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Gestión Exterior de Actores Subnacionales La provincia de Jujuy y el Paso de Jama: El desarrollo sostenible a través de la Gestión Exterior. 1 Alumno: José Gabriel Márquez Carrera: Relaciones Internacionales Legajo: 047857 Índice: INTRODUCCIÓN......................................................................................................................3 PILARES TEÓRICOS Y DEFINICIÓN DE GESTIÓN EXTERIOR...................................6 LA CUESTIÓN FEDERAL: EL DEBATE ACERCA DE LA GESTIÓN EXTERIOR EN EL FEDERALISMO ARGENTINO.......................................................................................11 JUJUY: EVOLUCIÓN HISTÓRICA, POLÍTICA Y COMERCIAL..................................20 PASO DE JAMA: EL NEXO DE JUJUY CON EL MUNDO..............................................65 CONCLUSIONES FINALES..................................................................................................91 2 Introducción La presente investigación abordará como hipótesis central el desarrollo sostenible de los estados provinciales periféricos desde el ángulo de la gestión exterior de los actores subnacionales. Más precisamente, consideraremos el caso de la Provincia de Jujuy y su conexión con Chile y el Pacifico: el Paso de Jama. En tiempos en que la globalización genera fronteras nacionales cada vez más difusas, la gestión exterior de los actores subnacionales surge como una variable clave para contrapesar los problemas estructurales generados por la falta de políticas de desarrollo sostenible por parte de los gobiernos centrales. Es por ello que consideramos importante, ahondar en las posibilidades que ofrece el eventual ejercicio de la gestión exterior y su posible impacto en el desarrollo sostenible de la provincia de Jujuy. “ Jujuy desarrolló sus relaciones internacionales buscando principalmente que el Paso de Jama se transforme en el instrumento que posibilite generar las condiciones de desarrollo económico y social para la provincia”1 En el nuevo orden internacional diferentes formas de diplomacia de actores subnacionales fueron surgiendo, tenemos por un lado, las reivindicativas, tales como la para-diplomacia identitaria2 y las diásporas subnacionales3, y por otro lado, aquellas cuyo fin, no es buscar autonomía o 1 CALLEJA, M. y SAFAROV, A. ; Buscando otra salida: La para-diplomacia de Jujuy en los ’90, en: LAGOS, Marcelo (dir.), Jujuy bajo el signo neoliberal. Política, sociedad y cultura en la década del noventa. Jujuy, EdiUnju, 2009. p. 254. 2 PAQUIN, Stephan; La para-diplomatie identitaire: le Québec, la Catalogne et la Flandre en realtions internacionales. Revue Politique et Sociétés, Société québécois de science politique, Quebec. Vol. 23, no 2-3, 2004 3 IGLESIAS, Eduardo, ZUBELZÚ, Graciela, IGLESIAS Valeria (compiladores): Las provincias argentinas en el escenario internacional. Desafíos y obstáculos de un sistema federal. Buenos Aires, PNUD, 2008. 3 reconocimiento internacional, sino incrementar su desarrollo económico, comercial y cultural en el marco, sobre todo de los estados federales. La consolidación de la globalización tiende a desarticular economías nacionales y a debilitar el Estado-Nación4, por ello la presencia de los actores subnacionales es ahora una variable clave para cualquier análisis sistémico de las relaciones internacionales de la actualidad. Mas específicos resultan los cambios de muchos estos actores, que se fueron “regionalizando” y traspasando las fronteras nacionales para desarrollar una cultura identitaria diferente, y hasta incluso diferentes objetivos que el gobierno central. Hasta el momento, el tema no ha sido explorado en profundidad, en parte debido a la reticencia de los autores mas renombrados a nivel internacional de incorporar a los actores subnacionales al escenario internacional y en parte a la relativamente reciente introducción del tema a la ciencia internacionalista. Por otra parte, esfuerzos interesantes se están dando para profundizar el tema. En el ámbito internacional Ivo Duchacek desarrolló el tema en su libro “The International Dimention of Subnational Self-Government”5, y grandes teóricos de las RRII se refirieron al mismo, entre ellos, Kohane y Nye en su libro “Poder e Interdependencia” desarrollando la parte teórica. En el ámbito nacional, la investigación del Consejo Argentino de Relaciones Internacionales (CARI) echa luz sobre el tema en el trabajo “Las Provincias Argentinas en el escenario Internacional: Desafíos y Obstáculos de un Sistema Federal”6. Este trabajo además de contar con la colaboración de prestigiosos investigadores también entrega la gran mayoría de aproximaciones conceptuales que se utilizarán en este trabajo. También se analizará la cuestión jurídica que gira en torno a la gestión exterior, es decir, la discusión de índole constitucional que se genera en el marco de los artículos 124 y 125 de la Constitución Nacional. En los mismos se estipula la competencia de los estados subnacionales (las provincias) en materia de política exterior. Este debate es de cabal importancia para el futuro 4 Ibídem. DUCHACEK, Ivo; The International dimension of sub national Self-Government. Oxford, Publius: The Journal of Federalism, 1984. 6 IGLESIAS, Eduardo, ZUBELZÚ, Graciela, IGLESIAS Valeria (compiladores): Op. Cit. 5 4 de la gestión exterior subnacional, pues es en el foro legislativo donde finalmente se discutiría la pertinente ley programática que podría delimitar con precisión cual es el rango operativo de las provincias en el escenario internacional. De esta manera el primer capítulo de la presente tesina estará destinado a determinar, de una manera breve pero concisa, todo lo pertinente al vocablo “gestión exterior”, sus alcances y sus limites, a fin de contar con un concepto claro que sirva de pilar para el desarrollo de los posteriores capítulos. En el segundo capítulo, se recorrerá el mencionado debate constitucional en torno a los artículos 124 y 125 de la Constitución Nacional, presentando las tres posiciones dominantes que tanto legisladores como juristas consideran pertinentes. El capítulo tercero estará destinado a desagregar la historia de la Provincia de Jujuy, sobre todo la relación con sus vecinos, Bolivia y Chile. Nos remontaremos a su fundación y desde este punto hasta el año 2003, momento en el cual quedó inaugurado Jama en su totalidad. En el cuarto capítulo nos adentraremos en el proyecto Jama en su conjunto, desde su creación, explicando quiénes concibieron la idea, y cómo ésta fue cambiando con el pasar de los años, adaptándose a las realidades coyunturales que le tocó vivir a la provincia. Es importante señalar que la Provincia de Jujuy es productora de commoditties y materias primas por lo que su integración económica a nivel supra-regional, sobre todo en el marco del corredor bioceánico del Paso de Jama, es la variable clave para analizar sus posibilidades de desarrollo sostenible ejerciendo su gestión exterior. Finalmente, como corolario de esta tesina, intentaremos en la conclusión responder el principal interrogante planteado, es decir, si el ejercicio de la gestión exterior es determinante para obtener un desarrollo sostenible para la Provincia de Jujuy. En lo referente al campo metodológico en esta tesina, se utilizarán, el método histórico, y principalmente el método descriptivo-analítico, que servirá de herramienta para recoger, organizar, resumir, presentar, analizar y 5 generalizar el resultado de las investigaciones, que se irán presentando a lo largo del trabajo. En cuanto a las técnicas de recolección de datos, se utilizarán estadísticas, análisis de documentación y fuentes bibliográficas. Pilares teóricos y definición de gestión exterior En este capítulo, se tratarán los temas que fundamentarán el desarrollo posterior de esta tesina. Se intentará separar las precisiones útiles de aquellas que no lo son y contrastar las distintas acepciones teóricas del significado de la gestión exterior en los actores subnacionales, para conceptualizar una definición propia es necesario antes naturalizarla y ponerla en contexto, con el fin de comprender la real dimensión del término. En primer lugar, la gestión exterior responde a una demanda que no ha sido suplida correctamente por el actor nacional, constituyendo así, otra vía de comunicación con el mundo exterior por parte de los actores subnacionales. Es importante no confundir a la gestión exterior con los intentos diplomáticos de los actores subnacionales, éstas tienen distintas vertientes, en algunos casos, tienden a la sedición, al separatismo o la autonomía, como el caso del País Vasco en España. Otras veces (la inmensa mayoría) a necesidades de índole económica y social, como es el caso del distrito de Nueva York en EE UU., entre muchos otros que, al convertirse en una metrópolis multinacional comenzó en entablar lazos directamente con el mundo exterior sin el auspicio oficial de la Casa Blanca. Es recomendable entender que la gestión exterior no puede ni debe ser confundida o interpretada como el ejercicio diplomático propio y soberano de cada actor subnacional. En casos muy aislados (como separatismos, cismas territoriales y cuestiones de pre y post guerra) el intento es sedicioso, en el resto de los casos se trata de una cuestión casi siempre acompañada por el gobierno central y enmarcada (en algunos casos) en una reglamentación, 6 algunas veces escrita y otras tácita, consagrada a nivel constitucional nacional y provincial. Va de suyo que los únicos actores que pueden hacer uso y ejercicio de su soberanía son los sujetos de derecho internacional originarios, es decir, los Estados (discusión de otro trabajo será si los sujetos derivados de derecho internacional gozan de algún tipo de soberanía). Por supuesto que la gestión exterior de los actores subnacionales, es fruto de largos procesos históricos, y su ejercicio todavía se perfecciona y aun continua explorándose, sin embargo, aunque es de fruto constructivista, la definición que da de Gestión Exterior el Consejo Argentino de Relaciones Exteriores en su trabajo “Las provincias argentinas en el escenario internacional: Desafíos y obstáculos del sistema federal” es la “acción concreta realizada por las provincias para alcanzar objetivos en el plano externo”7 Uno de ellos es lo que se conoce como Glocalización, que según Khondker es: “la interpenetración (o interdependencia) de la universalización de la particularización y la particularización de la universalización” 8, o en otros términos, concebir a la práctica de la gestión exterior como algo mas que un simple lazo comunicativo horizontal y añadirle las dimensiones propias de la globalización y sus efectos sobre la necesidad de ejercer dicha gestión. De esta manera, Khondker, va a complejizar el significado de “gestión exterior” para enriquecerlo, demostrando que la globalización es proceso catalizador de la misma posibilitando, en primer lugar que las influencias foráneas traspasen fronteras antes limitadas por el control estatal, y que el mercado, que en un sentido amplio es el vehiculo de la globalización, antes también restringido por dichos controles, acerque las impresiones culturales de otras naciones y a su vez oportunidades de desarrollo económico y de comunicación social que antes no existían y, en segundo lugar, porque es gracias a esas influencias, a la multiplicación de canales comunicacionales y al estímulo que la globalización le 7 ZUBELZÚ, G: “Los gobiernos subnacionales en el escenario internacional: conceptos, variantes y alcance. Un marco de análisis para las acciones de las provincias argentinas” en: IGLESIAS, Eduardo, ZUBELZÚ,G ,IGLESIAS, V, (compiladores): Las provincias argentinas en el escenario internacional. Desafios y obstáculos de un sistema federal. Buenos Aires, PNUD, 2008. p. 38. 8 KHONDKER, H: Glocalization as Globalization: Evolution of Sociological Concept. En: Bangladesh e-journal of Sociology, Vol.1, N. 2, 2004. p. 4 7 dio a los movimientos integracionistas regionales, que la gestión exterior es por ello hija directa de dicho proceso. A partir de esta perspectiva globalizante es que va surgir otra definición que nos servirá para apuntalar aun mas el concepto de gestión exterior, esta es, la noción de Estado-Región9, es decir, la constitución de áreas normalmente transfronterizas, desarrolladas en torno a un centro económico regional, que actúan como “puntos de entrada” de la economía mundial y constituyen unidades económicas y no políticas. Si bien es importante marcar que la magnitud que tiene que tener el conglomerado urbano que será el “punto de entrada” debería ser importante, de 5 a 20 millones de habitantes, es posible también que se concreten efectos similares en un nivel inferior; desde el punto de vista de esta tesina, no seria excluyente la variable consumo (Omahe si la considera como variable excluyente para que una ciudad sea catalogada como “punto de entrada” de allí la sugerencia de un piso mínimo de habitantes) sino que, lo excluyente es la potencialidad y la fluidez con la cual se transnacionalizan las oportunidades económicas y de desarrollo sostenible. De allí que en nuestro caso a estudiar en particular (la gestión exterior de la provincia de Jujuy), describiremos mas adelante cómo, se esta formando una especie de Estado-Región transfronterizo debido a los grandes lazos culturales y a los potenciales económicos que existen y se están formando en la región. Hemos visto en que contexto se desarrolla la gestión exterior de actores subnacionales, que procesos dan origen y afectan su ejercicio y cuales pueden ser las consecuencias del mismo. Para comprender como se instrumenta la gestión exterior, nos será muy útil recurrir al concepto de Multi-Level Governance10, esto es, la relocalización y desagregación de la autoridad gubernamental, antes centrada en el gobierno 9 Según OMAHE, los Estados-Región son las zonas económicas naturales del sistema internacional, que muchas veces no coinciden con las fronteras estatales. Omahe, Kenichi. The Rise of the Region State. Foreign Affairs. Londres. 1993. 10 De acuerdo con la definición que acuñaron GARY MARKS y LIESBET HOOGHE se distingue al Multi-Level Governance como la dispersión de la autoridad en diversos tipos de jurisdicción, tanto flexible como duradera, tanto especifica como general que se cruzan o no, dependiendo del gobierno, en las jurisdicciones de los estados subnacionales. Hooghe, Liesbet; Marks, Gary, Unravelling the Central State, but How? Types of Multi-Level Governance, American Political Science Review, Washington Vol. 97 No. 2,2003 8 central, hacia otros niveles en una dimensión vertical (supranacional) y horizontal (subnacional). De esta manera vemos como la gestión exterior va tornándose mas en un procedimiento de forma antes que en un concepto de fondo, es así que, debido a la penetración causada por la globalización, a la aparición de “puntos de entrada” regionales transfronterizos y a la descentralización gubernamental en ámbitos no excluyentes para la soberanía, la gestión exterior, aunque al principio un concepto difuso, se convierte en una practica habitual de muchos actores subnacionales. Otro de los pilares teóricos que sostienen el ejercicio de la gestión exterior es lo que se denomina, al decir de Geldenhuys11, como efecto derrame de la política exterior, desde el centro hacia las provincias, apuntalando lo que se venia exponiendo en las definiciones anteriores, aunque agregando una variable interesante, esta es, que la implementación de tratados internacionales que tengan como protagonistas a los actores subnacionales sirvan como disparador para que dichos actores ejerciten, con el visto bueno del gobierno central, la gestión exterior de manera permanente y en lo relativo al tratado firmado. Por último pero no menos importante, un requisito excluyente que le va dar la dinámica adecuada a la gestión exterior va a estar dado por la existencia de un sistema federal (por lo menos en lo que compete a este trabajo) ya que bajo este sistema, los actores subnacionales a través de el acto constitucional supremo delegan su soberanía originaria a un gobierno federal, y es por ese pasado autónomo, que se reconoce la facultad de dichos actores gestionar temas que no sean excluyentes ni contrarios a la política nacional federal, en el caso de la Republica Argentina, es el articulo 124 de la Constitución Nacional, la que “reglamenta” la practica de la gestión exterior. Mas adelante, dedicaremos un capitulo entero al debate jurídico que se dio en torno a este articulo. Una vez establecidos los fundamentos básicos sobre los cuales se va a construir el concepto de gestión exterior de los actores subnacionales, el próximo paso será, desgranar cada una de las palabras que comprenden la 11 Confróntese: ZUBELZÚ G: op. Cit. p. 33. 9 frase para así, finalmente llegar a un concepto global que será el que se utilizará en el resto de esta tesina. Así, la palabra “gestión”, como se extrae del texto del CARI antes mencionado, representa “el espectro de cuestiones en las que las provincias argentinas se involucran, tales como, la integración fronteriza, las inversiones, las exportaciones, el turismo y la cooperación técnica y cultural”12. De aquí que, en el ámbito subnacional, estos tópicos serán, en su inmensa mayoría, las limitaciones con las cuales cada actor en particular deberá lidiar y a través de los cuales se podrá manifestar en el sistema internacional. El término “exterior”, esta dado por supuesto, por la misma naturaleza del concepto y se refiere a lo externo a este actor, externo entendido como aquello que sobrepasa los límites del sistema nacional federal, esto es, hacia y para el sistema internacional. Y finalmente, la expresión “actor subnacional”, encarna la naturaleza de dicho actor, es decir, que aquel que ejerce la gestión exterior es un actor de rango inferior en cuanto a nivel estatal, de origen o ámbito publico, no privado y enmarcado en un reglamento, implícito o explicito, dentro y con el apoyo de la ley regulatoria suprema, o sea, la Constitución Nacional de cada país. A lo largo del presente capitulo se ha desestructurado el concepto de “gestión exterior de los actores subnacionales” con el fin de que, seleccionando los pilares y matices correctos se establezca la definición precisa y necesaria para trabajar mas adelante en esta tesina. Es así que, cada vez que reproduzcamos la frase en este trabajo, se tenga por entendido una sola significación, para así, no caer en la ambigüedad. Entonces, la definición de gestión exterior que se utilizará en esta tesina será: el ejercicio concreto de las relaciones internacionales concedidas constitucionalmente por parte del gobierno federal a las provincias en aras de satisfacer sus necesidades no atendidas, limitándose, pura y exclusivamente a temas de desarrollo comercial, social y turístico, utilizando las vías de comunicación generadas desde y hacia el sistema internacional, con el objetivo de aprovechar sus recursos, de fortalecer y profundizar un 12 Ibídem, p. 38 10 desarrollo económico y de lograr sustentabilidad en el desarrollo humano de sus habitantes. La cuestión federal: el debate acerca de la gestión exterior en el federalismo argentino. En primer lugar, deberemos ahondar sobre aquel requisito excluyente para la formación del concepto que se desarrolló en el primer capitulo de la tesina, esto es, el federalismo. Es importante hacer referencia a esta forma de organización política, ya que es el acuerdo/marco entre nación y provincia por el cual, estas últimas delegan responsabilidades (de soberanía y de gestión) a un gobierno central, y es en ese acuerdo/marco donde se plasma la instrumentación de la gestión exterior. El articulo 124 de la Constitución Nacional Establece: “Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación; con conocimiento del Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que se establezca a tal efecto. Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”13. Sin embargo, hay diferentes tipos de federalismo, algunos con mayor autonomía provincial y otros con menor, y sin duda el caso argentino es muy especial. Al decir de Dalla Via, “mas allá de la forma de Estado adoptada, dentro de cada una de ellas pueden existir diferencias de grado hacia una mayor o menor concentración o centralización de funciones […] el federalismo argentino es un federalismo centralizado desde sus inicios y que fue 13 GUEVARA LYNCH, Guillermo; Constitución Comentada de la Nación Argentina. Buenos Aires. Guevara Lynch, 1994. p. 64 11 adquiriendo un carácter cada vez mas centralista con el transcurso del tiempo y del desarrollo de los acontecimientos históricos y políticos”.14 Por su parte, German Bidart Campos utilizó la expresión “unitarismo solapado”15 para referirse con atinado sarcasmo a la situación política que se da en Argentina, en cuanto a la relación entre el Estado nacional y las provincias. Ambos autores identifican en el federalismo argentino falencias graves, sin embargo, en la cuestión que nos ocupa, la problemática no es de fondo, sino de forma, y es sobre ésta que se da el debate, entre reglamentar o no, el ejercicio de la gestión exterior de las provincias. El tema tuvo un primer acercamiento, en la 24° reunión, 3° sesión ordinaria el 4 de Agosto de 1994 por los convencionales constituyentes y se dispuso en primer termino que se debería, en lo relativo a las capacidades de las provincias, “hacer mención, en la generalidad de los casos, a la denominación “convenios” internacionales (que puedan suscribir las provincias con Estados extranjeros) en lugar de utilizar el termino tratados y/o su definición”16. Esto se desprende de que, tradicionalmente, la jurisprudencia ha denominado “tratado” a los acuerdos que se generen entre dos o mas Estados, con soberanía propia y autodeterminación política, con libertad y capacidad para generarlos ratificarlos y ejecutarlos; y en todo caso designa “convenio” al acuerdo que un estado subnacional, pudiera concretar con otro de su misma categoría o superior. Cabe recordar, que en el ámbito de esta tesina, y debido a la definición de gestión exterior dada en el capitulo anterior, los convenios que se concreten serán en las áreas específicamente allí enunciadas. Finalmente podemos decir que el espíritu del Art. 124, tuvo como propósito, modificar el predominio de la centralización que se ha venido cristalizando en la arena política nacional, por medio del fortalecimiento de las atribuciones de las provincias. 14 DALLA VIA, Alberto: El Marco jurídico e institucional para la gestión internacional de los actores subnacionales gubernamentales en la Argentina. Buenos Aire, INTAL, 2004. p. 16. 15 BIDART CAMPOS, Germán, Confróntese: Tratado Elemental de Derecho Constitucional. Buenos Aires, EDIAR, 1989. 16 MENEM, Eduardo; MESTRE, Ramón; GUZMAN, María. Convención Nacional Constituyente. 24° reunión, 3° sesión ordinaria el 4 de Agosto de 1994. 12 Ventajas y desventajas de la reglamentación La respuesta a la segunda pregunta, no es sencilla, pues se han escrito ríos de tinta respecto de cual debería ser el camino a tomar y es aquí donde presentamos las principales posturas. Por un lado, están los que llamaremos “reglamentistas”, que serán los que se inclinarán porque exista una reglamentación clara de las capacidades provinciales a la hora de ejercer la gestión exterior (que a su vez se dividirán en dos, unos a favor de que sea una ley provincial la que reglamente dicha actividad y otros a que sea una ley nacional). Por otro, estarán los que defenderán la actual configuración constitucional, esgrimiendo que la gestión exterior se reglamentará de una manera tácita e implícita, es decir, generándose por la práctica reiterada por parte de las provincias. Ahora bien, antes de plantear el debate, los límites que impone el Art. 124 son los siguientes: • Que no sean incompatibles con la política exterior de la nación; • Que no afecten facultades delegadas al gobierno federal; • Que no afecten el crédito publico de la nación; y • Que se celebren con conocimiento del Congreso Nacional. En cuanto a la primer limitación, el Dr. Juan Vicente Sola afirma: “La gestión de facultades provinciales se han reservado y las que tiene concurrentes con el gobierno federal para su bienestar económico y social pueden desbordar la jurisdicción interna y traducirse en el ámbito internacional, sin por ello usurpar las facultades del gobierno federal”17. El Dr. Ekmekdjian en tanto sigue la misma línea, “Pensamos que los convenios internacionales a que se refiere el Art. 124 son, fundamentalmente los relativos a prestamos de 17 SOLA, Juan Vicente El manejo de las relaciones exteriores. La Constitución y la política exterior. Buenos Aires, BELGRAN, 1997, p. 231 citado en: IGLESIAS, Eduardo y otros. Las provincias argentinas en el escenario internacional: desafíos y obstáculos del sistema federal. Buenos Aires, PNUD, 2008. p. 53 13 países extranjeros o de organismos internacionales, para el financiamiento de obras publicas de la provincia, o bien para la transferencia de tecnología de punta […] estos convenios siempre versaran sobre materias que han sido reservadas al gobierno local excluidas, por ende, de la orbita del gobierno federal…”18 De las afirmaciones vertidas por estos dos doctrinarios, podemos inferir, que el ejercicio de la gestión exterior de las provincias argentinas, no debería ser afectado por cuestiones técnicas. Lamentablemente son las cuestiones políticas (fuera del análisis en esta tesina) las que afectan el normal desarrollo de este derecho originario de las provincias argentinas. En relación a la segunda limitación, parece redundar con el anterior, al decir de Iglesias, “es plausible colegir que las facultades delegadas que no deben verse afectadas son, precisamente, las de conducir la política exterior de la nación”19. Aquí, coincidimos plenamente con Iglesias, pues salvo que el actor subnacional tome actitudes separatistas, siempre actuará en consonancia con el gobierno central del cual es parte. En cuanto a la tercer limitación, que implica no comprometer el crédito fiscal de la nación, ni contraer responsabilidades que la nación no pueda afrontar, Ekmekdjian fundamenta: “no afectar el crédito publico de la nación significa que dichos convenios financieros provinciales-internacionales, no deben tener el aval del Estado nacional, es decir que el gobierno federal o puede ni debe comprometerse como fiador o avalista de la provincia, que sería el deudor principal”.20 De esta forma, los convencionales constituyentes han querido proteger el capital federal, a fin de que las provincias en su afán de conseguir recursos financieros, no endeuden de manera irreversible al Estado nacional. 18 EKMEKDJIAN, Miguel Ángel; Convenios internacionales de los Estados subnacionales. Buenos Aires. LA LEY 1996, p. 739 citado en: IGLESIAS y otros. Las provincias argentinas en el escenario internacional: desafíos y obstáculos del sistema federal. Buenos Aires, PNUD, 2008. p. 56 19 CARBAJALES, José y GASOL, Claudia: La Gestión Internacional de las provincias en el marco del sistema federal argentino y a la luz de sus constituciones en IGLESIAS y otros; Las provincias argentinas en el escenario internacional. Desafíos y obstáculos de un sistema federal. Buenos Aires, PNUD, 2008. p. 57 20 EKMEKDJIAN, M, Op. Cit. p. 57 14 Finalmente, en referencia a la cuarta limitación, que obedece al conocimiento que debería tener el Congreso Nacional de la celebración de convenios internacionales, encontramos, al contrario de los análisis sobre los tres puntos anteriores, a la doctrina enfrentada en dos posiciones antagónicas. Estas posiciones se dividen en: los defensores de la doctrina del conocimiento y los promotores de la doctrina del consentimiento. El constitucionalista Bidart Campos, se inclina por la segunda postura, “el Congreso debe tener conocimiento de los tratados parciales, lo que quiere decir conocer para eventualmente aprobar o desechar. Es también el criterio establecido para el proyecto de Alberdi, que en la nota al Art. 104 aclaraba: “La aprobación del Congreso es un requisito que serviría para evitar que en esos tratados locales se comprometiesen intereses políticos o intereses diferidos a la Confederación y se destruyera el equilibrio de los pueblos del estado”21. Así, Bidart Campos, identifica la palabra “conocimiento” con consentimiento y no con mera notificación, Sola, siguiendo la misma línea afirma: “La palabra conocimiento no puede interpretarse como indicando que el Congreso solo cumple la función de tomar nota, de informarse exclusivamente”22 y continua argumentando, “esto también se debe vincular con la eventual responsabilidad internacional que le puede corresponder al Estado federal por el convenio, de acuerdo con la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969 (ratificada por la Ley 19.865), arts. 27 y 46, y la circunstancia de que las provincias no son sujetos de Derecho Internacional.”23 En la vereda opuesta a estos juristas, se encuentran, entre otros, Ekmekdjian y los convencionales constituyentes Dromi y Menem. Ekmekdjian fundamenta: “teniendo e cuenta la diferencia que existe entre nuestros textos de los arts. 124 y 126, y la diferencia de éstos con el antecedente (del 126) en la Constitución de Filadelfia, el conocimiento del Congreso no implica que este debe expresar su aceptación expresa, sino que esta se presume luego de transcurrido el año parlamentario en que fue 21 BIDART CAMPOS, Germán; Manual de Derecho constitucional argentino. Buenos Aires, ALTEA, 1998. p. 121 22 SOLA, J; Op. Cit.. p. 232. 23 Ibídem. p. 56 15 notificado…”24 mientras que Roberto Dromi y Eduardo Menem argumentan, “… con conocimiento no quiere decir aprobación ni ad referéndum, sino que el Congreso debe ser notificado de los convenios internacionales acordados por las provincias para tener conocimiento cabal, serio y cierto, a todos los fines políticos correspondientes”.25 Es claro, debido a las opiniones de peso que acabamos de repasar, que el asunto de si es necesario el consentimiento o el conocimiento, es muy difícil de zanjar. Sin embargo desde esta tesina, vamos a esbozar nuestro punto de vista. Este trabajo se va a inclinar por la segunda corriente (del conocimiento), antes que por la primera (del consentimiento), ya que el consentimiento implicaría que el Congreso aprobase todo convenio que las provincias intenten rubricar con otros Estados y eso seria perjudicial para el normal desarrollo de la gestión exterior, esto se debe a que la misma tiende a ser dinámica y a atender situaciones que no están siendo tomadas en cuenta desde el gobierno federal, léase, tampoco desde el Congreso. Mientras más pasos procesales tenga dicha gestión, más costoso les será a las provincias aprovechar sus ventajas y más político se tornará el asunto en cuanto a su implementación. Sin embargo y en lo referente a la posible perdida de institucionalidad, el Art. 124 delimita claramente cuales son los temas sobre los que pueden versar los convenios firmados por las provincias, ninguno de los cuales afectaría el normal desarrollo de las instituciones ni la relación federal entre el Estado nacional y las provincias. A continuación se intentará dilucidar si los límites ya mencionados son lo suficientemente explícitos y acordes para los tiempos procesales de la gestión exterior. El debate En primer lugar, es necesario aclarar que el debate girará en torno a 3 ejes. Uno de ellos, será el que propone reglamentar le gestión exterior por el 24 EKMEKDJIAN, M; Op. Cit. 1996. p. 742. DROMI, R y MENEM, E; La Constitución reformada. Buenos Aires, CIUDAD ARGENTINA, 1994, p. 401. 25 16 Congreso, otro, propone la reglamentación por las provincias y un ultimo eje propondrá la no reglamentación. Para iniciar el debate Dalla vía plantea la eventual regulación en los siguientes términos: “Se trata de un problema delicado que es, a nuestro juicio, imperioso reglamentar y aclarar. Es mas, hemos pensado desde un principio que esta debió ser la primera ley reglamentaria de la Constitución. Entendemos que la norma, tal como esta redactada, si quedara abierta podría ocasionar graves consecuencias a la responsabilidad del Estado federal, por un lado y por el otro, también herir al federalismo que es justamente el valor que el convencional constituyente pretendió preservar”26. Dalla vía claramente se incluye en la primera posición (de reglamentar según el Congreso) y la fundamenta haciendo hincapié en las zonas grises que deja el actual artículo y en el eventual daño que pueda causar una práctica no concertada a la relación entre el gobierno federal y las provincias. Según Iglesias, “el argumento esgrimido por los sostenedores del remedio legislativo se basa en que, mientras el Art. 121 de la Constitución Nacional hace reserva de las competencias no delegadas por las provincias, la competencia sobre las relaciones internacionales si es delegada en el gobierno federal. Pero el ejercicio de esta facultad, aunque originario de las provincias, esta condicionado por los limites de la compatibilidad con la política exterior nacional y la ausencia de afectación de las facultades delegadas y del crédito publico”.27 Esto significa que, quienes defienden la reglamentación por el Congreso, apuntan a sustentar la práctica desde el Poder Legislativo nacional, en opinión de esta tesina, un concepto erróneo, (las razones serán dadas sobre el final del capitulo una vez que se haya expuesto el debate entero). En lo que respecta a una hipotética ley reglamentaria, Dalla vía propone: “que el gobierno nacional fije las pautas o marcos habilitantes (umbrella agreement o acords cadre) y que el Congreso dicte una ley convenio que 26 DALLA VIA, Antonio y otros; Derecho Constitucional. Buenos Aires, UNIVERSIDAD, 2005. p. 571. 27 CARBAJALES, J. y GASOL, C. ; Op. Cit. 2008. 17 establezca los aspectos sustanciales y procedimentales que deben respetar los Estados locales, para que los convenios que suscriban sean validos”.28 Siguiendo a Dalla vía, el dar “mero conocimiento” al Congreso nacional por parte de las provincias de los convenios firmados internacionalmente, no sería suficiente para marcar una unidad en la política exterior, en el marco del Art. 124 ya que, teniendo en cuenta estas pautas, seria Cancillería quien debería coordinar y organizar las relaciones exteriores de las provincias, cayendo así en los problemas de centralización que veníamos mencionando. Otra tesitura, plantea también una regulación, pero ya en manos de las provincias, según Sabsay, las provincias deberían autolimitarse, apoyándose en el Art. 125, que establece: “Las provincias pueden celebrar tratados parciales para fines de administración de justicia, de intereses económicos y trabajos de utilidad común, con conocimiento del Congreso Federal; y promover su industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras de propiedad provincial, la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la importación de capitales extranjeros y la exploración de sus ríos, por leyes protectoras de estos fines, y con sus recursos propios. Las provincias y la ciudad de Buenos Aires pueden conservar organismos de seguridad social para los empleados públicos y los profesionales; y promover el progreso económico, el desarrollo humano, la generación de empleo, la educación, la ciencia, el conocimiento y la cultura.”29 Este artículo sería la cláusula de resguardo de las provincias en materia federal, y compondría junto con el Art. 124 el ámbito en el cual se puede ejercer la gestión exterior por parte de las mismas. En conclusión, esta corriente no considera atinado que se controle desde el Congreso, sino que sea un atributo original de las provincias. La tercer y última postura es la más intransigente de todas y apunta a la no reglamentación en absoluto de la gestión exterior de las provincias argentinas. Ya que reconoce como parte propia de su autonomía, y establece que es un atributo adquirido por los principios del sistema federal. 28 29 DALLA VIA, A. y otros; Op. Cit. p. 572 GUEVARA LYNCH, G; Op. Cit. p. 64 18 Obviamente esta tercera posición es inviable, porque colisiona tanto con los límites soberanos del gobierno federal y de las atribuciones delegadas a él por las provincias, como con la responsabilidad internacional generada a partir de los convenios que eventualmente puedan firmar las provincias. En las consideraciones finales de este trabajo, ahondaremos sobre cual sería, desde nuestro punto de vista, la posición mas adecuada en cuanto a la reglamentación de la gestión exterior. 19 Jujuy: evolución histórica, política y comercial. Este capitulo estará dedicado a repasar de qué manera Jujuy, primero como ciudad, luego como intendencia y más tarde como provincia autónoma, se relacionó con sus vecinos internacionales más inmediatos geográficamente, Bolivia y Chile, y de qué forma esta relación influyó en el desarrollo de la provincia hasta llegar a nuestros días. En rigor de verdad la historia de Jujuy estuvo y estará mucho más relacionada con las ciudades del Alto Perú y del Virreinato del Perú que con la ciudad de Buenos Aires. Esto se verá claramente reflejado a lo largo de este capítulo. “En momentos en que se produce la Revolución de Mayo mas de la mitad de la población del país se situaba en el noroeste argentino. Los limites de lo que era el Virreinato del Río de la Plata, de la Audiencia de Charcas e incluso de la Capitanía de Chile, compartían un único eje vertebrador; el Alto Perú.”30 30 ESPEJO, M., “Introducción: La Memoria Recobrada”, En: Teruel, A. y Lagos, M. (Directores), Jujuy en la Historia. De la colonia al siglo XX, Jujuy, EDIUNJu, 2006, p. 21 20 Disputas Políticas y Relaciones Comerciales en la Época Colonial. La ciudad de San Salvador de Jujuy fue fundada en tres oportunidades, en 1561 Pérez de Zurita, gobernador del Tucumán, encomienda fundar la Ciudad de Nieva, pero esta solo puede permanecer en pie dos años, debido a la presencia de indígenas beligerantes en la región, especialmente los omaguacas31. Esta primera fundación se dió en un contexto muy particular de intereses contrapuestos entre Charcas y Tucumán, debido a que tanto desde la Audiencia Real como desde la Gobernación se apreciaba la importancia geopolítica de la futura ciudad, que estaría situada en pleno camino real desde Lima hasta Buenos Aires. La segunda fundación seria facultada por el Monarca español Felipe II quien determinaría que la futura ciudad debía de estar en la jurisdicción de la Real Audiencia de Charcas. Es así como en 1575 el encomendero de Omaguaca capitán Pedro de Zarate, tras recibir ordenes directas del Virrey Toledo transmitiendo la necesidad de fundar las ciudades de Jujuy y Salta, fundó San Francisco de la Nueva Provincia Alavá en el valle de Jujuy, ciudad que solamente estuvo en pie un año, ya que sería destruida en 1576 nuevamente por las hordas omaguacas que hostigaban la región32. Finalmente la tercera y definitiva fundación de la Ciudad de San Salvador de Jujuy se concretaría el 19 de abril de 1593 y sería Francisco de Argañaráz y Murguía, quien debido al interés del entonces gobernador de Tucumán en aumentar la jurisdicción de la gobernación y asegurar para si los yacimientos minerales de la Puna y la Quebrada enfrentaría esta empresa, pero, aunque fue la gobernación tucumana quien nutrió la expedición que fundaría la actual ciudad de Jujuy, en los primeros albores de su existencia aun se discutía sobre si la jurisdicción sobre la misma era del Real Audiencia de Charcas o por el contrario pertenecía a la orbita de la Gobernación del Tucumán. La importancia 31 Confróntese: SICA, G. y ULLOA, M. “Jujuy en la colonia. De la fundación de la Ciudad a la crisis del Orden Colonial”, En: Teruel, A. y Lagos, M. (Directores) Jujuy en la Historia De laColonia al Siglo XX, Jujuy, EDIUNJu, 2006. pp. 45, 46 y 47. 32 Ibídem. p.47 21 geoestratégica de la ciudad de San Salvador de Jujuy había disminuido debido a la fundación de la vecina Salta, unos años antes, sin embargo, la pequeña urbe fue “el centro político que extendía su jurisdicción sobre un importante área rural. Pero también fue un espacio económico donde se trocaba y vendía parte de la producción de sus zonas rurales, puntos de articulación en el trafico regional, centro de autoridades políticas y judiciales, sede religiosa que albergaba las principales iglesias y el espacio de interrelación política y social de los procesos de formación de la nueva sociedad colonial.”33 Jujuy, como venimos observando, estuvo desde su génesis involucrada en disputas jurisdiccionales y políticas, tanto fue así que, en 1596, la autoridad que Francisco Argañaraz y Murguía ejercía sobre la incipiente ciudad se vio disputada por un antiguo encomendero de la zona, Juan Ochoa de Zárate, confrontación que se llevó a los tribunales tucumanos, así como también a los fueros de Charcas. Esta contienda sería definida finalmente en Lima, recién en 1598, otorgándole el derecho a Francisco de Argañaraz y Murguía a gobernar la ciudad. En cuanto al desarrollo económico y comercial de la incipiente ciudad, Sica y Ulloa puntualizan, “en el virreinato del Perú, desde fines del siglo XVI, un fuerte mercado interno colonial se fue estructurando por la especialización productiva de las diferentes regiones que lo componían. Las zonas mineras eran los polos de desarrollo que demandaban el consumo de diversos productos, generados por otras regiones, que se fueron articulando alrededor de ellos…”34 En el siglo XVI y XVII Jujuy, por su ubicación geográfica, entraría en lo en el denominado “espacio económico altoperuano”35, ya que desde su nacimiento, y debido a su importancia radical como paso entre las ciudades alto peruanas de Potosí, Oruro, Chichas y Lípez, la ciudad era considerada clave pues era el ultimo paraje seguro y de aprovisionamiento, antes de emprender 33 Ibídem. p. 48. Ibídem. p. 55 35 Ibídem. p. 55 34 22 el viaje hacia las tierras altas, debido a las condiciones de los caminos, se abandonaba la utilización de carretas y se emprendían los restantes kilómetros a lomo de mula. Como principales actividades económicas y comerciales de la época estaban mayormente relacionadas con la ganadería y sus derivados, esto era así debido a que esta industria no necesita mas que el pasto natural que crece en el valle donde estaba asentada la ciudad, aunque también dentro de la jurisdicción36 jujeña (mas precisamente en la zona de la Puna y la Quebrada) se practicaba la minería al menudeo. Si bien estas explotaciones eran modestas, fueron el primer motor de crecimiento sostenible en el área. Esto por supuesto traía aparejado varios inconvenientes, y entre lo mas importantes se hallaba el de la dependencia económica de los centros mineros, y de las posibles fluctuaciones que generaban un descenso en la actividad económica en la ciudad de San Salvador de Jujuy, cada vez que se retraía la demanda de plata o que su disponibilidad se hacia mas escasa. Cabe aclarar que Jujuy no sufría precisamente por la falta de metal (ya que la industria minera en su jurisdicción era incipiente y de escaso desarrollo) sino que era el descenso del precio del ganado, debido a la merma de la actividad minera, lo que perjudicaba la privilegiada situación geográfica de la naciente ciudad como ultimo centro de engorde. Tanto es así, que en 1640, el precio del ganado vacuno descendió de manera considerable (lo venia haciendo desde 1610) lo que generó un gran impacto negativo en la única industria considerable en la jurisdicción, esto a su vez, fue motor del desarrollo alternativo de otro tipo actividad comercial, entre ellas, las mas importantes fueron, la invernada de mulas, y su venta como substituto del ganado vacuno así como también su utilización como medio de transporte de productos de hierro, géneros y especialmente yerba mate37. Ya en la segunda mitad del siglo XVII. Los habitantes de Jujuy fueron capaces de reconvertir lo que en un primer momento era situación adversa 36 Se utiliza el término jurisdicción, en referencia al territorio sobre el cual, hipotéticamente, el cabildo jujeño tenia algún tipo de injerencia. Cabe recordar que los registros de la época son difusos en cuanto a que extensión y cuanta injerencia tenía cada ciudad en los territorios circundantes. Además se utilizará este término hasta que la ciudad, se convierta en una unidad política consolidada y autónoma. 37 Confróntese: SICA, G. y ULLOA, M. Op. Cit. p. 57 23 económicamente y desarrollar el primer servicio de transporte de mercancías internacionales de la historia de la ciudad. “… los habitantes no solo dedicaban su esfuerzo al comercio mular, sino que además el bajo precio de estos animales les permitía tener sus recuas de carga con las que transportaban su producción y las mercancías de terceros. La arriería se transformó en una de las principales actividades para españoles e indígenas de la región…”38. De esta forma, el contexto de este desarrollo demuestra la importancia cabal de la naciente urbe en el marco internacional, y del contacto permanente con otros actores políticos, ajenos a la Ciudad de Buenos Aires. Tan relacionada estaba Jujuy con las ciudades altoperunas que, para las ultimas décadas del siglo XVII el declive de la economía jujeña vendría de la mano con el ocaso de Potosí, el centro económico por excelencia dentro del espacio económico altoperuano. La disfunción del precio de la plata, debido a que desde 1650, su producción había tocado tope y descendía continuamente año tras año, trajo aparejada la extinción casi total de la actividad económica relacionada con el transporte de mercancías hacia dicha ciudad minera y, como consecuencia la economía jujeña llegaba al final del siglo XVII en estado critico. Precisamente el siglo XVIII, según mencionan Sica y Ulloa, “se va a caracterizar por ser un siglo de profundos cambios y tensiones en el dominio colonial de España sobre America. Algunos de estos cambios eran parte de los procesos internos de America, a los que se sumaron los provocados por la implantación de la política borbónica. El plan de los Borbones contenía, con respecto a America, un redefinición del vínculo imperial. Las “Indias” americanas se convirtieron en “provincias de ultramar”, es decir, colonias organizadas como una periferia para servir a los intereses de la metrópoli…”39. Así, cualquier esperanza de desarrollo autónomo para Jujuy, quedaba trunco, pues todas y cada una de las ciudades bajo dominio colonial español tenían la misión de abastecer con materias primas a la península ibérica en orden de sostener el enorme movimiento financiero, económico y militar de la potencia por excelencia del siglo XVIII. 38 39 SICA, G. y ULLOA, M. Op. Cit. p. 57 Ibídem. p. 64. 24 La corona borbónica incrementó la presión fiscal sobre todas las colonias, y a su vez dispuso la creación de nuevos virreinatos e intendencias, todo esto destinado a afinar la recaudación y a acrecentar la eficiencia y la productividad en las provincias de ultramar, a diferencia de los Austrias, que durante su reinado habíanse basado en “el equilibrio de los diversos grupos de poder e intereses contrapuestos”40, favoreciendo la participación de los criollos en la burocracia colonial. Estas fueron las imposiciones que el reinado de Felipe V dispuso sobre las provincias de ultramar, e incluso sus sucesores, Fernando VI, Carlos III y Carlos IV, continuaron con las medidas de presión fiscal y política anteriormente mencionadas. Estas fueron seguramente parte de la substancia ideológica que sustentaron las ideas de los revolucionarios en los primeros años del siglo XIX. A medida que se disponían las medidas borbónicas, Jujuy también fue victima de la reorganización del Imperio Español. Fue así que, con la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776 (esto obedecía a la necesidad de la corona española de crear unidades políticas mas pequeñas, por ende, mas eficientes) se dio curso definitivo al proceso de división de la Gobernación del Tucumán en dos unidades políticas novedosas llamadas intendencias. De esta forma nació la Intendencia de Salta del Tucumán, con capital en la ciudad de Salta y extendiendo su jurisdicción sobre las ciudades de Santiago del Estero, Catamarca, San Miguel de Tucumán y por supuesto de San Salvador de Jujuy. Si bien la ciudad jujeña todavía conservaba su propio cabildo, símbolo de autonomía, las decisiones importantes relativas al comercio y la política, se tomaban en la cabecera de intendencia. 40 Ibídem. p. 65 25 La reactivación económica de este siglo se vio signada por un cambio de paradigma significativo, Jujuy dejó de formar parte exclusivamente del “espacio económico altoperuano” y comenzó a mirar hacia el sur, estrechando sus vínculos con Buenos Aires, que había sido designada capital del nuevo virreinato. La ciudad se veía continuamente surcada por recuas de mulas, criadas en los campos de Buenos Aires o Santa Fe, que luego de ser transportadas a Córdoba, eran vendidas a Salta para invernarlas y encaraban el trayecto hacia los centros mineros a través de San Salvador de Jujuy. Destaquemos que, desde la creación de la Intendencia, la ciudad jujeña se haba visto muy relegada por su homónima salteña, que, como cabecera de la misma, concentraba prácticamente toda la actividad comercial importante en el trafico de cargas hacia las minas altoperuanas. Si bien la actividad minera continuo siendo uno de los ejes del desarrollo colonial, el intercambio comercial intracolonial generó también un incremento considerable en el tamaño de las ciudades y en el volumen comercial que ellas manejaban, debido accesoriamente a las importaciones de efectos de Castilla, 26 siendo estos los “efectos que provienen del puerto de Buenos Aires […] la múltiple cantidad de productos, nos lleva a dividirlos en tres grandes grupos: textiles, ferretería y frutos”41, y el transito de lo efectos de la Tierra, donde se agrupa todo aquello que proviene de las provincias coloniales42. A pesar del resurgimiento económico, los criollos se mostraban inconformes con las medidas de la corona borbónica, en primer lugar, porque estos habían enviado españoles a las colonias para ocupar los cargos (de administración y gobierno) que durante el reinado de los Austrias habían detentado los criollos, y en segundo lugar, porque tras la modificación del paradigma económico del siglo XVIII, el movimiento comercial se había concentrado en pocas manos; todo esto (sumado a otros factores), generaría que las demandas de autonomía se incrementen exponencialmente a lo largo del siglo. Estas demandas finalmente se cristalizarían en movimientos revolucionarios a lo largo y ancho del continente americano, cuestión que se analizará mas adelante en este capitulo. Jurisdicción, disputas políticas y espíritu revolucionario 1810-1852 “La jurisdicción de Jujuy estaba incluida en la Intendencia de Salta del Tucumán, que comprendía también las jurisdicciones de Tarija, Oran, Salta, Catamarca y Tucumán. En medio de las guerras de la Independencia, que tenían a la Intendencia de Salta por escenario, el Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de La Plata, Gervasio Antonio de Posadas, puso fin a la Intendencia de Salta el 8 octubre de 1814, al dividirla en dos provincias: la de Tucumán, con capital en San Miguel de Tucumán y la de Salta, con capital en la 41 SEMPAT ASSADOURIAN, C. y PALOMEQUE, S; Importación de productos de Castilla/Europeos en Córdoba, 1800-1819. Buenos Aires. UNSAL. 2001. p. 5. 42 Ibídem. p. 3 27 ciudad del mismo nombre, con jurisdicción sobre Jujuy, Oran, Tarija y Valle de Santa María. La nueva provincia estaba regida por un gobernador intendente y capitán general y las ciudades subordinadas por tenientes gobernadores”.43 A partir del cisma revolucionario que sacudió America del Sur, se percibió una clara reorganización política de los incipientes Estados post-coloniales, en el caso de Jujuy, quedó sometido a la jurisdicción de la provincia de Salta, situación que, ni empeoró ni mejoró su capacidad autonómica con respecto al pasado, ya que quedó, nuevamente, dentro de la órbita de una unidad política superior. Las ideas revolucionarias alcanzaron por primera vez a la sociedad jujeña, a mediados de 1809, cuando en la altoperuana ciudad de Chuquisaca, un grupo de universitarios y ciudadanos ilustrados destituyeron al entonces teniente gobernador de la Real Audiencia de Charcas. Este primer momento revolucionario apuntaló al siguiente, que vino desde Buenos Aires, también un 25 de Mayo, pero de 1810. Con la Revolución de Mayo los debates locales se avivaron en torno a la soberanía de los territorios americanos, sin embargo, “… la noticia de las pretensiones rioplatenses, llegaron a Jujuy a la par de los rumores de que tropas realistas bajaban desde el Alto Perú, preparándose para invadir la ciudad, y que Santiago de Liniers, en fuga hacia el Norte, estaría por llegar en cualquier momento a Salta o Jujuy.”44 En Salta el clima era pro revolucionario, no obstante en Jujuy, las cosas no parecían estar del todo claras. El rumor de la inminente llegada de las tropas realistas provenientes del Alto Perú y el ya mencionado posible arribo de Liniers a la ciudad, aletargaron la decisión del Cabildo y de la elite local de unirse a la gesta revolucionaria. Los ciudadanos de Jujuy no se equivocarían en dudar, puesto que desde el estallido de las revoluciones 1809-1810, la ciudad no conseguiría una sensación de paz sino hasta la ocupación del Alto Perú por parte de Simon Bolívar en 1825; “…en esos 15 años, las guerras de la Independencia enfrentaron a vecinos y parientes, ya que las familias jujeñas 43 CONTI, V; “De las guerras de la Independencia a la organización del Estado”. 1810-1852.En: Conti, A. y Lagos, M. (Directores). Jujuy en la Historia. De la Colonia al Siglo XX. Ed. EDIUNJu. 2006. p. 87 44 CONTI, V; Op. Cit. p. 99 28 tomaron partido por alguno de los bandos en disputa: el “independentista”, con tropas dirigidas desde Buenos Aires por las autoridades emanadas de la Revolución de Mayo de 1810, y el Ejército “realista”, tutelado desde Lima por el virrey del Perú.”45 Una vez más, se clarifica el conflicto por el cual atravesaba la sociedad jujeña en aquellos días, pues como sabemos, la historia, cultura y relaciones políticas y comerciales, estaban mucho mas relacionadas con el Alto Perú y las ciudades del Pacífico, que con Buenos Aires. El protagonismo jujeño en las Guerras de Independencia El Primer Triunvirato había encomendado a Juan Martín de Pueyrredón para que se encargara de recibir y organizar al Ejército revolucionario disperso en Jujuy. Pueyrredón reorganizó las fuerzas y se las entregó a Manuel Belgrano, en la posta de Yatasto en marzo de 1812. La tropa venia desde la ciudad de Potosí, donde había logrado llegar tras derrotar a los realistas comandados por González Balcarce, luego sin embargo, las tropas españolas se habían replegado y logrando expulsar a los revolucionarios del Alto Perú, dejando al regimiento de unos 3500 hombres en muy mal estado, tanto moral como material.46 “En mayo, Belgrano trasladó el cuartel general a la ciudad de Jujuy y la vanguardia al poblado de Humahuaca. En Jujuy, el 25 de mayo de 1812, el Ejercito Auxiliar del Alto Perú juró la bandera, bendecida por el cura párroco de Jujuy y ex representante del pueblo ante la Junta de Buenos Aires, el canónigo Juan Ignacio Gorriti.”47 El Triunvirato, conocedor de las intenciones del Ejército realista, dio instrucciones a Belgrano de retroceder hasta Tucumán, pero este repliegue no debía ser solo de las fuerzas armadas revolucionarias, sino que los civiles también tenían la orden de abandonar la ciudad, quemando y destruyendo toda fuente de agua y comida que pudiera servir a los realistas para reabastecerse. 45 Ibídem. p. 100 Confróntese: Ibídem. p. 101 47 Ibídem. p. 101 46 29 El 23 de agosto de 1812, los jujeños abandonaban, no por única vez, su ciudad para retirarse a Tucumán. Ya en Jujuy, las tropas realistas reunieron un cabildo abierto con los adeptos a la corona española, formando un gobierno provisional y jurando fidelidad a la Constitución de Cádiz, de 1812. Mientras tanto, en Tucumán, Belgrano trabajaba para rearmar al Ejercito Auxiliar del Norte, ya que las órdenes del Segundo Triunvirato eran claras, reabastecerse en Tucumán en intentar recuperar las jurisdicciones de Salta y Jujuy lo antes posible. En febrero de 1813 se retomó la empresa, y el 20 de ese mes, Belgrano se enfrentó en la Batalla de Salta a las fuerzas de Pío Tristán, resultando en un saldo victorioso para el Ejército revolucionario. “Al llegar las noticias de las batallas de Tucumán y Salta, las provincias altoperuanas se rebelaron. Goyeneche, al mando del ejercito real, emprendió la retirada hacia Oruro, donde concentró a todos los destacamentos que había dispersos por el Alto Perú”.48 Tras las victorias de Belgrano, los jujeños pudieron retornar a sus hogares en marzo de 1813, y el propio comandante de las fuerzas independentistas partió hacia el norte en la denominada “Segunda Expedición al Alto Perú”. Sin obstáculos en el camino, llegó a Potosí desde donde estableció su cuartel de campaña. El próximo hito importante sería la batalla de Vilcapugio, cerca de Oruro, donde la escaramuza resultaría en un grave tropiezo para los patriotas. Después de este enfrentamiento, las tropas realistas, mejor dotadas y con mejor saldo después de Vilcapugio perseguirían hasta Potosí al ejército revolucionario, obligándolo eventualmente a llegar en su retirada hasta Yavi. Una vez que las tropas independentistas abandonaron el Alto Perú, se lanzo la denominada Guerra de Republiquetas49 (en rigor de verdad se había iniciado con la mencionada revuelta de Chuquisaca) que consistía en guerrillas semiorganizadas que luchaban con tenacidad frente a las autoridades españolas, siendo las mas importantes las de: “Cochabamba (a las ordenes de 48 49 Ibídem. p. 102 Confróntese: Ibídem. p. 103 30 los esposos Padilla), Charcas (a las ordenes de Camargo), Potosí (Álvarez de Arenal) entre otras…”50 En la misma sintonía, mientras el Alto Perú se convertía en una zona caliente por la presencia de estas milicias, en las jurisdicciones de Salta y Jujuy comenzaba la Guerra Gaucha, que tuvo su primer episodio en enero de 1814, en la zona de Cangrejos. Los gauchos cumplirían un papel importantísimo en la gesta libertaria, y en esta oportunidad, sus escaramuzas con los realistas le darían a Belgrano y a Dorrego la posibilidad de replegarse hasta Jujuy, para finalmente delegar en José de San Martín el mando del Ejercito del Norte. San Martín, era consciente de la imposibilidad de atacar Lima a través de Jujuy, y su plan consistía en asediar la capital virreinal desde Chile. Pero para ello necesitaba la colaboración del Ejercito del Norte, para que éste pudiera servir como distracción en Alto Perú, mientras el general intentaba alcanzar Lima. “Antes de retirarse a Cuyo, para organizar el Ejército de Los Andes, San Martín llevó los restos del Ejercito Auxiliar del Norte hasta Tucumán, donde se dedico a su reorganización”.51 Mientras tanto las tropas de Pezuela se hallaban sitiadas en Salta, con la imposibilidad de comunicarse con su vanguardia en el Alto Perú. Por esto, el capitán realista decidió emprender retirada y evacuar tanto Salta como la campaña jujeña, en donde también contaba con alguna presencia dispersa. De esta forma se retiró hasta las inmediaciones de Yaví, intentando desde allí incursionar sobre la Puna y la Quebrada jujeña, aunque en cada intento, fue hostigado por las milicias gauchas, impidiéndole, concretar cualquier avance valioso. Con San Martín ausente, el mando del Ejercito del Norte recayó en el general Rondeau, que tras un par de escaramuzas con el ejército realista de Pezuela, emprendió, mas por una acción del arrojo, que de la estrategia, la Tercera Expedición al Alto Perú, que terminaría en el desastre de Sipe-Sipe.52 50 Ibídem. p. 103 BIDONDO, E; La Guerra de la Independencia en el Norte Argentino. Buenos Aires. EUDEBA. 1976. p. 103 52 Confróntese: CONTI, V; Op. Cit. p. 104 51 31 Tras el fracaso de Rondeau, el Ejército del Norte se vio forzado a retroceder a Tucumán nuevamente para reaprovisionarse, donde llegó a fines de junio de 1816, debido a este movimiento, Salta y Jujuy quedaron virtualmente desprotegidas, de no ser por las milicias gauchas que recorrían la zona hostigando a los realistas. Sin embargo, malas noticias para los independentistas llegaban de Lima, con Pezuela nombrado Virrey del Perú, llegaron a este virreinato los ejércitos españoles, que: “habían comenzado la reconquista de la America Hispana, al mando del general Morillo; se trataba de las primeras tropas profesionales en llegar al continente americano, que habían sofocado previamente las revoluciones en Colombia y Ecuador.”53 Pezuela instruyó al general La Serna, que iniciase la campaña de recuperación de las ciudades de Jujuy, Salta y Tucumán, para desde allí hacerse fuertes y atacar Mendoza y eventualmente Buenos Aires. Olañeta, que era quien comandaba la vanguardia en Yavi, se lanzó a través de la Puna y la Quebrada avanzando con firmeza, hasta incluso provocar la evacuación de Humahuaca por parte de los independentistas. Ya en Jujuy, los revolucionarios tomaron la determinación de abandonar nuevamente la ciudad, debido que el alto mando del Ejercito del Norte preveía que el enfrentamiento con las tropas españolas iba a tener un saldo devastador. Con Olañeta instalado en Jujuy, La Serna llego a Humahuaca y fortifico la ciudad para usarla como retaguardia, para luego unirse a Olañeta. Pero cuando el general español intentó avanzar mas allá de los limites de la ciudad, los gauchos sáltenos y jujeños se las arreglaron para frustrar cada uno de sus intentos,son famosas las batallas de Chijra, San Pedrito y León, conminando a La Serna a permanecer dentro de los confines de San Salvador de Jujuy (que recordemos había sido abandonada en las mismas condiciones que en 1812). Sin embargo, la obstinación de La Serna por continuar el avance hacia el sur, lo llevo a intentar tomar la ciudad de Salta, resultando en un desastre total para los planes de la corona: “…en los tres días de marcha, sus tropas fueron constantemente atacadas por los gauchos, no obstante lograron entrar en Salta 53 Ibídem. p. 105 32 en abril de 1817, mientras que Guemes y sus milicias ponían sitio a la ciudad. En Salta, La Serna quedo aislado como lo había estado en Jujuy. Después de veinte días sin poder conseguir alimentos o cabalgaduras y enterado de las victorias de San Martín en Chile, La Serna optó por abandonar Salta y Jujuy en mayo.”54 Luego de que La Serna abandonara Jujuy para dirigirse al Alto Perú, fue Olañeta quien continuo obstinadamente con la intención de recuperar el norte para la corona española. Entre 1818 y 1824, el líder realista se lanzaría en tres ocasiones a través de la Quebrada para conseguir el fin mencionado, pero siempre se encontraría con la fiera resistencia de Guemes y los demás líderes gauchos, hasta que finalmente falleciera en Tumusla en 1824. Finalmente la paz llegaría recién un año después, cuando el ejercito Libertador bajo el mando de Simon Bolívar, entraba en Chuquisaca dando por finalizados los planes de recuperación españoles en America Latina. Unitarios y Federales en Jujuy Desde 1821 que la provincia de Salta había comenzado con su organización política, (antes había sido imposible debido a las Guerras de Independencia) de esta manera, Jujuy estaba representado en la Junta de Salta como una más de las ciudades que la componían, conservando el status quo político que le había dado Posadas en 1814. La provincia de Salta, en sus inicios formó filas detrás de los líderes unitarios, José María Paz y Juan Lavalle. Esto se debió a que siempre le fue conveniente a la elite norteña, que el puerto de Buenos Aires permaneciera como el centro económico del país, ya que en su mayoría eran comerciantes con lazos muy fuertes con la metrópoli rioplantese. “Hacia 1829, los ejércitos unitarios, a las ordenes de Lavalle y Paz, estaban triunfando en casi todas las provincias. Era un año de guerras civiles en las cuales estaban involucradas todas las provincias rioplatenses…”55 54 Ibídem. p. 106 Ibídem. p. 125 55 33 Sin embargo, amen de esta situación inicial de la disputa entre las Ligas del Interior y la Liga Federal, Quiroga resultaría triunfante en una de las contiendas clave, Ciudadela. Debido a esta derrota Salta se vió forzada a firmar un tratado de paz con Quiroga para evitar la invasión riojana. Se firmo a finales de 1831, y los términos de este fueron muy duros para la economía saltojujeña. En primer lugar el tratado exigía que Salta pagase a las provincias de La Rioja, Mendoza, San Juan, Catamarca y Santiago del Estero, una importante indemnización, comprometiendo aun mas la ya empobrecida economía de la provincia norteña; y en segundo lugar, el tratado le exigía expulsar de su suelo a quienes habían participado activamente de los anteriores gobiernos unitarios. De esta forma, varios personajes de la elite jujeña tuvieron que abandonar la ciudad, entre ellos Juan Ignacio Gorriti, Teodoro Sánchez de Bustamante y varios otros profesionales y comerciantes que fueron protagonistas de la causa independentista unos años antes. El destino por excelencia fue Bolivia; aunque también algunos eligieron Chile: “La mayoría se estableció en Bolivia, los profesionales pasaron a Chuquisaca, mientras que los comerciantes se repartieron entre Potosí y Cobija; en Bolivia recibieron el apoyo económico y moral del mariscal Andrés Santa Cruz, el presidente en ese momento, aunque igualmente debieron comenzar de nuevo sus vidas. Algunos pudieron pasar a Chile, como Tezanos Pinto, quien lo hizo en 1835.”56 Mientras en Jujuy comenzaba un periodo en el cual se sucederían los tenientes gobernadores federales, el gobernador salteño Pablo de La Torre, nunca pudo terminar de apuntalar el federalismo en la ciudad. Debido a ello en 1833 el gobierno jujeño volvería a manos unitarias, siendo electo José María Fascio. Esta elección posicionaba a los intereses jujeños en diametral oposición de los de la capital provincial, y por ello comenzaría a germinar la separación definitiva entre Jujuy y Salta. De las Guerras de Independencia a las Guerras Civiles: el proceso autonómico de Jujuy 56 Ibídem. p. 126 34 “El 18 de noviembre de 1834, finalmente, la jurisdicción de Jujuy se independizó de la provincia de Salta, erigiéndose en una Provincia autónoma. Los historiadores que han abordado el tema de la autonomía jujeña manejan distintas hipótesis acerca del contexto político en el que se desarrollaron los acontecimientos y las estrategias: ¿fue una táctica de Heredia para debilitar el poder de La Torre?, ¿el pueblo de Jujuy aprovechó la oportunidad de la invasión tucumana a territorio salteño para alcanzar la anhelada independencia política de Salta?, ¿la autonomía surgió de la resistencia a la autoridad de La Torre? Lo cierto es que los conflictos entre La Torre y Heredia habían presagiado el anhelado desenlace y, en pos del mismo, muchos emigrados jujeños que se habían exiliado e Bolivia regresaron solo para colaborar en la reciente independencia.”57 Por supuesto que la autonomía jujeña era una pretensión desde que estalló la Guerra de Independencia, sin embargo solo se hizo posible bajo una combinación de factores políticos que convergieron en el momento exacto, 1834, para volver realidad la histórica demanda. En adición a la coyuntura política nombrada por Conti, también varios historiadores hacen alusión al protagonismo del Mariscal de Bolivia, Andrés Santa Cruz, conocido anti rosista, que consideraba que la causa jujeña podría tener un efecto favorable a las pretensiones bolivianas sobre diversas localidades del noroeste argentino. Sea cual fuere la razón principal, o las secundarias, la madrugada 18 de noviembre de 1834 en cabildo abierto Jujuy, declaraba su autonomía: “… reunidos los ciudadanos del pueblo a todo toque de campana y por citación expresa de los jueces de barrio […] se pronunciaron por la absoluta independencia política de esta ciudad y su territorio de la antigua capital de Salta, declarándose desligados de los vínculos que le unieran a ella y al jefe que la preside y desde hoy era su voluntad decidir por si de suerte y arreglar los destinos de esta nueva provincia […].”58 57 58 Ibídem. p. 128 AHJ, SRR, Caja X VIII, Legajo 3: Acta del Cabildo de Jujuy del 18 de noviembre de 1834. 35 “La jurisdicción de la emergente provincia de Jujuy, entre 1834 y 1855, comprendía los antiguos curatos o jurisdicciones eclesiásticas: Capital, Perico (del Carmen y de San Antonio), Tumbaya, Humahaca, Río Negro, Yavi, Santa Catalina, Cochinoca y Rinconada.”59 El primer gobernador de la provincia fue el español José María Fascio y de inmediato los representantes jujeños abandonaron la Sala de Representantes en Salta para conformar una propia Legislatura en Jujuy. Pero los problemas no se hicieron esperar. A pesar de la algarabía generalizada que se vivía en la ciudad el cisma entre federales y unitarios seguía tan latente como siempre, de hecho, luego de que José María Fascio renunciara al cargo en favor de Fermín de la Quintana (de inclinación unitaria) una revuelta organizada por los federales (apoyada por el ambicioso gobernador tucumano Alejandro Heredia) destituiría a este ultimo colocando en su lugar a Eustaquio Medina, otro que al igual que Fascio y Quintana, había sido jefe militar de la Independencia. Esto ocurrió tan solo un año después de la proclama autonómica, en noviembre de 1835. Si bien el poder había retornado a manos federales, los unitarios, al mando de Miguel Puch, se reagruparon y dos meses mas tarde, en enero de 1835 derrotarían a Medina en la Tablada. Sin embargo, el gobernador tucumano, enterado del triunfo de los unitarios en Salta y en Jujuy, decidió tomar cartas en el asunto y avanzar sobre ambas provincias. A esta invasión se unieron los sáltenos y los federales jujeños que habían sido derrotados. Finalmente Heredia pudo imponer su autoridad sobre ambas capitales; en Salta nombró a su hermano, Felipe, y en Jujuy a Pablo Alemán, hombre de su confianza. “Heredia se auto-proclamo “Protector de Catamarca, Jujuy y Salta” y logró el predominio del federal en el noroeste. Jujuy, al igual que las otras provincias con gobiernos federales, deposito el manejo de sus Relaciones Internacionales en el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas”60 59 60 CONTI, V; Op. Cit. p. 122 Ibídem. p. 130 36 Las ambiciones de Heredia se vieron disputadas, cuando el Mariscal Santa Cruz, supremo protector de la recientemente creada Confederación Peruano-Boliviana ocupó la porción norte de la provincia de Jujuy. Sin embargo, estos sucesos, aparentemente perjudiciales para el interés de Heredia, sirvieron como contrapeso en los conflictos interprovinciales que estaban aconteciendo, provocando la unión momentánea entre federales y unitarios en pos de la independencia nacional. Por supuesto que esta guerra, afectaría desde 1838 y 1839, la circulación de productos y el transporte por la zona andina, paralizando el comercio interandino, pilar del desarrollo provincial. Hacia los primeros años de la década de 1840, con el cese del conflicto entre Santa Cruz y Rosas, estallaron varias revoluciones en casi todas las capitales norteñas, en Salta la encabezó Manuel Solá, mientras que en Jujuy fue Roque Alvarado quien depuso a José María Iturbe, ambos, con el apoyo de la elite local y las familias mas influyentes, suscribieron una alianza defensiva/ofensiva con Tucumán, Catamarca y La Rioja, conformando la Liga del Norte. Esta Liga tenía como principal objetivo frenar la “tiranía” que según los gobernadores de tendencia unitaria imponía Rosas sobre la Confederación y tenia como principales lideres militares a Juan Galo Lavalle y a Gregorio Araoz de Lamadrid. Lamentablemente pero estos últimos, la Liga no pudo lograr su objetivo y fue derrotada en hacia 1841 en la batalla de Quebracho Herrado. “La década que transcurrió entre 1842 y 1852, ya no presencio grandes intentos unitarios por imponer sus ideas en el Norte; sin embargo, en Jujuy, la “concordia federal”, tan pregonada por Rosas y sus adeptos, no trajo la armonía esperada, ni fue tan federal como hubiera querido.”61 Conti afirma que la “concordia federal” no fue lo que proclamaba debido a que, aunque los federales mantuvieron el gobierno en la década, algunos de los estandartes de la causa unitaria volvieron de sus respectivos exilios para azuzar las ideas de los adeptos a la causa que quedaban en la ciudad.62 “Es la época de la “paz federal” en todo el interior rioplantese; todos los gobernadores eran aliados de Rosas, los unitarios solo regresaron a la Puna, 61 62 Ibídem. p. 134 Confróntese: Ibídem. p. 134 37 pero no regresaron a las ciudades. Se impuso el color rojo y se prohibió el celeste.”63 Y así seria, hasta Caseros, la paz federal dominaría la provincia hasta que, el pueblo, enterado de la derrota de Rosas, depuso al entonces gobernador José María Iturbe y lo sometieron a juicio popular, condenándolo a fusilamiento, en mayo de 1852. Fue electo entonces José Benito de Barcena, quien participo de la reunión de gobernadores convocada por Urquiza, en San Nicolás de los Arroyos. Recursos y economía: Relaciones Comerciales y Factores de Desarrollo en Jujuy. (1810-1853) “El territorio salto-jujeño fue escenario de guerra durante quince años; Jujuy y Salta resultaron golpeadas en sus economías locales durante las guerras de independencia; después de 1810, a una actividad comercial drásticamente disminuida se sumó la necesidad imperiosa de circulante, los empréstitos forzosos, las levas y los desplazamientos constantes de la población ante los avances del ejercito realista”64 Durante los enfrentamientos bélicos por la independencia, el circuito mercantil andino se interrumpió y solo fue reestablecido cuando Simon Bolívar ocupo el Alto Perú en 1825. En ese lapso, de 15 años, Jujuy se vio reducida a un reducto militar y se detuvo toda actividad comercial en la ciudad que no estuviera relacionada con la guerra en curso. A partir del primer cuarto del siglo XIX la forma más eficiente de generar recursos para la ciudad, era gravar las importaciones y cobrar impuestos y recargos sobre los productos que circulaban por la reactivada ruta mercantil andina. “En general todas las formaciones estatales a lo largo de la ruta Potosí- Buenos Aires luego de la revolución gravaron fundamentalmente a las importaciones. Y en todos los casos el mecanismo para valuar el impuesto fue el elemento transmisor de las alteraciones monetarias sobre los precios 63 Ibídem. p. 134 CONTI, V; “Circuitos Mercantiles, Medios de Pago y Estrategias en Jujuy y Salta” (1820-1852). En Irigoin, M. y Schmit, R (Editores); La desintegración de la economía colonial. Buenos Aires. Biblos. 2003. pp. 115 y 116. 64 38 relativos. Esta conjunción de las políticas monetarias y estructura fiscal afectó de modo particular a los consumidores, y, en especial a los consumidores en las regiones del interior y mas distantes del puerto.”65 La economía jujeña tuvo que afrontar varios desafíos a partir de 1825, el primero y mas importante, era iniciar la reconversión de una economía de subsistencia, focalizada y nutrida en y por el circuito andino, a una que obtenga recursos propios en una coyuntura en la cual circulaban varias monedas y los conflictos políticos entre unitarios y federales dominaban la escena nacional. Mientras la economía norteña, luchaba por acelerar la transición en medio del caos, en el litoral platense la situación era distinta. Gracias a la presencia del puerto y los ríos navegables, la inversión del paradigma económico altoperuano, se reconvirtió casi instantáneamente a un paradigma rioplatense, en el cual si bien todavía ingresaban productos del mercado mundial al Alto Perú, lo hacían, casi exclusivamente por el puerto de Buenos Aires. “En rasgos generales, la independencia de España no cambio en nada la naturaleza de la inserción de la antigua región colonial en la economía internacional: importadora de manufacturas, de las cuales los textiles de consumo masivo fueron dominantes, y la exportación de metálico, o moneda de plata. Solo el litoral del Río de la Plata invirtió su rol periférico en la conexión de la región con la economía atlántica a partir de 1840.”66 En lo que se refiere a importaciones (y conforme avanzó la década también exportaciones), Buenos Aires era el puerto por donde ingresaban los llamados “efectos de Castilla” y luego del cese de los bloqueos de la armada española, también los productos ingleses y franceses. Cabe recalcar que el mercado mundial entraba en un proceso de cambio, durante el segundo cuarto del siglo XIX. El sistema internacional comenzaba a manifestar desequilibrios con respecto a su orden preestablecido en siglos anteriores. España acusaba un franco retroceso como primera potencia mundial, fundamentalmente porque la sustentabilidad de la metrópoli recaía sobre la 65 IRIGOIN, M; “La fabricación de moneda en Buenos Aires y Potosí”. En: Irigoin, M y Schmit, R. (Editores). La desintegración de la economía colonial. Buenos Aires. Biblos. 2003. p. 88. 66 Ibídem. p. 59. 39 presión impositiva y productiva que la política borbónica les imponía a las provincias de ultramar67. Con America independizada, afrontar los enormes gastos económicos para movilizar las cuantiosas fuerzas militares desplegadas a lo largo del planeta, se tornaba insostenible. Por este motivo, era otro actor internacional quien, a pesar de perder sus dominios ultramarinos en America del Norte, se erigía como la protagonista absoluta del siglo XIX, Inglaterra. Con el proceso de la revolución industrial iniciado en 1750, y, por consiguiente, un aceitado método de productividad, Gran Bretaña difería con España en el modo intrínseco de su economía. Mientras que la primera era la abanderada del libre cambio y la apertura de mercados, la segunda se refugiaba en el proteccionismo y en el mercado interno que le proporcionaban sus colonias. Una vez sin ellas, la economía española se resintió y dio un paso definitivo al dominio mundial por parte de los británicos68. Gran Bretaña estaba decidida a imponer el libre mercado en la America recientemente independizada, pero durante parte de la etapa post- revolucionaria no seria Buenos Aires quien recibiría sus productos, sino, Valparaíso. “…después de 1825 las relaciones entre el Alto Perú y el resto del antiguo virreinato no se habrían de reconstruir sobre las líneas heredadas de la colonia: el altiplano (del mismo modo que Chile) ha escapado a la orbita atlántica en que lo había instalado la política borbónica; a la espera que reviva la ruta de Panamá, es utilizada por la navegación ultramarina la del Cabo de Hornos, cuyos peligros potenciales para la hegemonía porteña habían sido ya advertidos en tiempos prerrevolucionarios, y Valparaíso se transforma en el centro del comercio británico para el Pacifico…”69 En el plano local, como ya mencionamos, el principal problema era la financiación. 67 Confróntese: Capitulo III de esta misma obra, bajo el titulo Disputas Políticas y Comerciales durante la Época Colonial. p. 28. 68 Confróntese: VIVES, J; Historia General Moderna. Paris. TOMO II. “Del Renacimiento a la Crisis del Siglo XX”. Ed. Montaner y Simon. 1976. pp. 361 a 383. 69 HALPERIN DONGHI, T; Formación de una Elite Dirigente en la Argentina Criolla. Buenos Aires. Siglo XXI. p. 77. 2005. 40 Durante la época colonial Jujuy había gozado, en cierto sentido, de una economía dinámica, era próspera, estaba dentro del Espacio Económico Peruano que tenía una autonomía importante, este espacio sólo importaba efectos de Ultramar (artículos suntuarios),y tenía una balanza comercial favorable; Jujuy era pieza clave entre Potosí-Buenos Aires. Con la independencia, primero de España y luego de Salta, el panorama económico se complejizaba, y la circulación de múltiples monedas en la región, dificultaba aun mas la transformación de la economía norteña. Una de las vías para obtener metálico con el cual llenar las arcas de la provincia era a través de la reexportación de efectos del mercado mundial a Potosí, Tupiza y Tarija, asegurando retornos de monedas de plata en piñas y pastas.70 Sin embargo, esta manera de obtener liquidez presentaba problemas: “… en Bolivia (proveedor de moneda metálica a las provincias del norte) la apertura al mercado mundial después de la independencia provocó la huida de circulante impulsando una iliquidez general. Un año después, muchos comerciantes salto-jujeños optaron por regresar con sus mercancías”.71 Sumado a estos inconvenientes, en 1826 se inicia la sustitución de moneda metálica en Buenos Aires, este proceso de recambio fiduciario llevaría a una situación inflacionaria hasta 1836, y, en este lapso también aumentaría el precio las importaciones tornando aun más obscuro el panorama económico de la región. Mientras que Salta, intentó solucionar estos problemas (mediante la colocación del excedente de su producción de ganado mular en los mercados andinos) Jujuy no pudo siquiera ensayar una solución como su vecina. El problema principal era el continuo conflicto político, que resultaba en cambios bruscos de administración y en expulsiones de los comerciantes que, debido a su color partidario, debían abandonar la ciudad dependiendo del gobierno de turno. Cobija: la alternativa en el Pacifico 70 71 Confróntese: CONTI, V; La desintegración de la economía colonial. Op. Cit. p. 118. Ibídem. p. 118. 41 Debido a la compleja situación en el puerto de Buenos Aires, muchos de los comerciantes salto-jujeños posaron su interés en el puerto de Cobija, en la bahía de Lamar, entonces tierras bolivianas. Cobija gozaba de grandes ventajas respecto de Buenos Aires. La cercanía con Salta, los bajos aranceles y gastos de transporte y los lazos de la elite mercantil salto-jujeña con Bolivia eran las más importantes. Sin embargo, durante un periodo la región fue improductiva, y esto se debió fundamentalmente al conflicto entre el Mariscal Santa Cruz y Juan Manuel de Rozas. “… esta incipiente red mercantil se paralizó durante la guerra entre la Confederación Argentina y la Confederación Peruano-Boliviana. La guerra, que convirtió a la Puna y sus valles orientales nuevamente en escenario militar (especialmente durante 1837 y 1838), interrumpió lo circulación mercantil y fortaleció coyunturalmente el esquema de circulación con el Atlántico.”72 A partir de 1839, una vez finalizado el conflicto, la circulación comercial empezó a fluir con fuerza decisiva, “es la época en la cual los comerciantes del norte argentino optaron por el cambio del giro mercantil hacia el Pacifico”73 afirma Conti. En suma a las ventajas que ya mencionamos Cobija es declarado “puerto franco y libre de todo derecho nacional”, lo que implicaba que los comerciantes norteños no debían pagar ningún tipo de derecho de transito para exportar a través de ese puerto. Circuitos Mercantiles y Fiduciarios Durante la primera parte de la década de 1840, casi la totalidad del flujo comercial de la región circulaba a través de la conexión Cobija-Salta; “… 88 por ciento del total del valor de los efectos importados desde el mercado mundial 72 73 Ibídem. p. 120. Ibídem. p. 120. 42 que ingresaron a la aduana de Salta fueron adquiridos por sus comerciantes en los puertos del Pacifico, en especial desde el puerto Boliviano de Cobija”.74 Bolivia dejaba de ser un mercado para la reexportación, no obstante la lenta recuperación de sus centros mineros aumento el tráfico de ganado vacuno hacia los mismos, ganado que, era proveído por la región salto-jujeña, asegurando retornos en metálico, imprescindibles para la financiación provincial. Desde 1829 Bolivia había empezado a emitir moneda feble, ideada para los intercambios diarios y de baja denominación, en contraposición con la moneda fuerte, utilizada comúnmente como divisa en el pago de derechos aduaneros e importaciones.75 “En Salta y Jujuy, la unidad de cuenta continuo siendo la moneda fuerte; las piezas febles, en la medida en que ingresaban, fueron a cubrir los circuitos del comercio minorista y de servicios.”76 Paralelamente, como mencionamos en el apartado anterior, Buenos Aires había iniciado la reconversión a una economía de papel, es decir, a dejar de lado las unidades monetarias físicas para pasar a las de existencia ideal respaldadas por un banco. La irrupción de las monedas porteñas y bolivianas causo la carestía de moneda fuerte, y esta un suba de precios de los efectos europeos, debido a que, entre 1845 y 1849, se utilizó moneda feble para pagar importaciones en Cobija afectando ostensiblemente el crédito fiscal de las provincias del norte.77 Finalmente desde la década de 1850, la emisión desproporcionada de moneda feble profundizo la carestía de moneda fuerte y causo serios problemas en el sector mercantil. En conclusión, durante las décadas de 1840 a 1850 tuvo lugar un reacomodamiento mercantil que cambio las direcciones de las transacciones comerciales de Salta y Jujuy; el litoral del Pacifico ya no operaba como un 74 Ibídem. p. 121. Moneda fuerte: de 10 dineros 20 gramos = 542 gramos de peso (903 milésimos) y Moneda Feble: de 8 dineros (666 milésimos de ley). En CONTI, V; Op. Cit. 76 Ibídem. p. 122. 77 En Cobija, si bien se aceptó la moneda feble entre 1845 y 1849, esta era tomada por los compradores a su verdadero valor un 25% del de la moneda fuerte, ocasionando suba de precios por la disparidad cambiaria que se daba en el mercado interno. En CONTI, V; Op. Cit. 75 43 mercado alternativo al Atlántico, sino como una opción frente al puerto de Buenos Aires. Durante treinta años el esquema de circulación comercial en el que se insertaron los negocios salto-jujeños se mantuvo relativamente “aislado” del Atlántico De la Organización Nacional a la Modernización (1853-1918) “La historia de Jujuy entre 1853 y 1918 es de la lenta, paulatina y a veces violenta incorporación de la provincia a la Nación y al Estado. Después de la derrota de Juan Manuel de Rosas y del desmoronamiento de su orden, la elite y los sectores populares jujeños experimentaron la expansión de las agencias nacionales y, en ocasiones, la intervención de las mismas en la política y economía provinciales.”78 Este periodo de la historia provincial estará marcado por la creciente presencia del gobierno federal en Jujuy, como argumentó Paz anteriormente. La necesidad del gobierno central de cohesionar a los estados subnacionales al interior de la republica evidenciaba dos propósitos claros, el primero constituir una verdadera identidad nacional y subyugar cualquier intento autonomista. Y en segundo lugar construir gobernabilidad, es decir, conseguir el mando definitivo de la nación y garantizar que ese mando iba a permanecer en el poder de aquel que sucediera a Urquiza. “… el Estado Nacional se transformo en un activo participante de la vida provincial. A su vez, los representantes provinciales, ante las instituciones nacionales, convirtieron a la provincia en un interlocutor constante y activo de ese Estado Nacional cuya esfera de acción era cada vez mas ineludible y abarcadora.”79 Debido a este proceso, se empezaron a notar las claras diferencias de desarrollo entre las provincias del litoral del Río de la Plata y las provincias del norte, especialmente Jujuy. 78 PAZ, G; “La Provincia en la Nación, la Nación en la Provincia”. En: TERUEL, A y LAGOS, M (Directores). Jujuy en la Historia. De la Colonia al Siglo XX. Buenos Aires. EDIUNJU. 2006. p. 141. 79 Ibídem. p. 141. 44 A este respecto el historiador Joaquín Carrillo escribió en aquella época: “Si la revolución política y la independencia corrieron rápidas como el rayo, levantando los elementos de todo el país hasta sus confines, el hecho correlativo de la revolución social y del progreso industrial debía ser llevado allí con menos demora, para servir, como entonces a un interés nacional grandioso. La solidaridad es aquí un precepto. Es necesario auxiliar el movimiento que se interna; es una necesidad ramificar las vías porque marcha los elementos nuevos.”80 Claramente Carrillo evidenciaba la necesidad de que el progreso llegue a las provincias del norte, que el entendía, habían sido las abanderadas de la independencia nacional. Gobierno y política (1853-1918) A través de la historia de America Latina, podemos encontrar en todos los casos un denominador común: una vez finalizadas las encarnizadas luchas por la independencia, fueron las elites regionales quienes acapararon el poder político a lo largo y ancho del continente, y por supuesto Jujuy no fue la excepción. “En el caso de Jujuy, la caída del rosismo y el retorno de los viejos emigrados políticos de 1831-1832 y de 1841 instauró en la provincia un “gobierno de familia”, el de la parentela centrada en Sánchez de Bustamante, entre 1853 y 1875. Esta red de familias de la elite había intentado controlar la política provincial, entre 1810 y 1852, y había sucumbido en varias oportunidades, al peso de la guerra, las luchas civiles y finalmente al exilio. Solo tras la caída del rosismo logro monopolizar el poder en la provincia. Este poder estaba afianzado en extensas conexiones familiares, en su prestigio de vieja familia colonial y en su experiencia política previa. Sus practicas políticas les aseguraron el manejo de la provincia mediante el establecimiento de un 80 CARRILLO, J; Jujui, provincia federal argentina. Apuntes de su historia civil (con muchos documentos), Buenos Aires. 1877, (2da Edición Jujuy, 1980) 45 férreo control de las instituciones de gobierno provincial y el patronazgo de cargos entre parientes y amigos políticos.”81 La presencia de los Sánchez de Bustamante en el escenario nacional, favoreció decididamente al gobierno federal en la búsqueda de estabilidad provincial, fueron ellos quienes sirvieron como conexión entre el lejano norte y el pujante litoral. A partir de la segunda mitad de la década de 1870, las viejas alianzas construidas por las antiguas familias coloniales empezaron a resquebrajase, en 1872, el ex gobernador jujeño Soriano Alvarado, ex miembro del clan Sánchez de Bustamante describía la situación de política de la provincia como: “el sarcasmo atroz e impúdico de la sucesión clandestina en el Gobierno de los tíos, primos y sobrinos”82. Alvarado había perdido el favor del clan Sánchez de Bustamante y por eso vertía dichas acusaciones, nepotismo del cual el gozó anteriormente. Con la futura elección presidencial de 1874 se gestaría la caída del clan familiar que había gobernado Jujuy durante veinte años. Los Sánchez de Bustamante apoyaban a Bartolomé Mitre, mientras que la oposición jujeña, liderada por José Benito Barcena apoyaba al candidato de Sarmiento, Nicolás Avellaneda. Con el triunfo de Avellanada, se sellaría el destino de la familia Sánchez de Bustamante, dando comienzo a un nueva era de desordenes sociales entre 1875 y 1883. “El periodo que sucede al desplazamiento de los “conspicuos” es uno de los mas turbulentos en la historia de Jujuy. (…) En los años siguientes, la nueva elite se vio enfrascada en enardecidas luchas facciosas por el control de la provincia. La tendencia a resolver las tensiones políticas por medio de alzamientos armados continuo en la segunda mitad de la década”83 No solo la costumbre de arreglar los diferendos por medio de la violencia convirtió a este periodo en uno de los más violentos de la historia provincial, 81 PAZ, G; Op. Cit. p. 144. Ibídem. 83 PAZ, G; Op. Cit. p. 163 82 46 sino que además fueron necesarias dos intervenciones federales y el mismo numero de participaciones de los ejércitos regulares de la Nación para pacificar la provincia. Los protagonistas de las escaramuzas políticas fueron varios y diversos, pero fue recién a partir del pacto Tello-Pérez y la llegada del roquismo a Jujuy que la provincia encontraría orden. Entre 1883 y 1910 Jujuy entraría en un periodo de paz política como no se había visto en mucho tiempo. La elite política provincial había iniciado por aquel entonces una tradición que se mantiene hasta estos días: la subordinación total de la política provincial a la nacional. “La política del acuerdo instauró un sistema que imbricaba a las elites provinciales, sus representantes ante el Congreso Nacional y el presidente de la Republica en relaciones de dependencia y autonomía. La pieza clave en esta relación era el gobernador-elector: aseguraba el control, en su provincia, de las elecciones de legisladores provinciales y nacionales; intervenía en la confección de las listas de electores presidenciales y reservaba, para si, una banca en el Senado. Pero el gobernador dependía, en su autoridad política y en su carrera futura, de la anuencia presidencial, en un “intercambio de protecciones reciprocas” que garantizaba la autoridad del gobernador, a la par que el apoyo de los gobernadores al presidente”.84 Debido a las maneras personalistas del roquismo, la provincia fue cooptada y determinada por las decisiones del gobierno federal, dejando el margen de maniobra al mínimo, salvo por los dos acólitos de Roca, las únicas personalidades del ambiente político provincial con verdadera capacidad de decisión, Tello y Pérez. Estos eran los encargados de designar gobernadores y diputados, y por ende del futuro político de la provincia. El escenario político de Jujuy se mantuvo de esta manera hasta 1916, las frecuentes peleas entre los personajes fuertes de la provincia se sucedieron a lo largo del periodo de lo que José Luis Romero llamó “La republica liberal”85, y 84 BOTANA, N; El Orden Conservador en la Argentina entre 1880 y 1916. Buenos Aires. Sudamericana. 1977. pp. 106 y 107. 85 ROMERO, J; Breve Historia de la Argentina. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica. 2004. p. 113. 47 aunque cambiaron los nombres, la esencia de la práctica política continúo siendo la misma. La situación cambiaria, tanto a nivel nacional como provincial, una vez sancionada la ley Sáenz Peña y con la aparición del radicalismo como actor político alternativo.86 Economía Mundial, Nacional y Provincial En este periodo, se apreciara con mayor detalle la aceleración del proceso de formalización de las economías nacionales y la organización de los estados americanos, todo intercambio comercial se reubicara por los canales consonantes con dicha formalización, perjudicando en muchas ocasiones a las economías mas alejados de los puertos de cabecera; el caso de Jujuy. “La economía mundial en la que la Argentina comenzó a insertarse decididamente después de su pacificación interior tenia como rasgos centrales la creciente integración de mercados y el rápido crecimiento de la producción. El porcentaje de exportaciones sobre el producto llegaría en 1913 a un pico que solo se alcanzaría nuevamente en 1970. El capital cruzaba fronteras casi sin restricciones, permitiendo a los países endeudarse a un ritmo mayor que en cualquier momento del siglo XX (…) Londres era en ese momento el indisputado centro financiero mundial. Como tal, era el regulador del patrón oro que regia en todo el mundo.”87 Y como continúan explicando Lucas LLach y Pablo Gerchunoff, la Argentina gozaría de un cómodo lugar en la división internacional del trabajo, lugar que, permitiría el crecimiento sostenido del PBI nacional por décadas: “A muy grandes rasgos, y mas allá de la evolución que este esquema sufrió con el correr de las décadas, la posición de la Argentina en el mundo a partir del ultimo cuarto del siglo XIX puede describirse como la aceptación de un lugar bien definido en el sistema de división internacional del trabajo cuyo centro era 86 Confróntese: Ibídem. . pp. 114 a 126. GERCHUNOFF, P y LLACH, L; “La Generación del Progreso (1880-1914)”. El ciclo de la ilusión y el desencanto. Buenos Aires. EMECE. 2007. pp. 16 y 17. 87 48 Inglaterra: el de productor agropecuario e importador de productos manufacturados”.88 Mientras que la pampa húmeda crecía de la mano de la inmigración, el ferrocarril y como consecuencia de estos, el desarrollo agrario, en el Norte del país la situación era diferente. Producción y Economía Como ya mencionamos anteriormente, el proceso político de centralización de la autoridad que impulso el gobierno federal tuvo graves consecuencias en las provincias mas alejadas de la periferia. Jujuy tuvo que dejar de exportar por los puertos del Pacifico y debió reubicar todo su mercancía en Buenos Aires, y sumado a esto perdió la capacidad de gravar impuestos a las importaciones, recordemos, principal fuente de financiamiento del Estado provincial. Con estos obstáculos presentes, la política de la subordinación también se traslado al ámbito económico, pasando a depender del gobierno central para el sostenimiento financiero de la provincia. “Hasta las primeras décadas del siglo XX era muy importante en la zona el cultivo de cereales, principalmente de maíz. Otras de las especies que tenían alguna gravitación de importancia eran los cultivos industriales, sobre todo por la presencia de la caña de azúcar hacia el oeste del departamento El Carmen, y las plantas forrajeras. Este esquema productivo fue dinamizado a partir de las ultimas décadas del siglo XIX por el trazado del ferrocarril, la construcción de diques y la recepción de migrantes”.89 Recién a partir 1891 el boom económico que gozaba la republica se fue notando paulatinamente, y fue con la expansión del ferrocarril Central del Norte. 88 Ibídem. p. 18. DELGADO, F., FANDOS. C y BOTO, S; “Mundo Urbano y Agrario: Los Valles Centrales”, En: Teruel, A y Lagos, M. Jujuy en la Historia. De la Colonia al Siglo XX. Jujuy. EDIUNJu. 2006. p. 416. 89 49 La llegada de las vías ferroviarias aliviaría en mucho el principal problema de Jujuy: las distancias que debían cubrir sus productos hasta llegar al puerto de Buenos Aires. Para esta época, y como toda la nación en su conjunto la principal fuente de trabajo en la provincia provenía del campo. En el caso de Jujuy el maíz, la caña de azúcar, el tabaco y la vid. Mientras que el maíz, el tabaco y la vid, eran cultivos de baja industrialización, la caña de azúcar fue el único proceso industrial del periodo, generándose una transformación importante a partir de 1870. “El despegue de los ingenios se desarrollo desde la década de 1870, cuando se pusieron en funcionamiento las nuevas instalaciones fabriles con maquinaria importada, y se levantaron las primeras cosechas de buen rendimiento, a mediados de 1910 (…) Las nuevas unidades productivas aunaban dos factores: la plantación (propiedad agrícola, productora de materia prima en gran escala) y la fabrica moderna, el ingenio, que cumplía con todas las etapas de elaboración del producto.”90 El motor de la inversión en Jujuy raramente provenía del sector privado y era el Estado, con fondos de origen provincial o nacional quien afrontaba esa responsabilidad: “la inversión publica en riego modifico lentamente la estructura de la propiedad, generando un proceso de mercantilización como efecto de la subdivisión, puesto que el pago del canon por el servicio de agua requería de parte de sus propietarios mayores costos, obligándolos a utilizar productivamente la totalidad de la tierra y a introducir cultivos mas rentables.”91 Para 1914, otro de los factores que sustentó el crecimiento económico fue el demográfico: “En 45 años la población rural de los Valles Centrales prácticamente se duplicó (…) el principal factor de este crecimiento fue la constante migración extranjera; en 1914 significaba el 17% de la población total. Como en otros lugares de la provincia la inmigración boliviana fue la mas 90 TERUEL, A, LAGOS, M, PEIROTTI, L; “Los Valles Orientales Subtropicales: Frontera, Modernización Azucarera y Crisis”. En: Teruel, A y Lagos, M. (Directores) Jujuy en la Historia. De la Colonia al Siglo XX. Jujuy. EDIUNJu. 2006. p. 447. 91 DELGADO, F, FANDOS, C y BOTO, S; Op. Cit. p. 417. 50 numerosa; en 1914 suponía el 61% de los migrantes, seguida por la española, la italiana y la árabe.”92 Sin embargo, además del crecimiento económico y el aparente orden político, del que la Argentina gozo hasta la apertura democrática de 1916, nuevas ideas surgirían en el mundo. En Europa desaparecía el sistema del Congreso de Viena, resultando en un catastrófico conflicto a nivel mundial. Este conflicto conocido en ese entonces como la Gran Guerra generaría un cambio profundo en imaginario social y económico de todos los países del globo. Panorama Económico y Social (1914-1991) Para la última parte de este capitulo, se ha decidido enlazar la parte política y social con la económica. La razón que sostiene el cambio metodológico es, que si bien la provincia y la nación atravesaran muchas vicisitudes a lo largo del siglo, la ambición de relatarlas todas y cada una disiparían el verdadero objetivo del capitulo en si, y de la tesina en general. Es por eso que se redactara un repaso a vuelo de pájaro de la evolución de la historia provincial y su situación en la nación, teniendo en cuenta el claro proceso de centralización que dejara trunca cualquier intención de “gestión exterior” por parte de Jujuy hasta la inclusión del Art. 124 (modificación del Art. 107) de la Constitución Nacional en 1994. La profundización de la apertura al mercado nacional Como ya se vio en el capitulo anterior, la economía provincial tendría como factores productivos importantes a la combinación azúcar-inmigraciónferrocarriles, tres agentes que impulsaron el crecimiento económico de la región, cada uno dependiente y causante del próximo y el anterior. En este periodo se profundizaría la tendencia que ya se empezó a vislumbrar en la última parte del siglo XIX. 92 Ibídem. 417. 51 “En 1872, (…) en la provincia se destinaban 338 has. A este cultivo; en 1906, luego de la llegada del ferrocarril, ya eran 2.868 has; y en 1914 la caña de azúcar cubría 11.371 has, concentradas en San Pedro y Ledesma, pero también esparcidos en los departamentos Capital y Perico del Carmen. Pronto la caña iría suplantando a otros cultivos: según el Censo Agropecuario Nacional de 1908, ocupaba un 13,5% de la superficie total sembrada en la provincia, porcentaje solo superado por el maíz (27,5%) y la alfalfa (15,3%).”93 La producción azucarera cobró tal fuerza en la provincia, que en 1913 tuvo su primera crisis de sobreproducción, marcando el fin de la etapa de despegue de la industria jujeña, y el inicio de la etapa de madurez, que la mocionaba en condiciones de competir con sus homónimas tucumanas. Al margen de la competitividad de la industria, no solo fue beneficiado el sector que agrupaba a las empresas y sus subsidiarias, la provincia en su conjunto fue impulsada por el boom azucarero. Al decir de Teruel: “Un análisis de desarrollo de los ingenios azucareros obliga a tener en cuenta sus implicancias e diversos ordenes, mas allá de los que hacen estrictamente a la producción. En primer lugar, los ingresos que la actividad genero al Estado provincial y su gradual dependencia: en 1890 los impuestos a la caña, azúcar y alambiques representaba menos del 4% de los ingresos fiscales, pero la creciente producción, llevo a que significarán mas del 50% en 1915, porcentaje que siguió en aumento durante la década del 20. Además, los ingenios se convirtieron también en acreedores del Estado provincial, al otorgar empréstitos al gobierno, condicionándolo a no producir subas en los gravámenes al azúcar.”94 La actividad azucarera generaba recursos para el Estado, y a su vez atraía mano de obra en inmigración a Jujuy, es este tal vez el punto de partida de la relación (en tiempos modernos) estrecha que existe hoy entre Bolivia y la provincia, ya que la mayoría de los migrantes que vinieron a trabajar en la zafra95 provenían de ese país. 93 TERUEL, A; “Panorama Económico y Socio-Demográfico en la larga duración. (Siglos XIX y XX)”. Jujuy en la Historia. De la Colonia al Siglo XX. Buenos Aires. EDUNJu. 2006. pp. 307 y 308. 94 Ibídem. p. 309 95 Nombre con el que se conoce a la temporada de cosecha de la caña de azúcar. 52 Una de las notas tristes, dignas de mención pero no de investigación en el presente trabajo, es que la explotación azucarera dio paso a la violación reiterada de cualquier convenio posible de trabajo y colindo de manera peligrosa con la esclavitud y la trata de personas, sobre todo con el remanente aborigen de la zona chaqueña. El boom demográfico que generó la industria azucarera no solo se nutrió de aborígenes y bolivianos, sino que en menor cantidad fueron llegando hombres y mujeres de diversas nacionalidades: “Una mirada a las cifras de la población de Jujuy, en los primeros tres censos nacionales, nos revela este fenómeno (…). El primero, de 1869, registraba ya 40.379 habitantes, de los cuales 3.072 vivían en la ciudad capital y una cifra algo superior en la aglomeración, considerada urbana, de la hacienda de Ledesma. En el resto de la provincia, ningún pueblo sobrepasaba las 600 personas. En 1914, Jujuy tenia ya 76.631 habitantes y varias ciudades importantes; la capital había mas que duplicado su población (7.665), y la urbana de Ledesma, con 6.798 habitantes, y de San Pedro, con 5.245, había crecido aun mas.”96 El legado de la industria azucarera constituiría, hasta nuestros días, uno de los más importantes en la historia económica y social de la provincia. Económicamente porque fue la piedra fundamental del despegue provincial en ese ámbito, atrayendo capitales extranjeros, demostrando competitividad y asegurando ingresos fiscales en tiempos difíciles y socialmente porque provoco la mayor oleada inmigratoria en la historia provincial, dándole forma primitiva al Jujuy contemporáneo. A partir 1920 el impulso que en principio se vislumbraba como promisorio por parte de la vitivinicultura fue perdiendo fuerza hasta desaparecer de la provincia en 1934. Sin embargo, la desaparición de la vid dio paso a la implementación del cultivo agrícola más rentable para el pequeño productor que hoy subsiste en la provincia: el tabaco. “Para esa época, había comenzado su desarrollo en una estructura agraria caracterizada por obras de riego y subdivisiones de una propiedad valorizada, que había sido preparada por la experiencia viñatera. Estas 96 Ibídem. p. 310 53 transformaciones llevaron a un crecimiento demográfico de los valles centrales, que con el aporte ascendente del departamento de El Carmen y, fundamentalmente, con el enorme crecimiento del departamento Capital, alcanzaron, en 1947, una población absoluta que casi equiparaba a la de los valles centrales”97 El tabaco al igual que la caña de azúcar, provocó un nuevo boom inmigratorio, esta vez, los migrantes fueron casi en su totalidad de los países limítrofes. Años Argentina 1914 Total Extranjeros 2.357.952 (29,9%) 2.535.927 (15,3%) 1947 Noroeste Limítrofes 203.129 (3%) 319.344 (2%) Total Extranjeros 74.939 (7,9%) 91.743 (5,1%) Jujuy Total Extranjeros 17.077 19.527 (2%) (22%) 46.984 30.908 (2,7%) (19%) Limítrofes Limítrofes 12.728 (17%) 27.311 (17%) (98) Peronismo y Desarrollismo El proceso de industrialización que se dio en Jujuy en el periodo (19431973) estuvo signado por la influencia del peronismo en primera instancia y del desarrollismo luego. Con Perón la industria jujeña contó con un fuerte apoyo del Estado Nacional para la expansión en otros rubros que no involucren a la caña de azúcar. El gobierno federal buscaba incentivar otras actividades industriales, entendiendo que, era importante no convertir a la provincia en productora de un monocultivo. 97 98 Ibídem. p. 318 Ibídem. p. 339. 54 “Hacia mediados del siglo, en Jujuy, otras actividades, además de la azucarera, estaban operando como centros de demanda de trabajadores y provocaban desplazamientos de población: la agrícola en los valles centrales, la minera en la Puna y la Quebrada, y las terciarias asociadas a los fenómenos de creciente urbanización, especialmente en San Salvador de Jujuy”99 Los emblemas de la época, hoy en un estado de cuasi abandono y lejos de la gloria del pasado fueron: Altos Hornos Zapla y la zona de explotación forestal conocida precisamente con ese nombre. Ambos centros industriales fueron el estandarte de la industrialización jujeña, hoy el primero apenas subsiste operando al mínimo de su capacidad y el segundo ha sido absolutamente abandonado. A pesar los intentos del peronismo por diversificar, los ingenios azucareros continuaron siendo la principal fuente de recursos de la provincia, tanto así, que Perón le impuso las cuotas fiscales del Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI) y de control los recursos laborales con el Estatuto del Peón de 1944100, aunque, incluso con este peso extra y gracias al lobby extranjero101 los ingenios jujeños 102 continuaron en plena expansión. “A pesar de las quejas y reparos, la actividad azucarera se incrementó y, hasta 1960, fue un factor determinante en el crecimiento de la población provincial”103 A partir de 1958, con la llegada al poder de Frondizi, la idea de desarrollo en el país continuo con el tinte industrialista, pero al contrario de Perón, quien incentivó la industria liviana, el proyecto desarrollista de Frondizi fomentaba el desarrollo de la industria pesada. “Este modelo, que impulsó el crecimiento de la industria básica (acero, celulosa, maquinarias y químicos), de las economías regionales y de la explotación del agro, fue promovido a nivel nacional por el gobierno democrático de Frondizi (1958-1962) y, aunque con algunas diferencias y 99 Ibídem. p. 320. Ibídem. p. 321. 101 Cabe resaltar que la inmensa mayoría de los capitales que sostenían económicamente el funcionamiento de los ingenios provenían de Europa y Norteamérica. 102 De hecho eran tan eficientes que se tuvo que promover un fondo de asistencia para los ingenios tucumanos, a los cuales les resultaba complicado competir con los jujeños. 103 Ibídem. p. 322. 100 55 dentro de una política enmarcada en el autoritarismo, por Krieger Vasena, Ministro de Economía del gobierno militar de Ongania, instaurado luego del golpe de 1966”104 Con el desarrollo de la industria pesada, Jujuy experimentaría el mayor crecimiento industrial en toda su historia: se consolidó Aceros Zapla, y como consecuencia la zona de Pálpala como “polo industrial”, YPF se instaló en la zona del ramal comenzando lo que aparentaba ser una promisoria exploración petrolífera y un nuevo rubro se incorporó a la economía provincial, este era, la pasta de celulosa, aprovechado también por los industrias de la caña de azúcar. “Cercana a Pálpala, Celulosa Jujuy S.A., comenzó a producir papel Kraft con fibras de pino, ampliando la superficie de forestación. El ingenio Ledesma, por su parte, instaló, como parte de su diversificación productiva, la planta elaboradora de papel blanco empleando bagazo de caña”105 Para finales de la década del 60 el sector azucarero experimentaría una nueva crisis de sobreproducción ocasionando la perdida de miles de puestos de trabajo y el cierre de varios ingenios, sin embargo, esta crisis afectaría mas a los ingenios tucumanos que a los jujeños, debido a que en Tucumán los ingenios eran mas pequeños y financieramente menos flexibles, mientras que los complejos industriales azucareros jujeños eran de mayor envergadura, y por ende, soportaron mejor el problema financiero. La década del 60 fue la del despegue definitivo de una de las industrias que hoy es protagonista en el ámbito provincial: el tabaco. De hecho la caña de azúcar seguía siendo el cultivo industrial más importante de la provincia, sin embargo el tabaco había crecido como para ocupar el segundo lugar. “A partir de 1966 se produjo la desnacionalización de la industria, que comenzó a ser controlada por empresas trasnacionales, a la vez que se creaba, al año siguiente, el Fondo Especial del Tabaco, instrumento del Estado para intervenir en la producción de la materia prima. A la vez, el Noroeste argentino empezaba a reemplazar al Noreste como principal región productora.”106 104 Ibídem. pp. 324 y 325. Ibídem. p. 325. 106 Ibídem. p. 327. 105 56 La producción tabacalera traía consigo varios beneficios, en primer lugar era el cultivo industrial que mas empleo permanente requería, y por ende mas empleo por hectárea cultivada utilizaba, además, propiciaba la aparición de unidades pequeñas y medianas de producción, actuando como factor multiplicador en las economías del interior de la provincia y, también, generaba ingresos vitales para las arcas financieras del Estado provincial. Tanto la producción azucarera, como la tabacalera, continuaron siendo los pilares industriales del Jujuy moderno. Sin embargo acusaron un resentimiento importante tras la caída de la Estela Martínez de Perón y la llegada de las políticas neoliberales. El impacto neoliberal “El golpe de estado de 1976 significó la instauración de un modelo de ruptura con el de industrialización sustitutiva que había estado vigente en el país, ya fuera en su versión distribucioncita o concentradora. La estrategia implementada por el nuevo ministro de economía del gobierno de facto, Martínez de Hoz, sostenida por una feroz represión, apuntó a la promoción de los sectores altamente competitivos y a la eliminación de las empresas de menos productividad; a una amplia apertura de la economía a los capitales y bienes extranjeros; a la contención del salario real como medio de controlar la inflación y abaratar los costos de mano de obra y la transferencia del Estado a manos privadas”107 Sin embargo el efecto a nivel nacional (y a los deleznables sucesos sociopolíticos), la extraña naturaleza de la industria jujeña experimentó un efecto paradójico con respecto a lo que sucedió en varias de las provincias de nuestro país. Gracias a la Ley de Promoción Industrial las empresas, tanto grandes como pequeñas, pudieron ampliar y modernizar sus plantas: la fabrica de jugos Citrinor (pequeña), Celulosa Jujuy (mediana) y Ledesma 107 Ibídem. p. 328. 57 (grande), son algunas de las que se beneficiaron con el plan provincial mencionado. Los tres pilares de la industria jujeña (azúcar, tabaco y metal) experimentaron un crecimiento significativo: “… Ledesma, modernizo sus fabricas de azúcar y papel y mecanizó totalmente la cosecha de caña, Altos Hornos Zapla logro terminar el tren fino de laminación y Mina Aguilar realizó también importantes ampliaciones. En la Puna se radico la compañía Minera Pan de Azúcar, para la extracción de plomo. Los capitales cordobeses se hicieron presentes a través de una fábrica de bolsas de papel y cartón corrugado (Incor) y Minetti instalo una nueva planta de cemento en Puesto Viejo. Los tabacaleros jujeños, por su parte, pudieron modernizar la planta clasificadora de tabacos de la Cooperativa que los agrupaba. El resultado de esos primeros años se reflejo en un producto bruto geográfico que en Jujuy aumentó cuando en el país disminuía.”108 Aunque, si bien las principales industrias se vieron beneficiadas en un principio, era sencillo anticipar que las economías regionales iban a ser las mas perjudicadas en este proceso de liberalización económica. Amen de la productividad en cada rubro, la economía de Jujuy dependía, y aun lo hace, de los subsidios estatales en materia impositiva y de transporte, y la clara postura del gobierno militar de favorecer a las llanuras pampeanas, o visto desde otra óptica, simplemente dejar de conceder subsidios, iban a complicar el desarrollo a largo plazo de la industria jujeña, sobre todo del sector intermedio y menos competitivo. “Para 1980 (…) Los cambios habidos en la política del Banco de la Provincia de Jujuy, que había abandonado su función primordial de fomento al desarrollo, cerraban a los sectores productivos medianos y pequeños el acceso a créditos de largo plazo, con los cuales afrontar la onerosa deuda que arrastraban. Las empresas comenzaron a sufrir las consecuencias produciéndose quiebras y paralización de actividades, con la consiguiente desocupación”109 108 109 Ibídem. p. 329. Ibídem. p. 330. 58 El tendal de empresas en quiebra, y la destrucción de los sectores medios de la economía provincial fue el saldo que el neo liberalismo dejo en Jujuy. En perspectiva, se puede analizar a prima facie que la introducción de la economía ultraliberal fue el punto de partida para una crisis cíclica de la economía provincial. Democracia, en un contexto globalizado “Con el triunfo de la Unión Cívica Radical en las elecciones presidenciales del 30 de octubre de 1983, encabezada por la formula Raúl Alfonsín-Víctor Martínez, se iniciaba un largo proceso de construcción democrática frente a los grandes desafíos, que implicaba restaurar el Estado de Derecho y adecuarse a las nuevas exigencias de una economía globalizada, en plena crisis de deuda externa. No obstante, ese mismo contexto internacional era favorable al desarrollo de democracias “viables” en Latinoamérica”110 En el terreno económico, la llegada de la democracia no iba a cambiar demasiado el panorama que estaba instalado desde la caída del gobierno militar. Las altas tasas de inflación, la pulseada sindical permanente y una deuda externa cuyos intereses representaban el 40% de los ingresos anuales del Estado acentuaban el estado de deterioro de la economía argentina. En adición a estas características negativa, Jujuy se iba a ver afectado por graves inundaciones en 1984, que dañaron gravemente el sistema productivo agrícola, pilar en la economía provincial. La falta de fondos, a nivel nacional, llevo al gobierno central a restringir el envío de la coparticipación correspondiente a cada provincia, dificultando aun más la salida de la crisis. 110 LAGOS, M y GUTIERREZ, M; “Dictadura, Democracia y Políticas Neo Liberales (1976-1999)”. En Teruel, A y Lagos, M. (Directores). Jujuy en la Historia. De la Colonia al Siglo XX. Jujuy. EDUNJU. 2006. p. 260. 59 “El gobierno central aportó de sus propios fondos para cubrir los aumentos salariales, pero las transferencias resultaron siempre inferiores al impacto producido por el aumento de sueldos a los agentes públicos provinciales, lo que generó mas déficit. Por otro lado, la Nación beneficiaba a provincias como Buenos Aires, Corrientes, Mendoza; en detrimento de otras como Jujuy”111 Como era imposible estimular los sectores productivos debido a la falta de fondos, se originaron dos problemas principales en la economía jujeña, el primero, fue el aumento de casi el 100% del numero de empleados públicos entre 1976 y 1983 (llenando los espacios que las industrias medias habían dejado vacantes) de 12.000 a 22.500112; y el segundo fue la emisión de títulos provinciales de financiamiento, mas conocidos como bonos, con los cuales el Estado provincial intentaba llenar el vacío de circulante que imperaba. Los pilares productivos (1983-1990) Las empresas azucareras mas grandes, como Ledesma, se vieron beneficiadas por la política de fomento del gobierno nacional, con mayor poder de autofinanciamiento ocurrió algo similar a lo que había acontecido durante la dictadura, por ello, las empresas medias, como La Mendieta, La Esperanza y los cañeros independientes sufrieron las consecuencias de una economía en recesión con hiperinflación. En contraposición, la explotación tabacalera y la producción industrial de gran envergadura, capitalizó un sensible crecimiento durante 1986-1988: “la producción tabacalera alcanzó unas 15.679 toneladas, de las cuales el 63,10% correspondió a la Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy y el restante porcentaje a otros acopiadores. Al mismo tiempo, esta Cooperativa ponía en marcha la 111 112 Ibídem. p.265. Ibídem. p. 265. 60 diversificación de su producción con la incorporación de nuevas tecnologías, es por ello que produjo legumbres, soja y hortalizas disecadas”113 Al albor de los sucesos económicos a nivel nacional, se lanza en 1988 el “Plan Primavera”. “Este programa recuperaba algo de la tradición heterodoxa de sus autores, pero adaptaba ahora a una época de debilidad política. (…) La potencia estabilizadora del nuevo esquema estaba en el tipo de cambio, lo que evocaba a la tablita de Martínez de Hoz.”114 El principal problema del plan con el que el gobierno nacional pretendía recuperar el control de la economía residía en que se necesitaba la ampliación de las reservas del banco central, cosa que ocurría solo momentáneamente, de la mano de capitales golondrinas, haciendo imposible una recuperación en el mediano plazo. En el plano local, la necesidad de cubrir los salarios adeudados con la emisión de bonos provocó la quiebra del sistema financiero provincial, recapitulando, los sectores medios y bajos se hallaban en franco retroceso así como la economía publica de la provincia, y los únicos sectores que registraban algún crecimiento, era las empresas de gran envergadura y la agroindustria que tuviera su recepción en el mercado externo, esto continuo así hasta 1991. La Convertibilidad “El plan, implementado en abril de 1991 por Domingo Cavallo, Ministro de Economía del presidente Menem, contenía tres aspectos básicos: la privatización de empresas publicas, la desregulación de la economía y la apertura externa (…) y la tendencia a la reducción de los empleos permanentes, de jornada completa, con protección social, y su reemplazo por empleos transitorios, sin beneficios sociales”115 En el plano local, dos de los tres pilares de la economía jujeña se vieron afectados por el plan de convertibilidad. 113 Ibídem. p. 267. GERCHUNOFF, P y LLACH, L; Op. Cit. p. 417. 115 TERUEL, A; Op.Cit. pp. 330 y 331. 114 61 La minería, que arrastraba una crisis cíclica de la industria desde mediados de los 80, termino de profundizar sus problemas en la década del 90. Debido a las perdidas constantes, y la baja del precio de los extraíbles a nivel internacional, Cavallo decidió conjuntamente con el gobierno provincial, fomentar el acceso del capital extranjero a los complejos mineros del NOA como forma de reactivar la industria. Esto funcionó en un primer momento: la quebrada compañía Mina Pirquitas fue adquirida por capitales americanos, al igual que El Aguilar, y gracias a ello, se reanudaron ambas explotaciones, sin embargo, la nomina de empleados se redujo drásticamente en los dos complejos, generando un agravamiento del problema de desempleo y las primeras protestas sociales de la década. No obstante el problema minero, la industria metalífera recibiría el golpe de gracia durante la presidencia de Menem. “El complejo minero-forestal-siderúrgico (Altos Hornos Zapla) se encontraba ya en estado de minima producción, con racionalización de los gastos y reducción de la planta de personal: de 8 mil trabajadores que ocupaba la década de 1970, solo quedaban 2.560. Cuando se concretó la licitación, en 1992, el único oferente formado por capitales argentinos, franceses y estadounidenses, proponía conservar 882 hasta que la situación en el mercado mejorara. El Estado nacional asumió pagar las indemnizaciones, pero la absorción de mano de obra de la nueva empresa, Aceros Zapla, fue solo de un 10% de los antiguos empleados. La privatización implicó una reducción de alrededor de 2000 puestos de trabajo en el lapso de un año, a lo que debe sumarse la paralización de las minas y los empleados que perdieron sus puestos en la empresa durante los años anteriores”116 En resumen, el sector minero durante la década del 90 experimentó fuertes inversiones de capitales extranjeros, que no se tradujeron en las consecuentes ganancias y a raíz de estas inversiones reducción de personal con las consecuencias sociales nombradas. 116 Ibídem. p. 331. 62 En otro de los tres pilares de la industria jujeña, en este caso la producción de azúcar, la década del 90 también tuvo un efecto destructor de los estratos medios y bajos de la industria, apuntalando (con el decreto de desregulación del azúcar), como desde 1976, los sectores de gran productividad. “…el decreto de Desregulación Económica derogo el sistema de “maquila” y disolvió la Dirección Nacional del Azúcar, que regulaba, desde 1072, la organización de la actividad, los cupos de producción, de entrega de azúcar presentaron una tendencia sistemática a la baja ocasionada por tres causas principales: la sobreproducción, la desregulación del sector y la progresiva sustitución por otros edulcorantes no calóricos”117 De esta manera, hasta el fin de la década, los sectores medios y bajos de la industria jujeña, sobre todo de la minería y el azúcar, fueron paulatinamente desapareciendo, la libertad de mercado impuesta durante los 90, benefició claramente a los sectores exportadores con grandes márgenes de maniobra financiera y sobre todo a aquellos que dependían del sector interno (por ello el tabaco en general siguió en crecimiento) mientras que las PYMES provinciales iban a la quiebra o eran absorbidas por sus competidores mas grandes. Crisis y Actualidad Los años posteriores a la década de 1990 fueron años complejos y críticos. En diciembre de 2001 una gran crisis como consecuencia de la política de convertibilidad del menemismo afectaría al país en su totalidad. Fue una época de tensiones sociales, derrumbes económicos y sobre todo grandes convulsiones políticas para el país entero. 117 Ibídem. p. 333. 63 Durante la salida de la convertibilidad fueron, como era de esperarse, solo aquellas empresas de alto poder adquisitivo las que pudieron sobrevivir a la crisis, el resto de los estratos industriales que venia apenas subsistiendo terminó de desaparecer, por ende todo el panorama económico se reacomodaba y la situación se tornaba insostenible. Como desde Juan Perón, fue el Estado nacional quien intentó hacerse cargo para evitar que la crisis culminase en un desastre irreversible, el presidente Eduardo Duhalde y el ministro de economía Lavagna pudieron solucionar los problemas acuciantes y postergar los insolucionables118. En 2003 triunfaba en las elecciones presidenciales Néstor Kirchner, luego de que Carlos Menem decidiera no participar del balotaje. Desde la llegada de Kirchner (coincidiendo con los gobiernos provinciales de Fellner), el panorama económico se recuperó decididamente tanto a nivel nacional como a provincial. En este capítulo recorrimos la historia de Jujuy, intentando hacer hincapié en la relación que la ciudad, en primar instancia, y luego la provincia mantuvo con sus vecinos internacionales, y, hasta que punto a formación de la misma tuvo influencias externas y como estas fueron desapareciendo y luego reapareciendo en otros niveles y de distintas formas. En el próximo capítulo de esta tesina nos referiremos al Paso de Jama, inaugurado definitivamente en 1991 y pavimentado completamente en 2003. Se ensayará un análisis de su gestación, implementación y el consecuente impacto en el desarrollo sustentable de la Provincia de Jujuy. 118 Confróntese: ROMERO, J; Breve Historia de la Argentina. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica. 2007. pp. 206 y 207. 64 Paso de Jama: el nexo de Jujuy con el Mundo La gestión exterior de un actor subnacional tiene dos características conceptuales importantes, la primera de ellas obedece a la posibilidad formal de ejercer la gestión, esto es, que existan los canales jurídicos e institucionales que avalen la comunicación subestatal directamente con actores extranjeros de diversa índole (estatales, supra estatales, interésateles, etc.) y la otra de las características fundamentales, es la existencia de una vía material que posibilite dicho contacto. Esto se traduce en la posibilidad concreta y fáctica de comunicación con actores externos debido a: los límites naturales “amigables” con otros estados o a la implementación de obras fluviales, subfluviales, terrestres o áreas que permitan el intercambio fluido de personas y mercancías. En este capitulo desarrollaremos un breve antecedente histórico de la zona de influencia de Jama y un repaso por el proyecto, que nos servirá para tener una visión acabada acerca del futuro y la potencialidad de la gestión exterior de la provincia a través del paso. 65 Jama: Antecedentes de un Proyecto Trascendental Jama es una concreción moderna, pero desde tiempos inmemoriales fue utilizado como nexo entre las culturas que habitaron a los lados del corredor montañoso andino. “Hoy sabemos que durante tres mil años de vida aldeana ocurrieron diversas conexiones entre los dos nortes. Desde y hacia los oasis atacameños transitaban los pueblos de la Puna de Yavi, Calahayo y Quebrada de Humahuaca. Por el valle del río Tarija se accedía a las Yungas o tierras calidas del Altiplano; mas al ser se accedía al Valle de Lerma, Salta, y de allí territorio Calchaquí”119 Por lo que, la iniciativa para concretar un paso definitivo entre Jujuy y Chile no es nueva. “Evidencias arqueológicas muestran la existencia de focos aldeanos maduros insertos en rutas de complementariedad que generaron a nivel circumpuneño un temprano proceso de integración que implicó un poblamiento mas intenso de la zona”120. En aquel entonces, que los habitantes de la zona se comuniquen y comercien se debió a la necesidad de subsistir, y conforme pasaron los años la subsistencia dio paso al desarrollo, convirtiendo al paso en un eslabón clave para lograrlo. Durante la época precolombina, la integración se dio en torno a productos variados, como el tabaco y el cebil, pero ya entrado el año 1500, un precioso mineral determino que la comunicación inter puneña tuviera un foco extra. “Dada la dependencia política, jurídica y económica que guardaron durante muchos años los territorios del Plata con el virreinato del Perú y la Audiencia de Charcas, la vinculación Lima-Buenos Aires fue durante la etapa colonial la mas frecuentada y mas intima aun en las regiones del noroeste argentino. 119 120 BALLATORE, I; Jama la causa que movió montañas. Ed: PGA. Jujuy. 2005. p. 37. Ibídem. p. 39 66 La ruta que unía a Buenos Aires con Potosí pasando por las principales ciudades coloniales de Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba, “fue la de mayor significación histórica y su relativo vigor alentó la vida de los centros urbanos mencionados.”121 Así la región cambio el eje de su paradigma, moviéndose desde el contexto bipolar Atacama-Jujuy a una triangulación Atacama-Potosí-Jujuy. Esta nueva configuración regional duraría hasta fines de la consolidación nacional, tanto chileno, como argentina alrededor de 1850. “Con la independencia de Bolivia, el puerto de Cobija se incorporó al comercio internacional y entonces adquirieron mayor importancia antiguos circuitos utilizados por los aborígenes que conectaban el Litoral Pacifico con el Noroeste Argentino.”122 Nuevamente a partir de la institución del puerto de Cobija como cabecera de la salida de exportaciones para la región en general se daría un cambio en el paradigma comercial. La ruta Cobija-Calama-Potosí-Jujuy; la ruta Cobija-San Pedro de Atacama-Salta y la ruta Valparaíso-San Juan comenzaron a verse a asociadas con el paso. “La integración de Chile con el espacio salto-jujeño –que como hemos visto reconocía antiguos lazos comerciales y sociales- se profundizó a lo largo del siglo XIX con el desarrollo salitrero en el Norte Grande chileno, el que se convirtió en un mercado de importancia para la ubicación de las producciones agropecuarias de estas dos provincias argentinas, asegurando retornos en metálico que al mismo tiempo estimulaban el desenvolvimiento del comercia y la economía de estas provincias”123 Esta integración, se dio gracias a las explotaciones salitreras del norte chileno y la consecuente demanda de productos agropecuarios procedentes de los valles jujeños: “Este proceso si vinculó a las actividades mineras de la zona de Copiapó y Atacama, que aumentaron la demanda de productos agropecuarios del interior argentino. La región salitrera tenía dos demandas 121 Ibídem. . p. 43 Ibídem. p. 47 123 CONTI, V; Jujuy en la historia. Avances de investigación II, Marcelo Lagos (compilador) UNIHR, Universidad Nacional de Jujuy. San Salvador de Jujuy. 1995. “Articulación Mercantil en los albores del Siglo XIX”. p. 87 122 67 fundamentales que Chile no estaba en condiciones de cubrir totalmente: el ganado y el forraje, ambos, producidos en el interior argentino con excedentes suficientes para su exportación”124 La profundización de la regionalización se dio entre 1860 y 1880 sufriendo cambios importantes a finales de la década de 1880, con la prolongación del ferrocarril en el norte de Chile. La extensión de las vías férreas desde las regiones meridionales chilenas hacia el norte de ese país posibilitó un mayor intercambio comercial entre las regiones agrícolas chilenas y la zona minera del norte chileno. Esto impactó de manera negativa en la economía del norte argentino y, por ende, en la utilización del paso de Jama. Entrado el siglo XX, bajo la segunda presidencia de Julio Argentino Roca, y tras un laudo arbitral, se creaba la Gobernación de los Andes: “La Gobernación de los Andes a la que perteneció Susques desde 1900 hasta 1943, había sido creada por el Gobierno Nacional luego del laudo arbitral del Ministro de los Estados Unidos, William Buchanan, resultante del tratado de limites entre la Argentina y Chile del 24 de marzo de 1898”125 El primer gobernador del Territorio de Los Andes fue el veterano de Pavón, el general Daniel Cerri, que expresó su preocupación por la inviabilidad de la reciente creación: “… destacando que la minería, y en especial la explotación de boratos, es el único porvenir del Territorio de Los Andes. Advertía al mismo tiempo, que el aprovechamiento efectivo de los recursos minerales requeriría de amplias medidas de infraestructuras como mejoras en la red caminera y la construcción de líneas férreas”126 El naturalista Eduardo Holmberg (h), enviado en 1900 por el Ministerio e Agricultura vislumbraba el potencial conectivo de la región y se pronunciaba a favor del proyecto para extender el ferrocarril a la frontera: “Extendida esta Gobernación entre las ricas provincias del Norte, las republicas de Bolivia y 124 BALLATORE, I; Op. Cit. p. 49 Ibídem. p. 59 126 Ibídem. p. 59 125 68 Chile no debe olvidar que es una puerta indispensable para el comercio que se hace por ella, y que, lo que pasa de un lado a otro”127 En coincidencia, en los primeras décadas del siglo XX, la mirada de la clase dirigente jujeña se poso sobre los puertos chilenos y, en ese entonces, bolivianos. El preocupante desequilibrio regional, que propiciaba el desarrollo de la pampa húmeda, en detrimento de la periferia, era la bandera de los legisladores y lobbistas nacionales de la época: “La intensa labor parlamentaria de esta diligencia norteña expreso la necesidad de dar solución a cuatro grandes problemáticas: la cuestión de los impuestos internos, las tarifas ferroviarias, la asistencia de la Nación para el emprendimiento de obras publicas impulsoras del desarrollo y la protección a las producciones regionales”128 Además del sano interés de senadores y diputados jujeños, existía también un sentimiento de recelo con sus homónimos sálteños, que, como hoy e históricamente, conseguían ayuda de la nación más fácilmente que ellos. Era cabal que el Noroeste argentino consiguiera una salida al mar por puertos más cercanos, abaratando los costes de traslado de su producción. De los dos proyectos presentados por los legisladores norteños, el único que tuvo curso fue el del Trasandino del Norte, que unía la ciudad argentina de Salta con su homónima chilena de Antofagasta, mientras que la propuesta del senador jujeño Sánchez de Bustamente quedo descartada.129 Parte del plan de Sánchez de Bustamente coincidía con la naturaleza de la obra que fue inaugurada en 1991130, ya que buscaba: satisfacer los intereses y necesidades de las zonas limítrofes por las características de los territorios que vinculan de una parte el noroeste argentino con su producción subtropical abundante y sus ciudades demasiado alejadas del litoral atlántico, y de las otras regiones ricas del Pacifico, desde Antofagasta hasta Arica pero pobre de 127 HOLMBERG, E; Viaje por la Gobernacion de los Andes (Puna de Atacama). Jujuy. EDIUNJU. 1998. p. 32 128 BALLATORE, I; Op. Cit. p. 63 129 Confróntese: Ibídem. pp. 64 y 65 130 Decimos naturaleza, porque el trazado que se proyectaba en ese momento era diferente al proyecto que se termino concretando. 69 elementos de vida, que podían consumir nuestras carnes, cereales, harinas, café, tabaco, etc.; a cambio de los nitratos para abonar las tierras cultivables y los productos que a través del canal de Panamá podía llegar desde los Estados Unidos.131 Pero no solo fue Sánchez de Bustamente quien impulso la idea, Horacio Carrillo, gobernador de Jujuy entre 1918 y 1922 también la planteo a nivel nacional. En agosto de 1919 partió la delegación del gobernador hacia la Capital Federal para sumar apoyos y presentar el plan al entonces presidente Hipólito Yrigoyen. “Con esos ferrocarriles al Pacifico y al Bermejo, el norte argentino recién podrá abrir los brazos para trabajar por su progreso y mover sus riquezas enormes. Hoy el flete a 1600 kilómetros mata toda iniciativa y tiene atado todo delante. Con ello tendríamos el océano a menos de 500 kilómetros y el litoral a 400 de ferrocarril”132 Lamentablemente para Carrillo, para Sánchez de Bustamente y para la provincia de Jujuy la iniciativa no tendría un buen desenlace. Paso a Chile: la primera declaración legislativa y la causa abrapampeña El 18 de mayo de 1958 bajaba al recinto de la Cámara de Diputados de la Provincia de Jujuy un proyecto presentado por Miguel Vicente Garay, diputado por el Partido Demócrata. La iniciativa de Garay tendría como característica fundamental que iba a ser acompañada por los votos de todos los diputados integrantes de la Cámara, convirtiéndose así, en el primer proyecto relacionado con Jama en ser aprobado en un foro legislativo133 131 Confróntese: BALLATORE, I; Op. Cit. pp. 72 y 73 Citado en: BALLATORE, I. Jama la causa que movió montañas. Entrevista Diario El Día. Edición el 16 de Octubre de 1919. 133 Anteriormente el Senador Sánchez de Bustamante y el minero Hilarión Jerez habían acercado a los foros legislativos, el primero al nacional y el segundo al provincial, la idea de un paso a través de Jama, pero ninguno había tenido éxito. 132 70 En la fundamentación del diputado Garay renacía en cierta forma las ideas de anteriores entusiastas del tema, aunque con un aditivo especial, Garay había nacido en el norte de la provincia, y se consideraba hijo de Abra Pampa, conocida como la capital de la una jujeña y la principal beneficiaria del plan de Garay:”hizo hincapié en los beneficios directos de la obra para Jujuy y todo el norte argentino al posibilitar importantes ahorros en los costos de transportes: “con un puerto en Antofagasta nos arrimaremos a otros países en millas y miles de kilómetros” y mencionaba el caso del oeste norteamericano – “donde se manufacturan mas los motores y todo lo relacionado con los automóviles, que es lo que mas importamos de ese país”134 El proyecto de Garay también explicaba las ventajas turísticas y comerciales para los dos nortes: “es conocido que Jujuy es una las provincias mas beneficiadas por la mano de Dios, por lo tanto debemos explotar ese puntal fuerte (…) desde el punto de vista del comercio el beneficio es enorme, tenemos de allá el salitre, que actualmente viene por Salta en una cantidad de 7 mil toneladas de las cuales gran parte pasa a Jujuy y viniendo por este nuevo camino, tendríamos menos costo de transporte”135 La declaración legislativa se aprobó el 18 de mayo de 1958, y la Cámara dio instrucciones al Poder Ejecutivo de que comience a evaluar las posibilidades estructurales de la obra. Casi la totalidad de la provincia se vería beneficiada, la zona de los valles, por el salitre para abonar sus campos; el ramal por las posibilidades de exportación de cítricos y productos derivados del azúcar; la quebrada, por su potencial turístico; y la puna, por sus riquezas mineras. La complementación entre las economías de ambos nortes ya era palpable y de público conocimiento para el ciudadano común de Jujuy y se había introducido en el imaginario popular como algo necesario, el camino a Chile comenzaba a percibirse como algo fundamental para el desarrollo. Así mismo, del lado chileno la situación era parecida, y se veía con buenos ojos la posibilidad de unir ambos nortes. Las gestiones en los distintos niveles, incluso con autoridades chilenas, se suceden a lo largo de toda la década del 60, a pesar de los momentos de 134 135 BALLATORE, I; op. Cit. p. 92 Ibídem. p. 93 71 tensión que por cuestiones limítrofes plantean por estos años un escenario poco favorable para las dos naciones136 Sin embargo los diferendos, y como se estipulo en el primer capitulo de esta tesina, las relaciones internacionales no están dadas solamente por la relación entre estados, sino que las iniciativas pueden partir desde el seno de la comunidad o un grupo de personas, que, de institucionalizarse podrían ser impulsadas por los gobiernos locales y trascender las fronteras del Estado del que forman parte, respondiendo a las demandas no atendidas por parte del gobierno central137 Es esto mismo lo que se dio en la década del 60 entre Jujuy y la 1 Región Chilena, solo que en ambos sentidos, tanto desde Antofagasta hacia Jujuy y viceversa. Del otro lado de la cordillera se encaraba el desafío con similar entusiasmo. En una editorial del matutino jujeño Pregón de junio de 1965 se leía: “en Antofagasta se ha iniciado en estos momentos una verdadera campaña de agitación publica a favor de este programa de realizaciones”138 Sin embargo y aunque la iniciativa contaba con la aprobación popular, la comisión Pro Camino, se reunió con el poder ejecutivo provincial en aquel entonces encabezado por el interventor federal Carlos Fernando Jensen, quien no acuso recibo de la importancia del emprendimiento como se reflejó en los matutinos de la época.139 En octubre de ese mismo año se reunieron en Mendoza los presidentes de Argentina, Arturo Illia y de Chile, Eduardo Frei Montalva, para expresar que estaban “íntimamente convencidos de que la integración latinoamericana es fundamental para lograr el desarrollo económico y social de los países de este Continente, con la aceleración que exigen las apremiantes urgencias de 136 Confróntese: ARMENGOL, J; Argentina-Chile (1963/66). Revista Estrategia N° 2 y 3, Buenos Aires. 1969. 137 En el caso particular de Jujuy, la posición periférica pone en desventaja económica a la provincia en relación con sus pares. 138 Citado en: BALLATORE, I. Jama la causa que movió montañas “La nueva ruta hacia Chile” Pregón, San Salvador de Jujuy, martes 22 de junio de 1965. 139 Confróntese: BALLATORE, I; Op. Cit. p. 100. 72 nuestros pueblos y con la decisiva contribución que hoy proporciona el progreso técnico y científico”140 Resultado de esa reunión fue el compromiso del presidente Illia para iniciar los estudios de factibilidad económica en cinco obras de integración física con Chile, entre ellas, el camino Abra Pampa, Zapaleri141, Toconao y Calama. Ya con el apoyo de ambos mandatarios nacionales y también ahora con la venia de las autoridades provinciales, las fuerzas vivas de la provincia (los ciudadanos comunes) decidieron llevar a cabo una demostración mas de su intención concretando la Caravana de la Amistad, en septiembre de 1967. La iniciativa consistía en unir San Salvador de Jujuy con Antofagasta, pasando por Abra Pampa, a través del paso Zapaleri, llegando a San Pedro de Atacama, Calama y finalmente bajando a Antofagasta. La travesía fue un éxito, aunque en términos relativos ya que se enfrentaron numerosas dificultades, en suma se tardaron 36 horas en recorrer los 850 kilómetros que unen San Salvador de Jujuy con Antofagasta. Uno de los integrantes de aquella caravana sintetizaba que, aun sin existir el camino “se demostró que es perfectamente posible unir Jujuy con Antofagasta y de ahí extender la vinculación comercial, turística y comercial con allende el Pacifico”142 La respuesta chilena a la “Caravana de la Amistad” no se hizo esperar y dos meses más tarde, en noviembre de 1967, arribaba una comitiva encabezada por el gobernador de El Loa143, Cesar Castillo Michea, recibida por su par jujeño Darío Arias. “La misión chilena de 1967 –evaluaba la prensa jujeña- dejo claras las pautas del interés del país hermano en llegar a un intercambio entre ambas regiones, planteando el clima auspicioso que paulatinamente va afirmado la tesis de esa apertura a la interconexión, por el momento, a través de embajadas representativas del quehacer oficial y empresario de una y otra parte, hasta tanto la vigencia de ese anhelado nexo caminero, este en 140 ARMENGOL, J; Op. Cit. Revista N° 2 y 3. Marca un hito montañoso en la frontera tripartita entre Bolivia, Chile y Argentina. 142 BALLATORE, I; Op. Cit. p. 113 143 La provincia el Loa esta ubicada al oriente de la II Región de Antofagasta, tiene una superficie de 42.934,1 km² y posee una población de 143.689 habitantes. Su capital es la ciudad de Calama. 141 73 condiciones de hacer el rumbo cierto para el intercambio comercial y de una diversificada dinámica de crecimiento…”144 Para el norte chileno la situación era similar a la del argentino, la Segunda y Primera región del país trasandino estaba en relación de dependencia periférica con zona central de Chile. Al ser productores de minerales, pero con escaso terreno cultivable, la conexión con el norte agrícola argentino era clave para el desarrollo sustentable de ambas regiones. Diversos proyectos y modificaciones “Si bien la experiencia de la caravana por Zapaleri había demostrado la viabilidad del proyecto y puesto de manifiesto el interés integracionista de los pueblos de ambos lados de la Cordillera, ya en 1968 se planteaban objeciones técnicas al trazado”145 El primer anteproyecto del camino planteaba un derrotero de 250 kilómetros, partiendo desde Abra Pampa hasta el límite con Chile y a una altura de 5000 metros sobre el nivel del mar. Debía construirse el tramo Mina Pirquitas-Zapaleri (115 kilómetros de ruta) atravesando una zona desértica cruzada por algunos arenales y la salina de Vilama. Además, el Abra de Granada presentaba no solo una accidentada topografía sino una infraestructura compuesta de restos de rocas en tamaños grandes sin material árido fino, elementos estos muy necesarios para conformar un camino transitable. Entre Abra de Granada y Zapaleri, el camino tropezaba con el inconveniente de las nevadas y la formación de bloques de hielos que podía hacer peligrar la estabilidad de los vehículos.146 144 BALLATORE, I; Op. Cit. p.116. Ibídem. p. 125. 146 Confróntese: PALANCA, M; Desde el Atlántico por Jama-Jujuy hacia el Pacifico. Dirección de Publicaciones de la UNJu. Jujuy. 1977 145 74 Teniendo en cuenta las dificultades detectadas por los técnicos, se estimaba que debía de existir una alternativa al proyecto por Zapaleri. El problema fue analizado en una audiencia concedida por el gobernador Darío Arias en octubre de 1968 a los miembros de la Comisión Pro Camino a Chile, representada por Miguel Vicente Garay, Luis León Cuevas, Epifanio Saravia y Desiderio Cruz. El titular del ejecutivo explico la postura del gobierno de Jujuy en materia de obras publicas resaltando que cualquier proyecto que se pudiera llevar a cabo seria en el marco de: “previos estudios profundos y sobre bases económicas y técnicas precisamente definidas”147 En la misma reunión el Director de Vialidad Provincial, Abdo Ubeid, señalaba la importancia de que sea Abra Pampa el punto inicial desde donde se inicie la travesía a Chile, pero no a través de Zapaleri, sino a través de un camino alternativo atravesando el Abra de Poques. El mismo conectaría Abra Pampa con Coranzuli, El Toro, Lina Lari, Abra de Poques, en Argentina y la laguna de Tara, en Chile. El proyecto por Zapaleri había sido decididamente descartado. En 1969 el gobernador Arias se reuniría en el Paso de Poques con una comitiva chilena integrada por el Diputado Nacional de ese país Rubén Soto Gutiérrez, tras las protocolares palabras de comunión y luego de finalizado el acto, del lado chileno la situación era muy diferente. Estructuralmente la geografía puneña del lado argentino era ampliamente favorable con respecto al lado chileno. En la zona del camino que le correspondía a Jujuy los accidentes geográficos eran muy pocos, proveyendo de un terreno llano y firme, ideal para la construcción de caminos, mientras que la zona chilena presentaba una topografía muy accidentada con varias quebradas y terreno inestable. Se vislumbraba que desde el lado chileno iba a ser inviable la construcción del camino: “Al llegar la década del 70, la traza por Poques estaba descartada por los técnicos de Vialidad de la Provincia de Jujuy. Un informe del director de este organismo, el ingeniero Mario Italo Palanca, dejo en claro que 147 BALLATORE. I; Op. Cit. p. 126. 75 las razones determinantes para la elección del trazado por el Abra de Poques “fueron de carácter social, económico, topográfico y de longitud” pero que a poco de analizadas mas detenidamente y en el conjunto pusieron de relieve “un recorrido extenso, muy alejado del sector sur, demasiada altitud -4700- y configurando un paso del tipo “garganta o desfiladero” donde los depósitos de nieve por acción de los vientos llegan a cubrirlo totalmente”148 La búsqueda de un paso menos accidentado se convirtió –a partir de ese momento- en la misión que desveló a los hombres de la repartición provincial, con Palanca a la cabeza. Paralelamente a la inauguración del fallido Paso de Poques, en Susques, localidad que había pasado a la orbita jujeña recientemente, luego de disuelta la Gobernación de los Andes, el maestro escolar Leonardo Contreras encabezó diversas gestiones ante las autoridades para lograr la construcción de un camino que comunicara el poblado con el resto de la provincia, ya que hasta ese momento, la única vía posible era un extenso rodeo por San Antonio de los Cobres en la provincia de Salta. Finalmente se decidió que la apertura realizaría a pico y pala, debido a la imposibilidad de trasladar maquinaria pesada a la zona149. A comienzos de junio de 1972 se realizaba la apertura del camino que conectaba Susques con el resto de la provincia de Jujuy, sin embargo, los susqueños no sospechaban aun la importancia de dicha obra. Jama: el proyecto A pesar de los fracasos de Zapaleri y el Abra de Poques, el proyecto de conexión a Chile ya había dejado de ser un deseo de abrapampeños y soñadores para convertirse en una causa provincial. Por ello el director de Vialidad Provincial, Mario Italo Palanca se propuso analizar alternativas para convertir esa causa ideal en realidad. Poco después de inaugurada la ruta hacia Susques, Palanca puso su mirada sobre el Occidente de la puna jujeña. Conocedor de la Puna debido a su 148 149 PALANCA, M; Op. Cit. p. 77. Confróntese: BALLATORE, I; op. Cit. p. 133 76 extensa carrera en Vialidad Provincial y su basta experiencia veía el Altiplano jujeño como el terreno ideal para concretar la conexión con el Pacifico. “Existen varias versiones sobre como se identifico y localizo Jama. El doctor Vicente Cicarelli afirma que “según me decía Palanca, el lo encontró en una vieja carta del Instituto Geográfico Militar en algún lugar de la cordillera, pero Luis León Cuevas –que era muy amigo suyo- me decía que no fue así sino que Palanca fue a Chile a una reunión de minería y los ingenieros de Chile –que ya tenían explotaciones mineras y conocían toda la zona del otro lado- fueron quienes le dijeron que tenia que por el Paso de Jama”150 El paso lo encontraría finalmente Mario Román Pérez, integrante de la comisión de Vialidad de la Provincia en 1972, ayudado por una carta de vuelo de EE.UU., que aportó datos sobre la geología de la zona circundante y su ubicación precisa. Las ventajas que otorgaba el Paso por Jama eran cuantiosas. Por una parte permitía la transitabilidad durante todo el año, debido a que la acumulación de nieve solo alcanzaba los 5 cm, en el peor de los casos, y por otra porque la construcción del camino contaba con una gran penillanura virtualmente libre de accidentes geográficos, lo que facilitaba considerablemente la obra. Estos beneficios se constataron por una expedición de Vialidad Provincial que se realizó entre el 26 de julio y el 10 de agosto (periodo de menor temperatura promedio en la puna jujeña). Los expedicionarios concluyeron que mientras los pasos mas al norte eran intransitables debido a las inclemencias del tiempo, Jama, continuaba abierto. “La novedad del hallazgo causó fuerte impacto en San Salvador de Jujuy y tuvo cierta repercusión a nivel nacional. Las autoridades jujeñas dispusieron que el informe de la comisión se remitiera a numerosos organismos del Gobierno de la Nación, en procura de conseguir el apoyo que se necesitaba para emprender el trazado. Las conclusiones de Vialidad Provincial fueron tan contundentes que el 8 de noviembre de 1972, se firmaba un convenio entre Dirección Nacional de 150 Ibídem. p. 145 77 Vialidad y su par de Jujuy, para la ejecución del primer tramo de la ruta provincial Nº 16 y su empalme con la ruta nacional Nº 40.”151 Al suscribirse el convenio (el primero firmado con un organismo a nivel nacional) se consideró que las obras señalaban el punto de partida para la concreción de la nueva ruta internacional, segura y permanente, hacia el Pacifico.152 Inmediatamente concretado el convenio, se puso en marcha la gestión antes los organismos pertinentes en el país vecino. “La provincia de Jujuy –decía entonces el gobernador Manuel Pérez- considera este camino de vital importancia para el intercambio con la vasta área del Pacifico que no solo incluye a los países vecinos, sino que posibilita la salida de algunos productos del noroeste argentino a los mercados de Oriente, a la vez que –remarcaba- “el trazado recorre zonas de establecimientos y yacimientos mineros de riqueza potencial que deben ser reactivados, permitiéndose una verdadera integración económica con el norte chileno”153 La Comisión de integración Física Argentino-Chilena fue la encargada de aprobar estudios de factibilidad, tanto del lado argentino como del chileno. En Chile las gestiones fueron impulsadas por el senador chileno Ramón Silva Ulloa154 y el diputado Rubén Soto Gutiérrez155 Ambos parlamentarios estaban convencidos de la importancia del camino y llevaron el proyecto al seno mismo del Gobierno chileno, que una vez que contó la venia del Senado, dio curso a las acciones pertinentes para habilitar la obra de conexión entre Jama y Calama. El progreso había sido considerable, sin embargo, otros veinte años tendrían que transcurrir para que los avances en lo institucional se convirtieran 151 Ibídem. p. 151 “Camino a Chile, se firmo ayer un convenio con Vialidad de la Nación” Pregon, Jujuy, 09 de noviembre de 1972. p. 5 153 La respuesta del minsitro de Obras Publicas de la Nación, Pedro Gordillo, fechada el 2 de junio de 1972, fue que los antecedentes sobre el proyecto elevados por Jujuy a la Direccion Nacional de Vialidad “seran enviados a la citada comision Argentino-Chilena de Integracion Fisica” , En PALANCA, M; Op. Cit. p 78. 154 Ramón Augusto Silva Ulloa; contador y dirigente político. Senador por Tarapacá y Antofagasta (1969-1977); integró la comisión permanente de Defensa Nacional y Gobierno Interior , 155 Rubén Soto Gutiérrez; periodista, escritor, profesor, poeta y dirigente político chileno. Diputado por la agrupación departamental de Antofagasta, Tocopilla, El Loa y Taltal, para el período 1969-1973; integró la Comisión Permanente de Educación Pública y la de Minería. 152 78 en realidad. Sin embargo, en el transcurso de esos años, las fuerzas vivas e institucionales jujeñas seguirían luchando. Carlos Snopek156 tomo la posta en 1973 e impulsaba el proyecto con obras de infraestructura, el comienza de la construcción del tramo entre Purmamarca con la Ruta Nacional Nº 40 a la altura de las Salinas Grandes es ejemplo de este impulso. Según la prensa jujeña, la traza que se comenzaba a construir: “permitirá eludir el transito por al Abra de Pives cuyas características topográficas hacen difícil el transito pesado y por lo tanto inconveniente al objetivo de intercomunicación con Susques. Los técnicos de Vialidad de la Provincia han estimado que desde Purmamarca hasta la ruta nacional 40, puede abreviarse considerablemente el tiempo de marcha con la nueva variante que se hará ahora por el abra de Lipán, que tiene menos altura que el Abra de Pives”157 Según Ballatore, la vieja idea de la complementación económica entre dos nortes que tienen mucho para darse, sigue presente en el análisis: “la intercomunicación geográfica aparejará una complementación de ambas regiones que por estar tan alejadas de los grandes centros urbanos, permanecen sin la oportunidad en gran escala de participar de una dinámica de crecimiento económico que sea capaz de promover el desarrollo armónico y sostenido”158 Las ingentes gestiones del alcalde de Calama, Hugo Pizarro Gutiérrez, ante el dictador Augusto Pinochet Ugarte159 no dieron el resultado esperado. Paralelamente se había desencadenado la “guerra” entre jujeños y sálteños por el paso transcordillerano:“En esos años, era la guerra entre Salta y Jujuy. Nosotros íbamos una semana, decíamos algo y a la semana siguiente iban los sáltenos y desarmaban lo que habíamos hecho nosotros. Después se equilibró la cosa; las comisiones nuestras empezaron a ir mas seguido y con mayor 156 Carlos Snopek; gobernador de la Provincia de Jujuy en dos mandatos, inicio su primer periodo en 1973 hasta el golpe militar de 1976. Al regreso de la democracia fue electo nuevamente desde 1983 a 1987. 157 “El camino a Chile” Pregon, Jujuy 21 de abril 1974. 158 BALLATORE, I; Op. Cit. p. 169 159 Augusto José Ramón Pinochet Ugarte; (Valparaíso, 25 de noviembre de 1915 - Santiago de Chile, 10 de diciembre de 2006) fue un militar chileno, presidente de facto entre los años 1973/1990 79 tacto, lo que antes no hacíamos”, decía el ingeniero Mario Román Pérez, quien como funcionario de Vialidad de Jujuy fue testigo directo de es puja.160 Carlos Snopek, a sabiendas de la pulseada entre provincias, le hizo una visita de cortesía durante los festejos del aniversario del Combate de Topater161 al alcalde Pizarro, buscando de alguna manera fortalecer las relaciones entre Jujuy y Calama, relegando las gestiones salteñas. Luego de esta visita, Snopek recibió en la Casa de Gobierno de la provincia a una caravana chilena, que, en primera instancia había intentado llegar a la ciudad de Salta pero que, por conveniencia climática y geográfica, arribó a San Salvador de Jujuy. En la reunión con los voceros de la delegación chilena, el mandatario provincial fijo su posición respecto de la puja con Salta por el paso cordillerano: “nos interesa el intercambio comercial con Chile –definió- pero al insistir sobre el paso de Jama no significa que estemos en competencia con Salta sino que vemos objetivamente que es la mejor ruta porque es un camino que puede aprovecharse durante todo el año ya que los caminos deben hacerse de tal manera que no sean afectados por los factores climáticos” y concluyó que la experiencia realizada por el grupo chileno Andino Géminis “es un incentivo mas para que los propulsores del camino por el paso de Jama tomen con mayor ahínco la campaña tendiente a materializar una idea que traerá insospechados beneficios a Chile y Argentina”162 El conflicto limítrofe y la gestión jujeña en la coyuntura Hacia fines de la década del 70, el proyecto de Jama continuaba su rumbo ideal, aquel que se había formado tras los descubrimientos de Palanca y las gestiones de Snopek con las autoridades chilenas. Sin embargo en la Argentina desde el 24 de marzo de 1976 se había instalado, al igual que en Chile, un gobierno de facto. Y, a pesar de que ambos gobiernos eran 160 BALLATORE, I; Op. Cit. p. 180 161 La Batalla de Calama o Batalla del Topáter, como se la conoce también, ocurrió el 23 de marzo de 1879 y fue el primer enfrentamiento armado de la Guerra del Pacífico. 162 BALLATORE, I; Op. Cit. p. 175 80 controlados por las fuerzas armadas, en 1978, el conflicto por el Canal de Beagle163 tensó las relaciones bilaterales a tal punto, que la guerra entre ambos países se contemplo como una posibilidad cierta a fines de ese año. En este marco, la posibilidad de unir Chile y la Argentina a través de Jama quedaba, cuando menos, en suspenso. “A ambos lados de la cordillera como en el resto de los países latinoamericanos, se consolidaba la doctrina de la Seguridad Nacional que dominó el pensamiento geopolítico del Cono Sur durante este periodo y las hipótesis de conflicto y ya no la cooperación, signaban la desconfiada política internacional de las naciones hermanas”164 Antes del conflicto, las autoridades jujeñas continuaban trabajando sin descanso para abrir el camino hacia el oeste. Luego de un reconocimiento efectuado por el subsecretario de Industria y Comercio de la provincia, Pablo Labarta, y personal de Vialidad provincial se permitió localizar un menor recorrido entre la frontera en Jama-Laguna Mucar y Toconao (Chile), que podría significar un ahorro significativo en las obras. A mediados de 1978, el camino estaba trazado hasta Chile, e incluso, las maquinas de Vialidad provincial habían ingresado unos kilómetros en el país transandino, con el conocimiento de las autoridades chilenas, para dejar, según dichos del ingeniero Mario Román Pérez, “la conexión abierta” para que los chilenos pudieran poner manos a la obra. Pero tanto impulso, pronto, se estrellaría contra la cruda realidad del conflicto que coloco a Chile y Argentina al borde de una conflagración armada a raíz del diferendo por el Beagle. En el marco de los aprestos bélicos, en territorio chileno se minaron extensas zonas de frontera, entre ellas, el lugar donde la Vialidad jujeña había abierto la conexión minera. La ruta a Jama por la laguna Mucar concluía de este modo su corta vida y con ello, los jujeños se enfrentaban a un nuevo desafío que no dejaron pasar: encontrar otro lugar a Chile cuando la paz entre los dos países lo permitiera.165 163 164 165 Ibídem.. p.185 Confróntese: Ibídem. p.188 81 Al comenzar los 80, el crecimiento de la producción agrícola de Jujuy tropezaba con el viejo problema del costo de los fletes a los centros de consumo situados en el litoral atlántico, que captaban casi el 100 por ciento de los excedentes exportables de la Provincia. Poco había cambiado desde aquella primera declaración legislativa en 1958. “La fuerte dependencia con Buenos Aires, así las cosas, conspiraba contra la formación de un mercado real de comercialización internacional en la zona y por detrás de ello, aparejaba la imposibilidad de incrementar las producciones tradicionales e incursionar en los cultivos no tradicionales “por la total descolocación frente a otros zonas productoras del país que se encuentran mas próximas a los puertos de embarque”166 Para el principio de la década, se realizo un importante estudio por parte del Instituto Nacional de Planificación Económica. Se trató de un análisis de prefactibilidad que tras observar las características de Jama, Sico y Huayquitina, había concluido que la primera era la mejor alternativa entre las tres. El trabajo contesto dos preguntas primordiales: la primera era si el costo de transporte era menos por Antofagasta que por los puertos del Litoral argentino, y por otra parte, cual era la mejor alternativa desde el punto de vista económico para la traza de ese camino. Las conclusiones fueron contundentes: tomando el periodo 1977-1979 para las exportaciones generales de Jujuy, Salta y Tucumán y ponderando en cada caso la disminución de fletes que hubiese provocado la existencia de una ruta pavimentada a Chile, el ahorro para la región se aproximaría a los 35.837.800 dólares y en cuanto al segundo interrogante, establecía que el único camino rentable hacia Chile era Jama.167 En 1982, un grupo de jujeños tomaba la posta de aquel estudio realizado por la Nación en 1980. Este trabajo fue elaborado a petición de la Comisión de Acercamiento Americano, siendo concluyente en cuanto a que, el 60 por ciento de las exportaciones argentinas a Chile procedía del norte argentino y que de esos volúmenes, solamente el 23 por ciento se comercializaba a través del ramal ferroviario Salta-Antofagasta, mientras que para el resto se prefería 166 167 Ibídem. p. 197. Ibídem. pp. 198 y 199. 82 realizar un trayecto sensiblemente mayor por carreteras hasta Mendoza y Santiago de Chile, permitiendo inferir que el ferrocarril no es suficiente para cubrir el servicio por el norte, haciendo necesaria la construcción de un camino, siendo Jama la única posibilidad viable. El mismo estudio aportaba que, de concretarse el camino y con los volúmenes globales de exportación a Chile de 1982, se incrementaría un 23 por ciento la cantidad de productos enviados al país transandino. Reduciendo el ámbito de análisis, la provincia de Jujuy se vería ampliamente favorecida, ya que según los profesionales jujeños podría pasarse de los 4 millones de dólares de exportación a los 23 millones, lo que implicaba un aumento del 475 por ciento. “Sin considerar el movimiento de mercancías de Chile y países del Pacifico hacia el Centro Oeste Sudamericano, ni tampoco las exportaciones a Chile y otros países del Pacifico, que pudieran realizar Brasil, Paraguay y el Sud Boliviano, como así tampoco los futuros intercambios que el camino generase, se llega a un movimiento mínimo de 160 millones de dólares en el sentido Argentino-Chileno, a realizarse por carretera”168 Finalmente el estudio demostraba que hacían falta menos de 15 millones de dólares para terminar el camino completo con asfalto: 9,7 en el tramo argentino y 5 millones en el lado chileno. Menos de 15 millones –se resaltaba- para tener operativa una ruta que tenía asegurado desde un principio un movimiento mínimo de 160 millones de esa moneda. Tras la frustración que generó en territorio jujeño el conflicto por el Canal de Beagle, nuevos aires de comunión volvieron a cruzarse en la cordillera. Néstor Jesús Ulloa169, quien propulsaría aun más la causa Jama. Con estudios que avalaban la conexión norte-norte Ulloa intento instalar el tema en el orden nacional y plantearlo a nivel de las cancillerías, para darle el 168 El informe fue elaborado para ser presentado al embajador de Chile en Argentina, doctor Sergio Onofre Jarpa Reyes. en: “Camino a Chile por el Paso de Jama. Una inversion de 15 millones de dolares para un movimiento inicial de 160 millones de esa moneda”, suplemento especial de Pregón, Jujuy, 11 de diciembre de1982. 169 Néstor Jesús Ulloa fue gobernador de la provincia de Jujuy desde el 25 de Octubre de 1982 hasta el 10 de diciembre de 1983. 83 empujón definitivo. El gesto de buena voluntad de los chilenos no se hizo esperar, y aun con heridas abiertas por el grave conflicto bilateral, Jujuy recibió al embajador de Chile en Argentina, Sergio Onofre Jarpa Reyes170 La visita a Jujuy coincidió con un hito histórico en Jama, Jarpa Reyes fue el primer diplomático chileno en visitar el paso, esto dotó de importancia al proyecto, ya que el propio embajador se comprometió a entablar negociaciones con la Comisión de Integración Física Chilena-Argentina. A su vez, el secretario de la Cancillería argentina, Gerardo Brigitos, anuncio que ya se habían dado los primeros pasos para abordar una evaluación del proyecto jujeño en el ámbito de los ministerios de Relaciones Exteriores y Obras Publicas de la Nación, al tiempo que coincidiendo con el embajador chileno abogaba por la reanudación del dialogo en torno a la integración entre autoridades de Chile y Argentina.171 Todo parecía mas firme y encaminado que antes, la idea del paso a Chile, había evolucionado desde aquellos primeros idealistas a principio de siglo, pasando por una primera declaración legislativa, continuando con el respaldo chileno, que fue creciendo con el tiempo, pasando por la gestión de Snopek y Ulloa, llegando a la visita del embajador chileno a Jujuy. Parecía cuestión de tiempo, para que el sueño se concretara. Inesperadamente para Jujuy a menos de un año de estos hechos, los cambios políticos en ambos países bajaron el tono a las inmensas expectativas que la vista de Jarpa Reyes había dejado en la provincia. Con la asunción del Raúl Alfonsín172 y el retorno de la democracia a la Argentina en 1983, las relaciones bilaterales entraban en un difícil contrapunto ideológico, y, si bien para 1984 se lograba subsanar por completo el conflicto por el Canal de Beagle, la habilitación de nuevos pasos fronterizos quedaba en suspenso. 170 Sergio Onofre Jarpa Reyes fue embajador en la Argentina en el periodo 1978-1983. El secretario Brigitos detallo las gestiones que había efectuado el gobernador Ulloa ante el Gobierno Nacional “comprometiendo la gestión de la Cancillería argentina a favor, dentro de lo posible, del proyecto jujeño”. Refiriéndose a las evaluaciones que realizarían los ministerios, manifestó que “Jama, necesariamente, va a tener que entrar porque ya son obvias y se han aclarado acá, ante todos nosotros, las ventajas que tiene este paso con respecto a otros del norte y particularmente con respecto a Sico”. “Excelente impresión dejo el doctor Sergio O. Jarpa Reyes”, en: Pregón, Jujuy, 14 de diciembre de 1982. 172 Raúl Alfonsín fue Presidente de Argentina durante el periodo 1983-1989, es recordado por ser el primer presidente democrático luego de la Dictadura (1976-1983) 171 84 Paralelamente, el 2 de julio de 1983, se creaba la Comisión Paso de Jama Vial Ferroviaria. En realidad se cambio la denominación, cambiando el anterior nombre: Comisión de Permanente de Acercamiento Americano por el anteriormente nombrado. La decisión de cambiar el nombre se tomaba porque según sus integrantes, el acercamiento ya se había logrado, y era hora de concretar ese contacto en uno obra física. Fueron integrantes de esa comisión Mario Italo Palanca, Mario Román Pérez y el historiador jujeño Víctor Cicarelli, entre otros. “Aunque el camino era la primera meta, la Comisión también asumió el compromiso de luchar por el ferrocarril al norte de Chile, un proyecto que en la visión de la institución, no solo aportaría a la integración ente las dos naciones sino que devolvería vida a pueblos puneños que agonizaban desde que el tren a La Quiaca trasladara el eje de desarrollo de la región”173 Las principales labores de la comisión comprendían fortalecer la alianza estratégica que se había venido formando con la ciudad de Calama y entablar una campaña de difusión sobre las virtudes de Jama para lograr que el gobierno chileno se interesara en la conexión vial. La situación económica de la provincia de Jujuy ya entrado 1984 era, en consonancia con el resto del país, muy complicada. El tendal de deudas dejadas por el gobierno militar asfixiaba a la nación, que en busca de financiamiento acotaba la coparticipación a las provincias en los rubros menos urgentes. Jama, era considerado por el gobierno de Alfonsín como un proyecto necesario, pero no apremiante, por tanto los fondos con los que contaba Vialidad provincial (no solo para Jama, sino para la ejecución de obras en general) alcanzaba el record mas bajo desde la creación de la institución. Sin embargo, desde la administración provincial se decidió dar absoluta prioridad a Jama por sobre cualquier necesidad vial en la provincia y con lo poco con que se contaba se pusieron en marcha las obras. En ese mismo año se inicio la construcción de un terraplén de 15 kilómetros sobre las salinas grandes, que unía Cerro Negro con el empalme de 173 BALLATORE, I; Op. Cit. p. 224 85 la Ruta Nacional Nº 40. Tres años mas tarde, en 1987, se iniciaba la pavimentación del tramo Mal Paso-Susques y se efectuaban mejoras en los tramos Susques- Empalme Ruta Nº 70 y desde este hasta el paso de Jama.174 Mientras las obras se desarrollaban crecía la inquietud en el seno político y social de la sociedad jujeña, ya que se notaba demorada la gestión por parte del gobierno nacional para reactivar los pasos transfronterizos. Para ahondar aun mas la preocupación de los jujeños, Roberto Tomasini, ministro de obras publicas de Raúl Alfonsín, efectúo desafortunadas declaraciones sobre Jama, ya que consideraba necesario efectuar “estudios técnicos y financieros” (que ya habían sido elaborados) y luego generar un “gran debate” en torno al proyecto. Desde el periodismo jujeño se criticaba duramente las declaraciones de Tomasini: “Seria lamentable que los esfuerzos y Gobierno de Jujuy se malograsen porque al presidente Alfonsín y a su canciller les falte capacidad negociadora y no adopten las decisiones políticas necesarias para lograr que el presidente Pinochet oficialice el paso de Jama como vía fronteriza para unir nuestra Provincia con el puerto de Antofagasta. La voluntad de los pueblos esta por encima de la suspicacia de los gobernantes”175 sentenciaba Rodolfo Ceballos, en una editorial del Diario Pregón. Con todo, los hechos iban demostrando sutiles pero constantes avances: en 1986 Susques pasaba a depender de la Aduana de San Salvador de Jujuy, evitando así desplazamientos inútiles hasta San Antonio de los Cobres y la Cooperativa de Trabajo Susques Limitada lograba la instalación de un surtidor de combustibles de la localidad. Amen, de estos hitos, que marcaban avances claros, el proyecto de Paso de Jama se tendría que enfrentar con uno de sus últimos escollos, aunque con seguridad el mas importante. En 1986 los intereses del puerto de Buenos Aires acusaron recibo de los avances integracionistas que lentamente se lograban desde el norte argentino. “Históricamente amo y señor de las exportaciones del país, Buenos Aires puso 174 Confróntese: Ibídem. p. 230. Citado en: BALLATORE, I; Jama la Causa que movió montañas. “Esta faltando decision política. Si Jujuy llega a perder el paso de Jama la responsable será nuestra Cancilleria”, Pregon, Jujuy, 12 de enero de 1986. 175 86 el grito en el cielo por las ventas de poroto a través del puerto de Antofagasta señalando que, esta audacia de los norteños era causante de la perdida de horas-hombres en la terminal mas importante”176 Del otro lado de la cordillera, tampoco se veía el movimiento nortino a favor de la integración con buenos ojos y se condenaba desde las agrupaciones gremiales del puerto de Santiago de Chile las pretensiones de la región Norte Grande de utilizar sus puertos como substitutos de los de la capital. “Convencidos que solamente un mismo frente con los nortes argentino y chileno, las fuerzas vivas de Paraguay y del sur del Brasil podía imponerse al todopoderoso eje Buenos Aires-Santiago, los jujeños comenzaron por aliarse con la Provincia de Corrientes para apoyar la construcción del puente internacional Santo Tomé-Sao Borja que permitiría integrar el corredor bioceánico por Jama”177 Al alinearse con Corrientes, las autoridades y fuerzas vivas de Jujuy, planteaban una idea que mas tarde se profundizaría, al asistir a la convocatoria del Primer Encuentro Bioceánico organizado por la I Región Tarapacá y de la Zona Franca de Iquique (ZOFRI), en 1986, donde quedaron sentadas las bases para la realización de un programa de trabajo para unir las riberas del Atlántico con el Pacifico. Jujuy había entendido que para que toda su gestión tuviese éxito, era necesario presentar como fundamento, que el beneficio del paso era de patrimonio nacional y no solo para la provincia. El camino estaba cada vez mas allanado, en un sentido físico y metafórico. 176 177 BALLATORE, I; Op. Cit. p. 241 Ibídem. p 244 87 Jujuy a Chile: el país trasandino da el visto bueno El 12 de diciembre de 1988, y tras una visita para ultimar detalles del 178, Pinochet daba instrucciones a sus colaboradores de “iniciar las gestiones destinadas a habilitar el paso de Jama”179 De esta forma, se puso en marcha del otro lado de la cordillera la maquinaria burocrática, que tenían como destinataria final a la Comisión Binacional de integración física, quien evaluó satisfactoriamente el camino por Jama, marcando la falta de 19 kilómetros en la parte chilena del trazado. Esta evaluación tuvo gran repercusión en los organismos técnicos trasandinos, quienes por primera vez dieron el visto bueno hacia la viabilidad de la ruta. En abril de 1989 el gobernador jujeño Ricardo de Aparici 180 lograba el contacto más importante en la historia del Paso de Jama. Tras las gestiones del presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio de Chile, Manuel Fellieu, sería Augusto Pinochet quien le concedería una audiencia al primer mandatario jujeño para que este le explique personalmente cuales serian los beneficios que el paso reportaría para los chilenos. Paralelamente se llevaba a cabo la cumbre entre Dante Caputo181 con su par chileno Hernán Felipe Errazuris182. Los resultados de ambas reuniones fueron en principio auspicios, empañándose luego debido a diferencias ideológicas; rigor político del lado chileno y una fuerte crisis económica del lado argentino. Con la asunción de Carlos Menem183, en 1989 seis meses antes de lo programado, y el retorno de un presidente democrático a Chile, Patricio 178 Sergio Gaete Rojas fue un abogado, académico, y político chileno de derecha, ministro de Estado del Augusto Pinochet. 179 BALLATORE, I. Op. Cit.. p. 273. 180 Ricardo de Aparici fue gobernador de Jujuy en el periodo 1987-1990. 181 Dante Mario Antonio Caputo político y politólogo argentino que ocupó la Cancillería durante toda la presidencia de Raúl Alfonsín y se ha destacado en el campo político, diplomático y académico nacional e internacional. 182 Hernán Felipe Errázuriz Correa abogado, diplomático y político chileno, ex ministro de varias carteras en el gobierno del Presidente Augusto Pinochet y ex presidente del Banco Central de su país. 183 Carlos Saúl Menem político y abogado argentino que fue presidente de la Nación Argentina desde 1989 a 1999 88 Aylwin184, en 1990, los norteños y los nortinos no tuvieron que esperar mucho más. Al decir de Ballatore: “se inauguraba una de las mejores épocas en la historia de la integración argentino-chilena. Y Jama fue una expresión de ello”185 Habilitación formal y material La noticia que Jujuy esperaba desde hacía 33 años, fue comunicada por el gobernador Alderete la fría mañana del 3 de agosto de 1991 en la Casa de Gobierno. Rodeado por miembros del COPIR, Alderete expreso ante la prensa que “todo el contexto en el que esta incluido Jama fue posible porque lo abordaron dos hombres, Aylwin y Menem, con una profunda fe democrática, que tratan de dar en los hechos pruebas irrefutables de lo que debe ser la hermandad de dos pueblos”186 Este anuncio era el resultado de la reunión que en junio de ese año, de la Comisión Binacional Argentino-Chilena de Cooperación Económica e integración Física llevada a cabo en Buenos Aires. En principio la representación chilena expreso que no estaba en sus planes la habilitación de Jama, ya que la política de habilitación de pasos fronterizos asignaba la prioridad al paso de Sico. Ante la decepción y la sorpresa de la representación argentina, el documento fue firmado con ese tono, sin embargo, mas tarde el error seria subsanado. Un día antes de que el Gobernador Eduardo Huascar Alderete187 anunciara la buena noticia, y, en el marco de la primera visita oficial del presidente Aylwin a la Argentina, se decidió enmendar el error cometido en junio por la Comisión Binacional Argentino-Chilena de Cooperación Económica e integración Física celebrada en Buenos Aires. De esta manera Menem y Aylwin 184 Patricio Aylwin Azócar es un político democratacristiano y jurista chileno. Fue presidente del Senado de1971 a 1972 y primer mandatario de su país durante el periodo comprendido entre 1990 y 1994. 185 BALLATORE, I; Op. Cit. p. 281 186 Ibídem. p. 295 187 Eduardo Huáscar Alderete resultó electo vicegobernador en 1987 y desde 1990, por renuncia del titular Ricardo De Aparici, ocupó la gobernación, hasta el 9 de diciembre de 1991. 89 ponían fin a las dilaciones y desacuerdos y habilitaban oficialmente el paso de Jama. “El 23 de Agosto de 1991, al suscribirse en Antofagasta el acuerdo que formalizo la constitución del Comité de Frontera Argentino Chileno “NOA-Norte Grande”, el paso de Jama pasaba a jugar un rol efectivo en el proceso de integración de los dos países”188 El recientemente creado comité, tenía jurisdicción en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca y La Rioja, y en las I, II y III regiones de Chile. El cometido de este organismo era el de dar agilidad y fluidez al transito de personas, además de atender la problemática aduanera, del mantenimiento de caminos, de controles fito/zoosanitarios y de coordinar los servicios de Gendarmería y Carabineros. La consigna era terminar antes del 6 de diciembre las obras que permitieran conectar Susques-Jama-San Pedro de Atacama, fecha en que los gobiernos de ambos países tenían previsto declarar oficialmente el paso al transito permanente de personas y bienes. En efecto, el día estipulado, en una hermosa mañana en la ciudad norteña de Purmamarca, quedaba oficialmente inaugurado el paso de Jama, estaban presentes el embajador chileno en Argentina, Carlos Figueroa Serrano189 y el canciller argentino Guido Di Tella 190 entre otras autoridades locales y regionales. Tras muchos años de lucha, finalmente el paso era un realidad191, “a ambos lados de los Andes, el interés de dos pueblos le había ganado una gran batalla a las miopías y mezquindades políticas y a los todo poderosos grupos económicos que históricamente habían impuesto un desarrollo de país de espaldas a las periferias”192 188 BALLATORE, I; Op. Cit. p. 309 Carlos Figueroa Serrano es un abogado, académico y político demócrata cristiano chileno, ex ministro de Estado de los presidentes Eduardo Frei Montalva y Eduardo Frei Ruiz-Tagle. 190 Guido Di Tella fue el canciller que más tiempo ejerció el cargo en la historia argentina, ya que lo hizo desde febrero de 1991 hasta el final del gobierno de Menem, en diciembre de 1999: ocho años y diez meses 191 Aunque inaugurado en 1991, las obras de pavimentación se concretarían en el año 2000, del lado chileno y en el 2005 del lado argentino. 192 BALLATORE, I; Op. Cit. p. 320 189 90 Conclusiones Finales A través del presente trabajo se respondió a la interrogante principal planteada en la introducción, así como también sus accesorias. Se definió cual era la acepción de “gestión exterior” que se interpreto correcta en esta tesina (y la que mas se adecuaba al sistema jurídico argentino), y desde allí se abordó la hipótesis esbozada en el inicio. En el plano institucional, el ejercicio de la gestión exterior aparece para cubrir aquellas demandas que el gobierno federal no ha sido capaz de satisfacer. Sin embargo, no debemos entenderla como una acción únicamente proactiva, sino también, como aquella manifestación natural tendiente a rellenar espacios y fisuras que el federalismo no haya podido ocupar. La aparición de la gestión exterior puede, en muchas oportunidades, no tener un vínculo adecuado o un canal conductor preciso por el cual desarrollarse, quedando trunca o ubicándose como agenda para actores paraestatales (como en el caso de Jama). Es por ello que desde esta tesina creemos necesario que conjuntamente con el debate y posterior reglamentación jurídica que debe darse, también debería introducirse en la agenda de las relaciones exteriores de la Argentina, la capacitación de funcionarios y la creación de canales institucionales (ministerios, secretarias, etc.) dedicados a cooptar las iniciativas provinciales en el marco de la gestión exterior. Es esperable, de acuerdo a la evolución de nuestra disciplina, que la tendencia de los actores subnacionales de buscar alternativas para su desarrollo sostenible en el exterior se profundice. Es entonces necesario profundizar el trabajo en torno al Comercio Exterior, no solo con la concesión de medidas económicas que faciliten la producción o la exportación de productos por parte de la provincia, sino con la construcción de una política de Estado alrededor del tema. Finalmente, estará en manos de las provincias, revalorizar el papel de sus recursos naturales, intentando, aunque la política lo dificulte, aplicar planes en el mediano y largo plazo, evitando la subexplotación y la depredación en pocos años de los valiosos recursos, que por ley, les corresponde resguardar. 91 Esta tesina estuvo también destinada a examinar la cuestión constitucional que rodea a la gestión exterior y su ámbito de aplicación, así como su competencia. El sistema jurídico argentino garantiza la posibilidad de ejercer la gestión exterior, pero que no la promueve ni facilita. Por ello en este trabajo, se intentó desglosar el debate que se ha formado en torno al Art. 124 de la Constitución Nacional y la eventual consecuencia del ejercicio de la gestión exterior por parte de las provincias. Lo complejo, a la hora de fundamentar la posición de esta tesina, es no entrar en las derivaciones políticas que surgirían del análisis realizado. Es decir, si el análisis fuera completo, teoría y práctica, las conclusiones serían muy difusas, pues la práctica de la gestión exterior depende de la coyuntura política y esta es inescrutable desde lo científico. En cuanto a la reglamentación, sería ideal que la gestión exterior esté reglamentada, aunque creemos que la cuestión cohabita en el medio de las dos posiciones reglamentarias presentadas en dicho capitulo. En primer término, estamos de acuerdo con lo que propone Dalla vía, esto es, un acuerdo marco, una especie de ley general, que marque los pasos procesales a seguir por cada actor provincial, pero esta ley debería instrumentar un seguimiento y no un control como plantean los reglamentistas por el Congreso, pues se supone que el Congreso controlaría un eventual desequilibrio en el sistema federal, y que velaría por la responsabilidad internacional del Estado Nacional, ambos controles son innecesarios. En primer lugar el desequilibrio en el sistema federal queda descartado, debido al coto que pondría la eventual ley reglamentaria, que dejaría de lado cualquier tipo de pretensión autonómica o sediciosa (situación absolutamente improbable en nuestro país). En cuanto a la responsabilidad internacional que se generaría ante la eventual cesación de pagos o el incumplimiento del convenio, también debería mantenerse fuera de la orbita del control estricto del Congreso, ya que la propia naturaleza del Art. 124 limita el ejercicio a la “coincidencia” con la política exterior de la Nación, por esto, y siempre dejando de lado la parte 92 “política” de la cuestión no tendría que ser un escollo para el ejercicio de la gestión exterior. De esta forma nos vamos a inclinar por una posición intermedia, para clarificar, un acuerdo marco, instrumentado mediante una ley nacional pero operativizado desde lo que podría ser un ministerio o secretaría de gestión exterior provincial con el asesoramiento de Cancillería y un seguimiento193 por parte de un organismo dependiente del Congreso Nacional (que podría ser creado a partir de la ley ya citada) dentro del marco que estipulan los Art. 124 y 125 de la Constitución Nacional. Este trabajo, hace un recorrido, que intenta que el lector comprenda cual fue la dimensión de las relaciones que la provincia de Jujuy mantuvo con sus vecinos internacionales. También sirve de guía, para entender la actualidad de la provincia, gracias al relato cronológico de su evolución histórica, social y económica. Es en este punto, que empieza a cristalizarse la respuesta a la hipótesis central de esta tesina, sobre la importancia del ejercicio de la gestión exterior. La estrecha relación entre Jujuy y sus vecinos internacionales, tanto a nivel histórico, económico y social, marca la importancia que tendría un dinámico ejercicio de la gestión exterior. La práctica dinámica y frecuente de la misma, podría rellenar las fisuras que el federalismo no llega a subsanar, promoviendo un desarrollo más estable, y sobre todo, sostenible en el tiempo. La causa de Jama representó mucho mas que un mero conglomerado de ideas, pudimos detectar que para facilitar que el ejercicio de la gestión exterior se de un sentido formal, puede existir presión de índole social, como el que ocurrió durante el proceso que desembocó con la construcción de Jama. La apuesta en materia de gestión exterior por parte de la provincia de Jujuy fue la de posicionar el paso de Jama como nexo de inserción internacional, en este sentido, sus promotores entendían que no solo se debería buscar abastecer los mercados nortinos chilenos con alimentos y materias primas, sino también establecer una salida para que los productos jujeños 193 Entiéndase que, al referirnos a seguimiento, no se hace alusión a control estricto sujeto a aprobación, sino a un acompañamiento y motivación por parte de dicho organismo en aras de lograr que las provincias estimulen su contacto con el mundo. 93 lleguen a la Cuenca del Pacifico y que las inversiones desde allí, arriben a la provincia. “Jujuy podía beneficiarse por su privilegiada ubicación geográfica, como lo había hecho antiguamente; esta vez como nexo de las regiones con economías de menor desarrollo relativo –o alejadas de los circuitos comerciales mas dinámicos del continente- con los puertos del Océano Pacifico”194 Sin embargo, como se desprende del articulo de Calleja y Safarov “Buscando otra salida: La Paradiplomacia de Jujuy en los 90”, en el lustro posterior a la habilitación de Jama, no se registraron cambios verdaderamente sensibles en la economía provincial. Si bien a nivel discursivo los dirigentes políticos provinciales y el empresariado local pronosticaban una verdadera ola de inversiones, eso no sucedió en la práctica. De hecho la primera incursión desde el Pacifico llegó recién en 1997 y la hicieron directivos de Mitsubishi International Corporation, “con el objetivo de conocer y recopilar información del Corredor Bioceánico y el potencial de producción de la provincia y la región del NOA, con la idea de abrir nuevos puntos de comercialización entre Japón y Latinoamérica.”195 Hasta la fecha, las inversiones extranjeras no se han incrementado de manera independiente, de hecho, actuaron en consonancia con el ritmo económico nacional, aumentando en épocas de crecimiento y disminuyendo en momentos de retroceso. Esto se extrae del Producto Bruto Geográfico elaborado por la Dirección Provincial de Estadísticas y Censos de la provincia de Jujuy196. Sin embargo, el efecto que Jama tuvo en el desarrollo provincial, va más allá de las deseadas inversiones extranjeras en suelo jujeño. Ejemplo de ello es la instalación de la red de gasoductos a Chile. “El gobierno de Carlos Menem autorizó en la segunda mitad de la década de los 90, la construcción de gasoductos que llegaran desde la cuenca gasífera 194 CALLEJA, M y SAFAROV, A; Buscando otra salida: La Paradiplomacia de Jujuy en los 90, en: LAGOS, M (director), Jujuy bajo el signo neoliberal. Política, sociedad y cultura en la década del noventa. Jujuy, EDUNJU, 2009 p. 257. 195 Ibídem. p. 262. 196 http://www.dippec.jujuy.gov.ar/pbg.htm 94 del norte de Salta al norte de Chile, atravesando el territorio jujeño y cruzando la cordillera por Jama”197 La instalación de los gasoductos abría un gran abanico de posibilidades: desde la venta del gas licuado a Chile hasta la posible exportación del hidrocarburo al mundo a través de los puertos del Pacifico. “Finalmente los gasoductos que se construyeron fueron dos: Atacama y Norandino (…) Los gasoductos comenzaron a operar en el año 1999, y si bien los discursos del gobierno provincial y de los sectores interesados en la concreción de las obras, justificaban el proyecto argumentando los beneficios que supondrían para los pueblos de Quebrada y Puna, la mayoría de ellos sigue esperando por el gas”198 La instalación de los gasoductos no reporto en si misma un crecimiento mensurable en el producto bruto de la provincia, pero si generó un mejor posicionamiento geopolítico a nivel regional y nacional. Paralelamente, se inicio un proceso de vinculación internacional conocido como ZICOSUR (Zona de integración del Centro Oeste de America del Sur). “Este megaproyecto de cooperación subregional esta integrado por regiones del norte argentino, centro y sur de Bolivia, norte de Chile, Paraguay y centro oeste brasileño”199 Las regiones que componen al ZICOSUR están caracterizadas por ser periféricas, alejadas de los centros de decisión política de los países que la contienen, naciendo entonces, para revertir el subdesarrollo estructural comparativo, mediante una integración que permita superar esa desventaja natural. “Los motivos que llevaron a Jujuy a integrar la ZICOSUR, son coincidentes con las provincias con los de las demás provincias del NOA y pueden resumirse fundamentalmente en los siguientes: la posibilidad de poder comerciar con las economías del Pacifico, desde los puertos chilenos a través de Jama y la oportunidad de retomar su antigua vinculación con los países vecinos”200 197 CALLEJA, M y otros; Op. Cit. p. 263. Ibídem. p. 266. 199 Ibídem. p. 269 200 Ibídem. p. 271 198 95 El dinamismo del ZICOSUR estuvo y aun esta marcado por el ritmo político continental. Si bien la creación de las subregiones internacionales apunta a obtener una mayor autonomía decisoria en temas económicos y de desarrollo, en ultima instancia la decisión es siempre política y, puede agilizarse si las ideologías a nivel continental concuerdan o demorarse si difieren. En este marco, amén de los intentos integracionistas, no se vislumbra en un horizonte cercano que la integración subregional puede ser la clave del desarrollo para la provincia de Jujuy. De hecho, los únicos logros del ZICOSUR, fueron generar pedidos o manifestaciones a favor de la integración energética y de la inversión en infraestructura. El impacto concreto y palpable, nunca llegó. Durante el extenso recorrido realizado por esta investigación, se intento responder a la hipótesis central que motivó esta tesina, esta es, si la gestión exterior puede generar desarrollo sostenible para los actores subnacionales periféricos, mas precisamente, para la provincia de Jujuy. Por una parte vale la pena analizar el papel de la gestión exterior como herramienta, en el campo de la teoría, sacándola de la orbita natural en la que habita (la política domestica nacional y provincial). De esta forma, nos inclinaríamos por afirmar que el ejercicio de la gestión exterior facilitaría las vinculaciones internacionales de la provincia, ergo, a mayor número de canales a través de los cuales solucionar inconvenientes, mayor seria la facilidad de motivar y apuntalar el desarrollo sostenible. Sin embargo, cabe destacar que el ejercicio de la gestión exterior esta envuelto en la orbita de las decisiones políticas, estas a su vez, obedecen en la mayoría de los casos a presiones de índole coyuntural, siendo muchas veces, inconsistentes con la necesidades de un saludable ejercicio en materia de política exterior. El paso de Jama es la prueba cabal de estos dos ejemplos anteriores, fue pensado y concretado como la solución a muchos de los problemas estructurales de Jujuy, y finalmente, tras veinte años de existencia, poco ha generado por si mismo (en cuanto a efectos directos de su incidencia en la economía) para hacer un real aporte al desarrollo provincial. 96 Por esto, según lo planteado en el presente trabajo, cabe afirmar que el mero ejercicio de la gestión exterior, no ha sido, por si mismo, promotor directo del desarrollo sostenible. De todas maneras, y a pesar la falta de estadísticas especificas, o de trabajos de investigación referentes al tema, si se puede concluir, que el Paso de Jama es un recurso invalorable, que favorecerá el ejercicio de la gestión exterior en el futuro. Esto combinado con funcionarios capacitados, y políticas de Estado a largo plazo podrían generar en la práctica, lo que la teoría indica, que la política exterior provincial sea un factor de peso en el desarrollo sostenible de Jujuy. Bibliografía 97 ARMENGOL, Juan; Argentina-Chile (1963/66). Revista Estrategia N° 2 y 3, Buenos Aires. 1969. BALLATORE, Irene; Jama la Causa que movió montañas. Ediciones PGA, Jujuy. 2005. BIDART CAMPOS, Germán; Manual de Derecho constitucional argentino. Buenos Aires. ALTEA. 1998. BIDART CAMPOS, Germán; Tratado Elemental de Derecho Constitucional. Buenos Aires. EDIAR. 1989. BIDONDO, Emilio; La Guerra de la Independencia en el Norte Argentino. Buenos Aires. EUDEBA. 1976. 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