Download TO Encefalitis IX Nº 3
Document related concepts
no text concepts found
Transcript
TRABAJOS ORIGINALES ENCEFALITIS GRANULOMATOSA AMEBIANA CAUSADA POR BALAMUTHIA MANDRILLARIS. Presentacion de cuatro casos en pediatría Dres. A. Scrigni*, S. Quevedo*, L. Gamba*, F. Lubieniecki**, A. L. Taratuto**, S. Pérsico***, S. Rodríguez de Schiavi* RESUMEN Las amebas de vida libre comprenden los géneros Naegleria, Acanthamoeba y Balamuthia, que se distribuyen en la naturaleza y pueden causar infección en el sistema nervioso central en niños y adultos. La variedad Balamuthia Mandrillaris produce una encefalitis granulomatosa amebiana (EGA) de evolución crónica y que afecta a inmunosuprimidos. Se describen cuatro pacientes de edad pediátrica que presentaron esta enfermedad. Todos ellos eran inmunocompetentes. Solo dos de los cuatro niños presentaron lesiones en cara, que se corresponde con el modo de contagio mas frecuente por inmersión en aguas contaminadas. Uno de los niños inició el cuadro clínico como osteomielitis crónica. La evolución en nuestros pacientes fue aguda, con grave compromiso neurológico. No existieron datos significativos o patognomónicos en los exámenes de L.C.R. e imágenes de TAC y RM. El diagnóstico se realizó por biopsia de una lesión cerebral, confirmado por inmunofluorescencia. Todos los niños fallecieron a pesar de recibir diversos esquemas terapéuticos. Conclusión: se sugiere considerar la infección por ameba de vida libre en el diagnóstico diferencial de un niño que presenta un cuadro de encefalitis aguda, independiente de si es o no inmunocomprometido. ABSTRACT Free living amebae include genera Naegleria, Acanthamoeba and Balamuthia. They are widespread in nature and associated with central nervous system (CNS) infection in children and adults. Balamuthia mandrillaris causes granulomatous amebic encephalitis (EGA), usually seen in immunocompromised patients. We report four children with EGA, all of them immunocompetent. Two patients were admitted for ulcerative cutaneus lesions in the face. One of the children presented fracture of the fibula and osteomyelitis. All patients had an acute clinical course, with serious neurological impairment. There was no patognomonic feature in cerebrospinal fluid, computed tomography or magnetic nuclear resonance. The biopsy showed granulomatous amebic encephalitis with trophozoites and amebae were typified by indirect immunofluorescence. There is no effective treatment for EGA. All children died. We suggest considering free living amebae in the differentcial diagnosis of acute encephalitis in children, immunosuppresed or not. Key words: Free living amebae. Granulomatous Amebic encephalitis. Balamuthia Mandrillaris. Medicina Infantil 2002; IX: 205 - 210. Palabras claves: Amebas de vida libre. Encefalitis granulomatosa amebiana. Balamuthia Mandrillaris. Medicina Infantil 2002; IX: 205 - 210. INTRODUCCION Las amebas son parásitos que pertenecen al reino de los protozoos y clase rizopodea. * Servicio de Clínica Médica. ** Servicio de Anatomía Patológica. *** Servicio de Radiología Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan Recibido: Aceptado: 15-08-02 — 26-09-02 Correspondencia a: Dra. Adriana Scrigni. Tucumán 1657. 8º “A” - Buenos Aires - Tel.: 43747692. Dentro de esta clasificación, las denominadas amebas de vida libre comprenden los géneros Naegleria, Acanthamoeba y Balamuthia, que son protozoarios oportunistas de vida libre ubicuos en la naturaleza, suelos, agua y aire en todo el mundo. Dichas amebas han sido reconocidas como patógenos en individuos normales e inmunocomprometidos, y también en animales. Las amebas pueden afectar distintos órganos, Encefalitis granulomatosa 205 entre ellos el sistema nervioso central, donde producen dos tipos de enfermedad: una infección fulminante y progresiva denominada meningoencefalitis amebiana primaria (PAM) producida por el género Naegleria, y una afección crónica lentamente progresiva llamada encefalitis granulomatosa (EGA) producida por los géneros Acanthamoeba y Balamuthia Mandrillaris. En esta última forma, la infección afecta generalmente individuos malnutridos, debilitados o inmunosuprimidos, postransplantados o con SIDA. Hay pocos casos descriptos sin evidencia de inmunodeficiencia. Desde julio de 1996 se han reportado más de 95 casos de infección por Acanthamoeba sp. en el mundo, 65 en los Estados Unidos, 46 en pacientes con SIDA. Al menos 60 casos de EGA debido a Balamuthia Mandrillaris han sido publicados en el mundo, 26 en USA, 7 en pacientes con SIDA. Sin embargo, probablemente la incidencia real no es exactamente conocida, estando subestimada entre otras razones por la ausencia de estudios anatomopatológicos y las dificultades para el diagnóstico de género. El presente trabajo describe cuatro casos de infección por Balamuthia Mandrillaris que se diagnosticaron en el Hospital Garrahan. MATERIAL Y METODO Se analizaron retrospectivamente las historias clínicas de los cuatro pacientes con infección por Balamuthia Mandrillaris diagnosticados en el Hospital Garrahan entre mayo de 1989 y agosto de 2000. Se obtuvieron datos sobre edad, sexo, formas clínicas de comienzo y evolución, exámenes de la- boratorio y diagnóstico. Se revisaron las imágenes y las biopsias obtenidas en los cuatro pacientes. RESULTADOS Los pacientes evaluados fueron tres de sexo masculino y una mujer. Las edades de los niños estaban comprendidas entre un año y 12 años. Todos los niños eran previamente sanos, y no padecían ningún compromiso inmunológico. Dos de los pacientes comienzan el proceso infeccioso con lesiones en cara (de tipo pápulovesiculosa uno de ellos y el otro con lesiones granulomatosas) y otro de los niños inicia el cuadro como un traumatismo de pierna, con osteomielitis de peroné que no mejora con antibióticos habituales. En estos tres casos el tiempo transcurrido desde el inicio de la enfermedad hasta la aparición de síntomas neurológicos varía entre dos meses y dos años. Sólo el caso número cuatro presenta síntomas neurológicos de inicio. Las Tablas 1 y 2 resumen las características clínicas, epidemiológicas, diagnóstico y evolución presentados por los cuatro pacientes. HALLAZGOS RADIOLOGICOS En el caso nº 1: la Resonancia Magnética (RM) de cerebro señala múltiples lesiones nodulares, en ambos hemisferios cerebrales, ganglios basales y fosa posterior (tronco encefálico y cerebelo) que impresionan corresponder a granulomas (Figura 1). En el caso nº 4: la Tomografía Axial Computada (TAC) de cerebro muestra una lesión heterogénea hipo e hiperdensa con calcificaciones de topografía córtico subcortical temporoparietal izquierda, sin efecto de masa y con presencia de algunas lesiones nodulares en su interior. (Figura 2) TABLA 1: CARACTERISTICAS EPIDEMIOLOGICAS DE LOS PACIENTES. Caso Edad Clínico en años Sexo Forma de comienzo Localización Estado inmunológico Tiempo de evolución hasta la aparición de síntomas neurológicos Procedencia Nº 1 12 M Pápulas vesículas Cara Inmunocompetente 2 años Nº 2 4 M Traumatismo miembro I.I. Osteomelitis de peroné Hueso peroné Inmunocompetente 1 año Traumatismo por caída en una zanja Pcia de Bs. As. Nº 3 6 M Lesión granulomatosa Cara. Miembro superior izquierdo Inmunocompetente 2 meses El niño nadaba en un lago contaminado. Pcia. de Corrientes Nº 4 1 F Disminución fuerza muscular hemicuerpo derecho. Convulsión T.C.G. Sistema nervioso central Inmunocompetente ––– La niña es sumergida en un tanque de agua. Pcia de Bs. As. 206 Medicina Infantil Vol. IX N° 3 Septiembre 2002 TABLA 2: CARACTERISTICAS Y EVOLUCION DEL CUADRO DE ENCEFALITIS. Caso Clínico Síntomas y signos neurológicos Imágenes radiológicas Anatomía patológica Inmunofluorescencia indirecta en S.N.C. Evolución Nº 1 Parálisis parcial I. Hemiplejia I. Lesiones nodulares en hemisferios cerebrales; Ganglios basales y fosa posterior Amebas en S.N.C. Positiva Balamuthia m. Fallece 8 días posterior al inicio del cuadro neurológico Nº 2 Convulsión T.C.G. Compromiso del sensario Imágenes múltiples hipodensas en hemisferios cerebrales Amebas en S.N.C. Positiva Balamuthia m. Fallece 19 días posterior al inicio del cuadro neurológico Nº 3 Hemiplejia derecha Lesión tumoral occipital y temporal derecha en S.N.C. Amebas en S.N.C. Positiva Balamuthia m. Fallece 15 días posterior al inicio del cuadro neurológico Lesión heterogénea en S.N.C. temporo parietal I. córtico-subcortical Amebas en S.N.C. Positiva Balamuthia m. Fallece 45 días posterior al inicio del cuadro neurológico Nº 4 Figura 1: RM de cerebro (caso no. 1): múltiples lesiones nodulares en ambos hemisferios cerebrales, ganglios basales y fosa posterior que impresionan granulomas. Figura 2: TAC de cerebro (caso no.4): lesión heterogénea córtico-subcortical temporoparietal izquierda sin efecto de masa con lesiones nodulares en su interior. En la RM de cerebro de la misma paciente se ve una imagen temporoparietal izquierda en T1 con refuerzo post contraste anfractuoso y heterogéneo y que genera leve efecto de masa, sobre la prolongación occipital del ventrículo lateral (Figura 3). La angiorresonancia de vasos cerebrales es normal. Luego de la biopsia cerebral se realiza nueva TAC de cerebro con contraste que muestra craniectomía temporoparietal izquierda, con progresión de la lesión temporoparietal izquierda, con aparición de nuevas lesiones en ganglios basales izquierdos (tálamo y núcleo lenticular) y región parietal derecha. (Figura 4). Encefalitis granulomatosa 207 gigantes multinucleadas, linfocitos y macrófagos, dentro de un tejido con extensa necrosis y vasculitis. Trofozoitos de 25 a 35um. de diámetro con citoplasma finamente granular con vacuolas y un único núcleo se observaron principalmente en la necrosis y a nivel perivascular, excepto en la biopsia del caso 3 donde sólo se detectó un trofozoito aislado. En el caso 1 se observaron algunas formas quísticas. (Figuras 5 y 6). Figura 3: RM de cerebro (caso no.4): en T1 lesión temporoparietal izquierda con refuerzo post-contraste. Figura 5: Encefalitis Granulomatosa Amebiana. Parénquima necrótico con inflamación y trofozoitos. Figura 6: Encefalitis Granulomatosa Amebiana. Parénquima nervioso con vasculitis secundaria. Figura 4: TAC de cerebro con contraste (caso no.4): progresión de la lesión temporoparietal izquierda con nuevas lesiones en ganglios basales izquierdos y región parietal derecha. HALLAZGOS ANATOMOPATOLÓGICOS Biopsias Cerebrales La EGA se caracterizó por la presencia de infiltrado inflamatorio difuso y perivascular con células 208 Medicina Infantil Vol. IX N° 3 Septiembre 2002 Los 4 casos fueron positivos para Balamuthia Mandrillaris por inmunofluorescencia indirecta efectuada en el CDC de Atlanta, USA (Dres J. Martínez y G. Visvesvara). Biopsias de piel (casos 1, 2 y 3) y biopsia ósea (caso 2): Luego del diagnóstico neuropatológico, las biopsias previas fueron revisadas y sólo se identificaron muy escasos trofozoitos, especialmente con inmunofluorescencia específica. Autopsia (caso 3):El paciente presentó una extensa y profunda lesión ulcerativa centrofacial. Sistema nervioso Central: Hallazgos macroscópicos: se observaron múltiples lesiones nodulares hemisféricas y en tronco cerebral de coloración grisácea que medían de 2 a 6 cm. de diámetro. Hallazgos microscópicos: los trofozoitos fueron mucho más numerosos que en la biopsia previa de este paciente. El diagnóstico de EGA debido a Balamuthia Mandrillaris fue confirmado por inmunofluorescencia. DISCUSION Las amebas de vida libre son protozoarios que están presentes en el ambiente: el suelo, el agua y el aire. Las infecciones en los seres humanos son producidas por los géneros Naegleria, Acanthamoeba y Balamuthia Mandrillaris; son poco frecuentes y se adquieren a través de agua contaminada que ingresa por las fosas nasales, o por inhalación. La variedad Naegleria Fowleri crece en climas tropicales y subtropicales, en aguas de lagos y piletas de natación contaminadas. Produce una infección en el sistema nervioso central denominada meningoencefalitis amebiana primaria (MAP), que afecta a personas sanas y cursa como una meningoencefalitis fulminante que lleva a la muerte en un lapso breve de tiempo de 3 a 7 días. Los cambios patológicos son meningoencefalitis hemorrágica aguda necrotizante con moderado exudado purulento, principalmente basal en cerebelo y tronco. La observación de trofozoitos en el S.N.C. ocurre alrededor de los vasos sanguíneos. Los primeros casos de meningoencefalitis producidos por amebas de vida libre corresponden a esta variedad y datan de 1965, año en que los doctores Fowler y Carter de Adelaide describen los primeros cuatro pacientes1. Actualmente hay reportados 179 casos, 81 en U.S.A.. El examen de líquido cefalorraquídeo es útil para el diagnóstico. Otra variedad de amebas de vida libre son Acanthamoeba y Balamuthia Mandrillaris que producen una encefalitis amebiana granulomatosa (EGA) que se observa con frecuencia en personas debilitadas, con terapia inmunosupresora o con inmunodeficiencia primaria o secundaria (SIDA)2. La Balamuthia no fue aislada en la naturaleza, pero se sospecha que tiene el mismo hábitat que Acanthamoeba y Naegleria. La B. Mandrillaris inicialmente fue considerada inocua, hasta que se aisló del cerebro de un mandril baboon que murió de meningoencefalitis. Posteriormente la ameba leptomixoide fue identificada en cerebro de personas que padecían EGA. En modo reciente, la ameba leptomixoide fue clasificada como Balamuthia Mandrillaris. Esta variedad es muy infrecuente; se describen 63 casos publicados, según lo señala el Dr. Martínez1, y luego fueron hallados un caso más en Europa3 y seis casos en México 4, y una serie de 25 casos en Perú, la mitad en población pediátrica, afectando piel y mucosas de región centrofacial, 21 con invasión del S.N.C. Se postula que la puerta de entrada es la piel o el tracto respiratorio y alcanzan el sistema nervioso central por vía hematógena. Se ha descripto que la EGA evoluciona en forma lenta, progresiva y crónica. Los casos que presentamos en esta oportunidad corresponden a infección por Balamuthia Mandrillaris, pero debemos señalar algunas características especiales de nuestros pacientes que difieren de aquellos referidos en la literatura. Si se tienen en cuenta los antecedentes, ninguno de nuestros pacientes era inmunosuprimido, que es una característica que señalan diversos autores1,2, si bien los casos 1 y 3 recibieron cursos cortos de corticoides por sus lesiones cutáneas, la infección ya estaba establecida. Los niños descriptos en esta oportunidad tampoco padecían síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). En relación con el modo de comienzo de la enfermedad, sólo dos de los cuatro niños presentan lesiones ulceradas en la cara de localización perinasal que se corresponde con el modo más frecuente de contagio por inmersión en aguas contaminadas, y luego progresión hacia el sistema nervioso central por contigüidad y por vía vascular. Para Gordon2, la presencia de lesiones en piel de aspecto nodular inflamatorio, puede ser un signo precoz de infección amebiana, y deben ser biopsiadas para alcanzar un diagnóstico precoz e instaurar un tratamiento antes de que se desarrollen los abscesos en sistema nervioso central, cuya evolución es invariablemente fatal. Llama la atención la forma de presentación del segundo paciente que inicia el cuadro como osteomielitis crónica. Existe un precedente en la literatura5 de una infección ósea causada por una ameba de vida libre, pero en este caso era Acanthamoeba, que afectó a un niño de cinco años HIV positivo comprometiendo piel y diversos huesos en forma secuencial. El examen histopatológico mostró una lesión de tipo granulomatoso. En cuanto a la evolución, la descripción clásica de la EGA es crónica y progresiva. En el último caso clínico se observa una progresión rápida con severo compromiso neurológico. En el segundo paciente, si bien la afección ósea es lenta, crónica, cuando comienza con síntomas neurológicos, la evolución es rápida y fatal. El tercer caso clínico se comporta como una enfermedad de curso agudo; y el primer paciente, sería el más característico con lesiones en piel en región perinasal de largo tiempo de evolución (dos años), con histología local de tipo granuloma, y luego, compromiso encefalítico y muerte en ocho días6. Griesemer7 presenta dos niños con infección por Balamuthia Mandrillaris, quienes coinciden con los pacientes aquí presentados porque tienen un curso de enfermedad agudo y mortal, son niños inmunocompetentes y además, el autor señala que el Encefalitis granulomatosa 209 líquido cefalorraquídeo (L.C.R.) de ambos muestra pleocitosis mononuclear y proteinorraquia levemente elevada. El primer paciente de nuestra serie es el único a quien se le realizó examen citoquímico del L.C.R. y coincide con las características señaladas por este autor. La TAC de cerebro de nuestros pacientes muestra imágenes nodulares y la RM de cerebro señala imágenes focales en T1 que refuerzan con contraste. En este sentido, Kidney y Kim8 comentan un caso de EGA que tiene imágenes de RM similares a nuestros pacientes. Es importante señalar que esta descripción radiológica que se corresponde con lesión granulomatosa, de ninguna manera es patognomónica o puede permitir inferir un diagnóstico de amebiasis. El diagnóstico se realiza por biopsia cerebral donde debe buscarse la presencia de trofozoitos y quistes. El diagnóstico diferencial debe efectuarse con otras masas ocupantes como abscesos bacterianos, infecciones micóticas, tuberculomas, toxoplasmosis, hematomas o neoplasias. En la revisión de la literatura, las biopsias óseas y de piel mostraron muy aislados trofozoitos con denso infiltrado inflamatorio. En nuestros casos, se observó una respuesta granulomatosa con linfocitos epitelioides y células gigantes multinucleadas tipo Langhans. En las biopsias cutáneas, se evidenció además, necrosis e inflamación aguda. Clásicamente la reacción histopatológica en piel ha sido descripta como granulomatosa, sin embargo existen trabajos que reportan vasculitis leucocitoclástica por Acanthamoeba9. En el S.N.C., las lesiones por amebas de vida libre han sido reportadas como granulomatosas10, necrotizantes11, y menos frecuentemente como vasculíticas7, como en los casos aquí presentados. Los trofozoitos fueron claramente evidentes en tres de cuatro biopsias cerebrales. En el caso tres, la biopsia mostró muy escasos trofozoitos, pero se hallaron en gran número en el material de autopsia. En cuanto al tratamiento instituído, los pacientes aquí descriptos recibieron diversos esquemas antibióticos, sin respuesta favorable a los mismos. En este sentido, se coincide con Martínez1 quien considera que no hay tratamientos efectivos hasta la fecha. Como conclusión, debe considerarse la infección por amebas de vida libre en sistema nervioso central en el diagnóstico diferencial de un niño que presenta un cuadro clínico compatible con encefalitis aguda de causa poco clara, independientemente de 210 Medicina Infantil Vol. IX N° 3 Septiembre 2002 su estado inmune. Es importante además, tener en cuenta las medidas de prevención en el medio ambiente, consistentes en el control de las aguas estancadas de lagunas y zanjas y en la evaluación microbiológica de las mismas. Los hallazgos resaltan la necesidad de sospechar e investigar tempranamente la presencia de amebas de vida libre en lesiones granulomatosas cutáneas, principalmente las de localización centrofacial, aún en pacientes inmunocompetentes. Los trofozoitos pueden ser muy escasos y ser fácilmente confundidos con macrófagos; la vasculitis puede ser un hallazgo prominente y dificultar aún más el diagnóstico. Dado el creciente número de casos reportados en la literatura mundial, y considerando que estos cuatro casos fueron diagnosticados en una sola institución, consideramos posible que en nuestro país haya subdiagnóstico de esta patología. Agradecimientos Los autores agradecen a los doctores Beatriz Marciano, P.Bassini, Alberto Yañez, Adrián Pierini, Griselda Berberian, Jorge Monges, y Vicente Cucia, quienes participaron en la atención de los paciente presentados en este artículo. REFERENCIAS 1. Martínez J, Visvesvara G.Free living, amphizoic and opportunistic amebas.Brain Pathology 1997;7:583-598. 2. Gordon S, Steinberg J, DuPuis M, et al.Culture isolation of Acanthamoeba species and Leptomyxid amebas from patients with amebic meningoencephalitis, including two with aids.Clin Infect Dis 1992;15:1024-1030. 3. Kodet R, Nohynkova E, Tichy M et al.Amebic encephalitis caused by Balamuthia mandrillaris in a Czech child: description of the first case from Europe.Pathol Res Pract 1998;194(6):423-429. 4. Uribe Uribe NO, Becerra Lomelí M, Alvarado Cabrero I, et al.Granulomatous amebic encephalitis by Balamuthia mandrillaris. Informe de seis casos mexicanos.Patología 2001;39:141-148. 5. Selby D, Chandra R, Rakusan T, et al.Amebic osteomielitis in a child with acquired immunodeficiency síndrome: a case report.Pediatric Pathology&Laboratory Medicine 1998;18:89-95. 6. Taratuto AL, Monges J, Acefe JC, et al.Leptomyxid amoeba encephalitis: report of the first case in Argentina. Trans R Soc Trop Med Hyg 1991;85(1):77. 7. Griesemer D, Barton L, Reese CM, et al.Amebic Meningoencephalitis caused by Balamuthia mandrillaris.Pediatric Neurology 1994;10(3):249-254. 8. Kidney DD, Kim SH.Cns infections with free-living amebas: neuroimaging findings. AJR Am J Roentgenol 1998;171(3):809-12. 9. Helton J, Loveless M, White CR. Cutaneus Acanthamoeba infection associated with leukocytoclastic vasculitis in an AIDS patient. Am J Dermatopathol 1993;146-149. 10. Martinez J.Free living amoebas: infection of the central nervous system. Mount Sinai J Med 1993;60:271-278. 11. Visvesvara G, Martinez J, Schuster E et al.Leptomyxid amoeba, a new agent of amoebic meningoencephalitis in humans and animals. J Clin Microbiol 1990;28:2750-56.