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LOS MUCHOS BENEFICIOS DE SALUD DE UNA DIGESTIÓN EFICIENTE Una buena alimentación es necesaria para mantener la buena salud. El sistema digestivo esencialmente convierte los alimentos que comemos en la energía que necesitamos para mantener la vida. La anatomía de nuestro sistema digestivo incluye una compleja serie de órganos y glándulas. Éstas actúan en concierto para desagregar los alimentos que comemos, desdoblándolos en moléculas más pequeñas que puede usar nuestro cuerpo. La digestión se inicia en la boca, donde la comida es molida por la masticación y se inicia su desdoblamiento gracias a la ptialina (presente en la saliva), una enzima que digiere carbohidratos. Luego de masticarla, la comida transita por el esófago al estómago. La comida se mezcla en el estómago, donde el bolo digestivo es desagregado por acción del ácido gástrico (clorhídrico, mayormente) y de la pepsina (enzima que digiere o desdobla las proteínas). Si disminuye la producción de este ácido (sucede con la edad), la digestión es menos eficiente. Los investigadores han descubierto que en los EUA, más del 30% de varones y mujeres mayores de 60 años de edad sufren de gastritis atrófica, una condición marcada por la poca o ninguna secreción de ácido gástrico (1). Afortunadamente, los métodos naturales y suplementos alimenticios pueden ayudar a apoyar la digestión óptima en el estómago. Los alimentos parcialmente digeridos salen del estómago y entran en el intestino delgado, una estructura tubular compuesta por tres segmentos: el duodeno, el yeyuno y el íleo. El duodeno continúa el desdoblamiento de los alimentos con la ayuda de la bilis de la vesícula biliar y las enzimas producidas por el páncreas y las paredes del duodeno. La bilis desdobla la grasa en glóbulos más pequeños. La grasa, proteína y carbohidratos se siguen digiriendo con la ayuda de las enzimas pancreáticas lipasa, tripsina y amilasa, respectivamente. Los suplementos alimenticios que contienen estas enzimas ayudan al apoyo de la acción de este intestino. La digestión se completa, básicamente, después que el bolo alimenticio sale del duodeno; de allí pasa al yeyuno y al íleo, donde los nutrientes se absorben al torrente sanguíneo. La sangre es purificada por el hígado, que remueve sustancias dañinas. Además, el hígado almacena vitaminas solubles en grasa (A, D, E, y K) y el exceso de glucosa, para uso futuro. Los suplementos nutricionales se pueden usar para apoyar estas valiosas funciones hepáticas. A este punto, el intestino grueso (también llamado “colon”), recibe la materia no digerible y el agua. El agua excedente y minerales residuales se absorben aquí. La fibra ayuda al tránsito del material restante, facilitando el tránsito del material “fecal” (las “heces”) por el intestino grueso. Además de promover su tránsito para eliminarse al exterior, la fibra también apoya la bacteria amigable (llamada “probióticos”). Cerca de 100 billones de bacterias residen en el sistema digestivo. Estas bacterias efectúan varias funciones vitales: promueven una digestión eficiente, apoyan el sistema inmunológico, inhiben el crecimiento de patógenos y producen varias vitaminas. Muchos suplementos que constan de varios tipos de fibra (soluble e insoluble) ayudan a la remoción de los deshechos. Adicionalmente, muchas diferentes cepas de bacterias en la forma de suplementos nutricionales, actúan como probióticos. Por mucho tiempo se ha sabido que los probióticos aportan muchos beneficios a la salud de los seres humanos. Leí con mucho interés varios informes recientes que indican otros sorprendentes beneficios. Por ejemplo, ratones alimentados con un caldo con Lactobacillus rhamnosus, tienen un comportamiento menos ansioso que los que se alimentó sin esta cepa bacteriana. Los cambios de conducta se explican por la diferencia en los receptores químicos en el cerebro y en los niveles de la hormona del estrés (corticosterona). Se observó que el cambio producido por la bacteria L. rhamnosus en la composición intestinal influenció a los ratones vía el nervio vago. Los impulsos inducidos por estos microbios en el nervio vago resultaron en un aumento de receptores de GABA (ácido gama-amino-butírico, un neurotransmisor) y menor nivel de la hormona del estrés. El resultado neto fue una reducción significativa de la ansiedad observada en los ratones alimentados con la bacteria (2). Hasta hace pocos se pensaba que los probióticos actuaban sólo localmente en los intestinos. Pero este estudio sugiere que la bacteria intestinal pudiera jugar un papel en varios desórdenes siquiátricos y en las diferencias de conducta individual. Otra área de investigación bastante intensa tiene que ver con cómo los microbios intestinales contribuyen a contraatacar la inflamación crónica. Como sabemos, la inflamación está asociada con muchos estados de enfermedad. La enfermedad de inflamación intestinal (IBD, sigla del inglés “Irritable Bowel Disease”). La investigación indica que cepas específicas de probióticos que mantienen en remisión el IBD, no funcionan normalmente en presencia de un ambiente rico en hierro (3). El hierro inhibió las cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium. Como resultado, éstas bacterias fallaron en reducir la inflamación. Esta información sugiere posibles explicaciones del porqué se establece el IBD. Se suponía que la flora intestinal estaba compuesta de diversas poblaciones de bacterias. Se pensaba también que la presencia de hongos estaba asociada con enfermedades infecciosas. Pero un nuevo estudio demostró que el intestino de los mamíferos contiene una rica y diversa comunidad fúngica y que ésta interactúa con los receptores del sistema inmunológico (4). Los disturbios de la comunicación entre los receptores inmunológicos y los hongos originarios usualmente resultan en condiciones de inflamación (como en IBD). Esta investigación muestra que la comunidad fúngica puede coexistir con la comunidad bacteriana y ambas han establecido un delicado equilibrio con el sistema inmunológico. Una mayor clarificación de estas complejas interacciones permitirá entender mejor la intervención de los intestinos en la salud y la enfermedad. Eventualmente, a medida que avance la investigación, aparecerán valiosas terapias. Documento creado por el Dr. William J Keller Traducido al español por John S. Baker Referencias: (1) (2) (3) (4) Krasinski SD, Russell RM, Samloff IM, Jacob RA, Dallal GE, McGandy RB, Hartz SC. Fundic atrophic gastritis in an elderly population. Effect on hemoglobin and several serum nutritional indicators. Journal of the American Geriatrics Society. 1986 Nov; 34(11):800-6. Bravo JA, et al. Ingestion of Lactobacillus strain regulates emotional behavior and central GABA receptor expression in a mouse via the vagus nerve. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America. 2011 Sep 20; 108(38):16050-5. Bailey JR, Probert CS, Cogan TA. Identification and characterisation of an ironresponsive candidate probiotic. PLoS One. 2011; 6(10):e26507. Iliev ID, Funari VA, Taylor KD, Nguyen Q, et al. Interactions between commensal fungi and the C-type lectin receptor Dectin-1 influence colitis. Science. 2012 Jun 8; 336(6086):1314-7.