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Procedimientos quirúrgicos Normativa Actual para Lavado de Manos Clínico y Quirúrgico. Indicaciones y Técnicas Carolina Águila, instrumentista quirúrgica, equipo de traumatología, Clínica Las Condes. Con respecto a la normativa actual para el lavado de manos clínico y quirúrgico, es útil recordar el adagio que dice: “Las cosas, por sabidas se callan y por calladas se olvidan” . El presente trabajo se elaboró sobre la base de las normas del MINSAL de 1988, las Normas de Aislamiento y las Normas para la Prevención de Infecciones Intrahospitalarias (IIH) del año 1993 y una revisión del comité de IIH del Hospital del Trabajador, con las actualizaciones correspondientes. Importancia del lavado de manos Se entiende como norma de prevención de infecciones al conjunto de procedimientos tendientes a prevenir y controlar la contaminación por microorganismos durante la atención de un paciente o la manipulación, traslado y almacenamiento de equipos y material estéril. El lavado de manos es la medida básica más importante, y a la vez más simple, para prevenir las IIH, debiendo ser realizado eficazmente por todos los integrantes del equipo de salud, que deben incorporar este procedimiento a su rutina de trabajo. Los que hacemos esto tenemos la responsabilidad de educar con el ejemplo a quienes no respetan esta norma básica de salud, ya que los hechos suelen hablar más que los llamados de atención a los colegas de trabajo, a un par o al auxiliar de aseo o de descontaminación; lo que ellos vean en la práctica les va a llegar bastante más que una charla. El principal objetivo del lavado de manos es eliminar la flora microbiana transitoria, constituida por Estafilococo áureo, Estreptococos y bacilos gramnegativos, y disminuir la flora microbiana residente de la piel, como se denomina a la población que está presente siempre y que incluye a estafilococos coagulasa negativos, difteroide, micrococos y Micobacterio agnes, entre otros. Además, por supuesto, se busca prevenir la diseminación de microorganismos por vía mano portada. Las vías para eliminar o disminuir la flora bacteriana son principalmente dos: A través de una acción mecánica de arrastre, que se realiza con agua, jabón y el efecto de fricción que todos manejamos, eliminando los microorganismos transitorios. Mediante una acción germicida, que destruye a gran parte de la flora residente, utilizando para ello un agente o jabón antiséptico. Se entiende por jabón corriente un limpiador con base detergente en cualquier presentación (en barra, líquido o polvo), que es usado para retirar la suciedad de las manos. El jabón antiséptico, en cambio, es considerado por la FDA (Food & Drugs Administration, el ente regulador de alimentos y drogas que salen al mercado en los Estados Unidos) como una droga. El procedimiento de lavado de manos puede ser de tres tipos, según la norma: 1. 2. 3. El lavado de manos doméstico es el de uso común, de higiene personal; se practica comúnmente con un jabón convencional. El lavado de manos clínico es el que el personal de salud realiza antes y después de contactar con pacientes. El lavado de manos quirúrgico es el que se efectúa antes de un procedimiento que involucre manipular material estéril que va a penetrar en los tejidos. Indicaciones del lavado de manos clínico 1 Las indicaciones previas para este tipo de lavado de manos, según las normas vigentes desde 1989 en el MINSAL, establecen que debe hacerse: Al inicio de la jornada. Después de tocar material sucio. Después de tocar fluidos corporales. Después de ir al baño. Después de toser o estornudar, ya que usamos nuestras manos como barrera, por lo que debemos eliminar por arrastre los microorganismos que quedan en ellas. Antes y después de atender a cada paciente. Aquí resultan inaceptables las excusas de que no hubo tiempo, u otras, para el lavado de manos correspondiente. Aunque a muchos les pueda parecer obvio, en una observación realizada por quien expone en su lugar de trabajo, se detectó que, afortunadamente, la mayoría de las personas se lava las manos después de ir al baño, pero no todas; lo mismo ocurre después de toser, limpiarse la nariz al estornudar, etc. Para comprobar esto, bastaría con que cada uno de nosotros observe a sus colegas; así podría comprobar que las conductas inadecuadas son frecuentes, con el consiguiente riesgo de aumentar la flora microbiana transitoria y de desencadenar un foco de infección, que se puede potenciar con lo que ya existía. Todas estas medidas hay que practicarlas con el ejemplo, para así constituirnos en un elemento de cambio en nuestro medio. Además de las indicaciones aquí descritas, agragaremos otras dos: antes de manejar material estéril y antes de ponerse guantes, y en caso de no tener lavamanos, cosa que en algunos centros se pudiera dar, por norma ministerial siempre debe haber algún tipo de alcohol presente. Procedimiento para realizar el lavado clínico de manos Primero, como se observa en la figura 1, se suben las mangas de la ropa y se retiran las joyas, incluyendo la argolla y el reloj; éste no es necesario, porque en todos los centros existe un reloj en el muro, por diferentes razones: para controlar el lavado, ver la hora de inicio de la cirugía y los demás registros estadísticos, etc. Figura 1. Lavado clínico de manos. 2 El lavado clínico se puede realizar en un lavabo doméstico que esté a menor altura, con mandos de agua fría y caliente. Es necesario insistir en la necesidad de mojar las manos y las muñecas, aplicar el jabón líquido y frotar vigorosamente las manos por 15 segundos; este procedimiento debe hacerse cuidadosamente en los pliegues interdigitales y bajo las uñas. Recordemos que el personal de salud debería tener las uñas cortas, limpias y sin esmalte, ya que es ahí donde se acumula la mayor parte de los microorganismos. Luego hay que enjuagar bien con agua corriente. El MINSAL menciona que la llave se deja corriendo desde que uno comienza el procedimiento del lavado clínico de manos; o sea, una vez que se abren las llaves, se humedecen las manos, se saca jabón liquido y la llave corre. Cuando hay lavamanos con control en los rodillos se puede regular mejor eso, pero la idea del monomando es evitar demasiado contacto con estos objetos inanimados. Finalmente, se debe secar con toalla desechable y cerrar la llave sin contacto físico directo, para evitar contaminar las mano; la llave se cierra tomándola con el papel, el que luego es eliminado en el basurero, como se ve en la figura 2. El procedimiento dura aproximadamente 30 segundos en total. Figura 2. Término del lavado clínico. El uso de guantes no reemplaza el lavado de manos. Procedimiento para realizar el lavado quirúrgico de manos Este tipo de lavado de manos se hace después de varios lavados clínicos, realizados desde que entramos hasta que revisamos nuestro material, saludamos al paciente, revisamos la ficha y así, durante el transcurso de nuestro trabajo, y está indicado antes de cualquier procedimiento invasivo: cirugías, instalación de vías venosas centrales, instalación de catéteres urinarios permanentes, etc. No existe un estándar en lo que se refiere a escobillas para lavado quirúrgico de manos. Cada centro debe evaluar los costos y beneficios de los productos que se le ofrecen, pero todos ellos deben pasar por la autorización del Ministerio de Salud, por lo que existe una fiscalización previa, siendo, por lo tanto, productos validados. Siempre habrá un producto más ventajoso que otro; la elección depende del centro. La escobilla ideal es aquélla que tiene el receptáculo y el adhesivo encima, para que la persona, después de haberse humedecido la mano, retire la tapa de la escobilla, pudiendo quedarse con antiséptico mientras se humedece y se aplica el jabón, para utilizar finalmente la escobilla. 3 Se deben aplicar 5 ml de jabón antiséptico, clorhexidina o jabón yodado (en la mayoría de los lugares suelen existir las dos presentaciones); luego se deben frotar ambas manos y muñecas para eliminar la suciedad, y después se deben escobillar las uñas. La norma ministerial establece que la escobilla sólo se debe usar para las uñas, que es uno de los lugares donde más se acumulan los microorganismos, junto con los pliegues interdigitales (ver figura 3). Figura 3. Lavado quirúrgico de manos. Una vez realizado todo esto en cada uña y en cada pliegue, se puede desechar la escobilla y proceder a enjuagar con abundante agua. La aplicación del jabón antiséptico debe hacerse siempre con movimientos circulares, desde las uñas hacia los antebrazos; una vez que se ha hecho esto en forma descendente desde el antebrazo, se aplica nuevamente y luego se enjuaga con abundante agua, eliminando todo el antiséptico aplicado. Entonces se aplican nuevamente 5 ml de jabón antiséptico, se frotan las manos, muñecas y antebrazos, durante dos minutos aproximadamente, para volver a enjuagar con abundante agua. Igual que en el lavado clínico de manos, se secan con compresas estériles, primero las manos y luego los antebrazos. 4 Figura 4. Detalles del lavado quirúrgico. La responsabilidad y la conciencia que cada uno de nosotros tenga sobre la importancia del lavado de manos es vital, ya que de esa forma sabremos cuánto tiempo lavarnos, cómo aplicar el antiséptico y desde dónde debemos lavarnos. Debemos saber que no es un lavado rápido y que es una rutina forzosa e ineludible, ya que cualquier infección que se produzca es nuestra responsabilidad, y eso es muy delicado. La duración total del procedimiento es de 3 a 5 minutos. El MINSAL considera los 5 minutos desde que se remueven las joyas y el reloj y se suben las mangas, pero en realidad, se supone que uno debe entrar al recinto quirúrgico sin joyas ni nada de eso. El primer lavado de manos debe ser riguroso y emplear 3 a 5 minutos, pero si la persona participa en más cirugías, puede ir reduciendo el tiempo; así, en la quinta cirugía es suficiente con emplear 1 minuto, gracias al efecto residual del gluconato de clorhexidina. Con respecto a las manos partidas o agrietadas, el MINSAL nos recuerda que favorecen la flora microbiana transitoria, por lo su cuidado es importante. El uso de lociones y cremas también esta indicado al final de la jornada, ya que esto contribuye a devolver la acidez y la humedad a las manos, que es nuestra principal herramienta de trabajo. Cuando las manos están agrietadas, el mismo individuo debería autolimitarse y segregarse del equipo quirúrgico, porque el lavado no va a cumplir su objetivo. En resumen, la norma del MINSAL sobre el lavado de manos quirúrgico establece que debe durar 5 minutos, de los cuales, 2 minutos son de lavado, 1 minuto es de escobillado de uñas y otros 2 minutos son para el segundo lavado, todo con enjuagues entre lavados. Los lavados posteriores son de sólo 2 minutos y no incluyen el escobillado de uñas. Preparación del Paciente Quirúrgico en Sala Guillermo Villalobos, instrumentista quirúrgico, Hospital San José, Santiago. 5 La buena relación entre el personal quirúrgico y el paciente debe cultivarse desde el primer momento. Una relación óptima también va a favorecer, entre otras cosas, la relación médico-paciente, disminuyendo el número de demandas en contra de las instituciones y las personas por los problemas que se pudieran suscitar, involuntariamente, durante el acto quirúrgico. Un paciente descontento, que se siente atropellado cuando llega a pabellón, es un problema en potencia, pudiendo agravar muchos inconvenientes involuntarios. Ese paciente, con seguridad, va a buscar algún argumento para demandar al equipo quirúrgico, involucrando a todos sus integrantes. Una buena relación personal-paciente disminuirá, sin duda, la probabilidad de que se presente ese tipo de agresión. Medidas para preparar al paciente quirúrgico Una técnica de preparación, que irá en directo beneficio del usuario, es enseñarle al paciente los ejercicios, tanto activos como pasivos, junto con enseñar también ejercicios respiratorios, sobre todo en las grandes cirugías. En aquellas cirugías en las que sabemos que el paciente va estar hospitalizado sólo un día y que pronto se irá de alta, esto se podría pasar por alto, pero en los pacientes de grandes cirugías, que van a estar varios días hospitalizados y sin moverse, en los que es indispensable evitar las atelectasias pulmonares y las estasias venosas, resulta muy importante y útil enseñarle y pedirle al paciente que practique este tipo de ejercicios. Otra buena medida es la de informar al paciente acerca de las actividades postoperatorias, es decir, sobre la rutina que seguirá después de su intervención; por ejemplo, decirle: “Usted estará en las siguientes condiciones, lo controlaremos cada tantos minutos”, etc. También es bueno instruir al paciente sobre el uso de la Escala Visual Análoga, EVA, muy popular en estos tiempos, porque una de sus funciones, junto con la anestesia, es continuar con el seguimiento del dolor durante todo el postoperatorio. Los pacientes no tienen por qué sentir dolor por haber sido operados. Es muy común escucharlos quejarse de dolor y recibir como respuesta, “pues claro, si usted fue operado, qué esperaba”. Sin embargp, no porque el paciente haya sido intervenido tiene que tener dolor; por ello resulta útil enseñarle, antes de la operación, esta escala de dolor análoga, que va de 0 a 10, de modo que el paciente pueda expresar lo más objetivamente el dolor, para que se puedan dosificar los analgésicos en relación a esta escala. Es básico que esto se enseñe en el preoperatorio, porque cuando se aplica en el postoperatorio, muchos pacientes desvirtúan los valores, perdiéndose la objetividad tan necesaria para eliminar efectivamente las molestias. Es muy importante tener este punto en mente. Otro punto importante es facilitar el descanso. En la medida en que se logre una relación de confianza, explicándole al paciente dónde está, cuáles son los procedimientos, dónde puede conseguir las cosas, etc., se logrará un mejor descanso, y si lo ayudamos con un fármaco, mejor aún. Preguntas clave Cualquiera de nosotros que sea sometido a algo que no conoce, va a tratar de saber en qué consiste. Por ello, es esencial desarrollar la relación de confianza médico-paciente. En los hospitales públicos esto es muy difícil, porque a veces el médico que opera no ha visto nunca al paciente antes, solamente se entera de la historia clínica, que ha sido realizada por otra parte del equipo, y entra a operarlo. Otra pregunta clave es acerca del modo en que se va a efectuar el procedimiento, qué técnica se aplicará. En muchas cirugías, sabemos que se hacen de determinada forma y que se aplica un determinado tipo de anestesia; con esta información podemos orientar al paciente a grandes rasgos, sin entrar en detalles, con el fin de tranquilizarlo y satisfacer su necesidades de saber lo que va a pasar con él. Lo fundamental es responder a la pregunta del paciente: “¿Cómo voy a quedar?”, que en las mujeres suele apuntar al resultado estético. Es fundamental explicarles el tipo de cicatriz que va a quedar, no en detalle, pero a grandes rasgos, ya que es un factor importante para la autoestima. Se le puede explicar si los 6 parches serán grandes, si podrá salir a la calle, si se podrá bañar o no, cuántos días tendrá que permanecer hospitalizada, etc. En los pacientes hombres este aspecto no es muy relevante; en ellos parece importar más el tema de la licencia médica, pero en las mujeres que tienen hijos y otras preocupaciones hogareñas, este aspecto es muy importante desde el punto de vista emocional; por lo tanto, si podemos tranquilizar y orientar al paciente al respecto, le será muy útil y beneficioso. El dar al paciente una indicación aproximada de lo que sucederá con él y de los tiempos de recuperación, suele ser muy importante para ellos, ya que sin dicha información se complican y no logran la tranquilidad necesaria para una buena recuperación. Esto es especialmente importante en el área pública, donde los pacientes suelen llegar muy desorientados, tanto sobre los métodos con los que será intervenido como sobre el tratamiento, etc., lo que en el área privada, dado el contacto más próximo entre el médico y el paciente, no es tan común. El enfoque descrito está más dirigido a la salud pública, pero es útil para tener una vista más global de nuestro objetivo preoperatorio, que es lograr que el paciente llegue lo más tranquilo posible al pabellón. Si logramos eliminar las inquietudes del paciente, podemos darnos por satisfechos. Para concluir, nunca tenemos que olvidar que nuestra labor principal es estar siempre a disposición del paciente, ya que eso facilita la labor de todos. Actualización en Antisépticos Utilizados en Pabellón Normas Ministeriales Alejandra Gavilán, instrumentista quirúrgica, Hospital Parroquial de San Bernardo; Rebeca Ortiz y Danitza Olguín, instrumentistas quirúrgicas. Introducción Los productos antisépticos, también denominados antimicrobianos tópicos, son agentes germicidas que pueden ser utilizados sobre la piel o tejidos vivos para inhibir o eliminar dichos microorganismos. Su acción consiste tanto en el arrastre mecánico como en la eliminación o inhibición de la flora transitoria o permanente. Tienen una composición química y una concentración que permite su aplicación en forma segura sobre piel y mucosas. El responsable del uso de estos antisépticos es el equipo quirúrgico. En cuanto a los objetivos del uso de antisépticos, el primero de ellos es prevenir las infecciones intrahospitalarias (IIH), muy importante en la actualidad. Esto permitiría disminuir el impacto económico, causado por el elevado costo de su tratamiento, y reducir los días de hospitalización y de estadía en UCI por infecciones postoperatorias, además de evitar el costo psicológico que se agrega a los pacientes. Además de conseguir esto, es importante prevenir los efectos adversos ocasionados por los antisépticos. Normas ministeriales para el uso de antisépticos Dichas normas establecen que: Los antisépticos deben distribuirse en envases pequeños y cerrados, de entre 100 y 200 ml. Deben estar debidamente rotulados con la fecha en que se llenaron y la fecha de vencimiento. Los productos yodados deben envasarse en frascos oscuros o almacenarse protegidos de la luz. Los antisépticos no se pueden rellenar ni trasvasijar. No se deben usar dos o más agentes químicos simultáneamente, ya que se altera su acción. Los antisépticos no deben usarse para la limpieza de superficies, material de uso clínico o instrumental, ya que se estarían utilizando mal. 7 Los dispensadores de antisépticos de presentación jabonosa deben lavarse interna y externamente cada vez que la carga se cambie. Los antisépticos deben usarse respetando las instrucciones del fabricante con respecto a duración del producto, condiciones de conservación, tiempo de contacto y dilución. La dispensación y distribución del antiséptico en la concentración óptima requerida está a cargo del servicio de farmacia, y no debe ser modificada por los servicios usuarios. Alcohol El principal antiséptico utilizado en los pabellones quirúrgicos es el alcohol o los productos basados en alcohol, que actúa por desnaturalización de las proteínas de los microorganismos. Su efecto inicial parte a los pocos segundos desde su aplicación y su tiempo total de acción es de 30 minutos. Como antiséptico, el alcohol es utilizado en punciones destinadas a la instalación de vías venosas o tomas de muestras y en pincelaciones previas a la colocación de anestesias regionales, peridurales, raquídeas o de tipo plexo. También se usa para la desinfección de la piel de las manos, en el caso de que no se pueda hacer un lavado clínico, y como complemento del lavado quirúrgico, cuando éste se realiza con un jabón sin principios activos, especialmente en las personas alérgicas. Entre sus ventajas, tiene una excelente actividad bactericida contra la mayoría de los microorganismos grampositivos y gramnegativos y es eficaz contra el bacilo de la tuberculosis, hongos y virus. Tiene una alta efectividad microbicida en combinación con otros agentes antimicrobianos y con jabón normal. Las desventajas son que reseca la piel, es inflamable y no posee actividad antimicrobiana residual. Las presentaciones existentes son: como alcohol etílico de 50-70%, alcohol isopropílico de 70-99% y como alcohol en gel y propanol, que es un alcohol de tercera generación. Polividona yodada La polividona yodada es el segundo antiséptico utilizado en los pabellones quirúrgicos. Su mecanismo de acción es por oxidación e inactivación de los componentes celulares. Su efecto inicial se presenta a los dos minutos de ser aplicada y su tiempo de acción es de dos horas. Se usa para el lavado de manos quirúrgico y para la preparación de la piel de la zona operatoria (lavado previo a la incisión). Las ventajas que tiene son que es altamente bactericida, fungicida y virucida, siendo también eficaz contra el bacilo tuberculoso. En cuanto a sus desventajas: disminuye su efectividad en presencia de materia orgánica; produce irritación de la piel en pacientes de piel muy blanca o sensible; produce desde ardor hasta quemaduras leves en estos mismos pacientes, especialmente cuando el producto queda posado entre los campos quirúrgicos; y posee mínimos efectos residuales. Se presenta como polividona yodada al 10% y como polividona yodada en presentación jabonosa, al 0.8 %. Gluconato de clorhexidina Su mecanismo de acción es por rotura de la membrana celular y precipitación del citoplasma del microorganismo. Su acción inicial parte a los tres minutos de ser aplicada y su tiempo de acción es de 6 horas. Se usa para lavado de manos quirúrgico y para la preparación de la piel de la zona operatoria. Sus ventajas consisten en ser eficaz contra las bacterias grampositivas, más que contra las gramnegativas. Según estudios realizados in vitro, sería eficaz contra VIH, virus herpes simple, citomegalovirus y virus 8 de la gripe. Tiene mínima absorción en piel intacta y no se ve afectado por la presencia de sangre o materia orgánica. La desventaja es que presenta toxicidad en oído medio y ojos. Las presentaciones existentes son como gluconato de clorhexidina 4%, solución acuosa; gluconato de clorhexidina, solución jabonosa 2%; y gluconato de clorhexidina al 0,5% en base alcohólica. Con respecto a este último producto, en nuestros pabellones quirúrgicos se han descrito casos de incidentes incendiarios con el uso del gluconato de clorhexidina en base alcohólica, combinado con el electrobisturí. Por eso recomendamos seguir todas las instrucciones del fabricante, siendo muy importante cumplir con el tiempo de secado del producto antes de usar el electrobisturí y vigilar que este producto no forme pozas en los campos clínicos, ya que con ello aumenta el riesgo de producir un incidente incendiario. Normas de racionalización de desinfectantes y antisépticos También son normas ministeriales: Debe existir un listado único de antisépticos y desinfectantes para todo el hospital, con no más de 4 productos de cada tipo. En ese listado se deben especificar las normas de uso, indicaciones, contraindicaciones, períodos de vencimiento y precauciones para su conservación. Debe existir un mecanismo de evaluación del cumplimiento de las normas de uso de desinfectantes y antisépticos, generalmente a cargo del comité de IIH. Los productos seleccionados deben tener una efectividad comprobada para las indicaciones definidas en el hospital, de acuerdo a los conocimientos científicos actualizados. En cuanto a las propiedades de un antiséptico ideal, éste debería tener: Amplio espectro de acción. Acción rápida. Acción residual Efecto acumulativo. Baja toxicidad. Baja inactivación por materia orgánica Costo razonable. Con frecuencia se introducen en el mercado nuevos productos que se anuncian como más eficaces contra los microorganismos y con menos efectos dañinos para la piel, pero es importante asegurarse de que los ingredientes contenidos en estos preparados sean realmente antisépticos y comparar la información de los fabricantes con los resultados de los múltiples estudios realizados acerca de los agentes antimicrobianos. Es importante destacar los cuidados que se deben tener en el uso del gluconato de clorhexidina en base alcohólica, que se está utilizando bastante en el último tiempo en las clínicas grandes de Santiago. Es importante seguir las indicaciones del fabricante y las expuestas aquí, ya que además son normas ministeriales. La edición y publicación de esta conferencia han sido posibles gracias a un auspicio sin restricciones de BBraun. Medwave. Año 4, No. 7, Edición Agosto 2004. Derechos Reservados. "Edición Agosto 2004 Jornada de Instrumentistas Quirúrgicos (I) " esta compuesto de: 9 Actualización en Antisépticos Utilizados en Pabellón Normas Ministeriales Normativa Actual para Lavado de Manos Clínico y Quirúrgico. Indicaciones y Técnicas Preparación del Paciente Quirúrgico en Sala http://search.prodigy.msn.com/images/results.aspx?q=ENFERMERA+INSTRUMENTISTA+&go=&form=QBID#fo cal=751650bfec1c23a6597895bacb5e1c39&furl=http%3A%2F%2Fwww.medwave.cl%2Fmedios%2Fenfermeria%2 FAgosto2004%2FNormativaLavadoManos%2FFigura3diapo13lavadomanosmodificada.jpg XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXx MESA QUIRÚR GICA 1.Características: Gran estabilidad. Confortable. Fácil acceso del cirujano a la zona. Limpieza fácil, estanca al agua rociada y resistente a los desinfectantes. Transporte fácil. Suave en el cambio de posiciones y movimientos. Radiotransparente. Acolchado autoadhesivo con un recubrimiento de caucho antideslizante conductor de la electricidad, que garantice una derivación a masa de las posibles fugas accidentales. Poseer guías de deslizamiento laterales, que nos permitirán la colocación de accesorios. Base electrohidráulica que permita movimientos. 2. Modalidades de tableros: los dos más habituales son: Tablero universal Tablero de traumatología 3. Movimientos de la mesa quirúrgica: Regulación de altura. Inclinación lateral a ambos lados. Trendelemburg y antitren. Regulación de la placa lumbar. Regulación de las piernas por separado (sólo manualmente) y juntas. Deben ser extraíbles. Regulación de la placa de la cabeza y que sea extraíble. 10 4. Accesorios de la mesa: estas piezas se van a añadir opcionalmente a la mesa, dependiendo de cada posición. Van a estar en estrecho contacto con la piel del enfermo, por lo que tendremos que protegerlo y almohadillarlo para evitar posibles complicaciones. Los principales accesorios son: soportes a las guías de deslizamiento, arco de anestesia, perneras, soportes laterales, soporte para brazo y almohadillas. Soportes a las guías de deslizamiento: estos se fijan a las guías de deslizamiento laterales y en ellos se meten otros accesorios, como el arco de anestesia, soporte para brazos. etc. Arco de anestesia: esta pieza se coloca tras ser anestesiado el enfermo y situado correctamente. La movilización con el arco colocado, aumenta el riesgo de contusiones. Sirve para aislar el 11 campo operatorio de la cabeza del enfermo (desde donde controla el anestesista al mismo), se cubre con paños estériles. Soporte para brazo: se sitúa en el lado de la venoclisis y en él se apoya el brazo. Estará perfectamente protegido, evitando decúbitos lesivos y posibles desplazamientos (para ello se coloca la banda de sujeción a la altura de la muñeca), cuidando de no apretar). El brazo descansará en este soporte almohadillado, situándose a la altura del corazón, con un ángulo inferior a 90º en relación al tronco. Una abducción mayor y prolongada podría ocasionar lesión del plexo braquial y en casos muy graves, luxación del hombro. Perneras: indispensables en ginecología, urología y cirugía perianal. En ellas descansarán las piernas del enfermo, cuidando mucho de no provocar compresión en el nervio ciático que pasa por la zona poplítea. Soportes laterales: como su propio nombre indica, se utilizan para inmovilizar al enfermo en la posición lateral. Almohadillas: las hay de varias formas: rectangulares, redondas, rodetes. Su función es la de apoyar o inmovilizar. Ejemplo de las partes de una mesa quirúrgica 12 1. Placa de cabeza 2. Módulo de placa de espalda (400 mm de largo) 3. Segmento medio central 4. Módulo de placas de asiento/de piernas (200 mm de largo, con sección perineal) 5. Módulo de placa de piernas (400 mm de largo) 6. Palanca de manejo (inmovilización modular) 7. Hembrilla de conexión de red 8. Interruptor mando de mesa de operaciones 9. Conexión para cable de compensación de potencial 10. Placa de características 11. Tornillo de manejo (instalar placa de cabeza) 12. Palanca de manejo (inclinar placa de cabeza) 13. Unidad de mando 14. Hembrilla de conexión unidad de mando e interruptor de pie 15. Panel de manejo de columna Ejemplo de un mando de una mesa quirúrgica 13 1. 2. 3. 4. 5. Mando de la mesa de operaciones APAGADO Mando de la mesa de operaciones ENCENDIDO Inmovilizar la mesa de operaciones Poner en marcha la mesa de operaciones Desplazar libremente la mesa de operaciones (comprobación de la vía APAGADA) 6. Desplazar la mesa de operaciones estabilizada en la vía 7. Orientación paciente NORMAL 8. Orientación paciente INVERTIDA 9. Ajuste de altura hacia abajo 10. Ajuste de altura hacia arriba 11. Bordes laterales hacia la izquierda 12. Bordes laterales hacia la derecha 13. Inclinación de la superficie de apoyo de operaciones hacia abajo de la cabeza 14. Inclinación de la superficie de apoyo de operaciones hacia abajo de los pies 15. Inclinación de la placa de espalda hacia abajo 16. Inclinación de la placa de espalda hacia arriba 17. Inclinación de la placa de piernas hacia abajo 18. Inclinación de la placa de piernas hacia arriba 19. Función de comodidad "FLEX" 20. Función de comodidad "BEACH CHAIR" 21. Función posición 0 Indicadores LED a) LED verde: Capacidad de batería alta b) LED amarillo: Modo de carga de red c) LED rojo: Escasa capacidad batería f) LED rojo: Indicador de fallos ENFERM ER@ CIRCULA NTE 14 Las actividades del personal de enfermería de quirófano son muy variadas y deben seguir unas normas perfectamente establecidas que requieren una preparación específica. Las principales funciones de la enfermera circulante son: Verificar el plan de operaciones y el tipo de intervenciones que se realizarán. En el caso de no contar con enfermera de anestesia también preparará el equipo de anestesia, con el objetivo de disponer de todo lo necesario. Verificar que el quirófano esté preparado, montado y comprobando el funcionamiento de los diversos aparatos: sistemas de aspiración, bisturí eléctrico, luces, etc. Preparar la mesa de operaciones, verificando el correcto funcionamiento de los mecanismos de movimiento y los accesorios necesarios para cada intervención. Reunir y acomodar donde corresponda los elementos que se van a utilizar en la operación, así como los requeridos para el lavado de manos y el vestuario quirúrgico. Recibir al paciente, comprobando su identificación y reuniendo la documentación y estudios complementarios requeridos. Comprobar que no lleva anillos, pulseras (objetos metálicos), lentes de contacto ni prótesis dentarias. Colaborar en la colocación del paciente en la mesa de operaciones. Colaborar con el anestesiólogo en la indución anestésica y la preparación de la monitorización (si no hay enfermera de anestesia). Ayudar a vestirse a la enfermera instrumentista, entregando a la misma todos los elementos necesarios para la operación. Ayudar a vestirse a cirujanos y ayudantes. Colaborar con el personal de instrumentación y los cirujanos durante la intervención en todo lo necesario, actuando desde fuera del campo estéril. Controlar durante la intervención el funcionamiento de los sistemas de aspiración, el bisturí eléctrico, las luces, etc. Recoger el material de desecho producido durante la intervención, evitando su acumulación y siguiendo los pasos necesario para mantener el quirófano ordenado. Encargarse de recoger muestras para análisis, procediendo a su etiquetado y disponiendo su envío al laboratorio. Colaborar con la enfermera instrumentista en el recuento de gasas, compresas y demás elementos en la última parte de la intervención. Colaborar en la finalización de la operación, colocando apósitos externos, fijando drenajes y sondas, etc. Colaborar en la colocación del enfermo en la camilla y en su traslado a la zona de reanimación. Rellenará los datos de la hoja de Enfermería Circulante. Preparará el quirófano para las sucesivas operaciones. Para ver las actividades conjuntas con la enfermera instrumentista pincha aquí 15 Enfermera circulante ayudando a vestirse a la enfermera instrumentista. 16 El enfermero circulante recoge la muestra que la enfermera instrumentista le entrega. 17