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Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 03/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. CARTAS AL DIRECTOR de 1, procediéndose al alta a planta sin mostrar signos ni síntomas de aparición de un brote de angioedema. A las 24 h es seguido por la Unidad de Dolor Agudo, obteniéndose valores en reposo y actividad de la escala visual analógica de 0 y 4, respectivamente. El paciente ya deambulaba y no requirió analgesia de rescate. Se le retira el catéter epidural por el que recibió una dosis total de 150 mg de levobupivacaína y 240 g de fentanilo. A las 48 h de la intervención es valorado de nuevo por la Unidad de Dolor Agudo, manteniendo valores de la escala visual analógica en reposo y actividad de 0 y 3, respectivamente, recibiendo el alta sin presentar clínica respiratoria ni digestiva ni cutánea de exacerbación del angioedema. La preferencia de la anestesia locorregional siempre que sea posible en pacientes con AEH se ha puesto de manifiesto en casos de histerectomía abdominal2 o analgesia obstétrica3 , entre otros. Aunque habitualmente no se conoce un factor desencadenante claro de los brotes de AEH, sí se ha demostrado que una agresión tisular local, estrés emocional, dolor, infecciones o fármacos como los IECA pueden precipitar un brote4 . Evitar la manipulación de la vía aérea en un paciente que ha presentado edemas supraglóticos previos siempre que sea posible es un objetivo a tener en cuenta en estos casos. Bajo esta premisa, y ante la sospecha de apendicitis no complicada, se decide realizar anestesia neuroaxial, insertando en el mismo procedimiento un catéter epidural para obtener un mejor control analgésico y así limitar los factores estresantes. En cuanto a la profilaxis farmacológica, actualmente es de elección el empleo de concentrados de C1-INH5 , aunque si este no está disponible se pueden emplear andrógenos atenuados (danazol, estanozolol) o antifibrinolíticos (ácido tranexámico, ácido épsilon aminocaproico) en procedimientos programados, o plasma tratado con solvente, si no hay disponible plasma fresco congelado, en caso de urgencia. En todos los casos es conveniente tener disponible el inhibidor de bradicininas icatibant4 , ya que a pesar de las medidas profilácticas, puede desarrollarse el angioedema. Queremos demostrar la importancia de la prevención de angioedema en los pacientes que van a ser sometidos a Reinhalación severa de dióxido de carbono secundaria a la ausencia de las válvulas inspiratoria y espiratoria de la estación de anestesia no detectada en su revisión diaria Re-inhalation of carbon dioxide due to not detecting the absence of inspiratory-expiratory valves during the daily revision of the anesthetic station Sr. Director: La reinhalación de CO2 durante la ventilación mecánica en quirófano es un problema poco frecuente, pero fácilmente 589 una intervención quirúrgica. Primero, aportando una dosis preoperatoria de C1-INH. Segundo, efectuando siempre que sea posible una anestesia locorregional para intentar no manipular la vía aérea. Tercero, tener disponible alternativas ante la presentación de angioedema, como un carro de vía aérea difícil e icatibant y/o plasma. Por último, proporcionar al paciente una estrategia de analgesia multimodal para evitar que el dolor actúe como factor desencadenante del brote. Bibliografía 1. Navarro Ruiz A, Crespo Diz C, Poveda Andrés JL, Cebollero de Torre A. Algoritmo de diagnóstico y tratamiento del angioedema hereditario como herramienta para su manejo. Farm Hosp. 2013;37:521---9. 2. Martín MJ, Carballo JC, Baños G. Anestesia en un caso de angioedema hereditario. Rev Esp Anestesiol Reanim. 1993;40: 29---31. 3. Fiz Matías J, Ferrer Cerón SM, García Pérez C, Marcos Vidal JM. Analgesia obstétrica en un caso de edema angioneurótico hereditario tipo iii. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2007;54: 253---4. 4. Ghazi A, Grant JA. Hereditary angioedema: Epidemiology, management, and role of icatibant. Biologics. 2013;7:103---13. 5. Narayanan A, Date RR, Birur S, Bhakta P, Srinivasan S. Anaesthesia management of patient with hereditary angioedema with prophylactic administration of C1 esterase inhibitor: Case report and literature review. Sultan Qaboos Univ Med J. 2013;13: 467---71. J. Ferrero de Paz ∗ , A. Martín García, N. Echevarría Blasco y J.M. Marcos Vidal Anestesiología y Reanimación, Complejo Asistencial Universitario de León, León, España Autor para correspondencia. Correo electrónico: jferrerodepaz@gmail.com (J. Ferrero de Paz). ∗ http://dx.doi.org/10.1016/j.redar.2014.03.008 detectable y solucionable. En la mayoría de los casos se debe al uso de un circuito cerrado o semicerrado con un absorbente de CO2 agotado. El malfuncionamiento de la estación de anestesia (EA) puede ser otra causa a descartar. A continuación presentamos un caso de reinhalación severa secundaria a la ausencia de las membranas de las válvulas inspiratoria y espiratoria del respirador, no detectada en el chequeo previo a la intervención. Presentamos el caso de un varón de 74 años sometido a una resección transuretral de tumoraciones vesicales con anestesia general. Se trataba del primer caso de la mañana del primer día tras un periodo vacacional durante el que no se había utilizado ese quirófano. El último día laborable previo a los días de inactividad se procedió a la esterilización de los componentes de la EA (Fabius® Tiro, Dräger Medical GmbH, Lübeck, Alemania) y a su posterior montaje por personal no médico. Antes de la llegada del primer paciente, el personal de enfermería realizó el chequeo automático de Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 03/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. 590 la EA, que se concluyó sin advertir ninguna anomalía. Con el paciente en quirófano y monitorizado, se preoxigenó con una fracción inspirada de O2 al 100% a través del respirador. Se indujo anestesia general con atropina, fentanilo y propofol, y se insertó una mascarilla laríngea I-gel® (Intersurgical Ltd., Wokingham, Berkshire, Reino Unido) del número 5, sin incidencias. Se inició la ventilación mecánica controlada por volumen y la administración de sevoflurano para el mantenimiento anestésico. Se programó un flujo de gas fresco de 2 L/min. Tras las primeras insuflaciones se observó una imposibilidad para conseguir el volumen corriente programado, se orientó como una posible fuga de la mascarilla laríngea y se recolocó sin incidencias. Debido a la persistencia del problema se aumentó el flujo de gas fresco, la frecuencia respiratoria y el volumen corriente. Al mismo tiempo se detectó una fracción inspirada de CO2 con valores cambiantes entre 3 y 15 mmHg, pero que no alcanzaban el 0 (Anexo disponible en la web). Ante la sospecha de un absorbedor de CO2 en mal estado, a pesar de no observarse cambios en su coloración, se aumentó el flujo de gas fresco para intentar minimizar la reinhalación de CO2 , pero no se comprobó ninguna mejoría. A pesar de los elevados valores de CO2 inspirado, el CO2 medido al final de la espiración no sobrepasó los 50 mmHg en ningún momento. El paciente inició esfuerzos inspiratorios, por lo que se mantuvo en ventilación espontánea, pero la fracción inspirada de CO2 continuó elevada. Se comprobó el respirador en busca de anomalías y se detectó la ausencia de las membranas de la válvula inspiratoria y espiratoria. Además, se observó el sensor de O2 mal posicionado sobre la válvula espiratoria en lugar de la inspiratoria (fig. 1). Inmediatamente se conectó al paciente a un sistema auxiliar de ventilación manual tipo Mapleson C (Intersurgical Ltd., Wokingham, Berkshire, Reino Unido), y los valores de CO2 inspirados fueron de 0. Se inició una perfusión de propofol intravenosa y el procedimiento quirúrgico se realizó sin incidencias, manteniendo la ventilación espontánea. El paciente presentó una recuperación completa, sin incidencias. Se reclamaron las membranas al equipo de esterilización y, tras su colocación, la EA trabajó con normalidad. Figura 1 Válvulas unidireccionales con ausencia de las membranas. Sensor de oxígeno sobre válvula espiratoria. CARTAS AL DIRECTOR El caso presentado evidencia una complicación potencialmente grave secundaria a un mal montaje de la EA tras la esterilización de sus componentes, que no fue detectado en el chequeo rutinario realizado a la misma. La incidencia descrita de problemas de los equipos de anestesia durante el periodo intraoperatorio es baja, variando entre un 0,06% hasta un 0,7%1 . El análisis de los incidentes críticos relacionados con las EA evidencia que los problemas relacionados con el ventilador generan el 17,9% de los mismos2 . Una reciente revisión de las demandas relacionadas con los sistemas de administración de anestesia describe una gran disminución de las mismas, pasando de un 4% en la década de los 70 a solo un 1% en la última década, debido a la mejora de los cuidados anestésicos. Dicha mejora se reafirma al comprobar que estas últimas reclamaciones, basadas en el mismo tipo de complicaciones, referían un menor daño sobre los pacientes que las previas3 . El montaje de la EA debe ser realizado por personal cualificado que haya recibido una formación específica por técnicos o anestesiólogos capacitados. En el caso descrito, además de la ausencia de la membrana en las válvulas, el sensor de O2 fue colocado en un lugar equivocado. El análisis posterior del incidente concluyó que el suceso se produjo por una concatenación de errores, como el montaje incorrecto de la EA, la falta de comunicación con el Servicio de Electromedicina para realizar la supervisión reglada habitual del montaje, y la falta de detección en el chequeo a primera hora de la mañana. Ambos errores de montaje no fueron detectados por el sistema de chequeo automático de la EA, permitiendo su uso, lo que supuso un grave riesgo para el paciente. Pensamos que el chequeo automático de esta EA es insuficiente, debiendo completarse con una inspección visual del funcionamiento de las válvulas y de la posición del sensor de O2 , tal y como recomienda la Sociedad Española de Anestesiología en sus directrices de chequeo preanestésico4 . La Asociación de Anestesiólogos de Gran Bretaña e Irlanda, en su reciente revisión de sus guías de seguridad del paciente, han añadido al chequeo individual de los componentes de la EA el «two-bag test», prueba basada en la valoración del funcionamiento de la EA (incluyendo la inspección visual de las válvulas unidireccionales) con la máquina conectada a un pulmón artificial5 . El uso de un protocolo específico en cada centro para el chequeo del instrumental y de la medicación anestésica fue acordado en la Declaración de Helsinki de la seguridad del paciente en Anestesiología. Consecuentemente, hemos insistido en la supervisión de la EA durante el cumplimiento del protocolo de checklist de quirófano. A pesar de la potencial «gravedad» de un mal funcionamiento de la EA, actualmente apenas se registran daños graves debido a los sistemas de monitorización actuales, que permiten una rápida detección y actuación2 . En nuestro caso, la monitorización del CO2 inhalado, junto con la imposibilidad de alcanzar el volumen corriente, fueron claves para detectar el problema y solucionarlo. En caso de no disponer de dicha monitorización (durante un traslado, en un área fuera de quirófano, etc.), el alcance de las consecuencias podría haber sido mayor. Disponer de un sistema alternativo de administración de O2 en el propio quirófano y de una EA de reserva disponi- Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 03/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. CARTAS AL DIRECTOR ble es mandatorio para garantizar la seguridad cuando el equipamiento habitual presente un mal funcionamiento4 . Los avances tecnológicos sobre las EA, con sus actuales sistemas de seguridad, nos generan una sensación de tranquilidad, pero, por otro lado, nos distancian del clásico chequeo manual del equipo. Hoy en día todavía existen muchos modelos antiguos de EA en nuestro medio, y el contexto económico actual impide, en muchos casos, la renovación de los mismos. Problemas como el descrito deben alertarnos ante esta posibilidad, sobre todo cuando trabajemos con EA antiguas o con las que estemos poco habituados. Los incidentes relacionados con el equipamiento de anestesia pueden comprometer la seguridad del paciente, y su notificación activa contribuye a su mejora. Con tal fin, el incidente fue notificado al Sistema de Notificación y Aprendizaje para la Seguridad del Paciente y al Sistema Español de Notificación de Seguridad en Anestesia y Reanimación. Asimismo, el incidente se puso en conocimiento de la empresa responsable del equipo de anestesia. El caso expuesto nos confirma que el chequeo automático de la EA no es infalible y que fallos en el montaje como los descritos pueden pasar desapercibidos, suponiendo un riesgo para los pacientes. Introducir en los programas de formación continuada actualizaciones sobre el chequeo de las EA entre los profesionales implicados puede mejorar la eficacia y adherencia al mismo. La responsabilidad última del chequeo previo al uso de un equipo de anestesia es del anestesiólogo. El delegar parte de dicha función a otros profesionales (personal técnico, enfermería, etc.) puede mejorar el cumplimiento del chequeo, ya que los pasos de verificación críticos se beneficiarán de la redundancia intencionada. Un trabajo reciente describe una mayor incidencia de complicaciones médicas los fines de semana frente a los días laborables6 . Nuestro incidente ocurrió tras varios días de inactividad, lo que pudo condicionar el error de comunicación descrito. Pensamos que nuestro grado de alerta debe elevarse al trabajar de nuevo con una EA sin uso durante varios días. Podemos concluir que las EA facilitan nuestro trabajo, pero la posibilidad de fallos en su funcionamiento existe, a pesar de finalizar el chequeo automático con éxito. Es Comentarios al artículo «Intubación difícil con Airtraq® y fibrobroncoscopio en paciente despierta con absceso parafaríngeo» Comment to article ‘‘Difficult intubation with Airtraq® and fibreoptic bronchoscope in an awake patient with parapharyngeal abscess’’ Sr. Director: Hemos leído con atención la carta del Dr. Unzue et al.1 que hace referencia al uso combinado, con éxito, del laringos- 591 nuestro deber inspeccionar nuestro equipamiento de forma exhaustiva antes de su utilización con los pacientes. Anexo. Material adicional Se puede consultar material adicional a este artículo en su versión electrónica disponible en http://dx.doi.org/ 10.1016/j.redar.2014.03.011. Bibliografía 1. Fasting S, Gisvold SE. Equipment problems during anaesthesia– Are they a quality problem? Br J Anaesth. 2002;89:825---31. 2. Cassidy CJ, Smith A, Arnot-Smith J. Critical incident reports concerning anaesthetic equipment: Analysis of the UK National Reporting and Learning System (NRLS) data from 2006-2008. Anaesthesia. 2011;66:879---88. 3. Mehta SP, Eisenkraft JB, Posner KL, Domino KB. Patient injuries from anesthesia gas delivery equipment. A closed claims update. Anesthesiology. 2013;119:788---95. 4. Cassinello F, Ariño JJ, Bartolomé AA, de la Pinta JC, de la Quintana FB, Espinosa ME, et al. Directrices de procedimientos de comprobación y validación («chequeo») previos a la anestesia de la SEDAR. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2013;60 Supl 1:4---10. 5. Hartle A, Anderson E, Bythell V, Gemmell L, Jones H, Mclvor D, et al., Association of Anaesthetists of Great Britain and Ireland (AAGBI). Checking anaesthetic equipment 2012: Association of Anaesthetists of Great Britain and Ireland. Anaesthesia. 2012;67:660---8. 6. Bendavid E, Kaganova Y, Needleman J, Gruenberg L, Weissman JS. Complication rates on weekends and weekdays in US hospitals. Am J Med. 2007;120:422---8. A. Bilbao Ares ∗ , M. Castañeda Pascual, N. Zaballos Barcala y M.P. Martín Vizcaíno Servicio de Anestesia y Reanimación, Complejo Hospitalario de Navarra, Pamplona, Navarra, España Autor para correspondencia. Correo electrónico: abilbaoa@navarra.es (A. Bilbao Ares). ∗ http://dx.doi.org/10.1016/j.redar.2014.03.011 copio óptico Airtraq® y fibrobroncoscopio (FB) tras fracaso en la intubación orotraqueal con este último por presencia de inflamación en la vía aérea superior secundaria a un absceso parafaríngeo. Los autores deben ser felicitados por el abordaje descrito ante un caso de tal complejidad. Quisiéramos aprovechar la ocasión para añadir unos comentarios al respecto, que consideramos podrían resultar de interés para los lectores. Efectivamente la intubación con FB con el paciente despierto es el patrón oro para el tratamiento de la vía aérea difícil prevista. Alternativamente, el uso como primera elección de laringoscopios ópticos o videolaringoscopios en las mismas condiciones está sustentado por la evidencia científica. Sin embargo, ambos tipos de dispositivos son falibles2,3 en determinadas, aunque raras, circunstancias, como macroglosia, obesidad o presencia de una masa o una