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EUCARISTÍA INICIO DE CURSO
SANTA TERESA
LECTURAS
Curso 10 / 11
15 de Octubre
Primera lectura: Romanos 12, 9- 17
“Que vuestro amor no sea una farsa; detestad lo malo y
abrazaos a lo bueno. Amaos de verdad unos a otros como hermanos
y rivalizad en la mutua estima. No seáis perezosos para el esfuerzo;
manteneos fervientes en el espíritu y prontos para el servicio del Señor.
Vivid alegres por la esperanza, sed pacientes en la tribulación y
perseverantes en la oración. Compartid las necesidades de los creyentes;
practicad la hospitalidad. Bendecid a los que os persiguen;
bendecid y no maldigáis. Alegraos con los que se alegran; llorad con
los que lloran. Vivid en armonía unos con otros y no seáis altivos,
antes bien poneos al nivel de los sencillos. Y no seáis
autosuficientes...A nadie devolváis mal por mal; procurad hacer en bien ante
todos los hombres.
Ideas:
Como en el texto anterior, el modo de vivir que se nos presenta es el
basado en el amor. Destacan las actitudes de la alegría, la
compasión, el respeto, el esfuerzo, la hospitalidad… Todo ello vivido
con la sencillez que da lo auténtico, que sale de dentro del corazón.
Evangelio: Mateo 11, 25-30
Entonces Jesús dijo:
- Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido
estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has dado a conocer a los
sencillos. Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi
Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre; y nadie conoce Hijo más que
el Padre y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad
con mi yugo y aprended de mí, que soy sencillo y humilde de corazón, y
hallaréis descanso para vuestras vidas. Porque mi yugo es suave y mi carga
ligera.
Ideas:
- Jesús alaba al Padre por las obras que va realizando en su persona.
Una de ellas es dar a conocer al Hijo a aquellos que son sencillos de
corazón. Esto es posible sólo porque éstos, los más pequeños, no
ponen obstáculos a Dios. Los más pequeños son los humildes que
acogen a Dios tal como se manifiesta y no le ponen condiciones.
Santa Teresa dice que Dios no se da del todo a nosotros hasta que
nosotros no nos damos del todo a él. Esto significa creer en Él, confiar
en su Palabra, esperar siempre lo mejor de los demás, estar
agradecidos por todas las cosas que recibimos, esforzarnos en
nuestro trabajo y procurar que los demás sean felices… Así crecerá
en nosotros una gran alegría.