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REVISTA r-.1EXICANA DE FíSICA.U ENSENANZA ABRIL 1998 (2) 20)-210 Escalas musicales y sus temperamentos Felipe Orduña Sl'ccián de Acústica. ChTllilO e.mail: Bustamante Centro de InSlrtll1lentos Exterior Ciudad y Ricardo U""\'l'rsit!lId Unil'l'rsitllria, ¡elipl'@alep1l.cillSlrtllll./II/llI1l.lIlx. R. Boullosa , . NlIciO/1lI1 AI/ttÍ1l0/1Ul de Me.nco O.Jj 10 Até.rico J)¡'~Atexico. rrlJ (~'al c¡JlI. ci 11sI nml./HWIIJ./IIX Recihido el 1 de septiemhre de 11)<.17: ¡K'crtado el 23 d(' ocllLhrc dc 1997 For some rcason. Ihe tcaching ami cornprchcnsion 01' mallcrs rclalNlto musical scales ane!their temperamcllls results in a difficult llnder~akin~. Perhaps this is hc",'ause Ihe cenlral fact orthe subjecl is not ver)' casil)' arrcptcd: lilac i.\' 110/U'rjl'CI "'Il.úca/.\mft>. This article dcals w1th thls fact and makes yct anothcr atternpt 10 exlain it in general tCl'ms. K"ywonl.\'; !\1usical aroLJslics. musical scalcs. lemperamcllt~ Por tina u olr<l razón, el tema de las escalas musicales y sus tcmpef<llllclltos r('sulta difícil de comprender )', en consecuenc:ia, difícil de exponer: lal vez porque el meollo del problema no se acepta f:ícilmentl': 110('xi.\Il' la l'.\"('a/tI flllIsica/l'elj('Cfa. El presente artículo abund:l sohre esta cuestión e intenta Ull:lexplicación m~ísdel asunto. lh'scriplor('s: rAes: AClíslica musical. escalas musicales. temperamentos 43.75.Bc 1. 1ntroducdón dido como el proceso de suavización de los inevitahles intervalos imperfectos o disonantes que forman cualquier escala El lema que nos ocupa se sitúa en la confluencia de una sorprendente variedad de ;:íreas de nuestra cultura. entre ellas: la mlísica. la física. la matemática. la fisiología. la Psicología. etl,;. Dehido a esta diversidad. es difícil estahlecer un lenguaje c0I111ín a toJos los especialistas en estas áreas; lo que quizás sea un factor en el hecho de que no todo lo que se ha escrito en rclación a las escalas musicales sea del lodo correclO. El ohjetivo de este trahajo, lejos de pretender una exposicitlll completa y enteramente satisfactoria (algo casi imposihle de llevar a caho). es indicar algunas de las ideas que nos parecen más susceptihles a interpretaciones incorrectas y generar en d lector un interés para profundizar en el estudio de este fascinante tema. Por ello hemos incluido una lista más o menos extensa de referencias. incluyendo algunas a investigaciones recientes en torno a las escalas musicales y sus temperamentos. musical. Esto relm:senta, en esencia. la historia del esfuerzo por obtener la mayor c'ollsonancia posihle al sonar dos o más notas simul!¡íneamente (es decir. que suenen "hien" juntas). de manera que entre ellas existan intervalos justos o perfeclos de quinta. cuarta, tercera. cte. Podría decirse pues. que la escala Illusieal moderna se desarrolla a través de una pro. hlem¡ítica armónica más que melódica [1 J. aunque algullos investigadores I~Isugieren que la suavidad en el desarrollo melódico pudo haher sido el factor relevante cn el desarrollo de las escalas musicales durante la antigüedad (cuando la expresión musical era predominantemente lIlonódka: de una sola mclodía o \,01.). El tcma es ciertamcnte muy interesante: pero. gracia. 110 puede relatarse de manera simple. ni en unas cuantas líneas. Por ejemplo. el conjunto valos considerados consonantes ha \'ariado a través por desresumirse de interde la his- Desde un punto de vista muy simplista uno podría descrihir el desarrollo histórico de las escalas musicales como un mero ejercicio de "conquista" de nue\'as notas musicales. Sin cmbargo, esto introduciría una extraña noción de "progreso" en materia de música que. aparentemente. se mediría cn función del lHímero de notas que componen la escala musical. Una concepción de este tipo. adellHís de errónea, quedaría incompleta al descrihir el desarrollo de las escalas musicales fuera del contexto evolutivo de la ll11ísica, de los estilos musicales y. particularmente, de la armonía. toria segtín cada época. cultura o cstilo; tamhién ha variado el uso de la modulación y de la transposición (relacionadas con camhios de tonalidad), cte. El prohlema va. incluso, más all¡í de lo complejo o lo diverso. La ditlcultad al exponer este tel11a es tamhién UIl prohlema dc idiosincrasia. Nos es díllcil aceptar la simple y dura realidad impuesta por la naturaleza de las cosas: !lO (',ri.H£' 1(/ ('scola lIIusical pe'.1écta. Es decir. no existc una escala musical que contenga únicamente intervalos (,.'onsonantes y que. al mismo tiempo, esté dividida en inter- AIlllenos desde la aparición de la nuísica polifónica en la Europa dc la Edad !\ledia. el desarrollo de la escala lJ1usical gira históricamente en torno al prohlema de allnar los intervalos' lI1ili;:abll'.\' en una ohra musical. Es dt.'cir. en torno al problema de /{,III/J('mr la escala () del 1l'lIIp('r(/lIIefl10, entcn- valos L'xactalllcntc iguales: 110existe una escala musical que pennita cOlllhinaci(lI1es perfcclamcnte armónicas de varias llolas y Cll la qUL' todas las tonalidades sean armónicamcnte cqui\'alcntes. Ésta es la disyunli\'a en la que se dehate el pro~ hlellla de las escalas musicales. 2116 FELJI'E()J{DUÑA BUSTA\tANTE 2. i\'aturaleza y percepcilÍn de los sonidos 11111sicales En lIll sentido estricto, un sonido lJIusical es cualquier tipo de scilaJ aníslica (incluyendo el silencio) que pueda ser usada o illlcrprdada C0l110elemento dc un mensaje musical. Sin CIllbar~o. el h:mil de las escalas puede discutirse de una manera müs adecuada si nos limilmllos a considerar s610 aquellos sonidos;¡ los que el ser humano puede asignar una allllra determinad;l¡;;I: sonidos a los que llamaremos tOIlOS. Por tltra par- le. ulla 110((/ es una instrucción (el1 el pcnlagrami1. por ejelllplo) para emilir un lono () sonido Illusical 1'1.51. Una nota pucde ;l'';(lciarsc. cntn: otras cosas. con la impresión subjeli\'<1 de allura tilo' la inlinidad de posihles sonidos que representa (aunque tina nota tamhién define otros atrihutos perceptuales del sonido como duración. timbre, etc.). Con respecto a la altura que representan, las notas musi~ ,,:ale..;pueden recibir un nombre determinado. Por ejemplo. en Iílllllisica occidental la escala diatónica de Do mayor [G] cstü formada por las notas Oo. Ik, :\Ii. Fa. So!. La. Si. Estos nomhres de,>ignan la..; notas transpucstas dcntro de una Illis~ rna octay;!, digamos la octava central del piano. Para eliminar esta amhigücdad es necesario indicar adem<Ís de qué octava se trala: para eslo se nUllleran las octavas (existen varias numeraciOllL'S) y éstas sr.:indican en las notas con un suhíndice: La:.,!. DI)I. etc. Dl'SllL' un punto t.le vista físico. los sonidos a los que el ser humano puede asociar una altura determinada se caracterizan por ser periódicos durante una buena parte de su duración. la cual abarca al menos unos cuantos períodos de la componente fundamental. En la mayoría de los casos. la altura pL'rcihida guarda ulla relación directa con la frecuencia fundamental de la seilal. De hecho, esta relación es aproximadamente logarítmica: el intervalo de alturas entre tonos de 100 Y 2()() Hz :-.epercibe equivalente al intervalo entre l ()OO Y 2000 111.. Las complicaciones fisiológicas, psicológicas y físicas dc la percepción de la altura son innulllerables I:q: sin l'mhargo, la caractcrizadón anterior hasta para los propósitos de es la cxposición. Dehido a su canlcter periódko.los sonidos l1lusicales (tonos) pueden considerarse como una mezcla de <.:omponentcs periódiL'as senoidales o tonos puros. cuyas frecuencias son múltiplos cnteros de cierta frecucncia fundamental. Así. el tono de un violín, por ejemplo. es una mezcla JI.' señales sClloidales cuyas i"n:cucncias pueden ser: ..l-tO Hz. RX() HI.. 132011/. 1760111. noo IIz. 26.jO 11/. elc. La presencia predominante de estas componentes armónica." en el sonido del violín permite al ser humano percibir su altura. No ocurre lo Illi~rno nH1 el sonido de un platillo. por ejemplo. en el que las compOIll'llleS predominantes tiellen frecuencias que no son IlL'cL'sariamclltc armónicas; es decir. no son múltiplos cnteros de la h\'cuen<.:ia fundamental. En este caso no es posible percihir una altura distintiva. La supL'rposicióll de dos () más tonos puede percibirse suhjetivamente COIl distintos grados de consonancia (l dis()~ nancia. Aquí. al igual que antes, las implicaciones psico~ 1«'1'. Mc.\. ,..,\ . ..w y RICARI)() I( HOCLlJ)S,\ anísticas (e inl"luso cul!urak..;) son JlllIchas v Illll\, intrincadas. así quc no" limitarclllos a una lkscripció~l simí,le dehida inicialmente a Ilclmh()ltl. [il. La supL'rp()sicióll de dll$ tonos puros se percihe C0l110una cOllsonancia si un gran nlÍmero de sus componentes coinciden en frecuencia. Por ejemplo. un tono con componentes armónicas RRO fl/. 17tlO 111..26..l0 HI.. etc .. es cOllsonante con c1tono descrito en el p;ÍlTafo <Interior: lo mislllo ocurre con un tono cLJ:'as componelltes armónicas "'(Hl(,60 H/. IJ2() Hz. Il)X(111/. ~6-H) II/.etc. En gL'lll'ral. d{,... tOllO";"'Olll"l)IiSOIl¡lIltescuando la rcl<lci<Í1lde ~ll'i frecucncias fundamenlalcs se da a trav0s de IllílllCros enteros pequeños. EnlO.'i ejcJllplos anteriores las relaciones son 2/1 (una octava) y .V2 (una quintal. La con ...• onancia es "mejor" mientras m<Ís "si mple" sea l:l rel:!ciíln: por ejemplo. las relaciones nl<Ísconsonantes son: 1/1 (el unísono). 2/1 (la octava). 312 (la quinta). "¡/J (la CLlarla). etc. Los nomhres de los intervalos musicales correspondientes tiene su origen en el número de Ilotas de la escala mayor diatónica quc sc necesitan para aharcar cada uno de esos irllL'rvalos (sohre un teclado. por ejL'lllplo). J. Las escalas musil'ales Se pUL'dell inlen!ar varias L'xplicaciones psicoacústicas de la exi ...tellcia y dL'J origen de las escalas Illusicales [:11. El uso de escalas lllusicales (es decir. un sistema de relaciones entrc sonidos con alturas diferelltes, o el conjunto de ellos) es similar a la existcncia del conjunto de fonemas en el iL'nguaje y es muy probahiL' que el origen de amhos 111000Sde expresi6n oel ser humano estén relacionados. Tamhién se puede aventurar la idea de que Ulla escaJa con pocas notas es nl<Ís apta para la ejecución dL' mlÍsica instrulllental. De otra manera, los instrulllenlos de "¡L'nto necesitarían 111<ÍS agujeros. () hahría instrulllentos con m;is y mayor densidad tic teclas. trastes. etc. De hccho. el J1límero de notas en la escala musical Illoderna es delmislllo orden de magnitud que cl número de dedos que tenelllos ell las manos (10 cual dicta, p,ros.w modo. el nivel de complejidad que se ohserva en los instrumentos musicales). Sin cmbargo. L'll VCI. de cspecular, demos por hecho que la cxpn:siún musical dc la mayoría de las culturas tiende a darse en términos de un sistema musical con cierto nlÍmero de alturas diferentes y que éstas pueden ordenarsc para formar una escala musical. Ciertamcnte existe ulla relación entl"l' las características dL' la expresión lIIusical de cada cultura y el tipo dr.: escala Illusicalusado. PUl' ejemplo. en cierlos estilos mOlllldicos de música <Írahe e hindú las cscalas Illusicales tienden a ser IllUY complicadas, con un gran número de Ilotas y con recursos ex~ presin)s muy intrincados que usan ,'ariacioncs muy sutiles y casi continua..; dc altura. Por otra parte. las expresionL's colectivas dc cierta..; culturas africanas e indonesias tienden a cnmarcarse en cscalas Illusicales m~ís sencillas. con Ull nlÍmero reducido de notas e intervalos, y COIlvariaciones lI1•.b concrc~ tas de altura (aunque son rítmical11ente muy ricas). Las expresiones musicales L'uropeas también ticndr.:n a lItili/,ar escalas lIlusicales relati\';lmente simples. (2) (1(){)l'I) 20)-210 ESCALAS MUSWAI.ES En un estilo musical cstrictamcnte Illonódico. no c.\isIC en principio ninguna restricción con respecto a la altura tILIas notas dc la escala musical: al menos desde vista de la consonam:ia. Ejemplos claros de esto los ürahes e hindúes mencionados atlleriormente. de estilo polifónico (varias voces simulté.Íncas). cia de las distintas voces depende críticamellle el PUllto dc son los estiEn lI11ísicl la l'0I1S0nalldc la l'sl'aL.I l1lusical usada. Las características de la escala musical también jucgan un papelllluy importante en otro aspecto de la expresitlnlJlusical: la transposición: es decir, la posibilidad de ejecutar una misma melodía (una secuencia determinada de intervalos Illusicales) comenzando desde cualquier Ilota th: la e:--cala. Este recurso aparece primordialmente en música de estilo polif6nit:o o, 111;:\S concretamente, contrapuntbtico, donde el material melódico puede aparecer imitado en distinta" Hll"eS y a distintas alturas (por ejemplo en una fuga o un caIHHl). Para permitir la transposición, una escala Illusil'al tIL-IK'estar ."istemas ccrrados tk divisiiln múltiple dc la octava o temperamento regular (como la escala modcrna o las escalas del llamado Sonido I J), en donde el intervalo de quinta es igual a 27/1:.! ::::: 1. 1~IS:~y no tk :~/2 = l.:j. Si se usan estas quintas "alterada,,". una "cric dl' t!OCl' produce un internllo justo de :--iete octavas despucs de pasar por las 12 notas de la escala mllsic;d.yaqul'('27/1:.!)L! '271111. Por otra parte. la scrie lk quintas perfectas permite ~enerar ulllHílllero inlinito de Ilotas musicalcs distintas. Invitamos a los lccton:s a investigar cuantas notas musicales diferentes se pucden gellc'!";.!' usando la "ley de quintas". El plantea- = miento es COI1\O"i~ul': • Iktcrminar tos: "pequefío" de no- tas. • Dehe contener intervalos consonantes. • Dehe permitir la transposición. Desgraciadamente. el requisito de la consonallt:ia no puede cumplirse simultáneamente con los otros dos. juntos {l por separado. La única combinación posihle es la de una eSl',lIa musical con un número pequeño de notas y que pl'rmita la 1llodulaciún. La escala de doce notas de temperamento igual usada a(;tualmcnte es justamente de es!e tipo. En cste caso los intervalos entre las notas son sólo aproximadamente (;onsonantes (con excepción de la octava). La quinta cs. después de la octava, el intervalo m;ís consonante al oído de todas las culturas a lo largo de la hi."toria. como lo demuestra el estudio de la expresión musical de diferentes culturas ¡S-lO). El intervalo de quinta cs el intcf\'alo entre la primera y la quinta nota en una escala diatónica: esta quinta puede ser perfecta (perfectamcntc conS{lIlanlt: 1.alterada o temperada. La sucesión de quintas utilil.ada para conslruir Ull;:lescala da origen a un sistema que puetk scr t:c[Tado o ahicrto según se llegue o no a la nota inicial de que ."c parti6 (por supucsto varias octavas m<.Ísarriha). Para conslruir la escala en el compás de una misma octava. cada nota alcanlada siguiendo una serie dI..'quintas ascendentcs se tra"Jlone hada ahajo el número dc octavas quc sea necesario. Así. Ull sistema cerrado utiliza quintas alteradas y un sistcma abierto quintas perfectas 11 L 12J. Expresando matemáticamente lo dicho anteriormentc: la seric dc quintas exactas (3/2)11, no se "dclTa" l'<111rc~pl'cto a la scrie de octavas 2/11 para ninglín par de ntímeros naturales 11.111. El círculo de quintas existe solamente para los NI'I' .• \k\', cu;ín1Os intervalos de quinta (3/2)11 necc- "itan aculllularse para lograr un intervalo de (2'/1) con un error n:lativo menor a I cent 11/ octavas = 21/1200 (1 cenl corrcsponde aproximadamente al límitc tk discriminaci{ín relativa dl' la frecuencia del sonido en el scr humano). Es tkcir. para qué números naturales 11.111 se cUlllpll' que (:~/2)'l 2/l1(l + () con 1+ \ti 21jl:'WO. (Soluciiln: 11 = 66;j. /11 = ~~S!).) dividida en intervalos ex.actamente iguales. Idealmcnte, una escala musical apta para la ejet:lll,:iún de mlÍsica polifónica dehería cumplir con los siguicntes n:quisi- • Debe tener un nlÍmero relativamente 2117 y SUS THlI'ERAt<.IENTOS = :s De esta manera. la serie dc quintas perfectas permite generar hh5 Ilolas dikrl'ntcs (delltro de Ulla octava) aún distinguibks por el oído humano. Se deduce entonces que la serie de quintas liene una capacidad pl"<Ícticamente inl1nita para generar nuevas notas musicales. Esto implica adcmás. que cs imposihk construir una escala con un númcro reducido de notas en la que todos los posihles intervalos de quinta sean perfectos (Y' lo mislIlo es \';ilido tamhién para otros intcn'alos). Dehido a e:--to. la definición de una escala musit:al sielllpre acarrea un compromiso t'ntre cl número dc Ilotas. la consonancia de los intcrvalos y la lihertad de transposición (es decir. la regularidad con que está dividida la escala). Dado un lllímero lijo de notas. digamos docc, es posihle selecciollar un cOlljUlllo de intervalos para formar una escala. A esto se le Ilanla un /l'I/IIIl'/wIII'I/IO. Cada lemperamenlO representa un halance partkular entre la consonancia de los intervalos y la lihertad de transposición. Por ejemplo: la escala musical moderna usa un 1£'lIIjJ£'ml1l£'lI1o igual en cl que el intcrvalo m;\s pequeño. un semitono, corresponde a una relaciún dc frecucncias de '21/1 ~ I~. En esta escala ningún itllervalo = es perfecto (con excepciúll de la octava). pcro la di\'isiún de la l'Scala es pl'rkclalllcnte regular. E" importante nolar que las "imperfccciones" de alinación de lo." intervalos en la cscala JI..' temperamento i~ual :--011sutiles IK'ro aún pert:eptihles. Por ejemplo: la dikrellcia entre Ull intervalo de tercera mayor igualmente lelllperado UdJI = 21/" = if2 '" 1.2G) Y UIlO perfecto Ud JI = .tr) = 1.2'-,) es de aproximadamcnte 14 cents Ila rclach'm cn cents se l'all'ula llIediante la expresión 1200 lo'{,~(hl JI) l. Esta diferencia es plenamcnte distinguible: es incluso algo mayor que el intcrvalo m;ís pequeilo usado en una escala mi- = crotonal de dieciseisa\'os dI.' tono (h/ JI 21/%) que correspont1c a 12.5 ('ent:-- 11::]. Curiosamentc. esta est:ala miCnJI()!lal cOlltiene un inlcr\'alo particular h /JI 2:~1/% ::::= 1.~~)tJ~J que es lllUY cncano a un;l tercera mayor perfecta: sin cmhar- FÍ\. ..•..•(2) (199H) 2()5-21O = 211X FELlI'EORDUÑA HU.sTA~IA"TE y RICARDO R B(HJI.IJ)S:\ ~n. ('...10 se lo~ra a l'o"ila de aumentar el número dc Ilotas a lJ6 L'!lcalla octava. l\l,í" adelante ahundarelllos sohre este asunto de las escalas m iL'rolOll:t les COIl m<Ís dc doce ilotaS por octava. -t. El tcmpcramcnto y los cstilos lllusicalcs Ciertamcl1IC existió y existe. en teoría. ulla gran ".triedad dc "¡"'(Cm.ls dl' atlnaci6n o escalas musicales. y es precisamente l'stc prohlema uno de los lemas difíciles dc ('slUdiar. Huho una gran variedad dc temperamentos propuestos;¡ lo largo dc varios siglos hasta que se impuso el actual: c1/l'1II1'('fWIlCI/fO ¡grUlI. priÍclicamL'nle en este siglo. De iguallllall\..'ra. huho inconlables sistcmas de alin:lción para mejorar la ¡¡linación tic Pil¡lgoras y muchos otros de entonación justa, f)L'~dl: los prill1l'ros a ¡'los del Renacimicnto se lItilil.aba en la pr;íctica una especiL' dL' temperamento igual en los inslruIllent{l~ trasteados. Eshls instrulllentos (yiolas, lalhks, villllc~ la"" guilarras, ctc,) perlllitcllla ejecución dc las docc Ilotas dL' 1;1l'scala cl'Om<Ítil:a y parL'cL' que la disposil:i<lll m,Í'\ cllrlllín lk sus trastes (los l:lIales l'ran móviles) corrcspondiL'ra a un tcmperamento casi o cxat:lal1lcnte igual ya desdc principios del siglo XVIII"!. 121" Sin emhargo, cn la pr:íctica musical de csta éplK'a existían Icmperamentos de una gran diversidad. Prohahlcmentc con temperamcntos particulares para cada tipo dc lI11ísica o COI1junhl in.strumenlal: tcmpcramcntos aproxi madamclllc iguales l'll los conjuntos dc instrumcntos trastcados, lemperamcntos jllst()~ cn los instrumcntos dc tcclado, clc. Incluso se ha sugerido que en la ll11ísica puramente vocal. (1 ((11'(>//(1, la tendcncia natural de los cantantes para producir inten'alos justos resullaha en una escala musical de altura \'ariahk 11.;). fenómeno quc sc ohserva aún cn nuestro tiempo cn algullos grupos de música vocal y en instrumentos no temperados corno L'I violín, por ejemplo IIGI. En cstc caso, el mismo conccplO de temperamcnto pierde un poco de senlido (rel:on!e1110"que. pucsto brevcllll'nle,l.'1 temperamenlo es la relaci6n Ilrl'l'isa de intervalos enlre la" notas de una escala lija). LI aparellle prl'fercncia por lemper.unentos de cntonaciún justa durantc esta época pudiera tal \'el. sugerir que las cXl'llI"siones hacia notas fuera de la cscala dilltúnica de sietc Ilolas (o hacia lonalidadcs lejanas) SOIl un rl'curso musiL'al relali\'allh.'nte \'L'I'CllltlS. reciente, l:sl<l apreciación es illl'lllTecta l'OIllO Exislían desde el Í\kdioe\'o (durante los siglos XII y XIII) t1i"cusiollCS en torno a la llamada fIIll,ü('nji('((/ Ollll/,üc(/jál.w l'n la que "L' pcrmitia la licencia de usar accidentes lllusiC<lk ..•(hl'molcs y sostenidos) para lograr la !luido mel6dica y armónica que era diUcil lk aleanlar apcg:índose a las reglas dl' la llamada IIIlf.ÜC(/ \'cm, basada estrictamcnte cn lo que hoy II,llll;IIllOS la escala diatónica tlL'siele notas IISI. I~slll implica qUl' ya desde la Edad Media hahía composiciones Illusicales qUl' maban IllÜS de siete Ilotas distintas, Esta tendencia conlillUlllll;ís tarde duranle el Rl'nacimiento, De hecho. Illuchas ohra ..•dc Jos siglos XV y XVlulililan un compü" de aproximadamente diel Ilotas diferentes. R('\'. M('x. 1-"\, 4" Un pocollljs tude. alin dllranlL' el Renacimienlo, se esnibilí música \'ol'al e instrulllenlal en el estilo "crom<Ílico" que usaba l'01l gran liherlad las doce nolas de la escala. Es posible cilar una gran canlidad de instrulllcntos renacenlislas quc pcrmiten la ejccución de esle tipo dc ohras: principalmenlc los in"lrLllllentos de teclado. los inslrumentos cnlrastados y las Ilalllada" arpa" LTOIll;iticas, Como un l~jemplo lkl estilo nOIll;itico, p{ldemos reCOlJIl'nt!ar que ~e escuche la mtlsica cor,ll tkl ilaliano Cario (,csuahlll (cifca 1560-161 J) 1171 quc. adcm<Ís de consumado asesilHl, fue compositor las obras nds osadas dc su lielllpo, de algunas de Tamhién sería adecuado resallar quc no sólo Bach esnihit'l composiciones Illusicales cn tonalidades lejanas (cs decir. lonalidades COIl UIl gran nlÍmero de hcmoles o "lhtenidlls), ~ll1dHIS l:OI11PIISitorl'S rcnaccntislas y harrocos CtlmO Bul!. Frescohaldi. Pachclbel. Rallleau y Scarlatti. cscrihic. ron ohra" en una gran varicdad de lonalidades (abarcando L'I l'OIllP;ls dc las doce Ilolas) ,Ilín antcs de que Johann Sehastian Badl lo l1il'iera, de manera exhaustiva, en el primer volumcn del "Das \Vohltcmperier!e Klavier" (El clave bicn lemperado) puhlicado en 1722. Esta ohra consiste de 24 prcludios mayorcs y menores, Un segundo '.OlllIllCIl con el mislllotítulo y con un conlenido similar flll' puhlicado por Bach l'l1 1744, lo cllal suhraya el intl'rl;s qUl' Badltellía Cll rclal'ión con eltcmpcralllento de la y fugas escritos en todas las tOllalidades l'scab lIIusical. Sin clllhargo. las eviderKias 1lI11sil:oltÍgÍL'as al'luaks 112. ¡.-)I, apUlllall al I1l'ch(1 de que eltelllperalllcnlll 111tlsic;1Iprolllo\'ido por .Iohann SL'l1astian l3ach no era precisalllL'llll.' el sistema de temperallll'nto igua!. 5.•.. CtÍmll sllcuan distint"s tClllperamcnt"s'! Consil!L'rcse una piela de ll11ísica polifónica (digamos a IrL's voces) qUL' SL'circunscriba a las sicle nolas de la escala ma. yor di,ll(ínica, Si esta piel.a se escrihe en la tonalidad de Do mayor, entonces su ejecuci(ln cn el piano had uso de las siete leclas "hlanL'<I"" dc cada oC!:lva lÍnicamentc, Si se L'snihe ulla segunda \'Crsiún de la misma piel.<l cn la tonalidad dl~ Sol mayor. entonces su ejecución har;í u"o de sei" tcclas "hlancas" y lk una Icela "negra" en cada octava, En estc sentido. Do lIIayor y Sol Illtlyor son 101/(/fid(u/es c('rc{/nas (comparten seis llot;lS), Sin embargo. si se cscrihc una tercera versitÍn dc la pic/,a cn la lonalidad de Do soslL'nido mayor. cntollCCS Sil ejecución har:i liSO de sólo dos lcclas "hlancas" y de cinco leclas "!lcgras". En cstc :-;clltido, Do mayor y Do sostenido mayor son rOl/afidades h~jm/{/s (comparlen sólo dos notas), Si l'I piano se alina en un Il'lllperamento que 110cs igual (por ejl'lllplo cn la llamada afinaci(ín justa). entollces la" trc" ,'crsiolll'" dl' la pil~l{\ tendr:in un cadcter distinto (adem:Í'\ de quc s(}nar;ín a alturas difcrellll's). La rtll.6n dc eslo cs que los illll'l'valo ...l'rJlre las distillt;ls notas de la picl.a call1hiar<Ín l'n l'ur1l'ilÍn de la tonalidad, Esas a1tcr,ll'iones afcctar<Ín tanto a lo" inter\'alos Illeltídico" (entrc la" notas sucesivas de una misllla \(/). l'omo a 10<';irllen'alos ;ll'InlÍnicos (cntre las notas sirnult,íllca" dc las di",tilllas "occs). Oc e<.;la manera, la wrSilÍll ell Do mayor sonar,í con la mayor consonancia (en UII en (1{)()X¡ 20)-21 () ESCALAS ~1USIr'ALES y SUS TE~lPERAI\IEt'\n)S grado que seguramente sorprendería a la mayoría de nosotros). la versión en Sol mayor sOllarü con una ligera disonancia .Yla versi6n en Do sostenido mayor sonari.Í muy disonanle [ISI. Por el contrario. si el piano se atina en la escala de temperamento igual. las tn:s versiones sonar:ín (cada una en su altura respectiva) con una consonancia armónica similar. Sin emhargo. ésta no sed (an perfecta como la consonancia de la vcrsión en Do mayor cn la afinación justa. Esto [Jos lleva a las siguientes consideraciones. Un temperamento que no es igual favorece la juste/a (armónica y melódica) dc los intervalos entre las notas dc cienas tonalidades. pero sacrifica la modulación o transposición a tonalidades lejanas. Un temperamento de este tipo es lll<Ís apto para la composici6n de ohras Illusicales que usan relativamcnte pocas notas alteradas (helllOles y sostenidos) y esto sólo en un cierto Illímero reducido de tonalidades. Una conseClH..'llCia de esto cs que cada tonalidad posee un car<Ícter distinto. Esto sin elllhargono excluye del todo el uso de tonalidades lejanas. Por el contrario. se sahe que algunos compositores renacentistas y harrocos escrihieron en tonalidades lejanas COIJlOun recurso de expresión artística, I~sta, por cierto. es una de las Illuchas r;uones delrtís de[ interés por la ejecución de la nuísica antigua en los instrumentos original cs. y del liSO de las corrcspondientes técnicas y afinaciolles. Por otra parte. el temperamento igual favorece la lIIodulación o transposición a tonalidades lejanas, pero sacrifica [a justCl.a de los intervalos en todas las tonalidades. Es decir, en la escala de temperamento igual todas las tonalidades son armúnicarnenle equivalentes: todas exhihen el mismo grado de con~onancia (o disonancia, seglín se quiera ver), 21)9 intervalos de cuartos de tOllO; de igual manera. algunas esca~ las hindlícs tiencn :21 notas: los srulies, Con el !in de ohtener intcrvalos m:ís allnados. rvlcrselllle propuso en el siglo XVII un sistema con lIna divisiún de la octava en JI Y 53 parles, y a mediados del siglo XIX Bosanquel construyó en InglatcITa un annollio de 53 teclas por ()ctava 11'2. III, Actualmentc sc sahe quc otras divisiones regulares de la octava tamhién producen escalas musicales con illtervalos aproximadamentc consonallles [19-211, Algunos divisores para los que esto ocurre son. por ejemplo: 12. 19, 2X, 29, 31, ~..L -11. .s~,59. ctc, Tamhién dehemos apuntar aquí que las escalas microtona les propuesta..; por ~krsennc y por Carrillo persiguen ohjetivos distintos. i\lcrselllle. el cientílico, huscaha una escala l11usical con intervalos lIl<ÍscOllsonantes; Carrillo, el lIllbico. huscaha un nue\'() lenguaje Illusical. El resultado, sin emhargo. es que amhas escalas cumplen de alguna manera los dos ohjetivos. La cscala de rvlcrsellne constituye tamhién un nuevo lenguaje musical. Por su parte, la escala en dieciseisavos de tono del Sonido I ~ contiene un suhconjunto de intervalos que se aproximan hast;uHe a los intervalos justos. A Julitín Carrillo Il:q se dehe tamhién la ohservaci()n de "la gran discrepancia que existe entre las teorías de los sonidos Illusicalcs que se cnseñan Cll lo..; cursos de física y en los cursos de aclÍstica para ll11ísicos:' ¡\ceptando que en la época en que cscribió .Iulitín Carrillo csto haya sido cierto, y que cn algunos lihros de anística de hacc cuarenta o m:ís años se dicran ciertas inf(mnaciolles ino)JTcctas, dehemos mellci()nar que. en la actualidad. los lihros que tocan temas tic aclÍstica musical {almcnos los huenos lihros) I:l. 22. 2:q no contienen errorcs tic este tipo. 6. Escalas con nuís de doce notas Conclusiones El músico IIIcxicano Juli:ín Carrillo se dedicó durante [a primcra mitad de estc siglo a promover un estilo musical que usa escalas musicales di,'ididas regularmente en UII gran Illímcn) de pequeiios intervalos (tercios. cuartos. oc(avos y dieci"eisavos de tOllO). Sin emhargo. su lahor no puede considerarse como un "descuhrimiento", ya que los intervalos microtonales (dislintivos del lenguaje musical propuesto por Carrillo) sc han usado por siglos en la Illlísica de otras culturas. Por ejemplo. cn la mlÍsica <Írahe se utili/.an a[gunas cscalas con 1. D.\\'. Martill. (11)62) 22. SOlllull ~. I~. Verllleufcn . .1. A("ol/Sl. :3. .I.G. Roeden:r. llIll"Odl/l"lioll. 20 (19-1X) ::;4::;. (~r Ti/f' I'hys;c,\' {/I/{I l'sycl/II/,hl'.üe.l' lhird edil ion. (Springcr-Vcrlag. 1995). .,1, E. Tcrhardl.//IIIJ1(/"iti('s .,. R. ParnClll1. ,\"0(". A/II. f/amllJl1\": ¡\tl/sic: ,\/1 /'sl"chll(w(ll/slic(l1 - MI/x/ul! ~). A Kendall. (lrlllll,\inJ! ()" ,\mm'/. S()('. '\/JIJI"O(/{,/¡. ,\/11,21 (1949) 111('Sl'/l.WlliOflS ofl0fll', (Sprin- 5X6. (Do\"l'r. Rl'¡: TI/(' i\Jltiquilr \\'or!d 195-1). Me.\". FtI", lo (}rigill.l' lllt' iII Ag(' ¡'lSlrt1l1/('1I1S (!I"lfll' (1Iallllyn. ill.\'lrtllll('1I1.\, Aj'()/(.\'/ic,c (JI" NI'\\'lorl. lI'orld. TlI/' SciCIIl"t' (Yak (Ball- 1(72). 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