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Página | 92 Artículo Original El hallazgo de bacterias patógenas en ríos urbanos y su relación con el cambio climático David Kuczynski Instituto de Ecología y Contaminación Ambiental Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales Universidad de Morón dkuczynski@unimoron.edu.ar Inmanencia 2016;5(1):92-96 Resumen. Se analiza la importancia de las bacterias acuáticas y su relación con el ambiente humano. Se definen y caracterizan los ríos urbanos, las modificaciones en su calidad y los hallazgos de patógenos transportados por estos cursos. Se discute la evolución y adaptación de los microorganismos al ambiente acuático, con énfasis en el caso particular de los ríos del conurbano bonaerense. Se presenta y discute la posible relación entre el cambio climático y algunos hallazgos recientes de patógenos en estos ríos urbanos. Palabras clave: Ecología de ríos urbanos, bacterias acuáticas, patógenos acuáticos, cambio climático. Pathogenic bacteria found in urban rivers and its relation to climate change. Abstract. Water microorganisms importance and its relation with human environment are analized. So are defined and characterized urban rivers, qualities alterations and finding of pathogens transported by them. Evolution and adaptation of microorganisms are discussed emphasizing its importance in Buenos Aires suburban rivers. Recent pathogen changes detected in this courses and its relationship with climate changes are discussed. Key words: urban river echology, aquatic bacteria, water pathogens, climate change O achado de bactérias patogênicas em rios urbanos e sua relação com a mudança climática. Resumo. Analisa-se a importância das bactérias aquáticas e sua relação com o ambiente humano e os achados de patogênicos transportados por estes cursos. Discute-se a evolução e adaptação dos microorganismos ao ambiente aquático, com ênfase no caso peculiar dos rios do Conurbano Bonaerense. Apresenta-se e discute-se a possível relação entre a mudança climática e alguns achados de patogênicos nestes rios urbanos. Palavras chave: ecologia de rios urbanos, bactérias aquáticas, patogênicos aquáticos, mudança climática. Las bacterias en la ecología acuática y el entorno humano Las aguas continentales constituyen un inapreciable recurso con el cual el ser humano se ha relacionado desde sus más remotos orígenes. Esta asociación resulta imprescindible, pues además de constituir una fuente primaria de agua para bebida, permite satisfacer otras necesidades básicas como higiene, pesca o transporte. Así, históricamente, las poblaciones humanas se fueron desarrollando en torno a un curso de agua. En la mayoría de los casos, rodearon o acompañaron a los ríos con los que los asentamientos se venían vinculando. Puede afirmarse que los ríos han sido en alguna medida símbolo de vida para todas las culturas y civilizaciones. Muchos pueblos han llegado a tratar a sus ríos como objeto de culto y hasta los han considerado deidades concretas. El estudio de las bacterias presentes en dichos cursos se remonta a los primeros trabajos sobre ecología acuática, en distintos países dado que las bacterias constituyen componentes fundamentales de cualquier ecosistema. La mayoría de los microorganismos juega un rol fundamental como descomponedores, llevando la materia orgánica de animales y vegetales muertos al nivel inorgánico y permitiendo así el funcionamiento cíclico de la materia en la Naturaleza. Desde su descubrimiento como entidades biológicas, el estudio de las bacterias se desarrolló a pasos agigantados. Tras la “Edad de Oro” de la Microbiología durante la segunda mitad del siglo XIX, con las contribuciones de Pasteur, Koch, Roux, Yersin y tantos otros pioneros, el siglo XX se produjo un crecimiento cada vez más vertiginoso, con el aporte incesante de nuevos métodos, técnicas y equipos de todo tipo, incluyendo el perfeccionamiento de la microscopía óptica y electrónica así como las aplicaciones de los descubrimientos genéticos y moleculares. Sin embargo, la “Ecología Acuática Bacteriana”, estudio de las bacterias que flotan libremente en las aguas naturales presentes en ríos, arroyos, lagos, lagunas o mares, avanzó muy lentamente en compara- Página | 93 ción con otros aspectos del estudio de los microorganismos, como la Microbiología de Alimentos, la Microbiología Industrial, la Microbiología del Suelo, y por supuesto la Microbiología Clínica. En los sistemas acuáticos, bajo la denominación de “plancton”, se incluye al conjunto de componentes biológicos que flotan libremente, conformando una de las “comunidades” ecológicas más características y predominantes. Ecólogos clásicos como el español Ramón Margalef, pionero de la Ecología Moderna, califican al plancton como una comunidad “mayor” o comunidad “verdadera” pues cuenta con los tres componentes necesarios para funcionar en forma autónoma: productores (fitoplancton), consumidores (zooplancton) y desintegradores (bacterias y hongos) 1,2. Los estudios sobre abundancia, crecimiento, distribución y fluctuación de fito y zooplancton conforman una amplísima bibliografía, con numerosos aportes en ecosistemas acuáticos de todo el Mundo. Pero en cierta medida el análisis del “bacterioplancton” fue quedando relegado, como una “asignatura pendiente”, en cuanto a profundizar en el rol complejo y fundamental que juegan las bacterias en la dinámica, las interacciones y el equilibrio de los ecosistemas. Tradicionalmente, gran parte de los estudios de bacterias en aguas se centraban en el análisis de sus densidades, especialmente los conteos de aerobias totales, de coliformes y de algunos otros grupos de importancia sanitaria. Más recientemente aparecieron nuevos enfoques sobre el bacterioplancton, con trabajos sobre taxonomía y especiación y cuestionamientos sobre su significado ecológico. En las últimas décadas del siglo XX comienzan a aparecer con cierta frecuencia trabajos sobre la identificación de bacterias en ríos, aunque en ínfima proporción con respecto a la abundancia de aportes sobre otras ramas de la Microbiología. Recién en 2011 aparece una revisión sobre el tema, con el interesante análisis de W.R. Abraham sobre las grandes ciudades como fuente de bacterias en los ríos 3. La aparición de los “ríos urbanos” Los ríos, objeto de culto y aprecio por los pueblos primitivos, pasaron en las sociedades industrializadas a cumplir una función adicional e indeseable, al convertirse en un medio práctico para vehiculizar los desechos de todo tipo que la población produce permanentemente. En el siglo XX se produce un crecimiento demográfico exponencial y el surgimiento de los núcleos poblacionales que conocemos como “ciudades”. La ciudad moderna aparece como una secuela de la Revolución Industrial y de los consecuentes procesos migratorios desde zonas rurales, hasta el punto que desde fines del siglo XX más del 50% de la Humanidad vive en ambientes urbanos. Este fenómeno de desarrollo demográfico se ha potenciado hasta tal punto que el mismo concepto de “ciudad” ha resultado insuficiente, y han surgido conceptos ampliatorios como “megalópolis” y “megaciudades”. No hay acuerdo sobre el inicio de la propuesta del término megalópolis, con que se designa al resultado de un fenómeno de las últimas décadas: varias ciudades o aglomeraciones urbanas, originariamente independientes y separadas entre sí por campos o sectores rurales, que fueron creciendo y “desparramándose” tanto que terminaron por unirse, conformando una urbanización única de enormes extensiones, sin discontinuidad, a través de las cuales se puede transitar muchos kilómetros en distintas direcciones encontrando siempre viviendas, construcciones, edificios y más edificios. La “megaciudad” designa a una ciudad muy grande, sumamente poblada, en comparación con una ciudad “tradicional”. Aunque el concepto es por supuesto relativo y existen diversos criterios, en documentos de las Naciones Unidas se comenzó a aplicar esta denominación hacia el año 2003 para distinguir a las aglomeraciones mayores a los 10 millones de personas. Esta cifra ya ha quedado pequeña y varias ciudades (o como se prefiera llamarlas) sobrepasan ya los 20 y aún los 30 millones de habitantes. Estas grandes ciudades presentan graves problemáticas ambientales, que amplían y potencian lo que ocurre en otras aglomeraciones humanas. Estas problemáticas pueden resumirse en las siguientes: -En general su desarrollo no es producto de adecuada planificación -Su crecimiento no es acompañado por medidas de protección ambiental -Casi siempre están vinculadas a cursos de agua -Estos ríos y arroyos suelen ser usados para vehiculizar efluentes y todo tipo de desechos -Como regla las condiciones sanitarias son insuficientes -Incluyen asentamientos “informales”, de rápido y descontrolado crecimiento y pobre o nulo control. En relación a estos fenómenos sociales, surge asimismo el concepto de “ríos urbanos” para designar a los cursos vinculados a las ciudades y centros poblados. Esta relación puede manifestarse o enfocarse al menos en dos aspectos: 1.-Aspecto geográfico: son los ríos que atraviesan la ciudad, su territorio, sus barrios y partes. 2.-Aspecto ecológico: son los ríos en los cuales se vuelcan los efluentes y las aguas servidas de la población. Calidad y patogenia de los ríos urbanos En prácticamente todo el mundo, pero muy especialmente en los países denominados “en desarrollo”, los ríos vinculados a los centros poblados presentan Página | 94 algunas características distintivas, a saber: -Con frecuencia faltan los servicios básicos de red y cloacas o han quedado subdimensionados -La demanda de agua por la megaciudad es insaciable -El agua es usada reiteradamente y se incrementa su contaminación -Se requiere un estricto control, que suele no existir o ser insuficiente. Numerosos estudios en los ríos urbanos indican los siguientes aspectos comunes: -Alto deterioro de la calidad físico-química -Disminución y pérdida de la biodiversidad -Deterioro del aspecto visual y destrucción del paisaje -Aparición de patógenos. La última cuestión, la aparición en los cursos de agua de organismos que pueden causar daños o enfermedades al ser humano y a los animales, merece un comentario particular. Numerosos patógenos son vehiculizados por el agua. Sobre ellos podemos extraer algunas observaciones relevantes: -Pueden permanecer en el agua (no son necesariamente exógenos sino que encuentran allí su “hábitat” natural) -Son transportados y llevados por el curso (pueden distribuirse y propagarse fácilmente) -Se adaptan fácilmente a condiciones cambiantes -Conservan su poder patogénico -Pueden desarrollar mayor resistencia La existencia en aguas naturales de microorganismos con poder patogénico se conoce hace tiempo. Algunos son tan comunes que se analiza su presencia en forma rutinaria (Escherichia coli, Pseudomonas, etc.), y se los incluye en las normas de calidad de agua para diversos usos. Pero además de estos patógenos “clásicos”, más recientemente se evidencia que: -Permanentemente se van identificando nuevos patógenos -Se encuentra poder patogénico en especies anteriormente consideradas como no patógenas -Muchos patógenos “clásicos” aparecen con mayor virulencia -Se ha observado que las bacterias en agua pueden intercambiar información genética y hacerse más resistentes a las condiciones adversas o ser más fulminantes en su patogenicidad -Muchas bacterias desarrollan mayor resistencia a antibióticos o se vuelven multirresistentes Este último concepto no es un detalle menor pues constituye un tema de gran preocupación para la prevención de la Salud Pública. El descubrimiento de los antibióticos y su aplicación en la práctica médica significaron un vuelco irreversible en la eterna lucha de la Humanidad contra las enfermedades infecciosas. Sin embargo, la esperanza que esto presentó en los primeros años, se encontró con una realidad diferente y la aparición de nuevos paradigmas, en un proceso cambiante y de destino incierto, en los que surgen los siguientes aspectos: -Las bacterias mutan fácilmente y adquieren mayor resistencia -Las dosis anteriormente efectivas ya no alcanzan, a veces a ninguna concentración -Hacen su aparición nuevas cepas -Hay necesidad de combinaciones o “cócteles” de antibióticos -Se evidencia como otra importante causa del incremento de la resistencia a antibióticos el empleo intensivo de tales sustancias en agricultura y en cría de peces -Se observa que además de lo anterior, los patógenos multirresistentes son llevados por los animales y sus excrementos a los ríos -Los plásmidos portadores de genes con resistencia a antibióticos frecuentemente adquieren también resistencia a metales pesados y a detergentes -Esto último les permite además sobrevivir en condiciones de alta contaminación que no podrían soportar las cepas originales Presencia de antibióticos en las aguas Complementando el cuadro anterior, se ha evidenciado un aumento de sustancias antibióticas en el agua, provenientes de efluentes domésticos, de industrias farmacéuticas y de otras descargas. La presencia de antibióticos o de sus derivados en el agua tiene a su vez varias consecuencias: -Mayor contaminación acuática -Interacción con otras moléculas, endógenas o exógenas presentes en el agua (quimiotransformación) -Facilitación y aceleración de las adaptaciones bacterianas (adquisición de mayor resistencia y de nuevas cepas) Más singular aún, la presencia de estas sustancias en el agua de consumo trae consecuencias adicionales, en los que se destacan: -Los tratamientos de potabilización convencionales no las eliminan -Los métodos de análisis de potabilización no las detectan Patógenos en ríos del Conurbano Bonaerense Los estudios de ecología y calidad del agua en los ríos y arroyos vinculados al populoso Conurbano Bonaerense han sido relativamente escasos. En un trabajo anterior 4, destacamos la circunstancia de que los estudios sobre características microbiológicas de las aguas superficiales del populoso Conurbano Bonaerense se han centrado tradicionalmente en estima- Página | 95 ciones de su concentración, faltando datos precisos sobre su determinación taxonómica y distribución geográfica concreta. Esto nos ha llevado desde la dirección del Instituto de Ecología y Contaminación Ambiental (FCEQyN-UM) a incorporar a los estudios que se venían realizando sobre Ecología Acuática Regional, la aplicación de técnicas bioquímicas para la determinación taxonómica de bacterias, a nivel de especie y subespecie. Esta metodología, inédita para la región, permitió detectar la presencia de diversos taxones reconocidos tanto por su patogenicidad cuanto por estar asociados a infecciones hospitalarias. Entre otras consideraciones, estos hallazgos han planteado la cuestión del origen en aguas superficiales de bacterias consideradas intrahospitalarias. En un comienzo han surgido algunas posibilidades al respecto: -Que tengan una fuente antrópica, considerando el cúmulo de efluentes de todo tipo que reciben los cursos, en forma directa o indirecta, provenientes tanto de viviendas, comercios o industrias como de centros de atención sanitaria. Es sabido que los vertidos de muchos sectores del Conurbano no cuentan con sistemas de tratamiento adecuados o estos han quedada sub-dimensionados ante el crecimiento de la población. -Que estas bacterias están desde hace mucho tiempo en los cursos de agua y simplemente no se las buscó anteriormente en forma específica. -Que algunas bacterias hayan mutado o se hayan adaptado a las condiciones de los ríos y arroyos. -Que el deterioro de la calidad de los cursos haya creado condiciones más apropiadas para la subsistencia de estos microorganismos, favoreciendo su permanencia y adaptación. A posteriori, incentivados por los hallazgos iniciales, llevamos adelante un relevamiento intensivo en la cuenca del río Reconquista, tanto en el cauce principal como en los arroyos tributarios 5. Los resultados permitieron confirmar los hallazgos preliminares e identificar una veintena de especies, que incluyen formas oportunistas junto con patógenos de enorme importancia sanitaria. En una discusión sobre su significado ecológico, destacamos que muchas bacterias planctónicas pueden vivir en determinados microhábitats conocidos como biofilms Se trata de estructuras formadas por la asociación de las células a una superficie o sustrato, formando una comunidad compleja, que se caracteriza por la presencia de una matriz extracelular que mantiene la cohesión del conjunto. Esto permite a las bacterias crecer y desarrollarse en forma mucho más protegida que si estuvieran en contacto directo con el agua, y así sobrevivir frente a condiciones ambientales muy hostiles. Se ha puesto especial interés en el significado ecológico y sanitario del biofilm 3, 6, 7. A través de estas formaciones, los microorganismos pueden extenderse y prosperar sobre prácticamente cualquier superficie, biótica o abiótica. La formación del biofilm, además, evita al bacterioplancton ser llevado por la corriente. Esto merece ser particularmente destacado. Ante la situación de deterioro de los ríos motivada por el enorme caudal de los efluentes líquidos, es frecuente encontrarse con posturas que pretenden justificarlos o minimizar su importancia, con expresiones del tipo: “el río es caudaloso y tiene suficiente capacidad para diluir la contaminación”; “una descarga puede ser muy contaminante pero pronto se diluye”; “la contaminación disminuye al alejarnos del sitio de descarga”, y otras similares. Pero la circunstancia de que algunas bacterias puedan estar encerradas en biofilms y ser transportadas sin inconvenientes, adecuadamente protegidas, muestra la falsedad de estos criterios y demuestra que algunas políticas de monitoreo y control deben ser revisadas y corregidas. Más aun teniendo en cuenta que los organismos componentes del biofilm conservan su patogenicidad o incluso resultan más fortificados y con mayor virulencia. Bacterias y cambio climático Numerosas evidencias confirman que el clima de la Tierra está cambiando con rapidez y que la temperatura promedio de la atmósfera se está elevando 8, 9 . Aunque las fluctuaciones climáticas han ocurrido desde siempre, y a lo largo de la historia de la Tierra se han sucedido épocas más frías con otras más calientes, resulta indudable que al menos una parte del calentamiento actual se debe a causas antrópicas 10 . Esto tiene una consecuencia ecológica tremenda. En los cambios climáticos anteriores originados en causas naturales, como pequeñas alteraciones de la inclinación terrestre, de la cercanía del sol, de la energía solar recibida y otros fenómenos cósmicos, las modificaciones ocurrían gradualmente a lo largo de grandes intervalos de tiempo, permitiendo a las especies adaptarse a esos cambios y permitiendo a su vez a los ecosistemas evolucionar en concordancia. Pero los impactos actuales son tan rápidos en términos ecológicos que no dan tiempo a la Naturaleza a utilizar sus herramientas de adaptación, significando un fuerte peligro para la conservación de la biodiversidad y para la subsistencia de la misma especie humana. Con distintas manifestaciones y consecuencias a través del planeta, el calentamiento global se viene manifestando también a nivel regional en la Argentina, con repercusiones en general más evidentes en los sitios más poblados. Especialistas como el climatólogo argentino Osvaldo Canziani, de reconocido prestigio internacional (miembro y editor del Grupo Página | 96 Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático IPCC), han manifestado reiteradamente que el cambio climático, además de impactos económicos y ambientales, trae impactos negativos directos sobre la salud humana. Aumento de enfermedades en las plantas y en los humanos, condiciones favorables para la propagación de mosquitos y otros insectos y extensión de patógenos originarios de climas cálidos (como dengue, chikungunya, zika y otros) se destacan en una larga lista de acontecimientos. El panorama incluye plagas más resistentes a pesticidas y por lo tanto mayor uso de químicos, mortalidad de ganado y especies útiles por temperaturas extremas, pérdida de cosechas, escasez de agua y paradójicamente lluvias muy intensas y graves inundaciones. Hay múltiples evidencias de que el clima en regiones templadas de Argentina como el Conurbano Bonaerense presenta un comportamiento cada vez más correspondiente a zonas tropicales o subtropicales. Al preguntarnos nuevamente sobre el posible origen de patógenos en aguas superficiales, a las opciones que tentativamente enunciamos más arriba, surge con fuerza otra alternativa adicional: que el cambio climático de la región ha favorecido el desarrollo y la permanencia de estos organismos. Varias de las especies bacterianas halladas en los ríos del Conurbano son típicas de regiones tropicales o subtropicales, lo que implica indudables impactos en las comunidades biológicas y en la Salud Pública. El efecto del cambio climático en organismos acuáticos, especialmente en patógenos, no ha sido aun adecuadamente considerado. En un estudio sobre una población de peces del tramo inferior del río Reconquista 11, hemos hallado infecciones en branquias, estómago e intestino de los animales en concordancia con patologías de peces tropicales. Se trabajó con Pimelodus maculatus, un bagre típico de las cuencas de Sudamérica (Orinoco, Amazonas, alto Paraná), que parece haberse adaptado bien a estas latitudes. La frecuencia de Staphylococcus y enterobacterias en sus órganos, por ejem- plo, resulta característica de enfermedades de peces de ríos tropicales, además de estar altamente vinculadas a infecciones en humanos. Interrogantes que buscan respuesta ¿Se comportan los ríos del Conurbano Bonaerense como cursos “tropicales”? Es factible considerar que la dinámica y la ecología de estos ríos están siendo influenciadas por el cambio climático o al menos comienzan a comportarse con algunos indicadores de cursos tropicales. Como se indicó anteriormente, esta cuestión no ha sido aun adecuadamente considerada y evaluada, pero amerita su planteo para futuras investigaciones. BIBLIOGRAFÍA 1. Margalef, R. (1974). Ecología. Editorial Omega, Barcelona. 2. Margalef, R. (1982). Limnología. Editorial Omega, Barcelona. 3. Abraham, W.R. (2011). Megacities as source for pathogenic bacteria in rivers and their fate downstream. International Journal of Microbiology, 1155: 1-13. 4. Kuczynski, D. (2012). La presencia de patógenos en ríos y arroyos: significado sanitario y ecológico. Anales de la Sociedad Científica Argentina, 248 (3): 13-19. 5. Kuczynski, D. (2016) Occurrence of pathogenic bacteria in surface water of an urban river in Argentina (Reconquista River, Buenos Aires). International Journal of Aquatic Science, 7 (1): 30-38. 6. Romanova, I.M. y Gintsburg, A.L. (2011). Bacterial biofilms as a natural form of existence of bacteria in the environment and host organism. 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