Download Efectos en política exterior de los acuerdos de libre
Document related concepts
Transcript
FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES SEDE ACADÉMICA DE MÉXICO Doctorado de Investigación en Ciencias Sociales (Mención en Ciencia Política) VIII (octava) promoción 2010-2013 Efectos en Política Exterior de los Acuerdos de Libre Comercio de Estados Unidos con América Latina: El caso de México bajo el TLCAN (1990-2008) Tesis presentada para obtener el grado de Doctora en Investigación en Ciencias Sociales con especialización en Ciencia Política Por: Mariana Aparicio Ramírez Directoras de Tesis: Dra. Alicia Puyana Mutis Dra. Vivianne Ventura-Dias Seminario de Tesis: La globalización y las políticas de desarrollo económico en América Latina. Una mirada desde la exclusión social Línea de Investigación: Integración y dinámica socioeconómica latinoamericana México D.F., Septiembre del 2013 Agradezco la beca otorgada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) para mis estudios de doctorado y el desarrollo de esta investigación. Resumen Cuando países en desarrollo toman la decisión política de incorporarse a la economía internacional, se encuentran frente a la constante tensión entre los márgenes de soberanía y autonomía en la formulación de su política interna y externa y los beneficios que, en teoría, ofrece la integración de su economía al mercado internacional. Este trabajo de investigación analiza, a partir del enfoque realista de las Relaciones Internacionales y del liberalismo de la Economía Política Internacional (EPI), los efectos en política exterior de las relaciones económicas comerciales asimétricas. Esto es, si tener un Acuerdo de Libre Comercio (ALC) con Estados Unidos se traduce en mayor dependencia comercial y, si esa dependencia genera coincidencia con las posiciones de la política exterior estadounidense. La presente investigación se centra en México, como estudio de caso y se compara con un análisis espejo (contrastivo) a Brasil, país que no ha firmado un ALC con Estados Unidos. Palabras clave: acuerdos de libre comercio, dependencia comercial, política comercial, política exterior, Estados Unidos, México. Abstract: When developing countries take a political decision to incorporate into the international economy, they face the constant tension between the margins of sovereignty and autonomy in the formation of their domestic and foreign policy and the benefits that in theory, the integration of their economy offers to the international market. This research analyses, from the realistic approach on International relations and liberalism of International Political Economy (IPE), the effects on foreign policy of the asymmetric trade economic relations. That is, if having a Free Trade Agreement (FTA) with the United States is translated into greater trade dependence and if that dependence generates a coincidence in the postures of the U.S. foreign policy. The research is centered in Mexico as a case study and is compared with a contrastive analysis with Brazil, a country that has not signed an FTA with the United States. Key words: free trade agreement, trade dependence, trade policy, foreign policy, United States, Mexico. ii A Rafael Mi gran amor y apoyo iii Agradecimientos Agradezco al gobierno mexicano a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por haberme dado la posibilidad de realizar mis estudios y trabajo de investigación durante mi estancia en la FLACSO. Mi gratitud a las directoras de tesis, Dra. Alicia Puyana Mutis y Dra. Vivianne Ventura-Dias, por su apoyo y confianza, así como sus constructivos aportes. Un especial agradecimiento por su compromiso, dedicación y atenciones desde el inicio de este proceso a la Dra. Puyana, a quien admiro profundamente. A mis lectores, Dr. Gustavo Vega y Dra. Kimberly A. Nolan quienes me brindaron su tiempo para discutir, en diferentes momentos, mis inquietudes teóricas y empíricas. Agradezco a la Dra. Nolan por su paciencia, apoyo y afecto, siempre dispuesta en compartir su conocimiento en horas interminables de cafés y postres. A la Dra. Graciela Bensusán por sus observaciones y contribuciones en el seminario de investigación, así como su apoyo y cariño: siempre al pendiente de mis avances en la tesis. Mi reconocimiento por su amabilidad y trabajo al personal de la FLACSO, Servicios Escolares, Marcela y al personal de Biblioteca, en especial a Paty y Lupita: siempre apoyándome en las misiones imposibles. Durante este periodo me quedo con amigos muy queridos, Carmina, Javier, Gabriela y Lisandro, con quienes compartí momentos de alegría, desesperación y tristezas, pero siempre apoyándonos mutuamente. Mi gratitud al Dr. David Crow por su paciencia para enseñarme a entender el difícil proceso del análisis cuantitativo. Al Mtro. Rodrigo Salazar y Dr. Alejandro Alegría por sus aportes al modelo cuantitativo. A la Dra. Celia Toro, quien me guió y apoyó en el proceso inicial. Al Dr. Guillermo Palacios y Olivares por ayudarme a comprender a Brasil desde México. A los entrevistados, diplomáticos de carrera, servidores públicos y académicos, por compartirme sus experiencias, conocimientos y valioso tiempo. Con especial agradecimiento a la Embajadora Olga Pellicer, Dr. Miguel Marín Bosch, Dr. Ricardo Valero, Dr. Arturo Borja, Dr. José Luis Valdés Ugalde, Mtro. Jorge Schiavon. Al Dr. José Romero por su paciencia y atenciones para mi comprensión en asuntos económicos. También expreso mi gratitud a queridos amigos que han formado parte de mi vida y mi formación desde mis días en la Universidad Iberoamericana y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Al Dr. Darío Salinas por enseñarme el oficio del trabajo académico, por alentarme y apoyarme desde hace más de diez años. A la Dra. Covandonga Meseguer y la Dra. Silvia Bolos, quienes me brindaron su cariño y apoyo incondicional en este arduo proceso. Al Dr. Hugo Moreno, por sus comentarios acertados y discusión, siempre con el humor que le caracteriza. A mi amigo Alejandro Suárez, por su compañía en nuestras interminables horas de ñoñear sin decir una sola palabra, por reglarme su tiempo y trabajo en la corrección de estilo. Tengo una gran deuda con mi pareja, Rafael Ramírez Colorado. Mi camino en el doctorado no habría sido el mismo sin su apoyo, amor y comprensión. El día se alegraba con solo verlo cruzar la puerta después de horas interminables de trabajo en la tesis. iv Índice general Introducción 1 Capítulo I Marco Teórico 11 1.1. 1.2. 1.3. Poder en el Sistema Internacional Política Comercial como Instrumento de Política Exterior Liberalización económica, dependencia comercial y Convergencia en Política Exterior 14 18 26 Capítulo II Efectos económicos-comerciales de los Acuerdos Preferenciales de Libre Comercio: El caso de México con referencias a Brasil 34 2.1. De la propuesta a los hechos: qué se logró y qué no de la estrategia de inserción económica de Brasil y México 36 2.1.1. Del proteccionismo a la apertura: ¿importa el cómo? 37 2.1.2. Efectos esperados de los acuerdos preferenciales entre economías con distinto nivel de desarrollo: el caso de Brasil y México 40 2.1.3. La relación comercial de Estados Unidos con Brasil y México 45 2.1.4. Dependencia de Brasil y México del comercio con Estados Unidos 48 2.2. Comercio y ¿crecimiento?: la relación entre las variables de comercio y el crecimiento del PIB per cápita 52 2.2.1. ¿Se aumentó el atractivo?: convergencia en la productividad laboral e inversión directa 54 2.2.2. Inversión Directa 56 2.2.3. ¿Convergen las economías? 57 2.3. Conclusiones del Capítulo 59 v Capítulo III En búsqueda de la relación entre dependencia económica y ALC: Afinidad en Política Exterior con Estados Unidos 61 3.1. Política comercial de Estados Unidos: intereses económicos y políticos 62 3.2. Entre la política, los actores y el interés nacional. ¿Cómo se formula la política comercial de Estados Unidos? 66 3.3. El comercio como instrumento de la Política Exterior 72 3.4. Política comercial de Estados Unidos hacia América Latina: de la estrategia hemisférica a los acuerdos bilaterales 77 3.5. Relación entre dependencia y ALC con votaciones en UNGA: Diseño del modelo 82 3.5.1. Variable dependiente: Convergencia en Política Exterior 84 3.5.2. Variables independientes: Comercio, Dependencia Comercial y ALC 86 3.5.3. Variables de control 86 3.5.4. Presentación del modelo 88 3.6. Conclusiones del capítulo 99 Capítulo IV Estudio de caso de la relación comercial asimétrica entre México y Estados Unidos con referencias a Brasil. ¿Tendencia de afinidad en política exterior? 102 4.1. La política comercial de México: instrumento político como estrategia para el desarrollo 103 4.1.1. De la crisis económica a la política de estabilización: el papel de la política comercial 105 4.1.2. De la concentración a la diversificación fallida de los mercados 113 4.1.3. Política comercial de Brasil y su vinculación con la política exterior: apuntes sobre las diferencias del caso mexicano 116 4.1.3.1. De la apertura unilateral a la política de autonomía para la integración (1995-2002) 118 4.1.3.2. Política de autonomía para la diversificación (2003-2010) 120 4.2. Convergencia en Política Exterior como producto de las Relaciones Comerciales Dependientes: México con análisis espejo a Brasil 123 4.2.1. Negociación y ratificación de un ALC con Estados Unidos: mayor afinidad 124 4.2.2. Convergencia selectiva 129 4.2.2.1. Comercio internacional: posiciones de Brasil y México frente a Estados Unidos 131 4.2.2.2 México en el Consejo de Seguridad en el caso Iraq (2003) 134 4.3. Conclusiones del Capítulo 139 vi Conclusiones 142 Bibliografía 146 Anexos 167 Libro de Códigos de la base de datos 168 Índice de cuadros y tablas Cuadro núm. 2.1. Coeficiente Externo de las Economías. 1960-2011 38 Cuadro núm. 2.2. Brasil y México. Tasas de crecimiento anual promedios del PIB total y per cápita, de la productividad laboral y del coeficiente externo 19902011 42 Cuadro núm. 2.3. Participación de Brasil y México en las importaciones y las exportaciones globales, 1970-2010 44 Cuadro núm. 2.4. Tasas de crecimiento importaciones y exportaciones de Brasil y México al Mundo 44 Cuadro núm. 2.5. Importaciones de Estados Unidos, 1996-2011. En porcentaje del total 46 Cuadro núm. 2.6. Índice de Penetración del mercado estadounidense por las exportaciones de Brasil y México en los mercados de estos países por las importaciones desde Estados Unidos, 1990-2010 46 Cuadro núm. 2.7. Variables externas con respecto al crecimiento del PIB per cápita 52 Tabla 3.1. Convergencia en Política Exterior de América Latina con Estados Unidos en UNGA, 1988-2008 89 Tabla 3.2. Número de votos generales y votos importantes en UNGA, 19882008 94 Tabla 3.3. Convergencia en Política Exterior de ALC y Dependencia Comercial de América Latina con Estados Unidos y Votos Importantes en UNGA, 19882008 95 vii Tabla 3.4. Grado de afinidad en la votación con Estados Unidos: América Latina, dependencia comercial con y sin ALC, 1988-2008* (Países seleccionados) 98 Tabla 4.1. Estrategias de negociación comercial de México, 1989-2006 105 Tabla 4.2. Estrategias de negociación comercial de Brasil, 1995-2010 117 Índice de gráficos Gráfico núm. 1. Dependencia de México y Estados Unidos de su comercio recíproco 1980-2008 50 Gráfico núm. 2. Dependencia de Brasil y Estados Unidos de su comercio recíproco, 1980-2008 50 Gráfico núm. 3. Brasil: regresión entre el valor del coeficiente de apertura de la economía y del crecimiento del PIB per cápita, 1960-2011 53 Gráfico núm. 4. México: regresión entre el valor del coeficiente de apertura de la economía y del crecimiento del PIB per cápita, 1960-2011 53 Gráfico núm. 5. Productividad laboral por hora: Brasil, Estados Unidos y México, 1950-2010 55 Gráfico núm. 6. Desviación estándar de la Productividad laboral por hora de Brasil y México respecto de los Estados Unidos y México, 1950-2010 55 Gráfico núm. 7. Tasa de crecimiento de Inversión Extranjera Directa Brasil y México, 1980-2011 57 Gráfico núm. 8. Brasil y México: Convergencia con respecto a Estados Unidos, 1950-2010 59 Gráfico núm. 9. México. Votos Importantes vs Votos Generales 96 Gráfico núm. 10. Brasil. Votos Importantes vs Votos Generales 96 viii Anexo Cuadro A 1. Evolución de la influencia Política en el Sistema Preferencial Unilateral de Comercio de Estados Unidos (1974-a la fecha) 173 Cuadro A 2.1. Acuerdos de Libre Comercio de Estados Unidos, 1985-2011 174 Cuadro A 2.2. Acuerdos de Libre Comercio de México, 1992-2012 175 Cuadro A 3. Dependencia comercial de América Latina y el Caribe con Estados Unidos, 1987-2008 (Años seleccionados) 176 Cuadro A 4. Índice de intensidad de comercio, 1965-2009 177 Cuadro A 5. Índice de Propensión a Exportar Brasil y México, 1965-2009 178 Cuadro A 6. Votos importantes de Estados Unidos en UNGA, 1988-2008 179 43° Asamblea General de las Naciones Unidas, 1988 179 44° Asamblea General de las Naciones Unidas, 1989 180 49° Asamblea General de las Naciones Unidas, 1994 181 52° Asamblea General de las Naciones Unidas, 1997 182 53° Asamblea General de las Naciones Unidas, 1998 183 54° Asamblea General de las Naciones Unidas, 1999 184 55° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2000 185 56° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2001 186 57° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2002 187 58° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2003 188 59° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2004 189 60° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2005 190 61° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2006 191 62° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2007 192 ix 63° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2008 193 Tabla 3.5. Modelo alternativo: Convergencia en Política Exterior de América Latina con Estados Unidos, 1988-2008 [s2un, ayuda económica y militar] 194 Tabla 3.6. Modelo alternativo: Convergencia en Política Exterior de América Latina con Estados Unidos, 1988-2008 [s3un, ayuda total] 194 Tabla 3.7. Modelo alternativo: Convergencia en Política Exterior de América Latina con Estados Unidos, 1988-2008 [s3un, ayuda económica y militar] 195 x INTRODUCCIÓN El propósito de este trabajo de investigación es explorar los efectos en política exterior de las relaciones económicas comerciales asimétricas, tomando como referencia los Acuerdos de Libre Comercio (ALC) que han firmado los países en desarrollo con Estados Unidos. Se propone investigar, primero, si tener un ALC con Estados Unidos se traduce en mayor dependencia comercial y, segundo, si esa dependencia comercial genera coincidencia con las posiciones de la política exterior estadounidense. El análisis se centrará en el caso de México y se contrastará con un análisis espejo a Brasil, país que no ha firmado un ALC con Estados Unidos. México ha sido objeto de numerosos estudios sobre las lecciones económicas y comerciales que este país ofrece a otras economías en desarrollo al negociar acuerdos preferenciales con economías desarrolladas, específicamente, con Estados Unidos (Lederman, Maloney y Servén, 2004). Un gran número de trabajos se ha abocado a dar respuesta sobre quién gana y quién pierde en los ALC, ¿Hay convergencia económica en los acuerdos de integración? ¿Un ALC produce incrementos en Inversión Extrajera Directa (IED)? entre otros temas, e investigan al TLCAN como parte de su objeto de estudio (Bulmer-Thomas, Craske y Serrano (eds), 1994; Gallagher, 2011; Manger y Shadlen, 2011; Puyana y Romero, 2006; Hanson, 2010). Otros autores analizan las condiciones económicas y políticas de ajuste, ex ante y ex post, que los países asumen y cubren para poder acceder al mercado y las inversiones estadounidenses a través de un ALC (Bergsten, 2006; Cohen, et. al, 2003; Evenett, 2005; Evenett y Mejer, 2008). Pero poco se ha estudiado, al menos en teoría, si el incentivo que se ofrece, de tener acceso seguro y estable a través de un ALC con Estados Unidos, causa convergencia en temas de política internacional de los países socios, especialmente, en los países en desarrollo de la región de América Latina en general y con México en particular. La política comercial de Estados Unidos no es sólo un instrumento importante para la apertura de mercados también es un instrumento de su 1 política exterior. Como decisión de política interna, la política comercial representa intereses nacionales de diversos tipos. El gobierno estadounidense tiene expectativas económicas y políticas de sus potenciales socios comerciales: se espera que apoyen la liberalización multilateral en el marco de la Ronda Doha, OMC, la liberalización en temas tradiciones como son tarifas y cuotas, servicios e IED, propiedad intelectual, cumplir con estándares de medio ambiente y laborales, transparencia, comercio electrónico, anti-corrupción, entre otros (Schott, 2004, pp. 263-264; Cohen, et. al, 2003; Peinhardt y Alle, 2012, p. 766). Y como se desarrollará más adelante, en un marco de competencia por acceso a su mercado, los países aliados o amigos pueden ser sujetos de iniciar negociaciones en la modalidad de ALC (Lederman y Özden, 2007) y sólo los que cumplen las expectativas son acreedores a él. ¿Por qué los países en desarrollo responden al incentivo de tener un ALC con Estados Unidos? Los países en desarrollo que presentan un elevado o intenso grado de dependencia a un mercado o a un sólo tipo de productos son sensibles a presentar pérdidas económicas y comerciales ante un cambio en las políticas internas de los países desarrollados (Manger y Shadlen, 2011). Entonces, resulta ser un incentivo para éstos países tener un ALC si con ello acceden de forma estable y segura al mercado de Estados Unidos, por lo que algunos de ellos estarán dispuestos a realizar ciertas concesiones y otorgar preferencias que de otra forma no hubieran hecho (Shadlen, 2008). Con la profundización de las relaciones económicas y financieras, se desarrollan intereses compartidos, pero como sostiene Krasner (1990), los intereses por sí mismos son insuficientes para asegurar la cooperación entre los Estados; la combinación de poder y vulnerabilidad es lo que determina que se asegure la cooperación a nivel internacional. El argumento anterior nos da razones para pensar que es posible, con la combinación del poder de Estados Unidos en dar acceso a su mercado, la dependencia de los países a su mercado y el acceso estable por medio de un ALC, que los socios comerciales coincidan y defiendan principios afines a los intereses de Estados Unidos en el ámbito internacional. Con el objetivo de 2 investigar si se presenta convergencia o no en la política exterior a partir de estos supuestos, se plantea la siguiente pregunta de investigación: ¿se detectan cambios en la política exterior de México, desde la negociación y la puesta en vigencia del Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos, circa 1990-2008? La base teórica de este estudio es el enfoque realista de las Relaciones Internacionales y del liberalismo de la Economía Política Internacional (EPI). Ambas perspectivas asumen al Estado como actor unificado que se comporta racionalmente. Sus decisiones e intereses impactan en las estructuras económicas y políticas de los países y de sus relaciones con el resto del mundo (Gilpin, 2001; Boyer, 1996). El Estado, como actor racional, persigue intereses egoístas y, el poder, es uno de los factores que media su comportamiento en el sistema internacional y en el comercio internacional. Krasner (1976) argumenta que la estructura internacional del comercio está determinada por el poder y los intereses de los Estados que actúan para maximizar su interés nacional (1976). Entonces, adquiere relevancia la capacidad del poder político de un Estado y del tamaño de su economía para defender su interés nacional en una determinada estructura del comercio internacional. Como sugiere Hirschman (1959), el comercio exterior es un instrumento utilizable, eficaz y consistente para los fines de la política exterior de un Estado. Este argumento es aplicable en el caso de Estados Unidos, ya que incentiva el libre comercio con fines tanto económicos como de política internacional. Por ejemplo, en un artículo publicado en Foreign Affairs de 2008, Condolezza Rice, entonces Secretaria de Estado, sostiene desde una visión de la escuela realista que “en el largo plazo, nuestra seguridad está mejor garantizada por el éxito de nuestros ideales: libertad, derechos humanos, mercados abiertos, democracia y Estado de derecho” (p. 140). Por lo tanto, una de las prioridades de la política de Estados Unidos es la liberalización de la economía global a través de una mayor apertura de los mercados como instrumentos decisivos en la conformación de la política internacional (Rice, 2000, p. 50). Rice argumenta que el vínculo entre democracia y liberalización económica ha mostrado ser un 3 mecanismo de paz de gran alcance a largo plazo. Además, sugiere que “la interacción económica y el comercio son, de hecho, funcionales no sólo para incentivar el crecimiento de la economía estadounidense, sino que también sean provechosos para fines políticos” (2000, p. 55). La política comercial de Estados Unidos es conocida como liberalización competitiva1. La estrategia coloca a los países en competencia por el acceso preferencial estable, al menos en teoría, al mercado estadounidense pidiendo cada vez mayores concesiones económicas y políticas. Con esta estrategia, Estados Unidos persigue varios objetivos, entre ellos: (1) inducir la competencia entre los países interesados en tener acceso al mercado estadounidense. Para ello, los países deberán abrir su mercado a las empresas de Estados Unidos; (2) fomentar la adopción de normas y regulaciones de ese país; (3) fomentar la adquisición de valores estadounidenses2 (Evenett y Mejer, 2008); (4) incluir disposiciones en los acuerdos comerciales que no estén directamente relacionadas con el acceso al mercado (políticos, económicos y de derechos humanos); (5) ganar un papel más activo de la política exterior y de seguridad en la política comercial (Evenett, 2005, p.1). Como se expresó en las citas arriba, Estados Unidos ostenta el poder político, pero a partir de que el liberalismo económico adquiere mayor fuerza, cada vez más las economías de países en desarrollo dependen del comercio con el mercado estadounidense. Si Estados Unidos tiene el poder de decidir quién accede a su mercado con un ALC, la estabilidad de acceso es un atractivo inventivo, un “trofeo” cuya obtención compiten los países en desarrollo, otorgando concesiones ex ante y ex post, como abrir sus mercados adoptando las normas y regulaciones americanas en diversos rubros, tanto comerciales como no comerciales, vinculados en su mayoría con intereses políticos y de seguridad si con ello ya no estarán sometidos a la incertidumbre de renegociaciones periódicas, remoción de elegibilidad de determinados 1 El término fue acuñado por primera vez en el texto de Bergsten (1996), y actualmente es utilizado por diversos autores para caracterizar la política comercial de Estados Unidos durante la administración de George W. Bush donde se negociaron la mayor cantidad de ALC. 2 Como son: libertad, derechos humanos, mercados abiertos, democracia y Estado de derecho (Rice, 2008, p. 140). 4 productos o la anulación de elegibilidad de determinados países de programas preferenciales unilaterales (Manger y Shadlen, 2011; Nolan, 2011). Con los argumentos hasta aquí señalados se proporcionan bases suficientes para establecer la hipótesis que guía este trabajo de investigación. Se espera que en los acuerdos Norte-Sur, a mayor dependencia económica y comercial del país en desarrollo con respecto del país desarrollado, por la intensificación de la vinculación de la economía, partiendo de la liberalización comercial y la puesta en vigencia de un acuerdo comercial, una mayor afinidad de intereses en política exterior del primero hacia el segundo. Selección de estudio de caso Se analiza a México como estudio de caso a profundidad, aplicando metodología mixta: cualitativa y cuantitativa. Complementariamente, se analiza la experiencia de Brasil para establecer un paralelo de un “caso distinto” en América Latina. No es un estudio comparado que implica el análisis de dos experiencias con idéntica profundidad. El caso brasileño sirve para poner nuevamente a prueba la hipótesis propuesta con un estudio de caso distinto (Gerring, 2001, p. 210; Seawright y Gerring, 2008). No obstante, se identifican los temas y supuestos para profundizar la comparación en trabajos analíticos. México presenta características específicas en su relación con Estados Unidos a otros países en desarrollo que lo convierten en un buen caso de análisis. No se puede negar la creciente importancia que tiene Estados Unidos para la economía de México. La dependencia de la economía mexicana la hace cada vez más vulnerable a las decisiones de política interna estadounidense. Pastor describe esta situación “Cuando Estados Unidos aumenta las restricciones fronterizas por razones de seguridad o cierra la frontera por problemas de narcotráfico o tiene una recesión, nuestros vecinos sienten como si les fueran a la yugular” (2012, p. 21). Los atentados del 11 de septiembre o la crisis financiera de 2007-2009, son buenos ejemplos de los posibles efectos que tienen las decisiones de política interna de Estados Unidos en México. El 5 primero da cuenta de la falta de voluntad política y el segundo de los estrechos márgenes de maniobra de reacción de la política mexicana. Debido a la relación económica y comercial que tiene México con Estados Unidos, es más probable que se observen cambios en la política exterior de México, y que estén cercanos a las posiciones estadounidenses, debido a la dependencia comercial intensificada como producto de un ALC, por lo que hace de México, el caso más adecuado para explorar la hipótesis de esta investigación frente a otros países de América Latina. Para realizar un análisis espejo se seleccionó a Brasil, el caso más distinto en la región latinoamericana, porque el país no presenta dependencia comercial ni tiene un ALC3 con Estados Unidos. Como se analiza en el Capítulo II, la estructura comercial brasileña es diversificada tanto en productos como en mercados de origen y destino. Brasil ha reforzado sus vínculos comerciales intra-subregionales vía MERCOSUR y en menor medida con Estados Unidos, mostrando así una menor dependencia al mercado estadounidense y una mayor diversificación en los mercados de exportación. Brasil está menos integrado a la economía de Estados Unidos por lo que es menos probable que se observen cambios en su política exterior debido a razones de dependencia comercial. En el periodo 1980-2008, el comercio de Brasil con Estados Unidos representó el 3.21% de su PIB, mientras que para México sólo en 1980 el comercio con Estados Unidos representó el 11.6% del PIB y ascendiendo para el 2008 al 35.1%. La estrategia de inserción internacional de ambos países es distinta, misma que se refleja en su coeficiente externo, la economía mexicana es una de las más abiertas de la región latinoamericana mientras que la brasileña una de las menos abiertas, por 3 Aunque Brasil no ha mostrado interés en comenzar negociaciones de un ALC con Estados Unidos, en diciembre del 2007 se estableció por primera vez el Diálogo de Cooperación Económica (Economic Partership Dialoge, EPD), el objetivo fue promover la cooperación entre ambas partes para hacer frente la situación económica internacional. En el 2010, se profundiza la cooperación con el Diálogo de Cooperación Global entre Brasil-EEUU (US-Brazil Global Partnership Dialoge, GDP) en el que se busca incrementar la cooperación bilateral, regional y global promoviendo la democracia, los derechos humanos, desarrollo sustentable e inclusión social. Ver: http://www.state.gov/r/pa/prs/ps/2011/06/164866.htm 6 lo que hace de éste último el caso más adecuado para poner nuevamente a prueba la hipótesis como un estudio de caso más distinto. Diseño de la investigación En el marco de las ciencias sociales la metodología mixta está definida como aquellos enfoques que combinan en la investigación de un problema métodos cualitativos y cuantitativos (Tashakkori y Teddlie, 1998). En esta investigación se analiza el caso mexicano a profundidad para probar la hipótesis aplicando la metodología mixta. Posteriormente, a partir de análisis espejo se compara con Brasil. En ambos casos se analizaran las diferencias o similitudes a partir de las variables que se desarrollan más adelante. El periodo de análisis de esta investigación es de 1990 al 2008. Este periodo es importante porque abarca diversos eventos donde se establece la hegemonía estadounidense en el sistema internacional. El primer periodo se caracteriza por la caída del Muro de Berlín en 1989 y el replanteamiento del interés nacional de Estados Unidos sobre su posición como actor hegemónico en lo militar, económico y comercial. Además, en la década del noventa se percibe con mayor visibilidad las diferentes estrategias de inserción internacional de México y Brasil4, la cual resulta importante en el establecimiento de sus relaciones con Estados Unidos. Se considera el año 2008 como el fin del periodo de estudio ya que concuerda con el término de la administración Republicana de George W. Bush, en la cual se han negociado y firmado la mayor cantidad de ALC de Estados Unidos. La investigación se desarrolla en cuatro capítulos: el primero es teórico y los otros tres empíricos. En el primer capítulo se establecen las bases teóricas y conceptuales a partir del enfoque realista de las Relaciones Internacionales y 4 La brecha tiene su origen en la forma en que cada país implementa las políticas para salir de la crisis de la deuda: México siguió fielmente las recetas del FMI, mientras que Brasil entablaría una serie de resistencias en la aplicación a raja tabla de las políticas impuestas, aunque con altos costos en lo económico y lo social (García, 2011; Williamson, 2003). 7 del liberalismo de la Economía Política Internacional (EPI). Este, a su vez, se divide en tres secciones: en la primera, se desarrolla el efecto del poder comercial en el sistema internacional y su instrumentación como política exterior. Es decir, el margen de maniobra que tienen los Estados en perseguir su interés nacional con asimetría de poder en la estructura internacional, especialmente, el efecto en la estructura del comercio internacional. En la segunda, se hace énfasis en la asimetría de poder económico como un instrumento político en la relación entre Estados y cómo la política comercial puede llegar a ser un instrumento de su política exterior. Finalmente, en la tercera sección se plantea que la dependencia económica resultante de un ALC puede generar efectos políticos, sobre todo en un sistema abierto y de libre mercado. Los Estados dependientes pueden ver disminuidos los márgenes de maniobra y autonomía en la formulación en política interna y la política exterior. En el segundo capítulo, se analizan las diferencias a partir del análisis cuantitativo de las variaciones en la dinámica y la estructura comercial observada en México y Brasil. Aunque el país bajo estudio es México, como ya se ha hecho mención, el propósito es utilizar como ejemplo el caso brasileño para analizar si existe una marcada diferencia entre un país que tiene un ALC con Estados Unidos y otro que carece de él y, si ésta existe, en qué sentido se encuentra. Con este capítulo se sientan las bases económico-comerciales que conforman las variables independientes del capítulo III y IV. Las dos economías se evalúan en función; primero, de la evolución del comercio exterior con el grado de apertura y la estructura de los intercambios – se consideran los mercados de destino y origen y, la composición de las exportaciones y las importaciones con los índices de penetración de mercados, de intensidad de comercio y de propensión comercial-. Segundo, se explora qué efectos de la liberalización del comercio se han detectado desde la entrada en vigencia del TLCAN; entre ellos los cambios en las tasas de crecimiento del PIB, de la productividad laboral y la Inversión Extranjera (IED). Y tercero, se analiza la evolución de la dependencia comercial con Estados Unidos como 8 porcentaje del PIB en ambos países. Esta variable es un vínculo importante en el desarrollo y resultados de los dos capítulos relacionados con el análisis de la convergencia en política exterior. En todos los casos, se analiza la manera en que se desenvolvieron las variables de ambos países antes y después de la firma del acuerdo para establecer si hay diferencias sustanciales o no que pudieran ser atribuibles o vinculadas a la ausencia o presencia de un acuerdo comercial con los Estados Unidos, aunque no se pretende encontrar causalidad estricta. En el tercer capítulo, a partir de un modelo de efectos fijos con datos sobre dependencia e intercambio comercial de América Latina con Estados Unidos se analiza si en conjunto, el tener un ALC con Estados Unidos y la resultante mayor dependencia comercial, incrementan la posibilidad de que los países socios en la región presenten convergencia con la política exterior de Estados Unidos. Los Estados utilizan la política comercial con diversos propósitos, como proyecto de desarrollo económico y como instrumento de la política que influye en el balance de poder entre los Estados al crear y consolidar alianzas que pueden afectar las estructuras políticas y económicas internacionales (Chan, 2005, p. 4). La literatura que analiza la política comercial como un instrumento de política exterior para crear coincidencia de posiciones en la política internacional con otros Estados resulta pertinente para examinar la efectividad de influencia que tiene el comercio con la formación de socios y alianzas en el ámbito internacional, sobre todo, en aquellos temas de interés nacional para los Estados (Moon, 1985; Gowa y Mansfield, 1993; Wang, 1999; Voeten, 2004; Flores-Macías y Kreps, 2013). La variable dependiente que mide la similitud en política exterior entre los Estados es una variable de proximidad, “votaciones en la Asamblea General de las Naciones Unidas”5 (UNGA) (Voeten, 2013). En tanto que la influencia del comercio con Estados Unidos en la política exterior de los países de América Latina se miden con tres variables independientes diferentes: el comercio con 5 Se construye como indicador de “similitud” para medir las preferencias de los Estados (Signorino y Ritter, 1999) 9 Estados Unidos, la dependencia comercial y si los países tienen o no un Acuerdo de Libre Comercio. Además se utiliza un número de variables de control para tomar en cuenta otros factores que puedan afectar la política exterior de los Estados (Gartzke y Li, 2003; Manger y Shadlen, 2011). Las variables son: ayuda económica y militar por parte de Estados Unidos a los países receptores de la región latinoamericana, PIB y PIB per cápita y población. En el cuarto capítulo se prueba nuevamente la hipótesis, pero se centra el análisis en el estudio de caso México y el espejo, Brasil. Para abordar desde el análisis cualitativo se analizan aquellos ejemplos disponibles en la literatura y en los documentos oficiales, además se incorporan entrevistas realizadas a servidores públicos, diplomáticos y académicos mexicanos. La aportación de la tesis al estudio del problema de investigación es analizar a partir del estudio de caso, México, si los países en desarrollo que tienen un ALC con Estados Unidos y que presentan elevada dependencia comercial, genera coincidencia con las posiciones en política exterior estadounidense en el ámbito internacional. Como se ha planteado hasta ahora, hay razones teóricas y empíricas que sugieren que es posible encontrar elementos que se sumen en esta dirección. 10 CAPÍTULO I MARCO TEÓRICO La globalización ha propiciado un mundo interdependiente económico, comercial y financieramente. En la integración económica internacional participan varios actores, cada uno con intereses propios y a veces contrapuestos: gobiernos, empresas y particulares. Sin embargo, son los gobiernos quienes negocian y firman los acuerdos comerciales (MacLaury, 1995). Cuando los países en desarrollo toman la decisión política de incorporarse a la economía internacional se encuentran frente a la constante tensión entre los márgenes de soberanía y autonomía en la formulación de su política interna y externa y los beneficios que, en teoría, ofrece la integración de su economía al mercado internacional. A partir de que el liberalismo económico adquiere mayor fuerza, desde mediados de los años ochenta, cada vez más países, y aquellos en desarrollo no son la excepción, pues aceptan los principios liberales de la economía de mercado, la liberalización comercial y garantías a la inversión privada y, a medida que se incrementa el intercambio comercial y se profundiza su inserción en la economía internacional se pueden producir cambios en la formulación de su política interna6 y de su política exterior7. 6 En "The Political Economy of International Trade", Milner cuestiona los posibles efectos que produce el comercio internacional en la política interna de los países tanto de los actores, las instituciones y el sistema internacional. El estudio se centra en los cambios de formulación de política a nivel interno, del cambio institucional y del impacto en el sistema internacional (1999, p. 93). 7 Como se desarrolla en el capítulo III, el impacto que tiene el comercio en el manejo de la política exterior de los Estados ha sido estudiado desde diversas perspectivas. Moon (1985) analiza si los cambios en la política exterior de los países que reciben ayuda externa son por consenso o por conformidad respecto al país donante. Voeten (2004) analiza a partir de la votación de temas importantes en la Asamblea General de Naciones Unidas (UNGA) cómo cada vez más, los países se alejan de las posiciones de Estados Unidos en ese Organismo Internacional. En el caso de México, Heredia (1997) considera que el TLCAN entraña cambios importantes en términos de la política exterior. Sostiene que hay un dilema entre el crecimiento económico a partir de las reformas económicas y de autonomía, con la reestructuración de la política exterior. 11 Esta investigación analiza, a partir del enfoque realista de las Relaciones Internacionales y del liberalismo de la Economía Política Internacional (EPI), si tener un ALC con Estados Unidos se traduce en una mayor dependencia comercial y, si ésta genera convergencia en política exterior de los países socios con las posiciones de Estados Unidos en el ámbito internacional. Ambas perspectivas asumen al Estado como actor unificado que se comporta racionalmente. El Estado persigue intereses egoístas y como tal, uno de los factores que puede mediar su comportamiento, tanto en el sistema político internacional como en el comercio internacional, es el poder. El enfoque liberal de la economía política internacional permite delimitar al Estado como unidad de análisis aunque se advierte que existen otros actores, tanto públicos como privados, que defienden sus intereses particulares e influyen en la formulación e implementación de las decisiones políticas, económicas y comerciales (Strange, 1994, 1996). Se plantea la centralidad del Estado en la medida que éste es el signatario de los Acuerdos y Tratados a nivel internacional8, por lo que sus decisiones e intereses impactan las estructuras económicas y políticas así como sus relaciones con el resto del mundo (Boyer, 1996; Gilpin, 2001, p. 3). El enfoque realista permite analizar la relación de asimetría del poder entre Estados, producto de la interdependencia económica y comercial y los efectos en sus relaciones políticas a través de la afinidad de intereses de diverso tipo. Específicamente, se cuestiona si la mayor dependencia comercial de países en desarrollo que han firmado Acuerdos de Libre Comercio con Estados Unidos, afecta el manejo de su política exterior y, si esto es así, en qué dirección. En lo general, se examinará la relación comercial de los países de 8 Recientemente la OMC en el Informe sobre el Comercio Mundial. Factores que determinan el Comercio sugiere que entre los factores económicos relevantes que afectan al comercio internacional, las Instituciones políticas, tanto nacionales como internacionales, adquieren un papel importante ya que determinan cómo se fijan y negocian las políticas comerciales y las políticas relacionadas con el comercio (OMC, 2013a, p. 12). Sostiene que la creciente importancia de las cadenas de valor internacionales, unida a la profundización de los acuerdos comerciales, pone de manifiesto “la compleja relación existente entre la modificación de las fronteras y la soberanía y el comercio internacional” (op. cit, p. 13). Por ejemplo: el peso de las exportaciones mexicanas el 85% son de manufacturas y éstas representan el 85% de las totales. 12 América Latina con Estados Unidos y, se centrará el análisis en el caso de México que se contrasta, a partir de un análisis espejo9 con Brasil, país que no ha firmado un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Para ello, se plantea la siguiente pregunta de investigación ¿Se detectan cambios en la política exterior de México, desde la negociación y puesta en vigencia del Acuerdo de Libre Comercio de Norte América, signado entre México, Canadá y Estados Unidos, circa 1990-2008? y, si los hubo ¿Qué dirección tienen?, y ¿en qué materias y cómo se pueden explicar? El estudio de la política comercial como un instrumento de política exterior para generar coincidencia de posiciones en política internacional con otros Estados no es nuevo, pero mantiene su vigencia y pertinencia para analizar la efectividad de influencia que tiene el comercio en la formación de socios y aliados en el ámbito internacional, sobre todo, en aquellos “temas importantes”10 para los Estados (Moon, 1985; Gowa y Mansfield, 1993; Wang, 1999; Voeten, 2004; Dreher, Nunnenkamp y Thiele, 2008; Flores-Macías y Kreps, 2013). El capítulo se divide en tres secciones: en la primera se desarrolla el efecto del poder comercial en el sistema internacional y su instrumentación como política exterior. En la segunda sección se presentan y analizan los diversos intereses que tienen los Estados en firmar Acuerdos de Libre Comercio, sobre todo aquellos que implican la consolidación de relaciones de interdependencia asimétrica. Se hace énfasis en la asimetría de poder económico como un instrumento político en la relación entre Estados, independientemente que exista un marco multilateral que regule las relaciones comerciales entre ellos. En la tercera sección se plantea que la dependencia económica derivada o intensificada por la instrumentación de un ALC puede generar efectos políticos de diversa naturaleza. Esta posibilidad es más evidente en un sistema de libre 9 Se entiende por “análisis espejo” a lo expuesto en el capítulo introductorio página 5 en la sección “selección de casos”. 10 Los “temas importantes” varían de Estado a otro, generalmente se refieren a cuestiones de interés nacional. En este trabajo interesa especialmente el caso de Estados Unidos. 13 mercado. Los Estados dependientes pueden ver reducidos los márgenes de maniobra y autonomía en la formulación en política interna, y la política exterior no es una excepción. Finalmente, se plantea la hipótesis que guía esta investigación y la conclusión del capítulo. 1.1. Poder en el sistema internacional El realismo permite observar tanto los factores internos como los externos que componen el sistema político internacional y su efecto sobre los Estados. El concepto de estructura internacional es relevante en tanto que permite analizar cómo los diversos actores, en situaciones contrapuestas o sobrepuestas, pueden generar resultados distintos. Esto a partir de la propia estructura internacional, la anarquía y por la distribución de las capacidades de los actores que forman el sistema internacional, el poder. De acuerdo con Waltz: […]La estructura internacional surge a través de la interacción entre los Estados pero luego impone ciertas restricciones sobre las acciones que éstos pueden llevar a cabo, mientras los impulsa a realizar otras” (2005, p. 37). Para el realismo, el poder es un medio, no un fin. El poder es el medio a partir del cual la combinación de las capacidades que disponen los Estados puede utilizarse para lograr sus intereses: el fin. Es decir, poder es la capacidad que tiene A para que B haga algo que de otra forma no habría hecho11. En este sentido, los conceptos poder e interés (nacional) son centrales para comprender no sólo la política internacional, sino la economía política internacional (Keohane, 2010). Se entiende por interés nacional al concepto acuñado por Krasner en su libro Defending the Nacional Interest: Raw Materials Investment and US Foreign Policy de 1978: 11 En un libro reciente, Joseph S. Nye, Jr., The Future of Power (2011), argumenta que este concepto de poder resulta insuficiente ya que no toma en cuenta todos los elementos necesarios que el concepto representa (poder económico, poder militar y poder inteligente (smart power, una combinación entre poder duro y poder blando). Sin embargo, para propósitos de esta investigación, se entenderá por poder su concepción más simple. 14 [Son] las declaraciones o las preferencias de quienes son sujetos de toma de decisiones. […] Para definir el interés nacional es necesario que se cumplan dos condiciones: [1] que las preferencias no beneficien constantemente a un grupo o a una clase durante largos periodos de tiempo. [2] […] afecta a toda la comunidad en su conjunto. Esto no quiere decir que todos los ciudadanos sean impactados en una forma determinada. Si hay pérdidas, tampoco deben de recaer en un solo grupo. Además, no debe reflejarse el interés personal de los políticos en las preferencias, si esto es así, ya no es interés nacional (1978, p. 43). Para ilustrar este concepto, en Estados Unidos el Departamento de Estado cada año identifica una serie de objetivos estratégicos que responden a las prioridades de su Seguridad Nacional y son asuntos clave para su Política Exterior a nivel internacional. Estos objetivos se encuentran sobre la base de Pilares de la Política Exterior que son delimitados en cada administración por el Secretario de Estado en el Plan Estratégico 12. Por señalar un ejemplo, en la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA, por sus siglas en inglés), los Estados Unidos identifican y analizan las votaciones de todos los países miembros y si éstas son consistentes con las posiciones estadounidenses en aquellos temas que considera afectan directamente sus intereses y en los que cabildea y presiona durante el proceso de negociaciones previas. Esto no significa que Estados Unidos coloque en la agenda de la UNGA sus intereses particulares. De hecho, los países miembros no cuentan con información previa sobre cuáles resoluciones tomará en cuenta Estados Unidos para analizar la similitud de las posiciones en las votaciones. El documento que reporta año con año, desde 1985, es el Report on Voting Practices at the United Nations General Assembly (Reporte de Práctica de Votos de la Asamblea General de las Naciones Unidas) del Departamento de Estado de Estados Unidos. En el reporte se sugiere que la información recopilada sobre el comportamiento de un país en las Naciones Unidas se 12 Por ejemplo, ver: EE.UU. 2011-2016 Strategic Plan Addendum for The U.S. Department of State, en: http://www.state.gov/s/dmr/qddr/185613.htm; Strategic Plan of the Department of State and the United States Agency for International Development (USAID) for Fiscal Years 2007 to 2012, en: http://www.state.gov/documents/organization/86291.pdf); Strategic Plan of the Department of State and the United States Agency for International Development (USAID) for Fiscal Years 2004-2009 en: http://www.state.gov/s/d/rm/rls/dosstrat/2004/index.htm. 15 considera como un elemento relevante para la relación bilateral. Sin embargo, ésta representa sólo una de las diferentes dimensiones. En muchas ocasiones, es más importante para los intereses estadounidenses las “cuestiones económicas, estratégicas y políticas biliterales” (Departamento de Estado EUA, 2013, p. 2). Entonces la información recopilada en el Reporte sí influye, mas no determina la relación bilateral con Estados Unidos. En su artículo “Poder del Estado y la estructura del comercio internacional”, Krasner analiza un aspecto de la economía internacional -la estructura del comercio internacional13 y sostiene que podemos explicar la estructura (aunque imperfectamente) a partir de la teoría de Poder de Estado. El enfoque supone que “la estructura internacional del comercio está determinada por el poder y los intereses de los Estados que actúan para maximizar su interés nacional” (1976, p. 317). Entonces, la relación entre interés y apertura comercial depende del potencial económico y político de cada Estado. Por lo que el tamaño de la economía y la capacidad del poder político de un país son, en una determinada estructura de comercio internacional, fundamentales para defender su interés nacional 14. Así, el comercio exterior puede llegar a ser un instrumento utilizable, consistente y eficaz en la política exterior de un Estado (Hirschman, 1959, p. 13). Krasner (1976) sostiene que la relación entre el poder político y la estructura internacional puede analizarse en términos de la oportunidad relativa de firmar un acuerdo comercial. Cuanto mayor sea el costo 15 de firmar un acuerdo con un socio, más débil es la posición política del Estado. En caso contrario, un Estado relativamente más grande y desarrollado, potencia su poder político en un sistema de libre comercio porque los costos para firmar un acuerdo son 13 El autor define “estructura del comercio internacional” al grado de apertura del intercambio de bienes de capital, trabajo, tecnología y otros factores de producción (1976, p. 317). 14 Krasner identifica cuatro tipos de interés nacional que afectan la estructura del comercio internacional y que los Estados proponen lograr por medio de la liberalización del comercio: poder político, crecimiento económico, ingreso nacional total y estabilidad social (1976). 15 Krasner (1976) se refiere a los costos de firmar o no firmar un acuerdo comercial a partir del poder que cada Estado tiene. En este sentido, el costo que un país en desarrollo enfrenta por no cooperar en otros asuntos políticos no comerciales con el país desarrollado sería el no obtener el acuerdo y con ello, costos internos en lo político, económico y comercial. 16 menores. Entonces, un Estado desarrollado puede utilizar la amenaza de alterar el sistema o la estructura internacional para asegurar sus objetivos económicos y no económicos (1976, p. 320). Para ejemplificar la relevancia del poder relativo de un Estado y su capacidad de alterar la estructura del comercio internacional existe el caso del programa del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) 16 y los ALC de Estados Unidos con países en desarrollo. Si bien diversos países en desarrollo gozan actualmente del programa del SGP17. Sólo aquellos gobiernos que estén dispuestos realizar ciertas concesiones, al otorgar preferencias comerciales y no comerciales a los Estados Unidos para obtener un acceso estable y seguro a su mercado podrán entablar negociaciones de un ALC (Shadlen, 2008; Manger y Shadlen, 2011). Bajo este esquema, Estados Unidos tiene el poder de decidir quién puede ingresar a su mercado y bajo qué condiciones. Este es un incentivo que induce a la competencia entre los países para obtener ese acceso y para que abran sus mercados, y adopten las normas y regulaciones estadounidenses en diversos rubros, tanto comerciales como no comerciales que se vinculan, en su mayoría, a los intereses políticos y de seguridad (Evenett, 2005; Evenett y Meier, 2008; Lederman y Özden, 2007). Las concesiones están estrechamente relacionadas al interés nacional de Estados Unidos. En el caso de México, por ejemplo, lo anterior supuso la consolidación del proyecto económico del gobierno de Carlos Salinas, así como la garantía de su continuidad. Pero la contradicción del éxito (si así se le puede calificar) del acceso al mercado estadounidense por la firma del TLCAN es, por una parte, el incremento de algunos sectores de exportación y la inversión extranjera directa (IED) pero, por otra parte, el mismo incremento ha producido una dependencia 16 El SGP es una excepción aceptada en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduanero y Comercio (GATT) resultado de la Ronda de Tokio (1973-1979). 17 Son programas proporcionados unilateralmente, a cambio de concesiones económicas no comerciales. Su vigencia se basa a partir de renegociaciones periódicas que responden a criterios políticos discrecionales (Manger y Shadlen, 2011; Mason, 2004; Nolan, 2011), además de los criterios económicos regidos por el SGP. Específicamente en la región latinoamericana se encuentra vigente la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (The Caribbean Basin Trade Preferences Act [CBTPA]). y la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y Erradicación de la Droga (The Andean Trade Preferences and Drug Eradication Act [ATPDEA]). 17 comercial18 que, como se analizará en el capítulo siguiente, la economía mexicana es sensible a las decisiones de política interna y los ciclos económicos de Estados Unidos, perdiendo su poder de margen de maniobra. 1.2. Política comercial como instrumento de Política Exterior En el actual mundo globalizado bajo reglas de libre mercado, los Estados son cada vez más interdependientes económica y comercialmente. A pesar de la creciente importancia de actores no estatales que influyen en la economía y las finanzas, el Estado es el actor dominante en la toma de decisiones económicas nacionales e internacionales (Gilpin, 2001, p. 4). Los Estados dictan su relación con otros Estados, a partir de los cálculos e intereses económicos y políticos y las acciones para lograrlos. Uno de los instrumentos que utilizan es la política comercial. De acuerdo con la OMC19, se entiende por política comercial al marco legal que se compone de acuerdos internacionales, leyes, regulaciones y posturas de negociación adoptadas por los gobiernos para obtener acceso a mercados legalmente vinculantes para sus empresas. También busca desarrollar leyes, otorgando predictibilidad y seguridad a empresas tanto nacionales como extranjeras. Para ser efectiva, la política comercial necesita apoyarse en políticas nacionales competitividad internacional que incentiven la innovación y la además de conducirse con flexibilidad y pragmatismo (OMC, 2003, p. 368). Aunque cada país tiene objetivos específicos en su política comercial, actualmente, la mayoría de los países acepta las normas que rige el comercio internacional: la Organización Mundial del Comercio (OMC) 20. La OMC lo constituye un núcleo de acuerdos, negociados y firmados por los países 18 Ver el concepto de “dependencia política comercial” desarrollado en la p. 26 Se refiere al Diccionario de Términos de Política Comercial de la OMC, en su cuarta edición. Los componentes de la política comercial son: trato de nación más favorecida, tratamiento nacional, transparencia e intercambio de concesiones. 20 De acuerdo con el Informe sobe Comercio Mundial 2013, a inicios del 2013 el número de miembros de la OMC se elevó a 159 países. Los últimos en incorporarse entre 2012-2013 fueron: Montenegro, Rusia, Samoa, Vanuatu, República Popular de Lao (Laos) y Tayikistán (OMC, 2013a, p. 6). 19 18 miembros. Dichos documentos son contratos que obligan a los gobiernos a mantener sus políticas comerciales dentro de los límites establecidos, de manera que los diferentes actores en el mundo puedan confiar en que las políticas comerciales no experimenten cambios abruptos. Aunque dichos acuerdos son firmados por los gobiernos, su finalidad es “ayudar a los productores de bienes y servicios, a los exportadores y a los importadores para desarrollar sus actividades, si bien permitiendo que los gobiernos alcancen objetivos sociales y ambientales […] El propósito primordial del sistema es contribuir a que el comercio fluya con la mayor libertad posible sin que se produzcan efectos secundarios no deseables [lo que] conlleva, en parte, a la eliminación de obstáculos” del comercio (OMC, 2013b, p. 2). Como se ha desarrollado hasta ahora existen a nivel multilateral, regulaciones sobre el comercio que son aceptadas por los países miembros. Sin embargo, el poder y el interés nacional de los Estados influyen en su comportamiento comercial en el ámbito internacional. A este respecto, en el último Examen de las Políticas Comerciales (2012), en el reporte elaborado por el gobierno de Estados Unidos se argumenta que su política comercial mantiene el compromiso en preservar y mejorar el papel de la OMC como el principal foro de negociación para la liberalización del comercio multilateral, así como para el desarrollo y ejecución de las normas de comercio internacional, al igual que una voz contra el proteccionismo. Pero también, “el país se ha comprometido en abrir los mercados internacionales a través de la negociación de acuerdos comerciales, ya sea multilateral, regional o bilateral, así como mantener los ALC existentes y hacer cumplir los derechos de Estados Unidos en virtud de dichos acuerdos” (OMC, 2012, p. 8). Entonces, entre los instrumentos de política comercial se encuentran los acuerdos de libre comercio y Estados Unidos no es la excepción. Desde las negociaciones y firma hasta las leyes y reglamentos que institucionalizan los cambios derivados de estos que son necesarios para garantizar su implementación. En su modalidad regional o bilateral, los acuerdos comerciales son la expresión de cooperación entre Estados para perseguir objetivos 19 económicos y políticos, individuales y colectivos, reforzar autonomía, mejorar posiciones de negociación y promover intereses tanto políticos como económicos (Gilpin, 2001, p. 11). Hirschman (1959) sugiere que el comercio exterior puede conducir a las relaciones de influencia y dependencia entre los países. Sostiene que la causa del aspecto político en las relaciones económicas internacionales tiene que ver con “un país que trate de sacar la mayor ventaja de su posición estratégica, respecto a su propio comercio, trata prácticamente de crear condiciones que hagan que la interrupción del comercio sea para las naciones interesadas en éste mucho más grave que para sí mismo. Pero la sola posibilidad es suficiente para comprobar la influencia del país más poderoso y estructurar la política a seguir por el más débil” (pp. 17-18). Es decir, incentivar la dependencia económica y comercial de su mercado a través del “efecto influencia”21, en otros países. ¿Cómo es posible realizarlo? Por un lado, bajo un supuesto ideal, Hirschman sugiere que los demás países no deben tener posibilidad de sustituir el comercio que tienen con otros países. Por ejemplo, si A es un país poderoso, tiene absoluta libertad de comerciar con cualquier otro país, puesto que su comercio no se concentra ni en un sólo destino ni mercado. Y por lo tanto, A necesita asegurar que B, C, D [países en desarrollo] necesiten del intercambio comercial que tienen estos últimos con el primero. Para ello, es necesario que se cumplan tres factores: “(1) La ganancia [comercial] neta total para B, C, D […] se realiza con A; (2) La extensión y el trabajo del proceso de ajuste que A puede imponer a B, C, D […] mediante la interrupción de su comercio; y (3) La fuerza de los intereses que A ha creado mediante su comercio en las economías B, C, D […]” (pp. 19-20). Si bien el autor no establece qué porcentaje del intercambio comercial es necesario para que países como B, C, 21 Se entiende por efecto influencia el comercio realizado entre el país A, por una parte, y los países B, C, D […], por otra. El país A para aumentar su influencia sobre B, C, D […] debe crear una situación en la que estos países (1) dependan completamente del comercio que realizan con él, o (2) reemplace A como mercado y fuente de suministro de los otros países (1950, p. 19). 20 D […] dependan de su comercio con A, y sugiere que “entre mayor sea el porcentaje de las exportaciones e importaciones implicadas en un mercado dominante, tanto más difícil será sustituir los mercados” (p. 35) y bienes de capital, por lo que A puede utilizar el comercio como instrumento de incentivo o de coerción hacia los países de menor desarrollo. Como se presenta en el capítulo II, estos cuatro factores se cumplen en las relaciones asimétricas entre México y Estados Unidos22. Si un Estado tiene poder político y económico y lo ejerce en la estructura internacional, es posible que utilice instrumentos de coerción tanto de política económica como comercial, ya sea a través de incentivos o sanciones en aras de su interés nacional. Es decir, una estrategia geopolítica a partir de instrumentos económicos y comerciales (Grieco e Ikenberry, 2003; Lederman y Özden, 2007). Los países hacen uso de sanciones económicas cuando tratan de influir en el comportamiento de un país y la vía diplomática no ha sido exitosa o es inviable23 (Grieco e Ikenberry, 2003, p. 167). En algunas circunstancias, los incentivos económicos pueden ser más efectivos que las sanciones para influenciar el comportamiento de un país (2003, p. 188). A diferencia de las sanciones comerciales, los incentivos como instrumento de la política pueden tener mejores resultados 24. Entonces, los incentivos pueden brindarse tanto a países aliados y amigos, como a países hostiles con 22 Ver capítulo II, sección 2.1.4 “Dependencia de Brasil y México al comercio con Estados Unidos” de este trabajo. 23 Se puede enfocar en las sanciones por la vía comercial o por la vía financiera. Estas pueden adquirir la expresión de bloqueo económico, embargo, revocación del estatus de NMF en el marco del OMC; de forma unilateral o multilateral; sanciones primarias, impuestas directamente por el país iniciador (aquel que interrumpe directamente las relaciones bilaterales con el país objetivo; por ejemplo, el embargo de Estados Unidos hacia los granos de la URSS en 1980, si la URSS negaba el acceso a su mercado los granos de Estados Unidos –ejemplos de los autores); sanciones secundarias, impuestas de forma indirecta a terceros países (ejemplo: la Ley Helms-Burton de 1996 de Estados Unidos hacia Cuba) (Grieco e Ikenberry, 2003, pp. 165181). 24 De acuerdo con Grieco e Ikenberry, un incentivo es “una extensión prometida o real de un Estado promotor que brinda un beneficio económico a cambio de una demanda política” (2003, p. 181). 21 el fin de profundizar la alianza política para la prevención de una escala de eventos violentos. Para Estados Unidos la política comercial puede generar esquemas de cooperación en el ámbito internacional, donde es posible el uso de dichos incentivos para perseguir el interés nacional. Si los Estados presentan menor afinidad con las preferencias de Estados Unidos en política internacional, éste puede utilizar incentivos comerciales para generar coaliciones en el ámbito multilateral (Voeten, 2004, p.731). En este contexto, inicia en Estados Unidos la promoción de ALC bilaterales y regionales sin abandonar el multilateralismo (Lal, 1994) y simultáneamente mantiene y expande programas preferenciales unilaterales. Este giro en la política comercial se expresa ampliamente en la declaración del entonces Secretario de Estado, Warren Christopher durante la primera administración de William Clinton: “el multilateralismo es un medio, no un fin. Es una de las muchas herramientas de política exterior que está a nuestra disposición. Y está garantizada sólo cuando sirve para los propósitos centrales de la política exterior norteamericana: proteger los intereses de Estados Unidos” (Citado en Russell, 1994, p. 5). Entonces para Estados Unidos, la política comercial no es sólo un instrumento importante para promover sus valores y la facilitación de negocios para las empresas estadounidenses, al incrementar la competencia y acceso preferencial a nuevos mercados, sino que es también uno de sus instrumentos de política exterior. Primero, utiliza criterios económicos y políticos para seleccionar a sus potenciales socios comerciales. Segundo, durante las negociaciones o una vez que se tiene un ALC, Estados Unidos espera que sus socios comerciales coincidan y defiendan principios afines a los suyos en los temas que considera de interés nacional. Lederman y Özden (2007) sugieren que al determinar qué países obtienen acceso preferencial a su mercado, el interés político estadounidense adquiere un papel cada vez más preponderante. Este aspecto es casi siempre ignorado en los análisis de los ALC. No hay que olvidar que la garantía o 22 remoción de la elegibilidad de preferencias comerciales al mercado de Estados Unidos es, ante todo, una decisión de política interna (2007, p. 250). Los autores argumentan que si los programas unilaterales o ALC son estadísticamente significativos para crear comercio y presentan efectos positivos en las exportaciones de los países beneficiados, entonces “los intereses políticos y geoestratégicos juegan un papel importante para determinar la probabilidad de tener acceso al mercado de Estados Unidos [ya que] el país elegido se determina internamente de acuerdo al interés geoestratégico estadounidense” (2007, p. 256) y en gran medida, por los vínculos en las alianzas políticas (p. 254). Bergsten sugiere que en la selección de socios comerciales, Estados Unidos considera tanto las potenciales ganancias económicas como la promoción de valores, la construcción de reformas económicas en el país socio, la importancia para la política comercial y para el conjunto de los objetivos de la política exterior (2004, p. 95). Asimismo, Evenett (2005) propone que son los aspectos políticos y geoestratégicos los que tienen mayor relevancia cuando Estados Unidos evalúa la oferta de acuerdos preferenciales de los potenciales socios comerciales (2005, p. 3), porque, como sostiene Mariscal (1991), los ALC no se pueden comprender exclusivamente a partir de las ganancias de creación de comercio entre los países socios, existen otros intereses y éstos son políticos. La política comercial estadounidense es denominada por Bergsten (1996) como liberalización competitiva. Es una estrategia que induce a la rivalidad entre los países para ganar, teóricamente el acceso al mercado de Estados Unidos, ya que cada nuevo socio le otorga concesiones cada vez mayores al abrir su mercado y adoptar sus normas y regulaciones en diversos rubros. En la negociación para un Acuerdo con Estados Unidos, los países en desarrollo realizan concesiones importantes tanto en aspectos comerciales como en otras áreas no estrictamente relacionadas con el comercio y vinculadas a los intereses geopolíticos y de seguridad (Evenett, 2005; Evenett y Meier, 2008). 23 Los países no sólo liberan el comercio, también las inversiones 25. Los ALC incluyen el compromiso de los países en la liberalización de temas tradiciones como son tarifas y cuotas, servicios e IED pero también en propiedad intelectual, medio ambiente y laboral, transparencia, comercio electrónico y anticorrupción, entre otros26 (Peinhardt y Alle, 2012, p. 766; Schott, 2004, pp. 263264; Cohen, et. al, 2003). En el aspecto de seguridad, se evalúa que el potencial socio “haya tomado medidas para apoyar los esfuerzos de Estados Unidos en combatir al terrorismo” (H.R. 3009, p. 100). Un extracto del Trade Act de 2002 claramente refiere a la política comercial como una herramienta para promover el interés nacional: La expansión del comercio internacional es vital para la seguridad nacional de Estados Unidos. El comercio es fundamental para el crecimiento económico […], así como su liderazgo en el mundo. Las relaciones comerciales estables promueven la seguridad y la prosperidad. Hoy los Acuerdos Comerciales sirven a los mismos propósitos que los pactos de seguridad durante la Guerra Fría […] una serie de obligaciones y derechos mutuos (H.R. 3009, p. 61). Tanto los aspectos económico-comerciales como los políticos son moneda de cambio para obtener el acceso al mercado y el capital estadounidense (Shadlen, 2005). Entonces, ¿quiénes son los candidatos ideales para que Estados Unidos inicie negociaciones de Acuerdos de Libre Comercio? Los países aliados o amigos. En primer lugar, no resulta extraño que bajo este argumento, Estados Unidos iniciara los ALC con uno de sus mayores aliados políticos: Israel (1985) y posteriormente con sus vecinos: Canadá en 1988 y México al crear el TLCAN en 1994. En segundo, que Estados Unidos use los sistemas preferenciales 25 Los ALC de Estados Unidos que no incluyen un capítulo de inversión (por ejemplo; el capítulo 11 del TLCAN) son los acuerdos con Israel y Jordania. 26 Estos Acuerdos no son exclusivos de los ALC de Estados Unidos. El conjunto de ellos forma parte de los compromisos multilaterales de la Ronda Uruguay (OMC, 2011). 24 unilaterales para imponer sus condiciones (generalmente discrecionales) y promover o restringir acceso a su mercado (Mason, 2004; Nolan, 2011). Pero, ¿por qué los países en desarrollo responden al incentivo de firmar un TLC? El comercio de Estados Unidos es diversificado y su comercio no depende de un solo país27, pero la economía de diversos países en desarrollo, aunque no de todos, depende cada vez más de su intercambio comercial y los flujos de inversión de Estados Unidos. La palanca de poder que ejerce Estados Unidos para crear competencia entre los países con el fin de obtener acceso estable a su mercado a través de un ALC es un incentivo importante para el comercio y la economía de un país en desarrollo dependiente, por lo que el país dependiente estará dispuesto a realizar concesiones, que de otra forma, no estaría dispuesto a realizar si asume todos los costos económicos y políticos de los ajustes ex ante y ex post (Shadlen, 2008; Menger y Shalden, 2011; Peinhardt y Alle, 2012). Estos son factores que le permiten hacer uso de la política comercial como instrumento para satisfacer su interés nacional28. Entonces, los Acuerdos de Libre Comercio negociados por Estados Unidos responden mayormente a una estrategia geopolítica y beneficia sólo a aquellos países aliados o amigos que muestran interés formal en firmar un Acuerdo Comercial (regional o bilateral) y que estén dispuestos a estrechar alianzas en varios frentes 29. 27 De los 238 países con los que comerció durante el periodo 1996-2011, ninguno importa más del 17% del total de sus compras externas y no supera el 13% del total de sus exportaciones (Puyana y Aparicio, 2013). Este argumento se desarrolla en mayor detalle en el capítulo II. 28 Esta idea es desarrollada por Hirschman en La Potencia Nacional y la Estructura del Comercio Exterior (1959) como uno de los puntos clave para convertir a un país en potencia económica. 29 Este argumento se desarrolla en el Capítulo III. 25 1.3. Liberalización económica, dependencia comercial y convergencia en política exterior La liberalización económica no sólo ha potenciado los efectos en las dimensiones de política económica de los Estados, también es posible sugerir que existe un segundo impacto: las modificaciones que se realizan en manejo y trayectoria de la política exterior (Kahler, 1997, p. 15). Las consecuencias de la liberalización económica no son estáticas, sino que se modifican con el tiempo como un efecto del avance de los acuerdos y el logro de los objetivos de estos, a partir de los diversos intereses que tienen dichos Estados. Los Estados ordenan sus preferencias e intereses a partir de los diversos resultados que se pueden producir en la interacción política internacional (Voeten, 2004, p. 731). Por lo que su actuación en el exterior puede estar influida por diversos actores y factores; tanto internos como externos y por la interdependencia o dependencia que presente con respecto a una economía. Por la relevancia de este concepto para esta investigación, se establecerá qué se entiende por dependencia comercial. La definición de dependencia no resulta fácil ni unívoca30: existe una pluralidad de visiones sobre el concepto y diferentes perspectivas de análisis 31, las cuales explican el subdesarrollo como el resultado de la desigualdad en la relación de términos de intercambio y de la inserción en el sistema internacional (Meier, 1995). El desarrollo de cada una supera el propósito de este apartado. En términos generales, la dependencia 30 La teoría de la dependencia nace en América Latina como una respuesta para enfrentar los problemas de desarrollo de la región. Dos Santos sugiere que lo que se esperaba del modelo de desarrollo predominante en América Latina durante el modelo de sustitución de importaciones era: “que la industrialización posibilitara la transferencia de los centros de decisión desde el exterior (desarrollo hacia afuera inducido) hacia el interior de nuestras economías. Se esperaba que el desarrollo industrial indujera la redistribución del ingreso y una participación de la población en la sociedad de consumo de masas; una elevación del nivel cultural, es decir, un proceso de democratización política” (1968, p.1) 31 Algunos exponentes de la teoría de la dependencia son: Raúl Prebisch, Andre Gunder Frank, Enzo Faletto, Ruy Mauro Marini, Theotonio Dos Santos, Celso Furtado, Fernando Henrique Cardoso, entre otros. 26 implica que la evolución, trayectoria y el éxito de un proyecto nacional de un país dependa de otro u otros. El elevado e intenso grado de dependencia de una economía con respecto a un solo mercado o tipo de productos supone “dependencia de política comercial” y genera efectos tanto económicos como políticos. Manger y Shadlen (2011) desarrollaron el concepto de “dependencia política comercial [political trade dependence]” para reflejar “el grado en que están sujetos [los países en desarrollo] a la idiosincrasia política de los países desarrollados para acceder a sus mercados” (2011, p. 1)32 El argumento de “presión internacional” de Gourevitch (2005) adquiere relevancia bajo este argumento. El autor sostiene que las causas de cambio político, económico y comercial en América Latina se deben a la habilidad del poder internacional, particularmente de Estados Unidos y del capital externo. Los agentes que influyen como sujetos de presión en el contexto internacional – Organismos Internacionales, Mercado Internacional, Acuerdos Internacionales de Comercio o Estados Unidos- tienen la capacidad de imponer sus puntos de vista en un país o región y asegurarse del cumplimiento de las políticas a través de instrumentos de presión (2005, p. 31). En el caso de Estados Unidos, éste tiene diferentes mecanismos para ejercer su influencia a través del acceso a su mercado y a su capital, ayuda económica y militar, asistencia militar y alivio de la deuda. Gourevitch hace una acotación relevante. Es necesario que ciertos factores y actores internos impulsen el cambio en el proceder de un país en los escenarios externos, porque es posible contar con algún tipo de dependencia económica y comercial y no ser capaz de ajustar el comportamiento político del país dependiente (2005, pp. 31-32). El autor sugiere que las presiones externas 32 En el Capítulo II, Efectos económicos-comerciales de los Acuerdos Preferenciales de Libre Comercio: El caso de México con referencias a Brasil, se presentan los datos de dependencia comercial y algunos de los efectos en las economías dependientes. Mismos datos que se retoman como una variable independiente del modelo estadístico que se plantea en el Capítulo III. 27 pueden generar respuestas diversas al interior de los Estados. La influencia externa puede ser escuchada, rechazada o ignorada. “Para que las presiones externas se traduzcan en política nacional, tienen que existir defensores nacionales de las opciones políticas que desean los actores internacionales” (2005, p. 36). A este respecto, Moon (1985) analiza si la dependencia externa produce cambios en política exterior y si estos cambios son por consenso o por conformidad. El autor señala que si la ayuda económica influye positivamente, no es el único factor que modifica el comportamiento en política exterior de los países receptores. Sugiere que el cambio en política exterior emerge del consenso interno. Las élites y los círculos del poder son importantes en la conducción de la política exterior, ya que su percepción de los problemas internacionales y la evaluación de los mismos son similares a Estados Unidos, ya que muchos de ellos han sido educados en ese país. Esta postura es consistente con el argumento de Gourevitch (2005) que se ha desarrollado anteriormente. En 1999, Wang concluye que la ayuda económica que brinda Estados Unidos sí tiene efectos en la política exterior de los países receptores, pero sólo en aquellos asuntos que son vitales para el interés nacional estadounidense. También sugiere que si existe algún efecto político real de convergencia en política exterior por la ayuda económica, ésta tiene efecto sólo en los temas importantes para Estados Unidos, porque sólo es ahí donde cabildea y ejerce presión sobre los países. En un estudio reciente, Flores-Macías y Kreps (2013) sostienen, para el caso de China, que el incremento del comercio con los países socios tiene consecuencias en su política exterior, y generan convergencia en los temas de política internacional que China considera también de su interés nacional, por ejemplo: la votación en UNGA sobre temas de derechos humanos (p. 370). 28 Si los países perciben la negociación de un Acuerdo de Libre Comercio como un incentivo, es posible argumentar que, en la medida que se desarrollen intereses comunes en los sectores y actores que tengan capacidad de poder en la toma de decisiones a raíz de la profundización de las relaciones económicas y financieras (Milner, 1999; Rogowski, 2000; Gourevitch, 2005) los países socios tienden a adoptar, en los foros internacionales, posiciones coincidentes con las de Estados Unidos (Moon, 1985; Wang, 1999; Flores-Macías y Kreps, 2013). Sin embargo, como se ha argumentado hasta ahora, un Acuerdo de Libre Comercio, la dependencia comercial o la ayuda económica y militar resultan insuficientes para explicar la cooperación y convergencia en la política exterior de los socios comerciales. Tal como sugiere Krasner, los determinantes básicos y fundamentales de la conducta de los Estados son el poder y la vulnerabilidad (1990, p. 61). Otros factores que pueden influir en la trayectoria de la política exterior de los Estados son el grado de interdependencia y los efectos de la cercanía al Estado al cual se es interdependiente (Franzese y Hays, 2008, p. 4). El corazón de las relaciones interdependientes reside en la capacidad de negociación de los Estados, la asimetría de poder y los márgenes de maniobra y autonomía que tienen para perseguir su interés nacional. ¿Cuáles son los posibles efectos en un conjunto de economías de la dependencia de un solo mercado o un tipo de productos determinado?, ¿Qué poder de negociación tienen los países dependientes? Y en temas de política internacional, ¿pueden estos países propiciar cierta afinidad con el mercado del que dependen? Keohane y Nye (1988) conciben la interdependencia en términos de dependencia mutua. Es decir, una situación en la que los países interdependientes se afectan recíprocamente por las acciones de uno y otro33 33 La metáfora de “las bandas o canales de transmisión” desarrollada por Keohane (1990) es útil para comprender este punto. Ésta se refiere a los efectos disparejos que le puede producir la política nacional de un Estado grande a Estado pequeño y viceversa. Y las restricciones que presentan los países pequeños en dicha relación (pp. 68-70). 29 (Keohane, 1990, p. 63). Los autores argumentan que las relaciones interdependientes entre los Estados siempre implican costos, puesto que la interdependencia reduce los niveles de autonomía. “Donde existen efectos de costo recíproco en dichas relaciones (aunque no necesariamente simétricos [equitativos]) hay interdependencia” (Ibid, pp. 22-23). Sin embargo, rechazan la idea de que la interdependencia ofrezca beneficios mutuos. Caso contrario, en las relaciones interdependientes “es imposible saber a priori si los beneficios de esa relación serán mayores que los costos” (Keohane, 1990, pp. 63-64). Las asimetrías en la dependencia son el factor que probablemente determine mejor las relaciones de poder. A este respecto sostienen: Los actores dependientes a menudo se encuentran en situación de usar las relaciones interdependientes como fuentes de poder en la negociación sobre un tema y tal vez hasta para incidir en otras cuestiones. En el otro extremo, el de la pura asimetría se encuentra la pura dependencia (a veces cubierta con la denominación de interdependencia); pero esto también tiene poca ocurrencia. Muchos casos se encuentran entre estos dos extremos. Y allí reside el centro del proceso de negociación política de la interdependencia (Keohane y Nye, 1988, pp. 24-25) Para Keohane, el concepto de interdependencia asimétrica ayuda a comprender las relaciones entre países grandes y pequeños en la economía política internacional (1990, p. 75). La interdependencia asimétrica genera poder y como tal, no es ni beneficiosa de la misma forma ni de manera equilibrada para las partes, pero sí puede ser aprovechada para sacar la mayor ventaja posible de las acciones mutuas, ya que el país menos vulnerable en la relación asimétrica es el más poderoso. Franzes y Hayes (2008) suguieren que la cercanía tiene impacto sobre la convergencia en política exterior. En el caso de México, el peso de la frontera México-Estados Unidos, tanto por la extensión como por la porosidad, imprime un carácter especial, complejo y multifacético en las relaciones bilaterales y estrechan los márgenes de maniobra de la política exterior mexicana. Gracias a su ubicación geográfica, México se convierte en el muro de contención y filtro de las crisis al sur a los Estados Unidos, tales como: narcotráfico, migración, 30 refugiados y conflictos sociales. Además, la dependencia de la economía mexicana la hace cada vez más vulnerable a las decisiones de política interna estadounidense. Por estos motivos, México, en teoría, tiene razones para responder positivamente a los intereses de Estados Unidos. En el caso de México, por su cercanía con Estados Unidos, la dependencia comercial y la creación de intereses compartidos, se espera una mayor convergencia en política exterior con las posiciones de Estados Unidos en política internacional. Caso contrario, la economía brasileña está menos vinculada a la economía estadounidense en comparación con la economía mexicana. Como se desarrolla en el capítulo II, el comercio de Brasil es diversificado y no presenta dependencia comercial de un mercado en particular ni tiene esa gran frontera con los EUA. En el caso de Brasil, se espera que la convergencia en política exterior con Estados Unidos sea menor que con el caso mexicano. Es posible sugerir que la afinidad en política internacional se dé en temas que son relevantes para el interés nacional de Estados Unidos y que no interfieran con los intereses de Brasil. ¿Qué otros factores pueden influir en el diseño de política exterior de los países? Voeten (2004) sugiere que existen distintos elementos que pueden determinar la posición de los países en política exterior; primero, cambios en las preferencias sobre temas de la agenda internacional a través del tiempo (temporalidad) y, segundo, cambios en las preferencias reveladas. En el primer caso, el autor argumenta que la temporalidad de las preferencias se encuentra sujeta a partir de la expresión de los cambios de intereses domésticos. Sugiere que los países modifican sus preferencias en la política internacional a lo largo del tiempo, mientras que Estados Unidos mantiene las mismas posiciones en los temas que se han mantenido en la agenda internacional por un largo tiempo. Esto puede propiciar una creciente brecha entre las preferencias políticas de los países con relación a la posición de Estados Unidos. Por ejemplo: el embargo a 31 Cuba y la no proliferación de armas nucleares en Medio Oriente, como actualmente se desarrolla en Irán y Corea del Norte. En el segundo caso, Voeten sugiere que existen buenas razones para esperar que los países difieran en la magnitud de su posición. En este sentido, argumenta que los Estados pueden ser afectados de diversas maneras cuando Estados Unidos proyecta su poder en el ámbito internacional. Por ejemplo: no es lo mismo ser un país no amigo en Oriente Medio, bajo un gobierno que no cumple con los estándares de “democracia y libre mercado” promovido por Estados Unidos, que un aliado europeo 34. Es posible que el país de Oriente Medio se sienta amenazado por la política impulsada por Estados Unidos, por lo que no apoye la posición estadounidense en el ámbito internacional en temas donde se vean afectados sus intereses (2004, pp. 730-733). Los argumentos hasta aquí expuestos permiten establecer la siguiente hipótesis. Se espera que en los acuerdos Norte-Sur, a mayor dependencia económica y comercial del país en desarrollo con respecto del país desarrollado, por la intensificación de la vinculación de la economía, partiendo de la liberalización comercial y la puesta en vigencia de un acuerdo comercial, se espera una mayor afinidad de intereses en política exterior del primero hacia el segundo. Para probar la hipótesis, la investigación se desarrolla en tres capítulos. En el capítulo II se analizan las variaciones en la dinámica y la estructura comercial tanto en México como en Brasil con datos del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional con metodología cuantitativa. Se evalúan la trayectoria de los dos países en función de variables económico-comerciales como tasas de crecimiento del PIB, IED, productividad y dependencia comercial antes y después de la firma del acuerdo para establecer si hay diferencias sustanciales o no que pudieran ser atribuibles o vinculadas a la ausencia o 34 La acotación sobre un “gobierno amigo” es importante, por ejemplo; Arabia Saudita no es ni democrático ni libre cambista pero es considerado aliado para Estados Unidos. También ver el argumento expuesto en la p. 16. 32 presencia de un acuerdo comercial con los Estados Unidos, aunque no se pretende encontrar causalidad estricta. En el capítulo III se analiza si la dependencia comercial, como resultante de un ALC con Estados Unidos, incrementa la afinidad en política internacional con Estados Unidos. Se utilizan los patrones de votación en UNGA para probar si en las relaciones económicas y comerciales asimétricas se presentan o no convergencias en política exterior de los países socios con las posiciones de Estados Unidos en el ámbito internacional. El análisis cuantitativo se realiza con una serie de tiempo y modelo de efectos fijos con datos de dependencia e intercambio comercial de América Latina con Estados Unidos. El IV capítulo profundiza el análisis de los resultados obtenidos en el capítulo anterior y se centra en el estudio de caso México y el espejo: Brasil. A partir del análisis cualitativo se establecen ejemplos disponibles en la literatura y documentos oficiales, además se incorporan entrevistas realizadas a servidores públicos, diplomáticos y académicos que han tenido o tuvieron una participación clave en la política exterior de México bajo este periodo de análisis. Finalmente, se presentan las conclusiones de la investigación. 33 CAPÍTULO II EFECTOS ECONÓMICOS-COMERCIALES DE LOS ACUERDOS PREFERENCIALES DE LIBRE COMERCIO: EL CASO DE MÉXICO CON REFERENCIAS A BRASIL A partir de la década del noventa se ha experimentado un incremento en la heterogeneidad del número de países miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC)35, por lo cual ha elevado la dificultad en llegar a Acuerdos en las rondas de negociación a nivel multilateral. Crece, por lo tanto, el atractivo de las negociaciones en corto, regionales o bilaterales, en cualesquiera de las modalidades de los ALC. La creciente interdependencia del comercio ha propiciado una intensa competencia para atraer inversiones y penetrar los mercados externos. Tras estos objetivos, país tras país, casi todos han liberalizado su comercio y han optado por estrategias a favor de acuerdos de comercio preferencial, ALC36 (De Melo y Panagariya, et. al, 1993; Bergsten, 1996). Actualmente estos ALC son parte integral de la política comercial de la mayoría de los países alrededor del planeta, a pesar de que prácticamente todos, recientemente lo hizo Montenegro, Rusia, Samoa, Vanuatu, República Popular de Lao (Laos) y Tayikistán, se han sumado a las negociaciones multilaterales en la (OMC)37. Diversas razones pueden explicar el por qué los países firman acuerdos comerciales discriminatorios geográficamente. Entre ellas se desataca; primero, acelerar la formalización de los compromisos de la liberalización comercial para incentivar el crecimiento económico. Segundo, combinar los factibles beneficios 35 De acuerdo con el Informe sobre Comercio Mundial 2013, el número de miembros de la OMC se elevó a 159 países (OMC, 2013a). 36 Cabe hacer una distinción importante: mientras EUA sólo negocia “Acuerdos Preferenciales” los países en desarrollo, como los de América Latina, firman “Tratados de Libre Comercio”, diferencia que tiene implicaciones legales distintas. Los tratados tienen rango constitucional, mientras los acuerdos son leyes reguladas por mecanismos propios del acuerdo o por el Derecho Internacional Público. 37 Esta posición es expresada por países defensores del multilateralismo. Por ejemplo, ver el último Examen de las Políticas Comerciales, el reporte elaborado por el gobierno de Estados Unidos (OMC, 2012) y el capítulo I de este trabajo, en la p. 19. 34 de la protección del mercado con los de la desgravación negociada de ventajas recíprocas. A pesar de ello, y como se discutirá más adelante en este capítulo, aún no existe consenso entre los estudios empíricos sobre los efectos del libre comercio y la apertura económica, sobre el crecimiento económico que privilegie los ALC. El objetivo de este capítulo es presentar las diferencias a partir del análisis cuantitativo de las variaciones en la dinámica y estructura comercial observada en México y Brasil. El elemento que más se destaca es la dependencia comercial al mercado de Estados Unidos como resultado de un ALC. Aunque el país bajo estudio es México, el propósito es utilizar el caso brasileño para analizar si hay una marcada diferencia o no entre un país que tiene un ALC con Estados Unidos; si ésta existe, en qué sentido se encuentra. No se pretende, por lo tanto, calibrar la validez de los modelos que aceptan o rechazan la relación directa entre crecimiento económico y los acuerdos de integración o de aquellos que otorgan superiores beneficios a los ALC bilaterales con economías asimétricas (TLCAN), sobre los regionales entre países con un similar nivel de desarrollo (MERCOSUR). Las diferentes trayectorias de las dos economías se evaluarán en función primero de la evolución del comercio exterior: el grado de apertura, la estructura de los intercambios, que consideran los mercados de destino y origen y la composición de las exportaciones y las importaciones. En segundo lugar, se explorarán cuáles efectos de la liberalización del comercio se han detectado desde la entrada en vigencia del TLCAN, entre ellos los cambios en las tasas de crecimiento del PIB, de la productividad laboral y la IED. En todos los casos, se plantea analizar cómo se desenvolvieron las variables antes y después de la firma del acuerdo, a la luz de su evolución en la economía brasileña respecto a la mexicana para establecer si hay diferencias sustanciales o no que pudieran ser atribuibles o vinculadas a la ausencia o presencia de un acuerdo comercial con los Estados Unidos, si bien, como se dijo, no se pretende encontrar causalidad estricta. 35 El periodo para evaluar el cambio en las relaciones comerciales es 1960 al 2009, el cual se puede dividir en dos sub-periodos, el primero se extiende de 1960 a 1990, mostrando la tendencia de crecimiento económico enfatizando el punto de inflexión en el cambio de modelo económico y el segundo de 1990 a 2009, caracterizado por las negociaciones e implementación del TLCAN y de las reformas y la consolidación de estos cambios de la política económica en Brasil y el MERCOSUR. El análisis incluye la crisis del 2007-2009 y sus desdoblamientos hasta el presente. Se tendría, de esta forma, una visión a largo plazo que permite eliminar los cambios coyunturales en el intercambio, ocasionados por crisis económicas, choques de precios y modificaciones en la tasa de cambio. Este capítulo está organizado en cuatro secciones: en la primera sección se desarrolla los efectos esperables a partir de la teoría sobre los ALC entre economías con diferente nivel de desarrollo; en la segunda, la evolución del comercio exterior de México y Brasil frente a Estados Unidos y el resto del mundo; en la tercera, los efectos de la liberalización del comercio a partir de las tasas de crecimiento, productividad laboral y la IED; finalmente, se establecen algunas consideraciones sobre la distinta inserción económica de Brasil y México y, se vincula los hallazgos encontrados sobre dependencia y ALC para sentar las bases de las variables independientes con la variable dependiente, la convergencia en política exterior de los países socios con Estados Unidos. 2.1. De la propuesta a los hechos: qué se logró y qué no de la estrategia de inserción económica de Brasil y México En América Latina hay dos tipos de inserción en la economía internacional, a la que corresponden dos modelos de integración regional: La primera, la de México, basada en creciente integración con la economía estadounidense mediante las exportaciones de manufacturas insertas en las cadenas de valor globales y la segunda de Brasil, con exportaciones más difeversidicadas en productos y mercados de origen y destino y centrada en recursos naturales y sus manufacturas y en productos industriales de mayor complejidad. A 36 diferencia de México, Brasil ha reforzado sus vínculos comerciales intrasubregionales. La estructura exportadora de Brasil está diversificada y contiene productos manufactureros de gran sofisticación tecnológica, en las que incursiona recientemente México, como la aeroespacial. El objetivo de esta sección es analizar las diferencias relacionadas a partir del análisis cuantitativo de las variaciones en la dinámica y estructura comercial observada en México y Brasil, el primero con un ALC y el segundo sin él. 2.1.1. Del proteccionismo a la apertura: ¿importa el cómo? México y Brasil iniciaron la apertura de sus economías de manera unilateral. México se ha caracterizado por la continuidad de la política neoliberal, de apertura y profundización de la estrategia de promoción del libre mercado, desde el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado hasta el de Felipe Calderón Hinojosa, incluidos los pocos meses del nuevo gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), como lo indican los argumentos en favor de la candidatura del mexicano Herminio Blanco a la Dirección General de la OMC38. Otra ha sido la estrategia brasileña. A partir de la administración de Fernando Henrique Cardoso si bien se detendría el proceso de liberalización económica, no se revertiría, pero tampoco se profundizaría (Da Motta y Ventura-Dias, 2004, p. 101). Con la implementación de la política orientada al mercado se esperaba, al menos en teoría, que los efectos de la liberalización económica se tradujeran en ganancias en productividad a partir de la reasignación de recursos hacia 38 Los dos candidatos en la ronda final de votaciones para la Dirección General de la OMC en el 2013 pertenecen a la región de América Latina; el brasileño Roberto Azevedo y el mexicano Herminio Blanco. El primero apoyado por los países emergentes y en desarrollo, el segundo por los países desarrollados (Foreign Policy, 30 de abril 2013). Formado en la Universidad de Chicago, negociador del TLCAN y defensor del libre comercio, Blanco obtuvo el apoyo de países como Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Corea del Sur (Financial Times, 7 mayo 2013). “Una victoria de Blanco […] hubiera sido percibida como si otro país rico hubiera obtenido el puesto de la organización internacional y […] habría sido de poca ayuda en la búsqueda de progresos en la OMC” sostuvo en entrevista el Simon Evenett, profesor de Economía y Comercio de la Universidad de St. Gallen, Suiza (The Guardian, 8 mayo 2013). 37 actividades con ventajas comparativas, la productividad se aceleraría a tasas superiores a las registradas durante la política de sustitución de importaciones a partir de la especialización y eficiencia con un mayor intercambio comercial con el resto del mundo (Edwards, 1993; Ben-David y Loewy, 1998; Krueger, 1999; Meier, 1995; Nordås, Miroudot y Kowalski, 2006). Aunque no existen fundamentos teóricos para determinar el grado óptimo de liberalización para obtener mejores resultados en crecimiento, es posible afirmar que dado que las economías brasileña y mexicana están ahora más abiertas que en décadas anteriores, los efectos serían mesurables y relevantes. Y si, como se esperaba, ceteris paribus, a mayor apertura y más exportaciones, el crecimiento, entre otras variables, del PIB, la productividad laboral y las inversiones (formación de capital fijo) de México deberían ser superiores al de Brasil. ¿Será así? Cuadro núm. 2.1. Coeficiente Externo de las Economías. 1960-2011 1960 1970 1980 1990 1994 1999 2000 2005 2010 2011 El Mundo 24.2 27.4 39.4 38.7 40.1 45.2 49.5 53.6 56.1 59.1 Estados Unidos América Latina Brasil 9.6 11.3 20.8 20.6 21.9 24.1 25.9 26.5 29.1 31.7 24.2 22.7 31 32.3 35.5 42.6 44.1 49.2 47.5 47.2 14.2 14.5 20.4 15.2 16.6 20.2 21.7 26.6 22.8 24.5 México 20.1 17.4 23.7 38.3 38.4 63.1 63.9 55.7 61.7 64.7 Fuente: Cálculos propios basados en base a World Bank 2012. México es uno de los países más abiertos de la región y Brasil, en sentido opuesto, uno de los relativamente más cerrados (ver cuadro núm. 2.1). Ambos presentan en 2011 un coeficiente superior al de antes de las reformas. En la década de los ochenta, Brasil y México tenían coeficientes externos similares. Para la década siguiente, México experimentaba una apertura más acelerada iniciada como desgravación unilateral en el marco de las reformas económicas implementadas para el ingreso al GATT y la culminación del proceso de cambio de la política económica materializada con la firma del TLCAN (Lustig, Bosworth y Laurence, 1992, p. 1; Tornell y Esquivel, 1997, p. 25; Serra Puche, 2010). 38 En la trayectoria de la liberalización comercial mexicana aparecen claramente distinguibles dos períodos. El primero entre 1983 y 1989 y el segundo a partir de 1994, al entrar en vigencia el TLCAN. Varios factores contribuyeron a este resultado, además de la desgravación arancelaria y la liberalización de la economía. Por una parte, la aceleración de las exportaciones de petróleo y la escalada de sus precios en los últimos años y por la otra, la sostenida revaluación de la moneda que estimula las importaciones. Es necesario anotar que durante el período es mayor el coeficiente de importaciones y se acumula saldo comercial negativo tanto en valores absolutos y como porcentaje del PIB. En promedio anual, el déficit comercial de México fue del 3 por ciento del PIB y en Brasil cero. Este factor se analizará más adelante. La estrategia de inserción internacional de Brasil y México es distinta 39, esto se refleja en el coeficiente externo. En 1990, tanto Brasil como México implementaron reformas económicas y comerciales, por ello se eligió ese año como punto de partida de esta investigación. Brasil presentó un coeficiente de 21.7 durante el periodo de 1990 a 2011, esa tendencia se mantuvo si se observa el periodo de 1994 a 2011. La política de apertura comercial unilateral de México se reflejó en el coeficiente del periodo de 1983-1994 en promedio del 34% y la tendencia se reforzó en el período TLCAN, 1994-2012, con un incremento de 26 puntos porcentuales, que arrojan un valor promedio del coeficiente de apertura del 58%. El coeficiente de apertura de la economía brasilera, en promedio anual para el período post reforma (1990-2011), alcanzó el 21.6 % del PIB, considerablemente menor al mexicano. Con lo anterior se pueden esbozar dos argumentos: primero, dado que las economías de Brasil y México están más abiertas que durante la política de sustitución de importaciones, es posible sugerir que tendrían que presentar 39 Para este punto es de gran utilidad la edición del estudio de Lengyel y Ventura-Dias (2004), en el cual se analizan las reformas implementadas en la política comercial de los países de América Latina. Ver especialmente el capítulo cinco dedicado a Brasil por Da Motta y VenturaDias (2004) y el tercer capítulo dedicado análisis de México por Ortiz Mena (2004). 39 mayor productividad laboral o productividad total de los factores de producción y mayores tasas de crecimiento; segundo, puesto que la economía mexicana está más abierta que la brasileña, la primera tendría que presentar mayores ganancias en productividad y tasas de crecimiento que la segunda. Por lo que, la manera en que se insertan los países al mercado internacional debería, bajo estos dos argumentos, ser de importancia en los resultados del desenvolvimiento de sus economías. Veamos, entonces, que muestran los datos. 2.1.2. Efectos esperados de los acuerdos preferenciales entre economías con distinto nivel de desarrollo: el caso de Brasil y México Las razones de política económica y comercial de un ALC es la promoción de crecimiento económico, mayores tasas de inversión, creación de empleo y efectos positivos en el ingreso (Frankel y Romer, 1999; Hur y Park, 2012; Leith y Whalley, 2003). Por lo que los acuerdos de integración económica son vistos como una estrategia de desarrollo económico. Esta perspectiva está sustentada a partir de las teorías clásica y neoclásica del comercio internacional que consideran a los ALC como políticas racionales para fomentar el crecimiento (Hur y Park, 2012, p. 1283). En teoría, los efectos dinámicos de la integración económica entre países con distinto nivel de desarrollo en industrialización y dotación de factores, suguieren que la liberalización del comercio puede generar un aumento sostenido en el largo plazo de la productividad y la tasa de crecimiento (Baldwin, 1989). Como resultado de la reasignación eficiente de recursos con ventaja comparativa se incrementaría la productividad generada a partir de mayor competencia y especialización (Edwards, 1993). Los efectos más positivos de los ALC se realizarían a partir de la mayor demanda de bienes y tasas de inversión, que son una fuente importante de transferencia de tecnología (Nordås, Miroudot & Kowalski, 2006). Con la consecuente elevación en salarios y tasas de empleo a través de la exportación de productos intensivos en mano de obra, lo cual propicia un efecto multiplicador en mayor demanda de insumos intermedios, con precios relativamente bajos, y 40 economías de escala (Meier, 1995). Se propiciaría, a largo plazo, la reducción de la disparidad de los ingresos, es decir, convergencia entre los países signatarios (Ben-David y Loewy, 1998), siempre que no se presentaran efectos de desviación de comercio (Kruger, 1995). Estos análisis contradirían estudios que sugieren que, en condiciones de mayor competencia, los efectos dinámicos del comercio tenderían a concentrarse a favor de los países más industrializados con tecnología avanzada en detrimento de los países de menor desarrollo (Myrdal, 1956). Contrario de las expectativas generadas por la liberalización comercial y la integración regional para países en desarrollo, en especial para América Latina, sostienen que se han mantenido las asimetrías en las tasas de desarrollo entre los países de la región (Carlton y Slim, 2012) y profundizado con respecto a Estados Unidos (Gallagher, 2011). Por ejemplo; no se ha producido convergencia del PIB per cápita de de México y Estados Unidos (Puyana, 2008; Romero, 2009a; 2009b, p. 220). El potencial de los ALC para incrementar la inversión de Estados Unidos hacia los países socios ha tenido un impacto mínimo y sólo hacia un puñado de países (Peinhardt y Alle, 2012). Hur y Park (2012, p. 1293), sugieren que los efectos en la tasa de crecimiento de los países signatarios de un ALC con Estados Unidos, en especial con países en desarrollo, son mínimos o insignificantes y los resultados se acentúan aún más cuando es inexistente la transferencia de tecnología y la tasa de inversión (Helpman, 2004; Feenstra, 1998). Sin embargo, consideran que es posible un efecto relativamente positivo si, y sólo si “se han implementado reformas que complementen [el acuerdo], incluyendo la desregulación de negocios, desarrollo financiero, mejoras en la educación, flexibilidad en el mercado laboral, etc., de otra forma, el comercio no está asociado con un crecimiento de largo plazo en esas economías” (Hur y Park, 2012, p. 1283). Vega Cánovas, llega a conclusiones similares para el caso de México bajo el TLCAN. Sostiene que aunque el acuerdo ha propiciado un crecimiento en los flujos de comercio e inversión entre los países signatarios, 41 no se ha producido un crecimiento económico suficiente para México debido, “primordialmente a la falta de productividad y competitividad” (2010, pp. 193194). Recientemente se ha profundizado en el análisis de la relación entre los cambios en las políticas de comercio, los esquemas de integración y la tasa de convergencia. Los estudios empíricos sugieren que el grado de apertura incide en mayor competencia interna y externa al elevarse los volúmenes del comercio, flujos financieros y spillovers tecnológicos, la mayor integración comercial afecta a las tasas de crecimiento, reduce los desniveles en ingresos y acelera la tasa de convergencia (Arora y Vamvakidis, 2001; Ben-David y Loewy, 1998; Ben-David y Kimhi, 2000; Helpman, 2004). En el caso del TLCAN, no se detecta un acercamiento de Canadá o México respecto a Estados Unidos (Puyana y Romero, 2008). La evidencia en estudios como los de Puyana (2008) y Romero (2009a; 2009b) suguieren que no es posible dar una clara respuesta afirmativa a la pregunta si los acuerdos como el TLCAN pueden acelerar la tasa de convergencia, de hecho ésta se inclina más hacia una respuesta negativa (Romero, 2009a, p. 40). Bajo estas premisas, resulta plausible cuestionarse sobre la utilización de la política comercial como una estrategia para garantizar el rápido crecimiento económico (Carlton y Slim, 2012, p. 1293) de los países en desarrollo y la reducción de la brecha que los separa de los socios comerciales más ricos. Cuadro núm. 2.2. Brasil y México. Tasas de crecimiento anual promedios del PIB total y per cápita, de la productividad laboral y del coeficiente externo 1990-2011 Crecimiento PIB Crecimiento Crecimiento PIB PIB total cápita Brasil México Brasil México 19902.7 2.8 1.4 1.3 2011 19943.3 2.6 2.0 1.2 2011 Fuente: Word Development Indicators, 2012. Importaciones/PIB Coeficiente Crecimiento PIB/L externo Brasil México Brasil México 1.3 0.2 21.5 53.8 1.2 0.4 22.4 57.8 42 De acuerdo con los datos presentados en el cuadro núm. 2.2., el crecimiento del PIB de Brasil durante el periodo de 1990 a 2011 es del 2.7%, si se compara con la economía mexicana, en ese mismo periodo, el crecimiento es del 2.8%. Sin embargo, para el período TLCAN 1994-2011, el crecimiento del PIB de Brasil es mayor que el mexicano, 3.3% y 2.6% respectivamente. Con lo anterior se puede sugerir que el crecimiento de la economía mexicana se mantiene pero a menor ritmo que el brasileño. Si se observa el PIB per cápita, la tendencia mostrada se intensifica para ambas economías. Durante el periodo de 1994 a 2011, el PIB per cápita de Brasil se incrementó 2.0% anual. En ese mismo periodo, México creció 1.2%, y si se compara con los periodos ex ante y ex post TLCAN, se puede observar una ligera disminución del PIB per cápita. Otra forma de analizar las tendencias del comercio de los dos países es la evolución de la participación de cada uno en las importaciones y las exportaciones globales, ilustrada en el cuadro núm. 2.3. En las dos economías se observa el incremento del peso de las exportaciones en el intercambio global, que es superior el logrado por México, aunque en menor medida que la expansión de las importaciones. La dinámica del intercambio de los dos países se corrobora con los datos del cuadro núm. 2.4., que presenta las tasas de crecimiento anual promedio de las exportaciones y las importaciones de los dos países, todas en dólares constantes del 2000. Aquí resulta necesario hacer una aclaración: en 1990, México trasladó las exportaciones de maquila de la cuenta de servicios a la de comercio lo que en parte puede explicar el gran salto de ese año. Por otra parte, este cambio en el registro del comercio de la maquila genera doble contabilización del comercio, ya que los insumos de ésta se registran en las importaciones y nuevamente en las exportaciones. Habría que eliminar esta doble contabilidad para establecer el comercio efectivo. 43 Cuadro núm. 2.3. Participación de Brasil y México en las importaciones y las exportaciones globales, 1970-2010 EXPORTACIONES BRASIL IMPORTACIONES BRASIL EXPORTACIONES MÉXICO IMPORTACIONES MÉXICO 1970 0.483 0.969 0.605 1.363 1975 0.622 1.612 0.605 1.553 1980 0.683 1.221 0.995 1.882 1985 0.915 0.656 1.276 0.970 1990 0.815 0.719 1.271 1.347 1995 0.852 1.220 1.719 1.441 2000 0.805 0.947 2.250 2.395 2005 0.998 0.773 2.029 2.181 2010 0.907 1.271 2.072 2.171 1995-1970 0.369 0.251 1.114 0.077 2010-1995 0.005 0.051 0.353 0.730 Fuente: Cálculos propios basados en Banco Mundial, World Development Indicators. Accedido el 11 de octubre del 2012, en: http://databank.worldbank.org/ddp/home.do?Step=3&id=4 Cuadro núm. 2.4. Tasas de crecimiento importaciones y exportaciones de Brasil y México al Mundo CRECIMIENTO IMPORTACIONES CRECIMIENTO EXPORTACIONES BRASIL MÉXICO BRASIL MÉXICO 1980-2011 6.9 7.9 7.1 3.7 1980-1994 4.8 7.5 6.7 3.8 1994-2011 9.4 9.0 6.0 4.1 Fuente: Cálculos propios basados en Banco Mundial, World Development Indicators, accedido el 11 de octubre del 2012 en: http://databank.worldbank.org/ddp/home.do?Step=3&id=4 La tasa de crecimiento de exportación de ambos países es positiva durante el periodo de 1980 a 2011, aunque Brasil muestra una tasa mayor que México. Esta brecha se reduce si tomamos el periodo post TLCAN. Pero si se observa la tasa de crecimiento de las importaciones tanto para Brasil como México, en 44 éste último se da en mayor medida durante el periodo post TLCAN. Lo que sugiere que México importa más de lo que exporta. Otros indicadores que permiten observar la importancia económica de los vínculos comerciales que se establecen en América Latina, específicamente, en Brasil y en México, en términos de crecimiento y que suguieren la intensificación de la asimetría en sus relaciones comerciales con Estados Unidos, se toman y actualizan, para este propósito, los índices desarrollados en el estudio de Puyana (2003): de penetración de mercados, de intensidad exportadora y el de propensión a exportar cuyo significado se expone más adelante. 2.1.3. La relación comercial de Estados Unidos con Brasil y México Ambos países son los mayores exportadores de la región Latinoamericana hacia Estados Unidos. México forma parte de los primeros diez países que importa Estados Unidos, por lo que es el principal socio comercial de la región con una participación promedio del 10.95% durante el periodo de 1960 a 2011, ver cuadro núm. 2.5. Mientras que Brasil se encuentra en el grupo de los primeros 20 países, que para el mismo periodo representó el 1.28%. El Índice de penetración de mercados, o la razón de las exportaciones de un país exportador (i) al PIB del país importador (j), sugiere que la penetración al mercado estadounidense por las exportaciones de Brasil y México es entre 200 y 600 veces menor que viceversa, como se observa el cuadro núm. 2.6. La asimetría en este índice se ha reducido por el incremento de la penetración del PIB estadounidense por las exportaciones mexicanas al ascender al 0.016 en 2010. Nuevamente, en el cuadro núm. 2.6, se muestra la superioridad de la penetración de las exportaciones mexicanas sobre las brasileñas en el mercado de Estados Unidos, mismas que concuerdan con la política comercial de cada país al superar en 60% a las primeras para 2010. 45 Cuadro núm. 2.5 Importaciones de Estados Unidos, 1996-2011. En porcentaje del total Canadá* Japón México* China Alemania Taiwán R. Unido Corea* Singapur* Francia Italia Malasia Venezuela Tailandia Hong Kong Arabia Saudita Brasil Total 1996 19.78 14.56 9.22 6.51 4.92 3.78 3.65 2.86 2.57 2.35 2.30 2.25 1.63 1.43 1.25 1.11 1.10 100.00 2000 18.84 12.05 11.17 8.22 4.83 3.33 3.57 3.31 1.58 2.45 2.06 2.10 1.53 1.35 0.94 1.17 1.13 100.00 2005 17.23 8.26 10.19 14.57 5.08 2.08 3.06 2.62 0.90 2.03 1.86 2.02 2.03 1.19 0.53 1.63 1.46 100.00 2010 14.46 6.29 12.01 19.09 4.32 1.88 2.60 2.56 0.91 2.02 1.49 1.35 1.71 1.19 0.23 1.64 1.25 100.00 2011 14.52 5.54 11.98 17.39 4.37 1.94 2.32 2.64 0.89 1.81 1.57 1.19 2.09 1.15 0.20 2.02 1.36 100.00 ∆% 13.90 5.40 16.60 12.50 19.90 24.20 3.00 23.30 17.50 3.50 22.10 0.10 38.50 17.10 7.30 42.80 24.3 17.30 Participación Promedio % 17.36 9.67 10.94 12.56 4.96 2.62 3.24 2.77 1.34 2.26 1.94 1.86 1.67 1.27 0.68 1.43 1.28 100.00 Fuente: Elaboración propia basado en: U.S. Department of Commerce and the U.S. International Trade Commission. *Países que tienen un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Cuadro núm. 2.6 Índice de Penetración del mercado estadounidense por las exportaciones de Brasil y México en los mercados de estos países por las importaciones desde Estados Unidos, 1990-2010 1990 De Brasil en: PIB EUA (1) 0.005 1995 De EUA en: De EUA en: PIB BRASIL (2) 1.120 De México en: PIB EUA (3) 0.003 Razones índices PIB MEX (4) 1.970 (2)/(1) (4)/(3) 205.1 612.6 0.006 1.002 0.009 2.689 158.2 297.4 2000 0.006 1.951 0.015 2.164 350.5 146.1 2005 0.009 1.964 0.015 2.041 208.4 139.6 2010 0.014 0.942 0.016 1.891 68 115.5 Fuente: Cálculos propios basados en: Banco Mundial, World Development Indicators 2011 (PIB) y United Nations Commodity Trade Statistics, accedido en: http://comtrade.un.org/db/dqBasicQuery.aspx 46 El índice de intensidad de comercio40: indica la participación de las exportaciones del país exportador (i) al mercado del país importador (j), dividido por la participación del país (i) en las exportaciones mundiales (excluyendo las exportaciones de (i)). Si el comercio de un país no está sesgado geográficamente, es decir, la proporción de sus exportaciones dirigidas a un determinado mercado es igual al peso del país exportador en el intercambio global, el índice tendrá un valor de 1. En el cuadro A 4 del anexo, se presentan los resultados para Brasil y México. Emergen dos patrones claramente distinguibles: el primero es la cada vez mayor vinculación de México hacia Estados Unidos; el segundo es el descenso, a mayor velocidad del índice con Europa y Japón y el tercero es la menor vinculación con América Latina. Unilateralmente, México forma una especie de “fortaleza TLCAN”, sin reciprocidad de Estados Unidos ni de Canadá. El segundo, Brasil presenta una mayor intensidad del comercio intra-regional vía MERCOSUR. Ha mantenido constante la disminución de intensidad de comercio con Estados Unidos a partir de 1970, por lo que presenta una mayor diversificación en sus mercados de destino que México. El Índice de propensión comercial (PXij)41, se calcula como la participación de las exportaciones del país (i) al mercado (j) en el PIB del país importador, multiplicada por el índice de intensidad exportadora. Expresa la medida en la cual el proceso de apertura de una economía (medida por el coeficiente de exportaciones o importaciones del PIB) explica los cambios en la distribución geográfica de las exportaciones. La apertura incidió en el cambio de la orientación geográfica de México concentrando la intensidad del intercambio con Estados Unidos, y en menor medida, con la región de Latinoamérica y todos los demás mercados. Y Brasil, en sentido contrario, favoreciendo la intensidad de su comercio con la región de América Latina, y 40 La expresión matemática del Índice de intensidad de comercio de es: Iij = ((Xij/Xit)/(Mj/MwMi)). En donde, Xi= exportaciones del país i; j= país importador; X exportaciones mundiales. 41 La expresión matemática del Índice de propensión comercial PXij, es: PXij= ((Xi/PIBi)/(Iij)). En donde: Xi= exportaciones totales del pais i; Xi/PIBi= Índice de exportaciones del país i; Iij: Índice de intensidad exportadora. 47 en menor medida, con Estados Unidos, mostrando una mayor diversificación en los mercados de exportación, tal como se observa en el cuadro A 5 del anexo. Los datos presentados muestran dos claras tendencias en el intercambio comercial de Brasil y México con respecto a Estados Unidos. Primero, los índices de penetración de mercados, de intensidad exportadora y el de propensión a exportar suguieren una intensificación del comercio de México al respecto con Estados Unidos, lo cual implica que la economía mexicana se torna cada vez más sensible a los ciclos económicos de Estados Unidos, en una clara relación asimétrica. Y segundo, por el contrario, se reduce el intercambio comercial de Estados Unidos con Brasil, por lo que es posible una menor dependencia al respecto con los ciclos estadounidenses. 2.1.4. Dependencia de Brasil y México del comercio con Estados Unidos Para sustentar el argumento anterior, es pertinente analizar los posibles efectos de la dependencia comercial en un conjunto de economías 42. El concepto de “dependencia”, tal como se ha planteado en el capítulo teórico 43, implica que la evolución, trayectoria y el éxito de un proyecto de un país depende del desempeño o éxito de otro u otros. Se desprende, de los datos sobre comercio, mayor dependencia de la economía de México con respecto a su intercambio comercial, esto es, las exportaciones hacia Estados Unidos y sus importaciones desde ese mismo país como proporción del PIB mexicano. El valor de este indicador es varias veces superior a los datos que arroja el mismo cálculo con respecto a la economía estadounidense y mayores si se le compara con los resultados obtenidos para Brasil. En sí mismo, lo anterior no presenta un problema o inconveniente, es un dato descriptivo, que requiere, para evaluar efectos, de un análisis enmarcado en un cuerpo teórico adecuado. 42 En el Cuadro del Anexo A3 se encuentran los cálculos de dependencia de los países de América Latina y el Caribe respecto al comercio con Estados Unidos durante el periodo de 1987 al 2008. Aquí sólo se analiza el caso de Brasil y México. 43 Ver Capítulo I, p. 26. 48 Lo que aquí interesa es el elevado o intenso grado de dependencia de la economía mexicana respecto a un sólo mercado o un sólo tipo de productos que caracterizan a la inserción internacional de México, no obstante el gran número de acuerdos de libre comercio, entre otros esquemas de cooperación comercial44, lo que sí puede implicar un problema por la limitación de opciones. En el gráfico núm. 1 se presenta la dependencia del PIB mexicano al intercambio comercial con Estados Unidos, que equivale al coeficiente de apertura de su economía con respecto a Estados Unidos medido de la siguiente forma: (exportaciones + importaciones de México a EUA/PIB mexicano). En el gráfico núm. 2 se muestra esta misma relación calculado para Brasil. El coeficiente del PIB mexicano y su intercambio comercial con Estados Unidos se incrementó sistemáticamente desde 1980 llegando a representar cerca del 47%, una dependencia que podríamos tildar de crítica dependencia de un sólo mercado, ya que un descenso de las importaciones de Estados Unidos afecta seriamente la economía mexicana y su crecimiento, en cierta medida acotado por la capacidad de la demanda de la economía estadounidense. El valor de la dependencia de Brasil es de otra escala, casi nunca superior al 5% del PIB. La dependencia de Brasil en 1980 representó solamente el 24% de la mexicana. En el 2008 había descendido a sólo el 9.5%, en virtud del avance de dependencia de la economía mexicana con respecto a la estadounidense. En efecto, si en 1980, las exportaciones de México hacia Estados Unidos representaron el 5.6% del PIB y las importaciones desde ese país el 6.48% del PIB mexicano, para un total del 11.6%, en el 2008 estas 44 La pagina de la Secretaría de Economía se afirma que México cuenta, hasta el año 2012, con 12 Tratados de Libre comercio con 44 países de América del Norte, América Latina, Europa y Asia. 28 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs) y 9 Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial en el marco de la ALADI (En: http://www.economia.gob.mx/comunidad-negocios/comercio-exterior/tlc-acuerdos. Consultado el 8 de noviembre del 2012). También puede consultarse la tabla A 2.2 del anexo. 49 mismas proporciones ascendieron al 21.2 y 13.9% respectivamente, con lo cual la suma se elevó al 35.1%. En el caso de Brasil, en ese mismo año la sumatoria sólo presentó el 3.21% de su PIB. Gráfico núm. 1 Dependencia de México y Estados Unidos de su comercio recíproco 1980-2008 Gráfico núm. 2 Dependencia de Brasil y Estados Unidos de su comercio recíproco 1980-2008 6.00 50.00 45.00 40.00 35.00 30.00 25.00 20.00 15.00 10.00 5.00 0.00 5.00 4.00 3.00 2.00 1.00 Dependencia de México respecto a EU (A) Dependencia de EU respecto a México ( C ) 2008 2006 2004 2002 2000 1998 1996 1994 1992 1990 1988 1986 1984 1982 1980 2008 2006 2004 2002 2000 1998 1996 1994 1992 1990 1988 1986 1984 1982 1980 0.00 Dependencia de Brasil respecto a EU (B) Dependencia de EU respecto de Brasil (D) Fuente: Elaboración propia basada en: World DataBank, CEPAL, Estadísticas Históricas de México 2009-INEGI. http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/integracion/pais/histori cas10/Tema16_Sector_Externo.pdf La creciente dependencia del PIB mexicano con respecto al comercio con Estados Unidos a partir de 1990 puede tener varias explicaciones. En primer lugar, la expansión de las importaciones de insumos para la industria maquiladora de exportación y las exportaciones de bienes transformados en estas industrias, cuando en 1990, se trasladó el registro de sus transacciones de la cuenta corriente a la de exportaciones de bienes. Hasta 1990 se consideraba a la actividad maquiladora como una prestación de servicios y no como producción de bienes. En segundo lugar, la crisis de 1994-1995 implicó la caída del PIB en un 7% del producto. La devaluación masiva que esta crisis originó, implicó el descenso de las importaciones y el incremento de las exportaciones en un 24%, las cuales, más que compensar la caída de las importaciones y dieron como resultado un mayor valor del coeficiente externo en el PIB. Mientras que para la economía estadounidense el intercambio comercial entre los dos países sólo representó en 2008 el 2.7% de su PIB, una proporción 13 veces menor que el valor calculado para México. En cuanto a su relación 50 con Brasil, éste presenta solamente el 0.37% del PIB estadounidense, una diferencia de 9 veces, lo cual es considerablemente menor que en el caso de México. Con lo que se puede argumentar que la economía de Estados Unidos está relativamente más vinculada con la economía mexicana, pero en una relación francamente asimétrica. La asimetría de la dependencia Brasil-Estados Unidos es también evidente (gráfico núm. 2), pero de menor escala que la mexicana (gráfico núm. 1). Estos resultados son consistentes con los encontrados en los índices anteriormente desarrollados. La alta dependencia mexicana, derivada de su intensa vinculación con la estadounidense a partir de las reformas y de la instauración del TLCAN es indudable, e implica que cuando esta economía crece, lo hace también la mexicana. Ese dinamismo también lo imprime a la economía brasileña pero con menor intensidad. En efecto, los dos factores que en mayor grado explican el crecimiento de la economía mexicana, son en primer lugar, la formación bruta de capital fijo (FBCF) y en segundo lugar, el crecimiento de la economía de los EUA. El estudio de Puyana (2011) siguiere que un 1% de crecimiento de la FBCF o de la economía estadounidense va a la par de la expansión de la economía del 0.3% y del 0.25%, respectivamente. En el caso de Brasil, las variables explicativas son la FBCF y el crecimiento de las exportaciones en una relación de uno a cinco y a siete, respectivamente. Si por el contrario, la economía estadounidense entrara en crisis, como lo hizo en 2007, México lo resentiría en una mayor proporción. En efecto, el PIB per cápita mexicano descendió al 7.4% en 2009, mientras el brasileño lo hizo al 1.2% y el descenso del PIB total fue del 6.3% y del 0.3%, respectivamente. Está por demás aclarar que detrás de las diferencias en las tasas de crecimiento de los dos países en 2009, actúan varios factores que del orden interno y externo. De acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI, WEO Nov. 2010), a México lo afectaron, con especial dureza, la reducción de los términos de intercambio, la severa contracción de los flujos de inversión extranjera directa y de portafolio, casi en su totalidad estadounidense y de las remesas de los emigrantes y, de manera particular seria, por una parte, la caída de la demanda 51 estadounidense de las exportaciones de las manufacturas maquiladas, en las cuales está especializado México, y por la otra, la devaluación del dólar, no exportar a los mercados dinámicos como China, ni materias primas que han tenido expansión sostenida en años recientes. En otras palabras, la gran integración de la economía mexicana a la estadounidense y la estructura de sus ventas externas explican que la crisis financiera global haya golpeado con mayor severidad a México que a ningún otro país y que su recuperación vaya a ser de menor intensidad que en Brasil y otros países latinoamericanos, como se observa en las más recientes previsiones de crecimiento del Banco Mundial (2012). 2.2. Comercio y ¿crecimiento?: la relación entre las variables de comercio y el crecimiento del PIB per cápita 45 Establecidas las trayectorias del comercio externo de los dos países y marcadas sus diferencias, se explora qué tanto la nueva dinámica de las exportaciones, las importaciones y el comercio total, medidos como coeficientes con respecto al PIB, inciden en el crecimiento del PIB per cápita de los dos países. Cuadro núm. 2.7 Variables externas con respecto al crecimiento del PIB per cápita Brasil ecuación México R2 Ecuación R2 Apertura y = -0.0385x + 3.1601 R² = 0.0022 y = -0.0802x + 6.9988 R² = 0.1431 Exportaciones y = -0.1857x + 4.1854 R² = 0.019 y = -0.2048x + 7.7685 R² = 0.2315 Importaciones y = 0.1117x + 1.4386 R² = 0.0049 y = -0.1414x + 6.7296 R² = 0.1142 Fuente: Cálculos propios basados en Banco Mundial, World Development Indicators, accedido el 11 de octubre del 2012. En: http://databank.worldbank.org/ddp/home.do?Step=3&id=4 45 Esta sección actualiza y desarrolla argumentos y exploración de la ponencia presentada en el XXVI Congreso Anual de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, Puebla, México, del 11 al 13 de octubre del 2012 titulada “ Inserción de Brasil y México en la Economía Internacional: ¿Dos caras de una misma moneda?” en coautoría con la Dra. Alicia Puyana. 52 Los datos que se presentan en el cuadro núm. 2.9., sugieren que ninguna de las variables: coeficiente de apertura, de exportaciones e importaciones del PIB, explica el crecimiento del PIB per cápita tanto mexicano como brasileño, la R² en ambos casos son poco significativos. Se puede sugerir, por ejemplo, que sólo el 23% de los cambios del PIB mexicano estarían explicados por el coeficiente exportaciones/PIB, mientras que sólo el 11% explicaría el coeficiente de importaciones/PIB y el 14% por el coeficiente externo total/PIB. Gráfico núm. 3 Brasil: regresión entre el valor del coeficiente de apertura de la economía y del crecimiento del PIB per cápita, 1960-2011 Crecimiento PIB percapita 15 y = -0.0385x + 3.1601 R² = 0.0022 10 5 0 -5 -10 0.0 5.0 10.0 15.0 20.0 25.0 Coeficiente de apertura 30.0 35.0 Fuente: Cálculos propios basados en Banco Mundial, WDI. Accedido el 11 de octubre del 2012 en: http://databank.worldbank.org/ddp/home.do?Step=3&id=4 Gráfico núm. 4 México: regresión entre el valor del coeficiente de apertura de la economía y del crecimiento del PIB per cápita, 1960-2011 15 y = -0.0802x + 6.9988 R² = 0.1431 Crecimiento PIB per capita 10 5 0 -5 -10 0 10 20 30 40 50 Coeficiente de apertura 60 70 Fuente: Cálculos propios basados en Banco Mundial, WDI. Accedido el 11 de octubre del 2012 en: http://databank.worldbank.org/ddp/home.do?Step=3&id=4 53 En las gráficas núm. 3 y 4, se presenta la regresión entre el coeficiente de apertura de las economía de Brasil y México, respectivamente y, el crecimiento del PIB per cápita de éstas con los valores de las ecuaciones y del R² respectivos46. De nuevo, la R² sugiere que la relación entre las variables para ambos países es poco significativa. Entonces, se puede concluir que en términos generales, en ambos casos, el crecimiento del PIB per cápita no depende de manera significativa de la apertura, ya sea de las exportaciones o de las importaciones. 2.2.1. ¿Se aumentó el atractivo? convergencia en la productividad laboral e inversión directa El cada vez mayor avance del coeficiente externo de las dos economías y, por lo tanto, de su exposición a una mayor competencia externa, superior en México que en Brasil, debería estar vinculado a, en primer lugar, crecimiento de la productividad y, en segundo lugar, a mayor flujo de inversiones nacionales y extranjeras. A continuación se explora si la realidad valida estos supuestos y si se evidencia o no convergencia en la productividad por hora en las economías, como factor que puede detonar las inversiones. El gráfico núm. 5 presenta la trayectoria de la productividad laboral por hora, en dólares constantes de 1990, a tipo de cambio paridad47 de las tres economías. Detectamos, en primer lugar, que la productividad de las tres economías ha crecido; en segundo lugar, contrario a un acercamiento, la brecha se ha expandido, sugiriendo mayor rezago y dificultades para penetrar mercados. 46 El R² es el porcentaje de variabilidad de Y explicada por la recta de regresión. Cuando todos los puntos se encuentran sobre la recta, significa que “el ajuste es perfecto” y R² es igual a 1, por lo que entre más alejado se encuentre el R² de 1, éste pierde valor explicativo de los cambios observados en la variable dependiente. 47 Según la metodología desarrollada por Madisson y actualizada por el Conference Board: http://www.conference-board.org/data/economydatabase/ 54 Gráfico núm. 5 Productividad laboral por hora: Brasil, Estados Unidos y México, 1950-2010 EUA Brasil 2010 2007 2004 2001 1998 1995 1992 1989 1986 1983 1980 1977 1974 1971 1968 1965 1962 1959 1956 1953 1950 45.00 40.00 35.00 30.00 25.00 20.00 15.00 10.00 5.00 0.00 México Fuente: Elaboración propia basada en: The Conference Board, Total Data Base. Accedido el 8 de octubre en: http://www.conference-board.org/data/economydatabase/ Gráfico núm. 6 Desviación estándar de la Productividad laboral por hora de Brasil y México respecto de los Estados Unidos y México, 1950-2010 1.50 1.30 1.10 0.90 0.70 1950 1953 1956 1959 1962 1965 1968 1971 1974 1977 1980 1983 1986 1989 1992 1995 1998 2001 2004 2007 2010 0.50 Brazil Mexico Fuente: Elaboración propia basada en: The Conference Board, Total Data Base. Accedido el 8 de octubre en: http://www.conference-board.org/data/economydatabase/ Para ahondar en la profundización de la brecha, en el gráfico núm. 6 se presenta la desviación estándar de los logaritmos de las productividades de Brasil y México con respecto a Estados Unidos. Resulta impactante el cambio de trayectoria en la convergencia de la productividad a partir de 1980 cuando se revirtió el acercamiento experimentado, en el caso de Brasil, desde 1967 y 55 en el de México, desde 1950. Del gráfico resaltan dos hechos. En primer lugar, que la productividad de los dos países convergió con la estadounidense durante 1950-1980, si bien la distancia permaneció considerable. Esta tendencia se revirtió después de 1980. En México la distancia en 2011 era mayor que en 1980 no así en Brasil (Gráfico núm. 6). En México parecería que la entrada en vigencia del TLCAN lejos de amenguar, como se esperaba, se mantuvo el crecimiento de la brecha en productividad laboral. En Brasil, se redujo a partir del 2006. Es evidente que no se ha cerrado la brecha en productividad con los Estados Unidos, por lo cual es difícil desplazar la producción doméstica estadounidense y también desplazar competidores de terceros países para mantenerse en ese mercado (Puyana y Romero, 2009). Es más, ni Brasil ni México han recuperado la productividad por trabajador lograda antes de la crisis de la deuda. Es de atención que México, uno de los países más abiertos a la competencia externa, exponga resultados pobres en productividad laboral, la cual debería crecer por efecto de la competencia y ser el factor determinante en el crecimiento del PIB. 2.2.2. Inversión Directa El crecimiento promedio anual de la IED entre 1980 y 2011, fue en México del 3.8 en tanto que en Brasil fue del 4.5 por ciento. En el período TLCAN, registramos resultados no esperables. En primer lugar, la tasa de crecimiento de la IED en México fue menor a la de todo el período (3.2) y considerablemente inferior a la que Brasil registró para ese período (5.0). Tampoco en estas dos variables podemos constatar mejores resultados para México, en relación a Brasil. Sí supera México a Brasil en la formación bruta de capital fijo como proporción del PIB. 56 Gráfico núm. 7. Tasa de crecimiento de Inversión Extranjera Directa Brasil y México, 1980-2011 200 2500 150 2000 1500 100 1000 50 500 0 0 -500 -100 -1000 Brazil 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 -50 Mexico Fuente: World Development Indicators, 2012. La tendencia mostrada en la gráfica núm. 7 es consistente con los resultados encontrados por Peinhardt y Alle (2012) en su análisis sobre los efectos sobre la IED de los acuerdos de inversión y comerciales suscritos por Estados Unidos. Argumentan que por cada ALC, sólo pocos países experimentan beneficios de mayores flujos de inversión y en aquellos que los tienen el crecimiento, este o es marginal o reflejan una trayectoria de un impulso ya existente cuando se firmaron e implementaros los acuerdos 48 (p. 773). 2.2.3. ¿Convergen las economías? Recientemente se ha profundizado en el análisis de la relación entre los cambios en las políticas de comercio, los esquemas de integración y la tasa de convergencia. Se asume que, al elevar el volumen del comercio, la mayor 48 Un estudio reciente del NBER por Moser y Rose (2011), sostienen una tendencia similar en sus hallazgos encontrados sobre quién se beneficia de los acuerdos de libre comercio desde una visión desde mercado de valores. Los autores sostienen que éste se incrementa cuando los ALC son firmados entre países que ya cuentan con altos volúmenes de comercio, lo que sugiere una evidencia positiva de “socio natural” comercial. Al igual, solo temporalmente, el mercado de valores puede incrementarse en países de menor desarrollo cuando se hace el anuncio de inicio de negociaciones. Las razones de ello, establecen los autores, son consistentes con la teoría del comercio internacional, esto es, que los países de menor desarrollo tienden a ser más proteccionistas por lo que pueden tener “mayores ganancias por la liberalización comercial” (2011, p. 7) 57 integración comercial afecta las tasas de crecimiento, reduce los desniveles en ingresos y acelera la tasa de convergencia. La convergencia puede ocurrir entre regiones suficientemente similares, de un mismo país y en menor grado entre países integrados por medio del comercio (Bergg y Krueger, 2003). El relativamente mayor crecimiento de las economías de menor nivel de desarrollo y con menor dotación de capital que, por lo tanto no registren tasas de rendimiento decrecientes, como los más desarrollados, es uno de los presupuestos básicos de modelos de crecimiento a la Solow que asume rendimientos decrecientes a escala y convergencia absoluta o relativa49. Se ha explorado si se ha dado esa convergencia en el caso de México, país que debería crecer con respecto a los Estados Unidos, pues fue un objetivo explícito de la negociación y firma del TLCAN, como un vehículo para desacelerar la emigración de mexicanos50 y no obstante hay dudas de que la convergencia ocurre, como se desprende de numerosos análisis. En el gráfico núm. 8 se ilustra la convergencia de Brasil y México con respecto a Estados Unidos, medida como la desviación estándar de los logaritmos del PIB per cápita. La curva descendente implica convergencia, la cual ocurrió desde cerca de 1952 hasta la crisis de la deuda, en 1982. A partir de ese evento hasta el 2007 la brecha se incrementó hasta prácticamente anular el terreno ganado. La crisis que afectó la economía estadounidense desde finales del 2007 en mayor grado que a México, permitió revertir la tendencia y reducir la distancia, pero a un ritmo atenuado. Es interesante señalar que en Brasil hubo una convergencia más acentuada y prolongada que en México a partir de 2006. 49 El modelo de Solow hace predicciones sobre el comportamiento de las economías en el transcurso del tiempo. Si la brecha se acorta entre economías con distinto nivel de ingreso por habitante se sugiere que hay convergencia. (Un análisis reciente de convergencia para México se encuentra en Romero 2009a). 50 De acuerdo con Délano y Serrano “En su momento, los defensores del TLCAN tanto en Estados Unidos como en México procedieron de acuerdo con la hipótesis declarada de que el acuerdo contribuiría a contener el flujo de migrantes a Estados Unidos mediante la promoción del desarrollo económico de México” (2010, p. 483). 58 Gráfica núm. 8. Brasil y México: Convergencia con respecto a Estados Unidos, 1950-2010. 1.60 1.40 1.20 1960 1962 1964 1966 1968 1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 1.00 BRA MEX Fuente: Cálculos propios basados en Banco Mundial, WDI. Consultado el 22 de Septiembre del 2012. En: http://data.worldbank.org/ En el caso del TLCAN, no se detecta acercamiento de México con respecto a Estados Unidos, ni entre éste y Brasil, ni con la mayoría de los países latinoamericanos como lo muestran en su análisis Puyana y Romero (2008). Los autores sugieren que en el caso de México, la fuente más importante de convergencia es la formación bruta de capital fijo (FBCF), la dotación de capital por trabajador y el crecimiento de Estados Unidos. Una y otra han retrocedido con relación a las décadas anteriores a la crisis de la deuda y el ajuste macroeconómico (Puyana y Romero, 2006). 2.3. Conclusiones del Capítulo México, a diferencia de Brasil, ha sido durante el periodo de 1960 al 2008 el primer socio comercial de Estados Unidos en la región de América Latina. Como lo muestran los indicadores que se han desarrollado a lo largo del capítulo es posible argumentar que no hay elementos suficientes que sugieran que existen diferencias considerables en el comportamiento del crecimiento económico, IED y convergencia en los países socios que tienen un ALC con Estados Unidos de los que no lo tienen. En este sentido, los efectos 59 económicos de los ALC con distinto nivel de desarrollo no son positivos, al menos en los estudios de caso aquí analizados. Lo que si nos muestran los datos es, primero, la diversificación de los mercados de origen y destino de las exportaciones de Brasil. El país, a diferencia de México, ha reforzado sus vínculos comerciales intra— subregionales y, su estructura exportadora es diversificada y contiene productos manufactureros con tecnología de punta. Lo anterior, le permite tener mayores márgenes de maniobra en el ámbito internacional, tanto en la economía como en la política internacional. Segundo, es visiblemente notoria la alta concentración del comercio de México el mercado estadounidense, en detrimento del comercio con otras regiones del mundo. Esto se refleja en la asimetría de penetración del mercado con respecto a Estados Unidos y la intensidad del comercio que se tiene con dicho país, lo que sugiere dependencia comercial considerable a su mercado. Como se mencionó líneas arriba, uno de los efectos de la dependencia comercial es la exposición de México a los ciclos económicos de Estados Unidos, pero también, es posible sugerir que el país sea sensible a las políticas formuladas al interior de Washington. La dependencia comercial no sólo produce efectos económicos y comerciales, también pueden causar efectos políticos, específicamente en política exterior. Por lo que la forma en que una economía se inserta en el comercio internacional si puede reducir los márgenes de autonomía en el ámbito internacional. Entonces la combinación de dependencia comercial, la alta concentración del comercio y un ALC puede incentivar en los países socios en convergir en temas de política exterior con Estados Unidos en el ámbito internacional ¿Cómo es posible? Cuestión de incentivos, pero ese es el tema del próximo capítulo. 60 CAPÍTULO III EN BÚSQUEDA DE LA RELACIÓN ENTRE DEPENDENCIA ECONÓMICA Y ALC: AFINIDAD EN POLÍTICA EXTERIOR CON ESTADOS UNIDOS Entre otras cosas, este capítulo explora si los países de América Latina que tienen relaciones comerciales dependientes con el mercado de Estados Unidos y que tienen un ALC con este país convergen en temas de política exterior en la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA) 51. Esto es, si en el conjunto de estas dos variables, los socios comerciales coinciden y adoptan posturas afines a los intereses de Estados Unidos en el ámbito internacional. Para dilucidar la relación entre esas variables se aplican series de tiempo para el período 1988-2008. Con el objeto de examinar si se cumple o no el supuesto para el conjunto de países de América Latina, la siguiente parte se centrará en el análisis de un modelo de regresión lineal con efectos fijos, en el cual las variables explicativas son intercambio comercial, dependencia comercial y si tienen o no un ALC y la variable a explicar es convergencia en política exterior. Con este fin, el capítulo se desarrollará en cinco secciones. En la primera, se argumenta que en la política comercial hay una combinación de intereses económicos y políticos en Estados Unidos. Establecer cómo se formula la política comercial y quiénes lo hacen, es relevante porque son decisiones que afectan intereses tanto al interior del país como al exterior. Este tema se desarrolla en la segunda sección. En la tercera, se retoma la discusión en torno a la política comercial como un instrumento de política exterior expuesta en los dos capítulos anteriores: a diferencia de otros apartados, en éste se profundiza el análisis y se retoman los conceptos generales para aplicarlos en el diseño del modelo para probar la hipótesis, de forma general para todos los países de América Latina, con ello se pretende mostrar la tendencia del fenómeno en la región. En 51 Se distingue a los países que tienen un Acuerdo de Libre Comercio de los que no lo tienen. Ver Anexo, Tabla A 2.1. Acuerdos de Libre Comercio de Estados Unidos, 1985-2011. 61 la cuarta sección se plantea la política comercial de Estados Unidos hacia América Latina, distinguiendo entre el acuerdo hemisférico, ALCA y los ALC. En la quinta sección desarrolla el modelo, se detallan los factores que miden las variables, las fuentes que se consultaron para la construcción de la base de datos y se discuten los hallazgos del modelo. Finalmente, se apuntan algunas conclusiones que sirven de base para establecer el estudio de caso que es objeto de estudio del Capítulo IV. 3.1. Política comercial de Estados Unidos: intereses económicos y políticos La crisis económica de los Estados Unidos en 1929 impulsó al Congreso estadounidense a la promulgación del Smoot-Hawley Tariff Act de 1930. La ley modificó, hasta ese entonces, una política comercial liberal privilegiando el proteccionismo mediante el incremento de aranceles, el impacto negativo que produjo la Ley Arancelaria sobre el comercio de Estados Unidos con el mundo fue considerable. Por ejemplo, “las importaciones se redujeron de 4.40 billones de dólares en 1929 a 1.45 billones en 1933 y las exportaciones se desplomaron de 5.16 billones a 1.65 billones” (Destler, 2005, pp. 11-12). Los resultados de la Ley influyeron para que, cuatro años después, el Congreso aprobara la Ley de los Acuerdos Comerciales Recíprocos (RTAA) en 1934. El RTAA autorizaba al Presidente a reducir los aranceles mediante la negociación y la instrumentación de acuerdos comerciales con otros países. Con ello, el Secretario de Estado Cordel Hull redujo al 50% los aranceles a las importaciones, primero a nivel bilateral (con América Latina y luego con el Reino Unido y Canadá) y posteriormente, en 1947 a nivel multilateral en el marco del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT por sus siglas en inglés), sin necesitar la autorización del Congreso para su entrada en vigor (Acua, 2004, p. 49). Para 1945, Estados Unidos ya había firmado 32 acuerdos 62 bilaterales con 27 países como parte de la estrategia de Guerra (Destler, 2005, p. 12). Desde la época de posguerra hasta nuestros días, Estados Unidos ha sido el promotor por excelencia de la liberalización mundial del comercio. “Los Estados Unidos habían salido de la guerra como la superpotencia económica indiscutida y tenían razones comerciales y de política internacional de mucho peso para impulsar el sistema internacional en la dirección del multilateralismo” (OMC, 2011b, p. 51) La supremacía económica y militar de Estados Unidos emana de que es el único país industrializado cuya estructura productiva no sólo no fue dañada por la guerra, sino que creció en las áreas relacionadas con la demanda bélica, por ejemplo: la industria militar, la aeronáutica y la naval. Estados Unidos tenía la certeza de poseer plenamente el potencial de concentrar una gran proporción del intercambio global. Entre las razones de política internacional se consideraba que el libre comercio sería un instrumento para mantener la paz y la seguridad internacional. El argumento consistía en que si los países estaban lo suficientemente vinculados comercialmente uno con otro, la posibilidad de una nueva guerra de proporciones mundiales sería menor, porque se construirían intereses compartidos (Oneal y Russett, 2001; Oneal, Russett y Berbaum, 2003). En términos generales, la liberalización se ha realizado de forma gradual en el marco de negociones multilaterales, primero en el GATT52 desde 1947 y posterior a 1995, en la Organización Mundial del Comercio (OMC) 53. Sin embargo, la década de los noventa trajo consigo varios retos en términos de cooperación entre los países respecto a los avances en las negociaciones multilaterales. La creciente interdependencia del comercio propició una competencia agresiva por tener acceso a inversiones y mercados, por lo que los 52 Históricamente el GATT se constituye después de la Segunda Guerra Mundial como una instancia para promover la liberalización comercial de manera paulatina a través de la reciprocidad entre los países por medio de la cláusula de la “Nación Más Favorecida (NMF)”. 53 Para un análisis sobre los objetivos y resultados de la Ronda Kennedy (1963-1967), la Ronda Tokyo (1973-1979) y la Ronda Uruguay (1987-1993) en el marco de las negociaciones multilaterales de comercio, ver: Le Clair (1997). 63 países comenzaron a liberalizar su comercio y optaron por estrategias a favor de acuerdos preferenciales ya sea bilaterales o regionales (Bergsten, 1996; Smith, 1997). Los acuerdos preferenciales comerciales son acuerdos de otorgamiento de preferencias recíprocas pactados entre dos o más socios. Se incluyen los acuerdos del libre comercio bilaterales (entre dos países) y los acuerdos regionales (entre varios países o grupos de países que no se encuentran en la misma de región) (OMC, 2011b, p. 60). Desde la creación del GATT, siempre se consideró y sancionó que los países miembros promovieran uniones aduaneras o zonas de libre comercio, como excepción al principio de no discriminación del la Cláusula de Nación más Favorecida consagrada en el artículo primero del GATT. En el artículo XXIV de GATT se establecieron las condiciones para el comercio de mercancías en este tipo de convenios: “un acuerdo comercial regional debe tener por objeto impulsar el comercio entre sus países miembros y no erigir obstáculos al comercio de otros miembros de la OMC”54 (OMC 2013c, 6 septiembre). Los ALC regionales y bilaterales 55, se han convertido en parte integral de la estrategia comercial y promoción del interés nacional de diversos países, entre ellos Estados Unidos, pero no por ello se han eliminado las negociaciones multilaterales (Shadlen, 2008). Económicamente, la premisa de la formación de bloques regionales consiste en la búsqueda de “una mayor eficiencia en comparación con el nivel de desarrollo de los países protegidos por barreras arancelarias y no arancelarias” (Mandelli, 1993, p. 178). Algunos de los componentes que detonaron el impulso a constituir regiones comerciales fue “el limitado impacto 54 La OMC sostiene que el número de acuerdos de este tipo se ha incrementado desde la década del noventa. Actualmente, de los 573 acuerdos regionales comerciales notificados al organismo internacional, 379 se encuentran vigentes (OMC 2013c, 6 septiembre). 55 Cabe hacer la distinción que para Estados Unidos es una negociación de “Acuerdos Preferenciales” mientras que para otros países, como los de América Latina, se firman “Tratados Preferenciales”. La diferencia entre acuerdos y tratados tiene implicaciones legales distintas. No será aquí lugar para desarrollarlas. Basta sostener por ahora que para uno el tratado se eleva a rango constitucional, mientras que para el otro es un acuerdo entre partes que puede ser regulados por mecanismos propios del acuerdo o por el Derecho Internacional Público mediante Organismos Internacionales competentes en la materia. 64 de los arreglos multilaterales, GATT-OMC, en áreas tales como los productos agrícolas y textiles, sectores de particular importancia para el conjunto de los países en desarrollo; la permanencia de barreras no arancelarias, como mecanismo de protección de los países desarrollados y por la necesidad de consolidar el nuevo modelo de desarrollo ‘hacia fuera’” (Puyana, 2003, p. 105). En este contexto, la política comercial de Estados Unidos promociona tanto acuerdos bilaterales como regionales sin abandonar las negociaciones a nivel multilateral56 (Lal, 1994; OMC, 2012) pero sí manteniendo y expandiendo programas preferenciales unilaterales57. Como ya se ha mencionado en capítulos anteriores, en la política comercial de Estados Unidos hay una mezcla de intereses económicos y políticos. Para comprender en alguna medida estos últimos, se considera relevante establecer quién tiene el poder de definir la política comercial y qué intereses contiene. En la siguiente sección se explicará con más detalles. 56 El multilateralismo y el regionalismo, bajo la perspectiva estadounidense (aunque no es exclusiva sólo para este país), no son excluyentes, son instrumentos complementarios para manejar la complejidad de un mundo cada vez más interdependiente económica, comercial y financieramente (Andriamananjara, 2003, p. 10). Un argumento que apoya esta afirmación se encuentra en el capítulo I, p. 19 en donde se cita algunas de las características de la política comercial de Estados Unidos expresadas en el último reporte del gobierno estadounidense que forma parte del Examen de las Políticas Comerciales de la OMC en el 2012. Un argumento similar se expresa en la declaración del Secretario de Estado en el primer periodo de William Clinton Warren Christopher, ver capítulo I, p. 22. 57 Según la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), el país actualmente cuenta con los siguientes programas preferenciales: el más antiguo es el Sistema General de Preferencias (SGP) que data de 1976; La Iniciativa de la Cuenca del Caribe (CBI) [por sus siglas en inglés] lanzado en 1983; La Ley de Promoción Comercial Andina (ATPA, [por sus siglas en inglés] promulgada en 1991 con el propósito ayudar a los cuatro países andinos (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) en su lucha contra la producción y tráfico de drogas mediante la ampliación de alternativas económicas por medio de la vía comercial y The African Growth and Opportunity Act (AGOA) promulgada en el año 2000. En: http://www.ustr.gov/tradetopics/trade-development/preference-programs. Para observar la evolución de la influencia del interés político y geoestratégico en los programas preferenciales unilaterales de Estados Unidos, ver en el Anexo la Tabla A1, Evolución de la influencia Política en el Sistema Preferencial Unilateral de Comercio de Estados Unidos (1974-a la fecha). 65 3.2. Entre la política, los actores y el interés nacional. ¿Cómo se formula la política comercial de Estados Unidos? Los actores políticos encargados de definir la política comercial en los Estados Unidos son esencialmente el poder Legislativo y el poder Ejecutivo. Constitucionalmente, el Congreso tiene la posición de poder en el diseño de la política comercial y su ejecución por el Presidente (Destler, 2005, p. 14). En lo referente a la negociación comercial, en las Leyes de Comercio (Trade Bill) se explicitan los intereses negociadores de Estados Unidos, así como los límites del mandato negociador emanados del Congreso, con una transparencia tal que no existe en otros países. En la historia de la política económica-comercial del país, el Congreso ha otorgado temporalmente al Presidente la autoridad para negociar acuerdos de libre comercio: como el RTAA58, la Vía Rápida59 y Autoridad de Promoción Comercial (Trade Promotion Authority, TPA) 60. En ocasiones el Ejecutivo no tiene el capital político dentro del Congreso para obtener la autoridad de negociar un ALC. La falta de apoyo puede empantanar los avances en las negociaciones ya sean multilaterales o ALC (Schott, 2004). Entonces, el Congreso es un actor fundamental en la política comercial estadounidense porque si la agenda de los Legisladores no empata con los intereses y prioridades del Ejecutivo, es posible que las negociaciones comerciales se estanquen o dilaten. Posterior a la Guerra Fría, ya entrada la década de los años ochenta, la política comercial ascendió en la jerarquía de la agenda pública, tomó un marcado tinte partidista y creció la influencia de los Legisladores y sus 58 Como se estableció en la p. 62, en 1934 la Ley de los Acuerdos Comerciales Recíprocos (RTAA) autorizó al Presidente a reducir los aranceles mediante la negociación y la instrumentación de acuerdos comerciales con otros países. 59 La Vía Rápida es un procedimiento por el cual el Legislativo cede ciertas facultades al Ejecutivo para agilizar determinadas negociaciones comerciales a nivel internacional que son importantes para el interés de Estados Unidos. También ver p. 67. 60 El TPA es la autorización que el Congreso de Estados Unidos otorga al Presidente para negociar reducciones arancelarias y otros temas sobre comercio. Ver p. 68. 66 Partidos61. Por lo general, en temas comerciales, cada congresista decide su voto, por lo que el resultado general puede ser distinto, dependiendo de los temas que se discuten en cada ocasión y de la forma en que estos afecten los intereses políticos en juego y el apoyo o rechazo, cualesquiera sea el caso, de los grupos de interés. Aunque no exista propiamente un voto de partido, se puede observar ciertos patrones en las votaciones: primero, los Republicanos evalúan más o menos los ALC de manera similar, los Demócratas son más renuentes a ratificar ALC con países en desarrollo. En parte, la oposición se explica por la preocupación de algunos Legisladores sobre los estándares laborales y protección ambiental en esos países. Mientras que los Demócratas apoyaron en las mismas proporciones los acuerdos de comercio multilateral que los Republicanos como son las Rondas de Tokio (1979) y Uruguay (1994), muchos Demócratas apoyaron el TLC con Canadá (1988) y Australia (2004), pero se han opuesto a la mayoría de los TLC negociados con países en desarrollo durante la administración de George W. Bush. La oposición más fuerte se dio en el CAFTA+RD y el ALC con Panamá y Colombia (VanGrasstek, 2010, p. 13) Segundo, si la política comercial es una prioridad para el Presidente, los Legisladores moderados de ambos partidos representan un margen de maniobra importante para negociar al interior del Congreso la aprobación del TPA, bajo este escenario el pork62 constituye un instrumento utilizable. La Legislación Comercial de 1984 autorizó al presidente negociar acuerdos bilaterales de libre comercio y se amplió el mecanismo conocido 61 Durante el periodo de Guerra Fría existía cooperación bipartidista hacia la liberalización comercial, la política comercial se aplicó como vehículo de contención al comunismo. Después de la década del ochenta se ha mantenido la polarización en la votación del Congreso (Destler, 2005, p. 282). Las razones pueden ser diversas, entre ellas se destaca que el comercio no era un foco de atención en la opinión pública, por lo que no era un tema para los partidos políticos durante las campañas electorales. La política comercial respondía esencialmente al partido predominante en las Cámaras. Ahora, los partidos defienden sus posiciones y los intereses que representan, por lo que el otorgamiento de un TPA o la ratificación de ALC cada vez más se tornan más complejo (CEPAL, 1996; VanGrasstek, 2010). 62 Se entiende por pork a las retribuciones que da el Ejecutivo al Legislativo con incentivos económicos, futuro político o aprobación de la agenda política de otros partidos en la medida que ese sector o legislador vote a favor de una ley que sea de importancia para la formulación de la política presidencial. Ver especialmente el trabajo: “Maintaining International Commitments in Trade Policy” de Milner (1993). 67 como Vía Rápida (fast track). En el procedimiento de Vía Rápida, el poder Legislativo cede facultades al Ejecutivo de forma temporal y voluntaria para agilizar una determinada negociación comercial a nivel internacional que es considerada de interés para Estados Unidos. El mecanismo contempla que “el presidente avise con 90 días, y que presente un documento con los objetivos que se pretenda alcanzar su intención de iniciar las negociaciones para reducir las barreras arancelarias y no arancelarias a nivel multilateral y bilateral. La solicitud la reciben los Comités de Medios y Procedimientos y de Finanzas, los cuales la deben mandar al pleno en un lapso no menor a 40 días. El pleno no puede realizar correcciones al documento enviado por los dos Comités. Cuando se terminen las negociaciones, el Ejecutivo debe mandar el acuerdo final para que ambas Cámaras lo aprueben en un lapso no mayor a 60 días sin enmiendas. Si el Congreso no manda respuesta dentro de los plazos acordados, se entenderá que los proyectos han sido aprobados” (Acua, 2004, p. 105). El primer ALC negociado bajo este esquema fue el ALC con Israel en 1984. La versión más reciente de la vía rápida es la Autoridad de Promoción Comercial (TPA) y es la autoridad que el Congreso de Estados Unidos le otorga al Ejecutivo para negociar reducciones arancelarias y otros temas sobre comercio (Hudson, 2007). Se proporcionó por primera ocasión en el primer mandato de George W. Bush para negociar tanto la Ronda Doha, como los acuerdos bilaterales y regionales de libre comercio bajo el procedimiento de fast track. Sin el TPA, el presidente puede negociar la reducción de barreras comerciales, pero difícilmente obtendrá la credibilidad de los potenciales socios, por lo que se reducen las probabilidades de materializar acuerdos, ya sean preferenciales o en las negociaciones en el marco de la Ronda Doha (Eichengreen e Irwin, 2008, pp. 7-9). En efecto, la administración de George W. Bush comenzó un intenso cabildeo desde el inicio de su gestión por el Representante de Comercio de los Estados Unidos (The United States Trade Representative, USTR), Robert Zoellick. Se consideraba, en aquel entonces, la necesidad de mantener el 68 liderazgo de Estados Unidos en la liberalización comercial, pero sobre todo, expandir los valores del país en el ámbito multilateral: ya sea en el comercio, la política y la seguridad, tal como se expresa en la siguiente cita: Necesitamos alinear el sistema de comercio mundial con nuestros valores. Podemos fomentar los mercados abiertos y eficientes mientras se respeta la soberanía nacional. Podemos fomentar el respeto por los estándares centrales del trabajo, protección ambiental y la buena salud sin caer en campañas basadas en miedo y proteccionismo. Y siempre debemos buscar fortalecer la libertad, la democracia y el Estado de Derecho (Zoellick citado en Evenett y Meier, 2008, p. 35) Para llevar a cabo la política comercial del presidente Bush, un requisito indispensable era la obtención del TPA, pero la administración no tenía los votos necesarios en el Congreso. Un acontecimiento de seguridad nacional, los atentados del 11 de septiembre, modificaron el rumbo y carácter de la política comercial, en una dirección cercana a la ya existente durante la Guerra Fría: retornó el objetivo político y la unidad partidista que demandan los temas de seguridad nacional. Así, la administración de George W. Bush buscó y logró utilizar la política comercial como una herramienta de la Guerra contra el Terrorismo (Eichengreen e Irwin, 2008, p. 9) y reagrupar a los partidos en torno a ella. Al respecto Zoellick publicó el 20 de septiembre en el Washington Post el artículo titulado Countering Terror with Trade, el mismo día durante el que el Presidente de los Estados Unidos declaró ante el Congreso la Guerra en contra del terrorismo. El artículo definió y detalló el rol que adquiriría la política comercial para la promoción de los valores de Estados Unidos (libertad, democracia y libre mercado) en la lucha en contra el terrorismo. Entonces la estrategia sería dual: participación militar directa y libre comercio. En su artículo Zoellick dio un mensaje muy claro al Congreso sobre la prioridad de la aprobación del TPA. Sostuvo: La fuerza económica – interna y externa – es la base del poder duro y blando de Estados Unidos. Los antiguos enemigos comprendieron que el arsenal de Estados Unidos es la democracia; los enemigos actuales sabrán que Estados Unidos es el motor económico para la libertad, la oportunidad y el desarrollo. Con tal propósito, el liderazgo de Estados Unidos en promover el sistema de comercio y económico internacional es 69 vital. El comercio es más que la eficiencia económica. Promueve los valores al punto de esta lucha prolongada […] los estadounidenses reconocieron el papel de las ideas económicas en superar la adversidad internacional. […] durante la Guerra Fría, el Congreso otorgó a los presidentes el poder con autoridad de negociación comercial para abrir mercados, promover la empresa privada y estimular la libertad alrededor del mundo – complementando las alianzas estadounidenses y fortaleciendo nuestra nación. También menciona la necesidad de incrementar la presencia de Estados Unidos como un líder mundial en la liberalización del comercio internacional. […] el Congreso ahora necesita enviar una señal inequívoca al mundo que los Estados Unidos está comprometido con el liderazgo global de apertura y entiende que el poder actual de nuestra coalición depende de la esperanza y el crecimiento económico […] y lo más importante, el Congreso necesita promulgar la autoridad de promoción comercial para que Estados Unidos pueda negociar acuerdos que abonen a la causa de apertura, desarrollo y crecimiento. (Zoellick, 2001, p. A35). Los ataques del 11 de septiembre generaron, al menos temporalmente, el consenso necesario al interior del Congreso para otorgar el TPA (Evenett y Meier, 2008; Cohen, et. al. 2003). Su aprobación, en diciembre del 2001, fue por márgenes muy estrechos, 215 contra 214, por lo que ya se podía entrever las futuras dificultades que enfrentaría el gobierno en la aprobación de los ALC negociados durante su vigencia. Pero tenía un mensaje claro, salvaguardar el interés máximo de Estados Unidos: la seguridad nacional. Durante la vigencia del TPA se firmó el mayor número de ALC negociados con países en posiciones geoestratégicas importantes, considerados por el gobierno estadounidense como aliados y amigos que apoyan la lucha contra el terrorismo63. Por ejemplo, se firmó un ALC con Australia en mayo de 2004 (quienes enviaron tropas a Iraq), pero no se aprobó la negociación de un acuerdo similar con Nueva Zelanda (país que se opuso a la guerra) o se comenzaron negociaciones de ALC con los Emiratos Árabes Unidos “porque representa el tercer mercado de exportación de Estados Unidos 63 La vigencia del TPA era hasta el 2005 con una extensión de dos años. En este periodo se negociaron doce de los catorce ALC ratificados por el Congreso actualmente. Ver en el Anexo Cuadro A 2.1. 70 hacia Medio Oriente pero también, porque el país es un importante socio en la seguridad internacional; apoya los esfuerzos estadounidenses en Afganistán, Iraq y la Guerra contra el Terrorismo” (Reporte de Política Comercial de la Oficina de Representante de Comercio de los Estados Unidos, 2005, p. 7, Citado en Evenett, 2005, p. 2). Un caso similar es el ALC firmado con Chile, en junio del 2003, poco después de su participación como Miembro No Permanente ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas durante el proceso de votación para una nueva resolución que legitimara la invasión a Iraq64, la cual no sucedió, pero el gobierno de Ricardo Lagos apoyó las medidas de Estados Unidos en contra el terrorismo65. El TPA expiró el 30 de junio del 2007. La administración Obama anunció, al inicio de su primer mandato, que buscaría un nuevo TPA para la negociación de la Ronda Doha y continuar la política estadounidense de liberalización, que varios autores han denominado como "liberalización competitiva". Esto no sucedió (Bhagwati, 2011; Cha, 2011). Ahora, en el segundo periodo, hay una intensa actividad en materia de política comercial. Primero, en el 2011 tres de los ALC negociados durante la administración George W. Bush fueron 64 La Resolución 1441, aprobada en noviembre del 2002, autorizaba la inspección de armas de destrucción masiva en Iraq, pero se excluía el uso de la fuerza. En todo caso, una vez realizada la inspección y el informe correspondiente, se podría emitir una nueva resolución ante el Consejo de Seguridad para legitimar el uso de la fuerza. Esa resolución nuca se aprobó. En la serie de votaciones preliminares, los Miembros Permanentes Francia, Rusia y China se opusieron a la misma, y a la que se sumaron Siria, Alemania, México y Chile. En ese mismo tiempo, Chile negociaba un ALC con Estados Unidos lo que -en palabras del entonces representante chileno ante el Consejo de Seguridad Juan Gabriel Valdés- “[…] las amenazas que se le hicieron a Chile de suspender la firma del ALC fueron perfectamente artificiales, porque al final terminaron en nada. Chile suscribió el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y, al mismo tiempo, votó en contra de una guerra que todo el mundo reconoce como insensata [aunque] obviamente [se] ganó más de un estira y afloja en la relación bilateral con Estados Unidos” (Entrevista a Juan Gabriel Valdés en La Segunda online ver: http://www.lasegunda.com/Noticias/Internacional/2013/06/854264/chile-en-el-consejo-deseguridad-una-oportunidad-para-estar-bajo-los-focos). 65 “Chile fue, es y será solidario con Estados Unidos frente a los actos de terrorismo que ha sufrido. La tragedia del 11 de septiembre de 2001 nos conmovió profundamente. Expresamos de inmediato nuestro sentimiento de horror, a la vez que apoyamos las medidas que Estados Unidos tomó para proteger su seguridad”. (Discurso del Presidente de la República Ricardo Lagos Escobar, el miércoles 21 de mayo del 2003. En:www.gobiernodechile.cl, Reproducido en: http://www.emol.com/noticias/documentos/discurso.asp). 71 ratificados por el Congreso66: Colombia, Panamá y Corea del Sur. Y segundo, la participación con destacado liderazgo, luego de presentar cierta renuencia, en las mega-negociaciones comerciales con dos iniciativas: el Acuerdo de Cooperación Transpacífico (Trans-Pacific Partnership TPP) y, el Acuerdo de Cooperación Atlántico (Trans-Atlantic Trade and Investment Partnership TTIP), entre los Estados Unidos y la Unión Europea. Para la negociación de ambos acuerdos sería muy útil que la administración de Obama obtuviera un TPA, pero aún no se ha realizado una solicitud formal al Congreso estadounidense. Una reciente publicación sugiere que no existen las condiciones para que la petición sea exitosa, principalmente porque han expresado su oposición diversos congresistas. Estos consideran que es necesario el conocimiento y vigilancia de todos los requisitos incorporados en las negociaciones porque los acuerdos incluyen modificaciones importantes en la política interna (DePillis, WP, 17 julio 2013). 3.3. El comercio como instrumento de la Política Exterior La liberalización económica ha potenciado tanto los efectos en las dimensiones de política económica como en el manejo y trayectoria de la política exterior de los Estados (Kahler, 1997). Estudios recientes sobre cómo el comercio genera convergencia en política internacional en los países socios (Voeten, 2004; Flores-Macías y Kreps, 2013) dan cuenta de la importancia de analizar los efectos potenciales de la relación comercial de Estados Unidos con sus países socios en América Latina, que se considera asimétrica. Por ejemplo, los hallazgos de Flores-Macías y Kreps (2013) sugieren que el incremento del comercio de América Latina y África con China no tiene implicaciones para la política exterior de Estados Unidos porque los países tienden a votar en coincidencia con las posiciones estadounidense en sobre los temas y votaciones que este país califica como importantes en UNGA, entre ellos están 66 12 de octubre del 2011 por ambas Cámaras. 72 el terrorismo, la proliferación (de armas) y el conflicto en Medio Oriente” (p. 369). Como se analizó en el capítulo II, el comercio de Estados Unidos con América Latina no le es significativo en proporción de su intercambio global y, caso contrario, para algunos países de la región las exportaciones y las importaciones hacia y desde el mercado estadounidense sí son altamente relevantes y hacen que sus economías dependan de este intercambio. En 1970 las exportaciones de América Latina hacia Estados Unidos representaban el 31%, de sus ventas externas totales. Para la década del noventa esa proporción había subido 39%, y en el 2010 ya representaba 41% (FMI, diversos años). De acuerdo a los planteado en el capítulo I, el elevado o intenso grado de dependencia de una economía con respecto a un sólo mercado, o un sólo tipo de productos, puede inducir dependencia, en primer término, con relación a la política comercial de ese socio particular y, en segundo término, de la evolución de los precios del producto predominante y, expresa la naturaleza de las presiones políticas del que son objeto los países en desarrollo por parte de los países desarrollados del cual reciben acceso a sus mercados (Manger y Shadlen, 2011). El poder que tiene Estados Unidos en seleccionar a sus socios comerciales resulta significativo para los países que dependen del intercambio con éste. El incentivo67 de acceder de forma estable y segura a su mercado, que promete un ALC, puede ser utilizado por el país otorgante del acceso con fines políticos vinculados al interés nacional, y como se ha desarrollado líneas arriba, sólo se proporciona a los países aliados y amigos para profundizar alianzas políticas en el ámbito internacional (Grieco e Ikenberry, 2003; Lederman y Özden, 2007; Voeten, 2004). Ya sugería Hirschman en la década de los cincuenta, que la dependencia comercial puede influir el comportamiento de los países en el exterior (1959). 67 Se entiende por “incentivo” a la definición desarrollada en el Capítulo I por Grieco e Ikenberry (2003), que se refiere a la extensión prometida o real de un Estado que brinda un beneficio económico a cambio de una demanda política. 73 Bajo el argumento anterior, la política comercial de Estados Unidos es uno de los instrumentos de su política exterior 68. Primero, utiliza criterios económicos y políticos para seleccionar a sus potenciales socios comerciales. Segundo, durante las negociaciones y una vez que se tiene un ALC, Estados Unidos tiene expectativas que sus socios coincidan y defiendan principios afines a los suyos, en los temas que considera importantes para su interés nacional. Sin embargo, es posible que bajo ciertas circunstancias, los países consideren prudente no alinearse con la posición de Estados Unidos, estos evaluarán si el tema es o no prioritario en el interés nacional estadounidense: si lo es, posiblemente no se arriesguen a divergir con la posición de Estados Unidos por los posibles costos políticos, económicos o comerciales. Si no lo es, o afecta directamente el interés nacional del país en cuestión, se tiene un margen de maniobra para poder disentir con Estados Unidos. Entonces, el interés político de Estados Unidos adquiere cada vez más un papel más relevante en la selección de socios comerciales. El estudio de Lederman y Özden (2007) apunta en esta dirección. Argumentan que el interés político del comercio generalmente es ignorado en los análisis de ALC de Estados Unidos, para ellos “los intereses políticos y geoestratégicos juegan un papel importante en determinar la probabilidad de tener acceso al mercado de Estados Unidos [por lo que] el país elegido se determina internamente por el interés geoestratégico” (2007, p. 256). La selección de socios comerciales ya sea por SGP o ALC es una decisión de política interna con implicaciones en el exterior, como se planteó en la segunda sección de este capítulo. 68 La coerción económica y política es considerada por Estados Unidos como un instrumento de su política exterior y forma parte de los votos que considera importantes dentro de las resoluciones de la UNGA. De acuerdo a la resolución A/Res/52/181 en la 52° Asamblea General de la UNGA, donde fue el único país que votó en contra de dicha resolución, sostiene que su posición se debe a que las sanciones económicas como un instrumento legítimo de la política exterior cuando existe un comportamiento internacional inaceptable por parte de otro país. Mantuvo la misma postura un año después en la resolución A/Res/53/10. En el 2005, en la A/Res/60/185, condenando las “Medidas Económicas Unilaterales como medio de Ejercer Presión Política y Económica sobre Países en Desarrollo”, Estados Unidos volvió a ser el único país que se opuso a la resolución porque considera que es prerrogativa de cada país soberano en realizar libremente sus relaciones comerciales. 74 La política comercial de Estados Unidos, a partir de la administración de George W. Bush, induce a la competencia entre los países para ganar acceso al mercado estadounidense. En la negociación de dichos Acuerdos, los nuevos socios otorgan cada vez mayores concesiones a Estados Unidos, que de otra forma no estarían dispuestos a realizar, y así asumirían todos los costos económicos y políticos de ajuste ex ante y ex post (Shadlen, 2008; Manger y Shalden, 2011; Peinhardt y Alle, 2012), que se derivan de abrir su mercado y adoptar en diversos rubros, las normas y regulaciones estadounidenses, principalmente en aspectos comerciales y de inversión, pero también en otras áreas no estrictamente relacionadas con el comercio y vinculadas a intereses geopolíticos y de seguridad. Se evalúa que el socio haya tomado medidas para apoyar el combate contra el terrorismo, como se señaló en la sección anterior (Evenett, 2005; Evenett y Meier, 2008) y en el desarrollo del capítulo I. En los ALC se integran los compromisos adoptados en la OMC emanados de la Ronda Uruguay (OMC, 2011a). Por ejemplo: la liberalización en temas tradiciones como son tarifas y cuotas, servicios e IED, propiedad intelectual, cumplir con estándares de medio ambiente y laborales, transparencia, comercio electrónico, anti-corrupción, entre otros (Schott, 2004, pp. 263-264; Cohen, et. al, 2003; Peinhardt y Alle, 2012, p. 766). Entonces, los ALC de Estados Unidos responden a una estrategia que mezcla los intereses económicos como los geopolíticos y beneficia a aquellos países aliados o amigos que muestran interés formal en firmar un Acuerdo Comercial, ya sea regional o bilateral, y que estén dispuestos a estrechar alianzas en diversos frentes. Los aspectos económicos y comerciales como los políticos son moneda de cambio para obtener el acceso al mercado y el capital estadounidense (Shadlen, 2005). Un ejemplo de cómo la política comercial es utilizada como instrumento de la política exterior de Estados Unidos a través de la negociación de un ALC es el cable confidencial filtrado con fecha de abril de 1991 y publicado en Proceso, del entonces Embajador en México, John Dimitri Negroponte al 75 Subsecretario de Estado, Bernard Aronson. En el texto, Negroponte señala que en México se desarrollan procesos de cambio tanto en la dimensión de política exterior como en la dimensión económica y dichos cambios responden al fracaso de la política previa. En este sentido, el ALC “debe ser visto en el contexto de estas tendencias reformistas […] es de alguna manera, la piedra que culmina y asegura estas políticas” (1991, p. 9). Dos aspectos son importantes en los argumentos desarrollados por Negroponte: Desde una perspectiva de política exterior, un ALC institucionalizará la aceptación de una orientación estadounidense en las relaciones exteriores de México. Sólo piensa cómo esto contrasta con comportamientos pasados. Previamente como ahora, 60 o 70% de los negocios mexicanos eran con Estados Unidos: pero si nos escuchabas en un debate en la ONU o discutiendo Centroamérica, hubieras pensado que éramos archi enemigos. El hecho de que la mayor parte de los tratos de México con el exterior eran con Estados Unidos fue enmascarado cuidadosamente a través de varios mecanismos de defensa. En cierta manera, la adopción de un ALC nos ayudaría a poner de forma abierta y legítima lo que muchos sienten debería de ser la relación entre México y Estados Unidos hace mucho tiempo [….] en el frente económico, un ALC podría ser visto como un instrumento para promover, consolidar y garantizar la continuidad de las políticas de reforma económica en México más allá de la administración Salinas (Proceso, 1991, p. 9). La cita permite mostrar de forma general y, en la expresión de un representante del gobierno estadounidense, los intereses económicos y las expectativas en política exterior que persigue Estados Unidos cuando le promueven un ALC. En este caso es la negociación con México en 1991 como vehículo de afianzar la liberalización de la economía, las reformas estructurales y consolidar el poder político de las élites tecnocráticas que ascendieron al poder político con la crisis de la deuda, con lo cual coincide Sarah Babb (2003). Pero, ¿los socios consolidados y los socios potenciales muestran afinidad en las posiciones de Estados Unidos en el ámbito internacional? Se analizará el caso para la región de América Latina en general. 76 3.4. Política comercial de Estados Unidos hacia América Latina: de la estrategia hemisférica a los acuerdos bilaterales La política comercial de Estados Unidos hacia América Latina contiene una serie de elementos que se han mantenido a lo largo del tiempo, con distinto grado de intensidad, de acuerdo al interés nacional y al contexto económico, político y social, interno e internacional. Estos elementos reflejan las normas que permean la política comercial en general de Estados Unidos: en primer lugar, es discrecional, ya que opera indistintamente en la medida que prevalezca el interés nacional y se ejerce desde el poder político y económico que le da la asimetría y la cual tiene efectos en las relaciones comerciales. (Maira, 1984; 2006; Cornell-Smith, 1974; Puyana, 2008). En segundo término, conjuga rasgos ideológicos y pragmáticos (Pastor, 1995) y en ocasiones dogmáticos (Domínguez, 1991; 2008)69. Por ejemplo, la competitividad y la productividad de la industria interna y la posición de la economía estadounidense en la economía mundial se sintetizan en medidas ya sea de apertura comercial o de proteccionismo, según requiera y siempre en el marco de economía liberal, es el rasgo característico de los Estados Unidos. La política comercial de Estados Unidos hacia la región de América Latina durante el periodo de 1990 al 2008 se propuso en dos vías: la regional, plasmada en la iniciativa para integrar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y la bilateral, con los ALC (Bouzas, Da Motta y Ríos, 2007). El ALCA era la primera opción de política comercial hacia la región, ya que coexistirían los acuerdos bilaterales y regionales existentes que no incluyeran o excedieran los derechos y obligaciones derivados de éste (Lerman, 2004, p. 825). Ante el fracaso en las negociaciones del ALCA, se optó por las 69 Un ejemplo es el desarrollado por Domínguez cuando sostiene que: “[…] en marzo de 1989, cuando se llega a un acuerdo bipartidista entre Republicanos y Demócratas, con relación al apoyo de Estados Unidos a la Resistencia Nicaragüense […] Mediante ese acuerdo, el poder Ejecutivo aceptó no solicitar fondos adicionales para respaldar militarmente a la contra; la mayoría Demócrata en ambas cámaras del Congreso acordó al mismo tiempo continuar la ayuda económica a la contra por unos meses más. El propósito de este acuerdo no fue resolver los problemas de Nicaragua, sino resolver los problemas del Presidente y Congreso […] Debe de entenderse esta decisión como una de política interna, aunque con claras consecuencias internacionales” (1991, p. 137). 77 negociaciones bilaterales en ALC, con países individuales o con grupos de países. La “Iniciativa para las Américas”, se lanzó durante el gobierno del entonces presidente George H. W. Bush el 27 de junio de 1990. En 1994, en la Cumbre de las Américas celebrada en Miami, avanzó la iniciativa hemisférica con el formato de un Acuerdo de Libre Comercio para las Américas. La iniciativa en sus inicios tuvo cierto grado de apoyo de los países latinoamericanos quienes no estaban dispuestos a quedar fuera del club, es decir, del acceso estable y seguro al mercado de Estados Unidos, tal como ya lo había hecho México con el TLCAN. En la reunión Ministerial en noviembre del 2003 en Miami, se sentaron las bases para el avance en las negociaciones a partir de dos niveles: en el primero, se acordó reducir los “temas conflictivos” de los compromisos con el fin de obtener un mínimo común de acuerdos que los 34 países estaban dispuestos a aceptar70; en el segundo, aquellos que estuvieran interesados en realizar concesiones adicionales, podrían hacerlo sobre la base de negociaciones bilaterales (Estay, 2008, p. 206). Después de febrero del 2004, las posiciones encontradas eran visibles, “no se volvió a reunir ningún grupo de negociación, de comités especiales, ni el Comité de Negociaciones Comerciales (CNC)” (op. cit.). En la Cuarta Cumbre de las Américas celebrada en Mar del Plata, Argentina, el 5 de noviembre de 2005, finalmente los países reconocieron las dificultades del proceso de negociación del ALCA expresada en la Declaración conjunta, en especial en el numeral 19, sección A y B que se citan a continuación: (A) Algunos miembros sostienen que tengamos en cuenta las dificultades que ha tenido el proceso de negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y reconozcamos la 70 Las negociaciones se centraron en alcanzar acuerdos dentro de los siguientes campos: reducción de barreras arancelarias y no arancelarias, fortalecimiento de la agricultura mediante un comercio que dependa menos de los subsidios, estímulo a la inversión nacional y extranjera, protección a los derechos de propiedad intelectual, liberalización de las trabas de las compras de gobierno, establecimiento de salvaguardas, fijación en las reglas de origen, conformación de derechos antidumping, establecimiento de normas y procedimientos sanitarios y fitosanitarios, solución de controversias, disponibilidad del capital a tasas de interés competitivas para el financiamiento de inversiones. 78 contribución significativa que los procesos de integración económica y la liberalización del comercio en las Américas […] por ello, mantenemos nuestro compromiso con el logro de un Acuerdo ALCA equilibrado y comprensivo, dirigido a la expansión de los flujos comerciales y, en el nivel global, un comercio libre de subsidios y de prácticas que lo distorsionen, con beneficios concretos y sustantivos para todos, teniendo en cuenta las diferencias en el tamaño y nivel de desarrollo de las economías participantes, y las necesidades especiales y el tratamiento especial y diferenciado de las economías más pequeñas y vulnerables […] (B) Otros miembros sostienen que todavía no están dadas las condiciones necesarias para lograr un acuerdo de libre comercio equilibrado y equitativo, con acceso efectivo de los mercados, libre de subsidios y prácticas de comercio distorsivas y que tome en cuenta las necesidades y sensibilidades de todos los socios, así como las diferencias en los niveles de desarrollo y tamaño de las economías (Declaración de Mar del Plata, 2005, pp. 4-5). En efecto, las posiciones contrapuestas se constataban en la formación dos grupos claramente distinguibles: por un lado, la posición de Estados Unidos apoyada por los gobiernos de Canadá, México, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Centroamérica. Todos con un ALC o en proceso de negociación. Por ejemplo, en ese tiempo se negociaba el ALC con Colombia y Perú. Aquí hay una primera sugerencia de que la hipótesis se cumple en el sentido de que son los países socios los que tienen a presentar posiciones afines con la política estadounidense. Y, por el otro lado, la posición de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela. México apoyaba la propuesta de su socio comercial estadounidense, a favor del ALCA. En el Boletín núm. 78 de la Secretaría de Economía se ratificaba la importancia del Acuerdo para el país, pues ampliaba la red de ALC existente. Gracias al ALCA, se decía, “México gozar[ía] del acceso preferencial en todo el continente americano […] se reforzar[ía] su posición como centro idóneo para hacer acuerdos globales […] México está convencido de que el ALCA es complementario de los esfuerzos por la liberalización multilateral” (SE, 8 octubre 2003). En una declaración durante la IV Cumbre de las Américas, el presidente Fox afirmaba que México insistiría con su propuesta de mantener las negociaciones del ALCA con los 29 países que aun apoyaban el proceso de 79 integración y por otro lado, México seguiría buscando formar parte del Mercosur (La Jornada, 2005a). Fue precisamente este posicionamiento que alejó a México de importantes países de América Latina, así como de la posibilidad de ser miembro observador del Mercosur. En el otro extremo se encontraba la posición de Brasil, quien desde posición contraria a la Estados Unidos, defendió la flexibilidad para incorporar las diferentes realidades de los países involucrados en la negociación dentro del Acuerdo, y permitiendo a cada uno asumir o descartar compromisos en temas “sensibles” para sus economías y desarrollo, estos principios se plasmaron claramente en la Declaración Conjunta de la Cuarta Cumbre de las Américas ya mencionada. Como declaró el Ministro Celso Amorim, la diferencia entre un Acuerdo y la OMC, es que en ésta última, “el país en cuestión acepta las regulaciones, las negociaciones en las que no tienen voz, a cambio de ventajasreales o imaginarias- de participar en un sistema de comercio multilateral” (Ministério das Relações Exteriores, 2008a, p. 261) mientras que en un Acuerdo se negocian y concilian intereses contrapuestos, si esto no es posible, el ALCA “no es una negociación adecuada para Brasil” (Ministério das Relações Exteriores, 2008b, p. 262). Así, los desacuerdos giraban en torno a dos cuestiones principales: en primer lugar, el tema de la agricultura por los elevados subsidios que otorga el gobierno de Estados Unidos a sus productores. La negativa estadounidense para avanzar en las negociaciones sobre el comercio agrícola en el ALCA mientras no se resolviera en el marco de la OMC produjo malestar entre los países negociadores, quienes solicitaban el compromiso estadounidense en la reducción de los subsidios o, al menos, medidas que neutralizaran los efectos negativos de las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a la región. En segundo término, los temas de derechos de propiedad intelectual, de servicios, compras gubernamentales y de inversión (Estay, 2008; Weintraub, 2001). Cuando la opción del ALCA se agotó, Estados Unidos optó por avanzar en la negociación de la apertura comercial con ALC bilaterales con los países de la región que mostraran interés de iniciar negociaciones y sólo aquellos 80 considerados como amigos o aliados, las negociaciones se iniciaron y en algunos casos concluyeron en firma de acuerdos. En el marco de los acuerdos bilaterales y de acuerdo a lo esbozado en las secciones anteriores, cabe plantear la siguiente pregunta: ¿cuáles son los criterios o los principios implícitos que la política estadounidense usa para identificar los países aliados y aceptar la iniciativa de éstos de negociar acuerdos comerciales? Hirst (2011) sugiere que en la agenda política de Estados Unidos hacia la región hay al menos tres modelos de relaciones que se desprenden al calificar o no a los países como aliados: el primero, una relación positiva con aquellos países socios o aliados que, como Colombia y Chile, se alinearon con la política de Estados Unidos en temas de interés nacional como guerra contra el terrorismo o la lucha contra el narcotráfico, por ejemplo, el Plan Colombia. El segundo modelo es de relación negativa, asociada a la confrontación y “villanización”, tal es el caso de los países con gobiernos denominados “populistas” como Venezuela, Ecuador y Bolivia. Y el tercero, neutral y pragmático, constituido por las relaciones de oportunidad con Brasil 71 (pp. 37-38). Otro ángulo para analizar el mismo tema es el adoptado por Russell y Tokatlian (2011), a partir de las estrategias de los países socios y no de las de Estados Unidos. Los autores proponen que México, al igual que Colombia y Chile, países con los cuales Estados Unidos tienen relaciones positivas, desarrollaron durante el proceso de negociación del TLCAN y los respectivos acuerdos, una estrategia de alineamiento a los intereses estratégicos de Estados Unidos que desplegaron tanto en los ámbitos regional como global y adhirieron a los ideales de la política estadounidense que “se expresaron en una participación en organismos regionales y multilaterales coincidentes con la posición de Estados Unidos […] en especial aquellas relacionadas con la seguridad internacional” (p. 129) y de apoyo a la integración regional, el ALCA, siempre que no se interpusieran o contradijeran los compromisos de los acuerdos con Estados Unidos. En México, durante las administraciones de 71 Este argumento se desarrolla en el capítulo IV. 81 Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, estos autores argumentan que la política exterior de México hacia Estados Unidos es de acomodamiento, caracterizada por acompañar selectivamente y en ciertas circunstancias a la política estadounidense, siempre y cuando el interés nacional mexicano no se vea afectado (2011, pp. 130-131). Los gobiernos de Colombia y Chile han seguido una estrategia similar a la de México, sobre todo después de la negociación de sus respectivos acuerdos. Por el contrario, la política exterior de Brasil hacia Estados Unidos es más compleja –misma que Tokatlian y Russell denominan posición limitada. Sostienen que es una política que combina la colaboración y desacuerdo, convergencia y obstrucción, defensa y resistencia, “[…] considera a las relaciones diplomáticas diversificadas como un poder de negociación y diálogo con Estados Unidos” (2011, p. 133). De acuerdo al argumento anterior y los de las secciones anteriores, es posible esperar que los países socios con un ALC y dependencia comercial tengan una actuación en el ámbito internacional a fin con las posiciones de Estados Unidos principalmente en temas del interés nacional estadounidense, mientras que los países que no tienen un ALC, presenten un comportamiento distinto, es decir, menor afinidad. Esta hipótesis es tema de la sección 3.5. 3.5. Relación entre dependencia y ALC con votaciones en UNGA: Diseño del modelo Se desarrolla un modelo de regresión lineal con efectos fijos sobre la convergencia en política exterior de los países latinoamericanos calificados como socios comerciales de Estados Unidos por tener vigente un acuerdo de libre comercio72. Convergencia que se pretende calificar por el acercamiento de 72 Los países que tienen un ALC con Estados Unidos en América Latina son, además de México, Chile que firmó el acuerdo el 6 de junio de 2003. Después de tres años de intensas negociaciones, el acuerdo entró en vigor 1 de enero de 2004. Le siguió el Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, (CAFTA 72+RD) firmado el 5 de agosto de 2004 con vigencias distintas para los países miembros, el TLC EUA-Perú fue 82 los socios con las posiciones de Estados Unidos que considera importantes para su política en el ámbito multilateral. Esta convergencia se explorará de forma general para todos los países de América Latina durante el periodo de 1988 al 2008. La pregunta central que guió el modelo fue: si el ser dependiente comercialmente y tener un ALC con Estados Unidos genera afinidad de intereses en el plano internacional. La variable dependiente, es decir, convergencia en política exterior, se mide a partir de la votación más o menos cercana con la de Estados Unidos en UNGA. Es decir, los cambios en el sentido del voto en línea con el estadounidense. En esta variable se presentan algunas variaciones para probar si el modelo es robusto: se incluyen las abstenciones y los votos importantes, como un subconjunto de los votos generales. Las variables independientes son: flujo comercial, dependencia comercial y si tienen o no un ALC. Las variables de control: ayuda económica, ayuda militar y la combinación de ambas: ayuda total. Se considera una regresión lineal con variables de efectos fijos pues permite capturar con mayor fuerza el impacto de las variables independientes sobre la dependiente (Clarck y Linzer, 2012), en este caso, permitió captar la variación de los países a lo largo de un periodo de tiempo. Las características específicas de las variables se desarrollan en detalle de la sección 3.5.1. a la 3.5.3., posteriormente, se presentan los resultados del modelo y finalmente, las conclusiones del capítulo. firmado el 12 de abril de 2006 y entró en vigor el 1 de febrero de 2009, el TLC con Colombia fue firmado el 22 de noviembre de 2006; y el acuerdo firmado con Panamá el 28 de junio de 2007, ratificados por ambas Cámaras del Congreso de Estados Unidos el 12 de octubre de 2011 72. Es decir, de un total de 33 países que conforman la región latinoamericana, once de ellos tienen acuerdo comercial, alrededor de 33.3% 83 Datos 3.5.1 Variable dependiente: convergencia en política exterior En la teoría de Relaciones Internacionales, los conceptos de interés y preferencia son sumamente importantes para analizar la relación entre los Estados en el área internacional, pero difíciles de trabajar, como en este caso de estudio. Para operacionalizar los conceptos se utilizan las votaciones en la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGA, por sus siglas en inglés) como manifestación de preferencia o posición política de los Estados. En efecto, varios especialistas en Relaciones Internacionales usan este criterio para estudiar diversos temas de política internacional. Anteriormente se analizaba la formación de bloques en las votaciones de UNGA. Recientemente la votación en las Naciones Unidas se emplea como un indicador para calcular el grado en que los Estados tienen una política exterior común ya sea como “intereses” o como “preferencias” (Voeten, 2013, p. 64). Aunque la votación de los países en la UNGA no es un indicador que refleje directamente los intereses o las preferencias de los Estados, actualmente es la mejor alternativa disponible. A este respecto, Voeten (2013) sugiere que los datos de las votaciones en UNGA presentan mayores ventajas sobre otros datos disponibles que pueden utilizarse para construir indicadores de intereses entre los Estados. El autor sostiene que las alianzas no cumplen con este propósito, puesto que reflejan más una estrategia en seguridad que de preferencias73 (p. 65). El uso de votaciones en UNGA con este propósito no es enteramente nuevo. Se ha aplicado, por ejemplo, al evaluar los intereses compartidos en las disputas entre Estados (Voeten, 2013; 2000), el efecto en la distribución de la ayuda económica y militar (Moon, 1985; Wang, 1999), el comportamiento de préstamos del IMF (Thacker, 1999) y el Banco Mundial (Dreher y Jensen, 73 Por ejemplo: dos estados geográficamente distantes pueden tener preferencias políticas similares y nunca tener una alianza. Otras alianzas formales sobreviven, incluso, si los Estados se convierten en rivales. Otras alianzas informales nunca se formalizan, como es el caso de Estados Unidos-Israel (2013, p. 65) 84 2013). Otros la han utilizado como variable dependiente para responder algunas cuestiones como el frecuente aislamiento de Estados Unidos en “temas importantes” en UNGA (Voeten, 2004), o cómo Estados Unidos o China recientemente, a través de la ayuda económica o incremento del comercio, inducen cambios en la política exterior de los países socios y generan afinidad de posturas en temas de política internacional (Flores-Macías y Kreps, 2013). La base de datos más reciente sobre votaciones en la Asamblea General es de Strezhnev y Voeten (2012), "United Nations General Assembly Voting Data"74. Para esta investigación se tomaron las variables de proximidad s2un y s3un. La variable s2un representa los valores del índice de afinidad en un rango de -1 (intereses menos similares) a 1(intereses más similares). La variable s3un son los valores del índice de afinidad calculado en tres categorías: 1= si o lo aprueba, 2= abstención, 3= no o lo desaprueba (Codebook, Strezhnev y Voeten, 2012). Con estas variables de proximidad se construye el indicador de similitud “S”75. Signorino y Ritter (1999) asumen que los Estados toman decisiones sobre un número de dimensiones políticas y el vector de esa multiplicidad de opciones representa un punto en el espacio de la política exterior. Su concepción de “similitud” es específica “entre más cercanos están dos países en el espacio político, […] más similares serán sus posiciones políticas reveladas. Entre más alejados estén dos países en el espacio político, más disímiles son sus posiciones reveladas” (Signorino y Ritter, 1999, p.126), por lo que miden la afinidad en las posiciones de política exterior entre dos Estados para lo cual utilizan la votación en UNGA (roll call data) como los datos en bruto para construir el indicador (Voeten, 2013). 74 La base contiene 5140 votaciones en 65 secciones de la UNGA. En: <a href="http://hdl.handle.net/1902.1/12379">hdl:1902.1/12379</a>. 75 Se asume que los datos sobre la política de dos Estados son posiciones en el espacio, por lo que se hace una suposición acerca de la métrica en ese espacio político, lo cual denota la cercanía de la política del país con la política del país por la distancia entre la posición política, o sea: . Al ser la máxima distancia posible entre dos puntos del espacio político. Entonces, para calcular una medida de similitud S, se tiene la expresión con valores en el intervalo entre [-1, 1], donde -1 denota dos políticas lo más lejanas posibles y 1 denota posiciones políticas idénticas (ver Signorino y Ritter, 1999, p 126). 85 3.5.2. Variables independientes: Comercio, Dependencia Comercial y ALC La influencia del comercio con Estados Unidos en la política exterior de los países de América Latina se mide en tres variables diferentes: comercio con Estados Unidos, dependencia comercial y si tienen o no un Acuerdo de Libre Comercio. El comercio bilateral se midió como el valor de las exportaciones del País X al mercado de Estados en el año X Unidos como proporción del PIB. Los datos provienen de Correlates of War Project Trade Data, versión 3.0. (Barbieri y Keshk, 2012; Barbieri, Keshk y Pollins, 2009). La dependencia comercial de un Estado respecto de su comercio con Estados Unidos se construyó al usar la ecuación (exportaciones + importaciones de país X a Estados Unidos/PIB país X) como porcentaje del PIB76. Los datos de PIB provienen del World Development Indicators, 2012 y el intercambio comercial del IMF, Direction of Trade Statistics (DOTS). Para designar a los países que tienen un Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos en la región de América Latina durante el periodo de 1988 a 2008, se utilizó como fuente la Administración de Comercio Internacional del Departamento de Comercio de Estados Unidos. Este variable está expresada en valores dicotómicos donde 1 significa que sí tiene un Acuerdo de Libre Comercio y 0 significa que no tiene un Acuerdo de Libre Comercio. 3.5.3. Variables de control Un número de variables de control se introdujo al modelo para tomar en cuenta otros factores que pudieran afectar la política exterior de los Estados (Gartzke y Li, 2003; Manger y Shadlen, 2011). Las variables fueron (1) ayuda económica, (2) ayuda militar de Estados Unidos a países receptores de la región 76 Para hacer el cálculo se tomaron los datos de comercio del país X hacia Estados Unidos. Sólo en el caso de Antigua y Barbuda se toman los datos reportados por Estados Unidos de su comercio con ese país, a falta de información. 86 latinoamericana y (3) la ayuda total, es decir, la sumatoria de ayuda económica y ayuda militar. Anteriormente, estas variables eran utilizadas para medir la afinidad en política exterior de los países receptores con el país donante (Wang, 1999), es un concepto similar de la variable dependiente en esta investigación. Se introdujeron estas variables con el propósito de observar si influyen de la misma forma que un ALC o la dependencia comercial. Se utilizó como fuente el USAID Greenbook, Foreign Assistance Data en dólares históricos y constantes del 2000. Además, se incluyeron indicadores para población y el PIB. Los datos provenientes de población en millones fueron de Penn World Tables. Los datos de PIB y PIB per cápita para el periodo de 1987-2008 en dólares corrientes y constantes del 2000 se tomaron del World Development Indicators Database (2012) del Banco Mundial. A continuación se presentan los resultados del modelo de regresión lineal con efectos fijos de la variable dependiente, afinidad s2un, que como se indicó líneas arriba, representa los valores del índice de afinidad en un rango de -1 (intereses menos similares) a 1 (intereses más similares). Esta variable considera las votaciones más similares o menos similares de los países de América Latina con las posiciones de Estados Unidos en los votos generales en la UNGA77. Como se estableció en el capítulo teórico, los países ordenan sus preferencias e intereses a partir de diferentes resultados que se pueden producir en la interacción política internacional (Voeten, 2004). Por lo que se espera que la dependencia comercial y ALC sean variables significativas en la dirección del voto en UNGA con la posición de Estados Unidos en las votaciones que considera de su interés nacional. 77 Se hace la acotación de “votos generales” porque se incluyen todas las votaciones realizadas en cada Asamblea sin distinguir los votos que Estados Unidos considera importantes para su política exterior. Los resultados del modelo con la variable “votos importantes” se presenta más adelante en este capítulo. 87 3.5.4. Presentación del modelo Como se muestra en la tabla 3.1., la convergencia en política exterior se explica en 29% por las variables dependencia comercial, ALC y comercio con Estados Unidos (Ver R²). La dependencia al comercio con Estados Unidos está directa y significativamente relacionada con la dirección de cómo votan los países latinoamericanos en UNGA en votos generales. Entre más dependiente sea un país, más cercana estará su posición con la de Estados Unidos, posiblemente porque existe el interés en mantener el acceso a su mercado, como ya se ha planteado en el capítulo I, el acceso o remoción al mercado estadounidense está vinculado con intereses políticos, y si los países no cumplen con sus expectativas políticas, el acceso al mercado puede ser cerrado o condicionado cuando no se tiene un ALC: riesgo que los países dependientes no están dispuestos a correr. Más adelante se retoma y amplía este argumento. Caso contrario, si los países no presentan dependencia comercial al mercado de Estados Unidos, serán menos propensos a presentar afinidad en sus posiciones en los votos generales de UNGA, tienen mayor margen de maniobra en discernir con la posición estadounidense. Tal es el caso planteado en la sección anterior sobre la posición de Brasil con respecto al ALCA y de su ampliación en el capítulo siguiente. Los resultados encontrados en la relación de dependencia comercial de los países latinoamericanos con Estados Unidos son consistentes con el argumento de Hirschman (1959) presentado en el capítulo I, “el comercio exterior es un instrumento utilizable, eficaz y consistente para los fines de la política exterior de un Estado” (p. 13). Por lo que este país gana posiciones afines a su política exterior en el ámbito internacional a partir de la dependencia que tienen los países a su mercado, variable que es consistente en todos los modelos que se presentan en esta sección. El argumento es consistente con la dirección de la variable ALC, como se plantea en el siguiente párrafo. 88 Tabla 3.1. Convergencia en Política Exterior de América Latina con Estados Unidos en UNGA, 1988-2008 Dependencia comercial Acuerdo de Libre Comercio Ayuda total (económica+militar) s2un (Afinidad) 0.0368* (0.014) -0.1628* (0.000) -2.75e-10* (0.016) 3.12e-13 (0.717) 7.62e-07 Población (0.813) --1.08e-06 Comercio con Estados Unidos+ (0.423) -0.0083* Año (0.000) Efectos Fijos SI R² 0.29 N 513 Nota: La variable dependiente es convergencia en Política Exterior, medida con el índice “S”. En todos los modelos se realizaron Efectos Fijos Robustos. Las variables señaladas con + están en dólares corrientes de 2000. Los resultados significativos están señalados con * indica p < 0.05. Producto Interno Bruto (PIB)+ La variable ALC resulta con un signo inesperado. Los países que tienen un ALC no votan en el sentido de Estados Unidos en las votaciones generales. Es posible sugerir que una vez que se tiene un ALC, los países latinoamericanos gozan de un mayor margen de maniobra en la toma de decisiones de su política exterior porque tal vez tienen acceso estable al mercado estadounidense, entonces son menos propensos a votar con las posiciones de Estados Unidos en las votaciones generales. Esto es posible porque de todas las votaciones que se realizan cada año en la Asamblea General, un porcentaje muy reducido refleja el interés de Estados Unidos. Entonces, bajo el argumento anterior, tener un ALC no es suficiente para converger con Estados Unidos en asuntos de política exterior. Los países no mantienen a lo largo del tiempo su afinidad con Estados Unidos, es posible que sólo sea en aquellos temas y momentos clave. Entonces los países se vuelven más selectivos en los temas que apoyarán a Estados Unidos, congruentes con su interés nacional y su política exterior. Se retoma este argumento en el modelo de votos importantes. 89 La variable de intercambio comercial con Estados Unidos es negativa pero no significativa. Lo anterior puede sugerir que no es relevante el nivel de intercambio comercial que tiene un país con Estados Unidos en el modelo, sino que para que los países coincidan y defiendan los principios afines a Estados Unidos es necesario que presenten mayor dependencia comercial. Se tomaron en cuenta otros factores que pudieron afectar la convergencia en la política exterior de los países socios. La variable ayuda total78, compuesta por la ayuda económica y la ayuda militar que Estados Unidos proporciona a los países 79 es significativa pero negativa. El resultado del modelo sugiere que si un país recibe ayuda por parte del gobierno estadounidense, esto no se traduce en mayor afinidad con las posiciones de Estados Unidos en el ámbito internacional. El resultado es consistente con la creación de la ley P.L. 98-164, P.L. 99-500 y P.L. 101-167. En 1983, el Congreso de los Estados Unidos le solicitó al Departamento de Estado un reporte anual sobre los votos y prácticas de los países miembros de Naciones Unidas ante el creciente voto en contra de las posiciones de Estados Unidos en UNGA, ya que se consideraba que la ayuda no tenía un impacto positivo en la actuación de los países receptores 80. El argumento es consistente con los resultados encontrados por Wang (1999). Se realizó otra prueba en el modelo al sustituir la variable dependiente s2un por la variable s3un manteniendo los votos generales 81 para confirmar si los resultados se mantienen. La diferencia entre una variable de afinidad y otra 78 La ayuda está sujeta a decisiones discrecionales de la política interna estadounidense y de periodos de renovación constante. 79 Se corrió el mismo modelo desagregando la variable de ayuda total en las variables: ayuda económica y ayuda militar. La ayuda económica es negativa, pero significativa al 90%, mientras que la ayuda militar no es significativa. El resultado sugiere que la ayuda total está altamente influenciada por la ayuda económica y no por la ayuda militar. Ver en la sección de anexos la Tabla 3.5. Modelo alternativo: Convergencia en Política Exterior de América Latina con Estados Unidos, 1988-2008 [s2un, ayuda económica y militar]. 80 Actualmente el reporte se publica cada año y es una herramienta importante de evaluación para la política estadounidense. Ver capítulo I, p. 15. 81 Los resultados de los modelos pueden consultarse en el anexo. Ver: Tabla 3.6. Modelo alternativo: Convergencia en Política Exterior de América Latina con Estados Unidos, 19882008 [s3un, ayuda total] y Tabla 3.7. Modelo alternativo: Convergencia en Política Exterior de América Latina con Estados Unidos, 1988-2008 [s3un, ayuda económica y militar]. 90 es que s2un considera las votaciones más similares o menos similares, mientras que S3un además toma en cuenta las abstenciones en los votos. Los resultados encontrados son equivalentes al modelo presentado con anterioridad. La variable de dependencia comercial es positiva y significativa al 90%. Lo cual refuerza el argumento que la dependencia al mercado estadounidense si influye en cómo los países de América Latina emiten sus votos en UNGA, una tendencia que ya se planteaba como conclusiones del capítulo II. Tener un ALC resulta nuevamente significativo y mantiene su dirección negativa. Es decir, aun añadiendo las abstenciones en el modelo, los países que tienen un ALC con Estados Unidos son menos propensos a tener posiciones afines con los estadounidenses en los votos generales en UNGA. Caso contrario, los países de la región que no tienen un ALC presentarán votos a fines con la posición estadounidense. La variable ayuda total no modifica su significancia ni dirección, esto es, el conjunto de ayuda económica y ayuda militar de Estados Unidos a los países de América Latina es significativo y negativo. Y se mantiene la ayuda económica como la más influyente en la variable ayuda total. No es extraño que entre los elementos que componen la ayuda económica se dé entre otros; la asistencia al desarrollo, la ayuda a control de narcóticos, la asistencia para la seguridad del Departamento de Defensa, así como ayuda para la no proliferación de armas, anti-terrorismo y desminado, todas ellas de interés para la política de Estados Unidos. El intercambio comercial mantiene su no significancia. Todo lo anterior sugiere que los modelos son robustos ya que se hicieron diferentes pruebas y en todas concuerdan los resultados obtenidos. Entonces, los resultados del modelo sugieren que los países votan más con la posición de Estados Unidos en los votos generales cuando su comercio depende de ese mercado. Sin embargo, cuando un país tiene un ALC presenta menor afinidad con la posición de Estados Unidos. Caso contrario, si un país depende de 91 mercado estadounidense y no tiene un ALC, su afinidad con Estados Unidos será mayor en votos generales, a partir del cálculo de los costos económicos y comerciales. La variable de control, ayuda total sugiere que no presentan efectos en la tendencia de votación favorable de los países que reciben ayuda ya sea militar o económica. El análisis demuestra que la dependencia comercial influye en la votación de los países con la posición de Estados Unidos. Sin embargo, se considera que es en los votos que le importan al gobierno estadounidense en los cuales se comprueba la hipótesis con mayor claridad. El argumento se desarrolla con mayor detalle en el modelo de votos importantes. Es posible sugerir, de acuerdo a las teorías discutidas en el capítulo I, que los países también defienden intereses propios expresados, entre otras, en su política exterior y, por lo tanto, al decidir cómo votar en un tema sensible de los estadounidenses realizan cálculos y pesan los costos y los beneficios en términos de su interés nacional y el de Estados Unidos. Se realizó un modelo con el subconjunto de los votos generales que se denominó “votos importantes”. La variable “votos importantes” fue construida a partir de cada votación considerada relevante para el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en cada Asamblea General, desde 1988 a 2008. Se codificaron los votos a partir de la propuesta de Thacker (1999) (la aplicación de esta codificación método ha sido utilizada por diversos autores, muy recientemente por Dreher y Jensen [2013]). Los votos en coincidencia con EUA = 1, no coincidencia = 0 y, 0.5 = abstenciones o ausencias. Las fuentes utilizadas fueron el Departamento de Estado de EUA, reporte de prácticas de votación en Naciones Unidas (diversos años) y las Resoluciones adoptadas en diferentes Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La dirección del voto que le interesa al gobierno estadounidense se encuentra en las Resoluciones en donde se votan temas que le son de interés, 92 votos importantes82, designados por el Departamento de Estado en la publicación anual Report on Voting Practices at the United Nations General Assembly. Por ejemplo, en la 63° Sesión de la Asamblea General se votaron 311 resoluciones (votaciones generales), de las cuales 13 fueron consideradas por Estados Unidos como votos importantes, lo que representa para el año 2008 el 4.18% del total de las votaciones. Ver tabla 3.2. para todas las Sesiones consideradas en el modelo. Entonces, cada año el Departamento de Estado de Estados Unidos identifica los temas que considera importantes para su política exterior y que se votan en la Agenda de la Asamblea General de las Naciones Unidas, UNGA. Por ejemplo: El embargo de Estados Unidos a Cuba, seguridad internacional, Desarme Nuclear, Terrorismo, Promoción de la Democracia, Derechos Humanos, Derecho al Desarrollo y cuestiones sobre Palestina e Israel. Los “votos importantes”83 se enfocan directamente en los temas que afectan los intereses de Estados Unidos y en los que cabildean ampliamente cada año. Estos votos generalmente son simbólicos, en términos políticos, para los países pues reflejan su posición en política exterior y es posible que no afecten intereses económicos. Es decir, en las votaciones no se juega ni la soberanía ni intervienen asuntos económicos como menor inversión o flujo comercial, por mencionar algunos. Por ejemplo, cuando México vota a favor del levantamiento del embargo a Cuba (una votación considerada importante para el Departamento de Estado), no pone en riesgo el comercio con Estados Unidos por votar en contra. Como bien se señala en el documento del Departamento de Estado, la información recopilada sobre el comportamiento de un país en las Naciones Unidas se considera como un elemento relevante, pero representa sólo una de las diferentes dimensiones que se considera para la relación bilateral (2013). 82 Se puede consultar en detalle cuales fueron los votos importantes de las diferentes Sesiones de UNGA en el periodo 1988-2008 (salvo los años que ya han especificado que no se encuentran disponibles) en el anexo Cuadro A.6 Votos importantes de Estados Unidos en UNGA, 1988-2008, también se explicita el sentido del voto de Estados Unidos, México y Brasil. 83 Ver Cuadro A.6 “Votos importantes de Estados Unidos en UNGA, 1988-2008” se reconstruyó cada voto considerado relevante para el Departamento de Estado y se especifica el nombre del tema, el voto de Estados Unidos, México y Brasil. 93 Tabla 3.2. Número de votos generales y votos importantes en UNGA, 1988-2008 SESIÓN UNGA 43 44 49 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 VOTOS GENERALES (TOTAL DE VOTOS) VOTOS IMPORTANTES 1988 233 10 4.29 1989 244 10 4.10 1994 252 15 5.95 1997 252 13 5.16 1998 243 10 4.12 1999 283 13 4.59 2000 285 11 3.86 2001 312 12 3.85 2002 338 14 4.14 2003 318 15 4.72 2004 314 10 3.18 2005 289 11 3.81 2006 296 13 4.39 2007 278 13 4.68 2008 311 13 4.18 AÑO PORCENTAJE DE VOTOS IMPORTANTES SOBRE EL TOTAL Fuente: Resoluciones adoptadas en la Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (diversos años), en: http://www.un.org/depts/dhl/ y Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas (diversos años). En: http://www.state.gov/www/issues/un En la tabla 3.3., se presentan los resultados de la regresión lineal con efectos fijos a partir de los datos disponibles84 sobre los “votos importantes”, para el periodo de 1988 a 2008. En los votos identificados por el Departamento de Estado como prioritarios para los intereses de Estados Unidos en la política 84 Los años faltantes 1987, 1990, 1991, 1992, 1993 y 1995 concuerdan con la Base de “Votos importantes” de Strezhnev y Voeten (2013-02) "United Nations General Assembly Voting Data" <a href="http://hdl.handle.net/1902.1/12379">hdl:1902.1/12379</a> y la base disponible de United Nations Collection of Princeton University Library, Voting Patterns in the United Nations: A Highly Selective Listing, en: http://www.princeton.edu/~sbwhite/un/VotePrac.html por lo que no se consideran en el análisis. 94 internacional, se espera encontrar mayor coincidencia en la votación de los países socios, es decir de aquellos países que presentan mayor dependencia comercial al mercado estadounidense y tienen un ALC. La R² del modelo sugiere que el 38% de variación en convergencia en política exterior está explicado. Además, los modelos seleccionados demuestran que los resultados son robustos. La variable dependencia comercial mantiene su relevancia en todos los modelos, es positiva y significativa. A diferencia del modelo con votos generales, los resultados en el modelo con votos importantes cambia la dirección de la variable ALC de negativa a positiva. Lo que sugiere que cuando se trata de votos importantes, los países votan más con las posiciones de Estados Unidos y aquellos que tienen un ALC, su afinidad en política exterior es mayor con su socio comercial. Es decir, votan más en la misma dirección con Estados Unidos que en los votos generales. Tabla 3.3. Convergencia en Política Exterior de ALC y Dependencia Comercial de América Latina con Estados Unidos y Votos Importantes en UNGA, 1988-2008 Dependencia comercial Acuerdo de Libre Comercio Ayuda total (económica+militar) Votos importantes 0.0267** (0.089) 0.0137 (0.600) 1.01e-11 (0.889) Producto Interno Bruto (PIB)+ 4.84e-13 (0.562) Población -5.51e-07 (0.872) Comercio con Estados Unidos+ --1.14e-06 (0.458) Año -0.0134* (0.000) Efectos Fijos SI R² 0.38 N 349 Nota: La variable dependiente es convergencia en Política Exterior, medida con el índice “S”. En todos los modelos se realizaron Efectos Fijos robustos. Las variables señaladas con + están en dólares corrientes del 2000. Los resultados significativos están señalados con *indica p<0.05, **indica p < 0.10. 95 Para ahondar en el análisis de la relación entre dependencia comercial y convergencia en las votaciones en la Asamblea General, tanto en votos totales como en los importantes, nos detenemos en comentar los votos emitidos en unos y otros por Brasil y México. En todos los casos, la similitud en votación con Estados Unidos es mayor en los “votos importantes” que en los “votos generales”. En ambos casos, la votación es cercana y significativa a las posiciones de Estados Unidos en votos importantes. Pero es más cercana la votación de México si se le compara con Brasil. Si bien, la variable ALC no es significativa (0.600), la dirección del signo es el esperado de acuerdo al marco teórico expuesto en el capítulo I, aunque hay que subrayar que la prueba no resultó. Ver gráficas núm. 9 y 10 sobre la evolución de los votos de México y Brasil en votos generales y votos importantes respectivamente. Gráfica núm. 10 México: Votos Importantes vs Votos Generales Brasil: Votos Importantes vs Votos Generales -1 -1 -.5 -.5 0 0 .5 .5 1 Gráfica núm.9 1985 1990 1995 2000 2005 2010 1985 1990 1995 year s2un 2000 2005 2010 year importantvotes s2un importantvotes Este ejercicio muestra el reforzamiento de la influencia de la variable dependencia comercial para la tendencia de votación de los países socios, es significativa y positiva al 90%. La importancia del voto hace que los países sean más propensos a asumir posiciones cercanas a la estadounidense. Son estos votos y no los generales, donde los países prestan mayor atención 85 dadas las posibles implicaciones políticas (Dreher y Jensen, 2013; Lederman y Özden, 85 Aunque los países no tienen conocimiento previo de qué Resoluciones se considerarán en el Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas pueden inferirlo dado que se enfocan directamente en los temas de interés estadounidense y en los que cabildeó ampliamente. 96 2007; Voeten, 2004; Grieco e Ikenberry, 2003), económicas y financieras (Thacker, 1999; Wang, 1999) o comerciales (Flores-Macías y Kreps, 2013). En la tabla 3.4. se presenta una selección de países con y sin ALC, dependencia comercial y afinidad con la política estadounidense. Se observa la diferencia en votos importantes de un país que tiene un ALC de aquel que no lo tiene. Los países que tienen un ALC, como es el caso de México y Chile, votan relativamente más cerca a la posición de Estados Unidos y la relación se intensifica si dependen del mercado estadounidense (ver México). En el caso mexicano, la tendencia de votación cercana a los intereses estadounidenses se muestra a finales de la década del ochenta, vinculado con el proyecto económico y comercial del presidente Carlos Salinas de Gortari, presentando su punto más alto entre 1994 y 1997 y no vuelve a presentar una coincidencia en votación similar en la década siguiente86. Como se muestra en la tabla 3.4., México es el país más dependiente y el que presenta mayor afinidad de todos los países con ALC, aun con el paso del tiempo. Considerando afinidad con Estados Unidos en un rango de 0 a 1, siendo 0 menos cercano y 1 más cercano a la votación de Estados Unidos. Caso contrario, la afinidad de Brasil con la posición estadounidense tiende a la baja desde el 2000, que corresponde con la política comercial de mayor acercamiento con países en desarrollo, en especial con América del Sur durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso. Mientras que los países sin ALC y tienen diversificación en sus mercados de destino votan en menor medida con la posición de Estados Unidos, como es el caso de Brasil. Los países que tienen un ALC y dependencia comercial, como el caso de México, presentan un acompañamiento selectivo y en ciertas circunstancias a las posiciones de Estados Unidos en el ámbito multilateral – siempre que no interfiera con los intereses o principios de política exterior. 86 Este argumento se realiza en mayor detalle en el capítulo IV. 97 Tabla 3.4. Grado de afinidad en la votación con Estados Unidos: América Latina, dependencia con y sin ALC, 1988-2008* (Países seleccionados) CON ALC MÉXICO CHILE SIN ALC COLOMBIA BRASIL VENEZUELA DEP** AFI*** DEP AFI DEP AFI DEP AFI DEP AFI 15.18 0.6 9.72 0.7 9.57 0.6 3.75 0.55 17.41 0.65 14.92 0.2 9.88 0.3 10.83 0.2 2.97 0.2 23.24 0.2 27.19 0.57 8.43 0.73 8.71 0.57 2.68 0.63 21.98 0.57 46.06 0.58 8.18 0.65 9.20 0.46 2.89 0.62 21.64 0.65 48.88 0.55 8.04 0.65 9.03 0.45 2.94 0.65 16.23 0.5 49.08 0.54 8.42 0.62 11.36 0.54 4.08 0.65 16.05 0.5 49.48 0.41 8.24 0.55 10.66 0.45 4.29 0.5 20.19 0.36 42.71 0.21 8.70 0.33 9.97 0.29 5.19 0.29 15.55 0.13 39.92 0.39 8.47 0.36 9.30 0.39 5.36 0.39 17.57 0.36 37.15 0.43 8.43 0.57 10.61 0.43 5.00 0.4 17.22 0.4 37.70 0.45 8.54 0.4 10.00 0.3 4.97 0.3 19.50 0.15 36.98 0.45 9.52 0.41 10.12 0.32 4.18 0.27 23.28 0.14 37.29 0.38 10.08 0.35 10.11 0.35 3.77 0.27 22.68 0.04 36.35 0.5 9.55 0.46 9.00 0.38 3.38 0.35 18.30 0.08 1988 1989 1994 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 36.55 0.42 11.10 0.35 10.60 0.35 3.40 0.27 19.25 0 *Los datos son presentados de acuerdo a la afinidad de votos con Estados Unidos 0= menos cercano, 1= más cercano. **Dependencia, ***Afinidad. Fuente: Resoluciones adoptadas de la 43° a la 63° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/Depts/dhl/resguide/r43.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 1988. En: United Nations Collection of Princeton University Library, Voting Patterns in the United Nations: A Highly Selective Listing http://www.princeton.edu/~sbwhite/un/VPr1988.html Las dinámicas encontradas en los modelos son distintas cuando se consideran las variables dependientes: votos generales y votos importantes. En votos generales, la dependencia comercial es altamente significativa, mientras que en los votos importantes tanto la dependencia comercial como tener un ALC son significativas y positivas en ambas por lo que se aprueba la hipótesis de este 98 trabajo. La diferencia se profundiza en el capítulo IV dedicado al estudio de caso, México contratando con Brasil. 3.6. Conclusiones del Capítulo En el capítulo se exploró en forma general para los países de América Latina si al presentar dependencia comercial intensificada por un ALC los países presentan posiciones a fines a la política exterior de Estados Unidos en el ámbito internacional, en este caso, expresado en la votación de UNGA. ¿Los socios consolidados y los socios potenciales muestran afinidad en las posiciones de Estados Unidos en ámbito internacional? Del mismo modo que se cuestionó en la p. 76., la respuesta es afirmativa pero con ligeras sutilezas como se ha probado a lo largo del capítulo. Los resultados de los modelos presentados sugieren que en la política comercial hay una mezcla de intereses económicos y políticos, este último vinculado a la política exterior que se expresa por un lado, en las leyes comerciales, que explicitan los intereses negociadores de Estados Unidos ya sea para la apertura de mercados o cuestiones políticas como apoyo en contra de la guerra contra el terrorismo, narcotráfico y seguridad. Y por el otro, se expresan los temas de su interés nacional en el documento del Departamento de Estado Report on Voting Practices at the United Nations General Assembly. En una relación asimétrica, los países que dependen del acceso al mercado de Estados Unidos presentan mayor afinidad en su política exterior. Este es el resultado más robusto, tanto con votos generales como con votos importantes. Siendo una variable de importancia en la hipótesis, las diferencias entre los modelos son sutiles pero sustanciales en la dirección y significancia de la variable ALC. Los resultados encontrados sugieren que en votos generales, los países que tienen un ALC no tienden a votar con las posiciones de Estados Unidos, sólo aquellos países dependientes al mercado estadounidense. Y es que Estados Unidos tiene ciertas expectativas de que sus socios comerciales defiendan los principios afines a su interés, basta observar las mega 99 negociaciones actuales del Acuerdo de Cooperación Transpacífico (TPP) (Trans-Pacific Partnership TPP) y el Acuerdo de Cooperación Atlántico (TransAtlántic Trade and Investment Partnership, TTIP), entre los Estados Unidos y la Unión Europea87. Tal como sugiere el resultado del modelo de votos importantes en cuanto a la dirección de la variable ALC 88, los países socios sólo responden a la expectativa en los votos que Estados Unidos considera importantes. Entonces, el voto de un país socio se vuelve selectivo conforme pasa el tiempo -entre más tiempo, menor afinidad y viceversa-, mayormente vinculado a su interés nacional y los objetivos de su política exterior, como lo señalan Russell y Tokotitlan (2011). Si la fuerza de afinidad con los ALC se va desvaneciendo con el tiempo, Estados Unidos tiene otros mecanismos para generar convergencia con su política exterior, ahí radica la importancia del resultado que arroja la variable de control ayuda total. En el caso de México se tuvo una relación positiva, una estrategia de alineamiento en la década de los noventa. Pasados los años, hay un acompañamiento selectivo con la posición de Estados Unidos, cuidando que el interés nacional de México no se vea afectado. Un ejemplo claro de este resultado es la posición de México como miembro No Permanente en el Consejo de Seguridad en 2003. En el extremo contrario se encuentra Brasil, presenta menor dependencia comercial ni tiene un ALC, por lo que su posición con respecto a Estados Unidos es selectiva en la cooperación y con mayor margen de maniobra en sus posiciones de política exterior. Un ejemplo de esta “posición limitada” –terminología empleada por Russell y Tokotitlan– fue la entrevista realizada al Ministro Amorim en la revista Época en diciembre de 2006; El ALCA no es una forma de negociación adecuada para Brasil. En el futuro, una posible negociación tendrá que 87 El 8 de julio del 2013 se inicia la primera ronda de negociaciones del TTIP en la Ciudad de Washington, Ver el discurso del Representante de Comercio de los Estados Unidos, Michael Froman:http://www.ustr.gov/about-us/press-office/speeches/transcripts/2013/july/amb-fromanttip-opening-plenary 88 Es necesario en futuras investigaciones refinar la forma en cómo se miden los votos importantes y analizar si se mantiene su significancia y dirección. 100 realizarse entre el Mercosur y los Estados Unidos" (ver Ministério das Relações Exteriores, 2008b, p. 262). En el siguiente capítulo se analiza a México, como estudio de caso y a Brasil como análisis espejo. Se retoman los resultados aquí presentados al utilizar como evidencias las entrevistas realizadas a algunos actores clave en la formulación de la política exterior de México durante el periodo de estudio. También se utilizan fuentes secundarias para relatar algunos pasajes en la política exterior de México que pudieran ser atribuibles a la dependencia de su comercio con Estados Unidos como producto del ALC con Estados Unidos y Canadá. 101 CAPÍTULO IV ESTUDIO DE CASO DE LA RELACIÓN COMERCIAL ASIMÉTRICA ENTRE MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS CON REFERENCIAS A BRASIL. ¿TENDENCIA DE AFINIDAD EN POLÍTICA EXTERIOR? En este capítulo se analizan las conclusiones encontradas para América Latina en el capítulo III, pero ahora se centra el estudio en el caso México y el espejo Brasil. Los resultados para la región sugieren que, los países que votan más cercanamente a la posición de Estados Unidos son los que dependen del comercio con ese mercado. Se encontraron diferencias en la afinidad en política exterior si el país tiene o no un ALC. De acuerdo con los hallazgos, los países que no tienen un ALC convergen con la posición estadounidense en la generalidad de los temas mientras que los socios comerciales presentan mayor afinidad en los temas que interesan a la política de Estados Unidos. Se muestra una tendencia de menor afinidad conforme pasa el tiempo, lo que indica que la convergencia será cada vez más selectiva de acuerdo al interés nacional de cada país expresada en su política exterior. Se analiza el estudio de caso a partir de entrevistas, documentos y bibliografía secundaria para probar nuevamente si es posible encontrar la tendencia sugerida en el capítulo anterior. Es decir, si un país que presenta una dependencia comercial intensificada por un ALC: México, y otro país que tiene diversificación en sus mercados de origen y destino, sin depender del mercado de Estados Unidos y además no tiene un ALC: Brasil, presenta mayor o menor convergencia con las posiciones estadounidenses en política exterior en el ámbito internacional de acuerdo a las variables anteriormente señaladas. Con este propósito se desarrollan tres apartados. En el primero se analiza la política comercial de México como proyecto político con referencias a Brasil. Para México, el TLCAN es un proyecto político y económico que consolidaría la estrategia de desarrollo del país iniciado a mediados de la 102 década de los ochenta. Como instrumento político, el acuerdo presentó diversos objetivos para los que tomaron las decisiones en política interna de aquel entonces, para ello, se analizan ejemplos disponibles en la literatura y se incorporan entrevistas realizadas a servidores públicos, diplomáticos y académicos. En esta misma sección se presentan las características de la política comercial brasileña, al marcar los cambios y continuidades en los gobiernos de Fernando Henrique Cardoso y Luiz Inácio Lula da Silva. En el segundo, se discute el interés por parte del gobierno mexicano en presentar afinidad con la política exterior de Estados Unidos en dos momentos: el primero, caracterizado por presentar una mayor convergencia en política exterior durante el proceso de negociación y ratificación del TLCAN y, el segundo, donde la afinidad en política exterior presenta un apoyo selectivo a los temas de interés estadounidense, vinculado al interés nacional de México. Del mismo modo, en esta sección se hacen explícitas las diferencias y similitudes que presenta México y Brasil en la conducción de su política exterior como producto de sus relaciones comerciales. Finalmente en la tercera sección, se presentan las conclusiones del capítulo. 4.1. La política comercial de México: instrumento político como estrategia para el desarrollo La situación de México tras la crisis financiera de 1982 generó cambios en la política económica, comercial y exterior que había imperado hasta ese tiempo. De acuerdo con Carlos Rico, la administración de Miguel de Madrid tendría una “pérdida significativa en el margen de maniobra que en principio, le habían dado al país los recursos petroleros y la vulnerabilidad creciente a los desarrollos que pudieran plantearse en el entorno internacional” (2010, p. 115). Dentro de las políticas implementadas para estabilizar la economía mexicana se encontraba uno de los pilares fundamentales: la reorientación de México en su inserción en la economía internacional, así como su política comercial. Con ello se inicia el proceso de apertura unilateral y su posterior incorporación al Acuerdo General 103 sobre Aranceles y Comercio, (GATT, por sus siglas en inglés) 89. Años después, el TLCAN significó la consolidación del proyecto económico y la garantía de su continuidad más allá de la administración de Salinas de Gortari. Sin embargo, como se ha desarrollado en el capítulo II, entre los efectos (negativos) del TLCAN, está la cada vez mayor concentración del comercio con la economía estadounidense90. Esto significó, al menos temporalmente, la búsqueda de nuevos mercados para los productos mexicanos (Lustig, 1998; Florencio y Nolan, en prensa; Ortiz Mena 2004, 2008). De ello se derivó, a finales de la década del noventa, una apuesta por la diversificación de los mercados a través de ALC con diferentes países en el mundo91. En la tabla 4.1. se presentan las continuidades y diferencias de las estrategias de política comercial durante las administraciones de Carlos Salinas de Gortari (1989-1994), Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) y Vicente Fox (2000-2006). 89 Manuel Tello, negociador del Protocolo de Adhesión de México al GATT en su segundo intento y primer representante de México en ese organismo, en conversación con Covarrubias y Muñoz (2007) en la colección de Historia Oral de la Diplomacia Mexicana de la SRE, establece que México no entró al GATT en 1948 “porque se decidió que no, que nosotros no jugábamos con esas reglas de abrirnos, y con el presidente De la Madrid pues sí; la decisión que se adoptó desde el inicio de su gobierno de concluir la negociación se hizo” (Covarrubias y Muñoz, 2007, p. 87). En efecto, ya se había realizado una primera negociación para la adhesión de México a la Organización durante la presidencia de López Portillo, pero el intento no prosperó porque “había mucha división en el gobierno de si convenía o no que México ingresa al GATT” (op. cit., pp. 85-86). Cuando Miguel de la Madrid fue electo, se adopta la decisión de volver a las negociaciones. Ésta la llevó a cabo Alejandro de la Peña y Manuel Tello. “Cada vez que se presentaba la oportunidad [Arthur Dunkel, Director General del GATT que había vivido la experiencia con México en el primer intento a finales de los setenta] siempre me decía: ‘Pero ahora sí va en serio Manuel…’ A lo que yo respondía: ‘Esto es una decisión del presidente ya consultada con su gabinete’” (op. cit., p. 87). Las negociaciones concluyeron antes de que empezara la Ronda de Uruguay en Punta del Este, en el tiempo que deseaba el presidente De la Madrid, para que le permitiera participar al país como un miembro con plenos derechos desde el inicio de las negociaciones (op. cit., p. 86). 90 Este argumento se desarrolla con mayor amplitud en el capítulo II en la sección 2.1.3. La relación comercial de Estados Unidos con Brasil y México y 2.1.4. Dependencia de Brasil y México al comercio con Estados Unidos. Ver. pp. 45-51. 91 Jaime Serra sostiene que el proceso de apertura de México tiene cuatro eventos clave: el ingreso al GATT (1986), la introducción del Pacto de Solidaridad Económica (1987), el TLCAN (1994) y la introducción de otros Tratados de Libre Comercio con especial referencia al TLCUE (2010, p.178). 104 Tabla 4.1. Estrategias de negociación comercial de México, 1989-2006 Estrategia de Negociación Comercial Multilateral América del Norte Gobierno de Carlos Salinas GATT/OMC Gobierno de Ernesto Zedillo Gobierno de Vicente Fox OMC Negociaciones en Ronda Doha OMC. Cumbre Ministerial, Cancún, 2003 G-20 agricultura TLCAN ALCA ALC: Regionales y bilaterales TLC México-Colombia TLC México- Costa Rica TLC México-Unión Europea TLC México-Nicaragua TLC México-Chile (ACE 41) TLC México-Israel TLC México-Triángulo del Norte (Salvador, Guatemala y Honduras) TLC México-AELC (Suiza, Liechtenstein, Noruega e Islandia) ALCA TLC México-Uruguay TLC México-Japón TLC México-Perú TLC MéxicoCentroamérica Fuente: Elaboración propia en base a: Secretaría de Economía, México. En: http://www.economia.gob.mx/comunidad-negocios/comercio-exterior/tlc-acuerdos Accedido 28 de diciembre 2012. Y al Sistema de Información Sobre Comercio Exterior, Organización de Estados Americanos. En: http://www.sice.oas.org/ctyindex/USA/USAAgreements_s.asp En esta sección se desarrollan algunos aspectos de la política comercial de México: por un lado, su continuidad como instrumento para el desarrollo económico y por el otro, un cambio de énfasis hacia un mayor entendimiento en política exterior con Estados Unidos (Pellicer, 2008, p. 211). 4.1.1. De la crisis económica a la política de estabilización: el papel de la política comercial La crisis de la deuda significó el fin del modelo proteccionista e intervencionista del Estado y se inició el proceso de la apertura unilateral del mercado al comercio internacional y de desgravación arancelaria92. La política de “cambio estructural” que fue implementada bajo la administración de Miguel de la Madrid estaba acorde con los requerimientos establecidos por el Fondo Monetario Internacional. Entre los objetivos para la estabilización económica se encontraba la redefinición del papel del Estado, disminución del déficit fiscal y el 92 Para una revisión detallada de la desgravación arancelaria en México a partir del cambio de política comercial ver: Ortiz Mena (2004). 105 desequilibrio externo, control de la inflación, inserción en la economía mundial a través de la ampliación de las relaciones comerciales y la promoción de exportaciones no petroleras y otros sectores como el turístico (Rico, 2010, p. 118). La liberalización unilateral fue acompañada por la entrada de México al GATT el 24 de agosto de 1986 93 y el Pacto de Solidaridad Económica en 198794. De esta forma se da inicio el proceso de apertura comercial de México con lo que se buscaba, en opinión del Dr. José Romero: […] hacer más eficiente el sistema productivo. Eficiencia quiere decir producir más con los recursos que se tienen para aumentar el valor de la producción. Que México se especializara en lo que valía más a nivel internacional e importara lo que valía menos a nivel internacional, eso maximizaría el ingreso […] era la época del Consenso de Washington, entonces con eso, sin pruebas teóricas o empíricas, se pensaba que iba a aumentar la tasa del crecimiento del país, pero la teoría del comercio sólo dice que es el cambio de una sola vez y si hay pleno empleo (entrevista julio de 2012). 93 En 1979 el gobierno mexicano decide iniciar pláticas con el GATT para una eventual entrada. En aquella ocasión, el primer intento no fue exitoso, principalmente porque no existía consenso dentro y fuera de la administración de López Portillo sobre el tipo de política económica que debía seguir el país, “se habían enfrentado dos escuelas de pensamiento económico que tenían diferencias profundas con respecto a los temas tan importantes para la reestructuración económica” (Rico, 2010, p.157). Algunos sectores académicos, críticos ante aquella medida, tenían una clara conciencia del creciente poder de los tecnócratas en los puestos de toma de decisiones y el posible impacto que tendrían en el cambio de la política económica y comercial (Gourevitch, 2005). A este respecto, Cordera, Ruiz y Ruiz (1979) son muy claros cuando sostienen que: “la decisión de entrar en negociaciones con el GATT, cualesquiera que sean las modalidades que éstas tengan, es el resultado de la insistente promoción realizada por grupos de la tecnocracia estatal que frente a las distorsiones características del desarrollo industrial de México, han optado por una política de liberalización del comercio exterior, aduciendo que a través de ésta, México podrá convertirse más o menos pronto en una potencia exportadora”. Y no estaban equivocados, en la siguiente administración los puestos más importantes del poder político en México estaban ocupados por aquellos que se habían pronunciado a favor en 1979. Por lo que la entrada al GATT en 1986 fue una decisión “natural” y se confirmaba la tendencia de la política económica y comercial que se desarrollaría en México y que prevale hasta a la fecha. 94 El Pacto de Solidaridad Económica fue firmado por distintos sectores productivos del país y el gobierno mexicano el 15 de diciembre de 1987. El objetivo era evitar que el país cayera en una situación de hiperinflación. Para ello se acordaron cuatro puntos: disminuir el gasto público, ajustar los salarios, precios y tarifas del sector público, devaluar la moneda en un 22% y realizar ajustes de la paridad cambiaria (http://migueldelamadridhurtado.com/pacto.htlm). En cuanto a la política comercial se estableció un arancel máximo de 20% en prácticamente todos los sectores (Serra, 2010, p. 179). 106 Los posibles efectos esperados con la liberalización comercial dieron como resultado un clima favorable para plantear la mayor profundización de la liberalización mediante la búsqueda de un acuerdo comercial con Estados Unidos. La decisión política de iniciar pláticas para la negociación de un acuerdo de libre comercio respondía por un lado, al fin de la estrategia de la administración de Salinas de Gortari en intentar diversificar los mercados y reducir la creciente dependencia comercial con Estados Unidos y, sacar el mayor provecho posible de la vecindad (Ortiz Mena, 2008, p.127)95 garantizando así el acceso seguro al mercado estadounidense (Vega Cánovas, 2009, p. 196); y por el otro, profundizar los cambios estructurales iniciados en la administración anterior a partir de una “nueva estrategia de desarrollo: crecimiento sin inflación y con equidad” (Salinas, 1988). Durante su campaña a la presidencia de la República, en un discurso pronunciado en San Pedro Garza García el 19 de mayo de 1988, Salinas de Gortari ya delineaba el que sería su proyecto de política económica y comercial: inversión privada, exportaciones no petroleras, inversión pública en infraestructura y expansión del mercado interno: Consolidaremos la apertura de nuestro comercio con el exterior y promoveremos la inversión extranjera directa. La apertura de la economía a la competencia externa es un hecho irreversible. Sólo se harán los ajustes particulares que dicten las circunstancias. Se mantendrá un tipo de cambio realista que otorgue un grado de protección adecuado a los productores nacionales. El éxito empresarial dejará de depender de rentas derivadas de la protección excesiva, de subsidios injustificados o de salarios inadecuados, y se basará, como los propósitos de los empresarios lo han propuesto, en la productividad y la capacidad para organizar la producción y el comercio. Para ello se crearán condiciones de infraestructura, acceso a insumos, disponibilidad tecnológica, regulaciones simples, carga tributaria y crédito en términos similares a los que prevalecen en el exterior (Salinas, 1988, pp. 114115). 95 Ver Salinas (2000) específicamente la Parte 1 “La construcción del Tratado de Libre Comercio de América del Norte”. 107 El nuevo proyecto económico implicó el fin de la defensa del modelo de desarrollo identificado con la soberanía nacional (Herrera y Santa Cruz, 2011, p.297) por la consolidación de la apertura económica y las reformas implementadas en México vinculadas a la política neoliberal impulsada por los organismos financieros internacionales y por Estados Unidos (Woods, 2005). Entonces, se aceptó abiertamente la estrecha vinculación económica y comercial con Estados Unidos. El paso de enemigo, a socio comercial (FitzGerald, 1999). Una relación del conflicto a la cooperación (Garza Elizondo, 1994): Se termina por aceptar la realidad, digamos, que existía un proceso de integración de facto entre México y Estados Unidos. Entonces, se termina aceptando una realidad y rompiendo con muchos mitos del nacionalismo mexicano […] Desde el control del gobierno, él [presidente Salinas] toma la decisión de acercarse a Estados Unidos y convertirlo en un socio en lugar del enemigo histórico. Ese es un cambio de 180 grados (Entrevista con Arturo Borja, septiembre del 2012). México declaró su intención de iniciar pláticas en torno a un acuerdo comercial en febrero de 1990, un año después Canadá, quien ya tenía un ALC con Estados Unidos desde 1989, se suma a las negociaciones, iniciando así formalmente las negociaciones el 12 de Junio de 1991. En México, el tratado de libre comercio era considerado por el grupo de negociadores como un medio para lograr un fin, el proyecto económico que atraería mayores flujos de inversión y llevaría al desarrollo económico del país (SECOFI [diversos autores], 1991). Este objetivo se refleja claramente en el discurso que el presidente Salinas pronunció cuando se anunciaba el inicio de las negociaciones de los tres jefes de Estado en Querétaro el 5 de febrero de 1991 La única manera de que nuestra nación, con ya más de 82 millones de habitantes, recupere el indispensable crecimiento económico y en consecuencia genere los empleos que las nuevas generaciones están reclamando, es a través de la participación en los grandes centros de comercio y de intercambio con el mundo; con la globalización internacional, con la intensificación de la interrelación soberana entre las naciones; sabemos que sólo se alcanzan tasas elevadas y sostenidas de 108 crecimiento económico si se participa activamente en esos centros mundiales de comercio (citado en Blanco, 1991, p. 161). Se consideraba que uno de los principales fines del acuerdo era establecer un clima de mayor estabilidad y confianza, hacer más explicito y de larga duración a todos aquellos acuerdos y convenios anteriormente firmados entre ambos países96. Se adoptaba la modalidad de un tratado de libre comercio a medida que “preservaría la soberanía política y económica del país y dejaría a México en libertad de fijar su política comercial con el resto del mundo” (Blanco, 1991, p. 158)97. Es decir, la modalidad de un ALC le permitiría a México “mantener el control y manejar con autonomía importantes aspectos de la política económica internacional” (Vega Cánovas, 2009, p. 188), lo que le ha hecho posible negociar diferentes ALC y optar, con poco éxito, por la diversificación de mercados. El TLCAN fue considerado por el gobierno mexicano como el acceso a la economía más importante de las exportaciones mexicanas, el impulso necesario para promover el desarrollo económico a través de la inversión y el comercio (Senado de la República, 2000a, p.42) y un instrumento político para consolidar la liberalización que se había iniciado unilateralmente y sin reciprocidad con la entrada del GATT y que se materializaría con el TLCAN. “Era un medio de ‘encierro’ de la política macroeconómica mexicana y así se garantizaba la confianza de los inversores nacionales y extranjeros requeridos para aplicaciones industriales la modernización” (FitzGerald, 1999, p.102). Entonces, entre las razones económicas de firmar un TLC con Estados Unidos y Canadá se encontraba el proyecto de modernización del país: 96 Los acuerdos que se tenían con Estados Unidos eran: Convenio de productos textiles (1975), Entendimiento Bilateral en Materia de Subsidios y Derechos Compensatorios (1985), Convenio sobre productos siderúrgicos (1984), Entendimiento sobre Consultas en materia de Comercio e Inversión (1987), Entendimiento para Facilitar el Comercio y la Inversión (1989). 97 Resulta sugerente la cita de Blanco, dado que la modalidad de un TLC proporcionaba la libertad de los países miembros del acuerdo en fijar su propia política económica, política y comercial con el resto del mundo, lo que no podría ser posible si se negociaba la modalidad de Mercado Común. Sin embargo, México al hacer uso de esa libertad, ha optado por la convergencia de su política económica y comercial con la de Estados Unidos. 109 […] creo que el presidente Salinas tenía muy clara esa visión de modernización primero económica, más que política, su modernización era por el lado económico para atraer inversión, crear empleos, desarrollo. Yo creo que sí tenía una visión de desarrollo del país. Definitivamente […] sí había una visión de su parte, de que el TLCAN era un instrumento que iba a favorecer el proyecto de desarrollo económico de México. Puedes o no puedes estar de acuerdo con el proyecto. Pero él sí tenía un proyecto. Y es sobre ese proyecto que seguimos viviendo hoy (Entrevista Mtra. Luz María de la Mora, 17 de septiembre de 2012). El TLCAN implicó para México un giro en su política exterior al establecer una relación formal y de largo plazo en la cooperación económica con Estados Unidos y Canadá, aunque, bajo la modalidad de un ALC no se involucraba ceder parte de la soberanía, sobre todo, en el manejo de su política económica internacional, por lo que se mantuvo cierto grado de independencia relativa en el manejo de la política comercial. De acuerdo con Vega Cánovas, “la fórmula negociadora y la estructura del Acuerdo revelan la intención de México en resguardar aspectos importantes en asegurar la independencia relativa, para llevar a cabo relaciones económicas con terceros países” 98 (2009, p. 188). Además, la estructura del acuerdo comercial y los compromisos que se adquirieron permitieron a los tres países excluir ciertos sectores o industrias consideradas sensibles o no aptas para la negociación. […] porque toda negociación es un quid pro cuo, un algo a través de otra cosa. Y nadie pretende que va a salir ganando en todo lo que aspira a ganar. Tienen que ceder en algo. Obviamente México tuvo que “sacrificar” [entre comillas] cosas donde a lo mejor no era conveniente hecho concesiones pues a cambio de lograr algo que a los americanos les interesaba. Sin embargo, yo me atrevo a creer que en lo fundamental, México se mantuvo sobre los ejes en los que venía llevando su política interna e internacional. Y lo ejemplificaría con el caso de la negociación del capítulo de energía que es el capítulo sexto del Tratado de Libre Comercio. (Entrevista con José Treviño, 15 de noviembre del 2012) 98 Aunque, como bien señala Vega Cánovas la decisión de un ALC no fue exclusiva de México, respondía a los intereses de los tres países que, por diferentes razones, consideraron que un acuerdo comercial no implicaría la cesión de su soberanía, como lo sería con otros esquemas de integración (2009, pp. 203-204). Para conocer la discusión sobre ALC y Mercado Común en México durante el proceso de negociación del TLCAN. Ver Vega Cánovas (1993; 1994b). 110 En el caso de México, un sector en el que no se estaba dispuesto a incluirse en la negociación fue el energético, específicamente el petróleo, aunque se hicieron algunas concesiones en este sector como los IIP (productores independientes de energía) para avanzar en la negociación del Acuerdo. Tal como señala en entrevista con José Treviño: México puso muy claros cuáles eran sus límites, sus limitaciones, hasta dónde podía avanzar y hasta dónde no y, obviamente que costó mucho trabajo convencer a nuestra contraparte norteamericana de eso […] pero a la postre México logró preservar la inviolabilidad del Art. 27 pero sí tuvo que hacer algunas concesiones. Y las concesiones fueron las que entraron en funcionamiento de inmediato que son los independent power producers, (los IPPs) que se les permitiría el que compañías privadas pudiesen intervenir en la generación de electricidad que le venderían a CFE para que ésta fuera el distribuidor, de acuerdo con la ley de electricidad en el país. Pero se permitiría que ciertas empresas pudiesen establecer sus propias plantas de generación para surtir sus necesidades de electricidad, no estar dependiendo de CFE y los excedentes vendérselos a CFE. Esa figura del independent power producers fue una concesión de México en la negociación (Entrevista con José Treviño, 15 de noviembre del 2012). México, en efecto, estaba dispuesto a negociar y abierto a realizar concesiones y con relación al sector energético se acordó una importante apertura. Pero estaban claros los límites a los que podía llegar el equipo negociador en química, petroquímica y energía: tres sectores considerados relevantes para el desarrollo económico del país (Senado de la República, 2000b, pp. 160, 184185). Durante el proceso de negociación, como se señala en la entrevista con el Lic. Treviño, los estadounidenses buscaban obtener los derechos de propiedad sobre los recursos del subsuelo o la garantía del suministro. Sin embargo, “el presidente Salinas, a pesar de toda su visión […] de ser muy amplia no llegaba a tanto. Hubiera sido demasiado. Para él y para el equipo que estaba detrás de él […] yo creo que en materia de energía él dijo, hasta aquí podemos llegar y no pasa de aquí” (Entrevista con José Treviño, 15 de noviembre del 2012). Lo que México no estaba dispuesto a negociar y no negoció fueron los contratos de riesgo en exploración y explotación, la inversión extranjera en petroquímica 111 básica, la garantía de suministro o seguridad de abasto, las ventas al menudeo y la liberalización del comercio exterior del petróleo crudo, gas natural y petrolíferos (Cardero, 1996, p. 126). Si México estaba dispuesto a realizar ciertas concesiones en este sector de alto interés estadounidense y de relevancia para el mexicano, fue porque había expectativas positivas del TLCAN al interior de país, así como en otros países en desarrollo, en especial en América del Sur, en tanto que el ALC era el primero que era negociado entre economías de distinto nivel de desarrollo y era un potencial acceso estable a una economía como la estadounidense (Weintraub, 1998; Shadlen, 2008). En teoría, se esperaba que los efectos fueran positivos para México, la economía de menor desarrollo. Un gran número de evaluaciones sobre los impactos económicos y comerciales se desarrollaron antes, durante y después del acuerdo sobre las posibles ganancias y pérdidas por negociar un ALC con Estados Unidos99. En general, los resultados económicos y comerciales sugerían que los posible efectos del TLCAN eran modestos en la creación de comercio, por un lado, debido a que México ya había reducido sus aranceles de manera significativa con la entrada al GATT y, en promedio, la mitad de las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos estaban exentas de aranceles y el resto tenía un arancel en promedio menor al 4%100 y, por el otro, poco efecto de desviación de comercio (Krueger, 1999). Se hacía un Tratado de Libre Comercio, Tratado para México y Acuerdo para Estados Unidos […] iba a implicar que era un Tratado aprobado por el presidente y el Congreso mexicano e iba a ser muy difícil cambiar en el futuro porque se iba a tener que lograr esa mayoría otra vez para lograrlo. Entonces eso daría certidumbre a la inversión de que no se iban a modificar 99 Existe un vasto número de análisis abocados al estudio de los efectos económicos y comerciales que rebasan el propósito de esta sección. Sin embargo, alguno de ellos son: Bulmer-Thomas, Craske y Serrano (eds.) (1994); Tornell y Esquivel (1997); Senado de la República (2000a) y (2000b) 100 La referencia es tomada del artículo de opinión El Tratado, modesto y bronco de Jorge G. Castañeda en la Revista Proceso. Se cita este texto a propósito del debate sobre los efectos del Tratado en México y Estados Unidos. Resulta interesante el argumento del autor dado que es una postura crítica al ALC sobre sus posibles efectos “modestos” en la creación de comercio. El autor sería Secretario de Relaciones Exteriores durante la primera mitad del primer gobierno de alternancia en México, el cual se caracterizó por plantear la reactivación de la política exterior con una postura muy cercana a la política de Estados Unidos (1991, p.32). 112 las reglas del juego. Entonces, de hecho era un acuerdo para traer más inversión, no para comerciar, porque ya estaba abierto el mercado (Entrevista Dr. Romero, julio de 2012). Justamente lo que se esperaba, al menos del lado mexicano, eran mayores flujos de inversión extranjera directa porque existía un creciente reconocimiento de que México no podría generar crecimiento económico sólo con la liberalización comercial, sino que era necesario atraer inversiones y el TLCAN era un medio para lograr ese fin. Aunque, como se demostró en el capítulo II101, la expectativa no se tradujo en realidad. 4.1.2. De la concentración a la diversificación fallida de los mercados Las relaciones económicas entre México y Estados Unidos se han profundizado considerablemente para la economía mexicana. Ortiz Mena (2008) describe esta relación como de interdependencia asimétrica102. En efecto, como se desarrolló en el capítulo II el peso que tiene en México el comercio de Estados Unidos es por mucho de menores proporciones que viceversa 103. Esto ha traído como consecuencia que la economía mexicana sea más sensible a los ciclos económicos estadounidenses, poniéndolo en una posición de vulnerabilidad. La alta dependencia mexicana, derivada de su intensa vinculación con la estadounidense a partir de las reformas y de la instauración del TLCAN es evidente e implica que cuando esta economía crece, lo hace también la mexicana y, cuando la economía estadounidense se encuentra en crisis, la mexicana así también. Porque, “no es lo mismo tener el comercio concentrado con un socio cuando el comercio pesa poco en comparación con el resto de la economía, que cuando el comercio representa” alrededor del 60% del PIB (en el 2010)104 (Ortíz Mena, 2008, p.132). 101 Ver capítulo II, sección 2.2.2. Inversión Directa, p. 56. Se entiende por interdependencia asimétrica a la conceptualización de Keohane y Nye (1988). Ver capítulo I p. 29 y siguientes. 103 Ver en mayor detalle capítulo II, índice de penetración de mercados, p. 46. 104 Ver cuadro 2.1. Coeficiente Externo de las Economías. 1960-2011, del Capítulo II, p. 38. 102 113 El aspecto que se considera es el elevado o intenso grado de dependencia de un solo mercado o de un solo tipo de productos que caracteriza la inserción de México en el mundo 105. Es decir, las exportaciones hacia los Estados Unidos y sus importaciones desde ese país como proporción del PIB mexicano es varias veces superior. Durante el periodo 1980-2011, la tasa de crecimiento de las exportaciones mexicanas es del 3.7% y la de las importaciones del 7.9%. Los porcentajes se incrementan si consideramos el periodo post-TLCAN (1994-2011) donde la tasa de crecimiento de exportaciones es del 4.1% y la de importaciones corresponde al 9.0%106, respectivamente. Lo anterior sugiere que México importa más de lo que exporta. Y esto es posible porque, así como la política comercial es un instrumento de política macroeconómica, también es una herramienta para impulsar la competitividad del país a través del acceso de insumos importados a precios bajos que son utilizados en el sector de manufacturas. Por ejemplo, en el 2010, “más de ¾ de los insumos importados fueron para el sector manufacturero” (De la Mora, 2011, p. 4). Ante la creciente dependencia y vulnerabilidad de la economía mexicana a la política comercial de Estados Unidos, el gobierno mexicano ha mantenido una política de apertura de mercados en el marco multilateral, igualmente ha optado por una política de diversificación de mercados con una intensa agenda de negociación de Tratados de Libre Comercio desde mediados de la década de los noventa. Actualmente, el país cuenta con 12 TLC con 44 países 107: 28 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRI) y 9 acuerdos de comercio (Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial) en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) (Secretaría de Economía, 2012). Y a pesar de que se ha 105 Hasta mediados de la década de los ochenta, las exportaciones mexicanas se concentraban mayoritariamente en el sector petrolero. Esto ha sufrido modificación, ahora las exportaciones mexicanas se concentran en el sector de manufacturas. 106 Ver cuadro 2.4. Tasas de crecimiento importaciones y exportaciones de Brasil y México al Mundo del Capítulo II, p. 44. 107 Ver Cuadro A 2.2. Acuerdos de Libre Comercio de México, 1992-2012 del Anexo. 114 incrementado el intercambio comercial con los países socios 108, no se ha revertido la importancia del mercado de Estados Unidos para el comercio y la economía mexicana. Como en todo acuerdo comercial existen ganadores y perdedores dentro del Acuerdo y al interior de los países. México no es la excepción. Esto hace posible comprender el por qué se continúa con la política de apertura comercial y de negociación de acuerdos comerciales hasta la fecha, a pesar de pérdidas en sectores sensibles para la economía, por ejemplo: pequeños y medianos productores del sector agrícola. La estabilidad de la política mexicana ha hecho posible la continuidad del modelo económico neoliberal. A partir del TLCAN, en las cuatro siguientes administraciones, sin importar el signo partidista; Ernesto Zedillo Ponce de León (PRI), Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa (PAN) y el regreso del PRI a la presidencia con Enrique Peña Nieto, se puede apreciar la continuidad y vigencia de dicha política 109. En efecto, la continuidad del modelo de libre mercado ha sido una decisión política del gobierno mexicano. Y como tal, se han utilizado diversos instrumentos macroeconómicos que buscan colocar a la economía mexicana en una situación de competencia internacional. La convergencia con Estados Unidos en políticas macroeconómicas y de política arancelaria han sido algunos de los instrumentos empleados. Por ejemplo: convergencia en la inflación y el manejo de la tasa de interés o la convergencia arancelaria a través de negociaciones del ALC. 108 De la Mora (2011) sustenta, a partir de datos del Banco México, el crecimiento de las tasas de comercio con los países socios. En todos los TLC suscritos por México se han presentado tasas positivas de crecimiento. Por ejemplo, desde la entrada en vigor del TLC ColombiaMéxico, las exportaciones mexicanas han crecido 12 veces, con el TLC Chile-México han crecido las exportaciones 9 veces y con Uruguay 6 veces, ver p. 5. 109 A este respecto, de acuerdo con lo señalado por la Secretaría de Economía, la actual administración tiene cinco “agendas estratégicas”, todas ellas vinculadas con la continuidad del proyecto de apertura comercial: “(1) Optimización de la red existente de acuerdos comerciales; (2) Negociación de nuevos acuerdos; (3) Convergencia de Tratados; (4) Fortalecimiento del sistema multilateral del comercio; (5) Defensa legal de los intereses comerciales de México” (Secretaría de Economía, 2012). 115 4.1.3 Política comercial de Brasil y su vinculación con la política exterior: apuntes sobre las diferencias con el caso mexicano La política comercial de Brasil se caracteriza desde la década de los noventa por una continuidad en su estrategia política y económica (Da Motta y Ventura Dias, 2004; Fishlow, 2004, p. 288), a partir de la liberalización gradual de su mercado durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (FHC) (19952002) y su permanencia, con algunas diferencias, en el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) (Florencio y Nolan, en prensa). El primero, con una política de autonomía para la integración (Vigevani y Fernandes de Olivera, 2007; Machado, 2012) y el segundo, con la política de autonomía para la diversificación (Vigevani y Cepaluni, 2007; Machado, 2012), más adelante se profundizarán las características de ambas. Como se expuso en el capítulo II, Brasil es uno de los países más cerrados de América Latina. En la década de los ochenta, tanto México como Brasil presentaban coeficientes externos similares, 23.7 y 20.4 respectivamente110, en décadas posteriores, la diferencia en apertura es considerable entre un país y otro, en el 2010 Brasil presentó un coeficiente de apertura de 22.8 mientras que México de 61.7. Brasil no depende del comercio con Estados Unidos, la intensidad de su comercio se ha mantenido en constante disminución a partir de 1970, mientras que la mayor intensidad se presenta vía el Mercado Común del Sur (Mercosur). Lo que significa que Brasil tiene una mayor diversificación de mercados que México111. Durante el periodo de 1995 a 2010, la estrategia negociadora de Brasil se caracterizó por una combinación entre multilateralismo y regionalismo, este último en dos sentidos, por un lado la vinculación en América del Sur vía Mercosur y, por el otro, la negociación de acuerdos Sur-Sur (Fishlow, 2004). De acuerdo con Machado (2012), las estrategias de la política comercial de 110 111 Ver cuadro núm. 2.1. Coeficiente Externo de las Economías.1960-2011, p. 38. Ver cuadro A 4 del anexo Índice de intensidad de comercio, 1965-2009. 116 Brasil están altamente relacionadas con “la estructura más general de la política exterior del país, considerando los principios que guían sus Relaciones Internacionales” (p. 10) En este sentido, el multilateralismo es el espacio prioritario de la actuación de Brasil en el ámbito internacional en donde se “albergan tanto los aspectos políticos como económicos identificados por la política exterior como el espacio prioritario de actuación” (p. 11). Y la prioridad de la política exterior es defender los intereses nacionales en el campo de la regulación política del comercio internacional, es decir, en la OMC. Tal como establece Toro “los alcances de la política exterior descansan necesariamente sobre las bases o fundamentos económicos y políticos de cada país, es decir sobre su poder relativo” (2009, p. 217). Y el poder relativo de Brasil se expresa en su activa participación en el ámbito multilateral y en fortalecimiento de sus relaciones Sur-Sur. Al interior del país hubo dos grupos que influyeron en las estrategias de la actuación de Brasil en el ámbito internacional durante el periodo bajo análisis, (ver tabla 4.2.) Machado (2012) los identifica como: institucionalistas pragmáticos y autonomistas. Tabla 4.2. Estrategias de negociación comercial de Brasil, 1995-2010 Estrategia de Negociación Comercial Gobierno de FHC Gobierno de Lula OMC Agenda para el desarrollo. Ronda Doha América del Sur (MERCOSUR) Acuerdos de Complementación Económica entre Mercosur y Chile; Mercosur-Bolivia ALC fuera de América del Sur Negociaciones ALCA y Acuerdo MERCOSUR- Unión Europea Negociaciones en Ronda Doha, G-20 agricultura ALC con Ecuador, Perú, Venezuela y Colombia. Ingreso de Venezuela a la Unión Aduanera. Unión de Naciones del Suramericanas (UNASUR) MERCOSUR-Israel, MERCOSUR–India MERCOSUR-Egipto MERCOSUR-Unión Aduanera de África del Sur (SACU por sus siglas en inglés) Fuente: Machado (2012, pp. 20 y 28). 117 Los primeros, institucionalistas pragmáticos, tuvieron mayor presencia durante la administración de Fernando Henrique Cardoso, vinculada a la política para la integración. Su postura fue la defensa de una mayor inserción internacional del país para conseguir recursos externos que propiciaran mayor desarrollo económico. Con la participación activa en el ámbito multilateral, principalmente, en la Agenda para el Desarrollo en la Ronda Doha, la opción por el regionalismo fue por un lado, la integración de América del Sur con el fortalecimiento del Mercosur y por el otro, la negociación con países desarrollados en el marco de dos propuestas el ALCA y el Acuerdo Unión Europea-Mercosur. Los segundos, autonomistas vinculados a la política de autonomía para la diversificación, con mayor presencia durante el gobierno de Lula da Silva, su estrategia se basó en propiciar mayor autonomía e independencia externa para “conseguir el estatus internacional de potencia emergente” (Machado, 2012, p. 13). Para ello, su propuesta giraba en torno a tres estrategias: participación en la OMC, acuerdos regionales dentro de América del Sur y con países en desarrollo fuera de la región. 4.1.3.1. De la apertura unilateral a la política de autonomía para la integración (1995-2002) Durante el gobierno de Fernando Collor de Mello (1990-1992), la política comercial se modificó de una “economía cerrada” a la “apertura unilateral del mercado” con reducción arancelaria promedio que pasó de 30.5 en 1990 a 15.7 en 1992 (Florencio y Nolan, en prensa, p.17). Se dejaba atrás el paradigma de desarrollo tradicional del desarrollismo nacional sustentado en la política de sustitución de importaciones y se complementaba con un proceso de integración en América del Sur con la creación del Mercosur en 1991 entre Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay con la firma del Tratado de Asunción 112. 112 El Mercosur, es resultado de “la voluntad política […] a favor de un destino común” (Comunicado Mercosur, 2001, p. 2). Un proceso de integración de los Estados miembros. Dada la naturaleza del Tratado de Asunción, la constitución del mercado común es una decisión política que tiene consecuencias económicas y comerciales (Fishlow, 2004, pp. 288-289). 118 Después de 1993, la política comercial de Brasil se tornó más defensiva. El sucesor de Collor de Mello, Itamar Franco, retomó parte del proyecto desarrollista con un cambio fundamental, “las negociaciones comerciales servirán para ‘neutralizar’ los factores externos que podrían amenazar el desarrollo económico nacional y la consolidación de la capacidad industrial doméstica” (op. cit., pp. 18-19). Fue durante el gobierno de FHC, que existió al interior del país un ambiente propicio a favor de la transformación de la política exterior interesada en ampliar la participación y la integración del país al comercio mundial (Machado, 2012, p. 15). La política comercial se desarrolla a partir de tres caminos. El primero, en el ámbito multilateral se consideraba que Brasil podía desenvolverse bajo mejores condiciones para negociar y elaborar normas acorde a los intereses del país. En efecto, en la Cumbre Ministerial de la OMC en Seattle en 1999, Brasil tuvo una política de acercamiento con los países en desarrollo a el fin de evitar una nueva ronda de negociaciones si no se contemplaban las promesas no cumplidas de los países desarrollados, en áreas de interés primordial para los países en desarrollo, como la agricultura. Nuevamente en el 2001, en la Ronda Doha, Brasil fue un actor destacado en las negociaciones en torno a la reducción de los subsidios agrícolas por parte de los países de mayor desarrollo. Por otro lado, el regionalismo se desarrolló en dos vías complementarias. La primera, incentivar la integración con América del Sur vía el Mercosur, que también resultaba una política de contrapeso a la influencia de Estados Unidos en el comercio del país. Para FHC, “es necesario siempre mantener abiertas nuestras opciones […] no hay que limitarnos a asociaciones exclusivas o criterios reduccionistas de acción internacional. Debemos actuar en diferentes niveles, negociar con diversos socios y estar siempre presentes Implica la libre circulación de bienes, servicios y factores de producción; el establecimiento de un arancel externo común; la adopción de una política comercial común frente a países no miembros y, la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales (Tratado de Asunción, 1991, art. 1, p. 3). 119 en múltiples arenas” (citado en Vigevani y Olivera, 2007, p. 67) Por ello, “la prioridad de Brasil es la consolidación del Mercosur, porque no es sólo una esfera de integración en el corto plazo, es una plataforma que reforzará nuestros lazos con otros centros de la economía internacional” (ibid). En efecto, durante este periodo se promovió la firma de Acuerdos de Complementación Económica (ACE) entre los que se encuentran: el ACE Mercosur-Chile firmado el 25 de junio de 1996 y el ACE Mercosur-Bolivia que entró en vigor el 28 de febrero de 1997. La segunda fue la negociación dos acuerdos regionales con países desarrollados; el ALCA y el ALC Mercosur-Unión Europea. Las dinámicas en ambas negociaciones influenciaban una a la otra ya que se negociaban en paralelo. Brasil colocaba en la agenda de negociación los temas sensibles y controversiales vinculados a su interés nacional como los subsidios agrícolas. Si no había avance en la OMC, tampoco sucedía lo propio en la negociación de estos dos acuerdos, por lo que cada vez era más difícil las negociaciones comerciales. Al final del gobierno de Cardoso se observó mayor aproximación hacia los países en desarrollo (Machado, 2012). 4.1.3.2. Política de autonomía para la diversificación (2003-2010) En el 2003, el entonces presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva incorporó nuevos elementos a la política comercial modificando así el énfasis y la dirección de la agenda y la inserción internacional de Brasil, aunque mantuvo ciertas continuidades de la administración anterior. En un artículo titulado en Foreign Affairs, el mandatario delineó la política exterior del nuevo gobierno brasileño. Establecía la estrategia política y económica que llevaría a cabo en su gobierno. La política exterior sería un instrumento del cambio socio económico y político: La política exterior del gobierno democrático y popular que se inicia el 1 de enero de 2003 será un instrumento importante para hacer viable el programa de trasformaciones económicas, sociales y políticas que pretendemos poner en marcha en Brasil en los próximos años […] 120 iniciaremos cambios económicos, sociales y políticos […] para lograrlo, es necesario cambiar la posición de Brasil en el mundo (2003, pp. 2 y 4). En términos de continuidad, la política comercial mantiene como prioridad la participación de Brasil en el ámbito multilateral de comercio. Celso Amorim, entonces Ministro de Relaciones Exteriores, sostuvo en una conferencia en el Instituto Rio Branco que la participación activa de Brasil en la OMC está vinculada a la defensa del interés nacional. La participación de Brasil en la OMC estará guiada por la construcción de un sistema multilateral más equitativo, corrigiendo las distorsiones y reduciendo las restricciones que afectan nuestra capacidad de estimular políticas a favor del desarrollo. Implica una lucha, con gran determinación, en eliminar las barreras arancelarias y los subsidios y, balancear las reglas del juego […] Sabemos que el comercio puede ser muy efectivo en la creación de crecimiento económico. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de países desarrollados no reparan en mantener su propia idea de libre comercio y al mismo tiempo crear regulaciones a favor de sectores vulnerables como la agricultura, acero, textiles, precisamente en aquellos donde los países en desarrollo presentan ventajas comparativas. Y continúa Somos conscientes que […] la solución para el comercio agrícola se realizará a partir de las reglas en la OMC – con la eliminación de subsidios y una mayor disciplina respecto a la ayuda interna (Ministério das Relações Exteriores, 2008c, pp. 225-226) La postura del Ministro Amorim se contrasta con la participación del país, con destacado liderazgo, en las negociaciones del tema agrícola en la Agenda de Desarrollo en el marco de la Ronda Doha a favor de los países en desarrollo, así como los avances en la negociación con el G-20 que, junto con China e India en la Conferencia Ministerial de la OMC en Cancún, Quintana Roo en 2003 logró frustrar los objetivos de los países desarrollados en la Agenda de Doha sobre los productos agrícolas. El cambio de la política comercial se materializó a partir de una mayor vinculación con América del Sur y la ampliación de los ALC con países en 121 desarrollo. La política de fortalecimiento se expresó en la negociación de acuerdos comerciales con otras economías en desarrollo vía Mercosur, por ejemplo, el ALC con Perú en 2005, en 2007 con Israel, en 2008 con Chile. Los acuerdos firmados mas no ratificados durante este periodo se encuentra el ALC con la Unión Aduanera de África del Sur (SACU) en 2008-2009 y en 2010 el acuerdo con Egipto. También se firmaron Acuerdos Marco con India y Marruecos en 2010. Y su participación en otros esquemas de cooperación como IBSA (India, Brasil y Sudáfrica), BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) (Puyana y Rebollar, 2011, p. 190; García, 2011). De acuerdo con lo expuesto en esta sección, Brasil y México presentan diferencias en su inserción internacional a partir de la crisis de la deuda. La respuesta inicial fue de apertura unilateral de sus mercados, pero pronto la política comercial de Brasil se desmarca del rumbo, dando prioridad a la participación en el ámbito internacional de comercio y la búsqueda por el fortalecimiento de su autonomía frente a otros mercados, en especial de Estados Unidos mientras que México privilegió la opción de integración con el mercado de América del Norte. Entonces, las diferencias en la estrategia de la política comercial hacen posible los resultados actuales: por un lado, de dependencia del mercado mexicano a la economía de Estados Unidos y por el otro, la diversificación de mercados de Brasil. Como se explicó en el capítulo III, la dependencia comercial de un país a un mercado específico lo vuelve vulnerable no sólo de los ciclos económicos de éste, sino también, de apoyar sus intereses a nivel internacional. Por lo que se espera demostrar en la siguiente sección que Brasil tiene una mayor capacidad de maniobra en la promoción de su interés nacional a partir de su política exterior en diferentes ámbitos; multilateral, regional y bilateral. Se espera que su relación con Estados Unidos presente una serie de características vinculadas a lo que Tokatlian y Russell denominaron posición limitada: una relación donde se combina la colaboración y desacuerdo, convergencia y obstrucción, defensa y resistencia, de acuerdo al interés nacional de Brasil. En contra partida, la dependencia comercial de México hacia Estados Unidos lo hace más propenso a presentar 122 afinidad con las posiciones estadounidenses en el ámbito internacional en dos momentos: el primero, de alineamiento a los intereses estratégicos de Estados Unidos durante el proceso de negociación y ratificación del acuerdo y, en el segundo, de afinidad a la política estadounidense, caracterizada por acompañar selectivamente al socio comercial en dirección al interés nacional de México. A continuación se presenta evidencia cualitativa para llenar de contenido, a partir de entrevistas y cita de documentos, las tendencias a las que se han hecho referencia. 4.2. Convergencia en Política Exterior como producto de las Relaciones Comerciales Dependientes: México con análisis espejo a Brasil Como se desarrolló en el capítulo III, existen razones que permiten considerar que un país con alta dependencia comercial y con un ALC presente mayor afinidad con Estados Unidos en el ámbito internacional. Sin embargo, tal como se delineó al inicio de este capítulo, los resultados encontrados en el modelo sugieren que la afinidad en política exterior no se mantiene constante a lo largo del tiempo. Los países dependientes tienden a ser más afines a las posiciones de política exterior durante el proceso de negociación y ratificación de un acuerdo, mientras que se vuelven más selectivos en los temas en que apoyarán a Estados Unidos, pensando siempre en su interés nacional. Si el comercio exterior es un instrumento consistente y eficaz en la política exterior de Estados Unidos (mismo que se intensifica bajo relaciones asimétricas) los países dependientes ordenan sus preferencias a partir del cálculo de sus intereses y actúan en función de ellos. Aunque, como se sostuvo en el capítulo I, Estados Unidos emplea otros mecanismos para generar coaliciones o mantener la afinidad de países en los temas que le interesa en la política internacional (Voeten, 2004) a través de incentivos ya sea comerciales o económicos, por ejemplo, los ALC y la ayuda económica. Pero al final, son los países los que deciden converger o no en función de los intereses creados y compartidos recíprocamente con Estados Unidos. 123 Bajo el rubro de esta sección, se explica que la convergencia en política exterior con Estados Unidos no ha sido constante a lo largo de 19 años tras la firma del TLCAN. Los cambios en el interés nacional de México impactan positiva o negativamente en su posición en política exterior, presentado así una mayor o menor afinidad en temas de interés del socio comercial: Estados Unidos. Se puede sugerir que la convergencia en política exterior de México con Estados Unidos se expresa de dos momentos: el primero de mayor afinidad cuando se negocia y ratifica el TLCAN; el segundo, la afinidad se convierte en selectiva de acuerdo con los intereses de México. Además se compara con la posición de política exterior de Brasil durante este mismo periodo. 4.2.1. Negociación y ratificación de un ALC con Estados Unidos: mayor afinidad Los estudios que vinculan la política comercial con el cambio en la política exterior mexicana, en términos generales, se centran en aquellos que consideran que la conducta tradicional de la política exterior de México en el ámbito internacional se modificó implícita o explícitamente desde el TLCAN hacia la creación de intereses compartidos (Borja, 2012). Otros consideran que el cambio en política exterior no fue debido a la influencia del acuerdo sino por razones de política interna (Ortíz Mena, 2008), económicas y del desarrollo del país (Heredia, 1997; De la Mora, 2012; Gámez Vázquez, 2006). Vega Cánovas siguiere que “la estructura del Acuerdo revela la intención de México de resguardar aspectos importantes y asegurar independencia relativa, para llevar a cabo relaciones económicas con terceros países”, esto es, mantener la soberanía y cierto grado de independencia relativa de Estados Unidos113 (2009, p. 188). Ortíz Mena (2008), argumenta que existe una gran 113 Se entiende por política independiente a la conceptualización que propone Ojeda (2001), “significa la acción de no renunciar a la facultad de interpretar y juzgar los problemas internacionales con base en criterios propios. En última instancia, significa el esfuerzo para no verse obligado a actuar en contra de intereses nacionales claramente establecidos por la tradición como fundamentales […] para México la independencia relativa “significó no renunciar 124 dificultad en establecer si existe una relación causal, y no de coincidencia, entre el TLCAN y algunas decisiones de política exterior. En su estudio concluye que la alineación de México con Estados Unidos no se cumple a raíz de la dependencia comercial como producto del TLCAN, para el autor son los factores de política interna los que determinan en gran medida el comportamiento externo (p. 157). Otros, como Heredia (1997) sugieren que la decisión del gobierno mexicano en firmar el TLCAN fue la expresión y promoción de una reestructura de fondo en las relaciones internacionales de México. La autora argumenta que si no es posible realizar una causalidad lineal entre la reforma económica y la reestructuración de la política exterior, se concluye que “la posibilidad de reconciliar crecimiento económico con la maximización de la autonomía frente al exterior resulta cada vez más difícil debido a la pérdida de capacidad de los Estados por amortiguar los efectos de la interdependencia económica internacional” (1997, p. 99). Gámez Vázquez (2006) sugiere que el TLCAN es una estrategia de desarrollo económico que está por encima de la defensa de la soberanía nacional, principio fundamental de la política exterior. En aras de garantizar el acceso de las exportaciones del país al mercado de Estados Unidos y promover el ingreso de capitales del exterior, el giro de la política exterior es el resultado de la subordinación a la estrategia económica. Es cierto que los autores son convincentes en su argumentación y cada uno aporta elementos importantes que confluyen al debate en torno al tema, en este trabajo se sostiene que la política exterior de México sí se ha modificado a partir de su mayor vinculación a la economía con Estados Unidos y que ha sido intensificada a causa del acuerdo comercial. Pero que la afinidad con la política estadounidense en el ámbito internacional se puede advertir en dos momentos distintos: el primero, vinculado al proceso de negociación y ratificación del acuerdo donde el país presenta una mayor afinidad en la política exterior con a la facultad de juzgar conforme a criterios propios ciertos problemas internacionales que eran importantes, y que en tal acción se vio en la necesidad de disentir frecuentemente de la política norteamericana y de la actitud de la mayoría de otros estados americanos” (2001, pp. 16-17). 125 Estados Unidos y, el segundo, una afinidad selectiva de acuerdo al interés nacional de México, así como el balance de importancia que tenga el tema para la política estadounidense. La convergencia de la política mexicana es la expresión del resultado del balance de ambos intereses. Por razones de política interna y geográfica, la política exterior de México desde su independencia fue claramente defensiva, diseñada para “la preservación y la afirmación de la soberanía nacional” (Ojeda, 2001, p. 9). Ojeda sostiene que México se encuentra dentro de una realidad que no puede negar, la vecindad con Estados Unidos y la creciente dependencia económica con ese mercado lo hace encontrarse ante un dilema siempre presente en el diseño de la política exterior que es “el escoger -o conciliar- entre sus dos objetivos principales: mantener su línea antiintervencionista y no contravenir demasiado a los Estados Unidos” (Ojeada, 2001, p. 102). En efecto, la política aislacionista, defensiva y pasiva le permitió al país gozar de una política exterior relativamente independiente de Estados Unidos (si se le compara con sus pares de América Latina durante el periodo de la Guerra Fría), una “independencia” que no olvidaba “su compromiso de alineación con el bloque occidental, bajo el liderazgo de Estados Unidos” (Ojeda, 2001, p. 9, Citado en Toro, 2009, p. 211). Durante el periodo de la Guerra Fría hasta finales de la década de los setenta, los gobiernos priistas proporcionaron al gobierno estadounidense la estabilidad política necesaria para contener el comunismo. Además de que la economía mexicana estaba en expansión, por lo que era atractiva para la inversión extrajera. La política exterior fue de continuidad, sustentada en los principios de política exterior114 que, de acuerdo con Toro “la hacían altamente predecible 114 Los siete principios son una guía para el diseño y la conducción de la Política Exterior de México, mismos que se adecuan al contexto interno e internacional y son: la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de controversias, la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, la igualdad jurídica de los Estados, la cooperación internacional para el desarrollo, el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales (Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, Art. 89, Párrafo X). 126 para Washington” (2009, p. 212). Estados Unidos reconocía las ventajas de estabilidad política de México bajo el mandato del PRI. Mientras se mantuvieran estas condiciones, México podría gozar de una “relación especial” con Estados Unidos, por lo que creó “un círculo virtuoso en el que la estabilidad permitiría la independencia y la independencia alimentaría la estabilidad” (Ibid). En efecto, la posibilidad de que México pudiera disentir con Estados Unidos durante este periodo se debió -de acuerdo con Ojeda- a un entendimiento tácito: Los Estados Unidos reconocen y aceptan la necesidad de México a disentir de la política norteamericana en todo aquello que le resulte fundamental a México, aunque para los Estados Unidos sea importante, mas no fundamental. A cambio de ello México brinda su cooperación en todo aquello que siendo fundamental o aún importante para los Estados Unidos, no lo es para el país (2001, p. 120). La relación especial y por lo tanto, la capacidad de negociación con Estados Unidos de disentir, se dio por terminada a inicios de la década de los ochenta coincidente con la crisis de la deuda. En opinión de Meyer “México prosperó y estuvo muy bien sin tratado de libre comercio, con una política exterior en donde el choque era simbólico con Estados Unidos, pero no había nada sustantivo en el choque […] con la crisis de 1982 y cuando termina la Guerra Fría, el problema [en la relación bilateral] fue la frontera y la estabilidad mexicana” (Entrevista con Lorenzo Meyer, 18 de mayo 2012). En efecto, la inestabilidad económica y política sumada el problema de seguridad en la frontera incentivado por mayor flujo de migración dada la crisis económica propició cambios en la política exterior de Estados Unidos hacia México tanto por razones internas como de la inestabilidad en México. El modelo de desarrollo económico ya mostraba signos de agotamiento, que pocos años después se convertiría en la crisis de la deuda en 1982. Aunado a ello, el sistema político mexicano venía en un proceso gradual que carecía de legitimidad desde 1968115 por lo que “la tradicional estabilidad política ya no era 115 Un trabajo que analiza el periodo de Gustavo Díaz Ordaz y que desarrolla el inicio de la crisis del sistema político mexicano. Ver Loaeza (2008). 127 ni tan segura ni tan valiosa como un elemento de negociación […] la drástica disminución del poder relativo del país coincide con un cambio en la política exterior de Estados Unidos hacia México, y no admite disentimientos por parte de su débil vecino” (Toro, 2009, pp. 213-214). Y es que la crisis de la deuda marcó el incremento de la dependencia mexicana a Estados Unidos, que incentivó un cambio severo en la política económica del país. El asenso de la dependencia económica y los términos de la renegociación de la deuda se tradujo en cambios en la política exterior de México, Carlos Salinas, consciente de la nueva realidad internacional -el fin de la Guerra Fría- y de la situación económica del país, “optó por un realienamiento con los norteamericanos. La nueva política de acercamiento, de la que el TLCAN sería una pieza central, parecía la respuesta correcta frente a un mundo que había dejado de ser bipolar y que parecía mostrar tendencias hacia el regionalismo económico” (Toro, 2009, p. 215). Es durante las presidencias de Carlos Salinas y George Bush cuando hay una transición de “sana distancia”116 al reconocimiento de interdependencia económica con un cambio de actitud de los políticos mexicanos hacia una mayor “cooperación pragmática”, lo que representó un momento crucial en la relación bilateral (Fernández de Castro, 1998, p. 37). La relación con Estados Unidos fue más cercana durante el proceso de negociación y ratificación del acuerdo, de acuerdo al primer argumento de la convergencia en política exterior del país dependiente. En entrevista con la Embajadora Olga Pellicer sugiere que no es posible generalizar la convergencia de México con las posturas de Estados Unidos a nivel internacional, si ésta existió, fue debió al interés del país en obtener el TLCAN. 116 De acuerdo con Toro (2009) se abandona la tradicional política exterior de equilibrio hacia Estados Unidos, que fue tan eficaz en otros tipos, el multilateralismo pasa a un segundo plano (p. 216) y la relación bilateral se convierte en pieza clave. De ahí que durante el periodo de negociación del Acuerdo existió un intenso debate sobre los efectos políticos del acuerdo, en donde la “soberanía” fue una tema de primer orden. A este respecto ver los trabajos, desde diversas perspectivas: Vega Cánovas (1993), Flores Olea (1994), Heredia (1997), Gámez Vázquez (2006), entre otros. 128 “Debe de haber durado dos o tres años desde que se empezó, en donde nuestro comportamiento en materia internacional se modificó con Estados Unidos […] si fue un cambio, lo interesante fue su temporalidad. Duró lo que duró la negociación, firma y ratificación del acuerdo” (Entrevista con la Embajadora Olga Pellicer el 11 de septiembre de 2012). Durante el proceso de negociación y ratificación la piedra angular de la relación comercial entre México y Estados Unidos fue el acuerdo comercial al igual que “de toda la política exterior” (Velasco, 1998, p. 241). Esto es, el cambio de rumbo de la política exterior mexicana de acercamiento con Estados Unidos y de alejamiento con los países en desarrollo117. Justamente en dirección contraria de la política comercial brasileña que proponía una estrecha vinculación con los países de América del Sur, así como aprovechar las opciones disponibles de negociación con países en desarrollo, siempre privilegiando la relación con los países en desarrollo. 4.2.2. Convergencia selectiva Como se mencionó al inicio de capítulo, la convergencia en política exterior con Estados Unidos se ha caracterizado por acompañarlo selectivamente y en dirección al interés nacional de México. La afinidad en las posiciones en el sistema internacional no ha sido constante después de la puesta en vigencia del TLCAN, aunque es posible sugerir que hay cambios. En la entrevista con el Dr. Borja se apuntaba en esta dirección “yo creo que si debe de haber un cambio y debe de haber una mayor coincidencia en las posiciones internacionales que se reflejen en votaciones en organismos internacionales en los dos países. Sí, debe haber un antes y un después, no un cambio brusco, drástico. Pero sí algún cambio que refleje una mayor coincidencia de una mayor alianza (entrevista con Arturo Borja, 3 de septiembre de 2012). 117 Un ejemplo del interés de México, en este sentido, es el abandono del Grupo de los 77 en la carta fechada el 14 de abril de 1994 para incorporarse a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) el 18 de mayo de 1994, que convertía al país en el miembro núm. 25. (Covarrubias y Muñoz, 2007, pp. 185-186). 129 Los cambios en el interés nacional de México impactan positiva o negativamente en su posición de política exterior, y presentan así una mayor o menor afinidad en los temas de interés del socio comercial. Pero si se compara la afinidad entre Brasil y México, se encuentra que la política comercial de Brasil, vinculada a la diversificación de socios comerciales principalmente con países en desarrollo, tiene mayor capacidad de disentir con los estadounidenses en contraparte de los mexicanos. En esta sección se presenta con evidencia cualitativa a partir de entrevistas y citas de documentos dos ejemplos en donde se muestran las tendencias a las que se ha hecho referencia. Se seleccionaron estos temas y no otros porque ejemplifican los momentos que se han desarrollado a lo largo de este capítulo sobre el cambio en política exterior de México: el primero refleja la afinidad de intereses creados con Estados Unidos a partir de una mayor vinculación comercial, mientras que el segundo es el evento post TLCAN más controvertido por no apoyar a Estados Unidos en una política de sumo interés. En el primer ejemplo se muestra la afinidad de México con Estados Unidos durante la negociación del ALCA, después se matiza dicha posición haciendo referencia a la participación del país en el G-20 en el marco de la Ronda Doha de la OMC, posición que comparte con Brasil en contra de la posición de Estados Unidos sobre el tema agrícola. El G-20118 es una coalición de países en desarrollo que presionan por una ambiciosa reforma de la agricultura en países desarrollados y flexibilidad para países en desarrollo (OMC), dando así prioridad a reducciones sustanciales de los apoyos internos y la eliminación de subsidios a la exportación que son distorsionantes de la producción y el comercio (De la Mora, 2010, p. 694). 118 El G-20 lo conforma Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, China, Cuba, Ecuador, Egipto, Guatemala, India, Indonesia, México, Nigeria, Pakistán, Paraguay, Perú, Filipinas, Sudáfrica, Tanzania, Tailandia, Uruguay, Venezuela, Zimbabue. 130 El segundo ejemplo es la participación de México en el Consejo de Seguridad en el 2003. Como bien expresó Meyer, “el único momento postGuerra Fría en el que Estados Unidos necesitaba alinear a México fue durante su participación como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad durante la votación para invadir Iraq, México no se alineó y ya estaba el tratado de libre comercio” (entrevista con Lorenzo Meyer, 18 de mayo 2012). Con este ejemplo se demuestra que aun siendo una amenaza directa a la seguridad de Estados Unidos, al gobierno de la alternancia le fue imprescindible no dar su apoyo en un organismo internacional, además de que México no expresó su solidaridad inmediata. Como bien señala Schiavon “la diferencia entre antes y ahora es que los estadounidenses no sólo quieren el apoyo real, sino también el retórico y eso la ha costado mucho trabajo a México (entrevista con Jorge Schiavon, 20 de septiembre de 2012). Y es que existe un amplio debate al interior del país si México debe o no participar como miembro no permanente en el Consejo de Seguridad. Unos consideran que siendo un órgano dominado por Estados Unidos, la participación no trae beneficios al país y lejos de eso, lo expone a potenciales consecuencias políticas y ser objeto de presión por parte de los estadounidenses (Covarrubias y Muñoz, 2007, Entrevista con Meyer, 2012), mientras que otros consideran que la participación recurrente de México es necesaria en el Consejo de Seguridad para “ser un actor de alta relevancia en el escenario internacional” (Dondisch, 2012). Ambas posiciones son contrarias a la tradición de Brasil, quien ha sido un gran promotor de la reforma de la ONU y defensor de obtener un asiento como miembro del Consejo de Seguridad. 4.2.2.1. Comercio Internacional: posiciones de Brasil y México frente a Estados Unidos La posición de México durante el proceso de negociación del ALCA fue de total apoyo a la posición de Estados Unidos tal como se esbozó en el capítulo III. En opinión del Dr. Arturo Borja, “sí se han modificado posturas de política exterior 131 mexicana a raíz que somos socios comerciales con Estados Unidos” (Entrevista con Arturo Borja, 3 de septiembre de 2012). Y es que la posición inicial de México fue de un recelo temporal frente a la potencial pérdida de lo ganado con la ratificación del TLCAN con un acuerdo con todo el continente, pero pronto el recelo se tradujo en apoyo a la propuesta de Estados Unidos. Para la Secretaría de Economía119 el ALCA se consideraba como una opción de acceso preferencial con los países de América Latina que aún no se tenía un ALC y reforzaría la posición del país en la negociación de acuerdos globales. La posición de Brasil era obtener un “ALCA posible” que conciliara las diferencias de los 34 países participantes. El Ministro Amorim publicaba en el periódico Folha de São Paulo en julio de 2003 las líneas que guiaron la posición de Brasil durante el proceso de negociación del ALCA, en el que se destaca que “en aquellos temas más sensibles y que representen nuevas obligaciones para Brasil como derechos de propiedad intelectual, de servicios, compras gubernamentales y de inversión, se trasfiere su negociación en la OMC, tal como lo hizo Estados Unidos con los susidios a la agricultura y leyes de antidumping” (Ministério das Relações Exteriores, 2008d, p. 260). En efecto, los desacuerdos fueron entre dos grupos con posiciones antagónicas frente a dos temas específicos: por un lado, la negativa del gobierno estadounidense para negociar en el ALCA, el tema de agricultura y reducción de subsidios agrícolas sino en la OMC. Mientras que Brasil, los demás miembros del Mercosur y Venezuela no estaban dispuestos a negociar los temas de derechos de propiedad intelectual, de servicios, compras gubernamentales e inversión en el ALCA, la negociación se daría siguiendo a Estados Unidos, en la OMC. En la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata en el 2005, Vicente Fox declaraba su apoyo para continuar las negociaciones del ALCA con los países que estuvieran dispuestos a hacerlo, mientras que su contraparte 119 La Subsecretaría de Comercio Exterior como parte de la Secretaría de Economía tiene el mandato de la negociación, formalización y administración de los tratados y acuerdos internacionales de comercio e inversión de México. 132 brasileña, el presidente Lula Da Silva afirmaba: "pienso que como país soberano, México tiene derecho de hacer lo que desea", y es que Brasil junto con los otros miembros del Mercosur más Venezuela consideraban que no existían condiciones para abordar el tema en la Cumbre Ministerial. Como subrayó el presidente Lula, "No es oportuno discutir el ALCA cuando se está cerca de una gran reunión de la OMC", se refería a la Conferencia Ministerial celebrada en Hong Kong ese mismo año (La Jornada, 2005b). Si la declaración de Fox le valió al país el alejamiento con los países Latinoamericanos durante el proceso de negociación en el ALCA, por otro lado, el país forma parte del G-20 en la OMC. El G-20120 surgió formalmente en la Cumbre Ministerial de la OMC, en Cancún el 2003. Es una coalición de países en desarrollo que presionan por una ambiciosa reforma de la agricultura en países desarrollados y flexibilidad para países en desarrollo (OMC), dando así prioridad a reducciones sustanciales de los apoyos internos y la eliminación de subsidios a la exportación que son distorsionantes de la producción y el comercio (De la Mora, 2010, p. 694). Esta posición la comparte tanto México con Brasil en contra de la posición de Estados Unidos sobre el tema agrícola en la negociación de la Ronda Doha. La alianza puso un freno a las negociaciones de la OMC, en las que la Unión Europea y Estados Unidos pretendían aprobar un documento sin compromisos firmes para el desmantelamiento de sus subsidios agrícolas. Como se pudo ejemplificar, tanto México como Brasil defienden sus intereses comerciales en el exterior. El apoyo selectivo de México a Estados Unidos en las negociaciones comerciales multilaterales o regionales, como en el tema de subsidios agrícolas, expresa la defensa del interés nacional del país sobre la afinidad con Estados Unidos en todos los temas importantes para este último. Para México, “los subsidios a la exportación agropecuaria constituyen la 120 El G-20 lo conforma Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, China, Cuba, Ecuador, Egipto, Guatemala, India, Indonesia, México, Nigeria, Pakistán, Paraguay, Perú, Filipinas, Sudáfrica, Tanzania, Tailandia, Uruguay, Venezuela, Zimbabue. 133 mayor distorsión del comercio mundial [y estos los] otorgan básicamente los países desarrollados” (De Mateo, 2007 citado en De la Mora, 2010, p. 692). 4.2.2.2 México en el Consejo de Seguridad en el caso Iraq (2003) Los presidentes George W. Bush y Vicente Fox mostraron un buen entendimiento cuando tomaron formalmente el poder ejecutivo de sus respectivos países. Tal era la simpatía entre ambos mandatarios que México fue destino de una de las primeras visitas que el mandatario estadounidense hizo al exterior en su agenda. La buena relación entre los mandatarios generó expectativas en la relación bilateral. En efecto, la coyuntura fue aprovechada por el entonces Secretario de Relaciones, Jorge Castañeda, quien propuso un cambio en la política exterior mexicana: de defensiva a una política más activa. La prioridad del gobierno mexicano fue la negociación del tema migratorio. Se pretendía la regularización de indocumentados que ya se encontraban en Estados Unidos, la ampliación del número de visas permanentes otorgadas cada año a mexicanos que desearan radicar en aquel país, establecer un programa de trabajadores huéspedes, incremento en la seguridad fronteriza y la promoción del desarrollo económico en México, especialmente en las regiones expulsoras de emigrantes (Castañeda, 2001, p. 4). Otros temas que conformaban la agenda fueron el combate contra drogas, el incremento a la cooperación entre ambos países; el tema de energía; la profundización en temas globales como es el Protocolo de Kioto sobre el cambio climático y la Conferencia Mundial contra el Racismo o la cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sustentable (op. cit., p. 5). Los atentados del 11 de septiembre de 2001 cambiaron el curso de la relación bilateral. Primero, la cooperación se limitó a la seguridad, dejando de lado otros temas de interés para la agenda mexicana, aunque se mantuvo un clima de franca colaboración con Estados Unidos. Como bien apunta el Mtro. Benítez Manuat (2012) “la llegada de Fox sí cambió mucho los parámetros de la 134 relación con Estados Unidos porque el nacionalismo verbal 121 se dejó de lado y fue más explícito que la relación era como era […] una relación de acercamiento y de cooperación”. El discurso nacionalista en contra de la política estadounidense se fue atenuando a partir de la década de los ochenta, sin embargo fue durante la administración de Vicente Fox y Felipe Calderón, en palabras del Mtro. Schiavon, que “la cooperación estratégica es más pública […] menos secreta, por así decirlo, más institucional y se ha incrementado sustantivamente y particularmente en las dos últimas administraciones […] aumenta la publicidad de la cooperación y al mismo tiempo se atenúa la retórica del doble discurso” (2012). Y que el discurso nacionalista ha sido utilizado por diversas administraciones como un recurso para generar consenso en torno a algunos temas al interior del país. Segundo, previamente Estados Unidos comprendía la lógica del doble discurso, “esta lógica de golpeteo público mexicano, entendía la necesidad de justificación o legitimación del sistema político mexicano, utilizando la retórica anti-estadounidense” (Schiavon, 2004). Pero dos cosas cambian, una en México y otra en Estados Unidos. En México, se esperaba que el proceso de democratización se reflejara en la política exterior. México gozaba del “bono democrático”, lo que le permitiría, en palabras de González “un capital político adicional proveniente de contar con un gobierno electo democráticamente a través de un proceso electoral incuestionable, lo cual permitiría mejorar su imagen y fortalecer su capacidad de negociación para avanzar en términos más favorables dentro del proceso de integración de América del Norte: tener una presencia mayor en foros internacionales y asumir nuevas responsabilidades internacionales” (2006, p. 159). Por lo que, para el gobierno estadounidense la retórica, al menos en teoría, ya no debía ser tan importante para los gobiernos mexicanos puesto que las elecciones habían legitimado al nuevo presidente. 121 El discurso nacionalista había sido utilizado por los gobiernos y las autoridades mexicanas para negociar con un margen sino de autonomía, si de acción con Estados Unidos durante los gobiernos priistas. En la medida en que la relación con Estados Unidos se va estrechando desde mediados de los ochenta a partir de la creciente dependencia a ese mercado hace cada vez menos viable su utilizamiento por parte de los políticos mexicanos. 135 Además, en Estados Unidos se dio un cambio radical en cuanto a la relación con su socio comercial. La administración Bush, tras los ataques terroristas, no les interesó la retórica del gobierno mexicano en absoluto, “ahí sí querían que hubiera un alineamiento total en el discurso, en los hechos y demás” (Entrevista con Mtro. Jorge Schiavon, 20 de septiembre de 2012), algo que no obtuvo de su contraparte mexicana. No fue bien visto que el gobierno de Fox no expresara una solidaridad inmediata, “el gobierno fue muy tibio ante los atentados del 11 de septiembre” (Entrevista con Mtro. Raúl Benítez Manuat, 26 de septiembre de 2012). El alineamiento se dio en el discurso, al menos temporalmente, México externó su apoyo a Estados Unidos por los ataques terroristas, pero cuando el país ocupó un asiento como Miembro No Permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CS) no pudo mantener su apoyo traducido en la votación a favor de la Resolución que posibilitaba la acción militar en contra del régimen de Saddam Hussein. Se retomará este punto más adelante. Pero en los hechos, México cooperó de forma activa con Estados Unidos. Por ejemplo cuando se da el ataque de Estados Unidos a Iraq, se enviaron tropas mexicanas a la frontera; automáticamente se blindaron puertos mexicanos; se compartió siempre y de forma incondicional la información de inteligencia sobre listas de pasajeros de aviones, entre otros (Schiavon, 2004). Y la colaboración se ha mantenido en las siguientes administraciones, como bien señala la Dra. Serrano: Con las nuevas amenazas y sobre todo, con la amenaza global del terrorismo, lo que sucede es que la ecuación de la seguridad requiere el reaseguramiento por parte, tanto de Canadá como de México de que sus fronteras y sus territorios no serán utilizados para desplegar ese tipo de amenazas […] les exige la necesidad de cooperar activamente en la medida que Estados Unidos lo solicitara. Y entonces son todos los acuerdos de fronteras inteligentes, el cierre de las fronteras, la mayor vigilancia, la armonización de visas, el intercambio de información sobre viajeros frecuentes o sobre viajeros que pudieran pasar por territorio estadounidense y sobre ingreso en las fronteras de lo que ellos 136 denominan ciudadanos de países de preocupación (Entrevista con Mónica Serrano, 26 de octubre de 2012). En términos generales, el gobierno mexicano contribuyó en la seguridad de las fronteras, pero en la retórica fue ambivalente: primero un apoyo explícito al gobierno de Bush y luego el retorno del discurso nacionalista con base en los principios de la política exterior incentivado por la presión por parte de la opinión pública de total rechazo a una invasión militar y no favorecer la solución pacífica. En palabras del Mtro. Schiavon “cooperamos hasta el fondo, pero en términos de retórica mantuvimos la oposición nacionalista [en el Consejo de Seguridad]. Y al final de cuentas se atendió a una audiencia interna” (Entrevista con Mtro. Jorge Schiavon, 20 de septiembre de 2012). Durante los primeros meses de 2003, Estados Unidos, Gran Bretaña y España trataron de convencer a los miembros del Consejo de Seguridad122 de que Iraq poseía armas de destrucción masiva, por lo que era necesario tomar cartas en el asunto. Varios miembros del CS, entre ellos los dos representantes no permanentes México y Chile, estaban en favor de prolongar las inspecciones de acuerdo con la Resolución 1441 aprobada por el CS a finales del 2002. La postura de Chile fue el buscar una solución colectiva en el marco de las Naciones Unidas, donde se harían todos los esfuerzos para buscar un desarme efectivo y completo, conforme a lo exigido por la resolución 1441 y otras precedentes (MRE, 2003). México seguía la misma línea que su homólogo chileno. Siempre respaldó la decisión de continuar con las inspecciones para desarmar a Iraq, solicitando pruebas a Estados Unidos si es que Hussein ocultaba armas de destrucción masiva. La posición del país siempre fue en contra de una acción unilateral favoreciendo la solución por la vía multilateral por medios pacíficos. 122 El Consejo de Seguridad es el encargado por velar la paz y la seguridad internacional, constituido desde el nacimiento de las Naciones Unidas en 1945. Se encuentra conformado por cinco miembros permanentes con capacidad de veto; Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Rusia y China y, diez miembros no permanentes renovados cada dos años. Desde finales del siglo pasado se ha propuesto la reforma de dicho organismo, en el que Brasil es un actor relevante, y es que los desafíos a los que se enfrenta actualmente no corresponden con el mundo de la Guerra Fría. 137 Ambos países tuvieron un papel destacado en frustrar las ambiciones del gobierno de Bush para aprobar la segunda resolución sobre el caso (Jenkins, 2003, p. 47), a pesar de las presiones de que fueron objeto por parte de la Casa Blanca. Su posición no era sólo una cuestión de principios, sino de interés nacional en un sentido más amplio. Como se mencionó anteriormente, la opinión pública en contra de la invasión determinó en gran medida su posicionamiento (op. cit., p. 48). Tanto México como Chile sostuvieron los principios rectores de su política exterior y externando la opinión de la mayoría de los países latinoamericanos. El mensaje fue claro: la seguridad y la paz internacional en el ámbito multilateral debe imperar y sólo utilizar la fuerza como último recurso en la solución de las controversias. A pesar de los esfuerzos realizados en las negociaciones, el 20 de marzo de 2003 Estados Unidos junto con una coalición de cuarenta y ocho países123 emprendieron la invasión en Iraq, dejando de lado al Consejo de Seguridad. El balance de la participación de México en el CS ha propiciado un debate sobre los costos y beneficios que obtiene el país al formar parte de este organismo frente a su relación con Estados Unidos. México ha sido miembro en cuatro ocasiones: la primera en 1946, posteriormente en 1980-1981, la tercera en 2002-2003, objeto de análisis en esta sección y, la última en 2009-2010. Unos consideran que la participación en este órgano no trae beneficios al país. En un memorándum para el Secretario Jorge Castañeda, el embajador Manuel Tello sostiene que “no hay evidencia sólida de que nuestra participación en el Consejo haya ayudado a lograr objetivos de política exterior, ni se haya reforzado en alguna manera el interés nacional […] en el Consejo de Seguridad se plantean, discuten y deciden cuestiones que, en la inmensa mayoría de los 123 Los cuarenta y ocho países que conformaron la coalición fueron: Afganistán, Albania, Angola, Australia, Azerbaiján, Bulgaria, Colombia, Costa Rica, República Checa, Dinamarca, República Dominicana, El Salvador, Estonia, Etiopía, Eritrea, Georgia, Honduras, Hungría, Islandia, Italia, Japón, Kuwait, Libia, Lituania, Macedonia, Islas Marshall, Micronesia, Mongolia, Nicaragua, Países Bajos, Palau, Panamá, Filipinas, Polonia, Rumania, Ruanda, Singapur, Eslovaquia, Islas Salomón, Corea del Sur, España, Tonga, Turquía, Uganda, Ucrania, Uzbekistán, Gran Bretaña y Estados Unidos. 138 casos, no afectan directamente los intereses esenciales de México” (Covarrubias y Muñoz, 2007, pp. 187-188). Otros consideran que México, como un actor que busca incidir en el ámbito internacional, debe tener una participación recurrente en el Consejo de Seguridad (Dondisch, 2012). Más en el sentido de la política exterior brasileña que ha sido un gran promotor de la reforma de la ONU, a favor de dotar a la organización de los instrumentos necesarios que hagan posible proporcionar la credibilidad en las decisiones tomadas, por lo que se vuelve prioritario tomar en cuenta la nueva realidad geopolítica mundial (Ministério das Relações Exteriores, 2008e, p. 203; 2008f, p. 204). Brasil, a diferencia de México busca obtener un asiento como miembro del Consejo de Seguridad a partir de la reforma de la ONU. Una posición que es posible adoptar en la medida que no depende de un solo país, su mayor margen de maniobra le permite la búsqueda de una mayor participación en el ámbito internacional sin ser objeto de presiones que afecten en una proporción considerable su interés nacional. Esta posición es consistente con su participación en organismos internacionales comerciales, como se desarrolló en la sección anterior. 4.3. Conclusiones del capítulo En este capítulo se ejemplificó la afinidad en la política exterior de México hacia la política internacional de Estados Unidos a partir de los resultados encontrados en el capítulo III. En efecto, al depender del comercio con Estados Unidos, México presenta mayor afinidad que su contraparte brasileña. Lo anterior puede explicarse a partir de las distintas estrategias de política comercial. México priorizó su relación con el mercado de América de Norte en la década de los noventa, con un ligero cambio hacia la diversificación de mercados mediante la firma de los ALC con diferentes países y regiones. Sin embargo, la proliferación de acuerdos comerciales no ha tenido su correlato en la diversificación de los mercados de origen y destino, sino que por el contario, 139 la dependencia al mercado estadounidense se ha intensificado. Y Brasil, con una política para la autonomía del país mediante la diversificación de los mercados se integró con los países de América del Sur vía Mercosur y, posteriormente incorporó relaciones con otros países en desarrollo, a la par de una participación del país en organismos multilaterales como la OMC. Entonces, si existen diferencias en afinidad en política exterior entre un país que tiene un ALC y que presenta dependencia comercial a otro que no lo tiene. Para poder argumentar esta afirmación se proporcionaron algunos ejemplos sustentados en documentos y entrevistas realizadas a diplomáticos y académicos mexicanos. Lo que se encontró fue que la mayor afinidad a la política estadounidense que ha presentado México fue durante el proceso de negociación y ratificación del TLCAN. Este resultado concuerda con los datos encontrados en el capítulo III donde se analiza la coincidencia de votos con Estados Unidos en UNGA. Lo que resulta interesante es cómo la afinidad que presenta México con Estados Unidos se va modificando conforme transcurren los años. El apoyo se vuelve selectivo de acuerdo al interés de cada país. En el capítulo se pudieron ejemplificar dos momentos en los que está presente esta coyuntura: el apoyo a la posición de Estados Unidos en ALCA y, caso contrario, cuando México no apoyó la resolución que posibilitaba a la comunidad internacional la invasión a Iraq en el Consejo de Seguridad en 2003. En el primer caso, México expresó su total apoyo a la propuesta estadounidense de un acuerdo comercial a nivel hemisférico, de hecho este apoyo tuvo un costo en su relación con países de América del Sur. En el segundo caso, le fue absolutamente necesario mantener su postura para velar por la solución pacífica y mantener la paz y la seguridad internacional, aun si ello representaba complicaciones en la relación con Estados Unidos. A medida que se va estrechado la relación comercial desde mediados de los ochenta, la cooperación de México con Estados Unidos es más visible. El anterior nacionalismo que había sido utilizado por los gobiernos priistas como 140 mecanismo de legitimación y margen de negociación con Estados Unidos, se ha atenuado. Ahora, Estados Unidos tiene la expectativa de que su socio comercial lo apoye en los temas que le interesan y que son parte de su interés nacional. México respondió a favor en uno de los momentos más críticos en la historia estadounidense: los ataques terroristas de septiembre de 2001. El país colaboró estrechamente con su socio en todo lo referente a seguridad, luego la Iniciativa Mérida es una expresión de la cooperación abierta entre ambos países. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que por cuestiones de interés nacional, México no se encuentre afín a las cuestiones más relevantes de la política estadounidense, tal como se constató con su participación como Miembro No Permanente en el Consejo de Seguridad durante el periodo 20022003. 141 CONCLUSIONES El propósito de este trabajo fue explorar si en conjunto, tener un ALC y la resultante mayor dependencia comercial genera convergencia en política exterior de los países socios con las posiciones de Estados Unidos en el ámbito internacional. Se probó de manera general la relación coincidente de los países de América Latina con y sin ALC y, de forma específica el caso de México, en contraste con las posturas de Brasil, quien desde inicios de la década del noventa ha mantenido políticas comerciales externas distintas a la de nuestro país. Se analizó la relación de Estados Unidos con los países de América Latina a partir de las votaciones en UNGA durante el periodo 1988-2008, haciendo una distinción entre los votos generales y los votos que interesaban al gobierno estadounidense. Se encontró que los países dependientes tienden a votar con la posición de Estados Unidos; indistintamente si es un voto general o un voto importante. En otras palabras, la tendencia observada en el período analizado genera un patrón de votos emitidos de afinidad y alejamiento hacia los intereses de Estados Unidos en los países América Latina medidos por dos mecanismos: existencia o no de ALC y la selectividad temporal del voto acode a intereses particulares. Interesa subrayar la delimitación de ciertas características comerciales que hacen posible que un país de esta región presente afinidad con las posiciones de la política exterior con Estados Unidos en UNGA. Esto es, la dependencia comercial sí influye de manera significativa en la posición de los países en las votaciones que interesan a la política estadounidense. Pero como se argumentó a lo largo del trabajo, esta afinidad se diluye conforme el paso de los años. Es decir, los países seleccionan en qué temas apoyará a Estados Unidos, haciendo un balance de los costos y beneficios que esto implica. 142 Un componente que se encontró, que funciona como incentivo de la afinidad en la votación, es la ayuda económica que Estados Unidos otorga a los países de la región. Dicho incentivo aporta pruebas empíricas de comprobación de la hipótesis: a mayor dependencia económica y comercial del país en desarrollo con respecto del país desarrollado, por la intensificación de la vinculación de la economía, partiendo de la liberalización comercial y la puesta en vigencia de un acuerdo comercial, hay una mayor afinidad de intereses en política exterior del primero hacia el segundo. En el caso específico y, ante la pregunta que guió esta investigación, si se detectaron cambios en la política exterior de México desde la negociación y puesta en vigencia del acuerdo comercial con Estados Unidos. La respuesta es afirmativa, aunque con matices. Como se pudo probar para el caso mexicano, la afinidad con la política exterior de Estados Unidos fue mayor durante el proceso de negociación y ratificación del acuerdo y no ha vuelto a presentar una afinidad de ese tipo en años posteriores. Por otra parte, si la expectativa del gobierno estadounidense es que sus socios comerciales converjan con sus posiciones en política exterior, es posible que no se cumplan en todos los casos. Dado que el mecanismo principal reside en que la afinidad se convierte en selectiva cuando los países tienen asegurado el acceso al mercado de Estados Unidos. Al lograrlo, primero velarán por sus intereses y sopesarán los costos y beneficios de tener una posición en contra de la política estadounidense. No obstante, los costos no serán los mismos si se tiene un ALC pero no se es dependiente al mercado estadounidense, en comparación a un país con un ALC y dependiente de dicho mercado. Aun así el disentimiento es probable y posible si está en juego el interés nacional del país. El propósito de hacer una comparación espejo de México con Brasil fue probar si hay una marcada diferencia entre un país que tiene un ALC a otro que no lo tiene con Estados Unidos y si presenta dependencia comercial o no. Se encontró que sí influye la forma en cómo las dos economías se insertan al comercio internacional. La diversificación de la economía brasileña le ha 143 permitido tener mayores márgenes de maniobra en el ámbito internacional, tanto en términos económicos como políticos. En contra partida, México ha priorizado su relación con Estados Unidos haciendo su economía más dependiente al mercado estadounidense. A medida que se va estrechado la relación comercial, la cooperación de México con su socio comercial es más visible. El anterior nacionalismo que había sido utilizado por los gobiernos priistas como mecanismo de legitimación y margen de negociación con Estados Unidos se ha atenuado. Aunque Estados Unidos tiene la expectativa de que sus socios comerciales lo apoyen en los temas que considera importantes y que son parte de su interés nacional, siempre está latente la posibilidad de que por cuestiones de interés nacional, México no sea afín a los temas más relevantes de la política estadounidense, tal como se constató en su participación como Miembro No Permanente en el Consejo de Seguridad durante el periodo 2002-2003. Un límite de la investigación se encuentra en el contenido y la selección de los casos para probar la hipótesis en el estudio de México. El periodo analizado corresponde de 1990 a 2008, por lo que una exposición detallada de los gobiernos de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Fox supera los alcances de esta investigación. Consciente de ello, se procuró seleccionar sólo a aquellos que expresaban el cambio o la continuidad de la política exterior de México y su relación con la política estadounidense. El desarrollo de este trabajo planteó varios retos en términos de futuras líneas de investigación. Se han detectado al menos tres: Primero, la propuesta aporta elementos interesantes para analizar los alcances de la política comercial de los Estados como un instrumento de la política exterior. La política estadounidense es consciente de los beneficios que este instrumento le proporciona para generar alianzas potenciales tanto en términos comerciales como de política internacional, basta observar las actuales mega negociaciones comerciales como el Acuerdo de Cooperación Transpacífico (Trans-Pacific Partnership TPP) y, el Acuerdo de Cooperación Atlántico (Trans-Atlantic Trade and Investment Partnership TTIP), entre Estados 144 Unidos y la Unión Europea. Actualmente ya se está trabajando en esta propuesta. Segundo, estudiar a profundidad otros países de la región latinoamericana a la luz de los resultados generales del modelo, así como una mayor comprensión de la política exterior de Brasil. Tercero, varios entrevistados sugirieron hacer el mismo análisis pero comparando México con Canadá, ambos miembros del TLCAN. También es posible ampliar la base de datos a todo el mundo, observar los patrones por regiones; por países socios y aliados. Como se observará, la investigación ha dejado más preguntas que respuestas concretas y se espera en un futuro poderlas desarrollar. 145 Bibliografía Acua, R (2004). El juego de los dos niveles: las negociaciones para el acceso de Chile al TLCAN y la creación de un TLC de las Américas, 1997-1998. Tesis de Doctorado en Ciencias Políticas. México: UNAM. Andriamananjara, S. (2003). Competitive Liberalization: Preferential Trade Agreements and the Multilateral Trading System. US International Trade Commission Office of Economics Working Paper. Mayo. En SSRN: http://ssrn.com/abstract=405080 o http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.405080 Babb, S. (2003). Proyecto México: los economistas del nacionalismo al neoliberalismo. México: Fondo de Cultura Económica. Balwin, R. (1989). Measurable Dynamics Gains from Trade, NBER Working Paper, Num. 3147, Octubre, Cambridge MA. Banco Mundial (2012). Global Economic Prospects, Junio. Accedido el 5 Noviembre 2012 en: http://web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/EXTDEC/EXTDECPROSPECTS /EXTGBLPROSPECTSAPRIL/0,,contentMDK:20413173~menuPK:659183~pag ePK:2470434~piPK:4977459~theSitePK:659149~isCURL:Y,00.html Barbieri, K. y O. Keshk (2012). Correlates of War Project Trade Data, Versión 3.0. Online: http://correlatesofwar.org Barbieri, K., O.MG Keshk y B.M. Pollins (2009). Trading Data: Evaluating our Assumptions and Coding Rules. Conflict Management and Peace Science, vol. 26, núm. 5, pp. 471-491. Bergg, A. y Krueger, A. (2003). Trade Growth and Poverty: A selective Survey. Working Paper 03/30, Washington: International Monetary Fund. Bergsten, F.C. (2004). Foreign Economic Policy for the Next President. Foreign Affairs, vol. 83, núm. 2, pp. 88-101. Bergsten, F.C. (1996). Competitive Liberalization and Global Free Trade A Vision for the Early 21st Century. IIE Working Paper, núm. 15. En: http://www.iie.com/publications/wp/wp.cfm?ResearchID=171htm Bhagwati, J. (2011). America’s Free-Trade Abdication. En Proyect Syndicate. http://www.project-syndicate.org/commentary/bhagwati17/English Blanco, H. (1991). Naturaleza y alcance del Tratado de Libre Comercio. En SECOFI, Hacia un tratado de libre comercio en América del Norte (pp. 149173). México: Porrúa. 146 Bouzas, R, Da Motta, P y Ríos, S. (2007). Crisis y perspectivas de la integración sudamericana. Revista Foreign Affairs en Español, Octubre-Diciembre. www.foreignaffairs-esp.org/20071001faenespessay070409/ [01 de diciembre del 2008] Boyer, R. (1996). State and Market. A New Engagement for the Twenty-First Century. En Boyer, R. y D. Drache. States Against Markets. The Limits of Globalization (pp. 84-116). UK: Routledge. Bulmer-Thomas, V., N. Craske y M. Serrano (Edits.) (1994). Mexico and the North American Free Trade Agreement: Who will Benefit? Basingtoke: Macmillan. Cardero, M.E. (1996). El sector energía y petroquímica básica en los Acuerdos Multilaterales y el TLC. En M.E. Cardero (Comp.) Qué ganamos y qué perdimos con el TLC (121-143), México, Siglo XXI Editores/UNAM. Carton, C. y S. Slim (2012). Regional Integration and Growth. An Empirical Assessment for Latin American Countries. En L.F. Punzo, C. Aparecida Feijo y M. Puchet Anyul (2012). Beyond Global Crisis. Structural Adjustments and Regional Integration in Europe and Latin America. Londres: Routledge. Castañeda, J.G. (2001). El nuevo activismo internacional mexicano. Agenda de la Política Exterior (pp. 14-17). México: Secretaría de Relaciones Exteriores. 23 de septiembre. Castañeda, J.G. (1991). Tratado, modesto y bronco. Proceso, núm. 753, 8 de abril, México, pp. 32-34. CEPAL (2012). Cambio estructural para la igualdad una versión integrada del desarrollo. Santiago de Chile: Naciones Unidas. CEPAL (1996). Las políticas comerciales entre América Latina y los Estados Unidos: una evaluación analítica. Santiago de Chile: Naciones Unidas. Cha, V.D. (2011). The Free Trade Agreement Could Spoil South Korea’s State Visit. Foreign Affairs. http://www.foreignaffairs.com/articles/68318/victor-dcha/the-free-trade-agreement-could-spoil-south-koreas-state-visit?page=2 [5 Octubre] Chabat, J. (1994). El Tratado de Libre Comercio de América del Norte: efectos de la política exterior e interna de México. Ponencia presentada en el XVIII Congreso del Latin American Studies Association (LASA), Atlanta, Georgia, marzo. Chan, MJ (2005). US Trade Strategy of ‘Competitive Liberalization’. Tamkang Journal of International Affairs, vol. 8, núm. 3. En: http://www2.tku.edu.tw/ti/Journal/8-3/831.pdf 147 Clark, T.S. y D.A. Linzer (2012). Should I Use Fixed or Random Effects?. Working Paper Series. núm. 1315. Estados Unidos: Washington University in St. Louis. En: http://polmeth.wustl.edu/mediaDetail.php?docId=1315 Cohen S.D., Blecker R.A. y Whitney P.D. (2003). Fundamentals of U.S. Foreign Trade Policy. Economics, Politics, Laws and Issues, Estados Unidos: Westview Press, Segunda Edición. 107th Congreso de los Estados Unidos (2002). Trade Act of 2002. En: http://www.govtrack.us/congress/bills/107/hr3009/text Cordera, R., Ruiz, C. y P. Ruiz (1979). México y el GATT. Revista Nexos, 1 marzo. En: http://www.nexos.com.mx/?P=leerarticulo&Article=265756 Cornell-Smith, G. (1974). Los Estados Unidos y la América Latina. México: Fondo de Cultura Económica. Covarrubias, A. (2010). México y el mundo. Historia de sus relaciones exteriores. Tomo IX. Cambio de siglo: la política exterior de la apertura económica y política, México: El Colegio de México. Covarrubias, A. (2009). Algunas reflexiones sobre Alcances y Límites de la Política Exterior de México. En G. Vega Cánovas (coord.). Alcances y Límites de la Política Exterior de México ante el Nuevo Escenario Internacional (pp. 97106). México: El Colegio de México. Covarrubias, A. y L. Muñoz (2007). Manuel Tello: por sobre todas las cosas México, Historia Oral de la Diplomacia Mexicana, vol. 3, México: Instituto Matías Romero, Secretaría de Relaciones Exteriores. Da Motta Veiga, P. y V. Ventura-Dias (2004). Brazil: The Fine- Tuning of Trade Liberalization. En Lengyel, M.F. y V. Ventura-Dias, Trade Policy Reforms in Latin America. Multilateral Rules and Domestic Institutions (pp. 98-124). Nueva York: Palgrave Macmillian. De la Mora, L.M. (2011). Opening Markets without Reciprocity: Explaining Mexico’s Trade Policy, 2000-2010. Documentos de Trabajo del CIDE, núm. 213, México: Centro de Investigación y Docencia Económicas. De la Mora, L.M. (2010). México en el Sistema de Comercio Internacional. En B. Torres y G. Vega Cánovas (coord.), Los grandes problemas de México, Vol. XII, Relaciones Internacionales (pp. 675-713). México: El Colegio de México. 148 Davidow, J. El oso y el puercoespín. Testimonio de un embajador de Estados Unidos en México. México: Grijalbo. Délano, A. y M. Serrano (2010). Flujos migratorios y Seguridad en América del Norte. En F. Alba, M.A. Castillo y G. Verduzco (coord.). Los grandes problemas de México, Vol. III, Migraciones Internacionales (pp. 481-514). México: El Colegio de México. Destler, I.M. (2005). American Trade Politics, 4 edición, Estados Unidos: Institute for International Economics. Domínguez, J. (2008). Las relaciones contemporáneas. Estados UnidosAmérica Latina: entre la ideología y el pragmatismo. En R. Lagos (comp.) América Latina: ¿Integración o fragmentación? (pp. 179-207). Buenos Aires: Editorial Edhasa. Domínguez, J. (1991). La política de la Administración Bush hacia América Latina. En P.C. Márquez y M. Verea (coord.) La Administración Bush (pp. 135146). México: Centro de Investigaciones sobre Estados Unidos de América (CISEUA), Coordinación de Humanidades, Universidad Nacional Autónoma de México. Dondisch, R. (2012). Introducción. En R. Dondisch (coord.) México en el Consejo de Seguridad de la ONU. La historia tras bambalinas (pp. 7-11). México: Debate. Dos Santos, T. (Investigador principal), V. Bambina y O. Caputo (1968). Esquema de investigación sobre relaciones de dependencia en América Latina Bosquejo informativo), Chile: Centro de Estudios Socioeconómicos (CESO), Facultad de Ciencias Económicas, Universidad de Chile. Dreher, A., P. Nunnenkamp y R. Thiele (2008). Does US Aid Buy UN General Assembly Votes? A Disaggregated Analysis. Public Choice, vol. 136, núm. 1, pp. 139-164. Edelman, J. (1990). The Politics of International Economic Relations, Cuarta Edición, Neva York: St. Martin’s Press. Edwards, S. (1993). Openness, Trade Liberalization, and Growth in Developing Countries. Journal of Economic Literature, vol. 31, núm. 3, pp. 1358-1393. Eichengreen, B. y D.A. Irwin (2008). International Economic Policy: Was there a Bush Doctrine?, Working Paper 13831, Cambridge, MA: National Bureau of Economic Research. En: http://www.nber.org/papers/w13831 Estay, J. (2003). El ALCA: su avance y los contenidos de la negociación. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Caracas: Universidad Central de Venezuela, Mayoagosto, vol. 9, núm. 2, pp. 99-116. 149 Evenett, S. y M. Meier (2008). An Interim Assessment of the US Trade Policy of ‘Competitive Liberalization’. The World Economy, núm. 1, pp. 31-66. Evenett, S. (2005). ‘Competitive Liberalization’: A Tournament Theory-Based Interpretation”. Paper presentado en la Conferencia “The Sequencing of Regional Economic Integration” en la Universidad de Notre Dame del 9 al 10 de septiembre. Feenstra, R.C. (1998). Integration of Trade and Disintegration of Production in the Global Economy. Journal of Economic Perspectives, vol. 12, núm. 4, pp. 3150. Fernandez de Castro, R. (1998). La relación México-Estados Unidos al final de los años noventa; ¿vuelta al pasado? En O. Pellicer y R. Fernández de Castro (Coord.) México y Estados Unidos: Las rutas de la Cooperación (pp. 33-56). México: SRE-ITAM. Fishow, A. (2004). Brazil: FTA or FTAA or WTO? En J.J. Schott (Eds.) Free Trade Agreements: US Strategies and Priorities (pp. 277-296). Washington, D.C.: Peterson Institute for International Economics. FitzGerald, V. (1999). Trade, Investment and the NAFTA: The Economics of Neighbourhood”. En V. Bulmer-Thomas, J. Dunkerley (Eds.) The United States and Latin America: The New Agenda (pp. 99-122). Harvard MA: Harvard University Press. Florencio, S. y K. Nolan (En prensa) Las Políticas Comerciales de Brasil y México, 1982-2013. Flores-Macías, G.A. y S.E. Kreps (2013). The Foreign Policy Consequences of Trade: China’s Commercial Relations with Africa and Latin America, 1992-2006. The Journal of Politics, vol. 75, núm. 2, pp. 375-371. Flores Olea, V. (1994). México, la afirmación de la soberanía nacional. En C. Arriola (Comp.) Testimonios sobre el TLC (pp. 259-265). México: Editorial Porrúa. Fondo Monetario Internacional (2010). World Economic Outlook Database, WEO, Nov. 2010, accedido el 4 de nov. 2012. En: http://www.imf.org/external/pubs/ft/weo/2010/02/weodata/index.aspx Frankel, J.A. y D. Romer (1999). Does Trade Cause Growth?”. The American Economic Review, vol. 89, núm. 3, junio, pp. 379-399. Franzese, R.J. y J.C. Hays (2008). Contagion, Common Exposure, and Selection: Empirical Modeling of the Theories and Substance of Interdependence in Political Science. Paper prepared for the IPSA Concepts & Methods Newsletter”, 17 de noviembre. En: 150 http://wwwpersonal.umich.edu/~franzese/FranzeseHays.Interdependence.IPSA.pdf Gallagher, K. (2011). Trading Away Stability and Growth: United States Trade Agreements in Latin America, Working Paper Series Num. 266, Estados Unidos: Political Economy Research Institute, University of Massachusetts. Gámez Vázquez, A.E. (2006). Liberalización económica y política exterior en México, 1989-1994. México: Plaza y Valdés/ UABCS. García, M.A. (2011). Las nuevas alianzas: intereses y oportunidades desde la perspectiva de Brasil. En Wollrad, D., Maihold, G. y M. Mols (Edits.) La agenda internacional de América Latina: entre nuevas y viejas alianzas (pp. 163-170). Argentina: Nueva Sociedad, SWP, Friedrich Ebert Stiftung. Gartzke, E. y Q. Li (2003). Measure for Measure: Concept Operationalization and the Trade Interdependence: Conflict Debate. Journal of Peace Research, vol. 10, núm. 5, pp. 553-571. Garza Elizondo, H. (1994). Introducción. Foro Internacional, vol. XXIV, núm. 4, Octubre-diciembre, pp. 523-533. Gerring, J. (2001). Social Science Methodology. A Critical Framework. Reino Unido: Cambridge University Press. Gilpin, R. (2001). Global Political Economy. Understanding the International Economic Order. Estados Unidos: Princeton University Press. González, G. (2006). Las bases internas de la política exterior: realidades y retos de la apertura económica y la democracia. En L. Herrera-Lasso (coord.) México ante el mundo: tiempo de definiciones (pp. 155-235). México: FCE. Gowa, J.G. y Mansfield E.D. (1993). Power Politics and International Trade. The American Political Science Review, vol. 87, núm. 2, pp. 408-420. Gourevitch, P.A. (2005). Economic Ideas, International Influences and domestic Politics: A Comparative Perspective. En V. FitzGerald y R. Thorp. Economic Doctrines in Latin America. Origins, Embedding and Evolution (pp. 23-47). Oxford: Palgrave MacMillan/St. Antony’s College. Grieco, J.G. y J. Ikenberry (2003). State Power + World Markets. The International Political Economy. Estados Unidos: W.W. Norton & Company, Inc. Hanson, G.H. (2010). Why isn’t Mexico Rich?. Working Paper 16470, Cambridge, MA: NBER Working Paper Series. Heredia, B. (1997). El dilema entre crecimiento y autonomía: reforma económica y reestructuración de la política exterior. La política exterior de México. Enfoques para su análisis (pp. 81-99). México: El Colegio de México, Instituto Matías Romero de Estudios Diplomáticos. 151 Herrera, O. y A. Santa Cruz (2011). América del Norte. En M. de Vega (Coord. de la obra) Historia de las relaciones internacionales de México, 1821-2010. México: Secretaria de Relaciones Exteriores. Hirschman, A.O. (1959). La potencia nacional y la estructura del comercio exterior. España: Ediciones Madrid. Hirst, M. (2011). Las Relaciones entre América Latina y Estados Unidos en los tiempos de la Pos-Guerra Fría. En Wollrad, D., Maihold, G. y M. Mols (edits). La agenda internacional de América Latina: entre nuevas y viejas alianzas (pp. 3148). Argentina: Nueva Sociedad, SWP, Friedrich Ebert Stiftung. Hudson, L. (2007). Fast-Track Trade Promotion Authority and Its Impact on US Trade Policy. Council of Foreign Relations, 25 de junio. En http://www.cfr.org/trade/fast-track-trade-promotion-authority-its-impact-us-tradepolicy/p13663 Hur, J. y C. Park (2012). Do Free Trade Agreement Increase Economic Growth of the Members Countries?. World Development, vol. 40, núm. 7, julio, pp. 12381294. Jenkins, T. (2003). México y Chile vs Estados Unidos ¿Una victoria pírrica? Foreign Affairs, julio-septiembre vol. 3, núm. 3, pp. 46-53. Kahler, M. (1997). Liberalization and Foreign Policy. Estados Unidos: Columbia University Press. Keohane, R.O. (2010). Stephen Krasner: Subversive Realist. Ponencia presentada en el Annual Meeting of the American Political Science Association 2010 (APSA), 2-5 de Septiembre. Keohane, R.O. (2009). The old IPE and the new. Review of International Political Economy, vol. 16, núm. 1, pp. 34-46. Keohane, R.O. (1990). El concepto de interdependencia y el análisis de las relaciones asimétricas. En B. Torres (coord.) Interdependencia ¿Un enfoque útil para el análisis de las relaciones México- Estados Unidos? (pp. 63-75). México: El Colegio de México. Keohane, R.O. y J.S. Nye (1988). Poder e Interdependencia. La política mundial en transición. Buenos Aires: Grupo Editorial Latinoamericana. Krasner, S. (1990). Interdependencia simple y obstáculos para la cooperación entre México y Estados Unidos. En B. Torres (coord.) Interdependencia ¿Un enfoque útil para el análisis de las relaciones México- Estados Unidos? (pp.4561). México: El Colegio de México. Krasner, S. (1978). Defending the National Interest: Raw Materials Investment and US Foreign Policy. Estados Unidos: Princeton University Press. 152 Krasner, S. (1976). State Power and the Structure of International Trade, World Politics, vol. 28, núm. 3, pp. 317-347. Krueger, A.O. (1999). Trade creation and trade diversion under NAFTA. Working Paper 7429, Cambridge, MA: National Bureau of Economic Research. Lal, D. (1994). Trade Blocs and Multilateral Free Trade. En S. Bulmer y A. Scott (Edits.) Economic and Political Integration in Europe. International Dynamics and Global Context (pp. 189-198). Oxford: Blackwell Publishers. Le Clair, M.S. (1997). Regional Integration and Global Free Trade. Addressing Fundamentals Conflicts. Vermont: Ashgate. Lajous, R. (2012). Historia mínima de Las relaciones exteriores de México (1821-2000). México: El Colegio de México. Lederman D. y Ç. Özden (2007). Geopolitical interest and Preferential Access to U.S. Markets, Economics & Politics, vol. 19, núm. 2, pp: 235-258. Lederman D. y W. Maloney (2003). Trade Structure and Growth. Policy Research Working Paper World Bank, núm. 3025. Lederman, D., Maloney, W. y L. Servén (2004). Lessons from NAFTA for Latin America and the Caribbean Countries: A summary or research findings, Estados Unidos: Banco Mundial. Lengyel, M.F. y V. Ventura-Dias (2004). Trade Policy Reforms in Latin America. Multilateral Rules and Domestic Institutions. Nueva York: Palgrave Macmillian. Lerman, A. (2004). El Área de Libre Comercio de las Américas: antecedentes y perspectivas. Comercio Exterior, vol. 54, núm. 9, pp. 822-832. Loaeza, S. (2008). Gustavo Díaz Ordaz: La insuficiencias de la presidencia autoritaria. En W. Fowler (Et. Al.). Gobernantes mexicanos. Tomo II (pp. 287335). México: Fondo de Cultura Económica. Lula da Silva, L.I. (2003). La política exterior del nuevo gobierno brasileño. Foreign Affairs en Español, vol. 3, núm. 1, pp. 2-7. Lustig, N. (1998). Mexico. The Remaking of an Economy, Segunda Edición, Washington D.C.: The Brookings Institution Press. Lustig, N., B. Bosworth y R.Z. Lawrence (Edits.) (1992). Assessing the Impact. North American Free Trade. Washington: The Brookings Institution. Machado, I.T. (2012). Política Comercial e Política Externa No Brasil: Uma Análise da Estratégia de Negociação Comercial Brasileira (1995-2010), Ipea, texto para discussão, núm. 1765, Rio de Janeiro: Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea). 153 MacLaury, B.K. (1995). Foreword. En M. Kahler, International Institutions and the Political Economy of Integration (pp. vii-viii), Washington, D.C.: The Brookings Institution. Maira, L. (2006). Las relaciones entre América Latina y Estados Unidos: balance y perspectivas. En A.A. Borón y G. Lechini (Comp.) Política y movimientos sociales en un mundo hegemónico. Lecciones desde África, Asia y América Latina (pp.37-49). Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO. Maira, L. (1984). Los Estados Unidos y la América Latina. Historia y percepciones mutuas. En L. Maira (coord.) Estados Unidos. Una visión latinoamericana (pp. 491-509). México: Trimestre Económico, Fondo de Cultura Económica/Centro de Investigación y Docencia Económica, CIDE. Mandelli, L.C. (1993). Cambios geopolíticos e integración, Revista Nueva Sociedad, núm. 126, Julio-Agosto, pp. 178-180. Manger, M.S. y K.C. Shadlen (2011). Political Trade Dependence and RTA Formation. Ponencia presentada en el Annual Meeting of the American Political Science Association, Seattle, 1-4 septiembre. Mariscal, J. (1991). Estrategias de la política comercial estadounidense, Estados Unidos. Informe Trimestral, México, CIDE/Instituto de Estudios de Estados Unidos, vol. 1, núm. 1, pp. 15-23. Mason, A.M. (2004). The Degeneralization of the Generalized System of Preferences (GSP): Questioning the Legitimacy of the US GSP, Duke Journal Law, vol. 53, pp. 513-547. Meier, G.M. (1995). Leading Issues in Economic Development, Sexta Edición, UK: Oxford University Press. Melo, J. y A. Panagariya, (Comps.) (1993). New Dimensions in Regional Integration, Cambridge: Cambridge University Press. Meyer, L. (1991). Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos. Nada asegura que sea la verdadera fórmula del éxito. Preciso aclarar quiénes ganarán y quiénes perderán. En B.R. Romay (Coord.). La integración comercial de México a Estados Unidos y Canadá ¿Alternativa o destino? (pp.13.16). México: Siglo XXI Editores, Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM, Quinta Edición. Milner, H.V. (1999). The Political Economy of International Trade, Annual Review of Political Science, vol. 2, pp. 91-114. Milner, H.V. (1993). Maintaining International Commitments in Trade Policy. En K. Weber y B. Rockman (Edit.) Do Institutions Matter? Government Capabilities in the United States and Abroad (pp. 345-369). Estados Unidos: The Brookings Institution. 154 Ministério das Relações Exteriores (2008a). The FTAA and the Game of Seven Errors (pp. 260-261) (article by Minister Celso Amorim for the O Estado de S. Paulo newspaper- São Paulo, Agosto 24, 2003) En Ministério das Relações Exteriores, Brazilian Foreign Policy Handbook. Brasilia: Ministério das Relações Exteriores. Ministério das Relações Exteriores (2008b). Interview given by Minister Celso Amorim to Época magazine (p. 262), São Paulo, Diciembre 17, 2006. En Ministério das Relações Exteriores, Brazilian Foreign Policy Handbook. Brasilia: Ministério das Relações Exteriores. Ministério das Relações Exteriores (2008c). Diplomacy in the Lula Government (pp. 225-226) (Lecture given by Minister Celso Amorim at the Rio Blanco Institute, Brasilia, April 10, 2003). En Ministério das Relações Exteriores, Brazilian Foreign Policy Handbook. Brasilia: Ministério das Relações Exteriores. Ministério das Relações Exteriores (2008d). The FTAA that is possible (p. 260) (article by Minister Celso Amorim Folha São Paulo newspaper-, Julio 8, 2003) En Ministério das Relações Exteriores, Brazilian Foreign Policy Handbook. Brasilia: Ministério das Relações Exteriores. Ministério das Relações Exteriores (2008e). The United Nations at Sixty (p. 203) (article by Miister Celso Amorim. In Journal Política Externa, vol. 14, núm. 2, 2005) En Ministério das Relações Exteriores, Brazilian Foreign Policy Handbook. Brasilia: Ministério das Relações Exteriores. Ministério das Relações Exteriores (2008f). Interview given by President Luiz Inácio Lula da Silva (p. 204) (to The Economist magazine, febrero 24, 2006) En Ministério das Relações Exteriores, Brazilian Foreign Policy Handbook. Brasilia: Ministério das Relações Exteriores. Ministerio de Relaciones Exteriores (2003). Canciller Soledad Alvear participa en Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Dirección de prensa y difusión. Chile: Ministerio de Relaciones Exteriores, 4 de febrero. Moon, B.E. (1985). Consensus or Compliance? Foreign-Policy Change and External Dependence, International Organization, vol. 39, núm. 2, pp. 297-329. Moser, C. y A.K. Rose (2011). Who Benefits from Regional Trade Agreements? The View from the Stock Market. NBER Working Paper 17415, Cambridge: National Bureau of Economic Research. Myrdal, G. (1956). Development and Underdevelopment, National Bank of Egypt Fiftieth Anniversary Commemoration Lectures, pp. 47-51. Reproducido En G.M. Meier. (1995). Leading Issues in Economics Development (pp. 462-464). Sexta Edición, Estados Unidos: Oxford University Press. 155 Nolan, K.A. (2011). Whose Preferences?: Latin American Trade Promotion Pacts as a tool of US Foreign Policy. Working Paper CIDE-DEI, núm. 218. Nye Jr., J.S. (2011). The Future of Power. Estados Unidos: Public Affairs. Ojeda, M. (2001). Alcances y Límites de la Política Exterior de México. México: El Colegio de México. OMC (2013a). Informe sobre Comercio Mundial. Factores que determinan el comercio, Ginebra: OMC. OMC (2013b). Informe Anual 2013 de la OMC. Ginebra: OMC. OMC (2012). Trade Policy Review. WT/TPR/G/275, 13 Noviembre 2012. Report by the United States. En: http://www.wto.org/english/tratop_e/tpr_e/tp375_e.htm OMC (2011a). Entendiendo a la OMC, 5 Edición. Ginebra: OMC. OMC (2011b). Informe sobre Comercio Mundial 2011. La OMC y los acuerdos comerciales preferenciales: de la coexistencia a la coherencia, Ginebra: OMC. OMC (2003). Dictionary of Trade Policy Terms, 4 Edición. Ginebra: OMC. OMC, ITC, UNCTAD (2011). Perfiles Arancelarios en el Mundo 2011. En: http://www.wto.org/spanish/res_s/booksp_s/tariff_profiles11_s.pdf Oneal, J., B. Russett y M.L. Bermaun (2003). Causes of Peace: Democracy, Interdependence, and International Organization 1885-1992, International Studies Quarterly, vol. 47, núm. 3, pp. 371-393. Oneal, J. y B. Russett (2001). Triangulating Peace: Democracy, Interdependence, and International Organization, Nueva York: The Norton Series in World Politics. Ortiz Mena, A. (2008). El Tratado de Libre Comercio de América del Norte y la Política Exterior de México: lo esperado y lo acontecido. En A. Covarrubias (Coord.) Temas de Política Exterior (pp. 125-159). México: El Colegio de México. Ortiz Mena, A. (2004). Mexico: A Regional Pleyer in Multilateral Trade Negotiations. En Lengyel, M.F. y V. Ventura-Dias. Trade Policy Reforms in Latin America. Multilateral Rules and Domestic Institutions (pp. 47-70). Nueva York: Palgrave Macmillian. Palan, R. (2000). New Trends in Global Political Economy. En R. Palan (Ed.), Global Political Economy. Contemporary Theories, RIPE Series in Global Political Economy (pp. 1-18). Londres: Routledge. 156 Pastor, R. (2012). La idea de América del Norte. Una visión de un futuro como continente. México: Porrúa-ITAM. Pastor, R. (1995). El Remolino. Política Exterior de Estados Unidos hacia América Latina y el Caribe. México: Siglo XXI. Peinhardt, C. y T. Alle (2012). Failure to Deliver: The Investment Effects of US Preferential Economic Agreements, The World Economy, vol. 35, núm. 6, pp. 757-783. Pellicer, O. (2008). ¿Por qué la ONU? En A.C. Sotomayor y G. Vega Cánovas (Coord.). El mundo desde México. Ensayos de política internacional. Homenaje a Olga Pellicer (pp. 209-218). México: El Colegio de México, Instituto Tecnológico Autónomo de México y Centro de Investigación y Docencia Económicas. Pellicer, O. (1994). Introducción. En O. Pellicer (Comp.). Voz de México en la Asamblea General de la ONU, 1946-1993 (pp. 11-32). México: SRE-FCE. Puga, D. y T. Venables (1997). Agglomeration and Economic Development: Import Substitution versus Trade Liberalization. Centre for Economic Performance (CEP) Discussion Papers 0377. Londres: London School of Economics. Puyana, A. (2011). Economic Growth employment and poverty reduction. A comparative analysis of Chile and Mexico with references to Argentina, Brazil and Colombia. En A. Puyana y S. Ong´wen Okuro. Strategies against poverty: designs from the north and alternatives from the south, Buenos Aires: CLACSO. Puyana, A. (2010). Sobre cómo profundizar el TLCAN a propósito de dos efemérides. En A. Oropeza (Coord.) América del Norte en el Siglo XXI (pp. 221241). México: IIJ-UNAM. Puyana, A. (2008). Los nuevos senderos de la integración económica regional de América Latina y el Caribe: impactos sobre su desarrollo económico. En J. Hernández y A.C. Lizano (Edits.) América Latina y la Segunda Administración Bush: un debate sobre comercio, (pp. 37-107). Costa Rica: Editorial Juricentro y FLACSO, Secretaría General. Puyana, A. (2003). El camino mexicano hacia el regionalismo abierto: los acuerdos de libre comercio de México con América del Norte y Europa, Serie Comercio Internacional, núm. 35, Santiago de Chile: CEPAL. Puyana, A. y J. Romero (2008). ¿De qué sufre la economía mexicana? ¿De falta de recursos o de oportunidades de inversión?, Economía Informa, núm. 363, México: UNAM. 157 Puyana, A. y V. Rebollar (2011). Brasil: mito o realidad. En A. Oropeza García (Coord.) BRICS. El difícil camino entre escepticismo y el asombro (pp. 185212), México: UNAM, Cámara de Diputados. Puyana, A. y M. Aparicio (2013). ¿Comercio o política? La estrategia comercial estadounidense y la integración económica regional latinoamericana, International Journal of Latin American Studies, vol. 3, núm. 1, January-June, pp. 175-207. Institute of Iberoamerican Studies, Busan University. Rice, C. (2008). Repensar el interés nacional. El realismo estadounidense para el nuevo mundo, Foreign Affairs Latinoamérica, vol. 87, núm. 4, pp. 130-150. Rice, C. (2000). Promoting the National Interest, Foreign Affairs, vol. 79, núm. 1, pp. 45-62. Rico, C. (2010). México y el mundo. Historia de sus relaciones exteriores. Hacia la globalización, Tomo VIII, México: El Colegio de México. Rogowski, R. (2000). Commerce and Coalitions: How Trade Affects Domestic Political Alignments. En J.A. Frieden y D. Lake. International Political Economy. Perspectives on Global, Power and Wealth (pp. 318-326). Cuarta Edición, Estados Unidos: Wadsworth. Romalis, J. (2005). NAFTA’s and CUFTA’s impact on International Trade, Working Paper Series 11059, Cambridge, MA: NBER Working Paper Series. Romero, J. (2009a). Medición del impacto de los acuerdos de libre comercio en América Latina: el caso de México, Serie Estudios y Perspectivas, núm. 114, México: CEPAL. Romero, J. (2009b). Crecimiento y comercio. En I. Bizberg y L. Meyer (Coord.) Una historia contemporánea de México. Tomo 1: Transformaciones y permanencias (pp. 155-220). México: Editorial Océano. Russell, R. (1994). La política exterior de Bill Clinton y América Latina: de la contención a la extensión de la democracia y los mercados, Serie de Documentos e Informes de Investigación, Programa Buenos Aires: Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO. Russell, R. y J.G. Tokatlian (2011). Beyond Orthodoxy: Asserting Latin America’s New Strategic Options toward the United States. Latin American Politics and Society, vol. 53, núm. 4, pp. 127-146. Salinas de Gortari, C. (2000). México. Un paso difícil a la modernidad. México: Plaza y Janés. Salinas de Gortari, C. (1988). El reto de la soberanía. En C. Salinas de Gortari, El Reto (pp. 103-134). México: Diana. 158 Schiavon, J. (2004). Cohabitando en el Consejo de Seguridad: México y Estados Unidos ante la guerra contra Iraq. Revista Mexicana de Política Exterior, vol. 72, pp. 195-222. Schott, J. (2004). Confronting Current Challenges to US Trade Policy. En C.F. Bergsten. The Unites States and the World Economy: Foreign Economic Policy for the Next Decade (pp. 247-279). Washington, D.C.: Peterson Institute for International Economics. Seawright, J. y J. Gerring (2008). Case Selection Techniques in Case Study Research. A Menu of Qualitative and Quantitative Options, Political Research Quarterly, vol. 61, núm. 2, pp. 294-308. SECOFI, Diversos autores (1991). Hacia un tratado de libre comercio en América del Norte. México: Porrúa. Senado de la República (2000a). Introducción por José Luis Valdés Ugalde. En Senado de la República LVII Legislatura, Análisis de los efectos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en la economía mexicana: Una visión sectorial a cinco años de distancia (pp. 35-60). México: Senado de la República, LVII Legislatura, Tomo I. Senado de la República (2000b). Análisis de los efectos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en la economía mexicana: Una visión sectorial a cinco años de distancia. México: Senado de la República, LVII Legislatura, Tomo II. Serra Puche, J. (2010). La apertura comercial de México. En A. Castañeda Sabido (Coord.) Microeconomía. Los grandes problemas de México, Vol. X (pp. 175-212). México: El Colegio de México. Shadlen, K.C. (2008). Globalization, Power and Integration: The Political Economy of Regional and Bilateral Trade Agreements in the Americas, Journal of Development Studies, vol. 44, núm. 1, pp. 1-20. Shadlen, K.C. (2005). Exchanging Development for Market Access? Deep Integration and Industrial Policy under Multilateral and Regional-Bilateral Trade Agreements, Review of International Political Economy, vol. 12, núm. 5, pp. 750775. Signorino, C.S. y J.M. Ritter (1999). Tau-b or Not Tau-b: Measuring the Similarity of Foreign Policy Positions, International Studies Quarterly, núm. 43, pp. 115-144. Smith, P.H. (1997). Los Estados Unidos, la integración regional y la reformulación del orden internacional. En S. Nishijima y P.H. Smith (Coord.) ¿Cooperación o rivalidad? Integración regional en las Américas y la Cuenca del Pacífico (pp. 65-110). México: CIDAC/Porrúa. 159 Strange, S. (1996). The Retreat of State: The Diffusion of Power in the World Economy. Reino Unido: Cambridge University Press. Strange, S. (1994). States and Markets, Segunda Edición, Reino Unido: Continuom International Publishing Group. Tashakkori A. y C. Teddlie (1998). Mixed Methodology: Combining qualitative and quantitative approaches. Thousand Oaks, CA: Sage Publications. Thacker, S. (1999). The High Politics of IMF Lending, World Politics, vol. 52, núm. 1, pp. 38-75. Tornell, A. y G. Esquivel (1997). The Political Economy of Mexico’s entry into NAFTA. En T. Ito y A.O. Krueger (Edits.) Regionalism versus Multilateral Trade Arrangements, vol. 6 (pp. 25-56). Chicago: NBER-EASP, University Chicago Press. Tornell, A., Westermann, F. y L. Martinez (2004). NAFTA and Mexico’s Lessthan-Stellar Performance, Working Paper Series 10289, Cambridge, MA: NBER Working Paper Series. Toro, M.C. (2009). Los nuevos límites de la Política Exterior de México”, en Gustavo Vega Cánovas (Coord.) Alcances y Límites de la Política Exterior de México ante el Nuevo Escenario Internacional (pp. 209-218). México: El Colegio de México. VanGrasstek, C. (2010). Trends in United States Trade with Latin America and the Caribbean and Trade Policy towards the Region. Serie Comercio Internacional, núm. 98, Santiago de Chile: CEPAL. Vega Cánovas, G. (2010). 2010: Balance y perspectivas del libre comercio entre México y Estados Unidos. En R. Y. Ortega y G. Vega Cánovas (Edits.) Poder y política en los estudios internacionales (pp. 121-198). México: El Colegio de México. Vega Cánovas, G. (2009) .El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). La relevancia de la fórmula Ojeda para entender su negociación y estructura. En G. Vega (Coord.) Alcances y Límites de la Política Exterior de México ante el Nuevo Escenario Internacional (pp. 187-207). México: El Colegio de México. Vega Cánovas, G. (1994a). México 1988-1994: reestructuración económica, crisis y evolución futura del libre comercio en América del Norte, Foro Internacional, vol. XXXIV, núm. 4, pp. 729-753. Vega Cánovas, G. (1994b) ¿Hacia un acuerdo de libre comercio?. En C. Arriola (Comp.). Testimonios sobre el TLC (pp. 31-38). México: Editorial Porrúa. 160 Vega Cánovas, G. (1993). El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos: Consecuencias Políticas para México. En G. Vega (Coord.). Liberalización económica y liberalización en América del Norte (pp. 395-416). México: El Colegio de México. Velasco, J (1998). Cooperación y conflicto en las relaciones México-Estados Unidos; un enfoque histórico. En O. Pellicer y R. Fernández de Castro (Coord.), México y Estados Unidos, las rutas de la cooperación (pp. 215-243). México: Instituto Matías Romero, ITAM. Venables, A.J. (1997). "Trade Liberalization and Factor Mobility: An Overview. CEP Discussion Papers, DP0352, Londres: Centre for Economic Performance, London School of Economics. Vigevani, T. y G. Cepaluni (2007). Lula’s Foreign policy and the quest for autonomy through diversification. Third World Quarterly, vol. 28, núm. 7, pp. 1309-1326. Vigeveni, T. y M. Fernandes de Olivera (2007). Brazilian Foreign Policy in the Cardoso Era: The Search for Autonomy through Integration, Latin American Perspectives, núm. 34, pp. 58-80. Voeten, E. (2013). Data and Analyses of Voting in the UN General Assembly. Handbook of International Organization, Routledge (forthcoming 2013). Copia electronica en: http://ssrn.com/abstract=2111149 Voeten, E. (2004). Resisting the Lonely Superpower: Responses of States in the United Nations to U.S. Dominance, Journal of Politics, vol. 66, núm.3, pp. 729754. Voeten, E. (2000). Clashes in the Assembly, International Organization, vol. 54, núm. 2, pp. 185-216. Waltz, K. (2005). El Pensamiento Realista y la Teoría Neorrealista. En F. Kahhat (Comp.). El Poder y las Relaciones Internacionales: ensayos escogidos de Kenneth Waltz (pp. 23-52). México: CIDE. Wang, T.Y. (1999). US Foreign Aid and UN Voting: An Analysis of Important Issues, International Studies Quarterly, vol. 43, núm.1, pp. 199-210. Weintraub, S. (2001). Las posibilidades del libre comercio hemisférico. Foreign Affairs en Español, Otoño-Invierno. En: www.foreignaffairs-esporg/20010901faenespcomment5642/sidney-weintraub [28 de noviembre del 2004]. Weintraub, S. (1998). Avances y retos en el comercio y la inversión entre México y Estados Unidos. En O. Pellicer y R. Fernández de Castro. México y 161 Estados Unidos: Las rutas de la cooperación (pp. 135-153). México: Instituto Matías Romero e Instituto Tecnológico Autónomo de México. Wilcox, C. (1946). Fundamentals of US Trade Policy, Commercial Policy Series núm. 95, Estados Unidos América: Departamento de Estado. Woods, N. (2005). The Bretton Woods Institutions and the Transmission of Neoliberal Ideas in Mexico. En V. FitzGerald and R. Thorp. Economic Doctrines in Latin America. Origins, Embedding and Evolution (pp. 217-244). Gran Bretaña: St. Anthony’s Series, Pelgrave/Macmillan. PERIÓDICOS DePillips, L. (2013). Ho Congress might have already tied Obama’s hands in trade negotiations. Washington Post, 17 julio. En: http://www.washingtonpost.com/blogs/wonkblog/wp/2013/07/17/how-congressmight-have-already-tied-obamas-hands-in-trade-negotiations/ Discurso del Representante de Comercio de los Estados Unidos, Michael Froman en el inicio de la primer ronda de negociaciones del TAP. En: http://www.ustr.gov/about-us/press-office/speeches/transcripts/2013/july/ambfroman-ttip-opening-plenary [8 de julio del 2013] Financial Times (2013). Brazilian diplomat Roberto Azevêdo wins WTO leadership battle. 7 de mayo. En: http://www.ft.com/intl/cms/s/0/0fcbe482-b71311e2-841e-00144feabdc0.html#axzz2SWSvfy5E La Jornada (2005a). Fox: México seguirá "haciéndole el amor" al ALCA y el MERCOSUR, pese a rechazos. 6 de noviembre. En: http://www.jornada.unam.mx/2005/11/06/index.php?section=economia&article= 005n1eco La Jornada (2005b). Lula se opuso a la inclusión del tema ALCA en la declaración final. 6 de noviembre. En: http://www.jornada.unam.mx/2005/11/06/index.php?section=economia&article= 007n2eco Proceso (1991). Memorándum confidencial al subsecretario de Estado, Bernard Aronson, Revista Proceso, vol. 758, núm. 13, Mayo, pp. 6-11. Rothkopf, D. (2013). The Next Head of the WTO? Choose Wisely. It’s time to put someone from the BRICS in charge of the world’s leading trade body, Foreign Policy, 30 de abril. En:http://www.foreignpolicy.com/articles/2013/04/30/the_next_head_of_the_wto _choose_wisely?print=yes&hidecomments=yes&page=full 162 The Guardian (2013). Roberto Azevêdo to be named new World Trade Organization chief Brazilian who will become WTO's first Latin American director general faces uphill struggle to end Doha deadlock, 8 de mayo. En: http://www.guardian.co.uk/global-development/2013/may/08/roberto-azevedoworld-trade-organisation/print Valor Económico (2012). Perdemos nossa relevancia política no continente. Diz FHC em entrevista ao Valor, Jornal Valor Econômico, 30 de noviembre. En: http://www.valor.com.br/brasil/2923196/perdemos-nossa-relevancia-politica-nocontinente Zoellick, R. (2001). Countering Terror with Trade, Washington Post, 20 de Septiembre, p. A35. ENTREVISTAS Entrevista con Dr. Lorenzo Meyer. El Colegio de México, México, D.F., 18 de mayo de 2012. Entrevista con Dr. José Romero. El Colegio de México, México, D.F., 4 de julio del 2012. Entrevista con el Dr. Arturo Borja. Centro de Investigación y Docencia Económica, CIDE, México, D.F., 3 de septiembre de 2012. Entrevista con la Embajadora Olga Pellicer, ITAM, México, D.F., 11 de septiembre del 2012. Entrevista con Mtra. Luz María de la Mora. Centro de Investigación y Docencia Económica, CIDE, México, D.F., 17 de septiembre de 2012. Entrevista con Mtro. Jorge Schiavon. Centro de Investigación y Docencia Económica, CIDE, México, D.F., 20 de septiembre de 2012. Entrevista con Mtro. Raúl Benítez Manuat. CISAN-UNAM. México, D.F., 26 de septiembre de 2012 Entrevista con Dra. Mónica Serrano. El Colegio de México, México, D.F., 26 de octubre de 2012. Entrevista con Lic. José Treviño, Ciudad de México, 15 de noviembre de 2012. 163 DOCUMENTOS OFICIALES Secretaría de Economía, SE (2013). Boletín núm. 78. Consenso para concluir negociaciones del ALCA. 8 de octubre. http://www.economia.gob.mx/eventosnoticias/sala-de-prensa/comunicados/5163-boletin-num-78-consenso-paraconcluir-negociaciones-del-alca Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Vigente en 2013. En: Secretaría de Gobernación. http://www.ordenjuridico.gob.mx/constitucion.php Comunicado MERCOSUR (2001). Comunicado de los Presidentes de los Estados partes del MERCOSUR sobre los diez años del Tratado de Asunción, 22 de junio del 2001. En: http://www.mercosur.int/innovaportal/file/4488/1/cmc_2001_acta01_comunicado _es_mcs10anostratasuncion.pdf Declaración de Mar del Plata (2005). IV Cumbre de las Américas, Mar del Plata, Argentina. En:http://www.summitamericas.org/Documents%20for%20Argentina%20Summit%202005/IV%20Sum mit/Declaracion/Declaracion%20IV%20Cumbre%20de%20las%20Americas%20 -%20Espa%C3%B1ol.pdf Tratado de Asunción (1991). Tratado para la Constitución de un Mercado Común entre la República de Argentina, la República Federativa del Brasil, la República del Paraguay y la República Oriental del Uruguay, Asunción, Paraguay, 26 de marzo 1991. En:http://www.mercosur.int/innovaportal/file/719/1/CMC_1991_TRATADO_ES_ Asuncion.pdf PAGINAS WEB Banco Mundial (2013). World Development Indicators, 2012. http://databank.worldbank.org/data/views/variableSelection/selectvariables.aspx ?source=world-development-indicators Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo, UNCTAD http://unctad.org/ IMF Data, Direction of Trade Statistics (DOTs) Query Builder. http://elibrary-data.imf.org/ 164 International Trade Administration, Department of Commerce, United States of America. http://www.trade.gov/mas/ian/tradeagreements/fta/tg_ian_002401.asp Office of the United States Trade Representative http://www.ustr.gov Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE http://www.oecd.org/centrodemexico/laocde/laocdeenmexico.htm Organización Mundial del Comercio http://www.wto.org/ - OMC (2013c), Consultado el 6 de septiembre del 2013. http://www.wto.org/spanish/thewto_s/minist_s/min03_s/brief_s/brief12_s. htm Pacto de Solidaridad Económica En: http://migueldelamadridhurtado.com/pacto.htlm US State Department, Report on Voting Practices at the United Nations General Assembly (1999-2008, 2012) http://www.state.gov/p/io/rls/rpt/ US Department of State, Strategic Plan of the Department of State (diferentes años) EE.UU. 2011-2016 Strategic Plan Addendum for The U.S. Department of State, en: http://www.state.gov/s/dmr/qddr/185613.htm; Strategic Plan of the Department of State and the United States Agency for International Development (USAID) for Fiscal Years 2007 to 2012, en: http://www.state.gov/documents/organization/86291.pdf); Strategic Plan of the Department of State and the United States Agency for International Development (USAID) for Fiscal Years 2004-2009 en: http://www.state.gov/s/d/rm/rls/dosstrat/2004/index.htm) Secretaría de Economía, México http://www.economia.gob.mx/ Sistema de Información Sobre Comercio Exterior, Organización de Estados Americanos http://www.sice.oas.org/ctyindex/USA/USAAgreements_s.asp 165 United Nations Collection of Princeton University Library. Voting Patterns in the United Nations (1987-1999) http://www.princeton.edu/~sbwhite/un/VotePrac.html 166 ANEXOS 167 LIBRO DE CÓDIGOS DE BASE DE DATOS Totaid, Milaid Econaid Ayuda económica/ militar/total de Estados Unidos a STATE en YEAR Unidad de moneda: Dólares históricos 1987-2009 Fuente: USAID Greenbook, Foreign Assistance Data. Totaid2000, Milaid2000 Econaid2000 Ayuda económica/ militar/total de Estados Unidos a STATE en YEAR Unidad de moneda: Dólares constantes del 2000 1987-2009 Fuente: USAID Greenbook, Foreign Assistance Data. GDPconstant Producto Interno Bruto (PIB), 1987-2009 Unidad de moneda: Dólares constantes 2000 Fuente: 1987-2008, World Bank, World Development Indicators Database 2012. GDPPCconstant Producto Interno Bruto Per Cápita, 1987-2009 Unidad de moneda: Dólares constantes 2000 Fuente: 1987-2009, World Bank, World Development Indicators Database 2012. Pop Población, en millones Fuente: Penn World tables COW Número de código del país en Correlates of War 168 YEAR Año STATE Nombre del país COWYEAR Composite variable of COW number plus YEAR to facilitate data merge LA Designado para países que conforman la región de América Latina de acuerdo a la clasificación de las Naciones Unidas. Valores: dicotómicos 1= si 0 = no FTA Designado para países que tienen un Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos en la región de América Latina, 1987-2008. Fuente: International Trade Administration, Department of Commerce, United States of America. Para mayor especificación ver Anexo Tabla A.2. Valores: dicotómicos 1= si 0= no 169 TRADE USA Valor de las exportaciones de Estados Unidos al STATE en YEAR (dólares corrientes) Valor: Dólares corrientes (valor en años) Fuente: Barbieri, K. y O. Keshk. 2012. Correlates of War Project Trade Data Set Codebook, Version 3.0. Online: http://correlatesofwar.org TRUSA2000 Valor de las exportaciones de Estados Unidos al STATE en YEAR (dólares constantes del 2000) Valor: Dólares constantes del 2000 Fuente: Barbieri, K. y O. Keshk. 2012. Correlates of War Project Trade Data Set Codebook, Version 3.0. Online: http://correlatesofwar.org DEPEND STATE TO USA Dependencia de STATE al comercio de Estados Unidos. Calculado como (exportaciones + importaciones de STATE X a Estados Unidos/PIB STATE) Valor: dólares corrientes (en miles) Fuente: Banco Mundial, World Development Indicators, 2012; IMF Data, Direction of Trade Statistics (DOTs) Query Builder. Nota: Para hacer el cálculo se tomó los datos de comercio de STATE hacia Estados Unidos (Barberi lo denomina Flow 1) Sólo para Antigua y Barbuda se toman los datos de Estados Unidos de su comercio con ese país, a falta de información de Antigua y Barbuda. La fuente del flujo comercial es tomada del Direction of Trade Statistics porque se necesitaron desagregar las importaciones y exportaciones como porcentaje del PIB de los países. DEPEND USA TO STATE Dependencia de Estados Unidos al comercio del STATE Calculado como (exportaciones + importaciones STATE/PIB EUA) Valor: dólares corrientes (en miles) Valor: dólares corrientes (en miles) 170 Nota: Para hacer el cálculo se tomó los datos de comercio de STATE hacia Estados Unidos (Barberi lo denomina Flow 1) Sólo para Antigua y Barbuda se toman los datos de Estados Unidos de su comercio con ese país, a falta de información de Antigua y Barbuda. La fuente del flujo comercial es tomada del Direction of Trade Statistics porque se necesitaron desagregar las importaciones y exportaciones como porcentaje del PIB de los países. S2UN Son valores del índice de afinidad “S” en un rango de -1 (intereses menos similares) a 1(intereses más similares) Fuente: Strezhnev, A. y E. Voeten (2013-02) S3UN Son valores del índice de afinidad “S” usando tres categorías 1= si o aprueba un tema; 2= abstención; 3= no o desaprueba. Fuente: Strezhnev, A. y E. Voeten (2013-02) IMPORTANTVOTES Se codificó los “votos importantes” a partir de la propuesta de Thacker (1999) y utilizada por diversos autores, ver recientemente a Dreher y Jensen (2013) como: votos en coincidencia con EUA = 1, no coincidencia = 0 y 0.5 = abstenciones o ausencias. Fuentes: Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas (diversos años) y Resoluciones adoptadas en diferentes Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Fuentes consultadas Banco Mundial. 2013. World Development Indicators, 2012. En: http://databank.worldbank.org/data/views/variableSelection/selectvariables.aspx ?source=world-development-indicators Barbieri, K. y O. Keshk. 2012. Correlates of War Project Trade Data Set Codebook, Version 3.0. Online: http://correlatesofwar.org. 171 Barbieri, K., O. Keshk, and B. Pollins. 2009. Trading Data: Evaluating our Assumptions and Coding Rules. Conflict Management and Peace Science, vol. 26, núm. 5, pp. 471-491. Greenbook. Detailed Foreign Assistance Data. Online: http://gbk.eads.usaidallnet.gov/data/detailed.html Heston, A., R. Summers y B. Aten. 2006. Penn World Table. V. 6.2, Center for International Comparisons of Production, Income and Prices. University of Pennsylvania. En: http://pwt.econ.upenn.edu/php_site/pwt_index.php International Trade Administration, Department of Commerce, United States of America. En: http://www.trade.gov/mas/ian/tradeagreements/fta/tg_ian_002401.asp Y al Sistema de Información Sobre Comercio Exterior, Organización de Estados Americanos. En: http://www.sice.oas.org/ctyindex/USA/USAAgreements_s.asp Strezhnev, A. y E. Voeten, 2013-02, "United Nations General Assembly Voting Data" <a href="http://hdl.handle.net/1902.1/12379">hdl:1902.1/12379</a> 172 Cuadro A1 Evolución de la influencia Política en el Sistema Preferencial Unilateral de Comercio de Estados Unidos (1974-a la fecha) PERIODO CARACTERÍSTICAS TIPO DE INFLUENCIA Primer periodo (1974-1984): beneficios económicos limitados y poca influencia política Enmarcado entre la Ley de Comercio de 1974 donde se otorgó la autorización inicial del SGP y la Ley de Comercio y Aranceles de 1984. Su cobertura era amplia pero económicamente superficial. BAJA. El SGP tenía una limitada importancia económica. Los funcionarios norteamericanos se abstenían de utilizar dichas preferencias como medio para influir en sus beneficiarios. El programa brinda acceso preferente al mercado norteamericano a casi todos los países de AL y C -con excepción de Venezuela y Ecuador (OPEP). Muchos artículos excluidos del programa, especialmente los textiles. Éstos enfrentaban altos aranceles en el programa de la Nación Más Favorecida (NMF) Sometida a un proceso anual de revisión en donde se modificaban los productos y ratificaban a los países. Segundo periodo (19851990): incremento de los objetivos estratégicos y tácticos (1) Creación de programas regionales que otorgaron mayores preferencias y (2) uso del SGP como instrumento de reciprocidad. ALTA. Los programas fueron un enfoque estratégico al comercio y a la política exterior. La ICC fue el primer programa de preferencias comerciales regionales. Se contemplaba la entrada libre de aranceles para una gama más amplia de productos que el SGP. Promulgada en 1984 y finalizada en 2000 con la promulgación de la Ley de Asociación Comercial de Estados Unidos con los países de la Cuenca del Caribe (CBTPA): amplía la cobertura de productos con estrictas reglas de origen para las prendas de vestir. La ATPA se promulga en 1991. Se respalda a un grupo selecto de naciones aliadas a través de preferencias comerciales determinadas. El objetivo principal, proporcionar ayuda en la lucha contra las drogas. Se fue ampliando hasta incluir casi todos los productos en la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA) del 2002 (cumpliendo con las reglas de origen). Tercer periodo (1990-actual): preferencias versus tratados comerciales Con el inicio de las negociaciones del TLCAN hubo tres cambios en la política comercial: (1) Aunque el SGP funciona de forma unilateral, los TLC si obligan a los socios comerciales de Estados Unidos a eliminar sus obstáculos a casi todas las exportaciones; (2) el SGP es autónomo al gobierno norteamericano, por lo que sus beneficios dependen del Congreso, los TLC son compromisos con fuerza legal; (3) El SGP se renueva periódicamente, los TLC funcionan a perpetuidad. ALTA. El SGP depende de la ratificación del Congreso Norteamericano, al igual que la aprobación del Fast Track y ratificación de TLC. Fuente: Elaboración propia en base a SELA (2009: 6) 173 Cuadro A 2.1 Acuerdos de Libre Comercio de Estados Unidos, 1985-2011 PAIS FIRMADO VIGENCIA 18 de mayo 2004 1 de enero 2005 14 de septiembre 2004 11 enero 2006 6 de junio 2003 1 de enero 2004 22 de noviembre 2006 12 de octubre 2011 Corea 30 de junio 2007 15 de mayo 2012 Israel 21 de abril 1985 19 de agosto 1985 24 de octubre 2000 17 de diciembre 2001 Marruecos 15 de junio 2004 1 de enero 2006 Omán 19 de enero 2006 1 de enero 2009 Perú 12 de abril 2006 1 de febrero 2009 Panamá 28 de junio 2007 12 de octubre 2011 Singapur 6 de mayo 2003 1 de enero 2004 Canadá 17 de diciembre 1992 1 de enero 1994 México 17 de diciembre 1992 1 de enero 1994 Costa Rica 5 de agosto 2004 1 de enero 2009 El Salvador 5 de agosto 2004 1 de marzo 2006 Guatemala 5 de agosto 2004 1 de julio 2006 Honduras 5 de agosto 2004 1 de abril 2006 Nicaragua 5 de agosto 2004 1 de abril 2006 República Dominicana 5 de agosto 2004 1 de marzo 2007 Australia Bareín Bilaterales Chile Colombia Jordania TLCAN CAFTA+RD Fuente: Elaboración propia con base en: International Trade Administration, Department of Commerce, United States of America. En: http://www.trade.gov/mas/ian/tradeagreements/fta/tg_ian_002401.asp Y al Sistema de Información Sobre Comercio Exterior, Organización de Estados Americanos. En: http://www.sice.oas.org/ctyindex/USA/USAAgreements_s.asp 174 Cuadro A 2.2 Acuerdos de Libre Comercio de México, 1992-2012 FIRMADO RATIFICADO TLCAN Estados Unidos y Canadá 17 de diciembre 1992 1 de enero 1994 Unión Europea Bélgica, Dinamarca, Alemania, República Helénica, España, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Australia, Portugal, Finlandia, Suecia y Gran Bretaña 8 de diciembre 1997 1 de julio 2000 Triangulo del Norte El Salvador y Guatemala 29 de junio 2000 15 de marzo 2001 Honduras 29 de junio 2000 1 de junio 2001 AELC Suiza, Liechtenstein, Noruega e Islandia 27 de noviembre 2000 1 de julio 2001 MéxicoCentroamérica Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua 22 de noviembre 2011 9 de enero 2012 Bilaterales Colombia 13 de junio 1994 1 de enero 1995 Costa Rica 5 de abril 1994 1 de enero 1995 Nicaragua 18 de diciembre 1997 1 de julio 1998 Chile (ACE 41) 17 de abril 1998 1 de agosto 1999 Israel 10 de abril 2000 1 de julio 2001 Uruguay 15 de noviembre 2003 15 de julio 2004 Japón 17 de septiembre 2004 1 de abril 2005 Perú 6 de abril 2011 1 de febrero 2012 Fuente: Elaboración propia en base a: Secretaría de Economía, México. En: http://www.economia.gob.mx/comunidad-negocios/comercio-exterior/tlc-acuerdos Accedido 28 de diciembre 2012. Y al Sistema de Información Sobre Comercio Exterior, Organización de Estados Americanos. En: http://www.sice.oas.org/ctyindex/USA/USAAgreements_s.asp 175 Cuadro A3 Dependencia comercial de América Latina y el Caribe con Estados Unidos, 1987-2008 (Años seleccionados) País 1987 1990 1995 1999 2000 2003 2005 2007 2008 Bahamas 128.220382 42.9296503 25.7086614 18.4650511 22.3002657 23.7041346 33.8176441 38.4186549 43.7253364 Cuba 0.00567154 0.00537607 0.02096709 0.02131285 0.01234618 0.80019447 0.93299909 0.83949376 1.29888071 23.2827147 23.1725177 15.1584411 18.5577721 28.2534014 20.7073923 22.8013054 Haití . . República Dominicana * 21.4111707 19.7806096 7.64289144 47.5221508 47.2109273 42.8756815 28.7543123 26.1613184 23.5021089 Jamaica 26.5693361 26.7231224 40.8747758 21.6746455 22.8322845 20.7927489 23.2405897 27.9489859 33.0115301 Trinidad y Tobago 28.3580835 31.0475944 35.4984995 33.2859403 27.36479 48.5177762 56.9774247 48.0773337 39.5699458 Barbados 14.8098419 15.448342 18.7115872 20.1779913 19.173216 18.1504565 21.4195597 15.7964545 15.9708242 Dominica 13.7797417 27.1086735 19.0038842 22.4955044 18.2362387 12.6503029 19.602164 22.3771083 25.5976116 Granada 15.1414559 15.7809817 21.9952913 30.7939601 28.2811023 13.8333438 13.7193295 13.0410736 12.0192403 0 28.9312376 25.9216751 23.0140608 19.783261 18.6429534 19.6581169 18.950371 24.684213 30.2758341 29.425406 21.103073 23.7205774 15.8835301 18.2405972 15.1686188 11.2446061 13.1340045 Santa Lucia San Vicente y las Granadinas Antigua y Barbuda 0 18.6939582 20.2960353 14.8653412 17.6083742 16.5914077 19.4117405 19.2464365 13.8563185 St. Kitts and Nevis 242.195828 45.0661369 37.0912161 35.7843546 31.9415134 28.5830433 35.3362235 40.4466964 37.9958224 México* 15.9285381 15.4799269 43.9030432 49.0826491 49.4796623 37.1527844 36.9828427 36.3493237 36.5461828 Belice 46.7528449 43.8147941 32.0968351 36.4121061 38.3585212 31.9769021 29.8792673 28.2522374 39.3806714 Guatemala* 13.7076453 14.7303268 14.2176692 22.9081105 15.8160837 26.3178031 24.6044325 22.4556304 21.4292728 Honduras* 17.5316076 25.4846329 33.1752073 95.1173473 29.7156364 25.0855653 28.1271819 32.3854364 33.6426336 El Salvador* 15.9994611 15.4071691 14.0428357 11.3831541 33.4983895 33.1630648 25.1528399 25.8052063 25.8613644 Nicaragua* 0.49291547 11.1941537 11.346538 17.4371745 13.8262397 12.8706156 13.1533586 15.8701694 16.7836891 Costa Rica* 17.4433283 20.1055579 21.6481543 16.7120611 29.6217131 39.5637269 35.2788929 32.4656915 32.5575386 Panamá* 11.9585691 12.5183568 16.8251177 13.5675041 12.684981 11.681798 10.0811467 12.5004464 13.4184394 Colombia* 9.65732786 12.381413 9.49481511 11.3640764 10.6556976 10.6057394 10.1182102 8.99838704 10.5998135 Venezuela 20.8769475 26.406628 19.0151977 16.0450508 20.1934071 17.2225457 23.2758008 18.2959692 19.2453504 Guyana 34.0621708 33.0792307 43.8368848 42.4419081 44.9796382 34.0404872 38.0455085 19.535423 24.5551286 Surinam 15.6835872 63.8197105 50.3451917 32.1294319 30.0853654 8.45316217 7.10460319 4.99164142 5.79536741 Ecuador 18.4627231 18.3567656 15.6344356 17.5139054 17.0959442 13.5674991 18.8737501 19.4707994 21.9922957 Perú* 6.74031368 6.13230442 5.89965108 7.9171444 7.34074223 8.12119628 9.77906669 8.65994203 9.40365431 Brasil 3.77376388 2.74701852 2.6397191 4.07650369 4.29397849 4.99579266 4.18048187 3.37733824 3.39785482 Bolivia 5.94487458 7.00271618 9.30786773 13.716319 9.62586635 6.76195276 6.3216079 4.93964027 5.43365439 Paraguay 2.02391197 3.94539496 5.25944593 8.67681057 2.76327673 2.22986707 3.27792434 3.09018429 2.87798858 Chile* 9.15506249 9.07065045 8.67662118 8.42461243 8.24405912 8.43164576 9.51815614 9.553554 11.0992606 Argentina 1.69922124 1.82217038 2.00320791 2.68417478 2.80475086 4.1650198 4.70451642 3.71924847 3.83901745 Uruguay 3.64065437 3.24024299 2.1277965 2.22097072 2.32768162 3.47189996 6.04619839 5.04242638 4.01228484 Fuente: La dependencia comercial se calculo como (exportaciones + importaciones de País X a Estados Unidos/PIB País X) en miles de dólares corrientes del 2000. Los datos de PIB provienen del World Development Indicators, 2012 y el intercambio comercial del IMF Data, Direction of Trade Statistics (DOTs) Query Builder. *Países que tienen un ALC con Estados Unidos firmados y ratificados desde 1992 hasta la fecha. 176 Cuadro A 4 Índice de intensidad de comercio 1965-2009 Estados Unidos Unión Europea Japón América Latina Brasil 1965 2.02 0.87 0.38 2.15 1970 1.66 1.17 0.8 2.35 1975 1.16 1.01 1.13 3.1 1980 1.44 0.95 0.85 3.51 1985 2.28 0.82 0.55 1.75 1990 2.07 0.82 0.85 3.09 1995 1.57 0.64 0.73 5.07 2000 1.97 0.75 0.6 4.61 2005 2.17 0.6 0.51 4.35 2009 1.17 0.58 0.58 3.69 1965 3.91 0.3 1.33 1.04 1970 4.75 0.23 0.86 2.03 1975 4.68 0.25 0.71 2.86 1980 5.41 0.48 0.66 1.24 1985 5.47 0.56 0.71 0.98 1990 5.92 0.36 0.63 1.67 1995 6.91 0.09 0.13 1.22 2000 7.15 0.09 0.09 0.63 2005 9.74 0.11 0.12 0.82 México 2009 6.97 0.1 0.11 0.86 Fuente: Elaboración propia basada en: Banco Mundial, World Development Indicators 2011 (PIB) y United Nations Commodity Trade Statistics, accedido en: http://comtrade.un.org/db/dqBasicQuery.aspx La expresión matemática del Índice de intensidad de comercio de es: Iij = ((Xij/Xit)/(Mj/Mw-Mi)). En donde, Xi= exportaciones del país i; j= país importador; X exportaciones mundiales 177 Cuadro A 5 Índice de Propensión a Exportar Brasil y México 1965-2009 Estados Unidos Unión Europea Japón América Latina 1965 0.19 0.05 0.03 0.19 1970 0.12 0.06 0.05 0.16 1975 0.09 0.06 0.08 0.19 1980 0.11 0.07 0.07 0.30 1985 0.16 0.09 0.09 0.31 1990 0.11 0.05 0.07 0.27 1995 0.07 0.04 0.06 0.30 2000 0.10 0.06 0.06 0.38 2005 0.15 0.08 0.08 0.66 2009 0.07 0.05 0.06 0.36 1965 0.23 0.01 0.06 0.06 1970 0.17 0.01 0.03 0.07 1975 0.18 0.01 0.02 0.09 1980 0.37 0.03 0.05 0.10 1985 0.43 0.07 0.13 0.20 1990 0.45 0.03 0.08 0.21 1995 1.44 0.03 0.05 0.33 2000 1.26 0.03 0.03 0.17 2005 1.28 0.03 0.03 0.23 2009 1.52 0.03 0.04 0.30 Brasil México Fuente: Elaboración con base en Banco Mundial, World Development Indicators 2011 (PIB) y United Nations Commodity Trade Statistics, accedido en: http://comtrade.un.org/db/dqBasicQuery.aspx 178 Cuadro A.6 Votos importantes de Estados Unidos en UNGA, 1988-2008 Cada año, el Departamento de Estado de Estados Unidos identifica temas importantes que se votan en la Agenda de la Asamblea General de las Naciones Unidas, UNGA. Los “votos importantes” se enfocan directamente en los temas que afectan los intereses de Estados Unidos y en los que cabildearon ampliamente. A continuación se presentan los “votos importantes” del periodo de 1988 a 2008. Los años de 1987, 1990, 1991, 1992, 1993 y 1995124 no se encuentran disponibles por lo que no se consideran en el análisis. Si bien, los votos importantes varían de un año a otro en cuanto contenido y especificidad, algunos de ellos se mantienen en el tiempo con algunas variaciones. A grandes rasgos los temas son: El Embargo de EUA a Cuba, Seguridad Internacional, Desarme Nuclear, Terrorismo, Promoción de la Democracia, Derechos Humanos, Derecho al Desarrollo y cuestiones sobre Palestina e Israel. 43° Asamblea General de las Naciones Unidas, 1988. El Departamento de Estado identificó 10 votos importantes en la 43° UNGA. Votaciones con respecto a Estados Unidos Nombre de la Resolución Cartas Credenciales de Israel en UNGA Cumplir con el Veredicto de la Corte Internacional de Justicia en el caso “Actividades Militares y Paramilitares en contra Nicaragua” Condena Invasión a Cambodia Abuso de Derechos Humanos en Irán Cambio de Nombre en UN de “Organización para la Liberalización Número de la Resolución Día de votación 18 de Octubre Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 95(EUA )-41-7 A/Res/43/11 25 de Octubre 89-2(EUA) –48 A/Res/43/19 3 de Noviembre 122(EUA)- 19-13 A/Res/43/137 8 de Diciembre 61(EUA)-25-44 A/Res/43/177 15 de Diciembre 104-2(EUA)-36 México votación Brasil votación A favor = EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A favor = EUA A favor ≠EUA A favor = EUA Abstención ≠EUA A favor ≠EUA 124 Los años faltantes concuerdan con la Base de “Votos importantes” de Strezhnev, Anton y Erik Voeten (2013-02) "United Nations General Assembly Voting Data" <a href="http://hdl.handle.net/1902.1/12379">hdl:1902.1/12379</a> y la base disponible de United Nations Collection of Princeton University Library, Voting Patterns in the United Nations: A Highly Selective Listing, en: http://www.princeton.edu/~sbwhite/un/VotePrac.html 179 Palestina” por “Palestina” Resolución URSS A/Res/43/89 7 de Diciembre 97-3(EUA)-45 A favor A favor sobre la Paz y ≠EUA ≠EUA Seguridad Internacional Crisis de la Deuda y A/Res/43/198 20 de Diciembre 150-1(EUA)-1 A favor A favor Desarrollo ≠EUA ≠EUA Intervención Extrajera A/Res/43/96 4 de Diciembre Adoptado por A favor A favor en Afganistán consenso = EUA = EUA Impacto de la A/Res/43/102 4 de Diciembre Adoptado por A favor A favor Globalización en los consenso = EUA = EUA Derechos Humanos Derechos Humanos A/Res/43/114 4 de Diciembre Adoptado por A favor A favor en Irán consenso = EUA = EUA Fuente: Resoluciones adoptadas en la 43° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/Depts/dhl/resguide/r43.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 1988. En: United Nations Collection of Princeton University Library, Voting Patterns in the United Nations: A Highly Selective Listing http://www.princeton.edu/~sbwhite/un/VPr1988.html 44° Asamblea General de las Naciones Unidas, 1989. El Departamento de Estado identificó 10 votos importantes en la 44° UNGA. Votaciones con respecto a Estados Unidos Nombre de la Resolución Votación para excluir a Israel de UNGA Situación en Kampuchea (Cambodia) Conferencia Internacional de Paz y Palestina. Situación en Medio Oriente Cumplir con el Veredicto de la Corte Internacional de Justicia en el caso “Actividades Militares y Paramilitares en contra Nicaragua” Cuestiones Relativas a la Información Cese a Todas las Pruebas Nucleares Desarme Nuclear Número de la Resolución Día de votación 17 de Octubre Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA EUA A favor México votación Brasil votación A favor = EUA A favor = EUA A favor = EUA A favor = EUA A/Res/44/22 16 de Noviembre 124(EUA)-17-12 A/Res/44/40A 4 de Diciembre 109-18(EUA)-31 A favor ≠EUA A favor ≠EUA A/Res/44/43 7 de Diciembre 91-2(EUA)-41 A favor ≠EUA A favor ≠EUA A/Res/44/50 8 de Diciembre 127-2(EUA)-21 A/Res/44/105 15 de Noviembre 136-3(EUA)-13 A/Res/44/117D 15 de Noviembre 136-13(EUA)-5 A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA Zona de Paz en el A/Res/44/120 15 de Noviembre 137-4(EUA)-14 Océano Índico Ampliación de la A/Res/44/167 15 de Noviembre 151-2(EUA)-2 Comisión de los Derechos Humanos Intervención Militar en A/Res/44/240 29 de Diciembre 75-20(EUA)-40 A favor A favor Panamá ≠EUA ≠EUA Fuente: Resoluciones adoptadas en la 44° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/Depts/dhl/resguide/r43.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 1989. 180 49° Asamblea General de las Naciones Unidas, 1994. El Departamento de Estado identificó 15 votos importantes en la 49° UNGA. Votaciones con respecto a Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 101-2(EUA)-48 Embargo de Estados A/Res/49/9 26 de Octubre Unidos a Cuba Situación en Bosnia y A/Res/49/10 3 de Noviembre 97(EUA)-0-61 Herzegovina Situación en Croacia A/Res/49/43 9 de Diciembre 142(EUA)-0-18 Reporte de la Agencia A/Res/49/65 15 de Diciembre 161(EUA)-1-6 Internacional de Energía Atómica, IAEA Uso Legal de Armas A/Res/49/75K 15 de Diciembre 78-43(EUA)-38 Nucleares Armamento Nuclear A/Res/49/78 15 de Diciembre 60-4(EUA)-100 Israelí Proceso de Paz en A/Res/49/88 16 de Diciembre 149(EUA)-4-2 Medio Oriente Asentamientos A/Res/49/132 19 de Diciembre 133-2(EUA)-23 Israelitas Autodeterminación A/Res/49/149 23 de Diciembre 147-2(EUA)-19 Palestina Asistencia Electoral/ A/Res/49/190 23 de Diciembre 155(EUA)-0-12 Democratización Derechos Humanos en A/Res/49/196 23 de Diciembre 150(EUA)-0-14 Partes de la Antigua Yugoslavia Derechos Humanos en A/Res/49/198 23 de Diciembre 101(EUA)-13-49 Sudán Derechos Humanos en A/Res/49/200 23 de Diciembre 65(EUA)-23-70 Cuba Derechos Humanos en A/Res/49/202 23 de Diciembre 74(EUA)-25-55 Irán Derechos Humanos en A/Res/49/203 23 de Diciembre 114(EUA)-3-47 Irak ° Nota: En las Resoluciones de la 49 Asamblea General de las Naciones Unidas no se desglosan los votos por país como en todas las demás. Sólo se tienen los datos de coincidencia de votación de México (7-5-3) y Brasil (8-4-3) por votos idénticos, votos opuestos y abstenciones sin poder distinguir específicamente por cada Resolución. Fuente: Resoluciones adoptadas en la 49° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r49.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 1994. En: United Nations Collection of Princeton University Library, Voting Patterns in the United Nations: A Highly Selective Listing http://dosfan.lib.uic.edu/ERC/intlorg/UN_voting/ 181 52° Asamblea General de las Naciones Unidas, 1997. El Departamento de Estado identificó 13 votos importantes en la 52° UNGA. Votaciones con respecto a Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Embargo de Estados Unidos a Cuba Reporte de la Agencia Internacional de Energía Atómica, IAEA Prohibición de Minas Antipersonal Mejoramiento de la Situación Palestina Autodeterminación Palestina Elecciones Genuinas y Periódicas Derecho al Desarrollo A/Res/52/10 5 de Noviembre Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 143-3(EUA)-17 A/Res/52/11 12 de Noviembre 151(EUA)-1-5 A/Res/52/38H 9 de Diciembre 147(EUA)-0-15 Moción 9 de Diciembre 57-65(EUA)-32 A/Res/52/114 12 de Diciembre 160-2(EUA)-6 A/Res/52/129 12 de Diciembre 157(EUA)-0-15 A/Res/52/136 12 de Diciembre 129-12(EUA)-32 México votación Brasil votación A favor ≠EUA A favor = EUA A favor ≠EUA A favor = EUA Abstiene ≠EUA Abstiene ≠EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A favor = EUA A favor = EUA Abstiene ≠EUA A favor = EUA A favor = EUA Abstiene ≠EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A favor = EUA A favor = EUA Abstiene ≠EUA A favor = EUA Derechos Humanos en A/Res/52/140 12 de Diciembre 93(EUA)-16-58 Sudán Derechos Humanos en A/Res/52/141 12 de Diciembre 99-3(EUA)-60 Irak Derechos Humanos en A/Res/52/142 12 de Diciembre 74(EUA)-32-56 Irán Derechos Humanos en A/Res/52/143 12 de Diciembre 64(EUA)-29-75 Cuba Derechos Humanos en A/Res/52/147 12 de Diciembre 133(EUA)-2-27 Partes de la Antigua Yugoslavia Coerción A/Res/52/181 18 de Diciembre 109-1(EUA)-50 A favor A favor Económica/Política ≠EUA ≠EUA Fuente: Resoluciones adoptadas en la 52° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r52.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 1997. En: http://www.state.gov/www/issues/un.pdf 182 53° Asamblea General de las Naciones Unidas, 1998. El Departamento de Estado identificó 10 votos importantes en la 53° UNGA. Votaciones con respecto a Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Embargo de Estados Unidos a Cuba Coerción Económica/Política Reporte de la Agencia Internacional de Energía Atómica, IAEA Pruebas Nucleares en el Sur de Asia Nueva Agenda de Desarme Nuclear Derecho al Desarrollo A/Res/53/4 14 de Octubre Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 157-2(EUA)-12 A/Res/53/10 26 de Octubre 80-2(EUA)-67 A/Res/53/21 2 de Noviembre 113(EUA)-1-8 A/Res/53/77G 4 de Diciembre 118(EUA)-9-33 A/Res/53/77Y 4 de Diciembre 114-18(EUA)-38 A/Res/53/155 9 de Diciembre 125-1(EUA)-42 México votación Brasil votación A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A favor ≠EUA Abstiene ≠EUA A favor = EUA A favor = EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor = EUA Abstiene ≠EUA A favor = EUA A favor = EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A favor = EUA A favor = EUA Derechos Humanos en A/Res/53/157 9 de Diciembre 103(EUA)-3-56 Irak Derechos Humanos en A/Res/53/158 9 de Diciembre 64(EUA)-41-56 Irán Derechos Humanos en A/Res/53/163 9 de Diciembre 141(EUA)-0-21 Partes de la Antigua Yugoslavia Derechos Humanos en A/Res/53/164 9 de Diciembre 122(EUA)-3-34 A favor A favor Kosovo = EUA = EUA Fuente: Resoluciones adoptadas en la 53° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r53.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 1998. En http://www.state.gov/www/issues/voting_pracs_98/index.html 183 54° Asamblea General de las Naciones Unidas, 1999. El Departamento de Estado identificó 13 votos importantes en la 54° UNGA. Votaciones con respecto a Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Embargo de Estados Unidos a Cuba Reporte de la Agencia Internacional de Energía Atómica, IAEA Cumplimiento del Tratado contra Misiles Anti balísticos (ABM) Eliminación Definitiva de Armas Nucleares Nueva Agenda por un Mundo Libre de Armas Nucleares Armas Pequeñas A/Res/54/21 9 de Noviembre Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 155-2(EUA)-8 México votación Brasil votación A favor ≠EUA A favor = EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A/Res/54/26 15 de Noviembre 122(EUA)-1-6 A/Res/54/54A 1 de Diciembre 80-4(EUA)- 68 A favor ≠EUA Abstiene ≠EUA A/Res/54/54D 1 de Diciembre 153(EUA)-0-12 A/Res/54/54G 1 de Diciembre 111-13(EUA)-39 A favor = EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A favor ≠EUA A/Res/54/54V 15 de Diciembre 119(EUA)-0-2 A favor = EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A favor ≠EUA Riesgo de A/Res/54/57 1 de Diciembre 149-3(EUA)-9 Proliferación Nuclear en Medio Oriente Medidas para Eliminar A/Res/54/110 9 de Diciembre 149(EUA)-0-2 A favor A favor el Terrorismo = EUA = EUA Internacional Derechos Humanos en A/Res/54/177 17 de Diciembre 61(EUA)-47-51 Abstiene A favor Irán ≠EUA = EUA Derechos Humanos en A/Res/54/178 17 de Diciembre 100(EUA)-3-53 A favor A favor Irak = EUA = EUA Derechos Humanos en A/Res/54/183 17 de Diciembre 108(EUA)-4-45 A favor A favor Kosovo = EUA = EUA Derechos Humanos en A/Res/54/184 17 de Diciembre 123(EUA)-2-34 Abstiene A favor Partes de la Antigua ≠EUA = EUA Yugoslavia Hacia un Sistema A/Res/54/197 22 de Diciembre 155-1(EUA)-0 A favor A favor Financiero ≠EUA ≠EUA Internacional Estable Fuente: Resoluciones adoptadas en la 54° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r54.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 1999. En: http://www.state.gov/p/io/rls/rpt/1999/index.htm 184 55° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2000. El Departamento de Estado identificó 11 votos importantes en la 55° UNGA. Votaciones con respecto a Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 92- 6(EUA ) -46 México votación Brasil votación Acciones Israelíes en A/Res/ES-10/7 20 de Octubre Abstiene Abstiene Territorios Ocupados ≠EUA ≠EUA Embargo de Estados A/Res/55/20 9 de Noviembre 167-3(EUA) –4 A favor A favor Unidos a Cuba ≠EUA ≠EUA Cumplimiento del A/Res/55/33B 20 de Noviembre 88- 5(EUA)- 66 A favor Abstiene Tratado contra Misiles ≠EUA ≠EUA Anti balísticos (ABM) Nueva Agenda para A/Res/55/33C 20 de Noviembre 154(EUA)- 3-8 A favor A favor un Mundo Libre de = EUA = EUA Armas Nucleares Reducción del Peligro A/Res/55/33N 20 de Noviembre 110-45(EUA)-14 A favor Abstiene Nuclear ≠EUA ≠EUA Riesgo de A/Res/55/36 20 de Noviembre 157-3(EUA)-8 A favor A favor Proliferación Nuclear ≠EUA ≠EUA en Medio Oriente Crímenes de Honor A/Res/63/190 18 de Diciembre 146(EUA)-1-26 A favor A favor contra las Mujeres = EUA = EUA Promoción y A/Res/55/96 4 de Diciembre 157(EUA)-0-16 A favor A favor Consolidación de la = EUA = EUA Democracia Impacto de la A/Res/55/102 4 de Diciembre 112-46(EUA)-15 A favor A favor Globalización en los ≠EUA ≠EUA Derechos Humanos Derechos Humanos A/Res/55/114 4 de Diciembre 67(EUA)-54-46 Abstiene Abstiene en Irán ≠EUA ≠EUA Derechos Humanos A/Res/55/115 4 de Diciembre 102(EUA)-3-60 A favor A favor en Irak = EUA = EUA Fuente: Resoluciones adoptadas en la 55° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r55.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 2000. En: http://www.state.gov/p/io/rls/rpt/2000/vtg/ 185 56° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2001. El Departamento de Estado identificó 12 votos importantes en la 56° UNGA. Votaciones con respecto a Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Acciones Israelíes en Territorios Ocupados Arreglo Pacífico de la Cuestión Palestina Embargo de Estados Unidos a Cuba Cumplimiento del Tratado contra Misiles Anti balísticos (ABM) Desarme Nuclear A/Res/ES-10/8 20 de Diciembre Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 124-6(EUA)-25 A/Res/56/36 3 de Diciembre 131-6(EUA)-20 A/Res/56/9 27 de Noviembre 167-3(EUA)-3 A/Res/56/24A 29 de Noviembre 82-5(EUA)-62 A/Res/56/24R 29 de Noviembre 103-41(EUA)-17 México votación Brasil votación A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA Abstiene ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA Riesgo de A/Res/56/27 29 de Noviembre 153-3(EUA)-6 Proliferación Nuclear en Medio Oriente Efectos del uso de No Adoptado 29 de Noviembre 45-54(EUA)-45 A favor Abstiene empobrecimiento de ≠EUA ≠EUA Urania en Armamentos Medidas Coercitivas y A/Res/56/148 19 de Diciembre 114-51(EUA)-2 A favor A favor Derechos Humanos ≠EUA ≠EUA Impacto de la A/Res/56/165 19 de Diciembre 116-46(EUA)-9 A favor A favor Globalización en los ≠EUA ≠EUA Derechos Humanos Derechos Humanos A/Res/56/173 19 de Diciembre 72(EUA)-49-46 Abstiene Abstiene en Irán ≠EUA ≠EUA Derechos Humanos A/Res/56/173 19 de Diciembre 90(EUA)-3-69 A favor A favor en la República = EUA = EUA Democrática del Congo Derechos Humanos A/Res/56/174 19 de Diciembre 100(EUA)-2-63 A favor A favor en Irak = EUA = EUA Fuente: Resoluciones adoptadas en la 56° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r56.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 2001. En http://www.state.gov/p/io/rls/rpt/2001/index.htm 186 57° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2002. El Departamento de Estado identificó 15 votos importantes* en la 57° UNGA. Votaciones con respecto a Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Reporte de la Agencia Internacional de Energía Atómica Embargo de Estados Unidos a Cuba Legislación Nacional sobre la Transferencia de Armas Eliminación Total de Armas Nucleares Riesgo de Proliferación Nuclear en Medio Oriente Trabajo del Comité Especial para Investigar las Prácticas Israelitas que afectan los Derechos Humanos del Pueblo Palestino y otros Territorios Árabes ocupados Operaciones Futuras del Instituto Internacional de Investigación y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de la Mujer Derechos de los Niños A/Res/57/9 Esfuerzos Globales para la total eliminación del Racismo, la Discriminación Racial, Xenofobia y Formas Conexas de Intolerancia y el seguimiento a la Declaración y Programa de Acción de Durban Protocolo Opcional sobre la Convención Contra la Tortura Impacto de la Globalización en los Derechos Humanos Derechos Humanos en Sudán Derechos Humanos en Irak México votación Brasil votación 11 de Noviembre Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 138(EUA)-1-2 A favor = EUA A favor = EUA A/Res/57/11 12 de Noviembre 173-3(EUA)-4 A/Res/57/66 11 de Noviembre 166(EUA)-0-0 A/Res/57/78 22 de Noviembre 156-2(EUA)-13 A/Res/57/97 22 de Noviembre 158-2(EUA)-0 A/Res/57/124 22 de Noviembre 86-6/EUA)-66 A favor ≠EUA A favor = EUA Abstiene ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor = EUA Abstiene ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A/Res/57/175 18 de Diciembre 136-7(EUA)-29 A favor ≠EUA A favor ≠EUA A/Res/57/190 18 de Diciembre 175-2(EUA)-0 A/Res/57/195 18 de Diciembre 173-3(EUA)-2 A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A/Res/57/199 18 de Diciembre 127-4(EUA)-42 A favor ≠EUA A favor ≠EUA A/Res/57/205 18 de Diciembre 124-52(EUA)-5 A/Res/57/230 18 de Diciembre 80(EUA)-62-33 A/Res/57/232 18 de Diciembre 97(EUA)-3-77 A favor ≠EUA A favor = EUA A favor = EUA A favor = EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A favor = EUA A favor = EUA Derechos Humanos en la A/Res/57/233 18 de Diciembre 92(EUA)-2-81 República Democrática del Congo *El Departamento de Estado Reporta 15 votos importantes, pero el último fue eliminado en la Primera Comisión, por lo que no se le toma en cuenta en el reporte de votación por Países. Para calcular la similitud por país se tomó 14 votos en total. Fuente: Resoluciones adoptadas en la 57° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r57.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 2002. En http://www.state.gov/p/io/rls/rpt/2002/index.htm 187 58° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2003. El Departamento de Estado identificó 15 votos importantes en la 58° UNGA. Votaciones con respecto al de Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Embargo de Estados Unidos a Cuba Convención Internacional Contra la Clonación de Seres Humanos Comités del ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino División de la Secretaría de los Derechos Palestinos Medidas Ilegales Israelitas en la Jerusalén Oriental Ocupada y el Resto del Territorio Palestino Ocupado Fomento a la Confianza en el Contexto Regional y Subregional Transparencia en Armamentos Asistencia para los Refugiados Palestinos y Apoyo a la Agencia de UN para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) Trabajo del Comité Especial para Investigar las Prácticas Israelitas que afectan los Derechos Humanos del Pueblo Palestino y otros Territorios Árabes ocupados Derechos de los Niños A/Res/58/7 4 de Noviembre Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 179-3(EUA)-2 México votación Brasil votación A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA Moción retrasada 6 de Noviembre 80-79(EUA)-15 A/Res/58/18 3 de Diciembre 97-7(EUA)-60 A favor ≠EUA A favor ≠EUA A/Res/58/19 3 de Diciembre 98-6(EUA)-63 Res.ES-10/14 8 de Diciembre 90-8(EUA)-74 A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A favor ≠EUA A/Res/58/43 8 de Diciembre 73-48(EUA)-46 A favor ≠EUA A favor ≠EUA A/Res/58/54 8 de Diciembre 150(EUA)-0-27 A/Res/58/95 9 de Diciembre 133(EUA)-0-35 A favor = EUA A favor = EUA A favor = EUA A favor = EUA A/Res/58/96 9 de Diciembre 87-7(EUA)-78 Abstiene ≠EUA A favor ≠EUA A/Res/58/157 22 de Diciembre 179-1(EUA)-0 A favor ≠EUA A favor = EUA A favor ≠EUA A favor = EUA A favor = EUA A favor ≠EUA A favor = EUA Abstiene ≠EUA Abstiene ≠EUA A favor = EUA Elecciones y Promoción a la A/Res/58/180 22 de Diciembre 169(EUA)-0-8 Democratización Impacto de la Globalización A/Res/58/193 22 de Diciembre 123-51(EUA)-4 en los Derechos Humanos Situación de los Derechos A/Res/58/194 22 de Diciembre 73(EUA)-40-56 Humanos en Turkmenistán Situación de los Derechos A/Res/58/195 22 de Diciembre 68(EUA)-54-51 Humanos en la República Islámica de Irán Situación de los Derechos A/Res/58/196 23 de Diciembre 81(EUA)-2-91 A favor A favor Humanos en la República = EUA = EUA Democrática del Congo Programa Provisional de A/Dec/58/554 23 de Diciembre 167-3(EUA)-0 A favor A favor Trabajo del Segundo Comité ≠EUA ≠EUA Fuente: Resoluciones adoptadas en la 58° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r58.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 2003. En http://www.state.gov/p/io/rls/rpt/2003/index.htm 188 59° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2004. El Departamento de Estado identificó 10 votos importantes en la 59° UNGA. Votaciones con respecto al de Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 179-4(EUA)-1 México votación Brasil votación Embargo de Estados A/Res/59/11 28 de Octubre A favor A favor Unidos a Cuba ≠EUA ≠EUA Situación de Derechos Moción de no 24 de Noviembre 91-74(EUA)-11 En contra Abstiene Humanos en Sudán acción = EUA ≠EUA Comités del ejercicio A/Res/59/28 1 de Diciembre 104-7(EUA)-63 A favor A favor de los Derechos ≠EUA ≠EUA Inalienables del Pueblo Palestino División de la A/Res/59/29 1 de Diciembre 103-8(EUA)-64 A favor A favor Secretaría de los ≠EUA ≠EUA Derechos Palestinos Tratado de Prohibición A/Res/59/81 3 de Diciembre 179-2(EUA)-2 A favor A favor de la Producción de ≠EUA ≠EUA Materiales Fisionables (FMCT) Trabajo del Comité A/Res/59/121 10 de Diciembre 89-9(EUA)-80 Abstiene A favor Especial para ≠EUA ≠EUA Investigar las Prácticas Israelitas que afectan los Derechos Humanos del Pueblo Palestino y otros Territorios Árabes ocupados Eliminación de Todas A/Res/59/199 20 de Diciembre 186(EUA)-0-0 A favor A favor las Formas de = EUA = EUA Intolerancia Religiosa Promoción y A/Res/59/201 20 de Diciembre 172(EUA)-0-15 A favor A favor Consolidación de la = EUA = EUA Democracia Situación de los A/Res/59/205 20 de Diciembre 71(EUA)-54-55 A favor Abstiene Derechos Humanos = EUA ≠EUA en la República Islámica de Irán Desarrollo y A/Res/59/221 22 de Diciembre 166-2(EUA)-6 A favor A favor Comercio ≠EUA ≠EUA Internacional * *México vota en contra de la posición de Estados Unidos. Su posición es no pronunciarse en temas que están en negociación en otros Organismos Multilaterales, WTO. Fuente: Resoluciones adoptadas en la 59° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r59.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 2004. En http://www.state.gov/p/io/rls/rpt/c11937.htm 189 60° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2005. El Departamento de Estado identificó 11 votos importantes en la 60° UNGA. Votaciones con respecto al de Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 182-4(EUA)-1 México votación Brasil votación Embargo de Estados A/Res/60/12 8 de Noviembre A favor A favor Unidos a Cuba ≠EUA ≠EUA Situación de Derechos Moción de no 23 de Noviembre 84-79(EUA)-12 En contra Abstiene Humanos en Sudán acción = EUA ≠EUA Comités del ejercicio A/Res/60/36 1 de Diciembre 106-8(EUA)-59 A favor A favor de los Derechos ≠EUA ≠EUA Inalienables del Pueblo Palestino División de la A/Res/60/37 1 de Diciembre 105-8(EUA)-59 A favor A favor Secretaría de los ≠EUA ≠EUA Derechos Palestinos Cumplimiento del A/Res/60/55 8 de Diciembre 163(EUA)-0-10 A favor A favor Tratado de No = EUA = EUA Proliferación, Limitación de Armas y Desarme Seguimiento sobre A/Res/60/72 8 de Diciembre 87-56(EUA)-26 Abstiene A favor Obligaciones de ≠EUA ≠EUA Desarme Nuclear Trabajo del Comité A/Res/60/104 8 de Diciembre 86-10(EUA)-74 Abstiene A favor Especial para ≠EUA ≠EUA Investigar las Prácticas Israelitas que afectan los Derechos Humanos del Pueblo Palestino y otros Territorios Árabes ocupados Rol de UN en A/Res/60/162 16 de Diciembre 173(EUA)-0-1 A favor A favor Promoción de la = EUA = EUA Democracia y Elecciones Situación de los A/Res/60/171 16 de Diciembre 75(EUA)-50-43 A favor Abstiene Derechos Humanos = EUA ≠EUA en la República Islámica de Irán Desarrollo y A/Res/60/184 22 de Diciembre 121-1(EUA)-51 A favor A favor Comercio ≠EUA ≠EUA Internacional * Medidas A/Res/60/185 22 de Diciembre 120-1(EUA)-50 A favor A favor Económicas ≠EUA ≠EUA Unilaterales como medio de Ejercer Presión Política y Económica sobre Países en Desarrollo *México vota en contra de la posición de Estados Unidos. Su posición es no pronunciarse en temas que están en negociación en otros Organismos Multilaterales, WTO. Fuente: Resoluciones adoptadas en la 60° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r60.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 2005. En http://www.state.gov/p/io/rls/rpt/c17893.htm 190 61° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2006. El Departamento de Estado identificó 13 votos importantes en la 61° UNGA. Votaciones con respecto al de Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 185- 4(EUA ) -1 México votación Brasil votación Embargo de Estados A/Res/61/11 8 de Noviembre A favor A favor Unidos a Cuba ≠EUA ≠EUA Situación de los Moción de no 20 de Noviembre 76-69(EUA) –24 A favor Abstiene Derechos Humanos acción = EUA ≠EUA en Uzbequistán Comités del ejercicio A/Res/61/22 1 de Diciembre 101- 7(EUA)- 62 A favor A favor de los Derechos ≠EUA ≠EUA Inalienables del Pueblo Palestino División de la A/Res/61/23 1 de Diciembre 101-7(EUA)-62 A favor A favor Secretaría de los ≠EUA ≠EUA Derechos Palestinos Tráfico Ilícito de A/Res/61/66 6 de Diciembre 176-1(EUA)-0 A favor A favor Armas Pequeñas y ≠EUA ≠EUA Ligeras Tratado de Comercio A/Res/61/89 6 de Diciembre 153-1(EUA)-24 A favor A favor de Armas ≠EUA ≠EUA Trabajo del Comité A/Res/61/116 14 de Diciembre 90-9 (EUA)-81 Abstiene A favor Especial para ≠EUA ≠EUA Investigar las Prácticas Israelitas que afectan los Derechos Humanos del Pueblo Palestino y otros Territorios Árabes ocupados Lucha contra la A/Res/61/164 19 de Diciembre 111-54(EUA)-18 A favor A favor Difamación de las ≠EUA ≠EUA Religiones Situación de Derechos A/Res/61/174 19 de Diciembre 99 (EUA)-21-56 A favor A favor Humanos en Corea = EUA = EUA del Norte Situación de Derechos A/Res/61/175 19 de Diciembre 72(EUA)-32-69 Abstiene Abstiene Humanos en Belarus ≠EUA ≠EUA Situación de Derechos A/Res/61/176 19 de Diciembre 72(EUA)-50-52 Abstiene Abstiene Humanos en Irán ≠EUA ≠EUA Desarrollo y A/Res/61/186 20 de Diciembre 129-2(EUA)-52 Abstiene A favor Comercio ≠EUA ≠EUA Internacional Situación de Derechos A/Res/61/232 22 de Diciembre 82(EUA)-25-45 A favor A favor Humanos en Birmania = EUA = EUA Fuente: Resoluciones adoptadas en la 61° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r61.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 2006. En http://www.state.gov/p/io/rls/rpt/c21927.htm 191 62° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2007. El Departamento de Estado identificó 13 votos importantes en la 62° UNGA. Votaciones con respecto al de Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 184-4(EUA ) -1 México votación Brasil votación Embargo de Estados A/Res/62/3 30 de Octubre A favor A favor Unidos a Cuba ≠EUA ≠EUA Comité para el A/Res/62/80 10 de Noviembre 109-8(EUA) - 55 A favor A favor Ejercicio de los ≠EUA ≠EUA Derechos Inalienables del Pueblo Palestino División de la A/Res/62/81 10 de Diciembre 110- 8(EUA)- 54 A favor A favor Secretaría de los ≠EUA ≠EUA Derechos Palestinos Trabajo del Comité A/Res/62/106 17 de Diciembre 93-8 (EUA)-74 Abstiene A favor Especial para ≠EUA ≠EUA Investigar las Prácticas Israelitas que afectan los Derechos Humanos del Pueblo Palestino y otros Territorios Árabes ocupados Situación de Derechos A/Res/62/167 18 de Diciembre 101(EUA)-22-59 A favor A favor Humanos en la =EUA =EUA República Democrática de Corea Situación de los Moción de No 18 de Diciembre 80-84(EUA)-19 En contra Abstiene Derechos Humanos Acción = EUA ≠EUA en la República Islámica de Irán Situación de los A/Res/62/168 18 de Diciembre 73(EUA)-53-55 A favor Abstiene Derechos Humanos = EUA ≠EUA en la República Islámica de Irán Situación de Derechos A/Res/62/169 18 de Diciembre 72(EUA)-33-78 Abstiene Abstiene Humanos en Belarus ≠EUA ≠EUA Desarrollo y A/Res/62/184 19 de Diciembre 126-48(EUA)-7 Abstiene A favor Comercio ≠EUA ≠EUA Internacional Desarrollo y A/Res/62/190 19 de Diciembre 147(EUA)-0-30 A favor A favor Tecnología en =EUA =EUA Agricultura Reporte del Consejo A/Res/62/219 22 de Diciembre 150-7(EUA)-1 A favor A favor de Derechos ≠EUA ≠EUA Humanos Situación de Derechos A/Res/62/222 22 de Diciembre 83(EUA)-22-47 A favor A favor Humanos en =EUA =EUA Myanmar (Birmania) Presupuesto para el A/Res/62/236 22 de Diciembre 142-1(EUA)-0 A favor A favor bienio 2008-9 ≠EUA ≠EUA Fuente: Resoluciones adoptadas en la 62° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r62.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 2007. En http://www.state.gov/p/io/rls/rpt/c25866.htm 192 63° Asamblea General de las Naciones Unidas, 2008. El Departamento de Estado identificó 13 votos importantes en la 63° UNGA. Votaciones con respecto al de Estados Unidos Nombre de la Resolución Número de la Resolución Día de votación Resultados de la votación (SI, NO, ABSTECIÓN) con el voto de EUA 185- 3(EUA ) -2 México votación Brasil votación Embargo de Estados A/Res/63/7 29 de Octubre A favor A favor Unidos a Cuba ≠EUA ≠EUA Comité para el Ejercicio de A/Res/63/26 26 de Noviembre 107-8(EUA) - 57 A favor A favor los Derechos Inalienables ≠EUA ≠EUA del Pueblo Palestino División de la Secretaría de A/Res/63/27 26 de Noviembre 106- 8(EUA)- 57 A favor A favor los Derechos Palestinos ≠EUA ≠EUA Trabajo sobre el Comité A/Res/63/95 5 de Diciembre 94-8(EUA)-73 Abstiene A favor Especial para Investigar las ≠EUA ≠EUA Prácticas Israelitas que afectan los Derechos Humanos del Pueblo Palestino y otros Territorios Árabes ocupados Informe del Consejo de A/Res/63/160 18 de Diciembre 121-7(EUA)-58 Abstiene Abstiene Derechos Humanos ≠EUA ≠EUA Moratoria en la aplicación A/Res/63/168 18 de Diciembre 106-46(EUA)-34 A favor A favor de la Pena de Muerte ≠EUA ≠EUA Situación de los Derechos A/Res/63/190 18 de Diciembre 94 (EUA)-22-63 A favor Abstiene Humanos de la República = EUA ≠EUA Popular Democrática de Corea Situación de los Derechos A/63/430/Add. 3 18 de Diciembre 69-84(EUA)-25 En Contra Abstiene Humanos en la República = EUA ≠EUA Islámica de Irán Situación de los Derechos A/Res/63/191 18 de Diciembre 69 (EUA)-54-57 A favor Abstiene Humanos en la República = EUA ≠EUA Islámica de Irán Lucha contra la Difamación A/Res/63/171 18 de Diciembre 86-53(EUA)-42 Abstiene Abstiene de las Religiones ≠EUA ≠EUA En torno a un Nuevo Orden A/Res/63/224 19 de Diciembre 123-1(EUA)-52 A favor A favor Económico Internacional ≠EUA ≠EUA Esfuerzos Globales para la A/Res/63/242 24 de Diciembre 109-13(EUA)-35 A favor A favor total eliminación del ≠EUA ≠EUA Racismo, la Discriminación Racial, Xenofobia y Formas Conexas de Intolerancia y el seguimiento a la Declaración y Programa de Acción de Durban Situación de los Derechos A/Res/63/245 24 de Diciembre 80(EUA)-25-45 A favor A favor Humanos en Myanmar = EUA = EUA (Birmania) Fuente: Resoluciones adoptadas en la 63° Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en: http://www.un.org/depts/dhl/resguide/r63.htm y, Departamento de Estado de EUA, Reporte de Prácticas de Votación en Naciones Unidas, 2007. En http://www.state.gov/p/io/rls/rpt/c29989.htm 193 Tabla 3.5. Modelo alternativo: Convergencia en Política Exterior de América Latina con Estados Unidos, 1988-2008 [s2un, ayuda económica y militar] Dependencia comercial Acuerdo de Libre Comercio Ayuda económica Ayuda militar S2un (Afinidad) 0.0309* (0.013) -0.1629* (0.000) -3.10e-07** (0.061) -2.11e-08 (0.966) Producto Interno Bruto (PIB)+ 3.23e-13 (0.708) Población 7.02e-07 (0.828) Comercio con Estados Unidos+ --1.09e-06 (0.415) Año -0.0084* (0.000) Efectos Fijos SI R² 0.29 N 513 Nota: La variable dependiente es convergencia en Política Exterior, medida con el índice “S”. En todos los modelos se realizó Efectos Fijos robustos. Las variables señaladas con + están en dólares corrientes del 2000. Los resultados significativos están señalados con * indica p < 0.05, p<0.10 Tabla 3.6. Modelo alternativo: Convergencia en Política Exterior de América Latina con Estados Unidos, 1988-2008 [s3un, ayuda total] Dependencia comercial Acuerdo de Libre Comercio Ayuda total s3un (Afinidad) 0.0185** (0.073) -0.1134* (0.000) -1.63e-10* (0.048) Producto Interno Bruto (PIB)+ 3.23e-13 (0.708) Población 1.05e-06 (0.686) Comercio con Estados Unidos+ --6.26e-07 (0.566) Año -0.0113* (0.000) Efectos Fijos SI R² 0.35 N 513 Nota: La variable dependiente es convergencia en Política Exterior, medida con el índice “S”. En todos los modelos se realizó Efectos Fijos robustos. Las variables señaladas con + están en dólares corrientes del 2000. Los resultados significativos están señalados con * indica p < 0.05, p<0.10 194 Tabla 3.7. Modelo alternativo: Convergencia en Política Exterior de América Latina con Estados Unidos, 1988-2008 [s3un, ayuda económica y militar] Dependencia comercial Acuerdo de Libre Comercio Ayuda económica Ayuda militar S3un (Afinidad) 0.0186** (0.072) -0.1135* (0.000) -1.71e-07 (0.147) -1.03e-07 (0.775) Producto Interno Bruto (PIB)+ 1.46e-13 (0.833) Población 1.03e-06 (0.691) Comercio con Estados Unidos+ --6.30e-07 (0.564) Año -0.0113* (0.000) Efectos Fijos SI R² 0.35 N 513 Nota: La variable dependiente es convergencia en Política Exterior, medida con el índice “S”. En todos los modelos se realizó Efectos Fijos robustos. Las variables señaladas con + están en dólares corrientes del 2000. Los resultados significativos están señalados con * indica p < 0.05, p<0.10 195