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Evaluación de edificios dañados por el sismo en Chile Por: Ing. Santiago Pujol Profesor, MSCE y PhD. de Purdue University. Ing. Joseph Jiménez Elizondo MSCE Purdue University. y 0,52 m/s (20”/s) en la dirección longitudinal (60° componente) y la dirección transversal (150° componente), respectivamente. Colegio de Ingenieros Civiles DE Costa Rica Suplemento de Ingenieros Civiles Descripción de los edificios El terremoto de Maule del 27 de febrero del 2010 causó graves daños en 20 de los 102 edificios de mediana altura en Concepción, Chile. Entre estos edificios se desplomó uno de 15 pisos (Alto Río) de concreto reforzado con muros de corte. El edificio fue construido en 2009 siguiendo el código chileno de 1996 (NCh4331996). Este es equivalente al código de construcción ACI de 1995 (ACI-318 1995), excepto que se excluye los requisitos de confinamiento en los elementos de borde en muros de corte. Este artículo describe las principales propiedades del edificio Alto Río utilizando una serie de índices. Estas propiedades se comparan con otros cinco edificios con sistemas estructurales y alturas similares, ubicados dentro de un radio de 3,7 km (2,3 millas) alrededor del edificio Alto Río. Para este trabajo se realiza la siguiente pregunta: ¿cuál o cuáles características hicieron a Alto Río diferente de los otros edificios? Descripción del movimiento sísmico El movimiento sísmico del 27 de febrero del 2010 (terremoto en Maule, Chile) tuvo una magnitud de Mw=8,8 (USGS 2010), el epicentro (35,909°S y 72,733°O, profundidad=35 km) se estima que se ubicó a 105 kilómetros (65 millas) al noreste de Concepción. Las aceleraciones pico del terreno fueron 0,40 g y 0,65 g y las velocidades pico del terreno 0,67 m/s (27”/s) El edificio de Alto Río era una estructura de 15 pisos, con una altura de 38 metros y fue construido en el 2009. En su eje largo medía 40 metros y en su eje corto 12 metros de ancho. La altura típica de piso a piso era de 2,52 metros y el primer nivel era de 3,06 metros. Tenía dos sótanos para estacionamientos, cada uno con una altura de 2,52 metros. El sistema estructural era tipo muro. La relación del área de sección transversal de los muros con respecto al área en planta del edificio era del 7%. La relación de los muros en dirección longitudinal (N-S) era de aproximadamente 3% y en el sentido transversal (E-O) era de 4%. El espesor de pared típico era de 200 mm (8”). El promedio de la cuantía de refuerzo vertical era 0,6% y en el refuerzo horizontal era de 0,3% en el primer piso. El refuerzo estaba distribuido en dos mallas de acero. El espesor de la losa de entrepiso era de 150 mm (6”) de concreto reforzado. El concreto utilizado era de peso normal y tenía una resistencia a la compresión f’c=48 MPa (6800 psi) obtenida a partir de ensayos de núcleos extraídos de muros estructurales después del terremoto. La media de la resistencia a tensión fue de fy=480 MPa (70 ksi) y una tensión de rotura media fu=720 MPa (105 ksi), según informes IDIEM 2010. El período del primer modo (dirección E-O) de oscilación fue de 0,5 s y el factor de participación modal fue de 1,6 según Song et al 2011. 125 Colegio de Ingenieros Civiles DE Costa Rica Suplemento de Ingenieros Civiles 126 La demanda de desplazamiento espectral se estimó en aproximadamente 0,25 m (10”) utilizando el método propuesto por Sözen (2003). Este espectro se ha asociado con una deriva media máxima de 1%. La capacidad a la flexión del edificio se calculó utilizando un análisis límite. Solamente se calculó en la dirección transversal (E-O), ya que en esta dirección colapsó el edificio. Las relaciones momento-curvatura fueron calculadas para cada eje estructural del edificio. El peso por unidad de superficie del entrepiso se supone en 1000 kgf/m2 (205 psf). La carga axial que actúa sobre cada sección de pared se calcula utilizando anchos tributarios iguales a la mitad de la distancia entre ejes estructurales adyacentes. Se estudió dos mecanismos de falla de flexión. En el primero se asume que se formaban rótulas en la base de las paredes del primer nivel. En el segundo se supuso que las rótulas se formaron en la base de las paredes del segundo piso. Se asume que las losas de entrepiso actuaron como vigas de acople y que la aceleración lateral es lineal, de acuerdo con Song et al (2011). Cinco edificios de concreto reforzado tipo muro fueron comparados con Alto Río: Alto Arauco, Alto Huerto, Centro Mayor, Plaza del Río1 y Plaza del Río2. Para la comparación de estos cinco edificios fueron establecidos una serie de parámetros como propiedades geométricas, detalles de refuerzo y esfuerzos normales debidos a la carga axial y flexión. Se obtuvo resultados de ensayos a compresión para Alto Río de 47 MPa (6800 psi) y Centro Mayor 56 MPa (8000 psi), pero no así para los otros edificios. Luego, otros datos de f’c (en términos de la resistencia de un cubo de 200 mm) fueron obtenidos para el Alto Río y Centro Mayor, 30 MPa (4350 psi) de muestras extraídas de las fundaciones, del primer y segundo nivel. Para el resto de los edificios se especifica en planos 25 y 30 MPa. Se asume resistencias de 52 MPa (7500 psi) para todas las edificaciones distintas a Alto Río y Centro Mayor bajo la teoría de ensayos de compresión utilizando cilindros de concreto. Un parámetro manejado fue el índice de esfuerzo a la flexión propuesto por S.Wood (1989) para identificar las paredes estructurales vulnerables a la fractura del refuerzo. Este sugiere que los muros estructurales con índices menores a 15% tienden a presentar daños a tensión. Otros parámetros se refieren a detalles estructurales (refuerzo de confinamiento y ubicación de traslapos) y discontinuidades geométricas en la elevación de muros. Análisis general La altura de los edificios tiene un rango que va desde los 30 hasta los 50 metros y el número de pisos varió de 13 hasta 20 niveles. Los edificios fueron construidos entre 2004 y 2009. Todos excepto Plaza del Río2 estaban orientados con sus ejes longitudinales en la dirección N-30°-O, aproximadamente. Plaza del Río2 se orientó en la dirección perpendicular (N-60°-E). Esta dirección (N-60°-E) coincide tanto con la dirección en la que los edificios eran más delgados como en la dirección donde hubo más daños. De hecho, Plaza del Río2 fue el único en la muestra con daños leves. Para los edificios considerados, sus períodos fundamentales van de 0,5 s a 0,7 s, por lo tanto se podría esperar demandas de desplazamiento espectral parecidas para los seis edificios, bajo el supuesto que el movimiento del suelo no varía dramáticamente de uno a otro. El promedio de las cuantías de refuerzo vertical varían entre 0,3% y 2%. Alto Huerto y Centro Mayor tiene cuantías entre el 2% y el 1,4%, respectivamente. Las otras cuatro edificaciones tienen en promedio cuantías de refuerzo menores al 1%. Alto Río tenía una cuantía de refuerzo promedio de 0,6% y Alto Arauco tenía 0,4%. Plaza del Río1 y Plaza del Río2 presentaron el menor promedio de cuantía de acero vertical con sólo 0,3%. El promedio de cuantía de acero horizontal varía entre el 0,3% y 0,7%, donde cinco de los seis edificios tienen promedios entre 0,3% y Alto Huerto cuenta con un promedio de 0,7%. La relación de área de pared en la sección transversal entre el área de piso (calculado para el primer piso) varió de 4,5% a 7%. Alto Río y Centro Mayor tenían una densidad de área de paredes entre área de construcción por piso del 7%, Alto Arauco tenía una proporción del 6% y el resto tenía aproximadamente una proporción del 4,5%. Se calculó los valores promedio de la relación de carga axial P/f’c Ag y el índice de esfuerzo a flexión (Wood, 1989). Alto Huerto y Plaza del Río1 presentaron los mayores valores de tensión axial, aproximadamente el 10% de f’c. Alto Río tuvo el valor más bajo para los esfuerzos axiales (5% de f’c), lo que indica una baja probabilidad de falla en compresión. Esto demuestra que todos los edificios, de acuerdo con los criterios propuestos por Wood, eran vulnerables a la fractura del refuerzo vertical. Plaza del Río2 y Alto Arauco eran los más vulnerables y el resto tenía una vulnerabilidad a la fractura a tensión similar. Se realizó una ubicación de los empalmes del refuerzo vertical en los edificios analizados. Plaza del Río1 y Plaza del Río2 tenían empalmes en la base del segundo y cuarto nivel. Alto Arauco tenía traslapes en la parte inferior del segundo y tercer nivel. Alto Huerto tenía empalmes en la parte superior del primer sótano y el tercer nivel. En Centro Mayor se colocó empalmes desfasados en el primer y tercer nivel. Alto Río tenía todos sus traslapes en la base del primer nivel. Además, se revisó las longitudes de los empalmes utilizados. Esta longitud varió entre los 60 y 75 diámetros de barra. Dos de los seis edificios tenían elementos de borde en las paredes estructurales (Centro Mayor y Alto Arauco). Estos edificios con elementos de borde no cumplían con las cuantías de refuerzo especificadas por el ACI 318-08. Se observó todas las discontinuidades en elevación y se estima que el 70% y el 60% de las paredes de Alto Huerto y Alto Río, respectivamente, tenían discontinuidades. En Plaza del Río1 y Alto Arauco el 25% de los muros estructurales tiene discontinuidades. En Centro Mayor y Plaza del Río2 el porcentaje de muros discontinuos fue del 14% y 5%, respectivamente. Los equipos de reconocimiento que visitaron Chile (Jack Moehle et al., 2010) sugieren que un posible inicio de daño era la presencia de discontinuidades en muros estructurales. Para estudiar los méritos de esta hipótesis se realizó una serie de interrogantes utilizando la información disponible: 1. ¿Hubo daños en todas las discontinuidades? No, de los 16 muros con discontinuidades, sólo en cuatro se observó daños graves. 2. Cuando se observó un daño severo ¿existía una discontinuidad? No, sólo el 7% de los lugares con daños graves coincidió con esquinas reentrantes. la única característica sobresaliente del Alto Río que puede explicar su colapso era la localización de los empalmes. Para probar esta hipótesis adicional, la siguiente sección explora una comparación más detallada entre este edificio y el otro que fue considerado como el más similar en la muestra disponible: Centro Mayor. Con este ejercicio se verificó que no siempre coinciden los daños con la ubicación de discontinuidades, pero sí con la ubicación de los traslapos. A partir de esto fueron formuladas las siguientes preguntas: 1. ¿Hubo daños en todos los traslapos? No, sólo se encontró daños en un 15% de los traslapos. 2. Cuando se observó un daño grave ¿existía un traslapo cerca? En un 70% de los lugares donde se observó daños graves existían empalmes de refuerzo. Los períodos calculados para Alto Río y Centro Mayor fueron 0,5 s y 0,7 s, respectivamente. La capacidad a cortante basal, así como el coeficiente de falla dominado por la flexión y el de corte fueron estimados por Song et al. (2011) para Alto Río y en el presente trabajo para Centro Mayor. Alto Río tenía un coeficiente de cortante basal mínimo (resistencia a la flexión) de 0,35 y Centro Mayor tuvo un coeficiente de cortante basal mínimo de 0,22 en sus direcciones transversales, ambos en la base del segundo piso. Los coeficientes a cortante en el primer nivel fueron 0,72 para Alto Río y 0,57 para Centro Mayo. Los coeficientes de resistencia al corte en la base del segundo piso fueron de 0,62 y 0,61, respectivamente. Estos valores indican que para ambos casos el mecanismo de falla que se podría esperar era a flexión en lugar de cortante. La probabilidad de fallo de un mecanismo dominado por flexión se entiende mejor en términos de desplazamiento en lugar de fuerza. Mediante una relación momento-curvatura se calculó la curvatura máxima de cada muro estructural en dirección este-oeste, suponiendo εc=0,004 como deformación última a la compresión del concreto. La curvatura última se calculó al dividir la deriva entre la altura, bajo el supuesto de rótulas plásticas en la base del edificio. Esta razón de curvatura indica cuánta fue la demanda por desplazamiento rotacional sobre la capacidad de flexión de la pared estructural. Las relaciones en el primer piso de Centro Mayor varían entre 0,1 a 2,6 y 0,1 a 1,8 en Alto Río. El promedio de esta relación en Centro Mayor es 1,0 y para el Alto Río la proporción media es de 0,9. Se calculó los coeficientes de demanda de desplazamiento y la capacidad de desplazamiento, en dirección este-oeste y oeste-este. Estos resultados muestran que En general, Alto Río no muestra grandes diferencias con respecto a los otros cinco edificios analizados. Únicamente hay dos características que sacan a Alto Río de la muestra: la relación de esbeltez y la ubicación de los traslapos en el refuerzo vertical. Alto Río fue el edificio más delgado en la muestra. En definitiva, es difícil atribuir el colapso a esta diferencia porque la relación de esbeltez no tiene tanta validez en términos de la respuesta dinámica como sí lo tienen parámetros como la relación de carga axial y el índice de esfuerzo a flexión. Ahora, en términos de proporción de carga axial (P/f’c Ag), la cual es un índice que debería estar correlacionado con la vulnerabilidad a la compresión, Alto Río parecía haber sido el edificio menos vulnerable en la muestra. En cuanto al índice de esfuerzo a flexión, también indica que esta edificación era vulnerable a la tensión. De acuerdo con Wood (1989), un índice de esfuerzo a la flexión menor al 15% indica vulnerabilidad a la fractura del refuerzo de tracción. Sin embargo, otros cuatro edificios tenían índices de flexión tan bajos como Alto Río, incluso Plaza del Río 2 y Alto Arauco tenían índices aun más bajos. El análisis anterior indica que, en términos de los parámetros considerados, Comparación entre el Alto Río y Centro Mayor ambos edificios tuvieron un comportamiento similar. Por lo descrito anteriormente se puede determinar que los muros estructurales de Alto Río fueron menos exigidos que los muros estructurales de Centro Mayor bajo estas estimaciones. Sin embargo, Alto Río se derrumbó sobre su costado este. Se concluye de nuevo que este no era el edificio más vulnerable de la zona, incluso Centro Mayor (bajo parámetros de derivacapacidad) fue más exigido que Alto Río. Conclusiones Seis edificios estudiados después del terremoto de Maule de 2010 en Concepción fueron comparados entre sí con un total de 19 parámetros. De estos solamente uno se derrumbó: Alto Río. En términos de los parámetros considerados, Alto Río no parece ser diferente de los otros cinco edificios, excepto que fue el único donde sus traslapos fueron hechos en un sólo nivel. Esta observación sugiere que los efectos de los traslapos en el refuerzo vertical de muros de corte es un tema que debe ser más investigado. Colegio de Ingenieros Civiles DE Costa Rica Suplemento de Ingenieros Civiles Referencias 1. Sözen, M.A. “The velocity of displacement”, en Proceedings, The NATO Science for Peace Workshop on Seismic Assessment and Rehabilitation of Existing Buildings. S.T. Watsi, G. Ozcebe (editores), Izmir, Turquía. (2003): pág. 11-28. Impreso 2. Sharon L.Wood and Jack P. Moehle. Performance of RC Shear Wall Buildings during the 1985 Chile Earthquake. 3. Sharon L.Wood, “Minimum Tensile Reinforcement Requirements in Walls”, ACI Structural Journal. V.86, No 4, Septiembre-Octubre (1989). Impreso. 4. Cheng S and Pujol S, The Collapse of the Alto Río Building during the 27 February 2010 Maule, Chile, Earthquake. 5. Moehle J., National Science Foundation <https://nees.org/resources/3111)>. 127