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NOTICIAS DEL CENTRO DE FORMACIÓN Después de las vacaciones escolares vamos a recomenzar nuestras actividades de formación, que son las siguientes: Catecismo para niños (4 a 11 años), martes o miércoles, 16:45 a 18:00 hrs.: 3 y 4 de septiembre; Clase para mamás de los niños del Catecismo: es simultánea a la clase para los niños; Club de monaguillos (martes, 16:45 a 18:00 hrs.): 3 de septiembre; Curso PREND-T, para jóvenes de 12 a 17 años (martes, 18:00 a 19:45 hrs.): 1 de octubre; Clases doctrinales para empleadas del hogar (jueves): 12:00 a 13:00 hrs., 5 de septiembre; 17:00 a 18:00 hrs., todo el año; Clases doctrinales para mujeres profesionistas (lunes, 19:30 a 20:45 hrs.): todo el año; Curso prebautismal (1er. viernes de mes, 19:45 a 21:00 hrs.): todo el año; Curso prematrimonial: 18 a 20 de octubre de 2013, 14 a 16 de febrero de 2014; Clase de Teología para señoras (estudio del Catecismo de la Iglesia Católica): de 11:00 a 12:00 hrs., martes 3 de septiembre y viernes 6 de septiembre; Retiros para señoras: 3er. lunes, 19:30 hrs. (agosto); 3er. miércoles y 3er. viernes, 10:30 hrs. (septiembre); Clase de Teología para señores (estudio del Catecismo de la Iglesia Católica): martes, 19:30 hrs., 20 de agosto; Retiros para señores: 2do. martes, miércoles y jueves, 19:30 hrs. (agosto); Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA): viernes (13:00 a 14:30 hrs.: todo el año), domingo (10:30 a 13:00 hrs.: continúa); Diplomado “Desarrollo Humano I”, jueves 10:00 a 13:00 hrs.: 5 de septiembre; Diplomado “Desarrollo Humano II”, lunes 10:00 a 13:00 hrs.: 2 de septiembre; Diplomado “Familia y Educación”, martes 10:00 a 13:00 hrs.: 3 de septiembre; Diplomado “La grandeza de la madurez”, jueves 17:00 a 20:00 hrs.: 5 de septiembre; Acuérdate que estamos todavía en el “Año de la fe”. Benedicto XVI, en la carta de convocación “Puerta de la Fe” nos decía: «El Año de la fe deberá expresar un compromiso unánime para redescubrir y estudiar los contenidos fundamentales de la fe, sintetizados sistemática y orgánicamente en el Catecismo de la Iglesia Católica. En efecto, en él se pone de manifiesto la riqueza de la enseñanza que la Iglesia ha recibido, custodiado y ofrecido en sus dos mil años de historia. El Catecismo ofrece una memoria permanente de los diferentes modos en que la Iglesia ha meditado sobre la fe y ha progresado en la doctrina, para dar certeza a los creyentes en su vida de fe» (n. 11). Y gana la indulgencia plenaria contemplada en el Decreto del Cardenal Norberto Rivera: «Cada vez que asistan por lo menos a tres momentos de predicación, sea con ocasión de alguna misión o estudio, sobre los documentos del Concilio Vaticano II, o sobre los artículos del Catecismo de la Iglesia Católica, en cualquier Iglesia o lugar idóneo, como pueden ser las Parroquias, los Centros Educativos, Centros Asistenciales, etc., y profesen la Fe en cualquier forma legítimamente establecida» (n. 3, a). HORARIOS DE MISA Lunes a Viernes: 8:00, 13:15 y 19:00 hrs. Sábados: 8:00 hrs. y 18:00 hrs. (Misa Dominical) Domingos: 10:30 (Niños), 12:00, 13:45, 18:00 y 19:30 hrs. CONFESIONES Lunes a Viernes: durante las Misas de 8:00 y 19:00 hrs. Sábado: 8:00 y 18:00 hrs. Domingo: durante todas las Misas. HORARIOS DE OFICINA Lunes a Viernes: 9:30 a 15:30 y 16:00 a 18:00 hrs. CAMPANARIO AGOSTO, 2013 MENSAJE DEL PÁRROCO LO QUE ESPERA EL PAPA DE LOS JÓVENES Del 23 al 28 de julio se llevó a cabo, en Río de Janeiro, Brasil, la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, bajo el lema misionero: “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos” (Mateo, 28, 19). Desde la JMJ de 2011 los jóvenes esperaban la nueva cita con el Papa, sin imaginarse que los acompañaría un Pontífice recién elegido. A partir de la elección del Papa Francisco había un motivo más para no perderse el evento, motivo que iba creciendo a medida que el nuevo sucesor de San Pedro se iba ganando el corazón de chicos y grandes. Y vaya que no los defraudó. El Santo Padre nos sigue sorprendiendo cada día y la JMJ fue una oportunidad de oro para hablar directamente a jóvenes de 180 países, los principales protagonistas de llevar a cabo la nueva evangelización que requiere la Iglesia en estos momentos. Y les habló primero con sus gestos: llevando personalmente su maletín al subir al avión —sin acondicionamientos especiales—; utilizando un coche utilitario, de grandes ventanillas, para trasladarse por las calles de Río y así estar más en contacto con la gente, repartiendo besos y abrazos a los pobres y a los enfermos, niños y adultos, sin faltar en el plan una visita a las favelas: «Sé que para llegar al pueblo brasileño es necesario entrar por la puerta de su inmenso corazón. Permítanme que llame delicadamente…». Y luego les habló con sus palabras, diciéndoles que el Señor los necesita y los llama a cada uno. Que deben dejarlo entrar en su vida acogiendo su Palabra, enfrentando las dificultades y teniendo el valor de ir a contracorriente. Que deben ser cristianos auténticos, apuntando a lo alto, a decisiones definitivas que den pleno sentido a sus vidas. «¡Jesús nos ofrece algo más grande que la Copa del Mundo! –decía el Papa– Jesús nos ofrece la posibilidad de una vida fecunda y feliz, y también un futuro con él que no tendrá fin, allá en la vida eterna. Es lo que nos ofrece Jesús. Pero nos pide que paguemos la entrada. Y la entrada es que nos entrenemos para “estar en forma”, para afrontar sin miedo todas las situaciones de la vida, dando testimonio de nuestra fe». Entrenarse es preguntarle a Jesús en la oración qué quiere de nuestra vida. El Papa animaba a los jóvenes a dejar que el Espíritu Santo hable en su corazón. «¿Empezamos? –pregunta Francisco– ¿Por dónde? Por vos y por mí. Cada uno, en silencio otra vez, pregúntese si tengo que empezar por mí, por dónde empiezo. Cada uno abra su corazón para que Jesús les diga por dónde empiezo». En el contexto del Año de la Fe el Santo Padre les recordó la responsabilidad de ser misioneros: «Compartir la experiencia de la fe, dar testimonio de la fe, anunciar el evangelio es el mandato que el Señor confía a toda la Iglesia, también a ti; es un mandato que no nace de la voluntad de dominio, de la voluntad de poder, sino de la fuerza del amor». Y terminaba recordándoles que la Iglesia necesita de los jóvenes, de su entusiasmo, su creatividad, su alegría. «No tengan miedo. Cuando vamos a anunciar a Cristo, es él mismo el que va por delante y nos guía. Jesús no nos deja solos, nunca deja solo a nadie. Nos acompaña siempre». Sigamos pidiéndole al Señor por los frutos de la JMJ, para que haya muchos corazones jóvenes que se decidan con generosidad a seguir a Jesucristo entregándole su vida sin condiciones. P. Gustavo Elizondo LA VIRGEN DEL CAMINO Como todos se han dado cuenta, hemos colocado en el atrio de la iglesia una bonita imagen de Nuestra Señora, bajo la advocación de Virgen del Camino. Como quedó muy a la vista, nos resultará fácil saludar a nuestra Madre cada vez que vengamos a la iglesia, diciéndole con el corazón alguna jaculatoria. Y a propósito del “camino”, nos pueden servir unas palabras de San Josemaría, ahora que se acerca una de las grandes fiestas de Santa María, el 15 de agosto: La fiesta de la Asunción de Nuestra Señora nos propone la realidad de esa esperanza gozosa [del Cielo]. Somos aún peregrinos, pero Nuestra Madre nos ha precedido y nos señala ya el término del sendero: nos repite que es posible llegar y que, si somos fieles, llegaremos. Porque la Santísima Virgen no sólo es nuestro ejemplo: es auxilio de los cristianos. Cor Mariae Dulcissimum, iter para tutum; Corazón Dulcísimo de María, da fuerza y seguridad a nuestro camino en la tierra: sé tú misma nuestro camino, porque tú conoces la senda y el atajo cierto que llevan, por tu amor, al amor de Jesucristo (Es Cristo que pasa, nn. 177 y 178). EN EL AÑO DE LA FE – CONOCER EL CATECISMO I. Lo que hay que creer – CREDO – La Asunción de la Sma.Virgen n. 966 “Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del cielo y elevada al trono por el Señor como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los Señores y vencedor del pecado y de la muerte” (Lumen gentium 59; cf. la proclamación del dogma de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María por el Papa Pío XII en 1950). La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos. II. Lo que hay que celebrar – SACRAMENTOS – Sacerdocio común de los fieles nn. 1546 y 1547 Cristo, sumo sacerdote y único mediador, ha hecho de la Iglesia “un Reino de sacerdotes para su Dios y Padre” (Ap 1,6). Toda la comunidad de los creyentes es, como tal, sacerdotal. Los fieles ejercen su sacerdocio bautismal a través de su participación, cada uno según su vocación propia, en la misión de Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey. Por los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación los fieles son “consagrados para ser...un sacerdocio santo” (Lumen gentium 10). El sacerdocio común de los fieles se realiza en el desarrollo de la gracia bautismal (vida de fe, de esperanza y de caridad, vida según el Espíritu) y el sacerdocio ministerial está al servicio del sacerdocio común, en orden al desarrollo de la gracia bautismal de todos los cristianos. III. Lo que hay que vivir – LOS MANDAMIENTOS – El descanso del Domingo n. 2185 Durante el domingo y las otras fiestas de precepto, los fieles se abstendrán de entregarse a trabajos o actividades que impidan el culto debido a Dios, la alegría propia el día del Señor, la práctica de las obras de misericordia, la distensión necesaria del espíritu y del cuerpo (cf Código de Derecho Canónico, can. 1247). Las necesidades familiares o una gran utilidad social constituyen excusas legítimas respecto al precepto del descanso dominical. Los fieles deben cuidar que legítimas excusas no introduzcan hábitos perjudiciales a la religión, a la vida de familia y a la salud. IV. Lo que hay que rezar – LA ORACIÓN – Las oraciones fundamentales n. 2688 La catequesis de niños, jóvenes y adultos, está orientada a que la Palabra de Dios se medite en la oración personal, se actualice en la oración litúrgica, y se interiorice en todo tiempo a fin de fructificar en una vida nueva. La catequesis es también el momento en que se puede purificar y educar la piedad popular. La memorización de las oraciones fundamentales ofrece una base indispensable para la vida de oración, pero es importante hacer gustar su sentido. RECONOCIMIENTO AL CENTRO COMUNITARIO SANTA FE Recientemente salió publicado en el libro “Construyendo Madurez Institucional en las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC). El Modelo Fortaleza de Fundación Merced” un reconocimiento para nuestro Centro Comunitario. Aparece como el ejemplo 4 de la OSC donde el voluntariado forma parte esencial de la operación de la institución y además aun siendo una institución muy joven, estamos en grado alto de institucionalidad. Este trabajo se llevó a cabo durante una serie de entrevistas, dando como resultado lo siguiente: • Somos un punto de referencia para otros proyectos de impacto social en la zona metropolitana • Documentamos nuestra información para formar un acervo que sirva como base de investigaciones futuras. • Somos reconocidos por las comunidades. • Establecemos sinergias con organizaciones que le permiten potencializar su impacto. Agradecemos a todos los Voluntarios, Consejeros, equipo operativo y Donantes la confianza depositada en el Centro Comunitario Santa Fe. Más información: http://www.fundacionmerced.org.mx/docs/Fortaleza/LibroFortaleza/LibroFortaleza.html LAS HOMILÍAS DE LA MISA DIARIA DEL PAPA FRANCISCO La confesión no es una sesión de tortura ni una lavandería. «El confesionario no es ni una “lavandería” que elimina las manchas de los pecados, ni una “sesión de tortura”, donde se infligen golpes. La confesión es, más bien, un encuentro con Jesús donde se toca de cerca su ternura. Pero hay que acercarse al sacramento sin trucos o verdades a medias, con mansedumbre y con alegría, confiados y armados con aquella “bendita vergüenza”, la “virtud del humilde” que nos hace reconocer como pecadores. La confesión es un encuentro con Jesús que nos espera como somos. “Pero, Señor, mira, yo soy así”. Estamos avergonzados de decir la verdad: hice esto, pensé en aquello. Pero la vergüenza es una verdadera virtud cristiana, e incluso humana. Avergonzarse es una virtud del humilde» (29 de abril). La oración hace milagros. «Hay que orar con el corazón. Una oración valiente, que lucha por conseguir tal milagro; no esas oraciones gentiles, ‘Ah, voy a orar por ti’, y digo un Padre Nuestro, un Ave María y me olvido. No, sino una la oración valerosa. La oración hace milagros, ¡pero tenemos que creer! Creo que podemos hacer una hermosa oración... y decirla hoy, todo el día: “Señor, creo, ayúdame en mi incredulidad”... y cuando nos piden que oremos por tanta gente que sufre en las guerras, por todos los refugiados, por todos aquellos dramas que hay en este momento, rezar, pero con el corazón al Señor: “¡Hazlo!”, y decirle: “Señor, yo creo. Ayúdame en mi incredulidad”. Hagamos esto hoy» (20 de mayo). Contra la cultura del bienestar. «El bienestar nos adormece, es una anestesia: “no, no, no más de un hijo, porque no podemos tomar vacaciones, no podemos ir a tal sitio, no podemos comprar la casa”. Es bueno seguir al Señor, pero hasta cierto punto. Esto es lo que hace el bienestar: todos sabemos bien cómo es el bienestar, pero este nos lleva hacia abajo, nos quita el coraje, aquel coraje fuerte para caminar cerca de Jesús. Esta es la primera riqueza de nuestra cultura actual, la cultura del bienestar» (27 de mayo). Que los cristianos trabajen en política. «Implicarse en la política es una obligación para un cristiano. Nosotros los cristianos no podemos jugar a ser Pilatos, lavarnos las manos: no podemos. Debemos entrar en la política, porque la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Y los laicos cristianos deben trabajar en política. Usted me dirá: ‘Pero no es fácil’. No hay cosas fáciles en la vida: no es fácil. La política es demasiado sucia, pero yo me pregunto: es sucia, ¿por qué? ¿Porque los cristianos no han entrado con espíritu evangélico?... es fácil decir: ‘la culpa es de aquél’. Pero yo, ¿qué hago?» (7 de junio).