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Sociedad Iberoamericana de Información Científica Beneficios Tempranos del Carvedilol en Pacientes con Infarto de Miocardio Resumen objetivo elaborado por el Comité de Redacción Científica de SIIC en base al artículo Effects of Carvedilol Early After Myocardial Infarction: Analysis of the First 30 Days in Carvedilol Post-Infarct Survival Control in Left Ventricular Dysfunction (CAPRICORN) de los autores Fonarow GC, Lukas MA, Dargie HJ y colaboradores integrantes de la UCLA, Los Angeles, EE.UU.; Western Infirmary, Glasgow, Reino Unido y otros centros participantes El artículo original, compuesto por 8 páginas, fue editado por American Heart Journal 154(4):637-644, Oct 2007 El tratamiento con carvedilol en pacientes clínicamente estables luego de un infarto de miocardio con disfunción ventricular izquierda ejerce efectos beneficiosos tempranos, similares a los observados durante el tratamiento a largo plazo. Luego del infarto de miocardio (IAM), la presencia de disfunción ventricular izquierda (DVI), con insuficiencia cardíaca (IC) o sin ésta, se asocia con un importante incremento del riesgo de arritmias y de mortalidad por todas las causas. Si bien los ensayos con β bloqueantes administrados después de un infarto casi siempre excluyeron a los pacientes con IC, en el estudio CAPRICORN se investigó el beneficio del carvedilol en pacientes que presentaron infarto con DVI. El objetivo principal de este estudio fue evaluar los efectos del carvedilol sobre la sobrevida en pacientes que presentaron infarto con DVI, con IC sintomática o sin ésta. Durante un promedio de seguimiento de 1.3 años, este fármaco redujo en un 23% el riesgo de muerte y en un 41% el de reinfarto no fatal. Los primeros 30 días posteriores al IAM constituyen el período de mayor riesgo de IAM recurrente, muerte súbita o mortalidad por todas las causas. Por tal motivo, los autores analizaron la eficacia y seguridad de la administración temprana de carvedilol en pacientes con IAM acompañado por DVI, con síntomas de IC o sin ella, en los participantes del estudio. Materiales y métodos El CAPRICORN fue un estudio multicéntrico, a doble ciego, controlado con placebo, que asignó en forma aleatoria a 1 959 pacientes con IAM y fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) igual o menor del 40% a recibir carvedilol (n = 975) o placebo (n = 984) entre 3 y 21 días después del ingreso por un IAM. Se requirió que todos los pacientes recibieran un inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina al menos 48 horas antes de la aleatorización y se permitió que fueran tratados según el cuadro clínico. Se excluyeron los individuos que necesitaban diuréticos o inotrópicos por vía intravenosa o con IC no controlada, hipotensión o bradicardia. La dosis del carvedilol se tituló a intervalos de 3 a 7 días hasta la máxima tolerada. Se comenzó con 6.25 mg 2 veces por día con el objetivo de alcanzar 25 mg 2 veces por día. Luego de completar la fase de titulación ascendente, los pacientes ingresaron en la fase de mantenimiento del estudio y continuaron con el tratamiento a doble ciego hasta su finalización. El promedio de seguimiento fue de 1.3 años. En este análisis, se evaluaron los efectos del carvedilol sobre la mortalidad por todas las causas, el reinfarto fatal o no fatal, el paro cardíaco, y el criterio combinado de muerte, reinfarto y paro cardíaco, como también las suspensiones debido a efectos adversos durante los primeros 30 días de tratamiento. El estudio CAPRICORN evaluó un criterio compuesto de muerte o IAM no fatal que también fue utilizado en este análisis. Además, se investigó el efecto del carvedilol sobre estos criterios principales de valoración en un subgrupo de mayor riesgo, constituido por pacientes clasificados con clase de Killip II, III o IV. Se definió como efecto adverso grave a aquel mortal o que conllevara compromiso vital, que requirió o prolongó la internación, o que derivó en una incapacidad persistente o significativa. Resultados Las características de los pacientes asignados a carvedilol y a placebo fueron similares. El promedio de edad fue de 63 años, 74% eran varones, el promedio de FEVI fue de 32.8% y más de la mitad de los participantes habían presentado IAM anteriormente. En el momento del ingreso, el promedio de presión sistólica fue de 121 mm Hg y el de frecuencia cardíaca, de 77 lpm. Casi la mitad de los pacientes presentaron IC. El 34% fue clasificado en clase de Killip II o III y 0.3%, en clase IV. La mayoría de los pacientes alcanzaron a recibir la dosis objetivo de carvedilol. Durante los primeros 30 días murieron menos pacientes en el grupo carvedilol que en el grupo placebo. La mortalidad por todas las causas fue del 1.9% (19 pacientes) en el primer grupo y de 3.4% (33 pacientes) en el segundo. La dirección y la magnitud del efecto observado en los primeros 30 días fueron similares a las halladas durante todo el período del estudio. En los primeros 30 días, la incidencia del criterio principal compuesto de todas las causas de mortalidad, IAM no fatal o paro cardíaco fue significativamente menor en el grupo de carvedilol (3.2%) que en el grupo de placebo (5.4%). Se observó una tendencia al beneficio temprano para el criterio de valoración de IAM faal o no fatal. Las curvas de Kaplan-Meier indicaron que la diferencia entre carvedilol y placebo respecto de la mortalidad, el IAM fatal o no fatal y el criterio compuesto comenzó ya a los 15 o 20 días del inicio del tratamiento. El criterio compuesto de muerte o IAM no fatal también se redujo en forma significativa en los primeros 30 días de tratamiento con carvedilol (5.2% en el grupo placebo y 3% en el grupo carvedilol). Se observó un beneficio similar en cuanto a la mortalidad por todas las causas en el grupo considerado de mayor riesgo. La mortalidad en los primeros 30 días en este grupo fue del 5.8% para el grupo placebo y del 3.7% para el grupo carvedilol. Como se observó con otros criterios de valoración, cuando se examinaron los pacientes de mayor riesgo, el riesgo de aparición del criterio compuesto fue menor en el grupo carvedilol en las clases II, III y IV. No se halló un efecto perjudicial del carvedilol en los grupos con clases III y IV, como se corroboró al analizar la población de alto riesgo luego de excluir a los pacientes en clase II. La tasa de efectos adversos que condujo a la suspensión del fármaco en estudio en los primeros 30 días fue de 2.6% en el grupo placebo y de 2.4% en el grupo carvedilol (p = 0.68). La tasa de shock cardiogénico fue muy baja durante estos primeros 30 días, de 1 paciente en cada grupo de tratamiento. Un paciente del grupo carvedilol presentó bradicardia que condujo a la suspensión del fármaco, mientras ninguno tuvo este efecto en el grupo placebo. Respecto de la suspensión por hipotensión, fue significativamente más frecuente en el grupo carvedilol (1.5%) que en el placebo (0%). En los pacientes de mayor riesgo, el 3.2% del grupo placebo y el 4% del grupo carvedilol suspendieron el tratamiento en los primeros 30 días. Discusión Los resultados de este análisis del estudio CAPRICORN sugieren que en los primeros 30 días posteriores a la aleatorización en pacientes clínicamente estables que presentaron IAM con DVI se observó una tendencia hacia la reducción del riesgo de mortalidad (42%) y de reinfarto (43%) con la utilización de carvedilol. Además, se registró una reducción estadísticamente significativa en el riesgo del criterio compuesto de mortalidad por todas las causas o IAM no fatal o paro cardíaco (42%) y el compuesto de mortalidad por todas las causas o IAM no fatal (43%). Estos efectos fueron similares, tanto en dirección como en magnitud, a los observados durante todo el estudio. Además, los pacientes de alto riesgo con clase de Killip II, III y IV estabilizados clínicamente mostraron una tendencia del 37% hacia menor riesgo de muerte, como también a una reducción del riesgo de reinfarto y del criterio de valoración compuesto con el tratamiento con carvedilol. Cabe señalar que se presentaron muy pocos pacientes con clase IV (0.3% en total) para que estos resultados se puedan extrapolar a esta población. La tasa de efectos adversos que condujo a la suspensión del tratamiento y la tasa de shock cardiogénico en los primeros 30 días fueron similares entre ambos grupos. Estos resultados indican un perfil favorable de la relación riesgo-beneficio para el carvedilol por vía oral en los primeros 30 días luego del IAM en pacientes con DVI. Las normas nacionales recomiendan el inicio temprano y el tratamiento continuo con β bloqueantes por vía oral para todos los pacientes con IAM sin contraindicaciones o intolerancia. A pesar de ello, se observa una subutilización significativa de este grupo farmacológico, tanto al alta como en los pacientes ambulatorios, lo que se asocia con un mayor número de pacientes con riesgo incrementado de mortalidad, reinfarto e IC preveni- ble. Esta subutilización, en particular en los pacientes con IC luego del infarto, puede reflejar la precaución de los médicos debido al temor de un deterioro de la IC. Los resultados de esta investigación deberían contribuir al aumento de su prescripción. Tanto durante el inicio como en la titulación, los pacientes tratados con carvedilol no presentaron incremento en la incidencia de shock cardiogénico o de eventos adversos graves, incluida la muerte. Si bien hubo un incremento leve en el número de episodios de hipotensión que condujo a la interrupción, no se produjo un aumento temprano en la incidencia de infarto recurrente fatal o no fatal. Además, se observó un beneficio temprano con la administración precoz de carvedilol, cuya magnitud fue proporcional a la observada en todo el período de estudio. La capacidad del carvedilol para causar efectos beneficiosos en los primeros 30 días de tratamiento también se extendió a los pacientes de mayor riesgo, aquellos en clase II o III de Killip, una vez que se produjo su estabilización. Aunque en el análisis se incluyeron pacientes en clase IV, el número fue demasiado pequeño para extraer conclusiones válidas. Los hallazgos de este estudio deben interpretarse según el protocolo, que especificó que los pacientes debían encontrarse clínicamente estables, sin necesidad de inotrópicos o diuréticos intravenosos y sin IC inestable, hipotensión o bradicardia. La dosis de inicio fue baja y la titulación se realizó a intervalos de 3 a 10 días. Además, los investigadores contaban con experiencia en el seguimiento de esta población; por lo tanto, es necesario tener en cuenta estas consideraciones en la práctica clínica para alcanzar efectos similares en cuanto a la seguridad y eficacia del carvedilol. Las normas del American College of Cardiology/American Heart Association otorgan a los β bloqueantes por vía oral una indicación clase I, nivel de evidencia A, en pacientes que presentaron IAM. Los resultados del estudio CAPRICORN confirman que el carvedilol por vía oral ejerce efectos beneficiosos, tanto a corto plazo (30 días) como a largo plazo (1.3 años), en pacientes que tuvieron un infarto con DVI, con síntomas de IC o sin ellos, incluidos aquellos en clase II o III de Killip, una vez estabilizados; el tratamiento debe iniciarse con dosis bajas y tituladas cuidadosamente. Conclusiones En pacientes elegibles que presentaron infarto con DVI, con síntomas de IC o sin ellos, el tratamiento con carvedilol también fue bien tolerado, sin incremento del riesgo de shock cardiogénico o efectos adversos graves que llevaran a la suspensión del tratamiento, excepto por hipotensión en una pequeña proporción. Estos hallazgos destacan la seguridad y eficacia del empleo temprano de carvedilol por vía oral en pacientes clínicamente estables luego del IAM con DVI, con síntomas de IC o sin ellos, y que no presenten contraindicaciones. Copyright © Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC), 2008 www.siicsalud.com