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CONOCERLE ES AMARLE. AMARLE ES SERVIRLE. SERVIRLE ES LA VIDA Iglesia Camino de Salvación Caracas, 1 de Mayo de 2016 Edición #158 Cuando escuchamos sobre la humildad, tendemos a asociar al concepto a algo menospreciado, pobre y de poco valor, sin embargo, la llave que nos abrirá puertas en todo ámbito es precisamente la humildad pues Dios habita en el corazón de los humildes en espíritu (Is. 57:15). Ser humilde no es ser pobre, sino que es tener la virtud que consiste en reconocer las limitaciones y debilidades personales, y actuar de acuerdo a tal conocimiento. Debemos a aprender a tener un espíritu bajo delante de Dios, a ser sinceros y transparentes abandonando el orgullo, reconociendo que todas nuestras virtudes y dones vienen de Dios, y si somos bueno en algo es precisamente gracias a Él y no solo a nuestras propias capacidades. Existen dos elementos que atentan contra nuestra humildad: El deseo de riqueza material y la sabiduría humana. “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová” -Is 9:23-24 Vemos entonces que debemos alabarnos sólo en el conocimiento de Dios, buscándolo con corazón sincero para que more continuamente en nuestro corazón pues no podemos disfrutar de la paz, el amor ni gozo si no somos humildes. Cuando invitamos a Dios a nuestra vida, Él comenzará a limpiar hasta lo más profundo de nuestro corazón. La humildad que nos pide Dios no es física sino espiritual, es dentro de nosotros y nuestros corazones. El Señor exalta a los humildes y humilla a los soberbios y orgullosos. La humildad no consiste hablar mal de uno mismo ni menospreciar nuestras capacidades, sino reconocer nuestras limitaciones y la posibilidad de que cometamos errores pues somos seres humanos imperfectos. Además, no es un sentimiento sino un conjunto de acciones y decisiones que debemos tomar continuamente. El máximo ejemplo nos lo dio el Señor Jesús: “Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre” -Fil. 4:12-13 Ser humilde es aprender a tener el carácter de Jesús, quien siendo Dios se humilló a sí mismo convirtiéndose en un ser humano manso y humilde de corazón, para luego vencer a la muerte y ser exaltado como el Rey de Reyes debido al comportamiento que tuvo a lo largo de su vida terrenal. Este es el ejemplo que siempre debemos seguir. Si queremos ser humilde busquemos en la Palabra todo lo que el Señor hacía, no podemos buscar la humildad por nuestros propios medios pues estaremos perdiendo el tiempo. La humildad consiste en respetar a la autoridad, en reconocer nuestros errores, el tener en cuenta que nuestras capacidades vienen de Dios y no de nosotros mismos, en deshacerse de la soberbia y reconocer que otros también tienen talentos y capacidades. El Señor hermoseará a los humildes con la Salvación y los bendecirá grandemente. Si queremos que Dios esté contento en medio de nosotros, es necesario que ejerzamos y practiquemos continuamente nuestra actitud de humildad. Escucha esta prédica y muchas más en www.youtube.com/user/Icaminodesalvacion o www.iglesiacaminosalvacion.com/sitio/videos Versículos Bíblicos -Isaías 57:15 -Filipenses 4:12-13 -Jeremías 9:23-24 -1 Cor. 2:10 “Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”-Juan 3:17 www.iglesiacaminosalvacion.com www.iglesiacaminosalvacion .com web!! Pág. 2 ¡Visita nuestra página web 1) Nunca se molesten al mismo tiempo: Para lograrlo hay que ser prudentes y poder reprimir la ira que se genera en el interior. “Enójense pero no pequen..” -Efesios 4:26 3) Nunca se echen en cara los errores del pasado: Ese es el trabajo de Satanás. Contradiciendo lo que muchos creen, la ira no es sinónimo de pecado. El perfecto Hijo de Dios, “el cual no hizo pecado” (1 Pedro 2.22), experimentó la emoción de la ira. Dios también tiene enojo, y si nos hizo a su imagen y semejanza sería una injusticia impedir que nos enojemos, por eso Pablo escribió, “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.” (Efesios 4.26). La ira es una emoción intensa, que ni es mala ni es buena en su estado primordial, no obstante ¡es una fuerza que debe ser controlada porque puede ser dañina en muchos sentidos!, por esa razón es aconsejable: 4) No se griten el uno al otro a menos que haya un incendio, hay que tener templanza y moderación para evitar contiendas, preocúpate por el bienestar del otro. 1) Deja la ira secar: Te ayudará a pensar con más claridad y a manejar los asuntos de modo que luego no tengas que arrepentirte. “El que fácilmente se enoja comete locuras” (Prov. 14:17) 5) Un cumplido nunca está de más: Regularmente dígale algo agradable y bondadoso, son pequeños detalles en el cariño y cordialidad que marcan la diferencia, cada vez que haga algo equivocado admítalo y pida perdón, critique con amor y respeto. 2) Identifica factores externos que no puedas controlar: Por ejemplo, es una estupidez de tu parte enojarte por el tráfico, un imprevisto las actitudes de otras personas. 2) Durante una discusión, deje ganar al otro: En el fondo de esta actitud hay amor verdadero, es preferible ceder por la paz para que esta “derrota” se vuelva victoria. 3) No te dejes influenciar por gente iracunda: “No… te juntes con los iracundos” (Proverbios 22:24). La ira, al igual que la alegría y la gratitud, es contagiosa, así que mantén las distancias. Elaborado por: Ramón Kenayfati K. Revisado por: Pastora Sara Zakhour Iglesia Camino de Salvación, Av. Guaicaipuro c/c Páez, Hotel Campo Alegre, Salón Ávila, Municipio Chacao. Mapa: www.iglesiacaminosalvacion.com