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Junta de Castilla y León CONSEJERIA DE EDUCACIÓN Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica de Benavente EL NIÑO CON TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON O SIN HIPERACTIVIDAD. El presente documento se enmarca dentro de la intervención asesora del Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica de Benavente. Pretendemos con él ofrecer a las familias una información actualizada y ajustada del trastorno, que permita establecer un primer contacto con la realidad del problema, comprenderlo y, a partir de ahí, establecer los pasos necesarios para abordar la intervención más ajustada a las necesidades de cada niño y contexto. 1. VISIÓN MODERNA DEL TRASTORNO DEL TDA-H El trastorno por déficit de atención con/sin hiperactividad es un trastorno de origen biológico, a nivel cerebral, que no solo afecta a la niñez sino que se mantiene a lo largo de la vida de la persona con mayor o menor afectación. Se caracteriza por tres aspectos nucleares: Déficit de atención. El niño tiene dificultad o incapacidad para prestar atención y mantenerla durante tiempos razonablemente largos. Impulsividad. Excesiva actividad motora. Estos síntomas aparecen antes de los 6 o 7 años y deben suponer un patrón persistente de su comportamiento con una intensidad mayor a la de sus compañeros de edad y nivel, manifestando afectación significativa tanto a nivel escolar como familiar. La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) ha acordado que se pueden distinguir dentro de los niños y niñas hiperactivos tres subgrupos o tipologías: TDAH tipo inatento. Predominan los síntomas de inatención. TDAH tipo hiperactivo-impulsivo. Predominan los síntomas de hiperactividad e impulsividad. TDAH tipo combinado. Se dan todos los síntomas: inatención, hiperactividad e impulsividad. La causa del TDAH parece estar asociado a un desequilibrio de sustancias químicas en el cerebro (neurotransmisores) de posible origen genético, por lo que hay alta probabilidad de que niños hiperactivos tengan algún familiar con el mismo diagnóstico, como se demuestra en la práctica. El porcentaje de niños afectados con TDAH varía de unos países a otros, pero en general se admite una prevalencia media de un 5%, lo que equivale a 5 niños con TDAH por cada 100. Cifras que posiblemente han existido siempre, pero que en los últimos años, debido a un mayor conocimiento del déficit y a un mejor funcionamiento en los procesos de detecciónprevención, se han disparado significativamente. Página 1 Junta de Castilla y León CONSEJERIA DE EDUCACIÓN Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica de Benavente 2. CARACTERÍSTICAS QUE SUELEN TENER LOS NIÑOS CON TDAH. No todos los niños siguen unas pautas de comportamiento y funcionamiento cognitivo similares. Igualmente hay que considerar la diferenciación entre niños con mayor nivel de afectación de la atención de aquellos más impulsivos e inquietos. En todo caso, queremos dejar constancia de cuáles son las características más frecuentes de estos niños, separando por un lado los predominantemente inatentos y, por otro, los predominantemente hiperactivos-impulsivos. Características de los niños con TDAH (Orjales Villar, 1.998; DSM-IV): ATENCIÓN. Lo que más caracteriza a estos alumnos es la falta de atención. Este aspecto se puede apreciar en las siguientes características: No termina las tareas que empieza. Comete muchos errores. No se centra en los juegos. Muchas veces parece no escuchar cuando se le habla directamente. Tiene dificultades para organizarse. Le cuesta seguir instrucciones a lo largo de la tarea. Evita las tareas que requieren esfuerzo. Muy a menudo pierde cosas que necesita (Ej. Juguetes, material escolar, prendas de vestido,…). Se distrae con cualquier cosa. Es muy descuidado en las actividades que realiza. IMPULSIVIDAD. Suele precipitarse en responder antes de que hayan completado las preguntas. Tiene dificultades para guardar turno. Interrumpe o se inmiscuye con frecuencia en las actividades de otros (por ejemplo, se entromete en conversaciones o juegos). HIPERACTIVIDAD. Movimientos constantes de manos, pies. Se levanta constantemente. Corretea por todos los lados sin propósito claro. Le cuesta jugar en actividades tranquilas. Está activado como si tuviera un motor. Habla en exceso. En niños a partir de los 8 o 9 años, la inquietud motora se reduce o se enmascara, siendo más patentes la impulsividad y la inatención. Por ello, podemos hablar de un déficit que evoluciona de acuerdo con el ritmo madurativo del alumno, pero que en mayor o menor medida, persistirá a lo largo de la vida del sujeto. Además de las características nucleares, se pueden observar otros rasgos asociados con relativa frecuencia: Página 2 Junta de Castilla y León CONSEJERIA DE EDUCACIÓN Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica de Benavente Dificultades de aprendizaje, especialmente en la capacidad de relatar, la lectura y escritura, las matemáticas y la fijación de contenidos y su recuperación en situaciones de examen. Es posible en ocasiones que el TDAH vaya asociado también a dislexias, discalculias… Dificultades en las interacciones con los otros, manifestando mayor inmadurez (ingenuo), agresividad y malinterpretando situaciones de contexto. Ello conlleva una falta de compañeros de juegos y baja autoestima. Variabilidad. Cambia de estado de ánimo y también cambia el rendimiento de cada día, habrá días muy buenos y otros desastrosos sin poder encontrar la causa. Desorganización. Suele ser desordenado y con dificultad en la planificación y supervisión del trabajo a realizar, requiriendo en muchos casos de la ayuda del adulto. Características específicas de los niños TDAH tipo inatento. Estos niños comparten características similares a los anteriores en relación al componente atencional, diferenciándose en una menor actividad motora. Esto hace también que sea más difícil detectarlos en la escuela. En cualquier caso, los niños TDAH predominantemente inatentos coinciden en los siguientes rasgos comunes: Dificultad importante para focalizar y sostener la atención. Distractibilidad muy alta ante los estímulos relevantes del medio y de su mundo interior (“estar en Babia”). Bajo rendimiento escolar, observándose mayor variabilidad en el rendimiento. Suele desorientar al profesorado el hecho de que estrategias motivacionales que han funcionado un día no tienen efecto al día siguiente. Requieren por lo general la guía del adulto para realizar tareas de concentración y planificación, resultando en el colegio muy dependientes. Suelen ser lentos y tener muchos errores en las tareas que realizan en el colegio, tanto más cuanto más larga y compleja sea la tarea. 3. DIAGNÓSTICO. A pesar de que actualmente existe a disposición de todo el mundo información exhaustiva del trastorno, valga como ejemplo la cantidad de páginas existentes en Internet, el diagnóstico lo debe realizar un profesional tras valorar la información del alumno en varios contextos. En los colegios, los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica tienen la función de detectar e intervenir con estos alumnos a través de las distintas medidas de atención a la diversidad disponibles. En dicha intervención se contemplan orientaciones dirigidas al profesorado y a los padres del alumno. En cualquier caso, la valoración por parte de un psiquiatra es imprescindible por el hecho de que es el único responsable en la prescripción y el control de la medicación oportuna. Página 3 Junta de Castilla y León CONSEJERIA DE EDUCACIÓN Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica de Benavente 4. TRATAMIENTO DEL DÉFICIT DE ATENCIÓN CON O SIN HIPERACTIVIDAD. Las evidencias científicas hasta el momento indican que en la intervención del TDA-H son altamente efectivas la medicación y la educación. Los medicamentos (Rubifen, Concerta, Medikinet,…) han demostrado su eficacia actuando sobre los desequilibrios químicos del cerebro y regularizando su funcionamiento. En todo caso, debe quedar claro que la medicación no cura el trastorno, sino que mitiga los síntomas, permitiendo una menor actividad motora del niño y contribuyendo a la mejora de la concentración y el rendimiento del niño. Se estima que en torno al 80-85 % de los niños TDA-H mejoran con la medicación, mostrándose resistente el porcentaje restante. La intervención farmacológica debe ser decidida y controlada por un profesional de la medicina. Este profesional es quién tiene que resolver las dudas de los padres respecto el fármaco o fármacos prescritos y es quién tiene la potestad para decidir cambios en los mismos. Los maestros y padres comentarán con el médico los cambios de comportamiento o rendimiento que observen así como los posibles efectos secundarios que pudieran observarse y el profesional decidirá. En cuanto a la intervención educativa, se constata la mejora del niño cuando se aplican técnicas de modificación de conducta adecuadas y metodologías específicas, tanto en el contexto familiar como escolar. En todo caso, se recomienda una intervención mixta del niño con diagnóstico de TDA-H, considerándose la medicación indispensable en su evolución. 5. BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA. Green, Chistopher y Chee, Kit. “El niño muy movido o muy despistado. Entender el TADH). Editorial Medici, 2.009. Lozano Jiménez, Carlos. “Vivir con un niño hiperactivo. Manual de ayuda para padres que no quieren desesperarse”. Editorial Esfera, 2.006. Orjales Villar, Isabel. “Claves para afrontar la vida con un hijo con TDA-H”. Editorial Pirámide. Madrid, 2.009. Vallés Arándiga, Antonio. “Como cambiar la conducta infantil. Guía para padres”. Editorial Marfil, 1.999. Para consultar más información sobre el TDA-H, en nuestra página web encontrará enlaces de interés: http://eoepzamora.centros.educa.jcyl.es/sitio/index.cgi?wid_seccion=8&wid_item=62 EOEP DE BENAVENTE Página 4