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ARQUITECTURA EGIPCIA ALEJANDROGONZÁLEZ/TERESALOJERO/ (I La arquitectura egipcia es de un estilo muy original. Su expresión ati’stica les pareció a sus creadores tan perfecta que en lo sucesivo estimaron improcedente la menor modificación. La civilización egipcia se constituye hacia el 3,200 a. C. Cuando la primera dinastía de faraones empez6 a reinar en Egipto, había ya en todo el país un sistema de vida civilizado y refinado. En cuanto a los dioses y a los faraones considerados como dioses, representaron un papel importantísimo en la historia del país, sobre todo en el arte: en honor de ellos se construyeron las pirámides y las tumbas y se creó un estiOBRAS OCTUBRE 1998 FCYKX?ILEANAGUTIÉRREZREYNA lo de pintura, escultura y decoración. EL RiO NILO En toda la vida de Egipto se nota el influjo del Nilo y de sus inundaciones periódicas. El milagro anual que convertía la muerte en vida hizo que los egipcios comprendieran que existir no era un privilegio automático, sino algo que debía conquistarse después de haber superado las adversidades. Herodoto definió a Egipto como un “don del Nilo”, expresión que permite explicarnos una de las características peculiares de su cultura. Su carácter de ámbito cerrado alrededor de un río y la unidad geográfica que de ello se derivó constituyen la causa principal de la inmutabilidad de su arte, cuya evolución es siempre interna y pausada, sin advertirse apenas influencias exteriores ni impulsos renovadores. 83 HISTORIA Los $Jramdes lSlOllUmcntw arqultect6nkaa fwron construidos con piedra 84 Y ARTE LA RELIGl6N La religión en Egipto penetró absolutamente en todas las esferas de la vida. Destaca la gran importancia que se di6 a la idea de la supevivencia después de la muerte. Con esto se relaciona la momificación y la edificación de grandes tumbas, cuyos ejemplos más destacados son las mastabas, las pirámides y los templos. Para los egipcios el ser humano se componía de cuatro elementos: el i<a o el doble, réplica inmaterial del cuerpo; el Ba, comparable al alma de las religiones cristianas; el Khu, chispa de la llama divina y, por último, el propio cuerpo. Estos cuatro elementos debian conservarse después de la muerte. Al Ba y al Khu les bastaban las oraciones y no ejercieron por lo tanto gran influjo en el arte. El cuerpo, morada del Ka, había de ser momificado primero y protegido después, de modo que los egipaos hicieron lo posible por conservar intactas las sepulturas. La tumba fue la casa del muerto y debía “vivir” agradablemente, pero como la momia podía deteriorarse, se añadieron a la tumba una o varias efigies del difunto. De este modo, si el cuerpo se destruía, el Ka podía aposentarse en una de sus imitaciones. LA COSMOGONíA La Tierra se concebía como una plancha plana con los bordes hondurados que flotaba sobre el agua. El interior de la plancha era la planicie aluvial y los bordes constituían la cadena montañosa en que se asentaban los países extranjeros. En sus profundidades se hallaban las aguas del abismo en las que descansaba la plancha y que los egipcios denominaban Nun. Encima de la Tierra se encontraba la conva invertida del cielo, asentada en los confines del universo. Éste era entonces el escenario dentro del cual se movilizaban no solamente los dioses, sino también los astros y el hombre mismo. Nun era en consecuencia el abismo primitivo de donde había surgido la vida por primera vez. En Egipto se decía que el creador había emergido de ‘estas aguas y formado un montículo de tierra sobre el cual pudieran asentarse los hombres. Esta colina primitiva con la que se mició la vida se ubicó tradicionalmente en el templo del Sol Heliópolis. ya que Ra era considerado como el dios creador. Por ello, la tumba real adoptó la forma de una pirámide, es decir, esta construcción vino a ser la estilización helipolitana de la colina primitiva. La pirámide representaba in el plano técnico, la lógica evolución y el perfeccionamiento de la mastaba, pero la superaba en su aspecto simbóko y espiritual. pues despertaba el sentimiento de belleza común a todo hecho humano, sustentado en la variada perfección de la naturaleza. Conaderándola duradera y eterna, los arquitectos que la construyeron poseyeron la ilusión de haber conquistado la eternidad. OBRAS O C T U B R E 1998 ’ EL PARA6N A la cabeza del Estado se encontraba el faraón. investido de un poder absoluto y deificado en vida y muerte. Como la máxima autoridad y duefio de todo, trataba de perpetuar su nombre construyendo templos y erigiendo sus propios monumentos funerarios. El principal apoyo de este sistema era la doctrina por la cual el Estado.pertenecía a un solo gobernante, quien proclamaba sus fines y sus prácticas por medio de su palabra divina. Este concepto del rey divino, unido a las concepciones sobre la vida y l a muerte que los egipcios desarrollaron, explican el espíritu que animó a los que construyeron las pirámides, pues- -l to que esos trabajos eran la reiterada ‘insistencia de que el servicio al rey constituía la tarea más importante del Estado. Ninguna otra actividad exigió de modo tan visible y continuo las energías de todo un pueblo. Al fin y al cabo eran las moradas eternas de sus reyes-dioses y merecían en consecuencia los esfuerzos mí% supremos en tiempo, trabajo y arte. LOS PRIMEROS ARQUITECYOS Aun cuando los artesanos, escultores, canteros, artistas del cincel y pintores permanecían casi siempre en el anonimato y sin que se percibiera una clara distinción entre el que era artista o arte sano, su gloria estaba en que trabajaban para el faraón, que era a su vez su dios. Se trataba de artistas de talento excepcionál que se desarrollaban en un medio donde la competencia técnica o artística era ampliamente apreciada. Mención especial debe hacerse a los arquitectos constructores de tumbas, templos y pirámides. Cada una de las cuales tenía un arquitecto encargado de su conservación y cada gran ciudad tenía su primer arcfuitecto. El jefe de todos los arquitectos merecía el título de jefe de las construcciones del alto y bajo Egipto, reservado empleo a grandes personajes. Por lo tanto, los arquitectos ocupaban una posición social muy elevada, de suerte que los nombres de los más célebres han llegado a nosotros gracias a las inscripciones grabadas en las tumbas de tales facultativos. El del más antiguo arquitebo egipcio es Nefer, cuya estatua de piedra caliza aún se consetva en algún museo de Francia. Otro que debe ser recordado es Hesire, quien en su tumba no se hizo representar como sacerdote, sino como funcionario al servicio del Estado. Y, desde luego, Imhotep. quien construyó la gran pirámide escalonada en Sakkara, en donde utilizó la piedra en sustitución del ladrillo y la madera. Es considerado como el iniciador de la arquitectura en piedra. OTRAS OCTUBRE 1998 LA ARQUITECTURA A diferencia de las casas no Feales que solían construirse con ladrillos y madera, los grandes monumentos arquitectónicos se construyeron desde un principio con piedra, debido al carácter de vivienda eterna que le asignaban los egipcios. Era una costumbre muy extendida enterrara los reyes ya los nobles en cámaras de piedra, cubiertos con grandes monticulos de tierra. que eran las llamadas mastabas. El afán de grandiosidad y perennidad llev6 pronto a los arquitectos egipcios a idear construcciones con otras características; surgió asi la estructura piramidal construida mediante la superposición de mastabas. La más famosa de estas construcciones es la pirámide de Z6ser, construida por Imhotep. artifice del conjunto arquitectónico de Sakkara. La tumba de Djoser representa, en una primera etapa, la forma simple de una OBRAS O C T U B R E 1998 mastaba cuadrada. A esta primitiva construcción Imhotep decid¡6 ponerle otra mastaba con cuatro gigantescas gradas y con una altura cinco veces superior. Después volvió a ampliar el edificio; la base fue alargada y las gradas aumentaron en número y altura. Se trata de la edificación de piedra más antigua que se conserva. Esta original forma arquitectónica constituirla la forma ideal del sepulcro faraónico. El progreso que en el tallado de piedra se logró hizo posible reproducir con maestrla suprema el plan piramidal. Asi. hacia el 2600 a. C. los faraones de la IV dinastía erigieron las monumentales pirámides de Gizeh, edificadas con grandes bloques de piedra, ajustados y recubiertos de una capa de piedra caliza. Las pirámides de Keops, de Kefren y de Micerino fueron las primeras tumbas destinadas a contener no el cuerpo putrecible del rey divino, sino un cuerpo eterno, imperecedero. momifi- cado. Las pirámides de Gizeh se cuentan entre las obras más espl6ndidas de todos los tiempos, no ~610 por su dise170, sino por la belleza de sus proporciones y de sus Ilneas. Khufu, el arquitecto, se propuso que su pirámide fuese el edificio más grande construido por el hombre: hoy se conoce con el nombre de la Gran PHmide (Keops). Se asienta sobre la roca viva, su base mide 233 metros por lado y su altura es de 146 metros. La construcción requirió de 2,300,OOO piedras con un peso medio de dos y media toneladas. Para techar las re&maras se emplearon algunos sillares de hasta de 30 toneladas. Se necesitaron de diez allos de trabajos preparatorios y más de 20 para apilar los bloques. La pHmide de Kefren, en parte revestida de piedra dura, mide 134 metros de alto y la de Micerino 166. Excepcional importancia tiene la esfinge construida en honor del faraón 07 / HISTORIA Y ARTE Detelle de las columnas y estinge en Luxor Kefren. Tallada en la misma roca y completada con caliza blanca, la inmensa figura que alarga su cuerpo de fiera con cabeza humana, alza sus 20 metros de altura entre el desierto rojo y el cielo. El imponente león es una de las estatuas más impresionantes que hayan labrado los hombres; su mirada, de la que nada escapa, abarca el horizonte y domina a lo lejos la capital, a la que recordaba que el Sol y el rey estaban reunidos en potencia y majestad. LOS CONSTRUCTORES Las cualidades artísticas del plan piramidal de los egipcios son, por un lado, la sencillez y, por otro, lo macizo de su construcción que, unidos a su perdurabilidad y grandiosidad sigu@n impresionando a los hombres. Para colocar las piedras se emplearon procedimientos sencillos. Las piedras pequeñas se transportaban a pulso y las demasiado grandes mediante rastras o durmientes con palancas. Con este intento se construían planos inclinados en derredor de las pirámides. No hay indicios de que los egipcios usasen rodillos en sus construcciones. A partir de la dinastía IV no hubo progreso técnico en el ámbito de la OBRAS O CTUBRE 1998 HISTORIA construcción; la arquitectura egipcia se fundó, más que en habilidades y conocimientos técnicos, en la organizaabn eficaz de la masa de obreros. En efecto, uno de los problemas más grandes que ofreció la construcción de estas pirámides fue la numerosa mano de obra, tanto para extraer los bloques de piedra de la cantera como para tallarlos, tansportarlos y ensamblarlos. Es Importante destacar la calidad de los tallistas para entender que se trataba de obreros especializados y no de esclavos como suele admitirse. En cuanto a los albañiles, tuvieron que ser obreros debidamente contratados y capacitados; sin duda, fueron utilizados también prisioneros de guerra, pero en cuanto a esto no existe una referencia documental para afirmarlo. Los resultados no se consiguieron reduciendo a la esclavitud a la población, sino con el apoyo de una técnica del trabajo que supuso la formación de Y ARTE Lar salar so comunicaban por dinteles do piedra HISTORIA Y ARTE c artesanos conocedores de su oficio y la organtzación de grupos de trabalo cuya dwplina aseguraba un rendimiento constante y uniforme. Sobre las técnicas de trabajo las informaciones son menos precisas, varían según la naturaleza de la piedra explotada y el aspecto que presentaban: usaban PICOS de basalto que servían para agrietar o abrir agujeros; cuando wtrataba de piedra blanda, se utilizaban picos y formones metálicos. En la pintura de una tumba se puede ver cómo transportaba una gran estatua: se colocaba la piedra sobre un especie de trineo, y un grupo de hombres tiraba de los cables de tracción mientras que otros regaban el suelo para hacerlo resbaladizo. Estos admirables constructores desconocían la polea y por consiguiente. la grúa. No conoUeron más que la tramón animal fyunta de bueyes] y la ayuda humana [trineos y rulos]. Contaron, eso sí, con abundante mano de obra, además de distinguirse su organizaaón que para este tipo de trabajo. LOS TEMPLOS Durante el renacimiento cultural que tuvo lugar en el Imperio Medio, los templos pasaron a ser los monumentos arquitectónicos más notables. Éstos constaban de una gran avenida bordeada de esfinges y otras construcciones amIlares y de un gran patio porticado, que daba acceso a las salas de columnas; tras éstas se hallaba el santuario de la divinidad, accesible sólo a los sacerdotes y al faraón. Al igual que las tumbas, lo templos egipaos se construyeron con piedras. No se utillzaron vigas de madera para sostener los tejados, por lo que las puertas eran estrechas, las columnas grandes y macizas y distribuidas apretadamente. Las salas se comunicaban por dinteles de piedra en lugar de marcos de madera, ya que los eglpCIOS no utilizaban el arco. Se gravaban relieves en las paredes y columnas que tenían colores macizos y OBRAS O C T U B R E 1998 claros para dar luminosidad a los oscuros interiores. Con la disminución del poder del monarca y los repetidos saqueos de las tumbas, los faraones decidieron construir palacios menos ostentosos para dificultar su localización. Así aparecieron los hipogeos, es decir, tumbas escarbadas bajo tierra, como las construidas en el Valle de los Reyes. URBANISMO Y VIVIENDA Detrés da la La necrópolis de Gizeh se planificó debidamente y las propias pirámides se construveron siauiendo un olan de conjunto. Sus caras son paralelas unas a otras y las calles también paralelas a las caras de las piråmides. Los muros de los grandes recintos que rodean el lugar sagrado son rectilíneos y paralelos a las calles de las necrápolis. sala de columnas I se ementraba el SalltuaIie de la dMnid8d 91 Puede entenderse que las ciudades egipcias se construyeron de acuerda con las mismas concepciones urbanísticas. Memfis. por ejemplo, debió presentar una disposición semejante a la de Gizeh: poseía también sus casas, sus templos y sus palacios, y sus callo no debieron ser muy distintas. Las casas egipcias se construyeror con madera y ladrillo y se componíar por lo general de una planta baja y de un piso. Las fachadas estaban ornadas con columnas largas y delgadas que concluían en botones de loto y se alzaban desde el suelo hasta la cornisa Una escalera situada en la fachad: posterior daba a una galería que ocu paba la parte alta de la casa. Las ven. tanas estaban cerradas en el interiol con un postigio o una cortina de caña: enimbradas. Para luchar contra el calo agobiador se ventilaba la casa por me dio de largas hendiduras que iban des de el suelo hasta el cielo raso y qul estaban obstruidas por cortinas inte riores que podían correrse. Sobre f tejado, se disponían, mirando hack el norte, de grandes mangueras de sin Las ruinas más interesantes de mo numentos civiles son las del Tell-el Amarna, nombre dado a un conjunte de ruinas del alto Egipto, situadas en Ii orilla del Nilo. Son los restos de la ciu dad de Aquenatón, capital mandad; construir hacia 1360 a. C. por Amenofi IV para suplantara Tebas como capiti religiosa. Recientemente se descubrí el palacio de Amenofis IV, que cuent con pavimentos de estuco, pintura naturalistas y gran caritid de arte. COLOF6N La arquitectura egipcia es de un estil muy original, contrariamente a otro más o menos tributarios entre sí. Na ció y se desarrolló con un carácter SL mamente elemental. En ninguna épc ca se han utilizado medios tan simple para lograr efectos tan grandes. Pose un carácter propio y continuo, modal dades que se expresan con la fidelida 92 OBRAS OCTUBRE 199 HVSTORIA que mantuvieron a las formas establecidas. Su expresión artística les pareció a sus creadores tan perfecta que en lo sucesivo estimaron improcedente la menor modificación. Se utilizaron las columnas con capiteles en forma de flor de loto y el dintel como elementos arquitectónicos esenciales; fueron, los egipcios maestros en el arte de labrar y ajusQr las piedras unas a otras. Sin embargo, el hecho decisivo de la arquitectura egipcia fue el invento de la estructura piramidal y de su construcción con piedras rectangulares, aspectos que le concedieron a esta civilización un lugar único en la arquitectura mundial. Como pruebas Imperecederas del florecimiento a que llegó Egipto en los tiempos de la IV dinastía, está precisamente la construcción de las pirámides. Es importante destacar a este respecto la infraestructura admimstrativa que con base en el respeto a ese orden permitió acciones tales como el del reclutamiento de la mano de obra, encuadramiento, alojamiento, alimentacibn, coordinación de los trabajos, relevo de los equipos, determinación de las zonas de trabajo y de los círculos de desplazamiento, lo cual fue sin duda la base del éxito en la construcción de estas pirámides, pues les permitió manejar una numerosísima mano de obra, que hoy requeriría la maquinaria más potente y perfeccionada. w Y ARTE # En toda la vida de Egipto se nota el htlulo del Nilo