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Primer Congreso Latinoamericano de Historia Económica CLADHE Cuartas Jornadas Uruguayas de Historia Económica PONENCIA Los funcionarios públicos en el Uruguay del siglo XX: ¿Expansión de funciones o burocratización? Magdalena Bertino- Ulises García Repetto magda@iecon.ccee.edu.uy - ulises@iecon.ccee.edu.uy Área de Historia Económica del Instituto de Economía, Facultad de Ciencias Económicas y de Administración Universidad de la República, Montevideo. Uruguay. 1 INDICE INDICE ......................................................................................................................... 2 Introducción ...................................................................................................................... 3 1. La mirada historiográfica sobre el crecimiento del empleo público ............................ 4 2. La Metodología ............................................................................................................ 8 2.1 Funcionarios y cargos. ............................................................................................ 8 2.2 La naturaleza de los cargos ..................................................................................... 8 2.3 Disparidad de la información sobre la Administración Central y sobre el conjunto de la Administración Pública ........................................................................................ 9 2.3.1 Información sobre funcionarios de la Administración Central ..................... 9 2.3.2 Información sobre funcionarios de las Empresas Públicas y de las Intendencias ............................................................................................................ 10 2.4. Estimaciones realizadas ....................................................................................... 11 3. Evolución del Empleo Público .................................................................................. 11 3.1 El total de funcionarios del Sector Público ......................................................... 11 3.2 Los funcionarios de la Administración Central ................................................... 13 3.3 La expansión de la educación ............................................................................... 14 3.4 Los gobiernos departamentales ........................................................................... 15 3.5 Las Empresas Públicas ......................................................................................... 16 4. El empleo público y los modelos de acumulación en el siglo XX ............................. 17 5. Reflexiones finales .................................................................................................... 21 6. Fuentes y bibliografía ................................................................................................. 22 1) Fuentes ................................................................................................................... 22 2. Bibliografía ............................................................................................................. 23 2 LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS EN EL URUGUAY DEL SIGLO XX: ¿EXPANSIÓN DE FUNCIONES O BUROCRATIZACIÓN? Introducción El debate referido a la “reforma del Estado” en el Uruguay siempre se ha dado en torno a temas como la eficiencia de la burocracia, el derecho a la inmovilidad y el considerado excesivo número de funcionarios públicos. Este último, además de constituirse en la variable de ajuste en los intentos de achicar el tamaño del Estado que se instrumentaron desde inicios de la década de los ’90, ha sido un tema recurrente a lo largo del siglo XX, al punto que se le puede considerar como un fenómeno de larga duración en la historia del país. Esta concepto adquiere especial relevancia si se entiende que el incremento del funcionariado se encuentra íntimamente relacionado con la evolución económica del Uruguay y la incapacidad de la estructura productiva para absorber toda la oferta de trabajo. El empleo público habría sido una solución funcional al desempleo estructural de la economía uruguaya, basada en la producción pecuaria para la exportación y en la gran propiedad. Especialmente funcional al modelo de desarrollo agro-exportador, pero también una opción válida a efectos de paliar la carencia de empleo cuando se produjo el agotamiento de la industrialización por sustitución de importaciones y el estancamiento económico del país hacia fines de la década cincuenta. Esta última solución, pese a que no se manifestara claramente ni por las autoridades ni por los partidos políticos mayoritarios, fue la que resultó viable hasta principios de los ’90, momento en que las políticas neoliberales de achicamiento del Estado, reducción del Gasto y eficiencia comienzan a primar. Desde la Revolución Francesa los aparatos estatales han experimentado una permanente expansión y un incremento de sus funciones y de su presencia en la sociedad y en la economía. Este protagonismo se evidencia en su papel como regulador de la actividad económica, como productor y como responsable del bienestar de la sociedad distribuyendo el ingreso por medio del gasto público o la recaudación impositiva. Este importante desarrollo hace que el Estado deba dotarse de funcionarios capaces de cumplir con las múltiples funciones asumidas. También en Uruguay la ampliación de actividades determinó el incremento de la burocracia, transformando al Sector Público en un influyente agente económico demandante trabajo a lo largo del siglo, en especial a partir del momento que comienza a abandonar su calidad de “juez y gendarme” y extiende su accionar a la esfera social y a las actividades financieras y productivas. La pregunta central que se plantea es si los períodos de crecimiento acelerado del funcionariado público se correspondieron con las expansión de las funciones del Estado o si en determinados períodos y circunstancias, el incremento fue independiente de dicha expansión, impulsado por razones de clientelismo o por la necesidad de crear empleo público ante la retracción de la actividad privada. Por otra parte, se busca detectar las relaciones y la funcionalidad de la evolución del empleo público y las actividades que se desarrollan, con los modelos de acumulación y sus correspondientes regímenes fiscales, identificados en el Uruguay del 3 siglo XX. Se espera contribuir con este estudio sobre el empleo público a la discusión emprendida en el ámbito del estudio de las finanzas públicas, alrededor de la hipótesis sobre la existencia de un régimen fiscal correspondiente al primer batllismo y que se extiende hasta los años treinta; otro, que alcanza su apogeo en el período “neobatllista”, funcional con la estrategia de “crecimiento hacia dentro” inducido por el Estado, que se va diluyendo en los años sesenta y uno final, que se extiende desde principios de los años setenta y se profundiza durante los noventa, signado por la liberalización económica y la intención de reducir el papel del Estado en la economía. El trabajo se estructura de la forma siguiente: En la primera sección se realiza un breve recorrido sobre el estado del arte. En la segunda se describen las dificultades metodológicas derivadas de la falta de información homogénea sobre el tema, en particular en dos aspectos: la relación entre cargos presupuestados y ocupación pública y la escasa información para la mayor parte del período sobre funcionarios de intendencias y de empresas públicas. En la tercera sección se analizan las series construidas, con especial énfasis en la relativa a la ocupación pública total en una mirada de largo plazo y la ecolución en los distintintos subsectores del sector público: Administración Central, Empresas Estatales e Intendencias. Se busca identificar los períodos en los que se producen los mayores crecimientos en la ocupación pública, buscando respuestas a la pregunta del título, expansión de funciones o burocratización. En la cuarta sección se organiza la información sobre la ocupación pública en tres grandes grupos: la vinculada a las funciones primarias del Estado, la que se relaciona con el gasto social y la que se dirige al fomento y regulación de la economía así como a la propia actividad económica del Estado, incluyendo las empresas públicas. Se aspira a lograr relacionar los énfasis en estas actividades con los modos de acumulación y los regímenes fiscales identificados a lo largo del siglo. A su vez, se relaciona el número de funcionarios públicos con variables relativas a la evolución social y económica del país, por ejemplo: la población total y el PBI. 1. La mirada historiográfica sobre el crecimiento del empleo público La presencia y el protagonismo de Estado en el caso uruguayo es “una tendencia de larga duración de la historia uruguaya, que puede rastrearse desde su época colonial”1. Aún así, la evolución del Sector Público en el Uruguay no ha merecido un profundo estudio ni por parte de la historiografía ni por parte de otras ciencias sociales. Este limitado interés se evidencia en la carencia de serie confiables relativas a la cantidad de funcionarios públicos, el capital humano y su ubicación en el aparato del Estado. Esta carencia fue señalada por Reto Bertoni, al sostener que: “Desde el punto de vista empírico. Es necesario trabajar mucho más en la confección de series confiables que permitan estudiar la evolución del empleo público en el largo plazo. Es imprescindible trabajar 1 Nahum, B.: “Las Empresas Públicas Uruguayas: origen y gestión”, pág. 13. 4 desagregando información, de manera de poder establecer distintos escenarios de crecimiento del funcionariado: discriminar el comportamiento de la Administración Central (y dentro de ella las diferentes reparticiones), los Gobiernos Departamentales y las Empresas Públicas para dirigir miradas específicas al desempeño de estos ámbitos del Sector Público. Sólo así es posible avanzar en posibles correlaciones e incluso hipótesis de causalidad. Sólo así puede pretenderse instrumentalizar algún tipo de medida de eficiencia y productividad”.2 El tema comienza a analizarse a partir de la década del cincuenta, cumpliendo la prensa de opinión un destacado protagonismo en la presentación del tema 3. El primer censo de funcionarios públicos (27 de agosto de 1969) fue un momento fundamental en que se captaron datos estadísticos seguros relativos a su número, destino, capital humano y condiciones de vida (vivienda, asistencia médica, etc.). El incremento de los funcionarios ya había sido criticado por Julio Martinez Lamas , justo cuando comenzaba a procesarse el “gran salto adelante” de mediados de siglo XX. Este autor, desde una posición contraria a las políticas batllistas que priorizaban el desarrollo urbano y la industrialización, señalaba que el aumento del gasto público no sólo era superfluo e innecesario sino que se conseguía castigando a los sectores ganaderos, verdaderos sectores productivos del país. 4 “Existe una causa fundamental, de orden social, que impulsa a extender el gasto público. Él es, así, en cierto modo, una necesidad general, y reposa, por tanto, en una causa superior. El gasto superfluo, perjudicial por innecesario, no es tal para la idea que lo mantiene y alienta; idea que, en esencia, consiste en creer que el Estado debe dar trabajo a los desocupados y costearlo con los recursos del impuesto”.5 Repasando los distintos trabajos que han incursionado en el análisis del empleo público como objeto de estudio desde distintos enfoques (históricos, sociales, etc.) en general han centrado su atención en el período comprendido entre 1910 y 1970, momento en que se produce la ampliación de la esfera de acción del Estado y consecuentemente se incrementa el funcionariado. Desde un enfoque de historia económica se ha señalado que un primer empuje en el aumento de los funcionarios públicos se constata en las dos décadas comprendidas entre 1910 y 19306. Este incremento respondería a un aumento de la funciones del Estado y a posibles intenciones electorales del partido de gobierno, en especial a mediados de la década de los ’20, en que constatan un aumento de casi un 100% entre 1925 y 1928 en los efectivos del Ejército. Según se pudo constatar en la presente investigación entre dichos años no se produce dicho incremento, que si se dio en el primer lustro de la década de ’10. Este error respecto de los años ’20 correspondería a dificultades en la lectura de los datos que surgen en las fuentes. Bertoni, R.: “El Estado Empleador: Evolución del empleo público en Uruguay (1870-1990)”, pág. 5 (trabajo inédito/ 2004). 3 Quijano, C.: “Semanario Marcha”, nº 694 y 699 de 1953, nº 966 de 1959 y nº1237 de 1964. 4 Martínez Lamas, J. Riqueza y Pobreza del Uruguay (1946). 5 Idem, pág. 340. 6 Bertino, M. y otros: “La Economía del Primer Batllismo y los años veinte, Historia Económica del Uruguay”, tomo III, pág. 395 y ss.. 2 5 A su vez, autores como Aldo Solari y Rolando Franco7 y Benjamin Nahum8, estudiando la creación y evolución de las empresas públicas incursionan colateralmente en el tema de los funcionarios públicos. Ambos trabajos -al igual que el de Roque .Faraone y el de Nestor Campiglia9- registran un aumento de funcionarios del orden de 73% entre los años 1930 y 1932, justo en el momento en que se percibe en el país las consecuencias de la Gran Depresión. En estos autores nuevamente se observan las dificultades en el manejo de fuentes y los errores en que se puede incurrir al considerar datos de distinta índole. En efecto, si bien es cierto que en la Administración Central los funcionarios presupuestados podrían ser aproximadamente 30.000 para el año 1930, estos no se incrementaron a 52.000 para el año 1932. En todo caso esta última cifra correspondería a todo el Sector Público (incluyendo Gobiernos Departamentales y Empresas del Estado). Según nuestro estudio cauntitativo sobre fuentes, y ajustándo el análisis solamente a la Administración Central, el aumento del funcionariado entre estos años fue escasamente del 8,1%10, siendo la tasa acumulativa anual en estos años de 2%, guarismo ajustado a la tasa acumulativa anual de crecimiento de los 25 años anteriores que se ubicó en el orden del 1,7%. Para Solari y Franco el gran crecimiento de la burocracia se procesa hacia mediados de siglo, siendo funcional al modelo de crecimiento aplicado (ISI): “El "gran salto adelante" tuvo lugar durante el período de posguerra... el aparato estatal como un todo comenzó a ser utilizado como mecanismo de redistribución del ingreso, con lo que se consiguió que importantes sectores de la población se integraran a la sociedad y al consumo; asegurando paralelamente la subsistencia del sistema sociopolítico imperante”11. En opinión de Benjamín Nahum, esta política de inclusión practicada desde mediados de la década del ’40 se prosigue luego que se manifiestan los primeros síntomas de la inflación y el estancamiento productivo. En esta instancia el Estado asumió su papel de empleador ante el estancamiento de la economía uruguaya: “El progresivo estancamiento de la economía uruguaya desde mediados de la década de 1950, contribuyó a agudizar el problema, porque el Estado debió absorber una mano de obra que no necesitaba, ante el fracaso del resto de la economía en proporcionar empleo suficiente a los nuevos contingentes humanos que accedían al mercado de trabajo. El clientelismo político (basado en el puesto público a cambio del voto) también reforzó esta tendencia y terminó por Solari, A. y Franco, R.: “Las empresas públicas en el Uruguay: Ideología y Política”. Nahum, B.: “Las Empresas Públicas Uruguayas: origen y gestión”. 9 Campiglia, N.: “Estatismo y Burocracia”. 10 Se contabilizó la información del Presupuesto General de Sueldos y Gastos de los años 1928 y 1932 y se estimaron funcionarios cuyos sueldos se pagan con dinero asignado a “partidas globales y jornales”, arribándose al siguiente numero de funcionarios públicos para la Administración Central: 33898 y 36.652, respectivamente. 11 Idem. p. 71. 7 8 6 protagonizarla al poner la gestión del Estado (y sus empresas) al servicio casi exclusivo de intereses político-partidistas-electorales” 12. En la línea de esta interpretación, en cuanto a considerar al empleo público como a forma de solucionar los problemas de desocupación, se encuentran los trabajos de Roque Faraone13, y Nestor Campiglia14. Por su parte el economista Hugo Davrieux15, estudiando la evolución del gasto público entre los años 1955-1984, destaca la incidencia del continuo aumento del empleo público en el Gasto. Si bien parte de dicha incremento se deba a la expansión de los servicios sociales –en especial, la extensión de la educación secundaria-, también habría existido un sobredimensionamiento del empleo público por encima de las necesidades de la administración, haciéndolo cumplir una finalidad que le era ajena. Esta política de empleo público y aumento del Gasto se agudiza en la década del ’60, aún cuando el sector público –funciones y organismos- se mantuvieran sin cambios significativos. Entonces, para este analista, la explicación a largo plazo del incremento burocrático deben buscarse en la imposibilidad de la actividad privada para poder emplear la oferta de trabajo existente, cumpliendo el Estado, a través de la salarización y las prestaciones de la seguridad social, una función de amortiguador de las tensiones que pudiera provocar el desempleo, pero atentando contra un funcionamiento más dinámico y eficiente del espacio estatal: “Esa política de contratación de personal, así como la política de retribuciones y otras normas que regulan a los funcionarios públicos, tuvieron, a su vez, efectos negativos que se prolongan hasta el presente para el funcionamiento del aparato estatal”.16 Por último, el economista Martín Rama17, analizando el estancamiento de la economía uruguaya desde mediados de los ’50 hasta fines de los ’60, le atribuye el progresivo debilitamiento del poder decisorio del Estado en beneficio de los actores privilegiados de la etapa ISI: los sindicatos, los industriales y los empleados públicos. Más concretamente, sostiene que la “pérdida de autonomía se dio en beneficio de grupos sociales que se habían desarrollado como resultado del propio proyecto innovador del Estado”18. Para Rama el “proyecto innovador del Estado” iniciado e impulsado desde la presidencia por Jose Batlle y Odoñez (1903-1907 y 1911-1915), no presuponía una gran burocracia. Esta se irá incrementando a medida que sucesivas instancias políticas, que tendrán como protagonistas a los partidos políticos mayoritarios (Partido Colorado y Partido Nacional), se resuelvan en arreglos institucionales traducidos en normas constitucionales y leyes que aseguran la coparticipación en el gobierno y la potestad de designación de funcionarios públicos. Esto determinó el continuo aumento de la burocracia, en especial a partir de mediados del siglo XX cuando “la ola de populismo que se abatió sobre el Uruguay”19. 12 Idem. p. 66 Faraone, R.: “De la prosperidad a la ruina”, Montevieo, 1987. 14 Campiglia, N.: “Estatismo y Burocracia” y “Montevideo: población y trabajo”. 15 Davrieux, H.: “Papel de los Gastos Públicos en el Uruguay: 1955-1984”. 16 Idem. pág. 52. 17 Rama, M.: “Crecimiento y Estancamiento Económico en Uruguay”. 18 Idem, pág. 199. 19 Idem, pág. 202. 13 7 2. La Metodología Este trabajo se ha dirigido a reconstruir la información sobre la evolución del número de funcionarios y la naturaleza de los cargos ocupados en el sector público de Uruguay a lo largo del siglo XX. El mayor esfuerzo se ha dedicado a la construcción de series sobre la evolución del número de funcionarios, en su totalidad y también en forma desagregada cuando fue posible. La primer interrogante que se planteó al comenzar la investigación se refería a la posibilidad de compatibilizar la información obtenida para los primeros setenta años del siglo, con la recabada para las últimas décadas. Las dudas se referían a la disparidad de la información en dos aspectos: por un lado la casi inexistencia de datos sobre la totalidad de la ocupación pública hasta que se realizó el Primer Censo de Funcionarios Públicos en 1969, limitándose la información a los cargos presupuestados. Por otro, a que hasta esa fecha la información sobre los distintos sectores de la Administración Pública se encuentra para muy pocos años, contándose con series relativamente continuas sólo para los cargos de la Administración Central y de los organismos que hoy se denominan “organismos del Artículo 220”. Estas disparidades de información pueden implicar el riesgo de atribuir a tal o cual causa, supuesto saltos en el crecimiento de la ocupación, debido a la yuxtaposición de datos que no son comparables. La construcción de una serie de funcionarios del sector público presenta grandes dificultades, que, para mayor comprensión, pasamos a describir: 2.1 Funcionarios y cargos. La información de los presupuestos y demás fuentes se refieren a los diferentes cargos. El número de éstos no es sinónimo del de funcionarios, puesto que se encuentran con frecuencia funcionarios que ocupan más de un cargo (especialmente en la educación y en la salud, pero un poco en toda la administración). Por lo tanto, los cargos ocupados son más que los funcionarios existentes. Desde mediados de los ochenta la Oficina Nacional de Servicio Civil (ONSC), estimó el número de funcionarios como los cargos ocupados menos el 7 %, relación que se deriva del número de cédulas de identidad registradas en relación a los cargos ocupados. También existe diferencia entre el número de cargos ocupados y el total de cargos (vacantes). 2.2 La naturaleza de los cargos Una dificultad más importante radica en que los cargos cuya retribución está prevista por el Presupuesto Nacional de Gastos, que son los cargos presupuestados, no se corresponde con la totalidad de cargos públicos y por lo tanto con la totalidad de los funcionarios que empleaba el Estado. La otra parte es muy difícil de estimar. Estaba formada por los contratados, que ocupaban cargos cubiertos por partidas globales, los jornaleros y otras categorías. 8 La principal fuente disponible, los presupuestos generales de gastos, sólo establecen el número de cargos presupuestados. Para algunos años cincuenta y sesenta existen estimaciones sobre la totalidad de los funcionarios realizadas por la Comisión de Inversión y Desarrollo Económico (CIDE) y por Carlos Quijano en la revista “Marcha”. El Censo de funcionarios de 1969, realizado por la flamante Oficina Nacional de Servicio Civil (ONSC), clasificó a los funcionarios de todo el Sector Público por la naturaleza del cargo, resultando que el 73 % eran cargos presupuestados y el 23% se ubicaban en las otras categorías. A partir de 1977, El Servicio de Planificación, Coordinación y Difusión de la Presidencia (SEPLACODI), sucesor de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) durante la dictadura, suministra información sobre la ocupación en la administración pública, sin desagregar entre presupuestados y las otras categorías de funcionarios. De todas formas, comparando sus datos con los de las Memorias de Usinas y Teléfonos del Estado (UTE) que realizan la desagregación, se puede concluir que engloba a la totalidad de los funcionarios. Finalmente, a partir de 1985 las publicaciones de la ONSC presentan información continua sobre la ocupación pública total y en algunos años desagregada según la naturaleza de los cargos. Desde los años noventa incluye también a los ocupados en la Administración Pública que no revisten la categoría de Funcionarios Públicos: becarios, Contrato de Obra, etc. La aparición de estas categorías se vincula con la promulgación en 1990 de la Ley Nº 16.127 que prohibió la designación de nuevos funcionarios (con las excepciones del caso). Como puede observarse, el principal problema para estimar el número total de funcionarios de la Administración Pública se ubica en algo más de la primera mitad del siglo. 2.3 Disparidad de la información sobre la Administración Central y sobre el conjunto de la Administración Pública El otro gran problema que enfrenta el estudio de la evolución del funcionariado público se ubica también en las décadas anteriores a los setenta. En todos esos años la información sobre el conjunto de las reparticiones de la Administración Pública es esporádica, lográndose series relativamente completas sólo sobre los funcionarios presupuestados de la llamada Administración Central (AC), que incluye los tres poderes del Estado y la Corte Electoral, los entes de la educación, el Tribunal de Cuentas, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo y los organismos de la Seguridad Social (lo que se conoce actualmente como organismos del Artículo 220). En cambio, en pocos años se cuenta con información sobre los funcionarios presupuestados de las Empresas Públicas y de las Intendencias. 2.3.1 Información sobre funcionarios de la Administración Central La información sobre los cargos en la AC y organismos Art. 220 , desde 1900 a 1973 no se ha localizado para todos los años. La limitación principal es el “vacío” en la serie de presupuestos, desde 1944 a 1955, que no ha podido llenarse, salvo en parte en 1953 con la estimación bastante agregada de C. Quijano. La carencia de información 9 importa, además, por la significación de esos años, de gran crecimiento económico, de expansión de las funciones del Estado y de nacionalización de empresas de servicios públicos. Desde 1974 y hasta 1996 los Anuarios Estadísticos, cuya fuente es la Contaduría General de la Nación, informa sobre los cargos “presupuestales” cuyo significado es muy diferente del de “presupuestados”, incluyendo no sólo a éstos sino también a los contratados, jornaleros y eventuales. Por otra parte, el SEPLACODI informa entre 1978 y 1985 sobre la ocupación pública, englobando de acuerdo a nuestra interpretación a las distintas categorías de funcionarios. Recordemos que esta fuente se refiere a funcionarios, no a cargos. Finalmente la ONSC cubre la información sobre los cargos en toda la Administración Pública desde 1978 al presente, y en función de ella realiza una estimación año a año del número de funcionarios públicos. En 1993, realizó un censo o encuesta de funcionarios públicos. 2.3.2 Información sobre funcionarios de las Empresas Públicas y de las Intendencias 1900-1969 Son pocos los años entre 1900 y 1969, en que se cuenta con información sobre los cargos o los funcionarios presupuestados de las empresas públicas y los municipios. Los presupuestos municipales y de las empresas, en los escasos años que se han localizado, se publicaron en tomo separado del que contenía el de la Administración Central y otros organismos. La información sobre funcionarios en los presupuestos de las empresas públicas es bastante desigual. Todos los presupuestos informan sobre los funcionarios presupuestados. UTE lo hace también sobre contratados y jornaleros (en 1938 los presupuestados eran el 59%). En el caso de ANCAP, que sólo incluye funcionarios presupuestados, resulta muy llamativo el escaso monto para sueldos, en relación al monto para gastos...así como la referencia a que, por resolución del directorio, se faculta la trasposición de rubros20. Tres décadas después, cuando se realiza en 1967 la presupuestación de todos los eventuales y jornaleros, los funcionarios de ANCAP pasan de 3688 en 1966 a 10.828 en dicho año 1967, lo que permitiría suponer que los presupuestados eran sólo el 34%.21 Se ha recurrido a otras fuentes para suplir estas carencias. Las memorias de algunas empresas públicas traen información sobre sus funcionarios, pero la mayoría, o no lo hace, o se refiere sólo a los presupuestados. También los presupuestos municipales sólo registran a funcionarios presupuestados, que en el Censo de 1969 sólo llegan al 61% del total de funcionarios municipales. Los no presupuestados se concentraban en las intendencias del Interior. 1969-2000 Para 1969 se cuenta con información completa sobre funcionarios de todo el Sector Público suministrada por el Primer Censo de Funcionarios Públicos. Y 20 21 Presupuesto General de Gastos, tomo II, p.20. ANCAP: “Recopilación de antecedentes”, 1967. 10 SEPLACODI suministra información sobre los funcionarios de las Empresas Públicas entre 1973 y 1985 y sobre los funcionarios de las Intendencias entre 1979 y 1985. Finalmente la ONSC, tal como se refirió antes, informa sobre cargos y estima los funcionarios desde 1978 al presente. 2.4. Estimaciones realizadas Para arribar a una estimación sobre el empleo público antes de 1969 se debió enfrentar los dos grandes problemas descriptos: el registro en los presupuestos únicamente de la cantidad de funcionarios presupuestados y la pobreza de datos sobre las intendencias y las empresas públicas en dicho período. Respecto a la ausencia de registro de los contratados y jornaleros se logró elaborar una metodología para su estimación. La Ejecución Presupuestal de la Administración Central de 1938 y de 1939 nos dio la pista para aproximarnos a dicha elaboración. En ellas se realiza la distinción entre partidas dedicadas a sueldos presupuestados, financiados por partidas globales (que corresponden a los contratados) y las partidas destinadas a jornaleros. Con este dato se volvió a revisar los Presupuestos Generales de Gastos existentes, encontrándose asignaciones presupuestales para contratación de administrativos, jornaleros, docentes, en forma poco significativa pero creciente en los presupuestos anteriores a 1935, y revistiendo mayor importancia en los presupuestos correspondientes a 1935, 1936, 1937, 1938, 1939, 1940, 1941, 1944, 1955, 1968 y 1969. A partir del conocimiento que los contratados se ubicaban en las escalas de sueldos más bajos del escalafón y de la retribución promedio de un jornalero, estimados el número probable de trabajadores en estas categorías. La misma metodología se utilizó para la estimación de contratados y jornaleros en los presupuestos de las intendencias y de las empresas públicas. En cuanto a la estimación de los funcionarios de intendencias y empresas públicas, una vez agotada la búsqueda de fuentes alternativas, se procedió a interpolar con los datos existentes. 3. Evolución del Empleo Público 3.1 El total de funcionarios del Sector Público El Gráfico 1 ilustra la estimación de la totalidad de la ocupación pública en el conjunto del Sector Público, con Empresas Públicas e Intendencias. La tasa a.a. de crecimiento entre 1905 y 2000 fue de 2,8. El crecimiento fue menor al promedio en la AC (2,2), que era el sector que estaba más expandido en los albores del siglo XX, y el mayor crecimiento se produjo en las actividades que tenían un gran campo de expansión como la educación, o que se iniciaron prácticamente con el siglo, como las empresas públicas (ver cuadro 1). 11 Gráfico 1 Total de funcionarios públicos y de la Administración Central 1905-2000 300000 250000 200000 150000 100000 50000 1998 1995 1992 1989 1986 1983 1980 1977 1974 1971 1968 1965 1962 1959 1956 1953 1950 1947 1944 1941 1938 1935 1932 1929 1926 1923 1920 1917 1914 1911 1908 1905 0 Total de Funcionarios Publicos Administración Central (incluye Organismos de la Seguridad Social) El crecimiento fue continuo hasta 1975, pero con diferentes ritmos, acelerándose particularmente a partir de 1948, cuando se incorporaron al sector público las empresas estatizadas. La tasa de crecimiento a.a. entre 1948 y 1969 supera el 4%. Hasta 1969 los sectores que más acrecentaron la ocupación fueron las empresas públicas, la educación y los ministerios relacionados con la actividad económica del Estado (aunque ya en los sesenta se incrementó Defensa e Interior). A partir de ese año se retrae el empleo en las empresas, se enlentese el crecimiento en la educación y se desarrolla en la AC, debido a la expansión de la policía y, particularmente del ejército (ver Gráfico 2). Cuadro 1 Crecimiento del empleo público total y por subsectores 1905-2000 (t.a.a.) Total de Funcionarios Publicos Adm.Central y Org.Seg.Social Entes de Enseñanza Gobiernos Departamentales Empr.Indus.,Comer. y Financ. 2,82 2,21 3,94 3,28 4,42 12 Se advierte una leve caída del empleo público entre 1975 y 1980, con recuperación y crecimiento hasta 1988. La retracción de los primeros años es especialmente notoria en las empresas públicas, en la educación y en menor grado en la AC y las intendencias. En cambio, la mitad del incremento de los ochenta se puede atribuir a la expansión del empleo en los gobiernos departamentales. Por otra parte, al crecimiento del ejército en los primeros años ochenta, y, a partir de 1985 a la reincorporación de alrededor de 10.000 destituidos en diferentes reparticiones públicas. Gráfico 2 Funcionarios Públicos de la Administración Central y Entes de Enseñanza 1905-2000 200000 180000 160000 140000 120000 100000 80000 60000 40000 20000 1997 1993 1989 1985 1981 1977 1973 1969 1965 1961 1957 1953 1949 1945 1941 1937 1933 1929 1925 1921 1917 1913 1909 1905 0 Total de Funcionarios Administración Central (incluye Organismos de la Seguridad Social) Entes de Enseñanza Entre 1988 y 1995 se destaca un proceso de retracción continua del empleo público que se acelera a partir de 1995. El retroceso se da en la AC y, especialmente, en las empresas públicas. Mientras que el nivel de empleo en las intendencias se mantiene, debido al crecimiento en las del Interior, el único sector público que aumenta sus trabajadores es la educación. 3.2 Los funcionarios de la Administración Central El Gráfico 2 muestra en conjunto la evolución del número de funcionarios de la Administración Central y art. 220 (sin organismos de la educación). El crecimiento de la ocupación es continua aunque moderado hasta 1960, observándose distintos ritmos. La expansión durante los primeros años del siglo, que culmina en 1913, y que puede vincularse con la complejización de las funciones y de los organismos del Estado durante el reformismo batllista: creación de nuevos 13 ministerios y de organismos vinculados al estímulo de la economía y de atención a lo social, aunque también crece el ejército. En los años siguientes y hasta la superación de la crisis de 1929, el crecimiento es muy lento, alrededor de 1% a.a., lo que puede asociarse con el freno al reformismo que impulsaba el batllismo. Con la salvaguardia de advertir que la estimación realizada de contratados, eventuales, jornaleros, pueda estar subvaluada. Desde 1935 observamos una mayor expansión del empleo, que puede asociarse con la creación de nuevos ministerios, en general la complejización de las funciones del Estado y de los organismos de contralor. El ritmo se acelera en los sesenta y hasta 1975. Entre 1960 y 1969 estimamos un aumento de alrededor de 30.000 funcionarios, 20.000 de ellos ubicados en las órbitas de fomento y regulación económica y de las funciones sociales. En 1968 las actividades centradas en el Ministerio de Industria y Trabajo se distribuyen en tres ministerios: de Industria y Comercio, de Transportes, Comunicaciones y Turismo y de Trabajo y Seguridad Social. También se incrementa el personal de Salud Pública, Ganadería y Agricultura, de la Presidencia por la creación de la OPP y de las Cajas de Jubilaciones. El porcentaje de crecimiento de Interior y Defensa no fue alto, pero por su incidencia explica el incremento de más de 10.000 funcionarios. Estas explicaciones no niegan la posible incidencia de otros factores. La detención del crecimiento de la economía y el incremento de la desocupación en esos años y los factores clientelísticos que se pueden haber incrementado por el cambio del partido en el poder, el Partido Colorado, y por el triunfo sucesivo de las dos fracciones del Partido Nacional. El lento crecimiento del empleo estatal en los años de la dictadura a pesar del importante incremento de los efectivos de las fuerzas armadas, se explica por el estancamiento o reducción de los funcionarios de otros organismos. Desde 1993 los funcionarios de la AC disminuyen en términos absolutos. Sólo hay un leve aumento del Ministerio del Interior, el Poder Judicial y en el Instituto del Niño. Esto podría vincularse con las consecuencias sociales del modelo liberal cuando culminaba su implementación. 3.3 La expansión de la educación Entre 1905 y 2000 el empleo en educación creció a una tasa a.a. de 3,9, pasando de 1500 a 7500 funcionarios entre 1905 y 1936, a 40.000 en 1969 y 59.000 en el año 2000. El crecimiento fue continuo salvo durante la dictadura, produciéndose un descenso en términos absolutos entre 1976 y 1984 (ver Gráfico 3). 14 Gráfico 3 Funcionarios de los Entes de Enseñanza 1905-2000 60000 50000 40000 30000 20000 10000 Universidad 1997 1993 1989 1985 1981 1977 1973 1969 1965 1961 1957 1953 1949 1945 1941 1937 1933 1929 1925 1921 1917 1913 1909 1905 0 Educación Primaria, Secundaria e Industrial Al interior del sector, a principio de siglo el 90% estaba radicado en la enseñanza primaria y el 8% en la Universidad. La enseñanza media que estaba en sus inicios recibe el impulso de la creación de los liceos departamentales, y fue la que creció en forma más acelerada a lo largo del siglo. En 1969 representaba el 38% del total de la educación, 10.473 en Enseñanza Secundaria y 4.837 en la Universidad del Trabajo. 3.4 Los gobiernos departamentales La ocupación en los gobiernos departamentales tuvo un ritmo de crecimiento a una tasa a.a. de 3,3 en todo el período. Como se puede apreciar en el Gráfico 4, la expansión fue continua y a un ritmo creciente hasta fines de los sesenta, con un crecimiento más acelerado de las intendencias del Interior que en los albores del siglo estaban armando su estructura de funcionamiento. En 1925 representaban la mitad del empleo que la Intendencia de Montevideo. En 1969 ya la superaban en funcionarios y entre 1988 y 1989 la duplicaban. 15 Gráfico 4 Funcionarios Públicos de los Gobiernos Departamentales 1905-2002 45000 40000 35000 30000 25000 20000 15000 10000 5000 Total de Funcionarios 2000 1996 1992 1988 1984 1980 1976 1972 1968 1964 1960 1956 1952 1948 1944 1940 1936 1932 1928 1924 1920 1916 1912 1909 1905 0 Gobiernos Departamentales del Interior Gobierno Departamental de Montevideo Es que a partir de los años setenta la Intendencia de Montevideo y las del Interior recorren caminos diferentes. El empleo en la Intendencia de Montevideo cae en los setenta y luego de una breve recuperación a comienzo de los ochenta, reanuda la reducción del empleo. Las intendencias del Interior, en cambio, luego de mantener estacionario el empleo en los setenta, operan un fuerte crecimiento en los ochenta, manteniendo su nivel en los años noventa. 3.5 Las Empresas Públicas La ocupación en las Empresas Públicas creció a una tasa a. a. de 4,4 desde 1917 a 2000. Como muestra el Gráfico 5, el crecimiento fue continuo hasta 1969, con dos saltos de nivel. El primero en los años treinta, cuando se triplica el número de funcionarios, se crea ANCAP, UTE expande las usinas al interior del país e instala la Central Batlle. El segundo al final de los años cuarenta, entre 1947 y 1952 los funcionarios de las empresas industriales y comerciales aumentan en alrededor de 21.000 personas. Este salto se explica por la estatización en 1949 de los ferrocarriles y de los tranvías de las empresas británicas y en 1952 de la empresa de aguas corrientes del mismo origen. Estas incorporaciones habrían significado la entrada al sector público de alrededor de 18.000 funcionarios. Además tanto UTE como ANCAP se expanden en esos años. La represa de Rincón del Bonete entra en funcionamiento. En ANCAP se crea la destilería de Paysandú en 1949 y El Espinillar y la Fábrica de Porland de Minas en los añosa cincuenta. 16 Gráfico 5 Funcionarios Públicos de Empresas Industriales y Comerciales e Instituciones Bancarias 1917 - 2000 70000 60000 50000 40000 30000 20000 10000 Total de Funcionarios Empresas Industriales y Comerciales 1998 1995 1992 1989 1986 1983 1980 1977 1974 1971 1968 1965 1962 1959 1956 1953 1950 1947 1944 1941 1938 1935 1932 1929 1926 1923 1920 1917 0 Instituciones Financieras En 1969 se habría llegado al máximo de ocupación en las empresas públicas, a partir de allí se inicia una sostenida caída, sólo interrumpida por las recomposiciones del regreso a la institucionalidad, que incluye la restitución de los destituidos durante la dictadura. A partir de 1989 la caída del empleo en las empresas Públicas cobra un ritmo acelerado. En los años noventa la reducción del empleo es del orden de 20.000 personas. En ANCAP la reducción fue muy acelerada, en los años setenta con un plan de racionalización, logro de eficiencia y reducción del personal, incentivos al retiro y aumento del horario de trabajo. En los años noventa incide el cierre del Espinillar. El recorrido descripto sigue la trayectoria de las empresas industriales y comerciales. La ocupación en el sector bancario público siguió una trayectoria menos accidentada. Luego de un crecimiento lento y regular hasta fin de los sesenta, se advierte un prolongado período de estabilidad. 4. El empleo público y los modelos de acumulación en el siglo XX En el Cuadro 2 relacionamos la expansión del empleo público con los modelos de desarrollo que hemos identificado a lo largo del siglo. Encontramos tasas de crecimiento del empleo muy similares, más del 3,8 a.a., durante el período agroexportador y en el caracterizado por el desarrollo hacia adentro, muy disímiles del 17 período de política liberal y de apertura de fin de siglo, cuando la tasa de crecimiento llega a tener signo negativo. El primer período el incremento es fuerte porque es cuando aún se está organizando la estructura básica del Estado y está en su inicio el desarrollo de las funciones secundarias. El segundo período encierra dos ritmos diferentes, el del período de expansión del modelo que arrastra al conjunto de la economía, durante el cual se multiplican los organismos de regulación y se expanden las empresas públicas (19301957), y los años de estancamiento económico, desempleo y enfrentamientos sociales (1957-1975), cuando el crecimiento del empleo público a una tasa todavía alta de alrededor del 2,9, no encuentra explicación en la expansión de los organismos y de las funciones del Estado (con excepción de la educación), y parece funcionar como amortiguador social e instrumento de los partidos y fracciones políticas que se alternan en el gobierno. Cuadro 2 Modelos de Acumulación y crecimiento del empleo público (t.a.a.) Agro-Exportador 1905-2000 1905-1930 1930-1975 2,82 3,82 3,84 Desarrollo hacia adentro 1930-1957 4,47 1957-1975 2,89 1975-2000 -0,11 1975-1985 1985-2000 0,56 -0,43 Apertura e integración regional También puede estudiarse la relación entre la evolución del empleo público y los modelos socio-económicos mencionados observando su distribución según los objetivos de la actividad realizada (Gráfico 6). Se lo clasifica en funcionarios destinados a lo que llamamos servicios generales o actividades primarias, en funcionarios pertenecientes al área del gasto social (educación, salud, seguridad social, vivienda) y en funcionarios empleados en los ministerios, instituciones y empresas que regulan, fomentan o realizan actividades económicas. El empleo en las intendencias municipales, por no estar en condiciones de desagregar la diversidad de funciones que realizan, no se han tenido en cuenta en esta clasificación. El conjunto de funcionarios que conforman la categoría “Servicios Públicos Generales” se vinculan a la actividad estatal pertinente a la preservación y desarrollo del propio aparato estatal o, lo que es lo mismo, aquellos asociados al cumplimiento de las funciones primarias del Estado; las actividades estatales Estado dirigidas a su propia reproducción o supervivencia como organización. Los integran los Poderes Legislativo y Judicial, la Presidencia, los ministerios de Interior, Defensa, Economía y Relaciones Exteriores, la Corte Electoral y los organismos de contralor como el Tribunal de Cuentas. Dentro de estas diferentes categorías distinguimos particularmente, por su importancia y significación las de Defensa e Interior. 18 Grafico 6 Funcionarios Públicos distribuidos según objetivos de la actividad 1909-2000 100% 14,2 9,4 9,8 9,4 8,5 7,7 5,6 6,4 6,6 6,2 7,6 6,8 29,8 28,0 27,3 28,2 25,0 21,4 29,8 40,1 43,6 20,0 26,1 23,9 80% 47,2 42,0 37,3 33,3 34,1 29,8 33,5 33,9 35,9 1985 37,9 1980 41,0 69,2 1975 60% 27,3 40% 19,0 25,8 21,5 30,4 33,4 1955 1969 27,6 21,9 30,9 1944 29,3 1935 5,6 1932 20% 11,0 2000 1993 1925 1909 0% Actividades con fines Sociales Actividades Económicas (incluye Empr.Estatales) Actividades de Seguridad y Defensa Actividades Primarias sin Seguridad y Defensa De la lectura del gráfico se destacan algunas observaciones generales. El empleo en la categoría Social crece a lo largo de todo el siglo, a pesar de cierto estancamiento el período dictatorial. Las actividades Económicas y las de seguridad y otras actividades primarias forman dos elipses. Las actividades primarias que significaban 83% al comienzo del siglo, se reducen al 26% en 1969, y vuelven a crecer a 36% en 1980 y 35% en 2000. Las actividades económicas, de fomento y regulación, que eran casi inexistentes a comienzos del siglo (5,6%), llegaron al 41% en 1969 y se redujeron progresivamente hasta representar el 21% en 2000. El Gráfico 7 que relaciona el número de funcionarios públicos con la población total , muestra la importancia que fue adquiriendo el empleo en el sector público como salida laboral para un porcentaje significativo de la población a medida que transcurre el siglo, revirtiéndose esta tendencia hacía la última década cuando las políticas liberales aconsejan limitar el tamaño del Estado y reducir el Gasto. 22 22 Si bien lo aconsejable sería relacionar la variable del empleo público con la población económicamente activa (PEA), al no existir una serie de la PEA para todo el siglo se opto por la variable población total. 19 Grafico 7 Porcentaje de funcionarios públicos sobre la población total 1905-2000 (escala semi-logarítmica) 10,0% 1997 1993 1989 1985 1981 1977 1973 1969 1965 1961 1957 1953 1949 1945 1941 1937 1933 1929 1925 1921 1917 1913 1909 1905 1,0% Fuente: Serie de población, Banco de Datos, Facultad de Ciencias Sociales (UdelR) Aunque debemos recordar lo advertido antes, la probable subvalorización del número de funcionarios en las primeras décadas del siglo, así como el fuerte crecimiento de la población, observamos que el sector público no alcanzaba a emplear el 2% de la población total al comienzo del período, en tanto que hacia 1987 llega a ocupar al 9.5% de la población. Este proceso de expansión se concentra durante el modelo de acumulación denominado de “crecimiento hacia adentro” (1930-1975), cuando la relación pasa del 3% al 9%, observándose una aceleración del proceso en el período de estancamiento económico que se inicia a fines de la década cincuenta, en circunstancias en que no hay un desarrollo significativo de las funciones y actividades estatales. En la primeras décadas del siglo se inicia una transición demográfica que se caracteriza por el envejecimiento progresivo de la población consecuencia de la caída de la natalidad y el aumento de la expectativa de vida. Desde la segunda mitad del siglo se suma la desaparición de la corriente inmigratoria, al tiempo que el país comienza a expulsar población por motivos económico o políticos, en especial hacia fines de los años sesenta y durante los setenta. 20 Gráfico 8 Total de funcionarios públicos y PBI (1957=100) Escala semi logarítmica 1000 100 Funcionarios públicos 1957=100 1997 1993 1989 1985 1981 1977 1973 1969 1965 1961 1957 1953 1949 1945 1941 1937 1933 1929 1925 1921 1917 1913 1909 1905 10 PBI Indice 1957=100 Fuente: Bertino-Tajam (1999), BROU Cuentas Nacionales (1965), BCU Otra variable de interés la constituye la relación entre el empleo público y el crecimiento de la economía del país, que muestra el Gráfico 8. De nuevo es necesario advertir sobre el probable subconteo del número de funcionarios en las primeras décadas. Esto explicaría en parte la divergencia entre las dos variables que no se observa a partir de los años treinta y hasta fines de los cincuenta. La brecha que se inicia en esa época y que se cierra en los noventa se puede explicar por la inflexibilidad a la baja del gasto del Estado ante el estancamiento económico del país 5. Reflexiones finales Estas reflexiones se limitan a ensayar una respuesta provisoria a la pregunta del título: “¿Expansión de las funciones o burocratización?”. Creemos que a lo largo del siglo ambas respuestas son correctas. No cabe duda de que el Estado fue expandiendo y complejizando sus funciones, y también es indudable que la permanencia de una estructura económica del país basada en la producción pecuaria extensiva y en la gran propiedad, determinó la continua expulsión de la población del campo y el desempleo estructural. Estas circunstancias determinaron que el empleo público siempre fuera una opción valedera en el Uruguay. Por otra parte, el papel clientelístico también operó en toda la historia del país. El énfasis que 21 adquirieron ambos aspectos, el Estado amortiguador del desempleo estructural y el papel clientelístico del empleo público, varió en los diferentes escenarios de la historia del país. Como se ha observado reiteradamente analizando las distintas variables, durante el primer modelo de desarrollo el aumento del empleo público acompasó el crecimiento del aparato estatal con la culminación del armado de las actividades primarias y el comienzo de las secundarias. En el transcurso del segundo modelo de acumulación se encuentran dos escenarios diferentes. Durante el primero, en paralelo con el crecimiento económico, culmina el armado de la regulación de la economía y de la creación de un Estado de Bienestar, el crecimiento del empleo acompaña el incremento del accionar del Estado. Ya en el segundo, son pocas las actividades que se siguen desarrollando, se puede mencionar la educación, pero aún así el empleo público sigue creciendo relativamente inflexible a la detención del crecimiento económico. En este escenario el papel empleador del Estado se potencia. Y por otra parte, la función clientelística podría haber adquirido una mayor dimensión ante la pérdida del poder del partido político que lo había detentado durante 93 años, y la sucesiva asunción del poder de las dos principales fracciones de la oposición. El giro que se produce en el último período con la apertura externa y la pérdida de importancia del mercado interno, trae aparejado la búsqueda de la reducción del Estado y de su costo –un Estado barato- se procesa en dos escenarios. Durante la “dictadura militar” el intento de reducir el empleo público no se logró debido a las necesidades y a los intereses de la represión. Luego, en los años noventa, en cambio, con la profundización de la apertura económica se avanza considerablemente en el achique del Estado y del empleo público. 6. Fuentes y bibliografía 1) Fuentes Acevedo, E. Anales Históricos del Uruguay. Tomos V y VI. Barreiro y Ramos. Montevideo, 1934/1936. Administración General de las Usinas Eléctricas del Estado – Administración Nacional de Usinas y Trasmisiones eléctricas. Memoria Anual, Montevideo, varios años. Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Pórtland. Memoria y balance anual, Varios números. Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico- CIDE. Estudio Económico del Uruguay. Evolución y Perspectivas. Montevideo, 1963. Dirección General de Estadísticas y Censos. Anuarios Estadísticos, Montevideo. Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. Instituto de la Hacienda Pública. 22 Administración pública del personal en el Uruguay, Cuaderno Nº 11, Montevideo, 1955. Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. 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