Download El significado - CONICET Mendoza
Document related concepts
Transcript
El movimiento como concepto estructurado 1 Luis París Incihusa - Conicet paris@lab.cricyt.edu.ar Resumen La literatura en semántica léxica asume dos niveles descriptivos: el estructural y el de contenido o raíz. La investigación que expone este trabajo intenta captar interacciones sistemáticas entre significado estructural y contenido. Ofrece una descripción en profundidad de la semántica de los Verbos de Movimiento en torno a dos hipótesis centrales. En primer lugar, existe una distinción a la vez que una relación sistemática entre significados y conceptos que es relevante en la semántica de los Verbos de Movimiento. En segundo lugar, asumo que los Verbos de Movimiento constituyen un frame, esto es, un conjunto de unidades conceptualmente interdependientes que operan solidariamente para hacer posible así la representación y comunicación de un dominio experiencial. Este estudio revela propiedades significativas de este frame: desacoplamientos entre conceptos y significados. Ejemplos relevados aquí de tales desacoplamientos son: desalineaciones entre simplicidad conceptual y morfosintáctica; carencia de lexemas que corresponden a nodos de la red cristalizados por el sistema, presencia conceptual de constituyentes ausentes en la semántica verbal. Por último, la propuesta que se presenta aquí contraría la clasificación comúnmente imperante según la cual los Verbos de Movimiento se reducen a dos clases (verbos de Manera y verbos de Trayecto en Rappaport y Levin, 2010). La descripción detallada del contenido revela una clasificación más compleja que capta sutilezas semánticas, algunas de las cuales tienen incluso visibilidad sintáctica. Palabras clave: semántica, léxico, movimiento. 1 Este trabajo se benefició de la conversación que mantuve con Guillermo Soto durante el Primer Simposio de la Asociación Argentina de Lingüística Cognitiva (Mendoza, 12 y 13 de noviembre de 2009) y, en especial, de distintos intercambios con Sonia Suárez Cepeda. Relevo a ambos de cualquier responsabilidad en los errores. Introducción2 Reaccionar frente a los movimientos del entorno y moverse en un espacio plagado de objetos son experiencias tan elementales como tempranas en la supervivencia de todo ser biológico. El sistema cognitivo humano está múltiplemente dotado para registrar movimientos que representamos y comunicamos mediante la lengua. La audición nos puede dar información inferencial sobre el movimiento; el tacto también nos permite inferirlo. Si algo choca contra mí o una parte de mí, deduzco –si mi estado era de reposo– que algo se había movido. Sin embargo, la visión es nuestra principal fuente de información y la más certera. Si vemos un objeto en movimiento, típicamente tenemos certeza de que se movió y podemos comunicar toda la información relevante para caracterizarlo, esto es, su por, desde, hacia y cómo. Una segunda fuente de información es la propiocepción en experiencias motrices. La percepciones internas al movernos, ser movidos y mover objetos contribuye además a las nociones que nos hacemos de "control" y de (cierto tipo de) "causalidad" y del espacio como un vacío ocupable. La propiocepción me informa además sobre el esfuerzo involucrado en la motricidad y la relación entre grado de esfuerzo y rapidez del traslado (velocidad). Experimentamos, por último, movimientos involuntarios internamente causados como tiritar, temblar. Lo común a todos esos fenómenos es el movimiento en el sentido del desplazamiento en el espacio de un objeto o de una de sus partes. En el primer caso, el objeto es una unidad o totalidad que cambia de Lugar; este Lugar es una referencia en reposo (relativo), y el desplazamiento es un movimiento progresivo, en un espacio continuo, convexo, y al que corresponde un intervalo temporal también continuo. Las preguntas fundamentales en torno a la representación lingüística del movimiento giran en torno a qué de su descripción puramente conceptual y qué de nuestras experiencias perceptuales resulta codificado en la lengua y si aquello 2 Adopto la convención notacional del doble corchete recto para expresar realidades en el mundo –por oposición a sus representaciones– como [[situación 1]] o [[casa3]] que refieren, respectivamente, a una situación individual concreta y a una casa individual en el mundo externo. El doble corchete no recto designa conceptos como en {{casa}} y la doble barra //casa// para designar al significado de la palabra "casa". finalmente codificado se constituye en un dominio unitario y específico dentro del sistema léxico. La literatura previa no es consistente. Levin (1993) distingue al menos cinco subclases de Verbos de Movimiento que en Levin y Rappaport (1992) se reducen a tres en términos de la especificación de dos parámetros: +/-Manera y +/-Causa. En Rappaport y Levin (2010), las subclases son solo dos: Manera y Trayecto. Más allá de esta disparidad, los autores no consideran necesario justificar la existencia de la la clase de palabras Verbos de Movimiento, asumen que la unidad conceptual acarrea automáticamente unidad semántica en el Léxico (entre otros, Jackendoff, 1983, 1990 y, para el español, Morimoto, 2001). La Semántica Léxica ha reflejado la relevancia descriptiva y teórica del estudio de la representación del movimiento hasta el punto de que algunas teorías han magnificado su rol. Tanto la "iconicidad" –defendida por cierta parcialidad de practicantes de la Lingüística Cognitiva– como la hipótesis de las Relaciones Temáticas (Jackendoff, 1983) comparten la idea de que las estructuras lingüísticas desarrolladas para la representación del espacio y el movimiento son las matrices de toda otra estructura semántica en cualquier dominio cognitivo. Sin necesidad de reclamar esa dimensión fundamental, existe amplio consenso tanto en Lingüística Cognitiva –Croft y Cruse (2004)– como en trabajos de tradición formalista (Rappaport y Levin 1998) sobre un doble rol articulador del movimiento. Por un lado, es codificado al interior del contenido, es decir, en el significado de un conjunto abierto de lexemas (open class forms); por otro, la representación del movimiento opera al interior del significado de closed class forms e, incluso, contribuye con esquemas estructurantes al significado de otros tipos de verbos. Mi primera premisa es que VM constituye un frame, esto es, un dominio unitario de la experiencia que es representado también como una unidad semántica en el léxico. Uso aquí el concepto de frame resaltando sus propiedades más abstractas -y, en tal sentido, con un matiz distinto al de Fillmore (1985) Goldberg (1995, 2010)- para definirlo como un conjunto de unidades conceptualmente interdependientes que operan solidariamente para hacer posible así la representación y comunicación de un dominio experiencial unitario. De ser traducido, mi uso de tal concepto debería referir simultáneamente a dos términos, "armazón" y "mosaico". El primero refiere al conjunto de relaciones semánticas y el segundo a los segmentos de contenido sostenidos por ese armazón. Asumo que los frames así caracterizados son representables mediante redes taxonómicas de herencia múltiple. La pregunta directriz de este trabajo problematiza la constitución de ese frame en relación a VM; puede ser concebido como puramente conceptual (Fillmore, 1985) o constituido por significados (como en los estudios estructuralistas sobre "campos semánticos") o, como concluyo aquí, incluir ambos. Mi presupuesto es que existe una diferencia entre conceptos y significados y mi hipótesis es que en el frame movimiento (de aquí en más, FM), ambos tipos de representaciones interactúan en modos que espero quedarán claro en el resto de este artículo. En la primera sección me propongo abordar las grandes temáticas que emergen al intentar la especificación semántica del léxico del movimiento. La literatura sobre el tema es tan rica, que imaginar una perspectiva fresca resulta quizás implausible. Mi apuesta es que tal enfoque de investigación tiene sentido porque, en primer lugar, no se ha ofrecido una descripción precisa y completa de VM en español. En segundo lugar, la literatura no ha extraído y luego organizado sistemáticamente todas las conclusiones relevantes, conclusiones que debieran incidir sobre la caracterización del relativismo lingüístico. A partir de los trabajos de Talmy (recopilados en Talmy, 2000), sabemos que las lenguas registran el movimiento con estrategias de codificación diferente. La discusión es si a las distintas representaciones lingüísticas subyace una representación conceptual universal (como lo asume Talmy y el grueso de los practicantes de la Lingüística Cognitiva) o si no hay una base conceptual enteramente independiente de la representación lingüística (escuela de Nijmegen). 1. Verbos focalizados en el proceso El concepto de que existe algo unitario denominable movimiento y que aparece en cada cosa que –de cualquier manera y en cualquier contexto– se mueva, resulta ser una generalización sumamente abstracta pero fácil de aceptar porque no impone resolver incoherencias sustanciales con nuestra experiencia cotidiana. A excepción de ciertas experiencias ocasionales (como estar arriba de un vehículo en reposo que está al lado de otro en movimiento), no tenemos serias dificultades en afirmar que algo está, en relación a un objeto en reposo, en movimiento. El español registra ese concepto suprageneral de movimiento con el verbo "moverse", que se aplica a cualquier tipo de objeto que ejecute o, por así decir, al que le acontezca un movimiento. (1) a. Pedrito se movió. b. Se movió la lámpara. Puede haber un agente en la [[situación 1]] descripta en (1); sin embargo, su presencia no se entraña de (1a) o (1b); de hecho, el Oyente deduce pragmáticamente que el Hablante desconoce la presencia de un Agente. El verbo solo registra el movimiento del Tema (objeto en movimiento) y este puede ser de cualquier tipo, esto es: Locativo o no Locativo; parcial o total; inducido o espontáneo. La representación del significado de "moverse" nos lleva a dos conclusiones. En primer lugar, es difícil pensar una representación icónica de su significado y, por ende, en el propio campo del movimiento –un dominio perceptible– la hipótesis de la iconicidad confronta aquí un problema. En segundo lugar, conlleva un desacoplamiento entre conceptos y significados. Se trata de un verbo morfológicamente derivado de "mover", y este es un lexema semánticamente más complejo en cuanto añade causalidad al movimiento. Si entendemos por simpleza conceptual la menor carga informativa relativa a un mismo dominio referencial, la forma más abstracta debiera ser la más simple. En nuestra lengua, entonces, la forma causativa es (morfosintácticamente) más simple y la forma conceptualmente más general y abstracta es derivada. 3 Este desacoplamiento es visualizable en la distinta arquitectura de "a" y "b" en la Figura 1. En "a" se muestra que el significado de "mover" deriva de una combinación (particular) entre el concepto de {{moverse}} y la noción de {{causa}}. Todo evento [[mover]] incluye un subevento [[moverse]].4 Al mismo tiempo, ya sea representada en una red (como en "b") o a la manera de una regla léxica (como en "c"), la forma dependiente es "moverse". a. {{moverse}} {{causar}} 3 No es una transición accidental, la derivación de formas no causativas de causativas es por demás frecuente en español. Típicamente los Verbos de Posición siguen el mismo patrón: "pararse", "inclinarse", "acostarse", "levantarse", "arrodillarse", etc. En inglés, por el contrario, el verbo de origen latino move permite registrar tanto movimientos simples como causados. 4 En términos de entrañamientos léxicos, la relación es que el significado de "mover" entraña el significado de "moverse". {{mover}} b. //mover// c. mover + se} moverse //moverse// Figura 1 La simplicidad de "a" no evita visualizar una propiedad crucial de FM y, presumiblemente, de cualquier otro frame: está atravesado por conceptos que, como la causalidad, no le son exclusivos ni dependientes. Un frame es en cierto sentido una isla de contenido; sin embargo, en el lenguaje todo frame está filtrado por un armazón de nociones que lo articulan a la estructura de toda la lengua. En la taxonomía isa de palabras en Figura 2 se representa este desacoplamiento al representar “moverse” entre corchetes dobles, con lo cual intento indicar que se trata de un nodo puramente conceptual que es luego ocupado por una palabra morfológicamente derivada. En un segundo nivel aparecen verbos como "tiritar", "vibrar", "temblar", "ondear", "flamear", etc., conjunto tradicionalmente denominado Verbos de Manera de Movimiento pero que aquí denomino Verbos de Movimiento Intrínseco o VMoIs. Este cambio terminológico se basa en que el concepto de Manera siempre es ‘Manera de instanciar otra descripción eventiva’ (Ernst 2000; París 2006 a, b). Sin embargo, ese otro evento en la semántica de estos verbos es inmaterial, inexistente. Podría pensarse a “tiritar” como una manera de “moverse”; pero en tal caso lo mismo equivaldría para todo verbo de movimiento subsumido bajo aquél (por ej., “cruzar”), con lo cual concluiríamos en el sin sentido de que todo VM sería un verbo de manera de movimiento. Al mismo nivel de subsunción taxonómica de VMoIs debemos situar a “desplazarse”, verbo que refiere a un movimiento Locativo a través de un Trayecto Ty, movimiento ejecutable de cualquier manera por cualquier Tema. Este verbo denota – como el par “moverse/mover”– un desacoplamiento de significado y forma; el concepto de “desplazarse” es más simple que el asociado a “desplazar”, puesto que este involucra, además de movimiento, causalidad. Por el contrario, esta última es la forma más simple. {{moverse}} {{causar}} //mover// {{desplazarse}} //tiritar vibrar temblar// //caminar ir cruzar entrar// //desplazar// Figura 2 Una representación de FM en términos puramente de significados no permite captar ciertas generalizaciones relevantes. En primer lugar, no existiría allí un lexema que cristalice el contenido “moverse sin desplazarse” y, por lo tanto, esa red no agrupa a los VMoIs bajo un nodo único que los diferencie de “desplazarse”, aun cuando la literatura semántica ha acumulado suficiente evidencia para considerar a los VMoIs como una generalización relevante. En segundo lugar, no se captarían las oposiciones al interior de cada subgrupo; por ejemplo, sitúa en un mismo nivel a la oposición “caminar/correr” y aquellas “caminar/ir” o “caminar/entrar”. Se necesita aquí una representación que refleje, por un lado, subsumciones que determinan ‘membrecías’ (elementos que comparten una propiedad y, por ende, pertenecen a un mismo conjunto) y, por otro lado, lexemas cuyos significados comparten todo su contenido y se oponen en relación a un único parámetro. La solución a esas carencias es, tal como lo he hecho, introducir conceptos al FM en Figura 2 asumiendo que forman parte de la red semántica. Es posible así captar que del nodo “moverse” derivan dos grupos: el nodo VMoI (movimiento no locativo [Loc]) y el nodo hermano ocupado por “desplazarse”, que es [+Loc]. Los VMoIs registran movimientos de partes de un individuo en relación con sí mismo como un todo estático. Esos movimientos consisten en la iteración de cierta unidad de movimiento con una frecuencia continua y sin un final distintivo, son Procesos (Actividades). 5 Este conjunto no muestra una organización interna en subclases mediante parámetros sistemáticos, es un conjunto ‘desestructurado’. “Ondear” y “Flamear” registran situaciones en las que un objeto –típicamente, una bandera– se mueve en el lugar en una configuración ondular. “Tiritar” y “temblar” denotan movimientos iterativos de un cuerpo –necesariamente un ser vivo en el caso del primero, no en el segundo– o partes de un cuerpo durante un segmento temporal. “Bailar” registra eventos iterativos de movimiento no locativo de un humano. 6 El verbo “oscilar” es un VMoI que se aplica a situaciones en las que un objeto se mueve iterativamente de un lado a otro. ¿Entraña Desplazamiento y, por ende, codifica un Trayecto? No. Se trata de otro desacoplamiento concepto/significado. Es un movimiento iterativo no direccionado, un ida y vuelta, tal que para la lengua –aunque conceptualmente exista– la situación es visualizada sin Trayecto, es decir, sin una línea direccionada constituida a partir del desplazamiento de un Tema. El máximo grado de oposición –que es “inmediata” y “excluyente”– es el que hay entre “caminar” y “correr”. En tal caso, ambos lexemas no pueden ser verdaderos de la misma situación. Por otro lado, una oposición inmediata no excluyente y, diríamos, de “perspectiva”, se instancia en el par “entrar/salir”, donde ambos predicados podrían predicarse del mismo evento (“El contingente entró a Chile desde Perú”/“El 5 La combinación feliz con frases preposicionales con valor de duración como “durante” o “por” es la prueba usual para determinar la presencia de un Proceso. (“M. Guerra bailó ininterrumpidamente durante veinte minutos” vs. “*M. Guerra bailó en veinte minutos”). 6 Mi posición es que este verbo no pertenece estrictamente a FM, por cuanto no lo usamos para registrar movimientos del entorno sino una actividad humana intencional que involucra movimientos. Es un verbo multiclasificable pero no centrado en el movimiento. contingente salió de Perú”), pero no desde un mismo enfoque (principio de no contradicción). Distintas estructuras gramaticales toman a los VMoIs como una unidad. Por ejemplo, son todos Actividades (Procesos) y, por ende (Van Valin, 1991), típicamente intransitivos y, específicamente, ergativos. En general no pueden formar parte de una estructura transitivo-causal con el mismo sentido (“*El vientó/el frío tembló a Juan”). Originalmente intransitivos, algunos pueden expresarse en estructuras transitivas, quizás con cierto tinte literario como en (2) otras coloquiales y frecuentes como (3). Nótese que (2) no tiene sentido causativo (la expresión “#El ejército flameó la bandera” es semánticamente anómala). (2) El ejército flameó su bandera en territorio enemigo. (3) La pareja bailó un tango añejo. Tampoco aceptan frases de medida de Ty como parte del evento. (4) es dudosamente aceptable; pero para aquellos hablantes que la aceptan, el Ty “hacia la cocina” no forma parte interna del evento [[tiritar]], funciona como una simple localización externa. (4) ?El enfermo tiritó hasta la cocina. La subclase VMoI no incluye verbos que impliquen ‘intencionalidad’. Consecuentemente, las situaciones denotadas admiten típicamente el rasgo ‘sin control’, de modo que que una derivación nominal como “temblor” no es combinable con expresiones agentivas del tipo “*dar un temblor” (como sí es posible “dar una patada”) sino con formas pasivas del tipo “me agarró/me dio un temblor”. Por el contrario, en el grupo representado por “caminar”, admite “di una caminata” ( “*me agarró una caminata”). Verbos como “caminar”, “correr”, “gatear”, “volar”, “nadar”, “galopar”, “navegar”, “conducir”, “manejar”, etc. constituyen el conjunto de Verbos de Medio de Desplazamiento o VMeD. La noción de Manera ha sido usada en la literatura –a mi juicio, erróneamente– para incluir tanto a VMoIs como a VMeDs. El concepto de Manera –que es siempre Manera de– presupone distintas alternativas para que ocurra o se ejecute un evento (Ernst, 2000). En el caso de los VMoIs, si realmente incorporasen la noción de Manera, deberíamos admitir que el argumento o sustrato de ‘Manera de’ es un evento abstracto (totalmente inespecificado) de movimiento no locativo, que cada verbo instancia de un modo particular. He argumentado arriba en contra de esta posición. Por el contrario, en el caso de los VMeDs, ese evento sustrato es Desplazamiento y cada verbo describe una alternativa de su ejecución; Medio es una instancia de la relación Manera (entre eventos) que en París (2006a) remite a una doble predicación asimétrica: un predicado ofrece la descripción abstracta de un evento que es especificado por otro predicado. Ambas predicaciones son siempre sobre un mismo referente –un evento individual– y, a nivel contenido, satisfacen una condición mereológica: ‘manera de’ especifica a otro predicado (o ‘sustrato’) e introduce un evento que es parte del evento referido por este sustrato. La predicación Medio es un subcaso de Manera en la que las dos descripciones eventivas, además de compartir participantes y una relación –todos relativos a segmentos espacio-temporales solapados o idénticos–, denotan porciones de un mismo ‘curso de eventos’: eventos temporalmente contiguos (o solapados) tal que el precedente es condición necesaria para el siguiente. En sentido estricto, los verbos lexicalizan solo relaciones de Medio; la predicación Manera solo puede realizarse en formas adverbiales o en la sintaxis. Es por ello que “tiritar” es un VMoI y no un verbo de Manera de Movimiento, no es posible escindir con naturalidad un movimiento abstracto no Locativo que sea distinto del especificado por el verbo. Solo existe una relación de identidad, “tiritar” no es una situación que pueda descomponerse en una situación que sea ‘Manera de otra’, de hecho, no existe verbo para designar esta última. En los VMeDs, ese evento abstracto es Desplazamiento y existe un verbo que lo designa (‘desplazarse’). Por ejemplo, “caminar”, “correr”, “trotar” y “gatear” registran un patrón motor iterativo que involucra cierta configuración de los miembros del Tema (objeto en movimiento). No puede decirse que ese patrón sea un subevento distinguible y que cause el evento Desplazamiento; éste está incorporado al evento descrito por estar en el mismo curso de eventos. Son dos descripciones de distintas partes (ergo, descomponibles) de un todo único. Algunos autores (por ejemplo, Goldberg, 1995) consideran que los verbos en inglés del conjunto que denomino VMeD no codifican en sus significados un Ty, es decir, no son verbos de Desplazamiento; los VMeDs realizarían la noción de Manera tal como “tiritar” o “vibrar”. Mi posición es la opuesta respecto del español (coincidente aquí con Morimoto 2001). Los VMeDs sí codifican un Trayecto ya que –al contrario de VMoIs como el del ejemplo (6)– aceptan frases de medida, como lo muestra (5). La única interpretación posible es que la Frase de Medida mide Ty y, siendo que este participante no es introducido por ninguna otra expresión, debe asumirse que es introducido por el verbo. (5) a. Juan corrió doscientos metros. (6) b.# Juan bailó dos metros. Desplazamiento es en estos verbos un entrañamiento, es decir, información que conllevan necesariamente. Si alguien nadó, corrió, caminó o gateó, necesariamente se trasladó de un lugar a otro y, por ende, se desplazó a lo largo de un Trayecto. Medio y Desplazamiento son fáciles de aislar conceptualmente tal que, por un lado, en casos excepcionales –como el de una cinta en un gimnasio– puede hablarse de “correr” sin Desplazamiento. También es cierto que el foco semántico de los VMeDs radica en la especificación de Medio y no en la especificación del Trayecto. La posibilidad de predicar Frases de Medida indica, sin embargo, que este está codificado y es visible para una sintaxis no mediada por otro elemento distinto al verbo. Hay subtipos de VMeDs. El subtipo típico –por ej. “correr”– alude a un patrón motor del Tema, esto es, registra una particular configuración corporal de un ser vivo. Por propiocepción obtenemos una imagen kinestésica en la que nos representamos el origen del movimiento como interno, asociado a cierto grado de esfuerzo. Por otro lado, las oposiciones en relación al patrón motor (por ejemplo, en “caminar” y “correr” movemos una extremidad inferior hacia adelante pero en el primero la otra extremidad permanece en contacto con el , mientras que en el segundo no) implican derivadamente efectos distintos en relación con el parámetro Velocidad. Otros VMeDs como “nadar”, “planear” o “volar” introducen el parámetro semántico Medium, mientras que otros incorporan un Instrumento como en “manejar” o “conducir”. Los VMeDs se comportan como una clase natural en relación con distintas propiedades estructurales. En primer lugar, son todos verbos intransitivos que describen Procesos. Siendo los Procesos eventualidades abiertas, el Ty en estos verbos es necesariamente abierto, es decir, sus extremos no son visibles. Esta correlación ha sido observada y suficientemente explicada en la literatura (Tenny, 2000; Dowty, 1991). ¿Por qué el español –y las lenguas en general– no combinan en sus representaciones léxicas Medio y Ty cerrados? Una respuesta plausible es que ambos tipos de información están codificados estructuralmente y el sistema no permite dar prominencia –que aquí significa ‘especificar’– a dos tipos de información en una misma forma. Es así que, como veremos, los verbos que se focalizan en especificar los extremos de Ty no focalizan Medio (tendencia captada en la literatura, por ejemplo, Rappaport y Levin, 2010). Los verbos registran tipos de situaciones (o eventualidades) y una generalización fuerte con mucha aceptación en Semántica dice que el significado verbal describe o bien el Proceso o bien el Resultado, pero no ambos. En otras palabras, la distinción entre Procesos y Eventos atraviesa todo dominio cognitivo y en el del movimiento se realiza en la forma de verbos que especifican, respectivamente, el Proceso (Manera, dirían las autoras mencionadas) o los límites de Ty. Obtener ambas especificaciones simultáneamente no es una imposibilidad lógica sino de la particular estructura del sistema lingüístico. Fuera del léxico, es perfectamente normal cerrar Ty de VMeDs con Frases Nominales como en (7) o con Frases Preposicionales como en (8) e, incluso, ciertos verbos como “escalar” y “trepar” –que codifican Medio– sean más frecuentemente usados con Ty cerrados (“Pedro escaló el Tupungato”). (7) Juan corrió la Maratón de Paso de las Carretas. (8) Juan corrió hasta su casa. 2. Verbos con Trayecto Los denominados path verbs (Rappaport y Levin, 2010) o directed motion verbs (Zubizarreta, 2007) codifican un Ty del que especifican una propiedad relativa a los parámetros ‘dirección’ u ‘orientación’. En verbos como “ir”, “avanzar” o “venir”, el parámetro es ‘dirección’, es decir, se trata de un vector, una línea que se recorre en una dirección particular. En “avanzar” se presupone en el Ty un Origen y la dirección consiste en alejarse de él; Ty es abierto y el verbo atélico. Por el contrario, “ir” y “venir” contienen un Ty cerrado y son, consecuentemente verbos télicos; esto es, se afirma mediante el verbo que el Tema alcanzó la Meta. (9) Pedro fue al kiosco. Morimoto (2001) sostiene que “ir” codifica un trayecto cerrado. La motivación de su propuesta es, a mi juicio, débil, se basa en que el verbo puede combinarse con Frases Preposicionales con trayectos abiertos como en (10). (10) Pedro fue hacia la plaza. En todo verbo que contenga un Ty cerrado, este puede ser abierto mediante una FP “hacia” o “por”; a su vez, todo Ty abierto puede cerrarse (véase (7) y (8) arriba). Morimoto no puede usar esto como evidencia. Por otro lado, podría pensarse –aunque no sea mencionado por Morimoto– que quien enuncia (9) no asume un compromiso sólido con su verdad en el sentido de que si Pedro no llegó al kiosco, (9) no deja de expresar algo verdadero (por ejemplo, Pedro salió y dijo que iba al kiosco; hasta donde el hablante sabe, (9) es cierto. En términos semánticos, (9) abriría un ‘contexto intensional’ y, por ende, la interpretación debe darse en el campo de la posibilidad. Este fenómeno tampoco aporta evidencia alguna a favor de la autora. Si Pedro no llegó al kiosco, (9) es simplemente falsa. Esa supuesta situación discursiva abre una ‘coerción pragmática’ y de allí que permite, entre sus lecturas posibles, una intensional; pero su base semántica tiene a “ir” o “venir” aportando un evento cerrado y, en consecuencia, un Ty cerrado. Por otro lado, de 11.534 usos de “ir” del corpus oral CREA que he registrado, solo uno combina ‘ir’ con una FP-hacia, y esto en un contexto donde el argumento que realiza la Meta es una persona, lo que hace difuso su uso espacial (“María fue hacia Carmen a decirle que …”). El corpus escrito revela una tendencia similar, de 90.455 casos, 116 combinan ‘ir’ con una FP-hacia y de estos ningún caso tiene un sentido nítidamente espacial. Existe también evidencia gramatical que favorece a mi propuesta. El denominado “se” aspectual con verbos atélicos –como en (11a)– privilegia la lectura aspectual completiva; con los verbos télicos, en cambio, el “se” toma una significación particular que, con “ir”, desfocaliza el Trayecto para concentrarse en su parte inicial u Origen, como se ilustra en (11b). Se trata ahora de un verbo de cambio Locativo: el Tema ya no está donde estaba, no importa qué Trayecto tomó o a dónde fue. (11) a. Los turistas se caminaron la alameda en una tarde. b. Los turistas se fueron. Es anómalo especificar el Trayecto completo (con Origen y Meta) de “irse” como en (12), dato que refuerza mi interpretación de que el verbo focaliza un Cambio Locativo. (12) ?#Pedro se fue de su casa a la oficina anoche. Los ejemplos típicos de path verbs como “ir” y “venir” no aceptan Frases de Medida que especifiquen el Trayecto (ejemplo (13)); sin embargo, esta especificación sí es posible con verbos como “avanzar” (ejemplo (14)). Esta restricción podría deberse a que el sistema no acepta que Trayectos cerrados léxicamente sean especificados adicionalmente en relación al mismo parámetro. (13) *Juan fue dos cuadras al almacén. (14) Juan avanzó cien metros hacia/hasta el almacén. Verbos como “subir”, “bajar”, “caer”, “descender” y “ascender” describen un Ty orientado en el eje gravitatorio cuyos valores alternativos son ‘arriba/abajo’. En el plano sintáctico son intransitivos, pero intervienen en una variedad de distintos patrones. Por ejemplo, “bajar” registra movimientos del Tema en un Ty cuya parte inicial está en una posición más elevada que la final, información expresada en (15a). También permite la expresión como OD del Trayecto –ejemplo (15b)– e impone la restricción a su objeto de tener una orientación como “escalera” o “los tres pisos”; caso contrario –“el sendero”– resulta poco coloquial. (15) a. Pedro bajó (al sótano)/(de/desde su oficina). d. Pedro bajó las escaleras/los tres pisos/?el sendero. e. Pedro bajó la mesa (al sótano). ¿Es este Trayecto cerrado o abierto? Los Ty cerrados coinciden necesariamente con descripciones eventivas télicas, y los abiertos, con atélicas. Según el conocido criterio para determinar telicidad, (16) sugiere que es mucho menos costoso la interpretación télica que la atélica. Aceptar “durante media hora” requiere imaginar un contexto enriquecido mientras que “en media hora” es instantáneamente interpretable. Concluyo que Ty está léxicamente cerrado en el tipo “subir/bajar” aunque no en el “ascender/descender” (“El andinista ascendió por la ladera sur durante cinco minutos”). (16) Pedro bajó (?? durante media hora) (en media hora). Si el Tema es ilimitado –como la denotación de los ‘nombres masa’, por ej., “agua”– se legitima una interpretación atélica (‘doble incrementalidad’; véase Beavers, 2008). Todos los verbos de desplazamiento que son télicos permiten con relativa facilidad una lectura gradual del Ty. Por ejemplo, es posible decir “Juan fue un poco más allá de la Meta”, mientras que es imposible con verbos télicos de cambio de estado “*Juan mató a Pedro un poquito más”. La versión más simple de (15c), “Pedro bajó la mesa”, puede registrar un evento en el que Pedro sostenía en sus manos una mesa en lo alto y la bajó apenas unos centímetros. Otra interpretación es que le acortó las patas y la hizo un poco más baja. En cualquier caso, la descripción eventiva sigue siendo télica en la versión causativa aun con Trayectos codificados como escalas graduales. Por último, Ty puede abrirse con los procedimientos usuales. (17) Los chicos bajaron por el sendero durante media hora. La versión de estos verbos con ‘se’, como ‘subirse a’ o ‘bajarse de’, representa transparentemente una refocalización en el Cambio Locativo en desmedro de Ty, relativizado así a un segundo plano. (18) Pedro se subió al caballo *dos metros. Sensu stricto, este uso Locativo desfocaliza incluso el parámetro orientación en cuanto es posible describir mediante la expresión “subirse a un barco” una situación en la que el Tema estaba en una posición más alta que la del barco. 7 Los verbos “ascender” y “descender” contienen, por otro lado, un Ty abierto como se muestra en (19), Ty que puede cerrarse, de lo que resulta un Evento (ejemplo (20)). 7 Una observación significativa válida para todo verbo de movimiento es que el porcentaje de uso figurativo de estos verbos es del 80%. Es decir, el uso espacial (literal) es mínimo; sin embargo, todo hablante consultado por el significado de alguno de estos verbos aduce inmediatamente el espacial. (19) El avión despegó y ascendió durante tres minutos hasta alcanzar altura. (20) El avión ascendió hasta los 8.000 metros en una hora. A diferencia de sus co-miembros verbos de orientación télicos (ej., “subir”), estos verbos no tienen versiones causativas (en su sentido literal) como tampoco admiten la combinación con un ‘se’ aspectual. El verbo “caer” contiene una orientación hacia abajo y su Ty es cerrado. No tiene –a diferencia de “subir” o “ir”– una versión causativa. En los usos del corpus CREA no es posible encontrar una versión claramente atélica, sin embargo, no es difícil imaginar una como la de (21). (21) El avión cayó durante tres minutos pero luego pudo alcanzar altura de nuevo. En su uso coloquial, aparece típicamente combinado con un “se” aspectual. Mi hipótesis es que “caerse” es un verbo de ‘Cambio de Posición’ (verbos que describen Cambio Locativo en la orientación de un objeto como “pararse”, “sentarse”, “levantarse”, etc.) con una representación semántica en la que el Ty está relegado. Significa básicamente “perder la orientación vertical”. Por el contrario, “caer” no desfocaliza Ty tal que (22) es aceptable mientras que (23) no. Esta inaceptabilidad indica que la expresión de (uno de los extremos de), Ty es un requerimiento de “caer” pero no de “caerse”. (22) (Juan) Se cayó Juan. (23) #(Juan) cayó Juan. Los ejemplos (24) y (25) refuerzan mi propuesta. La frase de medida “diez metros” describe la extensión de Ty y puede combinarse con “caer” pero no con “caerse”. (24) #?El avión se cayó dos mil metros y rozó los picos andinos. (25) El avión cayó dos mil metros y rozó los picos andinos. 3. Verbos de Traspaso Verbos como “traspasar”, “cruzar”, “entrar”, “salir” y “trasponer” refieren a situaciones donde el Trayecto corta un Límite (o Lm) perpendicular como en (26). (26) El grupo traspasó/cruzó/traspuso la frontera. Estos tres verbos son transitivos. “Atravesar” y “cruzar” admiten situaciones donde Ty no traspone Lm, no va más allá de sus límites. Por ejemplo, en (27) el Tema va de un límite a otro de un objeto (el país) sin atravesarlo. La imagen topológica que corresponde es la de un ensanchamiento de Lm, que sigue siendo afectado totalmente por un Ty que es delimitado y se corresponde con la dimensión transversal de Lm. (27) Juan cruzó el país entero (de punta a punta). La característica de estos verbos es que realzan Lm en desmedro de Ty, ya sea que este sea representado unidimensionalmente o ‘ensanchado’ en una superficie, lo que resalta es el objeto perpendicular a Ty. Por ejemplo, no aceptan predicaciones de Frases de Medida. (28) El grupo cruzó (*veinte metros) el río (*veinte metros). El subgrupo de verbos “entrar” y “salir” –que, a diferencia de los otros, son intrasitivos– realzan un Lm al que interpretan como el contorno o Borde de un Lugar (Lakoff et al., 2005). Significan esencialmente que el Tema cambió de Lugar, está en un Lugar en el que antes no estaba. Ty es conceptualmente necesario –para moverse de un Lugar a otro hay que pasar por puntos intermedios– pero el verbo no resalta ese Ty como para ser objeto de predicación tal como lo indica (29). Tampoco permite frases preposicionales que lo describan. En sentido estricto, el Ty introducido por “hacia” o “hasta” en (30) describe lo que sucedió luego de completado el evento [[entrar]]. Es decir, Pedro entró en un Lugar –presumiblemente una casa o edificio–, y solo una vez completado ese evento siguió hasta la cocina. (29) Pedro entró (?dos metros) en su casa. (30) Pedro entró hacia/hasta la cocina. En la combinación de estos verbos con una FP-por, esta refiere a una parte de Lm (tal el caso (32)) cuando, en realidad, lo típico es que introduzca Ty, tal como en (31). (31) Pedro caminó por la ventana. (32) Pedro entró por la ventana. Este comportamiento también corresponde a los verbos “cruzar”, “atravesar”, “traspasar” y “trasponer”. Una propiedad que legitima mi hipótesis sobre la ausencia de Ty prominente (temática saliente en París 2010) es que, de haberlo, el Tema es el participante incremental. En (33), es el cuerpo de Pedro el que mide el cumplimiento del evento. El mismo ejemplo muestra, además, que el verbo –en un registro coloquial– legitima la combinación con la frase preposicional “en” que introduce Lugares, no Ty. (33) Pedro entró al/en agua lentamente. En la Figura 3 represento las generalizaciones establecidas hasta ahora en términos de una taxonomía multiclasificatoria de relaciones de subsunción ‘isa’. {{moverse}} {{causar}} mover {{desplazarse}} {{VMoI}} {{VMeD}} //ir cruzar entrar// //desplazar// //tiritar bailar temblar// ..//caminar// Figura 3 4. Verbos híbridos El verbo “girar” describe en su sentido más simple el movimiento en forma de círculo de un Tema sobre sí mismo y sin desplazamiento en el espacio. No hay desplazamiento y, por lo tanto, carece de Ty. El Tema se mueve circularmente en un mismo lugar y ese círculo puede ser parcial (“El auto giró a la izquierda”), completo (“López giró una sola vez el circuito”) o, en la situación típica, completado iterativamente (como en (34)). (34) Manuela giró sobre sus talones una y otra vez. El Ty no es visible tampoco para una predicación con Frase de Medida. (35) ?? Pedro giró dos metros. El círculo denotado permite un ensanchamiento topológico pero sin entrañar desplazamiento. En este uso, el eje del círculo no es el Tema sino el del objeto introducido por la FP, esto es, el lago. (36) Pedro giró alrededor del lago durante tres horas. Se trata siempre de un evento dinámico y atélico que naturalmente adopta una interpretación iterativa como en (36); es decir, “girar” tiene los rasgos que caracterizan a los VMoIs, incluida la ausencia de desplazamiento. Sin embargo, se diferencia de los VMoIs en que la propiedad focalizada por el verbo –la circularidad del movimiento– es externa y circunstancial respecto del movimiento. Con “tiritar” o “temblar” no nos referimos solo a una experiencia visualmente captable sino también a una causalidad interna accesible por propiocepción. Por el contrario, “girar” acepta con toda naturalidad una versión causativa como en (37). (37) Pedro giró la perilla hacia la derecha. Los VMoIs se caracterizan por instanciar típicamente dos propiedades. Primero, denotan eventos que experimentamos por propiocepción como internamente originados (aun aquellos de los que no tenemos control, como “tiritar”). Segundo, son movimientos necesariamente iterativos, de un lado al otro, ida y vuelta, en unidades que son mínimas en el caso de “vibrar” y mayores en “oscilar”. Los VMoIs no tienen versiones causativas porque, o tienen causación interna o, como “oscilar” o “vibrar”, carecen de ella pero refieren a movimientos iterativos mínimos que, de atribuirle una causalidad externa, tendría que ser también iterativa tal que se relacionase con todas y cada una de esas unidades. 8 El verbo “girar”, en cambio, refiere a un movimiento continuo, no 8 Es cierto también que involucran propiedades inherentes al Tema, más allá de la causalidad externa que desencadenara el evento. Por ejemplo, por conocimiento enciclopédico, sabemos que al golpear una campana, esta vibra; pero no cualquier objeto golpeado vibra. necesariamente iterativo, que tiene como prominente una figura geométrica, que es irrelevante como causa del movimiento. El verbo “rodar” establece que la geometría circular corresponde al movimiento del Tema, pero introduce un Ty –y, ergo, clasifica como VMeD– cuya geometría es recta. No existe un vínculo causal entre la forma de movimiento circular del Tema y el Desplazamiento; es decir, el verbo no codifica la noción de ‘tracción’ (desplazamiento debido en parte al contacto con Ty). La relación entre el movimiento del Tema y su Desplazamiento es la de Medio en un sentido mereológico –y no causal– idéntico al de los VMeDs: cada unidad de movimiento del Tema (cada círculo) contiene un desplazamiento. Claramente, en (38) los giros del Tema no causan el desplazamiento. (38) Pedro rodó veinte metros cuesta abajo. Por ejemplo, a “caminar” asociamos las experiencias propioceptivas del esfuerzo, el control y la causalidad interna, de las que carece “rodar” y que le permiten combinarse naturalmente con una estructura causativa como en (39). (39) El obrero rodó el tonel hasta la bodega. Por otro lado, el verbo “saltar” cubre un espectro semántico de significados aislables y opuestos. Al mismo tiempo, todos tienen algo en común. Los principales están representados en (40-42) y, a partir de ellos, es visible que una marca de desambiguación es la propia sintaxis. (40) Pedro saltó en la cama durante una hora/#en una hora. (41) El niño saltó la verja/el zanjón. (42) El perro saltó a la vereda/a la silla. Conceptualmente, el núcleo semántico del verbo refiere a una pérdida total de contacto del Tema (sus extremidades) con su sustentación (típicamente, el piso). El eje descriptivo realza el eje de verticalidad. ¿Codifica Ty este verbo? El significado más simple que encontramos es (40), donde se denota una acción iterativa de un mismo patrón motor unitario. No se focaliza ningún tipo de desplazamiento. Como los VMoIs, este “saltar” tampoco permite la predicación por una frase de medida aunque, a diferencia de ellos, sí admite la añadidura de un Ty por un adjunto en (43). (43) Pedro saltó hasta el techo/hasta los dos metros sesenta. Es ostensible que “saltar en la cama” permite una lectura iterativa, mientras que (43) denota típicamente un único evento de salto. La combinación con verbos aspectuales realza la iteratividad y el carácter atélico del verbo como en (44). (44) Empezá a saltar. Este ejemplo no significa “ponerse en posición de ejecutar un salto” sino comenzar a ejecutar una acción iterativa. Por otro lado, “saltar” en (41) remite a la trasposición de un límite mediante un salto, esto es, la pérdida de contacto con el piso en el eje vertical; este sentido es asimilable a “cruzar” o “traspasar”. Por último, (42) muestra un sentido del verbo que realza la Meta como término de un Ty vertical. 5. Verbos causativos Existe un número significativo de verbos que incluyen la referencia a un movimiento en su significado; sin embargo, solo un número reducido de ellos son VMs. Solo aquellos cuya descripción se focaliza en el movimiento pertenecen a la clase; de este modo, descartamos verbos como “cavar” en (45). (45) Los arqueólogos cavaron una fosa tres días. Toda situación denotada por este verbo incorpora el movimiento de materia –tierra en este caso– de un lugar a otro. Sin embargo, este no es prominente. El verbo se focaliza en la creación de un vacío (agujero, fosa, etc.) y, por lo tanto, “cavar” es un ‘verbo de creación’. Con el mismo razonamiento, “golpear” entraña el movimiento de un objeto (hacia otro), pero se focaliza en el contacto, estrictamente, en el impacto. Algunos verbos causativos añaden una relación causal a una representación de movimiento ya codificada, como es el caso de “traer” (“venir”), “llevar” (“ir”), “subir”, “bajar”. En consecuencia, introducen un Agente que afecta causalmente a un Tema. Se trata de dos eventos, un evento agentivo y otro de movimiento tal que el primero precede al segundo y ambos comparten necesariamente un participante (Tema). La literatura previa ha observado dos generalizaciones significativas. Primero, es ostensible la ausencia de VMoIs y VMeDs en esta clase. 9 Segundo, muchos de estos verbos codifican una noción de ‘causalidad continua’ (Jackendoff, 1990), esto es, el Agente afecta al Tema durante todo el Trayecto. El tipo de acción causal ejecutada por el Agente es inespecífica, la carga informativa reside todavía en la descripción del Desplazamiento. La combinación ‘Causa+Cambio Locativo’ también es posible: “entrar”, “sacar”, “poner”. A diferencia de los anteriores, el verbo “tirar” dedica parte de su significado a especificar el evento causativo. Se trata de un verbo ‘incoativo’ que registra un Cambio Locativo –es decir, sin Ty prominente– del Tema. Si se introduce Ty, este no es especificado respecto de ningún parámetro tal que, incluso si se incorpora una Meta, esta no es necesariamente alcanzada, como lo muestra el ejemplo (46). Es decir, el Ty introducido no es necesariamente cerrado a pesar de que el verbo es télico. Esto es así porque su telicidad deriva del cumplimiento del acto causal, no del cumplimiento del Ty del Tema, lo que acentúa aún más la centralidad del subevento causativo en este verbo. (46) Tiré la pelota al río pero cayó en la orilla. 9 El verbo “arrastrar” combina Causa con Manera en cuanto no solo introduce un Agente sino que además registra el contacto del Tema con su base de sustentación. Este contacto no es Medio de Desplazamiento como sí lo es en su derivado no causativo “arrastrar” (el verbo refiere a la “tracción” como medio). En París (2006a), se propone que las propiedades del Ty que puede introducirse con este verbo son inferencias (Implicaturas Generalizadas). Su derivado no causativo “tirarse” es un verbo incoativo que registra un evento de Cambio de Posición que, a diferencia de un Cambio Locativo, refiere a un cambio en la orientación espacial del Tema y, por lo tanto, relaciona al Tema consigo mismo o, más precisamente, dos de sus ‘estadios’. Otros ejemplos son “levantarse”, “pararse”, “sentarse”, etc. e incluso no derivados de causativos, como “caerse”. Conclusión El lenguaje es una capacidad fecunda y generosa en esquemas cognitivos para la organización de nuestra activa interacción con el entorno, del que el movimiento es un constituyente central. FM es el recurso lingüístico central para la articulación de nuestra experiencia del movimiento al ofrecernos un sistema de representaciones esquemáticas de eventos motrices que, precisamente, este estudio ha intentado especificar. FM se estructura en torno a dos ejes vertebrales. El primero –el eje del contenido- se monta sobre propiedades especialmente relevantes del movimiento, esto es, (por ejemplo, Medio de Movimiento, Desplazamiento (presencia de Trayecto), Orientación del Trayecto, Perpendicularidad y traspaso de Límite, etc. y genera la tendencia entrópica que estructura el dominio en torno a contenidos específicos. El otro eje –el estructuralaporta esquemas generales -transversales a todo dominio- a esas representaciones semánticas desde el léxico mismo, es decir, más allá del movimiento y desde la organización del sistema entero. En cada representación semántica léxica se conjugan ambos ejes y quizás el punto de articulación más claro es el de Trayecto y la telicidad: un Trayecto cerrado solo aparece en Eventos télicos y aquellos abiertos en eventualidades atélicas. De esta manera FM es atravesado por categorías generales, es permeable a ellas y es por esto que nociones generales como Proceso o Evento son son aquí operativas. En contraste, los alineamientos entre los dos ejes no son perfectos; por ejemplo, la distinción entre Procesos (Activities) y Eventos (Accomplishments) no se corresponde con categorías específicas de FM. Por ejemplo, “avanzar” –un Proceso– se aglutina semánticamente con verbos que especifican Ty (respecto de orientación) como “subir” y no con VMeDs, que son Procesos pero con Ty no especificado. De allí que la representación de FM sea necesariamente una red de herencia múltiple. Otra generalización destacable es la del ‘desacoplamiento’ entre conceptos y significados. Existen conceptos que son simples y generales ({{la situación de desplazarse en el espacio}}) y que, o no son captados por ninguna lexema en particular o son referidos por un lexema morfológicamente derivado de otro que realiza un concepto más complejo (“desplazar”). He expuesto, además, el fenómeno de ‘hibridación’ taxonómica y que refiere al hecho de que un mismo verbo puede comportarse –en distintos usos– como miembro de distintas clases, respectivamente. Por ejemplo, “girar” se comporta en ciertos casos como un VMoI. Sin embargo, en otros usos expresa un evento causativo y su forma nominal puede intervenir en expresiones agentivas (“dar un giro”) y no en aquellas que enfatizan la pasividad del participante (“*me dio un giro), ambos comportamientos vedados a los VMoIs y VMeDs. Esto muestra que, al menos, ciertas ramificaciones inherentes al FM son convencionales y no comportan necesidad lógico-conceptual. En cuanto a las generalizaciones respecto de la forma, muestro aquí que los verbos de movimiento no causativos son intransitivos y que los VMeDs son ergativos y, semánticamente, Procesos. Con los verbos de Ty [+dir] establecer correspondencias absolutas es más complejo, porque incluyen tanto verbos que registran Procesos (como “ascender” y “avanzar”) como Eventos (“ir”, “venir”). Los verbos de Cambio de Lugar son todos Eventos e inacusativos (como “entrar” y “llegar”). Todos los verbos causativos añaden Causalidad (y, con ello, un participante Agente) a un tipo de movimiento ya codificado por algún lexema (“subir”, “bajar”, “entrar”, “llevar”, “traer”, etc.), combinación que se ciñe a composicionalidad. He sugerido que un patrón frecuente y particular del español resulta ser el de un verbo causativo-transitivo (“arrastrar”, “levantar”, etc.) del que se deriva una forma intransitiva no causativa (“arrastrarse” o “levantarse”). Es decir, la forma causativa – conceptualmente más compleja- resulta ser la base de la cual ser la base de la que se deriva la forma intransitiva, conceptualmente más simple. Bibliografía Beavers, J. (2008). Multiple Incremental Themes and Figure/Path Relations. En T. Friedman y S. Ito (Ed.), SALT XVIII (p. 131-150). Ithaca, NY: Cornell University. Beavers, J., Levin, B. y Tham. S. W. (2008). A Morphosyntactic Basis for Variation in the Encoding of Motion Events. En línea, disponible en http://www.stanford.edu/~bclevin/pubs.html. Croft, W. y Cruse, A. (2004). Cognitive Linguistics. Cambridge: Cambridge University Press. Dodge, E. y Lakoff, G. (2005). Image Schemas: From linguistic analysis to neural grounding. En Beate Hampe (Ed.), From Perception to Meaning: Image Schemas in Cognitive Linguistics (p. 57-93). Berlín: Mouton de Gruyter. Doron, E. y Sichel, I. (Eds). (2010). Syntax, Lexical Semantics and Event Structures. Oxford: Oxford University Press. Dowty, D. (1991). Thematic Proto-roles and Argument Selection. Language, 67 (3), 547-619. Ernst, T. (2000). Manners and Events. En C. Tenny and J. Pustejovsky (Ed.), Events as Grammatical Objects. Dordrecht, Holanda: Kluwer. Goldberg, A. (2010). Verbs, constructions and semantic frames. En E. Doron e I. Sichel (Ed.), Syntax, Lexical Semantics and Event Structures (p. 39-58). Oxford: Oxford University Press, ____________ 1995. Constructions. Chicago: University of Chicago Press. Jackendoff, R. 1990. Semantic Structures. Cambridge, MA: MIT Press. __________ 1983. Semantics and Cognition. Cambridge, MA: MIT Press. Levin, B. 1993. English Verb Classes and Alternations. Chicago: CUP. ________ y Malka Rappaport Hovav. 1992. The Lexical Semantics of Verbs of Motion: The Perspective from Unaccusativity. En I. M. Roca (Ed.), Thematic Structure: Its Role in Grammar (247-269). Berlín: Foris. Morimoto, Y. 2001. Los verbos de movimiento. Madrid: Visor. París, L. (2010) Prominencia en la representación léxica del movimiento. En V. Castel y L. Cubo de Severino (Eds.), Los colores de la mirada lingüística. Mendoza: editorial FFyL, UNCuyo. (págs. 979-985). Disponible en: http://mendozaconicet.gob.ar/institutos/incihusa/ul/csal12/Castel_y_Cubo,_Editores_(2010).htm _______ (2006a). Implicating and Focusing on Underspecified Lexical Information. En K. von Heusinger and K. Turner (Eds.), When Semantics Meets Pragmatics (421444). Amsterdam: Elsevier. _______ 2006b. La codificación gramatical de eventos: MedioE. Signos, 39 (61), 259262. _______ 2006c. Conceptos en forma: IncidentalE y MedioE en frases de gerundio. RASAL, 5, 47-71. Rappaport Hovav, M. y Levin, B. (2010). Reflections on Manner/Result Complementarity. En E. Doron, M. Rappaport Hovav e I. Sichel (Ed.), Syntax, Lexical Semantics, and Event Structure (21-39). Oxford: Oxford University Press. ___________ 1998. Building Verb Meanings. En M. Butt y W. Geuder (Ed.), The Projection of Arguments: Lexical and Compositional Factors. (97-134.) Stanford: CSLI. Van Valin, R. (1991). Semantic Parameters of Split Intransitivity. Language, 66 (2), 221-260. Talmy, L. 2000. Toward a Cognitive Semantics. Cambridge, MA: MIT Press. Tenny, C. 2000. Core events and adverbial modification. En Carol Tenny and James Pustejovsky (Ed.), Events as Grammatical Objects. Dordrecht, Holanda: Kluwer. Zubizarreta, M. L. 2007. On the syntactic composition of Manner and Motion. Cambridge, MA: MIT Press.