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UCP Gente, gente de bien y profesionalmente capaz L E A NUEVA GESTIÓN PÚBLICA1 Primera parte La transformación de la Gestión Pública consiste en el reemplazo de los métodos burocráticos por métodos manejados por el mercado para la provisión de bienes y servicios producidos por el gobierno. A tal efecto, se trata de constituir mercados para la mayoría de los servicios públicos, separando la elaboración de políticas de la provisión de servicios (o ejecución de políticas). Ello se realiza abriendo éstos a la competencia y desarrollando vínculos contractuales entre los proveedores de los servicios, los consumidores y los financiadores, de manera que las agencias puedan responder a las presiones del mercado. (Cunill, 1997) Introducción En diversos textos clásicos de economía se analiza un dilema relacionado con el tamaño óptimo del sector público y el grado de eficiencia que alcanza en el desempeño de sus funciones. Es así como se plantean distintos argumentos, unos a favor y otros en contra o del Estado o del Mercado; no obstante, algunos libros de texto convencionales consideran situaciones de complementariedad entre los sectores público y privado. Las razones de la discusión se explican, en parte, por los fallos que producen tanto el Mercado como el Estado, en los procesos de asignación de recursos. 1 Armando Gil Ospina. Docente del Programa de Economía de la UCP. Bernardo González Lozano. Docente del Programa de Economía de la UCP. 7 UCP Gente, gente de bien y profesionalmente capaz Las desigualdades del ingreso nacional en las sociedades durante el siglo XIX, y la ineficiencia de los mercados favorecieron la intervención y regulación del Estado y la asunción de un papel más activo, intentado con ello enmendar los “fallos del mercado”. Sin embargo, en el decenio del setenta del siglo XX, comienza la preocupación por las ineficacias detectadas en la ejecución de los programas públicos, surgiendo el planteamiento de “los fallos de la intervención del Estado” en la Economía, asociados a la burocracia, la competencia política o derivados de la propia naturaleza de los bienes públicos. De todos modos, ante la coexistencia de fallos generados por uno y otro y sus efectos en el bienestar de la población, ambos se han granjeado un cierto grado de repudio y pérdida de credibilidad como gestores del desarrollo social; no obstante, la crisis del Estado de Bienestar en los años setenta, permitió que las renovadas ideas liberales relacionadas con la Economía de Mercado se establecieran como alternativa de bienestar ciudadano. El decenio de los noventa empezó con un panorama global que convenía a los intereses de las ideas liberales que terminaron por afianzarse en lo que se llamó Nuevo Orden Mundial (Perestroika, Glasnot, “caída del muro de Berlín”, entre otros). El afamado “Consenso de Washington”, impulsó los cambios y transformaciones que requería el nuevo contexto internacional, entre las que se destacan la modernización del Estado y la Administración Pública: exigencia a las instituciones públicas para que actúen aplicando principios de economía, eficiencia, eficacia y efectividad. “Estas nuevas demandas, cada vez más importantes como consecuencia de la magnitud del déficit público en prácticamente la totalidad de países, tuvieron 8 UCP Gente, gente de bien y profesionalmente capaz en un primer momento un importante impacto en los procesos de construcción de políticas públicas, pero en la actualidad no se circunscriben únicamente a la esfera política o ministerial, sino que se han ampliado a todas las actuaciones de la administración en sus diferentes órdenes territoriales. Así, las administraciones estatales, autonómicas, provinciales y locales se ven envueltas en procesos de regeneración, de cambio. Nuevos patrones de actuación y comportamiento, comunes internacionalmente, son los que han llevado a diseñar un nuevo sistema operativo público, una nueva filosofía de actuación: la nueva gestión pública”. (García, 2007, 38) Bajo la teoría de la public choice se establece que el Estado ha de favorecer unos fuertes derechos de propiedad privada individual, el imperio de la ley, y las instituciones del libre mercado y del libre comercio. Éstos son los puntos de acuerdo considerados esenciales para garantizar las libertades individuales. Lo anterior supone contemplar al Estado y a la sociedad como un instrumento auxiliar del mercado, al servicio de su lógica de racionalización, y que sea el mercado el que gobierna y el gobierno quien gestiona. Únicamente se justifica la presencia del Estado por la corrección de los fallos de mercado y el logro de los objetivos de justicia social, ya que en la medida en que el Estado representa al conjunto de la ciudadanía, ha de asumir entre sus tareas las relacionadas con la redistribución social, al objeto de permitir que la asignación de rentas y activos se aproxime a aquella que se considera socialmente deseable. Sobre estas dos grandes tareas -corrección de los fallos de mercado y redistribución social- se asienta la justificación económica del Estado (Altaba, 2009). 9 UCP Gente, gente de bien y profesionalmente capaz Se ha hecho evidente en países (por ejemplo, Reino Unido), que todos los cambios que se han impulsado con la NGP carecen de validez si no existe un sistema de control efectivo que permita contrastar la bondad de la intervención pública. Por ello, desde los años noventa se empezaron a perfeccionar los tradicionales sistemas de control orientados hacia la verificación del cumplimiento de la legalidad, encaminándose asimismo a contrastar los principios de eficiencia, eficacia, calidad y participación ciudadana. Es de precisar que el análisis de las principales teorías que sustentan este paradigma emergente permite entender la razón de cada una de las políticas o cambios que han tenido, tienen o tendrán lugar en las administraciones. Hay que partir de la base de que la nueva gestión pública extrae las ideas claves de distintos enfoques teóricos, analiza sus características y aplica aquellas que le permiten conseguir la intervención más adecuada al bienestar de la sociedad en general. Es precisamente la amplitud teórica sobre la que se fundamenta su marco de acción lo que le permite no rechazar unas preferencias de actuación frente a otras por mera ideología, sino en función del análisis de las distintas alternativas posibles. Antecedentes de la Nueva Gestión Pública -NGPSegún Osborne (2006), el debilitamiento del paradigma tradicional de la administración pública y del Estado de Bienestar -que alcanzó su máximo desarrollo en Inglaterra y Estados Unidos en los años de posguerra y hasta el decenio del sesenta- se puede explicar a partir de dos factores relacionados: por un lado, su aplicación mostró un debilitamiento paulatino del Estado en su capacidad de 10 UCP Gente, gente de bien y profesionalmente capaz satisfacer las crecientes necesidades sociales de la población; por otro, el paradigma comenzó a recibir fuertes críticas de parte de las comunidades académicas y de las élites políticas de los diferentes países (Acosta, 2010). Por lo anterior, a lo largo de los últimos cuatro decenios, ha aumentado el interés por el estudio de la administración pública en las distintas regiones del mundo (empezando por los países de influencia anglosajona) como reacción a los cambios que han tenido lugar en las esferas económica, política y social. En los años setenta se empezó a evidenciar el “desgaste” y la “inoperancia” tanto de las instituciones como de los mecanismos e instrumentos de negociación, cooperación e intercambio internacional establecidos en los años de posguerra. Además, en dichos años emergieron con inusitada fuerza las corrientes neoliberales que centraban su interés en la disminución del papel del Estado como regulador de los procesos económicos; de ellas se derivó la doble exaltación de este contexto histórico: la primera referida a la incapacidad de los gobiernos para lograr una asignación y distribución equitativas de los recursos; la segunda dirigida al papel preponderante que debía cumplir el mercado como mecanismo encargado de asumir las funciones reguladoras de forma eficiente. “El surgimiento de los regímenes conservadores en Gran Bretaña (1979) y en los Estados Unidos (1980) Y Alemania (1982) condujo al llamado “neoliberalismo”, que trajo consigo el apremio por la reforma del sector público conocida como “Nueva Gerencia Pública” (NGP) o “neo-Taylorismo” La reforma perseguía alterar las relaciones entre los sectores público y privado de la economía, examinando esencialmente el papel del estado en la economía y la promoción de valores 11 UCP Gente, gente de bien y profesionalmente capaz fundamentales tales como la libertad individual, la opción del consumidor y una mayor iniciativa del sector privado en el desarrollo económico” (Mascarenhas, 1993; citado por Campero 2006). En esencia, el propósito fundamental fue incorporar dentro del sector público valores centrales identificados con las economías de empresa privada y sustentarse en el pensamiento de la ‘nueva derecha’, mediante la “reducción del estado”, a través de la desregulación, la liberalización económica y la privatización. En el fondo, se persiguió un cambio radical desde un servicio público cuyo propósito era promover el bienestar público, mediante “una cultura empresarial” basada en la economía y la eficiencia (Mascarenhas, 1993). El proceso renovador se consolidó en el decenio del noventa, bajo un contexto que representó un cambio de modelo aplicado al sector público que impuso mayor grado de exigencia en la organización y dirección de las actividades, y un dominio de medios, métodos y técnicas modernas y avanzados, sustentados en la creciente introducción de las innovaciones, y la constante exigencia de la eficiencia y la gestión por resultados. “A lo largo de los últimos veinte años, en la mayoría de los países del mundo occidental se ha podido observar una verdadera «revolución global”. El ascenso de un gobierno y sector público de corte empresarial. Ha surgido un nuevo paradigma cuya expresión más clara es la New Public Management. El management privado, entendido como el conjunto de técnicas, valores y principios se ha convertido en una de las principales fuentes de inspiración de la modernización del sector público en los países occidentales. Este enfoque pone el énfasis en la eficiencia y la eficacia del gobierno” (Friedmann, 2003). 12