Download El Islam en México. Construcción de identidades - ALA
Document related concepts
Transcript
Ruth Jatziri García Linares Doctorante del Posgrado en Antropología FFyL-UNAM Tel/cel. 5523093062 ruthjatziri@hotmail.com “El islam en México. Construcción de identidades religiosas” Palabras clave: religión, musulmanas, identidad, conversión, antropología, mujeres. Introducción El trabajo antropológico nos lleva por realidades que sobrepasan nuestra imaginación, nuestros planteamientos teóricos y los proyectos propuestos, he ahí la riqueza de la cultura, sí, la cultura en movimiento, es en este mismo entramado cultural donde la religión aparece y se presenta abstracta, cognitiva y por supuesto simbólica, para invitarnos al análisis de los nuevos contextos religiosos que tamizan la sociedad mexicana. ¿Qué significa hacer antropología del islam en el contexto actual? ¿Qué estamos observando en México respecto a ello? ¿Qué hemos encontrado y cuál es el horizonte de posibilidades? Estudiar esta religión en el contexto mexicano significa desarrollar de forma persistente nuevos temas de análisis, porque la observación desde la veta antropológica sigue siendo una tarea que requiere aún más crecimiento. Por tal motivo nos aventuramos a explorar para conocer y sólo así comprender la realidad. El islam se ha ido insertando en la vida religiosa de México y diariamente gana adeptos. Los mexicanos y las mexicanas que se adhieren a él se ven en la necesidad de reconstruir su identidad a raíz de la aceptación de normas religiosas y, en ocasiones, costumbres culturales. Es aquí donde encuentra sentido la presente investigación. ¿Por qué algunos mexicanos pasan de una creencia 1 religiosa a otra? ¿Qué los motiva a cambiar de religión? ¿Cuáles son los elementos que permiten a los hombres y mujeres mexicanas afianzar el sentido de pertenencia al islam? ¿De qué forma su vida cotidiana se ve trastocada a raíz de las normas religiosas que guardan? ¿Cómo es el proceso de socialización que se genera al interior de la(s) comunidad (es) para forjar una identidad religiosa? ¿Cuáles son los elementos transnacionales que se adoptan al abrazar el islam? ¿De qué manera son usados dichos elementos en la conformación de la identidad? Estas interrogantes nos permiten ubicar un campo propicio para el estudio del islam en México. En esta ocasión hablaremos de tres comunidades musulmanas, para comprender de manera muy básica cómo se delinean estas nuevas identidades religiosas. Una de ellas se ubica en el Distrito Federal y las otras dos se localizan al norte de nuestro país, más específicamente en Monterrey y Torreón. El principal objetivo es contribuir al conocimiento de las comunidades musulmanas de nuestro entorno geográfico. Dicho lo cual la presente ponencia se dividirá de la siguiente forma; en un primer apartado hablaremos de manera breve sobre los estudios antropológicos que se han hecho respecto al islam en el país. En un segundo momento abordaremos algunas categorías sustanciales que nos acercan al tema de la religión, la conversión y la identidad religiosa. En un tercer apartado expondremos un perfil general sobre las comunidades de musulmanes que hemos enunciado con el afán de palpar las multiplicidades del fenómeno de la conversión religiosa en dichos espacios. Finalmente expondremos algunas palabras finales sobre el tema. Investigaciones antropológicas sobre el islam en México Recuerdo que fue en 2008 cuando empecé a explorar el tema del islam en México y en ese momento, apenas encontré un par de publicaciones desde la disciplina antropológica. Lo que hallé al principio fue una tesis de licenciatura cuya autora, 2 Cynthia Hernández González1, exploraba un ritual de iniciación en una comunidad sufí de la Ciudad de México, pero con el paso de los años, al ampliar la búsqueda bibliográfica, aparecieron otros documentos de investigación, por ejemplo, el de Angélica Schenerock, quien había publicado en 2005 una tesis de maestría en Ciencias Sociales titulada: Más allá de velos y peinados: las reelaboraciones étnicas y genéricas de las chamulas musulmanas sufís en San Cristóbal de las Casas (CESMECA-UNICACH). También fue interesante saber que no sólo Schenerock sino que de igual forma Sandra Cañas Cueva había abordado el caso de otra de las comunidades musulmanas (esta perteneciente a la rama suni del islam) asentadas en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en ambos trabajos el tema de las identidades étnicas y la conversión religiosa al islam se hacía presente2. Eso por lo que se refiere al sur del país. En el centro de México y de forma más concreta en el Distrito Federal, se seguían escribiendo trabajos al respecto, se publicó en 2010 la tesis de licenciatura de Lucía Ciriani Salazar, titulada: Vínculo y ritual en la Metrópolis Moderna. Reflexiones sobre una orden sufí en la Ciudad de México, por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, de igual forma salió publicado el número 45 en 2011 de la revista Istor y aunque la revista es de Historia Internacional, esta dedicó ese volumen a la cuestión del Islam en América Latina, ahí se encuentra un artículo de Camila Pastor de Maria y Campos titulado: “Ser un musulmán nuevo en México: la economía política de la fe”3. De forma más reciente se incluyeron a este núcleo de trabajos la tesis de maestría en Estudios de Género de Claudia 1 Hernández González, Cynthia, El islam en la ciudad de México: la orden halveti yerrahi y su ritual de iniciación a partir de los años 80 del siglo XX, tesis de licenciatura, México, Escuela Nacional de Antropología e Historia, 2009. 2 Cañas Cuevas, Sandra, KOLIYAL ALLAH TSOTSUNKOTIK “Gracias a Allah que somos más fuertes”. Identidades étnicas y relaciones de género entre los indígenas sunníes en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, tesis de maestría, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, México, 2006. 3 Para mayor referencia consultar: Pastor de Maria y Campos, Camila, “Ser un musulmán nuevo en México: la economía política de la fe”, en Istor Revista de Historia Internacional, año XII, núm. 45, 2011, pp. 54-75. 3 Lorena Castro Flores, Allah en Masculino y femenino. Formas diferenciadas de interpretar y practicar el Islam en México, (México, COLMEX, 2012). A la postre apareció en 2014 el libro de Arely Medina, Islam en Guadalajara. Identidad y relocalización y se unió en ese mismo año a la producción sobre el tema, mi tesis de maestría en Antropología4. Es decir, no es sino en la última década que varios especialistas en materia antropológica, nos hemos dedicado a dar cuenta de la vida de las comunidades musulmanas que habitan nuestro territorio. Pero pese a esta producción aún hay mucho que hacer y decir respecto a las comunidades musulmanas que se siguen conformando de forma lenta, pero progresiva en nuestro país, por tal motivo nos parece importante comprender cómo es que se están generando nuevas identidades religiosas a partir del fenómeno de la conversión de mexicanas y mexicanos al islam, considerando que para ello es necesario completar, en la medida de lo posible, un cuadro geográfico-religioso sobre el islam en México. Con el interés entonces de contribuir a la construcción del mismo, nos hemos acercado a algunas comunidades musulmanas para entender sus dinámicas religioso-culturales. Este acercamiento nos ha permitido establecer un núcleo de conceptos antropológicos que a continuación desarrollaremos. Religión, conversión e identidad Pasemos ahora a esta segunda tarea, los conceptos. Por inicio de cuentas nos parece fundamental definir que se entenderá por religión, identidad, identidad religiosa y conversión, estos términos serán substanciales para acercarnos al fenómeno de la conversión al islam en México. A continuación los explicamos. 4 García Linares, Ruth Jatziri, Las mujeres conversas del Centro Educativo de la Comunidad Musulmana en la Ciudad de México. Construcción de una identidad religiosa, tesis de maestría en Antropología, México, FFyL/IIA-UNAM, 2014. 4 Presentamos en primer lugar a la religión, entendemos a esta como: ese dispositivo simbólico y práctico que compartimos en comunidad, cuyo eje es la creencia en un ente sagrado y sobrenatural, dicho dispositivo nos permite situarnos en el mundo de forma significativa, dotar de sentido nuestra existencia y mantener un sentimiento de pertenencia hacia una tradición religiosa determinada. Este planteamiento se sostiene a partir de la obra de Berger (1967) y de HervieuLéger (2004). Dice Berger, “en todo caso, cuando se da por sentado el nomos como propio de la «naturaleza de las cosas», entendido cosmológica o antropológicamente, se le dota de una estabilidad que deriva de fuentes más poderosas que los esfuerzos históricos de los seres humanos” (Berger, 1967:40). Aquí puede observarse que el concepto de religión trae aparejada la idea de estabilidad, elemento sustancial en el entendimiento de la conversión y la búsqueda religiosa. Por su parte Hervieu–Léger, entiende a la religión como: “un dispositivo ideológico, práctico y simbólico por el cual es constituido, mantenido, desarrollado y controlado el sentido individual y colectivo de la pertenencia a un linaje creyente particular” (Hervieu-Léger, 2004: 23). Estos dos conceptos han sido fundamentales en la elaboración de uno propio que ya he mencionado al inicio de este apartado. El segundo concepto que aparece es el de identidad. En el libro, I Seminario sobre identidad, Pérez Maya trabaja un artículo titulado: “La identidad como objeto de estudio”, en éste ella dice: “las identidades, entonces, en un sentido genérico, serían el producto de procesos ideológicos constitutivos de la realidad social, que buscan organizar en un universo coherente –a través de un conjunto de representaciones culturales, normas, valores, creencias y signo– el conjunto de relaciones reales e imaginarias que los hombres han establecido entre sí y con el mundo material” (Pérez, 1992:65). 5 Se puede decir, que las identidades se construyen a partir de un eje que da forma y sustento a la vida de los sujetos, esto se logra en la medida que se establecen códigos que tienen como base un campo simbólico y material compartido. A lo largo de mi experiencia antropológica he encontrado que los conversos al islam no sólo sostienen sus relaciones a partir de un esquema de valores y creencias religiosas, sino que ello se traslada a ciertos elementos físicos, ya sean estos: el cambio del lenguaje, la adopción de una vestimenta específica, la incorporación de nuevas costumbres alimenticias o el establecimiento de nuevos hábitos de higiene, lo que delinea su nueva identidad religiosa y la sostiene. El planteamiento de Alberto Melucci (Melucci, 1996:70) también arroja elementos importantes a considerar en la comprensión del cómo se construye una identidad religiosa, en este caso, una identidad colectiva. Para él esta es concebida como un conjunto de prácticas sociales que: 1) Involucran simultáneamente a cierto número de individuos o -en un nivel más complejo- de grupos; 2) Exhiben características morfológicas similares en la contigüidad temporal y espacial, 3) Implican un campo de relaciones sociales y además 4) Involucra la capacidad de la gente involucrada para conferir un sentido a lo que está haciendo o va a hacer. Teniendo en cuenta los elementos anteriores podemos comprender que las identidades se configuran en espacios determinados y en tiempos concretos, es decir, no podemos sino hablar de procesos que se enmarcan en una duración específica y que involucran a los individuos en ciertas relaciones que los aglutinan bajo un eje, en este caso, el islam. Estos lineamientos nos permiten pensar a la identidad religiosa “como la representación que tienen los actores religiosos de su posición y de su destino último en el cosmos (“salvación”), desde el punto de vista de las creencias de su grupo religioso de pertenencia, siempre en contraste con otras representaciones o visiones del mundo de otros grupos” (Giménez, 2009:203). 6 Es necesario entender que la construcción de la identidad, la identidad colectiva y la identidad religiosa, siempre implica un adentro y un afuera, ello nos lleva a otro planteamiento que propone Giménez respecto a la identidad colectiva, él habla sobre tres funciones de la misma: la función locativa que se refiere a la orientación y ubicación de los sujetos en el espacio social; la función selectiva, es decir, la identidad selecciona en función de los valores que le son inherentes. Derecho a ser, que es al mismo tiempo, un deber ser; y la función integradora que es la que busca integrar referencias del pasado y del presente. Dichas funciones permiten completar lo expuesto líneas arriba, donde hablamos de un tiempo y un espacio, así como de las relaciones que se generan en un contexto específico, en consecuencia, los individuos generan a partir de los mencionados elementos un sentido de pertenencia a un grupo determinado. Hasta aquí hemos definido cuatro conceptos: religión, identidad, identidad colectiva e identidad religiosa, pasaré al cuarto y último, es decir, la conversión. Lofland y Skonovd (1983) presentan en su artículo “Patterns of Conversion” una noción para el estudio de la conversión, en éste nos hablan de algunas características que no deben perderse de vista cuando discutimos sobre dicho fenómeno: “1) El grado de presión social que conlleva la conversión; 2) la duración temporal de la experiencia; 3) el nivel de excitación implícito durante el proceso; 4) el tono o contenido afectivo del mismo, y 5) el nivel de participación en la doctrina” (citados en Prat, 1997:109). Con base en estas características señalan además seis tipos de conversión: la intelectual, la mística, la experimental, la afectiva, la revivificadora (revivalist) y la coercitiva. Es indispensable tener en cuenta éstos para analizar cuáles se están presentando con mayor frecuencia en los conversos al islam, cabe subrayar que todo dependerá de la biografía de cada individuo, sobre ello podemos decir que es la intelectual y la afectiva las que tienen más presencia, según nuestra experiencia etnográfica. Bajo este marco conceptual nos hemos acercado a la práctica del islam en México, entendiendo por supuesto que los conceptos base, es decir, religión, identidad, identidad colectiva, identidad religiosa y conversión nos permitirán 7 movernos hacia otros ejes analíticos, los cuales dependerán de las comunidades y de sus características particulares. A continuación hablaré de estas y de sus dinámicas para entender cómo es que se están construyendo las identidades religiosas de los conversos al islam. Las musulmanas del Centro Educativo de la Comunidad Musulmana En primer lugar tenemos a las mujeres del Centro Educativo de la Comunidad Musulmana (CECM), ellas son jóvenes en su mayoría y cuentan con estudios profesionales han decidido abrazar el islam y adoptar las normas que implica esta práctica religiosa. A lo largo de mi trabajo en campo pude observar a través de ellas que la búsqueda y la adopción del islam tiene que ver con diferentes factores, entre los que se encuentran: a) la amistad con algún chico musulmán; b) la búsqueda religiosa, c) un interés personal, ya sea éste académico o individual, d) curiosidad por la región de Medio Oriente o por la cultura árabe y e) la necesidad de encontrar respuestas más convincentes respecto a lo aprendido en su religión de origen y a determinados dogmas religiosos. Un factor determinante es que este núcleo de mujeres, a las que conocí entre el 2010 y 2011, eran en su mayoría solteras me parece importante este dato porque lo anterior resulta relevante en la forma en cómo se está construyendo su identidad religiosa. Hecho que no se presenta en las otras dos comunidades del norte de nuestro país. Con ello quiero decir que su acercamiento al islam viene dado en la mayoría de los casos, por el interés de contraer matrimonio con algún chico musulmán, así que su conversión está mediada básicamente por el factor amoroso, tal motivo se ve reflejado en el tiempo de conversión de cada una de ellas y ello recae de manera singular en su proceso de conversión. Otra situación que me parece conveniente subrayar son las estrategias que se implementan al interior de este grupo para afianzar su identidad, las podemos resumir en las siguientes: asistir a las lecciones de árabe, acudir a las clases de religión, reunirse de vez en cuando en casa de alguna amiga, realizar fiestas de 8 henna cuando alguien está próxima a casarse y comentar entre ellas las vicisitudes que pasan como conversas. Cabe destacar que la transformación de las mujeres conversas se expresa de forma más determinante en el uso del velo, el cambio en la dieta alimenticia, el uso de un nuevo lenguaje, la reconceptualización de su cuerpo y en una constante relación con sus pares. En lo individual, cada una de ellas se está apropiando de las normas religiosas y practicándolas poco a poco. Sabemos que la conversión es un proceso que tiene diferentes etapas las cuales están matizadas por la convicción del creyente. La práctica islámica trae entonces consigo, no sólo una serie de prescripciones morales sino también, distintos bagajes culturales que se mezclan con la cultural mexicana y que se enmarcan en este caso en un territorio nacional específico, lo que complejiza el proceso de conversión de las mujeres mexicanas al islam. Día a día, de forma diversa cada una de ellas construye su identidad religiosa y colectiva; por supuesto que esta construcción se refleja en su vida social y en cómo se relacionan con los demás. Advierto, entonces, que los efectos de la conversión no son siempre directos, radicales o totales. Y aunque el cambio no deja de ser nunca persistente, importante y continuo en todas ellas, el ritmo de cada una es diferente y heterogéneo en sus formas. Todo el tiempo se encuentra en negociación la cultural local, con las culturas que se traslapan en la práctica del islam. Veo, además, que lo árabe y el islam se mezclan, haciendo a veces difícil la definición de su identidad religiosa. Exploremos ahora la construcción de la identidad de las mujeres del Centro Islámico del Norte en Monterrey. Las musulmanas del Centro Islámico del Norte en Monterrey Esta comunidad con la que conviví de forma muy reciente, está conformada por varios matrimonios asunto que me parece interesante y novedoso, porque tanto en el Centro Educativo de la Comunidad Musulmana (CECM) del Distrito Federal como en Torreón, las dinámicas son distintas. Al hallar esta situación me percaté con toda inquietud que hay muchos temas que saltan a la vista y que son 9 atractivos a la luz del proceso de conversión de mexicanas al islam. En primer lugar, la cuestión de la conversión individual como un acto autónomo que conlleva, dependiendo el caso, la influencia o no del pretendiente y/o esposo musulmán y además extranjero; en segundo lugar, la vida familiar que cada una de ellas construye alrededor de su proceso de conversión y como tercer y último punto, la educación de los hijos, es decir, la presencia y la práctica de esta tradición religiosa en sus vidas. Pude entrevistar en esta primera ocasión a dieciocho personas, de las cuales doce conformaban seis matrimonios. Lo maravilloso de este encuentro antropológico es, que examiné otra serie de temas que no había encontrado en la realidad sobre el tema del islam en México y que tienen que ver como lo mencioné líneas arriba, con la conformación de matrimonios y la educación de los hijos. El proceso de conversión religiosa en las mujeres del Centro Islámico del Norte está atravesado por varias esferas que cruzan su vida cotidiana y una de ellas que pienso trascendental es, la consolidación de una familia cien por ciento musulmana. De forma general haciendo un recuento fugaz sobre las actividades que se llevan a cabo en la comunidad, puedo decir que al menos para la fiesta de Ramadán, hubo un calendario de comidas para romper todos los días de manera conjunta el ayuno. Ya fuera en el Centro Islámico del Norte o en casa de alguien, el ayuno se rompía con los miembros de la misma comunidad. Me tocó ser invitada a tres casas para romperlo, por supuesto que en estas cenas se prepara algo especial, a veces se come al estilo marroquí o al mexicano, pero lo importante es mantener siempre la comunión con aquellos que comparten el sacrifico y las bendiciones de este mes. También durante el de Ramadán estuvo activa una página en facebook que se llamó “Puro Ramadán”5, en donde se subían algunas recetas o consejos para el desayuno que debe hacerse antes de comenzar el ayuno y para el desenvolvimiento del día en general, de igual forma 5 Diario de campo, 24 de junio de 2015, Monterrey, Nuevo León. 10 aparecían comentarios y experiencias en la página sobre cómo vivían las mujeres su ayuno. Por el momento no puedo decir más sobre la comunidad ya que apenas he realizado mi primera exploración que espero de frutos a lo largo de los próximos años, en los que me encontraré inmersa en la vida cotidiana de estas mujeres y en consecuencia podré observar la construcción de la identidad religiosa y su reproducción en el núcleo familiar. Cabe destacar que lo singular de este grupo de mujeres es que además de ser casadas, sus conversiones se dieron mucho antes de conocer a sus esposos musulmanes, lo que nos habla de otro tipo de conversión, yo diría aquélla que está marcada más por la convicción personal y que tiene tintes intelectuales. Así que ahí están los temas: identidad, conversión, islam, migración, matrimonio, vida religiosa y educación religiosa infantil. Hablaré a continuación sobre la comunidad de Torreón para completar una especie de cuadro comparativo, mínimo y muy básico por el momento, pero siempre interesante. Los musulmanes de la Mezquita Suraya en Torreón En primer lugar me gustaría explicar ¿Cómo y por qué se construyó la mezquita Suraya? El señor Elías Serhan me cuenta que la mezquita se construyó como un regalo de él para su hija, quien murió en un accidente automovilístico, ese acontecimiento le hizo pensar en hacerle un regalo y decidió construirle una mezquita6. Así que como él me explica: “tal vez si mi hija no hubiera muerto, no hubiera construido la mezquita”7 Y aunque en su momento ésta se edificó en nombre de ella, el propósito también es que todos los musulmanes de Torreón y de cualquier parte puedan hacer uso de la misma. 6 La mezquita tiene una construcción de 100 metros cuadrados cuenta con: 1) Un área de recibidores y oficinas; 2) el lugar donde se reza; 3) un minarete cuya altura es de 18.50 metros y desde ahí, al menos en los países de Medio Oriente se realiza el llamado para hacer la oración o el Adhán; 4) una cocina; 5) sanitarios para hombres y mujeres, 6) un espacio tipo comedor; 7) un cuarto para preparar a los muertos y 8) dormitorios para recibir visitas. 7 Entrevista con el Sr. Elías Serhan, 19 de julio de 1015, Torreón, Coahuila. 11 ¿Qué observé en mi estancia respecto al islam y los musulmanes de Torreón? Que los musulmanes que acuden con regularidad son muy pocos, entre 10 y 12 personas, de este conjunto la mayoría son hombres, los más grandes tienen entre 70 y 85 años, los que siguen en orden descendente entre 40 y 55 años y los últimos, los más jóvenes entre 18 y 25 años. Hay muy pocas mujeres, de hecho son sólo tres las que asisten de forma regular. El estar ahí me permitió no sólo interactuar con los musulmanes de la comunidad sino con hombres musulmanes, lo cual para mí significó una auténtica ganancia, ya que por mi género es difícil la interacción con ellos y hasta ese momento no había platicado con hombres musulmanes de una manera tan cercana. Pero ¿Dónde se encontraban las mujeres musulmanas de origen y las mujeres conversas? Al parecer no hay muchas, al menos no, que asistan a la mezquita de forma regular. Fue a través de una entrevista que me comentaron sobre la existencia de seis mujeres conversas, las cuales no acuden por cuestiones de trabajo y porque tampoco es una obligación hacerlo. Pero ¿Cuáles son las actividades que se realizan en la mezquita? ¿De qué forma se están construyendo las identidades de los musulmanes en esa comunidad? Aparte del día viernes que es el día de la oración obligatoria, los integrantes de la comunidad de Torreón se reúnen el domingo alrededor de la una de la tarde. La reunión que se hace en este día es para beneficiar a todos aquellos que por razones laborales o de escuela no pueden acudir al rezo del viernes. Aunque cabe señalar que el viernes es el día en que podemos ver a casi todos los hombres de la comunidad, lo que no ocurre el domingo. Entre los musulmanes que asisten encontramos a dos hombres mexicanos y conversos, cinco hombres de ascendencia libanesa pero mexicanos de nacimiento, y otro proveniente de Jordania. ¿Qué actividades se realizan dentro de la mezquita? Básicamente como ya lo mencionamos, la oración del viernes y la del día domingo, además de una reunión que tienen los varones el día miércoles por la noche para tratar asuntos 12 diversos sobre la mezquita ¿Cómo fortalecen entonces los lazos comunitarios? Yo diría que no hay actividades que incentiven estos lazos, de hecho cuando les pregunté a varios miembros de la mezquita si ¿Les gustaría que hubiera otra serie de actividades? La mayoría opinó que sí, pero que es complicado porque no hay nadie capacitado, por ejemplo, para dar clases de árabe y qué cuando se intentó darlas algunas personas salieron molestan y mejor se optó por suspenderlas. Lo que sin duda lamentan. Otros consideran que es necesario un líder que dirija a la comunidad y que la active a partir de acciones diversas. ¿Qué pasa entonces con la práctica del islam en Torreón? ¿Por qué hay tan pocos adeptos? Algunos de los hijos de los primeros migrantes (hombres) que llegaron a Torreón y que eran musulmanes fueron contrayendo matrimonio con mujeres católicas lo que impidió, por decirlo de alguna forma, la reproducción exitosa de la religión, así que poco a poco se fueron disolviendo las costumbres islámicas. Algunos de los hijos de los musulmanes que acuden a la mezquita, aunque saben de religión, no son musulmanes practicantes al respecto nos preguntamos ¿Por qué no les enseñaron el islam a sus hijos? Al parecer el rol del hombre-musulmán como proveedor, imposibilitó que éste estuviera cerca de ellos para enseñarles los valores islámicos, lo que derivó en la pérdida de algunas costumbres. Hecho que se sostiene en la siguiente conclusión: las mujeres son las que transmiten los principios y valores religiosos a los hijos, por lo tanto, al ser las esposas católicas, no hubo una reproducción efectiva de estos valores dentro del seno familiar, así que los hijos no practicaron más su tradición religiosa. En resumen en Torreón encontramos lo siguiente: los primeros migrantes que se asentaron, es decir, los abuelos, quienes serían la primera generación, practicaron su religión en el hogar, no se reunían en comunidad y la herencia religiosa hacia sus hijos fue casi nula, pese a eso los hijos de estos primeros migrantes, los padres y/o madres quienes conforman la segunda generación, son los que acuden y mantienen viva la comunidad, pero son personas ya mayores, la descendencia de estos matrimonios, los nietos, conforman la tercera generación y son los más jóvenes, pero ellos en su mayoría no acuden a la mezquita, es decir, 13 ya no son practicantes de su fe. Lo que logramos ver aquí es la disolución, sino en su totalidad si en una gran parte, de la identidad religiosa musulmana de la tercera generación de musulmanes nacidos en Torreón, el principal factor de esta consecuencia fue la figura de los matrimonios mixtos. Por otro lado tenemos a los conversos y conversas de la comunidad, pero de ellos, sólo dos asisten con regularidad, de ahí que el estudio de las identidades musulmanas de las que hablamos en Torreón se centre por el momento en los musulmanes de origen, pero mexicanos de nacimiento. Pasemos ahora a un recuento final de las tres comunidades, de sus dinámicas locales y de la construcción de la identidad religiosa por lo que se refiere al islam en el contexto mexicano. Reflexiones finales La Antropología de la Religión y la Antropología del Islam me han permitido dar cuenta de los mundos mezclados que ahora existen, donde los intercambios reales y simbólicos tienen cabida en el marco de la práctica religiosa y la vivencia personal. Es en este contexto que la conversión aparece para dar cuenta de la actual complejidad religiosa. Cada una de las comunidades musulmanas que se han asentado en nuestro territorio así como sus dinámicas locales nos permite observar la multiplicidad en las características que las hacen existir. Por ejemplo, en el caso de la mayoría de las mujeres conversas del CECM, el matrimonio o la propuesta matrimonial aparece como un dispositivo que sobresale en la decisión del porqué ellas desean convertirse. Observamos también con precisión que son conversas muy recientes, es decir, la mayoría tenía entre dos y tres años de haber llegado al islam. Lo anterior nos remite a las actividades, intereses y dinámicas que se dan al interior del grupo, ello deriva en la conformación de su nueva identidad religiosa. Diríamos respecto a eso, que estas mujeres se encuentran en una etapa donde el aprendizaje se vuelve indispensable y continuo en la conformación de una nueva identidad y que los 14 cambios que se viven tanto interna como externamente son parte de su vivencia cotidiana, estas características provocan entonces la actividad y la unión del grupo. Por lo que se refiere a las mujeres del Centro Islámico del Norte, la conversión tiene más de 6 años de haberse dado. Ello hace que este núcleo de mujeres cuente con una serie de aprendizajes ya interiorizados, los cuales además se conjugan con un modo de vida establecido, lo que no ocurre con las mujeres del CECM, donde vemos que la transformación comienza a darse, es decir, no hay todavía una estabilidad cotidiana respecto a las hábitos islámicos. Asimismo el hallazgo de encontrar a familias nucleares completas, nos permite hacer otro tipo de análisis en lo que se refiere a la construcción de las identidades religiosas y por supuesto sobre la cuestión de género, que ese es otro elemento que se incluirá en las investigaciones que desarrollaré en lo subsecuente. Podría decirse que hay dos espacios temporo-espaciales distintos en cuanto a la construcción y preservación de la identidad, uno, en el que encontramos la impronta por aprender de la mejor manera cómo ser una musulmana, este primer momento está dado en las mujeres del CECM y dos, el que observamos en el Centro Islámico del Norte, éste es un segundo momento en el que advertimos una práctica religiosa ya interiorizada que se refleja en el conjunto de hábitos que forman parte de la vida cotidiana de las mujeres de esta comunidad. El islam llego a ellas sin el sello de la propuesta matrimonial, aunque sin lugar a dudas resultó fundamental en lo subsiguiente para conformar familias cien por ciento islámicas. Lo que nos lleva a pensar cómo es que se está generando la reproducción de las prácticas islámicas al interior de estas familias, porque ello repercute de manera significativa en el mantenimiento de la identidad religiosa y en la construcción de ésta en los hijos que comienzan a tener conciencia sobre lo que es ser un musulmán en México. Por último, el caso de Torreón es muy particular. El hecho de que sean pocos los integrantes de la comunidad y que sean hombres en su mayoría, 15 imprime otra dinámica a todo el conjunto. Las actividades que se realizan para la construcción de la identidad o el mantenimiento de la misma son las más esenciales, ir al rezo los viernes y reunirse una vez por semana. La escasa población de conversos al islam hace de esta comunidad un caso especial. Podría decirse que no hay una vida religiosa tan activa en comparación con las otras dos comunidades donde observamos una participación más real de los integrantes, es decir, donde se imparten clases de árabe o de religión o simplemente donde la existencia dos grupos –el de hombres y el de mujeres- crea otra lógica. Este contexto nos lleva a pensar en cómo y de qué forma la identidad de los musulmanes conversos se refuerza y se sostiene. Las dinámicas de estas tres comunidades nos permiten comprender de qué manera se están conformando las identidades de las y los mexicanos conversos al islam. Es posible a través de este acercamiento sopesar la importancia del trabajo de campo, porque sólo a través de este tipo de exploraciones nos será posible conformar un cuadro analítico más amplio por lo que respecta a la práctica del islam en México, así como dar cuenta de la configuración y construcción de nuevas identidades religiosas en este complejo contexto sociocultural, donde vemos aparecer expresiones religiosas ancladas antes en otros referentes geográficos, pero que hoy día a día ganan un espacio en el diálogo cultural y religioso. Bibliografía Berger, Peter, (1967), El dosel sagrado. Elementos para una sociología de la religión, Amorrortu Editores, Buenos Aires. Cañas Cuevas, Sandra, (2006), KOLIYAL ALLAH TSOTSUNKOTIK “Gracias a Allah que somos más fuertes”. Identidades étnicas y relaciones de género entre los indígenas sunníes en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, tesis de maestría, México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. 16 Castro Flores, Claudia Lorena, (2012), Allah en Masculino y femenino. Formas diferenciadas de interpretar y practicar el Islam en México, México, COLMEX, tesis de maestría en Estudios de Género. Ciriani Salazar, Lucía, (2010), Vínculo y ritual en la Metrópolis Moderna. Reflexiones sobre un orden sufí en la Ciudad de México, tesis de licenciatura, México, Escuela Nacional de Antropología e Historia. “En Torreón se practica un islamismo que no confronta al catolicismo”, (2004), 29 de mayo, en Crónica/Notimex, se consultó en http://www.cronica.com.mx/notas/2004/127296.html Fecha de consulta: 3 de Agosto de 2015. García Linares, Ruth Jatziri, (2014), Las mujeres conversas del Centro Educativo de la Comunidad Musulmana en la Ciudad de México. Construcción de una identidad religiosa, tesis de maestría en Antropología, México, FFyL/IIA-UNAM, 2014. Giménez Gilberto, (2009), Identidades sociales, México, CONACULTA- Instituto Mexiquense de Cultura, Colección Intersecciones. Hernández González, Cynthia, (2009), El islam en la ciudad de México: la orden halveti yerrahi y su ritual de iniciación a partir de los años 80 del siglo XX, tesis de licenciatura, México, Escuela Nacional de Antropología e Historia. Hervieu-Léger, Danièle, (2004), El peregrino y el convertido. La religión en movimiento, México, Ediciones del Helénico, México. Medina, Arely, (2014), Islam en Guadalajara. Identidad y relocalización, Zapopan, Jalisco, El Colegio de Jalisco. Melucci, Alberto, (1996), Challenging codes. Collective action in the information age, Gran Bretaña, Cambridge University Press. Pastor de Maria y Campos, Camila, (2011), “Ser un musulmán nuevo en México: la economía política de la fe”, en Istor Revista de Historia Internacional, año XII, núm. 45, pp. 54-75. Prat Joan (1997), El estigma del extraño. Un ensayo antropológico sobre sectas religiosas, Barcelona, Editorial Ariel. 17 18