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ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE SANIDAD ANIMAL MANUAL DE LAS PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO Y DE LAS VACUNAS PARA LOS ANIMALES TERRESTRES (mamíferos, aves y abejas) Volumen I 2004 Este Manual de animales terrestres ha sido editado por la Comisión de Estándares Biológicos de la OIE y adoptado por el Comité Internacional de la OIE Manual de las Pruebas de Diagnóstico y de las Vacunas para los Animales Terrestres Quinta Edición, 2004 (Primera edición en español) Manual of Recommended Diagnostic Techniques and Requirements for Biological Products: Volumen I, 1989; Volumen II, 1990; Volumen III, 1991. Manual of Standards for Diagnostic Tests and Vaccines: Segunda Edición, 1992 Tercera Edición, 1996 Cuarta Edición, 2000 ISBN 92-9044-632-3 © Copyright OFFICE INTERNATIONAL DES EPIZOOTIES, 2004 12, rue de Prony, 75017 Paris, FRANCE Telephone: 33-(0)1 44 15 18 88 Fax: 33-(0)1 42 67 09 87 Electronic mail: oie@oie.int http://www.oie.int Todas las publicaciones de la OIE (Organización mundial de sanidad animal) están protegidas por un Copyright internacional. Extractos pueden copiarse, reproducirse, adaptarse o publicarse en publicaciones periódicas, documentos, libros o medios electrónicos, y en cualquier otro medio destinado al público, con intención informativa, didáctica o comercial, siempre y cuando se obtenga previamente una autorización escrita por parte de la OIE. Las designaciones y nombres utilizados y la presentación de los datos que figuran en esta publicación no constituyen de ningún modo el reflejo de cualquier opinión por parte de la OIE sobre el estatuto legal de los países, territorios, ciudades o zonas ni de sus autoridades, fronteras o limitaciones territoriales. PRÓLOGO El propósito de este Manual de animales terrestres es facilitar el comercio internacional de animales y productos animales, así como contribuir a la mejora de los servicios de salud animal en todo el mundo. Mediante la descripción de los métodos de laboratorio para el diagnóstico de enfermedades y los requisitos para la producción y control de productos biológicos (principalmente vacunas), ambos consensuados internacionalmente, se pone de manifiesto lo que constituye el objetivo del Manual: la armonización de los elementos fundamentales de la prevención, vigilancia y control de las enfermedades animales. Este ambicioso objetivo ha requerido la cooperación de especialistas en salud animal de muchos países. La OIE, Organización Mundial de Sanidad Animal, es, a todas luces, una de las organizaciones más indicadas para acometer la mencionada tarea a nivel global. Las principales actividades de la organización, que fue fundada en 1924 y en 2004 cuenta con 166 estados miembros, son las siguientes: 1. Asegurar la transparencia de la situación global relativa a la zoonosis y las enfermedades animales. 2. Recabar, analizar y difundir información científico-veterinaria. 3. Ofrecer conocimiento experto y promover la solidaridad internacional para el control de las enfermedades animales. 4. Dentro de su mandato, sujeto al Acuerdo SPS con la OMC, salvaguardar el comercio internacional mediante la publicación de estándares sanitarios para el comercio internacional de animales y productos animales. 5. Mejorar el marco legal y los recursos de los Servicios Nacionales de Veterinaria. 6. Garantizar mejor la seguridad de los alimentos de origen animal y mejorar el bienestar animal mediante procedimientos científicos. El Manual de animales terrestres, que trata de las enfermedades infecciosas y parasitarias de los mamíferos, aves y abejas, se publicó por primera vez en 1989. En cada nueva edición del Manual se han ampliado y actualizado los contenidos del mismo. Esta quinta edición incluye capítulos adicionales sobre infecciones zoonósicas, reflejando así la implicación creciente de la OIE en los temas de salud pública. Como complemento al Código de sanidad animal, el Manual de animales terrestres fija los estándares del laboratorio para todas las enfermedades de las listas A y B de la OIE así como para otras varias enfermedades de importancia global. El Manual se ha venido adoptando ampliamente como un texto de referencia de importancia crucial para los laboratorios de veterinaria de todo el mundo. Las enfermedades de animales acuáticos se tratan por separado en el Manual de animales acuáticos. El Comité Internacional de la OIE asignó a la Comisión de Estándares Biológicos de la Organización la tarea de encargar los capítulos y compilar el Manual de animales terrestres. Los originales se solicitaron a expertos en cada una de las enfermedades o en otros temas incluidos en el Manual. Después de su examen inicial por el Editor Técnico Consultor, los capítulos se enviaron a los revisores científicos y a expertos de los laboratorios de referencia de la OIE. También se enviaron a los países miembros, recabando su revisión y comentarios. Los comentarios recibidos fueron examinados por la Comisión de Estándares Biológicos y el Editor Técnico Consultor, quienes, en muchos casos, se los hicieron llegar a los autores para las aclaraciones pertinentes, antes de dar forma definitiva a los capítulos. El texto final fue aprobado por el Comité Internacional de la OIE. Ante el incremento del volumen de contenidos del Manual de animales terrestres, ha sido necesario publicar esta quinta edición en dos volúmenes. Es nuestro sincero deseo que este Manual resulte de la mayor utilidad para los responsables de diagnóstico veterinario y para los fabricantes de vacunas de todos los Países Miembros de la OIE. Doctor Bernard Vallat Director General de la OIE Profesor Steven Edwards Presidente de la Comisión de Estándares Biológicos de la OIE Enero 2004 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 iii AGRADECIMIENTOS Estoy sumamente agradecido a las muchas personas que han contribuido con su esfuerzo a la preparación del presente Manual de animales terrestres. De forma especial, me gustaría expresar mi agradecimiento a: El Dr. B. Vallat, Director General de la OIE desde 2001 hasta el presente, por propiciar y apoyar el proyecto de preparación de la nueva edición del Manual de animales terrestres, Los Miembros de la Comisión de Estándares de la OIE, Prof. M. Truszczynski, Prof. S. Edwards, Dr. B. Schmitt y Dr. A. Golovko, y los observadores en la reunión de la Comisión de Estándares Biológicos, Dr. A. Diallo y Dr. P. Wright, quienes se responsabilizaron de encargar los capítulos y, junto con el Editor Técnico Consultor, editar las contribuciones hasta completar esta edición del Manual, Los colaboradores relacionados en las páginas xxiv-xxxv, que aportaron su inestimable tiempo y conocimiento experto en la redacción de los capítulos, Los revisores y expertos de los laboratorios de referencia de la OIE, quienes dedicaron su tiempo y conocimiento experto al examen de los capítulos, Los países miembros de la OIE que aportaron comentarios sobre los borradores de los capítulos que previamente se les había enviado. Esos comentarios resultaron esenciales para hacer del Manual un texto internacionalmente aceptable, Ms Sara Linnane, quien, como Editor Científico, organizó este complejo proyecto y contribuyó de forma importante a mejorar la calidad del texto, Los Doctores G.A. Cullen y J.E. Pearson, Editores Técnicos Consultores del Manual de animales terrestres, que contribuyeron en gran medida a la edición y armonización de los contenidos aportando la información requerida para subsanar cualquier laguna informativa, Los miembros del Departamento Científico y Técnico de la OIE y del Departamento de Publicaciones por su apoyo. Dr. Abdoulaye Bouna Niang Presidente del Comité Internacional de la OIE Enero 2004 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 v AGRADECIMIENTOS POR LA EDICIÓN ESPAÑOLA Deseo expresar mi más sincero agradecimiento a todos los que han posibilitado la primera edición en español del Manual de las pruebas de diagnóstico y de las vacunas para los animales terrestres y a todos los que con su trabajo han colaborado en la traducción al español, muy especialmente a: El Dr. Vallat, por impulsar este Proyecto tan necesario para los veterinarios y técnicos y especialistas de países de habla española. Los gobiernos del Reino de España y de la República de Argentina, y en concreto al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (España) y al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA, Argentina), por sus contribución económica a este Proyecto. Los miembros del “Comité Director para los proyectos de l´OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) de traducción del Manual of Standards for Diagnostics Tests and Vaccines al idioma español y Base terminológica multilíngüe para el ámbito de la Sanidad Animal y ciencias afines”, los Doctores Angot (Francia), Cabello Navarro (España), Acerbi (Argentina), Cruz de Urbina (Colombia), Serrano (Cuba), por su colaboración y apoyo. Los miembros del Grupo ad Hoc correspondiente, Profesores Doctores Rodríguez Ferri, Zepeda Seín, Gimeno, León Vizcaíno, Cuello Gijón y Sánchez Vizcaíno por su participación activa en las correcciones científicas y técnicas de los textos en español, así como por sus aportaciones, comentarios y críticas, que han resultado fundamentales para la calidad de la traducción. El Profesor Dr. Schudel, Jefe del Servicio Científico y Técnico de la OIE, que ha coordinado de forma impecable las relaciones entre nuestra organización y el Comité Director y el Grupo ad Hoc. El Profesor Dr. Gutiérrez Díez, miembro del Grupo ad Hoc, que ha llevado a cabo la coordinación lingüística y traductológica de la versión española de este Manual y a su equipo de traductores. El Profesor Dr. Crespo León, Secretario del Comité Director y del Grupo ad Hoc, que fue el coordinador científico y técnico de este Proyecto. Dr. Abdoulaye Bouna Niang Presidente del Comité Internacional de la OIE Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 vii CONTENIDOS VOLUMEN I Introducción: cómo usar el Manual de animales terrestres...................................... Lista de pruebas para el comercio internacional...................................................... Abreviaturas más comunes usadas en el Manual de animales terrestres Glosario terminológico.............................................................................................. Colaboradores.......................................................................................................... xi xiii xvii xix xxiv PARTE I INFORMACIÓN GENERAL SECCCIÓN I.1. CAPÍTULOS INTRODUCTORIOS Capítulo I.1.1. Capítulo I.1.2. Capítulo I.1.3. Métodos de muestreo............................................................................................... Gestión de calidad en los laboratorios de pruebas veterinarias............................... Principios de validación para las pruebas de diagnóstico de enfermedades infecciosas…………………………………………………………………………………. 21 Capítulo I.1.4. Validación y control de calidad de los métodos de la reacción en cadena de la polimerasa utilizados para el diagnóstico de enfermedades infecciosas………...... 32 Capítulo I.1.5. Pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación en materiales biológico……………………………………………………………………………………. Capítulo I.1.6. Capítulo I.1.7. Capítulo I.1.8. Seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología……………... Principios de producción de vacunas veterinarias.................................................... La Biotecnología en el diagnóstico de las enfermedades infecciosas y el desarrollo de vacunas……………………………………………………….……………. 3 14 40 49 62 75 Capítulo I.1.9. El papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario………………………………………………... 99 Capítulo I.1.10. Métodos de laboratorio para ensayos de sensibilidad de bacterias frente a antimicrobianos…………………………………………………………………………….... 112 PARTE 2 LISTADO DE ENFERMEDADES DE LA OIE SECCCIÓN 2.1. ENFERMEDADES DE LA LISTA A Capítulo 2.1.1. Capítulo 2.1.2. Capítulo 2.1.3. Capítulo 2.1.4. Capítulo 2.1.5. Capítulo 2.1.6. Capítulo 2.1.7. Capítulo 2.1.8. Capítulo 2.1.9. Capítulo 2.1.10. Capítulo 2.1.11. Capítulo 2.1.12. Capítulo 2.1.13. Capítulo 2.1.14. Capítulo 2.1.15. Fiebre aftosa............................................................................................................. Estomatitis vesicular................................................................................................. Enfermedad vesicular porcina.................................................................................. Peste bovina............................................................................................................. Peste de los pequeños rumiantes............................................................................ Pleuroneumonía bovina contagiosa.......................................................................... Dermatosis nodular contagiosa ……………………………………………………........ Fiebre del Valle del Rift…………………………………………………………………... Lengua azúl.............................................................................................................. Viruela ovina y viruela caprina.................................................................................. Peste equina africana............................................................................................... Peste porcina africana.............................................................................................. Peste porcina clásica (cólera del cerdo)................................................................... Gripe aviar muy virulenta.......................................................................................... Enfermedad de Newcastle........................................................................................ Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 123 142 150 156 167 178 191 202 213 230 241 254 266 281 293 ix Contenido SECCIÓN 2.2. ENFERMEDADES DE ESPECIES MÚLTIPLES- LISTA B Capítulo 2.2.1. Capítulo 2.2.2. Capítulo 2.2.3. Capítulo 2.2.4. Capítulo 2.2.5. Capítulo 2.2.6. Capítulo 2.2.7. Capítulo 2.2.8. Carbunco.................................................................................................................. Enfermedad de Aujeszky.......................................................................................... Equinococosis/Hidatidosis........................................................................................ Leptospirosis............................................................................................................. Rabia......................................................................................................................... Paratuberculosis (enfermedad de Johne) ................................................................ Cowdriosis................................................................................................................ Larva perforada del Nuevo Mundo (Cochliomyia hominivorax) y del Viejo Mundo (Chrysomya bezziana)…………………………………………………………………..... Capítulo 2.2.9. Capítulo 2.2.10. Capítulo 2.2.11. Triquinelosis.............................................................................................................. Fiebre Q ................................................................................................................... Leishmaniosis........................................................................................................... SECCIÓN 2.3. ENFERMEDADES BOVINAS- LISTA B Capítulo 2.3.1. Capítulo 2.3.2. Capítulo 2.3.3. Capítulo 2.3.4. Capítulo 2.3.5. Capítulo 2.3.6. Capítulo 2.3.7. Capítulo 2.3.8. Capítulo 2.3.9. Capítulo 2.3.10. Capítulo 2.3.11. Capítulo 2.3.12. Capítulo 2.3.13. Capítulo 2.3.14. Capítulo 2.3.15. Brucelosis bovina...................................................................................................... Campilobacteriosis genital bovina............................................................................ Tuberculosis bovina.................................................................................................. Leucosis bovina enzoótica........................................................................................ Rinotraqueitis bovina infecciosa /vulvovaginitis pustular infecciosa......................... Tricomonosis............................................................................................................. Anaplasmosis bovina................................................................................................ Babesiosis bovina..................................................................................................... Cisticercosis bovina* (ver capítulo 2.10.1)................................................................ Dermatofilosis........................................................................................................... Teileriosis.................................................................................................................. Septicemia hemorrágica........................................................................................... Encefalopatía espongiforme bovina.......................................................................... Fiebre catarral maligna............................................................................................. Tripanosomosis (transmitida por la mosca tsé.tsé)………………………………...... x 307 320 334 343 356 377 391 402 413 421 433 445 477 489 503 514 526 534 548 560 561 564 580 593 615 626 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 INTRODUCCIÓN (Sobre la utilización del Manual de animales terrestres) • Estructura del Manual de animales terrestres y sistema de numeración La Parte I, al comienzo del Manual, contiene diez capítulos introductorios sobre diversos temas generales de interés para los responsables de diagnóstico de los laboratorios de veterinaria. Cada uno de los capítulos es una introducción al tema enunciado, y todos ellos contienen información básica no estandarizada. El cuerpo principal del Manual de animales terrestres (Parte 2) contiene los estándares para las pruebas de diagnóstico y las vacunas para las enfermedades listadas en el Código sanitario de animales terrestres de la OIE. Estas aparecen en el mismo orden y con el mismo sistema de numeración que se utiliza en el Código Sanitario a fin de facilitar las referencias cruzadas entre los dos libros. La Lista A contiene las enfermedades transmisibles que pueden propagarse rápidamente, y con graves consecuencias, a través de las fronteras entre países. Son enfermedades de consecuencias especialmente graves por su incidencia en la salud pública y sus repercusiones socio-económicas. En la Lista B aparecen las enfermedades transmisibles de consecuencias igualmente graves para la salud pública y el ámbito socio-económico, aunque restringidas a ciertos países; tienen un impacto en el comercio internacional de animales y de productos animales. La lista B se subdivide según la especie animal hospedadora. Las cuatro primeras enfermedades de la Sección 2.10 se incluyen en algunas secciones de la Lista B, que se refieren a especies individuales; pero en estos capítulos se tratan varias especies, ofreciendo así una visión más amplia. En la Sección 2.10 se incluyen algunas otras enfermedades que también son importantes para el comercio, y a las que no se les asigna un capítulo específico en el Código sanitario de animales terrestres. Los colaboradores de los distintos capítulos aparecen relacionados en las páginas xxiv–xxxviii, pero la responsabilidad última en relación con los contenidos del Manual de animales terrestres recae en el Comité Internacional de la OIE. Al final del Volumen II se ofrece un índice alfabético de enfermedades. • Formato de los capítulos Cada capítulo se inicia con un resumen del contenido, a fin de proporcionar a los oficiales veterinarios y a otros lectores una información sucinta sobre las pruebas y las vacunas disponibles para el tratamiento de la enfermedad. A continuación del resumen, se ofrece el texto completo, con información detallada para los operarios del laboratorio. En la Parte A de cada capítulo, se ofrece una introducción general sobre la enfermedad; en la Parte B, se incluye el diagnóstico de la enfermedad en el laboratorio; y en la Parte C (en los casos en que sea pertinente), se tratan los requisitos para las vacunas y los productos biológicos para el diagnóstico in vivo. La información sobre la producción y control de las vacunas o los materiales de diagnóstico se ofrecen a modo de ejemplo: no siempre es necesario ajustarse a esa información, sobre todo en los casos en que existan razones científicamente fundamentadas para la utilización de enfoques alternativos. Al final de cada capítulo, se incluyen las referencias bibliográficas como fuente de información adicional. • Explicación de las pruebas descritas y del cuadro de las páginas xiii–xvi En el cuadro de las páginas xiii–xvi aparece un listado de las pruebas de diagnóstico clasificadas en dos categorías: “pruebas prescritas” y “pruebas alternativas”. Las prescritas son las pruebas que se exigen en el Código sanitario de animales terrestres para ser aplicadas a los animales antes de su transporte internacional. En el Manual de animales terrestres, tales pruebas aparecen en tipo azul. En la actualidad no se dispone de pruebas prescritas para todas las enfermedades Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 xi Introducción de las listas A y B. Las pruebas alternativas son aquellas que conviene aplicar para el diagnóstico de la enfermedad en un ámbito geográfico local, y que también se pueden utilizar de cara a la importación/exportación de animales previo acuerdo bilateral. Dentro de los capítulos, a menudo se describen otras pruebas que pueden ser de utilidad práctica en situaciones de ámbito local o que están todavía en proceso de desarrollo. • Lista de laboratorios de referencia de la OIE En la Parte 3 del presente Manual de animales terrestres se ofrece una lista de laboratorios de referencia de la OIE. Dichos laboratorios han sido designados por la OIE como centros de excelencia por su conocimiento experto en campos específicos. Tienen capacidad para asesorar a otros laboratorios sobre cuestiones de metodología. En ocasiones pueden obtenerse de estos laboratorios de excelencia cepas estándar de microorganismos o reactivos de referencia (por ejemplo, antisueros o antígenos). La lista de laboratorios de referencia será actualizada cada año por el Comité Internacional de la OIE. Existe una lista actualizada en la página Web de la propia OIE. * * * xii Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 LISTA DE PRUEBAS PARA EL COMERCIO INTERNACIONAL En el cuadro inferior aparece un listado de las pruebas de diagnóstico clasificadas según dos categorías: “pruebas prescritas” y “pruebas alternativas”. Las prescritas se exigen en el Código sanitario de animales terrestres de la OIE para el transporte internacional de animales y de productos animales, y se consideran como las más adecuadas para determinar el estado de salud de los animales. Tales pruebas aparecen impresas en letra azul en el Manual de animales terrestres. En la actualidad no se dispone de pruebas prescritas para todas las enfermedades de las listas A y B. Las pruebas alternativas son las adecuadas para el diagnóstico de la enfermedad en un ámbito geográfico local, y también se pueden utilizar de cara a la importación/exportación de animales, previo acuerdo bilateral. Dentro de los capítulos, se describen a menudo otras pruebas que pueden ser de utilidad práctica en situaciones de ámbito local o que están todavía en proceso de desarrollo. Capítulo Nº Nombre de la enfermedad 2.1.1. Fiebre aftosa 2.1.2. Estomatitis vesicular 2.1.3. Enfermedad vesicular porcina 2.1.4. Peste bovina 2.1.5. Peste de los pequeños rumiantes 2.1.6. Pleuroneumonía bovina contagiosa 2.1.7. Pruebas prescritas Pruebas alternativas ELISA*, NV FC FC, ELISA, NV – NV ELISA ELISA NV NV ELISA FC, ELISA – Dermatosis nodular contagiosa – VN 2.1.8. Fiebre del Valle del Rift – HI, ELISA, PRN 2.1.9. Lengua azul Id. agente, IGDA, ELISA, PCR NV 2.1.10. Viruela ovina y viruela caprina – NV 2.1.11. Peste equina africana FC, ELISA NV 2.1.12. Peste porcina africana ELISA IFI 2.1.13. Peste porcina clásica (cólera del cerdo) NPLA, FAVN, ELISA – 2.1.14. Gripe aviar muy virulenta – IGDA, HI 2.1.15. Enfermedad de Newcastle – HI 2.2.1. Carbunco – – 2.2.2. Enfermedad de Aujeszky ELISA, NV – 2.2.3. Equinococosis/Hidatidosis – – 2.2.4. Leptospirosis – MAT 2.2.5. Rabia NV ELISA 2.2.6. Paratuberculosis (enfermedad de Johne – DTH, ELISA 2.2.7. Cowdriosis – ELISA, IFI 2.2.8. Larva perforada del Nuevo Mundo (Cochliomyia hominivorax y del Viejo Mundo (Chrysomya bezziana) – Id. agente Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 xiii Lista de pruebas para el comercio internacional • Hay que consultar los capítulos del Manual de animales terrestres para comprobar el método prescrito Capítulo Nº 2.2.9. Triquinelosis 2.2.10. Pruebas prescritas Pruebas alternativas Id. agente ELISA Fiebre Q – CF 2.2.11. Leishmaniosis – Id. agente 2.3.1. Brucelosis bovina – 2.3.2. Campilobacteriosis genital bovina BBAT, FC, ELISA, FPA Id. agente 2.3.3. Tuberculosis bovina 2.3.4. Leucosis bovina enzoótica 2.3.5. 2.3.6. Rinotraqueitis bovina infecciosa /vulvovaginitis pustular infecciosa Tricomonosis 2.3.7. Prueba de la tuberculina IGDA, ELISA – – PCR NV, ELISA, Id. agente (sólo semen) Id. agente Agg. moco Anaplasmosis bovina – FC, Agg. card 2.3.8. Babesiosis bovina – ELISA, IFI 2.3.9. Cisticercosis bovina – Id. agente 2.3.10. Dermatofilosis – – 2.3.11. Teileriosis Id. agente, IFI – 2.3.12. Septicemia hemorrágica – Id. agente 2.3.13. Encefalopatía espongiforme bovina – – 2.3.14. Fiebre catarral maligna – NV, IFI, PCR 2.3.15. Tripanosomosis (transmitida por la mosca tsé-tsé) Epididimitis ovina (Brucella ovis) – IFI FC ELISA BBAT, FC Prueba de la brucelina – – IGDA, ELISA – FC – 2.4.1. 2.4.2. 2.4.3. 2.4.4/5. xiv Nombre de la enfermedad Brucelosis caprina y ovina (no debida Brucella ovis) Agalaxia contagiosa Artritis/encefalitis caprina y Maedi-visna – 2.4.6. Pleuroneumonía caprina contagiosa 2.4.7. – FC 2.4.8. Aborto enzoótico de las ovejas (Clamidiosis ovina) Prurigo lumbar – – 2.4.9. Adenomatosis pulmonar ovina – – 2.4.10. Enfermedad de Nairobi – – 2.4.11. Salmonelosis (S. Abortus ovis) – Id. agente 2.5.1. Metritis equina contagiosa Id. agente – 2.5.2. Durina FC IFI, ELISA 2.5.3. – HI, FC, PRN 2.5.4. Encefalomielitis equina (del Este y del Oeste) Anemia infecciosa equina IGDA ELISA 2.5.5. Gripe equina – HI 2.5.6. Piroplasmosis equina ELISA, IFI FC 2.5.7. Rinoneumonitis equina – NV 2.5.8. Muermo Prueba de la maleína, FC – Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Lista de pruebas para el comercio internacional Capítulo Nº Nombre de la enfermedad Pruebas prescritas Pruebas alternativas 2.5.10. Arteritis vírica equina NV, Id. agente (en muestras de semen) – 2.5.11. Sarna equina – Id. agente 2.5.12. Encefalomielitis equina venezolana – HI, FC, PRN 2.5.13. Linfangitis epizoótica – – 2.5.14. Encefalitis japonesa – – 2.5.15. Tripamosomosis (Trypansoma evansi) – – 2.6.1. Rinitis atrófica porcina – – 2.6.2. Brucelosis porcina ELISA BBAT, FPA 2.6.3. Encefalomielitis por enterovirus (anteriormente enfermedades de Teschen/Talfan) Gastroenteriris transmisible – NV – NV, ELISA Síndrome reproductivo y respiratorio porcino Cisticercosis porcina – ELISA, IFI, IPMA – Id. agente Bursitis infecciosa (Enfermedad de Gumboro ) Enfermedad de Marek – IGDA, ELISA – IGDA – Agg., HI 2.7.4. Micoplasmosis aviar (Mycoplasma gallisepticum) Clamidiosis aviar – – 2.7.5. Pulorosis y taifosis aviar – Agg., Id. agente 2.7.6. Bronquitis infecciosa aviar – NV, HI, ELISA 2.7.7. Laringotraqueitis infecciosa aviar – IGDA, NV, ELISA 2.7.8. Tuberculosis aviar – Prueba de la tuberculina, Id. agente 2.7.9. Hepatitis vírica del pato – – 2.7.10. Enteritis vírica del pato – – 2.7.11. Cólera aviar (pasteulerosis aviar) – – 2.7.12. Viruela aviar – – 2.8.1. Mixomatosis – IGDA, FC, IFI 2.8.2. Tularemia – Id. agente 2.8.3. Enfermedad hemorrágica del conejo – HI 2.9.1. Acariosis de las abejas – – 2.9.2. Loque americana – – 2.9.3. Loque europea – – 2.9.4. Nosemosis de las abejas – – 2.9.5. Varroosis – – 2.9.6. Infestación de las abejas melíferas por Tropilaelaps (Tropilaelaps clareae, T. koenigerum) – – 2.10.1. Cisticercosis 2.6.4. 2.6.5. 2.6.6. 2.7.1. 2.7.2. 2.7.3. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Id. agente xv Lista de pruebas para el comercio internacional Capítulo Nº Nombre de la enfermedad Pruebas prescritas Pruebas alternativas 2.10.2. Enfermedades bunyavirales de animales (excluyendo la Fiebre del Valle del Rift) – – 2.10.3. Salmonelosis – Id. agente 2.10.4. Sarna – Id. agente 2.10.5. Enfermedad de la frontera Id. agente – 2.10.6. Diarrea vírica bovina Id. agente – 2.10.7. Encefalitis del Oeste del Nilo – – 2.10.8. Campylobacter jejuni and C. Coli – – 2.10.9. Criptosporidiosis – – 2.10.10. Enfermedades víricas de Hendra y de Nipah – – 2.10.11. Gripe porcina – – 2.10.12. Toxoplasmosis – – 2.10.13. Escherichia coli Verocitotoxigénica – – 2.10.14. Listeria monocytogenes – – Nota: Las pruebas prescritas por el Código sanitario de animales terrestres a efectos de comercialización internacional se han impreso en letra azul en el Manual de animales terrestres. Abreviaturas Id. agente Identificación del agente HI Inhibición de la hemaglutinación Agg. Prueba de aglutinación IFI Inmunofluorescencia indirecta IGDA Inmunodifusión en gel de agar IPMA Prueba de inmunoperoxidasa en monocapa BBAT Prueba con antígeno tamponado de Brucella MAT Prueba de aglutinación microscópica FC (Prueba de) fijación del complemento NPLA Prueba de neutralización acoplada a la peroxidasa DTH Hipersensibilidad retardada PCR Reacción en cadena de la polimerasa ELISA Prueba de enzimoinmunoensayo PRN Neutralización por reducción de calvas FAVN Neutralización vírica con anticuerpo fluorescente NV Neutralización vírica FPA Prueba de polarización de la fluorescencia – Prueba por designar xvi Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 ABREVIATURAS UTILIZADAS EN EL MANUAL DE ANIMALES TERRESTRES ABTS ATCC1 BBAT BFK BGPS BHK BLP BPAT BSA BSF CAM CEF CFU CIEP CK CPLM CSY DEAE DEPC DICT50 DMEM DMSO DTH ECP EGTA EID ELISA EMTM EYL FAT FAVN FBS FC FITC FLK FPA g GIT HA ácido 2,2’-azino-di-(3-etil-benzotiazolina)6-sulfónico Colección americana de cultivos tipo Prueba con antígeno tamponado de Brucella (Células de ) riñón fetal bovino Medio con extracto de carne-glucosapeptona y suero Línea celular de riñón de hamster neonato Lactosa y peptona tamponada Prueba con antígeno tamponado en placa Albúmina de suero bovino Factores del suero bovino Membrana corioalantoidea Fibroblasto de embrión de pollo Unidad formadora de colonia Contrainmunoelectroforesis Células de riñón de ternero Medio con cisteína-peptona-infusión de hígado y maltosa Medio con caseína-sacarosa y levadura (con agar) Dietilaminoetil Dietil pirocarbonato Dosis infectiva del 50% en cultivo celular Medio de Eagle modificado por Dulbecco Dimetil sulfóxido Hipersensibilidad retardada Efecto citopático Ácido etilén glicol tetra-acético Dosis infecciosa en huevo Prueba de enzimoinmunoensayo Medio de Tobie modificado por Evans Solución salina equilibrada de Earle con lactalbúmina y levadura Prueba de anticuerpo fluorescente Neutralización vírica con anticuerpo fluorescente Suero bovino fetal (Prueba de) fijación del complemento Isotiocianato de fluoresceína (Células de) riñón de cordero fetal Prueba de polarización de la fluorescencia Fuerza centrífuga relativa Prueba de inhibición del crecimiento Hemaglutinación Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 HAD HBSS HEP HEPES HI HRPO IB ICFTU ICPI ID50 IFI IGDA IHA IPMA IVPI LA LD LEP MAb MAT MCS MDT MEM MHC MSV NI NV OGP OPD OPG PAGE PAP PAS PBS PCR PD PFU PHA PPD PPLO PRN Hemadsorción Solución salina equilibrada de Hanks Alto número de pases en huevo (virus) Ácido N-2-hidroxietilpiperazina, N-2etanosulfónico (tampón) Inhibición de la hemaglutinación Peroxidasa de rábano Prueba de inmunodetección Unidad internacional de la prueba de fijación de complemento Índice de patogenicidad intracerebral Dosis infecciosa media Prueba de inmunofluorescencia indirecta Inmunodifusión en gel de agar Hemaglutinación indirecta Prueba de inmunoperoxidasa en monocapa Índice de patogenicidad intravenosa Aglutinación con látex Dosis letal Bajo número de pases en huevo (virus) Anticuerpo monoclonal Prueba de aglutinación microscópica Stock de células iniciales Tiempo letal medio Medio mínimo esencial Complejo mayor de histocompatibilidad Virus inicial de siembra Índice de neutralización Neutralización viral 1-octil-beta-D-glucopiranósido (tampón) Ortofenildiamina (tampón) Solución conservante con oxalasa-fenol y glicerina Electroforesis en gel de poliacrilamida Peroxidasa–antiperoxidasa (procedimiento de tinción) Reacción de Schiff con ácido periódico Solución salina tamponada con fosfato Reacción en cadena de la polimerasa Dosis protectora Unidad formadora de calvas o halos Prueba de hemaglutinación pasiva Derivado de proteína purificada Organismos semejantes a los causantes de pleuroneumonía Neutralización por reducción de calvas xvii Abreviaturas utilizadas en el Manual de animales terrestres PSG Solución salina tamponada con fosfato más glucosa RBC Eritrocito RFLP Polimorfismo de fragmentos de restricción RK Riñón de conejo RPM Revoluciones por minuto RSA Aglutinación sérica rápida RT-PCR Reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa SAT Prueba de aglutinación sérica SDS Dodecil sulfato sódico SNC SPF SPG SRBC TMB TSI UI VB VBS Vero Sistema nervioso central Libre de patógeno específico Sacarosa, fosfato y ácido glutámico Eritrocito de oveja Tetrametil benzidina Medio de hierro y triple azúcar Unidades internacionales Tampón veronal Solución salina tamponada con veronal Células de riñón de mono verde african ABREVIATURAS DE LOS NOMBRES DE ENFERMEDADES AEC AIE APO AVE BI BIA CA DNC DVB EA EEB EEE EEO EEV EHC EM EV EVP EVP FA FCM FVR GAMV 1 Artritis/encefalitis caprina Anemia infecciosa equina Adenomatosis pulmonar ovina Arteritis vírica equina Bursitis infecciosa Bronquitis infecciosa aviar Clamidiosis aviar Dermatosis nodular contagiosa Diarrea vírica bovina Enfermedad de la frontera Encefalopatía espongiforme bovina Encefalomielitis equina del este Encelalomielitis equina del oeste Encefalomielitis equina venezolana Enfermedad hemorrágica del conejo Enfermedad de Marek Estomatitis vesícular Enfermedad vesicular porcina Enteritis vírica del pato Fiebre aftosa Fiebre catarral maligna Fiebre del Valle del Rift Gripe aviar muy virulenta GET HVP LA LBE LPNM LPVM LTI MV NPO PBC PEA PNCC PPA PPC PPR RBI/VPI RE SH SRRP Gastroenteritis transmisible Hepatitis vírica del pato Lengua azul Leucosis bovina enzoótica Larva perforada del nuevo mundo Larva perforada del viejo mundo Laringotraqueitis infecciosa aviar Maedi-visna Neumonía progresiva ovina de las Ovejas Pleuroneumonía bovina contagiosa Peste equina africana Pleuroneumonía caprina contagiosa porcino Peste porcina africana Peste porcina clásica Peste de los pequeños rumiantes Rinotraqueitis bovina infecciosa/ Vulvovaginitis pustular infecciosa Rinoneumonitis equina Septicemia hemorrágica Síndrome reproductivo y respiratorio Colección americana de cultivos tipo, 10801 University Boulevard, Manassas, Virginia 20110-2209, Estados Unidos de América. xviii Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 GLOSARIO DE TÉRMINOS Las definiciones dadas a continuación se han seleccionado con el criterio restrictivo de incluir solamente las que pueden ser de utilidad para los usuarios del Manual de animales terrestres. • Absorbancia/densidad óptica Absorbancia y densidad óptica son términos utilizados para indicar la fuerza de la reacción. Se utiliza un espectrofotómetro para medir la cantidad de luz de la longitud de onda específica absorbida por una muestra, y la absorbancia es proporcional a la cantidad de material analizado que está presente. • Animal de referencia Cualquier animal cuyo estatus infeccioso pueda definirse de forma inequívoca; puede incluir animales enfermos, infectados, vacunados, inmunizados o animales sin ninguno de los rasgos anteriores. • Armonización Calibración de métodos de prueba idénticos o similares frente a reactivos internacionales estándar y expresión de los resultados cuantitativos o semi-cuantitativos de la prueba, que han sido normalizados frente a estándares de trabajo incorporados en cada realización de la prueba. • Característica de la realización Propiedad del método de prueba; puede incluir la sensibilidad y especificidad analíticas, la exactitud, la precisión, y/o la sensibilidad y especificidad diagnósticas. • Célula maestra (línea, stock, inóculo) Conjunto de alícuotas de células de un determinado número de pases, que se utilizan en la preparación o prueba de un producto biológico, se distribuye dentro de recipientes en una operación individual, se procesa conjuntamente y se almacena de forma que queda garantizada la uniformidad y la estabilidad, y se evita la contaminación. • Células primarias Grupo de células originales derivadas de tejido normal incluyendo el décimo subcultivo. • Centrifugación En todo el texto del Manual, el promedio de centrifugación se expresa como la fuerza centrífuga relativa, simbolizada por ‘g’. La fórmula es: (rpm 0,10472)2 radio (cm) = g 980 donde rpm es la velocidad del rotor en revoluciones por minuto, y donde radio (cm) es el radio del brazo del rotor hasta la parte baja del tubo, en centímetros. Puede ser necesario calcular el rpm necesario para alcanzar un valor dado de g, con un rotor específico. La fórmula es: rpm = «g 980 /radio (cm) 0,10472 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 xix Glosario de términos • Comparación entre laboratorios (Ensayo en anillo) Cualquier evaluación de la realización de una prueba y/o de la competencia de un laboratorio para ensayar muestras determinadas, llevada a cabo por dos o más laboratorios; un laboratorio puede actuar como referencia en la definición de los atributos de las muestras a ensayar. • Control del proceso Los procedimientos de prueba llevados a cabo durante la fabricación de un producto biológico para garantizar que el producto cumple con las normas de calidad acordados. • Controles internos Todas las actividades tendentes a garantizar la calidad dentro de un laboratorio y que están directamente relacionadas con el control, la validación, y el mantenimiento de las condiciones de realización y suficiencia técnica de la prueba. • Diluciones Cuando se dan diluciones para preparar reactivos líquidos, éstas se expresan como, por ejemplo, 1 en 4 partes o una cuarta parte (1/4), lo que significa que una parte se añade a cuatro partes, es decir, un 20% de la solución A en B. • • v/v = volumen a volumen (dos líquidos) • w/v = peso a volumen (sólido añadido a líquido). Diluciones utilizadas en las pruebas de neutralización vírica Hay dos formas convencionales de expresar la dilución utilizada en las pruebas de neutralización vírica (NV). En Europa es costumbre expresar la dilución antes de la adición del antígeno, pero en Estados Unidos y en otros lugares, es común expresar las diluciones después de la adición del antígeno. Estas convenciones alternativas se expresan en el presente Manual como “dilución inicial” o “dilución final”, respectivamente. • Eficacia Capacidad específica que tiene un producto biológico para producir el resultado esperado, cuando aquél se utiliza bajo las condiciones recomendadas por el fabricante. • Ensayo Sinónimo de prueba o método de prueba, como enzimoinmunoensayo o prueba de fijación de complemento. • Especificidad (analítica) Grado en el que los materiales analizados distintos al material problema reaccionan en una prueba; cuanto más alto sea el nivel de reacciones cruzadas, más baja será la especificidad analítica. • Especificidad (diagnóstica) Proporción de animales de referencia no infectados que se sabe que presentan un resultado negativo en la prueba; se considera que los animales infectados que presentan un resultado positivo tienen resultados positivos falsos. • Especificidad (relativa) Proporción de animales de referencia, definidos como negativos mediante un método de prueba o una combinación de métodos, que también dan resultado negativo en el ensayo que se compara. • Espécimen Material sometido a prueba. • Esterilidad Ausencia de microorganismos contaminantes viables, que se establecerá mediante pruebas autorizadas y adecuadas. xx Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Glosario de términos • Exactitud Nivel de concordancia entre el valor obtenido en la prueba y el valor esperado para un estándar de referencia de actividad o título conocido. • Incidencia Estimación del número de nuevas infecciones en una población susceptible durante un período de tiempo determinado; no debe confundirse con la prevalencia. • Inóculo de producción Un organismo en un determinado número de pases, que se utiliza, sin propagación adicional, para iniciar la preparación de un lote de producción. • Inóculo de trabajo Organismo con un número de pases comprendido entre el inóculo original y el inóculo de producción. • Inóculo original (agente, cepa) Conjunto de alícuotas de un organismo de un determinado número de pases, del que se derivan todos los otros pases del inóculo, que se obtienen de un lote individual, se distribuyen en recipientes en una operación individual, se procesan conjuntamente y se almacenan de forma que queden aseguradas la uniformidad y la estabilidad y se eviten la contaminación. • Laboratorio de referencia Laboratorio de reconocido nivel de capacitación científica y diagnóstica en que concierne a una determinada enfermedad animal y/o a la metodología de pruebas; incluye la capacidad para describir y evaluar los reactivos y muestras de referencia. • Libre de patógenos específicos (SPF) Animales de los que se ha demostrado, mediante el uso de pruebas adecuadas, que están libres de microorganismos patógenos específicos; también se refiere a los huevos provenientes de aves SPF. • Línea celular Línea de células transformada y estable que tiene una alta capacidad de multiplicación in vitro. • Lote Todas las vacunas u otros reactivos, tales como antígeno o antisueros, derivados del mismo lote homogéneo e identificados mediante un solo número de código. • Método de la prueba Procedimiento técnico específico para la detección del material a analizar (sinónimo de ensayo). • Muestra Material obtenido de un espécimen y utilizado en las pruebas. • Potencia La potencia relativa de un producto biológico puesta de manifiesto por los métodos de prueba apropiados. (Inicialmente, la potencia se mide utilizando una prueba de eficacia en animales. Más tarde aquella puede correlacionarse con pruebas de contenido antigénico, o respuesta a anticuerpos, para pruebas rutinarias de potencia de lotes. • Precisión Grado de dispersión de los resultados para una muestra ensayada repetidamente. • Prevalencia Estimación de la proporción de animales infectados dentro de una población en un momento dado. No debe confundirse con la incidencia. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 xxi Glosario de términos • Producto final(lote) Todos los recipientes finales sellados, que se han llenado a partir de un mismo lote homogéneo de vacunas en una sesión de trabajo, liofilizados conjuntamente en una operación continua (si es pertinente), sellados en una sesión de trabajo e identificados con un número de código único. • Prueba de suficiencia Medición de la competencia del laboratorio mediante la comparación entre laboratorios; esta definición implica que los laboratorios participantes utilizan los mismos métodos de prueba, los mismos reactivos y controles y que los resultados se expresan cualitativamente. • Pruebas • Pruebas alternativas Métodos de prueba que aparecen en el Manual de Animales Terrestres, que se consideran adecuados para el diagnóstico de las enfermedades en un ámbito local y que también pueden utilizarse para la importación y exportación reguladas por convenios bilaterales. • Pruebas confirmativas Métodos de prueba de alta especificidad diagnóstica que se utilizan para confirmar resultados, generalmente resultados positivos, derivados de otros métodos de prueba. • Pruebas de criba Pruebas de alta sensibilidad diagnóstica adecuadas para aplicación a gran escala. • Pruebas prescritas Los métodos de prueba exigidos por el Código de Sanidad Animal de la OIE para el transporte internacional de animales y productos animales, y que se consideran óptimos para determinar el estado sanitario de los animales. • Pruebas de equivalencia Determinación de ciertas características de realización de la prueba, propias de métodos de prueba nuevos y/o diferentes, mediante la comparación con un método de prueba estándar llevada a cabo por varios laboratorios. En esta definición está implícito que los laboratorios participantes utilizan sus propios métodos de prueba, sus reactivos y controles, y que los resultados se expresan de forma cualitativa. • Punto de corte/umbral Valor resultante de una prueba seleccionado para distinguir entre resultados positivos y negativos, y que puede incluir zonas indeterminadas o sospechosas. • Pureza Calidad de un producto biológico preparado hasta su forma final y: a) Relativamente libre de microorganismos y material (orgánico e inorgánico) extraños, lo que vendrá avalado por métodos de prueba adecuados al producto; y b) Libre de microorganismos y material extraños que podrían afectar de forma adversa a la inocuidad, la potencia o la eficacia del producto. • Reacción cruzada Actividad detectable en un método de prueba, atribuible a un material a analizar procedente de, o producido por otro organismo que da como resultado una reacción positiva falsa; los ensayos de este tipo tienen una especificidad analítica baja. • Reactivos estándar • Reactivos estándar internacionales Reactivos estándar por medio de los cuales se contrastan los demás reactivos y pruebas; preparados y distribuidos por un Laboratorio Internacional de Referencia, para ser remitidos a los Laboratorios Nacionales. xxii Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Glosario de términos • Reactivos estándar nacionales Los reactivos estándar contrastados mediante comparación con los reactivos estándar internacionales; son preparados y distribuidos por los laboratorios de referencia nacionales para ser remitidos a las redes de laboratorios nacionales. • Estándares de trabajo (reactivos) Reactivos estándar contrastados mediante comparación con los reactivos estándar nacionales; se incluyen en las pruebas de diagnóstico rutinarias como control y/o para normalización de los resultados de la prueba. • Repetibilidad Nivel de acuerdo entre las réplicas de una muestra, tanto dentro una aplicación como entre varias aplicaciones del mismo método de prueba en un mismo laboratorio. • Reproducibilidad La capacidad que una prueba tiene de proporcionar resultados consistentes cuando se aplica a las alícuotas de la misma muestra en diferentes laboratorios. • Seguridad Ausencia de propiedades causantes de reacciones locales indebidas o sistémicas, cuando se utilizan como recomendadas o sugeridas por el fabricante, y sin riesgo conocido para los animales próximos, los humanos o el medio ambiente. • Sensibilidad (analítica) La cantidad más pequeña del material de prueba que se puede detectar; el material de prueba puede consistir en anticuerpos, antígenos, ácidos nucleicos u organismos vivos. • Sensibilidad (diagnóstica) Proporción de animales de referencia infectados que se sabe que dan resultado positivo en la prueba; se considera que los animales infectados que presentan un resultado negativo tienen resultados negativos falsos. • Sensibilidad (relativa) Proporción de animales de referencia, definida como positiva por un método o por una combinación de métodos de prueba, que también presentan un resultado positivo en el ensayo que se compara. • Temperatura ambiente El término “temperatura ambiente” se refiere a la temperatura de un entorno de trabajo confortable. No se pueden fijar límites precisos para este término, pero las cifras de referencia son 18–25°C. Cuando en una prueba se especifica la temperatura ambiente, ésta debería lograrse con aire acondicionado, si es preciso; de lo contrario, los parámetros de la prueba pueden verse afectados. • Valor predictivo (negativo) Proporción de animales con resultado negativo en una prueba sin estar realmente infectados; el valor predictivo está influido por la sensibilidad y especificidad diagnóstica, así como por la prevalencia de la infección. • Valor predictivo (positivo) Proporción de animales que están realmente infectados y presentan un resultado positivo en una prueba; el valor de predicción está influenciado por la sensibilidad y especificidad diagnóstica, así como por la prevalencia de la infección * * * Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 xxiii COLABORADORES L IS T A DE C O L A BO RA DO RE S Y DIRE C C IO NE S P RO F E S IO NA L E S Los capítulos del Manual de animales terrestres han sido confeccionados mediante invitación expresa de la OIE a sus respectivos autores. Siguiendo el procedimiento estándar de esta organización, los capítulos se distribuyen entre sus países miembros y entre expertos en la enfermedad correspondiente a fin de recabar sus comentarios. A continuación, la Comisión de Estándares Biológicos y el Editor Consultor de la OIE proceden a incorporar al texto las modificaciones propuestas. Una vez completado el proceso de revisión del texto y finalizada su redacción, el Manual de animales terrestres se presentó al Comité Internacional de la OIE durante su Sesión General Anual para su aprobación antes de publicarse. De esta forma, el Manual se ha convertido en un texto estándar de la OIE como fruto del consenso internacional. Por esta razón, los nombres de los colaboradores no aparecen en la cabecera del correspondiente capítulo sino que se ofrecen en un listado global. La Comisión de Estándares Biológicos valora enormemente el trabajo de los siguientes colaboradores: I.1.1. Métodos de muestreo Dr J.E. Pearson 4016 Phoenix St., Ames, Iowa 50014, USA. I.1.2. Gestión de calidad en los laboratorios de pruebas veterinarias Dr A. Wiegers USDA, APHIS, VS, Center for Veterinary Biologics, Policy, Evaluation, and Licensing, Biotechnology, Immunology, and Diagnostics, 510 South 17th Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA. I.1.3. Principios de validación para las pruebas de diagnóstico de enfermedades infecciosas Dr R. Jacobson (retired) Formerly Diagnostic Laboratory, College of Veterinary Medicine, Cornell University, Ithaca, New York 14850-5786, USA. I.1.4. Validación y control de calidad de los métodos de la reacción en cadena de la polimerasa utilizados para el diagnóstico de enfermedades infecciosas Dr S. Belak & Dr P. Thorén Department of Virology, National Veterinary Institute, Ulls väg 2B, SE-751 89 Uppsala, Sweden I.1.5. Pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación en materiales biológicos Dr L. Elsken USDA, APHIS, Center for Veterinary Biologics, Suite 104, 510 South 17th Street, Ames, Iowa 50010, USA. I.1.6. Seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología Dr M. Best Office of Laboratory Security, Centre for Emergency Preparedness and Response, Health Canada, Ottawa, Ontario K1A 0K9, Canada. I.1.7. Principios de producción de vacunas veterinarias Dr D.A. Espeseth Espeseth Consulting, 404 Long Leaf Drive, Perkasie, Pennsylvania 18944, USA. xxiv Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Colaboradores I.1.8. La Biotecnología en el diagnóstico de las enfermedades infecciosas y el desarrollo de vacunas Dr J. Gorham College of Veterinary Medicine, Department of Veterinary Microbiology and Pathology, Washington State University, Pullman, Washington 99164-7030, USA. Dr D. Knowles & Dr H. Li Animal Disease Research Unit, ARS, USDA, Washington State University, Pullman, Washington 99164-6630, USA. Prof. P.-P. Pastoret Institute for Animal Health, Compton Laboratory, Compton, Newbury, Berkshire RG20 7NN, UK. I.1.9. El papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario Dr Ph. Vannier AFSSA Ploufragan, Laboratoire d’études et de recherches avicoles et porcines, Zoopôle des Côtes d’Armor-Les Croix, BP 53, 22440 Ploufragan, France. Prof. P.-P. Pastoret Institute for Animal Health, Compton Laboratory, Compton, Newbury, Berkshire RG20 7NN, UK. Dr D.A. Espeseth Espeseth Consulting, 404 Long Leaf Drive, Perkasie, Pennsylvania 18944, USA. Dr O. Itoh National Veterinary Assay Laboratory, JMAFF, 1-15-1 Tokura, Kokubunji, Tokyo 185-8511, Japan. I.1.10. Métodos de laboratorio para ensayos de sensibilidad de bacterias frente a antimicrobianos Dr D. White Centre for Veterinary Medicine, Food and Drug Administration, Office of Research, HFV-530, 8401 Muirkirk Road, Laurel, Maryland 20708, USA. 2.1.1. Fiebre aftosa Dr R.P. Kitching National Centre for Foreign Animal Disease, 1015 Arlington Street, Winnipeg, Manitoba R3E 3M4, Canada. Dr P.V. Barnett & Dr D.K.J. Mackay Institute for Animal Health, Pirbright Laboratory, Ash Road, Pirbright, Surrey GU24 0NF, UK. Dr A.I. Donaldson, 290 London Road, Burpham, Guildford, Surrey GU4 7LB, UK 2.1.2. Estomatitis vesicular Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Dr B. Schmitt USDA, APHIS, National Veterinary Services Laboratories, P.O. Box 844, Ames, Iowa 50010, USA. xxv Colaboradores 2.1.3. Enfermedad vesicular porcina Dr R.P. Kitching National Centre for Foreign Animal Disease, 1015 Arlington Street, Winnipeg, Manitoba R3E 3M4, Canada. Dr D.K.J. Mackay Institute for Animal Health, Pirbright Laboratory, Ash Road, Pirbright, Surrey GU24 0NF, UK. Dr A.I. Donaldson, 290 London Road, Burpham, Guildford, Surrey GU4 7LB, UK 2.1.4. Peste bovina Dr W.P. Taylor 8 South Terrace, Littlehampton, West Sussex BN17 5NZ, UK. Dr P. Roeder Animal Health Service, Animal Production and Health Division, FAO, Vialle delle Terme di Caracalla, 00100 Rome, Italy. 2.1.5. Peste de los pequeños rumiantes Dr A. Diallo FAO/IAEA Centre for ELISA and Molecular Techniques in Animal Disease Diagnosis, International Atomic Energy Agency Wagramerstrasse 5, P.O. Box 100, A-1400 Vienna, Austria. 2.1.6. Pleuroneumonía bovina contagiosa Dr F. Thiaucourt CIRAD-EMVT, Campus international de Baillarguet, Montferriez-sur-Lez, B.P. 5035, 34032 Montpellier Cedex 1, France. 2.1.7. Dermatosis nodular contagiosa Dr R.P. Kitching National Centre for Foreign Animal Disease, 1015 Arlington Street, Winnipeg, Manitoba R3E 3M4, Canada. Dr V. Carn Highbury, Thornford, Sherborne, Dorset DT9 6QD, UK. 2.1.8. Fiebre del Valle del Rift Dr G.H. Gerdes Onderstepoort Veterinary Institute, Private Bag X05, Onderstepoort 0110, South Africa. 2.1.9. Lengua azul Dr B. Eaton Australian Animal Health Laboratory, CSIRO, Livestock Industries, 5 Portarlington Road, Geelong, Victoria 3220, Australia. 2.1.10. Viruela ovina y viruela caprina Dr R.P. Kitching National Centre for Foreign Animal Disease, 1015 Arlington Street, Winnipeg, Manitoba R3E 3M4, Canada. Dr V. Carn Highbury, Thornford, Sherborne, Dorset DT9 6QD, UK. xxvi Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Colaboradores 2.1.11. Peste equina africana Prof. J.M. Sánchez-Vizcaíno Catedrático del Área de Sanidad Animal, Universidad Complutense, Facultad de Veterinaria, Avda. Puerta de Hierro s/n, 28040 Madrid, Spain. 2.1.12. Peste porcina africana Dr P.J. Wilkinson (retired) Institute for Animal Health, Pirbright Laboratory, Ash Road, Pirbright, Surrey GU24 0NF, UK. Dr D.J. Paton Institute for Animal Health, Pirbright Laboratory, Ash Road, Pirbright, Surrey GU24 0NF, UK. 2.1.13. Peste porcina clásica (cólera del cerdo) Dr D.J. Paton Institute for Animal Health, Pirbright Laboratory, Ash Road, Pirbright, Surrey GU24 0NF, UK. Dr T. Drew VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. 2.1.14. Gripe aviar muy virulenta 2.1.15. Enfermedad de Newcastle Dr D.J. Alexander VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. 2.2.1. Carbunco Dr P.R. Coker Biological Safety Officer, Office of University Research Compliance, Oklahoma State University, Stillwater, Oklahoma 74078, USA. 2.2.2. Enfermedad de Aujeszky Prof. B. Toma & Prof. N. Haddad Ecole nationale vétérinaire d’Alfort, 7 avenue du Général de Gaulle, 94704 Maisons-Alfort Cedex, France. Dr Ph. Vannier AFSSA Ploufragan, Laboratoire d’études et de recherches avicoles et porcines, Zoopôle des Côtes d’Armor-Les Croix, BP 53, 22440 Ploufragan, France. 2.2.3. Equinococosis/Hidatisodis Prof. P.S. Craig Division of Biological Sciences, School of Environment & Life Sciences, University of Salford, Salford M5 4WT, UK. 2.2.4. Leptospirosis Prof. C.A. Bolin Diagnostic Center for Population & Animal Health, College of Veterinary Medicine, A3 Veterinary Medical Center, Michigan State University, East Lansing, Michigan 48824, USA. 2.2.5. Rabia Dr F. Cliquet & Dr J. Barrat AFSSA Nancy, Domaine de Pixérécourt, BP 9, F-54220 Malzeville, France. 2.2.6. Paratuberculosis (enfermedad de Johne) Dr M.-F. Thorel AFSSA Alfort, Laboratoire d’Études et de Recherches en Pathologie Animale et Zoonoses, 22 rue Pierre Curie, BP 67, 94703 Maisons-Alfort Cedex, France. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 xxvii Colaboradores Dr E. Camus CIRAD-EMVT, Campus International de Baillarguet – TA/30B, 34398 Montpellier Cedex 5, France. 2.2.7. Cowdriosis Dr D. Martinez CIRAD-EMVT, Domaine de Duclos, Prise d’Eau, 97170 Petit-Bourg, Guadeloupe. Prof. F. Jongejan Department of Parasitology & Tropical Veterinary Medicine, Faculty of Veterinary Medicine, Utrecht University, P.O. Box 80.165, 3508 TD Utrecht, The Netherlands AND Department of Veterinary Tropical Diseases, Faculty of Veterinary Science, University of Pretoria, Onderstepoort 0110, South Africa. 2.2.8. Larva perforada del Nuevo Mundo (Cochliomyia hominivorax) y del Viejo Mundo (Chrysomya bezziana) Dr M.J.R. Hall Department of Entomology, The Natural History Museum, Cromwell Road, London SW7 5BD, UK. 2.2.9. Triquinelosis Dr H.R. Gamble Director, Fellowships Office, National Research Council, 500 Fifth Street NW, Washington DC 20001, USA. 2.2.10. Fiebre Q Dr E. Rousset, Dr P. Russo, Dr M. Pépin, & M.F. Aubert AFSSA Sophia Antipolis, Laboratoire d’Études et de Recherches sure les Petits Ruminants et les Abeilles, Les Templiers, 105 route des Chappes, BP 111, 06902 Sophia Antipolis Cedex, France. 2.2.11. Leishmaniosis Dr L. Gradoni & Dr M. Gramiccia Istituto Superiore di Sanità, Laboratorio di Parassitologia, Viale Regina Elena 299, I-00161 Rome, Italy. 2.3.1. Brucelosis bovina Dr K. Nielsen Canadian Food Inspection Agency, Animal Diseases Research Institute, P.O. Box 11300, Station H, Nepean, Ontario K2H 8P9, Canada. Dr D.R. Ewalt Mycobacteria and Brucella Section, Diagnostic Bacteriology Laboratory, National Veterinary Services Laboratories, 1800 Dayton Road, Ames, Iowa 50010, USA. Y la importante contribución del Grupo Ad hoc de la OIE en Brucelosis: Dr B. Garin-Bastuji AFSSA Alfort, Unité Zoonoses Bactériennes, Lab. OIE/FAO de référence pour la brucellose, 22 rue Pierre Curie, BP 67, 94703 Maisons-Alfort Cedex, France. Dr A.P. MacMillan VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. Dr Peter Wright Canadian Food Inspection Agency, National Centre for Foreign Animal Disease, 1015 Arlington Street, Winnipeg, Manitoba R3E 3M4, Canada 2.3.2. Campilobacteriosis genital bovina xxviii Dr J.A. Wagenaar & M.A.P. Van Bergen, BSc Animal Sciences Group, P.O. Box 65, 8200 AB Lelystad, The Netherlands. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Colaboradores 2.3.3. Tuberculosis bovina Dr N.M.A. Palmer VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. 2.3.4. Leucosis bovina enzoótica Dr L. Renström National Veterinary Institute, Department of Virology, SE-751 89 Uppsala, Sweden. 2.3.5. Rinotraqueitis bovina infecciosa /vulvovaginitis pustular infecciosa Prof. J.T. van Oirschot Animal Sciences Group - Wageningen UR, P.O. Box 65, 8200 AB, Lelystad, The Netherlands. 2.3.6. Tricomonosis Prof. M. Taylor Veterinary Surveillance Unit, Central Science Laboratory, Sand Hutton, York YO41 1LZ, UK. Dr A.A. Gajadhar & Dr S. Parker Canadian Food Inspection Agency, Saskatoon Laboratory, 116 Veterinary Road, Saskatoon, Saskatchewan S7N 2R3, Canada. 2.3.7. Anaplasmosis bovina Prof. T.F. McElwain Washington State University, Animal Disease Diagnostic Laboratory, 155 Bustad Hall, Pullman, Washington 99164-7034, USA. 2.3.8. Babesiosis bovina Dr R.E. Bock Queensland Department of Primary Industries, Animal and Plant Health Service, Tick Fever Research Centre, 280 Grindle Road, Wacol, Queensland 4076, Australia. Dr W.K. Jorgensen & Mr J.B. Molloy Queensland Department of Primary Industries, Agency for Food & Fibre Sciences, 665 Fairfield Rd, Yeerongpilly, Queensland 4105, Australia. 2.3.9. Cisticercosis bovina (ver capítulo 2.10.1.) Dr S. Lloyd Department of Clinical Veterinary Medicine, University of Cambridge, Madingley Road, Cambridge CB3 0ES, UK. 2.3.10. Dermatofilosis Prof. D.H. Lloyd Dept of Veterinary Clinical Sciences, Royal Veterinary College, Hawkshead Lane, North Mymms, Hatfield, Hertfordshire AL9 7TA, UK. 2.3.11. Teileriosis Prof. E. Pipano Koret School of Veterinary Medicine, The Hebrew University of Jerusalem, P.O. Box 12 Rehovot, Israel. Dr S. Morzaria FAO Regional Office for Asia and the Pacific, 39 Phra Athit Road, Bangkok 10200, Thailand. Dr P. Spooner International Livestock Research Institute, Naivasha Road, Nairobi 00100, Kenya. Dr V. Shkap Division of Parasitology, Kimron Veterinary Institute, P.O. Box 12, Beit Dagan, 50250 Israel. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 xxix Colaboradores 2.3.12 Septicemia hemorrágica Dr S. Chandrasekaran Veterinary Research Institute, 59 Jalan Suntan Azlan Shah, P.O. Box 369, 31400 Ipoh, Perak, Malaysia. Dr K. Townsend Diagnostic Bacteriology Laboratory, Veterinary Pathology and Anatomy, School of Veterinary Science, The University of Queensland, Brisbane QLD 4072, Australia. 2.3.13. Encefalopatía espongiforme bovina Dr D. Matthews, Dr M. Jeffrey, Dr M.M. Simmons, Mr M. Stack, Mr G.A.H. Wells & Prof. J.W. Wilesmith VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. 2.3.14. Fiebre catarral maligna Dr H.W. Reid Moredun Research Institute, International Research Centre, Pentlands Science Park, Bush Loan, Penicuik EH26 0PZ, Scotland, UK. 2.3.15. Tripanosomosis (transmitida por la mosca tsé tsé) Dr J. Schlater USDA, APHIS, National Veterinary Services Laboratories, P.O. Box 844, Ames, Iowa 50010, USA. Dr P. Van Den Bossche Veterinary Department, Institute of Tropical Medicine, Nationalestraat 155, 2000 Antwerpen Belgium AND Faculty of Veterinary Science, University of Pretoria, Post Bag X04, Onderstepoort 0110, South Africa 2.4.1. Epididimitis ovina (Brucella ovis) 2.4.2. Brucelosis caprina y ovina (excluyendo la infección por Brucella ovis) Dr B. Garin-Bastuji AFSSA, Unité Zoonoses Bactériennes, OIE Reference Laboratory/FAO Collaborating Centre for Brucellosis, BP 67, F-94703 Maisons-Alfort Cedex, France. Dr J.M. Blasco Dpt Sanidad Animal, Servicio de Investigacion Agraria/DGA, Apartado 727, 50080 Zaragoza, Spain. 2.4.3. Agalaxia contagiosa Dr R. Nicholas VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. 2.4.4/5. Artritis/encefalitis caprina y Maedi-visna Dr D. Knowles & Dr L.M. Herrmann Animal Disease Research Unit, ARS, USDA, Washington State University, Pullman, Washington 99164-6630, USA. 2.4.6. Pleuroneumonía caprina contagiosa Dr F.R Rurangirwa Department of Veterinary Microbiology and Pathology, Washington State University, Pullman, Washington 99164-7040, USA. Dr J.H. Kinyili Kenya Veterinary Vaccines Production Institute, P.O. Box 53260, Nairobi, Kenya. 2.4.7. Aborto enzoótico de las ovejas (Clamidiosis ovina) xxx Prof. I.D. Aitken & and Dr D. Longbottom Moredun Research Institute, International Research Centre, Pentlands Science Park Bush Loan, Penicuik EH26 0PZ, UK. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Colaboradores 2.4.8. Prurigo lumbar Dr D. Matthews, Dr M. Jeffrey Dr M.M. Simmons, Mr M. Stack & Mr G.A.H. Wells VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. 2.4.9. Adenomatosis pulmonar ovina Dr J.M. Sharp VLA, Pentlands Science Park, Bush Loan, Penicuik EH26 0PZ, Scotland, UK. 2.4.10. Enfermedad de Nairobi (ver capítulo 2.10.2.) Dr G.H. Gerdes Onderstepoort Veterinary Institute, Private Bag X05, Onderstepoort 0110, South Africa. 2.4.11. Salmonelosis (S. abortus ovis) (ver capítulo 2.10.3.) Dr R. Davies VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. Prof. M. Truszczynski National Veterinary Research Institute, 57 Partyzantow St., 24-100 Pulawy, Poland. 2.5.1. Metritis equina contagiosa Dr N. Chanter Intervet UK Ltd, Walton Manor, Walton, Milton Keynes MK7 7AJ, UK. 2.5.2. Durina Dr J.B. Katz USDA, APHIS, National Veterinary Services Laboratories, P.O. Box 844, Ames, Iowa 50010, USA. 2.5.3. Encefalomielitis equina (del Este y del Oeste) 2.5.4. Anemia infecciosa equina Dr E.N. Ostlund USDA, APHIS, National Veterinary Services Laboratories, P.O. Box 844, Ames, Iowa 50010, USA. 2.5.5. Gripe equina Dr J. Daly Animal Health Trust, Lanwades Park, Kentford, Newmarket, Suffolk CB8 7UU, UK. 2.5.6. Piroplasmosis equina Dr D.T. de Waal University College Dublin, Faculty of Veterinary Medicine, Department of Veterinary Microbiology & Parasitology, Belfield, Dublin 4, Ireland. 2.5.7. Rinoneumonitis equina Dr G.P. Allen Department of Veterinary Science, College of Agriculture, University of Kentucky, 108 M.H. Gluck Equine Research Center, Lexington, Kentucky 40546-0099, USA. 2.5.8. Muermo Dr N.K. Bookova, All-Russian State Centre for Quality and Standardisation of Veterinary Drugs and Feeds, Ministry of Agriculture of the Russian Federation, 5, Zvenigorodskoye shosse, 123022 Moscow, RUSSIA. 2.5.10. Arteritis vírica equina Dr P.J. Timoney University of Kentucky, Department of Veterinary Science, 108 Gluck Equine Research Center, Lexington, Kentucky 40546-0099, USA. 2.5.12. Encefalomielitis equina venezolana Dr E.N. Ostlund USDA, APHIS, National Veterinary Services Laboratories, P.O. Box 844, Ames, Iowa 50010, USA. 2.5.13. Linfangitis epizoótica Dr J.A.W. Coetzer Department of Veterinary Tropical Diseases, Faculty of Veterinary Science, University of Pretoria, Private Bag X04, Onderstepoort 0110, South Africa. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 xxxi Colaboradores 2.5.14. Encefalitis japonesa Dr I. Takashima Laboratory of Public Health, Department of Environmental Veterinary Sciences, Graduate School of Veterinary Medicine, Hokkaido University, Sapporo 060-0818, Japan. 2.5.15. Tripanosomosis (Trypanosoma evansi) Dr A.G. Luckins Centre for Tropical Veterinary Medicine, Easter Bush Veterinary Centre, Roslin, Midlothian, Scotland EH25 9RG, UK. 2.6.1. Rinitis atrófica porcina Dr K. Register USDA, ARS, National Animal Disease Center, 2300 Dayton Avenue, Ames, Iowa 50010, USA. 2.6.2. Brucelosis porcina Dr Steve Olsen, USDA, ARS, National Animal Disease Center, 2300 Dayton Avenue, Ames, Iowa 50010, USA. 2.6.3. Encefalomielitis por enterovirus (anteriormente enfermedades de Teschen/Talfan) Dr V. Mádr Hudcova 66, 62100 Brno, Czech Republic. 2.6.4. Gastroenteritis transmisible Dr D.J. Paton Institute for Animal Health, Pirbright Laboratory, Ash Road, Pirbright, Surrey GU24 0NF, UK. Dr L.J. Saif The Ohio State Universtiy, Ohio Agricultural Research and Development Center, Food Animal Health Research Program, 1680 Madison Avenue, Wooster, Ohio 44691-4096, USA. 2.6.5. Síndrome reproductivo y respiratorio porcino Dr L.R. Ludemann USDA, APHIS, Center for Veterinary Biologics, Laboratory, P.O. Box 844, Ames, Iowa 50010, USA. Dr R. Magar Agence canadienne d’inspection des aliments, Laboratoire d’hygiène vétérinaire et alimentaire, 3400 Casavant ouest, Saint-Hyacinthe, Québec J2S 8E3, Canada. 2.6.6. Cisticercosis porcina (ver capítulo 2.10.1.) Dr S. Lloyd Department of Clinical Veterinary Medicine, University of Cambridge, Madingley Road, Cambridge CB3 0ES, UK. 2.7.1. Bursitis infecciosa (Enfermedad de Gumboro) Dr N. Eterradossi AFSSA Ploufragan, Unité de virologie, immunologie et parasitologie aviaires et cunicoles, BP 53, 22440 Ploufragan, France 2.7.2. Enfermedad de Marek Dr J.M. Sharma Veterinary PathoBiology, College of Veterinary Medicine, University of Minnesota, St Paul, Minnesota 55127, USA. 2.7.3. Micoplasmosis aviar (Mycoplasma gallisepticum) Dr S.H. Kleven University of Georgia, College of Veterinary Medicine, Department of Avian Medicine, Athens, Georgia 30602-4875, USA. Dr F.T.W. Jordan & Dr J.M. Bradbury University of Liverpool, Department of Veterinary Pathology, Veterinary Field Station, Leahurst, Neston, South Wirral CH64 7TE, UK. 2.7.4. Clamidiosis aviar xxxii Dr A.A. Andersen USDA, ARS, National Animal Disease Center, P.O. Box 70, Ames, Iowa 50010, USA. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Colaboradores 2.7.5. Pulorosis y tifosis aviar Dr R. Davies VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. 2.7.6. Bronquitis infecciosa aviar Dr R. Gough (retired) & Dr D.J. Alexander VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. 2.7.7. Laringotraqueitis infecciosa aviar Dr R.C. Jones University of Liverpool, Department of Veterinary Pathology, Jordan Building, Veterinary Field Station, ‘Leahurst’, Neston, South Wirral CH64 7TE, UK. 2.7.8. Tuberculosis aviar Dr M.-F. Thorel AFSSA Alfort, Laboratoire central de recherches vétérinaires, 22 rue Pierre Curie, BP 67, 94703 Maisons-Alfort Cedex, France. 2.7.9. Hepatitis vírica del pato 2.7.10. Enteritis vírica del pato Dr P.R. Woolcock California Animal Health and Food Safety Laboratory System – Fresno Branch, School of Veterinary Medicine, University of California, Davis, 2789 South Orange Avenue, Fresno, California 93725, USA. 2.7.11. Cólera aviar (Pasteurelosis aviar) Dr R. Kunkle, National Animal Disease Center, P.O. Box 70, Ames, Iowa 50010, USA. 2.7.12. Viruela aviar Dr D.N. Tripathy University of Illinois at Urbana-Champaign, College of Veterinary Medicine, Department of Veterinary Pathbiology, 2001 South Lincoln Avenue, Urbana, Illinois 61802, USA. 2.8.1. Mixomatosis Prof. J. Chantal (retired) & Prof. S. Bertagnoli École Nationale Vétérinaire, 23 Chemin de Capelles, 31076 Toulouse Cedex 03, France. 2.8.2. Tularemia Dr T. Mörner Department of Wildlife, The National Veterinary Institute, 751 89 Uppsala, Sweden Dr G. Sandström Department of Clinical Immunology, Infectious Diseases, Umeå University and National Defence Research Establishment, SE-901 82 Umeå, Sweden. 2.8.3. Enfermedad hemorrágica del conejo Dr A. Lavazza & Dr L. Capucci Istituto Zooprofilattico Sperimentale della Lombardia e dell’Emilia Romagna, Via Bianchi 7/9, 25124 Brescia, Italy. 2.9.1. Acariosis de las abejas Dr W. Ritter CVUA-Freiberg, Animal Health, Am Moosweiher 2, D79018 Freiberg, Germany. 2.9.2. Loque americana Prof. D.C. de Graaf Laboratory of Zoophysiology, University of Gent, K.L. Ledeganckstraat 35, B-9000 Gent, Belgium. 2.9.3. Loque europea Dr B.V. Ball Plant and Invertebrate Ecology Division, Rothamstead Research, Harpenden, Hertfordshire AL5 2JQ, UK. 2.9.4. Nosemosis de las abejas Dr A. de Ruijter Research Centre for Insect Pollination and Beekeeping, Ambrosiusweg 1, 5081 NV Hilvarenbeek, The Netherlands. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 xxxiii Colaboradores 2.9.5. Varroosis Dr W. Ritter CVUA-Freiberg, Animal Health, Am Moosweiher 2, D79018 Freiberg, Germany. 2.9.6. Infestación de las abejas melíferas por Tropilaelaps (Tropilaelaps clareae, T. koenigerum) Dr D. Sammataro Carl Hayden Honey Bee Research Center, 2000 East Allen Road, Tucson, Arizona 857191596, USA. 2.10.1. Cisticercosis Dr S. Lloyd Department of Clinical Veterinary Medicine, University of Cambridge, Madingley Road, Cambridge CB3 0ES, UK. 2.10.2. Enfermedades bunyavirales de animales excluyendo la Fiebre del Valle del Rift Dr G.H. Gerdes Onderstepoort Veterinary Institute, Private Bag X05, Onderstepoort 0110, South Africa. 2.10.3. Salmonelosis Dr R. Davies VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. 2.10.4. Sarna Dr P. Bates VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. 2.10.5. Enfermedad de la frontera Dr P.F. Nettleton Moredun Research Institute, International Research Centre, Pentlands Science Park, Bush Loan, Penicuik EH26 0PZ, Scotland, UK. 2.10.6. Diarrea vírica bovina Dr T. Drew VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. 2.10.7. Encefalitis del Oeste del Nilo Dr E.N. Ostlund USDA, APHIS, National Veterinary Services Laboratories, P.O. Box 844, Ames, Iowa 50010, United States of America. 2.10.8. Campylobacterosis Dr Diane Newell VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. Dr W.F. Jacobs-Reitsma & Dr J.A. Wagenaar Animal Sciences Group, Wageningen UR, P.O. Box 65, 8200 AB Lelystad, The Netherlands. 2.10.9. Criptosporidiosis Prof. H. Smith Scottish Parasite Diagnostic Laboratory, Stobhill General Hospital, Glasgow G21 3UW, UK. 2.10.10. Enfermedades víricas de Hendra y de Nipah Dr B.T. Eaton & Dr P. Daniels Australian Animal Health Laboratory, CSIRO, Livestock Industries, 5 Portarlington Road, Geelong, Victoria 3220, Australia. Dr M. Narasiman Veterinary Research Institute, 59, Jalan Sultan Azlan Shah, 31400 Ipoh, Perak, Malaysia. 2.10.11. Gripe porcina Dr S.L. Swenson National Veterinary Services Laboratories, P.O. Box 844, Ames, Iowa 50010, USA. Dr P.L. Foley Center for Veterinary Biologics, 510 S. 17th St., Suite 104, Ames, IA 50010 USA 2.10.12. Toxoplasmosis xxxiv Dr D. Buxton & Dr S.W. Maley Moredun Research Institute, Pentlands Science Park, Bush Loan, by Edinburgh EH26 0PZ, Scotland, UK. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Colaboradores 2.10.13. Escherichia coli Verocitotoxigénica Dr F.A. Clifton-Hadley VLA Weybridge, New Haw, Addlestone, Surrey KT15 3NB, UK. 2.10.14. Listeria monocytogenes Dr Jose Lopez Canadian Food Inspection Agency, National Centre for Foreign Animal Disease, 1015 Arlington Street, Winnipeg, Manitoba R3E 3M4, Canada. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 xxxv C O MIT É D IRE C T O R P A RA L O S P RO YE C T O S DE L A OIE DE T RA DUC C IÓ N A L E S P A ÑO L DE L M A NUA L O F D IA GNO S T IC T E S T S A ND V A C C INE S F O R T E RRE S T RIA L A NIMA L S Y E L A BO RA C IÓ N DE UNA B A S E T E RMINO L Ó GIC A M UL TIL INGÜE PA RA E L Á MBITO DE L A S A NIDA D A NIMA L . Presidente Vicepresidente Excmo. Sr. D. Bernard Vallat Ilmo. Sr. D. Jean-Luc Angot Director General Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE 12, rue de Prony – 75017 Paris. France. Tfno: 33 (0) 1 44 15 18 88 Fax: 33 (0) 1 42 67 09 87 Correo electrónico: b.vallat@oie.int Jefe del Servicio Administrativo y Financiero Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE 12, rue de Prony – 75017 Paris. France. Tfno: 33 (0) 1 44 15 18 88 Fax: 33 (0) 1 42 67 09 87 Correo electrónico: l-l.angot@oie.int Vocales Ilmo. Sr. D. Arnaldo Cabello Navarro Dra. Dña. Luz Alba Cruz de Urbina Subgerente de Prevención y Control Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural Calle 37 nº 8-43 PISO 4 Y 5. Apartado Aéreo 7984 y 1511123 El Dorado Santa Fe de Bogotá. Colombia. Tfno: (57-1) 32 o 3654 Fax: (57-1) 232 4695 Correo electrónico: savinal@elsitio.net.co Subdirector General de Sanidad Animal. Dirección General de Ganadería. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Corazón de María nº 8 28002 Madrid. Tfno: 34 91 3 47 83 24 Fax: 34 91 3 47 82 99 Correo electrónico: acabello@mapya.es Dr. D. Rodolfo César Acerbi Dr. D. Emerio F. Serrano Ramírez Coordinador Relaciones Internacionales e Institucionales Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria SENASA Avda. Paseo Colón. 367 – 5º p.cont. 1063 Buenos Aires. Republica Argentina Tfno: 00 (54) 11 4331-6041/9 INT. 1323 Fax: 00 (54) 11 4334-4738 Correo electrónico: relint@inea.com.ar Director General del Instituto de Medicina Veterinaria. Ministerio de Agricultura. Calle 12 nº 355, entre 17 y 17ª El Vedado. Zona Postal 10400 Ciudad de la Habana. Cuba. Tfno: (53-7) 83 06 6 15 Fax: (53-7) 830 35 37 Correo electrónico: dnimv@infoued.sld.cv Secretario Coordinador de la OIE Profesor Dr. D. Fernando Crespo León Profesor Dr. D. Alejandro Schudel. Experto de la OIE Organización Mundial de Sanidad Animal y de la Unión Europea Investigador del Departamento de Ganadería y Acuicultura del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario. (IMIDA) Calle mayor s/n. 30150 La Alberca. Murcia. España. Tfno: 00 34 968 36 67 99 Fax: 00 34 968 36 67 92 Correo electrónico: fernando.crespo@carm.es Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Jefe del Servicio Científico y Técnico Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE 12, rue de Prony – 75017 Paris. France Tfno: 33 (0) 1 44 15 18 88 Fax: 33 (0) 1 42 67 09 87 Correo electrónico: a.schudel@oie.int xxxvi Colaboradores C O O RDINA C IÓ N C IE NT ÍF IC O - T É C NIC A DE L A TRA DUC C IÓ N Profesor Dr. D. Fernando Crespo León Experto de la OIE Organización Mundial de Sanidad Animal y de la Unión Europea Investigador del Departamento de Ganadería y Acuicultura del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario.(IMIDA) Calle mayor s/n. 30150 La Alberca. Murcia. España. Tfno: 00 34 968 36 67 99 Fax: 00 34 968 36 67 92 Correo electrónico: fernando.crespo@carm.es C O O RDINA C IÓ N L INGÜÍS T IC A Y TRA DUC TO L Ó GIC A Profesor Dr. D. Francisco Gutiérrez Díez Catedrático de Filología Inglesa Director del Máster de Traducción e Interpretación de la Universidad de Murcia Dpto. de Filología Inglesa C/ Santo Cristo nº 1. 30071. Murcia, España Tfno: 00 34 968 36 31 79 Fax: 00 34 968 36 31 85 Correo electrónico: fgut@um.es G RUPO A D HO C PA RA L O S P RO YE C T O S DE L A OIE DE T RA DUC C IÓ N A L E S P A ÑO L DE L M A NUA L O F D IA GNO S T IC T E S T S A ND V A C C INE S Y E L A BO RA C IÓ N DE L A B A S E T E RMINO L Ó GIC A M UL TIL INGÜE PA RA E L Á MBITO DE L A S A NIDA D A NIMA L . Profesor Dr. D. Elías Fernando Rodríguez Ferri Catedrático de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Veterinaria Departamento de Sanidad Animal Universidad de León Campus de Vagazana. 24071 León. España Tfno: 00 34 987 29 12 97 Fax: 00 34 987 29 11 94 Correo electrónico: dsaerf@isidoro.unileon.es Profesor Dr. D. Luis León Vizcaíno Catedrático de Patología Infecciosa de la Facultad de Veterinaria Universidad de Murcia, España. Departamento de Sanidad Animal Campus de Espinardo. 30100 Murcia, España Tfno: 00 34 968 36 47 32 Fax: 00 34 968 36 41 47 Correo electrónico: lleonvi@um.es Profesor Dr. D. Emilio J. Gimeno Coordinator of OIE Representation for the Americas (RR/AA) Cerviño 3101 1425 Buenos Aires. República de Argentina Tfno: (54-11) 48 03 48 77 Fax: (54-11) 48 03 36 88 Correo electrónico: rr.americas@oie.int Profesor Dr. D. José Joaquín Cerón Madrigal Profesor Titular del Departamento de Medicina y Cirugía Animal Facultad de Veterinaria Universidad de Murcia Campus de Espinardo. 30100 Murcia. España Tfno: 968 36 47 22 Fax: 968 36 41 47 Correo electrónico: jjceron@um.es Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Profesor Dr. D. Francisco Gutiérrez Díez Catedrático de Filología Inglesa Director del Máster de Traducción e Interpretación de la Universidad de Murcia. Dpto. de Filología Inglesa. C/ Santo Cristo nº 1. 30071. Murcia, España. Tfno: 00 34 968 36 31 79 Fax: 00 34 968 36 31 85 Correo electrónico: fgut@um.es Profesor Dr. Pascual Cantos Gómez Profesor Titular de Filología Inglesa. Departamento de Filología Inglesa Universidad de Murcia Campus La Merced. C/ Santo Cristo nº 1. 30071. Murcia España. Tfno: 00 34 968 36 43 65 Fax: 00 34 968 36 31 85 Correo electrónico: pcantos@um.es Profesor Dr. D. Alejandro Schudel Jefe del Servicio Científico y Técnico Organización Mundial de Sanidad Animal, OIE 12, rue de Prony – 75017 Paris. France Tfno: 33 (0) 1 44 15 18 88 Fax: 33 (0) 1 42 67 09 87 Correo electrónico: a.schudel@oie.int Profesor Dr. D. Francisco Gutiérrez Díez Catedrático de Filología Inglesa Director del Máster de Traducción e Interpretación de la Universidad de Murcia. Dpto. de Filología Inglesa. C/ Santo Cristo nº 1 30071. Murcia, España. Tfno: 00 34 968 36 31 79 Fax: 00 34 968 36 31 85 Correo electrónico: fgut@um.es xxxvii Colaboradores T RA DUC TO RE S Profesor Dr. D. Mariano Gacto Fernández Catedrático de Microbiología Universidad de Murcia Dpto. de Microbiología y Genética, Campus de Espinardo, 30071-Murcia, España Fax. 00 34 968 36 39 63 Tfno: 00 34 968 36 71 32 Correo electrónico: maga@um.es Profesora Dra. Dña. Purificación Sánchez Hernández Profesora Titular de Filología Inglesa Universidad de Murcia Profesora del Máster de Traducción e Interpretación Dpto. Filología Inglesa, C/ Santo Cristo, 1.30071-Murcia, España Tfno: 00 34 968 36 48 67 Fax: 00 34 968 36 31 85 Correo electrónico: purisan@um.es Profesora Dra. Dña. Jerónima Vicente Soler Profesora Titular de Microbiología Universidad de Murcia Dpto. de Microbiología y Genética, Campus de Espinardo, 30071-Murcia, España Tfno: 00 34 968 43 03 29 Fax: 00 34 968 36 39 63 Correo electrónico: jerovic@um.es Profesor Dr. D. José Cansado Vizoso Dña. Elena Cuadrado Caparrós Licenciada en Biología y Máster en Traducción e Interpretación Tfno: 00 34 968 21 55 24 Correo electrónico: islaplana@telefónica.net Dña. Ruth Elena Pérez Licenciada en Filología Inglesa y Máster en Traducción e Interpretación C/ Olor Palme, 1, 7º B.- 30009-Murcia, España Tfno: 00 34 968 29 45 93 Correo electrónico: rutelena@ono.com Profesor Titular de Microbiología Universidad de Murcia Dpto. de Microbiología y Genética, Campus de Espinardo, 30071-Murcia, España Fax: 968-363963 Tfno: 00 34 968 36 49 53 Correo electrónico: jcansado@um.es * * * xxxviii Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 PARTE I INFORMACIÓN GENERAL Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 1 SECCIÓN I.1. CAPÍTULOS INTRODUCTORIOS CAPÍTULO I.1.1. MÉTODOS DE MUESTREO INTRODUCCIÓN El punto de partida para la investigación de una enfermedad animal en el laboratorio es la toma de muestras. Este primer capítulo introductorio trata algunos de los principios generales relativos a la toma, envío y almacenamiento de muestras. Cada uno de los capítulos sobre enfermedades de este Manual proporciona información específica sobre la toma de muestras para esa enfermedad concreta. Las muestras pueden tomarse de los animales o de su entorno con diferentes fines, tales como el diagnóstico de enfermedades, vigilancia de enfermedades, certificado sanitario o seguimiento de la respuesta a un tratamiento o a la vacunación. Para proporcionar resultados estadísticos válidos, las muestras recogidas deberán ser idóneas para el fin que se persigue y adecuadas en cuanto al número y cantidad. Los laboratorios de diagnóstico solicitan la entrega de muestras adecuadas que lleguen al laboratorio en buenas condiciones. Para el diagnóstico de una enfermedad, los tejidos muestreados deberán ser representativos de la enfermedad investigada y de las lesiones observadas. Las muestras deben tomarse cuidadosamente con el fin de evitar cualquier lesión o estrés excesivo para el animal o cualquier peligro para el operador. Las muestras deben tomarse de forma aséptica y se debe tener cuidado para evitar la contaminación cruzada. Las muestras deben embalarse, etiquetarse y enviarse al laboratorio por el procedimiento más rápido posible, controlando convenientemente la temperatura. Se deben seguir los requisitos específicos para el embalaje y expedición de especímenes para diagnóstico y sustancias infecciosas. También es necesario que el expedidor reciba instrucción sobre los procedimientos de expedición. Cuando se vaya a enviar material a un laboratorio de otro país, se consultará previamente con dicho laboratorio para asegurarse de que está dispuesto a recibir el material y a obtener la correspondiente licencia de importación. Todas las muestras deberán acompañarse de una carta o formulario de envío en el que se indique el nombre y la dirección del remitente, el origen del material, el historial pertinente, identificación del animal y espécimen correspondiente y las pruebas solicitadas. A. RECOGIDA DE MUESTRAS Antes de tomar las muestras, debe tenerse en cuenta el fin para el que se solicitan. Dicho fin determinará el tipo y número de muestras necesarias para obtener resultados válidos. Cuando las muestras se tomen de animales vivos, se llevará cuidado para evitar heridas o sufrimiento al animal o cualquier peligro para el operador y sus ayudantes. Puede ser necesario el uso de sujeción mecánica, de anestésicos o de tranquilizantes. Siempre que se maneje material biológico de animales vivos o muertos, debe tenerse en cuenta el riesgo de contraer una enfermedad zoonósica y, por lo tanto, deben tomarse precauciones para evitar la infección humana (véase también el Capítulo I.1.6. Seguridad humana en los laboratorios de microbiología veterinaria). Los exámenes post-mortem deben realizarse bajo las más estrictas condiciones de asepsia posibles. Hay que procurar evitar la contaminación ambiental o el riesgo de propagar la enfermedad a través de insectos o fomites. Debe organizarse la forma apropiada y segura de deshacerse de animales y tejidos. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 3 Capítulo I.1.1. — Métodos de muestreo Se requieren bastante habilidad y cuidado para decidir qué muestras son apropiadas para enviar al laboratorio. Las muestras recogidas deben ser representativas de la enfermedad que se está investigando y de las lesiones observadas. Con frecuencia, se requiere un combinado de muestras de sangre para pruebas serológicas y de tejidos procedentes de animales muertos o sacrificados selectivamente para cultivos microbiológicos. Más adelante, dentro de este capítulo, se describen recomendaciones para el transporte. Los capítulos sobre enfermedades contenidos en este Manual proporcionan una guía sobre las muestras que deben tomarse, y, por lo tanto, no repetiremos aquí esa información. Además, las autoridades nacionales e internacionales han elaborado los procedimientos para la recogida de muestras y su envío (2, 4, 8, 11, 12). Estas publicaciones ofrecen recomendaciones detalladas de muestras concretas que hay que tomar de diferentes especies, y sobre una amplia variedad de enfermedades de cuya existencia se sospecha. También proporcionan información sobre los procedimientos post-mortem, listados de medios apropiados e instrucciones sobre el envío de muestras. Se debería contactar con el laboratorio que vaya a realizar las pruebas para dilucidar cualquier cuestión relacionada con el tipo de muestreo a realizar. 1. Toma de muestras de animales vivos a) Sangre Las muestras de sangre pueden tomarse para análisis hematológico, para cultivos y/o para el examen directo de bacterias, virus o protozoos, en cuyo caso es normal el uso de anticoagulantes, como el etilén diamino tetra-acético (EDTA) o heparina. También se pueden tomar para pruebas serológicas, en cuyo caso se necesita una muestra coagulada. El plasma sanguíneo también se usa para algunos procedimientos. Las muestras de sangre se toman mediante venepuntura, de la forma más limpia posible. En la mayoría de los grandes mamíferos, se utiliza la vena yugular o una vena caudal, pero también se pueden utilizar venas braquiales y mamarias. En las aves, generalmente se utiliza una vena del ala (vena braquial). En los animales pequeños de laboratorio, las venas auricular o retroorbital pueden ser útiles para obtener muestras de sangre, pudiéndose obtener ésta también por punzamiento del corazón. La sangre se puede extraer con una jeringa y aguja o con una aguja y un tubo de vacío (no es fácil con venas delicadas, pero es cómodo con venas gruesas). Se pueden obtener cómodamente pequeñas cantidades de sangre mediante punción con una aguja triangular de punta sólida. Lo ideal sería rasurar (o desplumar) la piel del lugar de la punción, frotarla con alcohol etílico al 70% y dejarla secar. Cuando las muestras se recogen con anticoagulante, es preciso mezclarlas por completo mediante agitación suave inmediatamente después de su recogida. Es preciso mezclar bien las muestras tomadas con anticoagulantes y/o antibióticos tan pronto como se tomen éstas. También puede ser necesario hacer un frotis sanguíneo en un portaobjetos; se pueden preparar semiextensiones y extensiones de sangre. Para las muestras de suero, la sangre debe dejarse a temperatura ambiente, pero protegida del calor o frío excesivos, durante 1-2 horas, hasta que el coágulo empiece a retraerse. Entonces, se recoge el coágulo con una varilla estéril, girándola, y se colocan los frascos en el frigorífico a 4° C. La muestra se puede centrifugar a 1000 g durante 10-15 minutos después de unas horas o al día siguiente, y el suero se puede decantar o quitar con una pipeta. Con los sueros que van a utilizarse para pruebas de neutralización de virus, deben evitarse los conservantes químicos, tales como el ácido bórico o el tiomersal (mertiolato). A menudo, será necesario tomar muestras de suero pareadas para determinar los títulos de los anticuerpos con intervalos de 14 días. Un método alternativo para el transporte de sangre, que se va a usar en pruebas de sensibilidad a anticuerpos, es la colocación de una gota de sangre sobre papel de filtro; la sangre se seca a temperatura ambiente y la muestra puede entonces remitirse sin necesidad de refrigeración. b) Heces Se deben utilizar al menos 10 g de heces recién evacuadas, enviándolas con o sin medio de transporte. Las heces para análisis parasitológico deben llenar por completo el recipiente y enviarse con refrigeración para impedir la eclosión de los huevos de los parásitos, y deben llegar al laboratorio antes de transcurridas 24 horas. Deben utilizarse botellas con tapón de rosca o bolsas de plástico para el transporte. Debe evitarse el uso de tubos con tapón de goma, pues el gas que se genera puede expulsar el tapón del tubo destruyendo así la integridad de la muestra y contaminando otras muestras del mismo paquete. Un método alternativo y a menudo preferible consiste en tomar muestras del recto (o cloaca), procurando arrastrar la superficie mucosa. Los hisopos deben estar visiblemente cubiertos de materia fecal; sin embargo las muestras recogidas con hisopos no suelen ser adecuadas para el análisis parasitológico. Se debe tener cuidado al tomar muestras de animales pequeños y delicados o de aves, para no herirlos; se deberían utilizar los hisopos pequeños que se encuentran en el mercado. Los hisopos deben colocarse en un medio de transporte. Las heces se deben almacenar y transportar a 4°C. c) 4 Piel Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.1. — Métodos de muestreo Las muestras se tomarán de las lesiones mismas, en el caso de enfermedades que producen erupciones vesiculares: se tomarán 2 g del tejido epitelial afectado de la forma más aséptica posible, y se depositarán en 5 ml de medio de transporte de virus con glicerina tamponada con fosfato o caldo de triptosa tamponada con Tris, a pH 7,6. Además, las muestras de fluido vesicular deben tomarse por aspiración con una jeringa, en donde haya vesículas intactas, y depositarse en un tubo estéril independiente. Las muestras de pelo o lana son útiles en los caso de infección por ácaros de superficie, piojos y hongos. Para la detección del antígeno vírico, cuando se sospecha la presencia de la enfermedad de Marek, pueden obtenerse piojos “excavadores” mediante raspado profundo con el borde de un escalpelo, y, en el caso de las aves, pueden tomarse las puntas de las alas. d) Tracto genital y semen Las muestras pueden tomarse mediante lavado vaginal y prepucial o utilizando hisopos adecuados. El cérvix y la uretra se muestrean por raspado. Las mejores muestras de semen se obtienen mediante una vagina artificial o por extrusión y estimulación artificial del pene. La muestra debe contener una fracción rica en esperma y debe evitarse la contaminación, mediante el lavado con una solución antiséptica. A menudo se requieren medios y condiciones de transporte. e) Ojos La muestra de la conjuntiva puede tomarse separando el párpado y arrastrando suavemente por la superficie. A continuación, el hisopo debe colocarse en un medio de transporte. Los raspados también se pueden depositar sobre portaobjetos. En este caso, las asas de los hisopos de mango de metal son útiles para asegurarse de que se retiran suficientes células para el estudio microscópico. Sólo en raras ocasiones son útiles las secreciones mucopurulentas nasales y lacrimales. f) Exudados nasales (saliva, lágrimas) Las muestras también se pueden tomar con hisopos de dracón, algodón o gasa, preferiblemente con mangos de alambre, ya que la madera no es flexible y se puede partir. Puede resultar útil humedecer el hisopo con medio de cultivo antes de tomar la muestra. Es conveniente dejar el hisopo en contacto con las secreciones durante 1 minuto, colocarlo después en un medio de transporte, y enviarlo al laboratorio sin demora, a 4°C. Se deberían utilizar hisopos nasofaríngeos con protección duradera para recoger muestras en algunos casos sospechosos de infección vírica. g) Leche Las muestras de leche deben tomarse después de limpiar y secar el pezón, evitando el uso de antisépticos. Debe desecharse el primer chorro de leche y llenar un tubo con el chorro o chorros siguientes. Para algunas pruebas, puede tomarse la muestra de leche de un tanque de almacenamiento. La leche para pruebas serológicas no se debe congelar, calentar o agitar de forma enérgica. Puede añadirse conservante a las muestras de leche recogidas para pruebas serológicas si se va a tardar en enviarlas al laboratorio. Si es preciso se puede congelar la leche destinada a análisis bacteriológico. 2. Toma de muestras en los exámenes post-mortem Al realizar el examen post-mortem, se pueden tomar muestras de tejidos de diferentes órganos. En la mayoría de los libros de texto de patología, se detallan los procedimientos para la realización de exámenes post - mortem y para la toma de muestras. Se ha publicado una guía sobre los procedimientos de necropsia (10). Las técnicas post- mortem se recogen también en algunas de las directrices nacionales (2, 4, 8). En este apartado se ofrece un resumen de estos procedimientos. Se debe instruir al personal veterinario sobre los procedimientos que deben seguirse en un examen post-mortem de los animales con los que trabajan. El equipo necesario para realizar este trabajo dependerá del tamaño y de la especie del animal y se requerirán un cuchillo, una sierra, un hacha y también bisturí, fórceps y tijeras, incluidas unas con punta curva en una de sus hojas para abrir los intestinos. Debe disponerse de un abundante número de recipientes adecuados a la naturaleza de la muestra, así como de etiquetas y formularios de informe. Los recipientes deben etiquetarse perfectamente con la fecha y la identificación del tejido y del animal antes de comenzar la necropsia. Pueden necesitarse medios especiales para el transporte de las muestras desde el lugar en el que se toma la muestra. El operador debería llevar vestimenta protectora (traje de protección lavable y guantes y botas de goma). Además, si se están investigando posibles enfermedades zoonósicas, el examen post-mortem debería realizarse en una cabina de seguridad biológica; si esto no es posible, se debería llevar una mascarilla y protección para los ojos. Es normal separar la cabeza del animal, si se sospecha de la rabia o de encefalopatías espongiformes transmisibles (EETs). Los tejidos se recogen para realizar cultivos microbiológicos, diagnósticos de parásitos, análisis bioquímicos, estudios histopatológicos y/o inmunopatológicos, y para la detección de proteínas o ácidos nucleicos del Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 5 Capítulo I.1.1. — Métodos de muestreo genoma. La persona que realice el examen post-mortem debe poseer conocimientos de anatomía y patología suficientes para seleccionar los órganos correctos y las lesiones más favorables para el muestreo. Cada trozo de tejido se debe colocar en una bolsa de plástico independiente perfectamente rotulada o en un bote con tapa de rosca. Se debe utilizar instrumental esterilizado para la recogida de especímenes destinados a cultivo microbiológico, y hay que tener un cuidado especial de no contaminar los tejidos con contenido intestinal. No deben utilizarse desinfectantes sobre o cerca de los tejidos que vayan a servir de muestra para cultivo bacteriológico o para aislamientos víricos. Los tejidos se pueden enviar secos al laboratorio o en medio de transporte de bacterias o de virus, dependiendo de las pruebas que se soliciten. Tras la recogida, las muestras para examen microbiológico deben refrigerarse hasta su envío. Las muestras se deben congelar si aquél no se hace en 48 horas; sin embargo el almacenamiento prolongado a –20ºC puede resultar perjudicial para el aislamiento de virus. Para los estudios histopatológicos, se cortarán bloques de tejido que no excedan de 0,5 cm de grosor y 1–2 cm2 y se colocarán en formalina al 4–10 % en tampón neutro, que debería ser, al menos, diez veces el volumen de la muestra de tejido. Cuando se sospeche de ciertas enfermedades, se necesitan trozos más grandes de cerebro; el cerebro se secciona haciendo un corte sagital: la mitad se envía fresco, en hielo, y la otra en formalina al 10% tamponada. En el caso de la “tembladera” (scrapie), de la encefalopatía espongiforme bovina y otras EETs, los detalles sobre recolección de muestras se ofrecen en los capítulos correspondientes del presente Manual. Almacene y embale los tejidos fijados con formalina separados de los tejidos frescos, la sangre y los frotis. Hay que asegurarse de que los tejidos fijados con formalina no estén congelados. Una vez fijados, se les puede quitar la formalina y enviarlos al laboratorio, siempre que se mantengan húmedos y estén protegidos (por ejemplo, envolviendo los tejidos en toallas de papel empapadas con formalina y en botes con tapón a rosca herméticamente cerrados). 3. Toma de muestras medioambientales y de alimentos Las muestras se pueden tomar para controlar la higiene o como parte de la investigación de enfermedades. Las muestras del medio ambiente se pueden tomar del estiércol o de la cama de los animales y de heces excretadas u orina. Las muestras pueden tomarse de la superficie de los conductos de ventilación, de comederos y de desagües. Este tipo de muestreo es particularmente importante en criaderos, centros de inseminación artificial y mataderos, en los que hay equipamiento especializado. Las muestras también se pueden tomar del forraje de los comederos o de los contenedores de almacenamiento. La toma de muestras de agua se puede hacer de comederos, de bebederos, de tanques de alimentación o de alimentos naturales o manufacturados. 4. Abejas Las abejas adultas, estén muertas o moribundas, se pueden recoger en las cercanías de las colonias. A las vivas se las mata por congelación. Las muestras de crías se toman quitando un trozo de panal de cría que presente anormalidades. Se envuelve en papel y se coloca en una caja para transportarla al laboratorio. B. TAMAÑO DE LA MUESTRA Cuando se investiga un caso de una enfermedad clínica, las muestras recogidas deben ser representativas de la enfermedad que se está investigando y de las lesiones observadas. Cuando se desarrolla un programa de vigilancia y seguimiento de la salud animal, se deben utilizar algunos métodos estadísticos de muestreo generales. Estos métodos de muestreo son necesarios para realizar los estudios científicos especificados en el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE (9). Es posible calcular el número de animales de una manada de un tamaño determinado que se deben muestrear, para que la detección de la infección, que se asume que está presente en un determinado porcentaje de animales, alcance una probabilidad del 95% (10). Las formulas siguientes pueden proporcionar datos numéricos aproximados, pero un programa de muestreo específico para el programa de vigilancia planificada debería basarse en fórmulas completas que están disponibles en las referencias (1, 3, 11) o utilizando un programa (FreeCalc) disponible en Internet (http://www.ausvet.com.au/content.php?page=res_software#freecalc). La siguiente fórmula podría utilizarse para calcular el tamaño de la muestra n para detectar al menos un caso de infección, con una prueba que tiene una sensibilidad y especificidad del 100%, donde D es el nivel de significación y 1–D es el nivel de confianza, y p es la prevalencia en la población. Si una enfermedad se presentara en el 5% de una manada de 500 animales, sería necesario muestrear 59 animales, para que la confianza de encontrar al menos un caso positivo sea del 95%, suponiendo que la sensibilidad y la especificidad de la prueba fueran del 100%. Puesto que la mayoría de las pruebas diagnósticas no tienen la especificidad y la sensibilidad del 100%, el número de muestras recogidas debe ajustarse a la sensibilidad y especificidad de la prueba que se utilice (véase también Capítulo I.1.3. Principios de validación para las pruebas de diagnóstico de enfermedades infecciosas). 6 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.1. — Métodos de muestreo ln (D) n= ln (1–p) En el ejemplo anterior D = 0,5, 1–D = 95%, p = 0,05 y n = 59 Si la sensibilidad (Se) es menor del 100%, la fórmula anterior se debería modificar de la siguiente forma: ln (D) n= ln (1–p.Se) En el ejemplo anterior con D = 0,05, p = 0,05, especificidad (Sp) = 1 y Se = 0,95, sería necesario muestrear un mínimo de n = 62 animales en vez de 59 para tener una probabilidad de 0,95 de encontrar al menos un animal positivo. El aumento en el tamaño de la muestra desde 59 a 62 se debe a la disminución de la sensibilidad de la prueba desde 1 a 0,95. La gráfica de abajo indica el tamaño de muestra mínimo que se requiere para encontrar al menos un positivo para varias combinaciones de sensibilidad y prevalencia para D = 0,05 y Sp = 1. Si se sabe que la prueba tiene una especificidad menor de 1, los resultados positivos se deberán confirmar mediante una prueba con una especificidad más alta. Si la prevalencia es muy baja y la prueba utilizada tiene una especificidad menor de 1, es muy posible que un resultado positivo de la prueba sea un falso positivo. Figura 1. Tamaño de muestra mínimo requerido para la confianza del 95% de encontrar la infección para distintas combinaciones de sensibilidad y prevalencia. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 7 Capítulo I.1.1. — Métodos de muestreo C. INFORMACIÓN QUE HA DE ENVIARSE CON LAS MUESTRAS Es fundamental que las muestras individuales se identifiquen perfectamente mediante métodos adecuados. Los instrumentos de marcado deben poder resistir las condiciones de uso; por ejemplo, mojarse o congelarse. El lápiz tiene tendencia a borrarse de los contenedores, y las etiquetas, pegadas al plástico, se desprenden cuando se almacenan a –70°C. La información y el historial del caso siempre deberían acompañar a las muestras al laboratorio y deberían colocarse en un sobre de plástico, por fuera del embalaje de transporte. Se sugiere que se sigan los siguientes puntos. Es aconsejable contactar con el laboratorio receptor para determinar si tiene un formulario de envío que quisiera que le remitieran con las muestras o si necesita otra información. i) Nombre y dirección del propietario/titular donde se dio la enfermedad, con los números de teléfono y fax. ii) Nombre, dirección postal, correo electrónico, números de teléfono y fax del remitente. iii) Enfermedades de cuya existencia se sospecha y pruebas solicitadas. iv) Especie, raza, sexo, edad e identidad del animal muestreado. v) Fecha de toma de las muestras y envío. vi) Lista de las muestras remitidas y medios de transporte utilizados. vii) Debería incluirse un historial completo para el laboratorio, que contemplara los siguientes elementos: a) Una lista y descripción de los animales examinados y de los hallazgos del examen post-mortem. b) El tiempo que han permanecido los animales enfermos en la granja; si son recién llegados y de dónde procedían. c) La fecha de los primeros casos y de los posteriores, o de los animales muertos, con los números de referencia de los envíos anteriores. d) Una descripción de la extensión de la infección en la manada o rebaño. e) El número de animales muertos y de los que presenten signos clínicos, y edad, sexo y raza. f) Los signos clínicos y su duración, incluidos el estado de la boca, ojos y patas, y los datos de producción de leche y huevos. g) Tipo y normas para la cría, incluidos el tipo de alimento disponible, y posible contacto con venenos o plantas venenosas. h) Cualquier medicación administrada a los animales y cuándo se les administró. i) Cualquier vacuna administrada y cuándo se administró. j) Otras observaciones sobre la enfermedad y manejo de los animales. D. EMBALAJE Y TRANSPORTE DE MUESTRAS 1. Autorización de envío de especímenes Se debe contactar con el laboratorio que va a recibir las muestras, para asegurarse de que está capacitado para realizar las pruebas solicitadas y para consultar si hay requisitos especiales de embalaje o expedición. Cuando el material se envíe a otro país es imprescindible ponerse en contacto con el laboratorio receptor. Normalmente se necesitará una licencia de importación especial para cualquier material biológico, que debe obtenerse con anticipación. La licencia debe colocarse en un sobre en el exterior del paquete. 2. Transporte de especímenes Los especímenes deben enviarse al laboratorio por el procedimiento más rápido disponible. Si las muestras pueden llegar al laboratorio antes de 48 horas, se deben enviar refrigeradas. Si se utiliza hielo seco, se deben seguir normas adicionales de empaquetado. Las sustancias infecciosas, que pueden incluir especímenes de diagnóstico, no se pueden enviar como equipaje facturado ni como equipaje de mano, y se deben enviar como cargamento. 8 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.1. — Métodos de muestreo 3. Embalaje El remitente debe asegurarse de que los especímenes se embalan de tal forma que lleguen al laboratorio en buenas condiciones y que no hay fugas durante el transporte. El Reglamento sobre Mercancías Peligrosas (DGR) de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) tiene requisitos explícitos sobre el embalaje y expedición de especímenes para diagnóstico en todos los medios comerciales de transporte aéreo. En muchos países se exigen requisitos similares para los envíos terrestres y por servicio postal. Los requisitos para el transporte aéreo se especifican de forma detallada en las publicaciones de la IATA, que son actualizadas cada año. Se espera que el remitente conozca y siga los procedimientos esbozados en el Reglamento para Mercancías Peligrosas (DGR). A continuación se ofrece un resumen del Reglamento vigente en el momento en que este Manual se envió a la imprenta, y que deberían seguirse para cualquier envío. También anticipamos que a partir del 1 de enero de 2005 tendrán efecto algunos cambios importantes en las citadas normas. Si hay cambios significativos en las DGR, colocaremos una versión revisada de este capítulo en la red, en el sitio Web www.oie.int . Los remitentes deberán consultar siempre la última versión de las DGR de la IATA antes de proceder al envío de especímenes de diagnóstico. Además, tres de las directrices nacionales ofrecen instrucciones explícitas para el embalaje y envío de especímenes de diagnóstico, estando tales directrices basadas en los requisitos de la IATA (2, 4, 8). Las DGR esboza los procedimientos para el envío de sustancias infecciosas, incluidos los especímenes de diagnóstico. Las DGR define las sustancias sospechosas como sustancias de las que se sabe o se sospecha que contienen patógenos. Los patógenos se definen como microorganismos (incluidas bacterias, virus, rickettsias, parásitos y hongos) o microorganismos recombinantes (híbridos o mutantes) de los que se sabe o se tiene una sospecha razonable de que causan enfermedades en los humanos o los animales. La IATA (5, 6) menciona como exento del Reglamento sobre Mercancías Peligrosas el siguiente supuesto: Las sustancias que no contienen sustancias infecciosas o las sustancias que no es probable que causen enfermedades en humanos o animales no están sujetas a estas Regulaciones salvo que se ajusten a criterios por los que se las pueda incluir en otra clase. También hay excepciones para algunos productos biológicos, y el remitente debe consultar el Reglamento de la IATA ya que algunos de esos productos no están exentos. A continuación ofrecemos la definición de productos biológicos que aparece en las DGR: Los productos biológicos provienen de organismos vivos. Estos se fabrican y distribuyen de acuerdo con los requisitos exigidos por las correspondientes autoridades gubernativas de ámbito nacional; estos productos están sometidos a requisitos para obtener licencias y se utilizan para la prevención, tratamiento o diagnóstico de enfermedades humanas o animales, o para el desarrollo, experimentación e investigación relacionados con los propósitos antes mencionados. Entre esos productos se incluyen productos acabados o no acabados como las vacunas y los materiales de diagnóstico. Las DGR especifica que las sustancias infecciosas (incluidos los especímenes que puedan contener patógenos que afectan a los humanos o los animales) se designan como N2814, NU2900 o UN3373. Las muestras enviadas para fines diagnósticos deberían designarse como UN 2814 o UN 2900 si contienen material proveniente de humanos o animales afectados por cualquier enfermedad contagiosa para las que normalmente no existe tratamiento efectivo ni medidas preventivas1. Las sustancias infecciosas que se ajusten a esta definición y afecten a los humanos, incluidos los agentes zoonósicos, se designan como UN 2814. Las que sólo afectan a los animales se designan como UN 2900. Las sustancias infecciosas enviadas con fines diagnósticos, y que no se ajustan a los criterios por los que se las designaría como UN2814, o, UN 2009, son asignadas a la clase UN 3373 y designadas como “Especímenes de Diagnóstico”. Las DGR de la IATA contiene una lista indicativa de los patógenos que se deben asignar a UN 2814, o, UN 2900 (Cuadros 1 y 2). Los patógenos incluidos en estas listas no se pueden asignar a UN 3373 (5, 6). 1 La definición propuesta para la versión de la DGR en el 2005 es: “Sustancia infecciosa que se transporta de tal forma que, en caso de exposición a la misma, es capaz de provocar invalidez permanente, peligro para la vida o enfermedad letal en humanos y animales. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 9 Capítulo I.1.1. — Métodos de muestreo Cuadro 1. Sustancias infecciosas que afectan a los humanos y que deben denominarse UN 2814. Bacilo del ántrax (sólo cultivos) Virus de la Encefalitis japonesa (sólo cultivos) Brucella abortus (sólo cultivos) Virus de Junin Brucella melitensis (sólo cultivos) Virus de la Enfermedad de la Selva de Kyasanur Brucella suis (sólo cultivos) Virus de Lassa Burkholderia mallei – Pseudomonas mallei – Muermo (sólo cultivos) Virus Machupo Burkholderia pseudomallei – Pseudomonas pseudomallei (sólo cultivos) Virus de Marburg Chlamydia psittaci – cepas aviares (sólo cultivos) Mycobacterium tuberculosis (sólo cultivos) Clostridium botulinum (sólo cultivos) Virus de la Viruela del mono Coccidioides immitis (sólo cultivos) Virus de Nipah Coxiella burnetii (sólo cultivos) Virus de la Fiebre hemorrágica de Omsk Virus de la Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo Virus de la Polio (sólo cultivos) Virus del Dengue (sólo cultivos) Virus de la Rabia Virus de la Encefalitis equina del Este (sólo cultivos) Rickettsia prowazekii (sólo cultivos) Escherichia coli, verotoxigénico (sólo cultivos) Rickettsia rickettsii (sólo cultivos) Virus del Ébola Virus de la Fiebre del Valle del Rift Virus Flexal Virus de la Encefalitis rusa de primavera-verano (sólo cultivos) Francisella tularensis (sólo cultivos) Virus de la Sabia Virus Guanarito Virus de la Disentería Shigella tipo 1 (sólo cultivos) Virus Hantaan Virus de la Encefalitis rusa estival (sólo cultivos) Hantavirus causante del Síndrome pulmonar por Hantavirus Virus de la Viruela Virus de Hendra Virus de la Encefalitis equina venezolana Virus de la Hepatitis B (sólo cultivos) Virus del Oeste del Nilo (sólo cultivos) Virus del Herpes B (sólo cultivos) Virus de la Fiebre amarilla (sólo cultivos) Virus de la Inmunodeficiencia humana (sólo cultivos) Yersinia pestis (sólo cultivos) Virus de la Gripe aviar muy virulenta (sólo cultivos) Cuadro 2. Ejemplos indicativos de patógenos animales prohibidos que deben enviarse como sustancias infecciosas que afectan a los animales (UN 2900). Virus de la Peste equina africana Mycoplasma mycoides – Pleuroneumonía contagiosa bovina Virus de la Peste porcina africana Virus de la Peste de los pequeños rumiantes Virus de la Enfermedad de Newcastle Virus de la Peste bovina Virus de la Lengua azul Virus de la Viruela ovina Virus del Cólera porcino Virus de la Viruela caprina Virus de la Fiebre aftosa Virus de la Enfermedad vesicular porcina Virus de Dermatosis nodular contagiosa Virus de la Estomatitis vesicular Cualquier agente infeccioso que pueda producir una enfermedad en humanos o animales que se haya incrementado en cultivo así como los patógenos nuevos o emergentes deben asignarse a UN2814 o UN 2900, He aquí la definición de incremento en cultivo ofrecida por la IATA: Los cultivos (stocks de laboratorio) son el resultado de un proceso por el que los patógenos se multiplican o propagan para generar grandes concentraciones, de lo que se deriva un gran riesgo de infección cuando se da una exposición a los mismos. Esta definición se refiere a los cultivos preparados con la intención de generar patógenos y no incluye los cultivos producidos con fines clínicos y de diagnóstico. 10 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.1. — Métodos de muestreo En el siguiente diagrama de producción se ofrece una clasificación resumida de muestras de diagnóstico. Puede Puedela lasustancia sustanciacontener contenermicroorganismos? microorganismos? No No Sí Sí Es Espoco pocoprobable probableque quela la sustancia sustancia cause cause una una enfermedad enfermedadhumana humana oo animal? animal? No No Sí Sí Está Está exenta exentade delas las Regulaciones Regulaciones de de Mercancías Mercancías Peligrosas-. Envíar en paquete a prueba Peligrosas-. Envíar en paquete a pruebade depérdidas. pérdidas. La Lasustancia sustanciapuede puede tener tenerpatógenos patógenosque quepueden pueden causar causarenfermedades enfermedades graves gravesde de tipo tipohumano humanooo animal muy contagiosas que no pueden curarse animal muy contagiosas que no pueden curarseoo prevenirse prevenirse con con rapidez, rapidez,oo los lospatógenos patógenoslistados listadosen en el el Cuadro Cuadro 11ooCuadro Cuadro 22?? No No La Lasustancia sustanciaes esun uncultivo cultivo (exceptuados (exceptuadoslos los cultivos cultivos producidos producidospara parafines finesclínicos clínicosoo de dediagnóstico)? diagnóstico)? Sí Sí Sí Sí No No La Lasustancia sustanciase se transporta transportapara para fines finesde dediagnóstico? diagnóstico? No No Sí Sí Consígnese Consígnese como como espécimen espécimen de de diagnóstico diagnóstico (UN (UN 3373) 3373) Consígnese Consígnese como como sustancia sustancia infecciosa infecciosa (UN (UN 2814 2814 or or UN UN 2900) 2900) El embalaje de sustancias y especímenes infecciosos procedentes de enfermedades animales graves, Un 2814, o, UN 2900, se trata de forma resumida en la instrucción de embalaje 602; La Declaración de Mercancía Peligrosa por parte del remitente debe cumplimentarse y entregarse junto con las muestras. También existe el requisito de que el remitente reciba entrenamiento sobre procedimientos de embalaje aprobados por la IATA para los embarques de UN 2814 y UN 2900. Debido a la complejidad de estas directrices, se le recomienda al remitente que consulte el Reglamento de la IATA par obtener más información sobre los embarques de UN 2814 y UN 2900. El otro grupo, UN 3373, cubre los “Especímenes de Diagnóstico”. Esta categoría entraña un riesgo menor, y los paquetes que contienen tales especímenes deben llevar la etiqueta “Especímenes de Diagnóstico”; no es necesario hacer una declaración de mercancías peligrosas. La instrucción de embalaje 650 de la IATA proporciona las directrices para embalar sustancias infecciosas clasificadas como NU3373, ofreciéndose a continuación un resumen de las instrucciones de embalaje mencionadas. No obstante, debe seguirse el procedimiento completo, tal como se explica en el Reglamento de Mercancías Peligrosas más recientes de la IATA (5, 6). i) Los especímenes para diagnóstico (UN 3373) deben disponerse en embalajes de buena calidad, que deben ser suficientemente fuertes para resistir los golpes y el peso que tienen que soportar durante el transporte. Los embalajes se deben hacer y cerrar de forma que se evite cualquier fuga de contenido que pudiera producirse en condiciones normales de transporte. ii) El espécimen deberá colocarse en un recipiente o recipientes primarios, ya sean botellas de cristal, tubos o contenedores de plástico. iii) El recipiente o recipientes primarios se envolverán en material absorbente adecuado para absorber todo el fluido de los mismos. iv) Si se utilizan varios recipientes primarios éstos deberán envolverse individualmente o por separado para impedir el contacto entre ellos. v) El recipiente o recipientes primarios y el material absorbente se colocarán dentro de un recipiente secundario. vi) Los recipientes primario y secundario que se utilizan para los líquidos deben ser a prueba de fugas, y deben resistir, sin fuga, una presión diferencial interna no inferior a 95 kPa entre –40°C y 55°C. vii) El recipiente o recipientes primarios para los sólidos deben ser a prueba de fugas. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 11 Capítulo I.1.1. — Métodos de muestreo viii) El recipiente o recipientes primarios no deben contener más de 500 ml de especímenes líquidos, ni más de 500 g de sólidos. El embalaje exterior no debe exceder los 4 litros o 4 kilos para especímenes líquidos o sólidos, respectivamente. ix) Debe incluirse una lista detallada del contenido entre el embalaje secundario y el exterior. x) Si el envío se realiza a temperatura ambiente o superior, el recipiente primario tiene que tener un medio que asegure su estanqueidad, tal como un cierre hermético, un cierre sellable por calor o un tapón con reborde. Si se usan tapones a rosca, deben reforzarse con cinta adhesiva. xi) Las bolsas refrigerantes o el hielo seco deben colocarse fuera del recipiente secundario. Si se usa hielo seco debe haber un soporte interno que mantenga el recipiente secundario en la posición original, una vez que el hielo seco se haya derretido. El embalaje exterior debe permitir la liberación de dióxido de carbono. Cuando se utiliza nitrógeno líquido, hay requisitos adicionales que se describen en el DGR. xii) Los recipientes primario y secundario se pondrán dentro de un embalaje de transporte con material de amortiguamiento. xiii) El embalaje debe resistir una prueba de caída desde 1,2 metros. Existen requisitos adicionales de resistencia de embalajes usados para los especímenes NU2900 y NU2814. xiv) El paquete se etiquetará como “Especímenes para Diagnóstico”. En la casilla de “Naturaleza y Cantidad de Mercancías” de la guía de carga aérea constará “ESPECÍMENES PARA DIAGNÓSTICO EMBALADOS CONFORME A LA INSTRUCCIÓN DE EMBALAJE 650 DE LA IATA”. 4. Documentos de embarque Todos los documentos de embarque, incluidos la licencia de importación y el formulario de envío deben ponerse en un sobre pegado en la parte exterior del embalaje de transporte. Los formularios y las etiquetas de mercancía peligrosas requeridas se cumplimentarán tal como se explica en el DGR y se ponen también en la parte exterior del embalaje. E. CONSERVACIÓN DE MUESTRAS EN ALMACENAMIENTOS PROLONGADOS Puede resultar muy útil establecer una colección de muestras para futuros estudios. La colección puede incluir cultivos para la comparación con futuros aislados, muestras de tejido o de suero que pueden utilizarse para validación de nuevas pruebas, y una colección de tejidos fijados o bloques de parafina para futuros exámenes histológicos. Posiblemente la colección más útil es el almacenamiento de muestras de suero. Estas muestras pueden resultar útiles si se lleva a cabo una investigación retrospectiva para comparar el estado actual de la enfermedad con el de otras veces anteriores. Bancos de suero Las muestras de suero pueden proporcionar información sobre los animales de los que se han tomado. Se pueden analizar diversos constituyentes de éstas, tales como inmunoglobulinas, elementos traza, toxinas, hormonas y enzimas. Si el número de muestras de suero recogido al azar de la población es suficiente, se pueden hacer comparaciones sobre la influencia del sexo, edad, raza y localización geográfica. Los resultados de esta comparación permiten identificar grupos de alto riesgo, se pueden establecer prioridades de vacunación y establecer patrones e índices de enfermedades (5). Un banco de suero es una colección catalogada de sueros que se almacenan para conservar sus propiedades inmunológicas y otras bioquímicas. Las condiciones de catalogación y almacenamiento son fundamentales para que un banco de suero sea eficaz. Cada uno de los sueros se deberá documentar e identificar perfectamente. Las bases de datos deberían contener toda la información pertinente sobre el origen de la muestra y los resultados obtenidos de las pruebas. También se pueden incluir datos adicionales que pueden ser de interés, tales como las condiciones climáticas y la productividad del animal. Es fundamental la exactitud de los datos y estos deben obtenerse cuando se toman las muestras de sangre. El primer dato fundamental es la identificación completa del animal. La cantidad de detalles registrados dependerá de la pericia del operador, siendo más importante la exactitud que la cantidad de información. Debería evitarse la mezcla de sueros, pues, aunque reduce la cantidad de documentación y el espacio de almacenamiento, también reduce enormemente la utilidad del material. La recogida de muestras de sangre debe hacerse de la forma más aséptica posible, y la esterilidad debe mantenerse durante la separación del suero y otras manipulaciones. El catálogo del banco de suero debe organizarse bien, y mantenerse en una base de datos computarizada, con una adecuada copia de seguridad. Se ha sugerido y descrito con detalle una metodología (7). Los sueros se pueden almacenar para un uso periódico o se pueden mantener almacenados a largo plazo para objetivos históricos, estas dos funciones deberán mantenerse separadas. Las condiciones de almacenamiento de los sueros deberán minimizar la pérdida de propiedades inmunológicas y de otras propiedades bioquímicas. 12 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.1. — Métodos de muestreo Hay tres métodos de almacenamiento: ultracongelación, almacenamiento en seco sobre discos de papel a temperatura ambiente y liofilización (congelación-desecación). Deberá mantenerse una temperatura central por debajo de –60°C para el almacenamiento de sueros a largo plazo mediante ultracongelación. Cuanto más baja sea la temperatura mejor, pero resulta más caro de mantener. El nitrógeno en fase líquida se encuentra a – 196°C, el nitrógeno en fase de gas se encuentra a –100°C y un congelador de temperatura ultrabaja se mantendrá a –90°C. Algunos bancos de suero se han mantenido a –20°C, pero el suero puede deteriorarse y no ser apropiado para la detección de algunas propiedades, especialmente, si se almacena durante largos períodos de tiempo a esta temperatura. Los ultracongeladores deberían tener un sistema de aviso si la temperatura sube, debido a avería mecánica o a un fallo de energía. Es imprescindible un generador de emergencia junto con un espacio alternativo para el almacenamiento en frío por si hay que transferir los contenidos del congelador. El almacenamiento en disco de papel es un método simple y barato, pero sólo permite almacenar una pequeña cantidad de suero, y el suero eluído sólo es apropiado para un número limitado de pruebas. Los discos deberán mantenerse en un lugar fresco y seco. Puede que proporcionen resultados satisfactorios durante 5 años. En general, se considera la liofilización como el mejor método para almacenamiento de sueros a largo plazo. Si se optimizan las condiciones de ultracongelación, se reducirá la pérdida de características séricas. Para la liofilización se precisa un equipo caro y, además, hay que invertir mucho tiempo. Los viales liofilizados deben mantenerse a 4°C. REFERENCIAS 1. CAMERON A.R. & BALDOCK F.C. (1998). A new probability formula for surveys to substantiate freedom from disease. Prev. Vet. Med., 34, 1–17. 2. CANADIAN FOOD INSPECTION AGENCY, LABORATORY DIRECTORATE: ANIMAL HEALTH (2002). Manual of Common Procedures. Section: Specimen Collection and Submission; Specimen Packaging; Specimen Transportation. Canadian Food Inspection Agency, Ottawa, Canada, 61 pp. 3. CANNON R.M. & ROE R.T. (1982). Livestock Disease Surveys – A Field Manual for Veterinarians. Department of Primacy Industry, Water and Environment, Australia, 15 pp. 4. COOK R., BARTON M., GLEESON L. & MAIN C. (1996). AUSVETPLAN Management Manual: Laboratory Preparedness. Animal Health Australia, Canberra, 56 pp. http://www.aahc.com.au/ausvetplan/index.htm. 5. INTERNATIONAL AIR TRANSPORT ASSOCIATION (2004). Dangerous Goods Regulations, 44th Edition. International Air Transport Association, 800 Place Victoria, P.O. Box 113, Montreal, Quebec H4Z 1M1, Canada, 801 pp. 6. INTERNATIONAL AIR TRANSPORT ASSOCIATION (2003). Infectious Agents and Diagnostic Specimens Shipping th Guidelines, 4 Edition. IATA, 800 Place Victoria, P.O. Box 113, Montreal, Quebec H4Z 1M1, Canada, 208 pp. 7. MOORHOUSE P.D. & HUGH-JONES M.E. (1981). Serum banks. Vet. Bull., 51, 277–290. 8. NATIONAL VETERINARY SERVICES LABORATORIES (2003). Procedures for Collection and Submission of Specimens. National Veterinary Services Laboratories, Ames, Iowa, USA. www.aphis.usda.gov/vs/nvsl. 9. OFFICE INTERNATIONAL DES EPIZOOTIES (2003). Terrestrial Animal Health Code. Office International des Epizooties, Paris, France. www.oie.int. 10. STRAFUSS A.C. (1988). Necropsy: Procedures and Basic Diagnostic Methods for Practicing Veterinarians. Charles C. Thomas, Springfield, IL, USA, 244 pp. 11. VETERINARY LABORATORIES AGENCY (1998). Submission of Samples to VI Centres. Veterinary Laboratories Agency, New Haw, Addleston, Surrey, United Kingdom, 36 pp. 12. WORLD HEALTH ORGANIZATION/FOOD AND AGRICULTURE ORGANIZATION OF THE UNITED NATIONS (WHO/FAO) (1994). Basic Procedures for Veterinary Laboratories in Developing Countries, Pini A., Parodi P., Demeneghi D., Belemu U., Kabilika H. & Ghirotti M., eds. WHO/FAO Collaborating Centre, Viale Regina Elena 299, 00161 Rome, Italy, 142 pp. * * * Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 13 CAPÍTULO I.1.2. GESTIÓN DE CALIDAD EN LOS LABORATORIOS DE PRUEBAS VETERINARIAS RESUMEN Es esencial para el diagnóstico, la vigilancia y la comercialización que los resultados del laboratorio sean válidos. Dichos resultados deben alcanzarse mediante el uso de buenas prácticas de manejo, métodos de prueba y calibración válidos, técnicas apropiadas, control y garantía de calidad, todo ello dentro de un sistema de calidad. Estos temas comprenden un área compleja de suma importancia en la conducción e interpretación de las pruebas. Podemos denominar a este asunto “gestión de calidad del laboratorio”, e incluye elementos administrativos, operativos y técnicos. Un programa de gestión de calidad debe permitir al laboratorio demostrar que opera con un sistema de calidad viable, que es técnicamente competente, y es capaz de generar resultados técnicamente válidos. Además, un laboratorio debe llevar a cabo un programa de gestión de calidad que sea apropiado para su territorio, sus clientes, sus necesidades y objetivos, y que pueda demostrar su eficacia en la consecución de los objetivos de calidad. La necesidad y los requisitos de los programas de gestión de calidad de los laboratorios, también están determinados por la necesidad de una aceptación recíproca de los resultados de las pruebas realizadas para el comercio internacional y por la aceptación de los estándares internacionales tales como la Norma 1 Internacional 17025 de la ISO/IEC (4) para la acreditación del laboratorio. La OIE ha publicado normas detalladas sobre este tema (7). No es nuestro propósito recordar en este capítulo los requisitos de los mencionados documentos de la ISO o de la OIE. Más bien se presenta un esquema de los asuntos y consideraciones importantes que un laboratorio debe acometer en el diseño y el mantenimiento de su programa de gestión de calidad. CONSIDERACIONES CLAVE PARA EL DISEÑO Y MANTENIMIENTO DE UN PROGRAMA DE GESTIÓN DE CALIDAD DEL LABORATORIO. Con el fin de asegurar que el programa de gestión de calidad sea apropiado, debe elaborarse cuidadosamente el diseño. En las siguientes siete secciones de este capítulo, se presenta un esquema de las principales categorías a tener en cuenta, y de los asuntos y actividades clave dentro de cada una de dichas categorías. 1. El trabajo, las responsabilidades y los objetivos del laboratorio Son muchos los factores que influyen en los elementos necesarios y los requisitos de un programa de gestión de calidad. Dichos factores son: i) ii) iii) iv) v) vi) vii) 1 14 El tipo de prueba realizada. El uso de los resultados de la prueba. La repercusión de un resultado cuestionable o erróneo. El nivel de tolerancia de riesgo y de responsabilidad. Las necesidades del cliente (por ejemplo, sensibilidad y especificidad de los métodos de prueba, costes y tiempo para la devolución). El papel del laboratorio en el trabajo legal o en los programas reguladores. El papel del laboratorio en la asistencia, confirmación y/o supervisión del trabajo de otros laboratorios, y Organización Internacional para la Estandarización/Comisión Internacional Electroquímica. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.2. — Gestión de calidad en los laboratorios de pruebas veterinarias viii) Los objetivos comerciales del laboratorio, incluyendo la necesidad de algún reconocimiento y/o acreditación por parte de terceros. 2. Estándares, directrices y referencias Se recomienda que el laboratorio seleccione estándares y directrices acreditadas y fiables para ayudar en el diseño del programa de gestión de calidad. El estándar de la OIE sobre este tema, constituye una directriz útil (7). Para los laboratorios que deseen acreditarse, es esencial la utilización de la norma 17025 ISO/IEC (4) o del estándar de la OIE (7). Puede obtenerse información adicional sobre los estándares en los organismos de estándares nacionales de cada país, en el Laboratorio Internacional para la Cooperación de la Acreditación (ILAC) y en los organismos de acreditación (por ejemplo, la Asociación Internacional de Autoridades de Pruebas [NATA], en Australia; la Asociación Americana de Acreditación de Laboratorio [A2LA], en EE.UU; el Servicio de Acreditación del Reino Unido [UKAS] y en el Consejo de Estándares de Canadá [SCC]). Algunas organizaciones internacionales y técnicas, tales como la AOAC Internacional (la antigua Asociación de Químicos Analistas Oficiales) y la ISO, publican referencias, directrices y/o estándares útiles que completan los requisitos generales de la norma 17025 de la ISO/IEC. La Norma Internacional 9001 de la ISO (5), que es un norma general para los sistemas de gestión de calidad y una de las muchas normas incluidas en el grupo denominado comúnmente “Las series 9000 de la ISO”, no se utiliza para la acreditación, puesto que el cumplimiento de los requisitos, no implica ni garantiza necesariamente la competencia técnica. (Véase sección 3 abajo). Aunque un laboratorio puede llevar a cabo un sistema de gestión de calidad que cumpla con los requisitos del la norma ISO 9001, el registro o la certificación se utilizan para indicar conformidad con la norma. La norma 17025 de la ISO/IEC incluye una comparación, mediante cuadros con cláusulas numeradas, entre dicha norma, la norma ISO 9001 (de 1994) y la norma ISO 9002 de 1994. Estos dos últimos documentos han sido reemplazados por la versión 2000 (de 9001) (5). 3. Acreditación Si el laboratorio ha determinado que necesita un reconocimiento formal de su programa de gestión de calidad, entonces será necesaria la verificación por parte de terceros de su conformidad con el estándar o estándares seleccionados. El ILAC ha publicado los requisitos y las directrices específicas, para los laboratorios y los organismos de acreditación. Los términos acreditación, “un procedimiento por medio del cual un organismo autorizado reconoce formalmente que una persona u organismo es competente para llevar a cabo tareas específicas” (2), y la acreditación del laboratorio, “el reconocimiento formal de la competencia de un laboratorio para llevar a cabo pruebas específicas o tipos específicos de pruebas” (2), son propios de los requisitos del ILAC y del uso de la Norma 17025 de la ISO/EC y del estándar de la OIE como base para la acreditación. Por competencia se entiende algo significativo: quiere decir mucho más que tener y seguir procedimientos documentados. Tener competencia también significa que el laboratorio: i) Tiene validez técnica, métodos de prueba validados, procedimientos y especificaciones que estén documentados de acuerdo con los requisitos de las normas y/o directrices seguidas. ii) Tiene personal cualificado y adecuado, capaz de entender el componente científico que subyace bajo los procedimientos. iii) Tiene el equipo correcto y adecuado. iv) Tiene instalaciones adecuadas y control medioambiental. v) Tiene los procedimientos y especificaciones que garantizan unos resultados precisos y fiables. vi) Puede prever las necesidades y problemas técnicos. vii) Puede solucionar y prevenir los problemas técnicos que puedan surgir. viii) Puede controlar y calcular de forma precisa la incertidumbre en los resultados de las pruebas; y ix) Puede demostrar competencia en la aplicación de los métodos de prueba utilizados. 4. Selección de un organismo de acreditación Para que una acreditación pueda propiciar la aceptación de los resultados de una prueba de laboratorio con fines comerciales, dicha acreditación debe ser reconocida por la comunidad internacional. Por lo tanto, el organismo de acreditación debe ser reconocido como competente para acreditar laboratorios. Los programas para el reconocimiento de los organismos de acreditación están basados, dentro del esquema del ILAC, en los requisitos del Estándar Internacional 17011 de la ISO/EC (3). Se puede obtener información sobre organismos de acreditación reconocidos, de las organizaciones que los reconoce, tales como la Cooperación Nacional para la Acreditación de Laboratorios (NACLA), la Cooperación Asia-Pacífico para la Acreditación de Laboratorios (APLAC), la Cooperación Interamericana para la Acreditación (IAAC), y la Cooperación Europea para la Acreditación (EA). Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 15 Capítulo I.1.2. 5. — Gestión de calidad en los laboratorios de pruebas veterinarias Determinación del ámbito del programa de gestión de calidad y/o de la acreditación del laboratorio El programa de gestión de calidad debería cubrir preferentemente las áreas de actividad que afectan a cualquier prueba realizada en el laboratorio. Sin embargo, y a efectos de acreditación, el laboratorio debería determinar el rango de pruebas que se van a incluir en la acreditación. Los factores que pueden afectar el ámbito de acreditación elegido por un laboratorio son: i) La disponibilidad y coste del personal necesario, de las instalaciones y del equipo. ii) El coste del control medioambiental para evitar una contaminación cruzada. iii) La fecha límite para la acreditación. iv) El impacto de los resultados de las pruebas. v) El número de pruebas realizadas. vi) Si las pruebas efectuadas son rutinarias o no rutinarias. vii) Si alguna parte de la prueba se subcontrata para su realización en otro lugar. viii) La garantía de calidad necesaria para los materiales, los reactivos y el medio. ix) La disponibilidad de estándares de referencia (por ejemplo, los reactivos estandarizados, muestras de control de calidad interno, los cultivos de referencia). x) La disponibilidad de pruebas de competencia. xi) La disponibilidad de estándares y/o métodos de prueba plenamente validados, procedentes de fuentes fiables. xii) La evaluación y validación de los métodos de prueba que se van a utilizar. xiii) La complejidad técnica del (los) método (s). Los organismos de acreditación también acreditan a los proveedores y operadores de programas de pruebas de competencia, y pueden exigir el uso de un proveedor acreditado, con el fin de entregar al laboratorio un certificado de acreditación. 6. Métodos de Prueba La norma 17025 de la ISO/IEC exige el uso de métodos apropiados y señala los requisitos para la selección, desarrollo y validación. El documento de la OIE también proporciona los requisitos para la selección y la validación. En los capítulos sobre enfermedades específicas, el presente Manual ofrece recomendaciones sobre la selección de métodos de prueba realizados con fines comerciales y de diagnóstico. Además se suministra un listado de pruebas para el comercio internacional. Tal como se indica en la introducción de este listado, las pruebas prescritas que aparecen en la lista son las exigidas por el Código sanitario de animales terrestres de la OIE. Se considera que estas pruebas tienen la validación adecuada para proporcionar resultados fiables al decidir qué animales son aptos para el transporte internacional. También se ofrece una lista de pruebas alternativas apropiadas para el diagnóstico de enfermedades de ámbito local, pero que pueden haber tenido una validación limitada. Generalmente se trata de pruebas serológicas. En la profesión veterinaria, otros métodos estandarizados (métodos publicados en los estándares internacionales, regionales o nacionales) o plenamente validados (métodos que han sido sometidos a un estudio colaborativo y han sido publicados o emitidos por un organismo técnico con autoridad, tal como el Internacional de la AOAC), pueden no estar disponibles aunque su uso fuera preferible. Muchos laboratorios veterinarios desarrollan o modifican los métodos, y muchos de dichos laboratorios tienen programas de prueba que utilizan métodos no estándares o una combinación de métodos estándar y no estándar. A fin de garantizar resultados válidos en los laboratorios veterinarios, incluso cuando se utilizan métodos estandarizados, por lo general debe realizarse una evaluación, una optimización y/o una validación internas. 16 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.2. — Gestión de calidad en los laboratorios de pruebas veterinarias Los clientes y el personal del laboratorio deben tener muy claro cuál es el resultado que se espera de una prueba. Muchos laboratorios de pruebas veterinarias, tendrán, por tanto la necesidad de demostrar su competencia en el desarrollo, adaptación y validación de los métodos de prueba. En el capítulo I.1.3 del presente Manual se proporciona asesoramiento detallado y específico sobre la selección, optimización, estandarización y validación de las pruebas. En los siguientes apartados se tratan los temas relacionados con la metodología de la prueba, temas que son de sumo interés para el personal implicado en una gestión de calidad de un laboratorio. a) Selección del método de la prueba Los resultados válidos comienzan con la selección de un método de prueba apropiado para los temas de diagnóstico de que se trate. Las consideraciones para la selección del método de prueba son: i) Aceptación internacional. ii) Aceptación científica. iii) Vigencia del método. iv) Características de ejecución (por ejemplo, sensibilidad y especificidad analítica y de diagnóstico, tasa de aislamiento, precisión (repetibilidad, reproducibilidad, replicabilidad, precisión e incertidumbre). v) Comportamiento en las especies y en la población pertinente. vi) Recursos y tiempo disponibles para la realización, adaptación y/o evaluación. vii) Tiempo de realización y de devolución. viii) Tipo de muestra (por ejemplo, suero, tejido) y la calidad o estado en que se espera que aquella llegue al laboratorio. ix) Sustancia a analizar (por ejemplo, anticuerpo, antígeno). x) Recursos y tecnología del laboratorio. xi) Naturaleza del uso que se le pretende dar al método (por ejemplo, exportación, importación, vigilancia, protección, confirmación, utilización con un animal solo o con la manada). xii) Expectativas del cliente. xiii) Factores de seguridad. xiv) Número de pruebas a realizar. xv) Coste de la prueba por muestra. xvi) Existencia de estándares de referencia, incluyendo los materiales de referencia; y xvi) Disponibilidad de planes sobre para pruebas de competencia. b) Optimización y estandarización del método de prueba Una vez seleccionado el método debe ponerse en marcha en el laboratorio. Tanto si el método se ha desarrollado localmente como si ha sido importado de una fuente externa, se requiere una optimización adicional. La Optimización consiste en una serie de experimentos seguida de un análisis posterior de los datos. La optimización establece las especificaciones esenciales y los estándares de ejecución para el proceso de la prueba y para su utilización a la hora de monitorizar la correcta ejecución de la prueba. La optimización debe garantizar que el método se somete al correspondiente control estadístico. La optimización también debe determinar: i) Las especificaciones esenciales para el equipamiento y el instrumental. ii) Las especificaciones esenciales para los reactivos (por ejemplo, químicos o biológicos). iii) Las especificaciones esenciales para los estándares de referencia, materiales de referencia y controles internos. iv) La robustez (si es aplicable). v) Los puntos críticos de control esenciales y los rangos, características o comportamiento aceptables en los puntos de control esenciales, utilizando procedimientos aceptables desde el punto de vista estadístico. vi) Las actividades de control de calidad necesarias para monitorizar los puntos de control esenciales. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 17 Capítulo I.1.2. vii) — Gestión de calidad en los laboratorios de pruebas veterinarias El tipo, número, alcance, frecuencia y/o disposición de los controles de ejecución de la prueba que sean necesarios. viii) Los requisitos para controlar el comportamiento de la aceptación o rechazo no subjetivos de los resultados de la prueba. c) ix) Los elementos de un método de prueba fijado y documentado, para ser usado por el personal del laboratorio; y x) El nivel de competencia técnica que deben reunir aquellas personas que realizan y/o interpretan la prueba. Validación del método de la prueba La validación sirve además para evaluar la prueba según su adecuación a un determinado uso. La validación establece las características aplicables al método de la prueba, tales como el grado de sensibilidad, especificidad y aislamiento, y los parámetros de diagnóstico tales como corte positivo/negativo, y título de interés o significación. La validación debe hacerse utilizando un procedimiento optimizado, documentado y fijado. Dependiendo de los factores logísticos y de riesgo, la validación puede incluir cualquier número de actividades y cantidad de datos, con el posterior análisis de los datos mediante el uso de estadísticas apropiadas. La validación de pruebas se trata en el capítulo I.1.3., titulado Principios de validación para las pruebas de diagnóstico de enfermedades infecciosas, y en el capítulo I.1.4, titulado Validación y control de calidad de los métodos de reacción en cadena de la polimerasa utilizados para el diagnóstico de enfermedades infecciosas. Las actividades de validación podrían incluir: i) Estudios de campo y/o epidemiológicos. ii) Comparación con otros métodos, preferiblemente con métodos estándar. iii) Comparación con estándares de referencia (si están disponibles). iv) Estudios en colaboración con otros laboratorios, utilizando el mismo método documentado e incluido el intercambio de muestras, con preferencia, aquellas cuya composición o dosificación no estén explicitadas. Es preferible que dichos estudios sean dirigidos por un laboratorio cualificado, que organice dichos estudios y evalúe los resultados proporcionados por todos los participantes. v) Reproducción de los datos a partir de un método estándar aceptado o de una publicación acreditada. vi) Estudios experimentales de comprobación; y vii) Análisis de los datos de control de calidad internos. La norma 17025 de la ISO/IEC reconoce que “La Validación es siempre un equilibrio entre los costes, los riesgos y las posibilidades técnicas”. También admite que hay muchos casos en los que aspectos tales como la exactitud y la precisión, sólo pueden darse de forma simplificada. d) Incertidumbre Los laboratorios deben ser capaces de evaluar la incertidumbre suscitada por los métodos de prueba aplicados en el laboratorio. Esto incluye los métodos usados por el laboratorio para calibrar el equipo (3). Los requisitos de la norma 17025 de la ISO/IEC relacionados con este asunto, se mencionan en las secciones 5.1.2, 5.4.4k, 5.4.6.2, 5.4.6.3 y 5.10.3.1c de dicho documento. La determinación de la incertidumbre de una medición (MU), no es nueva en metrología. Sin embargo, la aplicación de los principios de la MU en los laboratorios de ciencias biológicas, es nueva. La mayor parte de los trabajos realizados hasta la fecha están relacionados con ámbitos de ensayos distintos al de las ciencias biológicas, y la mayor parte de las aportaciones son de tipo teórico. Sin embargo, a medida que la acreditación ha ido cobrando importancia, se han ido desarrollando aplicaciones en otras áreas. Es importante tener en cuenta que la MU no implica duda acerca de la validez del resultado de una prueba o de una medición, ni es equivalente a un error, ya que puede aplicarse a todos los resultados de las pruebas derivados de un procedimiento particular. La MU puede considerarse como una expresión cuantitativa de fiabilidad y se expresa comúnmente con un número después del signo +/- (es decir, el valor real cae dentro del rango establecido, ya que el MU se expresa como un rango). La desviación estándar y el intervalo de confianza son ejemplos de la expresión de la MU. Un ejemplo del uso de la desviación estándar para expresar duda, lo constituyen los límites permitidos en los controles de realización de una prueba en un enzimoinmunoensayo, comúnmente expresado como +/- n SD. 18 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.2. — Gestión de calidad en los laboratorios de pruebas veterinarias Aunque la determinación y expresión de la MU no han sido estandarizadas para los laboratorios de pruebas veterinarias, existen algunas directrices bien fundadas. En el laboratorio debe estimarse el MU para cada método que haya de ser acreditado. Puede estimarse mediante una serie de pruebas realizadas sobre muestras control. La MU puede también estimarse utilizando características manejadas en publicaciones (6), pero antes el laboratorio debe demostrar una actuación aceptable al aplicar el método. Las agencias gubernamentales pueden fijar metas para los valores de la MU para los métodos oficiales, (por ejemplo: Health Canadá). Organizaciones técnicas de prestigio (como la AOAC Internacional, ISO, NATA, A2LA, SCC, UKAS, Eurachem y la Cooperación para la Trazabilidad Internacional en Química Analítica [CTAC]), imparten cursos y ofrecen directrices sobre MU para los laboratorios que solicitan la acreditación. Codex Alimentarius, que especifica los estándares para las pruebas con alimentos, ha asumido el principio de que no es necesario que un laboratorio obtenga una estimación adicional de la MU, si dicho laboratorio cumple con los principios de Codex relativos a la calidad: es decir, que el laboratorio está acreditado por la norma 17025 de ISO/IEC y usa métodos validados ( por ejemplo, que conozca parámetros aplicables tales como sensibilidad y especificidad, así como el intervalo de confianza en torno a dichos parámetros), y que participe en los Programas de Pruebas de Competencia, y en los estudios en colaboración, y utilice procedimientos de control de calidad internos que sean apropiados. El “uso de procedimientos adecuados de control de calidad, de carácter interno”, implica que el laboratorio debe utilizar procedimientos de control de calidad para identificar las principales fuentes de incertidumbre. No es preciso tratar cada componente por separado. Los componentes pueden estimarse mediante experimentos de laboratorio (estimaciones de Tipo A) o a partir de otras fuentes (materiales de referencia, certificaciones de calibración, etc.) (estimaciones de Tipo B). Un procedimiento tradicional de muestra control, llevado a cabo muchas veces por todos los analistas, normalmente identifica todas las fuentes principales de duda, con la posible excepción de la preparación de la muestra. Puede utilizarse la variación de las muestras control como una estimación de aquellas fuentes combinadas de duda. La norma 17025 de ISO/IEC exige que el laboratorio identifique todas las fuentes importantes de incertidumbre, y que obtenga estimaciones fiables de MU. Puede darse el caso de que los laboratorios deseen establecer especificaciones aceptables, criterios y/o intervalos en los puntos críticos de control para cada componente. Donde proceda, los laboratorios pueden implementar el control adecuado de calidad en los puntos críticos asociados con cada fuente o intentar reducir el tamaño de un componente. Entre las fuentes de incertidumbre, están el muestreo, las condiciones de almacenamiento, los efectos de la muestra, la extracción y recuperación la calidad del reactivo, la pureza del material de referencia, las manipulaciones volumétricas, las condiciones ambientales, la contaminación, los efectos del equipamiento, el sesgo del operador o analista, y otros defectos desconocidos o debidos al azar. Es de esperar que el laboratorio se ocupe de cualquier error que se haya producido de forma sistemática. (Véase también la Sección 6.b., puntos i-vii). Los errores sistemáticos (por sesgo) deben corregirse con cambios metodológicos, ajuste matemático, anotación de cualquier sesgo en el documento de informe. Si se produce un ajuste del procedimiento, puede ser necesaria o no una re-evaluación de la incertidumbre. Si se produce un ajuste para corregir el sesgo, se estará introduciendo una nueva fuente de incertidumbre (la incertidumbre de la corrección). Esta debe añadirse a la MU de la estimación. Las tres formas principales de estimación de la MU son: 1. La aproximación por componentes (aproximación de abajo hacia arriba o “bottom-up”), en la que se identifican todas las fuentes de incertidumbre, se hacen estimaciones razonables para cada componente, se desarrolla un modelo matemático que relaciona entre sí a los componentes y se combinan las variaciones utilizando reglas para la propagación del error (1). 2. La aproximación en que se utilizan muestras control (aproximación de arriba hacia abajo o “top-down”), en la que se utilizan mediciones de material control estable para estimar la variación combinada de muchos componentes. Debe añadirse la variación procedente de fuentes adicionales. 3. La aproximación que tiene en cuenta las características del método, en la que se utilizan como incertidumbres combinadas los datos de actuación de un estudio colectivo válido (se pueden añadir otras fuentes de incertidumbre). Los laboratorios deben cumplir con los criterios definidos para el tratamiento del sesgo y la repetibilidad a fin de que las estimaciones de MU sean válidas. Estas deberían ser mayores que las obtenidas por los laboratorios competentes mediante la utilización de sus propias muestras control o mediante le modelo de componentes. e) Aplicación y uso del método de la prueba Los analistas deben demostrar su competencia en el uso del método de la prueba, según se va realizando ésta, antes de elaborar el informe con los resultados. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 19 Capítulo I.1.2. — Gestión de calidad en los laboratorios de pruebas veterinarias El laboratorio debe garantizar, mediante la gestión de proyectos adecuados y documentados, el registro de datos, el manejo de datos y los procedimientos de archivado, que puede recrear de nuevo, si es necesario, todos los aspectos relacionados con la selección, el desarrollo, la optimización, la estandarización, la validación, la realización y el uso de la prueba. Ello incluye las actividades de control y garantía de calidad. 7. Plan Estratégico Es esencial que haya un perfeccionamiento continuo. Se recomienda que el laboratorio esté informado y al día en torno a cualquier obstáculo que se presente relacionado con los estándares y los métodos utilizados, con el fin de demostrar la competencia del laboratorio y establecer y mantener la validez técnica. Los métodos para llevar esto a cabo son: i) Asistencia a conferencias. ii) Participación en organizaciones locales e internacionales. iii) Participación en la redacción de estándares nacionales e internacionales (por ejemplo, participación en las comisiones del ILAC y de ISO). iv) Consulta de publicaciones. v) Visitas a otros laboratorios. vi) Participación en programas de colaboración (por ejemplo, con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura). vii) Intercambio de procedimientos, métodos, reactivos, muestras, personal e ideas; y viii) Siempre que sea posible, acreditación por medio de terceros de que dicho laboratorio está reconocido como competente para emitir acreditaciones. REFERENCIAS 1. AMERICAN NATIONAL STANDARDS INSTITUTE (1997). ANSI/NCSL Z540-2-1997, US Guide to the Expression of Uncertainty in Measurement, First Edition. American National Standards Institute, 1819 L Street, NW, Washington, DC 20036, USA. 2. ISO/IEC INTERNATIONAL STANDARD 17000 (2005) . Conformity Assessment – General Vocabulary. International Organisation for Standardisation (ISO), ISO Central Secretariat, 1 rue de Varembé, Case Postale 56, CH - 1211, Geneva 20, Switzerland. 3. ISO/IEC INTERNATIONAL STANDARD 17011 (2003) . General Requirements for Bodies Providing Assessment and Accreditation of Conformity Assessment Bodies– General Requirements for Operation and Recognition. International Organisation for Standardisation (ISO), ISO Central Secretariat, 1 rue de Varembé, Case Postale 56, CH - 1211, Geneva 20, Switzerland. 4. ISO/IEC INTERNATIONAL STANDARD 17025 (1999). General Requirements for the Competence of Testing and Calibration Laboratories. International Organisation for Standardisation (ISO), ISO Central Secretariat, 1 rue de Varembé, Case Postale 56, CH - 1211, Geneva 20, Switzerland. 5. ISO INTERNATIONAL STANDARD 9001 (2000). Quality management systems – Requirements. International Organization for Standardization (ISO), ISO Central Secretariat, 1 rue de Varembé, Case Postale 56, CH 1211, Geneva 20, Switzerland. 6. ISO DTS 21748 (draft). Guide to the use of repeatability, reproducibility and trueness estimates in measurement uncertainty estimation. International Organisation for Standardisation (ISO), ISO Central Secretariat, 1 rue de Varembé, Case Postale 56, CH - 1211, Geneva 20, Switzerland. 7. OFFICE INTERNATIONAL DES EPIZOOTIES (2000). Standard for Management and Technical Requirements for Laboratories Conducting Tests for Infectious Animal Diseases. In: OIE Quality Standard and Guidelines for Veterinary Laboratories: Infectious Diseases (2002). Office International des Epizooties (OIE), 12 rue de Prony, 75017 Paris, France, 1–31. 2 3 * * * 2 3 20 ISO/IEC International Standard 17000 replaces ISO/IEC GUIDE 2 (1996). Standardisation and Related Activities – General Vocabulary. ISO/IEC International Standard 17011 replaces ISO/IEC Guide 58 (1993). Calibration and Testing Laboratory Accreditation Systems – General Requirements for Operation and Recognition. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 CAPÍTULO I.1.3. PRINCIPIOS DE VALIDACIÓN PARA LAS PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS INTRODUCCIÓN La validación consiste en la evaluación de un proceso a fin de determinar su idoneidad para un uso particular. Una ensayo validado produce resultados que identifican la presencia de un compuesto concreto (por ejemplo, un anticuerpo) y permite la posibilidad de formular predicciones sobre el estado de los sujetos analizados. Las pruebas realizadas sobre individuos o sobre poblaciones tienen varios propósitos, tales como ayudar a documentar la ausencia de una determinada enfermedad en un país o región, evitar su propagación a través del comercio, erradicar una infección de una zona, confirmar el diagnóstico de los casos clínicos, estimar la prevalencia de una infección para facilitar análisis de riesgo, identificar los animales infectados con vistas a desarrollar medidas de control, y clasificar los animales según su salud o estado de inmunización ECP la vacunación. Es posible validar una única prueba para uno o varios propósitos mejorando algunas características de su realización en cada caso (por ejemplo, elevando el nivel de sensibilidad del diagnóstico - hasta el 99,99%- y disminuyendo a la vez su especificidad para un ensayo general, o inversamente, estableciendo una alta especificidad asociada a un bajo nivel de sensibilidad en una prueba confirmativa). Si consideramos las variables que pueden afectar a la realización de un ensayo, podremos apreciar más claramente los criterios que deben tenerse en cuenta para su validación. Estas variables pueden agruparse en tres categorías: (a) la muestra - que refleja las interacciones hospedador/organismo que influye en la composición y concentración del componente a analizar en la muestra de suero; (b) el sistema de ensayo - que incluye factores físicos, químicos, biológicos y técnicos que afectan a la capacidad de la prueba para detectar en la muestra un componente específico; y (c) el resultado de la prueba - es decir, la capacidad del sistema de ensayo para predecir de forma precisa el estado del individuo o de la población en relación con el componente en cuestión. Los factores que influyen en la concentración y en la composición de un componente de la muestra de suero dependen en gran medida del hospedador y son factores naturales (como la edad, sexo, raza, estado nutritivo, embarazo, respuesta inmunológica), o bien factores adquiridos (como la adquisición pasiva de anticuerpos, la inmunidad activa obtenida por vacunación o infección). Otros factores que no dependen del hospedador, como la contaminación o el deterioro de la muestra, también pueden afectar al componente a analizar en dicha muestra. Los principios de validación que se consideran en este capítulo se refieren fundamentalmente a métodos para detectar anticuerpos en sueros. No obstante, estos mismos principios se pueden aplicar a la valoración de pruebas para otros componentes en sueros o tejidos. El capítulo I.1.4., que trata de la validación y el control de calidad de métodos de la reacción en cadena de la polimerasa usados para el diagnóstico de enfermedades infecciosas, aplica los principios generales descritos aquí a un método directo de detección de agentes infecciosos, mediante ensayos de diagnóstico molecular. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 21 Capítulo I.1.3. — Principios de validación para las pruebas diagnósticas de enfermedades infecciosas Los factores que interfieren en la precisión analítica del sistema de ensayo incluyen la instrumentación, el error técnico, la elección de los reactivos (tanto desde el punto de vista químico como biológico), la calibración, ajuste y límites de validez de los controles, los recipientes de las reacciones, la calidad del agua, el pH y la fuerza iónica de los tampones y diluyentes, las temperaturas de incubación y su duración, así como los errores que se introducen por detección de compuestos estrechamente relacionados, del tipo de anticuerpos con reacción cruzada, factores reumatoides, o anticuerpos heterófilos. Los factores que influyen en la capacidad del resultado de una prueba para predecir de forma 1 precisa la infección o el nivel de un componente analizado en el hospedador son la sensibilidad del diagnóstico, la especificidad del mismo, y la prevalencia de la enfermedad en la población objeto de la prueba. La sensibilidad y la especificidad diagnóstica derivan de resultados de pruebas con muestras obtenidas de animales de referencia previamente seleccionados. Los métodos empleados para seleccionar estos animales son importantes para la precisión de las estimaciones (5). El grado en que dichos animales representen todas las variables ambientales y del hospedador en la población examinada tiene una influencia fundamental en la adecuada interpretación de los resultados. Por ejemplo, los clínicos experimentados saben que un ensayo validado para un tipo de ganado del norte de Europa puede que no sea adecuado para suministrar resultados válidos cuando se aplica a poblaciones de ganado de África. La capacidad del resultado positivo o negativo de una prueba para predecir de forma precisa el estado de un animal o población con respecto a una infección es la consideración más importante para la validación de un ensayo. Esta capacidad no sólo depende de un ensayo preciso y muy fiable, y de estimaciones cuidadosamente obtenidas acerca de la sensibilidad y la especificidad de diagnóstico, sino que también está muy influenciada por la prevalencia de la infección en la población sometida a análisis o por la probabilidad de que un animal esté infectado según criterios clínicos. Sin una estimación real de la prevalencia de la enfermedad en esa población o de la probabilidad de infección en un animal aislado, la interpretación del resultado positivo o negativo de una prueba puede resultar dudosa. Por supuesto, antes de considerar validado un ensayo se deben tener en cuenta muchas variables (15,13). Sin embargo, no hay consenso sobre si el concepto de validación de un ensayo es un proceso temporalmente limitado, en el que solamente se optimizan y estandarizan aquellos factores inherentes al ensayo, o bien si supone una validación continuada del ensayo por todo el tiempo en el que el ensayo puede ser usado. De acuerdo con lo descrito, el término "ensayo validado" puede llevar a varias interpretaciones entre los técnicos de laboratorio y los veterinarios clínicos. Por consiguiente, se ofrece una definición funcional de la validación de un ensayo como marco para las directrices esbozadas a continuación. En teoría, todos las pruebas diagnósticas deberían ser completamente validadas para uno o varios fines, pero en la práctica a veces existen limitaciones para una completa validación. 1 22 A lo largo de este capítulo, los términos “positivo” y “negativo” se emplean con relación a los resultados de pruebas y nunca para designar el estado de infección o el nivel de anticuerpo/antígeno en el hospedador. Cuando se hace referencia a “infección” o “compuesto a analizar” se supone la existencia de algun modo de exposición a un agente infeccioso que puede ser detectado de modo directo (como antígeno) o indirecto (como anticuerpo) por una prueba de ensayo. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.3. — Principios de validación para las pruebas diagnósticas de enfermedades infecciosas A. DEFINICIÓN DE LA VALIDACIÓN DE UN ENSAYO Un ensayo validado proporciona de modo repetitivo unos resultados mediante un test que identifican a los animales como positivos o negativos para un componente o proceso determinado (por ejemplo un anticuerpo, un antígeno, o la induración cutánea localizada en el sitio de prueba) y, por deducción, permite predecir de 2 modo preciso el estado de infección de animales con un grado predeterminado de fiabilidad estadística . Este capítulo se centrará en los principios que fundamentan el desarrollo y el mantenimiento de una prueba validada. Se incluyen también algunas indicaciones acerca de los estadios iniciales del desarrollo del ensayo porque constituyen parte del proceso mismo de validación. La capacidad del resultado final del test en cuanto a proporcionar fiabilidad diagnóstica está influenciada de un modo notable por el modo en que se lleva a cabo este proceso inicial. Debe hacerse hincapié en que un ensayo, cuando se aplica a poblaciones, minimizará la clasificación de animales como falsos positivos o falsos negativos solamente en la medida en que su validez esté garantizada en todas las fases del proceso de validación del ensayo. Esto supone que un método de prueba bien diseñado y documentado, así como unos reactivos adecuados, en combinación con técnicos bien preparados, proporcionarán un ensayo estable de laboratorio. También implica el empleo minucioso de un riguroso diseño experimental y de herramientas epidemiológicas y estadísticas. Estos son elementos requeridos para eliminar sesgo, errores aleatorios y falsas suposiciones acerca de la población de animales sobre la que se formulan las estimaciones del ensayo (5). Además, se supone que el ensayo se adapta bien al propósito que se persigue (por ejemplo, es probable que un ensayo confirmativo suministre muchos resultados del tipo falsos positivos si se usa como una prueba general de detección). Finalmente, esto también supone que, en la práctica, el ensayo se aplica dentro del contexto de un programa riguroso de control de calidad. La definición funcional de validación de un ensayo que se emplea en este capítulo generaliza un proceso que conlleva diferentes aspectos en función de la intención o el fin para el cual se desarrolla. Dejando a un lado el tipo concreto de ensayo, sin la existencia de rigor científico en el proceso validativo, el ensayo no cumplirá las expectativas. No obstante, existen muchas técnicas tradicionales con un uso muy extendido que no han sido sometidas a un proceso de validación completo. B. ESTADIOS DE LA VALIDACIÓN DE UN ENSAYO El desarrollo y la validación de un ensayo es un proceso secuencial que consta de al menos de cinco fases: 1) Determinación de la viabilidad del método para un uso específico; 2) Elección, optimización y estandarización de los reactivos, técnicas y métodos; 3) Determinación de las características de funcionamiento del ensayo; 4) Evaluación continuada del funcionamiento; y 5) Mantenimiento y refuerzo de los criterios de validación durante el uso rutinario del ensayo (Figura 1). Aunque algunos científicos pueden cuestionar la relevancia de la cuarta y quinta fase, tales estadios se incluyen aquí porque un ensayo solo se considera válido cuando los resultados de las pruebas son válidos, es decir, si están dentro de límites estadísticamente definidos y proporcionan deducciones precisas. En la práctica, hay muchas técnicas tradicionales de amplio uso que no se han sometido al proceso de validación formal expuesto. Se deberían hacer esfuerzos para validar formalmente las características de funcionamiento de estos ensayos, mediante el uso de datos históricos o bien a través de un estudio prospectivo. Esto daría crédito a la creencia de que tales ensayos son útiles para lo que se pretende. En dichos casos se puede comenzar el proceso en los estadios 4 y 5, reuniendo un conjunto de datos de validación para ensayos que carezcan de la información necesaria correspondiente a las fases 1-3. Es muy importante no detenerse después de los dos primeros estadios de validación de un ensayo -ya que eso no constituye un ensayo validado para uso diagnóstico. Aunque la mejora del protocolo y de los reactivos son factores importantes, el factor más crítico es probablemente la selección de las poblaciones de referencia. Cuando se revisa la literatura no resulta raro encontrar un amplio espectro de valoraciones sobre la sensibilidad diagnóstica y la especificidad diagnóstica para un mismo ensayo básico. Aunque parte de la variación se puede atribuir a los reactivos escogidos, es probable que la variación en las valoraciones de la sensibilidad y de la especificidad se deba a una selección sesgada de los sueros sobre los que se "valida" la prueba. Este estadio en la validación de un ensayo necesita más atención de la que ha recibido con anterioridad. Esto es 2 Según esta definición, la sensibilidad y especificidad diagnósticas son características de la realización de una prueba para una población estudiada. Ambas características determinan –en conjunción con la prevalencia de la enfermedad en la población- la probabilidad de que un resultado concreto de una prueba refleje el verdadero estado del animal. Puede aceptarse como validada una prueba si se dispone de estimaciones fiables de la sensibilidad y la especificidad diagnósticas para la población estudiada. Esto no implica la exigencia de unos determinados valores-umbral de esos dos parámetros. En aplicaciones prácticas, unos valores de sensibilidad o especificidad bajos o problemas de diagnóstico debidos a una prevalencia baja de la enfermedad se compensan con el diseño de muestreo o combinando muchas pruebas de diagnóstico ya sea en paralelo, ya sea secuenciadas. La selección de las pruebas, el proceso de muestreo, la combinación de múltiples pruebas en un determinado régimen de ensayo y la regla de interpretación de resultados hacen posible una definición del proceso de diagnóstico. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 23 Capítulo I.1.3. — Principios de validación para las pruebas diagnósticas de enfermedades infecciosas particularmente cierto ante la atmósfera actual de acuerdos de comercio internacional y todas sus implicaciones respecto al movimiento de animales y sus productos derivados. Seleccionar método FASE 1 Viabilidad Seleccionar sueros estándar Seleccionar sueros control Estudios de viabilida FASE 2 Desarrollo y estandarización FASE 3 Caracterización operativa del ensayo Problemas que requieren reconsideración Sueros de animales infectados y no infectados Optimizar y estandarizar reactivos y protocolos Sensibilidad analítica Ensayar muestras de animales de referencia Normalizar datos Especificidad analítica Valoraciones iniciales de repetitividad Estándares de suero conocidos Establecer cortes FASE 4 Comprobación de la realización y validez del ensayo Resultados normalizados de pruebas de rutina Categorizar los resultados en Pos/Neg Controlar precisión y exactitud FASE 5 Mantenimiento y mejora de criterios de validación Cambio de reactivos estandarizados por comparación con reactivos en uso Calcular precisión y exactitud Calcular especificidad y sensibilidad diagnóstica Determinar la prevalencia en la población Calcular VPr+ y VPr- para una interpretación válida de resultados Extensión de la validación a otras poblaciones probando sueros de animales de referencia representativos de dichas Fig. 1. Fases consecutivas del proceso de validación de un ensayo En este capítulo usaremos un ensayo indirecto basado en la unión de una enzima a un inmunoadsorbente (técnica ELISA) para la detección de anticuerpos a fin de ilustrar los principios de validación de un ensayo. Es un formato de prueba que puede resultar difícil de validar debido a la amplificación de la señal tanto de los componentes específicos como de los inespecíficos (2). Esta metodología sirve para destacar los problemas a los que hay que enfrentarse en cualquier proceso de validación. Los mismos principios básicos se usan en la validación de otros formatos de ensayo simples o complejos. El Capítulo I.1.4., sobre validación y control de calidad de los métodos de reacción en cadena de la polimerasa que se usan para el diagnóstico de enfermedades infecciosas, describe los principios para validar técnicas de amplificación de genes. Por limitaciones de espacio, este capítulo introductorio proporciona únicamente directrices básicas en los principios relacionados con la validación de un ensayo. Su presentación deriva de un tratamiento más detallados del tema (8). 1ª FASE. ESTUDIOS DE VIABILIDAD En el ejemplo de las técnicas ELISA, los estudios de viabilidad constituyen la primera fase para validar un nuevo ensayo. Se llevan a cabo para determinar si los reactivos y el protocolo que han sido seleccionados tienen la capacidad de distinguir entre un intervalo de concentraciones de anticuerpo frente a un agente infeccioso a la vez que proporcionan una mínima actividad inespecífica de fondo. Los estudios de viabilidad también suministran estimaciones iniciales de reproducibilidad, y de sensibilidad y especificidad analíticas. 24 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.3. — Principios de validación para las pruebas diagnósticas de enfermedades infecciosas 1. Muestras control Resulta útil seleccionar cuatro o cinco muestras (suero en nuestro caso) que difieran en cuanto al nivel de anticuerpos contra el agente infeccioso en cuestión. Además, se requiere una muestra que no contenga anticuerpos. Estas muestras se usarán para optimizar los reactivos y el protocolo del ensayo durante los estudios de viabilidad, y más tarde como muestras control. En teoría, las muestras deberían representar tanto a animales que se consideran infectados como aquellos no infectados dentro de la población que finalmente va a ser objeto del ensayo validado. Por otra parte, las muestras deben haber dado los resultados esperados en uno o más ensayos serológicos además de aquél en el que se está validando. Con preferencia, las muestras deben proceder de animales individuales, aunque también pueden derivar de la acumulación de muestras de varios animales. Una práctica que resulta adecuada es preparar un gran volumen de cada muestra (por ejemplo, 10 ml) y dividirlo en alicuotas de 0,1 ml para almacenamiento a -20ºC o por debajo de esta temperatura. Luego, una alícuota de cada muestra se descongela, se utiliza para los experimentos y después se desecha. Si resulta poco práctico descartar la alícuota, se puede mantener la misma a -4ºC para experimentos sucesivos hasta alrededor de 2 semanas, aunque en estas circunstancias existe la posibilidad de que la muestra se deteriore. A continuación, se descongela otra alícuota para ulterior investigación. Este método proporciona una misma fuente de suero con idéntico número de ciclos de congelación-descongelación para todos los experimentos (la congelación y descongelación repetida del suero puede desnaturalizar los anticuerpos, de modo que debería evitarse). También, la variación se reduce cuando el investigador usa la misma fuente de suero para todos los experimentos en vez de cambiar entre varios sueros. Este enfoque tiene la ventaja añadida de generar una serie de datos válidos para muestras que se manejan repetidamente. Después de que se completan las fases iniciales de validación de un ensayo, una o más muestras se pueden convertir además en controles de suero que son la base para la expresión de los datos y la evaluación de la reproducibilidad tanto dentro de un ensayo como entre diferentes ensayos. Pueden también servir como estándar de referencia si su actividad ha sido predeterminada; esos estándares normalizados proporcionan la seguridad de que la realización de los ensayos produce datos precisos (13). Es muy deseable incluir los sueros internacionales estandarizados de la OIE u otros sueros estandarizados, si puede disponerse de ellos. Su uso proporcionaría una adecuada armonización entre el ensayo en desarrollo y cualquier otro método normalizado que use normalmente sueros de tipo estándar internacional (12). 2. Selección del método para lograr resultados normalizados La normalización ajusta los resultados directos del test para todas las muestras con relación a los valores de los controles incluidos en cada desarrollo del ensayo (no confundir esto con una transformación de datos para lograr una distribución normal de Gauss). El método de normalización y expresión de los datos debería determinarse, preferiblemente, antes del final de los estudios de viabilidad. Las comparaciones de resultados día a día y entre laboratorios son más precisos cuando se usan datos normalizados. Por ejemplo, en los sistemas ELISA, los valores directos de densidad óptica (absorbancia) son medidas absolutas influenciadas por las temperaturas ambientales, los parámetros de comprobación y la instrumentación fotométrica. Para tener en cuenta esta variabilidad, los resultados se expresan en función de la reactividad de una o más muestras control de los sueros que se incluyen en cada desarrollo del ensayo. En el método indirecto de la técnica ELISA, la normalización de los datos se logra expresando los valores de absorbancia en una de varias formas posibles (13). Un método simple y útil es expresar todos los valores de absorbancia como porcentaje de un control único de suero altamente positivo que se incluye en cada placa. Este método resulta adecuado para la mayoría de las aplicaciones. El procedimiento de normalización puede resultar más riguroso si se calculan los resultados a partir de una curva estándar generada por varios controles de suero. Esto requiere un algoritmo más sofisticado, tal como un ajuste de regresión lineal o un análisis de tipo log-logit. Este método es más preciso porque no descansa solamente en una muestra control altamente positiva para la normalización de datos, sino que usa varios controles de suero, ajustados a valores esperables, para obtener una curva estándar desde la que puede extrapolarse el valor de la muestra. Este método también permite la exclusión de un valor control que puede caer fuera de los límites de confianza esperados. Para ensayos de punto final por titulación de la muestra, como la neutralización vírica por suero, cada ensayo realizado se acepta o se rechaza en función de si los valores control caen dentro de límites predeterminados. Ya que los valores de la muestra no se ajustan normalmente a un valor control, los datos no resultan normalizados en estricta definición del término. Sea cual sea el método usado para la normalización de los datos, es esencial incluir controles adicionales para cada reactivo que pueda introducir variabilidad y que pueda limitar por tanto los intentos de lograr un ensayo validado. Los valores normalizados para tales controles tienen que caer dentro de límites predeterminados (dentro de un múltiplo apropiado de la desviación estándar de la media de muchas reacciones de cada control). Los límites escogidos deberían reflejar una tasa tolerable de rechazo de ensayo y un riesgo aceptable de que algunas muestras de test puedan estar mal clasificadas. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 25 Capítulo I.1.3. — Principios de validación para las pruebas diagnósticas de enfermedades infecciosas 2ª FASE. DESARROLLO Y ESTANDARIZACION DEL ENSAYO Una vez establecida la viabilidad del método, el paso siguiente es proceder al desarrollo del ensayo y la estandarización de los reactivos y los protocolos seleccionados. 1. Selección de las concentraciones óptimas de reactivo y parámetros de protocolo Las concentraciones o diluciones óptimas del antígeno fijado a la placa, del suero, del conjugado enzima/anticuerpo y de la solución de sustrato se determinan mediante valoraciones de tipo "tablero de ajedrez" enfrentando cada uno de los reactivos contra todos los demás, confirmándose después la elección mas apropiada de los recipientes de reacción (generalmente por evaluación de dos o tres tipos de microplacas, con características de fijación diferentes, para minimizar la actividad de fondo y conseguir la máxima diferencia en actividad entre muestras negativas y positivas altas). Experimentos adicionales determinan las variables temporales, químicas y físicas óptimas del protocolo, incluyendo las temperaturas y duración de la incubación; el tipo, pH, y la molaridad del disolvente y de los tampones de lavado y bloqueantes; así como el equipamiento usado en cada fase del ensayo (como por ejemplo las pipetas y los sistemas de lavado que proporcionan una mejor reproducibilidad). La optimización de los reactivos y del protocolo conlleva una comprobación de la exactitud mediante la inclusión, en cada realización de la prueba, de uno o mas estándares de suero con un nivel conocido de actividad debida a la sustancia a analizar. Un ensayo optimizado que proporcione los mismos resultados de forma repetitiva para un estándar de suero y para los controles puede ser considerado como una prueba estandarizada. 2. Reproducibilidad- estimaciones preliminares Las evidencias preliminares de reproducibilidad (concordancia entre los duplicados dentro de un mismo ensayo y entre distintas realizaciones de la prueba) resultan necesarias para garantizar el posterior desarrollo del ensayo a validar. Esto se lleva a cabo evaluando los resultados de réplicas de todas las muestras en cada placa (variación intraplaca), y analizando la variación interplaca usando las mismas muestras en placas diferentes dentro de un mismo ensayo o entre diferentes realizaciones del mismo. En las técnicas ELISA, en esta fase de validación se usan normalmente los valores basales de absorbancia porque es dudoso que los resultados del suero de control altamente positivo, que podrían usarse para calcular valores normalizados, sean reproducibles en las realizaciones iniciales del ensayo. Además aún no se han determinado los correspondientes valores de los controles. Para obtener estimaciones preliminares de reproducibilidad suele ser suficiente realizar tres o cuatro réplicas de cada muestra y llevar a cabo el ensayo en al menos cinco placas en cinco ocasiones diferentes. En esta fase del desarrollo del ensayo, coeficientes de variación (desviación estandar de las réplicas/media de las mismas) inferiores al 20% en los valores de absorbancia indican una reproducibilidad adecuada. Sin embargo, si se pone de manifiesto una excesiva variación (mayor del 30%) en la mayor parte de las muestras en una misma o diferentes realizaciones de la prueba, deberían hacerse más estudios preliminares para determinar si es posible estabilizar el ensayo o si se debería abandonar el tipo de test. Esto resulta particularmente importante ya que un ensayo intrínsecamente variable tiene una alta probabilidad de no resistir las exigencias de las pruebas diarias con muestras procedentes de la población animal a estudiar. 3. Determinación de la sensibilidad y la especificidad analítica La sensibilidad analítica de un ensayo es la cantidad más pequeña de la sustancia en cuestión que puede detectar, y la especificidad analítica es el grado en que el ensayo no muestra reacción cruzada con otras sustancias. Estos parámetros son diferentes de la sensibilidad y especificidad diagnóstica que se definen mas adelante. La sensibilidad analítica puede ser determinada mediante diluciones a punto final, lo que revela la dilución del suero en la que el anticuerpo ya no puede detectarse. La especificidad analítica se determina usando un conjunto de sueros procedentes de animales que han experimentado infecciones relacionadas y que pueden estimular la formación de anticuerpos con reacción cruzada. Por ejemplo, si el ensayo no detecta anticuerpo a diluciones límite de suero con la misma eficacia que otros ensayos, o si se producen reacciones cruzadas con sueros procedentes de animales con otras infecciones relacionadas, se necesitará recalibrar o sustituir los reactivos o, alternativamente, debería abandonarse el ensayo. No obstante, una prueba con baja especificidad puede ser válida para uso como “prueba tamiz” en situaciones donde se requiere analizar un gran número de muestras, con tal de que su sensibilidad sea alta, y donde exista una “prueba confirmativa” que tenga elevada especificidad. 3ª FASE. DETERMINACIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS OPERATIVAS DEL ENSAYO Si los estudios iniciales de desarrollo y estandarización indican que el ensayo es factible y potencialmente aplicable a las condiciones de campo, el paso siguiente es establecer las características operativas del ensayo. 26 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.3. — Principios de validación para las pruebas diagnósticas de enfermedades infecciosas 1. Sensibilidad y especificidad diagnóstica a) Principios y definiciones Los valores de sensibilidad y especificidad diagnóstica constituyen los parámetros más importantes que se establecen durante la validación de un ensayo. Constituyen la base para el cálculo de otros parámetros a partir de los cuales se realizan deducciones sobre los resultados. Por consiguiente, es muy importante que las estimaciones sobre la sensibilidad y la especificidad diagnóstica sean tan exactas como sea posible. En teoría, estos valores derivan del ensayo de una serie de muestras procedentes de animales de referencia cuya historia es conocida, así como su estado de infección/enfermedad, y que son además animales representativos de la región o país donde se pretende usar la prueba. La sensibilidad diagnóstica es la proporción de los animales de referencia infectados que dan respuesta positiva en el ensayo; los animales infectados que dan respuesta negativa se consideran como resultados falsos negativos. La especificidad diagnóstica es la proporción de animales de referencia no infectados que dan respuesta negativa a la prueba; aquellos animales no infectados que dan resultados positivos se consideran como falsos positivos. Para establecer la sensibilidad y la especificidad diagnóstica, tanto el número como el origen de los animales de referencia son aspectos clave cuando se intenta una validación adecuada del ensayo para su uso con la población de animales a la que va dirigida. Resulta posible calcular el número de muestras de referencia derivadas de animales cuyo estado es conocido en cuanto a infección, que es necesario para determinar la sensibilidad y la especificidad diagnóstica dentro de ciertos límites estadísticos definidos. Las fórmulas y cuadros para determinar el número de muestras requeridas se presentan en otra parte (5,8). Sin embargo, el número de muestras de referencia obtenidas de estas fórmulas y cuadros puede resultar inadecuado para un ensayo bien validado debido al gran número de variables que deben tenerse en cuenta a nivel poblacional al establecer los sueros de referencia. Tales limitaciones y una exposición de los criterios de selección para sueros estándar se desarrollan con detalle en otra parte (4, 6). Debido a las muchas variables a tener en cuenta, es conveniente incluir al menos 300 muestras de referencia de animales infectados y unas 1000 de animales no infectados para obtener estimaciones iniciales sobre la sensibilidad y la especificidad, respectivamente. La obtención de un número tan grande de muestras de animales de referencia puede ser difícil o incluso imposible. A veces, iniciar el proceso con menos animales, y continuar luego la estimación de la sensibilidad y la especificidad a medida que es posible disponer de mas animales de referencia, es el único modo, en la práctica, de obtener las estimaciones iniciales (ver más adelante, Fase 5). b) Estándares de comparación para el nuevo ensayo En serología, el “estándar de comparación” es el resultado de un método o combinación de métodos con el que se compara el nuevo ensayo. Aunque se usa normalmente el término “estándar de oro” para describir cualquier standard de comparación, debería limitarse el término a métodos que clasifiquen los animales como infectados o no infectados de modo inequívoco. Algunos métodos de aislamiento tienen problemas propios de reproducibilidad y sensibilidad. Los métodos con estándar de oro incluyen el aislamiento del agente causal o criterios histopatológicos patognomónicos. Como establecer un estándar de oro es imposible, a menudo son necesarios estándares relativos de comparación; éstos se basan en resultados de otros ensayos serológicos y en animales vacunados o infectados experimentalmente. Los cálculos de sensibilidad y especificidad diagnóstica son más fiables cuando descansan en un estándar de oro para comparación. Cuando solo se dispone de estándares relativos de comparación, las estimaciones de estos parámetros en el nuevo ensayo pueden verse afectadas debido al error previo de estos valores en el estándar relativo, que se acumula en el nuevo ensayo. Si no se dispone de un estándar para la comparación, se pueden establecer la sensibilidad y la especificidad diagnóstica (3, 7). c) Precisión, repetición, reproducibilidad, y exactitud En un ensayo, la repetición y reproducibilidad son indicaciones de precisión. La precisión es una medida de la dispersión de los resultados en una muestra repetidamente ensayada; un ensayo preciso muestra solo una pequeña dispersión. La repetición en un ensayo diagnóstico consta de dos elementos: el nivel de concordancia entre las réplicas de cada muestra (normalmente dos o tres) dentro del desarrollo de un ensayo, y el nivel de concordancia para los valores normalizados de cada muestra control entre diferentes series de ensayos. La reproducibilidad es el grado de coincidencia de resultados para las mismas muestras ensayadas en laboratorios diferentes. La exactitud es el nivel de concordancia entre el valor del ensayo y el valor esperado para la sustancia en cuestión en una muestra estándar de actividad conocida (título o concentración). Un sistema de ensayo puede ser preciso, pero no exacto, si los resultados de la prueba no concuerdan con los valores esperados para un estándar. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 27 Capítulo I.1.3. — Principios de validación para las pruebas diagnósticas de enfermedades infecciosas Se pueden obtener estimaciones fiables de repetitividad y exactitud, tanto dentro de una misma ejecución del ensayo como entre distintas realizaciones del mismo, mediante el uso de los resultados normalizados obtenidos de las muchas pruebas del nuevo ensayo que se requirió hacer para evaluar los sueros de los animales de referencia (se obtienen resultados menos fiables a partir de datos preliminares sobre valores directos de absorbancia). Al menos 10 ejecuciones del ensayo, y con preferencia 20, permitirán una estimación inicial razonable de estos parámetros. Los métodos para evaluar estos parámetros se han descrito con detalle (8). La exactitud se puede determinar incluyendo uno o más estándares (muestras de título o concentración conocida, etc.) en cada ejecución del ensayo. Los estándares pueden ser sueros control siempre que la cantidad de la sustancia a analizar (es decir, su titulo o concentración) se haya determinado previamente en cada uno de ellos mediante comparación con estándares primarios o secundarios de referencia (13) y que los sueros control no se usen en el proceso de normalización de datos. La reproducibilidad de los ensayos se determina en laboratorios distintos utilizando un ensayo idéntico (en cuanto a protocolo, reactivos y controles) sobre un grupo de al menos 10 muestras, preferiblemente por duplicado hasta un total de 20 muestras. Es preciso que estas muestras representen el intervalo completo de las concentraciones esperadas de la sustancia analizada en las muestras de la población. El grado en que se desvían los resultados colectivos de cada muestra respecto a los valores esperados es una medida de la reproducibilidad del ensayo. El grado de concordancia entre los datos de los laboratorios constituye una base adicional sobre la que establecer si las características de realización del ensayo son las adecuadas para que un ensayo pueda considerarse validado. 2. Selección del nivel de corte (umbral de positividad y negatividad) Para llevar a cabo valoraciones de sensibilidad y especificidad diagnóstica, los resultados de las pruebas tienen primero que reducirse a la categoría de positivo o negativo. Esto implica considerar un punto de corte (umbral o límite de decisión) en la escala continua de resultados de la prueba. Aunque se han descrito muchos métodos a este respecto, los tres ejemplos que siguen a continuación ilustrarán los diferentes enfoques, junto a sus ventajas y limitaciones. El primer método establece un corte basado en la distribución de frecuencias de los resultados con animales de referencia infectados y no infectados (8). Este corte se puede establecer por inspección visual de la distribución de frecuencias, por análisis de las características de tipo receptor-operador (6, 14), o por una selección que favorezca la sensibilidad o la especificidad, dependiendo del uso que se pretenda con el ensayo determinado (11). Un segundo enfoque consiste en establecer el corte basados solo en animales de referencia no infectados; esto permite una estimación de la especificidad diagnóstica pero no de la sensibilidad diagnóstica. El tercer método proporciona un “corte intrínseco” basado en resultados de sueros tomados al azar dentro de la población estudiada sin conocerse de antemano el estado de infección de los animales (4). Aunque por este método no se obtienen estimaciones de la sensibilidad y especificidad, éstas se pueden determinar a partir de datos confirmativos acumulados. Si existe una superposición considerable en las distribuciones de los valores de las pruebas con animales infectados y no infectados, resulta difícil seleccionar un punto de corte que permita clasificar adecuadamente estos animales con relación a su estado infectivo. Entonces, en lugar de un único corte, se pueden seleccionar dos cortes que definan una sensibilidad diagnóstica elevada (por ejemplo, con inclusión del 99% de los valores de animales infectados) y una especificidad elevada (con 99% de los valores de los animales no infectados). Los valores que se encuentren entre estos percentiles deberían clasificarse como sospechosos o equívocos y podrían requerir otra prueba de ensayo confirmativo o para detectar la existencia de seroconversión. 3. Cálculo de la sensibilidad y la especificidad diagnóstica La selección de cortes o umbrales permite clasificar los resultados de una prueba como positivos o negativos. La determinación de la sensibilidad y la especificidad se facilita asociando los datos positivos y negativos con el estado conocido de la infección de cada animal mediante un cuadro de dos por dos (Cuadro 1). Una vez establecido el corte, los resultados de las pruebas de los sueros estándares se pueden clasificar como verdaderos positivos (VP) o verdaderos negativos (VN) si están de acuerdo con los estándares de oro (u otros estándares de comparación). Alternativamente, se pueden clasificar como falsos positivos (FP) o falsos negativos (FN) si no concuerdan con el estándar. La sensibilidad diagnóstica se calcula como VP/(VP+FN), mientras que la especificidad diagnóstica se expresa como VN/(VN+FP); los resultados de ambas determinaciones se suelen indicar como porcentajes (Cuadro 1). 28 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.3. — Principios de validación para las pruebas diagnósticas de enfermedades infecciosas Cuadro 1. Cálculo de la sensibilidad diagnóstica y de la especificidad diagnóstica con ayuda de cuadro de 2 x 2 que asocia el estado de infección con resultados de la prueba en 2000 animales de referencia. Animales de referencia con estado infectivo conocido Infectados (n = 600) Positiva No infectados (n = 1400) 570 46 Resultado TP FP de la prueba FN TN Negativa 30 1354 Sensibilidad diagnóstica TP TP + FN 4. = 570 = 95.0% 600 Especificidad diagnóstica TN TN + FP = 1354 = 96.7% 1400 Armonización de los ensayos Cuando para la determinación de un componente existe ya un método estándar internacional (12), es posible comparar dicho método con el que se está desarrollando. Este proceso requiere el uso de los mismos controles de suero y de estándares en ambos ensayos. Si se dispone de sueros internacionalmente estandarizados se deberían incluir al menos tres de ellos (uno negativo, otro con baja positividad, y otro con alta positividad) en el estudio comparativo de los ensayos. Esto podría conducir a un nuevo ensayo considerado como un método estándar internacional y a sueros de estándar internacional (12). La armonización de los dos ensayos sería entonces posible. 4ª FASE. COMPROBACIÓN DE LA VALIDEZ DE LA REALIZACIÓN DEL ENSAYO 1. Interpretación de los resultados — factores que influyen en la validez del ensayo Los resultados de una prueba sólo son útiles si las deducciones que permiten alcanzar son correctas. Un error muy común consiste en suponer que un ensayo con un 99% de sensibilidad y un 99% de especificidad originará aproximadamente un solo falso positivo y un falso negativo en los resultados de cada 100 ensayos con animales de una determinada población. Tal ensayo puede ser preciso y exacto pero puede, sin embargo, producir resultados que no permitan predecir adecuadamente el estado de infección. Por ejemplo, si la prevalencia de una enfermedad en una población analizada por el ensayo es solo de 1 entre 1.000 animales, y la tasa de falsos positivos en la prueba es de 1 por cada 100 animales (especificidad diagnóstica 99%), entonces en cada 1.000 pruebas sobre esa población habrá 10 falsos positivos y solo uno será verdadero positivo. Por tanto, tan solo aproximadamente el 9% de los resultados positivos de la prueba permitirá predecir de manera exacta el estado del animal en cuanto a infección; los resultados de la prueba clasificarán erróneamente al animal el 91% de las veces. Esta situación ejemplifica que la capacidad de los resultados de una prueba positiva o negativa para definir el estado de infección depende de la prevalencia de la infección en la población estudiada (9). Por supuesto, la prevalencia probablemente se habrá determinado a su vez mediante el uso de una prueba serológica con el error de clasificación de resultados que la misma conlleva. La determinación de la prevalencia en la población resulta necesaria para calcular los valores predictivos positivos (VPr+) o negativos (VPr-) del ensayo. Cuando los valores de la prueba se indican sin disponer de datos acerca de la especificidad o la sensibilidad, no es posible inferir predicciones sobre el estado infectivo a partir de los resultados (6). Por consiguiente, es muy conveniente disponer de una especie de interpretación adicional, acompañando los resultados con un pequeño cuadro que indique VPr+ y VPr- en un intervalo de prevalencias posibles en la población. Sin dicha información, los resultados de los ensayos de la prueba pueden carecer de lo requerido para clasificar con exactitud el estado de infección de los animales y, por tanto, no reflejarán un ensayo completamente validado. FASE 5ª. MANTENIMIENTO Y MEJORA DE LOS CRITERIOS DE VALIDACIÓN Un ensayo validado necesita un constante seguimiento y un mantenimiento para conservar tal designación. Una vez que el ensayo se ha puesto ya en uso rutinario, hay que realizar un control interno de calidad comprobando repetidamente el ensayo en cuanto a repetitividad y exactitud (1). Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 29 Capítulo I.1.3. — Principios de validación para las pruebas diagnósticas de enfermedades infecciosas La reproducibilidad entre laboratorios debería comprobarse al menos dos veces por año. Es deseable formar parte de un consorcio de laboratorios interesados en evaluar los resultados. En un futuro próximo, una buena práctica de laboratorio que incluya la aplicación de un programa para asegurar la calidad total será un requisito esencial para aquellos que intenten un reconocimiento nacional o internacional (véase Capítulo I.1.2). El examen de aptitud es una forma de control externo de calidad para una determinada prueba. Normalmente, esto se lleva a cabo por un laboratorio de referencia que distribuye lotes de muestras, recibe resultados de los laboratorios, analiza los datos, y devuelve los informes a los laboratorios implicados. Si los resultados de un determinado laboratorio están dentro de límites aceptables y muestran evidencias de exactitud y reproducibilidad, el laboratorio puede disponer de un certificado emitido por agencias gubernamentales o laboratorios de referencia que lo acreditan como laboratorio oficial para dicha prueba (10). Las muestras de suero para el examen de aptitud deberían contener una representación completa de la concentración de la sustancia a analizar en los animales de una población bajo estudio. Si las muestras representaran solo sueros altamente positivos o débilmente positivos (con ninguna muestra próxima al nivel de corte del ensayo), el ejercicio solo pondría en evidencia la reproducibilidad en los extremos de concentración de la sustancia analizada, pero no aclararía si los resultados de pruebas rutinarias en la población clasifican de modo conveniente el estado de infección de los animales. Debido al extraordinario número de variables que inciden en la realización de las pruebas serodiagnósticas, es conveniente ampliar el número de sueros estándar correspondientes a animales con reconocida infección debido a que el error en las estimaciones de sensibilidad y especificidad se reduce cuando aumenta el tamaño de las muestras. Además, cuando se pretende transferir el ensayo a una región geográfica completamente distinta, es esencial efectuar una nueva validación del ensayo para el nuevo uso, ajustándolo a sueros de poblaciones de animales que residan en las condiciones locales. Lo mismo cabe decir a la hora de establecer la sensibilidad y especificidad diagnósticas para subpoblaciones (ej., grupos de edad, vacunado/no vacunado, etc.). Cuando una muestra de suero control está a punto de agotarse, resulta necesario preparar y probar repetidamente otro suero de repuesto antes de que se acabe. La nueva muestra de control se incluye en 10-20 realizaciones del ensayo antes del agotamiento del control original para establecer su relación proporcional con el que se está acabando. Si la muestra en vías de desaparición era un control positivo en técnicas ELISA, donde el valor normalizado se expresa como porcentaje del control positivo, la diferencia proporcional de actividad en el ensayo ELISA entre el suero original y el de recambio debe ser convertido en un factor de normalización para mantener el mismo nivel de corte, y por tanto la misma sensibilidad y especificidad diagnóstica en el ensayo. Cuando hay que reemplazar otros reactivos, como el antígeno para captura de los anticuerpos, esto debería llevarse a cabo siguiendo los mismos criterios que con los reactivos originales y deberían probarse en al menos cinco desarrollos del ensayo utilizando una serie de muestras de suero diseñadas para tal propósito. Siempre que sea posible, es importante cambiar cada vez solamente un reactivo para evitar el problema de tener que evaluar simultáneamente mas de una variable. REFERENCIAS 1. CEMBROWSKI G.S. & SULLIVAN A.M. (1992). Quality control and statistics. In: An Introduction to Clinical Chemistry, Bishop M.L., Duben-Engelkirk J.L. & Fody E.P., eds. Lippincott, Philadelphia, USA, 63–101. 2. CROWTHER J.R. (1995). ELISA theory and practice. In: Methods in Molecular Biology. Humana Press, Totowa, NJ, USA, 1–256. 3. ENOE C., GEORGIADIS M.P. & JOHNSON W.O. (2000). Estimating the sensitivity and specificity of diagnostic tests and disease prevalence when the true disease state is unknown. Prev. Vet. Med., 45, 61–81. 4. GREINER M., FRANKE C.R., BOHNING D. & SCHLATTMANN P. (1994). Construction of an intrinsic cut-off value for the sero-epidemiological study of Trypanosoma evansi infections in a canine population in Brazil: a new approach towards unbiased estimation of prevalence. Acta Trop., 56, 97–109. 5. GREINER M. & GARDNER I. (2000). Epidemiologic issues in the validation of veterinary diagnostic tests. Vet. Prev. Med., 45, 3–22. 6. GREINER M., PFEIFFER D. & SMITH R.D. (2000). Principles and practical application of the receiver operating characteristic (ROC) analysis for diagnostic tests. Vet. Prev. Med., 45, 23–41. 7. 8. 30 HUI S.L. & W ALTER S.D. (1980). Estimating the error rates of diagnostic tests. Biometrics, 36, 167–171. JACOBSON R.H. (1998). Validation of serological assays for diagnosis of infectious diseases. Rev. sci. tech. Off. int. Epiz., 17, 469–486. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.3. — Principios de validación para las pruebas diagnósticas de enfermedades infecciosas 9. JACOBSON R.H. (1991). How well do serodiagnostic tests predict the infection of disease status of cats. J. Am. Vet. Med. Assoc., 199, 1343–1347. 10. OFFICE INTERNATIONAL DES EPIZOOTIES (2002). OIE Guide 3: Laboratory Proficiency Testing. In: OIE Quality Standard and Guidelines for Veterinary Laboratories: Infectious Diseases. OIE, Paris, France, 53–63. 11. SMITH R.D. (1991). Clinical Veterinary Epidemiology. Butterworth-Heinemann, Stoneham, MA, USA, 1–223. 12. W RIGHT P.F. (1998). International standards for test methods and reference sera for diagnostic tests for antibody detection. Rev. sci. tech. Off. int. Epiz., 17, 527–533. 13. W RIGHT P.F., NILSSON E., VAN ROOIJ E.M.A., LELENTA M. & JEGGO M.H. (1993). Standardization and validation of enzyme-linked immunosorbent assay techniques for the detection of antibody in infectious disease diagnosis. Rev. sci. tech. Off. int. Epiz., 12, 435–450. 14. ZWEIG M.H. & CAMPBELL G. (1993). Receiver-operating characteristic (ROC) plots: a fundamental evaluation tool in clinical medicine. Clin. Chem., 39, 561–577. * * * Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 31 CAPÍTULO I.1.4. VALIDACIÓN Y CONTROL DE CALIDAD DE LOS MÉTODOS DE LA REACCIÓN EN CADENA DE LA POLIMERASA UTILIZADOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS INTRODUCCIÓN El diagnóstico de enfermedades infecciosas se realiza mediante la detección directa e indirecta de los agentes infecciosos. Mediante los métodos directos se detectan las partículas de los agentes infecciosos y/o sus componentes, tales como los ácidos nucleicos, proteínas estructurales y no estructurales, enzimas, etc. Los métodos indirectos ponen de manifiesto los anticuerpos inducidos por las infecciones. Los métodos más comunes de detección directa son: el aislamiento o el cultivo in vitro, la microscopía electrónica, la inmunofluorescencia, la inmunohistoquímica, el enzimoinmunoensayo (ELISA), la hibridación de ácidos nucleicos (NAH) y la amplificación de ácidos nucleicos, tal como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). También se denominan métodos de diagnóstico molecular, puesto que los ensayos de NAH y PCR tienen como objetivo las moléculas de ácidos nucleicos. Los métodos indirectos más comunes de detección del agente infeccioso son las pruebas serológicas tales como: la neutralización vírica, la detección de anticuerpos mediante ELISA y las pruebas de inhibición de la hemoaglutinación. En general, los laboratorios de diagnóstico aplican simultáneamente los dos métodos para garantizar un diagnóstico seguro. Hasta la fecha, los principios de validación de la OIE se han desarrollado para los métodos de detección indirecta, esto es, para la prueba ELISA de anticuerpos. El objetivo de este capítulo es ampliar las normas a un método directo de detección de un agente infeccioso, es decir, adaptar los principios de validación a los ensayos de PCR. Las experiencias de la última década indican que las técnicas de PCR finalmente sustituirán a muchos de los métodos directos clásicos de detección de agentes infecciosos. Está claro que la PCR está reemplazando el aislamiento de virus o cultivo de bacterias para la detección de agentes que son difíciles o imposibles de cultivar. Hay varias razones para esta tendencia, teniendo en cuenta que el aislamiento de los virus requiere: i) la presencia de los virus que se replican; ii) los cultivos celulares caros y el mantenimiento de las instalaciones; iii) hasta varias semanas para completar el diagnóstico; y iv) una pericia especial, que se está perdiendo o disminuyendo hoy en muchos laboratorios. Aunque los ensayos de PCR inicialmente eran caros y engorrosos, hoy en día, son herramientas relativamente baratas, seguras y fáciles de utilizar en los laboratorios de diagnóstico (2, 7). Generalmente, la sensibilidad y especificidad de la PCR es mayor que los procedimientos ELISA de aislamiento y captura. 32 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.4. — Validación y control de calidad de los métodos de la reacción en cadena de la polimerasa utilizados en el diagnóstico de enfermedades infecciosas A. MÉTODOS DE PCR UTILIZADOS EN DIAGNÓSTICOS MOLECULARES RUTINARIOS 1. Principios de la técnica de PCR La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) implica que en el ensayo hay una reacción de amplificación basada en enzimas. El término “reacción en cadena” se refiere a varios ciclos de copiado de un tramo específico de ADN o de ácidos nucleicos diana (nucleótidos), en este caso a partir del genoma del agente infeccioso. La región que hay que amplificar está definida por dos (o más) secuencias de nucleótidos cortos denominados sitios de los cebadores, que flanquean a la secuencia diana. Los cebadores, oligonucleótidos cortos que son complementarios a los sitios de los cebadores, se unen a las hebras de ADN para ser copiadas. Utilizando una polimerasa que no se desnaturalice durante el ciclo de calentamiento, es posible copiar la secuencia diana uniendo los nucleótidos libres a los cebadores. Repitiendo el régimen de ciclos de calentamiento de 20 a 40 veces, la cantidad de ADN diana copiado que se obtiene es suficiente para operaciones posteriores, tales como detección, clonación y secuenciación. La sensibilidad de diagnóstico de la PCR es muy alta, porque se producen varios millones de copias de la diana seleccionada. La especificidad de la reacción puede ser también muy alta, ya que está determinada por las secuencias específicas de nucleótidos de la diana seleccionada, así como por el diseño del cebador. Los cebadores pueden diseñarse para detectar secuencias específicas de nucleótidos en los genomas de los agentes infecciosos diana seleccionados o pueden diseñarse para ser complementarios de las secuencias muy comunes que se dan en la naturaleza. Estos cebadores no específicos, llamados cebadores universales, son capaces de aglutinar una gama más amplia de ADN y pueden utilizarse para detectar miembros dentro de una familia o género del agente infeccioso. a) Amplificación del ADN Si el genoma del agente infeccioso es de ADN, la amplificación se realiza directamente, con o sin purificación previa del ADN diana. En muchos casos el empleo de ADN extraído y purificado del material que se va a utilizar en la prueba, dará como resultado un aumento en la sensibilidad analítica y diagnóstica. b) Amplificación del ARN (PCR de trascripción inversa) Los genomas de muchos agentes infecciosos contienen ácido ribonucleico (RNA) que no se puede amplificar directamente mediante la PCR. Para la amplificación por PCR se necesita un ADN diana monocatenario, y éste no está disponible en los virus de ARN. El problema puede resolverse por la adición de una etapa antes de comenzar la PCR. Utilizando la trascriptasa inversa, el ARN se puede transcribir a ADN complementario (ADNc), que es ADN de doble cadena y, por tanto, se puede usar en el ensayo de PCR (el procedimiento se denomina PCR de trascripción inversa: RT-PCR). Tradicionalmente, la reacción de trascripción inversa se realiza en un tubo aparte y el ADNc producido se transfiere después a un tubo nuevo para la reacción de la PCR. Sin embargo, ya se dispone de polimerasas de ADN termoestables con actividad trascriptasa inversa y tampones específicos en los cuales las polimerasas RT y ADN están activas. Ambas permiten una reacción RT-PCR que tiene lugar en el mismo tubo en secuencia directa sin manipulación adicional y con menos probabilidad de seguir contaminando. En la mayoría de los casos será necesario extraer y purificar el ARN antes de la trascripción inversa. Sin embargo, en algunos casos, es suficiente con hervir la muestra antes de la RT-PCR (p. ej. muestras de materias fecales en PBS). c) Detección del amplímero por PCR El producto PCR o amplímero puede detectarse utilizando varios procedimientos. El más común incluye la detección no específica del producto de la PCR, basada en una medida amplímera utilizando electroforesis en gel de agarosa y tiñendo el ADN con un tinte no específico, como el bromuro de etilo, o el reconocimiento específico de la secuencia diana amplificada utilizando una transferencia de ADN por Southern blot seguido de hibridación con sondas de oligonucleótidos complementarias de la secuencia diana. Las sondas de hibridación pueden ser, enzima, marcado como quimiluminiscente o radionucleótido para permitir la detección de la secuencia diana específica. Más abajo se dan algunos ejemplos de métodos de PCR utilizados actualmente. 2. PCR convencional En la “PCR convencional” (o simplemente PCR) se utiliza un par de cebadores oligonucleótidos para amplificar una parte pequeña del genoma del agente infeccioso. La sensibilidad analítica es relativamente alta con un número mínimo de 100 a 1000 copias de ADN diana detectable. La especificidad analítica también es bastante alta. La sensibilidad y especificidad analíticas se pueden mejorar mediante la aplicación de la PCR anidada (véase más adelante el punto 3). La especificidad se puede mejorar posteriormente utilizando el método Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 33 Capítulo I.1.4. — Validación y control de calidad de los métodos de la reacción en cadena de la polimerasa utilizados en el diagnóstico de enfermedades infecciosas Southern blot de transferencia a papel y comprobando los productos de la PCR con una sonda marcada, pero esto lleva mucho tiempo y no es una práctica común hoy día en los laboratorios de diagnóstico. 3. PCR anidada En los ensayos de la PCR anidada se utilizan dos ciclos de amplificación con cuatro cebadores, denominados cebadores externos e internos. En general, los ensayos de la PCR anidada proporcionan una sensibilidad y especificidad analíticas superiores si se comparan con las pruebas de PCR convencionales. La sensibilidad analítica es típicamente <10 copias de genoma del agente infeccioso, y la especificidad analítica también aumenta porque, en la PCR anidada, cuatro oligonucleótidos tienen que unirse específicamente a las dianas seleccionadas para producir una reacción positiva (2). 4. PCR en tiempo real La PCR en tiempo real es una amplificación en la que los productos de la PCR son detectados directamente durante los ciclos de amplificación utilizando sondas marcadas con fluorescencia. Diversos métodos en tiempo real, tales como los ensayos que se realizan con las sondas fluorescentes TaqMan o Molecular Beacon, se han convertido en herramientas muy populares para la detección de agentes infecciosos. La PCR en tiempo real se ha utilizado para la detección de bacterias, virus o parásitos de una amplia variedad de especies animales (2, 6, 8). Estos nuevos ensayos tienen varias ventajas comparados con los métodos “clásicos” de la PCR convencional o anidada. Sólo se utiliza un par de cebadores, presentando, a menudo, una sensibilidad próxima o igual a la PCR anidada tradicional, pero con un riesgo mucho más bajo de contaminación. La fluorescencia, que indica la presencia del producto amplificado, se mide a través de la tapa o del lado del tubo de reacción, de forma que no es necesario el manejo posterior de los productos de la PCR. Estos procedimientos llevan considerablemente menos tiempo si se compara con la detección tradicional de los productos de la PCR en geles de agarosa, seguidos de la tinción con bromuro de etidio, con lo que, de nuevo, se reduce el riesgo de contaminación. El empleo de la modalidad de placa de microtitulación de 96 pocillos, sin la necesidad de la PCR anidada, permite que el procedimiento sea automático y apropiado para pruebas a gran escala (5). El diagnóstico se puede automatizar posteriormente utilizando robots para las extracciones de ADN/ARN y el pipeteo. En comparación con los métodos clásicos, una ventaja adicional de la técnica de la PCR en tiempo real es que es posible realizar ensayos cuantitativos (6). 5. PCR múltiple Se denominan pruebas de PCR múltiple a las reacciones de PCR que utilizan cebadores múltiples dirigidos a diferentes dianas en un único ensayo. En la PCR múltiple se pueden detectar y diferenciar de forma simultánea varios agentes infecciosos en un único tubo de reacción individual. Los diferentes PCR diana amplificados en una prueba estándar de PCR se identifican basándose en el tamaño del producto de la PCR. El empleo de los métodos de la PCR anidada “clásica” para la construcción de un ensayo múltiple resulta complicado debido a la necesidad de dianas de diferentes tamaños, así como de cebadores que puedan “competir” entre sí en la misma mezcla reactiva, todo lo cual puede repercutir negativamente en la eficacia de la PCR. Por el contrario, el concepto de la PCR en tiempo real (pares de cebadores únicos) proporciona excelentes posibilidades para la construcción de sistemas múltiples muy sensibles (2, 4) basados en un tamaño más uniforme de la diana, en unas condiciones de amplificación uniformes y en la detección por separado de las dianas utilizando sondas de hibridación específicas marcadas con fluoróforos diferentes. B. VALIDACIÓN DE LOS ENSAYOS DE DIAGNÓSTICO MOLECULAR Cuando se realizan análisis diagnósticos de material clínico es importante producir datos de buena calidad. Para esto, hay que cumplir algunos criterios clave. Es necesario establecer los sistemas de garantía de calidad (GC) y de control de calidad (CC), esto es, un juego de protocolos de calidad, incluyendo el empleo de muestras control, que aseguren que el sistema está funcionando adecuadamente y confirme la calidad de los datos. En muchos laboratorios de todo el mundo ya se han establecido los sistemas GC y CC y hay personal entrenado y competente. La validación de ensayos es otro factor fundamental para garantizar que los resultados de las pruebas reflejan el estado real de las muestras (3). Para predecir la eficacia de un ensayo diagnóstico, es necesario utilizar una metodología de validación con el fin de documentar los resultados analíticos que se esperan del ensayo en cuestión. La validación es la evaluación de un ensayo diagnóstico con el fin de determinar su idoneidad para una utilización concreta. Los principios generales de validación de ensayos se pueden encontrar en el Capítulo I.1.3. Principios de validación para las pruebas de diagnóstico de enfermedades infecciosas. El presente capítulo extiende estos principios de validación a los ensayos de diagnóstico molecular. Consúltese el Capítulo I.1.3. para la explicación de los términos y las definiciones. 34 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.4. — Validación y control de calidad de los métodos de la reacción en cadena de la polimerasa utilizados en el diagnóstico de enfermedades infecciosas C. MEDIDAS DE LA VALIDEZ Las características operativas (o parámetros del ensayo) proporcionan información sobre la eficacia de un método bajo condiciones específicas. En el Capítulo I.1.3. se presentan algunas características operativas, y en este capítulo se ofrecen algunas otras que son importantes para los métodos de la PCR. D. ETAPAS DE LA VALIDACIÓN DE ENSAYOS En el Capítulo I.1.3. se describen con detalle las cinco etapas de la validación de ensayos. En el presente capítulo, se exponen brevemente estas etapas, con especial énfasis en los ensayos de diagnóstico molecular. 1ª ETAPA. ESTUDIOS DE VIABILIDAD El estudio de viabilidad constituye la etapa preliminar en la validación de un nuevo ensayo. El objetivo es determinar si en un ensayo se puede detectar o no un rango de concentraciones testigo sin actividad de fondo. Se eligen, al menos, diez muestras (por ejemplo, agentes infecciosos producidos en el laboratorio en cultivo celular o bacteriano), que comprendan desde niveles bajos hasta niveles altos del agente infeccioso. También hay que incluir, al menos, diez muestras que no contengan el testigo. Normalmente, es difícil separar esta etapa de la segunda, ya que es necesaria una optimización preliminar antes de que se puedan realizar estudios posteriores. Los ensayos que parecen prometedores se someten a un desarrollo posterior en la 2ª etapa. Obsérvese que, a veces, se puede mejorar considerablemente un ensayo mediante esquemas de optimización adecuados, y de esta forma la exclusión de ensayos no óptimos se hará con cautela. La selección de la diana y el diseño del cebador son críticas, y debería tenerse en cuenta la naturaleza del agente infeccioso, su estructura genómica y la diversidad de secuencias genéticas que existen entre diferentes cepas o aislados, y la utilización que se pretende dar a la prueba (por ejemplo prueba de control, tipificación de cepas, etc.). El resultado obtenido por la PCR puede verse influido por el funcionamiento del equipo del laboratorio y en particular por el termociclador, que, por tanto, se debería supervisar de forma continua como parte del programa QA. Es crucial la calibración de la temperatura correcta y, para los instrumentos de la PCR en tiempo real, deben calibrarse de forma regular los sistemas ópticos, de acuerdo con los protocolos QA de laboratorio. Los ensayos desarrollados y validados mediante la utilización de equipo clave, como la extracción robótica o un termociclador fabricado por un fabricante específico, deben ser revalidados o tener datos de equivalencia generados antes de su utilización en plataformas de equipamiento alternativas. 2ª ETAPA. DESARROLLO Y ESTANDARIZACIÓN DEL ENSAYO 1. Selección de las concentraciones óptimas de los reactivos, los parámetros de los protocolos y el equipo La toma, preparación y transporte de muestras (véase Capítulo I.1.1.) y los métodos de extracción de ácidos nucleicos (véase Capítulo I.1.8.) son todos parámetros esenciales en la realización de un ensayo y deberían optimizarse para el diagnóstico de enfermedades. Incluso los métodos adecuados varían dependiendo del tipo de muestra y organismo. En general, el suero sanguíneo, el tejido del cuerpo y las muestras de frotis son muestras adecuadas para la extracción fácil de ácidos nucleicos objeto de estudio, mientras que las muestras de heces y semen son más difíciles de manejar. La extracción del ARN difiere de la del ADN, y el ARN es más proclive a la degradación. Tanto los métodos comerciales (robóticos, columnas de giro, extracciones por procedimientos magnéticos, etc.) como los métodos químicos estándar se utilizan para la extracción del ADN o del ARN. Es fundamental establecer el método más reproducible y eficaz de extracción antes de llevar a cabo una validación posterior del ensayo. Si se cambia el método de extracción, deben generarse unos datos de equivalencia o se debe repetir el procedimiento completo de validación. Todo el equipo utilizado en el proceso debe mantenerse correctamente. Los aparatos que requieren calibración (bloques de calentamiento, refrigeradores, congeladores, termocicladores, pipetas, etc.) deben calibrarse según los protocolos de calidad del laboratorio. Cuando se realicen los ensayos “clásicos” de PCR o en tiempo real, es necesario optimizar todos los parámetros, los protocolos y los reactivos. Un ensayo estandarizado es un método que produce constantemente el mismo resultado para una muestra dada cuando se repite varias veces y cuando se lleva a cabo por diferentes analistas en diferentes laboratorios. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 35 Capítulo I.1.4. — Validación y control de calidad de los métodos de la reacción en cadena de la polimerasa utilizados en el diagnóstico de enfermedades infecciosas 2. Repetitividad — estimaciones preliminares En esta etapa debe conseguirse una concordancia entre las réplicas en la realización del ensayo y entre las distintas realizaciones del mismo. Esto proporciona información importante sobre el ensayo antes de que se lleve a cabo una validación posterior. Si se encuentra una excesiva variabilidad, habrá que corregirla antes de continuar con el proceso de validación. 3. Determinación de los parámetros esenciales de control Durante la optimización del ensayo de la PCR, también se puede estimar la capacidad del método de no verse afectado por pequeños cambios en los parámetros principales. Es preciso documentar las variaciones intencionadas durante la realización del ensayo a fin de caracterizar los parámetros esenciales del mismo. Los ejemplos de tales parámetros son: tiempos de incubación y temperaturas, concentración de tampones, cebadores, MgCl2, etc., pH, cantidades de otros componentes añadidos (por ejemplo dNTP, suero bovino, albúmina, etc.). La caracterización de dichos parámetros de control es crucial para la identificación de los puntos esenciales que deben controlarse correctamente en el ensayo. 4. Sensibilidad y especificidad analíticas La sensibilidad analítica (o límite de detección) se define como la cantidad más pequeña de agente detectado por el ensayo, y puede representarse como el número de copias del genoma, de dosis infecciosas, de unidades que integran la colonia, de unidades que forman la placa, etc. del agente que puede detectarse y distinguirse a partir de un resultado cero. Para determinar la sensibilidad analítica se utiliza una dilución de punto final hasta que el ensayo ya no pueda detectar el blanco en estudio en más del 5% de las réplicas (2 desviaciones estándar). Los fragmentos clonados de los productos de la PCR en estudio se pueden usar como muestras estándar, bien como ADN o para dianas de ARN, siendo éste trascrito in vitro a ADN. La especificidad analítica se define como la capacidad de un ensayo para distinguir el agente objeto de estudio de otros agentes infecciosos. La capacidad se determina analizando los patógenos genéticamente relacionados entre sí y el material clínico obtenido de los animales portadores de enfermedades que pueden imitar a (o confundirse con) aquellas para las que se ha diseñado la prueba. 5. Rango Las técnicas analíticas deben optimizarse en la fase lineal de la curva de respuesta. El rango de un ensayo se define como el intervalo existente entre la concentración máxima y mínima de un agente infeccioso en una muestra en la que el agente puede detectarse de forma fiable. 3ª ETAPA. DETERMINACIÓN DE LAS CARACTERÍSTICAS OPERATIVAS DEL ENSAYO 1. Sensibilidad y especificidad diagnósticas La sensibilidad diagnóstica (proporción de animales de referencia que se sabe que están infectados, que dan respuesta positiva en el ensayo) y la especificidad (proporción de animales de referencia que se sabe que no están infectados, que dan respuesta negativa en el ensayo) son los parámetros más importantes obtenidos durante la validación de un ensayo. Constituyen la base para el cálculo de otros parámetros y son, por lo tanto, cruciales para el conjunto del proceso de validación. Se puede calcular el número de muestras de referencia que se requiere para determinar las estimaciones y el error admisible de la sensibilidad y de la especificidad diagnósticas. Para hacer esto, debe utilizarse una predicción razonable de la sensibilidad y de la especificidad diagnósticas. Normalmente, la confianza de la estimación se establece en el 95%. Sin embargo, ninguna fórmula puede tener en cuenta los numerosos factores del hospedador/organismo que pueden afectar al resultado de la prueba. En el Capítulo I.1.3. se explica, a grandes rasgos, el número de muestras requeridas para determinar las estimaciones de la sensibilidad y de la especificidad diagnósticas. En la práctica esto es difícil de conseguir con los métodos moleculares especialmente en lo referente a muestras positivas en el caso de una enfermedad que no es endémica o no está extendida. Generalmente, el ensayo se pone en práctica en la fase final, quizás en paralelo con la Norma de oro de que se ensaye un número suficiente de animales. A medida que se avanza en la utilización de la prueba, los datos adicionales recogidos ayudarán a reducir el error de las estimaciones. El estado de los animales que se sabe que están infectados y el de los que no lo están, debería establecerse mediante comparaciones con otros ensayos. No es adecuado el empleo de muestras adicionadas en la PCR, ya que éstas podrían no ser representativas de muestras infectadas de forma natural, y de esta forma podría ponerse potencialmente en riesgo todo el proceso de validación. 36 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.4. — Validación y control de calidad de los métodos de la reacción en cadena de la polimerasa utilizados en el diagnóstico de enfermedades infecciosas 2. Repetitividad y reproducibilidad La repetitividad y reproducibilidad son dos parámetros importantes de la precisión de un ensayo. La repetitividad se mide como el grado de concordancia entre réplicas ensayadas en diferentes realizaciones. La reproducibilidad se determina utilizando un ensayo idéntico (protocolo, reactivos y controles) en diferentes laboratorios. Hoy en día, tal como se indica en el Capítulo I.1.3, es poco frecuente realizar en su totalidad la 3ª etapa recomendada por la OIE en los laboratorios de diagnóstico veterinarios llevando a cabo ensayos de la PCR. Tradicionalmente, muchos laboratorios han utilizado pruebas de elaboración propia, probablemente por razones prácticas. Los métodos estandarizados y validados deben seguirse allí donde se hayan publicado. Tienen que llevarse a cabo los procesos de validación entre laboratorios, incluso si son costosos y requieren una labor intensa. Este trabajo propiciará la realización de los ensayos estandarizados, permitiendo la actividad diagnóstica armonizada en diferentes países. 4ª ETAPA. SEGUIMIENTO DE LA VALIDEZ DE LA OPERATIVIDAD DEL ENSAYO La estimación de la prevalencia de un virus en la población es necesaria para calcular el valor predictivo de los resultados positivos (VP+) o negativos (VP–) de la prueba. Esto se aplica por igual a los métodos de ensayos moleculares y a otros métodos tales como el enzimoinmunoensayo (ELISA). Se insta a los Laboratorios de Referencia a determinar los valores de la sensibilidad y especificidad diagnósticas de la forma más precisa posible, ya que éstas son muy importantes para valorar la eficacia real de un ensayo cuando se usa en el campo. También es importante estimar los valores predictivos (VP+ o VP–) en las circunstancias locales. Durante la validación inicial y el empleo de un ensayo nuevo, se recomienda la investigación de los resultados negativos y positivos falsos. Por ejemplo, las reacciones positivas falsas basadas en ensayos moleculares pueden ser evaluadas por análisis de secuencia del ADN amplificado, para ayudar en la corrección de errores debidos a la fijación de dianas o cebadores no específicos, a la falta de rigor del ensayo, etc. 5ª ETAPA. MANTENIMIENTO Y MEJORA DE LOS CRITERIOS DE VALIDACIÓN Cuando el ensayo se utiliza como una prueba rutinaria, es importante mantener el CC interno. El ensayo tiene que ser supervisado continuamente con relación a la repetitividad y exactitud. La OIE recomienda que la reproducibilidad entre laboratorios (pruebas del anillo) se compruebe, al menos, dos veces al año (9). Si el ensayo se va a aplicar en otra región geográfica y/o población, podría ser necesario hacer una revalidación o documentar la equivalencia bajo las nuevas condiciones. La revalidación también puede ser necesaria si la prueba se aplica a una matriz de muestra distinta, por ejemplo, validación en sangre y utilización en otros tejidos o validación para tejidos de cabezas de ganado y utilización en otras especies. Esto es especialmente cierto para los ensayos de la PCR ya que es muy común que las mutaciones puntuales ocurran en muchos agentes infecciosos (esto es, virus de ARN). Las mutaciones, que se pueden dar dentro de los emplazamientos del cebador o la sonda pueden afectar a la eficacia de un ensayo y, de ser así, los criterios de actuación establecidos ya no son válidos. También es recomendable confirmar de forma regular la secuencia diana de las regiones genómicas seleccionadas para los aislados nacionales o regionales de los agentes infecciosos. Esto es especialmente cierto para los emplazamientos de los cebadores si se quiere garantizar que los mismos permanezcan estables con el fin de que no se cuestione la validez de la prueba. Puede ser necesaria la repetición de la validación y la solidez cuando la prueba se transfiere de un laboratorio de desarrollo al campo, dado que las condiciones pueden ser menos óptimas y el personal estar menos preparado. 1. Precauciones y controles Teniendo en cuenta la incertidumbre en torno a la seguridad y fiabilidad de la PCR en el diagnóstico rutinario, se deberían tomar precauciones especiales en cualquier laboratorio que utilice la técnica de PCR para la detección de agentes infecciosos, con el fin de evitar resultados positivos o negativos falsos. Estos, junto con controles internos (miméticos) garantizan la evaluación segura de los resultados. a) Precauciones para evitar resultados positivos falsos Los resultados positivos falsos (muestras negativas que presentan una reacción positiva), pueden surgir de bien de temas relacionados con el laboratorio, tales como contaminación cruzada, o factores relacionados con la prueba, por ejemplo una realización del ensayo o de la optimización ineficaces. Los restos de productos de las muestras positivas o, más comúnmente, de la contaminación cruzada por los productos de Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 37 Capítulo I.1.4. — Validación y control de calidad de los métodos de la reacción en cadena de la polimerasa utilizados en el diagnóstico de enfermedades infecciosas la PCR provenientes de experimentos anteriores constituyen una posible fuente de error, y se han aplicado varias técnicas y herramientas para evitar los resultados falso positivos de la PCR. Las muestras y los reactivos se deben manejar en campanas de aire de flujo laminar, que regularmente se descontaminan regularmente utilizando luz UV y lejía. La construcción y utilización de soportes de tubos y abridores especiales ayuda a evitar resultados positivos falsos de la PCR. Además, se deberían aplicar prácticas de laboratorio seguras, esto es, realizar las etapas básicas (extracción del ADN, preparación y mezcla del cebador, preparación de la muestra, electroforesis por gel agarosa de la ampliación de productos, etc.). en áreas o habitaciones del laboratorio separadas (1,2). Se deben utilizar diferentes juegos de pipetas en cada una de las etapas. Se recomienda el empleo de un desplazamiento positivo y de filtros. También se recomienda que diferentes personas lleven a cabo las distintas etapas, que están restringidas a las respectivas áreas del laboratorio. Se deben tomar precauciones para evitar la introducción de material amplificado de laboratorios potencialmente contaminados dentro de las áreas “limpias” del laboratorio mediante las restricciones en los movimientos de las muestras, documentos, equipo, personas o cualquier otra forma de contaminación potencial. El movimiento en la dirección contraria debería ocurrir sólo después de la descontaminación, la ducha y el cambio de ropa. Además, es preferible diluir las muestras con una cantidad desconocida pero que se supone grande, de agente o ácido nucleico diana antes de la introducción del material en las áreas “limpias” del laboratorio. También es muy importante incluir controles negativos, por ejemplo, muestras que sean tan parecidas a las muestras de prueba como sea posible, pero sin la diana. A los laboratorios que han tenido problemas con la contaminación cruzada, se les recomienda al menos un control negativo por cada cinco muestras de diagnóstico. Ambas muestras control positivas y negativas se deberían intercalar de forma rutinaria con muestras de diagnóstico a fin de evaluar la realización de la prueba de PCR. b) Controles de los procesos (miméticos) para evitar resultados negativos falsos Los resultados negativos falsos (muestras que contienen el agente objetivo pero probadas como negativas) se deben en su mayor parte a los efectos inhibidores y/o a los errores de pipeteo. Por tanto, los controles internos se utilizan como indicadores de la eficacia de la prueba de PCR. Los controles internos de la PCR pueden incluir ADN extraño añadido a la muestra o ADN que se da en la muestra de forma natural. El ADN extraño añadido a la muestra puede incluir miméticos de ADN o de ARN. Los miméticos de ADN, oligonucleótidos manufacturados, tienen las mismas secuencias de unión a los cebadores que las de la PCR diana, pero flanquean un fragmento de ADN heterólogo de un tamaño diferente. Las secuencias de nucleótidos idénticas de unión al cebador permiten la amplificación simultánea del molde y del mimético en el mismo tubo con una competición mínima. Las diferencias de tamaño proporcionan una discriminación fácil por medio del análisis de Southern blot. El ARN blindado, un concepto idéntico a los miméticos de ADN, utiliza un fragmento de ARN control envuelto en proteínas protectoras de bacteriófago para proteger o estabilizar el ARN para los ensayos de control o la estandarización de las pruebas RT-PCR. En los ensayos de la PCR en tiempo real, también es posible emplear controles internos, un gen vigilante que se da forma natural, un fragmento seleccionado del genoma del animal hospedador como el actina beta, GAPDH o el ARN ribosómico. Mediante la inclusión de dicho control intrínseco, con un fluoróforo indicador específicamente coloreado, es posible comprobar la calidad de la muestra y confirmar la eficacia de la PCR cuando se detectan simultáneamente el agente en estudio y los ADN intrínsecos (8). Los controles internos aumentan la fiabilidad del diagnóstico de PCR (1,2) Se debe tener precaución al diseñar y validar los controles internos. Es necesario realizar muchas pruebas para garantizar que la amplificación por PCR del control interno añadido no compite con la PCR de diagnóstico y por tanto disminuye la sensibilidad analítica. Los controles internos se emplean en concentraciones ligeramente por debajo del límite de detección de la PCR de diagnóstico para garantizar la realización de la prueba. También debería tenerse en cuenta que los controles internos tienen una desventaja similar a las pruebas descartadas y no son representativos del ácido nucleico diana y pueden proporcionar resultados negativos falsos. 2. Preparación de estándares Los laboratorios de referencia deben proporcionar muestras estándares representativas de un agente infeccioso dado. Dichas muestras pueden ser agentes infecciosos cultivados, especimenes clínicos, etc., que se distribuyen de manera que el agente infeccioso se conserve bien. De esta forma, las muestras se distribuyen congeladas en disolventes orgánicos (por ejemplo, trizol) o de otras formas adecuadas. Las muestras también se pueden enviar como ácidos nucleicos (congelados, secados por congelación o en etanol). Para los detalles específicos, véanse los capítulos individuales sobre enfermedades. Los laboratorios de referencia deberían proporcionar los miméticos apropiados. 38 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.4. — Validación y control de calidad de los métodos de la reacción en cadena de la polimerasa utilizados en el diagnóstico de enfermedades infecciosas REFERENCIAS 1. BALLAGI-PORDANY A. & BELAK S. (1996). The use of mimics as internal standards to avoid false negatives in diagnostic PCR. Mol. Cell. Probes, 10, 159–164. 2. BELAK S. & THOREN P. (2001). Molecular diagnosis of animal diseases. Expert Rev. Mol. Diagn., 1, 434–444. 3. BURKHARDT H.J. (2000). Standardization and quality control of PCR analyses. Clin. Chem. Lab. Med., 38, 87–91. 4. ELNIFRO E.M., ASHSHI A.M., COOPER R.J., & KLAPPER P.E. (2000). Multiplex PCR: optimization and application in diagnostic virology. Clin. Microbiol. Rev., 13, 559–570. 5. JUNGKIND D. (2001). Automation of laboratory testing for infectious diseases using the polymerase chain reaction – our past, our present, our future. J. Clin. Virol., 20, 1–6. 6. HEID C.A., STEVENS J., LIVAK K.J. & W ILLIAMS P.M. (1996). Real-time quantitative PCR. Genome Res., 6, 986– 994. 7. LOUIE M., LOUIE L. & SIMOR A.E. (2000). The role of DNA amplification technology in the diagnosis of infectious diseases. CMAJ., 163, 301–309. 8. MACKAY I.M., AARDE K.E. & NITSCHE A. (2002). Real-time PCR in virology. Nucleic Acids Res., 30, 1292– 1305. 9. OFFICE INTERNATIONAL DES EPIZOOTIES (2002). OIE Guide 3: Laboratory Proficiency Testing. In: OIE Quality Standard and Guidelines for Veterinary Laboratories: Infectious Diseases. OIE, Paris, France, 53–63. * * * NB: Existen laboratorios de referencia de la OIE para la Validación y control de calidad de los métodos de la reacción en cadena de la polimerasa utilizados en la medicina veterinaria (ver Cuadro en la parte 3 de este Manual de animales terrestres o consultar la página web de la OIE para una lista actualizada: www.oie.int) Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 39 CAPÍTULO I.1.5. PRUEBAS PARA ESTERILIDAD Y AUSENCIA DE CONTAMINACIÓN EN MATERIALES BIOLÓGICOS INTRODUCCIÓN La esterilidad se define como la ausencia de organismos vivos. Se logra por calentamiento, por filtración, mediante tratamiento con óxido de etileno o por radiaciones ionizantes, y realizando asépticamente cualquier proceso posterior. La ausencia de contaminación se define como la falta de seres vivos concretos. Esto se puede obtener seleccionando los materiales a partir de fuentes que carezcan de los organismos concretos y realizando asépticamente cualquier proceso posterior. Solo con un control adecuado de los materiales primarios empleados y de los procesos que se siguen, así como del almacenamiento, se puede conseguir una adecuada seguridad de esterilidad y de ausencia de contaminación. Se requiere la realización de pruebas sobre el producto para comprobar que se ha logrado este control. A. PROCEDIMIENTOS GENERALES 1. Los materiales originales deben obtenerse de fuentes que estén libres de contaminación y que sean manejadas de tal modo que se reduzca la contaminación y la posibilidad de que cualquier contaminante se multiplique. 2. Los materiales que puedan esterilizarse sin que sus propiedades biológicas resulten excesivamente afectadas deben esterilizarse mediante un método efectivo para tales materiales concretos. El método debe reducir el nivel de contaminación hasta que ésta sea indetectable, según determine una prueba de esterilidad adecuada (Véase párrafo B.3 más adelante). 3. Si se emplea un procedimiento de esterilización, deberá ser validado para demostrar su conveniencia y ser controlado de modo adecuado para demostrar que ha funcionado correctamente en cada ocasión. 4 Los materiales que no se han esterilizado y aquellos sometidos a manipulación tras la esterilización han de ser manejados asépticamente. 5 El ambiente en que se realiza cualquier manipulación aséptica ha de mantenerse en un estado de limpieza protegido de fuentes externas de contaminación, y debe estar controlado para reducir al mínimo la contaminación interna. B. VACUNAS CON VIRUS VIVOS PARA ADMINISTRACIÓN POR INYECCIÓN 1. Los materiales de origen animal deben ser (a) esterilizados, o (b) obtenidos de animales sanos que, en la medida de lo posible, deberían de estar libres de patógenos que puedan transmitirse de la especie de origen a la especie que va a ser vacunada, o a cualquier otra especie en contacto con ellas, o (c) el material debe estar exento de tales patógenos. 2. Los virus del inóculo inicial y los de cualquier línea celular continua empleada para el crecimiento de los virus deben estar libres de bacterias, hongos, micoplasmas, virus no relacionados y otros patógenos que puedan transmitirse de la especie de origen a la especie que va a ser vacunada, o a cualquier otra especie en contacto con ellas. 3. Cada lote de vacuna debe superar una prueba de esterilidad similar a la de métodos publicados (1-3, 5). 40 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.5. — Pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación en materiales biológicos 4. Cada lote de vacuna debe superar pruebas adecuadas para demostrar que la vacuna está exenta de virus contaminados. (Tales pruebas incluyen ensayos en cultivos celulares que sean sensibles a los virus de la especie a vacunar, pruebas sobre huevos embrionados, y, cuando sea necesario, pruebas en animales). 5. Algunos países exigen que cada lote de vacuna supere una prueba de ausencia de micoplasmas. Se han publicado métodos adecuados para tal prueba (1-3, 5). 6. Puede ser necesaria la realización de pruebas para determinar la ausencia de algunas bacterias específicas, por ejemplo Salmonella pullorum, Mycobacterium tuberculosis y M. paratuberculosis, Brucella spp. y Leptospira spp. C. VACUNAS CON VIRUS VIVOS PARA ADMINISTRACIÓN CON AGUA DE BEBIDA, PULVERIZACIÓN, O ESCARIFICACIÓN CUTÁNEA 1. Resultan aplicables los párrafos B.1., 2., 4., 5., y 6. 2. Puede estar permitido un número limitado de bacterias no patógenas y hongos contaminantes (ver Sección J.2.5. más adelante). D. VACUNAS CON VIRUS INACTIVADOS 1. Resultan aplicables los párrafos B.2. y 3. E. VACUNAS CON BACTERIAS VIVAS 1. Resulta aplicable el párrafo B.1. 2. Los inóculos bacterianos iniciales deben estar libres de otras bacterias así como de hongos y micoplasmas. 3. Cada lote de vacuna debe superar una prueba de pureza mediante el uso de medios sólidos e ignorando el crecimiento de la bacteria de la vacuna. 4. Algunos países exigen que cada lote de vacuna supere una prueba de ausencia de micoplasmas. Se han publicado métodos adecuados para tal prueba ( ref. 5, y para micoplasmas aviares ref. 2). F. VACUNAS CON BACTERIAS INACTIVADAS 1. Resultan aplicables los párrafos B.1., B.3., y E. 2 Cada lote de vacuna debe superar una prueba para demostrar la inactivación de la bacteria contenida en la vacuna. Si resulta apropiado, puede utilizarse a este respecto la prueba de esterilidad. G. SUEROS PARA ADMINISTRACIÓN A ANIMALES 1. Resulta aplicable el párrafo B.1. 2. Si se usa un virus o una bacteria para la producción de los sueros, resultan aplicables los párrafos B.2. o E.2. según corresponda. 3. Cada lote de suero debe superar una prueba de esterilidad que cumpla lo descrito en la ref. 5. Se han publicado métodos de ensayo adecuados (1-3). Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 41 Capítulo I.1.5. — Pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación en materiales biológicos 4. Cada lote de suero debe superar pruebas apropiadas que demuestren que el suero está exento de virus contaminados. (Tales pruebas incluyen ensayos en cultivos celulares que sean sensibles a los virus de la especie tratada, pruebas sobre huevos embrionados, y, cuando sea necesario, pruebas en animales). 5. Algunos países exigen que cada lote de vacuna supere una prueba de ausencia de micoplasmas. Se han publicado métodos adecuados para tal prueba ( ref. 5, y para micoplasmas aviares ref. 2). H. AGENTES DIAGNÓSTICOS PARA ADMINISTRACIÓN A ANIMALES 1. Resultan aplicables los párrafos B.1. y 3. 2. Si se utiliza un virus en la producción del agente diagnóstico, son aplicables los párrafos B.2. y D.2.; si se usa una bacteria resultan aplicables los párrafos E.2. y F.2. I. EMBRIONES, ÓVULOS, Y SEMEN En relación con el uso de embriones, óvulos y semen, se deben tomar precauciones especiales (4). J. EJEMPLOS DE PROCEDIMIENTOS 1. Procedimientos generales Los materiales utilizados en la producción de productos biológicos deben ser esterilizados y/o probados antes de su uso para asegurar la ausencia de contaminantes. También deben ensayarse muestras del producto biológico final para la detección de bacterias, hongos o micoplasmas contaminantes. Los ensayos que aquí se describen para bacterias, hongos, micoplasmas y virus proceden de diversas fuentes y se indican como ejemplo de métodos que pueden emplearse con seguridad. 2. Detección de bacterias y hongos Estos ensayos describen los materiales y métodos que se usan para detectar bacterias y hongos por la técnica de filtración por membrana o mediante la inoculación directa en medios de cultivo líquido en el caso de materiales que no son adecuados para filtración a través de membrana. 2.1. Procedimiento general para estimación de bacterias y hongos viables Las pruebas normalizadas para la detección de bacterias y hongos indeseables en materiales de partida, lotes de inóculo o en el producto final son: la prueba de filtración por membrana o la prueba de esterilidad por inoculación directa. En la técnica de filtración por membrana, se usa un filtro con un tamaño de poro nominal no superior a 0,45 µm y un diámetro de al menos 47 mm. Si el material es acuoso o débilmente lipídico se deben usar filtros de nitrato de celulosa; si el material tiene un elevado contenido alcohólico, lipídico o con adyuvantes lipídicos se deben usar filtros de acetato de celulosa. El filtro se humedece con 20-25 ml de Diluyente A o B inmediatamente antes de verter el contenido del recipiente o recipientes que se vayan a ensayar. Diluyente A - para productos o materiales acuosos: Disolver 1 g de hidrolizado péptico de tejido animal en agua hasta completar un litro, filtrar o centrifugar para clarificar, ajustar el pH a 7.1+ 0,2, distribuir en recipientes en alícuotas de 100 ml, y esterilizar por vapor. Diluyente B - para materiales o productos lipídicos: Añadir 1 ml de polisorbato 80 a 1 litro de Diluyente A, ajustar el pH a 7.1+ 0,2, distribuir en recipientes en alícuotas de 100 ml, y esterilizar por vapor. Si la muestra biológica ensayada tiene propiedades antimicrobianas, la membrana se lava tres veces con aproximadamente 100 ml del diluyente apropiado (A o B) después de la aplicación de la muestra. A continuación la membrana se transfiere entera a los medios de cultivo, cortada asépticamente en partes 42 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.5. — Pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación en materiales biológicos iguales y colocadas en los medios, o bien los medios se transfieren a la membrana en el aparato de filtración. Cuando la muestra contenga mertiolato como conservante, se usa medio de tioglicolato líquido (FTM) y la membrana se incuba tanto a 30-35ºC como a 20-25ºC. Si la muestra ensayada contiene un agente biológico muerto sin mertiolato como conservante, se usa el medio FTM a 30-35ºC y medio de soja y caseína hidrolizada (SCDM) a 20-25ºC. Cuando se trata de una muestra biológica a ensayar que contenga virus vivos, se utiliza el medio SCDM para incubación a ambas temperaturas. Si se elige la inoculación directa a los medios de cultivo, se emplea una pipeta estéril o una jeringa con aguja para transferir asépticamente el material biológico de modo directo a los medios líquidos. En caso de que la muestra ensayada tenga propiedades antimicrobianas, se debe determinar la proporción del inóculo respecto al volumen del medio de cultivo antes del comienzo de la prueba. Para determinar el volumen correcto de medio a fin de invalidar la actividad antimicrobiana, se usan 100 unidades formadoras de colonias (CFU) de los microorganismos control indicados en el Cuadro 1. Si la muestra analizada contiene mertiolato como conservante, se emplea medio FTM en recipientes de ensayo que se incuban tanto a 3035ºC como a 20-25ºC. Después de un tiempo de incubación adecuado (ver Sección J.2.2.), el crecimiento debería ser claramente visible. Si la muestra ensayada contiene un agente biológico muerto sin mertiolato, o una bacteria viva, se usa medio FTM a 30-35ºC y medio SCDMa 20-25ºC. Si se trata de una muestra con virus vivos, se usa medio SCDM a ambas temperaturas de incubación. Si la vacuna con bacterias inactivadas contiene clostridios, o algún componente de los clostridios, es preferible usar medio FTM suplementado con 0.5% de extracto de carne (FTMB) en lugar de FTM. También puede ser aconsejable la utilización de FTM y SCDM en todas las pruebas. Cuadro 1. Algunas cepas de la Colección Americana de Cultivos Tipo1 con sus medios respectivos y condiciones de incubación Incubación Medio Microorganismo de referencia Temperatura (°C) Condiciones FTM FTM Bacillus subtilis ATCC # 6633 30–35 Aeróbicas Candida krusei ATCC # 6258 20–25 Aeróbicas SCDM Bacillus subtilis ATCC # 6633 30–35 Aeróbicas SCDM Candida kursei ATCC # 6258 20–25 Aeróbicas FTMB Clostridium sporogenes ATCC # 11437 30–35 Anaeróbicas FTMB Staphylococcus aureus ATCC #6538 30–35 Aeróbicas Tanto para pruebas de esterilidad mediante filtración por membrana como por inoculación directa, todos los medios se incuban por al menos 14 días. A intervalos durante la incubación, y tras los 14 días de incubación, se examinan los recipientes de ensayo para evidencia de crecimiento microbiano. El crecimiento microbiano debería confirmarse mediante subcultivo y tinción de Gram. 2.2. Inducción del crecimiento y pruebas de interferencia La esterilidad de los medios de cultivo debe ser confirmada incubando recipientes representativos a las temperaturas adecuadas por el tiempo especificado para cada prueba. Cada vez que se realiza una prueba debe validarse para cada producto objeto de prueba y para cada partida o lote de medios de cultivo la capacidad de un medio de cultivo para mantener el crecimiento en presencia y en ausencia del producto, componentes del producto, células, inóculos, y otros materiales ensayados. Para ensayar la capacidad de mantener el crecimiento en ausencia del material a prueba, los medios de cultivo deberían inocularse con 10-100 organismos control viables de las cepas sugeridas por la Colección Americana de Cultivos Tipo (ATCC) que se indican en el Cuadro 1 e incubados de acuerdo con las condiciones especificadas. Para ensayar la capacidad de los medios de cultivo de mantener el crecimiento en presencia del material a prueba, los recipientes deben ser inoculados simultáneamente con el material de prueba (ver Sección J.2.3.) y con 10-100 organismos control viables. El número de recipientes a usar debería ser al menos la mitad de los usados para ensayar el producto o los componentes del producto. Los medios son 1 American Type Culture Collection, 10801 University Boulevard, Manassas, Virginia 20110-2209, USA. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 43 Capítulo I.1.5. — Pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación en materiales biológicos satisfactorios si en 7 días existe clara evidencia de crecimiento de los organismos control en todos los recipientes con medio inoculado. En el caso de que se aprecie crecimiento, debería identificarse el organismo para confirmar que se trata del organismo originalmente añadido al medio. La prueba de esterilidad no se considera válida si alguno de los medios muestra una respuesta inadecuada al crecimiento, o si el organismo detectado no es el organismo usado para inocular el material. 2.3. Número de muestras de prueba El número de artículos en cada lote determina el número de recipientes que deberían ser sometidos a prueba de esterilidad. Si el tamaño del lote no es superior a 100, debería ensayarse el 10% o cuatro recipientes, cualquiera que sea mayor. Si el lote contiene entre 100 y 500 recipientes, deberían probarse diez. Si el lote tiene más de 500 contenedores, entonces el 2% o 20 contenedores, cualquiera que sea el menor, deberían ser sometidos a ensayo. La cantidad de inóculo para la prueba de esterilidad está en función de la cantidad de muestra biológica presente en cada recipiente. Si la cantidad es menor de 1 ml, todo el contenido se divide para cada medio. Si la cantidad es de 1 a 4 ml, se usa entonces la mitad del contenido para cada medio. Si se encuentra entre 4 y 20 ml, se utiliza un inóculo de 2 ml para cada medio. Cuando la cantidad en cada recipiente es de entre 20 y 100 ml, entonces se usa el 10% del contenido por medio. Finalmente, si la cantidad por recipiente supera los 100 ml, se usa para inocular cada medio el 10% o 50 ml, cualquiera que sea mayor. 2.4. Interpretación de los resultados de la prueba de esterilidad Si existe crecimiento en cualquier medio pero puede demostrarse por controles que fueron defectuosos los medios o la técnica empleada, entonces el primer ensayo se considera no válido y debe repetirse. Si en una primer ensayo se detecta crecimiento microbiano en cualquiera de los recipientes del ensayo y no hay evidencias que lo invaliden, se debe proceder a una segunda prueba. En tal caso, el número mínimo de recipientes con muestra biológica, recipientes de ensayo y filtros de membrana es el doble del número usado en la primera prueba. Cuando no se detecta crecimiento en el primer ensayo ni en su repetición, la muestra satisface los requisitos de la prueba y se considera adecuada en cuanto a esterilidad. Si se detecta crecimiento microbiano en cualquiera de los recipientes del ensayo repetido, la muestra biológica se considera no satisfactoria en cuanto a esterilidad. Sin embargo, cuando se demuestre mediante controles que los medios o la técnica fueron incorrectos en la repetición, debe procederse a una nueva repetición. 2.5. Procedimiento general para determinar la presencia de bacterias y hongos en vacunas con virus vivos producidas en huevos y administradas por agua de bebida, pulverización o escarificación cutánea. Cada lote de recipientes con muestra biológica final debe tener una contaminación media no superior a una colonia de bacterias u hongos por dosis de vacuna recomendada en aves, o diez colonias por dosis en otros animales (ver la anterior Sección J.2.3. para determinar el numero de muestras a ensayar). De cada muestra de recipiente se inoculan dos placas Petri con vacuna equivalente a diez dosis si la vacuna es recomendable para aves, o a una dosis si es recomendable para otros animales. A cada placa se añaden 20 ml de medio sólido de infusión de cerebro y corazón que contiene 0.007 IU (unidades internacionales) de penicilinasa por ml. Una placa se debe incubar a 30-35ºC durante 7 días y la otra a 20-25ºC durante 14 días. El recuento del número de colonias se realiza al final de cada período de incubación. En cada condición de incubación se debe realizar una determinación promedio de colonias en todas las placas que representen un lote. Si en la prueba inicial la media del número de colonias en cada condición de incubación supera a una colonia por dosis de vacuna recomendada para aves, o a diez colonias por dosis de vacuna recomendada para otros animales, se debe proceder a repetir la prueba para eliminar la posibilidad de fallos en la técnica, usando el doble de recipientes no abiertos de la muestra biológica final. Si en la prueba final la media del número de colonias por cada lote en cada condición de incubación supera una colonia por dosis en el caso de vacuna aviar, o diez colonias por dosis en caso de vacuna apropiada para otros animales, el lote de vacuna debe ser considerado como no satisfactorio. 2.6. Procedimiento general para determinar la pureza de inóculos de bacterias y de productos biológicos con bacterias vivas Cada inóculo de bacterias o cada lote de material con bacterias vivas debe ser ensayado en cuanto a pureza por inoculación en medio SCDM, que se incuba a 20-25ªC por 14 días, y en medio FTM, que se incuba a 30-35ºC por 14 días (ver la anterior Sección J.2.3. para determinar el número de muestras a ensayar y la cantidad de inóculo usado). Se utiliza una pipeta estéril o una jeringa con aguja para transferir directamente de modo aséptico la cantidad de muestra a los dos tipos de cultivo. La relación mínima de inóculo a medio de cultivo es de 1/15. 44 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.5. — Pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación en materiales biológicos Si el inóculo o el crecimiento de la vacuna bacteriana vuelve turbio el medio de tal modo que no es posible determinar la ausencia de crecimiento microbiano atípico, se debe proceder a hacer subcultivos a partir de los tubos turbios desde el día 3 al día 11. El subcultivo de hace transfiriendo 0,1-1,0 ml a medios diferenciales líquidos y sólidos e incubando durante el resto del período de 14 días. También se debería realizar un examen microscópico mediante la tinción de Gram. Si no se detecta crecimiento microbiano atípico en ninguno de los recipientes de ensayo cuando se compara con un control positivo incluido en la prueba, el lote de muestra biológica puede considerarse satisfactorio en cuanto a pureza. Si se detecta crecimiento atípico pero se puede demostrar mediante control que los medios o la técnica fueron defectuosos, entonces se debe repetir la primera prueba. Si se detecta crecimiento atípico pero no existe evidencia que permita invalidar la prueba, se puede llevar a cabo una repetición. En esta repetición se usa un número doble de recipientes con muestra biológica y de recipientes para prueba respecto al primer ensayo. Si en dicha repetición no se detecta crecimiento atípico, la muestra se considera satisfactoria en cuanto a pureza. Si en cualquiera de los recipientes de prueba se encuentra crecimiento atípico, la muestra se considera inadecuada en cuanto a pureza. Sin embargo, cuando en la repetición pueda demostrarse mediante controles que los medios o la técnica fueron defectuosos, la repetición debería a su vez repetirse. 3. Detección de contaminación por Mycoplasma 3.1. Procedimiento general para la detección de contaminación por Mycoplasma Cada lote de vacuna con virus vivos, cada lote de inóculo vírico original (MSV), cada lote de células primarias y originales en stock (MCS), y todos los ingredientes de origen animal que no hayan sido esterilizados al vapor deben ser sometidos a pruebas para determinar la ausencia de micoplasmas. Deberían utilizarse medios sólidos y líquidos, tales como el medio para micoplasmas de Frey, capaces de mantener el crecimiento de pequeñas cantidades de organismos de referencia, entre los que se incluyen Acholeplasma laidlawii (ATCC nº 23206), Mycoplasma arginini (ATCC nº 23838), M. hyorhinis (ATCC nº 17981), and M. orale (ATCC nº 23714). En el caso de materiales para aves también sería conveniente usar como organismo de referencia M. synoviae (ATCC nº 25204). En teoría, se debería incluir en los ensayos de los medios algún aislamiento reciente de micoplasma con bajo número de pases en resiembra, identificado mediante comparación con las cepas de referencia. Las propiedades nutritivas del medio sólido deberían de ser tales que cuando se inoculan aproximadamente 200 CFUs (unidades formadoras de colonias) por placa, no aparezcan menos de 100 CFU para cada organismo de referencia. Cuando se inoculan aproximadamente 20 CFUs de cada organismo en los medios líquidos, debe originarse un apropiado cambio de color. La capacidad de los medios de cultivo para mantener el crecimiento en presencia de los productos debe validarse para cada producto objeto de prueba y para cada nuevo grupo o lote de medios de cultivo. Debe someterse a prueba una muestra de cada lote de vacuna, MSV, etc. Inocular cuatro placas de medio sólido con 0,25 ml de la muestra a ensayar e inocular, por otra parte, 100 ml de medio líquido con 10 ml de la muestra. Incubar durante 28 días dos placas a 35-37ºC en condiciones aeróbicas (una atmósfera de aire conteniendo 5-10% de CO2 y una humedad adecuada) y otras dos en condiciones anaeróbicas (una atmósfera de nitrógeno conteniendo 5-10% de CO2 y una humedad adecuada). En el día 3 o 4 tras la inoculación, subcultivar 0.25 ml del medio líquido por resiembra en dos placas de medio sólido. Incubar a 35-37ºC una placa en condiciones aeróbicas y otra en condiciones anaeróbicas hasta el día 28 de la prueba. Repetir el proceso de subcultivo por resiembra en los días 6, 7 u 8, y de nuevo en los días 13 ó 14. Observar diariamente el medio líquido, y, si ocurre cualquier cambio de color, se procede a subcultivar inmediatamente. 3.2. Interpretación de los resultados de la prueba para Mycoplasma Al final del período de incubación (día 28), se examinan microscópicamente todos los medios sólidos inoculados para comprobar la presencia de colonias de micoplasmas. La muestra ensayada supera la prueba si se ha dado un crecimiento de colonias de micoplasmas en los controles positivos, y si no se ha dado crecimiento en ninguno de los medios sólidos inoculados con el material de prueba. Si se rompiera o contaminara accidentalmente con bacterias u hongos más de una placa en cualquier fase de la prueba, la prueba se consideraría no válida y debería repetirse. Si aparecen colonias de micoplasmas en cualquiera de las placas con medio sólido, debería repetirse una vez la prueba para confirmar la contaminación por micoplasmas. En esta nueva prueba se puede usar el doble de volumen (0,5 ml) de material biológico objeto de la prueba. Si en alguna placa de esta repetición se detectan colonias de micoplasma, la muestra de la prueba debe considerarse como no satisfactoria debido a la contaminación por micoplasmas. Algunos micoplasmas no pueden cultivarse, en cuyo caso los lotes de MSV y MCS tienen que ensayarse utilizando una línea celular indicadora (células Vero), o los métodos de tinción de ADN o basados en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 45 Capítulo I.1.5. — Pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación en materiales biológicos 4. Detección de contaminación por Salmonella Cada lote de material biológico con virus vivos producidos en huevos debe de carecer de contaminación por Salmonella. Se deben probar cinco muestras de cada lote; 5 ml de muestra o la mitad del contenido de un recipiente, cualquiera que sea menor, se inoculan en 100 ml de caldo de triptosa y caldo de tetrationato. Estos medios líquidos inoculados se incuban a 35-37ºC durante 18-24 horas. A partir de estos caldos se debe resembrar en los medios sólidos MacConkey y Salmonella-Shigella, se incuba por 18-24 horas y se examina. Si no se advierte el típico crecimiento de Salmonella, las placas deben incubarse 18-24 horas adicionales y examinarse de nuevo. Si entonces se observan colonias típicas de Salmonella, se debe proceder a un subcultivo en un medio diferencial adecuado para realizar una identificación positiva. Si se encuentra Salmonella, el lote de muestra biológica no es satisfactorio. 5. Detección de virus en muestras biológicas Los materiales biológicos que son susceptibles de contaminación vírica y que no pueden ser esterilizados antes de su uso, como el caso de algunos ingredientes de origen animal (por ejemplo, suero), las células de cultivo primario, las líneas celulares, o los stocks de virus para inoculación, deben ser ensayados antes de su correspondiente uso. Existen pruebas descritas para detectar virus contaminantes mediante efectos citopáticos, la hemoadsorción, la hemoaglutinación, técnicas con anticuerpos fluorescentes u otros métodos adecuados, como por ejemplo, la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y el enzimoinmunoensayo (técnicas ELISA). Las células se ensayan de la siguiente manera. El día inicial, las células primarias o congeladas que se van a ensayar se siembran en frascos de 75 cm2 (o en contenedores similares); 7 días después, se preparan a partir de él al menos dos frascos de 75 cm2. En el día 14, un frasco se utiliza para pruebas celulares de citopatología, hemadsorción, y tinción con anticuerpos fluorescentes (los procedimientos se describen más adelante). El otro frasco se resiembra por segunda vez, y el día 21 se somete a tres ciclos de congelación y descongelación. Después del tercer ciclo de congelación y descongelación, las células se centrifugan a 2.000 g por 10 minutos, y el sobrenadante se usa para inocular células adecuadas que sean sensibles a virus, es decir, células susceptibles a virus que puedan estar presentes en la especie animal de la que proceden las células, células susceptibles a virus que puedan presentarse en los animales a los que el uso del material está dirigido y células susceptibles a los pestivirus. Estas células son luego resembradas dos veces a intervalos de 7 días, y analizadas en cuanto a citopatología, hemadsorción, y tinción con anticuerpos fluorescentes. Los componentes de origen animal se prueban tanto en células de riñón de mono verde africano (células Vero) como en líneas celulares o células primarias de la misma especie que el componente sometido a prueba. Se emplean frascos de 72 cm2, y las células se inoculan en 25 ml de medio con 3.75 ml del material ensayado o con 15% de dicho material, cualquiera que sea el menor. Las células se resiembran dos veces a intervalos de 7 días y se analizan en cuanto a citopatología, hemadsorción y tinción con anticuerpos fluorescentes. Deben observarse las células, para averiguar si hay efecto citopático, cada 2 o 3 días y antes de cada subcultivo a lo largo del período de incubación. Los lotes de inóculos víricos originales (MSV) se prueban sobre células Vero, líneas celulares o células primarias de la especie para la que está diseñado el producto, y sobre líneas celulares o células primarias de la especie en la que se prepara el producto (si es diferente de la especie a la que se dirige el mismo). Para cada tipo celular utilizado en la prueba, se descongela o reconstituye 1 ml del MSV ensayado y se neutraliza mediante adición de 1 ml de anticuerpo monoespecífico. El suero debe carecer de anticuerpos frente a cualquiera de los contaminantes que se pretende evidenciar en la prueba. Siempre resulta necesario un mínimo de al menos dos tipos celulares, de modo que se requiere un mínimo de 2 ml de MSV y 2 ml de antisuero. Se permite que el antisuero neutralice el MSV a temperatura ambiente durante 1 hora. A continuación, de esta mezcla de MSV/antisuero, se inoculan 2 ml en frascos de 75 cm2 conteniendo las células adecuadas. Si se conoce que el MSV presenta un título alto o que es un agente difícil de neutralizar, o cuando se sabe que el suero bloqueante presenta un título bajo, se puede añadir antisuero bloqueante al medio de crecimiento a una concentración final de 1-5%. Se deben resembrar las células al menos dos veces en un período de 14 días, y el cultivo final se examina para citopatología, hemadsorción y tinción con anticuerpos fluorescentes. Para detectar la citopatología causada por virus contaminantes, se usa normalmente el procedimiento de tinción de May-Grünwald-Giemsa. Las monocapas se suelen preparar en portaobjetos para cultivos de tejidos de dos cámaras y se incuban por 7 días. Se extraen los pocillos de plástico de los portas dejando la junta de goma unida al porta. Los portaobjetos se enjuagan con la solución tampón de fosfato salino de Dulbecco (PBS) ligeramente calentada, se fijan en alcohol y se colocan en un dispositivo de tinción. A continuación, los portas se tiñen durante 15 minutos a temperatura ambiente con colorante May-Grünwald diluido 1/5 con metanol absoluto. El colorante May-Grünwald se elimina mediante inversión de los portas. Luego los portas se tiñen durante 20 minutos con colorante Giemsa diluido 1/15 con agua desionizada. El colorante Giemsa se elimina por inversión de los portas y lavado de los mismos con agua desionizada por 10-20 segundos. Los portas se secan 46 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.5. — Pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación en materiales biológicos al aire, y se aplica aceite de parafina y un cubreobjetos. La tinción de May-Grünwald-Giemsa tiñe de modo diferente las nucleoproteínas con ADN o ARN. Las nucleoproteínas con ADN se colorean de rojo-púrpura, mientras que las nucleoproteínas con ARN se colorean de azul. Las monocapas se examinan con un microscopio convencional para ver la presencia de cuerpos de inclusión, un número anormal de células gigantes, u otra citopatología atribuible a un virus contaminante. Las monocapas inoculadas se comparan con monocapas no inoculadas. Si se detecta citopatología específica debida a un virus contaminante, el material ensayado debería considerarse como no satisfactorio. La prueba para detectar virus contaminantes que producen hemadsorción en las células infectadas se lleva a cabo normalmente en monocapas de segunda resiembra de cultivos celulares inoculados con el material probado y en cultivos celulares no inoculados. Las monocapas se disponen, por lo general, en frascos de plástico de 25 cm2. La sangre de cobaya, de pollo o de cualquier otro origen que se usa en este ensayo se mezcla con un volumen igual de solución de Alsever. La sangre puede conservarse hasta 7 días a 4ºC si se lava varias veces con solución de Alsever antes del almacenarse en un volumen igual de dicha solución. Inmediatamente antes de su uso, los eritrocitos guardados se lavan de nuevo añadiendo 5 ml de sangre en solución de Alsever a 45 ml de PBS libre de calcio y magnesio y se centrifuga a 500 g durante 10 minutos en un tubo de centrífuga de 50 ml. Se elimina el sobrenadante resultante mediante succión y los eritrocitos se suspenden en PBS y se vuelven a centrifugar. Este proceso de lavado se repite al menos dos veces hasta que el sobrenadante resulte claro. Los eritrocitos de cada especie se combinan añadiendo 0.1 ml de cada tipo de células sanguíneas empaquetadas a 100 ml de PBS. Los eritrocitos de las diferentes especies pueden mantenerse separados o combinados, según se desee. A cada frasco se añade 5 ml de la suspensión de eritrocitos y se incuban los frascos a 4ºC durante 30 minutos. Las monocapas se lavan dos veces con PBS y se examinan para hemadsorción. Si no se observa hemadsorción, se añaden 5 ml de la suspensión de eritrocitos a cada frasco, se incuban de nuevo a 20-25ºC por 30 minutos, se lavan como antes, y se vuelven a examinar para hemadsorción. Si se desea, se pueden usar frascos distintos para cada temperatura. Las monocapas se examinan para presencia de hemadsorción tanto de manera aproximada (usando un transiluminador encendido) como microscópicamente. Es importante comparar las monocapas no inoculadas con las monocapas de la prueba para detectar la existencia de hemadsorción no específica que puede ocurrir con algunos tipos celulares. El uso de PBS libre de calcio y magnesio y de eritrocitos frescos debería evitar, en gran medida, la existencia de hemadsorción no específica. Si se detecta hemadsorción específica atribuible a un virus contaminante, el material ensayado debería ser considerado no satisfactorio. Las pruebas para detectar virus contaminantes con anticuerpos fluorescentes usan por lo general monocapas de segunda resiembra de cultivos celulares inoculados con el material ensayado y cultivos celulares no inoculados. Las monocapas se disponen normalmente en portaobjetos de cultivos celulares con ocho cámaras. Para cada conjugado antivírico se prepara un porta como control positivo (formado por ocho monocapas) inoculando cada monocapa con aproximadamente 100 DICT50 (dosis infectiva del 50% en cultivo del tejido) del virus apropiado. Se tiñen tres grupos de monocapas con cada conjugado antivírico. Estos son, Grupo 1 - la segunda resiembra de los cultivos celulares inoculados con el material que está siendo ensayado; Grupo 2 - la segunda resiembra de los cultivos celulares no inoculados; y Grupo 3 - la segunda resiembra de los cultivos celulares no inoculados (para producción de cultivos celulares como control positivo). A la hora de teñir, se eliminan los pocillos de plástico de los portas, dejando la junta de goma unida al porta. Los portas se lavan con PBS de Dulbecco, se fijan a 4ºC con acetona por al menos 10 minutos, y se secan. Sobre cada pocillo de un porta de los Grupos 1,2, y sobre el porta correspondiente al control positivo del Grupo 3, se deposita aproximadamente 0.1 ml de cada conjugado. Los portas se incuban luego a 37ºC en una cámara con humedad por 30 minutos, se lavan una vez con PBS de Dulbecco, y se colocan en un contenedor con PBS de Dulbecco durante 10 minutos. Los portas se lavan cuidadosamente con agua desionizada y se secan. Se examinan todos los portas en cuanto a fluorescencia atribuible a cada virus específico. Se comparan los tres portas de cada grupo con el mismo conjugado. Si el porta que contiene las células inoculadas con el material ensayado muestra alguna evidencia de fluorescencia vírica específica, el MSV se considerará como no satisfactorio. • Agradecimiento Algunas partes de este capítulo tienen su origen o están basadas en el capítulo sobre Pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación en materiales biológicos de la edición anterior del Manual de animales terrestres. REFERENCIAS 1. CODE OF FEDERAL REGULATIONS (2003). Animals and Animal Products, Title 9, Parts 1-199. The Office of the Federal Register, National Archives and Records Adminsitration. US Government Printing Office, Washington DC, USA. 2. COUNCIL OF EUROPE (2002). European Pharmacopoeia, Cuarta Edición. Editions of the Council of Europe, Strasbourg, France. ISBN 92-871-4587-3. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 47 Capítulo I.1.5. — Pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación en materiales biológicos 3. EUROPEAN UNION (1999). The Rules Governing Medicinal Products in the European Union. Eudralex, Vols 49. Office Publications of the European Communities, Luxembourg. 4. HARE W.C.D. (1985). Diseases transmissible by semen and embryo transfer techniques. OIE Technical Seris No. 4. OIE, Paris, France. ISBN 92-9044-164-1. 5. WORLD HEALTH ORGANIZATION (WHO) (1998). WHO Expert Committee on Biological Standardization. World Health Organization, Geneva, Switzerland. ISBN 92-4-120878-3. LECTURAS ADICIONALES Para más detalles sobre métodos y medios de cultivo, pueden consultarse los siguientes libros así como los catálogos comerciales correspondientes. A. BARROW G.I. & FELTHAM R.K.A., eds. (1993). Cowan and Steel´s Manual for the Identification of Medical Bacteria, Tercera Edición. Cambridge University Press, Cambridge, UK. B. CODE OF FEDERAL REGULATIONS (2003) Subchapter E. Viruses, serums, toxins, and analogous products; organisms and vectors. En: Code of Federal Regulation, Animals and Animal Products, Title 9, Parts 101124. The Office of the Federal Register, National Archives and Records Adminsitration. US Government Printing Office, Washington DC, USA. 501-676. C. COLLINS C.H., LYNE P.M. & GRANGE J.M., eds. (1995). Collins and Lyne´s Microbiological Methods, Séptima Edición. Butterworth Heinemann, Oxford, UK. D. MURRAY P.R., ed. (2003). Manual od Clinical Microbiology, Octava Edición. American Society for Microbiology Press, Washington DC, USA. * * * 48 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 CAPÍTULO I.1.6. SEGURIDAD HUMANA EN LOS LABORATORIOS VETERINARIOS DE MICROBIOLOGÍA INTRODUCCIÓN El tipo de trabajo de laboratorio que se describe en este Manual debería realizarse en condiciones de mínimo riesgo para la salud del personal. Esto supone una cuidadosa consideración de los riesgos relacionados con cada procedimiento particular y la toma de las medidas adecuadas para minimizar la posibilidad de enfermedad en humanos. Tal asunto es un tema complejo que solo puede ser tratado de forma somera en un capítulo introductorio. Este capítulo se refiere casi exclusivamente a los riesgos de los agentes infecciosos, pero también deben evitarse en el laboratorio de microbiología las lesiones físicas y químicas. Las probabilidades de infección se reducen mediante buenas técnicas de laboratorio y equipamientos seguros, que ayudan a controlar los patógenos. Es importante destacar que el control de los patógenos cumple dos objetivos. Uno es evitar la enfermedad en humanos, y el otro evitar la enfermedad en los animales. Con frecuencia, se usan los mismos métodos de control para evitar la adquisición de infecciones en humanos en el laboratorio y para impedir la diseminación de patógenos que podrían causar un brote de enfermedad en los animales. Pese a que los métodos, técnicas e instalaciones que se necesitan pueden ser las mismas, la lista de patógenos y su ordenación en cuanto a niveles de riesgo puede diferir en función de si el objetivo fundamental es controlar una enfermedad en humanos o en animales. Los laboratorios nacionales e internacionales de referencia existentes tienen una experiencia considerable en la práctica del trabajo seguro y en el suministro de instalaciones apropiadas. Cuando se establezcan laboratorios nuevos, resultaría prudente pedir consejo a las autoridades competentes en los institutos ya establecidos. Es importante cumplir con las normas legislativas. A. DETERMINACIÓN DE RIESGOS DE LOS PATÓGENOS En primer lugar, es necesario determinar el riesgo de un patógeno, de modo que pueda asignarse a un grupo de riesgo. El trabajo con dicho patógeno puede relacionarse luego con una categoría de contención apropiada. Para determinar el riesgo que plantea un patógeno particular para el hombre es necesario conocer si la infección con dicho organismo puede provocar la muerte, una enfermedad, o molestias a la gente que lo manipula, y además si es susceptible de fácil diseminación de modo que pueda causar enfermedad a la población en general. (Existen aspectos adicionales que hay que considerar respecto a la contención de los patógenos animales y a la prevención de la extensión de sus infecciones, lo que constituye un tema separado, aunque relacionado. Puede encontrarse información al respecto en el Código Sanitario de Animales Terrestres de la OIE, capítulo 1.4.6, que por comodidad se reproduce al final de este capítulo como Apéndice 1). Para determinar el riesgo hay que saber aspectos epidemiológicos del organismo y también propiedades suyas tales como infectividad para los humanos, estabilidad en el medio, capacidad de infectar por diferentes rutas, y su sensibilidad a tratamientos específicos o profilaxis (1, 2, 5, 6). Es relativamente sencillo disponer de esta información cuando se trabaja con un patógeno conocido, pero el problema es mucho mas complicado cuando un laboratorio de diagnóstico recibe material clínico que puede estar infectado con diversos patógenos desconocidos, algunos de los cuales pueden ser extremadamente peligrosos para la salud humana. Algunos de los aspectos a tener en cuenta cuando se evalúa el riesgo son: 1. Existencia conocida de infección humana por el organismo, o por organismos relacionados con características similares, cualquier historia que lo relacione con una infección adquirida en laboratorio, dosis infectiva y gravedad de la enfermedad; producción de toxinas o sustancias alergénicas. 2. El volumen del cultivo que se maneja y la concentración del organismo que esta probablemente presente. (Algunos procedimientos como la producción de antígenos o vacunas, que requieren grandes cantidades de organismos, tienen normalmente mas riesgo que las técnicas que intentan el aislamiento del organismo). Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 49 Capítulo I.1.6. — Seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología 3. El origen de la muestra, ya que, por ejemplo, muestras procedentes de animales salvajes es probable que contengan patógenos humanos del tipo de los no encontrados normalmente. 4. La historia del aislamiento que se está procesando. Los patógenos en aislamiento primario o durante los pases iniciales en cultivo son a menudo más peligrosos que los patógenos con un nivel de pases en cultivo mas elevado. En algunos casos, en cambio, la patogenicidad puede aumentar por pases o subcultivos en diferentes medios nutritivos. 5. La posibilidad de formación de aerosoles debe ser tenida especialmente en cuenta cuando se manejan muestras líquidas o, por ejemplo, durante fases de trituración, homogenización o centrifugación. 6. La amenaza que el organismo pueda representar en animales de consumo o de compañía o para la vida salvaje, independientemente de la que represente para el personal del laboratorio. Se necesitan precauciones adicionales para el manejo y el almacenamiento de agentes transmisores de enfermedades animales que provengan del extranjero. 7. El estado físico de los empleados. Por ejemplo, en el caso de embarazo, inmunodeficiencia o alergia, pueden requerirse precauciones especiales. En ocasiones, se tienen que excluir algunos individuos de algunos tipos particulares de trabajo que puedan resultar especialmente peligrosos para ellos. 8. Se puede producir un elevado nivel de riesgo cuando algunos agentes, como Brucella o Mycobacterium, se inoculan en animales. A fin de evaluar tal inoculación, debería valorarse el riesgo que entraña y tener en cuenta los siguientes factores: a) La especie hospedadora en contraposición a la especie inoculada. b) La cepa/tratamiento y la concentración del inóculo. c) La ruta de la inoculación. d) El tipo de alojamiento de los animales. e) Tipos de recolección de muestras. B. AGRUPACIÓN DE LOS MICROORGANISMOS Las consideraciones anteriormente expuestas se han tenido en cuenta por varias autoridades nacionales para agrupar los microorganismos en cuatro grupos de riesgo (2,3) que representan una clasificación en función del peligro creciente para la salud humana. Esta clasificación no considera que haya gente particularmente susceptible, debido, por ejemplo, a una enfermedad previa, a un sistema inmune deprimido o a un embarazo. Los cuatro grupos pueden resumirse del siguiente modo: Grupo 1- Organismos que no es probable que ocasionen enfermedad en humanos. Grupo 2- Organismos que pueden causar enfermedad pero que son incapaces de dispersarse por la comunidad y frente a los cuales se dispone de tratamientos eficaces y profilaxis. Grupo 3- Organismos que originan enfermedad grave en humanos y que pueden extenderse por la comunidad pero frente a los cuales hay tratamientos eficaces y profilaxis. Grupo 4- Organismos que causan enfermedad grave en humanos y que pueden suponer un alto riesgo por su extensión por la comunidad, frente a los cuales no existe ni tratamiento adecuado ni profilaxis. A los agentes productores de enfermedades animales que están bajo el control de las autoridades veterinarias se aplican principios adicionales, siendo necesario evitar su difusión entre los animales domésticos o salvajes. Estos aspectos se tratan en el Código Sanitario de Animales Terrestres de la OIE; el capítulo 1.4.6 del Código trata de los grupos de contención y se presenta como apéndice del presente capítulo. Estas Normas de la OIE son similares a las publicadas por la Unión Europea para la contención en laboratorio de los agentes que afectan a los animales. Los microorganismos infecciosos que pueden encontrarse en el trabajo de laboratorio se han incluido por las autoridades de los diversos países en los Grupos de Riesgo del 1 al 4 (2, 4). Algunos ejemplos de los patógenos peligrosos que pueden detectarse en los laboratorios veterinarios se indican en la Cuadro 1. La encefalopatía espongiforme bovina ha sido situada por la Unión Europea en el grupo 3. Además, algunos agentes muy peligrosos del grupo 4, como Hendra y Nipah, se han aislado de muestras para su utilización en diagnóstico en laboratorios veterinarios. 50 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.6. — Seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología Cuadro 1. Ejemplos de algunos microorganismos de los Grupos de Riesgo 2 y 3 capaces de causar enfermedades humanas y que pueden encontrarse en un laboratorio veterinario Grupo 2 Virus: Virus de influenza tipos A, B y C; virus de la enfermedad de Newcastle; virus Orf (parapoxvirus). Bacterias: Alcaligenes spp.; Arizona spp.; Campylobacter spp.; Chlamydia psittaci (no aviar);Clostridium tetani; Clostridium botulinum; Corynebacterium spp.; Erysipelothrix rhusiopathiae;Eschericihia coli; Haemophilus spp.; Leptospira spp.; Listeria monocytogenes; Moraxella spp.;Mycobacterium avium; Pasteurella spp.; Proteus spp.; Pseudomonas spp.; Salmonella spp.; Hongos: Aspergillus fumigatus; Microsporum spp.; Trichophyton spp. Grupo 3 Virus: Virus de la rabia; virus de la encefalomielitis equina (tipo Este, tipo Oeste, tipo Venezolano); virus de la encefalitis japonesa B; virus de la encefalitis ovina. Bacterias: Bacillus anthracis; Burkholderia mallei (Pseudomonas mallei); Brucella spp.; Chlamydia psittaci (solo cepas aviares); Coxiella burnetti; Mycobacterium bovis. C. REQUISITOS PARA TRABAJAR CON AGENTES INFECCIOSOS A. Patógenos conocidos Después de determinar el nivel de riesgo de un trabajo determinado, es posible decidir luego el “nivel de contención” adecuado que se precisa para minimizar el riesgo de enfermedad en humanos. El nivel de contención queda definido por la combinación de las instalaciones físicas y las prácticas de trabajo utilizadas. Los organismos de los cuatro grupos de riesgo indicados anteriormente se pueden colocar en niveles de contención apropiados para un trabajo seguro (ver más adelante). Con frecuencia, los laboratorios nombran un oficial de seguridad responsable de asegurar que los microorganismos se manipulan en el nivel adecuado de contención. Deben poseer la suficiente experiencia y edad como para supervisar y aconsejar todo lo relativo a asuntos de seguridad. En grandes organizaciones que incluyan una red de laboratorios es adecuado nombrar un oficial de seguridad central para coordinar los asuntos de seguridad de una manera corporativa, lo que es luego aplicado en los laboratorios de cada sitio por los oficiales de seguridad locales. Los métodos de trabajo para un procedimiento o estación de trabajo particular deben ser escritos y estar fácilmente disponibles. El personal debe estar bien entrenado y enterado por completo de cualquier riesgo para la salud asociado con su trabajo, así como de los procedimientos para informar de cualquier incidente o accidente. También se debería suministrar al personal una tarjeta médica con indicación de los patógenos a los que puede estar expuesto. En algunos casos, el personal puede ser vacunado de modo especial para suministrarle protección adicional, por ejemplo, si trabaja con el virus de la rabia; esto también debería indicarse en la tarjeta médica. Tal información resulta útil en la práctica médica en caso de que se presente una enfermedad. Se recomiendan los exámenes médicos periódicos de los empleados y la realización de pruebas en aquellos que trabajan con organismos que causan enfermedades graves en humanos, tales como brucelosis y tuberculosis. Existe mucha información sobre contención de patógenos y se pueden construir sofisticados aparatos y edificios enteros para controlar los organismos más peligrosos según requieran las directrices, estándares y regulaciones de cada país. Las necesidades dependen de la contención requerida, desde el nivel más básico al más alto. Requisitos esenciales de todos los trabajos. Las necesidades esenciales de cualquier trabajo con agentes infecciosos, por muy inocuos que puedan ser, son las siguientes: 1. El laboratorio debe ser fácil de limpiar, con superficies impermeables al agua y resistentes a agentes químicos. Deben tener una pila de lavado de manos y una ducha de emergencia, incluyendo también un lavador de ojos en cada laboratorio para los peligros de tipo químico y de otro tipo presentes. 2. El acceso de personal al laboratorio debe ser restringido. 3. En el laboratorio se debe de llevar puesta ropa adecuada de protección, incluyendo guantes, máscaras (o mejor, respiradores) y gafas protectoras apropiadas, que debe uno quitarse cuando abandona el laboratorio. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 51 Capítulo I.1.6. — Seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología 4. La puerta del laboratorio debe cerrarse cuando hay trabajo en curso y debe existir ventilación por extracción del aire de la habitación. (Cuando se usan cabinas de bioseguridad se debe tener cuidado en equilibrar los sistemas de ventilación). 5. No se pueden guardar ni consumir alimentos o bebidas en el laboratorio. 6. No se debe fumar o aplicarse cosméticos en el laboratorio. 7. No se debe pipetear con la boca. 8. Debe tenerse cuidado en reducir la producción de aerosoles. 9. Deberían implementarse planes de respuesta de emergencia para el caso de derramamiento de materiales de peligro biológico. Entre los elementos de ese plan deben figurar desinfectantes efectivos para limpiar los vertidos, descarte y descontaminación de la ropa de protección contaminada, lavado de manos y limpieza y desinfección de las mesas de trabajo. 10. El material de vidrio usado y cualquier otro material de laboratorio debe ser guardado con seguridad antes de su desinfección. Los materiales de desecho deben transportarse sin vertido en contenedores fuertes. La basura debe ser esterilizada en autoclave, incinerada o convertida en material seguro antes de su evacuación. El material reutilizable debe ser descontaminado por medios adecuados. 11. Nunca se eliminará material infeccioso por las pilas de laboratorio ni ningún otro tipo de escape similar. 12. Cualquier incidente o accidente debe ser registrado y comunicado al Oficial de Seguridad. En el nivel de contención de patógenos del Grupo 2 (ver Apéndice 1), además de los puntos indicados anteriormente, se deben de utilizar cabinas microbiológicas de seguridad que pueden ser usadas con modo de apertura frontal (cabinas de Clase I). También se pueden usar cabinas de clase II cuando exista la posibilidad de que se generen aerosoles o cuando se manejen grandes cantidades de cultivo o exista una necesidad real de proteger el producto biológico (ver sección D). Es necesaria la colocación de señales en las puertas de entrada para indicar el peligro existente y el nombre y número de teléfono de las personas responsables. Deberían colocarse dentro del laboratorio indicaciones de emergencia para advertir al personal sobre los procedimientos a seguir en caso de vertidos del patógeno o cuando exista la necesidad de evacuar el laboratorio debido a un fuego o a otra emergencia. En el nivel de contención de patógenos del Grupo 3 (ver Apéndice 1), es aconsejable que el laboratorio esté situado de modo aislado y restringir la entrada a personal con cualificación de nivel 3. Se necesita una adecuada señalización en todas las puertas de entrada, indicando los peligros presentes y el nombre y número de teléfono de la persona o personas responsables. Dentro del laboratorio deben colocarse indicaciones de emergencia señalando al personal los procedimientos a seguir en caso de vertidos del patógeno o ante la necesidad de evacuar el laboratorio por fuego. El nivel 3 de contención de la OIE rebasa las directrices de bioseguridad 3 (BSL-3) delineadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (DHHS) (15) y del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) (14). Además de las exigencias anteriores, el laboratorio debe estar bajo presión negativa y los diferenciales de presión deben vigilarse; debe desarrollarse un procedimiento que de la alarma en caso de un problema. Se necesita un sistema de ventilación que extraiga el aire del laboratorio mediante un filtro de aire particulado de alta eficacia (filtros HEPA). Los filtros HEPA deben ser revisados regularmente (usualmente anualmente); esto incluye los filtros HEPA en los gabinetes de bioseguridad y en los ductos de salida de las habitaciones y equipo. El laboratorio debe poder ser cerrado por completo para fumigación y contener una entrada con bloqueo de aire. Existe la necesidad de tratar los líquidos efluentes en función del patógeno. Deben estar disponibles cabinas de clase I, II o III (13). El laboratorio debería estar bajo presión negativa respecto a zonas circundantes donde se realiza trabajo menos peligroso. Además, puede ser necesario que el personal se duche a la salida del laboratorio y que dicho personal vista ropa especial de laboratorio que se deja en el mismo cuando se abandona el edificio. Nota. Debido a la relación entre la encefalopatía espongiforme bovina (BSE) y la nueva variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en humanos, el agente productor de la BSE y otros agentes relacionados se clasifican en el Grupo 3 de riesgo. Por tanto, los veterinarios y trabajadores de laboratorio que lleven a cabo necropsias de animales sospechosos de BSE o que manejen tejidos procedentes de tales animales deben realizar su trabajo bajo condiciones estrictas de contención adecuada, a veces con las limitaciones impuestas por la naturaleza del trabajo y los resultados de la valoración del riesgo local. Resulta importante que se vista ropa adecuada y que se siga un código práctico estricto para evitar contacto con el patógeno. Los laboratorios que realizan trabajos con BSE deben cumplir las normativas nacionales sobre biocontención y bioseguridad. 52 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.6. — Seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología En el nivel de contención de patógenos del Grupo 4 (ver Apéndice 1), se exigen las precauciones más estrictas, incluyendo un sistema de acceso al edificio a través de compartimentos estancos y el mantenimiento del edificio bajo presión negativa. El aire que penetra en el laboratorio debe ser filtrado a través de un filtro HEPA sencillo, y el aire extraído a través de un filtro HEPA doble. Todo el trabajo realizado con material infectivo debe hacerse en cabinas de tipo II o III conjuntamente con el uso de trajes personales de trabajo de presión positiva. Todas las aguas residuales del laboratorio, los efluentes normales y los de salida del autoclave, deben tratarse por medios adecuados para asegurar la destrucción de todo material infeccioso antes de que alcance el sistema público de alcantarillado. El personal debe tomar una ducha y cambiarse de ropa antes de salir del edificio. También son aplicables otras precauciones descritas para el Grupo 3. En la actualidad, el uso de trajes de una pieza con presión positiva es una norma internacionalmente aceptada para lograr una contención de nivel 4. Las directrices de la OIE para el nivel de contención de los patógenos del Grupo 4 son, en general, iguales a las directrices Ag. para el nivel 3 de bioseguridad de USDA (14). La diferencia entre una y otra es que en la segunda se especifica que el laboratorio debe ser hermético y debe superar una prueba de diferencial de presión para asegurarse de que no sobrepasa la cantidad máxima de escape prescrita. B. Muestras para diagnóstico Los centros de diagnóstico veterinario reciben muestras que son enviadas porque se sospecha la presencia de una variedad de enfermedades. La naturaleza infecciosa de las muestras es normalmente desconocida, pero potencialmente presentan agentes biológicos que pueden ocasionar enfermedad en el hombre y los animales. Se requiere seguir prácticas y procedimientos que disminuyan al mínimo el riesgo de la exposición ocupacional de los trabajadores a tales patógenos. A menos que se sospeche que contienen un patógeno que requiera un nivel de contención más elevado, es recomendable que el procesamiento inicial de todas las muestras desconocidas se realice como si el material contuviera un patógeno del Grupo 2. Los aspectos más importantes son aquellos que evitan la exposición percutánea y la de las membranas mucosas. Las cabinas de seguridad biológica deben usarse en todas las manipulaciones que puedan generar aerosoles. Las de clase I y II son adecuadas, en función de la necesidad de protección de las muestras de contaminación. Además, no se debe realizar el pipeteo con la boca, se debe llevar puesta ropa protectora y, en algunos casos, protección respiratoria y para los ojos, dependiendo del nivel previsto de exposición. Aunque las etapas iniciales del diagnóstico se pueden realizar en el nivel 2, toda vez que se aísle un organismo del Grupo 3 (o que se sospeche su presencia), el trabajo ulterior se debe llevar a cabo en el régimen superior de contención. D. CABINAS DE SEGURIDAD MICROBIOLÓGICA Se utilizan para los diferentes niveles de contención, según se describe en la anterior sección C.A. Son de tres tipos: Clase I: cabinas de apertura frontal diseñadas de modo especial para suministrar protección al operador y sin proteger el producto. Clase II: cabinas de apertura frontal, a veces llamadas cabinas de flujo laminar recirculante. Están destinadas fundamentalmente a dar protección al producto, pero también protegen al operador. Clase III: cabinas cerradas, con acceso frontal mediante guantes, que proporcionan el mayor grado de contención mediante separación completa del trabajador y del trabajo realizado. Algunas cabinas tienen extraíble la parte frontal con los guantes y se conocen como cabinas de clase III/I, es decir, se pueden utilizar de ambos modos. Se han publicado descripciones de cabinas de seguridad y de prácticas operativas de seguridad (8, 10, 16). E. ALMACENAMIENTO DE PATÓGENOS El almacenamiento de patógenos vivos requiere contención y seguridad adecuadas para evitar los riesgos derivados de fugas por el uso no autorizado de material. El equipamiento en que se mantienen debe ser marcado como corresponde, indicando la naturaleza del patógeno (es decir, su grupo) y la persona o personas responsables de tal equipamiento. Debe mantenerse un completo inventario, actualizado y disponible, acerca de los patógenos almacenados. Se debe tener un cuidado particular cuando se abran los viales de vidrio de patógenos liofilizados, ya que se fragmentan con frecuencia. Igualmente hay que tener cuidado cuando se trabaja con nitrógeno líquido. Muchas de las explicaciones dadas arriba no son solo de aplicación para la seguridad humana sino que también son aplicables para evitar la extensión de la infección a los animales. En un laboratorio veterinario, el eliminar Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 53 Capítulo I.1.6. — Seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología riesgos de escape de patógenos hacia animales salvajes o domésticos de la comunidad es una importante responsabilidad. Debe mantenerse una estrecha comunicación con las autoridades veterinarias. Para trabajar con algunos microorganismos, se requiere disponer de licencias especiales. F. RIESGOS QUÍMICOS Y FÍSICOS El trabajo de laboratorio incluye muchas manipulaciones que son potencialmente peligrosas, como el manejo de material de vidrio, el uso de agujas y otros instrumentos cortantes. Deben de existir dispositivos especiales para desechar adecuadamente las agujas y otro instrumental cortante. El personal de laboratorio corre el riesgo de sufrir quemaduras por sólidos o líquidos calientes. Los autoclaves deben de estar equipados con mecanismos de seguridad para evitar su apertura accidental cuando funcionan a presión y sometidos a servicios de mantenimiento y pruebas regulares. Deben suministrarse guantes de protección frente al calor. El frío extremo puede suponer también un riesgo, por ejemplo cuando se trabaja con nitrógeno líquido; las salpicaduras sobre la piel no protegida pueden ser muy peligrosas. Se deben de utilizar guantes que permitan aislamiento del frío y que sean resistentes al agua para evitar la penetración del nitrógeno líquido. Se debe también llevar máscara para la cara y botas cuando se trabaja con nitrógeno líquido. La radiación es un riesgo serio para la salud que puede estar presente debido al uso de aparatos de rayos X, o al empleo de emisores de rayos gamma u otras fuentes. Tales equipos deben estar sometidos a mantenimiento y a pruebas periódicas. Todo uso de material radioactivo ha de ser meticulosamente anotado. Todo el personal debe disponer de un dispositivo de control de radiación y pasar controles sanitarios anuales. Deben tenerse en cuenta las regulaciones locales y nacionales al respecto (10). En los laboratorios veterinarios se emplea una amplia gama de compuestos químicos, muchos de los cuales pueden ser tóxicos o mutagénicos, y algunos incluso carcinogénicos. Debería recordarse que es la dosis la que determina el peligro (por ejemplo, en cantidades suficientes, incluso una sustancia “inocua” puede llegar a ser tóxica). Los vapores son especialmente peligrosos, y algunas sustancias se pueden absorber por penetración a través de la piel intacta. Siempre deben tomarse suficientes precauciones para proteger a trabajadoras embarazadas. Debe disponerse de una lista de sustancias químicas peligrosas y de un archivo de sustancias a las que puede estar expuesto el personal del laboratorio. Esto constituye en la actualidad normativa legal en muchos países. Las sustancias químicas deben guardarse en contenedores apropiados y a la temperatura debida. Aquellas que sean muy inflamables deben mantenerse en armarios a prueba de fuego. Debe llevarse un inventario de compras y de uso del material químico peligroso que indique cuánto se ha usado, cuándo, por quién, y con qué fines. La eliminación de sustancias químicas está regulada oficialmente. Se puede obtener más información sobre precauciones de seguridad frente a agentes físicos y químicos en la literatura sobre el tema (10, 11). G. INFRAESTRUCTURA DEL LABORATORIO DE ANIMALES El trabajo con patógenos en animales de laboratorio tiene riesgos especiales (ver Apéndice 1). Los habitáculos para los animales deben estar construidos teniendo en cuenta los estándares y niveles de contención apropiados, como en el caso de los propios laboratorios. La contención en estos habitáculos es muy importante porque pueden generarse en ellos una gran cantidad de agentes infecciosos. Consideraciones similares son también de aplicación en cuanto al entrenamiento del personal, ropa de protección e inventario de procedimientos de trabajo. Debe tomarse especial cuidado en evitar daños al personal, por ejemplo a través de mordeduras o coces por parte de los animales. Cualquier incidente de ese tipo debe ser documentado y las heridas curadas adecuadamente. Deben existir equipos de incineración o eliminación de cadáveres y sistemas que hagan posible una cuidadosa limpieza y desinfección de los habitáculos animales. Estos recintos deberían suministrar al animal no solamente un ambiente adecuado sino que deberían construirse y ventilarse de tal modo que se asegure una determinada comodidad para el personal que los atiende. Este es un tema muy amplio que solo puede tratarse aquí de forma breve (4, 7). Recientemente se ha publicado un libro excelente sobre salud y seguridad en el equipamiento de laboratorios animales (17). H. DISPOSITIVOS DE EMERGENCIA En las proximidades de toda estación de trabajo debe existir un equipo de primeros auxilios; pero debe guardarse un lugar que no pueda ser contaminado por el trabajo de laboratorio (p. Ej. en una cámara de aire o en una antesala). Este equipo debe estar en relación con el tipo de trabajo, y tiene que ser mantenido limpio y sujeto a un adecuado mantenimiento. Debe estar dispuesto y disponible para usos inmediatos de emergencia y contener vendas, ropas y medicinas usuales. Parte del personal debería recibir entrenamiento en 54 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.6. — Seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología procedimientos de seguridad y primeros auxilios por parte de autoridades reconocidas y estar en posesión de un certificado válido que evidencie su competencia. Sus nombres y localización deben ser conocidos por todos y figurar en los tablones de anuncios. Todo el personal de plantilla debe ser consciente de la importancia de la seguridad. Deben considerarse procedimientos apropiados y equipos para tratar casos de vertidos y descontaminaciones. Además, debe mantenerse un registro de todos los accidentes. Deben existir por escrito procedimientos a seguir en caso de emergencia debida al fallo de los sistemas de aire, por ejemplo, en cabinas de bioseguridad o habitaciones de biocontención que pueden originar una pérdida de contención. Muchos laboratorios disponen en plantilla de un comité de seguridad para desarrollar la comprensión del concepto de seguridad por parte del personal y para comentar temas relacionados con la dirección. Los directores son responsables de la seguridad en cada una de sus áreas de competencia, y no deberían permitir que asuntos tales como la rapidez o los costes del trabajo primaran sobre la seguridad de los trabajadores. Por si fuera necesario, debería existir un procedimiento de emergencia para disponer de asistencia médica así como de hospitalización cuando ello se requiriese. Las alarmas de fuego deben estar en funcionamiento, y sometidas a pruebas con regularidad. Cada unidad debería nombrar a un bombero para dirigir ejercicios periódicos con el fin de hacer conocer al personal qué hacer y donde reunirse en caso de un incendio. El bombero es el responsable de comprobar que todas las personas abandonan el edificio. La existencia de normas para el caso de existir otros desastres naturales, como huracanes y terremotos, es también pertinente cuando representen un riesgo. Todas estas directrices deben ser indicadas por escrito y revisadas periódicamente. I. TRANSPORTE DE MATERIAL INFECCIOSO Se debe tomar una precaución especial en la preparación y embalaje de muestras diagnósticas que se van a transportar, para asegurarse de que no hay roturas de los recipientes ni derrames de contenido que pudieran suponer un riesgo para los trabajadores de correos, transportistas o personal del laboratorio que lleva a cabo la recepción (ver Capítulo I.1.1. Métodos de muestreo). Deben seguirse las normas locales, nacionales e internacionales sobre el transporte de materiales peligrosos y sobre la importación de patógenos. J. CONCLUSIONES Una de las prioridades más importantes del laboratorio es disponer de altas cualificaciones de seguridad que aseguren unas condiciones sanas de trabajo a toda la plantilla del personal. Esto solo puede lograrse después de un cuidadoso estudio de los principios que conlleva y mediante su aplicación práctica en los edificios, equipos, procedimientos operativos e higiene. El entrenamiento de todo el personal del laboratorio es una cuestión clave, y ninguna persona debería estar autorizada a trabajar hasta haberlo completado de forma documentada. Existe una literatura muy amplia sobre todos y cada uno de los aspectos de este tema, y se recomienda su ulterior lectura (6, 9, 13, 14, 15). REFERENCIAS 1. ACHA P.N. & SZYFRES B. (1987). Zoonoses and Communicable Diseases Common to Man and Animals, Second Edition. Pan American Health Organisation, Scientific Publication No. 503. PAHO, Washington DC, USA. 2. ADVISORY COMMITTEE ON DANGEROUS PATHOGENS (1995). Categorisation of Biological Agents According to Hazard and Categories of Containment, Fourth Edition. Health and Safety Executive Books, P.O. Box 1999, Sudbury, Suffolk, CO10 6FS, UK. ISBN 0-7176-1038-1. 3. BARBEITO M.S., ABRAHAM G., BEST M., CAIRNS P., LANGEVIN P., STERRITT W.G., BARR D., MEULEPAS W., SANCHEZ-VIZCAINO J.M., SARAZA M., REQUENA E., COLLADO M., MANI P., BREEZE R., BRUNNER H., MEBUS C.A., MORGAN R.L., RUSK S., SIEGFRIED L.M. & THOMPSON L.H. (1995). Recommended biocontainment features for research and diagnostic facilities where animal pathogens are used. Rev. sci. tech. Off. int. Epiz., 14, 873887. 4. BELL J.C., PALMER S.R. & PAYNE J.M. (1988). The Zoonoses. Edward Arnold, London, UK. 5. BERAN G.W. & STEELE J.H. (eds) (1994). Handbook of Zoonoses, Second Edition. Section A. (Bacterial, Rickettsial, Chlamydial and Mycotic Zoonoses) and Section B (Viral Zoonoses), CRC Press, USA. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 55 Capítulo I.1.6. — Seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología 6. CANADIAN FOOD INSPECTION AGENCY (1996). Containment Standards for Veterinary Facilities, Best M., ed. Canadian Food Inspection Agency, Ottawa, Ontario, Canada. 7. COLLINS C.H. (1990). Health hazards in microbiology. In: Handbook of Laboratory Health and Safety Measures, Pal S.B., ed. Kluwer Academic Publications, Dordrecht, The Netherlands, 159188. 8. INTERNATIONAL ATOMIC ENERGY AGENCY (IAEA) (1994). International Basic Safety Standards for Protection against Ionizing Radiation and for the Safety of Radiation Sources, Interim Edition. Safety Series No. 115-I. IAEA, Vienna, Austria. 9. OFFICE OF BIOSAFETY, LABORATORY CENTRE FOR DISEASE CONTROL, HEALTH AND W ELFARE CANADA (1996). Laboratory Biosafety Guidelines, Second Edition. Ministry of Supply and Services Canada, Cat. No. MR 212/1996. 10. RAYBURN S.R. (1990). The Foundations of Laboratory Safety (a Guide for the Biomedical Laboratory). Springer-Verlag, New York, USA. 11. SEWELL D.L. (1995). Laboratory associated infections and biosafety. Clin. Microbiol. Rev., 8, 389405. 12. US DEPARTMENT OF HEALTH AND HUMAN SERVICES, CENTRES FOR DISEASE CONTROL AND PREVENTION AND NATIONAL INSTITUTES OF HEALTH (1999). Biosafety in Microbiological and Biomedical Laboratories, Fourth Edition. Catalogue number 017-040-00547-4. United States Government Printing Office, Washington DC, USA. 13. U.S. DEPARTMENT OF HEALTH AND HUMAN SERVICES, PUBLIC HEALTH SERVICE, CENTERS FOR DISEASE CONTROL AND PREVENTION, AND NATIONAL INSTITUTES OF HEALTH (2000). Primary Containment for Biohazards: Selection, Installation and Use of Biological Safety Cabinets, Second Edition. United States Government Printing Office, Washington DC, USA. 14. W OOD M. & SMITH M.W. (EDS) (1999). Health and Safety in Laboratory Animal Facilities. Royal Society of Medicine Press, London, UK, pp. 249. 15. US DEPARTMENT OF HEALTH AND HUMAN SERVICES, CENTRES FOR DISEASE CONTROL AND PREVENTION AND NATIONAL INSTITUTES OF HEALTH (1999). Biosafety in Microbiological and Biomedical Laboratories, Fourth Edition. Catalogue number 017-040-00547-4. United States Government Printing Office, Washington DC, USA. 16. U.S. Department of Health and Human Services, Public Health Service, Centers for Disease Control and Prevention, and National Institutes of Health (2000). Primary Containment for Biohazards: Selection, Installation and Use of Biological Safety Cabinets, Second Edition. United States Government Printing Office, Washington DC, USA. 17. W OOD M. & SMITH M.W. (EDS) (1999). Health and Safety in Laboratory Animal Facilities. Royal Society of Medicine Press, London, UK, pp. 249. 56 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 APÉNDICE I.1.6.1 TRANSPORTE INTERNACIONAL Y CONTENCIÓN DE AGENTES PATÓGENOS DE ORIGEN ANIMAL EN EL LABORATORIO1 A. OBJETIVO Prevenir la introducción y propagación de enfermedades animales causadas por agentes patógenos. B. INTRODUCCIÓN 1. La introducción de una enfermedad infecciosa, de un agente patógeno de origen animal o de una cepa nueva de agente patógeno de origen animal en un país libre de ellos hasta entonces puede tener consecuencias muy graves, en la medida en que puede perjudicar en mayor o menor grado la salud animal, la salud pública, la economía agropecuaria y el comercio. Para evitar que el comercio internacional de animales vivos y productos de origen animal sea causa de esa introducción, los países deberán prever una serie de medidas que impongan, por ejemplo, las pruebas veterinarias y la cuarentena antes de la importación. 2. No obstante, existe también el riesgo de que una enfermedad aparezca como consecuencia de la liberación accidental de agentes patógenos por laboratorios que los utilizan con distintos fines, como por ejemplo la investigación, el establecimiento de diagnósticos o la elaboración de vacunas. Esos agentes patógenos pueden existir ya en el país o haber sido importados voluntaria o involuntariamente. Por consiguiente, es imprescindible disponer de medidas para evitar su liberación accidental. Las medidas pueden aplicarse en las fronteras nacionales, mediante la prohibición o el control de las importaciones de determinados agentes patógenos o de sus portadores (véase el Artículo 1.4.6.7.), o en el territorio nacional, mediante la especificación de las condiciones que deben respetar los laboratorios para manipularlos. En la práctica se combinarán probablemente los controles internos y externos, en función del riesgo que suponga para la salud animal el agente patógeno considerado. C. PROPÓSITO 1. Hacer recomendaciones sobre la contención en laboratorios de agentes patógenos de origen animal en función del riesgo que suponen para la salud animal y la economía agropecuaria de un país, sobre todo cuando la enfermedad que causan no es enzoótica. 2. Hacer recomendaciones sobre las condiciones de importación de agentes patógenos de origen animal. 3. Si los agentes patógenos de origen animal suponen también un riesgo para la salud pública, las recomendaciones relativas a su contención en los laboratorios se hallarán en el Manual Terrestre y en los demás documentos pertinentes publicados. D. CLASIFICACIÓN DE LOS AGENTES PATÓGENOS DE ORIGEN ANIMAL 1. 1 Los agentes patógenos de origen animal serán clasificados por categorías, en función del riesgo que suponen para la salud animal, si son introducidos en un país o liberados accidentalmente por un laboratorio. Al proceder a la clasificación de los agentes patógenos en cuatro categorías, según el grado de contención que requieren, se tendrán en cuenta los siguientes factores: patogenicidad del agente considerado, riesgos biológicos que representa, capacidad de propagación, aspectos económicos y disponibilidad de tratamientos profilácticos y terapéuticos. Este Apéndice está tomado del Capítulo 1.4.6 del Código internacional de sanidad animal de la OIE, 2001. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 57 Apéndice I.1.6.1.— Transporte internacional y contención de agentes patógenos de origen animal en el laboratorio 2. Algunos agentes patógenos necesitan ser transmitidos por determinados vectores o terminar sus fases de desarrollo en huéspedes intermediarios antes de infectar a los animales y provocar una enfermedad. En los países en que esos vectores o esos huéspedes intermediarios no existen o en que las condiciones climáticas o ambientales no propician su supervivencia, esos agentes patógenos suponen menor riesgo para la salud animal que en los países en que esos vectores o esos huéspedes intermediarios viven naturalmente o pueden sobrevivir. 3. Al proceder a la clasificación de los agentes patógenos de origen animal en grupos particulares se tendrán en cuenta los siguientes criterios: a) Agentes patógenos de origen animal del grupo 1 Organismos que causan enfermedades enzoóticas pero no están sujetos a control oficial. b) Agentes patógenos de origen animal del grupo 2 Organismos que causan enfermedades exóticas o enzoóticas, sujetos a control oficial y con escasa posibilidad de propagarse a partir de un laboratorio. c) i) Su transmisión no depende de vectores ni de huéspedes intermediarios. ii) Su transmisión entre animales de especies distintas es muy limitada, incluso inexistente. iii) Su capacidad de propagación geográfica en caso de liberación accidental por un laboratorio es limitada. iv) Su transmisión directa entre animales es relativamente limitada. v) La necesidad de aislar los animales enfermos o infectados es mínima. vi) Las consecuencias económicas y/o clínicas de la enfermedad son limitadas. Agentes patógenos de origen animal del grupo 3 Organismos que causan enfermedades exóticas o enzoóticas, sujetos a control oficial y con moderada posibilidad de propagarse a partir de un laboratorio. d) i) Su transmisión puede depender de vectores o de huéspedes intermediarios. ii) Su transmisión entre animales de especies distintas puede producirse fácilmente. iii) Su capacidad de propagación geográfica en caso de liberación accidental por un laboratorio es moderada. iv) Su transmisión directa entre animales es relativamente fácil. v) El aislamiento reglamentario de los animales enfermos, infectados o que han estado en contacto con animales afectados es imperativo. vi) Las consecuencias económicas y/o clínicas de la enfermedad son graves. vii) Los tratamientos profilácticos y/o terapéuticos son escasos o tienen efectos limitados. Agentes patógenos de origen animal del grupo 4 Organismos que causan enfermedades exóticas o enzoóticas, sujetos a control oficial y con alta posibilidad de propagarse a partir de un laboratorio. 58 i) Su transmisión puede depender de vectores o de huéspedes intermediarios. ii) Su transmisión entre animales de especies distintas puede producirse muy fácilmente. iii) Su capacidad de propagación geográfica en caso de liberación accidental por un laboratorio es total. iv) Su transmisión directa entre animales se produce muy fácilmente. v) El aislamiento reglamentario de los animales enfermos, infectados o que han estado en contacto con animales afectados es imperativo. vi) El control reglamentario de los movimientos de animales en un vasto perímetro es imperativo. vii) Las consecuencias económicas y/o clínicas de la enfermedad son sumamente graves. viii) No existe ningún tratamiento profiláctico y/o terapéutico satisfactorio. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Apéndice I.1.6.1.— Transporte internacional y contención de agentes patógenos de origen animal en el laboratorio E. NIVELES DE CONTENCIÓN 1. El principal objetivo de la contención es evitar que un agente patógeno se escape de un laboratorio y se propague a la población animal del país. Algunos agentes patógenos de origen animal pueden infectar a las personas y, en ese caso, la protección de la salud pública puede exigir una contención superior a la que se considera suficiente para proteger la salud de los animales. 2. El nivel de contención física y los procedimientos y prácticas de seguridad biológica dependerán del grupo en que haya sido clasificado el agente patógeno y los requisitos deberán ser los apropiados para el tipo de organismo considerado (bacteria, virus, hongo o parásito, por ejemplo). Para los agentes patógenos del grupo 1 se necesitará el nivel de contención más bajo y para los del grupo 4 el más alto. En el Cuadro 1 se indican los requisitos de contención para los grupos 2, 3 y 4. 3. Algunos artrópodos pueden ser agentes patógenos o vectores de agentes patógenos. Si son vectores de un agente patógeno que se utiliza en el laboratorio se respetará el nivel de contención que requiere dicho agente patógeno y se respetarán, además, las condiciones de contención que se aplican a los artrópodos. Cuadro 1.Recomendaciones relativas a las condiciones que deben respetar los laboratorios para los distintos grupos de contención Grupo de contención Condiciones aplicables a los laboratorio 2 3 4 1. Alejamiento de cualquier peligro de incendio notorio Sí Sí Sí 2. Separación entre el lugar de trabajo y las demás actividades Sí Sí Sí 3. Acceso limitado del personal Sí Sí Sí 4. Protección contra incursiones de roedores e insectos Sí Sí Sí Sí, bajo vigilancia Sí, bajo vigilancia Sí Sí Simple a la salida Simple a la entrada, doble a la salida 8. Sistema mecánico de entrada de aire con dispositivo antiavería Sí Sí 9. Posibilidad de cierre hermético en caso de fumigaciones Sí Sí Accesible Sí Sí, en el sitio 11. Campana extractora de seguridad de clase 1/2/3 Sí Sí Sí 12. Acceso directo al autoclave Sí Sí, con puertas dobles Sí, con puertas dobles 13. Conservación de agentes patógenos en el laboratorio Sí Sí Sí Preferible Sí A) Localización y organización del laboratorio 5. Esterilización de los efluentes líquidos 6. Aislamiento por esclusa de aire. Ventilación interna continua 7. Filtración de la entrada y salida de aire con filtros HEPA o similares 10. Incinerador de cadáveres y desechos B) Instalaciones del laboratorio 14. Depósito con contenedor doble (aguas residuales) 15. Ropa de protección prohibida fuera del laboratorio Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Sí Sí Sí 59 Apéndice I.1.6.1.— Transporte internacional y contención de agentes patógenos de origen animal en el laboratorio Cuadro 1. Recomendaciones relativas a las condiciones que deben respetar los laboratorios para los distintos grupos de contención (cont.) Grupo de contención Condiciones aplicables a los laboratorio 2 3 4 Sí 16. Ducha obligatoria antes de salir del laboratorio 17. Designación de un responsable de la contención Sí Sí Sí 18. Formación del personal en la observancia de las reglas Sí Sí Sí 19. Fijación de carteles relativos a la zona de contención Sí Sí Sí 20. Posibilidad de cerrar el laboratorio con llave Sí Sí Sí 21. Entrada exclusiva del personal autorizado Sí Sí Sí 22. A la entrada, cambio de toda la ropa de calle por ropa limpia Sí Sí 23. A la salida, cambio de toda la ropa de laboratorio, ducha y entrada al sector limpio Sí C) Reglamento del laboratorio 24. Ducha obligatoria de las personas antes de entrar en el sector limpio Sí Sí Sí Sí 26. Notificación de las condiciones de embalaje de las muestras antes de su envío al laboratorio Sí Sí Sí 27. Apertura de los paquetes por personal experimentado Sí Sí Sí 28. Traslado de agentes patógenos de un laboratorio autorizado a otro previa autorización únicamente Sí Sí Sí 29. Manual de procedimientos normalizados de manejo que cubra todos los aspectos Sí Sí Sí 25. Declaración de todos los accidentes D) Manipulación de muestras F. POSESIÓN Y MANIPULACIÓN DE AGENTES PATÓGENOS 1. 60 Un laboratorio sólo estará autorizado a poseer y a manipular agentes patógenos de origen animal que pertenezcan a los grupos 3 ó 4 si puede demostrar a la autoridad competente que está dotado de las instalaciones de contención apropiadas para dichos grupos. No obstante, según las circunstancias particulares de cada país, la autoridad competente podrá decidir que la posesión y la manipulación de determinados agentes patógenos del grupo 2 también deben ser objeto de control. La autoridad inspeccionará en primer lugar las instalaciones, para cerciorarse de su conformidad, y otorgará después una licencia que especifique todas las condiciones pertinentes. Una de ellas será que el laboratorio lleve un registro en debida forma e informe a la autoridad en caso de que sospeche que el material utilizado contiene un agente patógeno que no está cubierto por la licencia. La autoridad visitará periódicamente el laboratorio para asegurarse de que respeta las condiciones de la licencia, pero velará por que el personal que efectúe la visita no tenga ningún contacto con animales susceptibles a los agentes patógenos manipulados por el laboratorio durante un período determinado después de haber visitado el laboratorio, período cuya duración dependerá del tipo de agente patógeno. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Apéndice I.1.6.1.— Transporte internacional y contención de agentes patógenos de origen animal en el laboratorio 2. Las licencias especificarán: a) las condiciones de transporte del agente patógeno y de eliminación de su embalaje; b) el nombre de la persona responsable del trabajo; c) si se va a utilizar el agente patógeno in vivo (y en ese caso, si en animales de laboratorio o en otros animales) y/o solamente in vitro; d) las condiciones de eliminación del agente patógeno y de los animales utilizados para la experimentación, una vez concluido el trabajo; e) las restricciones en materia de contactos del personal del laboratorio con animales susceptibles a los agentes patógenos utilizados; f) las condiciones de traslado de agentes patógenos a otros laboratorios; g) las condiciones particulares relativas al nivel de contención apropiado y a los procedimientos y prácticas de seguridad biológica. G. IMPORTACIÓN DE AGENTES PATÓGENOS DE ORIGEN ANIMAL 1. La importación de agentes patógenos de origen animal, de material patológico o de organismos portadores de agentes patógenos estará supeditada a la concesión de una licencia de importación por la autoridad competente. La licencia de importación especificará las condiciones pertinentes según el riesgo que suponga el agente patógeno y, en caso de transporte aéreo, las normas pertinentes de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo en materia de embalaje y de transporte de sustancias peligrosas. La licencia de importación de un agente patógeno de los grupos 2, 3 ó 4 se concederá únicamente a un laboratorio autorizado expresamente a manipular ese agente patógeno, como se indica en el Artículo 1.4.6.6. 2. Al examinar las solicitudes de importación de material patológico, las autoridades tendrán en cuenta el tipo de material, el animal del que proviene, la susceptibilidad de dicho animal a distintas enfermedades y la situación zoosanitaria del país de origen. Podrá ser útil exigir un tratamiento del producto antes de la importación para reducir al mínimo el riesgo de introducir inadvertidamente un agente patógeno. * * * Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 61 CAPÍTULO I.1.7. PRINCIPIOS DE PRODUCCIÓN DE VACUNAS VETERINARIAS RESUMEN La administración fiable de vacunas puras, inocuas, potentes y eficaces es imprescindible para el mantenimiento de la salud animal y el funcionamiento satisfactorio de los programas de salud animal. La inmunización de animales con vacunas de gran calidad es el principal medio de control de muchas enfermedades animales. En otros casos, las vacunas se emplean conjuntamente con el control nacional de enfermedades o los programas de erradicación. Se pretende que los requisitos y procedimientos que se describen en este capítulo sean de carácter general y consistentes con los estándares publicados de los que se dispone normalmente como guía en la producción de vacunas veterinarias. El planteamiento para garantizar la calidad, inocuidad, potencia y eficacia de las vacunas veterinarias puede variar de un país a otro dependiendo de las necesidades locales. Sin embargo, son imprescindibles estándares y controles de producción adecuados para asegurar la disponibilidad de productos uniformes de gran calidad para el uso en programas de salud animal. Como la patogénesis y la epidemiología de cada enfermedad varía, el papel y la eficacia de la vacunación como medio de control varía también de una enfermedad a otra. Algunas vacunas pueden ser de gran eficacia, induciendo una inmunidad que no sólo previene los síntomas de la enfermedad, sino también la infección y la replicación del agente causante de la enfermedad. Otras vacunas pueden prevenir la enfermedad clínica, pero no la infección y/o el estado de desarrollo del portador. En otros casos, la inmunización puede resultar completamente ineficaz o sólo reducir la severidad de la enfermedad. De esta forma, la decisión de recomendar la vacunación como parte de la estrategia de control de las enfermedades animales, requiere un conocimiento profundo de las características del agente infeccioso y de su epidemiología, así como de las características y posibilidades de las diferentes vacunas disponibles. Además, hay una preocupación pública creciente por las implicaciones de la producción y uso de vacunas veterinarias para el bienestar animal. En cualquier caso, si se utilizan vacunas, un rendimiento satisfactorio requiere que éstas se fabriquen de forma que se garantice un producto uniforme y constante de gran calidad. NOMENCLATURA La nomenclatura para los productos biológicos veterinarios varía de un país a otro. Por ejemplo, en EE.UU el término “vacuna” se utiliza para productos que contienen virus vivos o inactivados o protozoos, bacterias vivas o ácidos nucleicos. Dependiendo del tipo de antígeno que contienen, los productos con bacterias muertas y otros microorganismos se identifican como bacterinas, extractos bacterianos, subunidades, toxoides bacterianos o toxoides. Por ejemplo, a los productos que contienen componentes antigénicos o inmunizantes de microorganismos se les puede llamar “subunidades” o “extractos bacterianos”, y a los obtenidos a partir de la inactivación de toxinas se les llama “toxoides”. En la Unión Europea (UE), los productos médicos veterinarios se definen como “productos administrados a animales para producir inmunidad activa o pasiva o para diagnosticar el estado de inmunidad; véase Directiva 90/677/CEE. Sin embargo, en este capítulo el término “vacuna” incluirá todos los productos diseñados para estimular la inmunización activa de animales contra enfermedades, con independencia del tipo de microorganismo o toxina microbiana que contengan o de los que éstos puedan derivarse. Este uso es más coherente con la nomenclatura internacional. En esta revisión no se utilizará “vacuna” con referencia a productos biológicos recomendados para la inmunización pasiva, inmunoestimulación, tratamiento de alergias o diagnóstico. 62 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias TIPOS O FORMAS DE VACUNAS Las vacunas se pueden preparar como productos vivos o inactivados (muertos). Algunas vacunas vivas se preparan a partir de los aislados de campo de baja virulencia, atenuados, de un agente causante de una enfermedad, que cuando se administran por vía no natural o bajo otras condiciones, en las que la exposición a los microorganismos inmuniza en vez de causar la enfermedad, se ha descubierto que son inocuos y eficaces. Otras vacunas vivas se preparan de los aislados de los agentes causantes de enfermedades que han sido modificados mediante el pase por animales de laboratorio, medios de cultivo, cultivos celulares o embriones aviares, para seleccionar un aislado de virulencia reducida. El desarrollo de las técnicas de ADN recombinante (ADNr ha proporcionado algunas oportunidades únicas para la producción de vacunas. En la actualidad, las vacunas vivas modificadas se pueden producir de forma específica mediante la eliminación de los genes relacionados con la virulencia en un microorganismo. Otras vacunas se producen por la introducción de genes que codifican antígenos inmunizantes específicos, en un microorganismo vector no virulento, a partir de un microorganismo causante de una enfermedad. Se están desarrollando vacunas mediadas por ácido nucleico que contienen ADN plasmídico. Normalmente, el ácido nucleico se encuentra en forma de plásmido y codifica antígenos inmunizantes a partir de microorganismos que causan enfermedades. Los productos inactivados pueden contener: 1) Cultivos de microorganismos que han sido inactivados por medios químicos u otros medios; 2) Toxinas inactivadas; o 3) Subunidades (partes antigénicas de microorganismos) que se han extraído de cultivos o que se han producido mediante procedimientos de ADNr. Tanto las vacunas vivas como las inactivadas se pueden formular con adyuvantes diseñados para aumentar su eficacia. Los adyuvantes típicos son emulsiones de aceite en agua (simples o dobles), hechas con aceite mineral o vegetal y un agente emulsionante. También se utilizan otros adyuvantes como el gel de hidróxido de aluminio. GARANTÍA DE CALIDAD La producción uniforme de vacunas de gran calidad, inocuas, potentes y eficaces requiere procedimientos de garantía de calidad para asegurar la uniformidad y consistencia del proceso de producción. Puesto que los procesos de producción de vacunas proporcionan una gran oportunidad para la variabilidad, se debe tener cuidado en controlar ésta en la medida de lo posible, utilizando, preferiblemente, procedimientos validados, y proteger el producto de la contaminación a lo largo de todas las etapas de producción. Deben garantizarse la calidad, inocuidad, potencia y eficacia de las vacunas mediante la consistencia durante el proceso de producción. En cada etapa debe desarrollarse la calidad constante del producto (uniformidad entre lotes). El análisis del producto final se utiliza como comprobación para verificar que los controles en los procedimientos de producción se han mantenido intactos, y que el producto fabricado reúne la especificación previamente acordada con la autoridad otorgante de la licencia. Las autoridades reguladoras de los diferentes países han desarrollado planteamientos diferentes para asegurar la calidad de las vacunas. Aunque parecidos en su objetivo final, estos sistemas pueden variar en la importancia que se da al control del proceso de producción (estándares de proceso) en comparación con el control mediante el análisis del producto final (estándares de eficacia). Los procedimientos de control seleccionados deben ser los que mejor se ajusten a las condiciones bajo las que se estén produciendo las vacunas y deben, en la medida de lo posible, cumplir con las prácticas correctas de fabricación. Los estándares y procedimientos de control establecidos para un producto determinan el riesgo o la posibilidad de producir y poner en el mercado un producto inútil, contaminado, peligroso o nocivo. El grado de riesgo aceptable puede depender de los beneficios que se obtengan teniendo un producto disponible que evite las muertes por enfermedad. De esta forma, los estándares pueden variar, de forma justificada, de un país a otro, o de un producto a otro, dependiendo de las condiciones de sanidad animal a nivel local. Sin embargo, las autoridades controladoras deben esforzarse por establecer estándares y procedimientos de control que garanticen un producto acabado de la mejor calidad, inocuidad, potencia y eficacia posibles. El sistema de garantía de calidad óptimo deberá abordar por igual los procedimientos de producción y el análisis del producto final. Un sistema de seguridad absolutamente eficaz que no tenga el riesgo de elaborar un producto insatisfactorio, sería, probablemente, demasiado caro con relación al coste de producción y al control. Las autoridades reguladoras y los fabricantes de vacunas deben seleccionar los procedimientos de control que puedan garantizar un nivel bajo de riesgo aceptable con relación a ese peligro. Tales procedimientos, sin embargo, no deben ser tan onerosos que impidan el desarrollo y la disponibilidad de los productos necesarios para proporcionar un cuidado médico preventivo a un coste que sea aceptable para el consumidor. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 63 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias INSTALACIONES DE PRODUCCIÓN Las instalaciones que se usan para la producción de vacunas deberán estar diseñadas para proteger la pureza del producto durante todo el proceso de producción y la salud del personal. Se deben construir de forma que: 1) puedan limpiarse fácil y totalmente; 2) proporcionen una separación adecuada de las cuartos de elaboración; 3) tengan ventilación adecuada; 4) tengan abundante agua limpia fría y caliente, y un drenaje y fontanería eficientes; y 5) vestidores y otras instalaciones para el personal, a las que se acceda sin pasar por las zonas de elaboración del producto biológico. Las instalaciones deben ser adecuadas para facilitar todas las funciones de producción, tales como el almacenamiento de los inóculos maestros, los ingredientes y otros materiales de producción; la preparación de los medios de cultivo y los cultivos celulares; la preparación del material de vidrio y de producción; la inoculación; la incubación; la recolección de los cultivos; el almacenamiento de los materiales en proceso; la inactivación; la centrifugación; la adición del adyuvante y la formulación del producto; el envasado, la desecación, el sellado de recipientes, el etiquetado y el almacenamiento del producto final; la comprobación del control de calidad de los materiales en proceso y del producto final; e investigación y desarrollo. Por lo general, se requieren zonas separadas para actividades diferentes. Todas las habitaciones y los sistemas de manipulación de aire deben construirse de forma que se evite la contaminación cruzada por otros productos y por las personas o el equipo. Los microorganismos virulentos o peligrosos se deben preparar y almacenar en habitaciones separadas del resto del establecimiento. En concreto, los organismos en estudio deben estar completamente separados de las cepas de las vacunas. Todo el equipo que entre en contacto con el producto debe esterilizarse mediante procedimientos validados. Las instalaciones de producción tienen que diseñarse de tal forma que se evite la contaminación del medio ambiente. Cualquier material utilizado durante la producción tiene que ser convertido en material seguro antes de salir de la instalación. Si se propagan microorganismos muy contagiosos, la salida del aire debe ser tratada para impedir la fuga de los agentes infecciosos. El personal debe seguir los protocolos de seguridad tales como la ducha, y evitar ponerse en contacto con animales sensibles después de abandonar las instalaciones de producción. Aunque la calidad y el diseño de las instalaciones de producción pueden variar significativamente, deben cumplir siempre con los estándares que se consideran apropiados para las vacunas que se van a producir. Por ejemplo, los requisitos con respecto a las instalaciones para la producción de vacunas de embriones de pollo administradas por vía oral, intranasal o intraocular pueden no ser tan exigentes como aquéllos que se estipulan para la producción de vacunas de cultivos celulares administradas de forma subcutánea o intramuscular. PLAN DE LAS INSTALACIONES Para cada vacuna producida en una instalación debe haber un plan de producción detallado que describa donde tendrá lugar cada etapa del proceso de producción. Este plan debe documentarse en un procedimiento operativo estándar detallado (POE) o por un plano general (plano de planta) y la leyenda del plano. Cada habitación del establecimiento debe identificarse de forma individualizada, y deben especificarse, para cada una, todas las funciones realizadas y los microorganismos implicados También deben documentarse los procedimientos de desinfección, de comprobación del equipo y otros procedimientos usados en el funcionamiento de las instalaciones para evitar la contaminación o los errores durante la producción. Este plan debe actualizarse cuando se añadan nuevos productos a la instalación, o cuando se realicen cambios o mejoras en los procedimientos. DOCUMENTACIÓN DEL PROCESO DE FABRICACIÓN También debe prepararse un perfil de producción detallado, una serie de procedimientos operativos estándares, y otros documentos que describan el protocolo para la producción y el control de cada producto fabricado en un establecimiento. Los criterios y estándares para los materiales de origen deben estar documentados de forma clara y precisa. La documentación debe también abordar asuntos tales como el historial del origen, aislamiento y pases (subcultivos) de cada cepa; los métodos para la identificación y determinación de la virulencia y la pureza; el medio o el sistema de cultivo celular usado para los cultivos de siembra y de producción, incluyendo los métodos utilizados para demostrar que los medios están libres de contaminación; el origen de los ingredientes de procedencia animal; los métodos de esterilización de medios; las condiciones de almacenamiento de líneas celulares y de cultivos de siembra; el tamaño y los tipos de recipientes utilizados para el crecimiento de los cultivos; los métodos para la preparación de cultivos de siembra e inoculación de cultivos de producción; el tiempo y las condiciones de incubación; las observaciones durante el crecimiento; los criterios y las especificaciones para la recolección exitosa del material; y las técnicas de recolección. También debe de haber 64 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias documentación sobre las medidas tomadas por la empresa con objeto de minimizar el riesgo de contaminación de ingredientes de origen animal por encefalopatías espongiformes transmisibles (TSE; prión), y sobre los procedimientos para garantizar que el suero bovino está libre de pestivirus. Asimismo, la documentación debe incluir: una descripción de todas las pruebas realizadas para evaluar la pureza y la calidad del producto a lo largo del proceso de proceso de producción; cada etapa de la formulación del producto final; las pruebas utilizadas para la evaluación de la calidad, inocuidad, potencia, y otros requisitos de cada lote de producto acabado; las especificaciones para el acabado, incluyendo el empaquetamiento y etiquetado con las indicaciones completas y las recomendaciones de uso, y la fecha de caducidad establecida para el producto. Las directrices para la preparación de dichos documentos con respecto a las vacunas veterinarias son publicadas por las autoridades controladoras competentes. Esta documentación tiene por finalidad definir el producto y establecer sus especificaciones y estándares. Dicha documentación deberá servir, junto con los planos generales y las leyendas de los planos (plan de producción y los POE), de método uniforme y constante de elaboración del producto que deberá seguirse en la preparación de cada lote. MANTENIMIENTO DE REGISTROS El productor debe establecer un sistema de mantenimiento de registros detallado capaz de rastrear la ejecución de las sucesivas etapas de la preparación de cada producto biológico. Los registros deberán indicar la fecha en la que se han dado cada uno de los pasos cruciales, el nombre de la persona que llevó a cabo la tarea, la identidad y cantidad de los ingredientes añadidos o retirados en cada etapa, y cualquier ganancia o pérdida de cantidad durante el curso de la preparación. Se deben mantener registros de todas las pruebas realizadas a cada lote. Todos los registros relacionados con un lote de producto deberán guardarse al menos durante dos años, después de la fecha de caducidad de la etiqueta. Además, deberá mantenerse un registro de todas las etiquetas utilizadas en todos los productos, con cada etiqueta identificada en cuanto al nombre, número de producto, número de licencia del producto, tamaño del paquete, y número de identificación de la etiqueta. Se debe dar cuenta de todas las etiquetas impresas. Se deben guardar registros relacionados con los procedimientos de esterilización y pasteurización. Normalmente, estos se llevan a cabo por medio de dispositivos automáticos de registro. El fabricante debe también conservar registros completos de todos los animales del establecimiento, incluyendo datos sobre la salud del animal antes de su utilización en cualquier prueba, los resultados de las pruebas realizadas, el tratamiento administrado, mantenimiento, necropsia y eliminación. INÓCULO MAESTRO Para cada microorganismo utilizado en la fabricación de un producto, debe establecerse un inóculo maestro que sirva de fuente de siembra para la inoculación de todos los cultivos de producción. Los cultivos de trabajo y los de producción se pueden preparar a partir del inóculo maestro haciendo subcultivos; los cultivos de producción finales no deben tener más de cinco pases (a veces diez) a partir del inóculo maestro. En cada caso, se debe determinar y diseñar el número de pases según los datos. La utilización de un inóculo maestro y la limitación del número de pases del microorganismo que se usa de siembra en la forma indicada, ayuda a mantener la uniformidad y la consistencia en la producción. Se debe mantener un registro del inóculo maestro. El inóculo maestro debe componerse de un único lote homogéneo de inóculo que se ha mezclado y envasado en recipientes como un solo lote. El inóculo maestro se debe congelar o desecar y almacenar a bajas temperaturas tales como –40°C o –70°C, o bajo otras condiciones que se consideren óptimas para el mantenimiento de la viabilidad. Cada inóculo maestro se deberá analizar para garantizar su identidad, inocuidad y eficacia. También se debe determinar la pureza mediante el correspondiente análisis para garantizar que está libre de bacterias, hongos, micoplasma y virus extraños. BANCO DE CÉLULAS MAESTRO Cuando se utilicen cultivos celulares para preparar un producto, debe establecerse un banco de células maestro (MCS) para cada tipo de célula que se utilice. Debe mantenerse un registro del origen del banco de células maestro. En el Perfil de Producción o en el POE, se deben determinar y especificar, para cada producto, los números más altos y bajos de pases de células. Algunas autoridades controladoras no permiten más de 20 a 40 subcultivos. Cada MCS debe caracterizarse para garantizar su identidad, y su estabilidad genética debe demostrarse al hacer subcultivos a partir del pase más alto y más bajo utilizado para la producción. La pureza de los MCS debe establecerse mediante análisis para asegurar que está libre de bacterias, hongos, micoplasma y virus extraños. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 65 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias Células primarias Se definen como un conjunto de células originales obtenidas de tejido normal, que incluye hasta el décimo subcultivo, utilizadas en la producción de biológicos. En el caso de productos para uso avícola, estas células se obtienen, normalmente, a partir de huevos de pollo embrionados libres de patógenos, que tienen su origen en una parvada sin vacunar, sujeta a control microbiológico minucioso. Otras células primarias se derivan de tejidos normales de animales sanos y se analizan con relación a la contaminación por una variedad de organismos tan amplia como sea pertinente, incluyendo bacterias, hongos, micoplasmas, y agentes citopáticos y/o hemoadsorbentes y otros virus extraños. Algunas autoridades controladoras sólo permiten el uso de células primarias en casos excepcionales. Huevos embrionados Los huevos se utilizan con frecuencia en la producción de biológicos. En casi todos los casos, deben derivarse de parvadas de pollos libres de patógenos específicos, que hayan sido controladas de forma exhaustiva con relación a agentes infecciosos y que no hayan sido vacunadas. La vía de inoculación del huevo y la elección del material del huevo que se va a recolectar dependen del organismo concreto que esté siendo propagado. INGREDIENTES Las especificaciones y el origen de todos los ingredientes de los productos deben estar definidos en el perfil de producción, en el POE, y en otros documentos apropiados. El perfil de producción debe ser aprobado por una agencia nacional expendedora de licencias. Todos los ingredientes de origen animal que no están sujetos a esterilización se deben analizar para garantizar que están libres de bacterias, hongos, micoplasma y virus extraños. Se debe conocer el país de origen. La empresa adoptará medidas para minimizar el riesgo de contaminación de ingredientes de origen animal por TSE (prión). Algunas autoridades controladoras desaconsejan el uso de conservantes o (más importante) el uso de antibióticos como medio de controlar la contaminación accidental durante la producción, y prefieren el uso de técnicas asépticas estrictas para asegurar la pureza. Sin embargo, a veces, permiten el uso de conservantes en recipientes multidosis para proteger el producto durante el uso. Normalmente, estas autoridades controladoras limitan cualquier adición de antibióticos al líquido del cultivo celular y a otros medios, a los inóculos de huevos, y al material recogido de piel o posiblemente de otros tejidos, durante la elaboración del producto. Normalmente, permiten el uso de no más de tres antibióticos en el mismo producto. Algunas autoridades controladoras también prohíben el uso de penicilina o estreptomicina en vacunas administradas mediante aerosol o de forma parenteral. Si los antibióticos utilizados no están recomendados para el uso en las especies a las que se destinan, deberá demostrarse que aquéllos no tienen efectos dañinos en los animales vacunados y que no tienen repercusión en la contaminación de alimentos derivados de los animales vacunados. PRUEBAS DE EFICACIA La eficacia de las vacunas veterinarias deberá demostrarse mediante estudios estadísticos válidos de la vacunación en prueba en el animal hospedador utilizando los animales más jóvenes a los que ha de recomendarse el producto. En cada especie animal, los datos deben apoyar la eficacia de la vacuna en cada régimen de vacunación que se describe en la etiqueta de recomendación del producto, incluyendo los estudios sobre el comienzo de la protección cuando en la etiqueta del producto se haga referencia a dicho comienzo y a la duración de la inmunidad. Las pruebas se realizarán bajo condiciones controladas, comenzando, siempre que sea posible, con animales seronegativos. En lugares en los que se disponga de las pruebas de potencia validadas, pueden ser innecesarios los estudios de la vacunación que se prueba en las especies a las que va destinada, si se dispone de los resultados de predicción de las pruebas serológicas. En la medida de lo posible, debe fomentarse la aplicación de procedimientos para reemplazar, reducir y refinar los ensayos con animales (la regla de las tres R). Los estudios de eficacia deben realizarse con el producto final de la vacuna, elaborada a partir del inóculo maestro con el número de pases más alto permitido en el perfil de producción, o en otra documentación del proceso de fabricación. En dicha documentación, se habrá especificado la cantidad mínima de antígeno por dosis que debe haber en el producto final durante todo el tiempo de validez autorizado. El nivel de antígeno por dosis en la vacuna ensayada para averiguar su eficacia, debe estar en esta cantidad mínima o por debajo. El método de estudio exacto y los criterios para determinar la protección varían con el agente inmunizante y deben estandarizarse siempre que sea posible. Los estudios de la eficacia de campo se pueden utilizar para determinar la eficacia cuando no sean posibles los estudios significativos de la vacunación en prueba. Sin embargo, normalmente, es más difícil obtener datos 66 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias estadísticos significativos para demostrar la eficacia bajo las condiciones de campo. Los protocolos para los estudios de campo son más complejos, y se debe poner cuidado en establecer los controles adecuados con el fin de garantizar la validez de los datos. Incluso cuando se diseñan adecuadamente, los estudios de la eficacia de campo pueden no resultar concluyentes debido a condiciones externas incontrolables. Algunos problemas implican: niveles de desafío variables una incidencia baja de la enfermedad en controles sin vacunar y la exposición a otros microorganismos causantes de una enfermedad similar. Por lo tanto, para establecer la eficacia de algunos productos, pueden necesitarse los datos de la eficacia de los estudios de campo y de los del laboratorio. PRUEBAS DE INTERFERENCIA Para los productos con más de dos componentes antigénicos, las pruebas deben confirmar que no hay interferencia entre los componentes individuales, es decir, que un componente no cause una disminución en la respuesta inmunológica protectora de otro componente. La comprobación de la interferencia debe realizarse para cada combinación de productos antes de su aprobación. Se puede producir también una pérdida de potencia cuando el agente residual de la inactivación de un producto líquido muerto, utilizado como diluyente para una fracción viva disecada, reduce la viabilidad de los organismos vivos debido a la actividad viricida y bactericida. Cada lote de vacuna muerta líquida que vaya a utilizarse como diluyente para vacunas vivas debe, por lo tanto, comprobarse para su actividad viricida y bactericida antes de su puesta en el mercado. También hay que prestar atención a la posible interferencia entre dos vacunas diferentes del mismo fabricante, que se recomienda que sean suministradas al mismo animal en un período de dos semanas. PRUEBAS SOBRE EL INCREMENTO DE LA VIRULENCIA Con las vacunas vivas existe la preocupación de que el organismo pueda ser excretado por el hospedador y transmitirse a animales en contacto, causando enfermedades, si aquél conserva una virulencia residual o revierte a la virulencia. Por lo tanto, todas las vacunas vivas se deben examinar para la reversión a la virulencia mediante estudios de pases. Los organismos vacunales se propagan in vivo por inoculación de un grupo de animales diana con el inóculo maestro, utilizando normalmente la vía natural de infección para ese organismo. El organismo vacunal se recupera de los tejidos o excreciones y se utiliza directamente para inocular un nuevo grupo de animales, y así sucesivamente. Después de no menos de cinco pases (más si se trata de productos avícolas), el aislado debe caracterizarse completamente utilizando los mismos procedimientos que para caracterizar el inóculo maestro. El organismo vacunal debe conservar un nivel aceptable de atenuación tras la propagación de esta forma. EVALUACIÓN DEL RIESGO PARA EL MEDIO AMBIENTE Debe estimarse la capacidad de cada vacuna viva para abandonar el hospedador, para propagarse, para entrar en contacto con animales diana y los que no lo son, y para persistir en el medio ambiente, con el fin de facilitar información para evaluar el riesgo de la vacuna para el medio ambiente. En algunos casos esto se puede hacer junto con los ensayos de reversión a la virulencia. CONSISTENCIA EN LA PRODUCCIÓN Antes de la aprobación de comercialización de cualquier producto nuevo, cada establecimiento deberá producir en sus instalaciones tres lotes de producto completo para evaluar la consistencia en la producción. Estos lotes deberán prepararse según los procedimientos descritos en el perfil de producción y en los planos generales y leyendas, en los procedimientos operativos estándares y en otra documentación del proceso de fabricación. El tamaño de cada uno de los tres lotes debe ser, al menos, un tercio del tamaño medio del lote que se producirá una vez que el producto esté en producción. El fabricante debe comprobar cada uno de estos tres lotes en cuanto a su calidad, inocuidad y potencia, como se estipula en el perfil de producción o en otra documentación del proceso de fabricación. Se pueden utilizar los requisitos normalizados aplicables y los procedimientos de ensayo, por ejemplo, los descritos en el CFR (Código federal de regulaciones) Título 9 parte 113, en la Directiva 92/18/CEE de la Unión Europea, en la Farmacopea Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 67 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias europea, o como se describe en este Manual. Antes de la aprobación de la fabricación del producto en las instalaciones y de la aprobación para su comercialización, los tres lotes deben mostrar resultados satisfactorios en los ensayos. Todos los lotes sucesivos deben dar resultados satisfactorios al comprobarse de la misma forma antes de la aprobación para su comercialización. PRUEBAS DE POTENCIA Las pruebas de potencia, exigidas para cada lote antes de su aprobación, se diseñan para que guarden relación con los estudios de eficacia de la vacunación ensayada en el animal hospedador. Para los productos víricos o bacterianos inactivados, las pruebas de potencia se pueden realizar en el laboratorio o en animales hospedadores, o por métodos cuantitativos in vitro. Normalmente, la potencia de las vacunas vivas se estima mediante recuentos bacterianos o titulación de virus. Cuando se ensaya una vacuna bacteriana viva para su aprobación, el recuento de bacterias debe ser bastante mayor que el recuento que se demuestra que es realmente protector en la prueba de inmunogenicidad (eficacia) del inóculo maestro, con el fin de garantizar que, en cualquier momento antes de la fecha de caducidad, el recuento será, al menos, igual al manejado en la prueba de inmunogenicidad. Cuando se prueba una vacuna vírica viva para su aprobación, la titulación del virus tiene que ser, como norma general, bastante mayor que la que se demuestra que es protectora en la prueba de inmunogenicidad del inóculo maestro para garantizar que, en cualquier momento antes de la fecha de caducidad, el título será, al menos, igual al manejado en la prueba de inmunogenicidad. Algunas autoridades controladoras especifican que se hagan recuentos bacterianos o víricoses más altos que los referidos anteriormente. Es evidente que el título adecuado para la aprobación depende, en primer lugar, de la potencia requerida y, en segundo lugar, de la velocidad de desaparición de las bacterias o los virus en la vacuna, como se indica mediante las pruebas de estabilidad. Los requisitos estándares han sido desarrollados y publicados por las autoridades competentes con relación a las pruebas de potencia de diversas vacunas. Estas pruebas se pueden encontrar en el CFR Título 9 parte 113, en la Farmacopea europea y en este Manual. PRUEBAS DE ESTABILIDAD Para establecer la validez de la fecha de caducidad que aparece en el paquete del producto, son necesarios los estudios de estabilidad (basados en una prueba aceptable de potencia). Para estimar la estabilidad con el fin de establecer una fecha provisional de caducidad, un producto nuevo se puede someter a pruebas de estabilidad aceleradas, por ejemplo, incubándolo a 37°C durante 1 semana por cada año de validez. Dichas estimaciones deben confirmarse en tres lotes diferentes al menos, mediante pruebas de potencia periódicas en tiempo real, durante el período de tiempo indicado por la fecha de caducidad, y entre 3 y 6 meses después. Para los productos que contengan organismos viables, las pruebas deberán hacerse en la fecha de aprobación de comercialización y en la fecha de caducidad aproximada, hasta que se fije un valor estadísticamente válido. Para los productos con organismos no viables, cada lote que se presente para su autorización se probará en la fecha de aprobación de comercialización, y en/después de la fecha de caducidad exigida. Algunas autoridades también solicitan una prueba intermedia. Si al final del período fechado (período de validez), se prueba el producto y se encuentra que aún está por encima de la calidad de aprobación, se puede considerar la ampliación del período de validez indicado, mediante la solicitud a la autoridad controladora. El análisis de la estabilidad, también proporciona la oportunidad para probar la humedad residual y otros parámetros importantes, tales como la estabilidad de las emulsiones adyuvantes. PRUEBAS DE INOCUIDAD La inocuidad intrínseca de una vacuna deberá demostrarse al comienzo de la etapa de desarrollo. Se deben evaluar las vacunas vivas mediante pruebas de incremento de la virulencia y mediante la valoración del riesgo medioambiental, tal como se ha dicho más arriba. Deben evaluarse las vacunas obtenidas mediante biotecnología, tal como se argumentó a propósito de la clasificación de esas vacunas y la puesta en circulación de vacunas vivas ADNr, a las que nos referimos más adelante. Los estudios de seguridad incluirán la inocuidad de una dosis única, de una sobredosis, y de dosis únicas repetidas. Las pruebas de inocuidad para la aprobación de un lote se describen en el CFR Título 9 parte 113, en la Farmacopea europea, en este Manual y en otros sitios. Los procedimientos estándares se aplican a las pruebas de inocuidad con ratones, cobayas, gatos, perros, caballos, cerdos y ovejas. Los productos pueden requerir más de un tipo de pruebas de inocuidad. La prueba de inocuidad exigida para un producto avícola se describe en los requisitos estándares o en el perfil de producción específico para dicho producto. Por regla general, se necesitan estudios de sobredosis para todas las vacunas: 68 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias 10 para vacunas vivas y 2 para las inactivadas (si esto no es factible, puede obtenerse confirmación de la inocuidad a partir de los datos de las pruebas de potencia). Para los productos víricoses inactivados, en los que se utilizan animales hospedadores para las pruebas de potencia, la inocuidad se puede determinar mediante la inspección diaria de las vacunaciones durante el período previo de estudio de las pruebas de potencia. De los estudios de reversión a la virulencia en productos vivos modificados (analizados anteriormente) y de las pruebas de inocuidad de campo (analizados más adelante), se obtienen pruebas adicionales de la inocuidad de los productos, pero dichas pruebas no son necesarias para cada lote. PRUEBAS DE PUREZA La pureza se determina mediante el análisis de una variedad de contaminantes. Las pruebas para detectar los contaminantes se realizan en los inóculos maestros, en las células primarias, en los bancos de MCS, en los ingredientes de origen animal si no se someten a esterilización (por ejemplo, suero fetal bovino, albúmina bovina o tripsina), y en cada lote del producto final antes de su aprobación. En el CFR Título 9 parte 113, en la Directiva 92/18/CEE de la Unión Europea, en la Farmacopea europea o en este Manual se han publicado los procedimientos de las pruebas de pureza para la detección de virus, bacterias, micoplasma y hongos extraños, incluyendo, por ejemplo, la Salmonella, la Brucella, los agentes clamidiales, los virus hemoaglutinantes, la leucosis linfoide aviar, los patógenos detectados mediante una prueba de inoculación en embriones de pollo, la coriomeningitis linfocítica, los agentes citopáticos y hemoadsorbentes, y los patógenos detectados por el enzimoinmunoensayo, la reacción en cadena de la polimerasa o la técnica del anticuerpo fluorescente. Debería prestarse mucha atención, acompañando la documentación pertinente, a los procedimientos utilizados para asegurarse de que el suero fetal bovino y otros ingredientes de origen bovino están libres de pestivirus. Las pruebas que se van a utilizar para asegurar la pureza varían según la naturaleza del producto y deben especificarse en el perfil de producción o en otra documentación del proceso de fabricación. Puesto que no se han desarrollado pruebas para la detección de la encefalopatía espongiforme bovina en ingredientes de origen animal, los fabricantes de vacunas deberían documentar en el perfil de producción o SOPs las medidas tomadas para minimizar el riesgo de dicha contaminación en ingredientes de origen animal, tales como: verificación de que todos los ingredientes de origen animal del establecimiento de producción provienen de países que están libres de la encefalopatía espongiforme bovina. OTRAS PRUEBAS Dependiendo de la forma en la que se fabrique la vacuna, se puede sugerir la realización de ciertas pruebas que deberán especificarse como pertinentes en el perfil de producción o en otra documentación del proceso de fabricación. Estas pruebas pueden relacionarse con el nivel de humedad que hay en los productos desecados, el nivel residual de inactivación de los productos muertos, la inactivación completa de los productos muertos, el pH, el nivel de conservantes y antibióticos permitido, la estabilidad física de los adyuvantes, la retención del vacío en los productos desecados y un examen físico general de la vacuna final. Las pruebas para estos objetivos se pueden también encontrar en el CFR Título 9 parte 113, en la Directiva 92/18/CEE de la Unión Europea, en la Farmacopea europea o en este Manual. MUESTREO Las muestras deben seleccionarse de cada lote del producto. El seleccionador elegirá envases finales representativos de cada lote y los almacenará a la temperatura de almacenamiento recomendada en la etiqueta. El fabricante guardará estas muestras de reserva a la temperatura de almacenamiento recomendada durante 6 meses después de la fecha de caducidad que aparece en la etiqueta, de forma que estén disponibles para facilitar la evaluación de la causa de cualquier problema de campo que se presente por el uso de la vacuna. Las muestras deberían guardarse en una zona de almacenaje segura. ETIQUETADO Los estándares para el etiquetado de los productos variarán de un país a otro; sin embargo, las indicaciones de la etiqueta y todas las afirmaciones que se hacen en ésta deberán estar respaldadas por datos relevantes que hayan sido revisados y aprobados por las autoridades competentes. Se recomienda que todas las etiquetas para Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 69 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias las vacunas veterinarias contengan la siguiente información, aunque en el caso de los envases muy pequeños, sus etiquetas remitan a la etiqueta del envase o a un prospecto adjunto para la información menos importante: 1. Denominación exacta del producto, con letras visibles y con igual énfasis en cada letra. 2. Nombre y dirección del fabricante (y también del importador en el caso de los productos importados). 3. Temperatura de almacenamiento recomendada. 4. Una declaración de que el producto es “para uso exclusivo veterinario (o animal)”. Instrucciones de uso completas, incluyendo todas las advertencias requeridas. 5. En el caso de los animales destinadas a la alimentación, una declaración indicando que los animales no deberán ser vacunados dentro de un número específico de días antes del sacrificio. Esto dependerá de las vacunas (por ejemplo, el tipo de adyuvante) y no se requiere para todos los productos. 6. Fecha de caducidad. 7. Número de lote por el que se identifica el producto en el registro de fabricación del productor. 8. Número de autorización del producto. En algunos países se sustituye por el número de licencia del establecimiento o del fabricante. 9. Cantidad recuperable y número de dosis. 10. Declaración de que el contenido total de un vial multidosis se usará cuando se abra éste por primera vez (o con un tiempo de almacenamiento temporal adecuado para ciertos productos, cuando esté respaldado por los datos) y que las porciones no utilizadas deberán eliminarse de forma adecuada. 11. Una advertencia de seguridad para el operador, si se considera oportuno, en el caso, por ejemplo, de una autoinyección accidental con la emulsión de aceite de las vacunas. 12. Cuando se añade un antibiótico a una vacuna durante el proceso de producción, en el cartón o embalaje utilizados debe figurar la expresión “Contiene (nombre del antibiótico) como conservante” u otra similar. Si no se utiliza cartón, esa información debe aparecer en la etiqueta del recipiente final. Las etiquetas pueden incluir también otras declaraciones objetivas que no sean falsas o engañosas. También deben indicar, siempre que sea procedente, las restricciones especiales con relación al empleo o manejo del producto. También se facilitará información similar en una hoja de datos del producto que se proporciona como un prospecto. Ésta contendrá también muchos más detalles sobre el método de empleo y las posibles reacciones adversas. PRUEBAS DE CAMPO (INOCUIDAD Y EFICACIA) Todos los productos biológicos veterinarios administrados a animales deberán probarse en cuanto a su inocuidad y a su eficacia en el campo, si es posible, utilizando las buenas prácticas clínicas antes de su autorización para uso general. Los estudios de campo están diseñados para demostrar la eficacia en las condiciones de trabajo, y para detectar reacciones inesperadas, incluida la mortalidad, que pueden no haberse observado durante el desarrollo del producto. En las condiciones de campo, hay muchas variables incontroladas que hacen difícil obtener buenos datos de eficacia, pero la demostración de inocuidad es más fiable. Las pruebas se deben hacer en el organismo hospedador y en diferentes zonas geográficas, utilizando grandes cantidades de animales susceptibles. Los animales en estudio deben representar todas las edades y prácticas de cría para los que está indicado el producto. Deben incluirse controles sin vacunar. Se deben analizar uno o más lotes de producción. Se debe desarrollar un protocolo que indique los métodos de observación y de registro. INSPECCIÓN DE LAS INSTALACIONES DE PRODUCCIÓN Los establecimientos que están autorizados para producir biológicos veterinarios deben estar sometidos a inspecciones minuciosas de todo el local por parte de las autoridades competentes nacionales que garanticen la conformidad con el perfil de producción y los planos generales y las leyendas, los POE u otra documentación del proceso de fabricación. Estas inspecciones pueden incluir asuntos como las cualificaciones del personal; el mantenimiento de un registro; las condiciones de salubridad general y estándares de laboratorio; las actividades de investigación sobre los productos que se están desarrollando; los procedimientos de producción; el funcionamiento de los esterilizadores, pasteurizadores, incubadores y refrigeradores; el envasado; la desecación; y los procedimientos de acabado; el cuidado y control de los animales; los procedimientos de análisis; la distribución y la comercialización; y la destrucción del producto. Es deseable que tengan prácticas correctas de 70 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias fabricación (para la fabricación) y prácticas correctas de laboratorio (para el análisis de la garantía de calidad). (Véase el Capítulo I.1.2 para las directrices). Los inspectores prepararán un informe detallado documentando los hallazgos de la inspección y planteando las medidas que el establecimiento debe tomar para mejorar los procesos de producción. El establecimiento debe recibir una copia del informe. Se deberá realizar una inspección complementaria cuando sea necesario, con el fin de determinar si se han tomado las medidas apropiadas para corregir las deficiencias. Se necesita una evaluación continuada para garantizar que las instalaciones de producción continúan operativas de una forma aceptable. Las inspecciones periódicas también fomentan las mejoras continuas en los procedimientos de producción y las instalaciones son coherentes con los avances de la tecnología. CONTROL PREVIO A LA COMERCIALIZACIÓN Antes de la aprobación, el fabricante debe comprobar cada lote en cuanto a su calidad, inocuidad y potencia así como realizar otra serie de pruebas para ese producto, detalladas en el perfil de producción de la compañía o en otra documentación del proceso de producción. En los países que tienen programas nacionales reguladores, que incluyen comprobar los análisis del producto final, muestras de cada lote deben remitirse para su análisis en los laboratorios gubernamentales por parte de las autoridades competentes. Si se obtienen resultados no satisfactorios en las pruebas realizadas bien por el fabricante o por las autoridades competentes, el lote no debe aprobarse. En tales casos, se debe dar prioridad para la comprobación de los análisis de los sucesivos lotes del producto por las autoridades competentes. ACTUALIZACIÓN DEL PERFIL DE PRODUCCIÓN Antes de cambiar los procedimientos de producción, debe cambiarse el correspondiente perfil de producción u otra documentación del proceso de producción. Los establecimientos deberán tener procedimientos internos de revisión para evaluar todos los cambios en la producción antes de que se inicien tales cambios. Los cambios deberán ser también revisados y aprobados por las autoridades competentes antes de su ejecución. En los casos en los que se altere una etapa significativa de la producción, las revisiones pueden requerir datos adicionales que respalden la pureza, inocuidad, potencia, y/o eficacia del producto. En los países con programas reguladores que incluyen la comprobación de los análisis del producto final en los laboratorios nacionales, las revisiones deberán implicar el análisis del nuevo producto por parte de las autoridades competentes. SEGUIMIENTO DE LA EFICACIA Debe pedirse a los fabricantes que mantengan un sistema de notificación de reacciones adversas y un mecanismo eficaz para la pronta retirada del producto, que se someterá a la auditoria. En muchos países el fabricante debe notificar inmediatamente todas las reacciones adversas a la autoridad reguladora, junto con la medida correctiva tomada. Una alternativa utilizada en muchos países es que si en algún momento surgen indicaciones o interrogantes sobre la pureza, inocuidad, potencia o eficacia del producto, o parece que puede haber algún problema relativo a la preparación, ensayo o distribución del producto, el fabricante debe comunicar de inmediato a la autoridad reguladora tales circunstancias y las medidas que se han tomado. Después de la aprobación de comercialización de un producto, las autoridades competentes deben hacer un seguimiento de la eficacia bajo las condiciones de campo. Las quejas del consumidor pueden servir como fuente de información; sin embargo, dicha información tiene que ser investigada para determinar si las observaciones de las que se informa se relacionan con el uso del producto. Se debe informar a los usuarios de las vacunas veterinarias de los procedimientos adecuados para hacer las reclamaciones. Las autoridades competentes deben informar al fabricante del producto de todas las reclamaciones recibidas. Deben confirmar también si han recibido otras reclamaciones relacionadas con dicho producto y, de ser así, si el fabricante ha tomado las mediadas oportunas. Si es necesario, los laboratorios de control pueden analizar muestras del lote del producto implicado. Cuando la investigación esté completa, debe prepararse un informe final y debe enviarse un resumen de los hallazgos al reclamante y al fabricante. Cuando se determine que un producto está causando graves problemas, deben tomarse medidas urgentes para retirar el producto del mercado y notificarlo a las autoridades de sanidad animal. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 71 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias CUMPLIMIENTO Los programas nacionales establecidos para garantizar la calidad, la inocuidad, la potencia y la eficacia de las vacunas veterinarias deben tener la autoridad legal suficiente para garantizar el cumplimiento de las condiciones de registro del producto y otros requisitos del programa. El objetivo debe ser conseguir un cumplimiento voluntario de los requisitos reguladores establecidos. Sin embargo, cuando aquéllos se incumplen, las autoridades competentes deben tener la autoridad legal suficiente para proteger la salud animal. Puede resultar inestimable para este propósito el que haya una autoridad para la retención, incautación y expropiación de los productos que se consideren inútiles, contaminados, peligrosos o dañinos. Al amparo de dicha autoridad, el producto puede ser retenido por un tiempo, y si durante el mismo no se logra el cumplimiento de los requisitos, las autoridades competentes pueden solicitar un mandato judicial o un auto de incautación y expropiación. También tendrá que haber una autoridad que pueda retirar o suspender la licencia del establecimiento y/o la licencia del producto y que pueda obtener un requerimiento judicial para detener la venta del producto. También pueden ser necesarias las multas administrativas o el enjuiciamiento penal en caso de incumplimientos graves y deliberados. AUTORIZACIÓN DE PRODUCTOS OBTENIDOS MEDIANTE BIOTECNOLOGÍA Los recientes avances en biotecnología han hecho posible el desarrollo y la comercialización de nuevos productos biológicos con propiedades antigénicas y diagnósticas. Muchos de tales productos han sido autorizados y aprobados, y muchos están siendo elaborados. Los productos de la tecnología del ADN recombinante no se diferencian básicamente de los productos convencionales. Por lo tanto, las leyes y regulaciones existentes son aplicables en su totalidad a estos nuevos productos. CLASIFICACIÓN DE LAS VACUNAS OBTENIDAS MEDIANTE BIOTECNOLOGÍA Cada autoridad competente con capacidad para regular organismos y productos obtenidos por las técnicas recombinantes debe garantizar que la salud pública y el medio ambiente están protegidos de cualquier efecto potencialmente perjudicial. Con el propósito de evaluar las solicitudes de licencia, las vacunas veterinarias obtenidas mediante la tecnología de ADNr pueden dividirse en tres grandes categorías. La división se basa en las propiedades biológicas de los productos y en los problemas de seguridad que presentan. La Categoría I está formada por los productos no viables o muertos que no representan un riesgo para el medio ambiente y no presentan problemas de seguridad nuevos o inusuales. Dichos productos incluyen microorganismos inactivados, ya sean completos o como subunidades, creados mediante la utilización de técnicas de ADNr. Los productos de la Categoría II contienen microorganismos vivos modificados mediante la inserción o eliminación de uno o más genes. Los genes añadidos pueden codificar antígenos marcadores, enzimas u otros subproductos bioquímicos. Los genes eliminados pueden codificar la virulencia, la oncogenicidad, los marcadores antigénicos, las enzimas u otros subproductos bioquímicos. La solicitud de autorización debe incluir una caracterización de los segmentos de ADN añadidos o eliminados, así como una caracterización fenotípica del organismo alterado. Las modificaciones genéticas no deben repercutir en un aumento de la virulencia, patogenicidad o supervivencia del organismo alterado en comparación con la forma de tipo silvestre. Es importante que la modificación genética no produzca el deterioro de las características de inocuidad del organismo. Los productos de la Categoría III hacen uso de vectores vivos para transportar genes foráneos, obtenidos por tecnología recombinante, que codifican antígenos inmunizantes. Los vectores vivos pueden llevar uno o más genes foráneos que se ha demostrado que son eficaces para la inmunización de animales hospedadores diana. El uso de vacunas de ADN que contienen genes foráneos, obtenidos por técnicas recombinantes, que codifican agentes inmunizantes (vacunas de ADN plasmídico) constituye un nuevo enfoque para el desarrollo de vacunas. La clasificación adecuada de este tipo de producto de ADNr se establecerá conforme se determinen las propiedades biológicas y sus características inocuas. Estas nuevas vacunas pueden tener aplicación en una variedad de situaciones mucho más amplia que los productos convencionales. Las directrices para el desarrollo, producción, caracterización, y control de estos nuevos productos todavía son preliminares y están sujetas a cambio a medida que se adquieren nuevos datos y conocimientos. La información relacionada con las ideas actuales sobre las directrices reguladoras para las vacunas de ADN plasmídico se pueden encontrar en Internet en las siguientes direcciones: http://www.fda.gov/cber/points.htm; http://www.cba.unige.it/VL/bio-info.html; http://www.orcbs.msu.edu/biological/biolsaf.htm; http://www.pestlaw.com/index.html. 72 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias AUTORIZACIÓN DE PRODUCTOS DE ADNr VIVOS La producción de vacunas de ADNr y de ADN plasmídico vivas (Categorías II y III) para pruebas de campo o para la distribución general como un producto aprobado o autorizado puede tener un efecto importante en la calidad del medio ambiente humano. Antes de que se autorice la producción, los fabricantes de la vacuna deben realizar una evaluación de riesgos para valorar el impacto sobre el medio ambiente humano. En EE.UU., por ejemplo, se ha adoptado un procedimiento que podría utilizarse como un sistema modelo en otros países. La Unión Europea ha adoptado un sistema similar. El procedimiento en cuestión se realiza de la siguiente forma: La evaluación de riesgos que se lleve a cabo debe contener la siguiente información: el objetivo y la necesidad de la acción propuesta, las alternativas consideradas, una lista de las agencias gubernamentales, las organizaciones y personas consultadas, y las consecuencias para el medio ambiente afectado y para el medio ambiente potencial. Deben incluirse los siguientes temas: las características del organismo vacunal, los riesgos para la salud humana, los riesgos para la salud de los animales diana y de los que no lo son, la persistencia en el medio ambiente y el aumento de la virulencia. Si la evaluación de los riesgos por parte de las autoridades competentes demostrase que la referida liberación al medio ambiente de la vacuna recombinante destinada a ensayos de campo o a su distribución general, no tiene un impacto significativo sobre el medio ambiente, deberá publicarse un anuncio y distribuirse al público dando a conocer esto y que la evaluación de riesgos y los hallazgos están a disposición del público para su revisión y comentario. Si no se reciben comentarios de peso que refuten los hallazgos, las autoridades competentes pueden autorizar las pruebas de campo o conceder la licencia o la aprobación para su distribución general. La preparación de una evaluación de riesgos y los hallazgos hechos a partir de la misma pueden incluir también la organización de una o más reuniones públicas, si una acción propuesta tiene trascendencia ecológica o pública. Tales reuniones deben comunicarse a través de un anuncio público. Se invitará a las personas interesadas junto con el fabricante del producto y el personal del gobierno para que hagan propuestas. Las transcripciones de dichas reuniones deben formar parte del archivo público. Si en el desarrollo de una evaluación de riesgos, las autoridades competentes concluyen que la acción propuesta puede tener un efecto importante en el medio ambiente humano, debe prepararse una Declaración de Impacto Ambiental, DIA (Environmental Impact Statement, EIS). Dicha Declaración ofrece un debate detallado e imparcial de los impactos medioambientales significativos e informa a las personas que toman decisiones y al público de las alternativas razonables que evitarían o minimizarían los impactos adversos. (Los documentos medioambientales se consideran en el CFR Título 40 parte 1508). Véanse también las Directivas 90/219/CEE y 90/220/CEE de la Unión Europea. LECTURAS ADICIONALES Los siguientes textos sugeridos contienen directrices sobre distintos aspectos de la producción de vacunas. A. COMMISSION OF THE EUROPEAN COMMUNITIES (1999) The Rules Governing Medicinal Products in the European Union. Eudralex. Volumes IV–IX. Office Publications of the European Communities, 1999, Luxembourg. See also EU Directives: 90/219/EEC 90/220/EEC and 92/18/EEC. B. COUNCIL OF EUROPE (2002). European Pharmacopoeia, Fourth Edition. Editions of the Council of Europe, Strasbourg, France. C. ESPESETH D.A. (1993). Licensing Veterinary Biologics in the United States. The First Steps Towards an International Harmonization of Veterinary Biologicals; and Free circulation of vaccines within the EEC. Dev. Biol. Stand., 79, 17–25. D. ESPESETH D.A. & GOODMAN J.B. (1993). Chapter 13. In: Licensing and Regulation in the USA. Vaccines for Veterinary Application. Butterworth Heinemann, London, UK, 321–342. E. GAY C.G. & ROTH H.J. (1994). Confirming the safety characteristics of recombinant vectors used in veterinary medicine: a regulatory perspective. Recombinant vectors in vaccine development. Dev. Biol. Stand., 82, 93–105. F. ROTH H.J. & GAY C.G. (1996). Specific safety requirements for products derived from biotechnology. In: Veterinary Vaccinology, Pastoret P.-P., Blancou J., Vannier P. & Verschueren C., eds. Elseviers Science Publishers B.V. Amsterdam, The Netherlands. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 73 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias G. PASTORET P.P., BLANCOU J., VANNIER P. & VERSCHUEREN C., Science, Amsterdam, The Netherlands. H. UNITED STATES DEPARTMENT OF AGRICULTURE (USDA) (2000). Code of Federal Regulations, Title 9, Parts 1– 199. US Government Printing Office, Washington DC, USA. I. USDA-APHIS -VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1999). Categories of Inspection for Licensed Veterinary Biologics Establishments. Veterinary Services Memorandum No. 800.91. Center th for Veterinary Biologics, 510 S. 17 Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA. J. USDA-APHIS-VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1999). Veterinary Biological Product Samples. Veterinary Services Memorandum No. 800.59. Center for Veterinary Biologics, 510 S. th 17 Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA. K. USDA-APHIS- VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1995). Guidelines for Submission of Materials in Support of Licensure. Veterinary Biologics Memorandum No. 800.84. Center for Veterinary th Biologics, 510 S. 17 Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA. L. USDA-APHIS-VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1995). Veterinary Biologics General Licensing Considerations No. 800.200, Efficacy Studies. USDA-APHIS-Veterinary Biologics, 4700 River Road, Riverdale, Maryland 20737, USA. M. USDA-APHIS-VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1995). Veterinary Biologics General Licensing Considerations No. 800.201, Back Passage Studies. Center for Veterinary Biologics, th 510 S. 17 Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA. N. USDA-APHIS-VETERINARY SERVICES (1964–1994). Standard Assay Methods, Series 100–900. National Veterinary Services Laboratories, Ames, Iowa 50010, USA. O. USDA-APHIS- VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1984). Basic License Requirements for Applicants. Veterinary Biologics Memorandum No. 800.50. Center for Veterinary th Biologics, 510 S. 17 Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA P. USDA-APHIS-VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1988). Guidelines for the Preparation and Review of Labeling Materials. Veterinary Services Memorandum No. 800.54. Center for th Veterinary Biologics, 510 S. 17 Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA. EDS (1997). Veterinary Vaccinology. Elsevier 1 * * * 1 74 United States Department of Agriculture (USDA), Animal and Plant Health Inspection Services (APHIS). USDA-APHISCENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS HOME PAGE: http://www.aphis.usda.gov/vs/cvb/index.html Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 CAPÍTULO I.1.7. PRINCIPIOS DE PRODUCCIÓN DE VACUNAS VETERINARIAS RESUMEN La administración fiable de vacunas puras, inocuas, potentes y eficaces es imprescindible para el mantenimiento de la salud animal y el funcionamiento satisfactorio de los programas de salud animal. La inmunización de animales con vacunas de gran calidad es el principal medio de control de muchas enfermedades animales. En otros casos, las vacunas se emplean conjuntamente con el control nacional de enfermedades o los programas de erradicación. Se pretende que los requisitos y procedimientos que se describen en este capítulo sean de carácter general y consistentes con los estándares publicados de los que se dispone normalmente como guía en la producción de vacunas veterinarias. El planteamiento para garantizar la calidad, inocuidad, potencia y eficacia de las vacunas veterinarias puede variar de un país a otro dependiendo de las necesidades locales. Sin embargo, son imprescindibles estándares y controles de producción adecuados para asegurar la disponibilidad de productos uniformes de gran calidad para el uso en programas de salud animal. Como la patogénesis y la epidemiología de cada enfermedad varía, el papel y la eficacia de la vacunación como medio de control varía también de una enfermedad a otra. Algunas vacunas pueden ser de gran eficacia, induciendo una inmunidad que no sólo previene los síntomas de la enfermedad, sino también la infección y la replicación del agente causante de la enfermedad. Otras vacunas pueden prevenir la enfermedad clínica, pero no la infección y/o el estado de desarrollo del portador. En otros casos, la inmunización puede resultar completamente ineficaz o sólo reducir la severidad de la enfermedad. De esta forma, la decisión de recomendar la vacunación como parte de la estrategia de control de las enfermedades animales, requiere un conocimiento profundo de las características del agente infeccioso y de su epidemiología, así como de las características y posibilidades de las diferentes vacunas disponibles. Además, hay una preocupación pública creciente por las implicaciones de la producción y uso de vacunas veterinarias para el bienestar animal. En cualquier caso, si se utilizan vacunas, un rendimiento satisfactorio requiere que éstas se fabriquen de forma que se garantice un producto uniforme y constante de gran calidad. NOMENCLATURA La nomenclatura para los productos biológicos veterinarios varía de un país a otro. Por ejemplo, en EE.UU el término “vacuna” se utiliza para productos que contienen virus vivos o inactivados o protozoos, bacterias vivas o ácidos nucleicos. Dependiendo del tipo de antígeno que contienen, los productos con bacterias muertas y otros microorganismos se identifican como bacterinas, extractos bacterianos, subunidades, toxoides bacterianos o toxoides. Por ejemplo, a los productos que contienen componentes antigénicos o inmunizantes de microorganismos se les puede llamar “subunidades” o “extractos bacterianos”, y a los obtenidos a partir de la inactivación de toxinas se les llama “toxoides”. En la Unión Europea (UE), los productos médicos veterinarios se definen como “productos administrados a animales para producir inmunidad activa o pasiva o para diagnosticar el estado de inmunidad; véase Directiva 90/677/CEE. Sin embargo, en este capítulo el término “vacuna” incluirá todos los productos diseñados para estimular la inmunización activa de animales contra enfermedades, con independencia del tipo de microorganismo o toxina microbiana que contengan o de los que éstos puedan derivarse. Este uso es más coherente con la nomenclatura internacional. En esta revisión no se utilizará “vacuna” con referencia a productos biológicos recomendados para la inmunización pasiva, inmunoestimulación, tratamiento de alergias o diagnóstico. 62 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias TIPOS O FORMAS DE VACUNAS Las vacunas se pueden preparar como productos vivos o inactivados (muertos). Algunas vacunas vivas se preparan a partir de los aislados de campo de baja virulencia, atenuados, de un agente causante de una enfermedad, que cuando se administran por vía no natural o bajo otras condiciones, en las que la exposición a los microorganismos inmuniza en vez de causar la enfermedad, se ha descubierto que son inocuos y eficaces. Otras vacunas vivas se preparan de los aislados de los agentes causantes de enfermedades que han sido modificados mediante el pase por animales de laboratorio, medios de cultivo, cultivos celulares o embriones aviares, para seleccionar un aislado de virulencia reducida. El desarrollo de las técnicas de ADN recombinante (ADNr ha proporcionado algunas oportunidades únicas para la producción de vacunas. En la actualidad, las vacunas vivas modificadas se pueden producir de forma específica mediante la eliminación de los genes relacionados con la virulencia en un microorganismo. Otras vacunas se producen por la introducción de genes que codifican antígenos inmunizantes específicos, en un microorganismo vector no virulento, a partir de un microorganismo causante de una enfermedad. Se están desarrollando vacunas mediadas por ácido nucleico que contienen ADN plasmídico. Normalmente, el ácido nucleico se encuentra en forma de plásmido y codifica antígenos inmunizantes a partir de microorganismos que causan enfermedades. Los productos inactivados pueden contener: 1) Cultivos de microorganismos que han sido inactivados por medios químicos u otros medios; 2) Toxinas inactivadas; o 3) Subunidades (partes antigénicas de microorganismos) que se han extraído de cultivos o que se han producido mediante procedimientos de ADNr. Tanto las vacunas vivas como las inactivadas se pueden formular con adyuvantes diseñados para aumentar su eficacia. Los adyuvantes típicos son emulsiones de aceite en agua (simples o dobles), hechas con aceite mineral o vegetal y un agente emulsionante. También se utilizan otros adyuvantes como el gel de hidróxido de aluminio. GARANTÍA DE CALIDAD La producción uniforme de vacunas de gran calidad, inocuas, potentes y eficaces requiere procedimientos de garantía de calidad para asegurar la uniformidad y consistencia del proceso de producción. Puesto que los procesos de producción de vacunas proporcionan una gran oportunidad para la variabilidad, se debe tener cuidado en controlar ésta en la medida de lo posible, utilizando, preferiblemente, procedimientos validados, y proteger el producto de la contaminación a lo largo de todas las etapas de producción. Deben garantizarse la calidad, inocuidad, potencia y eficacia de las vacunas mediante la consistencia durante el proceso de producción. En cada etapa debe desarrollarse la calidad constante del producto (uniformidad entre lotes). El análisis del producto final se utiliza como comprobación para verificar que los controles en los procedimientos de producción se han mantenido intactos, y que el producto fabricado reúne la especificación previamente acordada con la autoridad otorgante de la licencia. Las autoridades reguladoras de los diferentes países han desarrollado planteamientos diferentes para asegurar la calidad de las vacunas. Aunque parecidos en su objetivo final, estos sistemas pueden variar en la importancia que se da al control del proceso de producción (estándares de proceso) en comparación con el control mediante el análisis del producto final (estándares de eficacia). Los procedimientos de control seleccionados deben ser los que mejor se ajusten a las condiciones bajo las que se estén produciendo las vacunas y deben, en la medida de lo posible, cumplir con las prácticas correctas de fabricación. Los estándares y procedimientos de control establecidos para un producto determinan el riesgo o la posibilidad de producir y poner en el mercado un producto inútil, contaminado, peligroso o nocivo. El grado de riesgo aceptable puede depender de los beneficios que se obtengan teniendo un producto disponible que evite las muertes por enfermedad. De esta forma, los estándares pueden variar, de forma justificada, de un país a otro, o de un producto a otro, dependiendo de las condiciones de sanidad animal a nivel local. Sin embargo, las autoridades controladoras deben esforzarse por establecer estándares y procedimientos de control que garanticen un producto acabado de la mejor calidad, inocuidad, potencia y eficacia posibles. El sistema de garantía de calidad óptimo deberá abordar por igual los procedimientos de producción y el análisis del producto final. Un sistema de seguridad absolutamente eficaz que no tenga el riesgo de elaborar un producto insatisfactorio, sería, probablemente, demasiado caro con relación al coste de producción y al control. Las autoridades reguladoras y los fabricantes de vacunas deben seleccionar los procedimientos de control que puedan garantizar un nivel bajo de riesgo aceptable con relación a ese peligro. Tales procedimientos, sin embargo, no deben ser tan onerosos que impidan el desarrollo y la disponibilidad de los productos necesarios para proporcionar un cuidado médico preventivo a un coste que sea aceptable para el consumidor. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 63 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias INSTALACIONES DE PRODUCCIÓN Las instalaciones que se usan para la producción de vacunas deberán estar diseñadas para proteger la pureza del producto durante todo el proceso de producción y la salud del personal. Se deben construir de forma que: 1) puedan limpiarse fácil y totalmente; 2) proporcionen una separación adecuada de las cuartos de elaboración; 3) tengan ventilación adecuada; 4) tengan abundante agua limpia fría y caliente, y un drenaje y fontanería eficientes; y 5) vestidores y otras instalaciones para el personal, a las que se acceda sin pasar por las zonas de elaboración del producto biológico. Las instalaciones deben ser adecuadas para facilitar todas las funciones de producción, tales como el almacenamiento de los inóculos maestros, los ingredientes y otros materiales de producción; la preparación de los medios de cultivo y los cultivos celulares; la preparación del material de vidrio y de producción; la inoculación; la incubación; la recolección de los cultivos; el almacenamiento de los materiales en proceso; la inactivación; la centrifugación; la adición del adyuvante y la formulación del producto; el envasado, la desecación, el sellado de recipientes, el etiquetado y el almacenamiento del producto final; la comprobación del control de calidad de los materiales en proceso y del producto final; e investigación y desarrollo. Por lo general, se requieren zonas separadas para actividades diferentes. Todas las habitaciones y los sistemas de manipulación de aire deben construirse de forma que se evite la contaminación cruzada por otros productos y por las personas o el equipo. Los microorganismos virulentos o peligrosos se deben preparar y almacenar en habitaciones separadas del resto del establecimiento. En concreto, los organismos en estudio deben estar completamente separados de las cepas de las vacunas. Todo el equipo que entre en contacto con el producto debe esterilizarse mediante procedimientos validados. Las instalaciones de producción tienen que diseñarse de tal forma que se evite la contaminación del medio ambiente. Cualquier material utilizado durante la producción tiene que ser convertido en material seguro antes de salir de la instalación. Si se propagan microorganismos muy contagiosos, la salida del aire debe ser tratada para impedir la fuga de los agentes infecciosos. El personal debe seguir los protocolos de seguridad tales como la ducha, y evitar ponerse en contacto con animales sensibles después de abandonar las instalaciones de producción. Aunque la calidad y el diseño de las instalaciones de producción pueden variar significativamente, deben cumplir siempre con los estándares que se consideran apropiados para las vacunas que se van a producir. Por ejemplo, los requisitos con respecto a las instalaciones para la producción de vacunas de embriones de pollo administradas por vía oral, intranasal o intraocular pueden no ser tan exigentes como aquéllos que se estipulan para la producción de vacunas de cultivos celulares administradas de forma subcutánea o intramuscular. PLAN DE LAS INSTALACIONES Para cada vacuna producida en una instalación debe haber un plan de producción detallado que describa donde tendrá lugar cada etapa del proceso de producción. Este plan debe documentarse en un procedimiento operativo estándar detallado (POE) o por un plano general (plano de planta) y la leyenda del plano. Cada habitación del establecimiento debe identificarse de forma individualizada, y deben especificarse, para cada una, todas las funciones realizadas y los microorganismos implicados También deben documentarse los procedimientos de desinfección, de comprobación del equipo y otros procedimientos usados en el funcionamiento de las instalaciones para evitar la contaminación o los errores durante la producción. Este plan debe actualizarse cuando se añadan nuevos productos a la instalación, o cuando se realicen cambios o mejoras en los procedimientos. DOCUMENTACIÓN DEL PROCESO DE FABRICACIÓN También debe prepararse un perfil de producción detallado, una serie de procedimientos operativos estándares, y otros documentos que describan el protocolo para la producción y el control de cada producto fabricado en un establecimiento. Los criterios y estándares para los materiales de origen deben estar documentados de forma clara y precisa. La documentación debe también abordar asuntos tales como el historial del origen, aislamiento y pases (subcultivos) de cada cepa; los métodos para la identificación y determinación de la virulencia y la pureza; el medio o el sistema de cultivo celular usado para los cultivos de siembra y de producción, incluyendo los métodos utilizados para demostrar que los medios están libres de contaminación; el origen de los ingredientes de procedencia animal; los métodos de esterilización de medios; las condiciones de almacenamiento de líneas celulares y de cultivos de siembra; el tamaño y los tipos de recipientes utilizados para el crecimiento de los cultivos; los métodos para la preparación de cultivos de siembra e inoculación de cultivos de producción; el tiempo y las condiciones de incubación; las observaciones durante el crecimiento; los criterios y las especificaciones para la recolección exitosa del material; y las técnicas de recolección. También debe de haber 64 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias documentación sobre las medidas tomadas por la empresa con objeto de minimizar el riesgo de contaminación de ingredientes de origen animal por encefalopatías espongiformes transmisibles (TSE; prión), y sobre los procedimientos para garantizar que el suero bovino está libre de pestivirus. Asimismo, la documentación debe incluir: una descripción de todas las pruebas realizadas para evaluar la pureza y la calidad del producto a lo largo del proceso de proceso de producción; cada etapa de la formulación del producto final; las pruebas utilizadas para la evaluación de la calidad, inocuidad, potencia, y otros requisitos de cada lote de producto acabado; las especificaciones para el acabado, incluyendo el empaquetamiento y etiquetado con las indicaciones completas y las recomendaciones de uso, y la fecha de caducidad establecida para el producto. Las directrices para la preparación de dichos documentos con respecto a las vacunas veterinarias son publicadas por las autoridades controladoras competentes. Esta documentación tiene por finalidad definir el producto y establecer sus especificaciones y estándares. Dicha documentación deberá servir, junto con los planos generales y las leyendas de los planos (plan de producción y los POE), de método uniforme y constante de elaboración del producto que deberá seguirse en la preparación de cada lote. MANTENIMIENTO DE REGISTROS El productor debe establecer un sistema de mantenimiento de registros detallado capaz de rastrear la ejecución de las sucesivas etapas de la preparación de cada producto biológico. Los registros deberán indicar la fecha en la que se han dado cada uno de los pasos cruciales, el nombre de la persona que llevó a cabo la tarea, la identidad y cantidad de los ingredientes añadidos o retirados en cada etapa, y cualquier ganancia o pérdida de cantidad durante el curso de la preparación. Se deben mantener registros de todas las pruebas realizadas a cada lote. Todos los registros relacionados con un lote de producto deberán guardarse al menos durante dos años, después de la fecha de caducidad de la etiqueta. Además, deberá mantenerse un registro de todas las etiquetas utilizadas en todos los productos, con cada etiqueta identificada en cuanto al nombre, número de producto, número de licencia del producto, tamaño del paquete, y número de identificación de la etiqueta. Se debe dar cuenta de todas las etiquetas impresas. Se deben guardar registros relacionados con los procedimientos de esterilización y pasteurización. Normalmente, estos se llevan a cabo por medio de dispositivos automáticos de registro. El fabricante debe también conservar registros completos de todos los animales del establecimiento, incluyendo datos sobre la salud del animal antes de su utilización en cualquier prueba, los resultados de las pruebas realizadas, el tratamiento administrado, mantenimiento, necropsia y eliminación. INÓCULO MAESTRO Para cada microorganismo utilizado en la fabricación de un producto, debe establecerse un inóculo maestro que sirva de fuente de siembra para la inoculación de todos los cultivos de producción. Los cultivos de trabajo y los de producción se pueden preparar a partir del inóculo maestro haciendo subcultivos; los cultivos de producción finales no deben tener más de cinco pases (a veces diez) a partir del inóculo maestro. En cada caso, se debe determinar y diseñar el número de pases según los datos. La utilización de un inóculo maestro y la limitación del número de pases del microorganismo que se usa de siembra en la forma indicada, ayuda a mantener la uniformidad y la consistencia en la producción. Se debe mantener un registro del inóculo maestro. El inóculo maestro debe componerse de un único lote homogéneo de inóculo que se ha mezclado y envasado en recipientes como un solo lote. El inóculo maestro se debe congelar o desecar y almacenar a bajas temperaturas tales como –40°C o –70°C, o bajo otras condiciones que se consideren óptimas para el mantenimiento de la viabilidad. Cada inóculo maestro se deberá analizar para garantizar su identidad, inocuidad y eficacia. También se debe determinar la pureza mediante el correspondiente análisis para garantizar que está libre de bacterias, hongos, micoplasma y virus extraños. BANCO DE CÉLULAS MAESTRO Cuando se utilicen cultivos celulares para preparar un producto, debe establecerse un banco de células maestro (MCS) para cada tipo de célula que se utilice. Debe mantenerse un registro del origen del banco de células maestro. En el Perfil de Producción o en el POE, se deben determinar y especificar, para cada producto, los números más altos y bajos de pases de células. Algunas autoridades controladoras no permiten más de 20 a 40 subcultivos. Cada MCS debe caracterizarse para garantizar su identidad, y su estabilidad genética debe demostrarse al hacer subcultivos a partir del pase más alto y más bajo utilizado para la producción. La pureza de los MCS debe establecerse mediante análisis para asegurar que está libre de bacterias, hongos, micoplasma y virus extraños. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 65 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias Células primarias Se definen como un conjunto de células originales obtenidas de tejido normal, que incluye hasta el décimo subcultivo, utilizadas en la producción de biológicos. En el caso de productos para uso avícola, estas células se obtienen, normalmente, a partir de huevos de pollo embrionados libres de patógenos, que tienen su origen en una parvada sin vacunar, sujeta a control microbiológico minucioso. Otras células primarias se derivan de tejidos normales de animales sanos y se analizan con relación a la contaminación por una variedad de organismos tan amplia como sea pertinente, incluyendo bacterias, hongos, micoplasmas, y agentes citopáticos y/o hemoadsorbentes y otros virus extraños. Algunas autoridades controladoras sólo permiten el uso de células primarias en casos excepcionales. Huevos embrionados Los huevos se utilizan con frecuencia en la producción de biológicos. En casi todos los casos, deben derivarse de parvadas de pollos libres de patógenos específicos, que hayan sido controladas de forma exhaustiva con relación a agentes infecciosos y que no hayan sido vacunadas. La vía de inoculación del huevo y la elección del material del huevo que se va a recolectar dependen del organismo concreto que esté siendo propagado. INGREDIENTES Las especificaciones y el origen de todos los ingredientes de los productos deben estar definidos en el perfil de producción, en el POE, y en otros documentos apropiados. El perfil de producción debe ser aprobado por una agencia nacional expendedora de licencias. Todos los ingredientes de origen animal que no están sujetos a esterilización se deben analizar para garantizar que están libres de bacterias, hongos, micoplasma y virus extraños. Se debe conocer el país de origen. La empresa adoptará medidas para minimizar el riesgo de contaminación de ingredientes de origen animal por TSE (prión). Algunas autoridades controladoras desaconsejan el uso de conservantes o (más importante) el uso de antibióticos como medio de controlar la contaminación accidental durante la producción, y prefieren el uso de técnicas asépticas estrictas para asegurar la pureza. Sin embargo, a veces, permiten el uso de conservantes en recipientes multidosis para proteger el producto durante el uso. Normalmente, estas autoridades controladoras limitan cualquier adición de antibióticos al líquido del cultivo celular y a otros medios, a los inóculos de huevos, y al material recogido de piel o posiblemente de otros tejidos, durante la elaboración del producto. Normalmente, permiten el uso de no más de tres antibióticos en el mismo producto. Algunas autoridades controladoras también prohíben el uso de penicilina o estreptomicina en vacunas administradas mediante aerosol o de forma parenteral. Si los antibióticos utilizados no están recomendados para el uso en las especies a las que se destinan, deberá demostrarse que aquéllos no tienen efectos dañinos en los animales vacunados y que no tienen repercusión en la contaminación de alimentos derivados de los animales vacunados. PRUEBAS DE EFICACIA La eficacia de las vacunas veterinarias deberá demostrarse mediante estudios estadísticos válidos de la vacunación en prueba en el animal hospedador utilizando los animales más jóvenes a los que ha de recomendarse el producto. En cada especie animal, los datos deben apoyar la eficacia de la vacuna en cada régimen de vacunación que se describe en la etiqueta de recomendación del producto, incluyendo los estudios sobre el comienzo de la protección cuando en la etiqueta del producto se haga referencia a dicho comienzo y a la duración de la inmunidad. Las pruebas se realizarán bajo condiciones controladas, comenzando, siempre que sea posible, con animales seronegativos. En lugares en los que se disponga de las pruebas de potencia validadas, pueden ser innecesarios los estudios de la vacunación que se prueba en las especies a las que va destinada, si se dispone de los resultados de predicción de las pruebas serológicas. En la medida de lo posible, debe fomentarse la aplicación de procedimientos para reemplazar, reducir y refinar los ensayos con animales (la regla de las tres R). Los estudios de eficacia deben realizarse con el producto final de la vacuna, elaborada a partir del inóculo maestro con el número de pases más alto permitido en el perfil de producción, o en otra documentación del proceso de fabricación. En dicha documentación, se habrá especificado la cantidad mínima de antígeno por dosis que debe haber en el producto final durante todo el tiempo de validez autorizado. El nivel de antígeno por dosis en la vacuna ensayada para averiguar su eficacia, debe estar en esta cantidad mínima o por debajo. El método de estudio exacto y los criterios para determinar la protección varían con el agente inmunizante y deben estandarizarse siempre que sea posible. Los estudios de la eficacia de campo se pueden utilizar para determinar la eficacia cuando no sean posibles los estudios significativos de la vacunación en prueba. Sin embargo, normalmente, es más difícil obtener datos 66 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias estadísticos significativos para demostrar la eficacia bajo las condiciones de campo. Los protocolos para los estudios de campo son más complejos, y se debe poner cuidado en establecer los controles adecuados con el fin de garantizar la validez de los datos. Incluso cuando se diseñan adecuadamente, los estudios de la eficacia de campo pueden no resultar concluyentes debido a condiciones externas incontrolables. Algunos problemas implican: niveles de desafío variables una incidencia baja de la enfermedad en controles sin vacunar y la exposición a otros microorganismos causantes de una enfermedad similar. Por lo tanto, para establecer la eficacia de algunos productos, pueden necesitarse los datos de la eficacia de los estudios de campo y de los del laboratorio. PRUEBAS DE INTERFERENCIA Para los productos con más de dos componentes antigénicos, las pruebas deben confirmar que no hay interferencia entre los componentes individuales, es decir, que un componente no cause una disminución en la respuesta inmunológica protectora de otro componente. La comprobación de la interferencia debe realizarse para cada combinación de productos antes de su aprobación. Se puede producir también una pérdida de potencia cuando el agente residual de la inactivación de un producto líquido muerto, utilizado como diluyente para una fracción viva disecada, reduce la viabilidad de los organismos vivos debido a la actividad viricida y bactericida. Cada lote de vacuna muerta líquida que vaya a utilizarse como diluyente para vacunas vivas debe, por lo tanto, comprobarse para su actividad viricida y bactericida antes de su puesta en el mercado. También hay que prestar atención a la posible interferencia entre dos vacunas diferentes del mismo fabricante, que se recomienda que sean suministradas al mismo animal en un período de dos semanas. PRUEBAS SOBRE EL INCREMENTO DE LA VIRULENCIA Con las vacunas vivas existe la preocupación de que el organismo pueda ser excretado por el hospedador y transmitirse a animales en contacto, causando enfermedades, si aquél conserva una virulencia residual o revierte a la virulencia. Por lo tanto, todas las vacunas vivas se deben examinar para la reversión a la virulencia mediante estudios de pases. Los organismos vacunales se propagan in vivo por inoculación de un grupo de animales diana con el inóculo maestro, utilizando normalmente la vía natural de infección para ese organismo. El organismo vacunal se recupera de los tejidos o excreciones y se utiliza directamente para inocular un nuevo grupo de animales, y así sucesivamente. Después de no menos de cinco pases (más si se trata de productos avícolas), el aislado debe caracterizarse completamente utilizando los mismos procedimientos que para caracterizar el inóculo maestro. El organismo vacunal debe conservar un nivel aceptable de atenuación tras la propagación de esta forma. EVALUACIÓN DEL RIESGO PARA EL MEDIO AMBIENTE Debe estimarse la capacidad de cada vacuna viva para abandonar el hospedador, para propagarse, para entrar en contacto con animales diana y los que no lo son, y para persistir en el medio ambiente, con el fin de facilitar información para evaluar el riesgo de la vacuna para el medio ambiente. En algunos casos esto se puede hacer junto con los ensayos de reversión a la virulencia. CONSISTENCIA EN LA PRODUCCIÓN Antes de la aprobación de comercialización de cualquier producto nuevo, cada establecimiento deberá producir en sus instalaciones tres lotes de producto completo para evaluar la consistencia en la producción. Estos lotes deberán prepararse según los procedimientos descritos en el perfil de producción y en los planos generales y leyendas, en los procedimientos operativos estándares y en otra documentación del proceso de fabricación. El tamaño de cada uno de los tres lotes debe ser, al menos, un tercio del tamaño medio del lote que se producirá una vez que el producto esté en producción. El fabricante debe comprobar cada uno de estos tres lotes en cuanto a su calidad, inocuidad y potencia, como se estipula en el perfil de producción o en otra documentación del proceso de fabricación. Se pueden utilizar los requisitos normalizados aplicables y los procedimientos de ensayo, por ejemplo, los descritos en el CFR (Código federal de regulaciones) Título 9 parte 113, en la Directiva 92/18/CEE de la Unión Europea, en la Farmacopea Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 67 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias europea, o como se describe en este Manual. Antes de la aprobación de la fabricación del producto en las instalaciones y de la aprobación para su comercialización, los tres lotes deben mostrar resultados satisfactorios en los ensayos. Todos los lotes sucesivos deben dar resultados satisfactorios al comprobarse de la misma forma antes de la aprobación para su comercialización. PRUEBAS DE POTENCIA Las pruebas de potencia, exigidas para cada lote antes de su aprobación, se diseñan para que guarden relación con los estudios de eficacia de la vacunación ensayada en el animal hospedador. Para los productos víricos o bacterianos inactivados, las pruebas de potencia se pueden realizar en el laboratorio o en animales hospedadores, o por métodos cuantitativos in vitro. Normalmente, la potencia de las vacunas vivas se estima mediante recuentos bacterianos o titulación de virus. Cuando se ensaya una vacuna bacteriana viva para su aprobación, el recuento de bacterias debe ser bastante mayor que el recuento que se demuestra que es realmente protector en la prueba de inmunogenicidad (eficacia) del inóculo maestro, con el fin de garantizar que, en cualquier momento antes de la fecha de caducidad, el recuento será, al menos, igual al manejado en la prueba de inmunogenicidad. Cuando se prueba una vacuna vírica viva para su aprobación, la titulación del virus tiene que ser, como norma general, bastante mayor que la que se demuestra que es protectora en la prueba de inmunogenicidad del inóculo maestro para garantizar que, en cualquier momento antes de la fecha de caducidad, el título será, al menos, igual al manejado en la prueba de inmunogenicidad. Algunas autoridades controladoras especifican que se hagan recuentos bacterianos o víricoses más altos que los referidos anteriormente. Es evidente que el título adecuado para la aprobación depende, en primer lugar, de la potencia requerida y, en segundo lugar, de la velocidad de desaparición de las bacterias o los virus en la vacuna, como se indica mediante las pruebas de estabilidad. Los requisitos estándares han sido desarrollados y publicados por las autoridades competentes con relación a las pruebas de potencia de diversas vacunas. Estas pruebas se pueden encontrar en el CFR Título 9 parte 113, en la Farmacopea europea y en este Manual. PRUEBAS DE ESTABILIDAD Para establecer la validez de la fecha de caducidad que aparece en el paquete del producto, son necesarios los estudios de estabilidad (basados en una prueba aceptable de potencia). Para estimar la estabilidad con el fin de establecer una fecha provisional de caducidad, un producto nuevo se puede someter a pruebas de estabilidad aceleradas, por ejemplo, incubándolo a 37°C durante 1 semana por cada año de validez. Dichas estimaciones deben confirmarse en tres lotes diferentes al menos, mediante pruebas de potencia periódicas en tiempo real, durante el período de tiempo indicado por la fecha de caducidad, y entre 3 y 6 meses después. Para los productos que contengan organismos viables, las pruebas deberán hacerse en la fecha de aprobación de comercialización y en la fecha de caducidad aproximada, hasta que se fije un valor estadísticamente válido. Para los productos con organismos no viables, cada lote que se presente para su autorización se probará en la fecha de aprobación de comercialización, y en/después de la fecha de caducidad exigida. Algunas autoridades también solicitan una prueba intermedia. Si al final del período fechado (período de validez), se prueba el producto y se encuentra que aún está por encima de la calidad de aprobación, se puede considerar la ampliación del período de validez indicado, mediante la solicitud a la autoridad controladora. El análisis de la estabilidad, también proporciona la oportunidad para probar la humedad residual y otros parámetros importantes, tales como la estabilidad de las emulsiones adyuvantes. PRUEBAS DE INOCUIDAD La inocuidad intrínseca de una vacuna deberá demostrarse al comienzo de la etapa de desarrollo. Se deben evaluar las vacunas vivas mediante pruebas de incremento de la virulencia y mediante la valoración del riesgo medioambiental, tal como se ha dicho más arriba. Deben evaluarse las vacunas obtenidas mediante biotecnología, tal como se argumentó a propósito de la clasificación de esas vacunas y la puesta en circulación de vacunas vivas ADNr, a las que nos referimos más adelante. Los estudios de seguridad incluirán la inocuidad de una dosis única, de una sobredosis, y de dosis únicas repetidas. Las pruebas de inocuidad para la aprobación de un lote se describen en el CFR Título 9 parte 113, en la Farmacopea europea, en este Manual y en otros sitios. Los procedimientos estándares se aplican a las pruebas de inocuidad con ratones, cobayas, gatos, perros, caballos, cerdos y ovejas. Los productos pueden requerir más de un tipo de pruebas de inocuidad. La prueba de inocuidad exigida para un producto avícola se describe en los requisitos estándares o en el perfil de producción específico para dicho producto. Por regla general, se necesitan estudios de sobredosis para todas las vacunas: 68 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias 10 para vacunas vivas y 2 para las inactivadas (si esto no es factible, puede obtenerse confirmación de la inocuidad a partir de los datos de las pruebas de potencia). Para los productos víricoses inactivados, en los que se utilizan animales hospedadores para las pruebas de potencia, la inocuidad se puede determinar mediante la inspección diaria de las vacunaciones durante el período previo de estudio de las pruebas de potencia. De los estudios de reversión a la virulencia en productos vivos modificados (analizados anteriormente) y de las pruebas de inocuidad de campo (analizados más adelante), se obtienen pruebas adicionales de la inocuidad de los productos, pero dichas pruebas no son necesarias para cada lote. PRUEBAS DE PUREZA La pureza se determina mediante el análisis de una variedad de contaminantes. Las pruebas para detectar los contaminantes se realizan en los inóculos maestros, en las células primarias, en los bancos de MCS, en los ingredientes de origen animal si no se someten a esterilización (por ejemplo, suero fetal bovino, albúmina bovina o tripsina), y en cada lote del producto final antes de su aprobación. En el CFR Título 9 parte 113, en la Directiva 92/18/CEE de la Unión Europea, en la Farmacopea europea o en este Manual se han publicado los procedimientos de las pruebas de pureza para la detección de virus, bacterias, micoplasma y hongos extraños, incluyendo, por ejemplo, la Salmonella, la Brucella, los agentes clamidiales, los virus hemoaglutinantes, la leucosis linfoide aviar, los patógenos detectados mediante una prueba de inoculación en embriones de pollo, la coriomeningitis linfocítica, los agentes citopáticos y hemoadsorbentes, y los patógenos detectados por el enzimoinmunoensayo, la reacción en cadena de la polimerasa o la técnica del anticuerpo fluorescente. Debería prestarse mucha atención, acompañando la documentación pertinente, a los procedimientos utilizados para asegurarse de que el suero fetal bovino y otros ingredientes de origen bovino están libres de pestivirus. Las pruebas que se van a utilizar para asegurar la pureza varían según la naturaleza del producto y deben especificarse en el perfil de producción o en otra documentación del proceso de fabricación. Puesto que no se han desarrollado pruebas para la detección de la encefalopatía espongiforme bovina en ingredientes de origen animal, los fabricantes de vacunas deberían documentar en el perfil de producción o SOPs las medidas tomadas para minimizar el riesgo de dicha contaminación en ingredientes de origen animal, tales como: verificación de que todos los ingredientes de origen animal del establecimiento de producción provienen de países que están libres de la encefalopatía espongiforme bovina. OTRAS PRUEBAS Dependiendo de la forma en la que se fabrique la vacuna, se puede sugerir la realización de ciertas pruebas que deberán especificarse como pertinentes en el perfil de producción o en otra documentación del proceso de fabricación. Estas pruebas pueden relacionarse con el nivel de humedad que hay en los productos desecados, el nivel residual de inactivación de los productos muertos, la inactivación completa de los productos muertos, el pH, el nivel de conservantes y antibióticos permitido, la estabilidad física de los adyuvantes, la retención del vacío en los productos desecados y un examen físico general de la vacuna final. Las pruebas para estos objetivos se pueden también encontrar en el CFR Título 9 parte 113, en la Directiva 92/18/CEE de la Unión Europea, en la Farmacopea europea o en este Manual. MUESTREO Las muestras deben seleccionarse de cada lote del producto. El seleccionador elegirá envases finales representativos de cada lote y los almacenará a la temperatura de almacenamiento recomendada en la etiqueta. El fabricante guardará estas muestras de reserva a la temperatura de almacenamiento recomendada durante 6 meses después de la fecha de caducidad que aparece en la etiqueta, de forma que estén disponibles para facilitar la evaluación de la causa de cualquier problema de campo que se presente por el uso de la vacuna. Las muestras deberían guardarse en una zona de almacenaje segura. ETIQUETADO Los estándares para el etiquetado de los productos variarán de un país a otro; sin embargo, las indicaciones de la etiqueta y todas las afirmaciones que se hacen en ésta deberán estar respaldadas por datos relevantes que hayan sido revisados y aprobados por las autoridades competentes. Se recomienda que todas las etiquetas para Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 69 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias las vacunas veterinarias contengan la siguiente información, aunque en el caso de los envases muy pequeños, sus etiquetas remitan a la etiqueta del envase o a un prospecto adjunto para la información menos importante: 1. Denominación exacta del producto, con letras visibles y con igual énfasis en cada letra. 2. Nombre y dirección del fabricante (y también del importador en el caso de los productos importados). 3. Temperatura de almacenamiento recomendada. 4. Una declaración de que el producto es “para uso exclusivo veterinario (o animal)”. Instrucciones de uso completas, incluyendo todas las advertencias requeridas. 5. En el caso de los animales destinadas a la alimentación, una declaración indicando que los animales no deberán ser vacunados dentro de un número específico de días antes del sacrificio. Esto dependerá de las vacunas (por ejemplo, el tipo de adyuvante) y no se requiere para todos los productos. 6. Fecha de caducidad. 7. Número de lote por el que se identifica el producto en el registro de fabricación del productor. 8. Número de autorización del producto. En algunos países se sustituye por el número de licencia del establecimiento o del fabricante. 9. Cantidad recuperable y número de dosis. 10. Declaración de que el contenido total de un vial multidosis se usará cuando se abra éste por primera vez (o con un tiempo de almacenamiento temporal adecuado para ciertos productos, cuando esté respaldado por los datos) y que las porciones no utilizadas deberán eliminarse de forma adecuada. 11. Una advertencia de seguridad para el operador, si se considera oportuno, en el caso, por ejemplo, de una autoinyección accidental con la emulsión de aceite de las vacunas. 12. Cuando se añade un antibiótico a una vacuna durante el proceso de producción, en el cartón o embalaje utilizados debe figurar la expresión “Contiene (nombre del antibiótico) como conservante” u otra similar. Si no se utiliza cartón, esa información debe aparecer en la etiqueta del recipiente final. Las etiquetas pueden incluir también otras declaraciones objetivas que no sean falsas o engañosas. También deben indicar, siempre que sea procedente, las restricciones especiales con relación al empleo o manejo del producto. También se facilitará información similar en una hoja de datos del producto que se proporciona como un prospecto. Ésta contendrá también muchos más detalles sobre el método de empleo y las posibles reacciones adversas. PRUEBAS DE CAMPO (INOCUIDAD Y EFICACIA) Todos los productos biológicos veterinarios administrados a animales deberán probarse en cuanto a su inocuidad y a su eficacia en el campo, si es posible, utilizando las buenas prácticas clínicas antes de su autorización para uso general. Los estudios de campo están diseñados para demostrar la eficacia en las condiciones de trabajo, y para detectar reacciones inesperadas, incluida la mortalidad, que pueden no haberse observado durante el desarrollo del producto. En las condiciones de campo, hay muchas variables incontroladas que hacen difícil obtener buenos datos de eficacia, pero la demostración de inocuidad es más fiable. Las pruebas se deben hacer en el organismo hospedador y en diferentes zonas geográficas, utilizando grandes cantidades de animales susceptibles. Los animales en estudio deben representar todas las edades y prácticas de cría para los que está indicado el producto. Deben incluirse controles sin vacunar. Se deben analizar uno o más lotes de producción. Se debe desarrollar un protocolo que indique los métodos de observación y de registro. INSPECCIÓN DE LAS INSTALACIONES DE PRODUCCIÓN Los establecimientos que están autorizados para producir biológicos veterinarios deben estar sometidos a inspecciones minuciosas de todo el local por parte de las autoridades competentes nacionales que garanticen la conformidad con el perfil de producción y los planos generales y las leyendas, los POE u otra documentación del proceso de fabricación. Estas inspecciones pueden incluir asuntos como las cualificaciones del personal; el mantenimiento de un registro; las condiciones de salubridad general y estándares de laboratorio; las actividades de investigación sobre los productos que se están desarrollando; los procedimientos de producción; el funcionamiento de los esterilizadores, pasteurizadores, incubadores y refrigeradores; el envasado; la desecación; y los procedimientos de acabado; el cuidado y control de los animales; los procedimientos de análisis; la distribución y la comercialización; y la destrucción del producto. Es deseable que tengan prácticas correctas de 70 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias fabricación (para la fabricación) y prácticas correctas de laboratorio (para el análisis de la garantía de calidad). (Véase el Capítulo I.1.2 para las directrices). Los inspectores prepararán un informe detallado documentando los hallazgos de la inspección y planteando las medidas que el establecimiento debe tomar para mejorar los procesos de producción. El establecimiento debe recibir una copia del informe. Se deberá realizar una inspección complementaria cuando sea necesario, con el fin de determinar si se han tomado las medidas apropiadas para corregir las deficiencias. Se necesita una evaluación continuada para garantizar que las instalaciones de producción continúan operativas de una forma aceptable. Las inspecciones periódicas también fomentan las mejoras continuas en los procedimientos de producción y las instalaciones son coherentes con los avances de la tecnología. CONTROL PREVIO A LA COMERCIALIZACIÓN Antes de la aprobación, el fabricante debe comprobar cada lote en cuanto a su calidad, inocuidad y potencia así como realizar otra serie de pruebas para ese producto, detalladas en el perfil de producción de la compañía o en otra documentación del proceso de producción. En los países que tienen programas nacionales reguladores, que incluyen comprobar los análisis del producto final, muestras de cada lote deben remitirse para su análisis en los laboratorios gubernamentales por parte de las autoridades competentes. Si se obtienen resultados no satisfactorios en las pruebas realizadas bien por el fabricante o por las autoridades competentes, el lote no debe aprobarse. En tales casos, se debe dar prioridad para la comprobación de los análisis de los sucesivos lotes del producto por las autoridades competentes. ACTUALIZACIÓN DEL PERFIL DE PRODUCCIÓN Antes de cambiar los procedimientos de producción, debe cambiarse el correspondiente perfil de producción u otra documentación del proceso de producción. Los establecimientos deberán tener procedimientos internos de revisión para evaluar todos los cambios en la producción antes de que se inicien tales cambios. Los cambios deberán ser también revisados y aprobados por las autoridades competentes antes de su ejecución. En los casos en los que se altere una etapa significativa de la producción, las revisiones pueden requerir datos adicionales que respalden la pureza, inocuidad, potencia, y/o eficacia del producto. En los países con programas reguladores que incluyen la comprobación de los análisis del producto final en los laboratorios nacionales, las revisiones deberán implicar el análisis del nuevo producto por parte de las autoridades competentes. SEGUIMIENTO DE LA EFICACIA Debe pedirse a los fabricantes que mantengan un sistema de notificación de reacciones adversas y un mecanismo eficaz para la pronta retirada del producto, que se someterá a la auditoria. En muchos países el fabricante debe notificar inmediatamente todas las reacciones adversas a la autoridad reguladora, junto con la medida correctiva tomada. Una alternativa utilizada en muchos países es que si en algún momento surgen indicaciones o interrogantes sobre la pureza, inocuidad, potencia o eficacia del producto, o parece que puede haber algún problema relativo a la preparación, ensayo o distribución del producto, el fabricante debe comunicar de inmediato a la autoridad reguladora tales circunstancias y las medidas que se han tomado. Después de la aprobación de comercialización de un producto, las autoridades competentes deben hacer un seguimiento de la eficacia bajo las condiciones de campo. Las quejas del consumidor pueden servir como fuente de información; sin embargo, dicha información tiene que ser investigada para determinar si las observaciones de las que se informa se relacionan con el uso del producto. Se debe informar a los usuarios de las vacunas veterinarias de los procedimientos adecuados para hacer las reclamaciones. Las autoridades competentes deben informar al fabricante del producto de todas las reclamaciones recibidas. Deben confirmar también si han recibido otras reclamaciones relacionadas con dicho producto y, de ser así, si el fabricante ha tomado las mediadas oportunas. Si es necesario, los laboratorios de control pueden analizar muestras del lote del producto implicado. Cuando la investigación esté completa, debe prepararse un informe final y debe enviarse un resumen de los hallazgos al reclamante y al fabricante. Cuando se determine que un producto está causando graves problemas, deben tomarse medidas urgentes para retirar el producto del mercado y notificarlo a las autoridades de sanidad animal. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 71 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias CUMPLIMIENTO Los programas nacionales establecidos para garantizar la calidad, la inocuidad, la potencia y la eficacia de las vacunas veterinarias deben tener la autoridad legal suficiente para garantizar el cumplimiento de las condiciones de registro del producto y otros requisitos del programa. El objetivo debe ser conseguir un cumplimiento voluntario de los requisitos reguladores establecidos. Sin embargo, cuando aquéllos se incumplen, las autoridades competentes deben tener la autoridad legal suficiente para proteger la salud animal. Puede resultar inestimable para este propósito el que haya una autoridad para la retención, incautación y expropiación de los productos que se consideren inútiles, contaminados, peligrosos o dañinos. Al amparo de dicha autoridad, el producto puede ser retenido por un tiempo, y si durante el mismo no se logra el cumplimiento de los requisitos, las autoridades competentes pueden solicitar un mandato judicial o un auto de incautación y expropiación. También tendrá que haber una autoridad que pueda retirar o suspender la licencia del establecimiento y/o la licencia del producto y que pueda obtener un requerimiento judicial para detener la venta del producto. También pueden ser necesarias las multas administrativas o el enjuiciamiento penal en caso de incumplimientos graves y deliberados. AUTORIZACIÓN DE PRODUCTOS OBTENIDOS MEDIANTE BIOTECNOLOGÍA Los recientes avances en biotecnología han hecho posible el desarrollo y la comercialización de nuevos productos biológicos con propiedades antigénicas y diagnósticas. Muchos de tales productos han sido autorizados y aprobados, y muchos están siendo elaborados. Los productos de la tecnología del ADN recombinante no se diferencian básicamente de los productos convencionales. Por lo tanto, las leyes y regulaciones existentes son aplicables en su totalidad a estos nuevos productos. CLASIFICACIÓN DE LAS VACUNAS OBTENIDAS MEDIANTE BIOTECNOLOGÍA Cada autoridad competente con capacidad para regular organismos y productos obtenidos por las técnicas recombinantes debe garantizar que la salud pública y el medio ambiente están protegidos de cualquier efecto potencialmente perjudicial. Con el propósito de evaluar las solicitudes de licencia, las vacunas veterinarias obtenidas mediante la tecnología de ADNr pueden dividirse en tres grandes categorías. La división se basa en las propiedades biológicas de los productos y en los problemas de seguridad que presentan. La Categoría I está formada por los productos no viables o muertos que no representan un riesgo para el medio ambiente y no presentan problemas de seguridad nuevos o inusuales. Dichos productos incluyen microorganismos inactivados, ya sean completos o como subunidades, creados mediante la utilización de técnicas de ADNr. Los productos de la Categoría II contienen microorganismos vivos modificados mediante la inserción o eliminación de uno o más genes. Los genes añadidos pueden codificar antígenos marcadores, enzimas u otros subproductos bioquímicos. Los genes eliminados pueden codificar la virulencia, la oncogenicidad, los marcadores antigénicos, las enzimas u otros subproductos bioquímicos. La solicitud de autorización debe incluir una caracterización de los segmentos de ADN añadidos o eliminados, así como una caracterización fenotípica del organismo alterado. Las modificaciones genéticas no deben repercutir en un aumento de la virulencia, patogenicidad o supervivencia del organismo alterado en comparación con la forma de tipo silvestre. Es importante que la modificación genética no produzca el deterioro de las características de inocuidad del organismo. Los productos de la Categoría III hacen uso de vectores vivos para transportar genes foráneos, obtenidos por tecnología recombinante, que codifican antígenos inmunizantes. Los vectores vivos pueden llevar uno o más genes foráneos que se ha demostrado que son eficaces para la inmunización de animales hospedadores diana. El uso de vacunas de ADN que contienen genes foráneos, obtenidos por técnicas recombinantes, que codifican agentes inmunizantes (vacunas de ADN plasmídico) constituye un nuevo enfoque para el desarrollo de vacunas. La clasificación adecuada de este tipo de producto de ADNr se establecerá conforme se determinen las propiedades biológicas y sus características inocuas. Estas nuevas vacunas pueden tener aplicación en una variedad de situaciones mucho más amplia que los productos convencionales. Las directrices para el desarrollo, producción, caracterización, y control de estos nuevos productos todavía son preliminares y están sujetas a cambio a medida que se adquieren nuevos datos y conocimientos. La información relacionada con las ideas actuales sobre las directrices reguladoras para las vacunas de ADN plasmídico se pueden encontrar en Internet en las siguientes direcciones: http://www.fda.gov/cber/points.htm; http://www.cba.unige.it/VL/bio-info.html; http://www.orcbs.msu.edu/biological/biolsaf.htm; http://www.pestlaw.com/index.html. 72 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias AUTORIZACIÓN DE PRODUCTOS DE ADNr VIVOS La producción de vacunas de ADNr y de ADN plasmídico vivas (Categorías II y III) para pruebas de campo o para la distribución general como un producto aprobado o autorizado puede tener un efecto importante en la calidad del medio ambiente humano. Antes de que se autorice la producción, los fabricantes de la vacuna deben realizar una evaluación de riesgos para valorar el impacto sobre el medio ambiente humano. En EE.UU., por ejemplo, se ha adoptado un procedimiento que podría utilizarse como un sistema modelo en otros países. La Unión Europea ha adoptado un sistema similar. El procedimiento en cuestión se realiza de la siguiente forma: La evaluación de riesgos que se lleve a cabo debe contener la siguiente información: el objetivo y la necesidad de la acción propuesta, las alternativas consideradas, una lista de las agencias gubernamentales, las organizaciones y personas consultadas, y las consecuencias para el medio ambiente afectado y para el medio ambiente potencial. Deben incluirse los siguientes temas: las características del organismo vacunal, los riesgos para la salud humana, los riesgos para la salud de los animales diana y de los que no lo son, la persistencia en el medio ambiente y el aumento de la virulencia. Si la evaluación de los riesgos por parte de las autoridades competentes demostrase que la referida liberación al medio ambiente de la vacuna recombinante destinada a ensayos de campo o a su distribución general, no tiene un impacto significativo sobre el medio ambiente, deberá publicarse un anuncio y distribuirse al público dando a conocer esto y que la evaluación de riesgos y los hallazgos están a disposición del público para su revisión y comentario. Si no se reciben comentarios de peso que refuten los hallazgos, las autoridades competentes pueden autorizar las pruebas de campo o conceder la licencia o la aprobación para su distribución general. La preparación de una evaluación de riesgos y los hallazgos hechos a partir de la misma pueden incluir también la organización de una o más reuniones públicas, si una acción propuesta tiene trascendencia ecológica o pública. Tales reuniones deben comunicarse a través de un anuncio público. Se invitará a las personas interesadas junto con el fabricante del producto y el personal del gobierno para que hagan propuestas. Las transcripciones de dichas reuniones deben formar parte del archivo público. Si en el desarrollo de una evaluación de riesgos, las autoridades competentes concluyen que la acción propuesta puede tener un efecto importante en el medio ambiente humano, debe prepararse una Declaración de Impacto Ambiental, DIA (Environmental Impact Statement, EIS). Dicha Declaración ofrece un debate detallado e imparcial de los impactos medioambientales significativos e informa a las personas que toman decisiones y al público de las alternativas razonables que evitarían o minimizarían los impactos adversos. (Los documentos medioambientales se consideran en el CFR Título 40 parte 1508). Véanse también las Directivas 90/219/CEE y 90/220/CEE de la Unión Europea. LECTURAS ADICIONALES Los siguientes textos sugeridos contienen directrices sobre distintos aspectos de la producción de vacunas. A. COMMISSION OF THE EUROPEAN COMMUNITIES (1999) The Rules Governing Medicinal Products in the European Union. Eudralex. Volumes IV–IX. Office Publications of the European Communities, 1999, Luxembourg. See also EU Directives: 90/219/EEC 90/220/EEC and 92/18/EEC. B. COUNCIL OF EUROPE (2002). European Pharmacopoeia, Fourth Edition. Editions of the Council of Europe, Strasbourg, France. C. ESPESETH D.A. (1993). Licensing Veterinary Biologics in the United States. The First Steps Towards an International Harmonization of Veterinary Biologicals; and Free circulation of vaccines within the EEC. Dev. Biol. Stand., 79, 17–25. D. ESPESETH D.A. & GOODMAN J.B. (1993). Chapter 13. In: Licensing and Regulation in the USA. Vaccines for Veterinary Application. Butterworth Heinemann, London, UK, 321–342. E. GAY C.G. & ROTH H.J. (1994). Confirming the safety characteristics of recombinant vectors used in veterinary medicine: a regulatory perspective. Recombinant vectors in vaccine development. Dev. Biol. Stand., 82, 93–105. F. ROTH H.J. & GAY C.G. (1996). Specific safety requirements for products derived from biotechnology. In: Veterinary Vaccinology, Pastoret P.-P., Blancou J., Vannier P. & Verschueren C., eds. Elseviers Science Publishers B.V. Amsterdam, The Netherlands. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 73 Capítulo I.1.7. — Principios de producción de vacunas veterinarias G. PASTORET P.P., BLANCOU J., VANNIER P. & VERSCHUEREN C., Science, Amsterdam, The Netherlands. H. UNITED STATES DEPARTMENT OF AGRICULTURE (USDA) (2000). Code of Federal Regulations, Title 9, Parts 1– 199. US Government Printing Office, Washington DC, USA. I. USDA-APHIS -VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1999). Categories of Inspection for Licensed Veterinary Biologics Establishments. Veterinary Services Memorandum No. 800.91. Center th for Veterinary Biologics, 510 S. 17 Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA. J. USDA-APHIS-VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1999). Veterinary Biological Product Samples. Veterinary Services Memorandum No. 800.59. Center for Veterinary Biologics, 510 S. th 17 Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA. K. USDA-APHIS- VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1995). Guidelines for Submission of Materials in Support of Licensure. Veterinary Biologics Memorandum No. 800.84. Center for Veterinary th Biologics, 510 S. 17 Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA. L. USDA-APHIS-VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1995). Veterinary Biologics General Licensing Considerations No. 800.200, Efficacy Studies. USDA-APHIS-Veterinary Biologics, 4700 River Road, Riverdale, Maryland 20737, USA. M. USDA-APHIS-VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1995). Veterinary Biologics General Licensing Considerations No. 800.201, Back Passage Studies. Center for Veterinary Biologics, th 510 S. 17 Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA. N. USDA-APHIS-VETERINARY SERVICES (1964–1994). Standard Assay Methods, Series 100–900. National Veterinary Services Laboratories, Ames, Iowa 50010, USA. O. USDA-APHIS- VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1984). Basic License Requirements for Applicants. Veterinary Biologics Memorandum No. 800.50. Center for Veterinary th Biologics, 510 S. 17 Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA P. USDA-APHIS-VETERINARY SERVICES-CENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS (1988). Guidelines for the Preparation and Review of Labeling Materials. Veterinary Services Memorandum No. 800.54. Center for th Veterinary Biologics, 510 S. 17 Street, Suite 104, Ames, Iowa 50010, USA. EDS (1997). Veterinary Vaccinology. Elsevier 1 * * * 1 74 United States Department of Agriculture (USDA), Animal and Plant Health Inspection Services (APHIS). USDA-APHISCENTER FOR VETERINARY BIOLOGICS HOME PAGE: http://www.aphis.usda.gov/vs/cvb/index.html Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 CAPÍTULO I.1.9. EL PAPEL DE LOS ORGANISMOS OFICIALES EN LA REGULACIÓN INTERNACIONAL DE LOS PRODUCTOS BIOLÓGICOS DE USO VETERINARIO RESUMEN El control oficial de los productos biológicos de uso veterinario está encomendado a varios organismos nacionales y regionales que garantizan, de formas diferentes, la calidad, la inocuidad y la eficacia de los productos La armonización internacional de las normas relativas a los productos biológicos no comenzó hasta bastante después de la normativa relativa a los productos químicos. Los primeros productos biológicos de uso veterinario no se fabricaron ni se distribuyeron hasta finales del siglo XIX. Dichos productos se elaboraban de forma poco sofisticada y se distribuían sin más control que el de los propios fabricantes. Mas tarde, cada fabricante desarrolló sus propios estándares. En Europa, ya en 1895, el Estado controlaba los estándares de ciertos productos de diagnóstico (por ejemplo, la maleína y la tuberculina) y los de las vacunas. Poco a poco se fueron desarrollando las condiciones para la armonización internacional, comenzando con la pruebas para la comparación de productos, proporcionadas por diferentes laboratorios europeos. Hasta la segunda mitad del siglo XX, no se establecieron leyes de ámbito nacional para la regulación de los productos biológicos de uso veterinario. En ellas se exigía la aplicación de técnicas muy precisas antes de la concesión de licencias para los productos biológicos de uso veterinario. A dichas leyes les siguieron notables esfuerzos para la armonización de esas normas nacionales, primero a nivel regional, particularmente en Europa y América, y luego a nivel global, especialmente por parte de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), con la publicación en 1989 de la primera edición del Manual de Normas para las Pruebas de Diagnóstico y las Vacunas por parte de la OIE. La armonización a nivel mundial de estándares para los productos biológicos de uso veterinario será de gran ayuda para los veterinarios oficiales jefes, que deben seguir las instrucciones dadas en el Código Zoosanitario Internacional de la OIE, instrucciones que son aplicables a todos los productos biológicos utilizados en el comercio internacional. También será de ayuda para los productores de vacunas que han expresado el deseo de una armonización de las normas de registro a nivel mundial, con el fin de simplificar y facilitar la comercialización de sus productos. Evidentemente, eso también interesa a los agricultores y consumidores, quienes se beneficiarán del hecho de que la inocuidad y eficacia de los productos por ellos utilizados se garanticen de forma uniforme al más alto nivel. En las diferentes secciones de este capítulo se revisarán y compararán las normativas de las regiones del mundo que han realizado mayores progresos en este campo, y se describirán los intentos actuales para la armonización de estas normativas a escala internacional. Nota: En este capítulo el término "productos biológicos de uso veterinario", incluirá las vacunas y antisueros para uso animal, y las preparaciones “in vivo” para diagnósticos. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 99 Capítulo I.1.9. — El papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario A. NORMATIVA PARA LOS PRODUCTOS BIOLÓGICOS DE USO VETERINARIO. SITUACIÓN ACTUAL 1. En Japón 1.1. Introducción Los productos medicinales de uso exclusivo en animales, incluidos los productos biológicos de uso veterinario, están bajo la jurisdicción del Ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca. La garantía de calidad, eficacia y inocuidad está estipulada en la Ley de Asuntos Farmacéuticos (1). Desde 1972 se han ido desarrollando los procedimientos para el registro de dichos productos, con el objeto de racionalizar los procedimientos de supervisión y facilitar la obtención de su autorización. Dichos procedimientos están estipulados en la Ley de Asuntos Farmacéuticos y otras normativas afines. En consecuencia, se ha conseguido un procedimiento de supervisión simple y rápida, poniendo énfasis en garantizar la calidad, inocuidad y eficacia de tales productos. La Comisión para la Seguridad Alimentaria se estableció dentro de la Oficina del Gabinete del Gobierno de Japón en julio de 2003. Tratándose de inspecciones, reinspecciones y reevaluaciones para la aprobación, todas las vacunas de uso veterinario, excepto los productos destinados a perros y gatos, deben cumplir con lo exigido en la Ley Básica de Seguridad Alimentaria de la Comisión de Seguridad Alimentaria. 1.2. Normas que regulan la autorización y garantizan la calidad de los productos biológicos de uso veterinario a) Solicitud de autorización y licencia Quienes deseen fabricar o importar productos biológicos de uso veterinario deben cumplimentar una solicitud usando el formato indicado para cada producto y obtener la aprobación del Ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca. La solicitud se deberá presentar acompañada de los documentos relacionados en la misma, tales como los relativos a estudios clínicos. De entre estos últimos, los estudios sobre seguridad y los estudios clínicos en los que se usan las especies objeto de estudio, se deben llevar a cabo de conformidad con la "Buena Práctica de Laboratorio" (Good Laboratory Practice, GLP) y con la "Buena Práctica Clínica" (Good Clinical Practice, GCP). La licencia para fabricar, o para importar y vender productos biológicos de uso veterinario, la expide el Ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca a cada solicitante y debe renovarse cada 5 años. La conformidad con la "Buena Práctica de Fabricación" (Good Manufacturing Practice, GMP) se considera como una de las condiciones necesarias para obtener la licencia de fabricación. b) Pruebas a nivel nacional Después de recibir una licencia, cada lote de productos biológicos de uso veterinario debe ser examinado por el Laboratorio Nacional de Pruebas Veterinarias, de acuerdo con los procedimientos del Estándar de Pruebas para Productos Biológicos de Uso Veterinario (3, 9). Cada producto destinado a la comercialización ha de llevar en el contenedor o embalaje un sello oficial de identificación en forma de precinto. c) Nuevo examen y nueva evaluación A los productos biológicos de uso veterinario recién autorizados, se les realiza un nuevo control. Por lo general, después de la autorización inicial de la vacuna, se realiza un estudio de campo del medicamento por un período de 6 años. Durante ese período se evalúan de nuevo la eficacia y la seguridad del producto. La evaluación se realiza sobre los productos disponibles en el mercado que hayan sido autorizados por orden del Ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca. Debe seguirse ese procedimiento cuando se sospeche que un producto biológico de uso veterinario no cumple con los últimos estándares vigentes. d) Requisitos mínimos que deben reunir los productos biológicos de uso veterinario Los controles proporcionan información sobre la consistencia del proceso de fabricación y la calidad del producto: métodos de fabricación, propiedades de las cepas utilizadas en la fabricación, métodos de control de calidad, métodos de almacenamiento y fechas de caducidad, de acuerdo con los estándares 100 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.9. — El Papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario establecidos en los "Requisitos Mínimos Exigidos para los Productos Biológicos de Uso Veterinario" (2). No se puede fabricar, importar ni comercializar ningún producto que no cumpla con esos estándares. e) Casos en los que se deniega la autorización Cuando la calidad del producto que se somete a aprobación no es satisfactoria o sus efectos negativos destacan sobre los previstos en las indicaciones, se considera que el producto es de poco valor y, por lo tanto, no se autoriza. f) Cancelación de autorizaciones A la hora de conceder la autorización para fabricar o importar un producto, se examinan cuidadosamente la calidad, inocuidad y eficacia del mismo de acuerdo con las últimas tecnologías disponibles. No obstante, si los avances científicos realizados desde la concesión de la autorización indicasen que podría existir un riesgo para la salud asociado a la utilización del producto, se realizarán un nuevo examen y evaluación y podrá emitirse una orden de cancelación de la autorización. 1.3. Procedimiento para autorizar la fabricación (o importación) Los criterios más importantes a tener en cuenta cuando se quiere fabricar o importar un producto, como, por ejemplo, una vacuna de uso veterinario, son la calidad, la seguridad y la eficacia del producto. No es necesaria una licencia para cada una de las instalaciones. Basta con una autorización para cada producto, incluso si el fabricante va a fabricar (o importar) en más de una instalación. También es posible solicitar, de forma simultánea, la aprobación de la calidad de un producto y la licencia para su fabricación. Cuando un fabricante (o importador o distribuidor), fabrica (o importa) productos biológicos de uso veterinario, debe presentar en un documento oficial la solicitud de autorización para fabricar (o importar) dichos medicamentos a la persona encargada de medicamento veterinarios en el Departamento de Industria Cárnica de cada Prefectura. Si la documentación es correcta, la solicitud para fabricar (o importar), junto con los documentos que la acompañan, se envía para su revisión a la Oficina del Ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca. En ese momento puede realizarse una consulta o audiencia, si se considera necesario. A continuación se estudia la solicitud en el Consejo Central de Asuntos Farmacéuticos, y si no se encuentra ningún problema, se envía al solicitante una notificación de aprobación para fabricar (o importar) el producto veterinario. 2. En la Unión Europea 2.1. Introducción La legislación farmacéutica de la Unión Europea (UE), que ha ido evolucionando a lo largo de 30 años, trata de los medicamentos de uso humano y de uso animal. La armonización de los requisitos en el área de medicamentos de uso veterinario se inició en 1981 con la adopción de las Directivas 81/851/EEC y 81/852/EEC, en las que se fijan requisitos comunes para la autorización de fabricación y comercialización basada en la evaluación de la calidad, la seguridad y la eficacia del producto. Estas directrices, así como la legislación posterior sobre productos farmacéuticos de uso veterinario y humano, se consolidaron en la Directriz 2001/82/EC y 2001/83/EC reguladoras, respectivamente, de los productos de uso veterinario y humano. En 1994 se publicaron una serie de directrices detalladas bajo el título "Normas que regulan los medicamentos en la Unión Europea" (7). Estas directrices se han actualizado y describen en detalle las bases legales para la obtención de autorizaciones de comercialización, así como la forma de compilación y evaluación de los expedientes. Estas normas sirven como publicaciones de referencia de gran utilidad para cualquier autoridad que vaya a instaurar un sistema de autorización de productos biológicos de uso veterinario. Las normas fueron formalmente adoptadas y aplicadas específicamente a los productos biológicos de uso veterinario a partir de 1993. Se tomaron muchas medidas adicionales para avanzar en la armonización de los procedimientos y criterios de evaluación de medicamentos de uso veterinario, tales como los requisitos marco y las pautas interpretativas para su experimentación, los principios y las directrices de la "Buena Práctica Médica" (GMP), y el procedimiento utilizado por la Comunidad para la evaluación de productos de alta tecnología. Sin embargo, la concesión de autorizaciones seguía siendo prerrogativa de los diferentes estados. Como consecuencia, aunque las solicitudes se evaluaban en base a esos criterios y procedimientos de armonización, y, en algunos casos, de forma simultánea por las autoridades de los estados miembros, había discrepancias en las decisiones tomadas por dichos estados en torno a un mismo producto. Debido a lo anterior, en 1990 la Comisión propuso un nuevo sistema para la comercialización de medicamentos, que fue adoptada por el Consejo de Ministros en 1993 y entró en vigor el 1 de enero de 1995. Una de las primeras consecuencias fue la creación en Londres (Reino Unido), de la Agencia Europea de Evaluación de Medicamentos. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 101 Capítulo I.1.9. — El papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario 2.2. El papel de la Agencia Europea de Evaluación de Medicamentos (EMEA) En 1995 entró en vigor un nuevo sistema para la autorización de medicamentos. Después de 10 años de cooperación entre las autoridades de registro nacionales, a nivel de la Unión Europea, y después de 4 años de negociaciones, el Consejo de la Unión Europea adoptó en junio de 1993 tres directrices y una regulación, que juntas constituyen la base legal del sistema. (5) La EMEA fue fundada por Regulación del Consejo 2309/93/EEC del 22 de julio de 1993. (OJ No. L214, 24.8.1993), y Londres, en el Reino Unido, fue elegida como su sede por decisión de los Jefes de Estado y de Gobierno el 29 de Octubre de 1993. Esta agencia formula opiniones y además del personal administrativo y de la junta directiva, está compuesta por dos comités científicos, el Comité para la Propiedad de los Productos Medicinales (CPMP), encargado de los medicamentos para los humanos y el Comité para los Productos Medicinales de Uso Veterinario (CVMP), que se encarga de los medicamentos y otros productos de uso animal. El CVPM es el responsable de la evaluación de las solicitudes para la comercialización de productos derivados de la biotecnología, de los intensificadores de productividad, de las nuevas sustancias químicas y de otros productos nuevos de carácter innovador. Además, el CVPM ofrece recomendaciones relacionadas con los Límites Máximos de Residuos (MRLs) para las sustancias utilizadas en la producción de alimentos para animales. Para apoyar estas actividades, el CVMP cuenta con un grupo de 400 expertos puestos a disposición de la agencia por los estados miembros de la Unión Europea. Estos expertos pueden participar en cualquiera de los grupos de trabajo del CVMP. Entre los grupos de trabajo, el Grupo de Trabajo para las Sustancias Inmunológicas (CVMP/IWP), tiene un doble mandato: asistir al CVMP, si es necesario, examinando, en nombre del Coordinador de Asesoramiento Científico del CVMP, en parte o en todo, cualquier consulta sobre asesoramiento científico hecha por una compañía durante el desarrollo de una nueva vacuna, y asesorando al CVMP en asuntos de política más general tales como la elaboración y revisión de las directrices relativas a los productos inmunológicos. Las directrices generales para las pruebas de los medicamentos de uso veterinario están contenidas en "Las Reglas que Regulan los Medicamentos en la Unión Europea", cuya última publicación por la Unión Europea data de 1999 (7). Las directrices nuevas y las revisiones de las directrices antiguas ya no se publican en documento impreso, pudiéndose acceder a ellas en la página Web de EMEA, www.emea.eu.int y/o la página Web de DG Enterprise www.pharmacos.org. 2.3. Procedimientos Europeos actuales para autorizar la comercialización A partir de 1995, empezaron a estar disponibles, a través de la Unión Europea, dos nuevos tipos de procedimiento de registro de medicamentos de uso humano y de uso animal: el procedimiento centralizado y el procedimiento descentralizado (12). a) El procedimiento centralizado Este procedimiento se aplica a productos de alta tecnología definidos en el Anexo a la Regulación del Consejo 2309/93. Es obligatorio para algunos productos ("Parte A”: ciertos productos biotecnológicos y promotores de crecimiento nuevos), y opcional para otros ("Parte B": otros productos innovadores). La valoración está coordinada por uno de los miembros del CVMP, conocido como el "Ponente", bajo contrato con la EMEA. Las exigencias y los criterios relativos a los datos son los mismos que se utilizan en los procedimientos nacionales. Por consiguiente, la autorización la emite la Comisión, y es válida en todos los estados miembros de la comunidad. Sin embargo en el caso de vacunas veterinarias, uno o más de los estados miembros pueden prohibir el uso de la vacuna, bien sea debido a la ausencia de infección en su territorio, o bien porque se ha implantado un programa de erradicación en su territorio, tal como lo certifican las autoridades competentes. b) El procedimiento descentralizado Las solicitudes para la autorización de un producto pueden aún resolverse en un único estado miembro (el "Estado Miembro de Referencia"), por medio de un procedimiento nacional. Se aplican las mismas "Normas que Regulan los Medicamentos en la Unión Europea”). Siguiendo la aprobación del Estado Miembro de Referencia, las solicitudes pueden dirigirse, si se desea, a otros estados miembros "Interesados" para que sean concedidas autorizaciones idénticas en base al reconocimiento recíproco. Si otro estado miembro considera, de manera fundada, que el producto que se va a autorizar constituye un “riesgo para los animales, la salud pública o el medio ambiente”, dicho estado miembro puede remitir el expediente a la EMEA para un arbitraje. La Comisión emite una decisión vinculante basada en la opinión del CVMP. 102 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.9. — El Papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario 2.4. Autorización para la fabricación y control de la salida de productos al mercado De acuerdo con la Directiva 81/85/EEC, también se necesita autorización para la fabricación de medicamentos de uso veterinario, incluidos los inmunológicos. Esta directiva determina inspecciones regulares y estipula que la fabricación debe ser supervisada por una "persona cualificada", que certifique que cada partida se ajusta a las especificaciones aprobadas para ese producto. Para la puesta en práctica de estos requisitos, la Comisión adoptó la Directiva 91/412/EEC relacionada con el principio y las directrices de la GMP, y publicó una guía detallada sobre la GMP desarrollada por un grupo de inspectores farmacéuticos de los estados miembros. Se exige a los fabricantes tener a su disposición una persona cualificada que certifique que cada partida de un producto ha sido fabricada y controlada de acuerdo con las condiciones exigidas para su comercialización. Este es un requisito básico de la legislación farmacéutica. En el caso de partidas importadas desde terceros países, cada partida tiene que someterse, en el primer estado miembro que ha realizado la importación hacia el interior de la Unión Europea, a un análisis completo de calidad y cantidad de por lo menos los ingredientes activos, bajo la supervisión de una persona cualificada. Solo cuando dicho análisis se ha llevado a cabo, puede una partida circular dentro de la Unión Europea sin control posterior. En el caso especial de medicamentos inmunológicos para uso veterinario, se puede introducir una nueva medida. La Directiva 90/677/E{68} permite a todos aquellos estados miembros que lo consideren necesario solicitar que muestras de la mayor parte de las partidas fabricadas y/o de los productos terminados sean sometidos a examen por el laboratorio de control antes de que dicha partida sea colocada en el mercado. Esta salida oficial de la partida al mercado, no exime de la necesidad de un control de los lotes por parte de una persona cualificada. Excepto en circunstancias especialmente justificadas, la comercialización de un producto llevada a cabo por un laboratorio nacional de control, debe ser reconocida por los otros estados miembros, sin necesidad de repetir dicho proceso. Se ha acordado un procedimiento administrativo de intercambio de información entre las autoridades competentes, para asegurar que este procedimiento funcione sin problemas. Aunque no todos los estados miembros exigen la salida al mercado de una forma oficial de los productos inmunológicos para uso veterinario, todos aceptan su implicación en este plan de intercambio de información. Están actualmente en curso (año 2000) discusiones para establecer un sistema armonizado de salida de los productos al mercado en todos los estados miembros de la Unión Europea. Después de la revisión de la legislación europea sobre medicamentos (revisión de 2001), la Comisión Europea ha realizado propuestas para introducir enmiendas en dicha legislación y esas propuestas están siendo estudiadas por el Consejo y el Parlamento Europeos siguiendo el Procedimiento de Co-decisión. 2.5. El Papel de la Farmacopea Europea En los últimos 30 años se han realizado profundos cambios en la organización y regulación de los medicamentos en los países europeos. Hace 30 años, cada país tenía sus propias regulaciones, y entre ellos los países europeos tenían dos tercios de las farmacopeas del mundo. La Convención de la Farmacopea Europea ha sido firmada ahora por 24 socios: 23 países1 a los que acaba de unirse la Comisión de las Comunidades Europeas; aunado a esto 10 países europeos y no europeos2 y la Organización Mundial de la Salud (OMS) tienen categoría de observadores. Se mantienen estrechas relaciones con las autoridades que regulan las licencias en el Área Económica Europea, donde la integración se desarrolla a través del contacto con el EMEA y la implementación de directrices comunes y pautas sobre los medicamentos para los humanos y los animales. En 1990 la Farmacopea Europea junto con la de Japón y la de EE.UU., cofundaron el Grupo de Discusión Farmacopeica (GDF); este grupo está trabajando asiduamente para la armonización a nivel mundial y participa en la Conferencia Internacional sobre Armonización de los Requisitos Técnicos para el Programa de Registro de Medicamentos de Uso Humano. Recientemente, mediante un programa paralelo de medicamentos veterinarios, la Cooperación Internacional para la Armonización de los Requisitos Técnicos para el Registro de Medicamentos Veterinarios (VICH), ha prestado atención a la Armonización de los requisitos para ciertos tipos de prueba aplicados a agentes extraños (véase sección C.4. más abajo).La Farmacopea Europea define los estándares mínimos aceptables para los productos que se han de aprobar en la Unión Europea, ya que el cumplimiento de los monográficos es un requisito obligatorio según la Directriz 2001/82/EC. Esto exige que los productos cumplan con el monográfico específico pertinente, en los lugares en que éste exista, o con un monográfico general allí donde no exista uno específico. La Farmacopea Europea también incluye un departamento llamado "Departamento Europeo para la Calidad de los Medicamentos" (EDQM). Este departamento crea, mantiene y distribuye los reactivos estándares internacionales mencionados en las monografías de la Farmacopea Europea. Hasta la fecha hay pocos 1 2 Austria, Bélgica, Chipre, Croacia, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Islandia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda, Noruega, Portugal, Eslovenia, España, Suiza. Suecia, Turquía, El Reino Unido y la antigua República Yugoslava de Macedonia; los estados miembros deben aplicar los estándares de la farmacopea europea. Albania, Australia, Bulgaria, Canadá, Hungría, la República Checa, la República Popular China, Lituania, Eslovaquia y Polonia; los estados observadores no tienen que aplicar los estándares de la farmacopea europea, aunque algunos de ellos aplican dichos estándares de forma voluntaria. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 103 Capítulo I.1.9. — El papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario estándares para productos biológicos de uso veterinario, pero hay indicios de que el EDQM pretende ser cada vez más activo en esta área, y puede adelantarse que varios más estarán disponibles en un futuro próximo. 3. En los Estados Unidos 3.1. Introducción En EE.UU. los productos biológicos de uso veterinario se definen de forma igual a los virus, sueros, toxinas (excluyendo las sustancias que son parcialmente tóxicas para los microorganismos, por ejemplo los antibióticos), o productos análogos en cualquier fase de producción, embarque, distribución o venta, que se pretenda usar en el tratamiento (prevención, diagnóstico, gestión o cura) de enfermedades de animales y que actúan fundamentalmente por estimulación directa, complementación, mejora o modulación del sistema inmunológico o respuesta inmunológica. El término “productos biológicos” incluye, pero no se limita a, vacunas, bacterias, alérgenos, anticuerpos, antitoxinas, toxoides, inmunoestimulantes, ciertas citoquinas, componentes antigénicos o inmunizantes de organismos vivos, y componentes de diagnóstico de origen natural o sintético o que derivan de la síntesis o alteración de varias sustancias o componentes de sustancias tales como microorganismos, genes o secuencias genéticas, carbohidratos, proteínas, antígenos, alérgenos o anticuerpos. 3.2. Bases Legales La ley de 1913 sobre Virus, Sueros y Toxinas (Ley VST), modificada por la 21 U.S.C., Secciones 151 a la 159, proporciona la autoridad legal para la regulación de los productos inmunológicos y biológicos de uso animal en EE.UU. El programa regulador que implementa los requisitos de la Ley VST lo administra el Centro para Productos Biológicos de Uso Veterinario (CVB), y el Servicio de Inspección de Salud Animal y de las Plantas (APHIS) del Departamento de Agricultura de EE.UU. Las regulaciones administrativas debidamente promulgadas y con efecto de ley, se publican en el Título 9 del Código de Regulaciones Federales, Partes 101 a 118 (6). Además, el APHIS ha ofrecido asesoramiento sobre noticias del CVB, Memoranda sobre Servicios Veterinarios, Consideraciones Generales Relacionadas con la Autorización de Productos Biológicos de Uso Veterinario y el Manual de Programas de Productos Biológicos de Uso Veterinario. La ley VST exige que los productos por ella regulados y que se incorporen a los canales de comercialización no sean de poco valor, contaminantes, dañinos o peligrosos. El plan regulador que implementa esos estándares exigen a los fabricantes de esos productos que soliciten las correspondientes licencias antes de la comercialización, y obligan a los solicitantes a asumir responsabilidades indiciarias al exigirles que demuestren, mediante la entrega de cierta información relativa a los datos de la investigación y los resultados de las pruebas, que sus productos son "puros, seguros, potentes y eficaces". El programa de APHIS para productos inmunológicos y biológicos de uso animal regula la fabricación de los productos y de su salida al mercado a través de un sistema de autorización, inspección, verificación y vigilancia post-comercialización, que asegura que los estándares reguladores y legales se cumplen. 3.3. Licencia e Inspección Inicial Cualquier persona o empresa que solicita fabricar en EE.UU. productos inmunológicos o biológicos de uso animal debe obtener del APHIS una licencia para fabricar en una determinada instalación (Licencia para la instalación), y una licencia para cada uno de los productos que va a fabricar (Licencia del producto). Los requisitos exigidos para esas licencias se aplican tanto si el producto se va a lanzar en el mercado de EE.UU. como si se va a exportar al extranjero. Normalmente, el solicitante pedirá de forma simultánea la licencia para la instalación y la licencia para el primer producto. Una vez haya obtenido las licencias para la instalación el producto, la empresa que solicita fabricar y comercializar nuevos productos, tendrá que solicitar solamente licencias para productos adicionales. Una persona o empresa ubicada en el extranjero que solicite comercializar sus productos en EE.UU., también debe pedir autorización para la comercialización. No obstante, para la importación de un producto, tan solo se necesita un “permiso” en lugar de una “licencia”. Para obtener una licencia de instalación, el solicitante deberá someter a aprobación el proyecto (o sea, el plano arquitectónico del arquitecto) y los planos de las instalaciones con los correspondientes rótulos o anotaciones. El APHIS revisa esos planos y rótulos para asegurar que la instalación funcionará de acuerdo con la "Buena Práctica Médica" (GMP). Si el solicitante realiza posteriormente cambios físicos u operacionales en la instalación, deberá someter a revisión, de forma inmediata, los correspondientes planos y rótulos modificados. Para obtener una licencia del producto, el solicitante debe establecer la pureza e identidad de todas las semillas madre y de todas las células madre que se van a usar en la fabricación del producto, y debe someter a aprobación un esquema detallado de la producción El esquema de producción incluye no sólo los detalles relacionados con el método de fabricación del producto, sino también una descripción de los procedimientos para la recogida y presentación de muestras y el lanzamiento de lotes de productos. El solicitante también deberá suministrar las referencias profesionales y técnicas del personal de la compañía, e identificar a una persona 104 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.9. — El Papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario cualificada (denominada "enlace gubernamental" por las regulaciones de EE.UU), quien actúa como contacto oficial con el CVB durante el proceso de obtención de la licencia, y es el responsable de presentar los informes de las pruebas de la empresa y de la salida al mercado del producto. Al solicitante se le exige que presente datos de las pruebas que demuestren que el producto fabricado de acuerdo con el plan pertinente es puro, seguro, potente y eficaz. El solicitante debe presentar a los Laboratorios del CVB muestras de tres lotes consecutivos del producto, a fin de que puedan confirmarse los resultados de las pruebas del producto realizadas por el solicitante. Finalmente, antes de la concesión de las licencias para la instalación y el producto, las instalaciones del solicitante se someten a una inspección exhaustiva por parte de los inspectores del APHIS. La inspección asegura que la instalación funciona de acuerdo con la "Buena Práctica Médica" (GMP) mediante la confirmación de que el establecimiento está construido según los planos y las leyendas; que la línea de producción está establecida y funciona de acuerdo con el plan de producción aprobado y que los archivos relativos a cada fase de la producción se guardan y actualizan de forma adecuada. La inspección también confirma que el solicitante sigue la "Buena Práctica de Laboratorio" (GLP); que el programa relativo a la comprobación del proceso y del producto final se desarrolla y documenta de forma apropiada; que el muestreo se realiza de forma conveniente y que se aplican los procedimientos adecuados para determinar y documentar la salida del producto al mercado. 3.4. Inspección después de la concesión de la licencia Una vez se le han expedido a la empresa las licencias para la instalación y para el producto, el APHIS, realizará inspecciones rigurosas de seguimiento a las instalaciones de forma rutinaria, para verificar que el titular de la licencia sigue operando de acuerdo con las normas del programa y según lo estipulado en la licencia. Las inspecciones que se realizan después de la obtención de la licencia se llevan a cabo sin previo aviso, y normalmente dentro de los 12-18 meses siguientes a la última inspección. Si el titular de la licencia propone algún cambio significativo en la instalación o en el método de producción de un producto autorizado, el APHIS se reserva el derecho a realizar una inspección especial antes de aprobar los cambios. 3.5. Verificación Cada titular de una licencia es responsable de verificar de forma exhaustiva todos sus procesos de producción y cada serie (o lote) de cada producto antes de la salida al mercado. El tipo y la cantidad de pruebas requeridas dependen de cada producto concreto, pero, en cualquier caso, son fijadas y aprobadas por la autoridad reguladora antes de concederse la licencia del producto. Una persona cualificada empleada por el titular de la licencia ("enlace gubernamental") se responsabiliza de la selección de las muestras que van a ser verificadas, de la monitorización del programa de verificación del titular de la licencia y de la certificación de los resultados de la prueba ante la autoridad reguladora. Al mismo tiempo que la empresa selecciona sus muestras para la verificación en la propia empresa, también selecciona las muestras que van a ser presentadas a los laboratorios del CVB. Utilizando un programa para una selección al azar, el CVB, selecciona un porcentaje de las muestras que se han sometido a pruebas de confirmación a fin de verificar la adecuación y suficiencia de las pruebas realizadas por el fabricante. La verificación se realiza para cada serie antes de la autorización de comercialización. Por medio de una regulación, el CVB está obligado a poner a prueba sus muestras seleccionadas dentro de los 14 días siguientes al recibo de las mismas; normalmente, las muestras se ponen a prueba antes del límite de los 14 días, de tal forma que, de hecho, la comprobación de la producción por parte de la empresa y el Programa de Prueba de Competencia del CVB se llevan a cabo al mismo tiempo. Cuando la empresa recibe los resultados de sus propias pruebas, el enlace gubernamental presenta esos resultados a la autoridad reguladora junto con un impreso de lanzamiento de un lote, iniciándose el proceso de lanzamiento. Si la partida no ha sido seleccionada como parte del Programa de la Prueba de Competencia, o si ésta ha sido elegida, pero las pruebas del CVB confirman los resultados de las pruebas de la compañía, el impreso de lanzamiento es refrendado por la autoridad reguladora completando el proceso de lanzamiento. Si las pruebas de la empresa o las pruebas de competencia indican que la partida puede ser insatisfactoria, dicha partida no podrá lanzarse. Si el titular de la licencia hace una propuesta para modificar su instalación o su funcionamiento en forma tal que ello pudiese afectar de algún modo la pureza, la inocuidad, la potencia o la eficacia del producto, la autoridad reguladora requerirá al titular de la licencia para que proporcione datos que demuestren la pureza, la inocuidad, la potencia y la eficacia del producto, y para que entregue a los laboratorios del CVB muestras del producto para las pruebas confirmatorias. 3.6. Vigilancia después de la salida al mercado El CVB mantiene un programa de vigilancia para la post-comercialización con el que monitoriza el comportamiento de los productos en el mercado. Con este programa, el CVB normalmente tiene conocimiento de algunos problemas relativos a la calidad del producto a través de los informes o quejas de los consumidores, Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 105 Capítulo I.1.9. — El papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario aunque las regulaciones del programa también obligan al titular de la licencia a informar al CVB de cualquier problema que llame su atención relacionado con la pureza, inocuidad, y potencia del producto. El CVB tiene autoridad legal para intervenir en aquellos puntos del mercado donde se presenten problemas serios en relación con la pureza, inocuidad, potencia y eficacia del producto. B. COMPARACIÓN DE LAS REGULACIONES DE LA UNIÓN EUROPEA CON LAS DE LOS ESTADOS UNIDOS Aunque la Agencia Reguladora supervisa la producción de los productos biológicos de uso veterinario, estos deben cumplir con ciertos criterios básicos. Estos criterios son: Inocuidad: el producto debe ser seguro en las especies-objetivo y, si son vivas, en las especies expuestas a organismos excretados. Eficacia: el producto debe ser efectivo de acuerdo con las propiedades declaradas en la etiqueta. Calidad: incluye la pureza, la potencia y la consistencia. Pureza: el producto debe estar libre de agentes contaminantes. Potencia: cada lote de productos debe formularse y testarse para asegurar la eficacia y reproducibilidad de la actividad tal como se demuestra en los datos del registro. Aunque, de forma global, las agencias y regulaciones difieren, todas se esfuerzan por garantizar al consumidor final que los productos ofrecidos cumplen con esos estándares básicos. La Unión Europea usa un sistema completo que consiste en una combinación de la GMP, incluyendo procesos y especificaciones de los materiales validadas, junto con los métodos de producción que garantizan la calidad del producto final. Los procesos internos y las comprobaciones de los lotes constituyen una garantía adicional de la calidad de los productos médicos de uso veterinario. En los procesos y en las pruebas de los lotes. Las pruebas de inocuidad son realizadas siguiendo la “Buena Práctica de Laboratorio”, y las pruebas de eficacia se realizan siguiendo la “Buena Práctica de Controles” (GCP). Los EE.UU. definen lo que constituye procesos de fabricación aceptables en el plan de producción y en la descripción detallada de la instalación (planos y rótulos de los planos), y se apoyan en la inspección y en las pruebas confirmatorias para conseguir el mismo objetivo. Aunque diferentes, ambos sistemas están diseñados para conseguir que sólo los productos biológicos puros, seguros, potentes y efectivos sean puestos a la venta. En la Unión Europea, además de los datos proporcionados por el solicitante, se deben incluir informes de expertos en el dossier de solicitud de autorización para la comercialización. Cada sección importante del expediente, incluyendo la analítica, y las relativas la seguridad y la eficacia, debe ser revisada por un experto independiente. La valoración del experto se incluye en el archivo de autorización de comercialización. El sistema de revisión por una tercera parte, no existe en el sistema de registro de EE.UU. Existen diferencias entre los procedimientos utilizados en la Unión Europea y los utilizados en EE.UU. Debería establecerse, en la medida de lo posible, la armonización de esos dos sistemas, para el reconocimiento de la equivalencia en las pruebas y procedimientos que se llevan a cabo al evaluar una vacuna, y garantizar la calidad, inocuidad y eficacia del producto. Se han firmado acuerdos bilaterales de reconocimiento recíproco (MRAs) relacionados con los productos biológicos de uso veterinario entre la Unión Europea y Australia y entre la Unión Europea y Nueva Zelanda. La puesta en práctica de dichos acuerdos está en período transición. Parece que va a tardar más tiempo en lograrse acuerdos de reconocimiento recíproco entre la Unión Europea y los EE.UU. en relación con los productos biológicos de uso veterinario. C. EL PAPEL DE LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES La mayoría de las naciones tienen un conjunto de leyes oficiales que regulan la venta y el uso de productos biológicos de uso veterinario. Casi todas estas leyes estipulan "unos requisitos mínimos" de calidad, inocuidad y eficacia de los productos biológicos de uso veterinario (especialmente vacunas), que han de ser probados en laboratorios independientes, generalmente bajo supervisión estatal. Estas leyes y pruebas pueden variar de un país a otro, y ello supone costes y restricciones para los fabricantes, usuarios y comprobadores. 106 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.9. — El Papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario Muchas de las vacunas descritas en este Manual se producen y/o utilizan en países donde los regímenes de autorización y comprobación no son tan estrictos como los descritos en este capítulo. No obstante, conviene ser consciente de las regulaciones que se aplican en las distintas regiones y, por consiguiente, de las pruebas y la inspección de productos biológicos de uso veterinario que se pueden haber realizado en dichas regiones. La idea de armonizar estas pruebas para simplificar y reducir costes a nivel regional, e incluso a nivel mundial, no es nueva, y se ha avanzado mucho en los últimos 20 años. El propósito de esta sección es revisar la situación actual mediante la descripción del papel de las organizaciones internacionales en la regulación de las vacunas de uso veterinario. En esta sección el término "organización internacional" se refiere a aquellas organizaciones relacionadas con la salud animal a escala mundial (OIE, FAO y OMS). 1. El papel de la Oficina Internacional de Epizootias La OIE se fundó en París en 1924 como la organización mundial encargada de la sanidad animal y en el año 2002 contaba con 162 Países Miembros. Los tres principales objetivos de la OIE son: proporcionar información sobre la sanidad animal a escala mundial, promover la coordinación internacional de la investigación y el control de ciertas enfermedades animales, y armonizar y regular, a nivel internacional, la importación y exportación de animales y productos animales. Dentro de la OIE hay cuatro Comisiones Especializadas: la Comisión Zoosanitaria Internacional que se ocupa del Código Internacional de Sanidad Animal , la Comisión de Normas, La Comisión de la Enfermedad de la Fiebre Aftosa y de Otras Epizootías, y La Comisión para las Enfermedades de los Animales Acuáticos (incluidas las enfermedades de los moluscos y los crustáceos). Además hay un Grupo de Trabajo se ocupa de las enfermedades de la fauna salvaje. Entre estas Comisiones Especializadas, la más estrechamente relacionada con la estandarización es la Comisión de Normas. Esta Comisión establece las normas para los métodos de diagnóstico (incluidas las preparaciones para diagnóstico) y para las vacunas. Sus términos de referencia reflejan la obligación que la Comisión tiene de participar en la estandarización de los productos biológicos, incluidas las vacunas que usan con fines profilácticos. La Comisión de Normas es responsable de la preparación del Manual de Normas para las Pruebas de Diagnóstico y las Vacunas de la OIE (11) y la organización de los laboratorios de referencia para muchas de las enfermedades contenidas en las Listas A y B de la OIE. Sin embargo, sólo se logrará la estandarización completa de las pruebas con vacunas cuando se hayan diseñado las normas pertinentes. Se espera alcanzar el objetivo de la estandarización y la amplia disponibilidad de estándares a través de la participación de los laboratorios de referencia de la OIE. Entre las funciones y responsabilidades de los expertos de los casi 150 laboratorios de referencia de la OIE, están la provisión de un centro de excelencia en una actividad designada, la estandarización de métodos, la preparación, el almacenamiento y la distribución de antisuero estándar, antígenos y otros reactivos Entre los 10 Centros Colaboradores de la OIE, tres pueden estar involucrados, en un momento dado, en el control y/o armonización del control de las vacunas: tal es el caso del Centro Colaborador para los Productos Medicinales de Uso Veterinario, de Fougères (Francia), el Centro Colaborador para la prueba de enzimoinmunoensayo (ELISA, enzime-linked inmunoadsorbent assay) y para las Técnicas Moleculares en el Diagnóstico de Enfermedades Animales, de Viena (Austria), y el Centro Colaborador para el Diagnóstico de Enfermedades Animales y Evaluación de Vacunas, de Ames (EE.UU.). En 1994, después de los debates de la Consulta Técnica Internacional sobre el Registro de Drogas para Uso Veterinario (ITCVDR), la OIE estableció un grupo Ad hoc sobre La Armonización de los Medicamentos de Uso Veterinario, lo que constituyó el primer paso hacia la creación de la Cooperación Internacional sobre la Armonización de los Requisitos Técnicos para el Registro de Productos de Uso Veterinario (VICH) (Véase Sección C.4 abajo) 2. El papel de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación La FAO establecida en 1945, es responsable del desarrollo de la agricultura y de la producción de alimentos. La División de Salud y Producción Animal ('AGA'), dentro del Departamento de Agricultura, se encarga del desarrollo del ganado, e incluye el Servicio de Sanidad Animal ('AGAH'), cuya principal función es la prestar asistencia a los Países Miembros en el control de las enfermedades animales, con el propósito de aumentar la producción de ganado como un componente integral del desarrollo general, en las áreas social, económica y agrícola .La participación de la FAO en las pruebas de productos biológicos de uso veterinario se lleva a cabo principalmente a través de su sistema de asistencia técnica a los Países Miembros con el fin de establecer e incluso ejecutar de forma independiente, controles de las vacunas y de otros productos biológicos. Un ejemplo de Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 107 Capítulo I.1.9. — El papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario la asistencia de la FAO a la Unión Africana, (UA) es la creación de un sistema para que el Centro Panafricano de Vacunas de Uso Veterinario (PANVAC), realice pruebas con vacunas de uso veterinario, a escala continental, especialmente las utilizadas contra la peste bovina y la pleuroneumonía contagiosa bovina; la FAO encarga, a petición de los Países Miembros, iniciativas bien para garantizar la calidad de las vacunas y otros productos biológicos o para las consultas a expertos sobre este asunto, o para la publicación de manuales sobre el control de la producción y de la calidad de las vacunas. Es más, se pueden solicitar a dos servicios auxiliares, como son el Codex Alimentarius 'y a la División de Técnicas Nucleares para la Alimentación y la Agricultura', que intervengan en los asuntos relacionados con estos productos. El segundo de dichos servicios opera conjuntamente con la FAO y la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) con base en Viena (Austria), y tiene una Sección de Sanidad y Producción Animal que presta asistencia a los servicios veterinarios e institutos de investigación de los países en vías de desarrollo para el establecimiento de las técnicas RIA (Prueba de Inmunidad Radiológica) y ELISA. Relacionado con esta actividad existe un plan de garantía de calidad por el que a los laboratorios que han recibido equipos ELISA de la FAO o de la IAEA se les exige monitorizar de forma rutinaria los controles de calidad interna y probar periódicamente (una o dos veces al año) un lote de muestras desconocidas, y enviar los resultados a la IAEA. El objetivo global es proporcionar a todos los interesados la garantía de que los resultados que se generan mediante el uso de los equipos estandarizados y validados internacionalmente, son fiables y correctos. 3. El papel de la Organización Mundial de la Salud Actualmente la OMS no está directamente involucrada en la elaboración de preparados de referencia internacionales (por ejemplo antígenos o anticuerpos) para uso meramente veterinario, pero ha desarrollado y conserva aún en el Instituto Nacional para el Control de Estándares Biológicos, en Potter`s Bar (Reino Unido), algunos materiales relacionados con las enfermedades estrictamente veterinarias (por ejemplo, vacuna activa para la enfermedad de Newcastle, y suero contra la fiebre porcina). La OMS quiere mantener su papel en esta área en los casos en que los preparados veterinarios de referencia documentos guía tienen una relevancia directa para la salud humana. (8, 10, 15, 16). Esto involucra a los agentes zoonósicos, o potencialmente zoonósicos y a otros agentes infecciosos de origen animal que son contaminantes potenciales de los productos biológicos, bien se trate de vacunas producidas en cultivos de células u órganos para xenotransplante. En la reunión del Comité de Expertos para la Estandarización Biológica que tuvo lugar en octubre de 1998, se llevó a cabo una revisión de los estándares internacionales entonces vigentes y de los preparados de referencia para los medicamentos de uso veterinario, y se sugirió una lista de candidatos para ser descontinuados, reemplazados o revisados (8). Sin embargo, el Comité de Expertos decidió postergar la toma de decisión referente a la preparación de las referencias veterinarias, al estar pendiente, por parte de la OMS y de sus socios en el campo de la veterinaria, una evaluación de la necesidad de estos diversos productos biológicos. Además se ha de evaluar el interés actual por ciertos preparados, especialmente las vacunas veterinarias, contra zoonosis familiares (por ejemplo, ántrax y brucelosis), adoptadas y/o revisadas en los años 60 y 70. El formato de la lista de Requisitos para las Sustancias Biológicas, publicado como Apéndice en cada informe del Comité de Expertos para la Estandarización Biológica, fue revisado en 1998 y debería facilitar la recuperación de información y lograr el objetivo de una mayor transparencia. 4. El papel de la VICH 4.1 Los términos de referencia Los objetivos de la Cooperación Internacional para la Armonización de los Requisitos Técnicos para el Registro de los Productos de Uso Veterinario (VICH) son: Propiciar un forum para un diálogo constructivo entre las autoridades reguladoras y la industria de productos medicinales de uso veterinario, sobre las diferencias reales y las percibidas en relación a los requisitos técnicos para el registro de los productos en la Unión Europea, Japón y EE.UU., con la esperanza de que este proceso pueda servir como catalizador para una armonización internacional más amplia. Identificar áreas en que las modificaciones en los requisitos técnicos o la mayor aceptación recíproca de los procedimientos de investigación y desarrollo, pueda conducir a una utilización más económica de las recursos humanos y materiales sin que peligre la seguridad. Hacer recomendaciones sobre modos prácticos de alcanzar la armonización de los requisitos técnicos que afectan el registro de productos veterinarios e implementar dichas recomendaciones en las tres regiones. Una vez adoptadas, las recomendaciones de la VICH deberían sustituir a los correspondientes requisitos regionales. Estas recomendaciones deberían centrarse en los requisitos científicos esenciales necesarios para tratar un tema, eliminando los requisitos innecesarios o redundantes. 108 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.9. — El Papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario La VICH debería conducirse de forma transparente y rentable brindando una oportunidad para los comentarios públicos que puedan hacerse sobre recomendaciones durante la elaboración de éstas. La VICH se centra en la armonización de los requisitos de registro para los productos medicinales de uso veterinario, en la Unión Europea, EE.UU. y Japón. A los países no involucrados en la VICH, se les mantiene informados de sus progresos a través de la OIE. Se toman en consideración los productos biológicos, pero sin dar alas, por el momento, a los promotores de una expansión adicional. 4.2. El Comité Directivo Para la existencia de la VICH, es fundamental el Comité Directivo, que está autorizado para dirigir el proceso de armonización. El Comité Directivo consta de dos delegados de cada una de las autoridades reguladoras y de las asociaciones industriales en las tres regiones. Australia y Nueva Zelanda (juntas) y Canadá tienen estatus de observadoras, con un delegado que representa a las autoridades gubernativas y otro que representa a las asociaciones industriales. Se ha autorizado una categoría adicional de partes interesadas, y a los encuentros del Comité Directivo asisten delegados del Comité de las Américas para la Armonización del Registro y Control de Medicamentos Veterinarios (CAMEVET) y de la Asociación de Compañías de Productos Veterinarios (AVBC). 4.3. Los Grupos de Trabajo Con el fin de conseguir la armonización en torno a los temas seleccionados, el Comité Directivo de la VICH nombra grupos de trabajo para preparar las recomendaciones. Normalmente, cada grupo de trabajo está integrado por seis expertos -cada uno de ellos representando a un miembro de pleno derecho de la VICH. Pueden nombrarse por el Comité Directivo, expertos adicionales de los países observadores - o incluso de otros países - si se considera apropiado. El Comité Directivo nombra un director para cada tema. Dicho director es responsable de iniciar el grupo de trabajo dirigiendo el trabajo del grupo. Normalmente, el director preside el grupo de trabajo y es responsable de la entrega del borrador de directrices armonizadas al Comité Directivo. El Comité Directivo ha creado grupos de trabajo específicos para ocuparse de la armonización de pruebas usadas para el control de las vacunas de uso veterinario. Este es el grupo de trabajo encargado de supervisar la calidad de los productos biológicos. 4.4. La VICH y el papel de las federaciones industriales La IFAH3, la "industria motor" en el proceso de la VICH, es la responsable de la secretaria completa de la VICH. Esto conlleva la preparación de los documentos para las reuniones de los miembros de la VICH, la puesta en venta de las publicaciones, la distribución de los documentos de los grupos de trabajo y la publicación de las recomendaciones adoptadas por el Comité Directivo. El IFAH también coordina los emplazamientos de las tres federaciones industriales de ámbito regional. El AHI4 , la FEDESA5 y la JVPA6, tienen la responsabilidad de garantizar que la opinión de sus respectivas regiones está debidamente representada. Esas organizaciones envían expertos industriales a cada grupo de trabajo, para que actúen como enlace con las autoridades regionales y se responsabilicen de la organización de las conferencias locales para discutir y dar publicidad a las recomendaciones de la VICH. CONCLUSIÓN En este momento, existe una clara intención de alcanzar una gran armonización internacional para la regulación de los requisitos exigidos para los productos biológicos de uso veterinario (14). Se ha progresado a través de las organizaciones internacionales para permitir una competencia justa en el mercado de los productos veterinarios. Sin embargo los esfuerzos hechos en el pasado por organizaciones internacionales no han dado como resultado un nivel suficiente de armonización que facilite el mercado internacional. Dichos esfuerzos han servido de base para los gestiones actuales Las autoridades nacionales reconocen la ventaja de una armonización y están ahora dedicadas a la consecución de dicho objetivo. 3 4 5 6 Federación Internacional para la Sanidad Animal (Internacional Federation for Animal Health) Instituto para la Sanidad Animal (Animal Health Institute, EE.UU.) Federación Europea para la Sanidad Animal (Fédération Européenne de la Santé Animale) Asociación Japonesa de Farmacología Veterinaria (Japanese Veterinary Pharmaceutical Association) Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 109 Capítulo I.1.9. — El papel de los organismos oficiales en la regulación internacional de los productos biológicos de uso veterinario Los esfuerzos de las organizaciones internacionales han hecho posible el objetivo de la armonización y como consecuencia la creación de una organización y de un proceso que caminan hacia ese objetivo. El éxito en alcanzar dicho objetivo dependerá de la buena voluntad de las autoridades participantes de trabajar juntos y aceptar los compromisos que serán necesarios para resolver las dificultades de los asuntos científicos y políticos. REFERENCIAS 1. ANON (1960). The Pharmaceutical Affairs Law. Japan Law No. 145 in 1960, as amended on 26 June 1996. Pharmaceutical Affairs Law, Enforcement Ordinance and Enforcement Regulations, Yakugyo Jiho, Japan, 2–91 (in Japanese and English). 2. ANON (2002). The Minimum Requirements for Biological Products for Animal Use. Ministry of Agriculture, Forestry and Fisheries Notice No. 1567 in 2002, as amended ON 3 May 1993. Japan Association of Veterinary Biologics, Tokyo, Japan, 1–680 (in Japanese). 3. ANON (2002). The Assay Standard for Biological Products for Animal Use. Ministry of agriculture, Forestry and Fisheries Notice No. 1568 in 2002, as amended at 25 September 1997. Japan Association of Veterinary Biologics, Tokyo, Japan, 1–507 (in Japanese). 4. ARTIGES A. (1997). The role of the pharmacopoeias. In: Veterinary Vaccinology, Pastoret P.P., Blancou J., Vannier P. & Verschueren C., eds. Elsevier Science, Amsterdam, the Netherlands, 674–679. 5. BRUNKO P. (1997). Procedures and technical requirements in the European Union. In: Veterinary Vaccinology, Pastoret P.P., Blancou J., Vannier P. & Verschueren C., eds. Elsevier Science, Amsterdam, the Netherlands, 705–717. 6. CODE OF FEDERAL REGULATIONS (1998). Animals and Animal Products, Title 9, Parts 1–199. The Office of the Federal Register, National Archives and Records Administration. US Government Printing Office, Washington DC, USA. 7. EUROPEAN UNION (1999). The Rules Governing Medicinal Products in the European Union. Eudralex, Vols 4– 9. Office Publications of the European Communities, Luxembourg. 8. 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WHO Technical Report Series No. 824, World Health Organization, Geneva, Switzerland, 75 pp. * * * Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 111 CAPÍTULO I.1.10. MÉTODOS DE LABORATORIO PARA ENSAYOS DE SENSIBILIDAD DE BACTERIAS FRENTE A ANTIMICROBIANOS INTRODUCCION La amplia propagación de bacterias patógenas con resistencia múltiple a los antibióticos ha sido reconocida como un importante problema global para la sanidad animal y humana por la OIE y la Organización Mundial de la Salud. La aparición de resistencias a antimicrobianos en diversas bacterias patógenas ha convertido a las pruebas de sensibilidad frente a estas sustancias en algo esencial cuando se emplean antimicrobianos con fines terapeúticos. La resistencia de un patógeno frente a un antimicrobiano determinado permite predecir que el tratamiento no resultará eficaz, mientras que la sensibilidad del patógeno al mismo constituye una excelente base para elegir el tratamiento antibacteriano adecuado. Por tanto, el ensayo de sensibilidad frente a antimicrobianos es un importante componente de cualquier programa eficaz de tratamiento. Además, en el caso de bacterias patógenas aisladas, las pruebas de sensibilidad inciden en las directrices generales que deben seguirse a nivel mundial para un uso prudente de los antimicrobianos en la producción animal, y los veterinarios deberían tener en cuenta estos datos (1). Las pruebas de sensibilidad a antimicrobianos son también la base del control epidemiológico de las bacterias patógenas para el hombre y los animales. Tal control suministra un punto de partida para elegir adecuadamente un tratamiento empírico (primera línea de terapia) y para detectar la aparición y/o la diseminación de cepas bacterianas resistentes así como los determinantes de la resistencia en diferentes especies de bacterias. La estandarización y homologación de las diversas metodologías de ensayo de sensibilidad frente a antimicrobianos, utilizadas en el control epidemiológico de la resistencia a compuestos antimicrobianos, constituyen un factor clave si se pretende comparar datos entre los diferentes programas nacionales e internacionales de seguimiento de los paises miembros de la OIE. Resulta esencial que los métodos de ensayo de sensibilidad a antimicrobianos generen resultados reproducibles en laboratorios de uso diario y que los datos puedan ser comparables con los resultados obtenidos por un método patrón de referencia conocido como la “norma de oro”. En ausencia de métodos estandarizados o de procedimientos de referencia, los resultados de sensibilidad obtenidos en laboratorios diferentes no pueden compararse con fiabilidad. Este Capítulo contiene directrices metodológicas para las pruebas de sensibilidad frente a antimicrobianos e incluye procedimientos para estandarizar y normalizar la interpretación de los resultados de dichas pruebas. 1. Requerimientos de las pruebas Para lograr la estandarización de los métodos de determinación de la sensibilidad a antimicrobianos y la comparación de sus resultados, hay que tener en cuenta los siguientes principios: i) Son cuestiones esenciales el uso de métodos estandarizados y la homologación de los datos sobre sensibilidad (incluyendo los criterios de interpretación). ii) Tanto los métodos estandarizados como unos criterios similares de interpretación deberían ser aceptados y usados por todos los laboratorios implicados. iii) Todos los métodos de determinación de sensibilidad a antimicrobianos deberían dar lugar a resultados reproducibles. 112 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.10. — Métodos de laboratorio para ensayos de sensibilidad de bacterias frente a antimicrobianos iv) Todos los datos han de poder describirse en términos cuantitativos v) Resulta esencial establecer una red de laboratorios designados a nivel nacional o regional para coordinar las metodologías, interpretaciones y controles de calidad de las pruebas de sensibilidad a antimicrobianos. vi) Los laboratorios de Microbiología deberían llevar a cabo su trabajo dentro de un sistema interno de aseguramiento de la calidad. vii) Los laboratorios deberían estar acreditados, siempre que sea posible, y participar en programas externos de mejora. viii) La existencia de cepas bacterianas específicas para referencia y control de calidad resulta necesaria a fin de determinar el nivel de control de calidad, la seguridad y la mejora de las pruebas dentro de un mismo laboratorio, y entre varios laboratorios. 2. Metodología de las pruebas de sensibilidad a antimicrobianos Deben tenerse en cuenta las siguientes exigencias: i) Las bacterias sometidas a ensayo deben aislarse en cultivo puro a partir de las muestras enviadas. ii) El procedimiento para el aislamiento de cada bacteria en particular debe estar estandarizado, de modo que las bacterias analizadas puedan ser identificadas de forma correcta y lógica hasta el nivel de género y/o especie. iii) Cuando sea posible, las bacterias aisladas deben ser guardadas para ulteriores análisis (mediante liofilización o conservación en frío entre -70 y -80ºC). A su vez, se requiere la estandarización de los siguientes factores que influencian los ensayos de sensibilidad frente a antimicrobianos: i) Una vez que se ha aislado la bacteria en cultivo puro, el inóculo debe normalizarse para obtener resultados precisos de sensibilidad. ii) La composición de los medios sólidos y líquidos utilizados (en cuanto a pH, catione timidina o timina, o el uso de medios de cultivo suplementados). iii) El contenido de la sustancia antimicrobiana en la forma utilizada de suministro (en disco, tira o tableta). iv) La composición de los solventes y diluyentes empleados en la preparación de las soluciones stock de antimicrobianos. v) Las condiciones de crecimiento e incubación (tiempo, temperatura, tipo de atmósfera, por ejemplo presencia de CO2). vi) Concentración del agar como agente solidificante. vii) Los criterios posteriores de interpretación. Por estos motivos, se debe destacar la especial importancia de los procedimientos normalizados y de los métodos estandarizados, ya que sólo puede lograrse una reproducibilidad adecuada mediante el uso de una metodología modelada. 3. Selección de la metodología para determinar la sensibilidad al antimicrobiano La selección de una metodología apropiada para determinar la sensibilidad frente a los antimicrobianos debe estar basada en los siguientes principios: i) Facilidad de realización ii) Flexibilidad iii) Adaptación a sistemas automatizados o semiautomatizados iv) Coste v) Reproducibilidad vi) Fiabilidad vii) Exactitud viii) Preferencias nacionales e internacionales. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 113 Capítulo I.1.10. — Métodos de laboratorio para ensayos de sensibilidad de bacterias frente a antimicrobianos 4. Métodos de ensayo Los tres métodos que se citan a continuación son los únicos que suministran resultados significativamente reproducibles: i) Difusión en disco ii) Dilución en medio líquido iii) Dilución en medio sólido con agar a) Método de difusión en disco La difusión en disco hace referencia a la difusión que experimenta un agente antimicrobiano a una determinada concentración a partir de discos, tiras o tabletas, que se depositan en un medio de cultivo sólido que ha sido sembrado con un inóculo bacteriano estandarizado. El método de difusión en disco se basa en la determinación de una zona de inhibición del crecimiento que es proporcional a la sensibilidad de la bacteria frente al antimicrobiano presente en el disco. La difusión de un antimicrobiano en un medio de cultivo inoculado crea un gradiente de la sustancia antimicrobiana. Cuando su concentración llega a ser tan diluida que no logra inhibir el crecimiento de la bacteria ensayada, termina la zona de inhibición. Teóricamente, el borde de esta zona de inhibición se corresponde con la concentración mínima inhibitoria (MIC) para esa combinación concreta de bacteria y antimicrobiano. En otras palabras, la zona de inhibición se correlaciona de modo inversamente proporcional con el valor de la MIC para la bacteria ensayada. En general, cuanto mayor es la zona de inhibición, menor es la concentración de antimicrobiano que se requiere para inhibir el crecimiento de los microorganismos. No obstante, esto depende también de la concentración del antibiótico en el disco y de su capacidad de difusión. Hay que advertir que las pruebas de difusión en disco basadas solamente en la presencia o ausencia de una zona de inhibición, sin considerar su tamaño, no son aceptables como ensayos para la sensibilidad a antimicrobianos desde el punto de vista metodológico. • Consideraciones sobre el uso de la técnica de difusión en disco La difusión en disco es fácil de realizar, reproducible, y no requiere disponer de una infraestructura cara. Sus principales ventajas son: i) Bajo coste ii) Facilidad para modificar los discos con los antimicrobianos de prueba cuando ello se requiere. La medición manual de las zonas de inhibición puede llevar excesivo tiempo. Sin embargo, existen dispositivos automáticos que permiten leer las zonas y que pueden integrarse en sistemas de procesamiento de datos y de informes de laboratorio. Se puede colocar hasta un máximo de 12 discos por cada placa de cultivo de 150 mm de diámetro y un máximo de 5 discos por placa de 100 mm. Independientemente del número de discos depositados sobre la superficie del medio solidificado con agar, éstos deben de estar distribuidos de forma uniforme de modo que no estén a una distancia menor de 24 mm, desde el centro de un disco al centro de otro. b) Métodos de dilución en medio líquido y en medio sólido La finalidad de estos métodos es determinar la concentración más baja del antimicrobiano ensayado que es capaz de inhibir el crecimiento de la bacteria analizada (MIC, concentración mínima inhibitoria, que normalmente se expresa en microgramos/mililitro o miligramos/litro). Sin embargo, la MIC no siempre representa un valor absoluto. La "verdadera" MIC es un punto que se encuentra entre la concentración más baja del ensayo que inhibe el crecimiento de la bacteria y la siguiente concentración más baja del ensayo. El rango de los antimicrobianos debería: 114 i) Abarcar tanto los criterios de interpretación (sensibilidad, valor intermedio y resistencia) como los organismos de referencia para el control de calidad. ii) Tener en consideración las concentraciones de antimicrobiano que se pueden alcanzar in vivo para una combinación específica de antibiótico y bacteria. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.10. — Métodos de laboratorio para ensayos de sensibilidad de bacterias frente a antimicrobianos Los métodos para determinar la sensibilidad a antimicrobianos que se basan en diluciones parecen ser mas reproducibles y fáciles de cuantificar que los basados en difusión. Sin embargo, los antibióticos se ensayan normalmente mediante diluciones en serie reduciendo la concentración a la mitad, lo que puede originar datos inexactos en cuanto a la MIC. Cualquier laboratorio que pretenda usar un método de dilución y utilizar sus propios reactivos y diluciones de antibióticos debería tener la capacidad de obtener, preparar y mantener un stock de soluciones de antimicrobianos de pureza adecuada y generar diluciones de trabajo de modo regular. Por consiguiente, es importante que tales laboratorios usen organismos de control garantizado (ver más adelante) para asegurar la precisión y estandarización en sus procedimientos. • Dilución en caldos de cultivo. La dilución en medio líquido es una técnica en la que se prueba una suspensión normalizada de bacterias frente a varias concentraciones de un agente antimicrobiano (normalmente mediante diluciones seriadas que reducen la concentración a la mitad) en un medio líquido estandarizado. El método se puede realizar tanto en tubos con un contenido mínimo de 2 ml (macrodilución) como en volúmenes más pequeños, utilizando placas de microtitulación (microdilución). Existen comercialmente en el mercado varios tipos de placas de microtitulación que contienen antibióticos prediluidos dentro de los pocillos de las placas. El uso de lotes idénticos de estas placas de microtitulación ayuda a eliminar errores potenciales que pueden surgir durante la preparación y dilución de los antimicrobianos. Dicho uso, junto a un protocolo normalizado, incluyendo cepas de referencia con control de calidad, puede facilitar la homologación si se dispone de suficientes recursos financieros. Debido a que en la actualidad la mayor parte de las pruebas para antimicrobianos mediante microdilución en medio líquido se preparan comercialmente, estas pruebas pueden considerarse menos flexibles que las basadas en dilución en medio sólido o en difusión en disco en cuanto a su capacidad para admitir cambios necesarios derivados del programa de control y seguimiento. Como la compra de la infraestuctura necesaria y el conjunto de antimicrobianos puede resultar costosa, esta metodología no se suele elegir en laboratorios con presupuestos limitados. • Dilución en medio sólido La dilución en medio sólido implica la incorporación de un agente antimicrobiano a concentraciones progresivamente crecientes en un medio solidificado con agar y la aplicación de un inóculo bacteriano definido a la superficie de la placa que contiene el agar. A menudo, los resultados derivados de estos ensayos se consideran como los estándares de oro en la determinación del valor MIC para una determinada combinación bacteria/antimicrobiano en una prueba concreta. Las ventajas de los métodos de dilución en medio sólido son: i) Un mayor control en la pureza de la bacteria ensayada. ii) La capacidad de ensayar simultáneamente varias bacterias en una misma placa de medio con agar. iii) La mejora potencial en cuanto a la determinación de valores MIC por extensión del rango de concentraciones del antimicrobiano. iv) Posibilidad de semi-automatizar el procedimiento mediante la utilización de un replicador del inóculo. Existen en el mercado unos replicadores de los inóculos que pueden transferir entre 32 y 36 inóculos bacterianos diferentes a cada una de las placas con medio sólido. Los métodos de dilución en medio sólido tienen algunos inconvenientes, por ejemplo: i) Son muy laboriosos y requieren importantes recursos económicos y técnicos. ii) Una vez que se preparan deben usarse en el término de una semana. iii) Los puntos finales no son siempre fáciles de determinar ni resulta fácil verificar la pureza del inóculo. La dilución en medio sólido se recomienda a menudo como un ensayo estandarizado para medir la sensibilidad a antimicrobianos de organismos difíciles de cultivar, como es el caso de especies de Helicobacter y Campylobacter. Sin embargo, al menos en la práctica veterinaria, la microdilución en medio líquido también funciona muy bien con organismos como Haemophilus, Campylobacter y Brachyspira, entre otros. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 115 Capítulo I.1.10. — Métodos de laboratorio para ensayos de sensibilidad de bacterias frente a antimicrobianos c) Otras pruebas para determinar la sensibilidad a bacterias y la resistencia a antimicrobianos específicos Las concentraciones mínimas inhibitorias de antimicrobianos para bacterias se pueden obtener, además, mediante tiras de gradientes disponibles en el mercado que permiten la difusión de una concentración preformada de antibiótico. Sin embargo, el uso de tiras de gradientes puede ser muy caro y originar discrepancias en cuanto a MIC cuando sus resultados se comparan con los obtenidos mediante dilución en medio sólido (2). Cualquiera que sea el método usado, los procedimientos deberían estandarizarse para lograr resultados exactos y reproducibles. Cada vez que se realiza una prueba de sensibilidad a antimicrobianos se necesita probar también los microorganismos de referencia con control de calidad para asegurarse de la exactitud de los datos. La elección apropiada en cuanto al sistema para determinar la sensibilidad dependerá, en último término de las propiedades de crecimiento de la bacteria en cuestión. En circunstancias especiales, pueden resultar adecuados nuevos métodos para la detección de fenotipos de resistencia particulares. Por ejemplo, pruebas basadas en cefalosporinas cromogénicas (como nitrocefin) o pruebas equivalentes, pueden revelar resultados rápidos y fiables sobre determinación de beta-lactamasas en algunas bacterias. De modo similar, puede detectarse un amplio espectro de actividad beta-lactamasa en algunas bacterias mediante métodos estándar de sensibilidad por difusión en disco utilizando cefalosporinas específicas (cefotaxima y ceftazidima) en combinación con un inhibidor de beta-lactamasas (como el ácido clavulánico), y midiendo las zonas de inhibición resultantes. Además, la resistencia al cloranfenicol atribuible a la producción de cloranfenicol-acetil transferasa se puede detectar en algunas bacterias mediante pruebas rápidas en un tubo o en papel de filtro en cuestión de 1-2 horas (4). 5. Puntos críticos de sensibilidad y criterios de zona de inhibición El objetivo de una prueba de sensibilidad in vitro a los antimicrobianos es predecir el modo en que un patógenos bacteriano va a responder al agente antimicrobiano in vivo. Independientemente de si se usan métodos de difusión o de dilución, los resultados de estas pruebas in vitro clasifican las bacterias respecto a la acción de un antimicrobiano particular como resistentes, sensibles o con efecto intermedio. Los puntos críticos de sensibilidad a antimicrobianos los establecen organizaciones nacionales, sociedades profesionales o agencias reguladoras. Deberían consultarse los documentos pertinentes. No obstante, pueden existir notables diferencias entre diferentes países en relación con un mismo agente antimicrobiano. Como se ha indicado previamente, los resultados de las pruebas de sensibilidad a antimicrobianos deberían expresarse cuantitativamente: i) como distribución de concentraciones mínimas inhibitorias en miligramos por litro. ii) como diámetros de zonas de inhibición en milímetros. Los dos siguientes factores son importantes para interpretar si una bacteria es sensible o resistente a un agente antimicrobiano: i) El desarrollo y establecimiento de intervalos de control de calidad, usando siempre que sea posible pruebas de difusión y pruebas de dilución para microorganismos de control de calidad. Esto resulta esencial para validar el método específico de sensibilidad a antimicrobianos que se use. Las series de control de calidad para los microorganismos control deberían establecerse antes de determinar los puntos críticos de sensibilidad o resistencia. ii) La determinación de criterios de interpretación apropiados. Esto implica la generación de tres distintos tipos de datos: distribución poblacional de valores MIC para organismos relevantes parámetros farmacocinéticos del agente antimicrobiano resultados de ensayos clínicos y experiencia La interpretación de los datos incluye la creación de un diagrama de puntos a partir de la distribución de la población bacteriana (aislamientos bacterianos representativos), representando la zona de inhibición frente al 116 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.10. — Métodos de laboratorio para ensayos de sensibilidad de bacterias frente a antimicrobianos valor MIC para cada bacteria patógena. La selección de puntos críticos se basará en múltiples factores, incluyendo el análisis de la línea de regresión que correlaciones los valores MIC y los diámetros zonales de inhibición, distribución de poblaciones bacterianas, límites de error, farmacocinética y, finalmente, la verificación clínica. El desarrollo del concepto de "puntos críticos microbiológicos", que se basa en las distribuciones poblacionales de la especie bacteriana concreta comprobada, puede ser mas adecuado para algunos programas de control. En este caso los aislamientos de bacterias que se desvían de la población sensible normal se deberían considerar resistentes, y los cambios de sensibilidad en una combinacion específica antimicrobiano/bacteria podrían ser objeto de seguimiento (5). 6. Directrices para las pruebas de sensibilidad a antimicrobianos Se dispone actualmente de varias directrices a nivel mundial para las pruebas de sensibilidad a antimicrobianos y para los correspondientes criterios de interpretación de las pruebas. Entre otras, se incluyen las directrices y referencias publicadas por: Comité Nacional para Estándares de Laboratorios Clínicos (NCCLS) Sociedad Británica de Quimioterapia Antimicrobiana (BSAC) Comité de Antibiogramas de la Sociedad Francesa de Microbiología (CASFM) Instituto Alemán de Normativas (DIN) Sociedad Japonesa de Quimioterapia (JSC) Werkgroep richtlijnen gevoeligheidsbepalingen (Sistema WRG, Países Bajos) Hasta ahora, solo el NCCLS ha desarrollado protocolos para ensayos de sensibilidad de bacterias aisladas de animales y ha determinado criterios interpretativos (4). Sin embargo, existen protocolos y directrices disponibles de varias organizaciones y sociedades profesionales sobre pruebas de sensibilidad para especies bacterianas afines que causan infecciones en humanos. Es posible que se puedan adoptar tales directrices para las pruebas de sensibilidad de bacterias aisladas de animales pero cada país debe evaluar sus propias directrices y pautas de estandarización. Además, están progresando determinados esfuerzos encaminados a homologar a escala internacional los puntos críticos de sensibilidad. Estos esfuerzos inciden principalmente en la adopción de los estándares y directrices del NCCLS, que contempla la existencia de laboratorios con métodos normalizados y valores de control de calidad que permiten establecer comparaciones sobre las pruebas de sensibilidad a antimicrobianos y sobre los datos generados. Para los países miembros de la OIE que no tienen métodos de determinación de sensibilidad estandarizados, la adopción de las indicaciones y los estándares del NCCLS debería ser un paso inicial apropiado. Como primer paso hacia una comparación de datos de seguimiento y control, se anima a los países miembros a diseñar un programa homologado y estandarizado (6). Los datos procedentes de países que usan otros diseños metodológicos y de estudio pueden no ser directamente comparables (3,6). A pesar de esto, los datos acumulados a lo largo del tiempo en un determinado país pueden servir al menos para permitir la detección de apariciones de resistencia microbiana o tendencias en la prevalencia de resistencias en dicho país. No obstante, si se presentan juntos los resultados que se han obtenido con diferentes métodos, debe demostrarse que es posible la comparación de los resultados y que se puede alcanzar un consenso interpretativo. Nótese que esto podrá llevarse a cabo más fácilmente utilizando métodos de determinación de la sensibilidad a antimicrobianos que sean exactos y fiables, acoplados a un seguimiento operativo de los ensayos, y con el empleo por los laboratorios participantes de cepas bacterianas con control de calidad definido. 7. Comparación de resultados Para determinar la comparación de resultados que se originan en diferentes sistemas de vigilancia, los resultados deben ser cuantitativos y deben incluir información sobre los métodos, organismos de control de calidad e intervalos de concentración de antimicrobianos empleados, así como los criterios de interpretación usados. 8. Control de calidad y seguridad de calidad Los laboratorios que realizan determinaciones de sensibilidad a antimicrobianos deberían establecer sistemas adecuados para lograr tanto control de calidad como seguridad de calidad. Deben verificarse los siguientes componentes: i) precisión del procedimiento de ensayo ii) exactitud del procedimiento de ensayo Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 117 Capítulo I.1.10. — Métodos de laboratorio para ensayos de sensibilidad de bacterias frente a antimicrobianos iii) personal del laboratorio. iv) funcionamiento de los reactivos apropiados También deberían respetarse las siguientes exigencias: i) Estricto cumplimiento de las técnicas estandarizadas junto a un control de calidad de los medios y reactivos. ii) Mantener registro de: los números de lote de todos los materiales y reactivos adecuados las fechas de caducidad de todos los materiales y reactivos iii) También debería comprobarse que las bacterias de referencia tienen el adecuado control de calidad vi) para asegurar la estandarización, independientemente del método utilizado para determinación de sensibilidad. iv) Las cepas bacterianas de referencia tendrían que ser catalogadas y caracterizadas por fenotipos estables y definidos en cuanto a sensibilidad a los antimicrobianos. v) Los laboratorios implicados en los ensayos deberían utilizar las cepas de referencia apropiadas con control de calidad. vi) Las cepas de referencia deben mantenerse en cultivos stock de los que se puedan derivar subcultivos de trabajo y deben proceder de colecciones de cultivo nacionales o internacionales. Las cepas bacterianas de referencia deben mantenerse en laboratorios centrales o regionales designados al efecto. vii) El mejor método para analizar en su conjunto las realizaciones de cada laboratorio es ensayar las cepas bacterianas con control de calidad cada día que se lleven a cabo pruebas de sensibilidad. Como esto no siempre resulta fácil o económico, la frecuencia de tales ensayos de control de calidad puede reducirse si el laboratorio demuestra que los procedimientos seguidos para determinar la sensibilidad son reproducibles. Si aparecen errores con los controles de calidad, el laboratorio tiene la responsabilidad de determinar las causas y repetir las pruebas. En caso de que no pueda determinar el origen de los errores, los ensayos de control de calidad deberían reiniciarse diariamente. viii) Cada vez que se inicie el empleo de un nuevo lote de medio de cultivo o de placas, y de forma periódica, se debería probar el comportamiento de las cepas de control de calidad en paralelo con las cepas bacterianas a estudiar. ix) Se debe tener en cuenta la adopción de medidas adecuadas de bioseguridad cuando se reciban o se envíen las cepas de referencia de control de calidad entre los laboratorios participantes. El empleo de tales cepas permitirá la comparación de los datos sobre la sensibilidad a antimicrobianos (fase de seguimiento). 9. Pruebas externas de capacitación Para asegurar que los datos de sensibilidad que se describen son de hecho correctos, los países miembros de la OIE deberían llevar a cabo pruebas de capacitación externas (es decir, desarrolladas por una tercera parte). Estas pruebas de habilitación pueden desarrollarse a nivel nacional. Se invita a que los laboratorios de países miembros participen en comparaciones internacionales entre diferentes laboratorios. A este respecto, deberían tenerse en cuenta todas las especies bacterianas importantes. Cada país debería designar o establecer laboratorios nacionales responsables de: i) verificar los programas de seguridad sobre la calidad de los laboratorios que participan en el control y seguimiento de las resistencias frente a los antimicrobianos ii) suministrar a dichos laboratorios un lote de cepas de referencia. iii) Crear una base de datos centralizada, disponible en Internet (p. ej. EARSS) que contenga los diferentes perfiles de resistencia para cada especie bacteriana. 118 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo I.1.10. — Métodos de laboratorio para ensayos de sensibilidad de bacterias frente a antimicrobianos REFERENCIAS 1. ANTHONY F., ACAR J., FRANKLIN A., GUPTA R., NICHOLLS T., TAMURA Y., THOMPSON S., THRELLFALL E.J., VOSE D., VAN VUUREN M. & W HITE D.G. (2001). Antimicrobial resistance: responsible and prudent use of antimicrobial agents in veterinary medicine. Rev. sci. tech. Off. int. Epiz., 20, 829–839. 2. BROWN D.F. & BROWN L. (1991). Evaluation of the E-test, a novel method of quantifying antimicrobial activity. J. Antimicrob. Chemother., 26, 185–190. 3. LEEGARD T.M., CAUGANT D.A., FROHOLM L.O. & HOIB, E.A. (2000). Apparent differences in antimicrobial susceptibility as a consequence of national guidelines. Clin. Microbiol. Inf. Dis., 6, 290–293. 4. NATIONAL COMMITTEE FOR CLINICAL LABORATORY STANDARDS (NCCLS) (2002). Document M31-A2. Performance Standards for Antimicrobial Disk and Dilution Susceptibility Tests for Bacteria Isolated from Animals, Approved Standard, Second Edition. document M31-A2. NCCLS, 940 West Valley Road, Suite 1400, Wayne, Pennsylvania 19087-1898, USA, 80 pp. 5. RINGERTZ S., OLSSON-LILJEQUIST B., KAHLMETER G. & KRONVALL G. (1997). Antimicrobial susceptibility testing in Sweden II. Species-related zone diameter breakpoints to avoid interpretive errors and guard against unrecognised evolution of resistance. Scand. J. Infect. Dis. (Suppl.), 105, 8–12. 6. THRELFALL E.J., FISHER I.S.T., WARD L., TSCHAPE H. & GERNER-SMIDT P. (1999). Harmonization of antibiotic susceptibility testing for Salmonella: Results of a study by 18 national reference laboratories within the European Union-funded Enter-Net group. Microb. Drug Resist., 5, 195–199. 7. WHITE D.G., ACAR J., ANTHONY F., FRANKLIN A., GUPTA R., NICHOLLS T., TAMURA Y., THOMPSON S., THRELFALL J.E., VOSE D., VAN VUUREN M., W EGENER H., & COSTARRICA L. (2001). Standardisation and harmonisation of laboratory methodologies for the detection and quantification of antimicrobial resistance. Rev. sci. tech. Off. int. Epiz., 20, 849–858. * * * NB: Existen laboratorios de referencia de la OIE para Ensayos de sensibilidad a antimicrobianos (ver Cuadro en la parte 3 de este Manual de animales terrestres o consultar la página web de la OIE para una lista actualizada: www.oie.int) Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 119 PARTE 2 ENFERMEDADES DE LA LISTA A Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 121 SECCIÓN 2.1. ENFERMEDADES DE LA LISTA A CAPÍTULO 2.1.1. FIEBRE AFTOSA RESUMEN La fiebre aftosa (FA) o glosopeda es la enfermedad más contagiosa de los mamíferos y posee un gran potencial para causar graves pérdidas económicas en animales ungulados de pezuña hendida. Existen siete serotipos del virus de la FA, que son O, A, C, SAT1,SAT2, SAT3 y Asia1. La infección con un serotipo no confiere protección frente a otro. Clínicamente, la FA no se puede diferenciar de otras enfermedades vesiculares, como la enfermedad vesicular porcina, estomatitis vesicular y el exantema vesicular. El diagnóstico de laboratorio en los casos de sospecha de FA es por tanto un asunto de urgencia. Los casos típicos de FA se caracterizan por la aparición de vesículas en las patas, la mucosa bucal y, en el caso de las hembras, en las mamas. Los síntomas clínicos varían desde ligeros a graves y pueden ocasionar muerte, en especial en animales jóvenes. En algunas especies, la infección puede ser subclínica, como en el búfalo africano (Syncerus caffer). El mejor tejido para el diagnóstico es el epitelio de vesículas intactas o recién rotas o del líquido vesicular. Cuando esto no es posible, una fuente alternativa de virus son las muestras de sangre y/o de líquido esofágicofaríngeo tomadas con sonda en los rumiantes o por frotis de garganta en el caso de los cerdos. En casos de muerte se puede enviar tejido del miocardio o sangre pero, si están presentes las vesículas, éstas son preferibles. Es importante que el transporte de muestras de casos sospechosos sea seguro y adaptado a normas internacionales. Sólo deben enviarse a laboratorios autorizados. El diagnóstico de la FA requiere el aislamiento del virus o la demostración del antígeno vírico de la FA o el ácido nucleico en las muestras de tejidos o fluidos. También puede utilizarse para diagnóstico la detección de anticuerpos humorales específicos. El uso del serodiagnóstico está incrementándose con las nuevas pruebas desarrolladas con proteínas no estructurales (NSP) que permiten la detección de infecciones pasadas o presentes, independientemente del estado de vacunación. Identificación del agente: Para un diagnóstico positivo, es suficiente con la demostración del antígeno vírico de la FA. Debido a la naturaleza tan contagiosa y a la importancia económica de la FA, el diagnóstico de laboratorio y la identificación del serotipo del virus deben realizarse en un laboratorio con seguridad para el trabajo con virus. El uso de la fijación del complemento (FC) se ha reemplazado en muchos laboratorios por el enzimoinmunoensayo (ELISA), ya que este último es más específico y sensible y no se ve afectado por factores pro- y anti-complementarios. Si la muestra es inadecuada o el resultado de la prueba no es concluyente, será necesario cultivar el virus en cultivos celulares o en ratones lactantes de 2-7 días. Con preferencia, los cultivos deberían de ser cultivos primarios de tiroides bovino, aunque se pueden utilizar células de riñón de cerdo, cordero o ternero, o líneas celulares de sensibilidad comparable. Cuando en los cultivos aparece un efecto citopático (ECP), se pueden utilizar los sobrenadantes en pruebas FC o ELISA. Se pueden realizar pruebas similares con suspensiones homogenizadas de tejido derivado de músculo esquelético diseccionado de cualquier ratón que muera. En ausencia de ECP o de ratones muertos, se debe efectuar otro pase con un intervalo de 48 horas, congelando y descongelando las células, antes de considerar que la muestra es negativa. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 123 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa Las pruebas de reconocimiento de ácidos nucleicos, como la reacción en cadena de la polimerasa, se están utilizando mucho como métodos de diagnóstico rápidos y sensibles. A veces el examen por microscopía electrónica es útil para diferenciar la FA de enfermedades causadas por otros virus. Pruebas serológicas: Para un diagnóstico positivo, es suficiente la demostración de anticuerpos específicos contra proteínas estructurales en animales no vacunados que presenten una manifestación vesicular. Esto resulta particularmente útil en casos benignos o cuando no se puede tomar tejido epitelial. Las pruebas para anticuerpos contra algunas NSPs del virus de la FA proporcionan evidencia de infecciones previas o actuales del hospedador, independientemente del estado de vacunación. A diferencia de las proteínas estructurales, las NSPs no son específicas de serotipo y, en consecuencia, la detección de estos anticuerpos no está restringida a un serotipo particular. Las pruebas de neutralización del virus (NV) y los ELISAs para anticuerpos contra proteínas estructurales se emplean como pruebas serológicas específicas de serotipo. Las pruebas NV dependen de los cultivos de tejidos y por tanto son más propensas a variabilidad de resultados que las pruebas ELISA; son también más lentas y más fáciles de contaminar. Las técnicas ELISA para anticuerpos, presentan la ventaja de la rapidez y de no ser dependientes de los cultivos celulares. La prueba ELISA se puede llevar a cabo con antígenos inactivados, lo que requiere, por tanto, menos servicios restrictivos de biocontención. Requisitos para las vacunas y los materiales de diagnóstico: Existen varios tipos de vacunas disponibles comercialmente con virus inactivados de composición variada. Por lo general, se infecta con el virus una suspensión o una monocapa de cultivo celular y la preparación que resulta se clarifica, se inactiva con etilenimina y se prepara con adyuvante. Muchas vacunas contra la FA son polivalentes con el fin de proporcionar protección contra los diferentes serotipos que es probable encontrar en determinadas condiciones de campo. La vacuna terminada debe carecer de virus vivos residuales. Esto se comprueba mediante una combinación de pruebas in vitro sobre la preparación de virus inactivados y de pruebas in vivo sobre la vacuna final. También se realizan pruebas de desafío en el ganado vacunado para establecer la PD50 (dosis protectora del 50%), aunque una prueba serológica se considera satisfactoria si el productor de la vacuna ha establecido una correlación estadísticamente significativa entre la protección y la respuesta de anticuerpos específicos. Los servicios de producción de la vacuna contra la FA deben cumplir también los requisitos de la OIE para patógenos del Grupo 4 de Contención. Los reactivos para diagnóstico y de referencia se pueden obtener de los Laboratorios de Referencia de la OIE para la FA, y del Laboratorio de Referencia Mundial para la FA de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)1. El laboratorio de Pirbright (ver pie de página) posee doble condición, como Laboratorio de Referencia Mundial y como Laboratorio de Referencia de la OIE para FA. A. INTRODUCCIÓN La fiebre aftosa o glosopeda (FA) está causada por un virus del género Aftovirus, de la familia Picornaviridae. Existen siete serotipos de virus FA, que son el O, A, C, SAT1, SAT2, SAT3 y Asia1, que infectan animales de pezuña hendida. La infección con un serotipo determinado no confiere inmunidad contra otro. Dentro de los serotipos, se pueden identificar muchos subtipos mediante pruebas bioquímicas e inmunológicas. Los virus de la FA se mantienen en África en el ganado vacuno y en el búfalo africano (Syncerus caffer). La información disponible indica que aunque se pueden infectar otras especies domésticas y salvajes, éstas son incapaces de mantener la infección más allá de unos cuantos meses en ausencia de ganado vacuno o del búfalo africano. En otras partes del mundo, el ganado vacuno es el principal reservorio, aunque, a veces, los virus implicados parecen haberse adaptado específicamente a cerdos domésticos, ovejas y cabras. Es probable que estos virus adaptados sean capaces de modificar su adaptación e infectar otras especies bajo condiciones adecuadas. Sin embargo, la cepa Cathay del virus de la FA adaptada a los cerdos no parece infectar a los 1 124 FAO World Reference Laboratory for FMD, Pirbright Laboratory, Ash Road, Pirbright, Woking, Surrey GU24 0NF, United Kingdom. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa grandes rumiantes, bien natural o experimentalmente. Hasta ahora, fuera de África, la fauna salvaje no parece ser capaz de mantener el virus de la FA. La evidencia indica que la infección de ciervos en el pasado derivó de contactos, directos o indirectos, con animales domésticos infectados. De las especies domesticas, el ganado vacuno, porcino, ovino, caprino y los búfalos resultan susceptibles a la FA (21). Además, pueden infectarse muchas especies salvajes de pezuña hendida, como los ciervos, antílopes y cerdos salvajes aunque, con la excepción del búfalo africano, no está claro su papel en la epidemiología de la FA en las especies domésticas. Se han aislado de cerdos salvajes y de ciervos cepas de virus de la FA que infectan al ganado bovino. Para el diagnóstico de la FA en especies salvajes se pueden aplicar procedimientos similares a los descritos para los animales de granja. La infección de animales susceptibles con el virus de la FA conduce a la aparición de vesículas en las patas, dentro y alrededor de la cavidad oral, y en las glándulas mamarias de las hembras. También se pueden presentar vesículas en otros lugares, como en el interior de los ollares nasales y en los puntos de presión de los miembros -especialmente en cerdos. La gravedad de los síntomas clínicos varía con la cepa de virus, la dosis de exposición, la edad y raza del animal, la especie hospedadora y su grado de inmunidad (32). Los síntomas pueden variar desde una infección benigna y desapercibida hasta una grave. En algunos casos puede originar la muerte. La mortalidad por miocarditis multifocal es más común en animales jóvenes: también puede presentarse miositis en otros lugares. Ocasionalmente, también pueden producir la muerte de los animales adultos. Cuando se presenta una historia de muertes repentinas en ganado joven de pezuña hendida, un examen de los animales adultos revela a menudo la presencia de lesiones vesiculares, en caso de que se trate de FA. La presencia de vesículas en los casos graves es variable. En animales con enfermedad vesicular, es suficiente para establecer un diagnóstico la detección del virus de la FA en muestras de líquido vesicular, tejido epitelial, leche o sangre. También se puede establecer el diagnóstico por aislamiento del virus de la sangre, el corazón u otros órganos en casos fatales. En una alta proporción de estos casos macroscópicamente se puede observar la presencia de miocarditis. El virus de la FA se puede multiplicar y excretar del tracto respiratorio de los animales. La excreción aérea del virus tiene lugar durante la fase aguda de la infección. Los virus pueden presentarse en todas las secreciones y excreciones de los animales con infección aguda, incluyendo el aire expirado. Generalmente, la transmisión tiene lugar por contacto entre animales infectados y susceptibles o, más raramente, por exposición de animales susceptibles a las secreciones y excreciones de animales con infección aguda. Después de la recuperación del estado agudo de la infección, los virus infecciosos desaparecen de todas las secreciones y excreciones con excepción, en el caso de los rumiantes, de las de origen esofágico-faríngeo (OP). Los animales en los que el virus persiste en las OP durante más de 28 días después de la infección se denominan portadores. Los cerdos no son portadores. Alguna evidencia circunstancial indica que, en raras ocasiones, los portadores son capaces de transmitir la infección a animales susceptibles con los que están en contacto estrecho: el mecanismo implicado resulta desconocido. Normalmente el estado de portador en el ganado bovino no persiste más allá de 6 meses, aunque en una pequeña proporción puede durar hasta 3 años. En búfalos africanos, a título individual, se ha visto que el virus persiste durante al menos 5 años, pero probablemente no es un fenómeno que dure toda la vida. Dentro de una manada de búfalos, el virus se puede mantener durante 24 años o más. No existe información sobre la duración del estado de portador en otro búfalo doméstico, el búfalo de los pantanos del este de Asia. Por lo general, el búfalo doméstico, las ovejas y las cabras no portan el virus de la FA durante más de unos pocos meses. Debido a la naturaleza contagiosa y a la importancia económica de la FA, el diagnóstico de laboratorio y la identificación del serotipo del virus deben realizarse en un laboratorio de seguridad biológica para virus. Este servicio debe cumplir los requisitos del Grupo 4 de Contención de patógenos indicado en el Apéndice I.1.6.1. del Capítulo I.1.6. de este Manual. Los países sin acceso a tal laboratorio especializado nacional o regional de estas características deben enviar las muestras a un Laboratorio de Referencia de la OIE para FA. Las instalaciones de producción de vacunas también deben cumplir los requisitos para el Grupo 4 de Contención de patógenos. Los reactivos estándar y para el diagnóstico se pueden obtener como preparados comerciales o como artículos individuales proporcionados por el Laboratorio de Referencia Mundial de la FAO para FA. El uso de antígenos inactivados en el enzimoinmunoensayo (ELISA), como controles en las pruebas de detección de antígeno o para reaccionar con sueros de ensayo en las pruebas ELISA bloqueantes en fase líquida o competitivas en fase sólida, reduce el riesgo de enfermedad existente con el uso de virus vivos. Los reactivos se suministran liofilizados o en glicerol y son estables a 4ºC y a –20ºC, respectivamente, durante muchos años. La Agencia 2 Internacional de la Energía Atómica ha editado un manual que incluye una prueba recomendada y protocolos para el control de calidad. 2 International Atomic Energy Agency, Wagramerstrasse 5, P.O. Box 100, A-1400 Viena, Austria Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 125 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa B. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO Para el diagnóstico, las muestras mejores son el tejido epitelial o el líquido vesicular. Idealmente, se debe recoger por lo menos 1 g de tejido epitelial de vesículas sin romper o recién rotas. Para evitar daños al personal que recoge las muestras, así como por el cuidado a los animales, se recomienda sedar a los animales antes de obtener las muestras. Las muestras de epitelio se deben colocar en un medio para transporte compuesto de cantidades iguales de glicerol y tampón fosfato 0,04 M, pH 7.2-7.6, preferiblemente con antibióticos (penicilina [1.000 Unidades Internacionales (UI)], sulfato de neomicina [100 UI], sulfato de polimixina B [50 UI], micostatin [100 UI]). Si no se dispone de tampón fosfato 0,04 M, se puede utilizar medio de cultivo de tejidos o solución salina tamponada (PBS), pero es importante que el pH final de la mezcla glicerol/tampón esté en el intervalo de pH 7.2-7.6. Las muestras deben mantenerse refrigeradas o en hielo hasta su llegada al laboratorio. Cuando no se puede disponer de tejido epitelial de rumiantes, por ejemplo, en casos avanzados o de convalecencia, o cuando se sospecha la infección en ausencia de síntomas clínicos, se pueden tomar muestras de líquido OP por medio de una sonda (esputos) (o en cerdos, por frotis de garganta3) para su envío a un laboratorio para el aislamiento de virus. Antes de recoger las muestras OP del ganado o de grandes rumiantes (como búfalos), se deben añadir, a un recipiente de unos 5 ml de capacidad y con capacidad de resistir la congelación por dióxido de carbono (nieve carbónica) o por nitrógeno líquido, 2 ml de líquido de transporte (formado por tampón fosfato 0,08 M que contenga 0,01% de seroalbúmina bovina, 0,002% de rojo fenol, antibióticos [1.000 unidades/ml de penicilina, 100 unidades/ml de micostatin, 100 unidades/ml de neomicina y 50 unidades/ml de polimixina], ajustado a pH 7,2). Después de recoger el líquido OP mediante sonda, el contenido se vierte en una botella transparente de boca ancha de unos 20 ml de capacidad. Se examina el líquido, que debería contener algún material celular visible. Se toman 2 ml y se añaden a 2 ml del líquido de transporte, asegurándose que se transfiere material celular; la mezcla se agita suavemente y debe tener un pH final próximo a pH 7,6. Las muestras contaminadas con material del rumen pueden ser inadecuadas para cultivo y las que contienen sangre tampoco son por completo satisfactorias. Se puede repetir el muestreo después de lavar la boca y la garganta del animal con agua o PBS. Las muestras OP de pequeños rumiantes se recogen poniendo 2 ml del líquido de transporte en una botella de boca ancha de unos 20 ml de capacidad y lavando, después de la toma, la sonda y la copa de recogida con este líquido de transporte para descargar la muestra OP. Esto se transfiere luego a un recipiente de cerca de 5 ml de capacidad para el transporte. El pequeño recipiente debe tener la capacidad de resistir la congelación por dióxido de carbono (nieve carbónica) o por nitrógeno líquido (27). Las muestras de líquido OP se deben refrigerar o congelar inmediatamente después de tomadas. Si el transporte no dura más que unas pocas horas, se deben congelar con nieve carbónica o con nitrógeno líquido. Antes de congelar, los recipientes se deben cerrar cuidadosamente con tapones herméticos o con silicona. Esto es particularmente importante cuando se utiliza nieve carbónica, pues la introducción de CO2 en la muestra OP hace que descienda el pH, inactivando cualquier virus de la FA que pudiera estar presente en la muestra. No deberían utilizarse recipientes de cristal por existir el riesgo de que exploten al descongelarse si penetra nitrógeno líquido. Las muestras deben llegar al laboratorio en estado congelado. Se deben tomar precauciones especiales cuando se envíe material perecedero sospechoso de FA tanto dentro de un país como entre diversos países. Las Regulaciones sobre Materiales Peligrosos (DGR) de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) especifican los requisitos de embalaje y envío de muestras diagnósticas por todos los medios comerciales de transporte. Éstos se resumen en el Capítulo I. 1. 1. Métodos de muestreo. 1. Identificación del agente a) Aislamiento de los virus La muestra de epitelio se extrae de la mezcla PBS/glicerol, se transfiere sobre papel absorbente para reducir el contenido en glicerol, que es tóxico para los cultivos celulares, y se pesa. Se debe preparar una suspensión homogenizando la muestra en arena estéril y un mortero con mano estéril con un pequeño volumen de medio de cultivo de tejidos y antibióticos. Se añade luego más medio hasta un volumen final cinco veces superior al de la muestra epitelial añadida, obteniéndose una suspensión al 20%. Ésta se 3 126 El cerdo debe mantenerse de modo adecuado, preferiblemente en posición decúbito supino en una caja de madera y con el cuello extendido. Manteniendo una torunda de algodón con un instrumento apropiado, por ejemplo con unas pinzas hemostáticas, se empuja la torunda hacia la parte posterior de la boca dentro de la faringe. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa clarifica en una centrífuga de sobremesa a 2.000 x g durante 10 minutos. Una vez clarificadas, las suspensiones de las muestras sospechosas de contener virus de la FA se inoculan en cultivos celulares o en ratones lactantes. Los sistemas de cultivos celulares sensibles incluyen células primarias de tiroides bovino, y células primarias de riñón de cerdo, ternero o cordero. Se pueden utilizar líneas celulares establecidas, como la BHK-21 (de riñón de hámster lactante) o la IB-RS-2, pero son menos sensibles que las células primarias para detectar niveles bajos de infectividad (10). Los cultivos celulares deben examinarse para efecto citopático (ECP) durante 48 horas. Si no se detecta ECP las células se deben congelar y descongelar, y utilizar para inocular cultivos frescos, que se examinan para ECP durante otras 48 horas. La alternativa a los cultivos celulares son los ratones lactantes, que deben tener 2-7 días de edad y proceder de cepas de razas seleccionadas. Algunos virus de campo necesitan varios pases antes de adaptarse a ratones (38). b) Métodos inmunológicos • Enzimoinmunoensayo En el Laboratorio de Referencia Mundial para la FA de la FAO (ver pie de página 1), el mejor procedimiento para la detección del antígeno vírico de la FA y para la identificación de los serotipos víricos es el ELISA (20, 36). Se trata de una prueba indirecta de tipo "sandwich" en la que las diferentes filas de las placas multipocillo están recubiertas con antisuero de conejo a cada uno de los siete serotipos del virus de la FA. Estos son los sueros de "captura". A cada una de las filas se añaden suspensiones de las muestras de ensayo, incluyendo los controles apropiados. Después se añade antisuero de cobaya a cada uno de los serotipos del virus de la FA, y a continuación suero anti-cobaya de conejo conjugado con un enzima. Entre cada paso se lava cuidadosamente para eliminar los reactivos no fijados. Una reacción coloreada después de la adición del substrato del enzima indica una reacción positiva; también se puede identificar el serotipo del virus de la FA. Los valores próximos a 0,1 deben confirmarse por repetición o por amplificación del antígeno por pases en cultivo celular y prueba del sobrenadante después de que se haya desarrollado ECP. Más adelante se presenta un protocolo adecuado. Dependiendo de la especie y del origen geográfico de la muestra puede ser apropiado probar simultáneamente para el virus de la enfermedad vesicular porcina (SVD) y el virus de la estomatitis vesicular (VS). En teoría, en todas las condiciones de manifestaciones vesiculares se debería hacer un diagnóstico diferencial completo. Como anticuerpo de captura, se utiliza antisuero de conejo contra el antígeno 146S de cada uno de los siete serotipos del virus de la FA (más el virus de la SVD, si fuera necesario), a una concentración óptima predeterminada y en tampón carbonato/bicarbonato, pH 9,6. Los antígenos control se preparan de cepas seleccionadas de cada uno de los siete serotipos del virus de la FA (más el virus de la SVD si fuera necesario), que se cultivan en monocapas de células BHK-21 (células IB-RS-2 para el virus de la SVD). Se utilizan los sobrenadantes sin purificar y se pretitulan en placas ELISA. La dilución final que se escoge es la que corresponde a una absorbancia en la parte superior de la región lineal de la curva de titulación (densidad óptica aproximada 0,2), de modo que las diluciones a 1/5 de los antígenos control que se utilizan en la prueba den dos lecturas adicionales de densidad óptica más baja de las que se pueda tener referencia en la curva de titulación. Como diluyente se usa PBS con 0,05% de Tween 20 y rojo fenol como indicador (PBST). Como anticuerpo de detección se utilizan antisueros de cobaya preparados por inoculación de cobayas con antígeno 146S de uno de los siete serotipos del virus de la FA (más el virus de la SVD si fuera necesario) y prebloqueados con suero bovino normal (NBS). Se preparan concentraciones óptimas predeterminadas en PBS con 0,05% de Tween 20 y 5% de leche en polvo desnatada (PBSTM). Se utiliza inmunoglobulina de conejo (o de oveja) anti-cobaya conjugada con peroxidasa de rábano y prebloqueda con NBS, a una concentración óptima predeterminada en PBSTM. Como alternativa a los antisueros de cobaya o conejo, se pueden utilizar anticuerpos monoclonales (MAbs) adecuados unidos a las placas ELISA como anticuerpos de captura o conjugados con peroxidasa como anticuerpos de detección. • Procedimiento de la prueba i) Las placas ELISA se recubren con sueros antivíricos de conejo (50 µl/pocillo) en tampón carbonato/bicarbonato, pH 9,6. Las filas A hasta H reciben, respectivamente, antisueros contra los serotipos O, A, C, SAT1, SAT2, SAT3, Asia1 y virus SVD (opcional). ii) Se dejan toda la noche a 4ºC en posición estática o en un agitador a 100-120 revoluciones por minuto en un incubador a 37ºC durante 1 hora. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 127 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa iii) Preparar la suspensión de la muestra de ensayo (con la suspensión de la muestra original al 20% o con los sobrenadantes clarificados y sin diluir de los cultivos celulares). iv) Lavar cinco veces las placas ELISA con PBS. v) En cada placa, cargar los pocillos de las columnas 4, 8 y 12 con 50 µl de PBS. Además, añadir 50 µl de PBST a los pocillos 2 y 3 de las filas A hasta H de la placa 1. Al pocillo 1 de la fila A de la placa 1 se añaden 50 µl de antígeno control de tipo O, y al pocillo 2 de la fila A se añaden 12.5 µl de antígeno control de tipo O. Se mezcla el antígeno y el diluyente en el pocillo 2 y se transfieren 12,5 µl del pocillo 2 al pocillo 3 de la fila A. Mezclar y eliminar 12,5 µl del pocillo 3 (esto da diluciones seriadas de 1/5 del antígeno O). Repetir del mismo modo con el antígeno A, añadiendo 50 µl de antígeno de tipo A al pocillo 1 de la fila B, y 12,5 µl de antígeno de tipo A al pocillo 2, y luego mezclar y transferir 12.5 µl al pocillo 3 (como antes para el antígeno O), y continuar el mismo proceso para los tipos C, SAT1, SAT2, SAT3, Asia1 y SVD (si es necesario). Sólo se requiere cambiar las puntas de las micropipetas entre antígenos. El resto de la placa se puede rellenar con muestra(s) de ensayo. Añadir 50 µl de la muestra uno a los pocillos 5, 6 y 7 de las filas A hasta H. La segunda muestra se coloca de modo similar en las columnas 9, 10 y 11 de las filas A hasta H. Si se ensayan más de dos muestras al mismo tiempo, las otras placas ELISA se deben de utilizar como sigue: Depositar 50 µl de PBST en los pocillos (en las filas A hasta H) de las columnas 4, 8 y 12 (columnas de control de tampón). Adviértase que en estas placas no se necesitan los antígenos control. Las muestras de ensayo se pueden añadir en volúmenes de 50 µl en las columnas A hasta H a las columnas 1, 2, 3; 5, 6, 7; 9, 10, 11, respectivamente. vi) Cubrir con las tapas y colocar en un agitador orbital a 37ºC durante 1 hora. vii) Lavar las placas por inundación con PBS -lavar tres veces como antes y vaciar el líquido residual. Secar las placas con papel secante. viii) Pasar 50 µl de cada dilución de suero de cobaya a cada pocillo de la placa en el orden apropiado, es decir, las filas A hasta H, reciben respectivamente antisueros contra los serotipos O, A, C, SAT1, SAT2, SAT3, Asia1 y contra el virus de VSD (opcional). ix) Cubrir con las tapas y colocar en un agitador orbital a 37ºC durante 1 hora. x) Lavar de nuevo las placas tres veces y añadir a cada pocillo 50 µl de inmunoglobulina de conejo anticobaya conjugada con peroxidasa de rábano. Las placas se incuban a 37ºC durante 1 hora en un agitador orbital. xi) Lavar de nuevo las placas tres veces y añadir a cada pocillo 50 µl de solución de substrato con 0,05% de H2O2 más ortofenilén diamina o un cromógeno alternativo adecuado. xii) La reacción se detiene a los 15 minutos añadiendo 50 µl de ácido sulfúrico 1,25 M. Las placas se leen a 492 nm en un espectrofotómetro acoplado a un ordenador. • Prueba de fijación de complemento La técnica ELISA es preferible a la prueba de fijación de complemento (FC) porque es más sensible y no se ve afectada por factores pro- y anti-complementarios. No obstante, si se carece de los reactivos para ELISA, se puede utilizar la prueba FC del siguiente modo: Se diluyen en tampón veronal (VBD) los antisueros contra cada uno de los siete tipos de virus de FA, en diluciones de 1.5 veces, desde una dilución inicial 1/16 para dejar 25 µl de las diluciones sucesivas de antisuero en pocillos con fondo redondeado de una placa de microtitulación. Se añade a éstos 50 µl de 3 unidades de complemento y a continuación 25 µl de suspensión de la(s) muestra(s) de ensayo. El sistema se incuba a 37ºC durante 1 hora antes de añadir 25 µl de eritrocitos de oveja (SRBC) estandarizados al 1.4% en VBD y sensibilizados con 5 unidades de anti-SRBC de conejo. Los reactivos se incuban a 37ºC durante otros 30 minutos y después se centrifugan las placas y se leen. Se incluyen controles adecuados para las suspensiones de ensayo, antisueros, células y complemento. Los títulos de FC se expresan como el inverso de la dilución del suero que produce un 50% de hemolisis. Un título FC >36 se considera una reacción positiva. Valores de 24 en el título deben confirmarse volviendo a probar el antígeno amplificado por pases en cultivo de tejidos. 128 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa c) Métodos de reconocimiento del ácido nucleico Se puede utilizar la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para amplificar los fragmentos del genoma del virus de la FA en materiales para diagnóstico (2, 8). Se han diseñado cebadores específicos para distinguir cada uno de los siete serotipos. Para investigar la presencia del ARN del virus de la FA en muestras de tejidos se han desarrollado técnicas de hibridación in situ (44). Estas técnicas solo se utilizan en laboratorios especializados. La epidemiología molecular de la FA se basa en la comparación de las diferencias genéticas entre los virus aislados. Se han publicado dendogramas que muestran la relación genética entre las cepas vacunales y naturales de los siete serotipos respecto a secuencias derivadas del gen 1D. La amplificación del ARN del virus de la FA por PCR con transcripción inversa (RT-PCR) es la opción preferida actualmente para generar los datos de secuencias que permiten realizar estas comparaciones. El Laboratorio Mundial de Referencia (WRL) y otros laboratorios han desarrollado técnicas para realizar estos estudios, y actualmente se mantiene una base de datos con más de 3000 secuencias. El método recomendado es el siguiente: i) Extraer el ARN del virus directamente de suspensiones epiteliales, o de pases bajos en cultivo celular. ii) Realizar una RT-PCR del gen VP1 completo (o, si sólo una parte del gen VP1, el extremo 3´del gen es más útil) iii) Determinar la secuencia nucleotídica del producto de la PCR (o, por lo menos, 170 nucleótidos [preferiblemente 420 para los tipos SAT] en el extremo 3´del gen). Se puede disponer de un protocolo completo con secuencias cebadoras, previa solicitud del WRL, o se puede bajar de la siguiente dirección en la World Wide Web: http://www.iah.bbsrc.ac.uk/virus/picornaviridae/aphtovitus/fmd.htm 2. Pruebas serológicas La infección por el virus de la FA se puede diagnosticar por la detección de una respuesta de anticuerpos específicos. Las pruebas generalmente utilizadas son la neutralización del virus (NV) y el ELISA (24, 25, 41). Éstas son también las pruebas ordenadas para el comercio de ganado. La prueba NV es específica de serotipo, requiere disponer de servicios de cultivos celulares y tarda 2-3 días en proporcionar resultados. La prueba ELISA es un ensayo de tipo bloqueante o competitivo que utiliza anticuerpos poli o monoclonales específicos de serotipo. Por consiguiente, es específica de serotipo, sensible y cuantitativa, y tiene la ventaja de que es más rápida de realizar, es menos variable y no depende del uso de sistemas de cultivos celulares. Por cualquiera de las dos pruebas se puede esperar una proporción baja de sueros de título bajo con reacciones positivas falsas. Una combinación de análisis por ELISA y la confirmación de los positivos por la prueba de NV reduce los resultados falsos positivos. La OIE ha coordinado la producción de sueros de referencia para estandarizar las pruebas serológicas de la FA; están disponibles en el WRL. La detección de anticuerpos contra las proteínas no estructurales (NSPs) del virus de la FA se ha utilizado para identificar infecciones pasadas o actuales con algunos de los siete serotipos del virus, independientemente de que el animal haya sido también vacunado. Esto se ha realizado de modo convencional, midiendo el anticuerpo contra el antígeno vírico asociado a la infección (VIAA; la proteína de la ARN polimerasa vírica 3D) por medio de inmunodifusión en gel de agar (IGDA) (31). Aunque es relativamente insensible, la prueba es barata, fácil de llevar a cabo y utilizada ampliamente en Sudamérica para detectar la actividad vírica en una población durante las campañas de erradicación de la FA. La prueba VIAA está actualmente superada por pruebas que miden anticuerpos frente a NSPs del virus de la FA producidas por técnicas recombinantes en una variedad de sistemas de expresión in vitro. En general, se considera que los indicadores más fiables de infección son los anticuerpos contra las poliproteínas 3AB o 3ABC (11, 30, 39). En animales seropositivos para anticuerpos contra 3AB o 3ABC, los anticuerpos contra una o más de las otras NSPs, incluyendo la proteína L, 2C, 3A, 3B o 3D, sirven de confirmación adicional de la infección (9, 30, 39). La prueba se puede utilizar para detectar la infección por el virus de la FA en poblaciones vacunadas y no vacunadas. Sin embargo, la pureza de la vacuna es una consideración importante ya que la presencia de trazas de NSPs en algunas preparaciones de vacunas puede originar reacciones positivas falsas en animales que han sido vacunados repetidamente. A la inversa, hay evidencia experimental de que unos pocos animales, vacunados y después probados en desafío con virus vivos y con infección persistente, pueden pasar sin ser detectados en algunas pruebas anti-NSP, originando resultados negativos falsos (28). Por tanto, las pruebas NSP pueden utilizarse a nivel poblacional, pero no a nivel de animal individual, para detectar la circulación del virus de la FA en poblaciones vacunadas. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 129 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa a) Neutralización de virus (una prueba prescrita para el comercio internacional) La microprueba cuantitativa NV para anticuerpo contra la FA se realiza con células IB-RS-2, BHK-21 o con células de riñón de cordero o cerdo, en placas de microtitulación para cultivo de tejidos con pocillos de fondo plano. Los virus se cultivan en monocapas celulares y se guardan a -20ºC después de añadir glicerol al 50%. (El virus es estable en estas condiciones por lo menos durante 1 año). Antes de la prueba, los sueros de ensayo se inactivan a 56ºC durante 30 minutos. El suero control estándar es suero de convaleciente de 21 días (normalmente de cerdo). Un medio adecuado es el medio completo de Earle/LYH (solución salina equilibrada de Hank con hidrolizado de levadura y lactoalbúmina) más antibióticos. La prueba utiliza volúmenes idénticos de 50 µl. • Procedimiento de la prueba: i) Comenzando con la dilución 1/4, se diluyen los sueros en soluciones dobles seriadas por la placa, utilizando al menos dos filas de pocillos por suero, preferiblemente cuatro filas, y un volumen de 50 µl. ii) Se añade virus previamente titulado; cada 50 µl de suspensión vírica debe contener aproximadamente 100 DICT50 (dosis infectiva 50% cultivo de tejidos) dentro de un margen aceptable (por ejemplo, 35350 DICT50). iii) Los controles incluyen un antisuero estándar de título conocido, un suero negativo, un control de células, un control de medio y una titulación vírica empleada para calcular el título real del virus utilizado en la prueba. iv) Incubar a 37ºC durante 1 hora con las placas cubiertas. v) Se prepara una suspensión celular de 106 células/ml en medio que contenga 10% de suero bovino (negativo para el anticuerpo específico) para el crecimiento celular. A cada pocillo se añaden 50 µl de la suspensión celular. vi) Las placas se cierran a presión con las tapas y se incuban a 37ºC durante 2-3 días. Alternativamente, se cubren con las tapas flojas y se incuban a 37ºC durante 2-3 días en una atmósfera de 3-5% de dióxido de carbono. vii) Después de 48 horas se pueden realizar lecturas microscópicas. Finalmente las placas se fijan y se tiñen, por lo general, al tercer día. La fijación se hace con 10% formol en solución salina durante 30 minutos. Para la tinción las placas se sumergen en 0,05% de azul de metileno con 10% de formalina durante 30 minutos. Una alternativa de fijación y tinción consiste en utilizar una solución de azul negro de naftaleno (0,4% [p/v] de azul negro de naftaleno, 8% [p/v] de ácido cítrico en solución salina) (23). Las placas se lavan con agua del grifo. viii) Los pocillos positivos (allí donde el virus se ha neutralizado y las células permanecen intactas) contienen capas celulares teñidas de azul; los pocillos negativos (donde el virus no ha sido neutralizado) están vacías. Los títulos se expresan como la dilución final del suero presente en la mezcla suero/virus al punto final del 50%, como en el método de Kärber. La prueba se considera válida cuando la cantidad de virus utilizada por pocillo está comprendida en el intervalo log10 1.5-2.5 DICT50, y el suero positivo estándar está dentro de un margen equivalente a dos veces su título esperado. ix) b) La interpretación de las pruebas puede variar entre laboratorios respecto al punto final tomado. Los laboratorios deben establecer sus propios criterios con referencia a reactivos estándar que pueden obtenerse del WRL de la FAO para FA (ver nota a pie de página 1). En el WRL, un título de 1/45 o más de la dilución final del suero en la mezcla suero/virus se considera positivo. Títulos de 1/16 a 1/32 se consideran dudosos, y se necesitan más muestras de suero para prueba. El animal se considera positivo, si la segunda muestra presenta un título de 1/16 o superior. Un título de 1/8 o inferior se considera negativo. Enzimoinmunoensayo competitivo en fase sólida (prueba prescrita para el comercio internacional) Como anticuerpo de captación, se utiliza antisuero de conejo contra el antígeno 146S de uno de los 4 siete tipos de virus de la FA a una concentración óptima predeterminada en tampón carbonato/bicarbonato, pH 9.6. 4 130 Se realiza una titulación del tipo en tablero de ajedrez del antisuero captador de conejo, del antisuero de cobaya y del antisuero anti-cobaya. Antes de utilizar el ELISA de captación de antígeno o el ELISA de bloqueo en fase líquida, se titula cada uno de estos reactivos, uno frente al otro, manteniendo el tercero a una concentración constante. De este modo, se pueden determinar las diluciones óptimas (para color positivo y para bajo color de fondo). Estas dilucione predeterminadas" se pueden utilizar después para todas las pruebas que en el futuro utilicen estos lotes particulares de reactivos. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa Los antígenos se preparan inactivando virus procedentes de cultivos celulares con etilenimina, utilizando los procedimientos descritos para la producción de vacunas. La dilución final escogida es la que, después de añadir un volumen idéntico de diluyente, proporciona una absorbancia en la parte superior de la región lineal de la curva de titulación (densidad óptica aproximada de 1,5). Como diluyente se utiliza PBS que contiene 0,05% de Tween 20 y rojo de fenol como indicador (PBST). Como anticuerpos de detección, se utilizan antisueros de cobaya, preparados mediante inoculación de cobayas con el antígeno 146S de uno de los siete serotipos y prebloqueado con suero normal de bovino. Las concentraciones óptimas predeterminadas se preparan en PBS que contiene 0,05% de Tween 20 y 5% de leche desnatada en polvo (PBSTM). La inmunoglobulina anti-cobaya de conejo (o de oveja) se emplea a una concentración óptima predeterminada en PBSTM conjugada con peroxidasa de rábano y prebloqueada con NBS. Los sueros de ensayo se diluyen en PBST. Los estudios realizados en colaboración han indicado que el ELISA competitivo en fase sólida es más específico que el ELISA de bloqueo en fase líquida, pero de sensibilidad similar (29). • Procedimiento de la prueba i) Las placas ELISA se recubren con 50 µl/pocillo de anticuerpo de conejo contra el antígeno vírico de la FA diluido en tampón carbonato/bicarbonato, pH 9.6, y se deja toda la noche a 4ºC en una cámara húmeda. ii) Las placas ELISA se lavan cinco veces con PBS. iii) A continuación se añaden, a cada pocillo de la placa de ELISA, 50 µl del antígeno del virus de la FA diluido en tampón de bloqueo. (Tampón de bloqueo: 0,05% [p/v] de Tween 20, 10% [v/v] de suero bovino normal, 5% [v/v] de suero de conejo normal). Las placas se tapan y se colocan en un agitador orbital a 37ºC durante 1 hora, con agitación continua. iv) Después de lavar cinco veces con PBS, se añaden a cada pocillo 40 µl de tampón de bloqueo y 10 µl de suero de ensayo (o de suero control), lo que proporciona una dilución inicial de suero de 1/5. v) Inmediatamente se añaden 50 µl de antisuero de cobaya contra el virus de la FA diluido en tampón de bloqueo, obteniendo una dilución final del suero de 1/10. vi) Las placas se tapan y se colocan en un agitador orbital a 37ºC durante 1 hora. vii) Después de lavar cinco veces con PBS, se añaden 50 µl de Ig anti-cobaya conjugada, diluida en tampón de bloqueo. Las placas se tapan y se colocan en un agitador orbital a 37ºC durante 1 hora. viii) Después de lavar cinco veces con PBS, se añaden a cada pocillo 50 µl de solución de substrato que contiene 0,05% de H2O2 más ortofenilén diamina o un cromógeno alternativo adecuado. c) ix) La reacción se para a los 10 minutos añadiendo 50 µl de ácido sulfúrico 2 M. Las placas se leen en un espectrofotómetro acoplado a un ordenador. x) Controles: Se utilizan dos pocillos por cada placa para los controles de conjugado (sin suero de cobaya), cuatro pocillos para sueros positivos fuertes y débiles, dos pocillos para sueros negativos y cuatro pocillos para competición nula (sin suero de ensayo). xi) Interpretación de los resultados: Para cada pocillo se calcula un porcentaje de inhibición, visualmente o mediante un programa adecuado de ordenador (100 – [densidad óptica de cada valor de ensayo o control/densidad óptica media del resultado de competición nula] x 100) que represente la competición entre el suero de ensayo y el antisuero de cobaya contra el virus de la FA en la placa de ELISA. Inhibiciones superiores al 60% son positivas (35). Enzimoinmunoensayo de bloqueo en fase líquida Los antígenos se preparan a partir de cepas seleccionadas de virus de la FA cultivados en monocapas de células BHK-21. Se utilizan los sobrenadantes sin purificar y se pretitulan con diluciones seriadas dobles, pero sin suero. La dilución final elegida es la que, después de añadir el mismo volumen de diluyente (ver a continuación), proporciona una absorbancia en la parte superior de la región lineal de la curva de titulación (Densidad óptica aproximada de 1,5). Como diluyente se emplea PBS con 0,05% de Tween 20 y rojo de fenol como indicador (PBST). Los otros reactivos utilizados en la prueba son los mismos que para ELISA de bloqueo en fase sólida. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 131 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa • Procedimiento de la prueba i) Las placas ELISA se recubren con 50 µl/pocillo de antisuero de conejo contra el antígeno 146S que se va a ensayar y se dejan toda la noche en una cámara húmeda a temperatura ambiente. ii) Las placas ELISA se lavan cinco veces con PBS. iii) En placas multipocillo con fondo en U (placas portadoras) se preparan por duplicado 50 µl de diluciones seriadas dobles de cada suero de ensayo, comenzando con ¼. A cada pocillo, se añaden 50 µl de una dosis constante de antígeno vírico homólogo al antisuero de conejo utilizado para recubrir las placas, y las mezclas se dejan toda la noche a 4ºC, o se incuban a 37ºC durante 1 hora. La adición del antígeno aumenta la dilución inicial del suero a 1/8. iv) A continuación se transfieren 50 µl de las mezclas suero/antígeno de las placas portadoras a las placas ELISA recubiertas con suero de conejo y se incuban las placas a 37ºC durante 1 hora en un agitador orbital. v) Después de lavar, se añaden a cada pocillo 50 µl de antisuero de cobaya homólogo al antígeno utilizado en el paso previo (iv). A continuación, las placas se incuban a 37ºC durante 1 hora en un agitador orbital. vi) Se lavan las placas y se añaden a cada pocillo 50 µl de inmunoglobulina de conejo anti-cobaya, conjugada con peroxidasa de rábano. Se incuban las placas a 37ºC durante 1 hora en un agitador orbital. vii) Las placas se lavan de nuevo tres veces y se añaden a cada pocillo 50 µl de la solución de substrato que contiene 0,5% de H2O2 más ortofenilén diamina o un cromógeno alternativo adecuado. viii) La reacción se para a los 15 minutos mediante la adición de 50 µl de ácido sulfúrico 1 M. Las placas se leen en un espectrofotómetro acoplado a un ordenador. d) ix) Controles: En cada placa se incluye un mínimo de cuatro pocillos para cada uno de los sueros bovinos de referencia (muy positivo, débilmente positivo y negativo) a una dilución final de 1/32 junto con un número equivalente de pocillos para control de antígeno, que contengan sólo antígeno en diluyente sin suero. Para pruebas de titulación a punto final, en cada prueba se debe incluir por duplicado, por lo menos en una placa, una serie de diluciones dobles de sueros bovinos de referencia positivos y negativos. x) Interpretación de los resultados: Los títulos de anticuerpo se expresan como el 50% del título a punto final, es decir, la dilución a la que la reacción de los sueros ensayados origina una densidad óptica igual al 50% de inhibición de la densidad óptica media de la reacción en los pocillos control (antígeno) (Kärber). La mediana se calcula como la media de dos valores medios de la reacción en los pocillos control, eliminando del cálculo los valores más altos y los más bajos (alternativamente, se puede utilizar el valor medio después de ajustar unos límites adecuados de tolerancia al control para variaciones entre los pocillos). Los títulos superiores a 1/40 se consideran positivos. Los títulos próximos a 1/40 se deben volver a probar utilizando la prueba NV. Pruebas de anticuerpo contra proteínas no estructurales Los anticuerpos contra las NSPs expresadas en virus recombinantes de la FA se pueden medir por ELISA o inmunotransferencia. En varios laboratorios se ha comprobado que varios métodos ELISA indirectos son sensibles, específicos y fiables. Estos enzimoinmunoensayos utilizan antígenos purificados que se adsorben directamente en microplacas o emplean anticuerpos policlonales o monoclonales para capturar antígenos específicos de preparaciones semi-purificadas (9, 11, 30). También se ha desarrollado un ELISA competitivo (39). Más adelante se describen con detalle ejemplos de una técnica de ELISA y de una inmunotransferencia. Como se ha indicado con anterioridad, la prueba IGDA para detectar anticuerpos contra la VIAA (proteína de la ARN polimerasa vírica 3D) se ha utilizado mucho en Sudamérica (31). Actualmente se ha substituido en gran medida por pruebas de tipo ELISA o de inmunotransferencia. 132 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa • Enzimoinmunoensayo indirecto • Preparación de antígenos recombinantes (ver Sección B.2.d. Prueba de enzimoinmunotransferencia, más adelante) • Procedimiento de la prueba i) Las microplacas se recubren durante toda la noche a 4ºC con 1 µg/ml del antígeno de fusión 3ABC en tampón carbonato/bicarbonato, pH 9.6 (100 µl por pocillo). El antígeno 3ABC se expresa y purifica como se indica para las pruebas EITB (33). ii) Se lavan las placas seis veces con PBS, pH 7,2, que contiene 0,05% de Tween 20 (PBST). iii) Se añaden los sueros de ensayo (100 µl por pocillo) a una dilución 1/20 en tampón de bloqueo que consiste en PBS, 0,05% de Tween 20, 5% de leche en polvo desnatada, 10% de suero de caballo y 0,1% de lisado de Escherichia coli. Cada placa incluye un juego de controles positivos, fuertes y débiles, y de controles negativos, calibrados frente a los Sueros Internacionales Estándar descritos más abajo. iv) Se incuban las placas durante 30 minutos a 37ºC y se lavan seis veces con PBST. v) Se añaden 100 µl por pocillo de IgG de conejo contra la especie, conjugada con peroxidasa de rábano y diluida de modo óptimo en tampón de bloqueo. Se incuban las placas durante 30 minutos a 37ºC. vi) Después de seis lavados, cada pocillo recibe 100 µl de 3´3´, 5´5´-tetrametilbenzidina más 0,004% (p/v) de H2O2 en tampón fosfato/citrato, pH 5.5. vii) La reacción se para a los 15 minutos de incubación a temperatura ambiente añadiendo 100 µl de ácido sulfúrico 0,5 M. La absorbancia se lee a 450 nm y a 620 nm para corrección de fondo. viii) Interpretación de los resultados: Los resultados se expresan como porcentaje relativo de positividad respecto al control positivo fuerte [(densidad óptica del pocillo de ensayo o control/densidad óptica del control positivo fuerte) x 100]. Los valores de corte, con y sin zonas de sospecha, se determinan por los laboratorios individuales en función de la finalidad de la prueba y de la población objeto del análisis. • Sueros Internacionales Estándares Se están desarrollando en la actualidad sueros internacionales estándares sobre la base del método descrito arriba. Se trata de tres estándares: un positivo fuerte, un positivo débil y otro negativo, obtenidos de acuerdo con las Normas de la OIE (34). Estos sueros serán los materiales de referencia para calibrar otros métodos de prueba y otros reactivos y como prototipos para la producción de estándares nacionales y de trabajo. El estándar positivo fuerte representará el nivel superior de detección de anticuerpo. El estándar positivo débil representará el nivel inferior de detección o la sensibilidad analítica del método de la prueba. Es importante advertir que la dilución de estándar positivo débil debe elegirse de tal modo que sea inequívocamente positiva en todos los ensayos. El estándar negativo, utilizado para preparar diluciones de los estándares positivos, actuará como control de la línea basal o de fondo para los estándares positivos. • Prueba de enzimoinmunotransferencia (EITB) La prueba EITB se ha empleado mucho en Sudamérica para el control y determinación de riesgos asociados con el desplazamiento de animales. Actualmente, el procedimiento consiste en un análisis inicial utilizando un ELISA indirecto para anticuerpos contra 3ABC, seguido por una prueba confirmativa EITB, si las muestras dan resultados positivos o sospechosos. En particular, se recomienda esta combinación de pruebas cuando el control implica un gran número de muestras. Se dispone de más información en el Laboratorio de Referencia de la OIE de Brasil (ver Cuadro en la Parte 3 de este Manual). • Preparación de las tiras de ensayo con los antígenos recombinantes i) Las cinco NSPs del virus de la FA sometidas a ingeniería genética, 3A, 3B, 2C, 3D, y 3ABC, se expresan en E. coli C600 por termo-inducción. El polipéptido 3D se expresa en su forma completa (33), mientras que el resto de las proteínas se obtiene como productos de fusión con la porción Nterminal del gen de la polimerasa del MS-2 (40). Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 133 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa ii) La polimerasa expresada se purifica en fosfocelulosa, y después por columnas de Sefarosa poli-U. Las proteínas de fusión 3A, 3B, 2C y 3ABC se purifican por extracción secuencial de los extractos bacterianos con concentraciones crecientes de urea. La fracción 7M, que contiene las proteínas de fusión, se purifica por una SDS-PAGE preparativa al 10% (dodecil sulfato sódico-electroforesis en gel de poliacrilamida). La banda de proteínas de fusión se separa del gel y se electroeluye (33). iii) Mediante SDS-PAGE al 12.5%, se separa una mezcla que contenga 20 ng/ml de cada uno de los polipéptidos recombinantes purificados y se transfieren electroforéticamente a nitrocelulosa (33). • Procedimiento de la prueba i) Debe determinarse la cantidad necesaria de tiras de muestra considerando que, por cada lámina de nitrocelulosa que define un gel de transferencia, se debe probar un suero positivo, otro positivo débil, otro de corte, y un control de suero negativo. En general, de un gel deben derivar 24 tiras de nitrocelulosa, cada una de 3 mm de ancho. ii) A cada pocillo se añaden 0,8 ml de tampón de saturación (50 mM de Tris-HCl, pH 7,5; 150 mM NaCl; 0,2% Tween 20; 5% de leche desnatada en polvo y 0,05% de lisado bacteriano de E.coli). Las tiras con antígeno se bloquean colocando las placas en un agitador durante 30 minutos a temperatura ambiente (20-22ºC). iii) Se añade a los sitios adecuados una dilución 1/200 de los sueros de ensayo y de cada uno de los controles. Las tiras deben estar sumergidas por completo, mirando hacia arriba y mantenidas en esa posición durante todo el proceso. iv) Se incuban las tiras durante 60 minutos en un agitador a temperatura ambiente. v) Se elimina el líquido de las bandejas y cada tira de ensayo se lava tres veces con solución de lavado (50 mM Tris-HCl, pH 7,5; 150 mM NaCl y 0,2% Tween 20) con agitación durante 5 minutos. vi) Se añade a cada pocillo de la prueba la solución de suero de conejo anti-bovino conjugado con fosfatasa alcalina, y las tiras se incuban con agitación durante 60 minutos a temperatura ambiente. vii) Se elimina el líquido de las bandejas y cada tira se lava tres veces con solución de lavado como anteriormente. viii) En tampón de substrato (100 mM NaCl; 5 mM MgCl2; y 100 mM Tris-HCl, pH 9.3) se prepara la solución de substrato (0,015% fosfato de bromocloroindol/0,03% de nitroazul tetrazolio) y se añade a cada pocillo de ensayo. ix) Las tiras se incuban colocando la bandeja de la prueba en un agitador orbital hasta que el control de corte muestre claramente cinco bandas distintas. Las tiras se lavan abundantemente con agua desionizada y se dejan secar al aire. x) Interpretación de los resultados: La prueba EITB se puede escanear con un densitómetro pero se considera que la lectura visual, aunque es más subjetiva, también resulta adecuada. Se presentan controles individuales de los sueros que exhiben un color mínimo pero repetitivo para cada uno de los cuatro antígenos. Una muestra de ensayo se considera positiva si los antígenos 3ABC, 3A, 3B y 3D (+2C) muestran densidades de color iguales o mayores que las de sus controles adecuados. Una muestra se considera negativa si dos o más antígenos muestran densidades inferiores a las de sus sueros control. Las muestras que no encajan con estos modelos se consideran indeterminadas. C. REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y LOS MATERIALES DE DIAGNÓSTICO Normalmente, el control de la FA es una responsabilidad nacional y, en muchos países, la vacuna solo puede utilizarse con autorización. Las normas para la producción de vacunas veterinarias se presentan en el Capítulo I.1.7. Principios de producción de vacunas veterinarias. Las directrices que se indican aquí y en el Capítulo I.1.7 son de carácter general y pueden suplementarse con requisitos nacionales y regionales. Para producir vacunas contra la FA se deben emplear virus virulentos de la FA; por tanto, las instalaciones de producción de la vacuna contra la FA deben funcionar bajo normas y prácticas apropiadas de bioseguridad. Las instalaciones deben cumplir los requisitos para patógenos del Grupo de Contención 4 como se indica en el Apéndice I.1.6.1 del Capítulo I.1.6 de este Manual. 134 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa La vacunación contra la FA se utiliza de forma rutinaria en muchos países donde la enfermedad es endémica. En contraste, varios países que están libres de la enfermedad no han vacunado nunca su ganado y cuando se han presentado brotes prefieren utilizar controles estrictos del desplazamiento y el sacrificio de los animales infectados y los que han estado en contacto con ellos. No obstante, muchos países libres de la enfermedad mantienen la opción de vacunar y disponen de sus propias reservas estratégicas de preparaciones concentradas de virus inactivados. Tales reservas de antígeno suponen la posibilidad de suministrar vacunas a corto plazo en el caso de una "emergencia" (17). Las vacunas contra la FA son preparaciones del virus químicamente inactivado derivado de cultivos celulares, que han sido mezcladas con un adyuvante adecuado. En el caso de vacunas destinadas a utilización en cerdos, se prefieren los adyuvantes oleosos. Debido a la existencia de varios serotipos del virus, muchas vacunas contra la FA son multivalentes, y es común la práctica de preparar vacunas con dos o más cepas diferentes de virus. En las áreas donde la enfermedad se mantiene en búfalos de vida libre, se necesita incluir más de un virus por serotipo para asegurar una cobertura antigénica amplia contra los virus predominantes. 1. Control del inóculo a) Características del inóculo En teoría, la selección de los virus del inóculo debería basarse en su facilidad de crecimiento en cultivo celular, en la tasa de virus, en la estabilidad y en un amplio espectro antigénico (37). Las cepas de producción se deben caracterizar y distribuir por laboratorios oficiales de control y deben seleccionarse de acuerdo con la importancia epidemiológica de cada variante. b) Método de cultivo Muchos productores de vacunas contra la FA utilizan cepas vacunales que proceden de aislamientos locales naturales y, para las procedentes de cultivo celular, de su adaptación a crecer en células en suspensión o en monocapas, por pases seriados. Para eliminar el riesgo de cualquier virus contaminante que contenga lípidos en estos aislamientos naturales, se recomienda un tratamiento con un solvente orgánico antes de la adaptación, o durante ella. Es aconsejable mantener bajo el número de pases en cultivo celular, pues existen pruebas de que, durante estos procesos, el virus puede presentar una "deriva" antigénica. c) Validación como una vacuna Los virus del inóculo deben estar caracterizados antigénicamente y se debe demostrar que están libres de todos los agentes extraños declarados por la autoridad competente para establecer la homología con el virus original aislado, así como su pureza y eficacia contra las cepas circulantes frente a las que se dirigen. A menudo, esto supone varios métodos, pero, para establecer su adecuación a las cepas naturales, se suele utilizar la prueba NV. Los virus de siembra se pueden guardar a -20ºC con glicerina o a temperatura inferior sin glicerina (por ejemplo, a -70ºC). Los virus del inóculo de trabajo se pueden amplificar por uno o varios pases del inóculo original y utilizarlos para infectar el cultivo celular final a una proporción aproximada de 1 PFU (unidades formadoras de placas o calvas) por cada 100 células. 2. Método de producción En general, el virus de la FA se produce a gran escala en sistemas celulares en suspensión bajo condiciones asépticas. Es esencial que todas las tuberías y contenedores estén cuidadosamente esterilizados para asegurar que en el sistema no existen áreas que contengan microorganismos. Además de las condiciones generales de esterilidad, es importante destacar que el virus es vulnerable al ataque por enzimas proteolíticas, como las producidas por microorganismos (13). También resulta crítico el control del pH y de la temperatura debido a la labilidad del virus a estos factores (12). La temperatura óptima para el crecimiento celular y vírico, y para la desnaturalización, que suele ser de alrededor de 37ºC y 26ºC, respectivamente, debe controlarse con precisión. Durante otras fases de la producción, la temperatura debe reducirse a 4-6ºC. Los virus deben mantenerse a un pH cercano a 7,6 y nunca por debajo de 7,0. Se utiliza una cepa adecuada de virus para infectar una suspensión de una línea celular transformada, como la BHK. Tales cultivos deben estar libres de microorganismos contaminantes. Resulta común mantener los stocks de células BHK en nitrógeno líquido y darles un pase cuando sea necesario. Después de el pase, se extienden en medio nutritivo en un volumen y a una densidad celular apropiados para sembrar el cultivo principal. Como 6 una aproximación indicativa, se siembra el cultivo principal para dar una densidad inicial de 0,2-0,5 x 10 6 células/ml, y se deja multiplicar hasta 2-3 x 10 células/ml antes de infectarlo con el virus. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 135 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa Cuando el virus alcanza su título máximo, lo cual se determina por infectividad, FC y otras pruebas, el cultivo se clarifica y se filtra, a menudo con centrifugación. A continuación, el virus se inactiva añadiendo etilenimina (EI), normalmente en forma de etilenimina binaria (BEI). Esto se prepara disolviendo, a una concentración de 0,1 M, hidrobromuro de 2-bromoetilamina en una solución de hidróxido sódico 0,2 N, e incubando a 37ºC durante 1 hora (4, 5). El BEI formado se añade luego a una suspensión de virus mantenida a 26ºC, a una concentración final de 3 mM. Normalmente, la inactivación se prolonga durante 24 horas, seguida de una segunda dosis de BEI durante otras 24 horas. Después de la inactivación, cualquier BRI residual en el producto se puede neutralizar añadiendo una suspensión de tiosulfato a una concentración final de 2%. Para disminuir la probabilidad de que en la segunda aplicación no entren en contacto virus vivos con la BEI, es importante transferir inmediatamente el contenido de los recipientes a un segundo recipiente estéril, donde se deja que la inactivación continúe hasta 48 horas. El virus inactivado se puede concentrar por ultrafiltración, precipitación con polietilenglicol o adsorción con óxido de polietileno (1, 43). Si es necesario, estos antígenos concentrados se pueden mantener a -70ºC o a temperaturas más bajas durante muchos años, y, cuando se requiera, convertirlos en vacunas mediante dilución en un tampón adecuado y adición de adyuvantes (15). Normalmente, las vacunas convencionales contra la FA se presentan en una de dos formas. La utilizada más corrientemente en el ganado vacuno se prepara adsorbiendo el virus en gel de hidróxido de aluminio, que es uno de los adyuvantes de la preparación final de la vacuna. Otros componentes del producto final incluyen antiespumante, rojo de fenol (si está permitido en el país que necesita la vacuna), hidrolizado de lactalbúmina, caldo de triptosa con fosfato, antibióticos, aminoácidos, vitaminas y sales tamponadas. También se incorpora un segundo adyuvante, la saponina, derivada del árbol sudamericano Quillaja saponaria mollina, y también mertiolato/cloroformo como conservante. Una fórmula alternativa utiliza como adyuvantes aceites minerales, como Marcol y Drakeol. Estas preparaciones tienen varias ventajas sobre la vacuna estándar con hidróxido de aluminio/saponina, sobre todo su eficacia en los cerdos. Se utilizan mucho en Sudamérica para vacunar ganado bovino debido a una mayor duración de la inmunidad obtenida. El aceite mineral se pre-mezcla, por lo general, con un agente emulsionante, como el monooleato de manosa, antes de añadir un volumen igual de fase acuosa de la vacuna, y emulsionar mediante un dispersador coloidal, o un emulsificador mecánico continuo o de flujo ultrasónico. Se pueden producir emulsiones dobles más complejas (agua/aceite/agua) emulsionando de nuevo en una fase acuosa que contenga una pequeña cantidad de Tween 80 (26). La introducción de adyuvantes con aceites alternativos "listos para usar" ha supuesto un avance significativo en los últimos años. Los aceites con ésteres del ácido octadecenoico y 2,5 anhidro-d-manitol, por ejemplo, forman fácilmente emulsiones dobles o mezcladas (agua/aceite/agua) que son estables y de baja viscosidad sin que se necesite un equipo emulsionantes sofisticado (6, 17). 3. Control interno En general, los títulos de virus alcanzan niveles óptimos a las 24 horas de la infección de los cultivos celulares. El tiempo escogido para recoger el cultivo se puede basar en ciertas pruebas; por ejemplo, la muerte celular. La concentración de virus se puede determinar por pruebas de infectividad, gradiente de densidad de sacarosa (14) o técnicas serológicas. Es preferible utilizar un método que mida masa antigénica, como el análisis en gradiente de densidad de sacarosa, junto con uno que mida infectividad, ya que las dos propiedades no coinciden necesariamente y los diferentes métodos pueden complementarse. Durante la inactivación del virus se deben tomar muestras a intervalos de tiempo regulares para controlar la velocidad y linealidad del proceso de inactivación. Los títulos de virus en las muestras se determinan por inoculación de cultivos celulares que sean muy susceptibles al virus de la FA, por ejemplo, células BHK o de tiroides bovino. Dichos cultivos permiten la prueba de muestras estadísticamente significativas en condiciones reproducibles. Los valores lg10 de la infectividad de las muestras se representan en función del tiempo, y el proceso de inactivación no se considera correcto a menos que la última parte de la pendiente de la línea sea 4 recta y que la extrapolación indique que hay menos de una partícula infecciosa por cada 10 litros de preparación al final del período de inactivación. 4. Control de lotes a) Esterilidad Tanto la masa total de antígeno inactivado, como los adyuvantes, los tampones de dilución, y el producto final deben someterse a pruebas de esterilidad. Esto se puede realizar directamente con los componentes de la vacuna y con el producto final, pero el método preferido es recoger cualquier microorganismo contaminante por filtración en membrana del material a examinar y detectarlo por incubación de la 136 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa membrana en medios de cultivo. Este procedimiento permite la eliminación de conservantes y otras substancias que puedan inhibir la detección de los microorganismos. En la Farmacopea Europea 1997 se describen normas sobre técnicas y medios de cultivo que permiten la detección de una amplio espectro de microorganismos (ref. 19; consultar también el Capítulo I.1.5). b) Inocuidad A efectos de demostrar la ausencia de virus infecciosos, después de la inactivación se debería probar una muestra de cada lote de antígeno inactivado, que represente por lo menos 200 dosis, por inoculación de monocapas celulares que sean sensibles, si es posible del mismo origen que las utilizadas para la producción del antígeno. Para hacer esto puede preferirse concentrar el antígeno, en cuyo caso se debe demostrar que el concentrado no interfiere con la sensibilidad o la estimación de la prueba. Las monocapas celulares se examinan diariamente durante tres días, después de lo cual el medio gastado se transfiere a monocapas frescas y las originales se rellenan con medio nuevo. Empleando este método, se pueden amplificar trazas de virus vivo mediante pases y detección del ECP observado. Normalmente, se emplean dos o tres pases de la preparación original del virus. Una variante de este método es congelar y descongelar la monocapa para liberar el virus intracelular, que puede detectarse por pases sucesivos. c) Potencia La potencia se examina solamente en el producto final (ver Sección C.5.b.). Se puede utilizar la carga de antígeno como indicador de la potencia, si se ha establecido previamente una correlación al respecto. d) Duración de la inmunidad Para establecer un nivel satisfactorio de inmunidad, lo normal es proceder a una primera fase de dos inoculaciones, separadas 2-4 semanas entre sí, seguida por una revacunación cada 4-12 meses. La frecuencia de revacunación dependerá de la situación epidemiológica y del tipo y calidad de la vacuna utilizada. Cuando el acceso a los animales resulta difícil, es preferible emplear vacunas con adyuvantes con aceite a los 4 meses y al año de edad, y después revacunar cada año. En terneros nacidos de vacas vacunadas, se debe retrasar la primera vacunación lo máximo posible para permitir que descienda el nivel de anticuerpos maternos, pero no más allá de los 4 meses, tiempo al que se espera que una elevada proporción responda eficazmente a la vacunación. En terneros nacidos de vacas no vacunadas, la primera vacuna puede administrarse a la primera semana de edad (3). e) Estabilidad La caducidad de las vacunas convencionales contra la FA suele ser de 1-2 años a 4ºC pero son sensibles a la temperatura y no deberían congelarse ni mantenerse por encima de 4ºC. f) Conservantes Los conservantes más utilizados son cloroformo y mertiolato. Este último se utiliza a una concentración final de 1/30.000 (p/v). g) Precauciones (riesgos) Las vacunas actuales contra la FA son inocuas y no presentan riesgo tóxico para el usuario. Se debe tener cuidado para evitar la autoinyección de vacunas con adyuvantes que contienen emulsiones de aceite. 5. Pruebas sobre el producto final a) Inocuidad Es necesario probar las vacunas contra la FA para asegurarse de que el producto final no es infeccioso ni tóxico. Algunos laboratorios determinan la falta de infectividad eluyendo el virus de la vacuna, pero esto no es aplicable a todas las preparaciones. Por ejemplo, la saponina influye mucho en la elución del virus de las vacunas con hidróxido de aluminio/saponina (16). Si el procedimiento de elución es apropiado a una preparación particular, debe ser validado sembrando muestras paralelas de vacuna con pequeñas cantidades de virus vivo (7). La toxicidad y la falta de infectividad se pueden determinar simultáneamente en el ganado bovino mediante una prueba in vivo (18). En la superficie dorsal de la lengua de cada una de tres cabezas de ganado sanas y seronegativas, se inocula intradérmicamente 0,1 ml de vacuna en 20 sitios (cuatro filas de cinco puntos de inoculación). Los animales se observan por lo menos durante 4 días, al cabo de los cuales se administra a cada animal tres dosis completas de vacuna por la ruta recomendada por el fabricante. Los animales se observan otros 6 días. Si alguno de los animales desarrollara síntomas de FA, la vacuna no supera la prueba de inocuidad. Del mismo modo, se debe determinar cualquier toxicidad anormal atribuible a la vacuna que pueda invalidar su aceptación. En teoría, las vacunas para otras especies deben probarse en Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 137 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa cuanto a inocuidad en las especies a las que van dirigidas, administrando una dosis doble de vacuna de acuerdo con las instrucciones recomendadas por el fabricante en cuanto a ruta y volumen de la dosis. Los animales deberían examinarse diariamente durante un mínimo de 7 días para poner de manifiesto signos de toxicidad o de FA. b) Potencia Se debe utilizar ganado de más de 6 meses de edad, obtenido de áreas sin FA, que no se hayan vacunado previamente contra la FA y que carezcan de anticuerpos frente a los diferentes tipos de virus de la FA. Se deben vacunar, por la ruta indicada por el fabricante, tres grupos de por lo menos cinco animales. La vacuna se debe administrar a diferentes dosis por cada grupo, inoculando diferentes volúmenes de la vacuna. Por ejemplo, si el prospecto señala que una inyección de 2 ml corresponde a la administración de una dosis de vacuna, 1/4 de dosis corresponderá a inyectar 0,5 ml y 1/10 de dosis a 0,2 ml. Estos animales, y un grupo control de otros dos no vacunados, se inoculan para desafío 3 semanas después de la inoculación con una suspensión de virus bovino completamente virulento y apropiado a los tipos de virus presentes en el vacuna ensayada, inoculando intradérmicamente 10.000 ID50 (dosis infectiva al 50%) en dos sitios de la superficie superior de la lengua (0,1 ml por sitio). Los animales se observan durante 810 días. Los animales control no protegidos mostrarán lesiones en otros sitios además de la lengua y desarrollarán lesiones en al menos tres patas. Del número de animales protegidos en cada grupo, se calcula la PD50 (dosis protectora media) que contiene la vacuna. Existen varios métodos para calcular la PD50 (22), pero se prefieren los procedimientos basados en el método de Kärber. La vacuna debe contener al menos 3 PD50 por dosis para el ganado bovino cuando se emplea con fines profilácticos, aunque es preferible emplear 6 PD50 por dosis. En ocasiones una vacuna de potencia elevada evita el desarrollo de lesiones locales en la lengua. En algunos países de Sudamérica se realiza una variación de la prueba de potencia, la prueba PGP (porcentaje de protección contra la infección generalizada de la pata). Se vacuna con una dosis completa por la ruta recomendada por el fabricante a un grupo de 16 animales de 1824 meses de edad, con las mismas características que las descritas para la PD50. Estos animales, y un grupo control de dos animales no vacunados, se inoculan en desafío 4 semanas después de la vacunación con una suspensión de virus bovino completamente virulento y apropiado a los tipos de virus presentes en la vacuna ensayada, inoculando intradérmicamente 10.000 BID50 (dosis infectiva bovina al 50%) en dos sitios de la superficie superior de la lengua. Los animales control no protegidos mostrarán lesiones en otros sitios, además de la lengua, y desarrollarán lesiones en al menos tres patas; para uso profiláctico rutinario, la vacuna debe proteger al menos a 12 de los 16 animales vacunados. No son corrientes las pruebas de potencia en otras especies, como ovejas, cabras o búfalos, y se considera que es suficiente una prueba correcta en ganado bovino para garantizar su uso en otras especies. Cuando se produzca una vacuna para uso principal en una especie particular, puede ser más apropiado realizar las pruebas de potencia de la vacuna en esa misma especie. Sin embargo, teniendo en cuenta los datos limitados que se poseen sobre el búfalo africano o el asiático (Bubalus bubalis) y las ovejas, y la frecuente naturaleza subclínica de la enfermedad en estas especies, los resultados de la prueba de potencia en el ganado bovino suelen ser un buen indicador de la aplicabilidad de la vacuna a otras especies. Para la prueba de potencia de las vacunas contra la FA en cerdos, se puede adoptar un protocolo similar a la prueba en ganado bovino. Utilizando tres grupos de cinco cerdos, se vacuna un grupo con la dosis completa recomendada por el fabricante, otro grupo con 1/4 de la dosis y el tercer grupo con 1/16 de la dosis. Tradicionalmente, la respuesta a las vacunas con aceite se deja desarrollar durante más tiempo, y el día 28 después de la vacunación se inyectan los tres grupos, más dos cerdos control no vacunados, en una prueba de desafío. El desafío consiste en la inyección intradérmica en los bulbos del talón de una pata, de 10.000 DICCT50 (0,2 ml), calculado por crecimiento en un cultivo celular porcino adecuado, de un virus virulento homólogo a una cepa utilizada en la vacuna. Los animales se observan diariamente durante 10 días para vigilar la aparición de síntomas de FA, y se van eliminando tan pronto desarrollan una FA generalizada para evitar una excesiva dosis de desafío a los restantes. Los animales control deben desarrollar síntomas en más de una pata. Del número de animales protegidos en cada grupo, se calcula el contenido en PD50 de la vacuna. Existen varios métodos para calcular la PD50 (22), pero se prefieren los procedimientos basados en el método de Kärber. La vacuna debe contener al menos 3 PD50 por dosis para cerdos. También se puede adoptar para cerdos un protocolo similar a la prueba PGP en el ganado bovino, utilizando un grupo de 16 animales vacunados con una dosis completa de vacuna y dos animales control no vacunados. El desafío se hace por inyección intradérmica en los bulbos del talón de una pata con 10.000 BID50 (0,2 ml) de un virus virulento homólogo a la cepa utilizada en la vacuna. Para establecer la potencia de una vacuna, se pueden utilizar otras pruebas, como la medida en cultivo celular de los anticuerpos neutralizantes del virus después de la vacunación, o de los anticuerpos por ELISA, o de los anticuerpos de protección en ratones lactantes, con tal de que se haya establecido estadísticamente una correlación satisfactoria entre los resultados obtenidos por la prueba con el serotipo particular de la vacuna y la prueba de potencia en el ganado (42). Por ejemplo, se utiliza el porcentaje esperado de protección para analizar los sueros de un grupo de al menos 16 animales y para expresar la probabilidad de que un animal resulte protegido midiendo los anticuerpos neutralizantes, los anticuerpos por 138 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.1. — Fiebre aftosa ELISA o los anticuerpos de protección. En un grupo único al que se suministra una dosis completa de vacuna, el porcentaje medio de protección individual esperado sería igual o mayor que el 75% si se emplean 16 animales o igual o mayor que el 70% cuando se utilizan 30 animales en el grupo experimental. La presencia en la vacuna de más de un serotipo no interfiere con la inducción de anticuerpos frente a otro serotipo o con la correlación del título de anticuerpos y la protección. c) Pureza El Código de Salud de la OIE para animales terrestres estipula que un criterio para volver a establecer un estado de ausencia de FA después de un brote, si se utilizan vacunas, es probar a los animales vacunados para la presencia de anticuerpos contra NSP. Por consiguiente, la vacuna o el antígeno que se utilice en estas circunstancias debe estar purificado para reducir el contenido en NSP. Si la vacuna se produce para un mercado donde no se utilizará la prueba NSP, no será necesaria esta pureza respecto a NSP. Un método de prueba que se puede utilizar para determinar la pureza de la vacuna es vacunar tres veces a tres terneros de 3-6 meses y después probarlos para la presencia de anticuerpos contra NSP utilizando las pruebas descritas en la Sección B.2.d. de este capítulo. Si se detecta anticuerpo contra NSP, la vacuna se debe purificar más, antes de su distribución. Un método alternativo consiste en vacunar los terneros empleados en la prueba de inocuidad dos veces más en 3-6 meses y luego probarlos para presencia de anticuerpos contra NSP. REFERENCIAS 1. ADAMOWICZ PH., LEGRAND B., GUERCHE J. & PRUNET P. (1974). Un nouveau procedé de concentration et de purification du virus. Application du virus de la fièvre aphteuse produit sur cellules BHK21 pour l’obtention des vaccins hautement purifiés. Bull. OIE, 81, 1125–1150. 2. AMAREL-DOEL C.M.F., OWEN N.E., FERRIS N.P., KITCHING R.P. & DOEL T.R. (1993). 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Optimization of an in situ hybridization technique for the detection of foot-and-mouth disease virus in bovine tissues using the digoxigenin system. J. Virol. Methods, 51, 89–94. * * * NB: Existen laboratorios de referencia de la OIE para la Fiebre aftosa (ver Cuadro en la parte 3 de este Manual de animales terrestres o consultar la página web de la OIE para una lista actualizada: www.oie.int) Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 141 CAPÍTULO 2.1.2. ESTOMATITIS VESICULAR RESUMEN La estomatitis vesicular (EV) es una enfermedad vesicular de los caballos y el ganado bovino y porcino causada por un vesiculovirus de la familia Rhabdoviridae. Cuando no afecta a los caballos, es indistinguible clínicamente de la fiebre aftosa o glosopeda (FA), el exantema vesicular (EV) o la enfermedad vesicular de los cerdos (EVC). Las ovejas, cabras y muchas otras especies salvajes pueden resultar infectadas. El hombre también es susceptible. La enfermedad está limitada a América; sin embargo, se describió previamente en Francia y en Sudáfrica. Aunque la EV se transmite directamente por la ruta transcutánea o a través de la mucosa, el virus de la EV se ha aislado de la mosca de la arena (Phlebotomus) y de mosquitos, lo que sugiere que puede ser transmitida por insectos. En consecuencia, existe una variación estacional en los casos de EV: desaparece al final de la estación lluviosa en áreas tropicales, y con las primeras heladas en zonas templadas. También hay evidencias de que el virus de la EV podría ser un virus vegetal y que los animales son el final de la cadena epidemiológica. La patogénesis de la enfermedad está poco aclarada, y se ha observado que los anticuerpos humorales específicos no siempre evitan la infección por el virus de la EV. Aunque se puede sospechar que se trata de EV cuando hay caballos afectados además de cerdos y vacas, es esencial un diagnóstico diferencial temprano porque los síntomas clínicos de la EV son indistinguibles de los de la FA cuando afecta a ganado bovino y porcino, y de los de la EVC o la EV cuando solo afecta a cerdos. Identificación del agente: El virus de la EV se puede aislar fácilmente por inoculación de varios sistemas de cultivo de tejidos, ratones lactantes o huevos embrionados de pollo. El antígeno vírico se puede identificar por un enzimoinmunoensayo indirecto de tipo "sandwich" (IS-ELISA) -ésta es la prueba más rápida y barata. La prueba de fijación de complemento (FC) es también una buena alternativa. Puede utilizarse la prueba de neutralización del virus (NV), pero es elaborada y lleva tiempo. Pruebas serológicas: Los animales convalecientes desarrollan anticuerpos con especificidad de serotipo a los 4-8 días de la infección que se demuestran por un ELISA de bloqueo en fase líquida, por un ELISA competitivo (C-ELISA) y por NV. Otras pruebas que se han descrito son FC, inmunodifusión en medio sólido y contra-inmunoelectroforesis. Requisitos para las vacunas y los materiales de diagnóstico: En EE.UU. y en Colombia se han usado vacunas con virus inactivados y con hidróxido de aluminio o aceite como adyuvantes, respectivamente. Ambas vacunas inducen niveles altos de anticuerpos específicos en los sueros del ganado vacunado. Sin embargo, no está todavía claro que los anticuerpos séricos eviten la enfermedad. Se ha utilizado en condiciones de campo una vacuna con virus atenuados de eficacia desconocida. A. INTRODUCCIÓN La estomatitis vesicular (EV) se describió en EE.UU. en 1926 (18) y 1927 (7) como una enfermedad vesicular de los caballos, y, posteriormente, de ganado bovino y porcino. Las vesículas las causa el virus de la EV en la lengua, labios, mucosa bucal, pezones, y en el epitelio de la banda coronaria de las patas del ganado vacuno, caballos, cerdos, y muchas otras especies de animales domésticos y salvajes. También son susceptibles muchas especies de animales de laboratorio. La enfermedad se limita a América; no obstante, se describió en Francia (1915 y 1917) y en Sudáfrica (1886 y 1897) (11). 142 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.2. — Estomatitis vesicular En humanos que están en contacto con animales afectados de EV o que manejan el virus infeccioso de la EV, se han observado síntomas semejantes a los de la gripe, normalmente sin vesículas. Todas las manipulaciones que impliquen el virus de la EV, incluyendo el material infeccioso de los animales, deben llevarse a cabo con las adecuadas medidas de bioseguridad. Hay dos tipos inmunológicos principales del virus de la EV, el de New Jersey (NJ) y el de Indiana (IND). Ambos virus pertenecen al género Vesiculovirus, de la familia Rhabdoviridae, y se han estudiado con detalle a nivel molecular. En las últimas décadas se han aislado de animales enfermos otros rhabdovirus estrechamente relacionados. Estos virus de la EV están representados por las cepas Salto-Argentina/63 y Alagoas-Brasil/64, que se consideran como los subtipos 2 y 3, respectivamente, del serotipo IND (8). Se han identificado las cepas del serotipo NJ y del subtipo IND-1 en áreas endémicas de la enfermedad: Sudeste de EE.UU., México, América central, Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú. La cepa IND-2 Salto-Argentina/63 se aisló de caballos en Argentina en 1963. 18Esta cepa, junto con la IND-2 Maipú-Argentina/86 y otras dos cepas aisladas en 1966 y 1979 en Brasil, y clasificadas en el mismo subtipo, sólo afectan a caballos (2, 3). El ganado que vive junto a caballos afectados no presenta conversión de anticuerpos (2). El subtipo IND-3, representado por la cepa Alagoas-Brasil/64, sólo se ha identificado esporádicamente en Brasil. Hasta 1977, las cepas del subtipo IND-3 solo se aislaban de caballos. Sin embargo, la cepa IND-3 Espinosa-Brasil/77 fue la primera aislada de ganado bovino. Las cepas IND-3 conocidas afectan al ganado bovino en menor grado que a los caballos (2,3). Este hecho confirma las primeras descripciones de 1926 y 1927 (7,18) de los serotipos NJ e IND en caballos, y posteriormente en ganado bovino y en cerdos. El mecanismo de transmisión del virus de la EV no está claro. El hecho de que el virus se aísle de la mosca de la arena (Phlebotomus), mosquitos y otros insectos, apoya la hipótesis de que puede ser transmitido por insectos (6, 10, 17). También hay hipótesis que sostienen que el virus de la EV es un virus vegetal presente en el pasto (17) y que los animales están al final de la cadena epidemiológica. Bajo circunstancias especiales, el virus podría sufrir un proceso de adaptación para infectar a los animales, seguido de una transmisión directa entre animales susceptibles. Durante el brote epizoótico de 1982 en el este de EE.UU., hubo varios casos de transmisión directa de animal a animal (20). Aunque no todos los años se diagnostica EV en el ganado en EE.UU., se considera que es endémica entre los cerdos salvajes en Ossabaw Island, Georgia (5). La incidencia de la enfermedad varía mucho entre el ganado afectado. Normalmente el 10-15% de los animales muestra signos clínicos, que se observan sobre todo en los animales adultos. Los bóvidos y caballos de menos de 1 año de edad son raramente afectados. La mortalidad en ambas especies está cercana a cero. Sin embargo, se ha observado una elevada mortalidad en cerdos afectados por el virus NJ. Los animales enfermos se recuperan aproximadamente a las 2 semanas. Las complicaciones de importancia económica más corrientes son mastitis, y pérdida de producción láctea (16). Tanto los serotipos NJ e IND-1 en los brotes de 1995, 1997 y 1998 en EE.UU. causaron fundamentalmente síntomas clínicos en caballos, aunque se observó seroconversión en bóvidos. B. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO La EV no se puede diferenciar clínicamente con certeza de otras enfermedades vesiculares, como la fiebre aftosa o glosopeda (FA), el exantema vesicular (EV), y la enfermedad vesicular de los cerdos (EVC) cuando no hay caballos implicados. En cualquier caso sospechoso de EV, es urgente un diagnóstico de laboratorio temprano. La toma de muestras y la tecnología utilizada para el diagnóstico de la EV debe estar en concordancia con la metodología empleada para el diagnóstico de FA, EV y EVC, a fin de facilitar el diagnóstico diferencial de estas enfermedades vesiculares. Nota: el virus de la EV es un patógeno para humanos y se deben de tomar precauciones adecuadas cuando se trabaja con tejidos potencialmente infectados o con el virus (ver Capítulo I.1.6. Seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología). Las mejores muestras para el diagnóstico son el fluido vesicular, el epitelio que cubre las vesículas sin romper, los trozos de epitelio de vesículas recién rotas, o frotis de las vesículas abiertas. Estas muestras se toman de las lesiones de la boca, así como de las patas y de otros sitios que muestren desarrollo de vesículas. Se recomienda sedar a los animales antes de tomar las muestras para evitar daños a los trabajadores y por razones de cuidado animal. Las muestras epiteliares se colocan en botellas con caldo de triptosa y rojo de fenol tamponado con Tris, pH 7,6. Si se va a realizar una fijación de complemento (FC) para la detección del antígeno, la muestra se puede recoger en tampón glicerol/fosfato, pH 7,2-7,6. (Nota: el glicerol resulta tóxico para el virus de la EV y disminuye la sensibilidad del aislamiento del virus; por consiguiente sólo se recomienda para toma de muestras para la prueba FC). Las muestras deben mantenerse refrigeradas, y si pueden llegar al laboratorio en 48 horas después de recogidas, deben enviarse refrigeradas. En caso de que las muestras se envíen congeladas en hielo seco, deben tomarse precauciones especiales para asegurarse de que el CO2 no entre en la muestra y destruya el Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 143 Capítulo 2.1.2. — Estomatitis vesicular virus. Hay requisitos especiales de embalaje para enviar muestras con hielo seco (ver Capítulo I.1.1. Métodos de muestreo, para información adicional sobre el envío de muestras para diagnóstico). Cuando en el ganado bovino no hay tejido epitelial disponible, se pueden recoger muestras de líquido esofágicofaríngeo (OP) por medio de una copa de esputo. En los cerdos, se puede tomar un frotis de garganta y enviarlo al laboratorio para aislamiento de virus. Este material debe enviarse al laboratorio refrigerado y en caldo de triptosa tamponado con Tris. Si las muestras van a estar embaladas más de 48 horas después de la recogida, deben mandarse congeladas en hielo seco, como se indicó previamente. Las muestras de esputos para el aislamiento del virus de la EV no deben tratarse con solventes tales como el cloroformo. Los virus se pueden aislar de tejidos orales y nasales a los 7 días post-infección. Cuando no es posible tomar muestras para la identificación del agente, se pueden utilizar muestras de suero de los animales recuperados para detectar y cuantificar anticuerpos específicos. Se prefiere la toma de pares de sueros del mismo animal, recogidos por separado entre 1-2 semanas, para comprobar el cambio en el título de anticuerpo. Los reactivos para un diagnóstico específico del virus de la EV no están comercialmente disponibles y cada laboratorio debe producir los suyos u obtenerlos de un laboratorio de referencia. Los dos laboratorios de referencia de la OIE para la estomatitis vesicular (ver Cuadro en la Parte 3 de este Manual) y el Instituto de Salud Animal1, producen y distribuyen reactivos para diagnóstico, previa petición. 1. Identificación del agente Para la identificación del virus de la EV y el diagnóstico diferencial de las enfermedades vesiculares, se deben someter a pruebas inmunológicas las suspensiones clarificadas de las muestras que sean sospechosas de contener el virus. Para el aislamiento del virus, se inoculan las mismas muestras en cultivos celulares apropiados. La inoculación de la muestra misma en cultivos celulares de riñón de mono verde africano (Vero), riñón de hámster neonato (BHK-21) o IB-RS-2 permite la diferenciación de las enfermedades vesiculares: el virus de la EV causa efecto citopático (ECP) en las tres líneas celulares; el virus de la FA origina ECP en BHK-21 y en IB-RS-2, mientras que el virus de la EVC sólo causa ECP en IB-RS-2. Muchas otras líneas celulares, así como la mayoría de los cultivos primarios de células de origen animal, son susceptibles al virus de la EV. El virus de la EV se multiplica y puede ser aislado de embriones de pollo de 8-10 días de edad por inoculación en el saco alantoideo, de ratones lactantes de 2-7 días por inoculación a través de cualquier ruta, o de ratones de 3 semanas por inoculación intracerebral. En los tres casos, el virus de la EV causa la muerte entre los 2 y 5 días después de la inoculación. La ruta más susceptible para los caballos y el ganado bovino es la administración lingual intradérmica. Los cerdos se inoculan en la banda coronaria de las patas o en el morro. Las lesiones vesiculares se pueden observar a los 2-4 días de la inoculación en el tejido epiteliar de la boca, pezones y patas. La presencia de vesículas secundarias por inoculación de ganado bovino y equino depende fundamentalmente de la cepa de virus de la EV utilizada. Normalmente, el morro resulta afectado en los cerdos. Si se desarrolla un ECP en los cultivos, la suspensión se puede identificar para la identificación del agente mediante diversas pruebas inmunológicas y el cultivo celular se puede teñir con un anticuerpo fluorescente específico para la EV. Se pueden realizar pruebas similares en suspensiones homogenizadas de tejidos del músculo esquelético diseccionado de ratones muertos y de embriones de pollo y con suspensiones de muestras epiteliales. El tejido cerebral de los ratones es una fuente excelente de virus. Debido a las diferentes características morfológicas de los rhabdovirus (virus de la EV), picornavirus (virus de la FMD y de la SDV) y calicivirus (VE), y al gran número de partículas víricas en los líquidos vesiculares y en los tejidos epiteliales, la microscopía electrónica puede ser un instrumento diagnóstico útil para diferenciar la familia de virus implicada. Los métodos inmunológicos preferidos para identificar en el laboratorio los antígenos víricos son el enzimoinmunoensayo (ELISA) (2, 9), la prueba FC (2, 13) y la tinción con anticuerpo fluorescente. La prueba de neutralización del virus (NV), con antisueros positivos conocidos contra el virus de la EV de serotipos NJ e IND, se puede utilizar en cultivo de tejidos, ratones lactantes o huevos embrionados, pero lleva más tiempo. a) Aislamiento del virus i) 1 Inocular el cultivo celular en tubos Leighton y en botellas de 25 cm2 con la suspensión clarificada, tejidos o con el líquido de las vesículas. Institute for Animal Health, Pirbright Laboratory, Ash Road, Pirbright, Woking, Surrey GU24 0NF, United Kingdom. 144 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.2. — Estomatitis vesicular ii) Incubar los cultivos celulares inoculados a 37°C durante 1 hora. iii) Retirar el inóculo y lavar tres veces los cultivos celulares con medio de cultivo y añadir medio de cultivo que contenga 2,5% se suero fetal bovino (FBS). iv) Incubar los cultivos de tejidos en tubos Leighton a 33-35°C y observar el ECP. v) Después de 18-24 horas de incubación, el cubre de un cultivo en tubo Leighton por cada muestra inoculada se tiñe con anticuerpo fluorescente (AF) específico de las cepas New Jersey e Indiana del virus de la EV. vi) El resto de los tubos Leighton y de las botellas de cultivo de 25 cm2 se incuban a 35-37°C otros 6 días y se observa diariamente el EPC. vii) A los 7 días de la inoculación, el resto de los cubres de los tubos Leighton se tiñen con AF. Si no se observa fluorescencia ni en los recipientes de cultivo se evidencia ECP, las muestras se consideran negativas en cuanto a aislamiento del virus de la EV. viii) Si se observa ECP y la tinción con AF es negativa, se realiza un segundo pase, como se indicó anteriormente, usando las células de una botella de 25 cm2. b) Enzimoinmunoensayo La técnica indirecta de ELISA tipo "sándwich" (IS-ELISA) (2, 9) es en la actualidad el método diagnóstico elegido para la identificación de los serotipos víricos en la EV y otras enfermedades vesiculares. Específicamente, el procedimiento ELISA identifica todas las cepas del virus de la EV de serotipo IND, con un juego de antisueros polivalentes de conejo/cobaya preparados contra viriones de las cepas representativas de los tres subtipos del serotipo IND (2). Para la detección de las cepas New Jersey del virus de la EV, es adecuado un juego de antisueros monovalentes de conejo/cobaya (2, 9). • Procedimiento de la prueba: i) Fase sólida: Las placas ELISA se recubren, durante 1 hora a 37°C o durante la noche a 4°C, con antisuero de conejo y con suero normal de conejo (como se describe en las refs. 2 y 4) que se han diluido de manera adecuada en tampón carbonato/bicarbonato, pH 9.6. Después, las placas se lavan una vez con solución salina tamponada con fosfato (PBS) y se bloquean durante 1 hora a temperatura ambiente con 1% de ovoalbúmina en PBS. Las placas se utilizan de inmediato o se lavan tres veces y se guardan a -20°C para uso futuro. ii) Muestras de ensayo: Se depositan en los correspondientes pocillos las suspensiones de antígeno de las muestras de ensayo (suspensiones al 10-20% de tejido epitelial, tejido muscular esquelético de embrión de pollo o de ratones en PBS, o sobrenadantes clarificados de cultivos celulares sin diluir) y se incuban las placas 30 minutos a 37°C en un agitador orbital. iii) Detector: A los pocillos correspondientes se añaden antisueros monovalentes o polivalentes de cobaya contra los serotipos NJ e IND, respectivamente, del virus de la EV, que sean homólogos al suero de conejo de recubrimiento y que se han diluido convenientemente en PBS que contiene 0,05% de Tween 20, 1% de ovoalbúmina, 2% de suero normal de conejo y 2% de suero bovino normal (PBSTB). Se deja reaccionar durante 30 minutos a 37°C en un agitador orbital. iv) Conjugado: Se añade un conjugado de peroxidasa/ IgG de conejo o cabra anti-cobaya, diluido en PBSTB, y se deja reaccionar durante 30 minutos a 37°C en un agitador orbital. v) Substrato: Se añade H2O2 como substrato y se deja reaccionar a temperatura ambiente durante 15 minutos, añadiendo después ácido sulfúrico para detener la reacción. Los valores de absorbancia se miden en un lector de ELISA. A lo largo de la prueba, se utilizan volúmenes de 50 µl para los reactivos. Las placas se lavan cinco veces en cada paso con PBS que contiene 0,05% de Tween 20. Se incluyen controles de los reactivos utilizados. vi) Interpretación de los resultados: Un antisuero que dé una absorbancia superior al 20% de la de otro antisuero, del suero negativo y de los controles, se considera positivo para el correspondiente subtipo vírico. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 145 Capítulo 2.1.2. — Estomatitis vesicular c) Prueba de fijación de complemento El método ELISA es preferible a la prueba FC, porque es más sensible y no está afectado por factores proo anti-complemento. Sin embargo, cuando no se dispone de reactivos para ELISA, se puede realizar la prueba FC. Se describe la prueba FC para placas de microtitulación con pocillos de fondo en forma de U, utilizando los reactivos titulados por la prueba CF50%. • Procedimiento de la prueba i) Antisuero: Se deposita en los pocillos de la placa antisuero monovalente anti-NJ de cobaya y antisuero polivalente anti-IND de cobaya contra el virus de la EV, diluidos en tampón veronal (VB) a una dilución que contenga 2,5 CFU50 (unidades de 50% de fijación de complemento), contra el virus homólogo. Los antisueros son los detectores utilizados en la prueba ELISA. ii) Muestras de ensayo: Se añaden a los pocillos con suero las suspensiones de antígeno de las muestras de ensayo, preparadas como se describe para la prueba IS-ELISA. iii) Complemento: Se añaden al suero y al antígeno 4 CHU50 (unidades hemolíticas de complemento del 50%). (Una alternativa es utilizar 7,5, 10 y 20 CHU50 con objeto de alcanzar 4 CHU50 en la prueba). La mezcla de antisueros, muestras de ensayo y complemento se incuba a 37°C durante 30 minutos. iv) Sistema hemolítico: Se añade a los pocillos una suspensión de eritrocitos de oveja (RBCs) en VB, sensibilizados con 10 HU50 (unidades hemolíticas del 50%) de suero de conejo anti-RBC de oveja. El sistema hemolítico tiene un valor de absorbancia de 0,66 a 545 nm, en la proporción de dos volúmenes de sistema hemolítico + tres volúmenes de agua destilada. La mezcla se incuba durante 30 minutos a 37°C. A continuación, las placas se centrifugan y la reacción se observa visualmente. Se necesitan volúmenes de 25 µl para los antisueros, muestras de ensayo y complemento, y 50 µl para el sistema hemolítico. Se incluyen controles apropiados de los antisueros, antígenos, complemento, y sistema hemolítico. Es posible realizar la prueba CF50% en tubos (2) utilizando volúmenes de reactivos ocho veces mayor que los indicados para la FC en placas de microtitulación. Con la prueba CF50%, la reacción se puede expresar como lectura espectrofotométrica de la absorbancia a 545 nm. v) Interpretación de los resultados: Cuando los controles son los esperados, las muestras con hemolisis <20% para un antisuero en comparación con el otro y con los controles se considera positiva para el tipo correspondiente Las muestras negativas en las pruebas ELISA o FC deberían inocularse en cultivo celular o en ratones lactantes. Si no hay evidencia de infección vírica después de tres pases, la muestra se considera negativa para el virus de la EV. d) Métodos de reconocimiento del ácido nucleico Se puede usar la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para amplificar pequeñas áreas genómicas del virus de la EV (12, 19). Esta técnica detectará la presencia del ARN del virus de la EV en muestras de tejidos y líquidos vesiculares y en cultivo celular, pero no puede determinar si el virus es infeccioso. En general, las técnicas con PCR no son de uso rutinario en el análisis diagnóstico de casos del virus de la EV. 2. Pruebas serológicas Para la identificación y la cuantificación de anticuerpos específicos en el suero, las pruebas preferibles son ELISA y NV. La prueba FC se puede usar para la cuantificación de anticuerpos tempranos. Generalmente los anticuerpos se pueden detectar entre 5 y 8 días después de la infección; el tiempo de persistencia de los anticuerpos no se ha determinado con exactitud en las tres pruebas pero se piensa que es relativamente corto por FC y por períodos largos mediante NV y ELISA (14). a) Enzimoinmunoensayo (una prueba prescrita para el comercio internacional) El método ELISA de bloqueo en fase líquida (LP-ELISA) es el mejor método para la detección y cuantificación de anticuerpos contra el virus de la EV. Se recomienda el uso de las glicoproteínas víricas como antígeno, porque no son infecciosas, detectan los anticuerpos neutralizantes y proporcionan menos resultados positivos falsos que la NV (4). 146 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.2. — Estomatitis vesicular • Procedimiento de la prueba i) Fase sólida: Como se describe arriba en la Sección B.1.a. para la prueba IS-ELISA. ii) Fase líquida: En placas de microtitulación con pocillos de fondo en U, se preparan por duplicado series de diluciones dobles de cada suero de ensayo, comenzando con 1/4. Se añade a cada pocillo un volumen igual de glicoproteína NJ o IND del virus de la EV, en una dilución que proporcione una reacción al 70%, y las placas se incuban 1 hora a 37°C. A continuación se transfieren 50 µl de esta mezcla a las placas ELISA con la fase sólida y se deja reaccionar durante 30 minutos a 37°C en un agitador orbital. iii) Detector, conjugado y substrato: Se utilizan los mismos reactivos y métodos que los indicados para ISELISA. iv) Interpretación de los resultados: Los títulos de punto final al 50% se expresan como log10 con referencia al 50% de la reducción del control de suero negativo, de acuerdo con el método de Spearmann-Kärber. Los títulos >1.3 (1/20) se consideran positivos. • Enzimoinmunoensayo competitivo (una prueba prescrita para el mercado internacional) También se ha desarrollado un método ELISA competitivo para la detección de anticuerpos. El procedimiento que se describe aquí se basa en el descrito por Afshar et al. (1). Utiliza antígenos recombinantes NJ e IND-1 de la estomatitis vesicular según lo descrito por Katz et al. (15). b) • Procedimiento de la prueba i) Fase sólida: Los antígenos se diluyen en tampón carbonato/bicarbonato, pH 9,6, y se añaden 50 µl a cada pocillo de una placa ELISA de 96 pocillos. Se incuban las placas durante toda la noche a 4°C; las placas recubiertas se pueden guardar hasta 60 días a -70°C. Se descongelan las placas, se decanta el antígeno y se añaden 100 µl de solución bloqueante. A continuación se incuban las placas durante 30 minutos a 25°C y se decanta la solución bloqueante. Las placas se lavan tres veces con una solución de PBS/0.05% de Tween 20. ii) Fase líquida: A cada uno de los pocillos duplicados de cada muestra se añaden 50 µl de suero diluido 1/8 con PBS y 1% de leche en polvo desnatada. En cada placa ELISA se debe incluir un control de suero positivo y de suero negativo para cada serotipo. Se incuban las placas a 37°C durante 30 minutos. Sin lavar, se añaden 50 µl de líquido ascítico policlonal a cada pocillo y las placas se incuban a 37°C durante 30 minutos. iii) Detector: Se lavan las placas tres veces y se añade a cada pocillo 50 µl de suero anti-ratón obtenido en cabra conjugado con peroxidasa de rábano y diluido en 1% de leche en polvo desnatada. Se incuban las placas a 37°C durante 30 minutos, se lavan tres veces, y se añade a cada pocillo 50 µl de solución de tetrametil-benzidina (TMB) como substrato. Se incuban las placas a 25°C durante 510 minutos y después se añade a cada pocillo 50 µl de ácido sulfúrico 0,05 M. Se leen las placas a 450 nm y la densidad óptica de los pocillos del control del diluyente debe ser < 1.0. iv) Interpretación de los resultados: Una muestra es positiva si la absorbancia es <50% de la absorbancia del control del diluyente. Neutralización del virus (una prueba prescrita para el mercado internacional) La prueba NV se realiza en placas de microtitulación de cultivo de tejidos con pocillos de fondo plano utilizando suero inactivado como muestra de ensayo, 1.000 DICT50 (dosis infectiva del 50% en cultivo de tejidos) de virus NJ o IND de la EV, y células Vero M, y una monocapa preformada (4) o una suspensión de células IB-RS-2 para probar la presencia de virus no neutralizado. • Procedimiento de la prueba i) Virus: El virus NJ o IND de la EV se crece en monocapas de células Vero y se guarda en nitrógeno líquido o se congela a -70°C. ii) Muestras de ensayo: Se inactivan los sueros a 56°C durante 30 minutos antes del ensayo. En la prueba se incluyen sueros estandarizados como control positivo y negativo. iii) Neutralización del virus: Se diluyen los sueros en las placas en series de diluciones dobles, comenzando con una dilución 1/4. Se utilizan dos filas de pocillos por suero. Se añade el mismo Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 147 Capítulo 2.1.2. — Estomatitis vesicular volumen de la suspensión de virus NJ o IND de la EV que contenga aproximadamente 1.000 DICT50/25 µl y se incuba a 37°C durante 60 minutos para permitir que tenga lugar la neutralización. A continuación, se depositan 50 µl de las mezclas en las monocapas celulares preformadas en placas de microtitulación o se añaden 150 µl de suspensiones celulares de IB-RS-2 o Vero con 300.000 células/ml a cada pocillo con la mezcla suero/virus. Se cubren las placas con tapas no herméticas y se incuban 48-72 horas a 37°C en una atmósfera con 5% de CO2 o bien se sellan con tapas de presión y se incuban en atmósfera normal. (Se ha determinado que una titulación de virus de 1.000 DICT50 disminuye las reacciones inespecíficas y mantiene una elevada sensibilidad de la prueba). iv) c) Interpretación de los resultados: Los pocillos sin ECP se consideran protegidos. Las titulaciones a punto final de los títulos de los sueros de ensayo se determinan por el método de Spearman-Kärber cuando los títulos víricos están entre 750 y 1330 DICT50 y cuando los títulos de los sueros estándar negativos y positivos están dentro del doble de sus valores medios estimados en una titulación previa. Los títulos de cada suero para una neutralización del 100% se expresan como log10. Los sueros con valores de 1/32 o superiores se consideran positivos para la EV. Fijación de complemento (una prueba prescrita para el mercado internacional) En la Sección B.1.b. se presenta una descripción detallada de esta prueba, que se modifica del siguiente modo. La prueba FC se puede utilizar para la cuantificación de anticuerpos tempranos. Con este fin, se mezclan diluciones dobles del suero con 2 CFU50 de antígeno conocido y con 5% de suero bovino normal o de ternero incluido en 4 CHU50 de complemento. La mezcla se incuba durante 3 horas a 37°C o durante toda la noche a 4°C. A continuación se añade el sistema hemolítico y se incuba durante 30 minutos a 37°C. El título del suero es la dilución más alta a la que no se observa hemolisis. Los títulos de 1/5 o superiores se consideran positivos. Esta prueba FC tiene sensibilidad baja y, frecuentemente, se ve afectada por factores anticomplementarios o inespecíficos. C. REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y LOS MATERIALES DE DIAGNÓSTICO En EE.UU., Panamá, Guatemala, Perú y Venezuela se han probado vacunas con virus atenuados (16, 17) con eficacia desconocida. En la actualidad, todavía no se dispone de vacunas comerciales con virus vivos o inactivados. AGRADECIMIENTOS Algunas partes de este capítulo se tomaron o están basadas en el capítulo sobre la estomatitis vesicular de ediciones anteriores de este Manual. REFERENCIAS 1. AFSHAR A., SHAKARCHI N.H. & DULAC G.C. (1993). Development of a competitive enzyme linked immunosorbent assay for detection of bovine, equine, ovine and porcine antibodies to vesicular stomatitis virus. J. Clin. Microbiol., 31, 1860–1865. 2. ALONSO A., MARTINS M., GOMES M.P.D., ALLENDE R. & SONDAHL M.S. (1991). Development and evaluation of an enzyme-linked immunosorbent assay for detection, typing and subtyping of vesicular stomatitis virus. J. Vet. Diagn. Invest., 3, 287–292. 3. ALONSO FERNANDEZ A. & SONDAHL M.S. (1985). Antigenic and immunogenic characterisation of various strains of the Indiana serotype of vesicular stomatitis isolated in Brazil. Bol. Cen. Panam. Fiebre Aftosa, 51, 25–30. 4. ALLENDE R., SEPULVEDA L., MENDES DA SILVA A., MARTINS M., SONDAHL M.S. & ALONSO FERNANDEZ A. (1992). An enzyme-linked immunosorbent assay for the detection of vesicular stomatitis virus antibodies. Prev. Vet. Med., 14, 293–301. 5. BORING W. & SMITH D. (1962). Vesicular Stomatitis Virus: A Survey and Analysis of the Literature. Technical Study No. 43, US Army Biological Laboratories, Fort Detrick, USA. 148 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.2. — Estomatitis vesicular 6. COMER S.A., CORN J.L., STALLKNECHT D.E., LANDGRAF J.G. & NETTLES V.F. (1992). Titers of vesicular stomatitis virus New Jersey serotype in naturally infected male and female Lutzomyia shannoni (Diptera: Psychodidae) in Georgia. J. Med. Entomol., 29, 368–370. 7. COTTON W.E. (1927). Vesicular stomatitis. Vet. Med., 22, 169–175. 8. FEDERER K.E., BURROWS R. & BROOKSBY J.B. (1967). Vesicular stomatitis virus – the relation between some strains of the Indiana serotype. Res. Vet. Sci., 8, 103–117. 9. FERRIS N.P. & DONALDSON A.I. (1988). An enzyme-linked immunosorbent assay for the detection of VSV antigen. Vet. Microbiol., 18, 243–258. 10. FRANCY D.B., MOORE C.G., SMITH G.C., TAYLOR S.A. & CALISER C.H. (1988). Epizootic vesicular stomatitis in Colorado, 1982: isolation of virus from insects collected along the northern Colorado Rocky Mountain Front Range. J. Med. Entomol., 25, 343–347. 11. HANSON R.P. (1952). The natural history of vesicular stomatitis. Bacteriol. Rev., 16, 179–204. 12. HOFNER M.C., CARPENTER W.C., FERRIS N.P., KITCHING R.P. & BOTERO F.A. (1994). A hemi-nested PCR assay for the detection and identification of vesicular stomatitis virus nucleic acid. J. Virol. Methods, 50, 11–20. 13. JENNY E.W., MOTT L.O. & TRAUB E. (1958). Serological studies with the virus of vesicular stomatitis. I. Typing of vesicular stomatitis by complement fixation. Am. J. Vet. Res., 19, 993–998. 14. KATZ J.B., EERNISSE K.A., LANDGRAF J.G. & SCHMITT B.J. (1997). Comparative performance of four serodiagnostic procedures for detecting bovine and equine vesicular stomatitis virus antibodies. J. Vet. Diagn. Invest., 9, 329–331. 15. KATZ J.B., SHAFER A.L. & EERNISSE K.A. (1995). Construction and insect larval expression of recombinant vesicular stomatitis nucleocapsid protein and its use in competitive ELISA. J. Virol. Methods, 54, 145–157. 16. LAUERMAN L.H., KUNS M.L. & HANSON R.S. (1962). Field trial of live virus vaccination procedure for prevention of vesicular stomatitis in dairy cattle. I: Preliminary immune response. Proceedings of the 66th Annual Meeting of the United States Animal Health Association, 365–369. 17. MASON J. (1978). The epidemiology of vesicular stomatitis. Bol. Cen. Panam. Fiebre Aftosa, 29–30, 35–53. 18. OLTSKY P.K., TRAUM J. & SCHOENING H.W. (1926). Comparative studies on vesicular stomatitis and foot and mouth disease. J. Am. Vet. Med. Assoc., 70, 147–167. 19. RODRIQUEZ L.L., LETCHWORTH G.J., SPIROPOULOU C.F. & NICHOL S.T. (1993). Rapid detection of vesicular stomatitis virus New Jersey serotype in clinical samples by using polymerase chain reaction. J. Clin. Microbiol., 31, 2016–2020. 20. SELLERS R.F. & MAAROUF A.R. (1990). Trajectory analysis of winds in vesicular stomatitis in North America. Epidemiol. Infect., 104, 313–328. * * * NB: Existen laboratorios de referencia de la OIE para la Estomatitis vesicular (ver Cuadro en la parte 3 de este Manual de animales terrestres o consultar la página web de la OIE para una lista actualizada: www.oie.int) Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 149 CAPÍTULO 2.1.3. ENFERMEDAD VESICULAR PORCINA RESUMEN La enfermedad vesicular porcina (EVP) es una enfermedad contagiosa de los cerdos causada por un enterovirus que se caracteriza por la aparición de vesículas en las bandas coronarias en los talones de las pezuñas y, ocasionalmente, en los labios, la lengua, el hocico y las ubres. Las cepas de la EVP muestran una virulencia variable, y la enfermedad puede ser subclínica, leve o grave, pudiéndose observar esta última sólo cuando los cerdos están alojados en locales con suelos abrasivos, en condiciones de humedad. La importancia crucial de la EVP es la imposibilidad de distinguirla clínicamente de la fiebre aftosa (FA), y debe asumirse que los brotes de la enfermedad vesicular en cerdos corresponden a FA hasta que se investiguen mediante pruebas de laboratorio y se demuestre lo contrario. Identificación del agente: En los cerdos en los que se aprecie la enfermedad vesicular, la demostración del antígeno vírico de la EVP mediante enzimoinmunoensayo (ELISA) en una muestra de material de una lesión o de fluido vesicular es suficiente para un diagnóstico positivo. Si la cantidad de material de una lesión enviada para el diagnóstico no es suficiente (menos de 0,5 gramos) o si los resultados de las pruebas son negativos o no concluyentes, el aislamiento del virus se puede llevar a cabo mediante la inoculación de cultivos celulares porcinos. Si finalmente se produce un efecto citopático en los cultivos, la demostración del antígeno vírico de la EVP mediante la técnica ELISA, será suficiente para un diagnóstico positivo. Pruebas serológicas: El anticuerpo específico frente al virus de la EVP puede identificarse mediante la prueba de microneutralización o por ELISA. Aunque se requieren de 2 a 3 días para completar la prueba de microneutralización, ésta constituye la prueba definitiva para la detección de anticuerpos frente al virus de la EVP. Una pequeña proporción (hasta el 0,1%) de los cerdos normales, no infectados, reaccionarán positivamente en las pruebas serológicas para la EVP. Estos “animales positivos aislados” sólo pueden diferenciarse de los cerdos infectados mediante un nuevo muestreo de los animales positivos y de sus cohortes. Requisitos para las vacunas y los materiales de diagnóstico: Actualmente no se dispone de vacunas comerciales contra la EVP. Los reactivos estándares y de diagnóstico están disponibles en los laboratorios de referencia regionales. A. INTRODUCCIÓN La enfermedad vesicular porcina (EVP) es una enfermedad subclínica, leve o severa, dependiendo de la cepa de virus implicada, de la vía y la dosis de infección y de las condiciones de cría en las que se mantiene a los cerdos. Clínicamente, la EVP no es distinguible de la fiebre aftosa (FA), y esto tiene una importancia crucial. Por lo tanto, es urgente diferenciar los casos de la EVP de los de la FA, mediante la investigación en el laboratorio. El período de incubación de la EVP está entre 2 y 7 días, después de los que puede aparecer una fiebre pasajera hasta de 41°C. A continuación, se desarrollan las vesículas en la banda coronaria, de forma típica en la unión con el talón. Estas vesículas pueden afectar a la banda coronaria completa, dando lugar a la pérdida de la pezuña. Con menos frecuencia, las vesículas pueden aparecer en el hocico, particularmente en la superficie dorsal, en los labios, la lengua y las ubres y pueden observarse erosiones superficiales en las rodillas. Los cerdos afectados pueden renquear y estar sin apetito durante unos cuantos días. El aborto no es una característica típica de la EVP. La recuperación completa se produce normalmente en 2-3 semanas, y como única señal de la infección queda una línea horizontal y oscura en la pezuña, donde se ha interrumpido 150 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.3. — Enfermedad vesicular porcina temporalmente el crecimiento. Los signos clínicos varían según la edad de los cerdos afectados, las condiciones en las que se les mantiene y la cepa de virus de la EVP implicada (8). La enfermedad causada por cepas atenuadas puede pasar desapercibida, particularmente en los cerdos a los que se mantiene sobre hierba o en locales con mucha paja. Los animales más jóvenes resultan más gravemente afectados, aunque la mortalidad debida a la EVP es muy rara, a diferencia de lo que ocurre con la fiebre aftosa en los cerdos jóvenes. Se han descrito síntomas nerviosos, pero no son frecuentes. Los cerdos afectados pueden excretar el virus por la nariz, la boca y en las heces, hasta 48 horas antes de la aparición de los signos clínicos. La mayor parte de los virus se produce en los primeros 7 días después de la infección, y la excreción de virus por la boca y la nariz se detiene normalmente en menos de 2 semanas. El virus se puede seguir eliminando en las heces durante un periodo de hasta 3 meses. El virus de la EVP es extraordinariamente resistente a la inactivación en el hábitat natural, y es estable en el rango de pH 2,5–12,0 (9), a diferencia del virus de la fiebre aftosa, que resulta muy lábil fuera del rango de pH 6,0–8,0. Debido a que la EVP puede ser leve o subclínica, es imprescindible que se incluyan muestras de suero de los cerdos sospechosos y de otros animales aparentemente no afectados del grupo, cuando se envíen muestras procedentes de casos clínicamente sospechosos. El virus de la EVP puede circular desapercibido hasta que afecta a un grupo particularmente susceptible y, por lo tanto, con el fin de establecer cuánto tiempo está presente la enfermedad, es necesario comprobar la seroconversión frente al virus de la EVP en animales aparentemente sanos. La enfermedad vesicular porcina es clínicamente muy similar a la fiebre aftosa. Las muestras para el aislamiento del virus o la detección antigénica deben manejarse y enviarse como si contuvieran el virus de la fiebre aftosa, y deben transportarse en solución salina tamponada con fosfato (PBS) mezclada con glicerol (1/1), pH 7, 2–7, 6, con antibióticos (concentración final por mililitro) como penicilina (1.000 Unidades Internacionales [UI]), sulfato de neomicina (100 UI), sulfato de polimixina B (50 UI) y micostatina (100 UI) (6). El virus de la EVP ha sido clasificado como un enterovirus, perteneciente a la familia Picornaviridae. Antigénicamente se relaciona con el virus humano coxsackievirus B5. Hay informes de la seroconversión frente al virus de la EVP en personal de laboratorio que está en contacto con el agente. Se informó de que la enfermedad clínica era leve, con excepción de un único caso de meningitis asociada a la infección por el virus de la EVP. Sin embargo, no se han descrito casos de seroconversión o de la enfermedad en granjeros o veterinarios en contacto con cerdos infectados. No se ha podido demostrar la transmisión de coxsackievirus B5 entre cerdos en condiciones experimentales. B. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO 1. Identificación del agente Cualquier afección vesicular en los cerdos puede ser fiebre aftosa. En el caso de que se haya eliminado la fiebre aftosa, se requiere la utilización de las instalaciones de un laboratorio especializado para el diagnóstico de la EVP. Los países que carecen de dichas instalaciones habrán de enviar las muestras para ser investigadas al 1 Laboratorio de Referencia Mundial (WRL) para la Fiebre Aftosa de la FAO. En América se deberán realizar también pruebas paralelas para el antígeno vírico de la estomatitis vesicular. La investigación comenzará con el examen con una suspensión al 10% de material de lesión en PBS, mediante un enzimoinmunoensayo (ELISA), utilizando antisueros específicos para los virus de la EVP y de la FA. Esta suspensión se inoculará también en monocapas de células porcinas IB-RS-2 (u otras células porcinas susceptibles), en células primarias tiroideas de bovino y en células primarias (o secundarias) renales de bovino. El virus de la FA crecerá en los tres sistemas de cultivo celular. Normalmente, el virus de la EVP sólo crecerá en células de origen porcino; sin embargo, se tiene información de que el virus puede aislarse en células secundarias de riñón de cordero. El virus de la EVP puede aislarse también a partir de muestras fecales. a) Cultivo Una porción de la suspensión epitelial clarificada se inocula en monocapas de células IB-RS-2 u otras células porcinas susceptibles. Para el diagnóstico diferencial (por ejemplo, la fiebre aftosa) se emplearán también sistemas de cultivos celulares bovinos. Se ha comprobado que el medio completo de Eagle/hidrolizado de lactalbúmina con extracto de levadura (LYH) en proporción 50/50, es un medio de cultivo apropiado. Para el crecimiento celular, añadir suero bovino al 10%; para mantenimiento, añadir suero bovino al 3% y para el aislamiento del virus, añadir sólo los antibióticos; en este caso se prefiere no añadir suero. 1 Laboratorio de Referencia Mundial para la Fiebre Aftosa de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), Institute for Animal Health, Pirbright, Woking, Surrey GU24 0NF, United Kingdom (también es un Laboratorio de Referencia para la Fiebre Aftosa de la OIE). Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 151 Capítulo 2.1.3. — Swine vesicular disease Los cultivos se examinan dos veces al día. Si se observa efecto citopático (ECP), se recoge el sobrenadante y se utiliza de antígeno en el ELISA para la identificación del virus. En los cultivos negativos no se aprecia ningún efecto después de 48 o 72 horas, aunque se mantienen en observación durante 3 días más. Cuando se aísla el virus de heces en las que la cantidad de virus presente puede ser baja, puede ser necesario un tercer pase del cultivo celular. b) Métodos inmunológicos • Enzimoinmunoensayo Para la detección del antígeno vírico de la EVP se ha preferido utilizar un ELISA indirecto tipo “sándwich” en lugar de la prueba de fijación del complemento. La prueba es la misma que se utiliza para el diagnóstico de la FA. Se recubren dos hileras de pocillos de las placas ELISA con antisuero de conejo contra el virus de la EVP. Este es el suero de captura. Se añaden las suspensiones de los sueros problema a cada una de las hileras. Se incluyen también los controles apropiados. En la siguiente fase se añade el suero detector de cobaya, seguido de la adición del suero anticobaya de conejo conjugado con peroxidasa de rábano. Se hace un lavado exhaustivo entre cada etapa para eliminar los reactivos que no se hayan unido. La reacción positiva se pone de manifiesto si se produce una reacción de color al añadir un cromógeno (ortofenilendiamina) y un substrato (H2O2). En el caso de las reacciones fuertemente positivas el resultado será evidente a simple vista, pero los resultados se pueden leer también por espectrofotometría a 492 nm, en cuyo caso una lectura de absorbancia de ≥0,1 por encima del nivel de fondo indica una reacción positiva. Como alternativa a los antisueros de cobaya y de ratón, se pueden emplear también anticuerpos monoclonales apropiados (MAb), adheridos a la placa ELISA y utilizados como anticuerpo de captura o conjugados con peroxidasa como anticuerpo de rastreo. Para estudiar la variación antigénica entre las cepas del virus EVP, se puede utilizar también un ELISA basado en los MAb. Los antígenos virales obtenidos en cultivos celulares son capturados por un antisuero de conejo hiperinmune frente al virus de la EVP adherido a la fase sólida. Después se hacen reaccionar con un grupo de MAb apropiados, y la unión de los MAb a las cepas de campo se compara con la unión a las cepas originales. Una unión fuerte indica la presencia de epítopos compartidos por la cepa original y las cepas de campo (1). c) Muestras fecales i) Se resuspende el material fecal (aproximadamente 20 g) en una cantidad mínima de tampón fosfato (0,04 M de tampón fosfato o PBS). ii) Se deja en agitación o en un homogenizador rotatorio a 4°C durante toda la noche. iii) Se clarifica por centrifugación a 10.000 rpm durante 30 minutos, en una centrífuga de alta velocidad. iv) Se recoge el sobrenadante y se inoculan cinco tubos de células IB-RS 2 con 0,2 ml por tubo. Se permite la adsorción a 37°C durante 1 hora, sin agitación. Se lavan los tubos con PBS tres veces. Se añade medio de mantenimiento sin suero (2 ml/tubo), y se incuban a 37°C colocados en una gradilla giratoria o en un aparato alternativo apropiado que permita la agitación de los medios de cultivo. v) El sobrenadante restante se centrifuga a 28.000 rpm durante tres horas. Esto concentrará cualquier virus que haya en el sobrenadante en bajas cantidades. vi) Se desecha el sobrenadante, y el precipitado se resuspende en 2 ml de PBS, sonicándolo brevemente. Se añade un volumen igual de Freón y se agitan 2–3 ml. Se centrifugan a 4.000 rpm durante 10 minutos en una centrífuga de mesa. Se elimina el sobrenadante. vii) Se inoculan cinco tubos de cultivo de tejidos como en el paso (iv). viii) Los tubos se incuban a 37°C durante 3 días, observándolos diariamente en busca de la aparición de ECP. d) ix) Si no hay pruebas de ECP transcurridos tres días, los cultivos celulares se congelan y descongelan, y se realiza un pase ciego en tubos de células IB-RS-2 frescas. Se incuban durante tres días más, examinando los tubos diariamente como antes. x) Se recoge el sobrenadante de los tubos que muestren ECP y se confirma la presencia del virus de la EVP mediante la técnica ELISA (u otra prueba apropiada). xi) Si no hay ECP después del segundo pase, la muestra se declarará como NVD (ningún virus detectado). Métodos de reconocimiento de ácidos nucleicos Los métodos de reconocimiento de ácidos nucleicos pueden utilizarse para la detección del genoma vírico de la EVP en material clínico utilizando la trascripción inversa, seguida de la reacción en cadena de la 152 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.3. — Enfermedad vesicular porcina polimerasa (PCR), y para establecer las relaciones entre los aislados del virus de la EVP, mediante la determinación de las secuencias de nucleótidos de parte del genoma. La secuenciación de aproximadamente 200 nucleótidos dentro del gen 1D, que codifica la principal proteína estructural VP1, ha permitido agrupar las cepas del virus de la EVP en función de la homología de sus secuencias, y relacionar epidemiológicamente las cepas causantes de la enfermedad en distintas regiones o en épocas diferentes (2). Con el fin de mejorar la sensibilidad del diagnóstico, se han desarrollado las técnicas que utilizan la PCR. Se ha descrito una PCR que combina la extracción de RNA, mediante el uso de columnas de gel de sílice, comercialmente disponibles, con una trascripción inversa acoplada a la PCR (RT-PCR), utilizando para esto cebadores que corresponden a regiones muy conservadas de los genes 1C y 1D (7). La técnica es rápida, detecta todos los genotipos del virus de la EVP y es suficientemente sensible para su uso en muestras obtenidas de casos de sospecha de enfermedad clínica. Cuando se sospeche de infección subclínica o cuando las muestras se recojan después de determinarse clínicamente la enfermedad, una RTPCR anidada, más sensible, puede combinarse con un método de extracción de RNA más elaborado, para conformar un sistema de detección tan sensible, al menos, y considerablemente más rápido, como el pase múltiple en cultivo de tejidos. Varios laboratorios han desarrollado ensayos alternativos de PCR utilizando diferentes protocolos (3, 10, 11). 2. Pruebas serológicas Normalmente la enfermedad vesicular porcina se diagnostica sólo con los datos aportados por las pruebas serológicas. Debido a la naturaleza subclínica o leve de la enfermedad, la primera sospecha de la enfermedad se tiene con frecuencia después de las pruebas serológicas rutinarias que se realizan para la vigilancia de la enfermedad o para el certificado de exportación. Para la detección de anticuerpos contra el virus de la EVP se han utilizado la prueba de neutralización vírica (NV), la de inmunodifusión doble, la de inmunodifusión radial, la de contra-inmunoelectroforesis y el ELISA (1, 4, 5). Las pruebas de NV y ELISA se han utilizado más frecuentemente. La prueba de NV es la prueba estándar aceptada, pero tiene la desventaja de que lleva 2–3 días completarla, y requiere instalaciones para cultivo celular. El ELISA es más rápido, y puede estandarizarse con mayor facilidad. Una pequeña proporción de los sueros procedentes de animales que no han estado previamente expuestos al virus de la EVP reaccionarán positivamente en pruebas serológicas de detección de anticuerpos contra el virus de la EVP. El ELISA de competición que emplea el MAb 5B7 (MAC-ELISA) ha sido una técnica fiable para la detección de anticuerpos de la EVP (1). Hasta el 1%, aproximadamente, de los resultados de los sueros de cerdos normales son dudosos o positivos mediante el MAC-ELISA, y deben probarse de nuevo mediante la prueba de NV. De estos sueros, también resultarán positivos en la prueba de NV hasta el 10%, aproximadamente (es decir, el 0,1% de la población original). Se pueden considerar como no infectados los animales que den positivo mediante ELISA pero negativo en la prueba de NV. Deben recogerse muestras repetidas de animales que den positivo en ambas pruebas y también de sus cohortes. Una titulación constante o decreciente del título en el animal positivo y la ausencia de anticuerpos contra el virus de la EVP en las cohortes confirma el estado del animal positivo como un “positivo aislado”. Se desconocen los factores responsables de la aparición de los “animales positivos aislados”. La reactividad serológica cruzada con el virus de la EVP podría darse debido a la infección por otro picornavirus, aunque aún sin identificar, o puede deberse a factores inespecíficos presentes en el suero. Puede resultar útil la identificación del isotipo del anticuerpo que se halla en los sueros positivos (1), puesto que los sueros de los cerdos infectados contienen normalmente IgG específica sola o IgG e IgM, mientras que los sueros de los “animales positivos aislados” contienen, exclusivamente, IgM. a) Neutralización vírica (prueba prescrita para el comercio internacional) La microprueba cuantitativa de NV de detección de anticuerpos frente al virus de la EVP se lleva a cabo utilizando células IB-RS-2 (o células de cerdo susceptibles apropiadas) en placas de microtitulación de fondo plano para cultivos de tejidos. Se hace crecer el virus en monocapas de células IB-RS-2 y, después de añadir un volumen igual de glicerol, se guarda a –20°C. Se ha observado que el virus de la EVP es estable en estas condiciones durante al menos 1 año. Antes de probar los sueros, se inactivan a 56°C durante 30 minutos. Un medio apropiado para el cultivo es el medio completo de Eagle/LYH con antibióticos. Esta es una prueba de volúmenes iguales en la que se utilizan volúmenes de 50 µl. i) A partir de una dilución 1/4, se hacen diluciones seriadas con un factor de dilución 2 de los sueros en las placas, empleando dos hileras de pocillos para cada uno de los sueros problema. ii) Se añade el virus previamente titulado. Cada volumen de 50 µl de suspensión vírica contiene alrededor de 100 DICC50 (dosis infectiva 50% en cultivo celular). iii) Se incluyen los siguientes controles: un suero fuertemente positivo, un suero débilmente positivo y un suero negativo, un control celular, un control de medio de cultivo y una titulación del virus utilizada para calcular el título vírico real empleado en la prueba. iv) Se cubren las placas y se incuban a 37°C durante 1 hora. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 153 Capítulo 2.1.3. — Swine vesicular disease v) Se prepara una suspensión celular de 106 células/ml en medio con suero bovino al 10% a fin de favorecer el crecimiento celular. Se añaden 50 µl de esta suspensión celular a cada pocillo. vi) Se sellan las placas con cinta sensible a la presión y se incuban a 37°C durante 2–3 días. Alternativamente, las placas pueden taparse con cubiertas no herméticas e incubarse a 37°C en una atmósfera con dióxido de carbono al 5% durante 2-3 días. vii) Al cabo de 48 horas, se pueden realizar las lecturas al microscopio. Finalmente se fijan las placas y, normalmente, se tiñen al tercer día. La fijación se realiza con formalina/solución salina al 10% durante 30 minutos. La tinción se realiza sumergiendo las placas durante 30 minutos en azul de metileno al 0,05% preparado en formalina al 10%. Las placas se enjuagan con agua corriente. viii) Los tapices celulares teñidos de azul constituyen los resultados positivos; los pocillos negativos están vacíos. Los títulos se expresan por la dilución final del suero presente en las mezclas de suero/virus que corresponden al 50% a punto final. La prueba se considerará válida cuando la cantidad de virus por pocillo realmente utilizada se encuentre entre 101,5 y 102,5 DICC50, y el título del suero estándar positivo se encuentre dentro de los límites del doble de su título esperado. ix) b) Interpretación de los resultados: En el Laboratorio de Referencia Mundial para la Fiebre Aftosa de la OIE/FAO (véase nota a pie de página 1), se considera negativo un título de NV inferior o igual a 1/11. Un título comprendido entre 1/16 y 1/32 es dudoso, y se considera positivo un título igual o superior a 1/45. Sin embargo, dado que los títulos dependen del sistema celular empleado, los laboratorios habrán de establecer sus propios criterios tomando como referencia los reactivos estándares que se encuentran disponibles en el Laboratorio de Referencia Mundial para la Fiebre Aftosa de la OIE/FAO. Enzimoinmunoensayo En el ELISA desarrollado por Brocchi et al. (1), el antígeno vírico de la EVP es capturado en la fase sólida utilizando el MAb 5B7. A continuación se evalúa la capacidad de los sueros problema para inhibir la unión del anticuerpo MAb 5B7 conjugado con peroxidasa al antígeno capturado. Finalmente se detecta la cantidad del MAb conjugado unido, mediante la adición de substrato y cromógeno. i) Se revisten las placas ELISA con 50 µl/pocillo de MAb 5B7 a una dilución de 10 µg/ml, en tampón carbonato/bicarbonato, pH 9,6, y se incuban a 4°C durante toda la noche. ii) Se lavan las placas tres veces con PBS más Tween 20 al 0,05%, y se añaden 50 µl de antígeno de la EVP (el virus de la EVP se ha hecho crecer en células IB-RS-2, se ha clarificado, filtrado e inactivado) a una dilución óptima predeterminada. La dilución óptima del antígeno se determina mediante las titulaciones de doble entrada del antígeno y del MAb conjugado que definen la dilución de trabajo, presentando un valor de absorbancia situado en la parte superior de la región lineal de la curva de titulación del antígeno (entre 1,5 y 2,0 unidades de densidad óptica). A continuación se incuban las placas a 37°C durante 1 hora. iii) Después de tres lavados adicionales, se incuban 50 µl de los sueros problema diluidos (no inactivados) y de los sueros control con el antígeno capturado a 37°C durante 1 hora. Los sueros se someten a diluciones seriadas con un factor de dilución 3 directamente en los pocillos de las placas ELISA, añadiendo 10 µl de suero a 65 µl de tampón (dilución 1/7,5) transfiriendo a continuación 25 µl a los pocillos consecutivos, que contienen 50 µl de tampón mezclando y desechando finalmente 25 µl. iv) Después de 1 hora de incubación, se añaden 25 µl de una dilución óptima de MAb 5B7 conjugado con peroxidasa (véase la etapa (ii)) a cada pocillo, y se incuban las placas a 37°C, durante 1 hora más. v) Después de una serie final de lavados, se inicia la reacción colorimétrica mediante la distribución de 50 µl por pocillo de la solución substrato (0,5 mg/ml ortofenilendiamina en tampón fosfato/citrato, pH 5, más H2O2 al 0,02%). vi) Transcurridos 10 minutos, se detiene la reacción añadiendo 50 µl de ácido sulfúrico 2 N. Se lee la absorbancia a 492 nm utilizando un lector de microplacas. El antígeno, los sueros y el conjugado se diluyen en PBS (pH 7,4) que contenga Tween 20 al 0,05% y extracto de levadura al 1%; el tampón de dilución para los sueros contiene, además, suero de ratón al 1,0%, bien recubriendo la placa o conjugado con peroxidasa, para impedir la unión inespecífica del suero de cerdo al MAb 5B7. vii) Controles: Cuatro pocillos de cada placa con todos los reactivos, excepto el suero problema, para confirmar la lectura de máxima absorbancia para el antígeno; el suero procedente de un cerdo convaleciente a cuatro diluciones seleccionadas; el suero de un cerdo negativo y un suero estándar de cerdo débilmente positivo. viii) Interpretación de los resultados: Las reacciones se expresan por el porcentaje de inhibición de la reacción del MAb con el antígeno de la EVP, causado por cada suero problema. Si el porcentaje de inhibición medio en las diluciones 1/7,5 y 1/22,5 es más del 70%, los sueros se consideran 154 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.3. — Enfermedad vesicular porcina fuertemente positivos. Los sueros que registren una media de más del 70% de inhibición en la dilución 1/7,5, pero menos del 70% de inhibición en la dilución 1/22,5 se consideran débilmente positivos o dudosos. Se consideran negativos los sueros que muestren menos del 70% de inhibición en ambas diluciones. Deberán confirmarse todos los resultados positivos y los dudosos utilizando la prueba de NV. SUEROS DE REFERENCIA ESTÁNDAR PARA LAS PRUEBAS SEROLÓGICAS DE LA EVP El Laboratorio de Referencia Mundial para la Fiebre Aftosa de la FAO/OIE mantiene una serie de sueros de referencia que han sido exhaustivamente validados por los Laboratorios de Referencia Nacionales de la EVP de los Estados Miembros de la Unión Europea. C. REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y LOS MATERIALES DE DIAGNÓSTICO Actualmente no existen vacunas disponibles comercialmente de EVP. Los sueros estándar pueden obtenerse del Laboratorio de Referencia Mundial para la Fiebre Aftosa de la OIE/FAO (véase nota a pie de página 1). El anticuerpo MAb 5B7 puede conseguirse en el Laboratorio de Referencia de la OIE para la enfermedad vesicular porcina, que se encuentra en Italia (véase el cuadro mostrado en la Parte 3 de este Manual). REFERENCIAS 1. BROCCHI E., BERLINZANI A., GAMBA D. & DE SIMONE F. (1995). Development of two novel monoclonal antibodybased ELISAs for the detection of antibodies and the identification of swine isotypes against swine vesicular disease virus. J. Virol. Methods, 52, 155–167. 2. BROCCHI E., ZHANG G., KNOWLES N.J., W ILSDEN G., MCCAWLEY J.W., MARQUARDT O., OHLINGER V.F. & DE SIMONE F. (1997). Molecular epidemiology of recent outbreaks of swine vesicular disease: two genetically and antigenically distinct variants in Europe, 1987–1994. Epidemiol. Infect., 118, 51–61. 3. CALLENS M. & DE CLERCQ K. (1999). Highly sensitive detection of swine vesicular disease virus based on a single tube RT-PCR system and DIG-ELISA detection. J. Virol. Methods, 77, 87–99. 4. DONALDSON A.I., FERRIS N.P., KNOWLES N.J. & BARNETT I.T.R. (1983). Comparative studies of United Kingdom isolates of swine vesicular disease virus. Res. Vet. Sci., 35, 295–300. 5. GOLDING S.M., HEDGER R.S., TALBOT P. & W ATSON J. (1976). Radial immunodiffusion and serum neutralisation techniques for the assay of antibodies to swine vesicular disease. Res. Vet. Sci., 20, 142–147. 6. KITCHING R.P. & DONALDSON A.I. (1987). Collection and transportation of specimens for vesicular virus investigation. Rev. sci. tech. Off. int. Epiz., 6, 263–272. 7. LIN F., MACKAY D.K.J. & KNOWLES N.J. (1997). Detection of swine vesicular disease virus RNA by reverse transcription-polymerase chain reaction. J. Virol. Methods, 65, 111–121. 8. LOXAM J.R. & HEDGER R.S. (1983). Swine vesicular disease: clinical signs, diagnosis, epidemiology and control. Rec. sci. tech. Off. int. Epiz., 2, 11–24. 9. MANN J.A. (1981). Swine vesicular disease. In: Virus Diseases of Farm Animals, Vol. 2, Gibbs E.P.J., ed. Academic Press, London, UK, 365–381. 10. NUNEZ J.I., BLANCO E., HERNANDEZ T., GOMEX-TEJEDOR C., MARTIN M.I., DOPAZO J. & SOBRINO F. (1998). A RTPCR assay for the differential diagnosis of vesicular viral diseases of swine. J. Virol. Methods, 72, 227–235. 11. VANGRYSPERRE W. & DE CLERCQ K. (1996). Rapid and sensitive polymerase chain reaction based on detection and typing of foot-and-mouth disease virus in clinical samples and cell culture isolates, combined with a simultaneous differentiation with other genomically and/or symptomatically related viruses. Arch. Virol., 141, 331–344. * * * NB: Existen laboratorios de referencia de la OIE para la Enfermedad vesicular porcina (ver Cuadro en la parte 3 de este Manual de animales terrestres o consultar la página web de la OIE para una lista actualizada: www.oie.int) Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 155 CAPÍTULO 2.1.4. PESTE BOVINA RESUMEN La peste bovina es una enfermedad vírica aguda del ganado bovino doméstico, de los búfalos y de los yaks, que se caracteriza por altas tasas de morbilidad y mortalidad. También puede afectar a ovejas, cabras, cerdos y ungulados salvajes. Clínicamente, esta forma de enfermedad se caracteriza por fiebre, un desarrollo progresivo de erosiones superficiales en las encías, lengua, carrillos y paladar, junto con descargas oculares y nasales serosas o mucopurulentas. Las complicaciones en el tracto alimentario están marcadas por la aparición de diarrea o disentería que provoca una deshidratación grave y depresión. Este cuadro clínico se observa en la actualidad muy raramente, pero en el este africano todavía se presenta una forma más leve de la enfermedad, con el potencial de readquirir las características clásicas. En la última década se han reconocido tres linajes de virus de la peste bovina, genéticamente diferentes, como agentes de la enfermedad en África y Asia. El linaje 1 se limitó a Etiopía y Sudán, el linaje 2 al este de África y el 3 a Asia. Recientemente, tanto el sur de Sudán como el oeste asiático estaban infectados, pero ambas zonas se consideran libres de peste bovina en la actualidad. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) inició en 1992 un Programa Global de Erradicación de la Peste Bovina orientado a erradicar el virus en el año 2010. El éxito de dicho programa puede juzgarse por el hecho de que dos de las tres líneas independientes de peste bovina se han erradicado a nivel global. Identificación del agente: La confirmación clínica de la peste bovina se basa en el hallazgo de animales individuales o en pequeños grupos que muestran fiebre, inapetencia, depresión, erosiones superficiales en el labio superior e inferior y en las encías, erosiones o escamaciones de las papilas de los carrillos, descargas oculares serosas o mucopurulentas y/o descargas nasales, diarrea, postración y posiblemente muerte. La confirmación en el laboratorio se basa en la demostración de la presencia del virus, de ARN específico del virus o de antígenos precipitantes en muestras del bazo, nódulos linfáticos o secreciones nasales u oculares de animales con infección aguda. Es muy importante aislar el virus si ha tenido lugar un importante deterioro de la salud animal en una extensión geográfica. Después de el éxito de la erradicación global, los países libres de peste bovina pueden confirmar ahora la presencia de la peste de los pequeños rumiantes (PPR) en las ovejas o cabras basándose en la apariencia clínica de los animales infectados y en la presencia de antígenos precipitantes, aunque los síntomas clínicos y los antígenos inducidos son comunes a ambos virus. En los exámenes post-mortem de casos sospechosos de peste bovina se debe dedicar una atención especial a la cuarta cavidad del rumen que puede estar muy engrosada o mostrar una decoloración grisácea; a las placas de Peyer, que pueden mostrar necrosis linfoide; y al desarrollo de un engrosamiento linear y un ennegrecimiento de las crestas de los repliegues del ciego, del colon y del recto. Los diagnósticos diferenciales principales han de realizarse con la PPR en ovejas y cabras, y la diarrea bovina vírica/enfermedad de las mucosas junto con la fiebre maligna catarral en el ganado bovino; la diferenciación de estas enfermedades requiere utilizar métodos de laboratorio apropiados. Pruebas serológicas: La OIE ha desarrollado una serie de Estándares Recomendados para la Vigilancia Epidemiológica de la Peste Bovina (la "vía de la OIE") que orienta las acciones de los países miembros que desean demostrar que han logrado verse libres de la infección. Con este fin se dispone de enzimoinmunoensayos de competición e indirecto que determinan la presencia de anticuerpos en animales que se han infectado con el virus natural o con la vacuna de la peste bovina. La prueba seleccionada debe ser sensible respecto al linaje de virus que puede 156 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.4. — Peste bovina presentarse. Con la misma finalidad puede utilizarse la estimación de anticuerpos neutralizantes. Los países miembros pueden buscar consejo en un Laboratorio de Referencia de la OIE respecto a la selección de la prueba más apropiada a sus propósitos. Requisitos para las vacunas y los materiales de diagnóstico: Se dispone de una vacuna viva atenuada en cultivo celular. En los últimos años se ha restringido su empleo a campañas intensivas de vacunación en los focos de enfermedad porque la inmunidad duradera que induce, antes considerada de enorme importancia, interfiere ahora con las valoraciones serológicas postcampaña. Debido a que el uso de esta vacuna ha originado resultados confusos en la serovigilancia, y a que todavía hay disponible una gran cantidad de ella, los países miembros deben catalogar y asegurar todos los stocks restantes. Para combatir los últimos focos residuales de virus y conservar a la vez la capacidad de desarrollar campañas de serovaloración y vigilancia, existe una urgente necesidad de disponer de una vacuna marcada junto con pruebas apropiadas que permitan discriminar entre los anticuerpos inducidos por la vacuna y los debidos a una infección natural. Se han desarrollado experimentalmente vacunas marcadoras pero por desgracia ninguna está comercializada. Por otra parte, hasta que se autoricen alternativas o hasta que un país se libere de la peste bovina y necesite hacer declaración de que está libre de la enfermedad provisionalmente, es posible que la vacunación con una vacuna heteróloga contra PPR pueda representar una solución transitoria si resulta aprobada por las autoridades competentes. A. INTRODUCCIÓN En los últimos años, el Programa de Erradicación Global de la Peste Bovina, dependiente de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de las Naciones Unidas, ha realizado un enorme avance organizando y documentando el descenso de la peste bovina (15). Históricamente, el virus estaba distribuido ampliamente por toda Europa, África y Asia: Sin embargo, recientemente solo se ha detectado en África y Asia. El análisis de secuencias genéticas ha mostrado que todos los aislamientos de peste bovina encajan en uno de tres linajes filogenéticos no superpuestos, y ahora es posible describir la distribución del virus en términos de linajes específicos. Así, el llamado linaje asiático (linaje 3) siempre se ha descrito solamente en Afganistán, India, Irán, Irak, Kuwait, Omán, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Turquía, Sri Lanka y Yemen. Como consecuencia de una vacunación concertada y coordinada, y de campañas de vigilancia, este linaje de virus no ha vuelto a aparecer desde septiembre de 2000 (en Pakistán). Aunque las estimaciones no son todavía completas, es casi seguro que este virus ha sido erradicado con éxito. Los virus de la peste bovina de los linajes 1 y 2 solo se han descrito en África. El linaje 1 parece haberse distribuido desde Egipto hasta al sur de Sudán, por el este a Etiopía, y hacia el norte y el oeste de Kenia. Por otra parte, el linaje 2 se ha descrito tanto en el este como en el oeste de África y en tiempos pudo estar distribuido por el cinturón sub-sahariano a lo ancho de todo el continente (16). Ahora, no obstante, como resultado de otro programa de vacunación coordinada y de vigilancia (en particular la Campaña Panafricana de Peste Bovina), en los últimos 15 años, ni el oeste de África ni África central han descrito casos de peste bovina. Hasta hace poco ambos linajes se describían en el este de África (el linaje 1 al sur de Sudán en 1998, y el linaje 2 en Kenia en 2001). La falta de evidencia actual de que el linaje 1 esté aún transmitiéndose apoya la idea de que este linaje también ha sido erradicado. El linaje 2, que reapareció en 1994, 1996 y 2001 en la fauna salvaje, está aún transmitiéndose en el ecosistema relacionado con el pastoreo de Somalia (12), donde su continua presencia causa una considerable preocupación (13). En 1994 este virus reapareció en el sudeste de Kenia, con efectos dramáticos sobre los búfalos del Parque Nacional de Tsavo (3), ilustrando de este modo su capacidad para llevar a cabo una persistencia críptica durante un período de al menos 30 años. En este período es probable que se transmitiera con bajo nivel de virulencia entre el ganado susceptible. Aunque ahora parece que este virus ha evolucionado hasta el punto de escapar a la atención veterinaria en áreas remotas, su presencia no pasó desapercibida por los pastores nómadas a cuyo ganado infectaba. Más recientemente, en 2003 se describió una peste bovina suave en ganado de Kenia próximo a la frontera con Somalia. Este virus no se ha aislado, pero estudios genéticos han relacionado el ARN vírico con la cepa ancestral RBOK. Este enigma requiere una urgente resolución. El peligro que se cierne sobre el ganado de otras partes de África, debido a la circulación de virus en lo que, casi con certeza, es el último reservorio de la peste bovina, queda demostrado por su capacidad de extenderse a Kenia y a la vecina Tanzania en los años 80 y de nuevo a mediados de la década de los 90 (18), adquiriendo virulencia en el proceso. La peste bovina está causada por un virus con ARN de polaridad de antimensajero, que pertenece al género Morbillivirus dentro de la familia Paramyxoviridae. Las descripciones clásicas de la peste bovina la describen como una enfermedad muy grave del ganado bovino doméstico, de búfalos y de yaks. El virus también afecta a Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 157 Capítulo 2.1.4. — Peste bovina ovejas, cabras, algunas razas de cerdos, y a una amplia variedad de especies salvajes dentro del orden de los artiodáctilos, aunque no siempre con una forma clínica aparente. Al describir la peste bovina en términos contemporáneos hay que considerar que en la mayor parte de los casos es una enfermedad infecciosa leve del ganado, no fatal, pero con dos atributos muy peligrosos. El primero es una casi segura capacidad para experimentar modulaciones de la virulencia. El segundo es su capacidad para infectar especies animales de caza y causar una infección aguda asociada con altos niveles de mortalidad en búfalos, antílopes elands (Taurotragus oryx), jirafas, kudus y cerdos verrugosos. El período de incubación de la forma suave de la peste bovina asociada con el linaje 2 es de 1-2 semanas, y la enfermedad clínica subsiguiente se puede considerar como poco más que un ataque febril subagudo. La fiebre es variable, dura poco (3-4 días) y no es muy alta (38-40°C). La depresión que caracteriza a las formas más agudas de peste bovina está ausente en los animales con afección suave que, sin perder el apetito, continúan con sus actividades normales. Normalmente estos animales no presentan diarreas. En un examen detallado puede haber una ligera congestión de las mucosas visibles y en la encía inferior se pueden observar pequeñas áreas focales de necrosis epitelial blanquecina -a veces no mayores que la cabeza de un alfiler- junto a unas cuantas papilas erosionadas en los carrillos. Algunos animales no muestra tales erosiones, cuya apariencia es efímera. Otros animales pueden tener una ligera secreción ocular o nasal de tipo seroso pero, en contraste con las formas más graves de la enfermedad, no llegan a ser mucopurulentas. De vez en cuando puede aumentar la virulencia suave del linaje 2, en cuyo caso es aplicable la descripción clásica de la peste bovina que sigue a continuación. Después de un período de incubación de 1-2 semanas, la enfermedad clínica se caracteriza por un ataque febril agudo en el que se pueden distinguir fases prodrómicas y erosivas. El período prodrómico dura aproximadamente 3 días, en los que los animales afectados desarrollan fiebre de 40-41,5°C junto con anorexia parcial, estreñimiento, congestión de las mucosas visibles, descargas nasales y oculares serosas, depresión y sequedad del morro. Sin embargo, no puede hacerse un diagnóstico clínico preliminar de la peste bovina hasta el comienzo de la fase erosiva y el desarrollo de lesiones bucales necróticas. En el pico febril aparecen, en el labio inferior y en la encía, manchas de epitelio necrótico y, en una sucesión rápida, pueden extenderse a la encía superior y a la almohadilla dental, a la parte inferior de la lengua, a los carrillos y a las papilas de los carrillos y al paladar. Mediante el aumento de las lesiones existentes y el desarrollo de nuevos focos, la extensión de la necrosis oral puede incrementar notablemente en los 2-3 días siguientes. Parte del material necrótico se desprende originando erosiones no hemorrágicas y superficiales de las mucosas. La diarrea es otra propiedad característica de la peste bovina y se desarrolla 1-2 días después de la aparición de las lesiones bucales. Al principio es copiosa y acuosa, pero después puede contener mucosidades, sangre y restos de epitelio, y en los casos graves puede estar acompañada por espasmos. Durante la fase erosiva, se puede ver necrosis en los agujeros nasales, en la vulva, en la vagina y en el prepucio. Aparece anorexia, el morro se seca por completo, el animal muestra depresión, el aliento es fétido y se desarrollan descargas oculares y nasales mucopurulentas. Aunque ocurren muertes, la mortalidad es variable y aumenta a medida que el virus tiene acceso a más animales susceptibles. Las tasas de mortalidad inicial son probablemente del 10-20% y en las fases terminales de la enfermedad los animales muestran postración 24-48 horas antes de la muerte. Algunos animales mueren con lesiones necróticas graves, fiebre alta y diarrea, pero otros lo hacen después de una caída súbita de temperatura corporal a valores inferiores a los normales. Alternativamente, puede remitir la fiebre hacia la mitad del período erosivo y, 2-3 días más tarde, alcanzar la temperatura normal con una rápida resolución de las lesiones bucales, detención de la diarrea e inicio de una convalecencia sin complicaciones. Típicamente, las canales de los animales muertos están deshidratadas, macilentas y sucias. Las fosas nasales y los carrillos muestran evidencias de descargas mucopurulentas, los ojos están hundidos y la conjuntiva congestionada. En la cavidad oral hay una extensa descamación del epitelio necrótico, que siempre aparece separado de las áreas adyacentes de mucosa sana. Las lesiones se extienden a menudo al paladar y pueden implicar a la faringe y a la porción superior del esófago; normalmente, las distintas cavidades del rumen no están afectadas, aunque ocasionalmente se encuentran placas necróticas en los pilares del rumen. La región pilórica está especialmente afectada y muestra congestión, petequias y edema de la submucosa. La necrosis epitelial da un color grisáceo a la membrana mucosa. Por lo general, el intestino delgado no está implicado, excepto por cambios notables en las placas de Peyer donde la necrosis linfoide y la descamación dejan la estructura orgánica engrosada o ennegrecida. En el intestino grueso los cambios afectan a la válvula ileocecal, el ganglio cecal y las crestas de los repliegues longitudinales de las mucosas del ciego, colon y recto. Los repliegues aparecen muy marcados en casos de muerte aguda y con color oscuro en casos duraderos; en ambos casos las lesiones se conocen como "bandas de cebra". Aunque las infecciones con el linaje 2 pueden pasar inadvertidas en el ganado, el virus es muy infeccioso para especies de vida salvaje, y entre las especies susceptibles (búfalo, eland y kudu) se origina fiebre, descarga nasal, estomatitis erosiva típica, gastroenteritis y muerte. Kock (10) observó además que los búfalos infectados 158 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.4. — Peste bovina por el linaje 2 tenían los ganglios linfáticos periféricos inflamados, lesiones de la piel con placas queratinizadas y queratoconjuntivitis. Los kudus se infectaron de modo similar, pero aunque la ceguera fue común -causada por una queratoconjuntivitis aguda- la diarrea no fue un síntoma usual. Los elands también mostraron necrosis y erosiones en la mucosa bucal junto con deshidratación y extenuación. Por tanto, en las presentes circunstancias, el diagnóstico de peste en cualquiera de estas especies indica probablemente la transmisión simultánea del virus al ganado circundante, aunque a un nivel subclínico. B. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO 1. Identificación del agente En vista de los esfuerzos orientados a la erradicación del linaje 2, cualquier brote de peste bovina tiene una elevada significación epidemiológica. Por ello, las muestras de todos los brotes diagnosticados como peste bovina sobre bases clínicas o patológicas deben ser enviadas para confirmación en el laboratorio. Se dispone de una adecuada variedad de pruebas de laboratorio, pero es de capital importancia aislar el virus, identificar su linaje y establecer su virulencia en ganado experimental (1). Aunque no es una prueba diagnóstica definitiva, una prueba rápida en tira cromatográfica (Prueba Penside; ref. 6) resulta ser un instrumento útil para ayudar al personal de campo a investigar brotes de peste bovina en las fases finales de erradicación. En Pakistán (9) y Yemen, ha sido particularmente eficaz. La muestra preferida, siempre que sea posible, es sangre con anticoagulante. La aparición de la viremia suele preceder ligeramente a la aparición de la fiebre y continuar durante 1-2 días después de que la pirexia empieza a desaparecer. En consecuencia, los animales con fiebre son probablemente virémicos y constituyen por tanto la mejor fuente de sangre con la que intentar el aislamiento del virus. No obstante, como algunos animales febriles pueden ocasionalmente no ser virémicos, se deben tomar muestras de diferentes animales con fiebre. Es importante asegurar que haya suficiente muestra disponible para intentar al menos dos aislamientos del virus en el envío inicial cuando aparece un brote sospechoso. Los otros procedimientos descritos deben intentarse solo si hay muestra disponible en exceso. a) Aislamiento del virus El virus de la peste bovina puede cultivarse de la fracción de leucocitos de la sangre completa recogida con heparina o EDTA (ácido etilén diamino tetra-acético) a una concentración final de 10 unidades internacionales (UI)/ml y 0,5 mg/ml, respectivamente. Las muestras deben mezclarse cuidadosamente y llevarse al laboratorio con hielo, pero no congeladas. El virus también puede aislarse de muestras de ganglios linfáticos del bazo, preescapulares o mesentéricos de animales muertos; estas muestras pueden congelarse para el transporte. Para aislar el virus de la sangre, se centrifuga la sangre no coagulada a 2.500 g durante 15 minutos hasta producir una capa leucocitaria en la interfase entre el plasma y los eritrocitos. Esta capa se extrae tan limpiamente como sea posible, se mezcla con 20 ml de solución salina fisiológica y se recentrifuga en un proceso de lavado diseñado para eliminar cualquier anticuerpo neutralizante presente en el plasma. El precipitado celular resultante se suspende en medio de mantenimiento para cultivo celular y se distribuye en alícuotas de 2 ml sobre monocapas establecidas en tubos rodantes con células primarias de riñón de cordero, células linfoblastoides B95a de mono tití o células de riñón de mono verde africano (Vero). El medio de cultivo se decanta y se reemplaza cada 2-3 días y se observa la monocapa microscópicamente para el desarrollo de efectos citopáticos (ECP). Éstos se caracterizan por refractibilidad, redondeamiento celular, retracción de las células con formación de puentes citoplásmicos alargados (células estrelladas) y/o formación sincitial. La velocidad a la que se desarrolla el ECP varía en función del substrato y de la cepa del virus. En células primarias se puede esperar hasta 12 días, en células Vero una semana y en células B95a 2-4 días. Antes de declarar negativa una muestra importante se pueden intentar pases, pero una técnica preferible sería inocular intravenosamente la suspensión celular, y cualquier residuo de la muestra original, en un buey susceptible e intentar reaislar el virus de su sangre. Los aislamientos de virus se pueden identificar parcialmente demostrando la presencia de precipitógenos específicos de morbilivirus en los restos de células infectadas, o bien identificar por completo mediante inmunofluorescencia específica utilizando un anticuerpo monoclonal (MAb) conjugado. Alternativamente, se pueden emplear suspensiones al 20% (p/v) de ganglios linfáticos o de bazo. Éstas se deben hacer homogenizando los tejidos sólidos con medio de mantenimiento de los cultivos sin suero y 1 utilizando técnicas normalizadas de homogenización o de corte e inoculando las monocapas como antes. 1 La liberación de virus de tejidos sólidos se puede lograr de diversos modos. El más sencillo es con un mortero, pero esta técnica requiere el uso de arena estéril como abrasivo. Alternativamente, el tejido se puede moler sin abrasivo utilizando un molinillo de vidrio, como por ejemplo el Ten Broeck. Las técnicas de corte son igualmente aplicables utilizando, por ejemplo, batidoras Silverson o Waring. Las suspensiones que contienen los virus se clarifican por centrifugación a baja velocidad. El volumen de inóculo no es importante; un volumen normal de trabajo es 1-2 ml. Los antibióticos más utilizados son penicilina y estreptomicina, utilizados en combinación, cada uno a una concentración de 100 UI/ml. Se Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 159 Capítulo 2.1.4. — Peste bovina b) Detección de antígeno por inmunodifusión en gel de agar Las pruebas de inmunodifusión en gel (IGDA) pueden hacerse en placas Petri o en portas de vidrio para microscopio (7). En cualquier caso, la superficie se cubre con agar hasta una profundidad de unos 4 mm utilizando una solución acuosa de agar o agarosa al 1% de alta calidad. Se cortan pocillos en disposición hexagonal, con seis pocillos periféricos alrededor de un único pocillo central. En los portas, los pocillos deben tener 3 mm de diámetro y estar separados 2 mm. En las placas Petri, los pocillos pueden aumentarse a 4 mm y la distancia entre los pocillos a 3 mm. Cuanto más juntos se coloquen los pocillos entre sí, menor es el tiempo de reacción. Con una pipeta de pequeño volumen, se coloca en el pocillo central un suero de conejo hiperinmune contra la peste bovina. De modo similar, se coloca en pocillos periféricos alternativos (es decir, en el pocillo uno, tres y cinco) un control positivo de antígeno preparado de ganglios linfáticos homogenizados de conejos infectados con la cepa de peste lapinizada Nakamura III. El control de antígeno negativo se coloca en el pocillo cuatro. Los antígenos problema se obtienen de exudados de un corte del bazo o de nódulos linfáticos enviados como muestra para la prueba; alternativamente, se homogeniza un pequeño trozo de la muestra en solución salina. Los exudados oculares se pueden tomar directamente de los frotis o por compresión de una micropipeta (debe quitarse el algodón del hisopo de toma de muestra, y colocarlo en el extremo ancho de una punta desechable de plástico de una micropipeta de 50-250 µl; luego, con la varilla del hisopo, se comprime el algodón y se fuerza hasta que salga un pequeño volumen del exudado por el extremo delgado de la punta de la micropipeta). Las muestras se añaden a los pocillos dos y seis. Las pruebas se desarrollan mejor a 4°C o a temperatura ambiente baja. El área de reacción debe inspeccionarse a partir de las 2 horas para la aparición de líneas de precipitación limpias y netas entre los pocillos, formando una línea de identidad con los controles. Si no se obtiene resultado en 24 horas, las pruebas se desechan. Los resultados no son válidos si no se obtiene también reacciones de precipitación que den una línea de identidad con la preparación de control positivo de antígeno. Aunque la prueba no es muy sensible ni muy específica, es resistente y adaptable a condiciones de campo. Una reacción positiva en un rumiante doméstico grande debe considerarse peste bovina. En un rumiante pequeño, un resultado positivo debe considerarse como derivado de un caso de peste de los pequeños rumiantes (PPR) y requiere una diferenciación posterior. c) Histopatología En examen post-mortem, se recogen los tejidos y se colocan en 10% de formalina neutra tamponada para histopatología e inmunohistoquímica; los tejidos adecuados son la base de la lengua, el ganglio linfático retrofaríngeo y el tercer párpado. Se deben examinar cortes teñidos con hematoxilina y eosina para ver formación de sincitios celulares y de células con cuerpos de inclusión víricos intranucleares. La presencia de antígenos de la peste bovina puede demostrarse en los mismos tejidos fijados con formalina por tinción con inmunoperoxidasa después de determinar la actividad de la peroxidasa basal endógena. Si se utiliza un anticuerpo policlonal, esta prueba no diferencia entre peste bovina y PPR. Sin embargo, este problema puede superarse utilizando una sonda de ARN antisentido contra el gen de la proteína N de la peste bovina (5). d) Identificación del linaje por medio de la reacción en cadena de la polimerasa con trascripción inversa La reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa (RT-PCR) (8) genera ADN adecuado para análisis de las secuencias de los genes. El ARN vírico puede purificarse del bazo (no lo ideal debido a su elevado contenido en sangre), de ganglios linfáticos y amígdalas (lo ideal), de linfocitos de la sangre periférica (PBLs) o de frotis oculares o de lesiones bucales. Los tejidos sólidos (0,5-1,0 g) se trocean y se 2 homogenizan con 4,0 ml de solución desnaturalizante , los frotis oculares y bucales se tratan con 1,0 ml y los PBLs purificados (de 5-10 ml de sangre completa) con 0,4 ml, según el procedimiento publicado. El ARN obtenido se precipita con 2,5 volúmenes de etanol, se lava con etanol al 70%, se disuelve en agua estéril o en tampón TE (Tris/EDTA, 10 mM, pH 7,5, con EDTA 1 mM), y se guarda a -70°C o -20°C hasta su empleo. La síntesis de ADN complementario (ADNc) se realiza con cebadores hexanucleotídicos aleatorios para utilizar más tarde diferentes lotes específicos de cebadores en el paso de amplificación por PCR. Después 2 160 puede obtener una mezcla similar de amplio espectro utilizando neomicina a 50 µg/ml. Debería incluirse fungizona a 2,5 µg/ml. Solución D (solución desnaturalizante de rotura): el procedimiento es el recomendado para reducir el riesgo de manejar tiocianato de guanidina venenoso. Debe realizarse en una cabina química de seguridad. Se indican las cantidades de tiocianto de guanidina para una botella de 250 g, pero los volúmenes se pueden ajustar para otras cantidades. No intentar pesar el tiocianato de guadina, sino disolverlo en la botella del fabricante añadiendo 293 ml de agua destilada estéril, 17,6 ml de citrato sódico 0,75 M, pH 7,0, y 26,4 ml de sarcosil al 10%; luego se calienta en un baño de agua a 65°C hasta completa disolución. Esta solución se mantiene varios meses en la oscuridad a temperatura ambiente en una cabina química de seguridad. La solución D final se hace añadiendo 0,36 ml de 2-mercaptoetanol a 50 ml de la solución stock. Esta solución no debe mantenerse más de 1 mes. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.4. — Peste bovina se amplifican alícuotas del ADNc resultante, usando al menos tres lotes de cebadores que puedan detectar y diferenciar entre los dos morbilivirus. Estos juegos incluyen dos lotes "universales" basados en regiones muy conservadas en los genes de la fosfoproteína y nucleoproteína que se detectan en todos los morbilivirus, y un lote específico del virus de la peste bovina basado en las secuencias de los genes de las proteínas de fusión del virus. Los productos de la PCR se analizan en un gel de agarosa al 1,5% (p/v) junto con marcadores adecuados de ADN para identificar el producto específico de ADN. En cada RT-PCR se debe incluir un control positivo, como el ARN del virus del sarampión o del moquillo canino, y un control negativo con agua destilada estéril en vez de ARN. Las reacciones positivas deben confirmarse usando lotes de cebadores "anidados" sobre secuencias del gen F o por análisis de las secuencias del ADN producido. Es importante utilizar más de un juego de cebadores en el paso de la PCR cuando se prueba la presencia de virus con ARN, pues su secuencia nucleotídica puede variar considerablemente y un cambio en el extremo 3´ de la secuencia del cebador ocasiona la imposibilidad de amplificar el ADN. El Laboratorio de Referencia Mundial en Inglaterra, que es también un laboratorio de referencia de la OIE para Peste Bovina, y el laboratorio de referencia de la OIE en Francia (ver Cuadro en la Parte 3 de este Manual) pueden aconsejar sobre el uso de la técnica para análisis de muestras de campo. • Inmunocaptura diferencial Ni las observaciones clínicas ni las pruebas IGDA pueden diferenciar entre peste bovina y PPR. Por ello, en países en que ocurren ambas enfermedades, se deben emplear otras pruebas si se sospecha cualquiera de estas enfermedades en ovejas o cabras. Se puede conseguir una diferenciación rápida utilizando una prueba ELISA de inmunocaptura diferencial (11). Esta prueba emplea MAbs dirigidos contra la proteína N de los dos virus. Se utiliza como anticuerpo de captura un MAb que reacciona contra los dos virus, mientras que un segundo MAb, que está biotinilado y es específico para un sitio antigénico no superpuesto de la proteína N, y que puede ser específico de peste bovina, o bien de PPR, se utiliza para determinar la proteína N que ha sido capturada. Las placas (o tiras) para ELISA con alta capacidad de unión de proteínas se recubren con 100 µl de antígeno de captura por pocillo. Después de tres lavados, se añade a los pocillos 50 µl de la muestra problema diluida 1/10 en un tampón e lisis, 25 µl de la dilución recomendada por el fabricante del MAb específico para el virus y 25 µl de estreptavidina-peroxidasa a una dilución final de 1/3.000. Los pocillos se llevan a continuación a un agitador orbital durante 1 hora a 37°C y después se lavan de nuevo. Después de la adición de 100 µl de ortofeniléndiamina (OPD), los pocillos se reincuban durante 10 minutos a temperatura ambiente. Las reacciones se detienen añadiendo 100 µl de ácido sulfúrico 1 N y los resultados se miden a 492 nm en un lector ELISA automático y se expresan como valores de absorbancia. 2. Pruebas serológicas a) El enzimoinmunoensayo competitivo (prueba prescrita para el comercio internacional) Se dispone de un ELISA competitivo para la detección de anticuerpos contra la peste bovina en el suero de animales de cualquier especie que se haya expuesto previamente al virus. La prueba se basa en la capacidad que presentan los sueros problema positivos para competir en la unión al antígeno de la peste bovina con un MAb anti-proteína H de la peste bovina. La presencia de tales anticuerpos en la muestra problema bloqueará la unión del MAb, produciendo una reducción en el color esperado de la reacción después de añadir IgG anti-ratón conjugada con una enzima y una solución de substrato/cromógeno. Como es un ensayo en fase sólida, se necesitan pasos de lavados para asegurar la eliminación de los reactivos que no se unen. El antígeno de la peste bovina se prepara a partir de cultivos celulares Madin-Darby de riñón bovino infectados con la cepa atenuada Kabete "O" del virus de la peste bovina. El antígeno se concentra del sobrenadante del cultivo celular infectado, por precipitación con sulfato amónico. El MAb se obtuvo fusionando esplenocitos de ratones hiperinmunizados con la línea celular de mieloma NSO, y comprobando que era específico para peste bovina (2); este MAb se designa en la actualidad como C1. Tanto el C1 como el antígeno estandarizado de la peste bovina están disponibles en el laboratorio de referencia de la OIE para Peste Bovina en Inglaterra (ver Cuadro en la Parte 3 de este Manual). Existen kits comercializados. • Procedimiento de la prueba i) Reconstituir el antígeno liofilizado de peste bovina con 1 ml de agua estéril y, posteriormente, diluir con solución salina tamponada con 0,01 M de fosfato (PBS), pH 7,4, hasta la dilución de trabajo recomendada por el fabricante ii) Distribuir de inmediato volúmenes de 50 µl del antígeno diluido en un número apropiado de pocillos de una microplaca para ELISA con alta capacidad de unión de proteínas y con fondo plano, utilizando dos pocillos por suero problema. Golpear lateralmente la microplaca para asegurar que el antígeno se Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 161 Capítulo 2.1.4. — Peste bovina distribuye uniformemente por el fondo de cada pocillo, tapar la microplaca e incubar en un agitador orbital durante 1 hora a 37°C. Lavar después los pocillos tres veces con 0,002 M de PBS, pH 7,4. iii) Añadir a cada pocillo de la prueba 40 µl de tampón de bloqueo (0,01 M de PBS, 0,1% [v/v] de Tween 20 y 0,3% [v/v] de suero bovino normal) seguido por volúmenes de 10 µl a todos los sueros problema. iv) Seguir las recomendaciones del fabricante para preparar una dilución de trabajo del MAb en tampón de bloqueo y añadir 50 µl del mismo a cada pocillo de la prueba. Tapar la placa y re-incubar en un agitador orbital durante 1 hora a 37°C. v) Seguir las recomendaciones del fabricante para preparar una dilución de trabajo de inmunoglobulina de conejo anti-ratón conjugada con peroxidasa de rábano en tampón de bloqueo y añadir 50 µl a cada pocillo de la prueba. Tapar la placa y re-incubar en un agitador orbital durante 1 hora a 37°C. vi) Lavar las placas como antes e inmediatamente después añadir volúmenes de 50 µl de mezcla de substrato/cromógeno (1 parte de H2O2 al 3% y 250 partes de OPD) e incubar a temperatura ambiente durante 10 minutos sin agitación. A continuación, añadir 50 µl de una solución de parada, que consiste en ácido sulfúrico 1 M. vii) El sistema de prueba debe incluir muestras de suero positivas y negativas para la peste bovina, un control de MAb y un control de conjugado. viii) Los valores de absorbancia se miden en un lector de ELISA con un filtro de interferencia a 492 nm y los resultados de la prueba se expresan como valores de porcentaje de inhibición respecto al valor obtenido en el control de MAb. Valores de inhibición de 50% o más se consideran positivos, y valores inferiores al 50% se consideran negativos. ix) Actualmente se está analizando el ELISA competitivo "H" a dos valores de corte (50% y 35%) para intentar aumentar la sensibilidad. Se ha desarrollado un método ELISA indirecto que podría ser útil para programas de vigilancia de peste bovina, especialmente en áreas en las que el virus del linaje II puede estar presente (20). Sin embargo, las características de rendimiento de la prueba indican un problema de especificidad y por tanto su utilización requerirá pruebas confirmativas. b) Neutralización del virus La "norma de oro" en la prueba de neutralización vírica (NV) se lleva a cabo en cultivos de tubos rodantes con células primarias de riñón de ternero siguiendo el método de Plowright & Ferris (14), dado que los resultados obtenidos con esta prueba se validaron con ganado bovino. En el procedimiento de los tubos rodantes, se diluye un suero no inactivado a intervalos decimales y después, comenzando con el suero sin 3,0 diluir, se mezcla con un volumen igual de virus que contenga aproximadamente 10 DICT50 (dosis infectiva del 50% en cultivo de tejido) de la cepa vacunal atenuada Kabete "O" por ml. La mezcla se mantiene durante toda la noche a 4°C y después se inoculan volúmenes de 0,2 ml en cada uno de cinco tubos rodantes, y a continuación 1 ml de células indicadoras dispersadas y suspendidas en medio de crecimiento 5 a razón de 2 x 10 células por ml. Los tubos se incuban a 37°C, se vierten a los 3 días, se rellenan con medio de mantenimiento y se colocan en el aparato de rotación; el examen final se hace a los 10 días. 1,8 Para calcular los puntos finales, la dosis vírica se considera satisfactoria si está entre los límites de 10 a 2,8 10 DICT50/tubo; hay que considerar que las diluciones del suero se doblan después de mezclarlas con la dosis de virus. Esta prueba debe emplearse para examinar los sueros de animales que reaccionan con el ELISA durante programas de vigilancia diseñados para demostrar la ausencia de infección o para cualificar el ganado susceptible para pruebas de vacunación. En estas circunstancias, la presencia de cualquier anticuerpo detectable en la dilución sérica final (1/2) se interpreta que indica una infección previa con peste bovina. La prueba NV es la prueba de elección para examinar muestras de suero de animales salvajes. Como prueba de análisis se puede utilizar un método en microplaca. En este procedimiento, se diluye una dilución inicial de 1/5 a intervalos dobles. Después se incuban volúmenes de 50 µl de suero con volúmenes 1,8 2,8 de 50 µl de virus que contenga entre 10 y 10 DICT50 (17). Después de una incubación de 45 minutos o 5 de toda la noche, se añaden como indicadores 1-2 x 10 células de riñón de ternero, de riñón de cordero o células Vero. Las pruebas terminan a los 6-7 días y pueden indicar neutralización inespecífica a elevadas concentraciones de suero. En algunos sueros normales (respecto a una exposición previa de peste bovina) parece haber factores que impiden la penetración y replicación del virus en las células indicadoras. En la prueba en tubo estos factores probablemente se eliminan durante los cambios del medio de mantenimiento, mientras que en el método de la microplaca permanecen presentes todo el tiempo. Si la dilución final más concentrada de suero se limita a 1/10, este efecto desaparece. 162 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.4. — Peste bovina C. REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y LOS MATERIALES DE DIAGNÓSTICO Muchos países han utilizado vacunas contra la peste bovina hasta reducir su incidencia a cero y luego han seguido las recomendaciones de la OIE para que su estado de libres de peste bovina fuera reconocido internacionalmente. Para obtener esta situación, el proceso de la vacunación anual contra la peste bovina ha sido reemplazado en muchos casos por vigilancia activa y pasiva, clínica y serológica. La vacunación intensiva en los focos de enfermedad (inmunoesterilización) se ha reservado para tratar de controlar campañas de emergencia (18). La vacuna viva atenuada en cultivo de tejidos contra la peste bovina (TCRV) descrita en ediciones previas de este Manual fue desarrollada por Plowright mediante pases seriados de la cepa virulenta Kabete "O" (RBKO) en células primarias de riñón de ternero. En vista del éxito del Programa de erradicación global de la peste bovina, parece que la mayoría de los fabricantes de vacunas ya no elaboran este producto, aunque algunos conservan considerables stocks. La vacuna con TRCV induce una inmunidad persistente que, desafortunadamente, no puede distinguirse con facilidad de la respuesta de formación de anticuerpos inducida por el virus natural, igualmente duradera. Debido al conflicto entre mantener la vigilancia como el mejor instrumento para determinar la distribución natural del linaje 2 del virus y la posible necesidad de inmunizar simultáneamente animales con vistas a interrumpir la transmisión vírica, existe una necesidad urgente para reemplazar la TCRV con una vacuna marcadora. Se han descrito vacunas candidatas (4, 19) pero aún deben ser registradas por un fabricante con las autoridades nacionales. Las directrices para la producción de vacunas veterinarias se exponen en el Capítulo I.1.7. Principios de producción de vacunas veterinarias. Las normas dadas aquí y en el Capítulo I.1.7 son de carácter general y pueden suplementarse con requisitos nacionales y regionales. Como se ha indicado antes, la producción de TCRV se ha detenido virtualmente, y parece improbable su uso en el futuro. Sin embargo, la descripción publicada en la edición previa de este Manual se repite aquí para que esté disponible si las condiciones cambian. 1. Control del inóculo a) Características del inóculo Los lotes de inóculo empleados en la fabricación de TCRV deben producir una vacuna en cultivo celular que sea segura, confiera una inmunidad en el ganado que dure al menos 5 años, retenga sus características atenuadas durante al menos cinco pases en el ganado y que carezca de capacidad para extenderse por contacto. Las subcepas de RBOK que se empleen en la producción de TCRV deben ser identificables por registros históricos escritos que incluyan información sobre el origen de la cepa y sus subsiguientes manipulaciones. b) Método de cultivo La siembra de la vacuna debe mantenerse por un sistema de lotes de inóculo entre los pases 90 y 120. Los lotes de virus de siembra deben conservarse en estado liofilizado a -20°C o a temperatura inferior. El virus debe cultivarse en células Vero o en células primarias o cultivadas serialmente de riñón derivadas de un feto bovino normal o de un ternero muy joven. Las células de cultivos seriados no pueden tener más de diez pases del cultivo primario. c) Validación como una vacuna Los lotes de inóculo deben ser: 2. i) Puros: Libres de contaminación con virus, bacterias, hongos o micoplasmas. ii) Inocuos: Que no induzcan una reacción clínica anormal inoculados en ganado susceptible a la peste bovina. iii) Eficaces: Que induzcan inmunidad a la peste bovina en ganado susceptible. Método de producción Los lotes individuales de vacunas se preparan infectando cultivos celulares y, después de un tiempo de incubación apropiado, se recoge el medio en el que se han liberado gran número de virus vivos. Para facilitar la conservación a largo plazo y la distribución en la cadena de frío, este líquido se liofiliza en presencia de un crioprotector que consiste en 5% de hidrolizado de lactalbúmina y 10% de sacarosa. El virus puede obtenerse en células primarias de riñón de embriones bovinos o de terneros, o en células derivadas de estas fuentes hasta los Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 163 Capítulo 2.1.4. — Peste bovina diez pases seriados. Además, la vacuna se puede producir en líneas celulares continuas aprobadas, con tal de que se sepa que no están infectadas con el virus de la diarrea bovina vírica (BVDV) y que se mantengan por un sistema de lotes de siembra; a este respecto se han utilizado células Vero. Para constituir un lote, los cultivos infectados deben haber sido inoculados con el mismo virus de siembra e incubados y recogidos juntos. Se permiten dos recogidas de la misma serie de cultivos, las cuales pueden juntarse para formar una suspensión completa. Todas las fases de la producción de vacunas deben ir acompañadas de registros escritos. 3. Control del proceso Células: Las células primarias, las células cultivadas en serie o las líneas celulares continuas deben proceder de animales o embriones normales y mantener una morfología normal durante el cultivo. Deben estar libres de contaminación por otros virus, particularmente del BVDV. Cualquiera que sea el tipo de célula empleada en la producción de vacunas, se deben mantener cultivos control no infectados utilizando los mismos medios y condiciones de incubación que con las células infectadas y deben someterse a frecuentes observaciones microscópicas. Después de recoger la vacuna, los cultivos control se lavan para eliminar el suero bovino y se reincuban durante 10 días en un medio que contenga sustitutos del suero bovino. Se vuelven a observar microscópicamente para efectos citopáticos. Simultáneamente, se debe examinar una muestra de los cultivos para la presencia del BVDV no citopático mediante una prueba de inmunofluorescencia o de inmunoperoxidasa, o por RT-PCR. El suero utilizado en los medios de cultivo debe proceder de animales susceptibles a la peste bovina. Virus: Se debe realizar una titulación vírica del lote de siembra con diluciones del virus 1/20 en una microplaca o en un sistema de tubos rodantes y utilizar diez réplicas por dilución. Debe realizarse una titulación similar en el producto final. El virus debe proceder de cultivos mantenidos en botellas rodantes y no debe recogerse de cultivos con más de 10 días de incubación desde la inoculación. El material recogido se clarifica por centrifugación a baja velocidad antes de mezclarlo con un crioprotector. Se puede mantener sin liofilizar como mucho durante 5 días a 4°C, pero por mucho más tiempo si se congela desde -20°C a -60°C. Como pueden aparecer virus contaminantes durante las manipulaciones de fabricación o como consecuencia del uso de medios contaminados, se utiliza suero de conejo hiperinmune para neutralizar el contenido de peste bovina de la suspensión completa, después de lo cual la muestra debe utilizarse para infectar células Vero o de riñón de ternero como se ha descrito antes. El producto final debe probarse para verificar la ausencia de bacterias, hongos y micoplasmas. 4. Control de lotes a) Identidad El contenido de un recipiente de cada lote de producción debe exponerse a la neutralización con un antisuero de conejo contra la peste bovina, utilizando un método con virus variable/suero constante, e inocularse en células de riñón bovino. Se verifica la identidad del producto si no aparece ECP específico de la peste bovina. b) Esterilidad Las pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación de materiales biológicos pueden encontrarse en el Capítulo I.1.5. c) Inocuidad y eficacia Disponiendo de ganado susceptible a la peste bovina, se junta el contenido de cinco viales seleccionados al azar y se emplea para inocular un buey con un volumen equivalente a 100 veces la dosis de campo para ganado y otro buey con un volumen equivalente a una décima parte de una dosis de campo para ganado. Estos animales se mantienen durante 3 semanas en estrecho contacto con un buey no inoculado. Durante este período se controla diariamente la temperatura de los animales y se realizan frecuentes inspecciones clínicas. Al final de las 3 semanas, el ganado se examina para anticuerpos neutralizantes contra la peste bovina y se inocula en desafío con una cepa de peste bovina capaz de producir fiebre. La vacuna se considera inocua y eficaz si no induce ninguna reacción clínica anormal, si los dos animales que recibieron la vacuna resultan protegidos y si no existe evidencia de transmisión del virus vacunal. Esta prueba no es una prueba de potencia. Cada lote de vacuna debe probarse también para inocuidad en pequeños animales. d) Potencia La estrecha relación entre la potencia inmunizante y la infectividad permite usar ésta última como base para estimaciones de potencia. Se realizan tres titulaciones de infectividad utilizando células de una línea celular aprobada o células de tres riñones diferentes de ternero o embrión bovino. En la primera titulación se puede 164 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.4. — Peste bovina utilizar el conjunto de viales empleados en la prueba de inocuidad. La segunda y tercera determinación se hace con otros contenidos, en cada caso con el procedente de tres recipientes finales. La sensibilidad de las células usadas en cada sesión de trabajo debe medirse utilizando una preparación estándar de virus de la peste bovina. El título final es la media geométrica de las tres determinaciones, realizando cada una con diluciones decimales y diez observaciones por cada dilución. e) Duración de la inmunidad Es necesario establecer rutinariamente la duración de la inmunidad al TCRV. Los resultados descritos indican que puede esperarse una inmunidad para toda la vida después de la vacunación satisfactoria del ganado libre de todo vestigio de inmunidad maternal. f) Estabilidad El TCRV es muy estable cuando se liofiliza correctamente, y se mantiene por mucho tiempo tanto a +4°C como a -20°C con tal de que el producto se conserve al vacío. Una reciente evidencia señala que la velocidad de degradación del TCRV puede alterarse dependiendo del estabilizador y de variaciones del ciclo de secado. Los resultados más ventajosos se asociaron al empleo como estabilizador de hidrolizado de lactalbúmina al 5% y sacarosa al 10%, un ciclo de secado de 72-74 horas bajo un vacío reducido (100 miliTorr), un secado inicial de 16 horas a -30°C, y una temperatura final de conservación de 35°C. Con títulos elevados, la vacuna se puede utilizar en el campo durante 30 días sin refrigeración. Después de la reconstitución en solución salina normal o en sulfato magnésico 1 M, el virus es mucho más termolábil. El período para distribución de la vacuna reconstituida en el campo no debería superar su vida media, pero como este parámetro es dependiente de la temperatura y varía de 8 a 24 horas en un margen de 4°C a 37°C, se debe aplicar un límite de acuerdo con el sentido común; el límite pueden determinarlo las autoridades nacionales de control, pero puede recomendarse un período universal de 4 horas. g) Conservantes El TCRV contiene hidrolizado de lactalbúmina y sacarosa que se añaden como crioprotectores; por otra parte, no contiene conservante químico específico. h) Precauciones (riesgos) No se conocen riesgos asociados con la producción o el uso del TCRV. REFERENCIAS 1. ANDERSON J., BARRETT T. & SCOTT G.R (1966). Manual on the Diagnosis of Rinderpest, Second Edition. FAO Animal Health Manual No.1. Food and Agriculture Organisation of the United Nations (FAO), Rome, Italy, 143 pp. 2. ANDERSON J., MCKAY J.A. & BUTCHER R.N. (1991). The use of monoclonal antibodies in competitive ELISA for the detection of antibodies to rinderpest and peste des petits ruminants. En: The Seromonitoring of Rinderpest Throughout Africa. Phase One. Proceedings of Final Research Co-ordination Meeting. Joint FAO/IAEA (Food and Agriculture Organisation of the United Nations/International Atomic Energy Agency) Division, Vienna, Austria, 43–53. 3. BARRETT T., FORSYTH M., INUI K., W AMWAYI H.M., KOCK R., WAMBURA J., MWANZIA J. & ROSSITER P.B. (1998). Rediscovery of the second African lineage of rinderpest virus: its epidemiological significance. Vet. Rec., 142, 669–671. 4. BARRETT T., PARIDA S., W ALSH P., ANDERSON J. & BARON M. (2003). New Rinderpest Vaccines: Marker Genes for the Plowright Vaccine. Proceedings of the Global Rinderpest Eradication Programme (GREP) Technical Consultation 2002, Food and Agriculture Organisation of the United Nations (FAO), Rome, Italy. 5. BROWN C.C. (1997). 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Global Eradication of Rinderpest with Recombinant Vaccines and Rapid Diagnostic Kits Produced in Africa under the Auspices of AU/IBAR (African Union-Interafrican Bureau for Animal Resources). Proceedings of the Global Rinderpest Eradication Programme (GREP) Technical Consultation 2002, Food and Agriculture Organisation of the United Nations (FAO), Rome, Italy. 20. YILMA T., AZIZ F., AHMAD S., JONES L., NGOTHO R., W AMWAYI H., BEYENE B., YESUS M., EGZIABHER B., DIOP M., SARR J. & VERARDI P. (2003). Inexpensive vaccines and rapid diagnostic kits tailor-made for the global eradication of rinderpest, and technology transfer to Africa and Asia. Dev. Biol. (Basel), 114, 99–111. * * * NB: Existen laboratorios de referencia de la OIE para la Peste Bovina (ver Cuadro en la parte 3 de este Manual de animales terrestres o consultar la página web de la OIE para una lista actualizada: www.oie.int) 166 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 CAPÍTULO 2.1.5. PESTE DE LOS PEQUEÑOS RUMIANTES RESUMEN La peste de los pequeños rumiantes (PPR) es una enfermedad contagiosa aguda causada por un morbilivirus de la familia Paramyxoviridae. Afecta a los pequeños rumiantes, especialmente, a las cabras, que son muy susceptibles y, ocasionalmente, a los animales salvajes. La PPR existe en los países de África situados entre el ecuador y el Sahara, en la península arábiga, en la mayoría de los países de Oriente Medio y en el sudoeste de Asia. La enfermedad clínica es parecida a la peste bovina en el ganado vacuno. Normalmente es aguda y se caracteriza por secreciones nasales y oculares serosas. La PPR se caracteriza por pirexia extrema, que puede durar 3–5 días, lesiones erosivas en la boca, diarrea y neumonía. En la necropsia pueden aparecer las “rayas de cebra” características en el intestino grueso, pero éstas no constituyen un hallazgo significativo. Cuando se combina con una infección bacteriana, pueden aparecer también lesiones en los pulmones, congestión o bronconeumonía. La enfermedad debe distinguirse de la peste bovina, lengua azul, fiebre aftosa y otras enfermedades exantémicas. Identificación del agente: Para hacer el diagnóstico mediante el aislamiento del virus es importante tomar las muestras en el momento adecuado, y deberán obtenerse en la fase aguda de la enfermedad cuando aún son evidentes los signos clínicos. Las muestras pueden proceder de frotis de secreciones nasales, de las mucosas bucales y rectales y de sangre no coagulada. El diagnóstico rápido se realiza mediante el enzimoinmunoensayo de captura (ELISA), la contrainmunoelectroforesis e inmunodifusión en gel de agar. También puede emplearse la reacción en cadena de la polimerasa. Pruebas serológicas: En las pruebas serológicas empleadas rutinariamente se incluyen la neutralización vírica y la técnica ELISA de competición. También pueden utilizarse otras como la contrainmunoelectroforesis, la prueba de inmunofluorescencia indirecta para anticuerpos y una prueba de inhibición de precipitación Requisitos para las vacunas y los materiales de diagnóstico: La vacunación se ha llevado a cabo utilizando la vacuna de histocultivos frente a la peste bovina, dado que existe una relación antigénica entre la PPR y los virus de la peste bovina. Se ha elaborado una vacuna homóloga, probada en ensayos de campo, que se encuentra disponible comercialmente. El uso de esta vacuna frente a la PPR está plenamente recomendada para evitar las confusiones con la peste bovina cuando se realizan estudios serológicos. A. INTRODUCCIÓN La peste de los pequeños rumiantes (PPR) es una enfermedad vírica aguda de los pequeños rumiantes caracterizada por fiebre, secreciones oculonasales, estomatitis, diarrea y neumonía. Los animales infectados presentan síntomas clínicos similares a los de la peste bovina del ganado vacuno, de la que debe distinguirse. El virus de la PPR (PPRV) causa enfermedad clínica en las ovejas y las cabras, pero no produce signos clínicos cuando afecta al ganado vacuno. Se transmite mediante aerosoles entre los animales que viven en contacto íntimo (17). El virus de la PPR se ha clasificado dentro del género Morbillivirus de la familia Paramyxoviridae (14) en base a su similitud con los virus de la peste bovina, el moquillo canino y el sarampión. Los virus de este grupo tienen seis proteínas estructurales: la proteína de la nucleocápside (Np), que encapsula el RNA genómico viral, la Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 167 Capítulo 2.1.5. — Peste de los pequeños rumiantes fosfoproteína (P), que se asocia con la polimerasa (L) de proteína de gran tamaño), la proteína de la matriz (M), la proteína de fusión (F) y la de hemaglutinación (H). La proteína de la matriz, íntimamente asociada con la cara interna de la envoltura viral, hace de enlace entre la nucleocápside y las glucoproteínas externas H y F, que son responsables de la unión y de la penetración del virus en el interior de la célula a la que infecta. La PPR fue descrita por primera vez en Costa de Marfil (13), pero existe en la mayoría de los países de África, al sur del Sahara y al norte del ecuador (17) y en casi todos los países de Oriente Medio hasta Turquía (12, 18, 23, 31). La PPR está también muy extendida en India y en el sudoeste de Asia (27). La enfermedad natural afecta principalmente a las cabras y a las ovejas, pero, normalmente, es más grave en las cabras, donde causa enormes pérdidas, y sólo es grave en las ovejas de forma ocasional. Por lo general, se admite que el ganado vacuno sólo puede ser infectado subclínicamente. Sin embargo, en condiciones de pobreza puede ocurrir que el ganado vacuno desarrolle lesiones después de la infección por el virus de la PPR, cuyos signos clínicos se adscribirían a la peste bovina. De hecho, en los años 50 se describió la enfermedad y la muerte de terneras infectadas experimentalmente con tejido infectado por PPRV (27). Además, el PPRV se aisló en India (1995) de un brote de la enfermedad similar a la peste bovina en los búfalos (15). Se sospecha que el PPRV estuvo también implicado en la enfermedad epizoótica que afectó a los camellos de una joroba en Etiopía en 1995–1996 (24, 25). En algunas muestras patológicas tomadas durante dicho brote se detectaron el antígeno del virus de la PPR y el ácido nucleico del virus, pero no se aisló el virus vivo. Se ha descrito un caso de la enfermedad clínica en la fauna salvaje con resultado de muerte de gacelas (Gazella dorcas), cabra montés (Capra ibex nubiana), órices (Oryx gazella) y ovejas de Laristán (Ovis orientalis laristanica) (12). El venado de cola blanca americano puede ser infectado experimentalmente (16). El período de incubación es de 4–6 días, pero puede variar entre 3 y 10 días. La enfermedad clínica es aguda, con fiebre alta (hasta 41°C) que puede durar de 3–5 días; los animales muestran decaimiento, anorexia y se les seca el hocico. Las secreciones oculonasales serosas se vuelven progresivamente mucopurulentas y, si no se produce la muerte, persisten durante 14 días. En los cuatro días siguientes después de la aparición de la fiebre, las encías se vuelven hiperémicas y se desarrollan lesiones erosivas en la cavidad oral, produciéndose abundante salivación. Estas lesiones pueden volverse necróticas. En la última etapa es frecuente una diarrea sanguinolenta acuosa. También se produce neumonía, tos, crepitaciones pleurales y respiración abdominal. La tasa de morbilidad puede ser hasta del 100% y, en brotes graves, la mortalidad puede alcanzar el 100%. La tasa de mortalidad no sobrepasa el 50% en brotes más benignos. El diagnóstico presuntivo de la PPR se hace basándose en estos datos clínicos, pero se requiere la confirmación del laboratorio donde existe la peste bovina en el ganado vacuno. En la necropsia, las lesiones son similares a las observadas en el ganado vacuno afectado por la peste bovina. Las lesiones erosivas pueden extenderse desde la boca hasta la unión del rumen con el retículo. En el intestino grueso, en la unión cecocólica, normalmente, aparecen hemorragias lineales o “rayas de cebra” características, pero estas no constituyen un hallazgo significativo o común; habitualmente se presenta enteritis necrótica o hemorrágica. Los nódulos linfáticos se agrandan, el bazo puede mostrar lesiones necróticas y se produce una neumonía apical. No se conocen los riesgos para la salud de los trabajadores que están en contacto con el virus de la PPR, ya que no se tiene constancia de la infección por el virus en humanos. B. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO 1. Identificación del agente a) Toma de muestras En los animales vivos, se toman frotis de las secreciones de la conjuntiva y de las mucosas nasal y bucal. Para el aislamiento del virus, la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y para las pruebas hematológicas se toma también sangre entera en anticoagulante, durante la fase temprana de la enfermedad. En el examen post-mortem también deben tomarse asépticamente muestras (de dos o tres animales) de los ganglios linfáticos, en particular de los ganglios mesentéricos y bronquiales, de los pulmones, del bazo y de la mucosa intestinal; deben enfriarse en hielo y transportarse refrigeradas. Los fragmentos de órganos obtenidos para el estudio histopatológico se colocan en formalina al 10%. Se puede recoger sangre para realizar el diagnóstico serológico al final del brote. b) Inmuodifusión en gel de agar La inmunodifusión en gel de agar (IGDA) es una prueba sencilla y barata que puede realizarse en cualquier laboratorio e incluso sobre el terreno. El antígeno viral estándar de la PPR se prepara a partir de ganglios linfáticos mesentéricos o bronquiales, de material del bazo o de los pulmones que se tritura y se hace una 168 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.5. — Peste de los pequeños rumiantes suspensión al 1/3 en solución salina tamponada. Se centrifugan a 500 g durante 10–20 minutos y los sobrenadantes se guardan en alícuotas a –20°C. El algodón del bastoncillo empleado para tomar los frotis nasales u oculares, se quita utilizando un escalpelo y se introduce en una jeringa de 1 ml. La muestra se extrae con 0,2 ml de solución salina tamponada con fosfato (PBS) expulsando y llenando repetidamente los 0,2 ml de PBS en un tubo Eppendorf, utilizando el émbolo de la jeringa. La muestra resultante extraída del hisopo ocular/nasal, así como el material de tejido triturado preparado con anterioridad pueden guardarse a –20°C hasta su utilización. Pueden conservarse 1–3 años. El antígeno de control negativo se prepara de forma similar a partir de tejidos normales. El antisuero estándar se obtiene hiperinmunizando ovejas con 1 ml de PPRV con un título de 104 DICC50 (dosis infectiva 50% en cultivo celular) por mililitro suministrado a intervalos semanales durante 4 semanas. Se sangra a los animales entre 5 y 7 días después de la última inyección (7). El antisuero hiperinmune estándar frente a la peste bovina también es eficaz para la detección del antígeno de la PPR. i) Se dispensa agar al 1% en solución salina normal, conteniendo tiomersal (0,4 g/litro) o azida sódica (1,25 g/litro) como agente bacteriostático, en placas de Petri (6 ml/placa de 5 cm). ii) Se excavan pocillos en el agar siguiendo un patrón hexagonal, con un pocillo central. Los pocillos miden 5 mm de diámetro y están separados 5 mm. iii) El pocillo central se llena con el antisuero positivo; tres de los pocillos periféricos se llenan con el antígeno positivo y uno con el antígeno negativo. Los dos pocillos periféricos restantes se llenan con el antígeno problema, de forma que los antígenos problema y control negativo se alternen con los antígenos de control positivo. iv) Normalmente, a las 18–24 horas aparecerán de 1 a 3 líneas de precipitado entre el suero y los antígenos (9, 29). Estas líneas se intensifican lavando el agar con ácido acético glacial al 5% durante 5 minutos (este procedimiento se llevará a cabo con todas las pruebas aparentemente negativas antes de registrar el resultado como negativo). Las reacciones positivas mostrarán líneas de identidad con el antígeno control positivo. Los resultados se obtienen en 1 día, pero la prueba no es suficientemente sensible para detectar formas leves de la PPR, debido a la baja cantidad de antígeno viral que se excreta. c) Enzimoinmunoensayo de captura El enzimoinmunoensayo (ELISA) de captura (19) en el que se utilizan diferentes anticuerpos monoclonales (MAb) anti-proteína N permite una rápida identificación diferencial de los virus de la PPR o de la peste bovina, y esto es de gran importancia, ya que las dos enfermedades tenían hasta hace poco una distribución geográfica similar y pueden afectar a las mismas especies animales. i) Las placas de microtitulación ELISA (por ejemplo, placas Nunc Maxisorb de capacidad de adsorción alta) se recubren con 100 µl de una solución de MAb de captura (diluido según las indicaciones del Laboratorio de Referencia que proporciona el kit). Este MAb reacciona con el virus de la peste bovina y con el PPRV. ii) Después del lavado, se añaden 50 µl de la suspensión de la muestra a cuatro pocillos, y los pocillos de control se llenan con tampón. iii) Inmediatamente, se añaden a dos pocillos 25 µl de un MAb de detección biotinilado en el caso de la PPR y 25 µl de estreptavidina/peroxidasa, y a los otros dos pocillos 25 µl de un MAb para la detección de la peste bovina y 25 µl de estreptavidina/peroxidasa. iv) Las placas se incuban a 37°C durante 1 hora con agitación constante. v) Después de tres lavados enérgicos, se añaden 100 µl de ortofenilendiamina (OPD) en peróxido de hidrógeno y se incuban las placas durante 10 minutos más a temperatura ambiente. vi) La reacción se detiene añadiendo 100 µl de ácido sulfúrico 1 N, y se mide la absorbancia a 492 nm en un espectrofotómetro/lector de placas ELISA. El valor de corte por encima del cual las muestras se consideran positivas se calcula a partir de cada blanco (el blanco de la PPR y el blanco de la peste porcina) como el triple de los valores medios de absorbancia. También puede realizarse un ELISA indirecto tipo “sandwich” permitiendo primero que la muestra reaccione con el MAb de detección, y el inmunocomplejo formado es capturado después por el segundo MAb, adsorbido a la placa ELISA. La prueba es muy específica y sensible (puede detectar 100,6 DICC50/pocillo en el caso de la PPRV y 102,2 DICC50 en el del virus de la peste bovina). Los resultados se obtienen en 2 horas. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 169 Capítulo 2.1.5. — Peste de los pequeños rumiantes d) Métodos de reconocimiento de ácidos nucleicos Para distinguir la PPR de la peste bovina (5), se han empleado clones de cADN marcados con 32P, pero no se recomienda su uso en diagnósticos rutinarios debido a la corta vida media del 32P y al requerimiento de un equipo especial para la protección de los usuarios. Se ha desarrollado una técnica de PCR basada en la amplificación de los genes de las proteínas Np y F para el diagnóstico específico de la PPR (4, 11). Esta técnica es muy sensible comparada con otras pruebas y los resultados se obtienen en 5 horas, incluyendo la extracción de RNA. El Laboratorio de Referencia para la PPR de la OIE y de la FAO1 en Francia (véase el cuadro mostrado en la Parte 3 de este Manual sobre animales terrestres) puede aconsejar sobre la utilización de esta técnica. e) Contrainmunoelectroforesis La contrainmunoelectroforesis (CIE) es la prueba más rápida para la detección de antígeno viral (9, 21). Se lleva a cabo sobre una superficie horizontal empleando una cubeta de electroforesis apropiada que consta de dos compartimientos conectados a través de un puente. El aparato se conecta a una fuente de alto voltaje. Sobre portaobjetos se dispensan volúmenes de 3 ml de agarosa o de agar (1–2%, [p/v]) disuelto en tampón barbital acetato 0,025 M. Se excavan de seis a nueve pares de pocillos en el agar solidificado. Los reactivos utilizados son los mismos que se emplean para la prueba IGDA. El baño de electroforesis se llena con tampón barbital acetato 0,1 M. Los pares de pocillos del agar se llenan con los reactivos, disponiendo los sueros en los pocillos del ánodo y el antígeno en los pocillos del cátodo. Se coloca el portaobjetos en el puente de conexión y los extremos se conectan al tampón de las cubetas mediante papel poroso húmedo. Se cubre el aparato y se aplica una corriente de 10–12 miliamperios por portaobjeto durante 30–60 minutos. Se desconecta la corriente y se observan los portaobjetos con luz intensa. La presencia de 1–3 líneas de precipitación entre pares de pocillos se considera una reacción positiva. No deberá haber reacciones entre los pocillos que contengan los controles negativos. f) Métodos de cultivo y aislamiento Incluso cuando el diagnóstico se haya realizado empleando técnicas rápidas, el virus deberá siempre aislarse en cultivos tisulares a partir de muestras de campo para estudios posteriores (9, 17). El PPRV puede aislarse en cultivos tisulares de células primarias renales de cordero o de células de riñón de mono verde africano (células Vero). Los cultivos en monocapa se inoculan con el material del que se sospecha (material de frotis, de la capa leucocitaria o de suspensiones de tejido al 10%) y se examinan diariamente para detectar la aparición de efecto citopático (ECP). El ECP producido por el PPRV puede producirse en 5 días y consiste en el redondeamiento celular y agregación que culmina en la formación de sincitios en las células de riñón de cordero. En las células Vero a veces resulta difícil ver los sincitios. En el caso de que existan, son muy pequeños. Sin embargo, en células Vero infectadas y teñidas siempre se observan pequeños sincitios. Los sincitios se reconocen por una disposición circular de los núcleos dando la impresión de una “esfera de reloj“. Los cultivos en cubreobjetos pueden producir un ECP antes de 5 días. También hay inclusiones intracitoplasmáticas e intranucleares. Algunas células están vacuolizadas. En secciones histopatológicas de tejidos infectados teñidas pueden verse cambios celulares similares. Después de 5–6 días, se realizarán siempre pases ciegos ya que el ECP puede tardar tiempo en aparecer. g) Otras técnicas de detección viral Otras técnicas de detección de virus tienen ventajas potenciales, pero aún no se utilizan ampliamente. Mientras que para el aislamiento de virus se requiere que las muestras patológicas se conserven en condiciones de frío hasta el comienzo de su procesamiento, éstas se pueden mantener a temperatura ambiente fijadas en una solución de formalina, y después analizarlas directamente por inmunofluorescencia (IF) o mediante una prueba inmunoquímica (2, 3, 28). Esto se ha empleado con éxito en extensiones conjuntivales y en tejidos recogidos en la necropsia; las extensiones se fijan en acetona fría. Ahora se ha demostrado que el PPRV al igual que el virus del sarampión tienen capacidad de hemaglutinación, a diferencia de lo que ocurre con el virus de la peste bovina. Esta característica se ha aprovechado para el diagnóstico específico, rápido y barato de la infección de la PPR (15, 33). 2. Pruebas serológicas Las cabras y las ovejas infectadas por el PPRV desarrollan anticuerpos que pueden ponerse de manifiesto para confirmar un diagnóstico mediante las pruebas de detección de antígeno. Las pruebas que se utilizan rutinariamente son la neutralización viral (NV) y la técnica ELISA de competición. Se han descrito otras pruebas 1 170 Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.5. — Peste de los pequeños rumiantes como la CIE (10), la IGDA (31), la prueba de inhibición de la precipitación y la de inmunofluorescencia indirecta para anticuerpos (8), pero tienen escaso interés comparadas con la NV y la técnica ELISA. a) Neutralización viral (prueba prescrita para el comercio internacional) Aunque esta prueba es sensible y específica, su ejecución lleva mucho tiempo. La prueba estándar de neutralización se lleva a cabo en cultivos de células primarias renales de cordero en tubos rotatorios. Cuando no se disponga de células primarias, pueden utilizarse células Vero. i) Comenzando con 1 ml de suero inactivado, se hacen diluciones seriadas de razón dos. Las diluciones se mezclan con una suspensión stock de virus que contenga aproximadamente 103 DICC50/ml. ii) Se incuban las mezclas virus/suero a 37°C durante 1 hora o a 4°C durante toda la noche. iii) Se inoculan 0,2 ml de la mezcla en cinco tubos rotatorios e inmediatamente después se añade 1 ml de la suspensión de células Vero en medio de crecimiento, a una concentración de 2 105 células/ml. iv) Se incuban los tubos en posición inclinada a 37°C durante 3 días. v) Se desechan los tubos que presenten ECP específico del virus. En los tubos restantes se substituye el medio de crecimiento por medio de mantenimiento y se dejan en rotación durante 7 días más. La dosis de virus de desafío es aceptable si desciende entre 101,8 y 102,8 DICC50/tubo. Se consideran positivos los anticuerpos que sean detectables a una dilución de 1/8. Normalmente, se lleva a cabo una prueba de neutralización cruzada con el virus de la peste bovina. Un suero se considera positivo para la PPR cuando su título de neutralización es por lo menos el doble que para la peste bovina. b) Enzimoinmunoensayo competitivo Se ha descrito un ELISA de competición basado en el uso de una antinucleoproteína monoclonal y de una nucleoproteína recombinante obtenida en baculovirus (20). i) Las placas de microtitulación (por ejemplo, placas Nunc Maxisorb de alta capacidad de adsorción) se recubren con 50 µl de una dilución predeterminada de proteína N-PPR (producida por un baculovirus recombinante) a 37°C durante 1 hora con agitación constante. ii) Se lavan las placas tres veces y se secan con papel absorbente. iii) Se distribuyen 45 µl de tampón de bloqueo (PBS Tween 20 al 0,5% 0,5 suero fetal bovino) a todos los pocillos. Después se añaden 5 µl de los sueros problema a los pocillos de prueba (a una dilución final 1/20) y 5 µl de diferentes sueros control (suero fuertemente positivo, positivo débil y negativo) a los pocillos control. iv) Se añaden 50 µl de MAb diluido 1/100 en tampón de bloqueo, y se incuban a 37°C durante 1 hora. v) Se lavan las placas tres veces, y se secan con papel absorbente. vi) Se añaden 50 µl del conjugado anti-ratón diluido 1/1.000, y se incuban a 37°C durante 1 hora. vii) Se lavan las placas tres veces. viii) Se prepara OPD en solución de peróxido de hidrógeno. Se añaden 50 µl de mezcla de substrato/conjugado a cada pocillo. Se detiene la reacción después de 10 minutos con 50 µl de ácido sulfúrico 1 M. ix) Se leen las placas en un lector ELISA a 492 nm. La absorbancia se convierte a porcentaje de inhibición (PI) mediante la fórmula: PI = 100 – (absorbancia de los pocillos problema/absorbancia de los pocillos de control del MAb) 100 Se consideran positivos los sueros que muestren un PI superior a 50%. También se han descrito otras dos técnicas de ELISA de competición basadas en el uso de la antihemaglutinina monoclonal (H) (1, 26). Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 171 Capítulo 2.1.5. — Peste de los pequeños rumiantes C. REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y LOS MATERIALES DE DIAGNÓSTICO Las ovejas y las cabras que se recuperan de la PPR desarrollan una inmunidad activa contra la enfermedad. Se ha demostrado la presencia de anticuerpos 4 años después de la infección (8), pero probablemente la inmunidad es para toda la vida. Se dispone de una vacuna homóloga contra la PPR. En 1998, el Comité Internacional de la OIE aprobó el uso de esta vacuna en los países que han decidido seguir las directrices de la OIE para la vigilancia epidemiológica en relación con la peste bovina, con el fin de evitar la confusión cuando se realicen los estudios serológicos. 1. Control del inóculo a) Características del inóculo La vacuna homóloga contra la PPR es una vacuna viva obtenida en células Vero. La cepa original de virus para la vacuna homóloga contra la PPR es la cepa PPR 75/1, aislada en Nigeria en 1975 (30). La cepa está atenuada mediante pases en cultivos de células Vero (6). La cepa proporcionada para la producción de vacuna corresponde al pase 70 en células Vero (PPRV 75/1 I.K6 BK2 Vero 70). Esta se conserva en forma liofilizada a –20°C y puede obtenerse de los Laboratorios de Referencia (véase el Cuadro mostrado en la Parte 3 de este Manual sobre animales terrestres). Los ensayos de actividad de la vacuna demuestran que retenía la capacidad protectora (a una dosis de 103 DICC50) hasta el pase 120 en células Vero, que es el número de pase más elevado hasta ahora probado. b) Método de cultivo • Células La vacuna contra la PPR se produce en células Vero, que deben estar libres de contaminación por bacterias, hongos y virus. • Medio de cultivo El medio de cultivo se compone de un medio mínimo esencial (MEM) suplementado con antibióticos (por ejemplo, penicilina estreptomicina a concentraciones finales de 100 UI [Unidades Internacionales]/ml y 100 µg/ml, respectivamente) y un agente antifúngico (nistatina [Mycostatin] a una concentración final de 50 µg/ml). El medio se enriquece con suero fetal bovino (medio completo) para el crecimiento celular. Esta proporción de suero se reduce al 2% para el medio de mantenimiento cuando la monocapa celular está completa. • Lote de inóculo primario del virus vacunal Este lote está formado por el pase número 70 del virus en células Vero (PPRV 75/1 LK6 BK2 Vero 70). El contenido liofilizado de un frasco de un banco de inóculo se reconstituye en 2 ml de agua estéril (o en medio de cultivo celular sin suero). Este líquido se mezcla con células Vero resuspendidas en medio de cultivo completo para proporcionar como mínimo 0,001 DICC50 por célula. Las placas de cultivo celular se llenan con esta mezcla de virus/célula (alrededor de 2 107 células Vero en una placa de 175 cm2), y se incuban a 37°C. Las células cultivadas se observan regularmente para detectar el ECP. El medio se renueva cada dos días, reduciendo la proporción de suero al 2% una vez que la monocapa de células esté completa. El virus se recoge por primera vez cuando el ECP es del 40–50%. Esta suspensión viral se guarda a –70°C. Se realizan recogidas sucesivas cada dos días hasta que el ECP alcanza el 70–80%, momento en el que se procede a la congelación de las placas de cultivo (por lo general, pueden hacerse al menos dos recogidas más antes de la congelación final de las placas de cultivo). Todas las suspensiones de virus recogidas se someten a dos ciclos de congelación-descongelación. A continuación se unen para formar un solo lote, que sirve de lote de inóculo primario. A su vez, este se divide en pequeños volúmenes en botellas y se guardan a –70°C. El contenido de cinco frascos se descongela y se titula (el título mínimo que se requiere es 105 DICC50/ml). Es mejor liofilizar este inóculo con el fin de guardarlo a –20°C. En este caso será necesario titular el virus liofilizado (cinco botellas). Un lote preparado de esta forma debe pasar todos las pruebas con relación a la esterilidad. Cuando se preparan lotes de inóculo, es importante no emplear dosis demasiado elevadas de virus para infectar las células (alta multiplicidad de infección), ya que esto llevará a la acumulación de partículas defectuosas en la suspensión viral producida, lo que disminuirá el título de los productos posteriores. Por otra parte, una multiplicidad de infección baja (por ejemplo, 0,0001) prolongará el tiempo de cultivo. 172 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.5. — Peste de los pequeños rumiantes • Preparación del lote de inóculo de trabajo Este lote se prepara en las mismas condiciones que el lote de inóculo primario. Se obtiene así un gran stock de virus, a partir del que se preparará la vacuna final. Este lote se distribuye en recipientes que se guardan a –70°C. Además, debe satisfacer las pruebas de esterilidad. Se titulan cinco muestras (el título mínimo requerido es 106 DICC50/ml). c) Validación como vacuna Es necesario confirmar o descartar la presencia del PPRV en el producto que se ensaya. Con este fin, se utiliza un suero anti-PPR para neutralizar el virus en cultivo celular. • Procedimiento del ensayo i) Se mezcla el contenido de dos botellas de la vacuna con agua bidestilada estéril para obtener un volumen igual al volumen que tenían antes de la liofilización. ii) Se hacen diluciones seriadas de la vacuna de razón diez, reconstituida en medio de cultivo libre de suero (0,5 ml de suspensión viral 4,5 ml de medio). iii) A partir de cada botella, se realizan dos series de mezclas para las diluciones de virus, en placas de 96 pocillos, de la siguiente forma: Serie 1: Diluciones de la suspensión viral: –1 Suspensión viral (en µl) 50 Medio de cultivo (en µl) 50 –2 50 50 –3 50 50 –4 50 50 Serie 2: Diluciones de la suspensión viral: –1 Suspensión viral (en µl) 50 antisuero PPR (en µl) 50 –2 50 50 –3 50 50 –4 50 50 (Nota: El antisuero PPR utilizado para este fin se prepara en cabras y se liofiliza. Se reconstituye con 1 ml de agua bidestilada estéril a una dilución 1/10.) iv) Se incuban las mezclas a 37°C durante 1 hora. v) A cada pocillo se añaden 100 µl de células resuspendidas en medio de cultivo completo (30.000 células/pocillo). vi) La microplaca se incuba a 37°C en presencia de CO2. vii) La placa se lee después de 10–15 horas de incubación. Por lo general, el ECP se presenta sólo en los pocillos que contienen células infectadas con la mezcla de virus y medio de cultivo. Si éste se detecta en los pocillos de la Serie 2, será necesario identificar el PPRV mediante inmunofluorescencia, empleando un MAb frente a la PPR o mediante inmunocaptura (el MAb frente a la PPR y el kit para la prueba de inmunocaptura pueden conseguirse en el Laboratorio de Referencia para la PPR de la OIE en Francia (véase el Cuadro mostrado en la Parte 3 de este Manual sobre animales terrestres). Si esta identificación confirma la presencia del PPRV, el antisuero frente a la PPR empleado debe de haber sido demasiado débil o debe cambiarse el lote. Si la inmunofluorescencia o la inmunocaptura es negativa, debe haber un contaminante viral, y el material en estudio debe destruirse. 2. Método de elaboración a) Producción de la vacuna Esta operación se realiza a mayor escala. Las células pueden infectarse con virus a una multiplicidad de infección como antes o con dosis más elevadas, por ejemplo, hasta 0,01. Los productos recogidos en diferentes veces se juntan (para formar el producto final) tras dos ciclos de congelación-descongelación, y se guardan a –70°C, pendientes de los resultados de titulación y de las pruebas de esterilidad. Si estos resultados son satisfactorios, la vacuna se congela. b) Liofilización El medio de liofilización (medio Weybridge) se compone de lactalbúmina al 2,5% (p/v), sacarosa al 5% (p/v) y glutamato de sodio al 1% (p/v), pH 7,2. Para proceder a la liofilización, se añade este medio a un volumen igual de la suspensión viral (que puede haberse diluido de antemano para obtener el número deseado de dosis de vacuna por botella). La mezcla resultante se conserva en frío, homogeneizada; a continuación se distribuye en botellas y se liofiliza. Al final Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 173 Capítulo 2.1.5. — Peste de los pequeños rumiantes de un ciclo de liofilización, se regula la sonda y se conserva a 35°C durante 4 horas. Una vez completada la operación, las botellas se tapan al vacío. Se seleccionan muestras al azar (por ejemplo, 5%) de este lote final y se someten a pruebas en relación a su inocuidad, eficacia y esterilidad, y la humedad residual se estima según el método de Karl Fisher (óptimo 3,5%). Si estas pruebas dan resultados no satisfactorios, se destruye el lote completo. 3. Control durante el proceso Debe comprobarse que las células utilizadas en los cultivos celulares tengan aspecto normal y estén libres de virus contaminantes, especialmente del virus de la diarrea vírica bovina. Debe llevarse a cabo una titulación del virus del lote de inóculo empleando para ello medio MEM (sin suero) y realizando una serie de diluciones decimales (0,5 ml virus 4,5 ml diluyente) hasta 10–6. Las células Vero de un frasco se tripsinizan y se resuspenden en un medio de cultivo completo a una concentración de 300.000/ml. Se distribuyen en una placa de 96 pocillos (a razón de 30.000 células por pocillo, equivalente a 100 µl de suspensión celular). A continuación, se añaden 100 µl de dilución decimal del virus (diluciones que varían desde 10–2 hasta 10–6) a las células. Para las células no infectadas se emplea como control una hilera de pocillos, a la que se añade medio de cultivo sin virus (100 µl). La placa se incuba a 37°C en presencia de CO2. La lectura de las placas se realiza 10–15 días después de la infección (examinando la aparición de ECP). El título del virus se determina mediante el método de Spearman–Kärber. El título mínimo por dosis es de 102,5. 4. Control de lotes a) Identidad El contenido de cada recipiente procedente de cada lote envasado debe comprobarse en relación a su identidad mediante cultivo, después de la neutralización con un antisuero específico. b) Esterilidad Consiste en comprobar de la existencia de contaminantes víricos, bacterianos o fúngicos. Se lleva a cabo sobre células y sueros antes de su utilización en la producción de vacuna, en el stock de inóculo y en la vacuna antes y después de la liofilización. Cualquier producto que no pase esta prueba se destruye. Las pruebas relacionadas con la esterilidad y la ausencia de contaminación de los materiales biológicos se pueden encontrar en el Capítulo I.1.5. c) Inocuidad Esta prueba se lleva a cabo en roedores con el fin de detectar la toxicidad no específica asociada al producto. Para la realización de la prueba se necesita la vacuna reconstituida en disolvente (el contenido de cinco botellas mezclados), seis cobayas que pesen cada uno 200–250 g; diez ratones no destetados (17– 22 g, línea Swiss o similar). Se inyectan 0,5 ml de la vacuna intramuscularmente en una de las extremidades traseras de dos cobayas, 0,5 ml en la cavidad intraperitoneal de dos cobayas y 0,1 ml en la cavidad peritoneal de seis ratones. Dos cobayas y cuatro ratones se conservan como controles sin inocular. Los animales se observan durante 3 semanas. La prueba debe repetirse si muere un cobaya o dos ratones. Los animales muertos se someten a examen post-mortem con el fin de determinar la causa de la muerte. Al final de la tercera semana de observación, se sacrifican todos los animales para la realización de un examen post-mortem. Se registran todos los resultados. Se considera que la vacuna es satisfactoria, si durante la primera o segunda prueba, al menos el 80% de los animales continúan con buen estado de salud durante el período de observación y no se encuentran lesiones post-mortem significativas. d) Potencia y eficacia en los pequeños rumiantes Para la realización de esta prueba se requiere el siguiente material: la vacuna reconstituida con solución salina normal (los contenidos de cinco botellas mezclados) para producir 100 dosis y 0,1 dosis/ml; seis cabras y seis ovejas, que tengan todas 1 año de edad aproximadamente y estén libres de anticuerpos frente a la peste bovina o la PPR; jeringas estériles y agujas y el PPRV patógeno, previamente titulado en cabras, diluido con solución salina normal estéril para obtener 103 de la dosis letal 50% para las cabras (LD50). Se vacunan dos cabras y dos ovejas subcutáneamente con 100 dosis por animal; se vacunan dos cabras y dos ovejas subcutáneamente con 0,1 dosis por animal; los restantes animales se mantienen como controles 174 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.5. — Peste de los pequeños rumiantes de animales que están en contacto. Durante tres semanas se observan los animales y diariamente se registran sus temperaturas corporales. Al final de este período, se toma sangre de todos los animales para la obtención de sueros. Todos los animales se desafían mediante una inyección subcutánea de 1 ml de la suspensión del PPRV patógeno (103 DL50 por animal). Durante dos semanas se observan los animales y diariamente se registran sus temperaturas corporales Se considera que la vacuna es satisfactoria si todos los animales vacunados resisten la infección de desafío, mientras que por lo menos la mitad de los animales control que han estado en contacto desarrollan signos de la PPR. La prueba de neutralización sérica debe ser positiva para el anticuerpo de la PPR (en suero diluido al menos 1/10) en los animales vacunados, únicamente en las muestras tomadas tres semanas después de la vacunación. Si alguno de los controles también es positivo, el experimento debe repetirse empleando otro lote de PPRV patógeno. Si los animales vacunados reaccionan al desafío virulento, el lote de vacuna se destruye. • Titulación del anticuerpo neutralizante de la PPR Para la realización de esta prueba, se requiere los siguiente: suspensiones celulares a una concentración de 600.000 células/ml; placas de cultivo de células de 96 pocillos; los sueros a titular (inactivados por calor a 56°C durante 30 minutos); medio completo de cultivo celular; diluciones del PPRV que den 1.000, 100, 10 y 1 DICC50/ml. Se diluyen los sueros a 1/5, y después se hace una dilución doble en medio de cultivo celular. Se mezclan 100 µl de virus a 1.000 DICC50/ml (para dar 100 DICC50 en cada pocillo) y 100 µl de una dilución dada de suero (empleando seis pocillos por dilución) en los pocillos de las placas de cultivo celular. Para el virus y para las células no infectadas se dispone una serie de pocillos de control de la siguiente forma: seis pocillos con 100 DICC50 (100 µl) por pocillo; seis pocillos con 10 DICC50 (100 µl) por pocillo; seis pocillos con 1 DICC50 (100 µl) por pocillo; seis pocillos con 0,1 DICC50 (100 µl) por pocillo y seis pocillos con 200 µl de cultivo sin virus (control de células) por pocillo. Los pocillos que contienen los controles de virus se completan hasta 100 µl con medio de cultivo completo, y se incuban las placas a 37°C durante 1 hora, en presencia de CO2. Las placas se leen a la semana y a las dos semanas de incubación. Los resultados deberían ser los siguientes: Aparición de efecto citopático del 100% en los pocillos de control de virus de 100 y 10 DICC50, efecto citopático del 50% para la dilución 1 DICC50, no debe aparecer efecto citopático en la dilución 0,1 DICC50 ni en los pocillos donde el virus haya sido neutralizado con suero durante la prueba y habrá efecto citopático en los pocillos donde el virus no haya sido neutralizado con suero durante la prueba. e) Duración de la inmunidad La duración de la inmunidad es de 3 años, como mínimo. f) Estabilidad La vacuna liofilizada puede conservarse a 2–8°C durante al menos dos años (aunque es mejor a –20°C), siempre y cuando se guarde al vacío y protegida de la luz. Recientemente se ha demostrado que esta vacuna, resuspendida en un medio con trehalosa y sometida al método ultrarrápido de hidratación, puede resistir a 45°C por un período de 14 días con una pérdida mínima de potencia (32). 5. Pruebas sobre el producto final a) Inocuidad Véase Sección C.4.c. c) Potencia Véase Sección C.4.d. REFERENCIAS 1. ANDERSON J. & MCKAY J.A. (1994). The detection of antibodies against peste des petits ruminants virus in cattle, sheep and goats and the possible implication to rinderpest control programmes. Epidemiol. Infect., 112, 225–234. 2. BROWN C.C., MARINER J.C. & OLANDER H.J. (1991). An immunohistochemical of the pneumonia caused by peste des petits ruminants virus. Vet. Pathol., 28, 166–170. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 175 Capítulo 2.1.5. — Peste de los pequeños rumiantes 3. BUNDZA A., AFSHAR A., DUKES T.W., MYERS D.J., DULAC G.C. & BECKER S.A.W.E. (1988). Experimental peste des petits ruminants (goat plague) in goats and sheep. Can. J. Vet. Res., 52, 46–52. 4. COUACY-HYMANN R.F., HURARD C., GUILLOU J.P., LIBEAU G. & DIALLO A. (2002). Rapid and sensitive detection of peste des petits ruminants virus by a polymerase chain reaction assay. J. Virol. 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Rev. Med. Vet., 152, 265–268. 25. ROGER F., YIGEZU L.M., HURARD C., LIBEAU G., MEBRATU G.Y., DIALLO A. & FAYE B. (2000). Investigations on a new pathological condition of camels in Ethiopia. J. Camel Pract. Res., 7, 163–165. 26. SALIKI J.T., LIBEAU G., HOUSE J.A., MEBUS C.A. & DUBOVI E.J. (1993). Monoclonal antibody-based blocking enzyme-linked immunosorbent assay for specific detection and titration of peste-des-petits ruminants virus antibody in caprine and ovine sera. J. Clin. Microbiol., 31, 1075–1082. 27. SHAILA M.S., PURUSHOTHAMAN V., BHASAVAR D., VENUGOPAL K. & VENKATESAN R.A. (1989). Peste des petits ruminants in India. Vet. Rec., 125, 602. 28. SUMPTION K.J., ARADOM G., LIBEAU G. & W ILSMORE A.J. (1998). Detection of peste des petits ruminants antigen in conjunctival smears of goats by indirect immunofluorescence. Vet. Rec., 142, 421–424. 29. TAYLOR W.P. (1979). Serological studies with the virus of peste des petits ruminants in Nigeria. Res. Vet. Sci., 26, 236–242. 30. TAYLOR W.P. & ABEGUNDE A. (1975). The isolation of peste des petits ruminants virus from Nigerian sheep and goats. Res. Vet. Sci., 26, 94–96 31. TAYLOR W.P., ALBUSAIDY S. & BARRETT T. (1990). The epidemiology of peste des petits ruminants in the Sultanate of Oman. Vet. Microbiol., 22, 341–352. 32. WORRWALL E.E., LITAMOI J.K., SECK B.M. & AYELET G. (2001). Xerovac: an ultra rapid method for the dehydration and preservation of live attenuated rinderpest and peste des petits ruminants vaccines. Vaccine, 19, 834–839. 33. WOSU L.O. (1991). Haemagglutination test for diagnosis of peste des petits ruminants disease in goats with samples from live animals. Small Rumin. Res., 5, 169–171. * * * NB: Existen laboratorios de referencia de la OIE para la Peste de los pequeños rumiantes (ver Cuadro en la parte 3 de este Manual de animales terrestres o consultar la página web de la OIE para una lista actualizada: www.oie.int) Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 177 CAPÍTULO 2.1.6. PLEURONEUMONÍA BOVINA CONTAGIOSA RESUMEN La pleuroneumonía contagiosa bovina (PBC) es una enfermedad del ganado bovino causada por Mycoplasma mycoides subsp. mycoides SC (biotipo bovino) (MmmSC; SC= colonias pequeñas). Se manifiesta con anorexia, fiebre y síntomas respiratorios como disnea, poliapnea, tos y descargas nasales. El diagnóstico depende del aislamiento del agente etiológico. Los principales problemas para el control o la erradicación son la presencia frecuente de infecciones subagudas o asintomáticas y la persistencia de portadores crónicos después de la fase clínica. Identificación del agente: Las muestras que hay que tomar de animales vivos incluyen frotis nasales y/o lavados broncoalveolares, o líquido pleural obtenido por punción. Las muestras a tomar en las necropsias incluyen material de las lesiones pulmonares, nódulos linfoides, líquido pleural y líquido sinovial de los animales con artritis. Es posible realizar el examen directo de los exudados o frotis, pero ello requiere gran destreza. Para el cultivo del agente patógeno, se homogenizan los tejidos en medios con antibióticos y se inoculan en medios de cultivo que contienen inhibidores para evitar el crecimiento de las bacterias contaminantes. El crecimiento de MmmSC tarda varios días. En medio líquido, el crecimiento se observa en 3-10 días como una turbidez homogénea que forma remolinos cuando se agita; en medio sólido, aparecen pequeñas colonias, de 1 mm de diámetro, con la clásica morfología de "huevo frito". Las características bioquímicas de MmmSC son: sensibilidad a la digitonina, reducción de sales de tetrazolio, utilización de glucosa, ausencia de arginina hidrolasa, de fosfatasa y de actividades proteolíticas. Se han descrito medios especiales que se recomiendan para estas pruebas. El diagnóstico se confirma con pruebas inmunológicas, como la prueba de inhibición del crecimiento y la prueba de inmunofluorescencia (ambas utilizan sueros hiperinmunes). La reacción en cadena de la polimerasa se utiliza actualmente como una prueba rápida, específica, sensible y fácil de usar. Pruebas serológicas: La prueba de fijación de complemento de Campbell & Turner modificada, continúa siendo la prueba de diagnóstico prescrita para el comercio internacional. Sin embargo, presenta limitaciones importantes respecto a sensibilidad y especificidad. Se ha considerado al enzimoinmunoensayo como una prueba alternativa por el Comité Internacional de la OIE en Mayo de 2000, y como una prueba prescrita ordenada por la OIE para el comercio internacional en el 2004. Se ruega consultar la página web de la OIE para la versión más reciente de este capítulo. Se ha evaluado una prueba de inmunotransferencia y se ha descrito que es muy específica y sensible. Requisitos para las vacunas: Para la producción de las vacunas se recomienda la cepa atenuada T1/44. El título mínimo recomendado es 107 micoplasmas viables por dosis de vacuna. A. INTRODUCCIÓN La pleuroneumonía bovina contagiosa (PBC) es una enfermedad contagiosa del ganado bovino causada por Mycoplasma mycoides subsp. mycoides SC (biotipo bovino) (MmmSC; SC=colonias pequeñas). Se sabe que la PBC se presenta en Europa desde el siglo XVI pero alcanzó una distribución mundial durante la segunda mitad del siglo XIX debido al aumento en el mercado internacional de ganado vivo. A comienzos del siglo XX se erradicó de muchos países mediante políticas de extirpación. Sin embargo, la enfermedad persiste aún en muchas partes de África y del sur de Europa; en Asia, la situación es confusa. En Europa no se han descrito brotes desde 1999. En condiciones naturales, MmmSC sólo afecta a rumiantes del género Bos, es decir 178 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.6. — Pleuroneumonía bovina contagiosa principalmente ganado bovino y cebúes. En Italia se ha aislado MmmSC (biotipo bovino) de búfalos (Bubalus bubalus) (25), y en África y más recientemente en Portugal, de ovejas y cabras. Entre los animales salvajes se ha descrito un único caso en búfalos americanos (bison) y ninguno en búfalos africanos (Syncerus caffer) u otros rumiantes salvajes. Los animales salvajes no representan ningún papel en la epidemiología de la enfermedad. La PBC se manifiesta por anorexia, fiebre y síntomas respiratorios, como disnea, poliapnea, tos y descargas nasales. En el caso de brotes agudos en condiciones experimentales, la tasa de mortalidad puede alcanzar el 50% sin tratamiento con antibióticos. Esta mortalidad puede ser mucho menor en el campo; sin embargo, cuando en un área se presenta por primera vez un brote, la mortalidad puede ser mayor. Los síntomas clínicos no son siempre evidentes. Con frecuencia se presentan formas subagudas o asintomáticas cuando los animales se recuperan parcialmente. En este caso, sus pulmones muestran lesiones encapsuladas típicas denominadas "secuestros". Estos animales pueden ser responsables de la persistencia desapercibida de la infección en una población o una región y desempeñar un papel importante en la epidemiología de la enfermedad. La transmisión tiene lugar por contacto directo entre un animal infectado y otro sano. No existe evidencia de transmisión a través de fomites ya que MmmSC no persiste en el ambiente. Las estrategias de control en la mayoría de los continentes se basan en la detección inicial de los brotes, el control de los movimientos de los animales y una política de extirpación. En África, el control de la enfermedad se basa en campañas de vacunación utilizando cepas atenuadas de MmmSC como la T1/44 o T1sr. Aunque teóricamente el uso de antibióticos está prohibido, se aplican ampliamente en condiciones de campo. Todavía no se han evaluado las consecuencias de estos tratamientos antibióticos en términos de eficacia clínica, emergencia de cepas resistentes, persistencia de portadores crónicos e impacto sobre la salud humana. El grupo de M. mycoides comprende seis especies de micoplasmas o grupos de cepas de origen bovino y caprino (9, 21, 28). Este grupo se puede subdividir en dos grupos, capricolum y mycoides, que incluyen especies estrechamente relacionadas. Estas seis especies de micoplasmas comparten características serológicas y genéticas, y esto plantea problemas taxonómicos y de diagnóstico (9) con las técnicas convencionales. La identificación específica de MmmSC se puede llevar a cabo en la actualidad mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o mediante la utilización de anticuerpos monoclonales (MAbs). Aunque se ha considerado que MmmSC es un biotipo muy homogéneo, algunas técnicas moleculares recientes, como la digestión enzimática del ADN completo o la transferencia tipo southern utilizando como sonda un elemento de inserción, han identificado diferencias entre las cepas. Una técnica descrita recientemente, que supone un modo más fácil de realizar epidemiología molecular de la PBC, consiste en un análisis de la secuencia de locus múltiples (o tipado). Esta técnica permite diferenciar tres líneas principales que se correlacionan con los orígenes geográficos (Europa, Sudáfrica y resto de África) (17). Las cepas de origen europeo se pueden diferenciar claramente de las africanas (8, 32). Las cepas europeas recientes se caracterizan por la delección de un gran fragmento de ADN y son incapaces de oxidar el glicerol, lo que puede explicar una patogenicidad aparente inferior (33). Sin embargo, las cepas europeas aisladas en 1967 no mostraban esa delección. Las cepas africanas parecen ser más diversas. No hay duda de que un mayor desarrollo técnico permitirá una caracterización más fina de las cepas. B. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO 1. Identificación del agente El microorganismo causante se puede aislar de muestras de animales vivos o de material procedente de una necropsia. Las muestras de animales vivos son frotis o descargas nasales, lavados broncoalveolares o transtraqueales y líquido pleural tomado asépticamente por punción en la parte baja de la cavidad torácica entre la séptima y octava costilla. También se puede cultivar la sangre (14). Las muestras de una necropsia son los pulmones con lesiones, el líquido pleural ("linfa"), los nódulos linfáticos del tracto broncopulmonar y el líquido sinovial de los animales con artritis. Las muestras deben tomarse de la interfase de las lesiones entre el tejido enfermo y el normal. El agente etiológico se puede detectar por cultivo, por métodos de estudio de ácidos nucleicos y por mediante pruebas inmunológicas, que se describen más adelante. El estudio del agente es complejo y se puede llevar a cabo por pruebas bioquímicas, métodos de detección de ácidos nucleicos y métodos inmunológicos. Estos métodos se describen aquí en sus aspectos generales; sin embargo, se recomienda que la identificación definitiva sea realizada por un laboratorio de referencia de la OIE. La presencia de los patógenos varía mucho en función del estado de desarrollo de las lesiones, y un resultado negativo no es definitivo, en particular después de un tratamiento con antibióticos. Cuando se envían muestras al laboratorio, se aconseja utilizar un medio para el transporte que proteja los micoplasmas y evite la multiplicación de otras bacterias (caldo de infusión de corazón sin peptona y glucosa, 10% de extracto de levadura, 20% de suero, 0,3% de agar, 500 Unidades Internacionales [IU]/ml de penicilina, acetato de talio, 0,2 g/litro). Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 179 Capítulo 2.1.6. — Pleuroneumonía bovina contagiosa Las muestras se mantienen frías a 4ºC si se mantienen unos días, o se congelan a -20ºC o menos por más tiempo. Para traslados entre laboratorios, los fragmentos de pulmón o el líquido pleural también pueden congelarse. Si no se pueden procesar el mismo día de su recogida las muestras se deberían congelar. a) Cultivo MmmSC necesita medios apropiados para crecer (24). Para el aislamiento se pueden requerir 2-3 pases. Muchos intentos de aislamiento fracasan porque el microorganismo es lábil, se presenta a menudo en pequeñas cantidades, y es exigente en sus requerimientos nutritivos. Los medios deben contener un medio básico (como infusión de corazón o peptona), extracto de levadura (preferiblemente fresco) y suero de caballo (10%). Se pueden añadir otros componentes, como glucosa, glicerol, ADN y ácidos grasos, pero los efectos varían según las cepas. Son necesarios inhibidores, como penicilina, colistina o acetato de talio, para evitar el crecimiento de otras bacterias. El medio se puede utilizar líquido o solidificado con 1.0-1.2% de agar. Todos los medios de cultivo preparados deben someterse a controles de calidad y deben permitir el crecimiento de Mycoplasma spp. a partir de inóculos pequeños. La cepa de referencia se debe de cultivar en paralelo con las muestras sospechosas para asegurar que las pruebas funcionan correctamente. Las muestras de pulmón se homogenizan en caldo con antibióticos, se diluyen diez veces para reducir la contaminación bacteriana y se inoculan en cinco tubos de caldo y en medio sólido. El líquido pleural se puede inocular directamente sin dilución previa. Se recomienda el uso de cierres herméticos en las placas Petri o de incubadores con humedad controlada para evitar la desecación. Para asegurar las mejores condiciones de crecimiento de los micoplasmas debe utilizarse un incubador de CO2 o una jarra de anaerobios. Los tubos y las placas de Petri se inspeccionan diariamente durante 10 días. En medio líquido, por lo general aparece en 2-4 días una turbidez homogénea, con frecuencia con un filamento frágil y sedoso llamado "cometa", que es característico de MmmSC (o de M. capricolum subsp. capripneumoniae, la causa de la pleuroneumonía caprina contagiosa). Durante los siguientes días se desarrolla una opacidad uniforme con remolinos cuando se agita. En medio sólido, las colonias son pequeñas (1 mm de diámetro) y presentan la forma clásica de "huevo frito" con un centro denso. En esta fase se puede realizar la prueba de la inmunofluorescencia indirecta (IFI). b) Pruebas bioquímicas Las pruebas bioquímicas se consideran pruebas confirmativas, para realizarse en laboratorios de referencia. Para el uso rutinario, las pruebas inmunológicas son suficientes, pero cuando éstas dan resultados dudosos y en todos los casos de primeros aislamientos, las pruebas bioquímicas deben confirmarse en un laboratorio de referencia. A este fin, después de uno o dos pases, se deben eliminar del medio los antibióticos para comprobar si el aislado es un micoplasma o una forma-L de una bacteria que recuperará su forma original en el medio sin inhibidores. Una vez hecho esto, y después de clonar (deben seleccionarse al menos tres colonias), se puede identificar el microorganismo utilizando pruebas bioquímicas (2, 12) MmmSC es sensible a la digitonina (como todos los miembros del orden Mycoplasmatales), no produce "velo y manchas", fermenta la glucosa, reduce las sales de tetrazolio (aeróbica o anaeróbicamente), no hidroliza la arginina, carece de actividad fosfatasa y no tiene propiedades proteolíticas o éstas son muy débiles. Se han desarrollado medios especiales para estas pruebas que contienen los mismos ingredientes básicos (caldo de infusión de corazón o caldo Bacto PPLO [organismos semejantes a los de la pleuroneumonía], suero de caballo, 25% de solución de extracto de levadura, 0,2% de solución de ADN), a los que se añade 1% de una solución de glucosa al 50% para ver la utilización de glucosa, 4% de una solución de argininaHCl al 38% para ver la hidrólisis de arginina, y 1% de una solución de cloruro de dimetil tetrazolio para la reducción del tetrazolio, más un indicador de pH (por ejemplo, rojo fenol). Para la demostración de proteolisis, se realiza el crecimiento sobre agar caseína y/o agar con suero coagulado. Una vez realizada la caracterización bioquímica, se debe realizar una de las siguientes pruebas inmunológicas para confirmar la identificación: prueba de inhibición del crecimiento en disco (DGIT), inmunofluorescencia (FAT) y prueba de inmunounión en punto sobre un filtro de membrana (MF-dot). El aislamiento e identificación del agente de la PBC puede ser difícil y consumir mucho tiempo, y depende del manejo cuidadoso de los procedimientos y medios adecuados. Cuando resulte posible, los laboratorios bacteriológicos clásicos deberían montar una sección especial para trabajar solo con micoplasmas. c) Métodos de reconocimiento de ácidos nucleicos Se han desarrollado sondas radioactivas o enzimáticas, pero su uso es restringido principalmente por razones de seguridad. 180 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.6. — Pleuroneumonía bovina contagiosa Por otra parte, la PCR es sensible, muy específica, rápida y fácil de realizar. Se han descrito cebadores específicos para el grupo M. mycoides (26) y para MmmSC (10, 20, 31) y se han desarrollado pruebas PCR (5, 10, 20) que incluyen una nueva técnica que permite la identificación específica de las cepas T1 vacunales (18). La PCR se puede aplicar directamente después de desnaturalizar en agua hirviendo muestras tales como exudados de pulmón, sin extracción de ADN. No obstante, la ebullición de las muestras es menos sensible que la extracción de ADN y no debe utilizarse de modo rutinario. Incluso puede aplicarse a muestras secas sobre papel de filtro. Los fragmentos de pulmón se tienen primero que homogenizar y centrifugar a baja velocidad antes de la desnaturalización y la PCR. También puede realizarse la PCR con orina o con sangre. La principal ventaja de la técnica de la PCR es que se puede aplicar a muestras mal conservadas (contaminadas o sin micoplasmas viables, como puede ocurrir después de un tratamiento con antibiótico. Si falla la detección directa del ADN en el órgano estudiado, las muestras deben enriquecerse cultivándolas durante 24-48 horas en un medio apropiado, e intentar después la detección del ADN en el cultivo. La PCR se ha convertido en el instrumento más importante para la caracterización y diferenciación entre los miembros del grupo M. mycoides y MmmSC. d) Pruebas inmunológicas Se puede poner de manifiesto el agente etiológico o sus antígenos mediante pruebas inmunoquímicas en tejidos infectados, líquidos tisulares y/o cultivo del microorganismo. Sin embargo, como algunas de estas pruebas dependen de que esté presente en la muestra un número mínimo de microorganismos, solo se tienen en cuenta los resultados positivos. i) Prueba de inmunofluorescencia indirecta La prueba IFI se puede realizar sobre frotis de materiales clínicos utilizando suero de conejo hiperinmune contra MmmSC y anti-IgG marcada, de origen bovino. Se ha utilizado suero hiperinmune bovino, pero puede tener anticuerpos con reacción cruzada. La prueba es satisfactoria cuando se aplica a frotis de líquido pleural, pero lo es menos con frotis de pulmón, debido a una considerable fluorescencia inespecífica. Sin embargo, se pueden obtener buenos resultados utilizando frotis de pulmón con negro Ericromo como tinción de contraste. ii) Prueba del anticuerpos fluorescentes Por lo general, esta prueba (FAT) se realiza sobre cultivos líquidos y sólidos. Es un poco menos específica que la prueba IFI. Cultivo líquido: Colocar dos gotas en un porta. Fijar 15 minutos con alcohol metílico y en una cámara húmeda dejar en contacto durante 30 minutos a 37ºC con el suero hiperinmune marcado. Lavar tres veces con solución salina tamponada con fosfato (PBS, pH 7,2) y examinar en un microscopio de epifluorescencia (x80). Colonias en medio sólido: Tomar un trozo de agar con varias colonias jóvenes y colocarlo en un porta con las colonias hacia arriba. Depositar una o dos gotas del suero hiperinmune marcado sobre el trozo y dejarlo en una cámara húmeda durante 30 minutos. Colocar el trozo en un tubo y lavar dos veces durante 10 minutos con PBS. Colocar el trozo en un porta con las colonias hacia arriba y examinar como antes. Cultivo en placa de Petri: El gel no debe ser muy grueso (menos de 3 mm) y debe contener el menor suero de caballo posible. Lavar el gel tres veces con PBS, extender por la superficie 1 ml del suero marcado e incubar 30 minutos en una cámara húmeda. Lavar cuatro veces con PBS y examinar directamente en un microscopio. La FAT en una placa de Petri se utiliza fundamentalmente después del aislamiento y antes de clonar, ya que es muy útil en el caso de infecciones mixtas con varias especies de micoplasmas. Interpretación de la FAT: En medio líquido, los micoplasmas aparecen de color verde brillante sobre fondo oscuro. Sin embargo, con la FAT realizada sobre colonias en agar, se requiere experiencia porque el fondo aparece como verde oscuro. iii) Prueba de inhibición del crecimiento en disco La DGIT se basa en la inhibición directa del crecimiento del agente en medio sólido por un suero inmune específico (12). Sin embargo, con frecuencia se presentan reacciones cruzadas con el grupo mycoides y se debe tener mucho cuidado en diferenciar MmmSC (biotipo bovino) de MmmLC (biotipo caprino; LC: colonias grandes). Es una prueba sencilla de realizar pero la interpretación de algunos resultados requiere experiencia: pequeñas zonas de inhibición (de anchura menor de 2 mm), inhibición parcial con "colonias invasoras", reacciones negativas y positivas falsas (muy raras). En esta prueba, la calidad del suero hiperinmune utilizado resulta crítica para obtener buenos resultados. iv) Prueba de inmunodifusión en medio sólido La prueba de inmunodifusión en gel de agar (IGDA) permite detectar el antígeno específico que está presente en la superficie del MmmSC y el galactano circulante que invade el sistema hemolinfático de los animales enfermos (13). Se puede probar líquido pleural o fragmentos homogenizados de pulmón Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 181 Capítulo 2.1.6. — Pleuroneumonía bovina contagiosa frente a un suero hiperinmune en dos pocillos practicados sobre el gel y separados entre sí 5 mm. El gel se compone de agar Noble (12 g) y acetato de talio (0,2 g/litro) en PBS, pH 7,2 (1.000 ml). Se considera que la prueba carece de sensibilidad y se sabe poco sobre su especificidad, pero ha servido como prueba de análisis y solo se deben tener en cuenta los resultados positivos. Los resultados son mejores cuando la placa se incuba a 37ºC y puede leerse en 24 horas. Se ha desarrollado una prueba de campo, sencilla, que utiliza discos de papel impregnados, en vez de pocillos (23). v) Inmunotransferencia de punto en membrana de filtración La prueba MF-dot se puede utilizar como prueba de rutina en el laboratorio. Esta técnica se puede realizar con antisueros policlonales adoptando un procedimiento cuantitativo (22), aunque pueden presentarse reacciones cruzadas dentro del grupo mycoides. Se han empleado MAbs específicos que pueden evitar este problema (7). vi) Inmunohistoquímica En lesiones pulmonares se pueden detectar sitios inmunoreactivos para MmmSC utilizando el método peroxidasa-antiperoxidasa en secciones de muestras incluidas en parafina (11). En el diagnóstico de la PBC esta prueba es solo suplementaria, pues en casos crónicos o después de tratamiento con antimicrobianos no siempre se obtiene el aislamiento del agente (6); un resultado negativo no es concluyente. 2. Pruebas serológicas Las pruebas serológicas para la PBC solo son válidas a nivel de poblaciones. Las pruebas individuales con animales pueden resultar equívocas porque el animal se encuentre en las primeras fases de la enfermedad, antes de que se produzcan los anticuerpos específicos, o porque pueda estar en la fase crónica de la enfermedad, cuando muy pocos animales son seropositivos. a) Fijación de complemento (una prueba adecuada para determinar la ausencia de la enfermedad y la prueba prescrita para el comercio internacional) La prueba de fijación de complemento (FC) de Campbell & Turner continúa siendo el procedimiento recomendado con carácter general (aunque el método actual difiere ligeramente del original), y es muy utilizado en todos los países donde se presenta la infección (24). La prueba FC, como micrométodo, se ha homologado en la Unión Europea (19). A efectos de titulación de antígeno y de armonización, se prepararon sueros positivos como estándares internacionales (840 y 845, PS1 y PS2, respectivamente) y están disponibles en el Laboratorio Nacional de Investigación Veterinaria, en Lisboa, Portugal (19). Sin embargo, la prueba FC todavía resulta de difícil realización y requiere personal bien entrenado y con experiencia. 182 • Reactivos i) Tampón Veronal (VB) pH 7,3. Se utiliza una solución base concentrada que se diluye al 1/5 en agua estéril bidestilada. ii) Las muestras de suero, sin eritrocitos, deben inactivarse a 56ºC durante 30 minutos y diluirse al 1/10 en VB. iii) El antígeno consiste en una suspensión de MmmSC previamente titulada y se utiliza a la dosis de 2 unidades fijadoras de complemento (unidades FC). Se debe mantener a 4ºC sin congelar. Se produce, prueba y distribuye por laboratorios reconocidos internacionalmente. iv) El complemento (C´) se obtiene a partir de suero normal de cobaya. Se liofiliza y se reconstituye en agua bidestilada. Después de la reconstitución se debe mantener a -20ºC. Se titula practicando una serie de diluciones en VB con una cantidad apropiada de antígeno que se utiliza en la prueba. Después de incubar a 37ºC durante 2 horas, a cada dilución se añade una cantidad apropiada de eritrocitos de oveja sensibilizados (SRBC). El resultado de la titulación se lee después de incubar otra hora. La dilución mas alta que provoca hemolisis completa de los SRBC es igual a 1 unidad de C´, de donde se calcula la dilución requerida para 2,5 unidades en 25 µl. v) La hemolisina es un suero hiperinmune de conejo contra SRBC. La cantidad utilizada es de 6 dosis hemolíticas leídas a punto final del 50% (HD50 [dosis hemolítica del 50%]). vi) Los SRBC se obtienen por punción aséptica de la vena yugular. Se pueden conservar en solución de Alsever o con citrato sódico. Se utilizan como suspensión al 6%. vii) El sistema hemolítico (HS) se prepara diluyendo hemolisina en VB hasta una dosis de 12 HD50. Se añade un volumen igual de suspensión de SRBC al 6% y el sistema se lleva a un baño de agua a 37ºC durante 30 minutos con agitación periódica. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.6. — Pleuroneumonía bovina contagiosa viii) Los dos sueros positivos estándar, PS1 y PS2, son sueros bovinos de animales infectados naturalmente con un título bajo y alto, respectivamente, para armonización y control de la prueba FC, y para titulación de antígeno (PS2). Son negativos para anticuerpos frente a Brucella, Mycobacterium paratuberculosis, Chlamydia, Coxiella burnetii, Leptospira, rinotraqueitis bovina infecciosa/vulvovaginitis pustular infecciosa, Mycoplasma bovis y virus de la leucosis bovina. ix) El suero de control negativo (NS) es un suero de bovino sano, negativo para los microorganismos señalados. • Procedimiento de la prueba (utilizando microplacas) i) Colocar 25 µl de las muestras de los sueros de ensayo (ya diluidas a 1/10). Añadir 25 µl de antígeno a una dosis de 2 unidades FC. ii) Añadir 25 µl de C´a una dosis de 2,5 unidades. Agitar vigorosamente e incubar a 37ºC durante 30 minutos con agitación periódica. iii) Añadir 25 µl de HS, agitar vigorosamente e incubar a 37ºC durante 30 minutos con agitación periódica. Es necesario disponer de los siguientes controles: Complemento: 0,5, 1 y 2,5 unidades. Sistema hemolítico: 75 µl de VB + 25 µl de HS. Antígeno: 25 µl de 2 unidades FC de antígeno + 25 µl de C´con 2,5 unidades + 25 µl de HS. Nota: las microplacas deben agitarse vigorosamente dos veces durante el período de incubación. Se utilizan siempre los controles indicados arriba, el PS y el NS, en cada microplaca o en una serie de microplacas en que se utilizan los mismos lotes de reactivos. iv) Lectura e interpretación de los resultados: Después de centrifugar las microplacas a 125 g durante 2 minutos, la lectura se basa en el porcentaje observado de fijación de complemento. Resultado positivo: 100% de hemolisis a 1/10; Resultados dudosos: 25, 50 o 75% de hemolisis a 1/10. Se recomienda que cualquier fijación de complemento, incluso parcial (25, 50 ó 75%), a una dilución 1/10 de suero se continúe con investigaciones adicionales. Las limitaciones de la prueba FC resultan bien conocidas. Con una sensibilidad de >99,5%, la prueba FC puede detectar casi todos los animales enfermos con lesiones agudas, pero sólo una pequeña proporción de animales en las primeras fases de la enfermedad o con lesiones crónicas. Además, las intervenciones terapéuticas o las operaciones profilácticas ejecutadas de modo incorrecto (sacrificio parcial de la población) pueden aumentar el número de reacciones negativas falsas. Sin embargo, para grupos de animales (una manada o unidad epidemiológica) la FC es capaz de detectar prácticamente el 100% de los grupos infectados. La naturaleza de la patogénesis de la enfermedad es tal que el período de incubación, durante el cual los anticuerpos resultan indetectables por la prueba FC, puede prolongarse varios meses. Pese a la alta sensibilidad de la prueba FC, pueden producirse resultados positivos falsos. Una causa importante de ello es la existencia de reacciones serológicas cruzadas con otros micoplasmas, en particular con otros miembros del grupo M. mycoides. La validez de los resultados debe confirmarse mediante examen post-mortem y bacteriológico, y mediante pruebas serológicas con sangre tomada en el momento del sacrificio. b) Enzimoinmunoensayo competitivo (prueba prescrita para el comercio internacional) Se ha sometido a evaluación (3) un enzimoinmunoensayo competitivo (C-ELISA) desarrollado por el Centro de Colaboración de la OIE para el diagnóstico y Control de Enfermedades Animales en Países Tropicales (ver Cuadro en la Parte 3 de este Manual) (16). En la actualidad, la IAEA está evaluando un ELISA indirecto basado en una lipoproteína (1). En mayo de 2000 se designó a la C-ELISA como una "prueba alternativa" por el Comité Internacional de la OIE y en mayo 2004 como una prueba prescrita. Comparada con la prueba FC, la prueba C-ELISA tiene una sensibilidad similar pero una especificidad mayor. La C-ELISA es una prueba para poblaciones de animales más fácil de realizar que la FC, pero sus características no han Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 183 Capítulo 2.1.6. — Pleuroneumonía bovina contagiosa sido determinadas por completo, todavía (16). Los reactivos para C-ELISA se pueden obtener como preparaciones comercializadas1. Las pruebas de validación llevadas a cabo en varios países europeos y africanos (3, 16) indican i) que la verdadera especificidad de C-ELISA es de al menos 99,9%; ii) que la sensibilidad es similar a la de la prueba FC; y iii) que mediante C-ELISA los anticuerpos se detectan muy poco tiempo después de que se pueden detectar por la prueba FC y que los anticuerpos detectados por C-ELISA persisten mediante más tiempo. Esta prueba C-ELISA se suministra ahora como una preparación comercial lista para ser utilizada, que contiene todos los reactivos necesarios incluyendo placas recubiertas, que se mantienen selladas por papel de aluminio. La preparación se ha diseñado especialmente para ser resistente y ofrecer una buena reproducibilidad. Los sueros se analizan en pocillos únicos. El substrato se ha modificado y en la actualidad es TMB (tetrametil benzidina) en tampón líquido y la lectura se realiza a 450 nm. El color del substrato cambia de verde pálido a azul en una primera fase y es amarillo después de añadir la solución de parada. Los controles de MAbs muestran un color más oscuro mientras que los controles de suero muy positivo son muy claros. El punto de corte se ha tomado al 50% y debería ser válido en cualquier país. En una población afectada muchos animales mostrarán resultados positivos. c) • Reactivos i) El antígeno base se prepara lavando una suspensión concentrada de micoplasmas (2 mg/ml) y lisando con dodecil sulfato sódico al 0,1%. El antígeno base se mantiene a -20ºC hasta su uso. ii) Los MAbs se pueden conseguir del Centro de Colaboración de la OIE para el Diagnóstico y Control de Enfermedades Animales en Regiones Tropicales (ver Cuadro en la Parte 3 de este Manual). iii) El conjugado es DAKO P260 diluido 1/1500 en PBS con 0,5% de suero de caballo y 0,05% de Tween 20. iv) El substrato es 1 mM ABTS (2, 2´-azino-bis-[3-etilbenzotiazolina-6-ácido sulfónico]) y H2O2 en tampón citrato. • Procedimiento de la prueba i) Las placas para ELISA se recubren con una solución pH 7,4 (100 µl/pocillo) y se incuban toda la noche a 4ºC. ii) Se lavan las placas una vez en PBS diluido 1/5 con 0,05% de Tween 20. iii) Sueros no inactivados por el calor (diluidos 1/10) y MAb diluidos en PBS con 0-5% de suero de caballo y 0,05% de Tween 20 se dejan en contacto con el antígeno durante 1 hora a 37ºC con agitación moderada, en una cámara húmeda. El suero inactivado por calor no proporciona buenos resultados. iv) Se lavan las placas dos veces y se añade el conjugado a todos los pocillos (100 µl); luego se incuba durante 1 hora a 37ºC. v) Se lavan las placas tres veces y se añade el substrato a todos los pocillos (100 µl). vi) Se realiza la lectura a 405 nm cuando la absorbancia alcanza 0,8-1,6 en el control de MAb. de antígeno lisado en PBS, Prueba de inmunotransferencia Se ha desarrollado una prueba inmunoenzimática denominada prueba de inmunotransferencia (prueba IB) que se considera con valor diagnóstico. Una estimación en condiciones de campo indicó una sensibilidad y especificidad más altas que la prueba de FC. Se considera inmunodominante un perfil básico de bandas antigénicas, que se presentan en animales infectados tanto experimental como naturalmente. La visión ajustada del estado inmune del animal que proporciona esta prueba se debe a la posibilidad de un análisis más preciso de la respuesta inmune del hospedador en relación con el perfil electroforético de los antígenos de MmmSC; por tanto, esta prueba supera problemas relacionados con unión inespecífica. Debería utilizarse fundamentalmente como una prueba confirmativa, después de otras pruebas, y en todos los casos en los que la prueba FC ha dado un resultado falso sospechoso. Particularmente, posee valor donde se están implantando políticas de control o erradicación de la enfermedad. 1 184 International Atomic Energy Agency, Wagramerstrasse 5, P.O. Box 100, A-1400 Viena, Austria, o CIRAD/EMVY, Santé Animale, Campus International de Baillarguet, TA30/G, 34398 Montpellier cedex 5, Francia. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.6. — Pleuroneumonía bovina contagiosa • Preparación de tiras de antígeno i) El antígeno se prepara lavando una suspensión de células de micoplasmas obtenida de un cultivo de 48 horas. ii) Se prepara una SDS/PAGE (dodecil sulfato sódico/electroforesis en gel de poliacrilamida) con gel de concentración al 4% y gel de resolución en gradiente del 5-15% y se utiliza para electroforesis de la muestra con marcadores apropiados de peso molecular. iii) Las proteínas separadas se transfieren a membranas de 0,45 µm de nitrocelulosa (14 x14 cm) a un voltaje constante de 70 V en tampón de transferencia (20% de metanol en 193 mM de glicina, 25 mM de Tris/HCl, pH 8,3). iv) Se seca la membrana y se marca el lado sobre el que se encuentran las proteínas. Se incuba la membrana de nitrocelulosa en tampón de bloqueo (PBS que contiene 5% de leche desnatada, 1 M de glicina y 1% de ovolabúmina) durante 2 horas a temperatura ambiente. Después de tres lavados de 15 minutos en PBS con 0,1% (v/v) de Tween 20, la membrana se lava de nuevo con PBS solo. Se seca la membrana y se corta una tira del borde, que se ensaya. Se identifican las bandas específicas de 110, 98, 95, 62/60 y 48 kDa. v) La hoja de la membrana de nitrocelulosa se corta en tiras de 0.4 cm de anchura y se marca cada tira. Estas tiras son el antígeno usado en la transferencia. • Procedimiento de la prueba NB: Las tiras deben disponerse con el antígeno hacia arriba durante el procedimiento. d) i) Las muestras del suero de prueba se diluyen al 1/3 y se preparan sueros control positivo y negativo utilizando tampón de dilución (PBS con 0,1% de leche desnatada y 0,1% de ovoalbúmina). ii) Se coloca una tira de antígeno en cada muestra de estudio (y en los controles) y se incuba a 37ºC durante 2 horas con agitación continua. Después se lavan las tiras, como antes. iii) Las tiras se incuban con una dilución adecuada de Ig anti-bovina (cadenas H +L) conjugada con peroxidasa, en tampón de dilución, durante 1 hora a temperatura ambiente y con agitación continua. Después, lavar como antes. iv) El substrato se prepara añadiendo 30 mg de 4-cloro-1-naftol, disuelto en 10 ml de metanol, a 50 ml de PBS y 30 µl de H2O2. Se añade substrato a las tiras, que se dejan en la oscuridad con agitación continua y se examinan periódicamente hasta que las bandas de proteínas aparecen oscuras. La reacción se detiene con agua destilada. v) Lectura de los resultados: Las tiras se secan y se examinan respecto a la presencia del perfil básico de inmunotransferencia de IgG para cinco bandas antigénicas específicas de 110, 98, 95, 62/60 y 48 kDa. Los sueros que dan un perfil inmunológico similar se consideran positivos. Otras pruebas Para detectar aglutininas específicas se ha desarrollado una prueba rápida de campo de aglutinación en porta (SAT) con sangre entera o con suero (30): el antígeno es una suspensión densa de micoplasmas coloreados que se mezcla con una gota de suero o sangre. Debido a una sensibilidad escasa, la prueba sólo detecta animales en los estados iniciales de la enfermedad (es decir, la fase aguda). Debe usarse solo a nivel poblacional. Se ha desarrollado una prueba de aglutinación con látex que es más fácil de interpretar que la SAT (4). Para la PBC, las pruebas FC y ELISA se pueden utilizar en programas de análisis y erradicación, y la prueba IB altamente específica debería usarse como confirmativa. Sin embargo, la prueba IB no satisface el análisis masivo y puede ser difícil de estandarizar en países con servicios de laboratorio marginales. C. REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y LOS MATERIALES DE DIAGNÓSTICO Desde principios del siglo XX se han descrito muchas vacunas contra la PBC (vacunas muertas y vacunas heterólogas), pero ninguna ha sido realmente satisfactoria. En la actualidad, las únicas vacunas utilizadas se producen con cepas atenuadas de MmmSC. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 185 Capítulo 2.1.6. — Pleuroneumonía bovina contagiosa 1. Control del inóculo a) Características del inóculo Para preparar vacunas contra la PBC se utilizan dos cepas: la cepa T1/44, una cepa atenuada naturalmente y aislada en 1951 por Sheriff & Piercy en Tanzania, y la cepa T1sr (34, 35). El pase número 44 por huevo es lo suficientemente atenuado para proteger al ganado sin producir reacciones postvacunales importantes. Después de la vacunación pueden presentarse reacciones locales en el punto de la vacunación. Las razas de ganado deben caracterizarse en cuanto a sensibilidad antes de proceder a vacunar en masa. Debe advertirse que cuando la vacuna se suministra por intubación puede producir PBC; sin embargo, si se inyecta subcutáneamente no debe crear un problema serio de enfermedad (15). La identidad de la cepa se puede comprobar con la inserción del perfil de la secuencia o por ensayo específico con PCR (18). La cepa de inóculo original se mantiene en forma liofilizada a -20ºC. b) Método de cultivo Para la producción de vacunas se utiliza un sistema de lotes de inóculos liofilizados que se obtienen de cultivos del inóculo primario. Estos lotes de inóculo se mantienen a -20ºC. Los medios utilizados para los cultivos de siembra son el medio de Gourlay o el medio F66: ambos contienen los mismos ingredientes básicos, pero el F66 es más complejo (24). Los medios se esterilizan por filtración, poseen un pH de 7,8-8,0, y deben utilizarse en pocos días después de su preparación. El medio se debe distribuir en tubos incubados a 37ºC durante 48 horas para comprobar su esterilidad antes del uso. Para cultivos en masa de la cepa de vacuna se debe inocular directamente el contenido completo de un vial de inóculo de siembra a 100 ml de medio, para evitar el riesgo de clonar sin pretenderlo el inóculo de la vacuna. 2. Método de producción Los medios para producir vacunas, de Gourlay o F66, se describen en la Sección C.1.b. Deben distribuirse en matraces de 1 litro (500 ml por matraz) y de 10 litros (5 litros por matraz) e incubarse a 37ºC durante 48 horas para comprobar la esterilidad antes de su utilización. Para obtener un recuento bacteriano alto, se deben recoger los cultivos justo antes del final de la fase logarítmica de crecimiento, antes del punto máximo, pues el número de micoplasmas viables se reduce después rápidamente. Por consiguiente se debe realizar una cinética de la curva de crecimiento en cada laboratorio de producción. El contenido de un vial de inóculo de trabajo se usa en tubos en diluciones seriadas. Si no se produce contaminación después de la incubación, se utiliza el segundo tubo, cuando el cultivo aún está en fase exponencial, para inocular matraces de 1 litro. Los matraces de 10 litros se inoculan con el cultivo de 48 horas de un matraz de 1 litro (10 ml/ litro de medio) y se incuban a 37ºC. Después de 24 horas de incubación, se recomienda que la agitación magnética sea lenta. Justo antes de que se alcance el máximo (entre 60 y 70 horas de incubación), se prepara el cultivo para liofilización. Los siguientes pasos deben hacerse en hielo: • Adición del medio protector de liofilización: leche en polvo desnatada (al 4,5%, es decir 225 g por cada 5 litros). • Distribución en viales (el volumen depende del número de dosis necesarias por vial y de los pasos de la liofilización). Para liofilizar se recomiendan liofilizadores con estantes para controlar y observar los diferentes pasos. Los viales deben cerrase en la máquina del liofilizador para evitar roturas. 3. Control interno En cada paso deben realizarse exámenes microscópicos de preparaciones teñidas con la tinción de Gram del caldo, o de cultivos del caldo en medio sólido con sangre, para comprobar la ausencia de contaminación bacteriana. 186 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.6. — Pleuroneumonía bovina contagiosa También debe realizarse un examen rápido para comprobar la presencia de MmmSC en el medio recogido, por microscopía de contraste de fases y mediante FAT con un suero hiperinmune marcado. Se inoculan muestras liofilizadas de las vacunas en agar micoplasma o en caldo para llevar a cabo pruebas de inhibición del crecimiento (11). 4. Control de lotes a) Esterilidad Se inoculan caldos bacteriológicos, así como agar sangre, y se incuba a 37ºC. Todos los medios deben permanecer estériles (24). Las pruebas para esterilidad pueden encontrarse en el Capítulo I.1.5. b) Titulación El título mínimo es de 107 micoplasmas por dosis de vacuna, pero se recomiendan títulos más altos, de al menos 108. La titulación se lleva a cabo después de reconstituir la vacuna liofilizada en el diluyente recomendado para la vacunación. Las titulaciones se deben realizar en al menos cinco viales de cada lote. Técnica clásica: Se realizan diluciones decimales en medio de Gourlay. Para homogenizar la suspensión en cada tubo resulta útil emplear un agitador de tipo vórtex. Primero, 5 ml de los tubos con diluciones de 10-6 a 10-12 se inoculan en cinco tubos de medio (1 ml por tubo, cinco tubos por dilución). Todos los tubos se incuban luego 4 días a 37ºC y se detecta el crecimiento por el cambio de color en el indicador. El título se obtiene utilizando la tabla del "Número Más Probable" de MacCrady o por modificación del método de Reed & Muench. Esta técnica es simple y fácil de realizar pero carece de precisión (+ 0,5 log). Se ha descrito un método de microtitulación que es más exacto (27) y que debería utilizarse cuando sea posible. Existen procedimientos alternativos de titulación que incluyen el uso de diluciones decimales preliminares, como en la técnica clásica, pero la siembra de 20 alícuotas de 100 µl, por cada dilución, en una microplaca que ya contiene el "medio con glucosa" y un indicador de pH. Se pueden probar cuatro diluciones en una microplaca, dejando dos columnas para el control del medio. El título se calcula por una modificación del método de Reed y Müench que consiste en restar 0,25 log del título final para obtener un "número de organismos viables" y no una dosis infectiva del 50%. La precisión final debe ser del orden de 0,2-0,25 log. Se pueden obtener titulaciones comparativas sembrando alícuotas de 20 µl de cada una de las diluciones primarias en un medio sólido conveniente. Los títulos se obtienen luego como CFU (unidades formadoras de colonias) y no debería diferir mucho de los títulos obtenidos en medio líquido. La titulación en medio sólido requiere más destreza que en medio líquido. c) Inocuidad Después de la reconstitución en tampón frío, la vacuna se inocula subcutáneamente en dos ratones, e intraperitonealmente en otros dos ratones y en dos cobayas machos. Ninguno de los animales debe morir en el mes siguiente y los cobayas no deben mostrar signos de orquitis. Las pruebas de inocuidad se deben realizar por lo menos en dos cabezas de ganado bovino o de cebúes. Cada una se inocula con diez dosis de vacuna y se observan para efectos adversos durante 4 semanas. d) Potencia Se inyectan subcutáneamente por lo menos diez cabezas de ganado bovino en el sitio recomendado, indicado en el prospecto. Se mantienen como controles no vacunados otros tantos animales. Después de por lo menos 2 meses, todos los animales se ponen en contacto con ganado infectado experimentalmente, en un espacio cerrado, utilizando al menos un donante de la infección por cada tres cabezas sometidas a prueba. El ganado se mantiene en contacto durante 3 meses. Después, se sacrifican todos los animales y se realizan exámenes post-mortem. Los animales vacunados no deberían mostrar más que síntomas clínicos ligeros de la enfermedad, ni presentar lesiones post-mortem de pleuroneumonía. Al menos el 80% de los animales control deben mostrar las típicas lesiones post-mortem. Esta prueba de potencia solo se necesita realizar una vez; los lotes siguientes no se tienen que volver a probar, siempre que se produzcan con arreglo a un protocolo estándar (34, 35). Cualquier modificación de tal protocolo estándar, como incrementar el número de pases in vitro, debe estar estrictamente prohibido. Otras modificaciones, como la producción en fermentadores con ajuste continuo de pH o adición de reactivos, debe acompañarse siempre de una prueba de potencia para asegurar que la protección inducida no se ha visto alterada. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 187 Capítulo 2.1.6. — Pleuroneumonía bovina contagiosa e) Duración de la inmunidad La cepa T1/44 confiere una protección aproximada de 1 año (14), pero la lograda con la cepa T1sr puede durar sólo 6 meses. En algunos animales se produce seroconversión (prueba FC). Los anticuerpos desaparecen a los tres meses de la vacunación. f) Estabilidad La titulación periódica de la vacuna almacenada permite calcular la caducidad. Las vacunas liofilizadas deben conservarse a -20ºC. A esta temperatura su período de conservación es de por lo menos 1 año (24), y la viabilidad se puede conservar por muchos años sin pérdida de titulación, lo que permite la constitución de stocks de emergencia. Naturalmente, los títulos de estos depósitos necesitan un control regular. g) Conservantes Para liofilizar se añade leche desnatada en polvo: 45 g/litro de medio de cultivo. Para la reconstitución de una vacuna liofilizada se utiliza solución salina normal. Alternativamente, se utiliza a temperatura ambiente una solución molar de sulfato magnésico (248 g por litro). Esta solución molar protege a los micoplasmas de la inactivación por el calor (24). Es importante la pureza de las sales que se emplean. h) Precauciones (riesgos) Los procedimientos para uso en condiciones de campo y la reconstitución de las vacunas liofilizadas se han descrito por Provost et al. (24). Cuando se vacunan animales infectados, pueden aparecer reacciones intensas, como las que tuvieron lugar recientemente después de las campañas de vacunación de emergencia en el este de África. Por lo general, estas reacciones se presentan en 2-3 días. También pueden aparecer reacciones locales en el sitio de la inyección después de 2-3 semanas con la cepa T1/44. Estas reacciones se conocen como "reacción de Willems" y comprenden un edema invasivo que lleva a la muerte si no se administra tratamiento antibiótico con tetraciclina o tilosina. La cepa T1sr carece por completo de patogenicidad residual, lo que supone una alternativa de elección a la T1/44, aunque la duración de la inmunidad es más corta. Hubo sospechas de ineficacia de la T1sr para controlar brotes en África del sur, lo que llevó a su suspensión (29). La sensibilidad general de una población bovina determinada debe probarse primero vacunando grupos de muestra (24). 5. Pruebas sobre el producto final Estas pruebas se deben realizar después de la reconstitución de un conjunto de al menos cinco viales de la vacuna liofilizada con el diluyente recomendado. a) Inocuidad Las pruebas de inocuidad deben realizarse en ganado bovino o cebúes, de acuerdo con lo expuesto en la Sección C.4.c. b) Potencia Esta prueba se realiza siguiendo el protocolo descrito en la sección C.4.d. Debido a que la PBC no se puede reproducir experimentalmente con facilidad, y por su coste, solo se necesita realizar una prueba de potencia en cada lote de inóculo, con tal de que el título sea satisfactorio y que no cambien los parámetros de producción. REFERENCIAS 1. ABDO E.-M., NICLOLET J. & FREY J. (2000). Antigenic and genetic characterization of lipoprotein LppQ from Mycoplasma mycoides subs. mycoides SC. Clin. Diagn. Lab. Immunol., 7, 588–595. 2. AL-AUBAIDI J.M. & FABRICANT J. (1971). Characterization and classification of bovine mycoplasma. Cornell Vet., 61, 490–518. 3. 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Pays Trop., 52, 171–179. * * * NB: Existen laboratorios de referencia de la OIE para la Pleuroneumonía bovina contagiosa (ver Cuadro en la parte 3 de este Manual de animales terrestres o consultar la página web de la OIE para una lista actualizada: www.oie.int) 190 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 CAPITULO 2.1.7. DERMATOSIS NODULAR CONTAGIOSA RESUMEN La dermatosis nodular contagiosa de los bóvidos (DNC) (Lumpy skin, LSD), knopvelsiekte) es una enfermedad del ganado debida a poxvirus que se caracteriza por fiebre, nódulos en la piel, en membranas mucosas y órganos internos, extenuación, inflamación de los nódulos linfáticos, edema cutáneo, y a veces muerte. La enfermedad tiene importancia económica porque causa un descenso en la producción, particularmente en vacas de leche. También causa daños en la piel. DNC es producida por cepas de capripoxvirus que son indistinguibles de las que causan la viruela de la oveja y de la cabra. Sin embargo, DNC tiene una distribución geográfica diferente a la viruela ovina y caprina, lo que sugiere que las cepas de capripoxvirus de bóvidos no infectan ni se transmiten a ovejas y cabras. Se estima que la transmisión del virus productor de DNC se efectúa predominantemente a través de insectos, y que la transmisión natural por contacto en ausencia de insectos vectores es poco efectiva. Hasta 1988, esta enfermedad se limitaba al África sub– sahariana, pero luego se extendió a Egipto. Sólo se ha confirmado en laboratorio un brote de DNC fuera de África, en 1989 en Israel, que se eliminó por sacrificio de todos los animales infectados o en contacto con ellos, y por vacunación. Los brotes descritos en 1993 en Bahrain y Reunion no pudieron confirmarse mediante aislamiento de los virus. Identificación del agente: La confirmación más rápida de la DNC es la demostración de los viriones típicos de los capripoxvirus en materiales de biopsias o en las costras desecadas usando el microscopio electrónico de transmisión en combinación con una historia clínica de la dermatosis nodular contagiosa generalizada y de inflamación de los ganglios linfáticos superficiales en el ganado. El capripoxvirus es distinto del parapoxvirus, que causa la estomatitis papular bovina y la seudo–viruela bovina, pero no puede diferenciarse morfológicamente del de la viruela bovina y del virus vacunal, que son en ambos casos ortopoxvirus que infectan a los bóvidos. Sin embargo, ninguno de éstos producen una infección generalizada y ambos son bastante raros en los bóvidos. El virus productor de la DNC crece en cultivos de tejidos de origen bovino, ovino y caprino, aunque el mejor crecimiento se obtiene utilizando células testiculares de cordero. El capripoxvirus produce un efecto citopático, y cuerpos de inclusión intracitoplasmáticos característicos, y difiere del virus de la seudo–DNC (Allerton–mamitis herpética), que es un herpesvirus productor de sincitios y cuerpos de inclusión intranucleares. El antígeno del virus se puede poner de manifiesto en cultivo de tejidos mediante tinción con inmunoperoxidasa o inmunofluorescencia y el virus se puede neutralizar utilizando antisueros específicos. Para la detección del antígeno se ha desarrollado un enzimoinmunoensayo (ELISA) usando en la detección un suero policlonal obtenido frente a un recombinante del antígeno inmunodominante del capripoxvirus. También se ha descrito la detección del genoma usando cebadores específicos del capripoxvirus que corresponden a los genes que codifican las proteínas responsables de la fusión y de la unión. Pruebas serológicas: La prueba de neutralización vírica representa la técnica serológica más específica, pero, debido a que la inmunidad a la infección por la DNC es fundamentalmente de tipo celular, el ensayo no es lo suficientemente sensible como para identificar animales que han tenido contacto con el virus productor de la DNC y que han desarrollado solo bajos niveles de anticuerpo neutralizante. Las pruebas de inmunodifusión en gel de agar y las de inmunofluorescencia indirecta son menos específicas debido a reacciones cruzadas con anticuerpos frente a otros poxvirus. La técnica Western blot utilizando la reacción entre el antígeno P32 del virus de la DNC con sueros problema es sensible y específica, pero de realización difícil y costosa. El uso de este antígeno, Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 191 Capítulo 2.1.7. — Dermatosis nodular contagiosa expresado por un vector adecuado, en un enzimoinmunoensayo ofrece perspectivas para constituir una técnica serológica aceptable y estandarizada. Requisitos para las vacunas y los materiales de diagnóstico: Todas las cepas de capripoxvirus examinadas hasta la fecha, bien sean derivadas de ganado vacuno, ovino o caprino, comparten antígenos inmunizantes. Se han empleado como vacunas vivas cepas atenuadas de origen bovino y cepas derivadas de ovejas y cabras. A. INTRODUCCIÓN La dermatosis nodular contagiosa de los bóvidos (DNC) se detectó primero en Zambia en 1928, extendiéndose a Botswana en 1943 (15), y luego a Sudáfrica, donde infectó a más de ocho millones de cabezas de ganado causando importantes pérdidas económicas. En 1957 alcanzó a Kenia, asociada a un brote de viruela ovina (24). En 1970, la DNC se extendió hacia el norte por Sudán, y en 1974 se extendió al oeste alcanzando Nigeria, siendo descrita en Mauritania, Mali, Ghana y Liberia en 1977. Otra epizootia de DNC afectó entre 1981 y 1986 a Tanzania, Kenia, Zimbabwe, Somalia y Camerún, con un nivel de mortalidad del 20% en el ganado infectado. Sin embargo la verdadera dimensión de esta epizootia no está clara y probablemente afectó a un área considerable de África central. En 1988, la DNC se estableció en Egipto, y en 1989 se describió en Israel un único brote. La DNC debe ser considerada como una enfermedad potencialmente capaz de establecerse fuera de África. El método principal de transmisión es mecánico por medio de artrópodos vectores (6, 9). La gravedad de los signos clínicos de la DNC (Dermatosis nodular contagiosa), o DNC (Lumpy skin, Neethling o knopvelsiekte), depende de la cepa de capripoxvirus y de la raza del hospedador. Bos taurus es más susceptible a la enfermedad que Bos indicus; también se ha descrito que el búfalo asiático es susceptible. Dentro de Bos taurus, la raza Channel Island de piel fina desarrolla una enfermedad mas grave, siendo los terneros lactantes los que presentan mas riesgo. No obstante, incluso dentro de grupos de ganado de la misma raza mantenidos juntos en las mismas condiciones, existe una amplia variación en cuanto a los signos clínicos presentes, que varía desde una infección subclínica hasta la muerte (7). Puede darse el caso de imposibilidad de infección de un grupo entero por el virus, en función de la prevalencia del vector. En animales con infección aguda, se presenta fiebre inicial, que puede superar los 41°C y persistir durante una semana. El período de incubación en condiciones de campo no se ha descrito, pero, después de una inoculación, es de 6–9 días hasta la aparición de la fiebre. Aparece rinitis y conjuntivitis, y en ganado lechero se produce una reducción notable en la producción. Se desarrollan nódulos de 2–5 cm de diámetro por todo el cuerpo, en especial por la cabeza, cuello, ubres y periné. Estos nódulos afectan a la dermis y a la epidermis e inicialmente pueden exudar suero, aunque en las siguientes dos semanas se convierten en tapones necróticos que atraviesan todo el grosor de la piel. Todos los nódulos linfáticos superficiales aumentan de tamaño, los miembros se vuelven edematosos y el animal tiende a no moverse. Los nódulos que aparecen en las membranas mucosas de los ojos, la nariz, la boca, el recto, las ubres y los genitales se ulceran rápidamente, y por entonces todas las secreciones contienen virus DNC. Con la aparición de los signos clínicos, las descargas nasales y oculares se vuelven mucopurulentas y puede aparecer queratitis. También se desarrollan nódulos en la boca, tejido subcutáneo y en el músculo, en la tráquea y tracto alimentario, sobre todo en el abomaso, y en los pulmones, desembocando en una neumonía primaria y secundaria. Las vacas preñadas pueden abortar, y se han descrito abortos con fetos cubiertos de nódulos. Los toros pueden quedar estériles de modo permanente o temporal. La recuperación de la infección grave es lenta; el animal queda extenuado, puede presentar neumonía y mamitis, y los tapones necróticos de la piel, que pueden haber sido objeto de ataque por las moscas, se eliminan dejando profundos huecos en la piel (21). El virus de la DNC no se transmite a humanos. B. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO 1. Identificación del agente • Recogida de muestras, envío y preparación El material para aislamiento del virus y detección del antígeno debe recogerse de los nódulos de la piel, lesiones pulmonares o nódulos linfáticos mediante biopsia o post–mortem. Las muestras para aislamiento de virus y la detección de antígeno por enzimoinmunoensayo (ELISA) se deberían recoger en la primera semana de aparición de los síntomas clínicos, antes de que se desarrollen anticuerpos neutralizantes (12). Las muestras para detección genómica por la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) pueden obtenerse cuando los anticuerpos neutralizantes ya estan presentes. No obstante, la presencia de virus se puede evidenciar hasta transcurridos 35 días en lesiones antiguas. También se puede usar para aislar el virus la capa pardusca que aparece en la sangre 192 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.7. — Dermatosis nodular contagiosa mantenida en heparina o EDTA (ácido etilén diamino tretraacético) durante la fase virémica del DNC (antes de la generalización de las lesiones o dentro de los 4 días de la generalización). Las muestras para histología deben incluir tejido del área adyacente y han de ser colocadas inmediatamente después su recogida en formalina al 10% en un volumen 10 veces superior al volumen de la muestra. Los tejidos con formalina no necesitan requisitos especiales de transporte. Las muestras de sangre con anticoagulante para el aislamiento de virus a partir de la capa pardusca deben colocarse inmediatamente en hielo y procesarse tan pronto como sea posible. En la práctica, las muestras pueden mantenerse a 4°C hasta 2 días antes de su posterior manipulación, pero no deberían congelarse ni mantenerse a temperatura ambiente. Los tejidos para aislamiento de virus y detección de antígeno deben mantenerse a 4°C, en hielo o a –20°C. Si resulta necesario transportar las muestras a grandes distancias sin refrigeración, el medio debe contener glicerol al 10%; las muestras deben de ser de un tamaño suficiente para que el medio no penetre durante el transporte la parte central de la biopsia, que debería usarse para el aislamiento de virus. El material para histología debe prepararse por técnicas estándar y teñirse con hematoxilina y eosina (H&E) (2). El material de las lesiones para aislamiento de virus y detección de antígeno se trocea usando tijeras y pinzas estériles y luego se pulveriza a mano en un mortero estéril con arena estéril y un volumen igual de tampón fosfato salino (PBS) también estéril que contiene penicilina sódica (1.000 unidades internacionales [UI]/ml, sulfato de estreptomicina (1 mg/ml), micostatin (100 UI/ml) o fungizona (2.5 µg/ml) y neomicina (200 UI/ml). La suspensión se congela y descongela tres veces y luego se clarifica parcialmente mediante centrifugación usando una centrífuga de mesa a 600 g durante 10 minutos. Las capas de color pardusco se preparan a partir de sangre no coagulada por centrifugación a 600 g durante 15 minutos, y la capa se extrae con cuidado usando una pipeta Pasteur estéril y se lleva a 5 ml de agua fría doblemente destilada. Después 30 segundos se añaden 5 ml de medio de crecimiento frío a doble concentración y se mezcla. La mezcla se centrifuga a 600 g durante 15 minutos, se elimina el sobrenadante y el precipitado sedimento celular se suspende en 5 ml de medio de crecimiento, como medio Eagle modificado de Glasgow (GMEM). Después centrifugar a 600 g otros 15 minutos, el precipitado sedimento resultante se resuspende en 5 ml de CMEM fresco. Alternativamente, la capa pardusca se puede separar de una muestra con heparina utilizando un gradiente de Ficoll. a) Cultivo El virus de la DNC crecerá en cultivos de tejidos de origen bovino, ovino o caprino, aunque se considera que los cultivos primarios y secundarios de células de testículo de cordero (LT) son las más adecuadas, especialmente las procedentes de la raza ovina de lana. La muestra se prepara como antes, es decir, 1 ml de sobrenadante clarificado o de la capa pardusca se inocula en un frasco de cultivo de 25 cm2 a 37°C y se permite la absorción durante 1 hora. El cultivo se lava luego con PBS caliente y se recubre con 10 ml de un medio adecuado, como GMEM, que contenga antibióticos y 2% de suero fetal bovino. Si se dispone de ellos, también se infectan tubos de cultivo de tejidos que contengan células LT y un cubreobjetos, o portaobjetos para cultivo de tejidos. Los frascos de cultivo se examinan diariamente durante 14 días para observar el efecto citopático (ECP) y se reemplaza el medio cuando aparece turbio. Las células infectadas desarrollan un ECP característico que consiste en la retracción de la membrana celular de las células adyacentes, y en un eventual redondeamiento de las células y la marginación de la cromatina nuclear. Al principio sólo se ven pequeñas áreas de ECP, a veces tan sólo a los 2 días después de la infección; en los siguientes 4–6 días las áreas se extienden hasta abarcar toda la lámina de células. Si no aparece ECP después 14 días, el cultivo se debe congelar y descongelar tres veces, y el sobrenadante clarificado se inocula en un cultivo fresco de células LT. Al primer signo de ECP en los frascos, o antes si se usan cubres infectados, se toma un cubre, se fija con acetona y se tiñe con H&E. La presencia de cuerpos de inclusión citoplasmáticos que sean eosinofílicos, variables en tamaño pero que pueden ser como la mitad del núcleo y rodeados por un halo claro, constituye un diagnóstico de infección por poxvirus. El ECP se puede evitar o retrasar incluyendo en el medio un antisuero específico anti–DNC. El herpesvirus o el virus seudo–DNC producen un cuerpo de inclusión intranuclear de tipo Cowdry A. La formación de sincitios no es una característica de la infección por capripoxvirus, a diferencia del herpesvirus que causa la seudo–DNC. Algunas cepas de capripoxvirus que causan DNC se han adaptado para crecer en la membrana corioalantoidea de huevos de gallina embrionados y en células de riñón de mono verde africano (células Vero). Esto no es recomendable para el aislamiento primario. • Microscopía electrónica Antes de la centrifugación, el material de la suspensión de la biopsia original se prepara para su examen en el microscopio electrónico de transmisión colocando una rejilla hexagonal de malla 400 para microscopía electrónica, cubierta con una película de carbón activado por descarga en vapor de pentilamida, sobre una gota de la suspensión colocada sobre parafina o una placa de cera. Después de 1 minuto, la rejilla se transfiere a una gota de tampón Tris/EDTA, pH 7,8, durante 20 segundos y luego a una gota de ácido fosfotúngstico al 1%, pH 7.2, durante 10 segundos. La rejilla se deseca con papel de filtro, se seca al aire y Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 193 Capítulo 2.1.7. — Dermatosis nodular contagiosa se coloca en el microscopio electrónico. El virión del capripoxvirus tiene forma de ladrillo, está cubierto por cortos elementos tubulares y mide aproximadamente 290 x 270 nm. Una membrana que procede de la célula hospedadora puede rodear algunos de los viriones, y se deben examinar tantos como sea posible para confirmar su aparición (19). Los viriones de los capripoxvirus no se diferencian de los de los ortopoxvirus, pero, aparte del virus vacunal y del virus de la viruela, que no son comunes en el ganado y no causan infección generalizada, ningún otro ortopoxvirus causa lesiones en el ganado vacuno. No obstante, el virus vacunal puede causar infección generalizada en terneros jóvenes inmunocomprometidos. Por el contrario, los ortopoxvirus son una causa corriente de enfermedades cutáneas en el búfalo doméstico originando la viruela del búfalo, una enfermedad que normalmente se manifiesta con lesiones de varioliformes en los pezones, pero que también puede causar lesiones cutáneas en otros sitios, como el periné, la zona media de los muslos y la cabeza. Los ortopoxvirus que causan la viruela del búfalo no pueden distinguirse fácilmente por microscopía electrónica de los capripoxvirus. Los viriones de los parapoxvirus que producen la estomatitis papular bovina y la seudoviruela son mas pequeños, de tamaño oval y cada uno está cubierto por un único elemento tubular continuo que aparenta formar estriaciones sobre el virión. El capripoxvirus es también distinto del herpevirus que provoca la seudo–DNC (Allerton– mamitis herpética). b) Métodos inmunológicos • Pruebas con anticuerpos fluorescentes El antígeno del capripoxvirus puede también identificarse en los cubres infectados o en los portas de cultivo de tejidos usando pruebas con anticuerpos fluorescentes. Los cubres o los portas deben estar lavados y secos y fijados en acetona fría durante 10 minutos. El método indirecto, en el que se utilizan sueros de ganado inmune, presenta mucho color de fondo y reacciones no específicas. Sin embargo, se puede preparar un conjugado directo a partir de sueros de ganado vacuno enfermo (o de ovejas o cabras enfermas por el capripoxvirus) o a partir de conejos hiperinmunizados con capripoxvirus purificado. Se debe incluir un cultivo de tejidos no infectado como control negativo ya que pueden causar problemas las reacciones cruzadas, debidas a la presencia de anticuerpos contra el cultivo celular. • Inmunodifusión en gel de agar Se ha usado una prueba de inmunodifusión en gel de agar (IGDA) para detectar el antígeno precipitante del capripoxvirus, pero tiene la desventaja de que este antígeno también lo presentan los parapoxvirus. Se prepara agarosa (al 1%) en tampón borato, pH 8,6, se calienta para disolver, y se vierten 2 ml en un porta (76 x 26 mm). Cuando el agar se solidifica, se cortan pocillos sobre él para originar una roseta de seis pocillos alrededor de un pocillo central. Cada pocillo tiene 5 mm de diámetro y debe haber una distancia de 7 mm entre el centro del pocillo central y el centro de cada pocillo periférico. Los pocillos se llenan del siguiente modo: a tres pocillos periféricos se añaden 10 µl de la suspensión al 10% a partir de las lesiones, alternando con pocillos que contengan controles positivos de antígeno, mientras que al pocillo central se añaden 10 µl de suero control positivo contra capropoxvirus. Los portas se colocan en una cámara húmeda a temperatura ambiente durante 48 horas , y se examinan para ver líneas de precipitación con un transiluminador. El material ensayado es positivo si aparece una línea de precipitación con el suero control que resulta confluente con la producida por el control positivo de antígeno. Para preparar el antígeno para la prueba IGDA, se toman dos frascos de cultivo de 125 cm2 con células LT, se infecta uno con el capripoxvirus y se recoge cuando presenta un 90% de ECP (8–12 días). El frasco se congela y descongela dos veces, y las células se agitan para que se liberen de la superficie del frasco. El contenido se centrifuga a 4.000 g durante 15 minutos, la mayor parte del sobrenadante se decanta y se guarda, y el precipitado se resuspende en el resto de sobrenadante. Las células se lisan usando un dispositivo de ultrasonicación durante aproximadamente 60 segundos. Este homogenado se centrifuga luego como antes, y el sobrenadante resultante se mezcla con el anteriormente obtenido. El sobrenadante conjunto se añade a continuación a un volumen idéntico de sulfato amónico saturado a pH 7,4 y se deja a 4°C durante 1 hora. Esta solución se centrifuga a 4.000 g durante 15 minutos, y se recoge el precipitado resuspendiéndolo en un pequeño volumen de solución salina al 0.8% para su uso en la prueba IGDA. El frasco no infectado se somete al mismo procedimiento para obtener un control de antígeno del cultivo de tejidos (18). • Enzimoinmunoensayo Después la clonación de la proteína estructural P32 del capripoxvirus que es muy antigénica, es posible usar el antígeno recombinante expresado para la producción de reactivos diagnósticos, incluyendo la obtención de antisuero policlonal monoespecífico contra P32 y la producción de anticuerpos monoclonales (Mabs). Estos reactivos han facilitado el desarrollo de un ELISA altamente específico. Utilizando antisuero de conejo hiperinmune, obtenido mediante inoculación a conejos de capripoxvirus purificado, el antígeno del virus presente en suspensiones de biopsias o en sobrenadantes de cultivo de tejidos puede ser 194 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.7. — Dermatosis nodular contagiosa inmovilizado en una placa de ELISA. La presencia del antígeno puede así demostrarse utilizando suero de cobaya, producido contra el grupo específico de la proteína estructural P32, inmunoglobulina anti–cobaya comercial obtenida en conejo conjugada con peroxidasa de rábano y una solución de substrato cromogénico. c) Métodos de reconocimiento de ácidos nucleicos Mediante técnicas serológicas no es posible distinguir entre cepas de capripoxvirus de ganado vacuno, ovejas o cabras. Sin embargo, se pueden caracterizar las cepas comparando los fragmentos genómicos que se generan mediante digestión con el enzima HindIII a partir de sus ADN purificados (1,3,17). Esta técnica ha establecido diferencias entre aislamientos realizados en diferentes especies, pero no son sólidas y existe evidencia de la existencia de movimiento de cepas entre especies distintas y de recombinación de cepas en condiciones naturales (14). Se puede utilizar PCR para detectar el genoma del capripoxvirus en muestras de biopsias o de cultivo de tejidos. Los cebadores para los genes correspondientes a las proteínas víricas de unión y de fusión son específicos para capripoxvirus, y la naturaleza de los productos obtenidos por PCR se puede confirmar usando los sitios reconocidos por enzimas de restricción (16). El genoma del virus productor de la DNC contiene unos 156 genes (23). 2. Pruebas serológicas a) Neutralización de virus Un suero problema se puede titular frente a una concentración constante de capripoxvirus (100 DICT50 [50% dosis infectiva en cultivo de tejidos]) o bien una cepa estándar de virus se puede titular frente a una dilución constante del suero problema para calcular el índice de neutralización. Debido a variaciones en la sensibilidad del cultivo de tejidos a los capripoxvirus, y la consiguiente dificultad en asegurar el uso de 100 DICT50 , el método preferido es el índice de neutralización. El método se describe usando una placa de microtitulación para cultivo de tejidos con 96 pocillos de fondo plano, pero puede realizarse igualmente en tubos de cultivo de tejidos con los cambios de volumen adecuados, aunque resulta más difícil determinar en tubos los resultados de punto final. Se ha descrito que el uso de células Vero en el ensayo de neutralización del virus suministra resultados más repetitivos. • Procedimiento del ensayo i) Los sueros problema, incluyendo un control positivo y un control negativo, se diluyen al 1/5 con medio Eagle/HEPES (N–2–hidroxietilpiperazina, ácido N–2–etanosulfónico) y se inactivan a 56°C durante 30 minutos. ii) A continuación, se añaden 50 µl del primer suero inactivado a los pocillos de las columnas 1 y 2 , de las filas A hasta la H, en la placa de microtitulación. El segundo suero se coloca en las columnas 3 y 4, el tercero en las columnas 5 y 6, el control de suero positivo en las columnas 7 y 8, el control de suero negativo en las columnas 9 y 10, y se añaden 50 µl de Eagle/HEPES sin suero en las columnas 11 y 12 y a todos los pocillos de la fila H. iii) Una cepa de referencia de capripoxvirus, normalmente una cepa vacunal que se sepa que crece bien en cultivo de tejidos, y con un título superior a 6 log10 DICT50 por ml se diluye con Eagle/HEPES en pequeños recipientes para dar una dilución seriada de 5.0; 4.0; 3.5; 3.0; 2.5; 2.0; 1.5 log10 DICT50 por ml (equivalente a 3.7; 2.7; 2.2; 1.7; 1.2; 0.7; 0.2 log10 DICT50 por 50 µl). iv) Comenzando por la fila G y la preparación de virus más diluida, se añaden 50 µl de virus a cada pocillo de esa fila. Esto se repite con cada dilución de virus, colocando la dilución de virus de titulación mayor en la fila A. v) Las placas se cubren y se incuban 1 hora a 37°C. vi) A partir de monocapas crecidas con anterioridad se preparan células LT en una suspensión que contenga 105 células/ml en medio Eagle con antibióticos y 2% de suero fetal bovino. Después incubar las placas de microtitulación, se añaden 100 µl de la suspensión celular a todos los pocillos excepto a los pocillos H11 y H12, que sirven como control para el medio. El resto de los pocillos de la fila H son los controles de las células y del suero. vii) Las placas de microtitulación se cubren e incuban a 37°C por 9 días. viii) Utilizando un microscopio invertido, las monocapas se examinan diariamente a partir del día 4 para observar ECP. No debería apreciarse ECP en las células de la fila H. Utilizando la cepa vacunal 0240 KSGP de capripoxvirus, la lectura final se hace al día 9, y el título del virus en cada titulación por duplicado se calcula según Kärber (1931). Si se deja más tiempo, aparece de modo invariable un Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 195 Capítulo 2.1.7. — Dermatosis nodular contagiosa aumento de virus debido a que el virus que fue en principio neutralizado parece disociarse del anticuerpo. ix) Interpretación de los resultados: El índice de neutralización es el logaritmo del título de la diferencia entre el título del virus en el suero negativo y en el suero problema. Un índice > 1.5 se considera positivo. El ensayo se puede hacer más sensible si se examina el suero del mismo animal antes y después de la infección. Debido a que la inmunidad a los capropoxvirus está predominantemente mediada por células, un resultado negativo, en especial después una vacunación en que la respuesta es necesariamente suave, no implica que el animal del que deriva el suero no está protegido. Se ha descrito un método con virus–constante y suero–variable empleando diluciones de suero del orden de 1/5 a 1/500 y células de músculo fetal bovino. Como estas células tienen menor sensibilidad al capripoxvirus que las células LT, se evita el problema del aumento de virus cuando el ensayo se deja más tiempo. Los anticuerpos al capripoxvirus se pueden detectar a los dos días de la aparición de los síntomas clínicos. Permanecen detectables durante unos 7 meses, pero normalmente se aprecia el título más alto entre los días 21 y 42. b) Inmunodifusión en gel de agar La prueba IGDA no es recomendable como prueba serológica en el diagnóstico de la DNC por la reacción cruzada con anticuerpos contra los virus de la estomatitis papular bovina y de la seudoviruela. Una consecuencia de estas reacciones cruzadas es la aparición de resultados positivos falsos. La escasa sensibilidad de la prueba también puede conducir a resultados negativos falsos. c) Prueba de inmunofluorescencia indirecta Para la prueba de inmunofluorescencia indirecta se puede usar un cultivo de tejidos infectado por capripoxvirus crecido sobre cubres o sobre portas de los usados en microscopía. Se debe incluir en la prueba un cultivo de tejidos no infectado, así como un control de suero positivo y negativo. Los cultivos infectados y el control se fijan en acetona a –20°C durante 10 minutos y se mantienen a 4°C. Las diluciones del suero problema se realizan en PBS, empezando a 1/20 o 1/40, y los positivos se identifican usando una gamma–globulina anti–bovina conjugada con isotiocianato de fluoresceína. El título de anticuerpos puede superar 1/1000 después la infección. Los sueros pueden ser probados a 1/50 y 1/500. Pueden existir reacciones cruzadas con el virus orf (dermatitis pustular contagiosa de la oveja), el de la estomatitis papular bovina y quizás con otros poxvirus. d) Análisis Western blot La técnica de Western blot realizada con sueros problema frente a lisados de células infectadas por capripoxvirus representa un sistema sensible y específico para detectar anticuerpos contra las proteínas estructurales del capripoxvirus, aunque la prueba resulta costosa y difícil de realizar. Las células LT infectadas por capripoxvirus deben recogerse cuando se aprecia un 90% de ECP, se congelan y descongelan tres veces, y los restos celulares se sedimentan por centrifugación. El sobrenadante se decanta, y las proteínas se preparan para separación por SDS/PAGE (dodecil sulfato sódico/electroforesis en gel de poliacrilamida). Se recomienda un sistema vertical de gel discontinuo, usando gel concentrador con acrilamida al 5% en Tris (125 mM), pH 6,8 y SDS (0,1%), y gel de resolución con acrilamida (10–12.5%) en Tris (560 mM), pH 8,7, y SDS (0,1%), empleando como tampón de desarrollo un tampón de glicina conteniendo Tris (250 mM), glicina (2M), y SDS (0.1 M). Las muestras de sobrenadante se preparan por ebullición durante 5 minutos con un tampón de lisis apropiado antes de su carga en la electroforesis. Alternativamente, el antígeno derivado del cultivo de tejidos puede ser reemplazado por virus purificados o por antígenos recombinantes. Se deben correr en paralelo con las proteínas de la muestra una serie de marcadores de peso molecular. Las proteínas separadas en el gel después la SDS/PAGE se transfieren electroforéticamente a una membrana de nitrocelulosa (NCM). Después de la transferencia, la NCM se lava exhaustivamente con PBS y se bloquea con 3% de seroalbúmina bovina (BSA) en PBS, o con 5% de leche en polvo desnatada en PBS, en un agitador rotatorio a 4°C durante toda la noche. A continuación, la NCM se puede trocear empleando un aparato comercial para permitir el ensayo simultáneo de múltiples muestras de suero, o se puede cortar en tiras y cada una de ellas incubarse luego por separado. La NMC se lava cuidadosamente con cinco cambios de PBS durante 5 minutos en un agitador rotatorio y luego se incuba a temperatura ambiente durante 1,5 horas en un agitador con el suero apropiado a una dilución 1/50 en tampón 196 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.7. — Dermatosis nodular contagiosa bloqueante (3% BSA y 0.05% de Tween 20 en PBS; o 5% de leche en polvo desnatada y 0,05% de Tween 20 en PBS). La membrana se lava de nuevo exhaustivamente y se incuba (en tampón bloqueante) con anti–inmunoglobulinas de la especie conjugadas con peroxidasa de rábano a una dilución determinada por la titulación. Después una incubación posterior a temperatura ambiente durante 1,5 horas, se lava la membrana y se añade una solución de tetrahidrocloruro de diaminobenzidina (10 mg en 50 ml de 50mM Tris-HCl, pH 7,5, y 20 µl de peróxido de hidrógeno al 30% [v/v]). Esto se incuba luego durante aproximadamente 3–7 minutos a temperatura ambiente en un agitador con observación constante, y la reacción se detiene lavando con PBS antes de que se desarrolle un excesivo color de fondo. En cada ocasión se debería usar un suero negativo y positivo como control. Las muestras que se consideran positivas en el ensayo y el control positivo producirán un modelo de bandas que corresponde a la reacción frente a proteínas de peso molecular 67, 32, 26, 19 y 17 kDa –que son las principales proteínas estructurales del capripoxvirus– mientras que las muestras de suero negativo no reaccionarán conforme a este modelo. Un suero hiperinmune preparado contra parapoxvirus (estomatitis papular bovina, seudoviruela) reaccionará con algunas de las proteínas de capripoxvirus, pero no con la proteína de 32 kDa que es específica de capripoxvirus. e) Enzimoinmunoensayo Se ha desarrollado una técnica ELISA para capripoxvirus usando la proteína estructural expresada P32 del capripoxvirus y Mabs obtenidos contra la proteína P32 (8). C. REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y LOS MATERIALES DE DIAGNÓSTICO Se han usado dos cepas atenuadas de capripoxvirus como vacunas para el control específico de la DNC (3, 4): una cepa de poxvirus de oveja y cabra de Kenia mantenida en cultivo durante 18 pases en células LT o células de músculo fetal bovino, y una cepa de Sudáfrica, después 60 pases de cultivo en células de riñón de cordero y 20 pases en membrana corioalantoidea de huevos embrionados de gallina. Todas las cepas de capripoxvirus examinadas hasta la fecha, bien sean de origen bovino, ovino o caprino, comparten un sitio común de neutralización, de modo que los animales que se recuperan de la infección por una cepa se hacen resistentes a la infección por cualquier otra cepa. Por ello, es posible proteger al ganado contra la DNC utilizando cepas de capripoxvirus procedentes de ovejas o cabras (10). En 1989 y 1990 la cepa Rumana de la vacuna de la viruela ovina se empleó para ayudar a controlar el brote de la DNC en Egipto (20). Sin embargo, resulta esencial realizar ensayos controlados antes de introducir una cepa vacunal no utilizada normalmente en el ganado, sobre todo cuando se usan las razas más susceptibles en el período de lactancia. La protección después la vacunación es probablemente duradera, pero a medida que la inmunidad desaparece, puede ocurrir una replicación localizada de capripoxvirus en el lugar de inoculación, aunque el virus no llegará a tener una extensión generalizada. Las dos cepas de capripoxvirus que se han utilizado rutinariamente como vacunas pueden producir una fuerte reacción local en el sitio de inoculación en razas de Bos taurus, que algunos propietarios consideran inaceptable. Esto ha desalentado el uso de vacunas pese a que las consecuencias de un brote de la DNC son con seguridad mas graves. Se está desarrollando una nueva generación de vacunas que emplea el genoma de los capripoxvirus como un vector para genes de otros patógenos de rumiantes, por ejemplo genes de los virus de la peste bovina y de la peste de pequeños rumiantes. La vacuna recombinante proporcionará protección contra la DNC y contra la peste bovina mediante una única vacunación (22). 1. Control del inóculo a) Características del inóculo La cepa de capripoxvirus usada en la producción de vacunas debe estar acompañada de una historia que recoja su origen y sus pases en cultivo de tejidos o en animales. Debe ser segura en cuanto a su uso en todas las razas de ganado en las que se pretende emplearla, incluyendo animales gestantes. También debe ser no transmisible, permanecer atenuada después posteriores pases en cultivo de tejidos, y proporcionar una protección completa frente al desafío de cepas virulentas naturales durante un mínimo de 1 año. Se debe preparar y almacenar una cantidad de inóculo original del virus vacunal para disponer de inóculos de trabajo repetitivos para la producción regular de la vacuna. b) Método de cultivo El inóculo de vacuna debe ser liofilizado y guardado en viales de 2 ml a –20°C. Se puede guardar en estado húmedo a –20°C, pero entonces es más estable a –70°C o a temperatura inferior. Para un rendimiento Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 197 Capítulo 2.1.7. — Dermatosis nodular contagiosa óptimo, el virus debería ser cultivado en cultivos primarios o secundarios de células LT procedentes de oveja de lana. También pueden emplearse células Vero. c) Validación como vacuna Los lotes de inóculo deben ser: i) Puros: Libres de virus ajenos, en particular de pestivirus, tal como los virus de la enfermedad de la frontera y de la diarrea vírica bovina, y libres de contaminación por bacterias, hongos y/o micoplasmas. ii) Seguros: Producir una reacción clínica mínima en todas las razas de ganado cuando se administran por la vía recomendada. iii) Eficaces: Estimuladores de inmunidad completa frente a la DNC en todas las razas de ganado durante al menos 1 año. Las pruebas necesarias se describen en la Sección C.4. 2. Método de producción Los lotes de vacuna se producen en monocapas frescas de cultivos secundarios de células LT. Se reconstituye un vial de inóculo con GMEM y se inocula sobre una monocapa de células LT que previamente se ha lavado con PBS templado, y se permite la absorción durante 15 minutos a 37°C antes de añadir más GMEM. Después 4– 6 días, se apreciará un ECP generalizado (50–70%). El cultivo se congela y descongela tres veces, y se extrae la suspensión centrifugándola a 600 g durante 20 minutos. Antes de la recogida, se debe examinar el cultivo para detectar cualquier evidencia de ECP no específica, turbidez del medio o cambio en el pH del medio. Se puede necesitar un segundo pase para producir el virus suficiente para formar un lote productivo (para obtener 106 dosis se necesita la producción de 5 frascos de cultivo de 175 cm2). El proceso se repite y las cosechas de frascos numerados individualmente se mezclan cada una por separado con un volumen igual de 5% de hidrolizado de lactoalbúmina estéril y 10% de sacarosa, y se transfieren a botellas con numeración individual para almacenamiento a –20°C. Antes de la conservación, se retiran 0,2 ml de cada botella para control de esterilidad. Se extraen otros 0,2 ml adicionales; se obtiene una mezcla de 2 ml para uso en titulación de virus, a partir de muestras de 0,2 ml tomadas de 10 botellas. Se debe llevar un registro escrito de todos los procedimientos para todos los lotes de vacunas. 3. Control interno Células: Las células deben proceder de los testículos de corderos jóvenes sanos de una manada de ovejas de lana que esté exenta de priones (scrapie). Normalmente se suelen subcultivar con éxito hasta diez veces. Cuando se usan para producción de vacunas, se deben crecer en paralelo cultivos control no infectados que se mantienen durante al menos un pase adicional para observación posterior. Deben ser analizados para descartar la presencia de cepas no citopáticas de virus de la diarrea vírica bovina o de la enfermedad de la frontera mediante técnicas de inmunofluorescencia o inmunoperoxidasa. Si resulta posible, se deben preparar y analizar las células antes de la producción de vacunas, y mantener un stock estéril en DMSO (dimetil sulfóxido) conservado en nitrógeno líquido (alícuotas de 1–2 ml conteniendo 20 x 106 células /ml). El suero empleado en el medio de crecimiento debe carecer de anticuerpos frente a capripoxvirus y de contaminación con pestivirus. Virus: El inóculo de virus y la vacuna final deben valorarse en tubos de cultivo de tejidos o placas de microtitulación. La dosis de campo mínima recomendada de las vacunas de Kenia y de Sudáfrica es 3,5 log10DICT50, aunque la dosis protectora mínima es 2,0 log10 DICT50. El capripoxvirus es muy susceptible a la inactivación por la luz solar, y se deben tomar medidas para evitar la pérdida de actividad en condiciones de campo. La dosis de campo recomendada en bóvidos para la vacuna Rumana de viruela ovina es 2,5 log10dosis infectivas en la oveja (SID50), y la dosis recomendada para bóvidos de la cepa adaptada RM65 de la vacuna Rumana de la viruela ovina es 3 log10DICT50 (11). Se deben examinar muestras de vacunas para descartar la presencia de virus no deseados incluyendo cepas citopáticas y no citopáticas de pestivirus, y se deberían mezclar con un suero inmune de alto título frente a capripoxvirus que se haya visto antes que sea negativo para anticuerpos frente a pestivirus, a fin de evitar que el virus mismo de la vacuna interfiera en la prueba. La vacuna puede mantenerse a –20°C hasta que se completen 198 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.7. — Dermatosis nodular contagiosa todas las pruebas de esterilidad y de titulación, y después debe ser liofilizada. Se realiza una titulación posterior en cinco viales de las preparaciones liofilizadas escogidas al azar para confirmar el nivel de virus. 4. Control de lotes a) Esterilidad Las pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación con otros materiales biológicos pueden encontrarse en el Capítulo I.1.5. b) Seguridad y eficacia Seis cabezas de ganado de sensibilidad a la DNC conocida se confinan en una unidad animal amplia de alto nivel de contención y se recogen muestras de suero. Cinco viales escogidos al azar de la vacuna liofilizada se reconstituyen con PBS estéril y se mezclan. Dos cabezas se inoculan con 100 veces la dosis de campo de la vacuna, el resto de la vacuna se diluye con PBS estéril y se inoculan subcutáneamente dos cabezas de ganado con la dosis de campo recomendada. Las restantes dos cabezas son los animales control. Los animales se examinan clínicamente todos los días y se anotan sus temperaturas rectales. El día 21 después la inoculación se toman de nuevo muestras de suero y se infectan mediante inoculación intradérmica con una cepa virulenta conocida de capripoxvirus. Se anota la respuesta clínica durante los siguientes 14 días. Los animales control deberían desarrollar los síntomas clínicos típicos de la DNC, mientras que no debería haber reacción sistémica o local en los vacunados, excepto una reacción de hipersensibilidad tardía, que debe desaparecer a los 4 días. Se toman de nuevo muestras de suero a los 30 días de la vacunación. Las muestras de suero del día 21 se analizan para detectar seroconversión respecto a enfermedades víricas seleccionadas que pudieran haber contaminado la vacuna, y las muestras de los días 0 y 30 se comparan para confirmar la ausencia de anticuerpos frente a pestivirus. Debido a la variable respuesta del ganado a la infección por la DNC, puede no observarse una enfermedad generalizada en los animales control, aunque debería presentarse una amplia reacción local. La vacuna totalmente reconstituída también se prueba en ratones y cobayas. Dos cobayas se inoculan intramuscularmente con 0,5 ml en la pata trasera, y dos cobayas y seis ratones se inoculan intraperitonealmente con 0,5 ml y 0,1 ml, respectivamente. Otros dos cobayas y cuatro ratones se mantienen como controles no inoculados. Los animales se observan durante tres meses, se sacrifican y se realiza un examen. No debería haber evidencia de patología debida a la vacuna. c) Pruebas de potencia Las pruebas de potencia en el ganado deben realizarse para cepas vacunales de capripoxvirus si no se conoce la dosis mínima inmunizante. Esto se lleva a cabo normalmente comparando el título de un virus de prueba en el costado de animales vacunados y de animales control. Después de la vacunación, los flancos de al menos tres animales y tres controles se afeitan para eliminar el pelo. Se preparan diluciones logarítmicas decimales del virus prueba en PBS estéril y se inoculan intradérmicamente seis diluciones (0,1 ml por inóculo) a lo largo de la longitud del costado; cuatro réplicas de cada dilución se inoculan más abajo del costado. Se desarrollará un hinchamiento edematoso posiblemente en todos los 24 puntos de inoculación en los animales control, aunque habrá poca o nula reacción en los cuatro sitios de los inóculos más diluídos. Los animales vacunados deben desarrollar una reacción inicial de hipersensibilidad en los sitios de inoculación a las 24 horas, que remiten con prontitud. Pueden aparecer pequeñas áreas de necrosis en el sitio de inoculación del virus de prueba más concentrado. Se calcula el título del virus prueba para animales vacunados y animales control; una diferencia > 2.5 log10 en el título logarítmico se considera como evidencia de protección. d) Duración de la inmunidad Después la vacunación, la inmunidad frente al virus natural virulento dura dos años con la cepa de Kenia y tres años con la vacuna de Sudáfrica, y la protección contra una infección generalizada después de inoculación intradérmica es eficaz para toda la vida. La duración de la inmunidad producida por otras cepas vacunales debe ser establecida en bóvidos realizando ensayos controlados en un medio en el que no haya posibilidad de que las cepas naturales de capripoxvirus de campo interfieran los resultados. e) Estabilidad Las preparaciones de vacuna la DNC adecuadamente liofilizadas, particularmente aquellas que contienen un agente protector, como sacarosa e hidrolizado de lactoalbúmina, son estables durante más de 25 años si se guardan a –20°C, y durante 2–4 años si se almacenan a 4°C. Hay evidencias de que pueden Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 199 Capítulo 2.1.7. — Dermatosis nodular contagiosa permanecer estables a temperaturas más elevadas, pero no se han descrito experimentos controlados de larga duración. f) Conservantes Las preparaciones liofilizadas no requieren mas que un conservante, como sacarosa o hidrolizado de lactoalbúmina. g) Precauciones (riesgos) No existen más precauciones que las descritas anteriormente para esterilidad y ausencia de agentes no deseados. Las cepas de la DNC no constituyen un riesgo para la salud humana. 5. Pruebas sobre el producto final a) Inocuidad Se debe realizar pruebas de inocuidad en el producto final de cada lote como se indica en la Sección C.4.b. b) Potencia Una vez que se ha determinado la potencia de la cepa particular usada para la producción de vacuna en cuanto a la dosis mínima requerida para producir inmunidad, no es necesario repetir esto en el producto final de cada lote, con tal que se haya determinado el título del virus presente. REFERENCIAS 1. BLACK D.N., HAMMOND J.M. & KITCHING R.P. (1986). Genomic relationship between capripoxviruses. Virus Res., 5, 277–292. 2. BURDIN M.L. (1959). The use of histopathological examination of skin material for the diagnosis of lumpy skin disease in Kenya. Bull. Epizoot. Dis. Afr., 7, 27–36. 3. CAPSTICK P.B. & COAKLEY W. (1961). Protection of cattle against lumpy skin disease. Trials with a vaccine against Neethling type infection. Res. Vet. Sci., 2, 362–368 4. CARN V.M. (1993). Control of capripoxvirus infections. Vaccine, 11, 1275–1279. 5. CARN V.M. (1995). An antigen trapping ELISA for the detection of capripoxvirus in tissue culture supernatant and biopsy samples. J. Virol. Methods, 51, 95–102. 6. CARN V.M. & KITCHING R.P. (1995). An investigation of possible routes of transmission of lumpy skin disease virus (Neethling). Epidemiol. Infect., 114, 219–226. 7. CARN V.M. & KITCHING, R.P. (1995). The clinical response of cattle following infection with lumpy skin disease (Neethling) virus. Arch. Virol., 140, 503–513. 8. CARN V.M., KITCHING R.P., HAMMOND J.M., CHAND P., ANDERSON J. & BLACK D.N. (1994). Use of a recombinant antigen in an indirect ELISA for detecting bovine antibody to capripoxvirus. J. Virol. Methods, 49, 285–294. 9. CHIHOTA C., RENNIE L.F., KITCHING R.P. & MELLOR P.S. (2001). Mechanical transmission of lumpy skin disease virus by Aedes aegypti (Diptera: Culicidae). Epidemiol. Infect., 126, 317–321. 10. COAKLEY W. & CAPSTICK P.B. (1961). Protection of cattle against lumpy skin disease. Factors affecting small scale production of tissue culture propagated virus vaccine. Res. Vet. Sci., 2, 369–371. 11. DAVIES F.G. (1991). Lumpy Skin Disease, a Capripox Virus Infection of Cattle in Africa. FAO, Rome, Italy. 12. DAVIES F.G., KRAUSS H., LUND L.J. & TAYLOR M. (1971). The laboratory diagnosis of lumpy skin disease. Res. Vet. Sci., 12, 123–127. 13. GERSHON P.D. & BLACK D.N. (1987). Physical characterization of the genome of a cattle isolate of capripoxvirus. Virology, 160, 473–476. 14. GERSHON P.D., KITCHING R.P., HAMMOND J.M. & BLACK D.N. (1989). Poxvirus genetic recombination during natural virus transmission. J. Gen. Virol., 70, 485–489. 15. HAIG D. (1957). Lumpy skin disease. Bull. Epizoot. Dis. Afr., 5, 421–430. 200 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.7. — Dermatosis nodular contagiosa 16. IRELAND D.C. & BINEPAL Y.S. (1998). Improved detection of capripoxvirus in biopsy samples by PCR. J. Virol. 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Single capripoxvirus recombinant vaccine for the protection of cattle against rinderpest and lumpy skin disease. Vaccine, 11, 737–742. 23. TULMAN E.R., AFONSO C.L., LU Z., ZSAK L. KUTISH G.F. & ROCK D.L. (2001). Genome of Lumpy Skin Disease Virus. J. Virol., 75, 7122–7130. 24. WEISS K.E. (1968). Lumpy skin disease. Virol. Monogr., 3, 111–131. * * * NB: Existen laboratorios de referencia de la OIE para la Dermatosis nodular contagiosa (ver Cuadro en la parte 3 de este Manual de animales terrestres o consultar la página web de la OIE para una lista actualizada: www.oie.int) Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 201 CAPITULO 2.1.8. FIEBRE DEL VALLE DEL RIFT RESUMEN La fiebre del Valle del Rift (FVR) es una zoonosis aguda o hiperaguda de rumiantes domésticos de África. Está causada por un único serotipo de un bunyavirus del género Phlebovirus que es transmitido por mosquitos. La enfermedad se presenta en condiciones climáticas que favorecen la reproducción de los mosquitos vectores y se caracteriza por lesiones hepáticas. La enfermedad es más grave en ovejas, cabras y ganado bovino, en los que origina abortos en animales gestantes y una alta tasa de mortalidad en los recién nacidos. Los animales adultos no gestantes, aunque son susceptibles a la infección, son más resistentes a las manifestaciones clínicas de la enfermedad. Existe una amplia variación en la susceptibilidad al FVR entre animales de distinto genotipo. Aquellas razas o cepas que son exóticas en África o que proceden de áreas donde la FVR no es endémica, tienden a ser más susceptibles. Los camellos sufren una infección asintomática por FVR, pero las tasas de aborto pueden ser tan altas como en el ganado bovino. Los humanos resultan sensibles a la infección mediante contacto con material infectado o por picaduras de mosquito. La infección humana por vectores es una característica llamativa en países con una población relativamente pequeña de animales hospedadores. En tales áreas, la FVR puede manifestarse primero en humanos. Ha causado enfermedad grave en personal de laboratorio y debe ser manejado con un alto nivel de bioseguridad (13,15). Se recomienda que el personal de laboratorio esté vacunado. Identificación del agente: el virus FVR representa un único serotipo de un bunyavirus del género Phlebovirus y tiene las propiedades morfológicas y fisicoquímicas típicas de los bunyavirus. El virus tiene un genoma segmentado con ARN de una sola cadena y polaridad negativa y consta de tres segmentos: L (grande), M (medio) y S (pequeño), cada uno de los cuales está contenido en una nucleocápsida separada dentro del virión. El segmento S es un ARN de doble sentido, es decir, presenta codificación bidireccional (9). El virus se puede aislar de la sangre, recogida preferentemente con anticoagulante, durante la fase febril de la enfermedad, o del hígado, bazo y tejidos cerebrales de animales muertos o de los órganos de fetos abortados. Los aislamientos primarios se hacen normalmente en cultivos celulares de varios tipos, tales como células de riñón de mono verde africano (células Vero), células de riñón de hámster neonato, retículo de embrión de pollo (CER: células desarrolladas por Tsunemasa Motohashi en el Nippon Institute for Biological Science, Tokio, Japón) o en células primarias de origen ovino o bovino. Alternativamente, para el aislamiento primario del virus se pueden usar hámsteres, ratones adultos o lactantes, huevos de gallina embrionados o corderos de dos días de edad. Se puede efectuar un diagnóstico rápido usando como antígeno el sobrenadante de muestras homogenizadas en pruebas de neutralización vírica (NV); por tinción inmunofluorescente de frotis de hígado, bazo, cerebro o cultivos celulares infectados; o por demostración del virus en el suero tomado durante la fase febril de la enfermedad mediante enzimoinmunoensayo o por inmunodifusión. La presencia de lesiones histopatológicas características en el hígado sirve de ayuda al diagnóstico. Pruebas serológicas: Los animales infectados desarrollan anticuerpos específicos que pueden ser demostrados por NV a los 3 días después de la infección o por enzimoinmunoensayo a los 67 días, y por inhibición de la hemaglutinación. Otras pruebas serológicas menos usadas incluyen inmunofluorescencia, fijación de complemento e inmunodifusión. 202 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.8. — Fiebre del Valle del Rift Requisitos para las vacunas y los materiales de diagnóstico: Las vacunas con virus vivos y los antígenos para uso en países donde FVR es endémica o en otros durante brotes epidémicos, deben prepararse a partir de cepas no patógenas de virus FVR crecidas en cultivos celulares de ratón o atenuadas por mutación. La cepa de FVR atenuada por mutación no se encuentra todavía en fase recomendable para su uso. En países que están libres del virus FVR, las vacunas y las pruebas diagnósticas deben limitarse a aquellas en las que se emplea virus inactivado. Se pueden obtener cepas adecuadas de virus en el Laboratorio de Referencia para FVR de OIE (véase Cuadro presentada en la Parte 3 de este Manual). A. INTRODUCCIÓN La Fiebre del Valle del Rift (FVR) es una enfermedad febril zoonósica aguda o hiperaguda, transmitida por mosquitos, y causada por un virus de la familia Bunyaviridae, género Phlebovirus. Normalmente se presenta en forma epizoótica en extensas áreas de un país después de fuertes lluvias e inundaciones, y se caracteriza por altas tasas de abortos y mortalidad neonatal, principalmente en ovejas, cabras y ganado bovino. La susceptibilidad al FVR varía considerablemente en razas diferentes. Algunos animales autóctonos de África muestran sólo infecciones asintomáticas, mientras que los foráneos o de otras razas sufren una manifestación clínica grave con mortalidad y aborto. Los animales susceptibles de mayor edad no gestantes y algunas otras especies no muestran signos de enfermedad. Los camellos se han relacionado con frecuencia con las epidemias de FVR en el este de África y Egipto. La enfermedad clínica no aparece en camellos adultos, pero se presentan abortos y se han observado algunas muertes postnatales tempranas. Los síntomas de la enfermedad suelen ser poco específicos, haciendo difícil el reconocimiento de casos individuales (5-8, 16, 28). Sin embargo, es característica la existencia de numerosos abortos y de mortalidad entre animales jóvenes, junto a la enfermedad en humanos. La FVR tiene un período de incubación corto: 12-36 horas en corderos. Puede aparecer una fiebre bifásica de hasta 41°C, y la fiebre permanece alta hasta poco antes de la muerte. Los animales afectados muestran decaimiento, poca tendencia al desplazamiento o a la alimentación, y pueden presentar hinchazón en los nódulos linfáticos superficiales y dolor abdominal. Los corderos raramente sobreviven más de 36 horas tras la aparición de los signos de enfermedad. Los animales mayores de 2 semanas pueden morir con manifestaciones agudas, hiperagudas o desarrollar una infección asintomática. Algunos animales pueden regurgitar la ingesta y presentar diarrea hemorrágica o sanguinolenta de olor nauseabundo junto con descargas nasales mucopurulentas con restos de sangre. A veces se puede observar ictericia, particularmente en los bóvidos. Además de estos síntomas, el ganado adulto puede presentar lagrimeo, salivación y falta de producción láctea. En ovejas gestantes, la mortalidad y la frecuencia de aborto varían del 5% a casi el 100% en diferentes brotes y en diferentes manadas. La tasa de muerte en el ganado vacuno es normalmente inferior al 10%. Las lesiones hepáticas de la FVR son muy similares en todas las especies, variando principalmente con la edad del individuo infectado (6). Las lesiones más notables se presentan en fetos abortados y corderos recién nacidos y consisten en un aumento de tamaño moderado o grande del hígado que se presenta blando y sin consistencia, con color que varía de marrón amarillento a marrón rojizo y manchas irregulares de congestión. En el parénquima, siempre se presentan numerosos focos necróticos de color blanco grisáceo, pero que pueden no ser fácilmente discernibles. En la oveja adulta, las lesiones son menos graves y aparecen focos necróticos distribuidos por todo el parénquima de color rojizo o blanco grisáceo. Por lo general, la pared de la vesícula biliar presenta hemorragias y edema. Las lesiones hepáticas en los corderos se acompañan casi siempre de numerosas hemorragias pequeñas en la mucosa del rumen. El contenido del intestino delgado y del rumen es de color chocolate oscuro a consecuencia de la presencia de sangre parcialmente digerida. En todos los animales, el bazo y los nódulos linfáticos periféricos se inflaman, están edematosos y pueden presentar petequias. A nivel microscópico, la lesión más evidente de la FVR tanto en animales como en humanos es la necrosis hepática. En los fetos y neonatos de ganado vacuno y ovino, los focos necróticos consisten en agregados densos de restos celulares y nucleares, algo de fibrina y unas cuantas células inflamatorias. Existe una importante necrosis lítica en la mayoría de los hepatocitos y se pierde la arquitectura normal del hígado. En casi el 50% de los hígados afectados, se encuentran cuerpos de inclusión intranuclear que son eosinofílicos y ovales o bacilares. También se observa mineralización de los hepatocitos necrosados. En los animales adultos, la necrosis hepática es menos difusa y en las ovejas la ictericia es mas frecuente que en los corderos (26). En humanos, las infecciones por FVR son normalmente asintomáticas o asociadas a una manifestación no fatal similar a la gripe que varía de moderada a grave (15). Una minoría de pacientes puede desarrollar lesiones oculares, encefalitis o una enfermedad hepática grave con manifestaciones hemorrágicas, que, por lo general, es fatal. En humanos, el virus FVR ha causado infección grave entre personal de laboratorio. La plantilla debe ser vacunada y trabajar con un nivel 3 de contención, en condiciones de un nivel 4 de contención, o llevar protección Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 203 Capítulo 2.1.8. — Fiebre del Valle del Rift respiratoria. Se necesita tener un cuidado especial cuando se trabaja con animales infectados o cuando se realizan análisis post-mortem (ver Capítulo I.1.6. Seguridad humana en los laboratorios veterinarios de microbiología). No se han demostrado diferencias antigénicas significativas entre aislamientos de FVR y cepas cultivadas en laboratorio de muchos países, pero se han visto diferencias en cuanto a patogenicidad (27). La infección en humanos a través de mosquitos vectores es una característica propia de países que, como Egipto, tienen una población relativamente escasa de animales hospedadores y una gran población de mosquitos. La FVR se presenta normalmente como epizootias en África, que pueden incluir varios países en una región aislada y al mismo tiempo. Estas manifestaciones siguen a ciclos periódicos de lluvias excepcionalmente fuertes que pueden ocurrir muy raramente en zonas semiáridas (ciclos de 25-35 años), o más frecuentemente (ciclos de 5-15 años) en praderas de la sabana. En períodos entre epizootias puede ocurrir un bajo nivel indetectable de FVR. Se debe sospechar la existencia de FVR cuando a lluvias extraordinariamente fuertes sigue la presentación de abortos junto a una enfermedad fatal caracterizada por necrosis y hemorragias en el hígado, que afecta sobre todo a corderos, cabritos y terneros, y que es paralela a la aparición de una enfermedad semejante a la gripe en trabajadores de granjas y personal que maneja carne cruda. Cuando existen sospechas de que se manipula carne y muestras de tejido infectadas por el virus FVR se deben utilizar medidas preventivas para proteger a los trabajadores de la infección. B. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO 1. Identificación del agente El virus FVR se puede aislar del suero y de la sangre recogida con anticoagulante durante la fase febril de la enfermedad, del hígado, del bazo, y del cerebro de animales que hayan muerto, o de fetos abortados. Normalmente el aislamiento primario se realiza en hámsteres, ratones jóvenes o adultos, o en cultivos celulares de varios tipos. a) Cultivo Para el aislamiento de virus debe disponerse de aproximadamente 5 ml de sangre recogida durante el estado febril de la enfermedad o unos 5 g de hígado, bazo o cerebro recogidos tras la muerte. Las muestras deben mantenerse a 0-4°C durante el transporte. Si es probable que dicho transporte dure más de 24 horas, la muestra se debe congelar y enviar en hielo seco. Se suspende aproximadamente 1 g de tejido homogenizado al 1/10 en medio de cultivo celular o solución salina tamponada, pH 7.5, conteniendo penicilina sódica (1.000 Unidades Internacionales [UI]/ ml), sulfato de estreptomicina (1 mg/ml), micostatin (100 UI/ ml) o fungizona (2.5 µg/ ml). La suspensión se centrifuga a 1.000 g durante 10 minutos y el sobrenadante líquido se inyecta intracerebralmente en ratones de 1-5 días o intraperitonealmente en hámsteres o ratones adultos. Los ratones jóvenes morirán o estarán claramente enfermos al día 2. Los ratones adultos muestran signos de afección 1-3 días más tarde. Aunque los animales de laboratorio preferidos son los ratones y hámsteres, también se pueden usar corderos y huevos de gallina embrionados. Para el cultivo del virus de la FVR pueden utilizarse varias células en monocapa, entre las que se incluyen células de riñón de mono verde africano (Vero), riñón de hámster neonato (BHK), retículo de embrión de pollo (CER: células desarrolladas por Tsunemasa Motohashi en el Nippon Institute for Biological Research, Tokio, Japón; recaracterizada como una línea celular de hámster) (3) y células primarias de riñón o testículo de ternero y cordero, que se inoculan con 1 ml de sobrenadante de la muestra y se incuban a 37°C durante 1 hora . Se aconseja inocular también algunos cultivos con una dilución 1/100 del inóculo. Con esto se evita la producción de partículas defectivas que se produce con el uso de inócula con muy alta concentración de virus. También deben prepararse algunos tubos con cubreobjetos. Los cultivos se lavan con tampón fosfato salino a temperatura ambiente y se recubren con medio que contiene 2% de suero exento de anticuerpos contra FVR. Los cultivos se observan microscópicamente durante 5-6 días. El virus FVR produce un efecto citopático (ECP) caracterizado por provocar una ligera redondez en las células y a continuación la destrucción de toda la monocapa celular en 12-24 horas. La identificación específica del antígeno del virus FVR se puede realizar 18-24 horas tras la infección mediante tinción por inmunofluorescencia de las preparaciones en los cubres. 204 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.8. — Fiebre del Valle del Rift El virus también puede ser detectado por inmunofluorescencia en frotis de hígado, bazo y cerebro. A veces se puede hacer un diagnóstico rápido demostrando la presencia del antígeno vírico en tejidos o sueros de animales febriles por pruebas de fijación de complemento o de inmunodifusión en gel de agar (IGDA). También se puede lograr un diagnóstico rápido mediante detección del ARN vírico usando una reacción en cadena de la polimerasa con trascripción inversa (RT-PCR). b) Inmunodifusión en gel de agar La prueba IGDA es de utilidad en laboratorios sin disponibilidad de servicio de cultivo de tejidos. Se homogeniza aproximadamente 1 gramo de tejido, preferentemente hígado, y se hace una suspensión al 1020% en tampón borato salino, pH 9,0. El material se centrifuga a 1.000 g y el sobrenadante se usa en la prueba. Las versiones de micro-IGDAs se realizan en portas estándar para microscopía que se cubren con 3 ml de agarosa al 1% en tampón borato salino. Se preparan diseños de seis pocillos periféricos y un pocillo central que se llenan con los reactivos del siguiente modo: un suero positivo, preferentemente hiperinmune, en el pocillo central, control positivo de antígeno en los pocillos 1 y 4, tejidos problema en los pocillos 2 y 5, y tejidos negativos en los pocillos 3 y 6. Se debe formar una línea continua de precipitado entre el antígeno control y el suero positivo que debería extenderse hasta incluir una línea entre el tejido problema y el suero en caso de la prueba que fuera positiva. c) Reacción en cadena de la polimerasa Se puede conseguir también un diagnóstico rápido por detección del ARN vírico (23) usando una prueba RT-PCR. La PCR se usó, entre otras técnicas, para la detección de antígeno en dos recientes brotes de FVR en África –uno en Kenia en 1998 y un brote limitado en Sudáfrica en 1999. La RT-PCR seguida por secuenciación de la región que codifica la proteína NS(S) se ha empleado en análisis filogenéticos para caracterizar dos ramas distintas del virus FVR –una egipcia y otra sub-sahariana- convirtiendo a esta técnica en un poderoso instrumento de epidemiología molecular (22). d) Histopatología El examen histopatológico del hígado de los animales afectados revelará una citopatología característica, y la inmunotinción permitirá la identificación específica del antígeno viral del FVR en las células infectadas. Esta es una herramienta diagnóstica importante porque el hígado y otros tejidos se pueden mantener en formol salino en condiciones de campo con propósitos de diagnóstico, lo que facilita el manejo y transporte en áreas alejadas del laboratorio. 2. Pruebas serológicas Las pruebas de neutralización del virus (NV) incluyendo la microneutralización, la neutralización por reducción de placas (PRN) y la neutralización en ratón se han usado para detectar anticuerpos contra el virus FVR en el suero de una variedad de especies. Las pruebas de neutralización son muy específicas y reflejarán las respuestas más tempranas, pero estas pruebas sólo pueden llevarse a cabo con virus vivos y su uso no es recomendable fuera de las áreas endémicas o en laboratorios sin los adecuados servicios de bioseguridad y personal vacunado. Otras pruebas disponibles son enzimoinmunoensayo (ELISA), inhibición de la hemaglutinación (HI), IGDA, inmunofluorescencia, radioinmunoensayo y fijación de complemento. Sin embargo, en estas pruebas pueden ocurrir reacciones cruzadas entre el virus FVR y otros phlevovirus. Una ventaja de estas pruebas es el hecho de que pueden realizarse con antígeno inactivado y, por consiguiente, pueden ser utilizadas en países exentos de FVR. La técnica ELISA es un método seguro y sensible que puede usarse con varias especies para detectar anticuerpos contra el virus FVR. Una prueba ELISA con captura de IgM permite diagnosticar una infección reciente en una muestra aislada de suero. La prueba de HI puede emplearse con gran seguridad en áreas no endémicas. No obstante, los sueros de individuos que han tenido infecciones previas con phlebovirus distintos de FVR pueden reaccionar con el antígeno de FVR a títulos tan altos como 40 y, más raramente, a títulos de 320 (27). En casos sospechosos, el Laboratorio de Referencia de la OIE para FVR (ver Cuadro mostrado en la Parte 3 de este Manual) puede ayudar a realizar pruebas de neutralización para determinar la especificidad. El título de anticuerpos por HI tras la vacunación con virus FVR vacunal puede ser tan alto como 640 o, raramente, 1.280, mientras que los títulos que se alcanzan tras infecciones naturales por el virus FVR son, por lo general, significativamente más altos. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 205 Capítulo 2.1.8. — Fiebre del Valle del Rift a) Neutralización vírica La prueba NV se puede usar para determinar la presencia de anticuerpos en animales infectados por vía natural y en animales vacunados con la vacuna VRF. La prueba es muy específica y se puede usar para probar sueros de cualquier especie. Normalmente se usa para medir la eficacia de la vacuna. Algunos factores, además de los anticuerpos neutralizantes, pueden jugar un papel en la resistencia frente al FVR. Como antígeno se usa una cepa neurotrópica para cerebro de ratón muy atenuada del virus FVR denominada cepa Smithburn (25), también conocida como virus vivo modificado y adaptado a cultivos celulares. El antígeno se guarda a 4°C en forma liofilizada. Este stock se titula para determinar la dilución que producirá 100 DICT50 (dosis infectiva del 50% en cultivo de tejidos) en 25 µl bajo las condiciones de la prueba. • Procedimiento de la prueba i) Inactivar el suero problema durante 30 minutos en un baño a 56°C. ii) Añadir 25 µl del medio de cultivo celular con 5% de suero negativo para FVR y antibióticos en cada uno de los 96 pocillos de una placa de cultivo celular. iii) Añadir 25 µl del suero problema al primer pocillo de cada fila y hacer diluciones dobles. Titular cada suero por duplicado de 1/10 a 1/80 a efectos de prueba o por cuadruplicado y a más altas diluciones para determinar el título de punto final. Incluir controles positivos y negativos de sueros conocidos. iv) Añadir 25 µl de antígeno vírico FVR (diluido con medio del cultivo celular y calculado para suministrar 100 DICT50 por pocillo) a cada pocillo que contenga el suero problema diluido y a los pocillos de las filas que contengan controles de suero positivo y negativo. Además, hacer diluciones dobles de antígeno en al menos dos filas de las que contienen solo medio del cultivo celular. v) Incubar 30 minutos a 37°C. vi) Añadir 50 µl por pocillo de células Vero, CER o cualquier otra suspensión celular apropiada, a una concentración de 3 x 105 células/ml o a una dilución que se conozca que origina una monocapa confluente en 12 horas. vii) Incubar las placas durante 3-5 días en una atmósfera de 3-5% de CO2. viii) Las monocapas se examinan diariamente usando un microscopio invertido para evidenciar ECP. No debería producirse ECP en las filas que contienen el suero control positivo y debería presentarse un ECP claro en las filas que contengan el suero control negativo indicando la presencia de virus. Determinar los resultados por el método de Spearman-Kärber. b) Enzimoinmunoensayo Se ha desarrollado y utilizado ampliamente un método indirecto ELISA que emplea un antígeno inactivado producido en cultivo celular y conjugado con proteína G-peroxidasa (21). El antígeno FVR para ELISA se prepara a partir de cultivos Madin-Darby y el control negativo de antígeno se prepara a partir de monocapas no inoculadas. Los sedimentos celulares se extraen con un método que emplea sacarosa-acetona (4) y se inactivan con beta-propriolactona (24). • Procedimiento de la prueba A menos que se señale lo contrario, los volúmenes usados son 50 µl/ pocillo, todas las diluciones se hacen con tampón con 3% (peso/volumen) de leche deshidratada, y todos los lavados se repiten tres veces. 206 i) Cubrir la mitad de la placa con 50 µl/pocillo de antígeno positivo y la otra mitad con antígeno negativo a una dilución predeterminada. Incubar toda la noche a 4°C. Lavar la placa. ii) Añadir 100 µl/pocillo de tampón bloqueante, incubar 1 hora a 37°C. Lavar la placa. iii) Añadir el suero problema y los sueros control a una dilución predeterminada por duplicado al antígeno positivo y al negativo. Incubar 1 hora a 37°C. Lavar la placa. iv) Añadir el conjugado de Proteína G/peroxidasa de rábano a dilución adecuada. Incubar 1 hora a 37°C. Lavar la placa. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.8. — Fiebre del Valle del Rift v) Añadir el substrato tetrametilbenzidina como se presenta comercialmente y dejar la placa 20 minutos a temperatura ambiente (22°C) en la oscuridad (tiempo de desarrollo). vi) Añadir solución que detiene la reacción (ácido sulfúrico 2 M) y leer la placa a una densidad óptica de 450/650 nm. vii) La disposición de la placa es como se indica: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 A (1) (1) (5) B (2) (2) (6) C (3) (3) (19) D (4) (4) (20) E (1) (1) (5) F (2) (2) °(6) 10 11 12 (5) (cc) (cc) (6) (c++) (c++) (19) (c+) (c+) (20) (c– –) (c– –) (5) (cc) (cc) (6) (c++) (c++) G (3) (3) (19) (19) (c+) (c+) H (4) (4) (20) (20) (c– –) (c– –) A, B, C y D = Ag positivo; E, F, G, y H= Ag negativo c) Inhibición de la Hemaglutinación La prueba IH adaptada en versión de microtécnica se basa en Clarke & Casals (4). Se emplea antígeno de hígado de hámster extraído en sacarosa/acetona en una placa de ensayo de 96 pocillos con fondo en U y se diluye de modo que se usan en la prueba 4 unidades hemaglutinantes. Los inhibidores inespecíficos de la hemaglutinina se extraen de los sueros antes de la prueba mediante extracción con caolín y luego por adsorción en eritrocitos de ganso prensados (RBC). Las diluciones dobles seriadas de los sueros se hacen en tampón borato salino, pH 9,0, y se ensayan frente a volúmenes iguales de antígeno. Las placas se dejan a 4°C durante la noche antes de añadir 50 µl de RBC al 0,5% a cada uno de los pocillos. Las placas se leen tras 30 minutos a temperatura ambiente y los puntos finales se indican como el inverso de la dilución más alta de suero que produce una inhibición total de la hemaglutinación. En cada prueba se incorporan sueros control positivo y negativo. Una prueba se considera válida solamente si los sueros control dan los resultados esperados. Los sueros con títulos inferiores a 1/40 se consideran negativos. La técnica de HI es una prueba adecuada de ensayo para inspecciones aunque no es muy específica. Entre los phlebovirus ocurren reacciones cruzadas notables, pero los títulos homólogos exceden a los heterólogos. Experimentalmente, se ha demostrado que hay phlebovirus africanos distintos del FVR que no son patógenos para los rumiantes, y no es probable que los anticuerpos que ellos puedan inducir originen confusión en el diagnóstico de FVR (27). C. REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y LOS MATERIALES DE DIAGNÓSTICO Se ha usado una vacuna viva preparada con la cepa atenuada Smithburn del virus FVR para controlar FVR en ganado bovino y ovino no gestante en áreas endémicas y durante brotes epidémicos, mientras que se usan virus vacunales inactivados a partir de cepas naturales en el caso de animales gestantes y en países libres de FVR (1, 2). Las vacunas con virus inactivados deben prepararse a partir de cepas muy inmunogénicas del virus FVR producidas en cultivo celular. El virus debe inactivarse con formaldehído y mezclarse con un adyuvante para potenciar la inmunogenicidad. Las vacunas inactivadas deben ensayarse muy cuidadosamente en cuanto a seguridad para garantizar que no existe ningún virus vivo residual. Las directrices para la producción de vacunas veterinarias se presentan en el Capítulo I.1.7. Principios de producción de vacunas veterinarias. Las normas dadas aquí y en el Capítulo I.1.7 intentan ser de naturaleza genérica y pueden ser suplementadas con requisitos nacionales o regionales. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 207 Capítulo 2.1.8. — Fiebre del Valle del Rift En humanos, se ha usado durante 25 años una vacuna experimental inactivada con considerable éxito en cuanto a protección de personas con riesgo de FVR. En la actualidad esta vacuna se está produciendo en células diploides. Sin embargo, la limitada disponibilidad de esta vacuna impide su uso en la población general. Dos nuevas candidatas a vacunas producidas a partir de aislamientos humanos de FVR están siendo sometidas a diversos ensayos con vistas a reemplazar las vacunas existentes. La primera, MV P12, es una cepa mutada de virus cultivado en presencia de 5-fluorouracilo con mutagénesis seriada que produce en una atenuación para el ratón. Se ha probado en ovejas la inmunogenicidad y la patogenicidad y el virus no provoca abortos en ovejas gestantes (17). MV P12 confirió protección en corderos jóvenes (10,14) y en ganado bovino (18, 19). En pruebas posteriores más extensas realizadas en ovejas la vacuna produjo abortos y teratología fetal grave cuando se usó después de 28 días de gestación (12). La segunda candidata, Clon 13, una variante de virus que origina pequeñas placas de lisis y que no reacciona con dos anticuerpos monoclonales específicos, resultó ser avirulenta para ratones y hámsteres y muy inmunogénica. Su inmunogenicidad y patogenicidad se ha probado en corderos, ovejas, y cabras jóvenes y adultas (20). En ensayos adicionales se comportó como no abortiva en ovejas gestantes y confirió más de un 80% de protección frente a un virus prueba de desafío (11). El virus Clon 13 presenta la pérdida de una porción del segmento de ARN pequeño que codifica proteínas no estructurales, lo que podría conducir a una vacuna estable. En la siguiente descripción de producción de vacunas, se suministra información sobre la producción de vacuna viva junto a información sobre producción de vacuna inactivada. Debe resaltarse que las vacunas vivas y las inactivadas nunca deben producirse simultáneamente en los mismos servicios, debido al riesgo de contaminar la vacuna viva atenuada con una cepa virulenta de virus antes de ser inactivada. El personal que maneja virus FVR vivo debe estar vacunado y trabajar con nivel de contención 3 para minimizar el riesgo de autoinfección. 1. Control del inóculo a) Características del inóculo vírico Vacuna viva: El stock de antígeno deriva de la cepa original neurotrópica de Smithburn. Esta cepa no es letal en ratones adultos inyectados intraperitonealmente y es segura cuando se usa en todas las razas de ganado vacuno, ovejas y cabras. Sin embargo, puede causar anormalidades fetales o aborto en animales gestantes. Vacuna inactivada: Se puede usar como virus de inóculo una cepa de virus FVR altamente inmunogénica adaptada a crecer en cultivos celulares. Se diferencia de la cepa atenuada en que es letal para los ratones adultos cuando se inyecta intraperitonealmente. b) Método de cultivo Tanto las cepas de virus atenuado como la inactivada se producen en cultivos celulares de células BHK, Vero o CER. Los virus se guardan en forma liofilizada en viales que contienen 1 ml de una suspensión de cultivo celular. El título vírico (tras inoculación intracerebral en ratones jóvenes) debe ser de al menos 106.5 LD50 en el ratón (50% de la dosis letal) por ml. c) Validación como vacuna Los virus inoculados deben carecer de agentes indeseables, ser seguros para el uso y capaces de estimular una inmunidad eficaz en las especies y razas a las que va dirigida. Pruebas El inóculo de virus liofilizado se regenera en medio de cultivo celular estéril sin antibióticos y se comprueba la ausencia de bacterias y hongos. El contenido de un vial así reconstituído se inocula en dos tubos de medio con tioglicolato y en dos tubos de medio con hidrolizado de soja y caseína. Los cultivos con tioglicolato se incuban a 37°C durante 7 días y los cultivos con hidrolizado de soja y caseína a 20°C durante 14 días. Los cultivos deberían permanecer negativos. Además, se mezclan 5 ml del inóculo de virus reconstituído con un mismo volumen de antisuero específico contra FVR producido en conejos. Después de incubar las mezclas suero/virus a 37°C durante 30 minutos, las suspensiones víricas se ensayan en cultivos celulares antes y después de una neutralización, así como en ratones adultos y jóvenes, huevos embrionados y cobayas. El virus neutralizado es: 208 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.8. — Fiebre del Valle del Rift i) Sembrado en seis cultivos en tubos rotativos con células primarias de riñón de cordero y seis cultivos en tubos rotativos con células BHK. Los cultivos celulares se incuban a 37°C y se observan diariamente durante 7 días para observar ECP, tras los cuales se someten a la prueba de hemadsoción con RBCs de cobaya a 4°C y a 37°C. No debería presentarse ECP ni hemadsorción. Si el cultivo degenera o presenta sospechas de ECP, el material de estos cultivos debería mezclarse de nuevo con antisuero y reinocularse en cultivos celulares frescos, que se observan durante otro período adicional de 14 días. La presencia de ECP específico o de hemadsorción descalifica la muestra como inóculo vírico. ii) Inoculado intraperitonealmente (0,2 ml) en grupos de al menos seis ratones adultos y seis ratones de 2-5 días de edad. Los ratones deberían permanecer sanos durante 14 días. Si muriera algún ratón, se emulsiona un tejido adecuado, se mezcla con antisuero y se reinocula en otros grupos de ratones, observándolos de nuevo durante otro período de 14 días. Si existe alguna evidencia de mortalidad específica, se descalifica la muestra como inóculo vírico. iii) Inoculado en al menos diez huevos de gallina embrionados de 8 días mediante el método del punzón (combinación de la ruta de la membrana coriolantoidea y del saco alantoideo). Los huevos se incuban a 37°C durante 8 días y se observan diariamente con transiluminación. Los embriones que mueren a las 24 horas se eliminan. Si después de 24 horas permanecen vivos menos del 70% de los embriones, la prueba debería, no obstante, repetirse. La causa de muerte embrionaria durante el consiguiente período de observación debería determinarse estableciendo pruebas adecuadas de esterilidad y de HI, y por examen de frotis del saco vitelino. Si estas pruebas resultan negativas, debería hacerse, como antes, una reinoculación de suspensiones obtenidas de los embriones mezcladas con antisuero. Al día 4 de incubación, se abren al menos 4 huevos y se recoge el líquido del alantoides. Los huevos restantes se abren el día 8 de incubación. Se examinan las membranas de ambos grupos en cuanto a lesiones y en cuanto a anormalidades del embrión. El líquido del alantoides se somete a una prueba HI con RCBs de cobaya y pollo a 4°C y a 37°C. La evidencia de mortalidad embrionaria específica, de actividad hemaglutinante en el líquido alantoideo, cualquier lesión en las membranas o anormalidades embrionarias descalifican la muestra como inóculo vírico. iv) Inyectado intraperitonealmente con 1,0 ml de inóculo vírico en dos cobayas. Los cobayas deben permanecer sanos en un período de observación de 14 días. No superar cualquiera de estas pruebas descalifica al antígeno para uso como inóculo vírico. 2. Método de producción Un vial de inóculo vírico liofilizado se reconstituye y se diluye entre 1/100 y 1/1.000 con medio Eagle en el caso de las vacunas atenuadas y 1/1.000 en el caso de vacunas inactivadas. Para preparar una suspensión de trabajo, se siembra el virus diluído en un cultivo confluente de células BHK en botellas rotativas y se incuba a 37°C. Cuando el 70% de las células aparecen afectadas (ECP), se recoge el medio y las células y este material se diluye entre 1/100 y 1/1.000, tras lo cual se siembran de nuevo 10 ml en botellas rotativas con células BHK confluentes y se incuba otra vez. Tan pronto como se observa un 70% de ECP, se recoge el medio y las células y se almacenan. Tanto las suspensiones virales de las vacunas atenuadas como de las inactivadas se titulan intracerebralmente en ratones neonatos y deberían presentar un título de la menos 106.5 LD50/ml en ratón. Alternativamente, se puede realizar una titulación de lesiones en células CER. La vacuna atenuada se liofiliza inmediatamente después de completar las pruebas de titulación y de esterilidad. Debería usarse un estabilizador, como por ejempo 5% de peptona en tampón fosfato 0,3 M. El volumen de la vacuna inactivada se ajusta de modo que la vacuna final contenga al menos 106.5 LD50/ml. La suspensión viral ajustada se inactiva luego a 37°C durante 24 horas con formaldehído a una concentración final de 0,2%. Tras la inactivación, se añade a la suspensión el mismo volumen de gel de hidróxido de aluminio. La vacuna debe tener un pH final de 7-7,5. 3. Control el proceso Previamente a la inoculación de los cultivos celulares, el inóculo vírico se somete a pruebas de esterilidad en medios con tioglicolato y con hidrolizado de soja y caseína (ver Sección C.1.c y Capítulo I.1.5. Pruebas para esterilidad y ausencia de contaminación en materiales biológicos). Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 209 Capítulo 2.1.8. — Fiebre del Valle del Rift Se selecciona una muestra representativa de cada lote de vacuna y cada contenido se reconstituye con 5 ml de agua destilada estéril analizándose para comprobar ausencia de bacterias y hongos. En las vacunas inactivadas, debe comprobarse la inactivación mediante dos pases en el mismo tipo de cultivo celular que se usó en la producción de la vacuna. 4. Control de lotes a) Esterilidad Antes de la liofilización o de la inactivación, cada envase de vacuna almacenada, y después muestras representativas de cada lote, se prueban respecto a esterilidad en medio con tioglicolato e hidrolizado de soja y caseína (ver también Capítulo I.1.5. de este Manual). b) Inocuidad Vacuna viva: Se seleccionan al azar recipientes finales de la vacuna atenuada liofilizada y cada uno se reconstituye en agua destilada como si se tratara de una vacunación. Se inyectan subcutáneamente cuatro ovejas susceptibles con una dosis de vacuna. Las ovejas se observan diariamente durante 14 días y se anota su temperatura rectal. Las ovejas deben permanecer sanas. La vacuna también se inyecta intraperitonealmente en seis ratones adultos (0,25 ml en cada uno), dos hámsteres y dos cobayas (1 ml en cada uno). Los animales se observan diariamente durante un período de 14 días durante el cual deben permanecer sanos. Una mortalidad atribuíble a la vacuna descalifica el lote. Vacuna inactivada: En el caso de la vacuna inactivada contra FVR, se inyectan subcutáneamente cuatro ovejas susceptibles con 2,0 ml de vacuna, se observan diariamente durante 3 semanas y se anota la temperatura rectal. Las ovejas deben permanecer sanas. Además, la seguridad se determina también por inyección intracerebral de seis ratones adultos y dos familias de ratones neonatos, y mediante inyección intraperitoneal de dos cobayas y dos hámsteres. Los ratones, hámsteres y cobayas se observan durante 14 días. Deben permanecer sanos. Una mortalidad atribuíble a la vacuna descalifica el lote. c) Potencia Vacuna viva: Se recostituye la vacuna atenuada liofilizada de dos recipientes finales y se titula intracerebralmente en ratones neonatos. La vacuna final debe contener al menos 104.4 LD50/dosis en ratón. Alternativamente, se pueden hacer las titulaciones en cultivos celulares. Dos recipientes finales se mantienen una semana a 37°C, se recosntituyen y se titulan como antes. Cada uno debe contener al menos 103.4 LD50/dosis en ratón. Alternativamente, se pueden hacer las titulaciones en cultivos celulares. Las ovejas inoculadas (ver sección C.4.b.) se sangran a las 2 y 3 semanas de la vacunación y su respuesta en anticuerpos se determina por PRN. Un título de anticuerpo neutralizante frente al virus de 100 o más es considerado satisfactorio. Vacuna inactivada: Las ovejas, inyectadas subcutáneamente para determinar la seguridad (Sección C.4.b.), se sangran a las tres semanas y su respuesta en anticuerpos se determina por la prueba NV. Un título de anticuerpo neutralizante frente al virus de 100 o más es considerado satisfactorio. d) Duración de la inmunidad Tanto las vacunas vivas atenuadas como las inactivadas han tenido un amplio uso en condiciones de campo. Se considera que la vacuna viva induce una inmunidad que dura toda la vida contra la enfermedad clínica, aunque existe cierta controversia sobre la inmunogenicidad de la vacuna Smithburn. Sin embargo, el ganado vacuno se puede inmunizar con la vacuna de virus vivo usando esta cepa. La experiencia sobre la eficacia de campo de las vacunas inactivadas es limitada porque se han empleado en áreas donde FVR no es endémica, y donde en consecuencia no existe desafío natural frente a la vacuna. Sin embargo, durante el brote de 1976-1978 en Sudáfrica, observaciones realizadas por veterinarios estatales apoyan la eficacia de la vacuna. En epizootias más recientes en otras partes, la vacuna inactivada no tuvo éxito en la protección de los animales contra el aborto, tras dos vacunaciones. Cuando se usa la vacuna inactivada, se 210 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.8. — Fiebre del Valle del Rift debe dar una dosis de recuerdo a los 3-6 meses de la vacunación inicial y después la vacunación se debería repetir anualmente (1, 2). e) Estabilidad Cuando se mantienen a 4°C, las vacunas atenuadas liofilizadas son estables durante al menos 4 años, mientras que la vacuna inactivada puede mantenerse muchos años. No se recomienda el almacenamiento a temperaturas superiores. f) Conservantes No se usan conservantes. g) Precauciones (riesgos) Aunque los humanos se pueden infectar durante el manejo de material infectado, no se conoce ningún caso de enfermedad en el hombre con virus de la vacuna atenuada, pero a menudo ocurre seroconversión. Sin embargo, las cepas usadas para preparar vacuna inactivada pueden causar enfermedad. Por tanto, todo personal con probabilidad de exposición al virus de la vacuna debería ser vacunado con la vacuna inactivada con formalina para el hombre. 5. Pruebas en el producto final a) Esterilidad Se recogen muestras representativas del producto final y se ensayan como se indica en la Sección C.4.a. b) Contenido en humedad La humedad presente en muestras liofilizadas de la vacuna atenuada no debería superar el 3%. • Agradecimiento Partes de este capítulo se tomaron del capítulo sobre FVR en las ediciones previas de este Manual o están basadas en él. REFERENCIAS 1. BARNARD B.J.H. (1979). Rift Valley fever vaccine — antibody and immune response in cattle to a live and an inactivated vaccine. J. S. Afr. Vet. Assoc., 50, 155–157. 2. BARNARD B.J.H. & BOTHA M.J. (1977). An inactivated Rift Valley fever vaccine. J. S. Afr. Vet. Assoc., 48, 45– 48. 3. BARNARD B.J.H. & VOGES S.F. (1986). Flaviviruses in South Africa: Diagnostic procedures. Onderstepoort J. Vet. Res., 53, 181–185. 4. 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Ability of a mutagenised virus variant to protect young lambs from Rift Valley fever. Am. J. Vet. Res., 52, 50–55. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 211 Capítulo 2.1.8. — Fiebre del Valle del Rift 11. HUNTER P. & BOULOY M. (2001). Investigation of C13 RVF mutant as a vaccine strain. Proceedings of 5th International sheep veterinary congress, 21–25 January 2001, Stellenbosch, South Africa. University of Pretoria, South Africa. 12. HUNTER P., ERASMUS B.J. & VORSTER J.H. (2002). Teratogenicity of a mutagenised Rift Valley fever virus (MVP 12) in sheep. Onderstepoort J. Vet. Res., 69, 95–98. 13. MCINTOSH B.M., RUSSEL D., DOS SANTOS I. & GEAR J.H.S. (1980). Rift Valley fever in humans in South Africa. S. Afr. Med. J., 58, 803–806. 14. MEADORS G.F., GIBBS P.H., & PETERS C.J. (1986). Evaluations of a new Rift Valley fever vaccine: Safety and immunogenicity trials. Vaccine, 4 179–184. 15. MEEGAN J.M. (1981). 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Los síntomas clínicos de la enfermedad en rumiantes domésticos y salvajes incluyen una respuesta febril caracterizada por inflamación y congestión, edema facial con hemorragias, y ulceración de las membranas mucosas. En los casos graves la lengua azul puede mostrar una hiperemia intensa y llegar a estar edematosa y sobresalir de la boca. La hiperemia se puede extender a otras partes del cuerpo, en particular a las ingles, axilas y perineo. A menudo ocurre una grave degeneración muscular. La dermatitis puede ocasionar rotura de la lana. Las ovejas pueden presentar cojera a consecuencia de coronitis, es decir, inflamación de la banda coronaria de las pezuñas, o de miopatía esquelética. Una enfermedad grave similar de los rumiantes salvajes es la causada por el virus de la enfermedad hemorrágica epizootica (EHDV) que, como el virus de la LA (BTV), es un miembro del género Orbivirus, pero que está clasificado en un serogrupo diferente. A veces, la EHD puede causar en el ganado síntomas clínicos que parecen similares a los de la lengua azul. Identificación del agente: El BTV es un miembro del género Orbivirus de la familia Reoviridae. Dentro del género hay 14 serogrupos. El serogrupo LA contiene 24 serotipos. Los primeros se diferencian por pruebas inmunológicas que detectan proteínas víricas que están conservadas dentro de cada serogrupo. La mayoría de los serogrupos parecen ser diferentes desde el punto de vista inmunológico, pero existe una reacción cruzada considerable entre los integrantes de los serogrupos LA y EHD. El serotipo de los virus individuales dentro de cada serogrupo se identifica mediante pruebas de neutralización. Las partículas completas de BTV tienen una cápsida doble y la cápsida externa contiene dos proteínas, una de las cuales es el determinante principal de la especificidad del serotipo. La cápsida interna icosaédrica contiene dos proteínas mayoritarias, tres proteínas minoritarias y diez módulos de ARN de cadena doble. La proteína VP7 es una proteína importante de la cápsida que posee los antígenos que confieren especificidad a cada serogrupo. La identificación tradicional del virus implica su aislamiento la amplificación en cultivos de tejido y la subsiguiente aplicación de pruebas específicas para establecer el serogrupo y el serotipo. Recientemente, la aplicación de la tecnología de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) ha permitido la amplificación muy rápida del ARN del BTV en muestras clínicas, y, en la actualidad, existen procedimientos basados en la PCR que permiten obtener información sobre el serogrupo y el serotipo del virus. Pruebas serológicas: En los rumiantes las respuestas serológicas aparecen a los 7-14 días después de la infección por BTV y, por lo general, son duraderas. Para detectar los anticuerpos específicos contra un serogrupo de LA se usaban hasta hace poco pruebas como la inmunodifusión en medio sólido o el enzimoinmunoensayo indirecto (ELISA), aunque estas pruebas tenían el inconveniente importante de ser incapaces de distinguir de forma fiable entre anticuerpos contra los virus de los serogrupos de LA y de EDH. Un método competitivo ELISA basado en anticuerpos monoclonales ha resuelto este problema y para detectar específicamente anticuerpos anti-BTV se recomiendan ensayos de tipo ELISA competitivo. Los procedimientos actuales para determinar la especificidad de serotipo de los anticuerpos son tediosos porque requieren determinar la capacidad de los sueros de ensayo para inhibir la infectividad de una serie de virus de serotipo conocido mediante pruebas de neutralización de larga duración. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 213 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul Requisitos para las vacunas y los materiales de diagnóstico: En varios países, como Sudáfrica, donde no vacunar puede conducir a brotes de la enfermedad, se utilizan vacunas vivas atenuadas que son específicas en cuanto a serotipo. Los virus atenuados se preparan por pases seriados del virus natural en huevos embrionados de pollo o en células cultivadas. La virulencia se atenúa después de los pases seriados y, en paralelo, los virus se replican con títulos más bajos en las ovejas. Las vacunas con virus atenuados son teratogénicas y no se deben administrar a ovejas grávidas durante la primera mitad del embarazo, debido a que pueden causar la muerte fetal y anormalidades. Cuando se establece un grado adecuado de atenuación a efectos de la vacuna, se debe buscar un equilibrio entre un nivel de replicación suficiente para reducir la virulencia, pero debe estimular la inmunidad de protección en las ovejas, y la necesidad de reducir el título del virus en sangre para evitar la infección de insectos picadores. Los procedimientos para ensayar la eficacia de la vacuna y el potencial teratogénico en ovejas son de realización fácil. En contraste, se han realizado pocos estudios para determinar si los virus atenuados pueden o no transmitirse de ovejas vacunadas a otros animales mediante insectos. El hecho de que los virus atenuados sean teratogénicos hace que la determinación de su transmisión sea un asunto muy importante, especialmente si se usan por primera vez en un país vacunas con virus vivos. A. INTRODUCCIÓN Las moscas del género Culicoides transmiten el virus de la lengua azul (BTV) a animales susceptibles, y a partir de ellos, llegando a infectarse durante su alimentación sobre vertebrados con viremia. Después de un período de replicación de 6-8 días, y después de su aparición en la glándula salivar, el virus se puede transmitir a un hospedador vertebrado durante la ingestión de sangre. Las moscas infectadas permanecen infectadas toda la vida. El papel central del insecto en la epidemiología de la LA implica que la prevalencia de la enfermedad está gobernada por factores ecológicos, como pluviosidad elevada, temperatura, humedad y características edáficas que favorezcan la supervivencia del insecto (6). En muchas partes del mundo la enfermedad tiene, por tanto, una frecuencia estacional (13). La LA es una enfermedad vírica infecciosa, no contagiosa y transmitida por insectos, que se presenta en las ovejas y los rumiantes domésticos y salvajes, como cabras, ciervos, ovejas cimarronas, la mayor parte de los antílopes africanos y otros artiodáctilos. El efecto de la infección varía desde una manifestación que pasa desapercibida en la gran mayoría de los animales infectados hasta un resultado mortal en algunas ovejas, cabras, ciervos y rumiantes salvajes infectados. Aunque en general la frecuencia de infección por BTV es mayor en el ganado bovino que en las ovejas, la enfermedad típica es rara en el ganado bovino y los síntomas, cuando ocurren, son mucho más suaves que en las ovejas. En los rumiantes no domésticos, la enfermedad puede variar de una manifestación hemorrágica aguda con alta mortalidad, como la que se observa en el ciervo de cola blanca (Oidocoilus virginianus), hasta una enfermedad desapercibida como la del alce norteamericano (Cervus canadensis). El virus de la enfermedad hemorrágica epizootica (EHDV) puede producir una enfermedad en los rumiantes salvajes con manifestaciones clínicas idénticas a las observadas después de la infección por BTV. Los síntomas clínicos de la enfermedad en los rumiantes domésticos y en los salvajes varían desde estados subclínicos en la mayor parte de los casos hasta una respuesta febril aguda caracterizada por inflamación y congestión, que conduce a un edema en la cara, párpados y orejas, y hemorragias y ulceración de las membranas mucosas. Pueden aparecer grandes erosiones en los carrillos y en la parte de la lengua opuesta a los molares. La lengua puede tener una hiperemia intensa y aspecto edematoso, sobresalir de la boca y, en casos graves, volverse cianótica. La hiperemia se puede extender a otras partes del cuerpo, en particular a las ingles, axilas y perineo. A menudo existe una grave degeneración muscular. La dermatitis puede originar roturas de la lana. Es corriente la presencia de coronitis con hemorragia en la banda coronaria de la pezuña, pudiendo causar cojera. Cuando una oveja muere a consecuencia de la enfermedad de la LA aguda, los pulmones pueden mostrar hiperemia interalveolar con edema alveolar grave y el árbol bronquial puede contener espuma. La cavidad torácica puede contener varios litros de líquido parecido al plasma y el saco del pericardio puede presentar hemorragias petequiales. La mayor parte de los casos presentan una hemorragia característica cerca de la base de la arteria pulmonar (11). El BTV es un miembro del género Orbivirus, que es uno de los nueve géneros clasificados en la actualidad dentro de la familia Reoviridae. Dentro del género Orbivirus, se diferencian 14 grupos, desde el punto de vista serológico. Los orbivirus mejor estudiados pertenecen a los serogrupos de la LA, EHD y la enfermedad africana del caballo (AHS). Dentro de los serogrupos, los miembros individuales se diferencian por pruebas de neutralización y hasta la fecha se han descrito 24 serotipos de BTV. Existe una notable reacción cruzada inmunológica entre los miembros de los serogrupos de la LA y la EHD (16). En este capítulo no se presentarán detalles de las pruebas específicas para la EHD. 214 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul Las partículas del BTV se componen de tres capas proteicas. La cápsida externa contiene dos proteínas, la VP2 y la VP5. La VP2 es el antígeno de neutralización más importante y el determinante de la especificidad de serotipo. Esta proteína es también la responsable de la hemaglutinación y de la unión del BTV a las células de mamíferos. La capacidad de un MAb contra VP5 para neutralizar el virus de la AHS (AHSV) y para reaccionar con la proteína equivalente del BTV y del EDHV confirma el papel de VP5 en la neutralización de los orbivirus y destaca la extensión de la reacción cruzada inmunológica entre los miembros de los distintos serogrupos de Orbivirus (24). La eliminación de la cápsida externa VP2/VP5 deja una partícula con una cápsida icosaédrica interna formada por dos capas compuestas de dos proteínas mayoritarias, la VP7 y la VP3, tres proteínas minoritarias, y diez módulos de ARN de cadena doble. La VP7 es un determinante importante de la especificidad de serogrupo y el componente que contiene los epítopos que se usan en enzimoinmunoensayos competitivos (CELISA) para detectar anticuerpos contra BTV. La VP7 también puede ser la responsable de la unión del BTV a las células de insectos (39). Las subunidades de VP7 contienen dos dominios. B. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO 1. Identificación del agente (una prueba prescrita para el comercio internacional) a) Aislamiento del virus Se usan los mismos procedimientos para rumiantes domésticos y salvajes. Hay varios sistemas en uso para el aislamiento de virus, pero dos de los más eficaces son los huevos embrionados de pollo (ECE) y la oveja. La identificación de BTV por inoculación en oveja puede ser una estrategia útil si el título de virus en la muestra de sangre es muy bajo, como suele ser el caso después de varias semanas después de la infección vírica. Los intentos de aislar el virus en cultivos celulares in vitro pueden ser más adecuados, pero con frecuencia la probabilidad de éxito es mucho menor que la lograda mediante sistemas in vivo. Dentro de una población de virus, no todas las partículas de BTV son idénticas a nivel genético y de composición en aminoácidos, y sólo una pequeña proporción de los virus presentes en la sangre de animales infectados, quizás ínfima, puede tener las secuencias de aminoácidos precisas en las proteínas víricas que son críticas para unirse y replicarse en las células en cultivo. Este puede ser el motivo por el que la inoculación directa de células cultivadas con sangre virémica que contiene un número relativamente pequeño de partículas virales sea un modo ineficaz de aislar el BTV. Por uno o dos pases en ECE es más probable que se genere una preparación con un título alto de virus, y una que contenga virus con la capacidad de replicarse en cultivo de tejidos. El cultivo celular parece ser una técnica más sensible para el aislamiento del EHDV. • Aislamiento en huevos embrionados de pollo i) Se recoge sangre de animales febriles con un anticoagulante como heparina, EDTA (ácido etilamina diamina tetra-acético) o citrato sódico, y las células sanguíneas se lavan tres veces con solución salina estéril tamponada con fosfato (PBS). Las células lavadas se resuspenden en PBS o en cloruro sódico isotónico y se guardan a 4°C o se usan inmediatamente para intentar el aislamiento del virus. ii) Para guardar a largo plazo cuando no es posible la refrigeración, las muestras de sangre se recogen en oxalato-fenol-glicerina (10). Si las muestras se pueden congelar, se recogen entonces en solución tamponada de peptona con lactosa o dimetil sulfóxido al 10% (36) y se mantienen a –70°C o a temperatura inferior. El virus no es estable a –20°C en períodos largos. iii) El bazo y los nódulos linfáticos son los órganos preferidos para intentos de aislamiento del virus en casos mortales. Los órganos y tejidos deben mantenerse a 4°C y transportarse a un laboratorio donde se homogenizan en PBS o solución salina isotónica, y se utilizan como se describe más adelante para las células de la sangre. iv) Se resuspenden en agua destilada células de la sangre lavadas o se sonican en PBS y se inoculan 0,1 ml intravascularmente en 6-12 ECE de 9-12 días de edad. Este proceso es difícil de realizar y requiere práctica. El trabajo de Clavijo et al. contiene los detalles (8). v) Los huevos se incuban en una cámara húmeda a 33,5°C y se observan diariamente al trasluz. Cualquier muerte embrionaria ocurrida en las primeras 24 horas post-inoculación se considera inespecífica. vi) Los embriones que mueren entre los días 2 y 7 se mantienen a 4°C y los que permanecen vivos el día 7 se sacrifican. Con frecuencia, los embriones infectados presentan un aspecto hemorrágico. Los embriones muertos y los que vivían el día 7 se homogenizan por separado. Se homogenizan los embriones completos, después de eliminar sus cabezas, u órganos concretos, como el hígado, y los restos de eliminan por centrifugación. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 215 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul vii) El virus se puede identificar directamente en el sobrenadante mediante ELISA de captura de antígeno (18) o indirectamente por métodos de detección de antígenos, como inmunofluorescencia o inmunoperoxidasa, después de su amplificación en cultivo celular, como se describe en la sección siguiente. viii) Si, después de la inoculación con el material de la muestra, los embriones no mueren, se hace un inóculo con el material del primer pase por huevo y se vuelve a pasar por ECE o por cultivo celular. • Aislamiento en cultivo celular Los virus también se pueden añadir a células L de ratón en cultivo, o a células de riñón de hámster neonato (BHK-21), de riñón de mono verde africano (Vero) o de Aedes albopictus (AA). Mediante adición directa a células en cultivo, la eficacia del aislamiento suele ser más baja en comparación con la que se alcanza en ECE. La mejor eficacia de aislamiento en cultivo celular se logra pasando primero los homogenados de ECE por células AA, y luego por aplicación de procedimientos de detección de antígeno o pases adicionales por líneas celulares de mamíferos, como células BHK-21 o Vero. En células AA no se observa necesariamente un efecto citopático (ECP). Se analizan las monocapas celulares para observar la presencia de un ECP durante 5 días a 37°C con 5% de CO2 y humedad. Si no aparece ECP, se realiza un segundo pase en cultivo celular. La identidad del BTV en el medio de cultivo de células que manifiestan un ECP se puede confirmar mediante varios métodos que se describen más adelante, incluyendo la prueba ELISA de captura de antígeno, inmunofluorescencia, inmunoperoxidasa, o neutralización del virus (NV). b) • Aislamiento en oveja i) Las ovejas se inoculan con células lavadas procedentes de 10 ml a 500 ml de sangre, o con 10-50 ml de suspensión de tejido. Los inóculos se administran subcutáneamente en alícuotas de 10-20 ml. Volúmenes superiores pueden facilitar el aislamiento del virus y deben administrarse intravenosamente. ii) Las ovejas se mantienen 28 días para comprobación de los anticuerpos utilizando la prueba de inmunodifusión en medio sólido (1) o la prueba C-ELISA como se describe más adelante. Métodos inmunológicos • Serogrupo de los virus Los aislamientos de Orbivirus se suelen seroagrupar por su reactividad con antisueros estándar específicos que detectan proteínas, como la VP7, que se conservan dentro de cada serogrupo. La reacción cruzada entre miembros de los serogrupos LA y EHD plantea la posibilidad de que un aislamiento de EHD pueda confundirse con BTV debido a una reacción de inmunofluorescencia débil con un antisuero policlonal antiBTV. Por esta razón, se puede usar un MAb específico del serogrupo LA. Varios laboratorios han generado tales reactivos específicos de grupo (3, 22). En contraste con el seroagrupamiento, el método corriente de serotipado es mediante pruebas de NV usando métodos que se describen más adelante. Los métodos más utilizados para la identificación de los virus a nivel de serogrupo son los siguientes. i) Inmunofluorescencia Se infectan monocapas de células BHK o Vero sobre portas de vidrio con virus adaptado al cultivo de tejido o con virus de lisados de ECE. Después de 24-48 horas, o después de la aparición de un ECP incipiente, las células infectadas se fijan con agentes como paraformaldehído, acetona o metanol, se deja secar y el antígeno vírico se detecta utilizando un antisuero anti-BTV y los procedimientos estándar para inmunofluorescencia. ii) Enzimoinmunoensayo de captura de antígeno Se pueden detectar directamente los virus en lisados de ECE, en el medio de cultivo y en insectos infectados. En esta técnica, los virus y/o las partículas de la cápsida se capturan por el anticuerpo adsorbido a una placa ELISA y el virus unido se detecta usando un segundo anticuerpo. El anticuerpo de captura puede ser policlonal o un MAb específico de serogrupo. Para detectar los virus capturados, se han usado con éxito MAbs específicos de serogrupo y anticuerpos policlonales contra las partículas de la cápsida expresadas en baculovirus (18). iii) Prueba inmune puntual (14) Se adsorben sobre nitrocelulosa pequeños volúmenes (2 µl) de sobrenadante de cultivo de células infectadas o de células infectadas que han sido lisadas o sonicadas y se deja secar. Los sitios de unión inespecífica se bloquean incubando con una solución que contenga proteína de leche 216 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul desnatada. Después de incubar con un MAb reactivo para el serogrupo LA, el anticuerpo se detecta utilizando IgG anti-ratón conjugada con peroxidasa de rábano. • Serotipado por neutralización de virus Las pruebas de neutralización son específicas de tipo para los 24 serotipos de BTV actualmente reconocidos y pueden emplearse para serotipar un virus aislado o modificarse para determinar la especificidad de los anticuerpos en los sueros. En el caso de un aislamiento no tipado, la localización regional característica de los serotipos de BTV eliminará, por lo general, la necesidad de realizar la neutralización con todos los 24 antisueros, en particular cuando se han identificado los serotipos endémicos. Existe una serie de métodos disponibles, que se basan en el cultivo celular, para detectar la presencia de anticuerpos neutralizantes anti-BTV. Las líneas celulares más utilizadas son BHK, Vero y L929. Más adelante se resumen cuatro métodos para serotipar el BTV. Se ha descrito que los antisueros específicos de serotipo generados por cobayas y conejos presentan menos reacción cruzada que los obtenidos de ganado vacuno u ovino. Es importante incluir controles del antisuero para asegurarse de que se utiliza un nivel eficaz de antisuero de referencia frente a títulos comparables y estandarizados de virus de referencia y virus no tipado. i) Reducción de placas (o calvas) El virus que va a ser serotipado se diluye hasta que contenga aproximadamente 100 unidades formadoras de placas (PFU) y se incuba sin suero o con antisueros individuales estándar de una serie de serotipos de BTV. Se añaden las mezclas de virus/antisuero a las monocapas celulares y se determina el título de virus mediante ensayos de placas (o calvas). Se considera que el virus no identificado es serológicamente idéntico a un serotipo estándar cuando éste último resulta neutralizado de forma similar si se realiza la prueba en paralelo con el virus problema. ii) Inhibición de placas (o calvas) Las pruebas se realizan en placas Petri de 90 mm de diámetro que contienen monocapas celulares confluentes que se infectan con aproximadamente 5 x 104 PFU de virus estándar y de virus no tipado. Después de la adsorción y la eliminación del inóculo, la monocapa se cubre con agarosa. En discos individuales de papel de filtro se añaden antisueros estándar anti-BTV, que se colocan sobre la superficie de agarosa. Las placas se incuban por lo menos 4 días. Alrededor del disco que contenga el antisuero homólogo aparecerá una zona de neutralización del virus con la consiguiente supervivencia de la monocapa celular. iii) Neutralización en microtitulación En una placa de microtitulación con pocillos de fondo plano se añaden aproximadamente 100 DICT50 (dosis infectiva del 50% en cultivo de tejidos) del virus estándar y del virus no tipado en un volumen de 50 µl por pocillo, y se mezcla con el mismo volumen de antisuero estándar diluido con medio de cultivo de tejidos. En un volumen de 100 µl se añaden aproximadamente 104 células por pocillo y, después de incubar durante 4-6 días, se leen los resultados de la prueba utilizando un microscopio invertido. Los pocillos se analizan respecto al grado de ECP observado. Los pocillos que contengan sólo células o células y antisuero no deberían mostrar ECP. Por el contrario, los pocillos con células y virus deberían mostrar un ECP claro. Se considera que el virus no identificado es serológicamente idéntico al serotipo estándar de BTV si ambos resultan neutralizados en la prueba con un grado similar. iv) Prueba de inhibición de la fluorescencia (5) Este método de neutralización, rápido y sencillo, requiere varias concentraciones de un virus desconocido y concentraciones estándar de antisueros de referencia. Los virus aislados que han crecido en cultivo celular se diluyen en serie y se mezclan con antisueros individuales de referencia en los pocillos de una placa Lab-Tek durante 1 hora antes de añadir las células. Después de incubar 16 horas, las células se fijan y se tratan con un procedimiento inmunofluorescente que utiliza un MAb específico del serogrupo LA. El serotipo del virus se indica por la especificidad del antisuero que causa una reducción mayor en el número de células fluorescentes. c) Reacción en cadena de la polimerasa (prueba prescrita para el mercado internacional) La amplificación del ácido nucleico vírico dirigida por cebadores ha revolucionado el diagnóstico de la LA (8, 26, 37). Las técnicas de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) han permitido la identificación rápida del ácido nucleico vírico del BTV en la sangre y otros tejidos de animales infectados. Respecto al comercio internacional, la PCR ha permitido la identificación de animales con anticuerpos contra BTV que son negativos para la presencia del ácido nucleico viral, lo que permite su importación. La PCR también se puede emplear para establecer el serogrupo de los Orbivirus y, en último término, para serotipar el BTV a los pocos días de recibir una muestra clínica, como sangre de una oveja infectada. Los enfoques clásicos, que dependen del aislamiento del virus y de su identificación serológica, pueden tardar por lo menos 3-4 semanas en suministrar información sobre serogrupos y serotipos. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 217 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul Los cebadores oligonucleotídicos utilizados hasta ahora derivan del ARN 7 (gen VP7) (37), del ARN 6 (gen NS1) (9), del ARN 3 (gen VP3) (30), del ARN 10 (gen NS3) (4) y del ARN 2 (VP2) (26). En general, el tamaño de los productos amplificados de la transcripción es pequeño -del orden de varios centenares de nucleótidos- pero también puede ser un gen completo. En el procedimiento que se describe más adelante con detalles se amplifica un fragmento del ARN 6 con 101 nucleótidos. Los cebadores que derivan de genes más conservados, como el VP3, VP7 y NS1, se pueden utilizar para serogrupos (es decir, reaccionarán con todos los miembros del serogrupo LA), mientras que aquellos cuya secuencia deriva de las secuencias de genes VP2 permiten obtener información sobre el serotipo vírico. Se ha utilizado un ensayo de PCR múltiple, que depende del tamaño de los productos amplificados, para identificar en una sola reacción los cinco serotipos norteamericanos del BTV, tanto aislados como en mezclas (19). En el BTV, la secuencia nucleotídica de genes homólogos puede variar en función del área geográfica del aislamiento del virus (17). Esto supone una oportunidad única para complementar estudios epidemiológicos sobre el BTV, al suministrar información sobre el potencial origen geográfico de los virus aislados, un proceso que se denomina genotipado o topotipado. Por tanto, la determinación de la secuencia de porciones del ARN 3 y ARN 6 puede indicar si el virus procede de Australia, Norteamérica o Sudáfrica. Parece probable que la secuenciación de BTV aislados de otras partes del mundo permita una discriminación más fina del origen geográfico. No obstante, la relación entre la secuencia y el origen geográfico puede no ser directa. Por análisis mediante PCR del ARN del segmento genómico 7 (38) los genotipos específicos de zonas geográficas no quedaron tan claramente definidos como lo fueron usando el ARN del segmento genómico 3 (17). El desarrollo del topotipo como instrumento epidemiológico depende, por tanto, de la adquisición de datos sobre las secuencias de BTV aislados de muchas regiones diferentes del mundo y de la disponibilidad de los datos en bancos de datos de fácil acceso. En principio, con una base de datos sobre secuencias del ARN 2 suficientemente grande, se podría determinar rápidamente el serotipo del virus por amplificación del ARN 2 mediante PCR. Para facilitar este proceso, se deberían hacer accesibles nuevos datos de secuenciación derivados tanto de aislamientos de BTV caracterizados como no caracterizados enviando los datos a sitios de la web tales como: http://www.iah.bbsrc.ac.uk/dsRNA_virus_proteins/ and http://www.iah.bbsrc.ac.uk/dsRNA_virus_proteins/btv_sequences.htm. El sitio de la web http://www.iah.bbsrc.ac.uk/dsRNA_virus_proteins/btv2-segment-2-tree.htm presenta análisis de árboles filogenéticos de aislamientos de BTV basados en la secuencia del ARN 2. Estos datos representarán un recurso para estudios epidemiológicos, la identificación de nuevos aislados y el diseño de nuevos cebadores para PCR posterior por trascripción inversa (RT) y, posiblemente, para pruebas específicas de serotipo de BTV. Se ha observado que en la sangre de terneros y ovejas infectadas se puede detectar el ácido nucleico del BTV durante al menos 30 días, y a veces hasta 90 días, después de que el virus pueda aislarse. Cuando la sangre positiva para el virus (infecciosa) o negativa para el virus pero positiva por PCR (detectable sólo por PCR) se inoculó o se dio por alimento al vector Culicoides sonoriensis, se demostró que el virus se multiplicada y se transmitía sólo por los vectores expuestos a la sangre infecciosa. Los vectores expuestos a sangre sólo positiva por PCR no amplificaban ni transmitían el BTV (23). Debido a esto, el diagnóstico basado en PCR debe interpretarse con limitaciones. El procedimiento basado en PCR detecta ácido nucleico específico del virus, pero no indica necesariamente la presencia de virus infeccioso. La capacidad de las pruebas PCR para detectar un pequeño número de moléculas de ácido nucleico significa que tales pruebas son muy sensibles a la contaminación por ácidos nucleicos extraños, incluyendo cualquier cebador utilizado en el laboratorio o polonucleótidos amplificados previamente. Por tanto es importante disponer de un área "limpia" que contenga todo el equipo necesario para la preparación de los reactivos y de las pruebas y un área separada para el propio equipo de amplificación. Se deben utilizar guantes de látex y cambiarlos con frecuencia en todas las fases del procedimiento, en particular después de trabajar con muestras de ARN o de ADN amplificado. Esto ayuda a proteger a los reactivos y a las muestras de la contaminación por ARNasas ubicuas y otros agentes y de la contaminación cruzada con ADN. La posibilidad de falsos positivos por contaminación de la muestra realza la importancia de secuenciar los productos de la PCR para determinar, por ejemplo, si la secuencia amplificada es idéntica o diferente de la de un control positivo. Los resultados negativos falsos, debidos, por ejemplo, a muestras de baja calidad o a cebadores inadecuados, se pueden identificar determinando la imposibilidad de amplificar algún gen del BTV o del hospedador, como el de la globina, en extractos de células infectadas. La prueba de PCR que se describe comprende tres procedimientos separados. En el primero se extrae el ARN del BTV a partir de sangre mediante un agente caotrópico como tiocianato de guanidina (GuSCN) para desnaturalizar las proteínas y liberar el ARN vírico. Para esto existen varias preparaciones comerciales en el mercado y el protocolo indicado describe la utilización de uno de esos preparados, el IsoQuick (Orca Research, Bothell, Washington, EE.UU.). Los reactivos suministrados con la preparación vienen numerados y su uso se indica en el protocolo descrito más adelante. Existen otras preparaciones disponibles y una de 218 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul ellas, la TRIZOL (Life Technologies, Grand Island, New York, EE.UU.), es particularmente útil para la extracción del ácido nucleico del virus del bazo o de coágulos de sangre. Los operadores deben seguir las indicaciones señaladas en cada caso y el uso de las soluciones de los reactivos suministradas o recomendadas. El segundo procedimiento es la desnaturalización del ARN vírico de cadena doble y la transcripción inversa para generar cADN, que se amplifica por PCR. En el procedimiento descrito a continuación se utiliza el Superscript™ Amplification System (Life Tecnologies) para transcribir el ARN vírico y reactivos de Perkin-Elmer para la PCR. Existen preparaciones y reactivos equivalentes en otras fuentes comerciales. El paso final del proceso es el análisis del producto de la PCR por electroforesis. Los procedimientos para determinar la secuencia del producto amplificado no se describen aquí. • Extracción del ARN viral i) Se recoge, en tubos con EDTA, sangre entera de los animales a ensayar y de controles no infectados y se centrifuga a 800-1.000 g durante 10 minutos. Se aspira el plasma y los eritrocitos (RBCs) se resuspenden suavemente en PBS estéril. Los RBCs se sedimentan por centrifugación a 1.000 g durante 10 minutos y se elimina el sobrenadante. ii) A continuación se añaden 400 µl de los RBCs de ensayo a cada uno de cuatro tubos de microcentrífuga de 1,7 ml y otros 400 µl de RBCs control a cada uno de dos tubos de microcentrífuga. A cada tubo se añade el mismo volumen de agua libre de ARNasa y se agitan brevemente en un vórtex para mezclar y lisar las células. Se congelan dos tubos que contengan los RBCs de ensayo a 70°C con fines de reposición y se continúa la extracción por duplicado. iii) Se centrifugan los RBCs lisados del ensayo y del control a 12.000-16.000 g durante 10 minutos y se elimina el sobrenadante. Luego se añaden 800 µl de agua libre de ARNasa y los tubos se agitan en un vórtex y se centrifugan de nuevo a la misma velocidad durante 10 minutos. Se elimina el sobrenadante y el precipitado con los RBCs se deja escurrir. iv) Se añade un pequeño volumen de BTV (por ejemplo, 5 µl que contengan de 103 a 107 PFU) a uno de los dos tubos con el precipitado de RCBs control. Este es el control positivo. El otro tubo que contiene el precipitado de RCBs control se convierte en el control negativo. v) A continuación se añade a cada precipitado 75 µl de tampón de muestra (reactivo A de IsoQuick), y se agitan vigorosamente en un vórtex, añadiendo después 125 µl de la solución de lisis que contiene GuSCN (reactivo 1 de IsoQuick). La mezcla se agita vigorosamente en un vórtex durante 30 segundos. vi) Antes de utilizar la matriz de extracción que acompaña a la preparación comercial (reactivo 2 de IsoQuick más el colorante 2A) se agita vigorosamente y se añaden 500 µl a los lisados. Después se añaden 400 µl de tampón de extracción (reactivo 3 de IsoQuick) y los tubos se agitan en un vórtex durante 10 segundos. vii) Se incuban los tubos a 65°C durante 10 minutos, se agitan brevemente después de 5 minutos y se centrifugan a 12.000 g durante 5 minutos. viii) La fase acuosa (500 µl) se transfiere a un tubo nuevo de microcentrífuga y se añade el mismo volumen de matriz de extracción (reactivo 2 de IsoQuick). Los tubos se agitan en vórtex durante 10 segundos y se centrifugan a 12.000 g durante 5 minutos. ix) La fase acuosa (330 µl) se transfiere a un tubo nuevo de microcentrífuga y se añaden 33 µl acetato sódico al 10% (reactivo 4 de IsoQuick) y 365 µl de isopropanol. Después de mezclar suavemente, se colocan los tubos de 20 minutos a 1 hora a -20°C. x) El ARN se precipita por centrifugación a 12.000 g durante 10 minutos. Se decanta el sobrenadante y se añade 1,0 ml de etanol al 70% mezclando suavemente. Después de centrifugar a 5.000 g durante 5 minutos, se decanta el sobrenadante y se añade 1,0 ml de etanol al 100%. Se guardan los tubos a –70°C hasta que se usen en la RT-PCR. • Reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa i) Se centrifuga el ARN en etanol a 12.000 g durante 5 minutos. Se decanta el l etanol y se invierten los tubos para dejar escurrir. El precipitado, que puede pasar desapercibido, no debe secarse porque esto haría difícil su resuspensión. También es posible que un precipitado seco se desprendiera del tubo invertido. ii) Se añade a cada tubo 12 µl de agua libre de ARNasa, se mezcla y se calienta a 65°C durante 510 minutos. Las muestras se colocan en hielo. iii) En una campana de bioseguridad "limpia", se preparan en agua libre de ARNasa las soluciones stock que contienen 200 pmoles/µl de los cebadores A, B, C y D y se guardan a -70°C. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 219 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul Cebadores de la primera fase de la PCR (para amplificar el ARN 6 desde el nucleótido 11 al 284) Cebador A: 5’-GTT-CTC-TAG-TTG-GCA-ACC-ACC-3’ Cebador B: 5’-AAG-CCA-GAC-TGT-TTC-CCG-AT-3’ Cebadores de la PCR (para amplificar el RNA 6 del nucleótido 170 al 270) Cebador C: 5’-GCA-GCA-TTT-TGA-GAG-AGC-GA-3’ Cebador D: 5’-CCC-GAT-CAT-ACA-TTG-CTT-CCT-3’ iv) Las soluciones stock de los cebadores se diluyen a una concentración de 15-20 pmoles/µl. Se preparan los cebadores para la primera fase de la reacción de PCR mezclando volúmenes iguales de A y B. Se preparan los cebadores para la otra fase de la reacción de PCR mezclando volúmenes iguales de C y D. Las mezclas de cebadores se congelan a -20°C en pequeñas alícuotas. v) Se rotulan los tubos de reacción y se añade a cada tubo 4 µl de mezcla de los cebadores (A+B) para la primera fase de síntesis. Los tubos se dejan en hielo. vi) En una campana extractora de humos "limpia" se diluyen por separado, en agua libre de ARNasa, hidróxido metilmercúrico a 50 mM (dilución 1/20) y 2-mercaptoetanol a 350 mM (dilución 1/40). Estos compuestos están catalogados respectivamente como extremadamente tóxico y muy tóxico. Hay que utilizar ambos con mucho cuidado y eliminarlos, así como las puntas de pipeta utilizadas con ellos, según las normas de seguridad, vii) Después se añaden 4 µl de las muestras de ARN de ensayo y de control positivo y negativo (paso (ii)) sobre los 4 µl de mezcla de cebadores de PCR (38). viii) A cada tubo de PCR se añaden 2,0 µl de la dilución 1/20 de hidróxido metilmercúrico con agitación suave y se deja estar a temperatura ambiente durante 10 minutos antes de añadir 2,0 µl de la dilución 1/40 de 2-mercaptoetanol. Por razones de seguridad, algunos laboratorios utilizan formamida en vez de hidróxido metilmercúrico para desnaturalizar el ARN de dos cadenas. Sin embargo, es preferible el hidróxido metilmercúrico para una sensibilidad óptima. ix) En una campana "limpia" se prepara una mezcla para ADNc que contenga los siguientes reactivos en volumen suficiente para el número de muestras que se van a ensayar. La cantidad indicada es por muestra y los reactivos son los contenidos en la preparación Superscript™ Preamplification System (Life Technologies). 10tampón SuperscriptTM (200 mM Tris/HCl, pH 8,4, y 500 mM KCl) MgCl2 (25 mM Mezcla de dNTP (10 mM de dATP, dCTP, dGTP, dTTP) Dithiothreitol (DTT) (0,1 M) Transcriptasa inversa (200 units/µl) 2,0 2,0 1,25 2,0 0,75 µl µl µl µl µl x) Después se añaden 8 µl de la mezcla a cada tubo de PCR hasta un volumen final de20,0 µl. xi) Se colocan los tubos de PCR en un termociclador, como el GeneAmp™ PCR System 9600, que se programa para transcripción inversa del siguiente modo: Mantener 44°C Mantener 4°C xii) 50 minutos Constante Se sacan los tubos del termociclador y se añade a cada tubo 1,0 µl de ARNasa H y una bola de cera. El ciclador se programa del siguiente modo: Mantener 37°C Mantener 98°C Mantener 4°C 20 minutos 4 minutos Constante xiii) En una campana "limpia" se prepara una mezcla de primera amplificación que contenga los siguientes reactivos en volumen suficiente para el número de muestras de ensayo. Todos los reactivos, excepto el agua, son comercializados por Perkin-Elmer. La cantidad que se indica es por muestra. ARNasa sin agua 10tampón PCR Perkin-Elmer (100 mM Tris/HCl, pH 8,3, y 500 mM KCl) MgCl2 (25 mM) Mezcla de dNTP (2,5 mM de dATP, dCTP, dGTP, dTTP) Taq ADN polimerasa (5 unidades/µl) 62,0 µl 7,0 µl 7,0 µl 4,0 µl 0,85 µl xiv) La mezcla de la primera fase se saca del área "limpia" y se lleva al área del termociclador y se depositan 80 µl en cada tubo con muestra. La capa de cera no debe romperse. Cada tubo debe contener entonces 101 µl. 220 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul xv) Se colocan los tubos en el termociclador que se programa como se indica para la primera fase de amplificación (correcto para el GeneAmp PCR System 9600 -la programación en otros termocicladores debe determinarse): Un ciclo: Mantener 95°C Mantener 58°C Mantener 72°C 3 minutos 20 segundos 30 segundos 40 ciclos: Mantener 95°C Mantener 58°C Mantener 72°C 20 segundos 20 segundos 20 segundos Un ciclo: Mantener 95°C Mantener 58°C Mantener 72°C Mantener 4°C 20 segundos 20 segundos 5 minutos Constante xvi) 15 minutos antes de que se complete la programación, se preparan tubos de PCR para la siguiente reacción en una campana "limpia", y se mantienen en hielo: ARNasa sin agua Mezcla de cebadores (C+D) Bola de cera 17 µl por tubo 4,0 µl por tubo xvii) Cuando se completa la primera fase de amplificación, se sacan los tubos del termociclador y se colocan en una cabina de seguridad biológica (no la campana "limpia). Después, se transfiere 1,5 µl del producto de la primera fase al tubo correspondiente de PCR de la segunda fase que contiene cebador, agua y una bola de cera. xviii) Se colocan los tubos en el termociclador que se programa como se indica para la formación de una capa de cera: Mantener 98°C Mantener 4°C 4 minutos Constante xix) En una campana "limpia" se prepara la mezcla de los siguientes reactivos en volumen suficiente para el número de muestras a ensayar. Los reactivos son los mismos que en la primera fase (paso xii). Las cantidades que se indican son por muestra: ARNasa sin agua 10 tampón PCR MgCl2 Mezcla de dNTP Taq ADN polymerasa 17,0 µl 5,0 µl 3,5 µl 4,5 µl 0,5 µl xx) La mezcla se pasa de la campana "limpia" al termociclador y se depositan 30 µl en cada tubo. Cada tubo debe contener entonces 52 µl. xxi) Se colocan los tubos en el termociclador, que se programa como se indica para la segunda amplificación. Después de completar el proceso, los tubos se mantienen a 4°C o a –20°C hasta la electroforesis: Un ciclo: 40 ciclos: Un ciclo: Mantener 95°C Mantener 58°C Mantener 72°C 3 minutos 20 segundos 30 segundos Mantener 95°C Mantener 58°C Mantener 72°C 20 segundos Mantener 95°C Mantener 58°C Mantener 72°C Mantener 4°C 20 segundos Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 20 segundos 20 segundos 20 segundos 5 minutos Constante 221 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul • Análisis electroforético del producto de la PCR i) Al principio se prepara tampón 1 x TBE (Tris/borato, pH 8,6, y EDTA 1,5 mM) a partir de una solución stock x 10. Para el sistema de Bio-Rad Wide Mini-Sub cell, se preparan 700 ml (100 ml para el gel y 600 ml para el depósito de tampón). ii) Se prepara en tampón TBE una solución al 3% de agarosa NuSieve 3/1 (FMC Bioproducts, Rockland, Maine, EE.UU.) o una agarosa equivalente. La solución se hierve hasta que la agarosa se disuelve por completo y luego se deja enfriar hasta 40°C. Se añade bromuro de etidio a una concentración de 0,5 µg/ml tanto al tampón de la agarosa como al del depósito. El bromuro de etidio es mutagénico y tóxico. Se debe utilizar siempre guantes, ropa protectora y protección ocular. iii) Se cierran los extremos de la bandeja de electroforesis y se vierte la solución de agarosa. El peine se inserta en la agarosa hasta que se solidifica en una superficie nivelada a los 30-60 minutos. El peine y el cierre se eliminan con cuidado de la bandeja de electroforesis. iv) Verter el tampón en el depósito del aparato de electroforesis e insertar la bandeja con la agarosa de modo que el tampón cubra la agarosa. v) Las muestras de ensayo y los controles positivos y negativos se preparan para electroforesis en tubos de microcentrífuga del modo siguiente: Solución de gel de carga (Cat. G-2526, Sigma, St Louis, Missouri, EE.UU.) 5,0 µl ADN amplificado de cada tubo de PCR y un tubo extra para un ADN marcador 15,0 µl Solución de gel de carga (Cat. G-2526, Sigma, St Louis, Missouri, EE.UU.) 5,0 µl Marcador de 100 pares de bases (Cat. 15268-019, Life Technologies, Grand Island, New York, EE.UU.) 1,0 µl vi) Se cargan las muestras en los pocillos adecuados del gel y se corren a 65-75 voltios durante 1-1,5 horas o hasta que el colorante alcance la mitad de la longitud del gel. El gel se lleva a un transiluminador y se fotografía para documentación permanente. Usar protección ocular para visualizar las bandas en el gel. vii) Las muestras positivas para LA tendrán una banda de 101 pares de bases. Para que la prueba sea válida, el control positivo debe mostrar una banda del tamaño correcto, y el negativo y los controles sin ARN no deben mostrar banda. Las muestras se consideran positivas si hay una banda del mismo tamaño que la del control positivo. Las muestras duplicadas deberían mostrar la misma reacción. Si existe disparidad, la prueba debe repetirse. viii) Durante una noche se coloca en el tampón del depósito un envase (Ameresco, Solon, Ohio, EE.UU.) al objeto de eliminar el bromuro de etidio. Después se puede verter el tampón al alcantarillado y debe colocarse el envase, después de reutilizarlo 10-15 veces, en un recipiente identificado adecuadamente como bromuro de etidio y, finalmente, incinerado. Los equipos y reactivos para dos pruebas serológicas ordenadas - la prueba de inmunodifueión en gel de agar (IGDA) y la prueba C-ELISA- se pueden obtener de tres fabricantes autorizados en EE.UU (VMRD, P.O. Box 502, Pullman, Washington 99163, U.S.A.; o Veterinary Diagnostic Technology, 4980 Van Gordon Street, Suite 101, Wheat Ridge, Colorado 80033, U.S.A.; o Diagxotics, 27 Cannon Road, Wilton, Connecticut 06897, U.S.A.). Los reactivos para C-ELISA están disponibles en: European Union ‘Community Reference Laboratory’ for BTV (Pirbright Laboratory, Ash Road, Pirbright, Woking GU24 0NF, United Kingdom). 2. Pruebas serológicas Los anticuerpos contra BTV generados en animales infectados pueden detectarse de varios modos que dependen de la sensibilidad y el tipo de prueba utilizada. Se inducen tanto anticuerpos específicos de serogrupo como anticuerpos específicos de serotipo, y si el animal no ha estado previamente expuesto al BTV, los anticuerpos neutralizantes que se generan son específicos para el virus infectante. Las infecciones múltiples con diferentes serotipos de BTV dan lugar a la producción de anticuerpos capaces de neutralizar serotipos a los que el animal no ha estado expuesto. Hay dos explicaciones para este fenómeno. Primero, varios serotipos comparten epítopos de neutralización definidos por MAbs monoclonales. Segundo, los serotipos también comparten un gran número de epítopos que están presentes en una conformación neutralizante en un serotipo, pero en conformaciones no neutralizantes en otros serotipos. a) Fijación de complemento Hasta 1982 se utilizó ampliamente una prueba de fijación de complemento (7) para detectar anticuerpos contra BTV, que fue en gran medida reemplazada por la prueba IGDA aunque la prueba FC todavía se utiliza en algunos países. 222 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul b) Inmunodifusión en gel de agar (una prueba prescrita para el mercado internacional) La prueba IGDA para detectar anticuerpos anti-BTV es de desarrollo simple y el antígeno utilizado en la prueba es relativamente fácil de generar. Desde 1982, la prueba ha sido el procedimiento estándar de ensayo para controlar el movimiento internacional de rumiantes. Sin embargo, una de las desventajas de la IGDA utilizada para LA es su falta de especificidad, por la que puede detectar anticuerpos contra otros Orbivirus, en particular los del serogrupo EHD. Por tanto, los sueros positivos por IGDA deben ser probados de nuevo utilizando una prueba específica para el serogrupo LA. La falta de especificidad y la subjetividad que se ejerce durante la lectura de los resultados ha promovido el desarrollo de procedimientos basados en ELISA para la detección específica de anticuerpos anti-BTV. La versión preferida, una técnica C-ELISA, se describe en la sección B.2.c. c) • Procedimiento de la prueba i) Se prepara una capa de 2,8 mm de grosor de agarosa al 0,9% en NaCl al 0,85% y se cortan pocillos circulares de 4,0 mm de diámetro separados entre sí 2,4 mm, con un pocillo central y seis pocillos periféricos. ii) Se prepara antígeno vírico generando una preparación soluble de células BHK o Vero infectadas 2448 horas antes con un serotipo individual de BTV. El antígeno se puede concentrar por precipitación o ultrafiltración. iii) Se colocan tres sueros positivos y tres sueros de ensayo de forma alterna en los pocillos que rodean el pocillo central que contiene el antígeno y se incuban las placas 24 horas en un ambiente húmedo a 20-25°C. iv) Se forma una serie de líneas de precipitina entre el antígeno y los sueros positivos, y las líneas generadas por los sueros de ensayo positivos se juntarán con las de los controles positivos. Con muestras débilmente positivas las líneas control se curvan hacia el antígeno y se separan del pocillo de la muestra de ensayo, pero no forman una línea continua con los pocillos de control de la prueba. Con muestras negativas, las líneas de precipitina continúan en los pocillos de la muestra sin curvarse hacia el antígeno. v) Todas las muestras débilmente positivas y otras muestras que produzcan resultados dudosos deben repetirse utilizando pocillos de 5,3 mm de diámetro separados entre sí 2,4 mm o probarse de nuevo utilizando C-ELISA como se describe a continuación. Enzimoinmunoensayo competitivo La prueba competitiva ELISA, o prueba ELISA bloqueante para LA, se desarrolló para medir anticuerpos específicos contra BTV sin detectar anticuerpos de reacción cruzada con otros Orbivirus (1, 3, 22, 28, 31). La especificidad es el resultado de utilizar uno de varios MAbs con reactividad de serogrupo para LA, como MAb-3-17-A3 (3) o MAb 20E9 (21, 22). Los anticuerpos proceden de varios laboratorios y, aunque son diferentes, todos parecen unirse a la región amino-terminal de la principal proteína de la cápsida, VP7. En la prueba C-ELISA, los anticuerpos de los sueros de ensayo compiten con los MAbs para unirse al antígeno. El siguiente procedimiento de C-ELISA se ha estandarizado después de estudios comparativos en varios laboratorios internacionales. • Procedimiento de la prueba i) Durante una noche a 4°C o durante 1 hora a 37°C, se recubren los 96 pocillos de las placas de microtitulación con 50-100 µl de antígeno derivado de cultivos celulares obtenido por sonicación (3) o del antígeno principal de la cápsida VP7 expresado en baculovirus (29) o levaduras (25), y diluidos en 0,05 M de tampón carbonato, pH 9,6. ii) Las placas se lavan cinco veces con PBST (0,01 M de PBS con 0,05% o 0,1% de Tween 20, pH 7,2). iii) A continuación se añaden por duplicado 50 µl de sueros de ensayo a una única dilución, 1/5 (1) o 1/10 (22), en PBST que contenga 3% de seroalbúmina bovina (BSA). iv) Inmediatamente, se añade a cada pocillo 50 µl de una dilución predeterminada de MAb diluido en PBST que contenga 3% de BSA. Los pocillos de control de MAb contienen tampón de dilución en vez de suero de ensayo. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 223 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul v) Se incuban las placas 1 hora a 37°C o 3 horas a 25°C, con agitación continua. vi) Después de lavar como se indicó anteriormente, los pocillos se llenan con 100 µl de una dilución apropiada de IgG (H+L) anti-ratón obtenida en conejo y marcada con peroxidasa de rábano, realizada en PBST con 2% de suero normal bovino. vii) Después de incubar 1 hora a 37°C, se elimina la solución del conjugado y las placas se lavan cinco veces con PBS o PBST. Los pocillos se llenan con 100 µl de solución de substrato que contiene 1,0 M de ABTS (2,2´-azino-bis-[3-etilbenzotiazolina-6 ácido sulfónico]), y 4 mM de H2O2 en 50 mM de citrato sódico, pH 4,0, y las placas se agitan a 25°C durante 30 minutos. (Se pueden utilizar otros substratos y dejar que la reacción continúe con agitación por un tiempo adecuado para permitir el desarrollo de color). viii) La reacción se detiene adicionando un agente bloqueante, como azida sódica. ix) Después de poner a cero el lector de ELISA con los pocillos que sólo contienen substrato y agente bloqueante, se miden los valores de absorbancia a 414 nm. Los resultados se expresan como porcentajes de inhibición y derivan de los valores medios de absorbancia de cada muestra por la fórmula siguiente: % inhibición = 100 -[(Media de la absorbancia de la muestra de ensayo) / (Media de la absorbancia del control de MAb)] x 100. NB: Algunos laboratorios prefieren usar un control de suero negativo que previamente se ha visto que tiene un porcentaje de inhibición igual a cero como alternativa al control de MAb. x) Porcentajes de inhibición >50% se consideran positivos. Una inhibición entre el 40% y el 50% se considera sospechosa. Los resultados de los duplicados de los sueros de ensayo pueden variar con tal de que los valores caigan dentro del valor de inhibición escogido. xi) En cada placa se deben incluir sueros positivos fuertes y débiles y un control de suero negativo. Un positivo débil debe dar un 60-80% de inhibición y un negativo menos de 40% de inhibición. C. REQUISITOS PARA LAS VACUNAS Y LOS MATERIALES DE DIAGNÓSTICO De las varias opciones de vacunas posibles, es decir, las vivas atenuadas, las muertas, o las recombinantes, sólo están en uso las vacunas con virus vivos atenuados en varios países. En Sudáfrica, por ejemplo, se han usado durante más de 40 años y se saben que inducen una inmunidad eficaz y duradera (11). Aunque algunos estudios de laboratorios han investigado la eficacia de las vacunas inactivadas contra el virus (15), éstas no parecen haberse utilizado en condiciones de campo. Existen varias posibilidades en el desarrollo de vacunas recombinantes contra BTV, como la presentación por otros virus vivos de los antígenos de neutralización del BTV y de partículas incompletas (VLP) que se generan en células de insectos infectadas por medio de baculovirus recombinantes que expresan las cuatro proteínas mayoritarias de la cápsida VP2, 3, 5 y 7. Sólo la última posibilidad ha demostrado ser una promesa significativa (33). Sin embargo, queda aún mucho por determinar, como la duración de la respuesta neutralizante generada con las VLP, la necesidad de múltiples VLPs de diferentes serotipos, y el escalado comercial de la producción de VLP como proceso eficaz y de coste adecuado. La descripción que sigue es aplicable a las vacunas con virus atenuados. 1. Control del inóculo a) Características del inóculo El inóculo base o primario se prepara a partir de una placa o calva única de BTV atenuado que se ha cultivado por pases seriados. Los lotes de inóculo secundario, que se utilizan como inóculos en la producción de vacunas, derivan por lo general de no más de tres pases adicionales respecto al inóculo primario. El virus del inóculo primario debe estar exento de bacterias, virus, hongos y micoplasmas contaminantes, y en particular de contaminación por pestivirus, y tiene que mostrar la especificidad serotípica deseada. Antes de la producción de la vacuna, cada lote de inóculo primario debería probarse también para transmisión y reversión de la virulencia. Se deben probar en ovejas la avirulencia, seguridad e inmunogenicidad de muestras de la vacuna preparada de inóculos víricos secundarios del máximo nivel de pases permitidos. b) Método de cultivo Las primeras vacunas de la LA se propagaron en ECE (2). Más recientemente, se han utilizado varias células diferentes para adaptarlas al cultivo celular y a los pases seriados. Entre éstas están las células 224 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul primarias de embrión bovino, células de riñón de cordero y de cordero fetal, y la línea celular continua de células BHK. Las células utilizadas para la atenuación deben ser cuidadosamente comprobadas para detectar la presencia de virus contaminantes. No sólo las líneas celulares pueden contener virus oncogénicos, sino que también las células primarias pueden tener infecciones latentes o no aparentes, como las debidas a contaminación por pestivirus. A este respecto, se debe tener un cuidado especial con el suero fetal bovino utilizado en los cultivos celulares, pues puede estar contaminado. Los virus de las vacunas se atenúan por pases en ECE, en cultivos celulares, o en ambos sistemas. c) Validación como vacuna Las vacunas atenuadas contra la LA deben ser seguras y eficaces, y a continuación se presenta una descripción breve de las pruebas relacionadas con estos parámetros. Además, los virus atenuados no deben revertir a virulentos durante su replicación en animales vacunados ni transmitirse desde tales animales por insectos vectores. Este último criterio es muy importante porque la transmisión de virus atenuados mediada por insectos desde animales vacunados a no vacunados, con los subsiguientes pasos replicativos en cada especie hospedadora, aumenta la probabilidad de reversión a la virulencia. Aunque las pruebas de reversión a virulencia y de transmisión se realizan raramente, se resumen en una breve descripción los requisitos. i) Avirulencia Se inoculan varias ovejas, que por C-ELISA sean seronegativas para LA, con el stock de inóculo primario o un volumen equivalente de medio de cultivo celular. Las temperaturas se anotan dos veces al día. Los animales se controlan regularmente durante 28 días para síntomas clínicos o reacciones locales y sistémicas a fin de asegurar la avirulencia e seguridad. Las muestras de sangre que se toman a intervalos regulares se pueden utilizar para determinar la viremia y la respuesta de anticuerpos. La prueba es válida si todas las ovejas inoculadas con vacuna muestran evidencia de crecimiento vírico sin signos de enfermedad, excepto una enfermedad suave y pasajera. En Sudáfrica se calcula un índice de reacción clínica (33) para cada animal entre los días 4 y 14, y debe estar por debajo de un valor estándar específico. ii) Inocuidad Las pruebas de inocuidad de las vacunas atenuadas no contemplan la cuestión de la teratogenicidad (34). Las vacunas con virus atenuados son teratogénicas y no deben administrarse a ovejas gestantes durante la primera mitad del embarazo debido a que pueden causar anormalidades fetales y muerte (20). iii) Eficacia Las ovejas vacunadas y no vacunadas reciben un inóculo de desafío con virus virulento del mismo serotipo, y los animales se analizan para síntomas clínicos de LA. Se toman diariamente las temperaturas rectales dos veces. Las ovejas control no vacunadas deberían mostrar signos de LA. Sin embargo, es difícil asegurar la aparición de la enfermedad clínica en ovejas por la inoculación de algunos serotipos y aislados de BTV y, por tanto, la evidencia de infección en las ovejas control no vacunadas puede reducirse a la aparición de un aumento de temperatura de por lo menos 1.7°C sobre la media anterior al inóculo de desafío. Se analizan los sueros, pre- y post-vacunación, para la presencia de anticuerpos neutralizantes. iv) Transmisión Los procedimientos para determinar si un virus atenuado se puede transmitir por insectos que se alimentan sobre ovejas virémicas vacunadas son difíciles de realizar y de analizar estadísticamente. Por ello, es raro que se investigue este criterio de validación de la vacuna Hay datos que indican que los virus adaptados a condiciones de laboratorio se pueden transmitir por insectos vectores (35). Un procedimiento adecuado para determinar la transmisión de un virus atenuado requiere que las ovejas estén vacunadas y que, durante la viremia, estén expuestas a Culicoides no infectados a los que se deja alimentar sobre animales no infectados controlados para presencia de BTV y anticuerpos antiBTV. Como el título de virus atenuados en la sangre de las ovejas vacunadas es muy bajo, se necesitarían muchos Culicoides, y sólo una pequeña proporción de éstos llegarían a infectarse y vivir lo suficiente para alimentarse sobre otra oveja no infectada y transmitirle potencialmente el virus. Es difícil diseñar un experimento de laboratorio que tenga en cuenta el número de variables presentes en situaciones de campo. Sin embargo, en Sudáfrica se estima que el título mínimo de virus circulante en el torrente sanguíneo de un animal debe ser por lo menos 103 antes de que un Culicoides se infecte al alimentarse, aunque también se ha sugerido que a veces un título inferior puede resultar infectivo. Para seleccionar una cepa de virus atenuado que sea adecuada, se recoge sangre completa entre los días 4 y 14 post-vacunación y se determina el título viral. Sólo los virus atenuados que generan títulos inferiores a 103 se consideran aceptables para vacunas. Lo datos actuales indican que durante la viremia, y a diferencia de los virus de tipo salvaje, las cepas de BTV adaptadas a condiciones de laboratorio pueden aparecer en el semen de toros y carneros (32). Las implicaciones de estas observaciones en la transmisión de los virus son confusas. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 225 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul v) Reversión a la virulencia Los estudios de validación confirman que en ovejas vacunadas los virus atenuados no revierten a virulentos. Por consiguiente, si los insectos no transmiten los virus atenuados de animales vacunados a no vacunados, la reversión a la virulencia resulta ser sólo una posibilidad teórica. Sin embargo, si los virus atenuados pudieran transmitirse de animales vacunados, la reversión a la virulencia durante varios ciclos de replicación en oveja-insecto sería una posibilidad bien distinta. El único modo apropiado de comprobar la reversión a la virulencia bajo estas circunstancias es comparar la virulencia del virus vacunal con la del virus sujeto a varios ciclos de replicación oveja-insecto, como se comentó anteriormente. Esto es difícil de realizar. Por consiguiente, no se ha determinado el efecto de varios pases en insecto y en oveja sobre la virulencia de los virus atenuados. En Sudáfrica se considera que si, durante la fase virémica, la sangre de los animales vacunados se pasa en serie tres veces por oveja sin reversión a la virulencia, las posibilidades de reversión en el campo serán muy pequeñas. 2. Método de producción La atenuación de aislados naturales de BTV se realizó primero por pases seriados en ECE. Más recientemente, parece claro que el pase por células en cultivo también resulta en atenuación de la virulencia. No se han hecho estudios para relacionar con precisión el número de pases y el grado de atenuación de virus o serotipos individuales. Para preparar virus atenuados, los aislamientos de campo se adaptan a cultivo celular y se pasan in vitro hasta 40 veces o más. En teoría, en esta etapa se seleccionan varios virus purificados de placas o calvas y cada uno se examina para el nivel de viremia que generan y su capacidad para inducir una respuesta inmune de protección en ovejas vacunadas. El virus ideal es el que se replica a bajo título pero que induce respuesta inmune protectora y éste puede representar la fuente del stock de virus para inóculo primario de la vacuna. 3. Control interno Todos los componentes de origen animal, como el suero y las células, deben probarse para presencia de bacterias, virus, hongos o micoplasmas viables. 4. Control de lotes a) Esterilidad Cada lote de vacuna tiene que ser probado para presencia de bacterias, virus extraños, hongos y micoplasmas, y en particular contaminación por pestivirus. Por ejemplo, en Sudáfrica, se inocula un conjunto de diez ampollas seleccionadas al azar en caldo de soja y caldo de tioglicolato y se incuba a temperatura ambiente y a 37°C, respectivamente, durante 14 días. Si el cultivo aparece contaminado, el lote queda descalificado. b) Inocuidad Cada lote se prueba para inocuidad en ratón adulto y neonato, en cobayas y en oveja. Si se advierten reacciones adversas o síntomas notables, se repite la prueba. Cualquier incremento en la temperatura corporal del animal por encima de la esperada para esa cepa particular de virus atenuado que se está ensayando debe considerarse como sintomático. Si los resultados no son satisfactorios, el lote se descalifica. c) Potencia Cada lote se prueba inoculando ovejas susceptibles. Los sueros de pre-vacunación y los de 21 y 28 días post-vacunación se prueban por ensayos NV para determinar los niveles de anticuerpos neutralizantes. Para superar este aspecto, el título de anticuerpo debe ser igual o superior a unos valores establecidos por estándares internacionales de vacunas. d) Duración de la inmunidad Los estudios sobre vacunas con BTV vivo atenuado han mostrado que en ovejas los anticuerpos aparecen antes del día 10 post-vacunación, alcanzan un máximo aproximadamente 4 semanas después y persisten durante más de un año. Existe una relación temporal entre el aumento en el título de anticuerpos neutralizantes y la desaparición del virus de la circulación periférica. Las vacunas con BTV vivo atenuado se han usado más de 40 años y se sabe que inducen una inmunidad eficaz y duradera (13). En áreas endémicas de Sudáfrica se presentan muchos serotipos de BTV, y se usan vacunas polivalentes. La inclusión en la vacuna de 15 serotipos implica que no se genera una respuesta inmune eficaz frente a todos los serotipos, probablemente porque la masa antigénica de algunos antígenos individuales específicos de serotipo es pequeña. Para intentar ampliar la respuesta, se repite anualmente la vacunación (12). 226 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.9. — Lengua azul e) f) Estabilidad La estabilidad debe probarse a lo largo de un período de 2 años. Se considera que las vacunas en forma líquida o liofilizada tienen una caducidad de 1 y 2 años, respectivamente. Cada lote de vacuna se somete a una prueba de caducidad acelerada, guardándolas a 37°C durante 7 días. Luego se titulan y evalúan con arreglo a un procedimiento estándar, como se determina en las pruebas iniciales de la vacuna. Precauciones (riesgos) La vacuna polivalente es segura excepto cuando se usa en ovejas en la primera mitad del embarazo. Los corderos que tengan inmunidad por el calostro no pueden ser vacunados con eficacia antes de los 6 meses de edad. 5. Pruebas sobre el producto final a) Inocuidad b) Ver C.4.b. Potencia Ver C.4.c. AGRADECIMIENTOS Se agradece al Dr. Peter Mertens su valiosa correspondencia sobre el futuro del diagnóstico por PCR, al Dr. H. Aitchison por suministrar información sobre la producción y ensayo de la vacuna LA en Sudáfrica, a los Laboratorios Nacionales de Servicios Veterinarios en Ames, Iowa, EE.UU., por facilitar el protocolo detallado de PCR para la lengua azul, y a todos los críticos del capítulo publicado previamente en el Manual del año 2000. REFERENCIAS 1. AFSHAR A., THOMAS F.C., W RIGHT P.F., SHAPIRO J.L. & ANDERSON J. (1989). Comparison of competitive ELISA, indirect ELISA and standard AGID tests for detecting bluetongue virus antibodies in cattle and sheep. Vet. Rec., 124, 136–141. 2. ALEXANDER R.A. & HAIG D.A. (1951). The use of egg attenuated bluetongue in the production of a polyvalent vaccine for sheep. A. Propagation of the virus in sheep. Onderstepoort J. Vet. Res., 25, 3–15. 3. ANDERSON J. (1984). Use of monoclonal antibody in a blocking ELISA to detect group specific antibodies to bluetongue virus. J. Immunol. Methods, 74, 139–149. 4. 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Virol., 78, 1617–1623. * * * NB: Existen laboratorios de referencia de la OIE para la Lengua azul (ver Cuadro en la parte 3 de este Manual de animales terrestres o consultar la página web de la OIE para una lista actualizada: www.oie.int) Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 229 CAPÍTULO 2.1.10. VIRUELA OVINA Y VIRUELA CAPRINA RESUMEN La viruela ovina y caprina son enfermedades víricas de las ovejas y de las cabras que se caracterizan por fiebre, aparición de pápulas o nódulos generalizados, vesículas (raramente), lesiones internas (particularmente en los pulmones), y por la muerte. Ambas enfermedades están causadas por cepas de capripoxvirus, que pueden infectar a las ovejas y a las cabras, y, aunque la mayoría de las estirpes examinadas causan la enfermedad clínica en su forma más grave ya sea en las ovejas o en las cabras, se han aislado algunas cepas que son igualmente patógenas en ambas especies. Se ha propuesto que se haga referencia a la viruela maligna de las ovejas y de las cabras causada por capripoxvirus, incluyendo la viruela ovina y caprina de Kenia, la dermatitis caprina de India y la forma nodular de la enfermedad de las ovejas y de las cabras del norte de África, como la viruela caprina. La viruela caprina es endémica en África (al norte del Ecuador), Oriente Medio, Turquía, Irán, Afganistán, India, Nepal, en zonas de la República Popular China, y, desde 1984, en Bangladesh. Recientemente, la enfermedad ha hecho frecuentes apariciones en el sur de Europa. Identificación del agente: La confirmación más rápida de la viruela caprina en el laboratorio es la identificación de los viriones típicos de la viruela caprina utilizando el microscopio electrónico de transmisión en combinación con una historia clínica de la infección generalizada de la viruela caprina. El virión de la viruela caprina es diferente del de otro poxvirus que comúnmente infecta a las ovejas y a las cabras – un parapoxvirus que causa el ectima contagioso o dermatitis pustular contagiosa. Se puede identificar un antígeno de precipitación mediante una prueba de inmunodifusión en gel de agar (IGDA) utilizando material de biopsia de un ganglio linfático de un caso temprano de viruela caprina y de sueros inmunes específicos; sin embargo, se produce una reacción cruzada con parapoxvirus. El capripoxvirus crece en los cultivos de tejidos de origen ovino, caprino o bovino, aunque los aislados de campo pueden necesitar hasta 14 días para crecer, o requerir uno o más pases adicionales en cultivos de tejidos. El virus produce inclusiones intracitopasmáticas que se observan con claridad mediante la tinción con hematoxilina y eosina. El antígeno se puede detectar también en cultivos de tejidos utilizando sueros específicos y las técnicas de inmunoperoxidasa o de inmunofluorescencia. El antígeno de capripoxvirus y los cuerpos de inclusión se pueden observar en secciones obtenidas en un criostato o en secciones de parafina teñidas de material procedente de lesiones de biopsias o exámenes post-mortem. Se ha elaborado un enzimoinmunoensayo (ELISA) utilizando un suero de detección policlonal obtenido frente a un recombinante del antígeno inmunodominante de capripoxvirus. Se ha descrito también la detección del genoma empleando cebadores específicos de capripoxvirus para los genes de las proteínas de fusión y de unión. Pruebas serológicas: La prueba de neutralización viral es la prueba serológica más específica, pero, debido a que la inmunidad a la infección de la viruela caprina está predominantemente mediada por células, la prueba no es lo suficientemente sensible para identificar a los animales que han tenido contacto con el virus y que sólo han desarrollado niveles bajos de anticuerpo neutralizante. Las pruebas IGDA y de inmunofluorescencia indirecta son menos específicas debido a las reacciones cruzadas con anticuerpos frente a otros poxvirus. El análisis de inmunoelectrotransferencia (Western blotting) es sensible y específico, pero resulta caro y difícil de llevar a cabo utilizando la reacción entre el antígeno P32 de capripoxvirus y los sueros de ensayo. 230 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.10. — Viruela ovina y viruela caprina El uso de este antígeno, expresado en un vector adecuado, en una prueba ELISA ofrece la posibilidad de realizar una prueba serológica aceptable y estandarizada. Requisitos para las vacunas y los biológicos de diagnóstico: Las vacunas vivas y las inactivadas se han empleado para el control de la viruela caprina. Todas las cepas de capripoxvirus examinadas hasta ahora comparten un sitio de neutralización principal y muestran protección cruzada. Las vacunas inactivadas proporcionan inmunidad a corto plazo en el mejor de los casos. A. INTRODUCCIÓN La viruela ovina y la viruela caprina son endémicas en África del norte y central, en Oriente Medio y en India. La viruela caprina está causada por cepas de capripoxvirus y produce una enfermedad clínica característica en razas sensibles de ovejas y cabras, que no puede confundirse con ninguna otra. En los animales autóctonos, la enfermedad y la mortalidad generalizadas son menos frecuentes, aunque sí se observan en los lugares donde la enfermedad ha estado ausente en una zona o en un pueblo durante un período de tiempo al introducir métodos intensivos de cría, o en asociación con otros agentes causantes de enfermedades, tal como el virus de la peste de los pequeños rumiantes o el virus de la fiebre aftosa. La viruela caprina es la restricción más importante para la introducción de razas exóticas de ovejas y cabras, y para el desarrollo de la producción intensiva de animales de cría. Las cepas de capripoxvirus que originan la dermatosis nodular contagiosa (tal como la Neethling) se encuentran también en bovinos, pero no hay pruebas de que estas cepas causen la enfermedad en ovinos y en caprinos de forma natural. La distribución geográfica de la dermatosis nodular contagiosa difiere de la de la viruela ovina y caprina. Las cepas de capripoxvirus se transmiten entre los ovinos y los caprinos, aunque la mayoría solamente causan la enfermedad clínica más grave en una especie; también se produce recombinación entre estas cepas, originando un espectro que muestra preferencias intermedias por el hospedador y un rango de virulencia. Algunas cepas son igualmente patógenas en ovinos y en caprinos. La viruela caprina tiene la capacidad de propagarse y establecerse en países fuera de su distribución normal. En 1983 se propagó a Italia, en 1985 y 1989 a Chipre, y en 1988 y en numerosas ocasiones posteriores a Grecia, pero no llegó a establecerse en estos países. Sin embargo, en 1984 se propagó a Bangladesh donde persiste. Durante la última década se produjeron apariciones más frecuentes en Grecia y en Bulgaria. El período de incubación está entre 8 y 13 días después del contacto entre un animal infectado y animales susceptibles. Dicho período puede reducirse a 4 días después de una infección experimental por inoculación intradermal o por transmisión mecánica por insectos. Algunas razas de oveja europea, tal como la Soay, pueden morir de una infección aguda antes del desarrollo de las lesiones cutáneas. En otras razas se produce una elevación inicial de la temperatura rectal por encima de los 40°C, seguido, en primer lugar, por el desarrollo de máculas – pequeñas zonas rodeadas de hiperemia que son más obvias sobre la piel no pigmentada – entre los 2–5 días, y, posteriormente, por el desarrollo de pápulas – hinchazones duras de entre 0,5 y 1 cm de diámetro – que pueden cubrir el cuerpo o restringirse a la entrepierna, la axila y el perineo. Las pápulas pueden estar cubiertas por vesículas llenas de fluido, pero esto no es muy común. En algunas razas de cabra europea se ha observado una forma de viruela caprina hemorrágica, en la que todas las pápulas parecen coalescer o unirse por todo el cuerpo; esta forma es siempre mortal. Dentro de las 24 horas de la aparición de pápulas generalizadas, los animales infectados desarrollan rinitis, conjuntivitis y el aumento del tamaño de todos los nódulos linfáticos superficiales, en particular de los nódulos linfáticos prescapulares. Las pápulas sobre los párpados producen blefaritis de gravedad variable. Conforme se ulceran las pápulas de las membranas mucosas de los ojos y de la nariz, las secreciones se vuelven mucopurulentas, y las mucosas de la boca, el ano, y el prepucio o la vagina se necrosan. La respiración se hace pesada y ruidosa debido a la presión en el tracto respiratorio superior producida por los nódulos linfáticos retrofaríngeos hinchados, y al desarrollo de lesiones pulmonares. Si el animal afectado no muere en esta fase aguda de la enfermedad, las pápulas comienzan a necrosarse a partir de la necrosis isquémica después de la formación de trombos en los vasos sanguíneos situados en la base de la pápula. En los siguientes 5–10 días, las pápulas forman costras que persisten hasta 6 semanas dejando pequeñas cicatrices. Las lesiones cutáneas son susceptibles al ataque de las moscas, y es común una neumonía secundaria. No es habitual la anorexia a no ser que las lesiones en la boca interfieran físicamente la alimentación. El aborto es poco común. Las lesiones cutáneas son a menudo menos obvias en el examen post-mortem del animal con infección aguda que en el animal vivo. Las membranas mucosas están necrosadas y todos los nódulos linfáticos del cuerpo han Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 231 Capítulo 2.1.10. — Viruela ovina y viruela caprina aumentado de tamaño y están edematosos. Las pápulas, que pueden ulcerarse, se pueden encontrar habitualmente en la mucosa abomasal, y algunas veces en la pared del rumen y del intestino grueso, en la lengua, en el paladar duro y en el blando, en la tráquea y en el esófago. Ocasionalmente, pueden observarse zonas de aproximadamente 2 cm de diámetro en la superficie del riñón y del hígado, y se ha descrito su presencia en los testículos. Hay numerosas lesiones graves de hasta 5 cm de diámetro por todas partes de los pulmones y en particular, en los lóbulos diafragmáticos. Los signos clínicos y las lesiones observadas en el examen post-mortem varían considerablemente con la raza del hospedador y la cepa de capripoxvirus. Las razas autóctonas son menos sensibles y, con frecuencia, muestran sólo unas pocas lesiones que pueden confundirse con picaduras de insectos o con la dermatitis pustular contagiosa. Sin embargo, con frecuencia se observan casos de animales afectados de viruela caprina de forma generalizada y a veces mortal en casos de: corderos que han perdido su inmunidad derivada de la maternidad; animales que han sido mantenidos aislados; y animales traídos a zonas endémicas, procedentes de pueblos aislados, y, en particular, si se les ha sometido a estrés durantes el desplazamiento a largas distancias y se les ha mezclado con otras ovejas y cabras y sus patógenos. Después de la infección con capripoxvirus se produce invariablemente una gran mortalidad en razas ovinas y caprinas importadas sin ninguna protección previa. La viruela caprina no es infecciosa para los humanos. B. TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO 1. Identificación del agente Recogida, envío y preparación de muestras El material para el aislamiento del virus y la detección del antígeno debe recogerse mediante biopsia o en el examen post-mortem de las pápulas cutáneas, de las lesiones de los pulmones o de los nódulos linfáticos. Las muestras para el aislamiento del virus y para el enzimoinmunoensayo (ELISA) de detección de antígenos se recogerán en la primera semana de la manifestación de los signos clínicos, antes de que se produzcan anticuerpos neutralizantes. Las muestras para la detección genómica mediante la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) pueden recogerse cuando ya está presente el anticuerpo neutralizante. Para el aislamiento del virus se puede también utilizar la capa leucoplaquetaria de la sangre recogida en heparina o EDTA (ácido etilendiamino tetracético) durante el estadio virémico de la viruela caprina (antes de la generalización de las lesiones o en los cuatro días de generalización de la enfermedad). Las muestras para el examen histológico han de incluir tejido procedente de las áreas circundantes, y se han de colocar inmediatamente después de su recogida en formalina al 10% en un volumen que sea diez veces el de la muestra. Los tejidos en formalina no necesitan requisitos especiales para el transporte. Las muestras de sangre con anticoagulante para el aislamiento del virus a partir de la capa leucoplaquetaria se colocarán inmediatamente en hielo y se procesarán lo antes posible. En la práctica, las muestras deben conservarse a 4°C durante dos días antes de su procesamiento, pero no deben congelarse o mantenerse a temperatura ambiente. Los tejidos destinados al aislamiento de virus, la detección de antígenos o la detección de genoma se conservarán a 4°C, en hielo o a –20°C. Si hay que transportar las muestras a largas distancias sin refrigeración, el medio de transporte deberá contener glicerol al 10%; las muestras tendrán el tamaño suficiente para que el medio de transporte no llegue a la parte central de la biopsia que se utilizará para el aislamiento/detección del virus. El material para el análisis histológico se preparará mediante técnicas normalizadas y se teñirán con hematoxilina y eosina (H-E). El material de las lesiones para el aislamiento de virus y para la detección del antígeno se corta empleando tijeras y fórceps, y después se muele en un almirez con la mano de mortero con arena estéril y un volumen igual de tampón fosfato (PBS) que contenga penicilina sódica (1.000 unidades internacionales [UI]/ml, sulfato de estreptomicina (1 mg/ml), micostatina (100 UI/ml) o fungizona (2,5 µg/ml) y neomicina (200 UI/ml). La suspensión se congela y descongela tres veces y posteriormente se clarifica por centrifugación, empleando una centrífuga de mesa, a 600 g durante 10 minutos. La capa leucoplaquetaria puede prepararse a partir de sangre sin coagular por centrifugación a 600 g durante 15 minutos, y transferirse cuidadosamente a 5 ml de agua bidestilada fría empleando una pipeta Pasteur estéril. Pasados 30 segundos, se añaden 5 ml de medio de crecimiento frío y a doble concentración, y se mezclan. La mezcla se centrífuga a 600 g durante 15 minutos, se desecha el sobrenadante y el sedimento de células se resuspende en 5 ml de medio de crecimiento como el medio de Eagle modificado de Glasgow (GMEM). Después de la centrifugación a 600 g durante 15 minutos, el sedimento resultante se resuspende en 5 ml de GMEM recién preparado. Alternativamente, la capa leucoplaquetaria se puede preparar a partir de una muestra heparinizada utilizando un gradiente de Ficoll. a) Cultivo El capripoxvirus crecerá en cultivos de tejidos de origen bovino, ovino y caprino, aunque se considera que los cultivos primarios y secundarios de células de testículo (LT) o de riñón (LK) de cordero son las más 232 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.10. — Viruela ovina y viruela caprina susceptibles, en particular las que se derivan de una raza ovina lanar. Se inocula un frasco de cultivo celular de 25 cm2 de células ovinas de testículo o riñón (con un 90% de confluencia) con 1 ml ya sea de la suspensión de la capa leucoplaquetaria o del sobrenadante de la preparación clarificada de la biopsia, y se permite la absorción a 37ºC durante 1 hora. Posteriormente, se lava el cultivo con PBS caliente y se cubre con 10 ml de un medio adecuado, como GMEM, conteniendo antibióticos y suero fetal bovino al 2%. Si se dispone de ellos, se infectan también tubos de cultivos de tejidos que contengan células LT o LK y un cubreobjetos, o portaobjetos con cultivos de tejidos. Los frascos se examinarán diariamente durante 14 días en busca de indicios de efecto citopático (ECP), y si el medio está turbio se reemplaza. Las células infectadas desarrollan un ECP característico consistente en la retracción de la membrana celular de las células circundantes, y finalmente en el redondeamiento de las células, quedando la cromatina nuclear situada en el margen. Al principio sólo se observan pequeñas zonas de ECP, algunas veces tan sólo 4 días después de la infección, que se expanden durante los siguientes 4-6 días hasta cubrir todo el tapiz celular. Si antes de 14 días no hay pruebas del ECP, se congelará y descongelará el cultivo tres veces, y el sobrenadante clarificado se inoculará en un cultivo fresco de células LT o LK. Al primer signo de ECP en los frascos, o antes, en el caso de que se estén usando varios cubreobjetos infectados, se tomará un cubreobjetos, se fijará con acetona y se teñirá empleando H-E. La presencia de los cuerpos de inclusión intracitoplásmáticos eosinófilos que son de tamaño variable, pero que pueden ser hasta la mitad del tamaño del núcleo y están rodeados por un halo claro, constituye un diagnóstico de la infección por poxvirus. La formación de sincitios no es una característica de la infección por capripoxvirus. El efecto citopático se puede evitar o retrasar mediante la inclusión en el medio de un suero anticapripoxvirus. Algunas cepas de capripoxvirus se han adaptado para crecer en las células de riñón de mono verde africano (células Vero), pero éstas no se recomiendan para el aislamiento primario. • Microscopía electrónica Antes de la centrifugación, el material de la suspensión original se prepara para su examen en un microscopio electrónico de transmisión de la siguiente manera: sobre una gota de la suspensión colocada sobre parafina o sobre una placa de cera, se deja flotar una rejilla de microscopía electrónica de 400 mallas hexagonales con un substrato de pileoform-carbón activado por una descarga luminiscente en vapor de pentilamina. Transcurrido 1 minuto, la rejilla se transfiere a una gota de tampón Tris/EDTA, pH 7,8, durante 20 segundos y después a una gota de ácido fosfotungsténico al 1%, pH 7,2, durante 10 segundos. Se escurre la rejilla empleando papel de filtro, se deja secar al aire y se coloca en el microscopio electrónico. El virión de la viruela caprina tiene forma de ladrillo, y está cubierto por elementos tubulares cortos y mide aproximadamente 290 270 nm. Algunos de los viriones pueden rodearse de una membrana que procede de la célula del hospedador y se debe examinar el mayor número posible de células para confirmar su aparición (16). Los viriones de los capripoxvirus no se distinguen de los de ortopoxvirus, pero, aparte del virus vacunal, ningún ortopoxvirus causa lesiones en las ovejas o en las cabras. Los viriones de parapoxvirus que causan dermatitis pustular contagiosa son más pequeños, de forma ovalada, y cada uno de ellos está cubierto por un único elemento tubular continuo que aparece como estriaciones sobre el virión. • Histología Después de la preparación, de la tinción con H-E y del montaje del material de biopsia fijado con formalina, se examinarán varias secciones al microscopio óptico. En el examen histológico, los aspectos más característicos de las lesiones cutáneas en estado agudo son un infiltrado celular masivo, vasculitis y edema. Las lesiones tempranas se caracterizan por una inflamación perivascular marcada. Inicialmente, la infiltración es por macrófagos, neutrófilos y ocasionalmente eosinófilos, y a mediada que progresa la lesión se infiltran más macrófagos, linfocitos y células plasmáticas. Un rasgo característico de todas las infecciones por capripoxvirus es la presencia en la dermis de cantidades variables de “células de la viruela ovina”. Estas células de la viruela ovina pueden aparecer también en otros órganos en los que hay lesiones microscópicas de viruela ovina y caprina. Estas células son grandes, estrelladas, eosinófilas, con inclusiones intracitoplásmáticas mal definidas y núcleos vacuolados. La vasculitis va acompañada de trombosis e infartación, produciendo edema y necrosis. Los cambios epidérmicos consisten en acantosis, paraqueratosis e hiperqueratosis. Los cambios en los órganos son similares, con infiltración celular predominante y vasculitis. Las lesiones en el tracto respiratorio superior se caracterizan por la ulceración. • Inoculación animal El sobrenadante de la preparación de la biopsia clarificada (véase Sección B.1.a. Cultivo) se puede utilizar también para la inoculación intradermal en corderos sensibles. Estos corderos se examinarán diariamente en busca de evidencias de una reacción cutánea. Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 233 Capítulo 2.1.10. — Viruela ovina y viruela caprina b) Métodos inmunológicos • Pruebas con anticuerpos fluorescentes El antígeno de capripoxvirus puede también identificarse en cultivos de tejidos infectados sobre cubreobjetos o sobre portaobjetos, utilizando las pruebas con anticuerpos fluorescentes. Los cubreobjetos o los portaobjetos se lavarán, se dejarán secar al aire y se fijarán con acetona fría durante 10 minutos. La prueba indirecta utilizando sueros ovinos o caprinos está expuesta a la aparición de un color de fondo muy oscuro y a reacciones no específicas. Sin embargo, se puede preparar un conjugado directo a partir de sueros de ovejas o cabras convalecientes o de conejos hiperinmunizados con capripoxvirus purificado. Como un control negativo, deben incluirse los cultivos de tejidos sin infectar, porque las reacciones cruzadas pueden causar problemas debido a los anticuerpos contra los antígenos de los cultivos de tejidos. Se ha utilizado también la técnica con anticuerpos fluorescentes sobre portaobjetos en cortes de tejido preparados en un criostato. • Inmunodifusión en gel de agar Para la detección del antígeno de precipitación de capripoxvirus se ha utilizado la prueba de inmunodifusión en gel de agar (IDGA), pero tiene la desventaja de que este antígeno es compartido por el parapoxvirus. La agarosa (1%) se prepara en tampón borato, pH 8,6, se disuelve por calor, y se vierten 2 ml sobre un portaobjetos de cristal (76 26 mm). Cuando al agar ha solidificado, se excavan 6 pocillos formando una roseta alrededor de un pocillo central. Cada pocillo mide 5 mm de diámetro, y hay una distancia de 7 mm entre el centro del pocillo central y el centro de cada uno de los pocillos periféricos. Los pocillos se llenan de la siguiente manera: en tres pocillos de la periferia se depositan 18 µl de la suspensión de la lesión alternando con el antígeno de control positivo, y en el pocillo central se depositan 18 µl de suero de control positivo de capripoxvirus. Los portaobjetos de colocan en una cámara húmeda a temperatura ambiente durante 48 horas, y se examinan para detectar la formación de líneas de precipitación visibles empleando un transiluminador. El material ensayado es positivo si se forma una línea de precipitación con el suero control que es confluyente con la producida por el antígeno de control positivo. Esta prueba, sin embargo, no permite distinguir entre la infección de la viruela caprina y la dermatitis pustular contagiosa (ectima contagioso). Para preparar el antígeno para la prueba IDGA, uno de los dos frascos de 125 cm2 con células LT o LK se infecta con capripoxvirus, y cuando se alcanza un grado de efecto citopático del 90% (8–12 días) se recogen las células. Se congela y descongela el frasco dos veces, y se agita éste para liberar las células del frasco. El contenido se centrifugan a 4.000 g durante 15 minutos, se decanta la mayor parte del sobrenadante y se guarda, y el sedimento se resuspende en el sobrenadante restante. Las células se lisarán utilizando una sonda ultrasónica durante 60 segundos aproximadamente. A continuación este homogenado se centrifuga como antes, el sobrenadante resultante se mezcla con el que ya está recogido. El sobrenadante mezclado se añade a un volumen igual de sulfato amónico saturado a pH 7,4 y se deja a 4°C durante 1 hora. Esta solución se centrifuga a 4.000 g durante 15 minutos, y el precipitado se recoge y se resuspende en un volumen pequeño de solución salina al 0,8% para su uso en la prueba IGDA. El frasco que no se ha infectado se procesa de forma totalmente idéntica para obtener el antígeno control del cultivo celular (14). • Enzimoinmunoensayo Después de la clonación de la proteína estructural P32 de capripoxvirus, que es muy antigénica, se puede utilizar el antígeno recombinante expresado para la producción de reactivos para el diagnóstico, incluyendo la obtención de antisuero policlonal monoespecífico contra P32 y la producción de anticuerpos monoclonales (MAbs). Estos reactivos han facilitado la elaboración de un ELISA muy específico (4). Utilizando antisuero de conejo hiperinmune, obtenido por inoculación a conejos con capripoxvirus purificado, se puede inmovilizar el antígeno de la viruela caprina procedente de suspensiones de biopsias o del sobrenadante de cultivos de tejidos en una placa ELISA. A continuación, la presencia del antígeno inmovilizado puede ponerse de manifiesto utilizando un suero de cobaya obtenido contra el grupo específico de la proteína estructural P32, la inmunoglobulina comercial anticobaya de ratón conjugada con peroxidasa de rábano y una solución substrato cromogénico. c) Métodos de reconocimiento de ácidos nucleicos Mediante técnicas serológicas no es posible distinguir entre cepas de capripoxvirus bovinos, ovinos o caprinos. Sin embargo, estas cepas se pueden caracterizar comparando los fragmentos genómicos originados por la digestión con HindIII de su ADN purificado (1, 13). Con esta técnica se han identificado diferencias entre aislados de diferentes especies, pero no son consistentes, y hay pruebas de movimiento de cepas entre especies y de recombinación entre cepas en condiciones naturales (9). La técnica de la PCR se puede utilizar para detectar el genoma de capripoxvirus en muestras de biopsia o en cultivos de tejidos. Los cebadores para los genes de las proteínas virales de unión y de fusión son específicos para capripoxvirus, y la naturaleza de los productos de la PCR puede confirmarse utilizando los lugares de reconocimiento de las enzimas de restricción (10, 11). 234 Manual de la OIE sobre animales terrestres 2004 Capítulo 2.1.10. — Viruela ovina y viruela caprina 2. Pruebas serológicas a) Neutralización viral Un suero de ensayo se puede titular bien frente a un título constante de capripoxvirus (100 DICC50 [dosis infectiva 50% en cultivo celular]) o bien una cepa de un virus de referencia se puede titular frente a una dilución constante de un suero de ensayo para calcular el índice de neutralización. El método preferi