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Flores Domesticación de Flores Nativas Patagónicas Entre las 2150 especies vegetales que alberga la Patagonia existen muchas con potencial ornamental; en el futuro se podrán incorporar algunas especies novedosas y afianzar el conocimiento de su manejo, con la elaboración de protocolos de cultivo y el registro de variedades. El estudio y la valoración de estos verdaderos tesoros genéticos podrían generar un recurso económico genuino para la región y su gente Todas las flores cultivadas tienen sus antecesores en la naturaleza, plantas que han sido hibridizadas, modificadas y seleccionadas durante siglos para mejorar características como el tamaño, obtener nuevos colores o prolongar la floración. Esta tarea ha generado una variedad asombrosa de flores que hoy ofrece y exige el mercado. Sin embargo, la naturaleza alberga aún una infinidad de flores silvestres que no han sido aprovechadas por el hombre. Son en general modestas en comparación con las variedades comerciales pero podrían convertirse en un recurso para un mercado que busca novedades y revaloriza lo natural. Entre las 2150 especies vegetales que alberga la Patagonia existen muchas con potencial ornamental. En este ambiente hostil, la mayoría de las flores son pequeñas, efímeras e inconspicuas, pero hay muchas excepciones llamativas. Algunas plantas, como la Alstroemeria patagónica pasan el invierno bajo tierra y luego irrumpen con repentinas flores en los páramos; otras como la Perezia azul, son arbustos enanos que sobreviven entre los roqueríos de la estepa, pero se cubren de flores en la primavera. Hay lirios que cubren la estepa de campanitas blancas o flores amarillas. Entre las matas espinosas crecen los delicados zapatitos (Calceolaria uniflora). Hasta los campos más degradados de las mesetas centrales albergan flores insospechadas y atractivas, como la Petunia patagónica. El deseo de domesticar la belleza silvestre ha surgido naturalmente entre las mujeres y hombres que han elegido vivir en el sur y en los jardines de estancias y pueblos albergan algunas especies como el Calafate o la Mata Negra. Los visitantes extranjeros han valorado también el material y muchas especies han sido exportadas Dr. Gabriel Oliva Ings. Agrs. Mercedes Masco, Rosa Kofalt, Ariel Mazzoni y Gervasio Humano Convenio INTA-UNPAConsejo Agrario de Santa Cruz INTA Santa Cruz sin permiso para ser mejoradas en otros países, como la Alstroemeria aurantiaca, muy usada como flor de corte, y Fuchsia magellanica, Calceolaria biflora y Glandularia spp que se ofrecen como flores de maceta y jardín. Sin embargo, nuestros floricultores pagan royalties internacionales para acceder a estas variedades. RECURSOS NATIVOS En el grupo de trabajo compuesto por investigadores del convenio INTA-Universidad Nacional de la Patagonia Austral - Consejo Agrario Provincial, surgió en 1996 la inquietud de explorar el recurso nativo que constituyen las flores, luego de 10 años de trabajo en pastizales naturales con especies nativas forrajeras. El plan se presentó como una apuesta de largo plazo a la diversificación económica, obtuvo financiación del Proyecto de Prevención y Control de la Desertificación (INTA) y el Proyecto Flores Santacruceñas (UNPA). En la primera etapa 1996-2000 se exploró la estepa y el bosque de la Patagonia austral y se obtuvo material de 23 especies que fueron cultivadas en invernáculo y jardín. La tarea no fue fácil ya que se comprobó que muchas de las plantas no soportaban bien el transplante, y la producción de semillas en invernáculo fue en general escasa. La recolección de semillas en el campo probó ser difícil porque los períodos de dispersión eran variables y cortos en algunas especies. La germinación requería de condiciones especiales, y las plántulas pueden ser muy delicadas y susceptibles al exceso o defecto de agua. Con instalaciones y recursos materiales y humanos escasos la investigación siguió adelante. En un esfuerzo de extensión se idiaXXI 193 Flores Zapatito de la virgen (Calceolaria uniflora) editó el libro "Flores nativas de la Patagonia Austral", que acompañó charlas y talleres sobre el uso de las plantas nativas en los jardines. En estos encuentros fue evidente que los investigadores teníamos mucho que aprender sobre el cuidado y manejo de flores en estas latitudes. Fue por ello que se realizó un inventario completo de las especies de un jardín patagónico de estilo inglés, que dio origen al libro "Un jardín en la Patagonia Austral". En la segunda etapa del proyecto (2000 hasta la actualidad) se seleccionaron cuatro especies que persistieron bajo cultivo y que mostraron potencial para la propagación vegetativa o por semilla. Se intensificaron los ensayos de reproducción por semilla y esquejes con la ayuda de estudiantes de la UNPA. Se aumentó el número de sitios de colección de campo para obtener una amplia base genética. Todas las plantas elegidas fueron herbáceas perennes, y se describen a continuación: Perezia azul (Perezia recurvata) 194 idiaXXI Flores Oreja de cordero (Senecio candidans) Oreja de cordero (Senecio candidans) Una interesante especie endémica de la costa del Estrecho de Magallanes y Tierra del Fuego, que tiene hojas cubiertas de lanosidad plateada y flores amarillas. Crece en suelos arenosos, pobres y expuestos del extremo austral del continente, en la zona de Cabo Vírgenes y en las playas fueguinas. Se multiplica por semilla o vegetativamente y crece muy bien en lugares soleados del jardín. Perezia azul (Perezia recurvata) Un arbusto rastrero de hojas verde intenso, que se cubre de flores azules. Es muy adecuada para jardín de rocas, ya que crece naturalmente entre basaltos y en suelos arenosos. Se multiplica por semilla o esquejes. Lirio del campo (Sisyrinchium arenarium) Un lirio de hojas acintadas y flores amarillas en racimos sobre largas y elegantes varas florales. Crece en sitios arenosos del Pastizal Subandino y se multiplica por división de cortos rizomas o por semilla. Zapatito de la virgen (Calceolaria uniflora) Una pequeña hierba con grandes flores solitarias de pétalos soldados en forma de zapatito. Es endémica de la Patagonia Austral, desde los Andes a la Estepa. Se multiplica por división de rizomas o por semilla. EL FUTURO En la actualidad el proyecto se enmarca en el Plan Regional de Flores y Hortalizas de la Regional Patagonia Sur del INTA, pero recibe también aporte de capacitación e infraestructura del Centro Tecnológico en Floricultura, Fruticultura y Hortalizas - CETEFFHO - (INTA Castelar-JICA). Se pretende para el futuro incorporar algunas especies novedosas y afianzar el conocimiento del manejo de las plantas, con la elaboración de protocolos de cultivo y el registro de variedades en la medida de lo posible. La instalación de jardines de plantas madres proveerá el material de semilla o vegetativo para abastecer la demanda del mercado sin recurrir a la colección en la naturaleza. Se vislumbra que en el futuro empresas regionales podrían producir y comercializar el material de vivero. Actualmente se está realizando una prueba piloto de comercialización de Oreja de Cordero en la localidad de El Calafate, con buenos resultados. Las especies descriptas y otras nuevas podrían encontrar un lugar en las plazas y en los jardines patagónicos de las regiones andinas en nuestro país y en jardines de latitudes altas del hemisferio norte en forma de variedades debidamente registradas y reconocidas. El estudio y la valoración de estos verdaderos tesoros genéticos podrían generar un recurso económico genuino para la región y su gente. idiaXXI 195