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03 At ur 7020 pielonefr 43 14/3/07 10:51 Página 1 Atención urgente Pielonefritis aguda F. Casarramona, M. Daza, J. Bassa y E. Coma Servicio de Urgencias. Hospital de Mataró. Mataró. Barcelona. España. ¿Qué es una pielonefritis? ¿Cuáles son los factores predisponentes? La pielonefritis aguda (PNA) o infección de la vía urinaria superior, suele ser una inflamación bacteriana del riñón con destrucción del tejido renal y afectación de la vía urinaria. En pacientes inmunodeprimidos la causa pueden ser otros agentes inflamatorios. El riñón es un órgano sensible a la infección, ya que, a pesar de su alto débito sanguíneo, es relativamente pobre en células fagocitarias. Clínicamente se caracteriza por signos locales, como el dolor lumbar, y signos generales de infección aguda, como la fiebre. Esta última es el signo que claramente diferencia la PNA de la infección de la vía urinaria inferior. La PNA es un proceso muy frecuente en los servicios de urgencias, con importante morbilidad. La mortalidad total asociada por sepsis urinaria grave es baja, y a su vez es la causa más frecuente de bacteriemia y shock séptico en el paciente anciano. Aunque la cistitis es común, la pielonefritis se presenta con mucha menos frecuencia. El riesgo aumenta si hay antecedentes de cistitis, cistitis crónica o recurrente, reflujo vesicoureteral u otros factores predisponentes. La PNA tradicionalmente se ha dividido en complicada o no complicada, según haya o no un trastorno anatómico. Reflujo Se produce cuando la orina vesical ingresa de nuevo en el uréter, y sobrepasa de forma ascendente la válvula vésico-ureteral. En las infecciones urinarias recurrentes de los niños se deberá descartar siempre una malformación. Obstrucciones Por lesiones adquiridas intrínsecas (como litiasis o tumores), o extrínsecas (como cicatrices, hiperplasia nodular de la próstata o tumores). Factores metabólicos Diabetes mellitus, gota, mieloma. Inmunodepresión Sida y tratamientos con drogas inmunodepresoras. En estos casos también son frecuentes las infecciones por hongos. Factores quirúrgicos Antecedentes quirúrgicos de la vía urinaria, riñones y órganos vecinos, así como el sondaje de la vía urinaria. ¿Cuál es el origen de la pielonefritis aguda? ¿Cómo la podemos diagnosticar? La infeccción puede originarse a través de 4 vías: 1. Vía ascendente Esta vía es la más frecuente. Los microorganismos procedentes de la flora intestinal pueden alcanzar la pelvis renal ascendiendo a través de los uréteres. Esto depende de la capacidad de adherencia de los microorganismos al urotelio y de la existencia de factores predisponentes. La longitud de la uretra femenina, su relación con el introito vaginal y su proximidad con el orificio anal explican que la enfermedad aparezca con más frecuencia en las mujeres. En el varón, la infección ascendente es posible a partir de la próstata y las glándulas parauretrales, que son, con mucha frecuencia, un lugar de infecciones crónicas particularmente difíciles de tratar. 2. Vía hematógena Es excepcional. La septicemia es con gran frecuencia, consecuencia, y no causa, de la infección urinaria. 3. Vía linfática La disposición anatómica de los vasos linfáticos permite, al menos teóricamente, el paso de bacterias desde las vías urinarias bajas hacia el riñón, y del colon hacia el riñón derecho. 4. Directa o por continuidad Puede darse en traumatismos con heridas penetrantes y en procedimientos quirúrgicos. 38 JANO 23-29 DE MARZO 2007. N.º 1.643 . www.doyma.es/jano El diagnóstico de pielonefritis se basa primordialmente en el interrogatorio, el examen físico, el examen microscópico del sedimento urinario y el urocultivo. Anamnesis y examen físico La PNA tiene un espectro clínico que oscila entre una sepsis grave y un síndrome cistítico con leve dolor lumbar. La clínica más frecuente consiste en escalofríos, fiebre alta, dolor dorsolumbar y síndrome miccional (dolor suprapúbico, disuria, urgencia y aumento de la frecuencia), que se puede acompañar con frecuencia de otros síntomas generales, como malestar general, cefaleas, náuseas, vómitos. El dolor lumbar intenso de características cólicas irradiado a la ingle indica la presencia de litiasis renal. Ocasionalmente, puede haber síntomas de dolor más atípico de localización epigástrica, subcostal o hacia la base del hemitórax. Debe interrogarse sobre la presencia de factores predisponentes: infecciones urinarias previas, litiasis, sondajes vesicales, cirugía de la vía urinaria, factores inmunodepresores, etc. En personas de edad avanzada, los cambios mentales o la confusión son, a veces, la única expresión de una infección del tracto urinario. Puede cursar con caídas al suelo, confusión mental, malestar general y dolor abdominal con fiebre escasa o sin ella, y sin dolor lumbar. El examen físico puede mostrar dolor a la palpación o presión del riñón. 03 At ur 7020 pielonefr 43 Tabla I. 14/3/07 10:51 Página 2 Situaciones especiales a tener en cuenta en el análisis de orina 1. En caso de obstrucción o de neutropenia puede faltar la leucocituria 2. Si el pH de la orina es alcalino (microorganismo productor de ureasa), los leucocitos pueden desintegrarse 3. La presencia de leucocituria no es específica de infección de vía urinaria. Una nefropatía intersticial, la litiasis ureteral y la tuberculosis renal pueden cursar con leucocituria 4. La detección de nitritos es una prueba específica (> 90%), pero poco sensible (50%) sobre todo ante baja densidad de gérmenes (< 103 UFC/ml) o tiempo de permanencia de la orina en la vejiga corto (< 4 h) 5. Algunos microorganismos no producen nitrato-reductasa (cocos grampositivos, Pseudomonas, Acinetobacter y Candida) Tabla II. Situaciones especiales a tener en cuenta en el análisis microbiológico de orina diabéticos, en caso de obstrucción del flujo urinario, insuficiencia renal y evolución clínica de más de 5 días. Pruebas de imagen Radiografía simple de abdomen. Ante sospecha clínica o por los antecedentes de urolitiasis (el 90% de los cálculos son radiopacos), o en pacientes diabéticos con pielonefritis graves, para descartar la pielonefritis enfisematosa (presencia imagen aérea en el contorno renal) Ecografia y/o tomografía computarizada (TC) abdominal. En el caso de PNA no complicada, no es necesario realizar pruebas de imagen. Estará indicada con carácter urgente en caso de shock séptico, insuficiencia renal aguda, dolor cólico, hematuria franca, presencia de una masa renal o persistencia de la fiebre al tercer día de tratamiento antibiótico activo frente al microorganismo aislado. Para identificar pequeños abscesos (menos de 2 cm de diámetro) y áreas de nefritis focal aguda, es mas sensible la TC. El urocultivo puede ser negativo o tener recuentos bajos en caso de: 1. Tratamiento antibiótico previo 2. Micción reciente, a menudo secundaria al síndrome cistítico ¿Cuándo hay que derivar el paciente al hospital? 3. Obstrucción ureteral 4. pH urinario muy bajo 5. Infección por un microorganismo de crecimiento lento Exploraciones complementarias Análisis de orina La detección de piuria es una prueba fundamental. Se puede determinar mediante el sedimento de orina, y se considera diagnóstico el hallazgo de más de 10 leucocitos/µl de orina. La prueba de la esterasa leucocitaria tiene una sensibilidad del 90% para detectar más de 10 leucocitos/ml y una especificidad superior al 95%. En la tabla I se describen las situaciones especiales a tener en cuenta. Análisis microbiológico de la orina: Tinción de Gram. Su principal interés es determinar si hay flora implicada grampositiva, puesto que en ese caso el tratamiento antibiótico también debe ser activo frente a Enterococcus. Urocultivo. En más del 80% de los casos el urocultivo es positivo. Es una prueba imprescindible para establecer el diagnóstico de certeza de infección de las vías urinarias, identificar su agente causal y su sensibilidad a los antibióticos, así como para confirmar la curación bacteriológica. En la tabla II se describen las situaciones especiales a tener en cuenta. Análisis de sangre Está indicada la realización de una analítica general básica que incluya un hemograma con fórmula leucocitaria, glucemia, ionograma y pruebas de función renal. Hemocultivos Aproximadamente, un 20-30% de los pacientes con pielonefritis presenta bacteriemia. Ésta es más frecuente en ancianos, Generalmente, requieren ingreso hospitalario todas las infecciones urinarias complicadas: alteraciones anatómicas o funcionales, anomalías metabólicas (diabetes), inmunodepresión y gérmenes inhabituales o resistentes, niños, varones i embarazadas, manipulación de la vía urinaria (sonda, instrumentación), utilización reciente de antimicrobianos, adquirida en el hospital. La excepción serían las mujeres jóvenes no embarazadas sin criterio de sepsis grave ni antecedentes de infección recurrente o comorbilidad. Generalmente, el tratamiento podrá continuarse de forma ambulatoria. Sin embargo, sería aconsejable la administración de las primeras dosis de antimicrobiano de forma controlada. Tratamiento Dentro de las medidas generales es importante mantener una buena hidratación y un control sintomático con antitérmicos, antiinflamatorios no esteroideos y o analgésicos. Antes de iniciar un tratamiento antibiótico, deberemos tener en cuenta que el objetivo será alcanzar concentraciones elevadas y mantenidas en la vía urinaria y en suero por la posibilidad de bacteriemia, con los mínimos efectos secundarios (el respeto de la flora vaginal y rectal es importante para disminuir la colonización por enterobacterias, que aumentarían las recurrencias). También hay que tener muy en cuenta el germen que la produce (tabla III) y las tasas de resistencias a los antimicrobianos, detectada en nuestro medio. En el caso de Escherichia coli, es de un 20% frente a fluoroquinolonas, un 50% frente a ampicilina, un 40% frente a cotrimoxazol y de un 20-30% frente a cefalosporinas de primera generación, mientras que la sensibilidad a las cefalosporinas de 2.ª y 3.ª generación ronda el 95-99%. En todos los casos, el tratamiento se ajustará según las sensibilidades observadas en el antibiograma, cuando este esté disponible. El tratamiento debe completarse entre 7 y 14 días. Es conveniente realizar un urocultivo de control a las 2 semanas de haber finalizado el tratamiento (tabla IV). JANO 23-29 DE MARZO 2007. N.º 1.643 . www.doyma.es/jano 39 03 At ur 7020 pielonefr 43 14/3/07 10:51 Atención urgente Tabla III. Página 3 Pielonefritis aguda F. Casarramona, M. Daza, J. Bassa y E. Coma Etiología de la pielonefritis aguda y asociaciones diagnósticas Monomicrobiana > 95% Polimicrobiana Sonda permanente a) Una PNA por germen resistente al tratamiento. b) Existencia de una nefritis bacteriana aguda focal. c) Existencia de una colección supurada (absceso, quiste, etc.) d) Desarrollo de una necrosis papilar. e) Desarrollo de una PNA enfisematosa (diabéticos). J Manipulación urológica reciente Vejiga neurógena Fístulas (entero-vesicales o vesículo-vaginales) A tener en cuenta • La pielonefritis aguda siempre es una infección Escherichia coli > 80% Proteus sp. Litiasis coraliforme urinaria complicada. Niños no circuncidados Ancianos y sonda vesical Staphylococcus saprophyticus Mujeres jóvenes (15-25 años) y en verano Pseudomona aeruginosa Pacientes hospitalizados y con sonda Enterococcus Ancianos con hipertrofia prostática, postoperados y pacientes con sonda que han recibido profilaxis con cefalosporina o aztreonam Estreptococo del grupo B Tabla IV. Mujeres gestantes, ancianos, diabéticos o recién nacidos Orientación terapéutica empírica para el tratamiento de la pielonefritis aguda Sin riesgo de infección por microorganismos resistentes Cefalosporinas Cefixima o ceftibuteno 400 mg/día, 7-10 días Cefuroxima 500/12 h, 7-10 días Ceftriaxona o cefonicid 1 g/día Gentamicina 5 mg/kg/24 h Aztreonam 1-2 g/8 h i.v. Riesgo de infección por polimicrobianos multirresistentes y/o criterios e sepsis grave Piperacilina-tazobactam 4/0,5 g/6-8 h Carbapenem-imipenem 1 g/6-8 h Ceftazidima 1-2 g/8 h o cefepima 1-2 g/12 h + ampicilina 1 g/4 h (si hay cocos grampositivos) Aztreonam 1-2 g/8 h o amikacina 15 mg/kg/24 h + vancomicina 1 g/12 h o linezolid 600 mg/12 h Shock séptico • La ausencia de nitritos o leucocitos en la orina no significa la ausencia de pielonefritis. • Alta resistencia del germen más frecuente frente a los antimicrobianos de uso más habitual. • La no identificación del agente causal obliga a prolongar el tratamiento antimicrobiano de amplio aspectro. Errores habituales • Infravalorar la presencia de febrícula ante la presencia de un dolor cólico lumbar. • Descartar la infección urinaria ante la ausencia de nitritos y o leucocitos en orina. • Retraso en el inicio del tratamiento antibiótico. • Uso de antibióticos con baja sensibilidad frente a los gérmenes aislados. Bibliografía recomendada Añadir aminoglicósido a cualquiera de las pautas anteriores En caso de obstrucción ureteral Drenaje por cateterización retrógrada o nefrostomía percutánea Gatell JM, Moreno A, Mensa J. Curso de formación continuada en enfermedades infecciosas para médicos internos residentes. Drug farma; 1999. Mensa J, Gatell JM, Martínez JA, Torres A, Vidal F, Serrano R, et al. Infecciones en urgencias. 5.a ed. Barcelona: Editorial Antares; 2005. Pielonefritis enfisematosa Nefrectomía Moreno-Martínez A, Mensa J, Martínez JA, Marco F, Vila J, Almela M, et al. Cefixima frente a la asociación de amoxicilina con metilmicina en el tratamiento de la pielonefritis aguda no complicada. Med Clin (Barc). 1998;111:521-4. Presencia de abscesos de más de 3 cm Drenaje Safrin S, Siegel D, Black D. Pyelonephritis in adult women: inpatient versus outpatient therapy. Am J Med. 1988;85:793-8. i.v.: intravenosa. Sanford JP, Gilbert DN, Gerberding JL, Sande MA. Guía de terapéutica antimicrobiana. Madrid: Ediciones Díaz de Santos; 2005. (ed. española). Complicaciones Stam WE, Stapleton AE. Approach to the patient with urinary tract infection. USA: Gorbach Saunders; 1998. Ante la persistencia de fiebre a las 72 h de iniciar un tratamiento antibiótico activo frente al microorganismo aislado o la mala evolución clínica, debemos considerar la posibilidad de: Warren JW, Abrutyn E, Hebel JR, Johnson JR, Schaeffer AJ, Stamm WE. Guidelines for antimicrobial treatment of uncomplicated acute bacterial cystitis and acute pyelonephritis in women. Infectious Diseases Society of America (IDSA). Clin Infect Dis. 1999;29:745-58. 40 JANO 23-29 DE MARZO 2007. N.º 1.643 . www.doyma.es/jano