno, en vez de eso sonaría mejor si les llamaran postres. Y les estamos dando cereales llenos de azúcar a nuestros hijos en el desayuno pensando que estamos haciendo algo bueno por ellos. De hecho, estamos arriesgando su salud. La regla básica para alimentarse es: Si el alimento en su etiqueta no contiene ningún ingrediente sano y natural, probablemente es malo para ti.