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2 ELPAÍS MADRID 13 Octubre, 2015 PAÍS: España FRECUENCIA: Diario PÁGINAS: 2 O.J.D.: 68515 TARIFA: 8160 € E.G.M.: 487000 ÁREA: 701 CM² - 62% SECCIÓN: MADRID Martes 13 de octubre de 2015 Patrimonio prohíbe a Wanda derruir el edificio España B. G. GALLO, Madrid La Comisión Local de Patrimonio Histórico (que preside y controla la Comunidad de Madrid, y en la que también participa el Ayuntamiento de la capital) ha rechazado la petición del grupo chino Wanda de derribar el edificio España y reconstruirlo “con los mismos materiales, formas y dimensiones”. La comisión considera que Wanda no ha acreditado que sea imposible mantener las fachadas protegidas durante el proceso de rehabilitación, y obliga a conservarlas intactas. El edificio España, de 117 metros de altura y 28 plantas, se construyó en 1953 a las órdenes de Julián y José María Otamendi. Wanda lo compró en julio de 2014 por 265 millones de euros para convertirlo en hotel y centro comercial de lujo. El inmueble estaba entonces protegido con un nivel 3 parcial por su valor histórico-artístico, lo que impedía tirarlo abajo. Pero la Comisión Local de Patrimonio accedió a rebajar su blindaje para favorecer “la puesta en valor de un edificio muy degradado debido a su inactividad”. Obligó, eso sí, a preservar “las partes que revisten importancia desde el punto de vista arquitectónico y escultórico”, señalando en concreto las fachadas y los alzados laterales. Pese a ello, el pasado mes de julio Wanda envió al Ayuntamiento una consulta especial urbanística solicitando permiso para derribar el edificio, fachadas incluidas, y rehacerlo entero. Según Wanda, “la consolidación de la fachada es inviable en condiciones de seguridad”, pero “sí es posible su desmontaje y posterior reconstrucción, preservando su imagen y valor paisajístico”. El edil de Desarrollo Urbano, José Manuel Calvo, rechazó la petición de Wanda. El PP, en fuera de juego Pese a que fue la Comisión de Patrimonio, controlada por el Gobierno regional (PP), la que obligó a mantener las fachadas del edificio España, tanto la presidenta regional, Cristina Cifuentes, como la líder de la oposición municipal, Esperanza Aguirre, ambas del PP, criticaron al Ayuntamiento (Ahora Madrid) cuando hizo cumplir ese dictamen. Ahora, la Comisión se reafirma: las fachadas no se tiran. Fachada principal del edificio España, el pasado mes de julio. Alegó que “sí se puede” mantener la fachada en la rehabilitación, y aportó un informe de los servicios municipales y dos estudios de expertos independientes (Ricardo Aroca y Hugo Corres). “Es algo más caro pero es perfectamente viable técnica y económicamente”, aseguró el concejal. Wanda respondió: “Todos los informes técnicos realizados por firmas y expertos de reconocido prestigio en el mundo de la ingeniería, la arquitectura y el urbanismo han concluido que las características del edificio y el estado actual de la estructura y las fachadas hacen que mantenerlas mientras se ejecutan los trabajos de rehabilitación suponga un alto riesgo de colapso parcial o total, inasumible en un edificio de estas dimensiones en pleno centro”. Y añadía: “Es obligado el desmonta- je controlado de las fachadas y su reconstrucción idéntica, tal y como expresamente indican las propias normas urbanísticas”. Pero, tal y como adelantó ayer El Mundo, la Comisión Local de Patrimonio ha validado la tesis del Ayuntamiento. Considera “no viable” la petición de Wanda “al no haber quedado acreditada la imposibilidad técnica de las obras permitidas, siendo posible ANÁLISIS La fachada se puede conservar RICARDO AROCA Justo antes del verano saltó a los medios el tema de la fachada del edificio España, construido ahora hace 70 años, que fue vaciado en una operación inmobiliaria fallida y acabó en manos del Banco Santander. El edificio, con más valor icónico que arquitectónico, gozaba de una protección integral que sólo permitía obras interiores. Estando todavía en poder del banco, éste tramitó con éxito una “desprotección parcial” quedando sólo la obligación de mantener la fachada a la plaza de España y parte de las fachadas laterales. Y en esas condiciones se lo vendió al grupo Wanda. El nuevo propietario ha solicitado cumplir con la protección mediante el artificio de demoler el edificio y luego reconstruir una fachada idéntica a la original, alegando una supuesta imposibilidad técnica de mantener la fachada y haciendo uso con amplia liberalidad de un párrafo de la ley que permite, previa justificación de la im- ¿No sería mejor hacer un excelente edificio nuevo que fuera un icono del Madrid del futuro? ¿Es realmente posible conservar la fachada? ¿Qué diferencia hay entre mantener la fachada o reproducirla? La primera pregunta tendría la respuesta afirmativa de muchos arquitectos, entre los que me encuentro, pero no de la mayoría de los madrileños. Y tendría serias dificultades legales, ya que el volumen actual está ligado a la conservación del edificio y haría falta modificar el plan general. La segunda pregunta tiene como respuesta un rotundo sí: la fachada es muy delgada, apenas 26 centímetros, y se mantiene porque está ligada a la estructura de vigas y soportes de hormigón armado (que está en muy buen estado). El efecto del viento sobre una superficie de cerca de 10.000 metros cuadrados que se alza hasta más de 100 metros de altura es enorme. La fachada se mantiene ahora porque tiene detrás un edificio con un peso descomunal / ALEJANDRO RUESGA ce en la etapa intermedia, cuando no hay edificio detrás, ya que mediante andamios, por complejos que sean, es imposible conseguir la rigidez suficiente para asegurar la estabilidad de la fachada en el proceso. La propia geometría del edificio actual ofrece una solución clara al problema: la fachada posterior tiene cinco grandes patios abiertos; con unas pequeñas demoliciones previas en plantas bajas y sótanos es posible construir en ellos sendas pantallas de hormigón armado que luego sirvan como “soportes” del nuevo edificio. Esas pantallas son suficientemente pesadas y rígidas como para asegurar la estabilidad de la fachada, que se uniría a ellas mediante elementos metálicos provisionales no muy costosos en términos relativos; y a ellos puede unirse a través de las ventanas un “Es imposible tratar la rehabilitación y puesta en valor de los elementos catalogados”. El dictamen obliga a que el proyecto “garantice la seguridad precisa para la rehabilitación”, y recuerda “el deber de conservación inherente al derecho de propiedad”. “Durante todo el proceso de ejecución deberán adoptarse las oportunas medidas de seguridad, en especial en lo que respecta a las fachadas”, concluye. andamiaje que proporcionaría una seguridad total a las calles Un edificio no es un solar, y si hay una obligación de conservación, el proyecto debe redactarse desde el principio de manera que esa condición pueda ser cumplida. Si no se ha hecho, tiene que ser reconsiderado, lo que no es tan difícil ya que entre las pantallas quedan vanos de más de 15 metros, suficientes para cualquier uso, amén de que la geometría de las pantallas admite considerable libertad de forma y los huecos para la funcionalidad de las plantas. ¿Por qué no una reproducción de la fachada? Esa pregunta ya la respondió hace años el maestro Ramón Vázquez Molezun. Ramón tenía una casita en el mismo borde de la ría de Pontevedra, y en ella una dorna, frágil embarcación de madera, que casi cada año sufría los inevitables desperfectos que causa la mar. Como era muy mañoso, la arreglaba él mismo y decía: “Creo que ya no queda ni una sola tabla original, pero es la misma barca”. Si le hubieran ofrecido una réplica idéntica, no hubiera colado. A lo largo de su vida un edificio sufre daños, algunos elementos se reparan, otros se sustituyen, pero hay una continuidad material y unas huellas del paso del tiempo que en cierta medida son parte de