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D etección precoz del cáncer Las mujeres debemos ocuparnos no solamente de la prevención de las enfermedades malignas comunes a ambos sexos (cáncer de pulmón y tabaco, de colon, de hígado, etc.) sino de las propios del sexo femenino: cáncer de mama (el más frecuente en la mujer y el que más muertes produce), de cuello uterino (el genital más frecuente y que más muertes produce), de endometrio (el más frecuente en países que han logrado controlar el cáncer de cuello) y de ovario (el más difícil de detectar en estadios tempranos). También pueden sufrir canceres de vagina y vulva pero son muy infrecuentes, de edades más avanzadas y en general sintomáticos. ¿Hay algo que las mujeres puedan hacer para prevenir estas graves enfermedades? En general, los canceres necesitan de una base genética, ya sea ésta heredada o por mutaciones que se producen en el propio organismo, más factores ambientales que activen o aceleren el efecto de estas mutaciones. Así, cuando hablamos de cáncer de mama en la familia o antecedentes familiares, estamos hablando de una mutación que puede haberse heredado y que PODRÍA manifestarse o no. Hay algunos casos especiales de los que hablaremos más adelante. La posibilidad de prevenirlos puede asociarse a ciertos hábitos de vida o hábitos sexuales que podrían modificar el riesgo de que algunos tumores se desarrollen. Lo más importante que pueden hacer las mujeres es buscar el cáncer de manera periódica (lo que llamamos “control periódico”) intentando encontrarlos lo antes posible, lo que permitiría una cura muchas veces definitiva con el menor daño posible, con las menores secuelas. C ANCER DE MAMA: Si bien es más frecuente en mujeres mayores de 50 años, afecta a mujeres cada vez más jóvenes. Se considera que 1/8-9 mujeres tendrán cáncer de mama a lo largo de su vida. Teniendo esto en cuenta, veremos que hay ciertos factores que resultan protectores contra el cáncer de mama: i. primera menstruación más tardía, ii. primer embarazo antes de los 30 años, iii. lactancia mayor de 6 meses, iv. ciclos regulares. Luego mirarse delante del espejo, levantando los brazos, a la búsqueda de alguna alteración en la piel, o retracción sobre algún área de la mama… Si te revisas acostada a veces podrás notar algún nodulillo extra… De manera que salvo el embarazo, temprano y más numeroso y la lactancia, no es demasiado lo que la mujer pueda hacer para prevenirlo, excepto por la detección precoz. El examen mamario y el autoexamen son muy importantes dado que concientizan a la mujer sobre sus mamas y cualquier modificación que pudiera ocurrir en ellas. Es importante realizar la palpación con las yemas de los dedos, no con las puntas… Generalmente esos pequeños nodulillos que se palpan, en la ecografía resultan ser quistes de tamaño en general pequeño (pueden variar espontáneamente a lo largo del tiempo) o nodulillos sólidos benignos. También hay casos en que la mujer presenta múltiples nodulillos pequeños, móviles, en ocasiones dolorosos, configurando esto la llamada “enfermedad escleroquística de la mama”, benigna y de manejo clínico, excepto la posibilidad de aspirar algún quiste voluminoso que produzca dolor o molestias. Esta técnica no es realmente efectiva para detectar el cáncer, dado que cuando ya es palpable hemos perdido la carrera contra él. Encontrar un nódulo fijo en la mama o ver retracción de la piel al levantar los brazos habla ya de enfermedad avanzada. La detección TEMPRANA del cáncer de mama se basa en la MAMOGRAFÍA. Bien realizada produce solamente una cierta molestia por la compresión necesaria para obtener las imágenes, pero no tiene por qué ser dolorosa. Es ideal realizarlo luego de la menstruación en las mujeres con ciclos conservados. Nódulo benigno y complemento ecográfico. También es buena idea realizarla en algún centro dedicado a mamografía, dado que las técnicas que toman las imágenes están mejor entrenadas para hacerlo de la manera menos molesta y los profesionales que interpretan las mismas están mejor preparados para ver cualquier alteración, así sea esta muy pequeña o tenue. Nódulo con francas características de malignidad. Actualmente se han difundido la mamografía digital y la “3D”. Estos sistemas de captación de la imagen de manera “digital” permiten una muy buena evaluación de la mama y de las alteraciones que esta pudiera tener. La ecografía es complementaria de la mamografía y permite determinar la calidad o conformación de las imágenes, o sea si son nódulos sólidos (generalmente fibroadenomas o fibromas, termino frecuentemente usado por las mujeres), quísticos (líquidos) o áreas más densas de la mama. Estos métodos, si bien no son indispensables para la detección precoz del cáncer que se propone, permiten una mejor visualización de la mama, pero es importante el concepto de que UNA BUENA MAMOGRAFÍA NO DIGITAL TAMBIÉN ES ÚTIL. La mamografía 3D se basa en la captura de múltiples imágenes, que al ser procesadas por una computadora, permiten al técnico “ver” a la mama en forma tridimensional, recorriendo las alteraciones (nódulo, por ejemplo) desplazándose por las imágenes casi como si tuviera el nódulo en sus manos. En manos de especialistas en imágenes dedicados a la mama, puede dar mucha información en caso de nódulos sólidos o de quistes complejos (que no son totalmente negros) Quistes mamarios Nódulo sólido, fibroadenoma Nódulo de bordes netos, posiblemente benigno En algunos casos será necesario realizar estudios complementarios, como la magnificación focalizada (imagen de una zona específica, con aumento y compresión diferente, puntualizada en esa área). Nódulo espiculado de aspecto maligno En otros casos, se podrá recurrir a la resonancia magnética nuclear, que brinda excelentes imágenes del tejido mamario y permite hacer una evaluación de la vascularización del mismo (elemento muy importante en caso de sospecha de proceso maligno, dado que los vasos que alimentan a un cáncer son diferentes de los que alimentan a un nódulo benigno) Las recomendaciones de las sociedades nacionales o internacionales sobre la frecuencia de realización de la mamografía son: i. Una imagen entre los 30 y los 40 años, ii. Ente los 40 y los 50 años dependerá de la historia de la mujer, de sus antecedentes familiares y de los resultados de las sucesivas mamografías. iii. Una por año luego de los 50 años. En algunos casos particulares se hace necesario repetir el estudio a los 6 meses, para controlar más de cerca alguna imagen dudosa que no amerita una biopsia. El profesional podrá modificar estas sugerencias de acuerdo a la paciente en especial de la que se trate. o una biopsia, ya sea por punción con aguja fina (como de inyección intramuscular), aguja gruesa o Mamotomme. Actualmente la mayoría de los informes incluyen una sigla - BI-RADS- acompañada de un número (1 a 5), acompañados a partir del 4 de una letra, “a” a “c”. Esta clasificación proviene del Colegio Americano de Radiólogos sobre Imágenes Mamarias. El “0” debe ser estudiado con algún otro método, generalmente ecografía, dado que no permite sacar conclusiones válidas. Los grados “1” y “2” son normales y no se realiza ningún otro estudio. El “3” es benigno pero sugiere control más frecuente del lado afectado, generalmente en 6 meses. En esta clase entran los fibroadenomas y los quistes principalmente. Si luego de dos años la imagen persiste igual, puede re-clasificarse como “2” y volverse a la rutina anterior. Los clasificados “4” requieren un estudio a través de biopsia (anatomopatológico) para determinar su benignidad o malignidad. Estos son lineamientos generales y cada profesional puede modificarlo según su criterio y según la paciente. Cuando hablamos de “carga familiar” en cáncer de mama, tenemos en cuenta la existencia de UN familiar en primer grado (madre, hermana o hija) o DOS O MÁS en segundo grado (tía, abuela, prima) y siempre por línea materna. En estos casos se recomienda comenzar con los controles monográficos antes de la edad en la que habitualmente se hace, según la paciente en particular, y en ocasiones se comienza 10 años antes de la edad de aparición del cáncer en el familiar. Con estos lineamientos, de encontrar imágenes sospechosas (microcalcificaciones agrupadas, densificaciones asimétricas, alteraciones de la arquitectura de la mama, distorsiones de trama, nódulos sospechosos, imágenes espiculadas) se procede a la biopsia y/o extirpación de la zona, pudiéndose así detectar y en ocasiones eliminar un cáncer en estadio no invasor (“in situ”) con grandes posibilidades de curación de la mujer. Algunas mujeres, principalmente de etnia judía askenazí, presentan una mutación en dos genes, llamados BRAC-1 y BRAC-2 que aumentan significativamente su riesgo de tener no solo cáncer de mama sino de ovario o ambos simultáneamente. En familias en que se encuentra esta mutación se observa cáncer en casi todas las mujeres de la genealogía (familia) y se recomienda una consulta no sólo con un mastólogo sino con un genetista para evaluar la posibilidad de realizar operaciones radicales como mastectomía profiláctica (extirpar ambas mamas en ausencia de enfermedad) u ooforectomía (extirpación de los ovarios) bilateral profiláctica. Estas medidas están muy discutidas entre los expertos, de todas maneras. R EDONDEANDO: Mamas: En ausencia de familiares de primer grado (madre, hermana, hija) con cáncer de mama, examen rutinario anual, una mamografía antes de los 40 años, una cada 1-2 años entre los 40 y los 50 y una por año desde los 50. En caso de familiar en primer grado o dos o más casos en segundo grado (tía, abuela, prima), se inician los controles antes de lo mencionado anteriormente. Cuello: De ser posible, vacuna contra HPV. Luego del inicio de la actividad sexual, Papanicolaou y colposcopia anuales o según indicación del profesional. Si no tuvieron relaciones hasta los 35 años, se intentara la toma de material ya sea con especulo vaginal o con hisopo de algodón (Papanicolaou vaginal). Evitar tabaco, relaciones no protegidas, muchos compañeros sexuales por el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual. Ovario: Evaluar antecedentes familiares. Ecografía transvaginal con determinada periodicidad? Pensar en la posibilidad de cáncer de ovario ante síntomas abdómino- pelvianos vagos, indefinidos, de larga evolución, generalmente en mujeres de más de 35-40 años. Dra. Claudia Rodari Especialista en Ginecología y Endocrinología Reproductiva