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Junio de 2014 Volumen 14 Número 2 / Junio de 2014 • Costos en enfermedad tromboembólica. • Admisiones obstétricas a unidades de cuidados intensivos de Colombia. Estudio multicéntrico en 17 instituciones. • Caracterización de hallazgos histopatológicos renales de pacientes fallecidos en cuidado intensivo con falla renal aguda. • Lesión renal aguda asociada a cirugía cardiovascular: una perspectiva desde la fisiología renal. • Fisiología pulmonar: cambios con la obesidad, edad, género y altura. • Histoplasmosis pulmonar en Pediatría: reporte de caso, clínica, laboratorio y tratamiento. • Dificultad respiratoria aguda en la etapa neonatal no siempre es enfermedad de membrana hialina. Reporte de caso clínico de enfermedad adenomatoidea quística. • Manejo de miocardiopatía periparto severa con levosimendán en la unidad de cuidado intensivo. Volumen 14 Número 2 • Siete casos con síndrome de Takotsubo. • Rituximab en paciente con síndrome pulmón-riñón secundario a enfermedad anti-membrana basal glomerular. Volumen 14 Número 2 / Junio de 2014 Guillermo Ortiz Ruiz MD., ESP. Guillermo Ortiz Fabio Varón Francisco Molina José Luis Accini Mauricio Fernández I-Epidemiología Dr. Nelson Giraldo II-Coagulación e inflamación Dra. Marcela Granados III-Falla respiratoria y ventilación mecánica Dr. Carmelo Dueñas IV-Nutrición y Metabolismo Dr. Martin Carvajal V-Cuidado Intensivo neurológico Dr. Jorge H Mejía VI-Trauma Dr. Ricardo Uribe VII-Sedación y Analgesia Dr. Edgar Celis VIII-Infecciones y Sepsis Dr. Nelson Fonseca IX-Cardiovascular Dr. Luis Horacio Atehortua X-Ética y Bioética Dr. Rubén Camargo XI-Calidad y Costos Dr. Darío Londoño XII-Toxicología Dr. Abner Lozano XIII-Cuidado Intensivo Obstétrico Dra. María Fernanda Escobar XIV-Cuidado Intensivo Pediátrico Dr. Mauricio Fernández Volumen 14 Número 2 / Junio de 2014 Junta Directiva 2013 - 2015 Presidente LUIS HORACIO ATEHORTÚA Vocal Regional Eje Cafetero MARÍA CRISTINA FLORIÁN Vicepresidente GUILLERMO AGAMENÓN QUINTERO Vocal Regional Antioquia OLGA ELENA HERNÁNDEZ Secretario FERNANDO MONTOYA NAVARRETE Vocal Regional Santanderes RAFAEL SERRANO Tesorero JUAN CARLOS ARANGO Vocal Regional Valle GABRIEL LÓPEZ MALDONADO Fiscal JAIME FERNÁNDEZ SARMIENTO Vocal Regional Alto Magdalena ABNER LOZANO LOSADA Vocal Capítulo de Pediatría MIGUEL RUZ Vocal Regional Nortesantanderiana SERGIO URBINA Vocal Regional Bogotá y Cundinamarca LEOPOLDO FERRER ZACCARO Director de Cursos ERNESTO GIRALDO LÓPEZ Vocal Regional Costa Atlántica NELLY ESTER BELTRÁN Director Revista GUILLERMO ORTIZ RUIZ Coordinador Web Page NORTON PÉREZ CONTENIDO Volumen 14 Número 2 / Junio de 2014 EDITORIAL Despedida al Doctor Carlos Acosta................................................................................................ 93 Abner Lozano Losada ARTÍCULO ORIGINAL Costos en enfermedad tromboembólica....................................................................................... 95 Omar Martínez, Oscar Alberto Sáenz M., Francisco Eduardo González A., Juan Carlos Martínez A., Diego Alejandro Pinto P., Paola Bonilla, Diego Orlando Díaz, Erika Paola Vergara V. Admisiones obstétricas a unidades de cuidados intensivos de Colombia. Estudio multicéntrico en 17 instituciones...................................................................................................................... 101 José Rojas-Suárez, Sandra Olaya, Carmelo Dueñas, Betty Palacio Caracterización de hallazgos histopatológicos renales de pacientes fallecidos en cuidado intensivo con falla renal aguda................................................................................................... 110 José F. Escobar, María C. Florián, César A. Restrepo, Alex Pava, Rafael Pava REVISIÓN DE TEMA Lesión renal aguda asociada a cirugía cardiovascular: una perspectiva desde la fisiología renal.....118 Luis Ramírez Cedeño, Jorge Enrique Echeverri, Juan Guillermo Vargas Fisiología pulmonar: cambios con obesidad, edad, género y altura............................................ 128 Natalia Agudelo Valencia, Viviana Parra Izquierdo, Alirio Bastidas REPORTE DE CASO Histoplasmosis pulmonar en Pediatría: reporte de caso, clínica, laboratorio y tratamiento......... 136 María Durán, Iván Pinto, Carlos A. Gallón Arango Dificultad respiratoria aguda en la etapa neonatal no siempre es enfermedad de membrana hialina. Reporte de caso clínico de enfermedad adenomatoidea quística.................................... 143 Ledys Izquierdo, Adriana Barbosa Manejo de miocardiopatía periparto severa con levosimendán en la unidad de cuidado intensivo....149 Ray Mendoza Franco, Luis Horacio Atehortúa López, David López García, Héctor Arroyave Páramo Siete casos con síndrome de Takotsubo...................................................................................... 158 Jorge Eliécer Sará Ochoa, Olga Helena Hernández Ortiz Rituximab en paciente con síndrome pulmón-riñón secundario a enfermedad anti-membrana basal glomerular......................................................................................................................... 162 Victoria Garcia Velásquez, Rafael Andrade, Carlos Velásquez, Andrés Díaz, Álvaro Ochoa, Jorge Bejarano, Ricardo Ardila Castellanos, Francisco Molina Saldarriaga CONTENTS Volumen 14 Número 2 / Junio de 2014 EDITORIAL Farewell to Doctor Carlos Acosta..........................................................................................................93 Abner Lozano Losada ORIGINAL ARTICLES Thromboembolic disease costs.............................................................................................................95 Omar Martínez, Oscar Alberto Sáenz M., Francisco Eduardo González A., Juan Carlos Martínez A., Diego Alejandro Pinto P., Paola Bonilla, Diego Orlando Díaz, Erika Paola Vergara V. Obstetric admissions to intensive care units in Colombia. A multicenter study in 17 institutions......101 José Rojas-Suárez, Sandra Olaya, Carmelo Dueñas, Betty Palacio Characterization of hystopathologic findings of renal biopsies taken from patients who died in the intensive care unit with acute renal failure...............................................................................110 José F. Escobar, María C. Florián, César A. Restrepo, Alex Pava, Rafael Pava TOPICS REVIEW Acute kidney injury associated with cardiovascular surgery: a view from kidney physiology....... 118 Luis Ramírez Cedeño, Jorge Enrique Echeverri, Juan Guillermo Vargas Pulmonary physiology: changes with obesity, age, gender and altitude............................................128 Natalia Agudelo Valencia, Viviana Parra Izquierdo, Alirio Bastidas CASE REPORTS Pulmonary histoplasmosis in Pediatrics: report of a case, clinical and laboratory findings, and treatment.................................................................................................................................... 136 María Durán, Iván Pinto, Carlos A. Gallón Arango Acute respiratory distress in the neonatal period no is always hyaline membrane disease. Report clinical case of cystic adenomatoid disease........................................................................................143 Ledys Izquierdo, Adriana Barbosa Levosimendan for the treatment of severe presentation of peripartum cardiomyopathy in ICU.......149 Ray Mendoza Franco, Luis Horacio Atehortúa López, David López García, Héctor Arroyave Páramo Seven cases of Takotsubo cardiomyopathy........................................................................................158 Jorge Eliécer Sará Ochoa, Olga Helena Hernández Ortiz Rituximab in a pulmonary-renal syndrome patient with antiglomerular basement membrane disease..............................................................................................................................162 Victoria Garcia Velásquez, Rafael Andrade, Carlos Velásquez, Andrés Díaz, Álvaro Ochoa, Jorge Bejarano, Ricardo Ardila Castellanos, Francisco Molina Saldarriaga EDITORIAL Acta Colombiana de Cuidado Intensivo 2014; 14 (2): 93-94. Despedida al Doctor Carlos Acosta Abner Lozano Losada, MD., FCCM(1) Hoy he llegado hasta aquí para despedir al Doctor Carlos Acosta, querido amigo y colega. El Dr. Acosta fue parte de mi familia, razón por la que lo llamaba Carlitos. Siempre estaba a mi lado, pasara lo que pasara, en lo bueno y en lo malo; por eso estoy afligido por su partida inesperada. Todos tenemos amigos, muchos o pocos, buenos o malos, leales o ingratos; por ello, cuando perdemos a un amigo bueno y leal sentimos como si se nos fuera un hermano. Carlitos fue alguien que me acompañó en todo momento, que me hizo reír, pero, sobre todo, que no permitió que me sintiera solo y desamparado en los días más difíciles de mi enfermedad. Aun cuando es muy hermoso y mejor divertirnos al lado de nuestros amigos, también existen momentos en los que, con mucho dolor, tenemos que despedirnos de ellos. Siempre en el transcurso de nuestras vidas un amigo se va de este mundo y debemos ser fuertes para afrontar ese hecho. Está claro que no somos nosotros los únicos que sufrimos sino sus seres queridos y los que se encuentran más cerca de él. Son siempre tristes las despedidas, aún más si el que se va ha tenido en vida la dimensión humana de los grandes hombres: la sencillez de los sabios y la generosidad de los elegidos por Dios. Recibido: 01/06/2014. Aprobado: 04/06/2014. (1) Presidente AMCI Capítulo Alto Magdalena La atención médica en la unidad de cuidado intensivo en Colombia Dueñas y cols 93 Carlitos, me toca referirme a usted, en nombre de mis colegas de la AMCI, lugar que integró durante tantos años y en el que fuimos permanentes testigos de su trabajo y damos fe de su compañerismo y su elevado y honroso sentido de la amistad. Carlitos fue un hombre desinteresado, generoso, optimista y muy inteligente. Él me enseñó a ver lo bueno de todo lo malo. Me harán mucha falta su sinceridad, sus buenas intenciones, su respeto y aprecio. Pude observar cómo Carlitos convirtió nuestra agremiación en un grato y placentero lugar de trabajo y de estudio, pero también de charlas, bromas, alegrías y reflexiones. Siempre estuvo cerca con sus consejos, enseñanzas y palabras tranquilizadoras y amables. Se diferenció de todas las personas por su lindo carácter y su gran corazón. Aquellos que logramos conocerlo tuvimos mucha suerte por habernos cruzado con él, y nuestro mayor anhelo es que Dios lo tenga junto a Él. Lo recordaremos siempre porque nos ha honrado con su amistad y nos sentimos orgullosos de ello, sentimiento que compartirán también su esposa, hijos y familia. Será entonces como si nunca se hubiera ido; lo veremos en los congresos y en las actividades académicas de nuestra AMCI. Como lo expresó Gabriel García Márquez, “la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido”, por eso, Carlitos, usted permanecerá en nuestras memorias y en nuestros corazones; reviviremos día a día cada una de las anécdotas e historias compartidas durante tantos años para no olvidarlo. Carlitos gracias por su amistad y descanse en eterna paz. 94 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 ARTÍCULO ORIGINAL Acta Colombiana de Cuidado Intensivo 2014; 14 (2): 95-100. Costos en enfermedad tromboembólica Omar Martínez(1); Oscar Alberto Sáenz M.(2); Francisco Eduardo González A.(3); Juan Carlos Martínez A.(4); Diego Alejandro Pinto P.(5); Paola Bonilla(5); Diego Orlando Díaz(5); Erika Paola Vergara V.(6) Resumen Médico internista Universidad El Bosque. Hospital Santa Clara. (2) Médico internista, neumólogo. Universidad El Bosque. Hospital Santa Clara. Coordinador servicio urgencias. Docente Universidad El Bosque. (3) Médico, farmacólogo, bioeticista. Hospital Santa Clara. Profesor asociado Universidad El Bosque. (4) Médico internista Universidad El Bosque. Hospital Santa Clara. Coordinador servicio urgencias. Docente Universidad El Bosque. (5) Médico internista Universidad El Bosque. Hospital Santa Clara. Docente Universidad El Bosque. (6) Médico internista, epidemiólogo Universidad El Bosque. Hospital Santa Clara. Docente Universidad El Bosque. (1) Correspondencia: Omar Martínez C. Correo electrónico: omryesmed42@gmail.com Oscar Sáenz. Correo electrónico: oasm15@yahoo.com Juan Ospina. Correo electrónico: alejandrospina31@yahoo.com Iván Rodríguez. Correo electrónico: doctorivanrodriguez@ gmail.com Erika Vergara. Correo electrónico: paoli1982@gmail.com Francisco González. Correo electrónico: gonzalezfrancisco @unbosque.edu.co La enfermedad tromboembólica es una entidad ampliamente relegada en el entorno hospitalario a pesar del riesgo intrínseco de éste y el de cada paciente, además de sus respectivas altas tasas de morbimortalidad; sin embargo, es fácilmente prevenible a bajos costos respecto al tratamiento y a todas las posibles complicaciones derivadas de ésta, sus secuelas e indemnizaciones, si se tiene en cuenta el valor unitario día de una hospitalización promedio con bajo valor sobreañadido de las heparinas de bajo peso molecular, las heparinas no fraccionadas, las medias de compresión gradual y las medidas no farmacológicas como método profiláctico de dicha enfermedad, respecto del alto valor social, económico y legal que representa la hospitalización prolongada, el reingreso hospitalario, las interconsultas con medicina especializada, el ecocardiograma, la angio-TAC, entre otros, como consecuencia de su ocurrencia no prevista por factores diversos entre los cuales cabe destacar olvido y/o desconocimiento del riesgo por parte del personal médico. enfermedad tromboembólica venosa, heparina no fraccionada, heparinas de bajo peso molecular, costoefectividad, tromboprofilaxis. Palabras clave: Thromboembolic disease costs Abstract Thromboembolic disease is a widely neglected in the hospital setting despite the inherent risk of each patient and with their high rates of morbidity and mortality, but easily preventable at low cost on the treatment and all possible complications of this, sequelae and allowances, taking into account the unit value day hospitalization on average low value added of LMWH, UFH, MCG, and nonpharmacologic measures as a method of VTE prophylaxis, compared to the high social value, economic and representing legal prolonged hospitalization, a hospital readmission, medical consultations with specialized medicine, echocardiography, CT angiography, ect. Because of its occurrence is not covered by various factors among which include forgetfulness and / or lack of risk by the medical staff. venous thromboembolic disease, unfractioned heparin, low molecular weight heparin,cost-effectiveness, thromboprophylaxis. Keywords: Recibido: 21/04/2014. Aprobado: 02/05/2014. 95 Introducción La enfermedad tromboembólica venosa constituye un problema grave de salud pública y sigue siendo una causa importante de morbimortalidad en pacientes hospitalizados, que acarrea altos costos y consumo de recursos (1). El término enfermedad tromboembólica venosa engloba entidades clínicas como la trombosis venosa profunda en miembros inferiores o superiores, su mayor complicación, la tromboembolia pulmonar y, por último, el síndrome post-trombótico (1). Estas manifestaciones de la enfermedad tromboembólica venosa están íntimamente relacionadas; alrededor del 30% al 75% de los pacientes con trombosis venosa profunda demostrada presentan tromboembolia pulmonar clínicamente silente y en el 70% de los pacientes con ésta se demuestra trombosis venosa profunda. Constituye la tercera causa de enfermedad cardiovascular aguda en orden de frecuencia, después del infarto del miocardio y del accidente cerebrovascular, y la primera causa de muerte intrahospitalaria prevenible, ya que la mitad de los casos de enfermedad tromboembólica venosa ocurren en dicho contexto. Es responsable de 200.000 a 300.000 hospitalizaciones en los Estados Unidos, con un costo promedio anual de US $10,804 para la trombosis venosa profunda y US $16,644 para la tromboembolia pulmonar, además de mayores costos por tasas de readmisiones derivadas de la enfermedad tromboembólica venosa primaria, que acontece desde el 5% hasta el 14%, de donde más de la mitad de los casos ocurren en los siguientes noventa días posteriores al egreso hospitalario. Adicionalmente, alcanza hasta el 21% más en costos que el ingreso anterior (2), que no sólo representa un gasto con alto impacto para cualquier sistema de salud ya que dentro de éste no se tiene en cuenta la pérdida de productividad en pacientes en edad productiva (3, 4). Por otra parte, la mortalidad por tromboembolia pulmonar aguda sin tratamiento es superior al 30% (5, 6). Aun considerando la importancia de esta patología y la disponibilidad de tratamientos profilácticos de eficacia indudable (1), todavía un 96 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 significativo porcentaje de pacientes, con un riesgo moderado o alto de padecer un episodio de enfermedad tromboembólica venosa, no recibe un tratamiento preventivo. La necesidad de realizar tromboprofilaxis se respalda gracias al aporte de la literatura científica, al conocimiento más exhaustivo de los factores de riesgo de los pacientes y a la identificación de los efectos adversos de ésta, pero además aspectos como: • Alta prevalencia. • Al menos un factor de riesgo para enfermedad tromboembólica venosa en pacientes hospitalizados. El 4% de los pacientes hospitalizados sufren una ETV por cualquier causa siendo más del 70% de los mismos pacientes con patología no quirúrgica. • Mortalidad por tromboembolia pulmonar del 11,6% frente al 2,3% por trombosis venosa profunda (7). La tromboembolia pulmonar es la causa de muerte hospitalaria más comúnmente prevenible. • Es ético, si existen intervenciones seguras y efectivas, como las disponibles en la actualidad. • Dificultad diagnóstica: la enfermedad tromboembólica venosa adquirida en hospitalización usualmente es clínicamente silente; los exámenes paraclínicos para su diagnóstico son de difícil interpretación. • La mayoría de las trombosis venosas profundas sintomáticas relacionadas con la hospitalización ocurren después del alta (8). • La profilaxis, por tanto, resulta costo-beneficiosa frente a la no aplicación de ésta teniendo en cuenta las estancias hospitalarias, los fármacos utilizados y su administración, las técnicas diagnósticas a emplear y las posibles indemnizaciones (9). • Consecuencias de la falta de prevención: tromboembolia pulmonar fatal, incremento del riesgo de recidivas, síndrome postrombótico crónico, hipertensión pulmonar y sus implicaciones derivadas como costos para el sistema de salud o para el paciente y pérdida en años de vida productiva (10). • En varios países se ha demostrado que es más costo-efectiva la alternativa de prevención que la vigilancia intensiva o el tratamiento. Formas de profilaxis Entre los diversos tratamientos profilácticos de la enfermedad tromboembólica venosa se cuenta con las alternativas que enumeran a continuación. No farmacológicas Incluyen educación no sólo para el paciente sino para el personal de salud; motivación al paciente, movilización activa y precoz de las extremidades, compresión mecánica y compresión neumática; todas éstas con alto impacto en cuanto a efectividad seguridad y costos de predominio en pacientes con bajo o mediano riesgo con la intención de prevenir o disminuir la estasis circulatoria y aumentar el flujo venoso en las extremidades inferiores sin riesgo de sangrado. Como norma general se debe evitar la inmovilización en cama; durante el tiempo que el paciente permanezca en ella, debe mantener las extremidades elevadas movilizarlas de manera activa y/o pasiva ya que la simple posición en decúbito supone un cambio en la dinámica circulatoria venosa en las extremidades inferiores, que en últimas determina la reducción del tiempo de estancia hospitalaria al lograr el reacondicionamiento físico temprano en cualquier patología y por tanto, reducir el alto impacto en todo tipo de costos. En general, son menos eficaces que los tratamientos farmacológicos. En una revisión sistemática los métodos mecánicos relucieron cerca de dos tercios el riesgo de trombosis venosa profunda cuando se utilizaban en monoterapia, y hasta el 50% adicional cuando se añaden a los métodos farmacológicos (11). La compresión mecánica con medias de compresión elásticas gradual es el método más sencillo y económico respecto a cualquier otra medida, para evitar la estasis venosa sin contraindicaciones (excepto en los miembros isquémicos). Sin embargo, su eficacia es muy inferior a la de los tratamientos farmacológicos actualmente disponibles, por lo que sólo se debería utilizar en los pacientes de muy bajo y bajo riesgo o con peligro de sangrado significativo (cirugía intracraneal, sangrado activo), o como medida adicional a los métodos farmacológicos en pacientes de muy alto riesgo. Los resultados de una revisión Cochrane muestran que las medias de compresión gradual redujeron la incidencia de trombosis venosa profunda en pacientes médicos y quirúrgicos, tanto si se utilizaban solas como en asociación con otros métodos de profilaxis (12). La compresión neumática intermitente es una medida profiláctica eficaz en los pacientes de riesgo moderado o elevado. Su ventaja fundamental es que no aumenta el riesgo de sangrado. Puede ser de elección en pacientes de riesgo moderado con contraindicaciones a los anticoagulantes (ictus hemorrágico, cirugía intracraneal, cirugía oftálmica o cualquier tipo de cirugía en la que sea previsible un sangrado excesivo). En un meta-análisis, los sistemas de compresión neumática intermitente redujeron la incidencia de trombosis venosa profunda en comparación con placebo y medias de compresión gradual solas (13). No obstante, se requieren datos comparativos entre ambas opciones (14). Farmacológicas Dentro de éstas la heparina no fraccionada (HNF), la warfarina, y más recientemente, las heparinas de bajo peso molecular (HBPM) son las medidas de mayor uso en nuestro medio. Se consiguen mediante técnicas de fraccionamiento, purificación y síntesis de la heparina no fraccionada (HNF). El peso molecular de las HBPM oscila entre 3.000 y 9.000 D; de ellas la enoxaparina (la más usada en Colombia) tiene un peso molecular medio de 4.500 daltons, posee una actividad anti-Xa elevada (alrededor de 100 UI/mg) y una débil actividad antitrombínica (aproximadamente 28 UI/mg), menor índice de interacción con las plaquetas y por tanto menor incidencia de trombocitopenia. Por ello, como las demás HBPM es más conveniente ya que puede usarse Costos en enfermedad tromboembólica Martínez y cols 97 sin monitorización de laboratorio y obviamente a menores costos. Gracias a una relación dosisrespuesta más predecible, lo que potencialmente significaría un menor riesgo de hemorragia y, de nuevo, menores costos no sólo económicos sino sociales, es hoy en día la principal herramienta en tromboprofilaxis así como en el tratamiento de la tromboembolia venosa de forma intrahospitalaria en pacientes sin contraindicación para su uso, o aun ajustada a función renal, dados su alta disponibilidad, fácil aplicación (una sola vez al día) y bajo índice de interacciones (15). Lo anterior está respaldado por meta-análisis de estudios en pacientes con y sin trombosis venosa profunda (dentro de los cuales existe gran proporción de pacientes con alta probabilidad de embolia pulmonar asintomática). Así mismo, han demostrado que las heparinas de bajo peso molecular administradas por vía subcutánea en dosis ajustadas al peso corporal, son tan efectivas y quizás más seguras para el tratamiento inicial, como la heparina no fraccionada endovenosa ajustada al rango terapéutico (16). En España, en un análisis de costo-efectividad de la enfermedad tromboembólica en pacientes sometidos a cirugía ortopédica mayor, se lograron determinar ahorros de hasta 124, 53 y 6 € por paciente tratado, respectivamente, en no profilaxis, HNF y tinzaparina considerando el costo total de la profilaxis y el manejo de las complicaciones tromboembólicas. Por tanto es una opción más costo-efectiva que los tratamientos alternativos tradicionales, con valores de costo por año de vida ganado de 73 y 1.895 € respecto a la no profilaxis y las HNF, respectivamente (17). Aunque se conoce la dificultad de extrapolar los resultados farmacoeconómicos de un país a otro, los resultados de dicho estudio confirman para el entorno español una clara tendencia –la ventaja de enoxaparina respecto a otros tratamientos profilácticos de la enfermedad tromboembólica venosa– que otros estudios habían constatado para otros países con anterioridad. Recientes estudios europeos, que analizan el uso de la profilaxis en pacientes hospitalizados con diversos niveles de riesgo tromboembólico, 98 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 demuestran que hasta el 30% de éstos con riesgo alto de sufrir enfermedad tromboembólica venosa (en la mayor parte de los casos se trataba de pacientes sometidos a cirugía mayor ortopédica), no recibieron ningún tratamiento para prevenir su aparición (18), lo cual no es solamente clínicamente inadecuado, sino que supone un costo adicional para cualquier sistema sanitario de más de 120 € por paciente intervenido. En nuestro medio el principal determinante del costo total está dado por el costo del tratamiento. Esto se manifestó sobre todo en el grupo de pacientes con moderado a bajo riesgo basal de eventos trombóticos; luego entonces aquellas heparinas con menor costo resultan ser más costo-efectivas teniendo un menor peso la disminución de la magnitud del riesgo de eventos trombóticos (19). En los pacientes con patología médica, según un meta-análisis hecho en Colombia, existe suficiente evidencia para el uso de cualquiera de las heparinas de bajo peso molecular, si bien es más costo-efectivo el uso de dalteparina y nadroparina en comparación con enoxaparina. En general, existe mayor evidencia y experiencia en cuanto a efectividad y seguridad con el uso de enoxaparina en trombo-profilaxis temprana de los pacientes de cirugía general, neurocirugía y ortopedia, respaldado por 14 estudios de buena calidad (19). Costos Cualquier intento de cálculo en los costos de la enfermedad tromboembólica venosa con sus formas (trombosis venosa profunda, tromboembolia pulmonar, secuelas como son síndrome postrombínico, hipertensión pulmonar secundaria, readmisiones hospitalarias, indemnizaciones) será solamente aproximaciones para el bajo costo que implica la adecuada profilaxis de rutina en el paciente hospitalizado. En Colombia se prefieren las HBPM sobre las HNF por su alta disponibilidad, fácil aplicabilidad, dosis única y seguridad en cuanto a efectos adversos con objetivo profilaxis anti-enfermedad tromboembólica venosa. Los costos se pueden calcular máximo a $70.000 por semana entre costos por unidad y administración, cifra despreciable al pretender comparar con el alto costo aun con las tarifas más económicas propuestas por el sistema, como lo son aquellas que se menciona en el manual tarifario ISS, y los derivados de estudios diagnósticos de la enfermedad tromboembólica venosa (tabla 1). A lo anterior se suman los costos por medicamentos, que por bajo ascienden a $780.000 por semana, costos de hospitalización desde $36.465 en habitación de cuatro camas en sala de hospitalización general, hasta $ 52.080 día en habitación unipersonal, pasando por precios de $238.810 día en unidad de cuidado intermedio adulto hasta $542.960 día en unidad médica de cuidado intensivo adulto sin tener en cuenta costos de interconsultas a medicina especializada, otros exámenes de rutina no mencionados; gastos ambulatorios como oxigenoterapia, consultas y exámenes control, entre otros, además de costos por posibles indemnizaciones. Por ende, la profilaxis antiembólica más que una estrategia es un deber y compromiso en cualquier entorno, estado o morbilidad. En vista de que los valores citados son los propuestos por el sistema, se sabe que los precios o tarifas actuales en el mercado por porcentajes Tabla 1. Tarifas iss procedimientos. Estudio Costo adicionales a la tarifa citada, por diferentes factores como el no contrato con EPS, para cada uno de los ítems mencionados en instituciones públicas en Bogotá de segundo y tercer nivel son los que se indican en la tabla 2. Tabla 2. Costo Estudio Doppler de MSIS $238.000 Angio-TAC de tórax $329.000 Ecocardiograma $389.500 Radiografía de tórax $22.900 PT $31.465 PTT $31.465 Hemograma $15.700 Hospitalización sala general (7 días) $1.092.000 Hospitalización UCIN $3.895.500 Hospitalización en UCI Adulto $5.693.800 UCIN: unidad de cuidado intermedio. Para finalizar, como ejemplo de cálculo aproximado el costo total es del orden de $8.351.504 a $69.000.021, datos presentados por Cristancho y colaborador en el congreso interamericano de cardiología del año 2011 en Cartagena, Colombia, lo cual refleja la alta dimensión del problema y la diferencia nociva para cualquier sistema sanitario y para el paciente respecto a la profilaxis anti-enfermedad tromboembólica venosa. Doppler de MSIS $81.750 Conclusiones Angio-TAC de tórax $81.695 En los hospitales se cuenta con el potencial de reducir la carga del costo nacional e individual de la enfermedad tromboembólica venosa y cumplir con mejores expectativas de calidad, garantizando que este tipo de eventos se prevengan mediante profilaxis con el uso de las opciones ampliamente disponibles guiadas por medicina basada en la evidencia, según identificación de pacientes en riesgo de padecerlos. Ecocardiograma $165.485 Radiografía de tórax $20.660 PT $31.465 PTT $31.465 Hemograma $8.850 BUN (nitrógeno ureico) $3.665 Creatinina $3.095 Glicemia $3.095 Gases arteriales $12.690 Dímero D por EIA $29.625 Tomada del manual tarifario ISS. En aquellos con patología médica y quirúrgica, o ambas, y riesgo bajo a moderado las medidas no farmacológicas con menores costos aun sobre las medidas farmacológicas han demostrado alta seguridad y efectividad incluso en pacientes Costos en enfermedad tromboembólica Martínez y cols 99 de alto riesgo como complemento a las medidas farmacológicas, pues disminuyen hasta el 50% adicional la casuística de la enfermedad tromboembólica venosa. Por otra parte, existe suficiente evidencia para el uso de cualquiera de las heparinas de bajo peso molecular con adecuado nivel de seguridad, eficacia y costo respecto a la no tromboprofilaxis con todo el costo derivado de ello, como sería el tratamiento de la enfermedad tromboembólica venosa, sus posibles complicaciones, secuelas indemnizaciones e implicaciones sociales. A la fecha, todos los estudios revelan una subutilización de las medidas de profilaxis antiembólica en pacientes con riesgo de enfermedad tromboembólica venosa hospitalizados. Esta situación no es infrecuente incluso en cualquier ámbito mundial, tal y como lo revelan los resultados del estudio ENDORSE acerca de la inadecuada tromboprofilaxis de acuerdo con las exigencias de las guías ACCP (20). El hecho genera estancias hospitalarias más prolongadas, así como enfermedad tromboembólica venosa extrahospitalaria con reingresos hasta en el 14% de los casos, y por ende mayor morbimortalidad y altos costos para los sistemas en salud y pérdida de productividad laboral. Bibliografía 1. Kleinbart J, Williams M, Rask K. Prevention of venous thromboembolism. In: Making Health Care Safer. A critical analysis of patient safety practices. Agency for Healthcare Research and Quality, 2001; Evidence report/Technology assessment, Nº. 43. 2. Spyropoulos AC, Lin J. Direct medical costs of venous thromboembolism and subsequent hospital readmission rates: an administrative claims analysis from 30 managed care organizations. JMCP 2007; 13 (6). 3. Wittram C. 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Estudio multicéntrico en 17 instituciones José Rojas-Suárez(1); Sandra Olaya(2); Carmelo Dueñas(3); Betty Palacio(4); en representación del grupo colaborativo colombiano de investigación en Obstetricia crítica(5) Resumen determinar la prevalencia de ingresos obstétricos en 17 Unidades de Cuidados Intensivos en Colombia. Objetivo: estudio observacional, de corte transversal, de prevalencia de punto. Ámbito: 17 unidades de cuidados intensivos en hospitales de referencia de seis ciudades principales de Colombia. Participantes: pacientes obstétricas críticamente enfermas hospitalizadas en los centros de estudio el 24 de marzo de 2011. Intervención y variables de interés: determinación de la prevalencia puntual de dichas pacientes en cuidados intensivos además de una descripción de algunas características relevantes relacionadas con los diagnósticos principales y su estado en relación con el embarazo al momento de su ingreso a la unidad de cuidado intensivo. Diseño: Hospital Universitario Hernando Moncaleano, Neiva, Colombia. Gestión Salud, ESE Clínica de Maternidad Rafael Calvo, Cartagena, Colombia (1) Especialista en Medicina Interna. Gestión Salud, ESE Clínica de Maternidad Rafael Calvo, Cartagena, Colombia. (2) Obstetra intensivista. Hospital Universitario Hernando Moncaleano, Neiva, Colombia. (3) Intensivista Neumólogo. Gestión Salud, ESE Clínica de Maternidad Rafael Calvo, Cartagena, Colombia. (4) Médica. Universidad de Cartagena, ESE Clínica de Maternidad Rafael Calvo, Cartagena, Colombia. (5) Anexo 1. se registraron 27 de 214 pacientes obstétricas críticamente enfermas durante el tiempo de estudio, para una prevalencia del 9,3%, con una media de edad de 27 ± 7,2 años y una edad gestacional de ingreso de 31,8±7,5 semanas. El 70,4% de los ingresos fue secundario a una complicación directa del embarazo, en cuyo caso el diagnóstico más frecuente fue la preeclampsia severa, seguida por el choque hemorrágico. La mediana de estancia en cuidados intensivos fue de 2 (rango 1 a 15) días. Resultados: Conclusión: se estima una proporción de ingresos obstétricos en el país más alta que la registrada en otras publicaciones. Los trastornos hipertensivos representan la primera causa de ingresos a la unidad de cuidado intensivo en Colombia. Se hace necesario realizar un estudio longitudinal prospectivo que permita estimar una prevalencia de periodo de ingresos obstétricos a dichas unidades. Palabras clave: cuidados intensivos, Obstetricia, prevalencia, Colombia. Correspondencia: José Rojas-Suárez. Tel.: (57) 312 623 07 28. Correo electrónico: joseantonio.rojas.suarez @gmail.com Dirección: Clínica Maternidad Rafael Calvo, barrio Amberes Cra. 29 N° 38-20, CartagenaBolívar. Fax: (57) 6 62 59 09 ext. 105. Recibido: 07/04/2014. Aprobado: 13/05/2014. Fuente de financiación: este estudio se realizó con fondos propios de los autores. 101 Obstetric admissions to intensive care units in Colombia. A multicenter study in 17 institutions Abstract Objective: to determine the prevalence of obstetric admission in 17 intensive care units in Colombia. Design: an observational, cross-sectional (one-day point) prevalence study in 17 intensive care units in referral hospitals at 6 major cities of Colombia. Participants: critical care obstetric patients hospitalized at study centers in March 24, 2011. Intervention and variables of interest: to determine the prevalence of obstetric admissions and some characteristics such as age, main diagnosis and pregnancy status at the time of ICU admission. there were 27/214 pregnant or postpartum critically ill patients hospitalized during One-day point prevalence (9.3%). The mean age was 27 ± 7.2 years, with a gestational age of 31.8 ± 7.5 weeks. 70.4% of all ICU admissions were secondary to a direct complication of pregnancy and the most common admission diagnosis was severe preeclampsia, followed by hemorrhagic shock. Median length of stay in ICU was 2 (range 1 to 15) days. Results: Conclusion: the estimated proportion of obstetric admission in the country is higher than reported in other studies. Hypertensive disorders are the leading cause of admission to intensive care units in Colombia. A prospective longitudinal study is required to estimate a period prevalence of obstetric patients in ICU. Keywords: intensive care, obstetrics, prevalence, Colombia. Introducción Las pacientes obstétricas críticamente enfermas reúnen características especiales al compararlas con la población general que ingresa a las unidades de cuidado intensivo (UCI) polivalentes, de acuerdo con la alteración de ciertas variables fisiológicas, así como con los cambios causados por la unidad fetoplacentaria, que pueden ser un factor importante de confusión en el abordaje y tratamiento de esta población. La prevalencia estimada de pacientes obstétricas en UCI para países desarrollados, oscila entre 1 a 9 en 1.000 embarazos y cerca del 2% de todas las admisiones a unidades de cuidado crítico, con una mortalidad en el rango del 12% al 20%. La principal causa de ingreso a la UCI es la preeclampsia severa y el choque secundario a hemorragia postparto, a pesar de lo cual se evidencia un aumento en el porcentaje de ingresos por causas diferentes, debido a una creciente cantidad de gestantes 102 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 que cursan con comorbilidades como enfermedad cardiaca congénita y adquirida, trasplantes de órganos y enfermedades neurológicas. El concepto de cuidado crítico obstétrico ha demostrado tener un impacto importante no sólo en la reducción de la mortalidad sino en el análisis y la evaluación de la calidad en la atención materna. Incluso en Colombia se tienen series individuales publicadas por algunos centros con experiencia en la atención de las pacientes gestantes, pero no existe información que refleje un comportamiento nacional de las pacientes obstétricas en las UCI polivalentes. Diferentes reportes, tanto de mortalidad como de morbilidad materna, sugieren que el manejo de bases de datos nacionales podría permitir una mejor calidad de la información relacionada con el tema. Por esta razón, este estudio tiene como objetivo determinar la prevalencia de pacientes obstétricas críticamente enfermas en diferentes instituciones del país utilizando un sistema de información estándar vía internet. Materiales y métodos Variables analizadas Tipo de estudio Se definieron las variables más relevantes así: Estudio observacional, de corte transversal, de prevalencia de punto, multicéntrico nacional en 17 instituciones ubicadas en seis ciudades principales de Colombia, de las cuales se tomaron los datos de las pacientes obstétricas hospitalizadas o que ingresaron en una fecha específica (24 de marzo de 2011), a través de una base datos en Internet previamente diseñada. Las UCI participantes eran polivalentes, a excepción de dos que son obstétricas puras, de ahí que su información se analizó por separado. • Paciente obstétrica: cualquier paciente con prueba de embarazo positiva independiente de la edad gestacional y puérpera hasta los 42 días. Para este estudio se envió un protocolo a los coordinadores de las unidades participantes que incluía cierta información de los ingresos obstétricos durante los cuatro meses previos al estudio, desde noviembre de 2010 hasta febrero de 2011, para su socialización y aceptación por los comités institucionales. De las historias clínicas se tomaron algunos datos demográficos y de su estancia en UCI. Con esto se estableció una caracterización de las pacientes previa al estudio. Posteriormente se creó un aplicativo web en el que se consignó toda la información estandarizada requerida para el estudio de prevalencia de punto, garantizándose el anonimato de las participantes. Después de un periodo de prueba del aplicativo se programó y anunció a las instituciones la fecha del estudio para el 24 de marzo de 2011. Criterios de inclusión y exclusión Se tomaron los datos de todas las pacientes obstétricas hospitalizadas o que ingresaron desde las 12 antes de meridiano (a.m.) hasta las 12 pasado meridiano (p.m.) horas del mismo día. Sólo se excluyeron aquellas que ingresaron por fuera de este tiempo. Se estableció la severidad de las pacientes de acuerdo con el sistema de clasificación de disfunciones SOFA (sepsis-related organ failure assesment). Se registraron también los tratamientos instaurados a cada paciente en el momento de su ingreso. • Patología de causa directa: aquellas complicaciones del embarazo, parto y/o puerperio, sus intervenciones, omisiones, tratamiento incorrecto o cadena de eventos resultantes de uno de ellos. • Patología de causa indirecta: aquellas patologías preexistentes o que se desarrollan durante el embarazo y no obedecen a causas obstétricas directas, pero que son agravadas por éste. • Indicación de ingreso a UCI: definida como falla respiratoria, disfunción orgánica múltiple (DOM), necesidad de drogas vasoactivas endovenosas (inotrópicos o vasodilatadores) y alteración del estado de conciencia. • Preeclampsia: aquel trastorno hipertensivo durante el embarazo que se caracteriza por la presencia de proteinuria y afecta múltiples órganos. • Eclampsia: presencia de una o más convulsiones generalizadas, estado de coma o ambos, en el contexto de preeclampsia y en ausencia de otros trastornos neurológicos identificados. • Síndrome HELLP: variante de la preeclampsia severa caracterizado por hemólisis, enzimas hepáticas elevadas y plaquetas bajas. • Choque séptico: estado de hipotensión definido como presión arterial sistólica (PAS) < 90 mm Hg y/o diastólica (PAD) < 60 mm Hg inducida por la sepsis a pesar de la adecuada administración de líquidos, asociada a signos de disfunción multiorgánica. • Choque hipovolémico: estado fisiopatológico disparado por una falla en la entrega correcta de oxígeno a las células y perpetuado por la Admisiones obstétricas a unidades de cuidados intensivos... Rojas y cols 103 respuesta celular a la hipoxia, con presencia de un cuadro clínico asociado a hipotensión severa, taquicardia, alteración de la conciencia y ausencia de pulsos periféricos, secundario a sangrado. • Disfunción orgánica múltiple (DOM): enfermedad progresiva caracterizada por fallo combinado de dos o más órganos, por lo general después de una lesión o en el postoperatorio. • Intervenciones: definidas como la necesidad de ventilación mecánica (invasiva o no invasiva), soporte vasoactivo (vasopresor o vasodilatador), transfusiones, terapia de reemplazo renal, catéter de arteria pulmonar y uso de sulfato de magnesio. Análisis estadístico El análisis estadístico se realizó con el programa Epi Info™ del Center of Disease Control and prevention (CDC) versión 3.5.3. Se expresaron las variables en medidas de tendencia central y dispersión según fuera el caso; las variables categóricas se expresaron como medidas de frecuencia absoluta y proporciones (porcentajes). Para evaluar si la caracterización de la prevalencia de punto podría ser representativa de la población estudiada, se estableció una comparación de los datos de estas pacientes con los encontrados en la caracterización previa de las instituciones participantes (de noviembre a febrero de 2011). Para las diferencias de medias entre estos grupos se utilizó test exacto de Fisher y U de Mann Whitney para la comparación de medianas, y jicuadrado para las variables categóricas. Se estableció un valor de significancia estadística para una p<0,05. Resultados Se registraron 136 pacientes obstétricas críticamente enfermas admitidas en las unidades de cuidados intensivos participantes durante el embarazo o el puerperio en los cuatro meses previos al estudio, y 27 durante el día de prevalencia (24 de marzo de 2011). En esta fecha, de las 235 camas de UCI disponibles en las 104 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 instituciones seleccionadas, se tuvo una ocupación de 214 (91,1%), con una proporción de pacientes obstétricas del 12,6% incluyendo las dos instituciones que contaban con unidad obstétrica, al excluir estas últimas, la prevalencia fue del 9,3% (20 pacientes). La media de edad fue de 27,7 ± 6,8 años y la edad gestacional de ingreso fue de 31,8 ± 7,5 semanas. La prevalencia por patologías fue del 8,8% para las directas y de 3,7% para las indirectas. Dentro del primer grupo, 13 (68,4%) se debieron a trastornos hipertensivos del embarazo, seguidos por hemorragias del embarazo y sepsis obstétrica. De los ingresos por patologías indirectas, 3/8 (38%) se debieron a infecciones, todas de origen urinario y el porcentaje restante se agrupó dentro de otros diagnósticos (tabla 1). Al momento del estudio 9/27 pacientes (33,3%) estaban aún embarazadas y de las que se encontraban en puerperio sólo 3/27 tuvieron parto vaginal. Al comparar las variables demográficas consideradas más relevantes en las pacientes ingresadas durante los dos periodos de tiempo se encontró que sólo la proporción de parto vaginal difería entre los grupos (p<0,05) (tabla 2). En términos generales, para los grupos de patologías tanto directas como indirectas la principal indicación de ingreso a UCI fue la DOM y la necesidad de soporte vasoactivo (tabla 3). Las pacientes con THAE en su mayoría ingresaron a las unidades en el puerperio, 6/13 con necesidad de manejo antihipertensivo IV, por unas cifras de PAS de 170,5 ± 11,5 mm Hg. El diagnóstico de síndrome HELLP completo estuvo presente en 2 pacientes con THAE y en ninguno de estos casos se utilizaron corticoides. Las intervenciones más importantes reportadas fueron el soporte vasoactivo, la ventilación mecánica y las transfusiones; para todos los casos del grupo de THAE, a excepción de uno, se usó sulfato de magnesio (tabla 4). Todas las pacientes que estaban bajo soporte ventilatorio (6/27) requirieron soporte inotrópico concomitante; de éstas, 2 recibieron como estrategia inicialmente la ventilación mecánica no invasiva, ambas por edema pulmonar asociado a Tabla 1. Diagnósticos de ingreso agrupados por causas directas o indirectas. Diagnóstico de ingreso Causas directasa: Casos reportados prevalencia de punto marzo 2011 (n=27) 19 (70,3) 115 (84,5) 13 88 Hemorragia del embarazo 5 16 Sepsis obstétrica 1 11 8 (29,7) 21 (15,4) Infecciosa 3 9 Neurológica 2 0 Respiratoria 1 4 Hematológica 1 3 Trauma 1 0 Cardiaca 0 3 Otras causas 0 3 THAEb Causas indirectasa a Casos reportados noviembre 2010-febrero 2011 (n=136) Frecuencias absolutas (porcentajes), bTHAE: trastornos hipertensivos asociados al embarazo. Tabla 2. Comparación de las variables principales de las pacientes obstétricas críticamente enfermas. Casos reportados noviembre 2010-febrero 2011 (n=136) Edad en añosa Ingreso embarazadab Semanas de edad gestacional Parto vaginalb,c Días de estancia en UCId,e 27,1 ± 7,2 27,7 ± 6,8 35 (21,4) 9 (33,3) 32,5 ± 7,4 31,8 ± 7,5 59 (36,1) 3 (11,1) 3 (1-67) 2 (1-15) Diagnóstico Causas directasb Causas indirectas Casos reportados prevalencia punto marzo 2011 (n=27) b 19 (70,3) 115 (84,5) 8 (29,7) 21 (15,4) a Media con desviación estándar. b Frecuencias absolutas (porcentajes). c Valor de p<0,05. d Mediana con rango mínimo y máximo. e UCI: unidad de cuidados intensivos. preeclampsia severa. Al comparar los datos obtenidos de la gasometría arterial de las pacientes que requirieron soporte ventilatorio de aquellas que no, se encontró que el único parámetro significativamente diferente fue la PaO2/FiO2 (tabla 5). El SOFA promedio al ingreso fue de 2,6 ± 2,2 y la mediana de estancia en UCI fue de 2 (rango 1 a 15) días. De las pacientes ingresadas Admisiones obstétricas a unidades de cuidados intensivos... Rojas y cols 105 Tabla 3. Indicación de ingreso a UCI para las pacientes obstétricas día de prevalencia por patología directa e indirecta. Indicación de UCI Falla respiratoria DOMb Uso de vasoactivos IV Alteración del estado de conciencia THAEa: n=13 3 10 7 1 Hemorragias del embarazo: n=5 0 3 2 1 Sepsis obstétrica: 1 1 1 1 0 Patologías indirectas: n=8 2 4 4 2 Patologías directas: n=19 a THAE: trastornos hipertensivos asociados al embarazo. bDOM: disfunción orgánica múltiple. Tabla 4. Intervenciones realizadas en cuidados intensivos por patologías directas e indirectas. Intervención Patologías directas: n=19 a Ventilación mecánica Vasoactivos Transfusiones Sulfato de magnesio THAEa: n=13 3 7 3 12 Hemorragias del embarazo: n=5 0 2 1 b Sepsis obstétrica: 1 1 1 0 N/A Patologías indirectas: n=8 2 4 0 N/A N/A THAE: trastornos hipertensivos asociados al embarazo. bN/A: no aplica. Tabla 5. Comparación gases arteriales entre pacientes obstétricas críticamente enfermas. Gases arteriales No ventiladas: n=21 Ventiladas: n=6 7,4 ± 0,06 7,39 ± 0,08 107,4 ± 43,6 70,4 ± 40,9 PaCO2 (mm Hg) 28,0 ± 3,0 30,8 ± 3,3 HCO3 mmol/L 17,3 ± 2,9 19,6 ± 4,3 389,4 ± 144,4 191,1 ± 66,6 pHa PaO2 (mm Hg) PaO2/FiO2b (mm Hg) a Media con desviación estándar, b Valor de p<0,05. aun embarazadas, en 5/9 pacientes se describió algún sistema de vigilancia fetal (monitoreo fetal continuo), a una edad gestacional promedio de 29,9 ± 7,4. No se registró ningún desenlace perinatal en el día del estudio, así como tampoco ninguna muerte materna. 106 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 Discusión De acuerdo con el conocimiento de los autores, este es el primer estudio multicéntrico realizado en Colombia que busca identificar las pacientes embarazadas críticamente enfermas. El ingreso de pacientes embarazadas a unidades de terapia intensiva viene reportándose de manera creciente desde hace más de 15 años en Europa, Asia, África, Norteamérica, e incluso en Suramérica, pero todos estos reportes son individuales y de instituciones de referencia, que no pueden ser inferidos como un comportamiento nacional; aun así, la prevalencia descrita por nuestro estudio es notoriamente superior a la registrada en la mayoría de la literatura publicada tanto en países desarrollados con una prevalencia tan baja como de 0,7%, como en países de África con 2,2%. Desde hace varios años el Reino Unido ha venido considerando el uso de los registros nacionales de pacientes en las unidades de cuidados intensivos como una estrategia para estimar de manera más exacta el comportamiento de los ingresos obstétricos a estas unidades, permitiendo incluso evaluar los índices predictivos de mortalidad para estas pacientes, como lo ha propuesto la Organización Mundial de la Salud. Al evaluar las características de las pacientes admitidas en el momento del estudio, sólo la proporción de partos vaginales fue significativamente diferente al comparar con lo caracterizado previamente, lo que no permite hacer observaciones al respecto. Por otro lado, las publicaciones de otros autores, el número de pacientes ingresadas aun en embarazo en nuestro estudio es mucho mayor que el descrito por Cheng y colaboradores, lo que demuestra la prevalencia creciente de admisiones por causas indirectas, preexistentes o incluso incidentales con la gestación, que no se resuelven con la terminación del embarazo y que se presentan a edades gestacionales lejos de la viabilidad fetal. La DOM fue el criterio de ingreso más utilizado en nuestro estudio para el ingreso de las pacientes, en una proporción muy superior a la reportada en otros estudios realizados en países como Colombia. Este se ha considerado como el parámetro más prometedor y sensible para identificar pacientes obstétricas gravemente enfermas ; es por esto que en nuestro estudio se consideró la definición de estas como clave para establecer los criterios que se tomaron en las diferentes instituciones participantes. La emergencia hipertensiva es una indicación de admisión a UCI prevalente en nuestro estudio, con cifras de tensión registradas en rangos de alto riesgo para desenlaces adversos en trabajos previos, y cuya subestimación es considerada recientemente como uno de los errores claves al analizar la mortalidad materna asociada a preeclampsia severa. A pesar de los pocos casos registrados de síndrome HELLP el día del estudio, se puede resaltar, de acuerdo con lo encontrado, que la evidencia no avala la utilización de esteroides en los diferentes grados de severidad de esta enfermedad. En algunas series de pacientes obstétricas se ha descrito la ventilación mecánica; en el nuestro el número de pacientes ventiladas es inferior a los reportados por Afessa y Olarra (45% y 35% respectivamente). A pesar de ello es interesante describir que dos de estas pacientes desarrollaron edema pulmonar por preeclampsia severa y fueron tratadas con ventilación mecánica no invasiva, estrategia ya planteada en estudios previos como una opción en este escenario, y, por otra parte, la presencia de hipoxemia significativa en nuestro grupo ventilado, descrita por otros autores como un parámetro muy sensible a tener en cuenta dentro del soporte ventilatorio, en donde un valor de PaO2 < 70 mm Hg sería inaceptable debido al impacto que niveles como estos generarían en la cantidad de oxígeno presente en la placenta y de manera directa sobre la cantidad liberada a través de ella, a pesar de la afinidad aumentada de la hemoglobina fetal por éste. En lo que respecta a la vigilancia fetal, todas las pacientes ingresadas a terapia intensiva aun embarazadas y con edades gestacionales consideradas viables tenían vigilancia fetal continua. Si bien no se ha descrito un método estándar para la vigilancia del feto en pacientes críticamente enfermas, publicaciones relacionadas con el tema proponen que de acuerdo con una serie de variables implicadas como la edad gestacional, entre otras, la evaluación de la frecuencia cardiaca fetal, en especial las desaceleraciones y la pérdida de variabilidad, así como el inicio súbito de actividad uterina, podrían ser interpretadas como signos tempranos de hipovolemia y deterioro del estado de la gestante en condición crítica, por lo que la monitorización continua fetal supondría no solo un buen parámetro de evaluación fetal sino también materno. Admisiones obstétricas a unidades de cuidados intensivos... Rojas y cols 107 Este estudio tiene varias limitaciones. El hecho de que se haya realizado en un solo día puede implicar sesgos por cambios eventuales en la población, en periodos previos o posteriores al estudio, compensado en parte por la comparación realizada con la serie previa al estudio. Tampoco se permite estimar mortalidad en el grupo evaluado puesto que si bien no se presentó ninguna muerte en el día del estudio algunas de estas pacientes pudieron fallecer en días posteriores; sin embargo, el estudio muestra una caracterización única en Colombia y en países con condiciones similares al nuestro, buscando incentivar la creación de un sistema unificado de información nacional que incluya el registro de los ingresos obstétricos a unidades de terapia intensiva, además de parámetros clínicos, definidos dentro del concepto de morbilidad materna extrema (MME), que permitan auditar un mayor número de casos que los reportados en las muertes maternas y establecer así estándares de práctica rutinaria en las UCI y de calidad de la atención obstétrica en general. Agradecimientos Los autores agradecen el apoyo del estudiante de pregrado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, Richard Adie Villafañe. Conflicto de interés Los autores declaran no tener conflictos de interés. Bibliografía 1. Karnad DR, Guntupalli KK. Critical illness and pregnancy: review of a global problem. Crit Care Clin. 2004; 20 (4): 555-76, vii. 2. Carlin A, Alfirevic Z. Physiological changes of pregnancy and monitoring. Best Pract Res Clin Obstet Gynaecol. 2008; 22 (5): 801-23. 3. Baskett TF, Sternadel J. Maternal intensive care and nearmiss mortality in obstetrics. Br J Obstet Gynaecol. 1998; 105 (9): 981-4. 4. Hazelgrove JF, Price C, Pappachan VJ, Smith GB. Multicenter study of obstetric admissions to 14 intensive care units in southern England. Crit Care Med. 2001; 29 (4): 770-5. 5. Lapinsky SE, Kruczynski K, Slutsky AS. Critical care in the pregnant patient. Am J Respir Crit Care Med. 1995; 152 (2): 427-55. 6. Simpson LL. Maternal cardiac disease: update for the clinician. Obstet Gynecol. 2012; 119 (2 Pt 1): 345-59. 7. Wagaarachchi PT, Fernando L. 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Leonardo Mojica (Clínica Bolivariana, Medellín), Cristiam Espinoza (Clínica Cartagena del mar, Cartagena), Juan Fernández (Clínica Crecer, Cartagena), Alejandro Castro-Sanguino (Clínica de La Mujer; Bogotá), Mario Gómez (Clínica Fundadores, Clínica La victoria, Hospital San José, Bogotá), Massimo Pareja (Clínica Colsubsidio Orquídeas, Bogotá), Daniel Alvarado (Clínica Universitaria San Juan de Dios y Clínica Madre Bernarda, Cartagena), Luis Julio (Clínica Universitaria San Juan de Dios y Clínica Madre Bernarda, Cartagena), Francisco Camargo (Clínica ZAYMA, Montería), Edgar Celis (Fundación Santa Fe de Bogotá, Bogotá), Yezid Sánchez (Hospital Federico Lleras, Ibagué), Héctor Fabio Castaño (IPS San Rafael, Pereira), Martin Carvajal (Medihelp Services Colombia, Cartagena), Mauricio Vasco y Germán Monsalve (Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación), Orlando Girón (Clínica Crecer, Cartagena), Felipe Navas (Clínica Colsubsidio Orquídeas, Bogotá), Daniel Molano (Clínica Fundadores, Clínica La victoria, Hospital San José, Bogotá), Clemente Tarriba (Clínica Madre Bernarda, Cartagena), Margarita Bello (Clínica Universitaria San Juan de Dios, Cartagena), María Villalba, María García, Laura Prada (Fundación Santa Fe de Bogotá, Bogotá), Gino Gómez (Gestión Salud SAS, Cartagena), Fabio Rojas, Felipe Polanía (Hospital Universitario Hernando Moncaleano, Neiva). Admisiones obstétricas a unidades de cuidados intensivos... Rojas y cols 109 ARTÍCULO ORIGINAL Acta Colombiana de Cuidado Intensivo 2014; 14 (2): 110-117. Caracterización de hallazgos histopatológicos renales de pacientes fallecidos en cuidado intensivo con falla renal aguda José F. Escobar(1), María C. Florián(2), César A. Restrepo(3), Alex Pava(4), Rafael Pava(4) Resumen identificar el diagnóstico histopatológico de la falla renal aguda en pacientes hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Santa Sofía de Caldas en Manizales. Objetivo: estudio descriptivo de corte transversal con un enfoque metodológico cuantitativo. Diseño: pacientes fallecidos en la unidad de cuidados intensivos con diagnóstico clínico y de laboratorio compatible con falla renal aguda. Se obtuvo consentimiento informado por parte de los familiares del paciente; luego de ello, a cada uno y por guía ecográfica se le practicó biopsia renal percutánea, para someter la muestra a estudio histopatológico, con coloraciones básicas de patología e inmunofluorescencia. Pacientes, materiales y métodos: Análisis estadístico: cuantitativo. estudio de corte transversal con un enfoque metodológico durante un periodo de 18 meses se incluyeron 52 pacientes que cumplieron con los criterios del estudio. Se encontró una gran cantidad de factores de riesgo para el desarrollo de falla renal aguda en la población de estudio. En cuanto histopatología, en el 26,9% de las muestras se identificó necrosis tubular aguda, en el 23,1% nefritis intersticial aguda, en el 15,4% infiltrado leucocitario por monocitos y neutrófilos asociado a trombos de fibrina dentro de los capilares glomerulares, en el 15,4% cambios asociados con nefropatía crónica, entre ellos arterioesclerosis hialina y esclerosis glomerular, en el 1,9% glomerulonefritis membranosa, en el 9,6% de las muestras el reporte fue normal y en el 7,7% la muestra fue inadecuada. Resultados: Residente de tercer año de Medicina Interna, Universidad de Caldas. (2) Profesora de la Universidad de Caldas, Coordinadora uci del Hospital Departmental Universitario Santa Sofia ese de Caldas. (3) Profesor asociado a la Universidad de Caldas. (4) Profesores de la Universidad de Caldas. (1) Recibido: 18/04/2014. Aprobado: 29/05/2014. 110 la necrosis tubular aguda y la nefritis intersticial aguda fueron los principales hallazgos histopatológicos en pacientes con falla renal aguda en una unidad de cuidados intensivos. El infiltrado leucocitario a nivel glomerular y la nefropatía crónica de base explican un porcentaje importante de hallazgos histopatológicos, y podrían tener un papel relevante en la fisiopatología y en el tratamiento de la enfermedad. Conclusión: Palabras clave: lesión logía. renal aguda, cuidados intensivos, biopsia con aguja, pato- Characterization of hystopathologic findings of renal biopsies taken from patients who died in the intensive care unit with acute renal failure Abstract Objective: to identify the histopathological diagnosis of acute renal failure in patients from the Intensive Care Unit of the Santa Sofía de Caldas University Hospital at Manizales (Colombia). Design: descriptive cross-cut study with a quantitative methodological approach Patients, materials, and methods: patients who died in the Intensive Care Unit, with clinical and laboratory findings consistent with acute renal failure. Informed consent was obtained from the patients’ relatives; afterwards, each patient was submitted to percutaneous kidney biopsy guided by ultrasound, in order to perform histopathological study of the sample by means of basic pathology staining techniques and immunofluorescence. Statistical analysis: cross-cut study with a quantitative methodological approach fifty two (52) patients who met the inclusion criteria were included over an 18-month period. A great number of risk factors for the development of acute renal failure was found in the population under study. With regard to histopathology, 26,9% of the samples showed acute tubular necrosis, 23,1% showed acute interstitial nephritis, 15,4% showed monocytic and neutrophilic leukocyte infiltrates associated with chronic nephropathy, including hyaline arteriosclerosis and glomerular sclerosis, 1,9% showed membranous glomerulonephritis, 9,6% of the samples were reported as normal, and 7,7% of the samples were inadequate. Results: acute tubular necrosis and acute interstitial nephritis were the main histopathological findings in patients with acute renal failure in an intensive care unit. Glomerular leukocyte infiltration and chronic baseline nephropathy explain an important percentage of histopathological findings, and could have a relevant role in the pathophysiology and treatment of the disease. Conclusion: Keywords: acute kidney injury, intensive care, needle biopsy, pathology. Introducción La falla renal aguda ocurre en el 1% de los pacientes que ingresan a los hospitales; el 25% de ellos se ubica en unidades de cuidado intensivo, porcentaje que contribuye considerablemente con la mortalidad global y se convierte en un desafío para el grupo de personas a cargo del tratamiento (1, 2). actual de criterios de diagnóstico más estrictos, por ejemplo, pequeños cambios en el nivel de creatinina y su relación directa con el resultado final y la mortalidad como posible marcador de lesión renal aguda (6-8). Si se define la falla renal aguda severa por la necesidad de terapia de reemplazo renal, esta ocurre en aproximadamente el 5% de los pacientes en las UCI (9, 10). Con el surgimiento de los criterios de la clasificación RIFLE y AKIN ha sido posible definir en forma más clara el estado epidemiológico actual de esta enfermedad, de forma tal que se ha reportado que la incidencia de falla renal aguda fluctúa entre el 10,8% al 67% de los pacientes atendidos en diversas unidades de cuidado intensivo (UCI) (35); este amplio rango se explica por la inclusión El objetivo es identificar los hallazgos histopatológicos de pacientes con falla renal en una unidad de cuidados intensivos, tratando de correlacionar los cambios histopatológicos renales con los datos clínicos y epidemiológicos, en la búsqueda de información que conduzca a una intervención oportuna para el diagnóstico y manejo de dicha entidad; finalmente, se pretende disminuir la Caracterización de hallazgos histopatológicos renales... Escobar y cols 111 mortalidad de los pacientes y cambiar el paradigma actual que dice que la mayoría de pacientes con falla renal aguda tienen una historia natural de la enfermedad que no puede ser intervenida. Pacientes, materiales y métodos El estudio se llevó a cabo en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Departamental Universitario Santa Sofía de Caldas, Manizales, Caldas, Colombia, y en éste se incluyeron pacientes mayores de 18 años que durante su estancia en el servicio, desarrollaron falla renal aguda (según los criterios AKIN) cualquiera que fuera la causa, y que posteriormente fallecieron. Inmediatamente después del deceso se realizó biopsia del riñón con mejor aspecto ecográfico (previo consentimiento informado de la familia). Las muestras de biopsia se tomaron con el paciente en posición prono y por medio de guía ecográfica utilizándose aguja trucut. Para que la muestra fuera significativa se obtuvieron entre dos y tres especímenes que se almacenaron en un recipiente plástico con formol y la misma cantidad de muestras se almacenó en papel aluminio con gel congelante especial (OCT) para depositarlas en un tanque con nitrógeno líquido para su posterior traslado al laboratorio de patología de la Universidad de Caldas donde se procesaron con coloraciones básicas de hematoxilina y eosina, coloraciones especiales (PAS, metenamina de plata y tricrómica de Masson) e inmunofluorescencia a IgG, IgA, IgM, C3 y C4. Una vez analizadas las muestras, los patólogos generaron un informe definitivo con los hallazgos obtenidos a nivel glomerular, tubulointersticial y vascular. Finalmente se elaboró un diagnóstico histopatológico según los resultados obtenidos. Se analizaron las variables sociodemográficas y se identificaron los factores de riesgo que se consideraron relacionados con el desarrollo de falla renal aguda en la población de estudio; entre estos últimos se incluyeron: antecedentes de hipertensión arterial, diabetes mellitus, enfermedades autoinmunes, enfermedad renal crónica, consumo crónicos o agudo de antiinflamatorios no esteroides, exposición a medios de contraste, 112 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 antibióticos y aminoglucósidos, protocolos de nefroprotección, y aparición de complicaciones tipo shock, sepsis y rabdomiólisis. Se desarrolló una base de datos en Excel, que fue analizada desde el punto de vista estadístico en el sistema SPSS. El estudio fue de corte transversal con un enfoque metodológico cuantitativo. La Investigación fue aprobada por los comités de ética del Hospital Departamental Santa Sofía y la Universidad de Caldas. Resultados En 18 meses ingresaron a la unidad de cuidado intensivo del Hospital Departamental Universitario de Caldas Santa Sofía un total de 1.435 pacientes, entre junio de 2011 a diciembre de 2012. Durante este periodo fallecieron 215 pacientes (mortalidad calculada promedio de 15% mensual para el periodo anotado). De estos casos, 52 cumplían criterios de inclusión para el estudio (24%) a los cuales se les realizó biopsia renal. La media de la edad fue 63 años; el 51,2% era de género masculino y en el 65,1% se presentó falla renal aguda en los primeros cinco días. Como antecedentes importantes el 57,7% sufría hipertensión arterial crónica y el 28,8% diabetes mellitus. De los pacientes analizados, el 46,2% había sido expuesto a medios de contraste, principalmente no iónicos y del total 77% recibieron nefroprotección; el 98,1% de estuvo en shock en algún momento de la hospitalización. El 90,4% recibió antibióticos en algún momento de la estancia en UCI; dos pacientes cumplieron criterios de rabdomiólisis. Del total de pacientes analizados, el 34,6% requirió hemodiálisis. En cuanto a la severidad de la enfermedad, la media de la escala SOFA fue 12, para una mortalidad alrededor del 50% y la de la escala APACHE II fue 25, para una mortalidad del 60%. Al agrupar por clasificación de severidad de falla renal aguda, el 23,1%, el 42,3% y y 34,6% cumplían criterio de falla renal AKIN I, II y III, respectivamente (tabla 1). Tabla 1. Características de los 52 pacientes a quienes se les realizó biopsia renal. Características Edad (años) Hombres (%) 62 51,9 Comorbilidades (%) Hipertensión arterial 57,7 Diabetes mellitus 28,8 Artritis reumatoide 7,6 Lupus eritematoso sistémico 1,9 Exposición a medios de contraste (%) 46,2 Presencia de shock 98,1 Tipos de shock (%) Séptico 48,1 Mixto 30,8 Cardiogénico 9,6 Neurogénico 3,8 Hipovolémico 3,8 Exposición a antimicrobianos (%) 90,4 Diagnóstico de sepsis (%) 86,8 Sitio de infección (%) Neumonía Desde el punto de vista histológico se obtuvieron los siguientes hallazgos: en 14 muestras (26,9%) el diagnóstico fue necrosis tubular aguda; en 12 (23,1%) nefritis intersticial aguda, en 8 (15,4%) infiltrado leucocitario por monocitos y neutrófilos asociado a trombos de fibrina dentro de los capilares glomerulares; en 8 (15,4%) cambios asociados con nefropatía crónica, entre ellos arterioesclerosis hialina y esclerosis glomerular; en una (1,9%) se identificó glomerulonefritis membranosa, en 5 (9,6%) muestras el reporte fue normal, y en 4 (7,7%) la muestra fue inadecuada. A continuación se describen con más detalle los hallazgos histológicos: Hallazgos glomerulares El promedio del número de glomérulos por muestra fue de 10. Dentro de los hallazgos descritos a este nivel se encontró incremento de la matriz mesangial, infiltración por mononucleares y neutrófilos. A nivel capilar se identificó congestión capilar con trombos de fibrina. Hallazgos tubulares Principalmente se describieron cambios compatibles con necrosis tubular aguda (figuras 1 y 2), caracterizada por necrosis de coagulación de las células tubulares, presencia de vacuolas intracitoplasmáticas, desprendimiento de células hacia 59,6 Intraabdominal 19 Piel 1,9 Dispositivo intracardíaco 1,9 Severidad por puntaje APACHE II (promedio) 25 Severidad por puntaje SOFA (promedio) 12 Severidad de falla renal según AKIN (%) AKIN I 23,1 AKIN II 42,3 AKIN III 34,6 Necesidad de hemodiálisis (%) 34,6 Necesidad de ventilación mecánica (%) 100 Figura 1. Necrosis tubular aguda. En un círculo se observa una zona de necrosis tubular aguda caracterizada por presencia de células tubulares de citoplasmas rosados y sin núcleos. Caracterización de hallazgos histopatológicos renales... Escobar y cols 113 Figura 2. Necrosis tubular aguda. En el círculo se observan túbulos contorneados proximales con células desprendidas llenando las luces. Figura 4. En el círculo, zona de infarto renal. las luces tubulares y cambios regenerativos epiteliales (figura 3), así como hallazgos de infarto renal (figura 4). Hallazgos vasculares Se identificó congestión capilar con infiltrado leucocitario principalmente por neutrófilos con presencia de trombos de fibrina (figura 5). Hallazgos intersticiales Se describen hallazgos sugestivos de nefritis intersticial principalmente aguda. Figura 5. Presencia de trombos de fibrina y fibrosis intersticial. Se señalan con flechas los trombos de fibrina. Cambios de nefropatía crónica En algunos pacientes se describieron algunos hallazgos que sugieren nefropatía crónica, como esclerosis glomerular o arterioesclerosis hialina, que podrían ser cambios relacionados con la edad de la población de estudio. Inmunofluorescencia Figura 3. Presencia de vacuolas a nivel de las células de túbulos contorneados proximales señaladas con flechas. 114 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 En una muestra se presentó positividad para IgA en cilindros tubulares, en otro caso se identificaron depósitos de C3 en la membrana basal glomerular, en los casos restantes las coloraciones para IgG, IgA, IgM, C3 y C1q fueron negativos. Al correlacionar los resultados histológicos con las demás características de la población de estudio, incluidos los diferentes factores de riesgo anotados, no se encontró una diferencia estadísticamente significativa, debido probablemente a múltiples factores desencadenantes de falla renal aguda en cada uno de los pacientes. Discusión La falla renal aguda es una complicación importante de los pacientes que permanecen en las unidades de cuidados intensivos, la cual da lugar a mayor morbimortalidad en ese grupo (1, 2, 5). Es común aceptar que la principal causa de falla renal aguda es la necrosis tubular aguda secundaria a hipoxia o toxinas (11, 12). Habitualmente, la biopsia renal es un procedimiento que se reserva para pacientes en quienes se ha descartado falla renal pre y post-renal y no se ha identificado aun la causa del compromiso intrínseco. La biopsia es particularmente útil si los datos de evaluación clínica y de estudios de laboratorio sugieren enfermedades diferentes de las causadas por isquemia o nefrotoxicidad, como glomerulonefritis, vasculitis o nefritis intersticial alérgica. En la literatura se encuentra gran variedad de estudios en los que se informa el resultado de la biopsia renal en pacientes con falla renal aguda asociada a sepsis en unidades de cuidados intensivos, la mayoría de ellos con escaso número de casos (entre 1 a 12), por lo cual no tienen valor estadístico significativo (13-15). Solo tres estudios cuentan con un número significativo de casos. En el estudio de Mustonene y colaboradores predominaron los cambios agudos túbulointersticiales y la glomerulonefritis aguda (16); en el de Díaz de León y colaboradores la necrosis túbulo-intersticial, y en menor proporción lesiones glomerulares, tubulares y vasculares (17). Finalmente, Lerolle y colaboradores destacan en sus hallazgos histológicos principalmente cambios asociados a lesión tubular aguda acompañada de cuerpos apoptóticos en células tubulares, infiltración leucocitaria intensa (principalmente monocitos y macrófagos) en glomérulos y capilares intersticiales peritubulares corticales y medulares, depósitos de fibrina en las luces capilares, e inflamación intersticial mínima; en pocos casos se observó trombosis arterial o arteriolar (18). En una revisión sistemática hecha por Langerberg y colaboradores, que incluyó un total de 184 biopsias, se concluye que la necrosis tubular aguda solo estuvo presente en el 22% de los pacientes (19). Como puede observarse, en los estudios anteriores hay gran diversidad de hallazgos histológicos, de ahí que es posible que las características de la población incluida en los estudios, representada por la variedad en diagnósticos, comorbilidades y factores de riesgo para el desarrollo de lesión renal aguda, hayan influenciado sus resultados. En el estudio que se publica en este número se evalúan los resultados de las biopsias renales de 52 pacientes de la unidad de cuidado intensivo del Hospital Santa Sofía, con diagnóstico de falla renal aguda, tomadas post mortem, cualquiera fuese su diagnóstico o causa de ingreso. Se encontraron diferentes grados de lesión tubular y glomerular, y se identificó infiltración leucocitaria glomerular, intersticial y tubular. Además se describió la presencia de trombos a todo nivel (principalmente de capilares glomerulares), los cuales podrían ser el resultado de la activación intensa de la coagulación. Es importante así mismo resaltar el hallazgo de nefritis intersticial aguda en una parte importante de la población estudiada, hecho probablemente relacionado con el antecedente de exposición a múltiples medicamentos, incluidos antibióticos por tiempo prolongado. La baja detección de depósitos de inmunoglobulinas y componentes del complemento en el estudio de inmunofluorescencia no resulta rara puesto que las biopsias renales de pacientes con nefritis intersticial aguda han sido reportadas como negativas para depósitos inmunes en la mayoría de pacientes (20), e iguales hallazgos en la lesión tubular aguda (21). Pese a que no se logró obtener una diferencia estadísticamente significativa en el análisis bivariado, sí llama la atención la multiplicidad de Caracterización de hallazgos histopatológicos renales... Escobar y cols 115 factores de riesgo para el desarrollo de lesión aguda encontrado en estos pacientes. Los hallazgos de este estudio describen gran variedad de lesiones asociadas a shock, más allá de las lesiones tubulares agudas citadas en unos pocos artículos. En estudios previos describen la apoptosis tubular y glomerular renal como un hallazgo importante en los pacientes con falla renal aguda, principalmente relacionada con shock séptico; sin embargo, en este estudio no fue un hallazgo importante (17, 19). Al tener en cuenta los índices SOFA y APACHE II como marcadores de severidad de enfermedad y de pronóstico, en la mayoría de las muestras estudiadas se encontraron índices muy elevados, lo cual se correlaciona con el hecho de que todos los pacientes del estudio habían fallecido y con la asociación de mortalidad con disfunción multiorgánica. A su vez, el estado de shock de la mayoría de pacientes es un factor determinante en lo que respecta a falla renal, y si lo se correlaciona con el diagnóstico histopatológico, se determina que la necrosis tubular aguda es su característica principal, sin dejar atrás otros resultados como la nefritis intersticial, resaltando nuevamente la importancia de los múltiples factores de riesgo para falla renal en cada paciente. Algunos hallazgos histopatológicos identificados en las biopsias renales, como arterioesclerosis hialina y esclerosis glomerular, son característicos de pacientes de edad avanzada. Si se tiene en cuenta que la media de edad de la población del estudio fue 63 años, lo cual está concuerda con la población que ingresa en las unidades de cuidado intensivo, en su mayoría adultos mayores, era de esperar encontrar estos cambios histológicos aún con función renal normal. A lo anterior se le suma el hecho de que más de la mitad de los pacientes del estudio tenían antecedente de hipertensión arterial y casi una tercera parte antecedente de diabetes mellitus tipo II. Por otro lado, al momento de relacionar la necesidad de hemodiálisis con la mayor incidencia de necrosis tubular aguda, se plantea si el procedimiento de hemodiálisis por sí mismo es responsable del agravamiento de la lesión renal, 116 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 teniendo en cuenta que la circulación extracorpórea a través de fibras de celulosa activa las vías del complemento y leucocitos, lo cual puede aumentar el daño renal, aunado a la hipoperfusión secundaria a los episodios de hipotensión frecuentes durante la hemodiálisis, y al aumento del requerimiento de vasopresores (22-24). Conclusiones Los hallazgos histopatológicos asociados a falla renal aguda en pacientes en UCI descritos en la literatura son variables. En este estudio se determinó que la necrosis tubular aguda y la nefritis intersticial aguda siguen siendo un hallazgo común en un número considerable de pacientes. No obstante, otras características identificadas en este estudio, como el infiltrado leucocitario a nivel glomerular, la apoptosis y la trombosis de pequeños capilares glomerulares, podrían tener un papel importante en la fisiopatología y el tratamiento de la enfermedad. Bibliografía 1. Feest TG, Round A, Hamad S. Incidence of severe acute renal failure in adults: results of a community based study. BMJ. 1993; 306: 481-3. 2. Liaño F, Pascual J. Epidemiology of acute renal failure: a prospective, multicenter, community-based study. Madrid Acute Renal Failure Study Group. Kidney Int. 1996; 50: 81 1-818. 3. Cruz DN, Bolgan I, Perazella MA, Bonello M, de Cal M, Corradi V, et al. North East Italian Prospective Hospital Renal Outcome Survey on Acute Kidney Injury (NEiPHROS-AKI): targeting the problem with the RIFLE Criteria. 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Lesión renal aguda asociada a cirugía cardiovascular: una perspectiva desde la fisiología renal Luis Ramírez Cedeño(1); Jorge Enrique Echeverri(2); Juan Guillermo Vargas(3). Resumen Los pacientes sometidos a cirugía cardiovascular son expuestos a múltiples eventos estresantes, como el acto anestésico, hemorragia, hipo-perfusión tisular, cambios en hemorreología del sistema cardiovascular (hemodilución, politransfusiones, hipotermia, coagulopatía y flujos sanguíneos continuos), uso de máquinas de circulación extracorpórea, cascada inflamatoria desencadenante, entre otros, que incrementan la probabilidad de disfunción en casi todos los sistemas corporales, entre ellos el tejido renal, uno de los más susceptibles. Dicha sensibilidad solo puede entenderse a la luz de un profundo conocimiento de la fisiología renal y del papel de este sistema en el mantenimiento de la homeostasis corporal, al igual que de los procesos fisiopatológicos que llevan a algunos pacientes a presentar lesión renal aguda luego de cirugía cardiovascular. De esta manera, por medio de esta revisión y desde una perspectiva fisiológica, se pretende hacer un acercamiento a la identificación de estrategias de prevención, factores de riesgo y compresión de algunos eventos pre-operatorios, intraoperatorios y post-operatorios que pueden comprometer la función renal en los pacientes sometidos a estos procedimientos. falla renal, lesión renal, cirugía cardiovascular, flujo sanguíneo renal, tasa de filtración glomerular, consumo renal de oxígeno, circulación extracorpórea. Palabras clave: (1) Máster en Fisiología – Universidad Nacional de Colombia - Residente Anestesiología, Hospital Militar Central, Universidad Militar Nueva Granada. Bogotá, Colombia. (2) Médico Internista – Nefrólogo - Intensivista. Jefe Servicio de Nefrología Hospital Militar Central, Bogotá Colombia. Investigador Asociado Colciencias 2014. (3) Médico Internista – Nefrólogo – Epidemiólogo Clínico, Unidad Renal, Hospital Militar Central - Unidad de Cuidado Intensivo - Clínica Universitaria Colombia – Sanitas. Correspondencia: Jorge Echeverri. je.echeverri.s@gmail.com Recibido: 21/04/2014. Aprobado: 02/05/2014. 118 Cardiac surgery associated acute kidney injury: a renal physiology perspective Abstract Patients undergoing cardiovascular surgery are vulnerable to multiple stressful events such as the anaesthetic procedure, haemorrhage, hypoperfusion, rheology changes (haemodilution, transfusion of multiple blood products, coagulopathy and hypothermia), inflammation and oxidative stress related to cardio pulmonary bypass, increasing the risk of multiple organ failure and the kidney is one of the susceptible tissues. This susceptibility can be understood through a profound analysis of renal physiology and the interpretation of its role in the maintenance of body homeostasis, as well as the pathophysiological processes that lead some patients to develop acute kidney injury after surgery cardiovascular. Thereby, through this review and from a physiological perspective, we pretend to make an approach to identify prevention strategies, understanding how to control risk factors and surgical events related to acute kidney injury in patients undergoing these procedures. acute kidney injury, acute renal failure, cardiovascular surgery, cardiopulmonary bypass, renal blood flow, renal oxygen consumption, kidney disease, postoperative complications. Keywords: Introducción La disfunción renal constituye un importante factor de riesgo de mortalidad y morbilidad en pacientes llevados a cirugía cardiovascular, ya que ocurre al menos en el 30% de los casos. Así, aquellos que desarrollan disfunción renal severa luego de algún procedimiento cardiovascular, tienen una mortalidad aproximada del 10% en comparación con el 1% de los que no la presentan, constituyéndose en un factor de riesgo independiente para mortalidad (1, 2, 16). Dentro del mantenimiento de la homeostasis del sistema los riñones desempeñan tres papeles fundamentales: • Filtrar, remover productos metabólicos de la sangre y excretarlos a través de la orina. • Contribuir en el balance hidroelectrolítico y ácido base. • Producir o activar hormonas involucradas en la eritropoyesis, el metabolismo del Ca++ y la regulación de la presión y el flujo sanguíneo. Es así como se requiere del funcionamiento adecuado de sistemas complejos de regulación, que al ser puestos a prueba por uno o múltiples estímulos estresantes, deben lograr mantener la estabilidad del medio interno (19, 20). Lamentablemente, la perpetuación en el tiempo del evento estresante, así como la intensidad del mismo, las comorbilidades, las predisposiciones genéticas y la variabilidad interindividual de los sujetos, entre muchos otros factores, hacen que dichos mecanismos de regulación dejen de funcionar de manera correcta, llevando al compromiso de las funciones de los órganos y tejidos y por ende a estados patológicos (21). Entendidos así los procedimientos cardiovasculares como eventos estresantes, donde el acto anestésico, la hemorragia, la hipo-perfusión tisular, los cambios en hemorreología del sistema cardiovascular (hemodilución, poli-transfusiones, hipotermia, coagulopatía y flujos sanguíneos continuos), el uso de máquinas de circulación extracorpórea y la cascada inflamatoria desencadenante, etc. (1, 2, 16, 18, 21), incrementan la probabilidad de presentar disfunción en casi todos los sistemas corporales, entre los cuales el tejido renal resulta ser uno de los más susceptibles. Esta sensibilidad sólo puede entenderse a la luz de un profundo entendimiento de la fisiología renal y del papel de este órgano en el mantenimiento de la homeostasis corporal, al igual que de los procesos fisiopatológicos que llevan a algunos pacientes a presentar lesión renal aguda luego de ser llevados a cirugía cardiovascular. Por medio de esta revisión y desde una perspectiva fisiológica, se pretende hacer un acercamiento a la identificación de estrategias de prevención y de factores de riesgo, así como a la compresión de algunos eventos pre, intra y post-operatorios que pueden comprometer la función renal en los pacientes sometidos a estos procedimientos. Lesión renal aguda asociada a cirugía cardiovascular... Ramírez y cols 119 Función renal durante cirugía cardiovascular Dentro de la patogénesis de la lesión renal aguda, se reconoce a la hipo-perfusión renal, expresada como la disminución de flujo sanguíneo renal, como el principal “desencadenante” de una serie de eventos inflamatorios que llevan, entre otros, a disfunción del endotelio vascular, a necrosis tubular aguda y finalmente al establecimiento de la lesión renal aguda, definida como un incremento en los valores de creatinina y/o una disminución en el gasto urinario (según las definiciones y clasificaciones actuales) (1, 2, 3, 17, 21) (figura 1). Por este motivo, la revisión de fisiología renal se centrará en el entendimiento de conceptos, determinantes y regulación del flujo sanguíneo renal, tasa de filtración glomerular y consumo renal de oxígeno. La suma del peso de los dos riñones, representa menos del 0,5% del peso corporal total; sin embargo, éstos reciben cerca del 20% del gasto cardiaco, flujo sanguíneo que es indispensable para la formación del ultra-filtrado de la sangre en los glomérulos renales (19, 20). Está conformado por un sistema arteriolar de alta resistencia (arteria aferente), seguido por una compleja red de capilares glomerulares de alta presión (presión hidrostática), continuado con otro sistema arteriolar de alta presión (arteria eferente) y por último un sistema peritubular de capilares de baja presión que recibe el fluido reabsorbido por los túbulos renales. Favorecidas por esta distri- bución, las resistencias ejercidas por el tono del sistema arteriolar aferente y eferente generan la presión hidrostática necesaria en los capilares glomerulares para producir un ultra-filtrado eficiente (19, 20). No obstante, la distribución del flujo de sangre que perfunde a los glomérulos no es homogénea, de manera que el 90% de este flujo se distribuye sólo a los glomérulos superficiales ubicados en la corteza renal y únicamente el 10% de éste alcanza los glomérulos yuxta-glomerulares y medulares, los cuales, aunque menores en número, son indispensables para completar la reabsorción y concentración de la orina, procesos que requieren un alto consumo de oxígeno (19, 20). Tasa de filtración glomerular (TFG) Producto de la ultrafiltración glomerular se da la formación de un fluido con una composición similar a la del plasma, pero con una concentración disminuida de proteínas, otras moléculas de alto peso molecular y solutos unidos a las proteínas. Al igual que otros ultra-filtrados este se encuentra libre de elementos celulares sanguíneos. La relación entre ultrafiltración y tiempo se conoce como tasa de filtración glomerular (TFG), la cual se genera a partir de las enormes fuerzas de ultrafiltración de Starling y la permeabilidad de los capilares glomerulares. En condiciones normales y sumando los dos riñones, ésta es de aproximadamente 125 mL/min o 180 L/día, lo que inmediatamente presupone el alto consumo metabólico de oxígeno para lograr realizar los procesos de secreción y reabsorción tubular de este ultra-filtrado (19, 20). Como ya se había mencionado, la filtración glomerular depende del producto del coeficiente de ultra-filtración (Kf), el cual se define por las características de los capilares glomerulares y el resultado de la interacción de las fuerzas de Starling en todos los capilares glomerulares así (ecuación 1) (19, 20): Figura 1. Eventos desencadenantes de lesión renal aguda. 120 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 Ecuación 1. Tasa de filtración glomerular Donde PCG es la presión hidrostática del capilar glomerular, PBS es la presión hidrostática en la capsula de Bowman, πGC es la presión oncótica en el capilar glomerular y πBS es la presión oncótica en el espacio de Bowman, las cuales interactúan y generan una fuerza conductora a favor de la ultrafiltración (PUF). De esta manera, puede afirmarse que: 1) La TFG es igual a la presión hidrostática neta menos la presión oncótica neta. 2) Hay alta dependencia entre la TFG sobre el flujo sanguíneo renal (19, 20). Hemodinámica renal El flujo sanguíneo renal (FSR) es de aproximadamente 350 mL/min por cada 100 gramos de tejido, que normalizado al peso, es siete veces mayor al flujo sanguíneo cerebral. El flujo plasmático renal (FPR) se define según se observa en la ecuación 2 (19, 20). FPR = (1 - HCT) X FSR Ecuación 2. Flujo plasmático renal (FPR) De tal modo que, si se tiene un HCT de 40%, el FPR “normal” es de aproximadamente 600 mL/ min, que en condiciones normales representa el principal determinante de la tasa de filtración glomerular; así, un aumento del FPR representa un incremento en la TFG como resultado de las fuerzas netas de ultrafiltración (PUF). Sin embargo, un incremento en el FPR sólo genera un incremento moderado en la TFG, mientras que una disminución en el FPR produce un descenso dramático en ésta (figura 2) (19, 20). La relación entre la TFG y el FPR se puede definir en términos de fracción de filtración (FF) la cual representa la fracción del volumen filtrado proveniente del plasma que entra al glomérulo, que es aproximadamente el 20% del FPR (19, 20) (ecuación 3): Ecuación 3. Fracción de filtración Esta relación inversa entre el FPR y la FF hace evidente la existencia de uno o más mecanismos destinados a generar control sobre el flujo sanguíneo renal y la tasa de filtración glomerular y así mantener la independencia de estas dos variables (“estabilidad del FSR Y TFG”) a los cambios en la presión sistémica, siempre y cuando la presión arterial media se encuentre entre 80 y 170 mm Hg bajo condiciones normales (“rango de autorregulación renal”) (figura 3), por medio del cambio dinámico de las resistencias en la arteria aferente y eferente. Dichos mecanismos se pueden dividir en dos grandes grupos (19, 20): 1. Autorregulación renal: denominado así ya que sus mecanismos se producen independientemente de control neuroendocrino externo al 2 Resistencia vascular relativa Arteria aferente 1,5 1 Arteria eferente 0,5 1200 FSR (mL/min) 600 125 150 TFG (mL/min) TFG (mL/min) 100 50 600 Flujo sanguíneo renal Figura 2. Tasa de filtración glomerular (FTG) vs. flujo sanguíneo renal (FSR) Datos tomados de Fisiología Boron, Boulpaep. 40 80 120 160 Presión arterial renal media Figura 3. Autorregulación del flujo sanguíneo renal (FSR) y la tasa de filtración glomerular (TFG). Datos tomados de Fisiología de Boron, Boulpaep. Lesión renal aguda asociada a cirugía cardiovascular... Ramírez y cols 121 riñón, constituidos por el reflejo miogénico y la retroalimentación tubuloglomerular. 2. Factores y agentes vaso-activos que involucran algún grado de control extra-renal, eje reninaangiotensina-aldosterona, control nervioso simpático, hormona antidiurética, péptido natriurético auricular, endotelinas, prostaglandinas, leucotrienos, óxido nítrico, etc. Por tanto, se puede deducir que la información recibida por los diferentes centros de regulación renales y extrarrenales del flujo sanguíneo renal y, por ende, de la tasa de filtración glomerular (barorreceptores periféricos y centrales, aparato yuxtaglomerular, osmorreceptores, miocitos auriculares, endotelio capilar, músculo liso vascular, etc.), proviene principalmente de cuatro fuentes (19, 20): 1. Cambios en las presiones arteriales sistémicas y renales. 2. Cambios en las tensiones de la pared, tanto de la musculatura lisa arteriolar renal como de las paredes auriculares. 3. Flujo tubular renal de agua y sodio. tal, en el cual según la Ley de Ohm aplicada a la hemodinámica, el sistema cardiovascular está compuesto por una bomba generadora de voltaje o “ΔP” suficiente para generar un flujo o “Ǫ” “pulsátil” el cual es ajustado constantemente con el fin de lograr perfundir los diferentes tejidos según sus necesidades metabólicas igualmente cambiantes. Se distribuye en circuitos tanto en serie como en paralelo, con resistencias “R” que al igual que el Ǫ se ajustan y cambian de manera dinámica (ecuación 4) (19, 20): Ecuación 4. Ley de Ohm aplicada a la hemodinámica Cambiando la resistencia “R” por su inverso, la conductancia “G”, según la ecuación de Hagen-Poiseuille es directamente proporcional a la cuarta potencia del radio “r” e inversamente proporcional a la viscosidad “n” de un fluido de características no newtonianas, que al ser comparado con el agua en condiciones normales (hematocrito normal) es tres a cuatro veces mayor y también a la longitud del vaso “L” ( ecuación 5) (19, 20): 4. Osmolaridad plasmática. Tal información, producto de las características inherentes a los procedimientos cardiovasculares, puede en algunos casos ser censada de manera errónea por centros de regulación (ejemplo: cambios en las presiones arteriales con el uso de máquinas de circulación extracorpórea de flujo continuo, disautonomía por uso de vasopresores y/o anestésicos) y contribuir de alguna manera a la pérdida de la integridad de los mecanismos de regulación del flujo sanguíneo renal, la cual es una de las variables más importantes para lograr mantener el funcionamiento óptimo de este órgano. Por ello se hace indispensable entender cómo esta variable se modifica antes, durante y después de la cirugía y así acercarse a la fisiopatología de la lesión renal aguda asociada a la cirugía cardiovascular (8, 10-12, 21). Visto desde otra perspectiva, el flujo sanguíneo renal representa el 20% del gasto cardiaco to- 122 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 Ecuación 5. Ley de Ohm aplicada a la hemodinámica más ecuación Hagen-Poiseuille Infortunadamente la Ley de Ohm y la ecuación de Hagen-Poiseuille aplican a la perfección para condiciones ideales con flujos continuos (no pulsátiles), resistencias no cambiantes, gradientes de presión fijos, tubos rígidos, viscosidad y temperatura constante; sin embargo, en condiciones fisiológicas las cosas parecen ser un poco más complejas y se requiere de la intervención de algunas variables conocidas o no para interpretar mejor el escenario (distensibilidad vascular elastancia-, inercia del flujo sanguíneo y componente reflectivo de la resistencia arterial sistémica durante flujos pulsátiles –alternos-). (8, 9, 11, 19, 20). En condiciones “normales el flujo sanguíneo renal” es el 20% del gasto cardiaco, con lo que se infiere que éste puede ser afectado por cambios en cualquiera de las variables expuestas, influenciar tanto el flujo plasmático renal como la tasa de filtración glomerular y, por ende, repercutir en algún grado en la lesión renal aguda de los pacientes llevados a cirugía cardiovascular, como se explicará en párrafos posteriores. Consumo de oxígeno renal (RVO2) A diferencia de otros tejidos, en donde el flujo sanguíneo regional es regulado según las necesidades metabólicas del mismo, en el tejido renal un incremento en el FSR superior de 200 mL/min x 100 gramos de tejido representa una elevación casi exponencial del RVO2. Esto implica que la diferencia arteriovenosa renal de oxígeno permanece constante con incrementos en el FSR, siendo muy baja (14 mm Hg) en comparación con otros tejidos (17, 20). Esta relación entre RVO2 y FSR se explica por la variación en la cantidad de sodio filtrado, en donde un incremento en el FSR representa un aumento en la TFG y por consiguiente en la cantidad de sodio filtrado. Por ello, el gasto energético renal se destina en parte a la reabsorción tubular activa de sodio, pese a que en algunas circunstancias experimentales se puede observar que el RVO2 no aumenta con aumentos del FSR, siempre y cuando se mantenga constante la TFG (17, 20). Consumo renal de oxígeno (mL/min) 25 Con insuficiencia renal 20 10 Sin insuficiencia renal 5 100 150 Patogénesis de la lesión renal aguda (LRA) asociada a cirugía cardiovascular No existen muchos estudios que describan los cambios patológicos renales en este grupo de pacientes; sin embargo se acepta que todos los cambios se traducen en una lesión por necrosis tubular aguda generada por una disminución significativa del gradiente trans-membrana de ultrafiltración glomerular, que desencadena una serie de eventos pro-inflamatorios y pro-trombóticos que, a la vez, culminan con una LRA reversible o irreversible de acuerdo con el insulto (15, 16). La LRA asociada a cirugía cardiovascular se puede dividir en algunos eventos que ocurren antes, durante y después de la cirugía (15, 16). Veamos. Eventos preoperatorios Muchos de los pacientes llevados a estas cirugías están o han estado expuestos a cierta cantidad de insultos renales como hemodinámicos, nefrotoxicidad por medicamentos o medios de contraste e inflamación. Las alteraciones hemodinámicas preoperatorias pueden incrementar la vulnerabilidad del riñón a futuros eventos isquémicos y/o nefrotóxicos, especialmente de la zona medular profunda que cuenta con alto consumo de oxígeno y pobre perfusión tisular. 15 50 El consumo de oxígeno de los riñones humanos es de 6 mL O2/min por 100 g de tejido, lo que representa el 7% al 8% del consumo global de oxígeno del organismo. Es alto a nivel de la corteza y de la médula, donde hay menor densidad de glomérulos y pobre irrigación sanguínea, hecho que la hace de la médula renal un tejido muy lábil a la hipoxia tisular. Existen datos de trabajos experimentales que reportan consumo renal de oxígeno hasta cuatro veces mayor en riñones con lesión renal vs. riñones normales (figura 4) (17). 200 Tasa de filtración glomerular (mL/min) Figura 4. Relación entre consumo renal de oxígeno y la tasa de filtración glomerular de pacientes con y sin insuficiencia renal Los pacientes con función ventricular severamente comprometida, incluso con función renal previa normal, pueden estar expuestos a periodos importantes de hipoperfusión renal que alterarían los procesos de regulación homeostáticos del flujo sanguíneo renal y la TFG, y, por tanto, Lesión renal aguda asociada a cirugía cardiovascular... Ramírez y cols 123 reducir la capacidad de respuesta del sistema a nuevos ataques. Por otro lado, están el uso previo de diuréticos los cuales aumentan de manera independiente del FSR el RVO2, el uso de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, de inhibidores de renina y de bloqueadores del receptor de angiotensina, con su modulación de la autorregulación renal, entre otros (15, 16, 21). Finalmente, el empleo de medicaciones o medios de contraste nefro-tóxicos, asociados por ejemplo a algunos eventos inflamatorios relacionados con actividad de endotoxinas bacterianas (incluso sin evidencia clínica de infección), puede generar lesión tubular directa, que, sumada a los eventos hemodinámicos, puede aumentar la probabilidad de desarrollar lesión renal aguda significativa en este grupo de pacientes (15, 16, 21). Eventos intra-operatorios Durante este periodo el paciente está expuesto a los efectos de agentes anestésicos, medicamentos vasoactivos, líquidos endovenosos, transfusión de componentes sanguíneos, uso de máquinas de circulación extracorpórea, hipotermia, entre otros (10, 11), los cuales, como ya se puede inferir, tienen repercusiones hemodinámicas e inflamatorias considerables que aumentan la probabilidad de causar lesiones en el tejido renal. Eventos hemodinámicos Cualquier tipo de cirugía cardiovascular se puede asemejar a la hipotética reparación de los motores de una aeronave en pleno vuelo, en donde el avión debe seguir volando a pesar de tener el motor apagado o funcionando parcialmente para ser arreglado. Por ese motivo, se requiere el uso de dispositivos que permitan hacer la intervención quirúrgica sin suspender la perfusión y el aporte calórico y de oxígeno a los diferentes tejidos (7), en donde el desarrollo de las máquinas de circulación extracorpórea, los medicamentos cardiopléjicos o el uso de dispositivos que restringen la contracción de algunas zonas del miocardio temporalmente, son el día a día de la cirugía cardiovascular moderna. No obstante, todos estos, incluso los modernos dispositivos de circulación 124 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 y oxigenación extracorpórea que proveen flujos pulsátiles intentando asemejar la generación del gradiente de presión desarrollado normalmente por el corazón, están muy lejos aún de simular las condiciones fisiológicas que gobiernan y distribuyen el flujo sanguíneo corporal (7). Se ha calculado de manera experimental el flujo sanguíneo necesario aportado por la máquina de circulación extracorpórea en función del VO2 a diferentes presiones de perfusión de los tejidos, principalmente el tejido cerebral, con el objetivo mantener la autorregulación cerebral, en donde los incrementos importantes en el flujo sanguíneo no representan aumentos en el consumo de oxígeno, por lo que en general se recomienda el suministro de flujos sanguíneos altos por parte de la máquina de circulación extracorpórea, los cuales varían entre 1,8 a 2,2 L/min x m2 (8), con presiones de perfusión entre 50 y 70 mm Hg, análisis que no representa la distribución y la relación fisiológica del flujo sanguíneo renal y el RVO2 (9), ubicando al tejido renal en una posición de alta TFG y de reabsorción tubular de sodio y por consiguiente a consumos renales de oxígeno mucho mayores de los normales (8). Por otro lado, la generación no pulsátil de flujo en la mayoría de máquinas de circulación extracorpórea, negando miles de años de evolución, desarrollo y adaptación del sistema cardiovascular, puede hacer que los mecanismos de regulación y control del flujo sanguíneo censen información errónea y generen respuestas no adecuadas que repercutan en la distribución adecuada del flujo en los diferentes tejidos incluyendo el renal, sin contar con la posible pérdida o alteración de los mecanismos de autorregulación renal del FSR (11). Adicionalmente, los cambios en el hematocrito y la temperatura corporal, producto de sangrado intra-operatorio, transfusiones sanguíneas, hemodilución (uso de cristaloides), hipotermia y medicamentos anestésicos y vasoactivos, modifican de manera decisiva el tono (radio vascular), la viscosidad sanguínea y, por tanto, el componente de fricción (resistencia viscosa) dentro de los determinantes de la resistencia, así (8, 11, 12) (ecuación 6): del clampeo aórtico, pueden eventualmente embolizar a las arterias renales. Eventos post operatorios Ecuación 6. Definición viscosidad según Hagen - Pouiseullie Por lo enunciado, se observa cómo las alteraciones hemodinámicas que implican llevar a un paciente a un procedimiento cardiovascular, sumado a las condiciones hemodinámicas antes de la cirugía, hacen de la función renal una de las más sacrificadas en este tipo de procedimientos. Eventos inflamatorios La circulación extracorpórea es capaz de desencadenar un síndrome de respuesta inflamatoria sistémico, producto principalmente del contacto de la sangre con la superficie artificial del circuito, asociado a la lesión isquemia-reperfusión y el flujo sanguíneo no pulsátil, logrando en sus manifestaciones más severas presentarse con lesión pulmonar, renal, del sistema nervioso central, depresión miocárdica, coagulopatía, hemolisis, entre otras (8-11, 13). Producto de la activación y adhesión neutrofílica y plaquetaria, se genera degranulación y adherencia al endotelio vascular, además de activación del factor XII de la coagulación y de la vía alterna y clásica del complemento, y se produce lesión por isquemia tisular y liberación de radicales libres de oxígeno. Sin embargo, pese a los múltiples intentos por evitar la activación de los componentes sanguíneos y por ende la respuesta inflamatoria, aún se está a distancia de controlarla (13, 14). Por otro lado, la exposición de los glóbulos rojos al circuito de circulación extracorpórea, induce hemólisis con liberación de hemoglobina libre dentro del compartimiento intravascular, con posterior liberación de hierro libre, que al entrar en contacto con radicales libres de oxígeno, aumenta el daño oxidativo tubular renal (14). Finalmente, la producción de émbolos micro y macroscópicos que se liberan y se producen, por ejemplo durante la colocación y liberación Muchos eventos en el post operatorio son determinantes a la hora de explicar el desarrollo de lesión renal aguda en estos pacientes, como por ejemplo: inestabilidad hemodinámica, medicaciones nefrotóxicas, disminución del volumen circulante efectivo, sepsis y necesidad de inotropia por disfunción ventricular. Todos son eventos que están directamente relacionados con aumento de la probabilidad de LRA en el post operatorio (15, 16). Factores de riesgo A la hora de indagar sobre los factores de riesgo para desarrollar lesión renal aguda después de cirugía cardiovascular, obviamente su determinación implica una relación estadística fuerte entre algunas variables analizadas en diferentes estudios y el desarrollo de lesión renal aguda; no obstante, más que una relación estadística, en el fondo la mayoría de los factores existentes en la literatura disponible, son claros a la luz del análisis fisiológico y fisiopatológico que se realizó (15, 16). Los distintos factores de riesgo pueden clasificarse en dos grandes grupos: aquellos relacionados con las condiciones preexistentes de los pacientes y aquellos que tienen que ver con el procedimiento quirúrgico (5, 6) y el cuidado post-operatorio. Sin embargo, la mayoría tiene en común la predisposición de éstos a la generación de hipoperfusion renal antes, durante o después del procedimiento y/o disminución de la función renal residual (tabla 1). En lo que respecta a los procedimientos realizados sin bomba de circulación extracorpórea, existen algunos datos de ensayos clínicos no aleatorizados en los que se evidencia menor incidencia de lesión renal en este grupo de pacientes. Pese a ello, la limitación transitoria de algunas regiones ventriculares durante el procedimiento quirúrgico, puede llevar a disminución del volumen sistólico y, por tanto, del flujo plasmático renal (11, 12). Lesión renal aguda asociada a cirugía cardiovascular... Ramírez y cols 125 Tabla 1. Factores riesgo de LRA en cirugía cardiovascular. Relacionados con el paciente Relacionados con el procedimiento Enfermedad renal crónica o creatinina previa entre 2 – 4 mg/dL Tipo de cirugía - Procedimientos valvulares - Cirugía de urgencia Diabetes Cirugía fuera de bomba vs. con bomba de circulación extracorpórea? Enfermedad vascular periférica Flujo continuo vs. flujo pulsátil del circuito de circulación extracorpórea? Balón de contrapulsación pre quirúrgico Hemodilución: ↓ RDO2 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica Hemólisis: ↑ Hemoglobina libre Disfunción ventricular izquierda o ICC Duración de la cirugía y tiempo de circulación extracorpórea Uso previo de nefrotóxicos Tiempo de clampeo Por otro lado, a simple vista el uso de dispositivos de circulación extracorpórea que proveen flujo pulsátil, representan una enorme ventaja debido al mantenimiento de la onda de presión arterial normal; no obstante, los altos flujos sanguíneos usados en estas máquinas y, adicionalmente, los factores relacionados con los demás procesos inherentes a la circulación extracorpórea (exposición de los componentes sanguíneos al circuito, hipotermia…), dejan esta técnica lejos de ser inocua sobre la función renal. Hoy en día, según una evidencia no contundente, se está a favor del uso de estos dispositivos como estrategia de prevención de lesión renal aguda en estos pacientes (8, 9, 11, 19). Conclusión Si bien los avances en cirugía cardiovascular han disminuido radicalmente las tasas de mortalidad a través de los años, ésta continúa siendo un procedimiento quirúrgico altamente riesgoso que conlleva una importante carga de mortalidad y morbilidad en diferentes órganos y sistemas. de éstos, el tejido renal es uno de los más predispuestos a lesionarse, producto principalmente de la modificación de la hemorreología del sistema como consecuencia, entre muchos otros aspectos, del uso de diferentes dispositivos de circulación extracorpórea, que están muy distantes de emular las condiciones fisiológicas normales que ha desarrollado el hombre como especie, producto de miles de años de evolución y que, en 126 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 consecuencia, constituyen un evento estresante tan intenso que en muchas oportunidades logra comprometer el flujo sanguíneo renal, la tasa de filtración glomerular y el consumo renal de oxígeno, generándose así un disbalance entre el aporte y la demanda de oxígeno renales, y una repercusión en todas las funciones de renales, que puede, en algunos casos, conducir a lesión renal aguda. 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Fisiología pulmonar: cambios con obesidad, edad, género y altura Natalia Agudelo Valencia(1); Viviana Parra Izquierdo(1); Alirio Bastidas(2) Resumen La respiración es un proceso mediante el cual el ser humano logra mantener unos niveles de oxígeno adecuados para su metabolismo celular, y al mismo tiempo logra remover los productos de desecho. Para este proceso se requiere una adecuada interacción entre el sistema nervioso central, la musculatura torácica y el tejido pulmonar. Sin embargo, existen varios factores que pueden interferir en este proceso generando cambios importantes. El siguiente artículo de revisión desea explicar la fisiología pulmonar normal, al igual que los cambios adaptativos generados por las diferentes variables: peso, edad, género y altitud. Palabras clave: fisiología pulmonar, obesidad, género, edad, altura. Pulmonary physiology: changes with obesity, age, gender and altitude Abstract Residente de Medicina Interna Universidad de La Sabana. Hospital Universitario La Samaritana. (2) Médico Internista. Neumólog, Epidemiólogo Clínico, Hospital Militar. Clínica Universitaria La Sabana. (1) Correspondencia: Natalia Agudelo Valencia. Correo electrónico: nagudelov@ gmail.com Viviana Parra Izquierdo. Correo electrónico: vivipaz16@ hotmail.com Alirio Rodrigo Bastidas Goyes. Correo electrónico: aliriorodrigo @yahoo.com Recibido: 18/04/2014. Aprobado: 29/05/2014. 128 Respiration is the process by which the human been provides adequate oxygen levels to fulfill de needs for cellular metabolism, and in the same time it removes the waste products. For this process to be effective there needs to be a good interaction between the central nervous system, the thoracic musculature and the pulmonary tissue. However there are many factors that can interfere and generate important changes. This revision article desires to explain the normal pulmonary physiology, and the same time the adaptive changes generated by this different variables: Weight, age, gender and altitude. Keywords: pulmonary physiology, obesity, age, gender, altitude. Introducción La respiración es un proceso dinámico, automático, rítmico y de regulación central que permite un adecuado intercambio gaseoso. La principal función pulmonar es la de proporcionar una adecuada distribución entre el aire inspirado y el flujo sanguíneo pulmonar, y así, lograr proveer suficiente oxígeno para ser llevado a los tejidos periféricos y remover el producto de desecho, el dióxido de carbono (CO2) (1). La ventilación responde a cambios metabólicos, o respuesta automática, entro los cuales predominan la presión arterial de dióxido de carbono (PaCO2), la presión arterial de oxígeno (PaO2) y los cambios en el pH; pero también existe un control conductual o voluntario de la respiración (2). Fisiología pulmonar normal El centro de control metabólico está situado en el tronco del encéfalo, en estrecha relación con el sistema activador reticular, el cual modifica en patrón ventilatorio durante el sueño y la vigilia. Existen dos áreas que controlan la respiración: el área respiratoria bulbar y el grupo respiratorio pontino, si bien es de mayor importancia el área bulbar (3). Esta área está compuesta a su vez por dos grupos neuronales principales: el grupo respiratorio dorsal (GRD) y el grupo respiratorio ventral (GRV). El GRD es el sitio donde llegan y se integran por primera vez las aferencias procedentes de las vías respiratorias, los pulmonares y los quimiorreceptores periféricos. Por otro lado, el GRV contiene axones dirigidos a las motoneuronas craneales y axones bulbomedulares con destino a las neuronas respiratorias intercostales y frénicas. En otras palabras, el GRD es el centro de las aferencias y el GRV es el centro de las eferencias (1). Las neuronas motoras respiratorias atraviesan la médula espinal por el asta ventral para generar estímulo de los músculos respiratorios inspiratorios (diafragma, intercostales y abdominales). La estimulación de los segmentos de T9 a T12 genera un aumento en la inspiración, mientras que el estímulo de los segmentos T1 a T8 produce una inhibición de las motoneuronas frénicas y pone fin a la inspiración (4). Para generarse el impulso respiratorio se envían señales procedentes de los quimiorreceptores centrales y periféricos (que descargan al censar altas en la PaCO2 o bajas en al PaO2) que llegan a las neuronas en el GRD; algunas de estas neuronas envían axones hacia el nervio frénico y a las neuronas de los músculos inspiratorios en la médula espinal para aumentar su actividad de descarga (4). Otras neuronas provienen de receptores mecánicos situados en la pared torácica que generan descargas en el GRV, y esta activación asociada a la proveniente del GRD, provoca nuevos impulsos para la activación de estas mismas vías y así ampliar las eferencias (1). Sin embargo, existen neuronas provenientes del GRD y GRV que viajan hacia el grupo respiratorio pontino que genera descargas que inhiben la inspiración para que se de inicio a la fase de expiración necesaria para remover el exceso de CO2 del cuerpo (1). En el control de la respiración participan dos grupos de quimiorreceptores, los centrales y los periféricos. Los primeros son los más importantes en el control de la respiración, y se localizan en la superficie ventrolateral del bulbo raquídeo y entre el origen del séptimo y décimo par craneano. Los periféricos, a su vez, se localizan en los cuerpos carotídeos y en los cuerpos aórticos, situados en la bifurcación de las carótidas y en el cayado aórtico respectivamente (5). Los quimiorreceptores centrales explican casi el 90% del aumento en la ventilación secundario a cambios inducidos por el CO2. Estos quimiorreceptores están compuestos por células que responden a cambios en la concentración de H+ en el líquido cefalorraquídeo (LCR). Dado que el CO2 es liposoluble, atraviesa con la barrera hematoencefálica y por lo tanto es fácilmente difundible. El aumento en la PaCO2 produce activación de estas células logrando mayores descargas que se trasmiten por las neuronas aferentes y así aumentar la frecuencia respiratoria para disminuir los niveles de PaCO2 nuevamente a valores normales (6). Dado que CO2 al estar diluido en el LCR genera aumento de hidrogeniones (H+) por acción de la anhidrasa carbónica; esta reacción química genera un cúmulo de H+ que estimula de igual Fisiología pulmonar: cambios con la obesidad, edad, género y altura Agudelo y cols 129 forma a las neuronas del centro respiratorio, logrando que el paciente hiperventile y barra CO2 para tratar de mantener una homeostasis apropiada en el estado ácido – básico (7). Los quimiorreceptores periféricos responden a cambios en la PaO2 y la PaCO2. Los cuerpos carotídeos inician su descarga cuando censa niveles de PaO2 por debajo de 70 mm Hg, y aumentado significativamente cuando llega a niveles por debajo de 55 mm Hg. La hipoxemia genera una reducción en la actividad de los canales de potasio en las células, logrando despolarización de las mismas, el influjo de potasio y la liberación posterior de neurotransmisores. Las aferencias viajan por el IX par hasta los centros respiratorios estimulando el GRD y logrando de tal forma aumento en la ventilación (1). Estos centros también responden a niveles elevados de PaCO2; por lo tanto la despolarización de estas células es potenciada cuanto hay hipoxia asociada a hipercapnia (1). Para evaluar a un paciente con ventilación anormal es necesario realizar examen físico y valoración clínica completos asociados a pruebas de función pulmonar para determinar la causa posible. Las tres principales pruebas de función pulmonar son la espirometría, la medición de los volúmenes pulmonares y la difusión de monóxido de carbono (8). Posterior a esta evaluación se debe evaluar la fuerza de la musculatura pulmonar que se logra al medir las presiones que genera el paciente al respirar contra un dispositivo cerrado. Una vez se haya descartado alguna causa estructural se realizan estudios para evaluar el control respiratorio. Éstos incluyen la medición de la respuesta ventilatoria ante estados de hipoxemia e hipercapnia, el análisis del patrón respiratorio y el examen de la carga elástica y de resistencia. En estos exámenes siempre se monitoriza la saturación de oxígeno y el CO2 al final de la expiración, con el objetivo de evitar complicaciones (9). De igual forma, las personas responden de diferente manera a la hipoxemia y a la hipercapnia 130 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 de acuerdo con el género, el índice de masa corporal (IMC), la edad y la altitud a la cual habitan. Cambios en la fisiología pulmonar de acuerdo con el peso La obesidad, que se define como un IMC mayor de 30 kg/m², se trata de la enfermedad metabólica de mayor prevalencia en el mundo, y por tanto constituye un problema de salud pública importante (10). La obesidad no sólo de asocia con el riesgo cardiovascular sino con cambios en la fisiología respiratoria (11). La ventilación se genera como consecuencia de un cambio de presiones que deben sobreponer fuerzas elásticas opuestas. Existe un punto de equilibrio entre las fuerzas opuestas que hace que el tórax se encuentre en una posición de reposo; esto se conoce como capacidad residual funcional. Las fuerzas implicadas son la presión elástica de la caja torácica y la musculatura contra la presión elástica del pulmón (1, 2). La obesidad influye de varias maneras en este proceso; en primera instancia hay cambios en la estructuralidad de la caja torácica y en las características elásticas del tórax, lo que genera variables en el incremento e la resistencia del tórax (12). Por otra parte, la obesidad aumenta la retracción elástica del pulmón secundario a una circulación pletórica. Como consecuencia de lo anterior, existe un aumento tanto de la retracción elástica del pulmón como de la caja torácica y, por ende, un aumento en el trabajo respiratorio (13). La musculatura respiratoria también se altera en el paciente obeso. En primer lugar se genera hipertrofia secundaria al aumento del trabajo respiratorio, pero también se ha descrito infiltración grasa de la musculatura que causa disfuncionalidad de los mismos (14). A su vez por alteraciones en la estructura del tórax, no se propicia una relación adecuada entre longitud y tensión, lo cual conlleva pérdida de presión inspiratoria (11). Se ha demostrado también que la motilidad diafragmática se altera generando menos fuerza inspiratoria (15). Los centros respiratorios no se ven exentos a presentar alteraciones en los pacientes obesos. La presión de oclusión (P0), que es un parámetro usado para determinar el estado del impulso generado por los centros respiratorios, se eleva, muy probablemente de manera secundaria al incremento de las resistencias elásticas del tórax (16). No obstante, hay pacientes, también obesos, que demuestran baja P0 ante el estímulo de estímulos químicos, con lo cual se demuestra hiposensibilidad de los quimiorreceptores centrales. Esta respuesta de ciertos pacientes obesos todavía es controversial ya que no se ha demostrado lesión nerviosa como consecuencia de la obesidad (11). De otro lado, si bien se propone una causa genética, todavía no se ha podido demostrar esta asociación (17). Por tanto, se acepta que en ciertos pacientes obesos existan alteraciones en los centros respiratorios que causen más susceptibilidad a generar hipoventilación alveolar o que estas alteraciones sean secundarias a un mecanismo de adaptación para evitar la fatiga muscular (11). La capacidad de difusión generalmente se preserva, aunque algunos estudios han reportado valores tanto elevados como disminuidos (1820). Los niveles altos se explican por un aumento en el flujo sanguíneo pulmonar, mientras que los bajos por cambios estructurales en el intersticio por depósito de lípidos (20). El intercambio gaseoso también se ve alterado. Los pacientes obesos cursan con una relación entre la ventilación perfusión alta (21). Esto es secundario a unidades funcionales respiratorias poco ventiladas por atelectasias pasivas y por un alto flujo sanguíneo pulmonar; resulta en un gradiente de tensión alvéolo – arterial elevado con una disminución de PaO2 (13). A pesar de una mayor producción de CO2 por parte de los tejidos periféricos, la mayoría de los pacientes cursan con niveles de PaCO2 normales como consecuencia de una ventilación por minuto mayor (13). Otros individuos, en cambio, cursan con retención de CO2 e hipoxemia secundarios a la imposibilidad de aumentar la ventilación minuto como respuesta al incremento en la PaCO2, este efecto se conoce como síndrome de hipoventilación alveolar asociado a la obesidad (SHAO), el cual se da en el 10% de los pacientes obesos (22). Estos pacientes se caracterizan por tener menor distensibilidad, menor volumen de reserva espiratoria y de capacidad pulmonar total asociado a un patrón respiratorio anormal (aumento de la frecuencia respiratoria y disminución del volumen corriente), menor fuerza y resistencia de la musculatura respiratoria y respuesta ventilatoria a la hipercapnia marcadamente deprimida (23). Por lo anterior, hay mayor fatiga muscular, asociada con alto gasto energético con producción de niveles mayores de CO2 que empeoran el cuadro (23). El SHAO es de origen multifactorial y él están implicados todos los mecanismos mencionados, pero a su vez todavía no es muy clara la razón por la cual algunos obesos generan hipoventilación y la mayoría no lo hacen (24-28). Se cree que existe una sobrecarga de la mecánica ventilatoria secundaria a una alteración en la distencibilidad del tórax. También se especula que es una respuesta inadecuada de los centros respiratorios reflejados por una disminución en la P0. Adicionalmente, existe evidencia de actividad diafragmática disminuida ante niveles elevados de CO2 que apoyan la teoría anterior, pero la principal oposición a esta teoría es la que expresa que el cambio en los centros respiratorios se da como respuesta adaptativa a la primera teoría para así evitar la fatiga muscular (11, 12, 23, 29, 30). Por lo tanto, las teorías existentes pueden corresponder a dos grupos grandes de pacientes: aquellos que no pueden respirar o quienes no quieren respirar (12). De otro lado, el síndrome de apnea-hipoapnea obstructiva del sueño (SAHS) es una entidad altamente relacionada con la obesidad (31). Más de dos tercios de los pacientes con SAHS tiene obesidad y la mitad de los pacientes con Fisiología pulmonar: cambios con la obesidad, edad, género y altura Agudelo y cols 131 obesidad mórbida tienen SAHS (32). La principal causa de esto es que al aumentar el tejido graso en las estructuras de la vía aérea superior se genera un aumento de presión extraluminal y mayor colapsibilidad de la VAS. Asociado a la anterior, el menor retroceso elástico pulmonar y alteraciones en la distensibilidad pulmonar generan mayor tendencia al colapso (33). El SHAO se postula como el estado más avanzado del SAHS, pero existen diferencias. Algunos autores las postulan como entidades diferentes (34). El primer razonamiento surge secundario a las similitudes que existen entre estas dos entidades. El 90% de los pacientes obesos hipercápnicos tienen SAHS, mientras que sólo el 11% al 15% de los pacientes con SAHS tienen hipercapnia asociada (35, 36). La aparición de hipercapnia en los pacientes con SAHS se puede explicar como una respuesta ventilatoria inadecuada posterior a la apnea (12). En los últimos años se ha postulado que la leptina, hormona producida por el tejido adiposo, está implicada en el desarrollo de la hipoventilación alveolar. Estudios recientes en ratones han demostrado que mutaciones genéticas, que generan deficiencia de esta hormona, alteran los centros ventilatorios y llevan al desarrollo de insuficiencia respiratoria (37). Además, el déficit de leptina genera alteraciones en la miosina, que hace que al diafragma sea menos resiste a la fatiga (38). Los pacientes obesos rara vez tiene niveles bajos de leptina, por lo que se considera que cursan con resistencia a la acción de la misma (39). Se ha demostrado, de otra parte, que los pacientes con SHAO tienen disminución en la relación leptina en líquido cefalorraquídeo/plasma, lo que comprobaría una posible resistencia a la leptina a nivel central (40). Algunos estudios han determinado que la leptina predice mejor la presencia de SHAO que el IMC (41). 132 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 Cambios en la fisiología pulmonar de acuerdo con la edad Otro determinante de la ventilación es la edad. Se sabe que con el envejecimiento existe disminución en la presión elástica de los pulmones, así como en la distensibilidad de la caja torácica, y menor fuerza de la musculatura pulmonar. También se presenta una respuesta reducida a la hipoxia e hipercapnia, al igual que menos conciencia en cuanto a la resistencia al flujo. Estos cambios se traducen en aumento en el volumen residual y capacidad vital reducida (42). La musculatura respiratoria tiene hasta un 20% más de consumo de energía. Las zonas de baja relación ventilación-perfusión aumentan secundarias a un volumen de cierre elevado, hecho que conlleva un aumento en la diferencia en la presión de oxígeno arterio-alveolar (43). Otros de los volúmenes pulmonares alterados con la edad son la capacidad vital forzada y el volumen expirado en el primer segundo, los cuales disminuyen a medida que la edad aumenta (44). Cambios en la fisiología pulmonar de acuerdo con el género El género también influye en la ventilación, principalmente por dos razones: hormonas (progesterona y estrógenos) y cambios en la anatomía. Los efectos de la progesterona en el sistema respiratorio incluyen hiperventilación con alcalosis respiratoria compensada y respuesta aumentada a la hipercapnia y a la hipoxia. A su vez el estrógeno incrementa el flujo sanguíneo pulmonar. En cuanto a las diferencias anatómicas, se ha demostrado que el hombre tiene diámetros de la vía aérea mayores con volúmenes pulmonares y áreas de difusión aumentadas. No se ha logrado demostrar diferencia en las propiedades elásticas y de distensibilidad (45). Cambios en la fisiología pulmonar de acuerdo con la altura Pese a que alta altitud se define como 3.000 metros sobre nivel del mar, se ha demostrado que los cambios fisiológicos en la función cardiopulmonar comienzan desde los 1.524 metros sobre el nivel del mar (46). La primera respuesta que se presenta en el paciente en reposo, es un aumento en el volumen tidial; una vez se inicie actividad física, también hay aumento en la frecuencia respiratoria de tal forma que se disminuye la PaCO2 y se aumenta la PaO2. Esta respuesta adaptativa es la primera que se da en los pacientes con cambio en las presiones barométricas; dura aproximadamente una semana y posteriormente hay una disminución, aunque siempre persistirá en niveles superiores a la de los pacientes que residen a nivel del mar. A estos primeros cambios adaptativos, les sigue el desarrollo de los mecanismos compensatorios primarios, los cuales se refieren a cambios enzimáticos a nivel intracelular que permiten a los tejidos funcionar con niveles de PaO2 menores y a cambios en el sistema de transporte de oxígeno para contrarrestar la disminución de la PaO2 generada por un aumento en la presión barométrica. En los pacientes residentes en grandes alturas los cuerpos carotídeos, los responsables de la hiperventiación con cambios en la PaO2, se encuentran alterados para responder a niveles de PaO2 menores, de tal forma que existe menor respuesta a la estimulación hipóxica en los centros respiratorios a nivel del sistema nervioso central. Se postula que una mejor utilización del oxígeno en los tejidos periféricos asociada a un menor esfuerzo respiratorio, son los responsables de estos cambios adaptativos; así mismo, hay un aumento en la capacidad vital. En estas personas existe un aumento del 20% al 30% en la capacidad de difusión pulmonar, que se da por cambios en la configuración de la caja torácica, cambios anatómicos en las estructuras pulmonares para aumentar la área de la superficie alveolar y mejorar la relación ventilaciónperfusión que se asemeja a la que se presenta en hipertensión pulmonar (47). El sistema cardiovascular también se ve influenciado por la altitud. Cuando un nativo de altitudes menores llega a mayor altitud se dispara el sistema nervioso simpático y aumentan la frecuencia cardiaca y el gasto cardiaco, mientras que los pacientes residentes en estas altitudes tiene menor volumen latido y menor gasto cardiaco, al parecer secundario a una disminución en el llenado ventricular (48). En general, en los residentes en niveles altos existe menor presión arterial, cambios que obedecen a una respuesta vasodilatadora de las células musculares lisas a la hipoxia. Por último, se ha visto que existe una capa de menor tamaño para la difusión del tejido en los tejidos. Estudios en modelos animales han demostrado menor cantidad de fibras musculares en las capilares (49). La curva de disociación de la hemoglobina también se ve comprometida a grandes alturas. En estudios bajo condiciones estándar (pH de 7,4 y PaCO2 de 40 mm Hg) se ha demostrado un desplazamiento hacia la derecha secundario a un aumento en el 2,3 – difosfoglicerato, pero estudios en personas han comprobado una desviación a la izquierda secundaria a la alcalosis respiratoria que se produce por la hiperventilación. Por lo anterior, la PaO2 no sufre mayor modificación, en comparación con niveles del mar, cuando se encuentra en una saturación del 50% (50). Conclusiones La fisiología respiratoria cambia según sea el género, la edad, el peso, e incluso la altura donde resida la persona. Cabe resaltar que cuando los seres humanos se exponen a grandes alturas, desempeñan un rol muy importante los sistemas reguladores que se oponen al desequilibrio del medio interno, utilizando el margen de funcionamiento de diferentes órganos. La eficacia de estos sistemas reguladores es estrictamente individual y puede verse aun más afectado en pacientes obesos dado que en condiciones basales los pacientes con obesidad suelen mostrar un patrón respiratorio lento y superficial, encaminado a reducir el trabajo respiratorio y cuando son expuestos a presiones barométricas más bajas deben realizar nuevas adaptaciones respiratorias para mantener un adecuado equilibrio ventilatorio y ácido base. Fisiología pulmonar: cambios con la obesidad, edad, género y altura Agudelo y cols 133 Bibliografía 1. Berne R, Levy M, Fisiología. 3ª. Ed. Madrid, España: Harcourt ediciones S.A; 2001. 2. Levitzky M. Pulmonary physiology, seventh edition, The McGraw-Hill Companies, United States of America, 2007. 3. 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Fisiología pulmonar: cambios con la obesidad, edad, género y altura Agudelo y cols 135 REPORTE DE CASO Acta Colombiana de Cuidado Intensivo 2014; 14 (2): 136-142. Histoplasmosis pulmonar en pediatría: reporte de caso, clínica, laboratorio y tratamiento María Durán(1); Iván Pinto(2); Carlos A. Gallón Arango(3) Resumen La histoplasmosis corresponde a una infección causada por el hongo Histoplasma capsulatum. La clínica puede ser muy variable; algunos pacientes presentan signos de neumopatía, otros dolor torácico y el 90% son asintomáticos. En las imágenes pueden observarse nódulos solitarios o patrón micronodular difuso. Otras pruebas diagnósticas que se utilizan son la reacción cutánea con histoplasmina y los cultivos o la biopsia pulmonar donde se identifica el hongo. Los antimicóticos son la base del tratamiento. La cirugía se reserva en caso de complicaciones como mediastinitis. Se presenta el caso de una paciente de 9 años de edad con antecedente de asma que consultó por sintomatología respiratoria de seis meses de evolución, con exacerbación en los últimos dos meses. Se realizó biopsia pulmonar y lavado bronco-alveolar con técnica de PCR que reportó Histoplasma capsulatum, con recuperación de la sintomatología pulmonar posterior a la administración de anfotericina B. Palabras clave: Histoplasma capsulatum, histoplasmosis pulmonar, epidemiología, anfotericina B, Pediatría. Pulmonary histoplasmosis in children: case report, clinical, laboratory and treatment Abstract Médico y cirujano. Fundación Universidad del Norte. Barranquilla, Colombia. (2) Residente de tercer año de Pediatría. Fundación Universidad del Norte. Barranquilla, Colombia. (3) Pediatra intensivista, Coordinador de Pediatría, Organización Clínica General del Norte IPS - OCGN. Barranquilla, Colombia. (1) Correspondencia: Iván Pinto Martínez. Correo electrónico:ivanpintom@ hotmail.com Recibido: 07/04/2014. Aprobado: 13/05/2014. 136 Histoplasmosis is an infection by the fungus Histoplasma capsulatum. The clinic can be quite variable, with some signs of neuropathy, other chest pain and 90% of patients are asymptomatic. Can observe radiologically solitary nodules or diffuse micronodular pattern. Other diagnostic tests are used histoplasmin skin test, or lung biopsy and cultures where the fungus is identified. Antifungals are the mainstay of treatment. Surgery is reserved for complications such as mediastinitis. We report the case of a 9-year-old with a history of asthma who consults for respiratory symptoms of 6 months duration, with exacerbation in the last two months. Lung biopsy and bronchoalveolar lavage with RCP technique were performed and reported Histoplasma capsulatum, with recovery of pulmonary symptoms after administration of amphotericin B. Histoplasma capsulatum, pulmonary histoplasmosis, epidemiology, amphotericin B, Pediatrics. Keywords: Introducción El Histoplasma capsulatum es un hongo patógeno dimorfo de importancia en todo el mundo ya que causa un amplio espectro de formas clínicas, las que dependen del estado inmunitario del paciente y del tamaño del inóculo infectante (3, 1). Hay dos variedades del Histoplasma que son patógenos en humanos, la variante capsulatum y la duboisii. Estos se aíslan en agar Sabouraud de 25°C a 30°C formando dos tipos de conidias (2). La histoplasmosis se caracteriza por manifestaciones variadas que van desde la afección subclínica a la enfermedad diseminada, y suele presentarse tanto en huéspedes inmunocompetentes como inmunosuprimidos (1). En Colombia hay casos subdiagnosticados de la enfermedad, sin embargo, un último estudio realizado entre 1992 y 2008 mostró que la histoplasmosis tiene una frecuencia del 49,6%, especialmente en grupos de riesgo, como en pacientes infectados con VIH. Los departamentos con mayor incidencia son Antioquia (59,2%) y Valle (15,6%); el menor reporte de casos se documenta en el departamento del Atlántico con el 0,23% (4, 7) y 0 casos publicados en Barranquilla. Este trabajo busca mostrar la forma clínica, los métodos diagnósticos y el tratamiento de esta entidad, así como reportar una incidencia en Barranquilla, debido a que ésta se encuentra subdiagnosticada. de institución educativa, por lo que reinició prednisolona 5 mg cada 24 horas 3 veces a la semana durante 5 meses consecutivos; alérgica a la amoxicilina y cefalexina, noxa epidemiológica dada por contacto con murciélagos, palomas y roedores en el colegio donde estudia actualmente, que además se encuentra en mal estado. A la revisión por sistemas refirió ortopnea del mismo tiempo de evolución. Al examen físico de ingreso se encontró en malas condiciones generales, disneica, con cianosis peribucal, signos vitales: FC: 109 lpm, FR: 40 rpm, SatO2: 76% FiO2 0,21. Mucosa oral seca, en cuello aumento de la glándula tiroides a la palpación, tórax con tirajes subcostales e intercostales inframamilares, ruidos cardiacos rítmicos de buen tono sin soplos. La auscultación pulmonar reveló crépitos bibasales y sibilancias ocasionales, abdomen blando, depresible, no doloroso, extremidades simétricas sin edemas, pulsos periféricos de buena amplitud, alerta, consciente, orientada, pares craneales sin déficit ni signos meníngeos. Aportó radiografía de tórax que mostró infiltrado micro y macronodular difuso (figura 1). Se sospechó enfermedad pulmonar difusa, tuberculosis miliar a descartar e inmunodeficiencia. Paraclínicos de ingreso: hemoglobina 15,4 g/dL, hematocrito 47%, leucocitos 7.000 mm3, neutrófilos Caso clínico Paciente de género femenino, de 9 años de edad, remitida a la UCIP por cuadro clínico de seis meses de evolución caracterizado por disnea de medianos esfuerzos, sintomatología que se exacerbó en los últimos dos meses y progresó a disnea de pequeños esfuerzos concomitante con cianosis peribucal y periungueal. Como antecedentes es producto del primer embarazo de madre G2C2, sin ninguna complicación durante el embarazo; padeció asma desde los 8 meses hasta los 5 años de edad tratada con cetirizina, montelukast y prednisolona 5 mg día. Presentó nuevos episodios bronco-obstructivos a los 9 años, los cuales coincidieron con cambio Figura 1. Radiografía de tórax inicial que evidencia infiltrado micro y macronodular difuso. Histoplasmosis pulmonar en pediatría... Durán y cols 137 45%, linfocitos 55%, plaquetas 328.000 mm3; PCR 6 mg/dL; LDH 198 UI/L; uroanálisis no patológico. En radiografía de tórax se reportaron múltiples nódulos micro y macronodulares de distribución difusa en forma aleatoria (figura 2). Se inició manejo en UCIP con oxigenoterapia suplementaria FiO2 0,50 y cubrimiento antibiótico con ampicilina sulbactam. El día 2 persistía con sintomatología respiratoria, dependiente de oxígeno suplementario. Fue valorada por Cardiología pediátrica que realizó ecocardiograma doppler color modo M y bidimensional que descartó cardiopatía estructural. Por otra parte, Neumología pediátrica realizó impresión diagnóstica de aspergilosis y adicionó claritromicina al manejo. El día 3 continuaba con signos de dificultad respiratoria y requerimientos de oxígeno suplementario. Fue valorada por Infectología pediátrica que consideró compromiso pulmonar por infección micótica y solicitó paraclínicos que reportaron: test de Aspergillus galactomanan en 0,47 , VIH negativo, LDH 198 U/L IgA 375 mg/dL, IgG 1124 mg/dL , IgM 178 mg/dL, IgE total 1.036 mg/dL , TSH 2,91 mUI/mL, T4 libre 0,77 ng, hemocultivos y urocultivo negativos, BK esputo x 3 negativo para BAAR, TAC simple de tórax con patrón nodular Figura 2. Radiografía de tórax que evidencia múltiples nódulos micro y macronodulares de distribución difusa en forma aleatoria. 138 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 pulmonar difuso en relación con proceso de tipo infeccioso por germen oportunista (figura 3). El día 7 se observó sin signos de dificultad respiratoria, adecuadas oximetrías de pulso con FiO2 0,35. Se trasladó a sala general, a la espera de realización de biopsia pulmonar, biopsia de nódulo tiroideo y toracostomía cerrada,¿; completó el sexto día de antibioticoterapia. Día 13 reingresó a UCIP por posoperatorio de lavado broncoalveolar (LBA), toracostomía cerrada y biopsia tiroidea guiada por ecografía; cursó con desaturación y signos de dificultad respiratoria moderada a pesar de O2 suplementario y FiO2 0,35, por lo que requirió incremento de aporte de oxígeno al 50%. El día 16 se reportó la muestra de LBA con amplificación de ADN de Histoplasma capsulatum. Se concluyó diagnóstico de histoplasmosis pulmonar, por lo que se inició manejo con anfotericina B con posterior mejoría de sintomatología respiratoria e ingresó a sala general, donde toleró de manera adecuada la disminución del FiO2 a 28%. El día 20 toleró la suspensión de oxigenoterapia suplementaria, y continuó tratamiento antimicótico. El día 28 fue dada de alta sin signos de dificultad respiratoria y saturación apropiada. Completó 14 días de anfotericina B, y en la actualidad recibe manejo con itraconazol. Figura 3. TAC de tórax con patrón nodular pulmonar difuso. Discusión Clínica La histoplasmosis es una infección causada por el Histoplasma capsulatum, un hongo que afecta usualmente las vías aéreas. El primer aislamiento de éste fue hecho por Darling (2) en 1948, con muestras de excremento de pájaros. Los síntomas y signos más frecuentes son fiebre, cefalea, tos no productiva, dolor pleurítico, pérdida de peso, mialgias, sudoración, disnea, hiporexia, adenopatías, hepatoesplenomegalia, eritema nodoso, eritema multiforme, linfadenopatía hiliar, hemoptisis, pericarditis y distrés respiratorio. La clínica no se asocia con la radiografía de tórax, debido a las múltiples formas de presentación radiológica que se pueden ver en esta enfermedad, tales como nódulos solitarios, adenopatías hilares y mediastinales, nódulos pulmonares difusos, patrón intersticial y algodonoso (2, 3). Pese a que la histoplasmosis pulmonar es una las formas que mejor respuesta tiene al antimicótico, en algunos casos puede llevar a fallas respiratorias en pacientes no diagnosticados y sin tratamiento oportuno. La lindafenitis mediastinal, el granuloma mediastinal, el enfisema, las cavitaciones crónicas, la mediastinitis fibrosante y las bronquiolitiasis son algunas secuelas de la histoplasmosis pulmonar (1, 6) (tablas 1 y 2). Es endémica en ciertas áreas del norte, centro, Suramérica, África y se han reportado algunos casos en Europa. En Estados Unidos es endémica en Misisipi y Ohio (1-3). El histoplasma vive en suelos que se encuentran contaminados con guano de palomas o murciélagos, en donde puede permanecer por años. La trasmisión de persona a persona no existe y el periodo de incubación es de 7 a 21 días (4). Los niños tienen mayor predisposición de contraer esta patología sobre todo si están expuestos a grandes inóculos o están inmunosuprimidos, con desórdenes inmunitarios de células T, monocitos o macrófagos (1, 9). Patogenia La infección por H. capsulatum se inicia por vía respiratoria con la inhalación de propágulos fúngicos, constituidos principalmente por microconidios de 1,4 x 2,6 μm o de fragmentos hifales de 5 a 8 μm, que llegan a los bronquíolos terminales y a los alvéolos pulmonares. Los propágulos inhalados se convierten en la forma levaduriforme, responsable de la patogénesis. La enfermedad se desarrolla después de 10 a 21 días después de la inhalación del inóculo. El histoplasma entra al macrófago mediante opsonofagocitosis, después de unirse a inmunoglobulinas, adhesinas o receptores fagocíticos; como CR3 y CR4. Después que éstos invaden el macrófago, modulan el pH microambiental a 35°, temperatura ideal para invadir los tejidos y resistir la toxicidad por radicales de oxígeno, metabolitos intermediarios de nitrógeno o enzimas de degradación, para finalmente expandirse por vía linfática o hematógena. La reacción inmune que produce el histoplasma, da lugar a lesiones que evolucionan a necrosis y fibrosis (9, 10). La histoplasmosis pulmonar crónica se asocia con anomalías estructurales y su sintomatología (pérdida de peso, tos, sudoración nocturna, disnea), a largo plazo y sin tratamiento ocasiona necrosis en el tejido pulmonar. Desde el punto de vista radiológico se observan bullas, enfisema, entre otros (3). Diagnóstico Radiografía de tórax: la histoplasmosis pulmonar aguda se caracteriza por linfadenopatías hiliares o mediastinales; en algunos casos puede haber infiltración lobar que puede resolverse en semanas o meses, mientras otros simulan un patrón de tuberculosis miliar. Los infiltrados pulmonares se manifiestan en el 5% de los niños. En enfermedades pulmonares crónicas se pueden observar: granuloma mediastinal, fibrosis mediastinal, pericarditis. No obstante, en el 40% al 50% de los pacientes con histoplasmosis se reportan radiografía normal (2, 13). Reacción cutánea de histoplasmosis: esta prueba se aplica para determinar la existencia de contacto previo con Histoplasma capsulatum. El antígeno está constituido por un polisacárido de Histoplasmosis pulmonar en pediatría... Durán y cols 139 Tabla 1. Complicaciones de la histoplasmosis. Granuloma mediastinal Complicación poco común de la histoplasmosis primaria; consiste en una masa lobulada de nódulos con cápsula, ocasionalmente calcificada. Fibrosis mediastinal Es la más severa de las complicaciones de la histoplasmosis; corresponde a una masa fibrótica que gradualmente invade las estructuras subyacentes (esófago, vena cava superior, arteria pulmonar, venas pulmonares). Compromiso bronquial La mejor definición es la tomografía computarizada. Pericarditis Efusión pericárdica. Broncolitiasis Calcificación en los bronquios. Tabla 2. Diagnósticos diferenciales. Histoplasmosis pulmonar aguda Blastomicosis Coccidioidomicosis Mycoplasma pneumoniae Chlamydia pneumonia Legionella pneumonia Histoplasmosis crónica pulmonar Tuberculosis Infección no tuberculosa micobacterial Blastomicosis Coccidioidomicosis Sporotricosis Paracoccidioidomicosis Sarcoidosis antigenemia, consisten en la detección del antígeno polisacárido del H. capsulatum en orina y en sangre respectivamente. Fue descrita en 1986 y es positiva en el 64,6% al 68,6% de los casos de histoplasmosis pulmonar y diseminada. Se indica en pacientes con manifestaciones graves, cuando el retraso del diagnóstico en espera de los resultados de las pruebas serológicas o del antígeno puede ser perjudicial (5). Puede haber falsos negativos en inmunodeprimidos o en el período posterior (6 semana) a la exposición, fase en la cual los anticuerpos se desarrollan, o falsos positivos cuando hay reactividad cruzada con otros hongos, como Blastomyces y Aspergillus; debido a que los títulos de anticuerpos permanecen elevados hasta por cinco años. Pruebas serológicas la pared celular. La reacción es positiva a partir de la tercera semana de la infección, se observa induración de 5 mm; se utiliza para estudios epidemiológicos (16). La respuesta celular se manifiesta entre 15-40 días después del contacto con Histoplasma capsulatum, manteniéndose positiva durante años (15). Histopatología: la tinción de tejido, esputo, fluidos del cuerpo y sangre es rápida, sin embargo tiene menor sensibilidad que el cultivo o detección de antígeno. Las levaduras intracelulares que miden 2 a 4 micrómetros, sugestivo de H. capsulatum, podrían ser vistas por tinciones especiales como giemsa, hematoxilina, eosina, plata metenamina y PAS (ácido periódico schiff); estas últimas son las coloración más sensibles en la detección del histoplasma en un 75% (2, 10). La antigenuria y 140 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 Son positivas en el 90% de los pacientes. Existen dos pruebas: la fijación de complemento y la inmunodifusion en gel de agar; la primera de ellas es la más específica y consiste en detectar anticuerpos fijadores de complementos contra el hongo, utilizando antígenos de la forma de micelios y de levadura; los títulos 1:32 son indicativos de histoplasmosis activa. En la inmunodifusión en gel agar, la sensibilidad depende del estado inmunitario del paciente. En inmunocompetentes puede permanecer positiva tiempo después de la resolución de los síntomas. Utiliza el antígeno de las glicoproteínas H y M del hongo. La banda M está presente en el 25% de los pacientes a las cuatro semanas y en el 86% a las seis semanas. Sin embargo, no distingue entre infección antigua o infección aguda reciente. La banda H, por el contrario, sugiere una infección activa (1, 2, 10). PCR: tiene una sensibilidad del 95,4% y un tiempo de realización de 1 día frente a 31 días en comparación con el cultivo. Es la amplificación de una secuencia de proteína específica del H. capsulatum de 100 kDa, que se realiza en la fase micelial (1, 2, 10). Cultivo: es la prueba de oro para la identificación del Histoplasma ya que detecta el 50%-85% de los casos de histoplasmosis pulmonar aguda y crónica. Sin embargo, requiere un periodo de incubación de dos a cuatro semanas. Se realiza en agar dextrosa sabouraud a 25°C que permite la fase micelial del H. capsulatum; después de seis semanas su crecimiento produce dos tipos de conidias: la macroconidia y el tubérculo conidio, que mide de 8 a 12 micras de diámetro. Se puede aislar a partir de lavado broncoalveolar o exudado de lesiones. (1, 2). Los diagnósticos diferenciales se muestran en la tabla 2. Tratamiento Las indicaciones definitivas para iniciar terapia antifúngica son la infección pulmonar aguda difusa, los pacientes con síntomas moderados a severos, infección cavitaria crónica, infección diseminada progresiva y las infecciones del sistema nervioso. Se debe continuar el tratamiento hasta que resuelva la sintomatología y los niveles de antígenos H. capsulatum retornen a la normalidad. En pacientes con inmunodeficiencias se requiere prevención de recaídas y en inmunocompetentes con enfermedad pulmonar y compromiso respiratorio el corticoide puede ser muy útil. La anfotericina B se considera el tratamiento de elección en pacientes con sintomatología severa e histoplasmosis diseminada. Ésta se asocia con toxicidad al producir elevación de los niveles de azoados, hipokalemia y anemia normocítica. El tratamiento con anfotericina B desoxicolato a dosis de 1 mg/kg/día o anfotericina B liposomal 3-5 mg/kg/día durante una a dos semanas seguido de itraconazol 5-10 mg/kg/día divididos en dos tomas (sin exceder 400 mg al día) para un total de doce semanas, es el esquema recomendado. En niños la anfotericina B desoxicolato es bien tolerada y se prefiere antes que las preparaciones lipídicas (8). En los pacientes con síntomas leves a moderados se prefiere itraconazol 5-10 mg/kg/día durante 6-12 semanas y se indica para pacientes que continúan teniendo síntomas por más de un mes (8). La metilprednisolona (0,5-1 mg/kg/día por vía intravenosa) durante las primeras una a dos semanas de terapia antifúngica se recomienda en quienes desarrollan complicaciones respiratorias, incluyendo hipoxemia o dificultad respiratoria significativa (8). En la tabla 3 se describe el tratamiento de las complicaciones de la histoplasmosis. Tabla 3. Tratamiento de las complicaciones de la histoplasmosis. Histoplasmosis del SNC Anfotericina B liposomal 5 mg/kg/día IV por cuatro a seis semanas seguido de itraconazol 5-10 mg/kg/día al menos durante un año hasta resolver de las anormalidades del sistema nervioso. Histoplasmosis diseminada (moderada a severa) Anfotericina B liposomal 3 mg/kg/día IV por una a dos semanas seguido itraconazol oral 5-10 mg/kg/día para un total de doce meses. Fibrosis mediastinal Stent intravascular para pacientes con obstrucción de los vasos pulmonares Itraconazol 5-10 mg/kg/día dos veces al día por doce semanas Bronquiolitiasis Broncoscopía o cirugía para remover la broncolitiasis Nódulos pulmonares No se recomiendan antifúngicos Pericarditis Itraconazol 5-10 mg/kg/día por seis a doce semanas Prednisona 0,5-1 mg/kg/día de una a dos semanas Histoplasmosis reumática Prednisona 0,5-1 mg/kg/día máximo 80 mg cerca de una a dos semanas Itraconazol 5-10 mg/kg/día por seis a doce semanas Granuloma mediastinal Tratamiento usualmente innecesario Itraconazol 5-10 mg/kg/día por seis a doce semanas Histoplasmosis pulmonar en pediatría... Durán y cols 141 Bibliografía 1. Kauffman C. Histoplasmosis: a clinical and laboratory update. Clinical Microbiology Reviews. 2007; 20: 115-132. 2. Bueno G, Mocelin H, Bittencourt C, Mattos F, Orzechowski M, Severo L. Histoplasmosis in children. Paediatric Respiratory Reviews. 2009; 10: 172–177. 3. 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La historia natural de estas lesiones varía ampliamente porque los pacientes pueden permanecer asintomáticos, presentar regresión de síntomas o tener progresión de síntomas a nivel cardiopulmonar. El pronóstico de esta enfermedad es variable y depende de la presencia de hidrops fetal y el tamaño del quiste; por otro lado la supervivencia puede ser hasta del 70% cuando se realiza resección quirúrgica de aquellos quistes de gran tamaño. A continuación se describe el caso clínico de una paciente de un mes de edad, con diagnóstico inicial de lesión de la vía aérea asociada a la ventilación mecánica y diagnóstico final de malformación adenomatoidea quística. Palabras clave: malformación adenomatoidea quística, dificultad respiratoria neonatal, quistes pulmonares. Acute respiratory distress in the neonatal period no is always hyaline membrane disease. Report clinical case of cystic adenomatoid disease (1) Pediatra Intensivista, jefe UCIP, Hospital Militar Central. (2) Residente de Pediatría III año, Universidad Militar Nueva Granada. Correspondencia: Departamento de Pediatría Hospital Militar Central Transv. 3a. No. 4900. Teléfono 3486868 ext 5125-5130. Correo electrónico: ledysmai@gmail.com Recibido: 18/04/2014. Aprobado: 29/05/2014. Abstract Congenital lung anomalies are a group of rare diseases potentially life threatening. within its spectrum include adenoimatoidea cystic malformation, bronchopulmonary sequestration, bronchogenic cyst, congenital lobar emphysema. The natural history of these lesions varies widely because patients may be asymptomatic, present regression of symptoms, or have symptoms progression of cardiopulmonary level. The prognosis of this disease is variable and depends on the presence of fetal hydrops and size of the cyst, on the other hand, the survival may be up to 70% when performing surgical resection in those large cysts. The following describes the case of a patient 1 month of age, with an initial diagnosis of airway injury associated with mechanical ventilation, with a final diagnosis of cystic adenomtoidea. Keywords: cystic adenomatoid malformation, respiratory distress newborn, hyaline membrane disease, lung cysts. 143 Caso Paciente de 30 días de edad, procedente de Ibagué (Tolima), nacida a las 36 semanas en parto por cesárea, cuya madre desarrolló infección vaginal; peso y talla adecuados para su edad gestacional y estudio STORCHS (sífilis, toxoplasma, rubéola, citomegalovirus, herpes, SIDA) negativo. La madre fue seguida en control prenatal en cinco ocasiones en su dispensario; se le practicó ecografía obstétrica en el último trimestre del embarazo, con reporte de normalidad. La paciente debutó con cuadro clínico de dificultad respiratoria, por lo cual fue llevada a la unidad neonatal, donde requirió manejo con oxígeno a través de cánula nasal durante tres días. Posteriormente, presentó falla respiratoria que requirió ventilación mecánica de alta frecuencia oscilatoria. La imágenes radiográficas obtenidas en la unidad neonatal, describen una enfermedad de membrana hialina, cuyo manejo derivó en el suministro de una dosis de surfactante pulmonar, que mejoró las opacidades parahiliares, pero no se lograron disminuir los parámetros de ventilación mecánica. En la figura 1 se muestran imágenes radiográficas de seguimiento que evidencian hiperinsuflación pulmonar persistente, que se interpretaron como una lesión pulmonar asociada a la ventilación mecánica, y se consideró seguir con el manejo ventilatorio de alta frecuencia oscilatoria por diez días. Durante este tiempo desarrolló infección neonatal tardía y neumotórax del lado izquierdo, por lo requirió tubo de tórax en dos ocasiones. Sobre los 15 días de vida y para comprobar la causa de tales lesiones, se ordenó la realización de una tomografía axial computarizada de alta resolución (TACAR) (figura 2), cuyos hallazgos mostraron distorsión severa de la arquitectura pulmonar, áreas avasculares de pared fina de diverso diámetro confluentes, aumento del volumen pulmonar y desplazamiento del cardiomediastino en sentido contralateral, atelectasia subsegmentaria compresiva del lóbulo inferior izquierdo y opacidades en vidrio esmerilado difusas en el hemitórax derecho por congestión vascular. Dichos hallazgos se interpretaron como lesiones de fuga aérea asociadas a la ventilación mecánica. También se realizó ecocardiograma que mostró hipertensión pulmonar moderada. Evolucionó de manera favorable y posteriormente fue tratada por cinco días con ventilación mecánica convencional, luego de los cuales se extubó. A pesar de ello, la persistió con signos de dificultad respiratoria leve y requerimientos de oxígeno por cánula nasal, sin lograr retiro de tubo de tórax, por reproducción de neumotórax izquierdo. A los treinta días de edad se trasladó a la UCIP del Hospital Militar para ser valorada por el servicio de cirugía pediátrica. Durante su traslado a la ciudad de Bogotá, sufrió deterioro respiratorio que condujo a falla respiratoria y reinicio de ventilación mecánica. Se realizó radiografía de tórax de ingreso, que evidenció desplazamiento del mediastino hacia el lado derecho, además de neumotórax izquierdo (figura 3). Figura 1. Radiografía de tórax que muestra hiperinsuflación pulmonar bilateral. 144 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 Se practicó ecocardiograma de ingreso, el cual demostró hipertensión pulmonar moderada a severa sin anomalías estructurales y desviación del corazón hacia la derecha; los cultivos de ingreso fueron positivos para infección extra institucional por Klebsiella pneumoniae, BLEE positivo; por otro lado las ecografías renal, de abdomen total Figura 2. Tomografia axial computarizada de tórax. y transfontanelar, descartaron malformaciones asociadas. Se inició manejo con óxido nítrico, con ventilación protectora, además de tratamiento antibiótico. Al lograr la estabilización hemodinámica fue llevada a salas de cirugía y se le realizó) lobectomía superior izquierda (figura 4), con reporte por patología de malformación adenomatoidea quística tipo II (figura 5). Se logró extubar a las 24 horas del post-operatorio, se dio de alta y en la actualidad asiste a con- troles ambulatorios con Cirugía, Cardiología y Neumología pediátricas. Figura 3. Radiografía de tórax al ingreso al Hospital Militar. Figura 4. Imagen del pulmón izquierdo. Lóbulo superior izquierdo. Dificultad respiratoria aguda en la etapa neonatal... Izquierdo y cols 145 natales pueden tener un rango variable, desde síntomas leves a complicaciones significativas que van desde tos persistente, hemoptisis, neumotórax, neumonía o compresión de la vía aérea con compromiso respiratorio. Figura 5. Imagen microscópica correspondiente al pulmón; lóbulo superior izquierdo. Enfermedad adenomatoidea quística tipo II. Figura 6. Radiografía de tórax post-operatorio donde se aprecia resección del lóbulo superior izquierdo. Discusión Las anomalías pulmonares congénitas son un espectro de enfermedades raras que amenazan potencialmente la vida; en estas se incluyen la malformación adenomatoidea quística, el secuestro broncopulmonar, el quiste broncogénico y el enfisema lobar congénito. La historia natural de estas lesiones varía ampliamente porque los pacientes pueden permanecer asintomáticos, presentar regresión de síntomas o tener progresión de síntomas a nivel cardiopulmonar. En el período perinatal se pueden encontrar acompañadas de lesiones como efusión pleural, polihidramnios, hidrops e hipoplasia pulmonar con dificultad respiratoria consiguiente y obstrucción de la vía aérea. Las manifestaciones pos- 146 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 La malformación adenomatoidea quística (MAC) se presenta en una relación 1:25-35.000 nacidos; la proporción entre el pulmón derecho e izquierdo es de 1:1, más frecuente en hombres. El 98% es unilateral y el 95% compromete sólo un lóbulo, en cuyo caso es más frecuente en el lóbulo inferior. Se diagnóstica en la etapa neonatal en el 50% al 85% de los casos (1, 2). La MAC se da como resultado de una embriogénesis defectuosa debido a una anomalía en la ramificación, diferenciación del intestino anterior, obstrucción de la vía aérea, anomalía vascular y alteración genética. Lo anterior ocasiona un desequilibrio en la proliferación y apoptosis celular, hacia la semana 17-27 de gestación, que corresponde a la fase canalicular-acinar; hay un stop madurativo, no se forman alvéolos, crecen bronquios pre existentes y se dilatan en quistes, se alteran las GDNF (del inglés glial cell derived neurotropic factor) alterando la maduración pulmonar y las PDGF-B (del inglés platelet derived grow factor) (1-3). En cuanto a histología se observan proyecciones polipoides de mucosa, aumento de músculo liso, tejido elástico en las paredes del quiste, ausencia de cartílago en el parénquima del quiste, presencia de células productoras de moco, ausencia de inflamación y vascularización pulmonar normal (tabla 1) (4). Los hallazgos clínicos dependen de la edad de presentación y las anomalías asociadas. En la etapa neonatal se puede presentar quejido, retracciones intercostales o cianosis; si los síntomas se manifiestan en la etapa pre escolar-escolar se observa neumonía, tos crónica, sibilancias, dolor pleurítico, asimetría torácica, disnea, taquipnea y cianosis (2-5). El diagnóstico se realiza en el 80% en la etapa fetal con ecografías obstétricas entre las 18-20 semanas de embarazo, o la utilización de reso- Tabla 1. Clasificación STOCKER 2002, de acuerdo con el diámetro del quiste y el tipo histológico. Frecuencia Tamaño Histología Pronóstico TIPO 0 3% <0,5 cm Epitelio ciliado pseudo estratificado, cartílago y moco presente, músculo esquelética ausente. Pulmones pequeños y sólidos. TIPO I 65% 2-10 cm Múltiples quistes de diferentes tamaños, Buen pronóstico. epitelio pseudoestratificado, columnar, tejido Manifestación tardía. elástico conectivo y bandas de músculo liso, no cartílago TIPO II 20-25% 0,5-2 cm Epitelio ciliado cuboidal, músculo esquelético en apariencia de esponja Mal pronóstico en el 60% de los casos, cuando se relaciona con otras malformaciones. TIPO III 10% 0,3-0,5 cm Innumerables quistes microscópicos, aspecto sólido, epitelio simple cúbico en la pared bronquial, no cartílago o músculo. Semeja pulmón fetal. Mal pronóstico TIPO IV 2-4% >7 cm Epitelio plano cubre los quistes. Buen pronóstico. nancia magnética; la radiografía de tórax pos natal puede mostrar la compresión del parénquima pulmonar vecino al quiste y el desplazamiento del mediastino, con depresión del diafragma ipsilateral; de acuerdo con el tipo de MAC puede delimitarse el quiste. En la etapa pos natal el estándar de oro es la tomografía de tórax (5, 6). El tratamiento dependerá de si el paciente está sintomático o no; en recién nacidos sintomáticos el manejo inmediato es quirúrgico, primero toracotomía para descompresión y luego lobectomía vs. segmentectomía para extirpar el lóbulo o lóbulos afectados. La resección semiselectiva se realiza a los 1-6 meses de edad. La intervención fetal está cobrando mucha importancia en los centros especializados en cirugía fetal con ablación citorreductora, terapia ex útero intraparto (7). Como complicaciones pueden observarse: hipertensión pulmonar, neumotórax, neumonías frecuentes, malignización debido a la presencia de rabdomiosarcoma originado en el quiste broncógeno, y muerte (6, 7). Esta patología se diagnostica en el 50% al 85% de los casos en la etapa neonatal (1-7). Es importante que en las áreas rurales de Colombia se fortalezca el control prenatal adecuado, y se Mal pronóstico. Asociado a otras malformaciones. Asociación transformación maligna. efectúen las imágenes ecográficas necesarias durante todo el embarazo para poder llegar a un diagnóstico oportuno, a fin de disminuir la morbimortalidad de esta patología. Así mismo, una vez nace el paciente con esta sintomatología y no presente hallazgos imaginológicos compatibles con enfermedad de membrana hialina ni neumonía, es importante que sus médicos tratantes piensen en otros probables diagnósticos diferenciales y dentro de éstos se descarte o confirme una enfermedad congénita pulmonar, para así remitir de inmediato a un tercer o cuarto nivel de complejidad, ya que, como en este caso, el pronóstico depende de la magnitud de las lesiones, el diagnóstico oportuno, las complicaciones y la amplitud de la intervención quirúrgica (8, 9). Resumen: la MAC es una enfermedad pulmonar extraña, que goza de excelente pronóstico cuando se acompaña de hidrops fetal. Es fundamental el diagnóstico de sospecha prenatal ya que al nacer el paciente puede estar asintomático desde el punto de vista respiratorio y/o arrojar resultado normales en la radiografía de tórax. La TAC tomografía axial computarizada torácico es obligatoria en la confirmación del diagnóstico, así como en la determinación de la situación anatómica de las lesiones de cara a la posible Dificultad respiratoria aguda en la etapa neonatal... Izquierdo y cols 147 necesidad de una intervención quirúrgica. La tasa de sobrevida puede llegar al 70% si se realiza tratamiento quirúrgico precoz. Se requieren más estudios para determinar si se deben operar los casos asintomáticos, el momento en que debe hacerse y el tipo de técnica a emplear. Bibliografía 1. Rothenberg SS, Kuenzler KA, Middlesworthand W, et al. Thoracoscopic lobectomy in infants less than 10 kg with prenatally diagnosed cystic lung disease. J Laparoendosc Adv Surg Tech 2011;21:181-4. 2. Lee EY, Dorkin H, Vargas SO. Congenital pulmonary malformations in pediatric patients: Review and Update on Etiology, classification, and Imaging findings. Radiol Clin North Am. 2011; 49 (5): 921-948. 3. Liechty KW. Ex-utero intrapartum therapy. Seminars in Fetal and Neonatal Medicine. 2010; 15, (1): 34-39. 4. Marwan A, Crombleholme TM. The EXIT procedure: prin- 148 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 ciples, pitfalls, and progress. Seminars in Pediatric Surgery. 2006; 15 (2): 107-115. 5. Stephanie Manna, R. Douglas Wilsona, et al. Antenatal diagnosis and management of congenital cystic adenomatoid malformation Seminars in Fetal and Neonatal Medicine; 2007(12): 477e-481. 6. Adzick NS. Management of fetal lung lesions. Clin Perinatol 2009; 36: 363-376. 7. Schott S, Mackensen-Haen S. Cystic adenomatoid malformation of the lung causing hydrops fetalis: case report and review of the literature. Ultrasound Obstet Gynecol. 2008; 32: 769-783. 8. Grethel EJ, et al. Fetal intervention for mass lesions and hydrops improves outcome: a 15-year experience. J Pediatr Surg. 2007; 42 (1): 117-123. doi:10.1016/j.jpedsurg.2006.09.060 9. Ruperez PS, Ruiz del Prado M, Arostei N. Malformación adenomatoidea quística. Diagnóstico di- 55200, Ecatepec, Estado de México. Ferido de una anomalía congénita. Ann Pediatr. 2003; 54 (4): 369-9. REPORTE DE CASO Acta Colombiana de Cuidado Intensivo 2014; 14 (2): 149-157. Manejo de miocardiopatía periparto severa con levosimendán en la unidad de cuidado intensivo Ray Mendoza Franco(1); Luis Horacio Atehortúa López(2); David López García(3), Héctor Arroyave Páramo(4) Resumen La disfunción sistólica severa que aparece de novo hacia el final del embarazo o durante el puerperio se conoce como miocardiopatía periparto. Fue descrita hace menos de cincuenta años por Demakis y colaboradores (3) de ahí que sea poco lo se conoce de ella; a pesar de ello su incidencia en aumento y su asociación frecuente con complicaciones severas, obligan al personal de salud a conocer más acerca de su manejo. Sin embargo, la evidencia clínica disponible para el tratamiento de esta condición es limitada debido a la poca cantidad de ensayos clínicos en mujeres embarazadas; por tanto, lo que se hace en el ejercicio médico diario para el tratamiento de ésta es extrapolar el manejo de los otros tipos de falla cardiaca aguda. Por ese motivo se decidió publicar esta experiencia con el uso de levosimendán en el tratamiento de un caso de miocardiopatía periparto con disfunción sistólica severa y choque cardiogénico con miras a aportar un poco más de evidencia al respecto. Palabras clave: miocardiopatía dilatada, periodo periparto, embarazo, falla cardiaca. Levosimendan for the treatment of severe presentation of peripartum cardiomyopathy in ICU. A case report Abstract (1) Internista, Fellow Medicina Crítica y Cuidados Intensivos, Universidad de Antioquia. (2) Intensivista Coordinador del Programa de Medicina Crítica y Cuidados Intensivos, Universidad de Antioquia. Intensivista, Hospital Universitario San Vicente Fundación. (3) Docente Universidad de Antioquia. Intensivista, Hospital Universitario San Vicente Fundación. (4) Docente Universidad de Antioquia. Intensivista, Hospital Universitario San Vicente Fundación. Correspondencia: ray.mendoza@rocketmail.com Recibido: 21/04/2014. Aprobado: 02/05/2014. Peripartum cardiomyopathy (PPCM) is a pregnancy related disease characterized by the development of a new onset heart failure with severe systolic dysfunction. The PPCM was defined for the first time about fifty years ago by Demakis and colleagues,2 and there is still lot of things that we don´t know about this sickness. Nevertheless the incidence of PPCM is increasing and it is associated with an important mortality and long lasting morbidity, making obligatory a good level of awareness for the early detection and treatment of this disease. The clinical evidence regarding PPCM is rather poor because of the lack of proper clinical trials in pregnant women, which is why the treatment recommended for the PPCM is exactly the same for other causes of heart failure. Therefore, we decided to write a case report about our personal experience with Levosimendan for the treatment of a severe presentation of PPCM in order to improve the clinical evidence about the matter. Keywords: cardiomyopathy dilated, peripartum period, pregnancy, heart failure. 149 Introducción La miocardiopatía periparto (MCPP) es una enfermedad relacionada con el embarazo, caracterizada por el desarrollo de falla cardiaca con disfunción ventricular sistólica severa, entidad relativamente rara pero que afecta a las mujeres de todo el mundo, asociándose a complicaciones severas como edema pulmonar, choque cardiogénico, arritmias, eventos tromboembólicos e incluso la muerte. De acuerdo con la literatura su incidencia viene en aumento (1) y como ilustración se reporta este caso sobre el manejo de la miocardiopatía periparto con levosimendán en una paciente atendida en la Unidad de Cuidados Intensivos Cardiovasculares del Hospital Universitario San Vicente Fundación. La falla cardiaca asociada al embarazo fue descrita por primera vez en 1937 como una degeneración miocárdica idiopática asociada al embarazo y especialmente al puerperio (2); posteriormente, en 1971, Demakis y colaboradores publicaron una serie de casos de 27 pacientes con miocardiopatía relacionada al embarazo, en la que acuñaron el término miocardiopatía periparto y definieron en su momento tres criterios diagnósticos: • Desarrollo de falla cardiaca en el último mes de embarazo y dentro de los cinco meses postparto. • Ausencia de etiología de falla cardiaca determinable. • Ausencia de falla cardiaca demostrable antes del último mes de embarazo (3). Años después, con la incursión de la ecocardiografía en el ámbito clínico, Hibbard y colaboradores propusieron a la junta de trabajo organizada por la Oficina de Investigación de Enfermedades Raras y el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre la adición de un cuarto criterio diagnóstico en 1997, que consiste en la demostración de disfunción sistólica mediante ecocardiografía, con una fracción de eyección del ventrículo izquierdo menor al 45 y fracción de acortamiento menor al 30% o ambos (4). 150 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 La causa de la MCPP aún se desconoce; se han propuesto diversas teorías que incluyen: miocarditis viral, respuesta autoinmune anormal al embarazo, respuesta anormal a la carga hemodinámica aumentada propia del embarazo, inflamación, apoptosis y malnutrición (5). Sin embargo, la teoría actual más aceptada se basa en trabajos experimentales que han demostrado el desarrollo de MCPP en ratones hembras con una deleción específica en el cardiomiocito del transductor de señal y activador de la transcripción 3 (STAT3), al producir un aumento en el estrés oxidativo mediante la disminución en la inducción de la enzima superóxido dismutasa manganeso, que genera mayor expresión y actividad proteolítica de la catepsina D, la cual, cliva a la hormona materna prolactina en una forma antiangiogénica y proapoptótica de 16 kDa y provoca un efecto deletéreo sobre la microvasculatura coronaria que conduce al daño miocárdico causado por hipoxemia y apoptosis propio de la MCPP (5, 6). En humanos la teoría anterior encuentra soporte científico en los resultados preliminares favorables con el uso del fármaco inhibidor de prolactina bromocritpina en un número limitado de pacientes (5). Se ha encontrado una asociación fuerte de la MCPP a edad materna avanzada mayor de 30 años, antecedente de hipertensión arterial, embarazos múltiples y raíces étnicas afroamericanas (7). La MCPP se considera una enfermedad relativamente rara pero su incidencia varía de acuerdo con el sitio geográfico; en Estados Unidos la incidencia promedio es 1 en 3.186, mientras que en Suráfrica es 1 en 1.000 y en Haití 1 en 300,8. En Europa no se conoce esta información (1) y en Suramérica los únicos datos corresponden a un estudio retrospectivo realizado en Argentina que reportó una incidencia de 1 en 7.500 nacidos vivos (9); en Colombia no se hallaron datos en PubMed. Caso clínico Paciente de género femenino, de 16 años de edad, proveniente y residente de área rural de Zaragoza, quien cursó hasta quinto grado de primaria, de profesión ama de casa, madre soltera de dos hijos productos de un embarazo gemelar nacidos por parto vaginal sin complicaciones, cuatro meses antes del ingreso, quien fue remitida al servicio de urgencias del Hospital Universitario San Vicente Fundación por cuadro clínico de cuatro días de evolución caracterizado por disnea progresiva que limitó su clase funcional hasta el reposo, asociado a tos con expectoración amarillenta, fiebre subjetiva, ortopnea, disnea paroxística nocturna, edema progresivo de miembros inferiores, acompañado de astenia y adinamia, episodios de vómito de contenido alimentario esporádicos y lumbalgia. Como único antecedente personal patológico de interés, refirió un episodio en la niñez de edema matutino palpebral y de extremidades asociado a hipertensión arterial que parecía compatible con cuadro de glomerulonefritis postinfecciosa. En la revisión por sistemas refirió efluvio telógeno y negó artralgias, úlceras orales, reacciones cutáneas u otra sintomatología. Fue valorada por el servicio de Medicina Interna que al examen encontró frecuencia cardiaca de 120 latidos por minuto, frecuencia respiratoria 20 por minuto, presión arterial 110/70 mm Hg, Temperatura de 37,7°C, saturación arterial de oxígeno de 95% a 97%, conjuntivas rosadas, mucosa oral seca, cuello sin masas ni adenopatías, disminuición del murmullo vesicular en ambas bases pulmonares, sin crépitos, ruidos cardiacos rítmicos sin soplos, dolor leve a la palpación de hipocondrio derecho con hepatomegalia de 2 cm por debajo del reborde costal, signo de Giordano negativo, edema grado III de miembros inferiores bilateral simétrico y sistema nervioso central sin déficit neurológico. Ingresó con exámenes paraclínicos realizados en el centro de remisión, los cuales reportaron: creatinina de 1,3 g/dL, urea de 52 mg/dL, PCR negativa, hemoparásitos negativos, leucocitos de 19.400 con neutrófilos de 79%, hemoglobina de 10,6 g/dL, parcial de orina con proteínas ++ y microhematuria. Fue tratada en el centro de primer nivel de atención del área rural como una neumonía adquirida en la comunidad con ampicilina-sulbactam y oxigenoterapia por dos días, sin mejoría antes del ingreso al servicio de urgencias del Hospital Universitario San Vicente Fundación. Al encontrar a la paciente con sintomatología respiratoria asociada a fiebre subjetiva y síndrome de respuesta inflamatoria sistémica, radiografía de tórax realizada al ingreso que mostró silueta cardiaca mal definida por interposición de densidades y radiopacidades alveolares bilaterales y centrales con derrame pleural bilateral, el servicio de Medicina interna decidió tratar como neumonía severa adquirida en la comunidad e inició tratamiento empírico con piperazilina-tazobactam y ordenó además toracentesis diagnóstica y traslado a la unidad de cuidados especiales. Al día siguiente y de acuerdo con valoración en la ronda de Medicina Interna nuevamente, persistió disneica, sin adecuada respuesta al tratamiento instaurado, con hallazgos a la auscultación pulmonar no compatibles con neumonía y evidencia de que el grado del derrame pleural bilateral que se apreció en la radiografía de tórax no explicaba la disnea. Por tanto se sospechó tromboembolia pulmonar y se ordenó angio-TAC de tórax urgente, la cual fue negativa para ésta pero mostró pleural bilateral de predominio derecho y signos de edema pulmonar; el derrame pleural podía explicar el dolor en punta de costado interpretado por la paciente como dolor lumbar. Con base en lo anterior el servicio de Medicina Interna descartó el diagnóstico de neumonía y lo enfocó como falla cardiaca aguda que en el contexto del puerperio tardío, la causa más probable es por miocardiopatía periparto; sin embargo por ser este un diagnóstico de exclusión solicitó laboratorios clínicos para evaluar perfil tiroideo, autoinmune, viral, ferrocinética, entre otros, e inició manejo para falla cardiaca aguda con restricción de líquidos, diuréticos y nitroglicerina en infusión, así como traslado a cuidados intensivos para soporte inotrópico por presentar signos de bajo gasto cardiaco. Al ingreso a la unidad de cuidados intensivos, el intensivista de turno realizó un ecocardiograma transtorácico preliminar con buena ventana acústica que mostró cardiopatía dilatada global severa, ventrículo izquierdo con compromiso Manejo de miocardiopatía periparto severa con levosimendán... Mendoza y cols 151 severo de su función contráctil de forma difusa, fracción de eyección entre 15% y 20%, sin valvulopatías pero con ventrículo derecho muy dilatado, disminución de su función contráctil y derrame pericárdico leve, hallazgos compatibles con cardiopatía con compromiso severo de la función sistólica de forma global, sin lesiones valvulares con compromiso difuso de la contractilidad. Posteriormente se le insertó un catéter de arteria pulmonar confirmando choque cardiogénico por el patrón hemodinámico (tabla 1); se consideró entonces que el diagnóstico más probable era miocardiopatía periparto debido a que era sana previamente y toleró la sobrecarga ventricular fisiológica del embarazo sin compromiso de la clase funcional, sin otra causa desencadenante hasta el momento. Se decidió cambiar inotrópico de milrinone a levosimendán por falta de respuesta adecuada al primero y aumento en la respuesta cronotrópica, teniendo en cuenta además el mayor efecto proarritmogénico del milrinone, que podía empeorar las extrasístoles supraventriculares frecuentes observadas en el cardiovisoscopio. Tuvo mejoría clínica y hemodinámica (figura 1) significativa posterior a la infusión de levosimendán, permaneció en unidad de cuidados intensivos durante seis días más para vigilancia hemodinámica estrecha por función sistólica deprimida, así como para complementar los estudios de la etiología de la falla cardiaca aguda, descartándose autoinmunidad, enfermedad de Chagas, valvulopatías, cardiopatía congénita, tromboembolia pulmonar y tiroidopatía. Por el contexto clínico se consideró muy baja probabilidad para cardiopatía de origen isquémico (tabla 2). No se realizaron pruebas serológicas para Coxsackie por no estar disponibles en la institución. Tabla 1. Datos hemodinámicos obtenidos con el catéter de Swan–Ganz en la unidad de cuidado intensivo. FECHA Día 1 Día 2 Día 2 Día 2 Día 2 Día 3 Día 3 Día 3 Día 3 Día 3 21:33 01:56 00:32 07:22 11:28 00:15 05:58 17:02 21:38 06:23 FC 146 143 123 123 128 120 85 92 85 73 PAM 104 103 93 97 94 76 83 81 85 86 PAMP 39 35 30 31 33 29 24 30 27 22 PVC 16 12 9 7 14 7 3 8 7 5 PWP 27 28 24 23 26 18 14 17 19 17 GC 2,1 2,5 2,5 2,5 2,4 2,4 2,9 3,1 3,6 3,9 IC 1,5 1,8 2,8 1,8 1,7 1,7 2,1 2,2 2,6 2,8 IVS 14,4 17,5 20,3 20,3 18,8 20 34,1 33,7 42,4 53,4 IRVS 4715 4096 3781 4051 3751 3235 3104 2650 2438 2337 IRVP 643 315 270 360 328 514 38 472 250 144 ITSVI 10,7 12,7 13,5 14,5 12,3 11,2 22,7 20,8 27 35,6 ITSVD 3,2 3,9 4,1 4,7 3,4 4,3 6,9 7,2 8,2 8,8 0 0,1 0,1 0,2 0,2 0 0 0 0 0 HORA LEVOSIMENDAN FC = frecuencia cardiaca, PAM = presión arterial media, PAMP = presión arterial media pulmonar, PVC = presión venosa central, PWP = presión en cuña de la arteria pulmonar, GC = gasto cardiaco, IC = índice cardiaco, IVS = índice de volumen sistólico, IRVS = índice de resistencia vascular sistémica, IRVP = índice de resistencia vascular pulmonar, ITSVI =índice de trabajo del ventrículo izquierdo, ITSVD = índice de trabajo del ventrículo derecho, LEVOSIMENDÁN = dosis infundida de levosimendán en el momento de la toma de los datos hemodinámicos con el catéter de Swan-Ganz. 152 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 acuerdo con el manejo instaurado en cuidados intensivos y ajustó la medicación del tratamiento ambulatorio para el manejo de la falla cardiaca con carvedilol, enalapril y espirinolactona; además prescribieron suplementación oral de hierro asociada a antiparasitarios por encontrar en hemograma anemia microcítica hipocrómica asociada a eosinofilia. Discusión En el eje X se observa la dosis de levosimendán administrada, mientras que en el eje Y el índice cardiaco, Nótese cómo aumenta el índice cardiaco desde la aplicación del levosimendán. Figura 1. Comportamiento hemodinámico del índice cardiaco en relación con la dosis de levosimendán. Posterior a la infusión de levosimendán se realizó un ecocardiograma doppler color transtorácico (figura 2) a cargo de Cardiología en la unidad de cuidados intensivos, que reportó cardiopatía dilatada y disfunción sistodiástolica con fracción de eyección del ventrículo izquierdo del 34%, hipertensión pulmonar leve a moderada, insuficiencia tricúspidea, insuficiencia mitral leve, insuficiencia aórtica trivial y dilatación auricular izquierda leve. Las imágenes de la ecografía inicial realizada por el intensivista al ingreso, no pudieron ser impresas debido a problemas técnicos del ecógrafo portátil de la unidad de cuidados intensivos. A su traslado a sala general fue valorada por el servicio de Cardiología clínica quien estuvo de Figura 2. Medición del área de las aurículas en proyección de cuatro cámaras obtenida por ecocardiografía transtorácica posterior a tratamiento con levosimendán. Como se mencionó, la miocardiopatía periparto es una enfermedad relativamente rara, cuya prevalencia en nuestro medio es desconocida, y con un pronóstico desfavorable ya que puede asociarse a corto plazo con edema pulmonar, arritmias y choque cardiogénico, como ocurrió con la paciente del caso, al igual que con eventos tromboembólicos y muerte (7). Las complicaciones más graves son la muerte y el compromiso sistólico permanente. La tasa de mortalidad varía de acuerdo con la región, encontrándose más alta en Sur África (28%–40%), Haiti (15%–30%) y Turquía (30%) comparado con Estados Unidos, donde varía de 0% a 19% de acuerdo con las series (10), mientras que la función sistólica se recupera en promedio a los seis meses en el 54% de los pacientes (4). Sin embargo, un estudio norteamericano realizado en mujeres indigentes, en su mayoría afroamericanas, mostró una recuperación de la función sistólica en sólo el 35% al 40%, con una mediana de recuperación de 54 meses. El riesgo de mortalidad se eleva con disfunción sistólica severa con fracción de eyección menor al 25%, multiparidad, etnia afroamericana, edad materna avanzada (> 30 años) y cuando el diagnóstico es tardío (11). Lo anterior supone un problema para el personal de salud debido a que la sintomatología de la MCPP es similar a la de otras causas de falla cardiaca e incluso suele confundirse con la sintomatología normal del embarazo, de ahí que el médico debe tener un alto grado de sospecha clínica al encontrar una paciente con los factores de riesgo mencionados (1, 4), al igual que se debe hacer uso del péptido cerebral natriurético tipo B, el cual permanece sin cambios durante el embarazo con una elevación leve en Manejo de miocardiopatía periparto severa con levosimendán... Mendoza y cols 153 Tabla 2. Resultados de laboratorio clínico. Lab/Fecha Día 1 Día 2 Día 3 Día 4 Día 5 Día 6 Día 7 Leucocitos (cel/UL) 25300 18200 15700 11300 7200 6500 Neutrófilos (Cel/UL) 23000 14400 11400 6800 3300 2800 Linfocitos (Cel/UL) 1100 2300 3100 3100 800 1700 Hemoglobina (g/dL) 10,6 10,4 10,1 10,8 9,5 9,4 Hematocrito (%) 31,7 31,4 30,1 32,4 28,8 27,8 464000 437000 399000 378000 313000 324000 0,4 2,11 43,3 15,2 14,6 16,9 14,9 11 TPT (s) 31 33 34,9 33,4 INR (s) 1,32 1,52 1,35 1 BUN (mg/dL) 25 38 23 9 Creatinina (mg/dL) 0,9 1,2 0,6 0,6 Plaquetas (cel/mm ) 3 PCR (mg/dl) Acido láctico [L - lactato] (mg/dL) 43,8 TP (s) 1,23 6,2 Sodio (meq/L) 0,75 134 Potasio (meq/L) 3,5 3,6 Cloro (meq/L) 111 104 Magnesio (mg/dL) 1,8 1,8 Bilirrubina total (mg/dL) 0,56 0,57 Bilirrubina directa (mg/dL) 0,29 0,32 ALAT (U/L) 387 544 ASAT (U/L) 238 326 Glucosa (mg/dL) 120 1,7 1,6 Troponina I (ng/mL) Albúmina (g/dL) 3,8 Proteínas totales (g/dL) 6,8 ANAS Negativo C3 (mg/dL) 12 C4 (mg/g) 12,3 TSHu (mUI/mL) 2,25 Ferritina (ng/mL) 36,6 VIH 1 y 2 Ac Péptido cerebral natriurético tipo B (BNP) (pg/mL) IgG Chagas No reactivo 3116,9 No reactivo ANA Negativo IgG anticardiolipinas (GPL) 3,3 IgM anticardiolipinas (MPL) 1,2 154 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 preeclampsia pero con aumento significativo en otras formas de falla cardiaca; la troponina también pudiera estar levemente elevada debido al daño miocárdico (12). El método no invasivo definitivo para la evaluación de los pacientes con miocardiopatías es el ecocardiograma transtorácico, el cual permite visualizar dimensiones y contractilidad del ventrículo izquierdo, características de la pared ventricular, anormalidades pericárdicas, masas y tumores que invaden el corazón, valvulopatías, anormalidades en la motilidad de la pared de uno o más segmentos sugestivos de enfermedad isquémica y patrón de regurgitación mitral con aumento del grosor de la pared del ventrículo izquierdo compatibles con un patrón restrictivo (13). El uso del catéter de arteria pulmonar para el manejo de la falla cardiaca aguda es controvertido. La Sociedad Europea de Cardiología lo recomienda en los siguientes casos seleccionados: 1. Falla cardiaca refractaria al tratamiento. 2. Hipotensión persistente. 3. Presión de llenado ventricular izquierdo incierta. 5. En quienes se considera cirugía (14). No hay una recomendación específica para el uso del catéter de arteria pulmonar en la MCPP pero los expertos recomiendan el mismo tratamiento que para otro tipo de falla cardiaca aguda (15). El estudio para la “Evaluación y estudio de la eficacia del catéter de arteria pulmonar en falla cardiaca congestiva” (ESCAPE, su sigla en inglés), no mostró una diferencia significativa de mortalidad a treinta días o eventos adversos a seis meses entre los pacientes que recibieron un catéter de Swan-Ganz y los que no (16); además, por tratarse de un método diagnóstico no debería evaluarse su eficacia en relación con la disminución de la mortalidad sino en cuanto a la sensibilidad o especificidad, por lo que en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario San Vicente Fundación aún se usa con regularidad en los casos clínicos con las características mencionadas (17). Si a pesar de lo anterior el diagnóstico no es concluyente, se puede recurrir a la biopsia endomiocárdica la cual hace diagnóstico de miocarditis si hay presencia de infiltrado inflamatorio asociado con necrosis de los miocitos en microscopia de luz; sin embargo, no se puede considerar a la biopsia endomiocárdica el patrón de oro, ya que la sensibilidad con una sola muestra es solo del 25%, y se requieren 5 muestras de tejido miocárdico para aumentar al 66% la probabilidad de hacer el diagnóstico de miocarditis, con una posibilidad del 10% al 15% adicional de encontrar un resultado limítrofe (13), lo cual evidencia el escaso rendimiento de la prueba para el diagnóstico de esta patología. Así pues, al comparar el rendimiento diagnóstico de la toma de biopsia endomiocárdica con el porcentaje de eventos adversos del 6% que incluye la perforación del septum en el 0,5%, el consenso europeo del 2007 hace su implementación controvertida (13) y su recomendación en 14 escenarios clínicos con un nivel de evidencia de B o C (18) por lo que expertos recomiendan realizar el diagnóstico de MCPP con base en una historia sin antecedentes de cardiopatías previas, sin otra causa de miocardiopatía y cuando la sintomatología se manifiesta en el último mes de embarazo o hasta los en los cinco meses del postparto (13). El tratamiento para la MCPP es el mismo que para la falla cardiaca aguda y crónica pero se debe evitar el uso de medicamentos con potencial teratogénico o fetotóxico durante el embarazo; adicionalmente, en el periodo postparto es conveniente tener cierta precaución con la lactancia (15). Aunque se considera en general que los antihipertensivos pasan en muy pequeñas cantidades a la leche materna, se recomienda evitar diuréticos por predisponer a deshidratación al igual que metildopa por riesgo de depresión postparto; si bien esta es más una recomendación de expertos, al final cabe evaluar para cada caso clínico el beneficio de la terapia frente al riesgo potencial para tomar cada decisión (19). La indicación de inotrópicos en MCPP es la misma que para los otros casos de falla cardiaca (IIaC) (14, 15) en donde el peso de la evidencia parece inclinarse a favor del levosimendán, por sus Manejo de miocardiopatía periparto severa con levosimendán... Mendoza y cols 155 características farmacodinámicas de mejorar la contractilidad miocárdica, sin aparente aumento en el consumo miocárdico de oxígeno al no elevar la concentración de calcio intracitosólico debido a que su acción farmacológica se centra en incrementar la sensibilidad del sistema contráctil al calcio ya liberado. Además, se cuenta con estudios clínicos como el SURVIVE realizado en pacientes con falla cardiaca descompensada, en el que, en comparación con dobutamina, se demostró una diferencia estadísticamente significativa en la disminución temprana del BNP en los primeros cinco días, pero un aumento en la sobrevida a los 180 días comparado con dobutamina (20). Entre tanto, el LIDO comparó el efecto de levosimendán frente a dobutamina en pacientes con falla cardiaca de bajo gasto, y mostró una mejoría del desempeño hemodinámico inicial en los pacientes sometidos al grupo de tratamiento con levosimendán, así como un incremento de la sobrevida a 180 días en comparación con dobutamina (21). Hasta el momento la evidencia clínica publicada sobre el uso de levosimendán en miocardiopatía periparto se basa en un estudio publicado en 2011 por Murat Biteker y colaborador, quienes aleatorizaron de manera prospectiva 24 ingresos consecutivos de mujeres con MCPP a dos grupos de intervención; el grupo control recibió manejo convencional de acuerdo con el médico tratante, que consistía en inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), betabloqueadores, diuréticos de asa, digoxina, soporte inotrópico diferente a levosimendán e incluso balón de contrapulsación aórtica si era necesario, mientras que el grupo de intervención consistía en el manejo convencional anterior más el uso de levosimendán. Los autores concluyeron que la adición de este último, no mejoró el resultado final en los pacientes con MCPP (22); sin embargo, es fundamental tener en cuenta que este estudio tuvo varias limitantes metodológicas, entre ellas, no ser doble ciego, contar con un pequeño tamaño de muestra y no realizar análisis por intención de tratar. Pese a ello, el número de muertes en total fue de seis pacientes, repartidas por igual en ambos grupos, con tres pacientes aún 156 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 en embarazo en el grupo de levosimendán, con lo que demuestra que por lo menos no se aumenta la mortalidad con el uso de este fármaco. Las dificultades éticas que suponen la realización de estudios clínicos de intervención en pacientes embarazadas, limitan la calidad de la evidencia clínica disponible por lo que el juicio y conocimiento clínico del médico tratante desempeñan un papel fundamental (1, 4, 15) entre tanto no se halle la forma de realizar ensayos clínicos en mujeres embarazadas sin poner en riesgo la integridad del binomio madre-feto. La mejoría de la función ventricular es frecuente y no es posible predecir con exactitud y de manera temprana, quiénes persistirán en el tiempo con fracción de eyección del ventrículo izquierdo deprimida. Por tanto, se recomienda el uso temporal o subcutáneo de dispositivos de cardiodesfibrilación en lugar de aquellos implantables, como terapia puente en pacientes en muy alto riesgo de muerte súbita mientras se logra su recuperación, a menos que la función cardiaca no se normalice a pesar del tratamiento completo para falla cardiaca y se requiera entonces un cardiodesfibrilador implantable permanente (1, 23). Los dispositivos de asistencia cardiaca como el balón de contrapulsación aórtica, la membrana de oxigenación extracorpórea y los dispositivos de asistencia ventricular izquierda han sido utilizados exitosamente como terapia puente a la recuperación o trasplante de pacientes con MCPP y se deben considerar en quienes deterioran rápidamente y obtienen mejoría con la terapia farmacológica completa incluyendo inotrópicos (1, 4, 23). En quienes se diagnostica MCPP durante el embarazo, la decisión de continuarlo hasta permitir un grado mayor de desarrollo fetal se puede contemplar en pacientes que puedan ser estabilizadas y bajo vigilancia hemodinámica estrecha. Adicionalmente, se debe preferir la vía de parto vaginal en las pacientes estables clínicamente y la cesárea por indicación obstétrica o inestabilidad; sin embargo, se recomienda tomar la decisión de manera conjunta entre Cardiología y Obstetricia (1, 4, 15). Conclusión La MCPP es una enfermedad relativamente rara, si bien su prevalencia va en aumento debido probablemente a una mayor conciencia de su existencia. En vista de que cursa con mal pronóstico en más del 50% de los casos, es cardinal que personal de salud tenga un alto nivel de sospecha para su diagnóstico, al tiempo que esté preparado para su tratamiento. De otro lado, en casos de choque cardiogénico el levosimendán parece ser una opción razonable, aunque faltan más estudios para hacer una recomendación más contundente. Bibliografía 1. Elkayam U, Jalnapurkar S, Barakat M. Peripartum cardiomyopathy. Cardiol Clin. 2012; 30: 435–440. 2. Elkayam U, Akhter MW, Singh H, Khan S, Bitar F, Hameed A, et al. Pregnancy – Associated Cardiomyopathy: Clinical Characteristics and a Comparison Between Early and Late presentation. Circulation. 2005; 111: 2050–2055. 3. Demakis JG, Rahimtoola SH, Sutton GC, Meadows RW, Szanto PB, Tobin JR, et al. Natural course of peripartum cardiomyopathy. Circulation. 1971; 44: 1053–1061. 4. Elkayam U. Clinical characteristics of peripartum cardiomyopathy in the United States. JACC. 2011; 58 (7): 659–70. 5. Ntobeko BA. Bongani N, Mayosi M. Aetiology and risk factors of peripartum cardiomyopathy: a systematic review. Int J Cardiol. 2009; 131: 168–179. 6. Hilfiker D, et al. 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El manejo se realiza en la unidad de cuidados intensivos con medidas para controlar la falla cardiaca con el uso de inotrópicos y en algunos casos con betabloqueadores. La letalidad es muy baja. En este reporte de siete casos, los resultados demográficos coindicen con la literatura mundial y a pesar de ser muy infrecuente, se debe prever entre los diagnósticos diferenciales del paciente con clínica de enfermedad coronaria. Palabras clave: miocardiopatía de Takotsubo, miocardiopatía, corazón roto, Takotsubo. Anestesiólogo de la Universidad de Cartagena. Intensivista de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Epidemiólogo Clínico de la Universidad de Antioquia (Estudiante de maestría de 4 semestre). Intensivista, Clínica Medellín, Medellín. Intensivista en INDEC, Medellín. (2) Internista de la Universidad de Antioquia. Intensivista de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Epidemióloga Clínica de la Universidad de Antioquia (Estudiante de maestría de 4 semestre). Intensivista, Clínica Medellín, Medellín. Intensivista en INDEC, Medellín. Correspondencia: Centro: Clínica Medellín, Calle 53#46-38, Medellín, Colombia. Correo electrónico: jeso72@gmail.com, olgahdezo@yahoo.com Teléfonos: 574-2644152, 5745115696 (1) Recibido: 18/04/2014. Aprobado: 29/05/2014. 158 Seven cases of Takotsubo cardiomyopathy Abstract Takotsubo cardiomyopathy is an acquired disease prevalent in elderly women, this disease mimics to coronary syndrome with chest pain, dyspnea, wall motion abnormality, hyperkinesia of the basal segments, electrocardiographic changes, elevated cardiac biomarkers, but absence of coronary artery disease. Many patients have recent history of emotional or physical stress. We reported seven cases with clinic characteristics very similar to cases reported on the world. Our mortality was one patient of seven. Keywords: Takotsubo cardiomiopathy, cardiomyopathy, Takotsubo, broken heart. Resultados Introducción El síndrome de Takotsubo es una patología de reciente descripción, similar, desde el punto de vista clínico, a la enfermedad coronaria aguda, a diferencia de que no se encuentra evidencia de obstrucción arterial coronaria durante la coronariografía. Fue descrita por primera vez en 1991, en Japón, sitio donde se reportaron cinco casos (1). Su nombre obedece a la similitud de la figura cardiaca con el recipiente usado para atrapar pulpos por pescadores en de esa región (2). La Sociedad Americana del Corazón la reconoce como una miocardiopatía primaria y adquirida (3). Pacientes y métodos Se efectuó un reporte de siete casos en los que se evaluaron las historias clínicas de todos los pacientes con diagnóstico de síndrome de Takotsubo, evidenciado por ventriculografía, durante los años 2009 a 2012, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), de la Clínica Medellín, Colombia (tabla 1). Los criterios diagnósticos durante la ventriculografía fueron: aquinesia apical, hiperquinesia basal y coronarias sanas. Tabla 1. Características de los pacientes con síndrome de Takotsubo (n= 7). Edad media Mujeres 76 años 6 pacientes Fracción de eyección media, al ingreso a UCI 38% (40%-20%) Motivo de consulta: Dolor precordial 6 pacientes Agitación motora 1 paciente APACHE II de ingreso a UCI, mediana 11 Estancia en UCI, media 6,2 días (2-17 días) Muerte 1 paciente Uso de inotrópicos 2 pacientes Antecedentes psiquiátricos 2 pacientes Elevación del segmento ST al ingreso 5 pacientes Siete pacientes cumplieron con los criterios de síndrome de Takotsubo; de éstos uno era de género masculino y seis del femenino, con una mediana de edad de 76 años, valor mínimo de 47 años y máximo de 86 años. El motivo de consulta de seis pacientes fue dolor precordial y el del restante agitación psicomotora. En tres pacientes no se midieron los niveles de troponina, uno de ellos por haberse hospitalizado desde la consulta externa cuando asistía a ecocardiografía ambulatoria y los demás porque tuvieron niveles elevados con valor mínimo de 0,28 ng/ mL y máximo de 2,32 ng/mL. Al igual que con la troponina, en dos pacientes no se midieron los niveles de creatín fosfoquinasa (CK-MB); los cinco restantes tuvieron niveles mínimo de 18 UI/L y máximo de 63 UI/L. El paciente con CKMB de 63 UI/L, falleció. La fracción de eyección medida durante la ventriculografía osciló entre 20% y 50%, con mediana de 40% y media de 38%. En cinco de siete pacientes se evidenció elevación del segmento ST; sólo uno de los siete presentó inversión de la onda T. El APACHE II estuvo entre 9 y 25; esta última cifra corresponde al paciente fallecido. El tiempo de hospitalización fue de 2 a 17 días; el paciente que murió fue quien más días permaneció. Finalmente, uno de siete pacientes murió; dos requirieron inotrópicos; dos de los siete presentaban patología psiquiátrica previa. Discusión El síndrome de Takotsubo es diagnosticado en el 2% de los pacientes con clínica de infarto miocárdico con elevación del ST (IAMST) (4), más frecuentemente en mujeres post-menopaúsicas (5) y en asiáticos que en caucásicos (6). El pronóstico es favorable; se considera que la mortalidad intrahospitalaria está por debajo del 2% (7). Hay varios factores implicados en desencadenar el proceso fisiopatológico, tales como el estrés emocional o físico y la enfermedad gastrointestinal (8). En este reporte de casos el 85,7% correspondió a pacientes femeninos, después de los 53 años de edad. La tasa de letalidad fue de uno entre Siete casos con síndrome de Takotsubo Sará y cols 159 Figura 1. Fotos de la imagen durante la ventriculografía del corazón de cada paciente; forma de recipiente para cazar pulpos. siete (14%), y dos de siete (28%), presentaban antecedentes de patología psiquiátrica. La observación electrocardiográfica clásica es la elevación del ST en el 70% al 80% de los casos, seguida por las anormalidades de la onda T en el 64% y ondas Q patológicas en el 32% (4). Algunos casos cursan con alteraciones del Q-T e inversión o aplanamiento de la onda T (5). Una publicación reciente encontró elevación del ST en el 42% de los pacientes, así como elevación de enzimas cardiacas (troponina T, I o CK-MB) en todos ellos (9). En los casos analizados, el 85% se manifestó como dolor precordial y el 15% como agitación motora. Igualmente, el 71,4% de los casos tuvo elevación del segmento ST y el 14,2% presentó inversión de la onda T. Hubo, además, aumento de troponinas en cuatro de siete pacientes (57%); vale aclarar que en los restantes no se midió por motivos diversos. Solo dos de siete presentaron aumento de CK-MB sobre 30 UI/L; 160 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 dos tenían niveles de CK-MB por debajo de 30 UI/L y dos no tenían medición de CK-MB; el promedio de fracción de eyección fue del 38,2%. La etiología del síndrome de Takotsubo se desconoce. Varias publicaciones demuestran niveles de catecolaminas elevados durante la manifestación del síndrome, lo que podría originar el cuadro clínico ya descrito (10). El pronóstico es bueno, con un promedio de recuperación de dos a tres semanas (11). En este reporte de casos se determinó un APACHE II de ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos, entre 9 y 25; este último correspondió al paciente fallecido; el promedio total de hospitalización fue de seis días y una mediana de tres. Conclusión El síndrome de Takotsubo es de muy baja incidencia en nuestro medio. Debuta con cuadro de dolor precordial, elevación de enzimas cardiacas, alteraciones electrocardiográficas y reducción de la fracción de eyección cardiaca. Su desencadenante más común es el estrés físico o emocional; el diagnóstico, además del cuadro clínico, se hacen con la ventriculografía, donde se aprecia la forma característica de recipiente para atrapar pulpos, adoptada por el corazón. En nuestro medio, las características demográficas y la presentación clínica se asemejan a las reportadas en la literatura: edad avanzada, género femeninos, aumento de troponinas y baja fracción de eyección cardiaca. En definitiva, ante un paciente que cumpla las características en mención y su cuadro clínico apunte a enfermedad coronaria aguda, es imperativo descartar entre los diagnósticos el síndrome de Takotsubo, circunstancia en la que será de gran ayuda la arteriografía, por lo general reportada normal, y la ventriculografía, en la que se observará la imagen que se asemeja al recipiente de atrapar pulpos, de donde toma su nombre este síndrome. Conflictos de interés Los autores expresan no tener conflictos de interés. Bibliografía 1. Dote K, Sato H, Tateishi H, Uchida T, Ishihara M. Myocardial stunning due to simultaneous multivessel coronary spasms: a review of 5 cases. J Cardiol. 1991; 21 (2): 203-14. 2. Sachio Kawai, Hiromasa Suzuki, Hiroshi Yamaguchi, Ken Tanaka H sawada. Ampulla cardiomyopathy (Tako-tusbo cardiomyopathy)- reversible left ventricular dysfunction- with ST segment elevation. Jpn Circ J. 2000; 64: 156-9. 3. 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Siete casos con síndrome de Takotsubo Sará y cols 161 REPORTE DE CASO Acta Colombiana de Cuidado Intensivo 2014; 14 (2): 162-172. Rituximab en paciente con síndrome pulmón-riñón secundario a enfermedad anti-membrana basal glomerular Victoria Garcia Velasquez(1); Rafael Andrade(2); Carlos Velasquez(3); Andres Diaz(4); Alvaro Ochoa(5); Jorge Bejarano(6); Ricardo Ardila Castellanos(7); Francisco Molina Saldarriaga(8) Resumen describir el tratamiento con rituximab en un paciente con síndrome pulmón-riñón con enfermedad antimembrana basal glomerular. OBJETIVO: (1) Médico Especialista en Medicina Crítica y Cuidados Intensivos, Clínica Universitaria Bolivariana (CUB). Medellín Colombia. (2) Médico Patólogo. Fundación Santa Fe. Bogotá. (3) Médico Especialista en Medicina Interna y Reumatología. Clínica Universitaria Bolivariana (CUB). Docente Universidad Pontificia Bolivariana. (4) Médico especialista en Medicina Interna y Nefrología. ClínicaUniversitaria Bolivariana (CUB). Docente Universidad Pontificia Bolivariana (UPB). (5) Médico especialista en Medicina Crítica y Cuidado Intensivo. Clínica Universitaria Bolivariana (CUB). Docente Universidad Pontificia Bolivariana (UPB). (6) Médico especialista en Medicina Critica y Cuidado Intensivos. Clínica Universitaria Bolivariana (CUB). Docente Universidad Pontificia Bolivariana (UPB). (7) Médico especialista en Medicina Interna y Neumología. Clínica Universitaria Bolivariana (CUB) (8) Médico Especialista en Medicina Crítica y Cuidados Intensivos, Magíster en Epidemiologia Clínica. Clínica Universitaria Bolivariana (CUB). Docente Universidad Pontificia Bolivariana (UPB). Correspondencia: Dra. Victoria García Velásquez. Carrera 72 A No. 78B-50 Clínica Universitaria Bolivariana. Teléfono: (574) 445 59 00 ext.: 925. Correo electrónico: victoria garcia1982@hotmail.com Recibido: 07/04/2014. Aprobado: 13/05/2014. 162 DISEÑO: reporte de un caso y revisión de la literatura. mujer de 77 años de edad, quien tuvo falla respiratoria con hemorragia alveolar acompañada de deterioro de la función renal con sedimento urinario activo (hematuria y proteinuria) que hizo sospechar síndrome pulmón-riñón confirmado por broncoscopia y biopsia renal. PACIENTES: INTERVENCIÓN: administración de rituximab, ante falla de terapia convencional. resolución del compromiso pulmonar y episodio agudo a pesar de persistencia del daño renal. RESULTADOS PRINCIPALES: CONCLUSIONES: se reporta el caso de un síndrome anti-membrana basal glomerular con anticuerpos negativos e histología patognomónica refractario a esteroides, ciclofosfamida y plasmaféresis en el que se logró remisión pulmonar con rituximab. hemorragia alveolar, glomerulonefritis, síndrome pulmón riñón, good pasture, rituximab, enfemedad autoinmune. Palabras clave: Rituximab in a pulmonary-renal syndrome patient withantiglomerular basement membrane disease Abstract Objective: to describe treatment with rituximab in a pulmonary-renal syndrome patientwith antiglomerular basement membrane disease. Design: case report and review of the literature. a 77 year-old female who has suffered of respiratory failure, associated withalveolar hemorrhage, and renal function worsening as well, she had an Patients: active urinarysediment, (hematuria and proteinuria) where a pulmonary – renal syndrome wassuspected, it was confirmed later by broncoscopy and renal biopsy. Intervention: treatment with rituximab after conventional therapy failure. we got a remarkably improvement in pulmonary function, after that, butrenal compromise remained. Main results: Conclusions: an Antiglomerular basement membrane syndrome with negative antibodiesand pathognomonic histology,refractory to steroids, Cyclophosphamide andplasmapheresis where pulmonary remission with Rituximab is reportedKey words: alveolar hemorrhage, glomerulonephritis, pulmonary - renal syndrome, goodpasture, rituximab, autoimmune diseases alveolar hemorrhage, glomerulonephritis, pulmonary - renal syndrome, good pasture, rituximab, autoimmune diseases. Keywords: Introducción Presentación de caso El síndrome pulmón-riñón se define como la combinación de hemorragia alveolar difusa (HAD) y glomerulonefritis rápidamente progresiva, proceso en el que están implicadas varias etiologías de origen inmunológico y no inmunológico, dentro de las cuales se encuentran las asociadas a anticuerpos anti-membrana basal glomerular (anti-MBG) en el 12,5% al 17,5% de los casos, vasculitis asociada a anticuerpos anti-citoplasma del neutrófilo (ANCAs) en el 56% al 77,5%, inmunocomplejos y microangiopatía trombótica y otras causas autoinmunes, que responden por menos del 10% de los casos (1). Mujer de 77 años, quien acudió al servicio de urgencias con historia de 15 días de disnea, tos, fiebre y expectoración en ocasiones hemoptoica. Antecedente personal de hipertensión arterial. Al momento de la admisión se halló con leve dificultad respiratoria y fiebre, con hallazgos pulmonares de estertores basales, por lo cual se hospitalizó con diagnóstico de neumonía y se inició antibiótico (ampicilina sulbactam más claritromicina). Los laboratorios de ingreso se muestran en la tabla 1. Debido a la alta tasa de mortalidad que se atribuye al síndrome, entre 25% a 50%, un número considerable de pacientes requiere ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con el objetivo de realizar un diagnóstico temprano, descartar un proceso infeccioso y dirigir un tratamiento inmunosupresor agresivo. El uso de nuevos agentes inmunomoduladores, tales como los anticuerpos monoclonales dirigidos al antígeno CD20, como lo es rituximab (2), se ha considerado una opción terapéutica, en combinación con las terapias inmunosupresoras y la plasmaféresis, en aquellos pacientes refractarios al tratamiento, dada la evolución fulminante del síndrome. Tuvo mala evolución de su cuadro respiratorio, con deterioro hemodinámico, lo que condujo a su ingresó a la unidad de cuidado intensivo (UCI), con insuficiencia respiratoria hipoxémica que Tabla 1. Laboratorios al ingreso. Laboratorio Valor Creatinina (mg/dL) 1,45 Nitrógeno ureico (mg/dL) 19 Leucocitos (células/mm ) 15.240 (76% polimormonucleares) Plaquetas (células/mm3) 425.000 Proteína C reactiva (mg/L) 19 Hemoglobina (g/dL) 10,2 Citoquímico de orina Eritrocitos: 30 – Sangre >250 3 Rituximab en paciente con síndrome pulmón-riñón... García y cols 163 A. Radiografia a la admisión B. Ingreso a la UCI C. Hemorragia alveolar recurrente. Figura 1. A. Admisión: opacidades alveolares acinares sin consolidación en lóbulos inferiores. B. Ingreso a la UCI: opacidades alveolares con patrón de consolidación de predominio en tercio medio e inferior bilateral, sin alteración del cardiomediastino C. Aumento en las opacidades alveolares con patrón de consolidación en cuatro cuadrantes. requirió ventilación mecánica invasiva (figura 1). Se aumentó el espectro antibiótico (meropenem más linezolid). Al segundo día de hospitalización en la UCI se evidenció presencia de sangre en abundante cantidad por el tubo orotraqueal, la cual se correlacionó con caída de la hemoglobina; por lo anterior y ante el deterioro de la función renal con sedimento urinario activo (hematuria y proteinuria) y la progresión de infiltrados de ocupación alveolar en los cuatro cuadrantes, se sospechó el diagnóstico de síndrome pulmón-riñón. La tabla 2 muestra el perfil autoinmune inicial. Se iniciaron pulsos de metilprednisolona 20 mg/ kg/día por tres dosis y se adicionó ciclofosfamida 500 mg/m2 SC dosis única, por proteinuria en 24 horas de 1,5 g. Se realizó fibrobroncoscopia que mostró la presencia de hemosiderófagos en el lavado broncoalveolar; los cultivos para bacterias y hongos fueron negativos. Las condiciones hemodinámicas y de oxigenación no permitieron tomar la decisión de biopsia renal o pulmonar. La evolución a nivel pulmonar fue buena, con mejoría de los infiltrados y de los parámetros ventilatorios lográndose, al séptimo día, liberar de la ventilación mecánica; sin embargo, a 72 horas pos extubación, tuvo deterioro de la función 164 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 renal con criterio de hemodiálisis. Se decidió adicionar plasmaféresis. A pesar de seis ciclos de plasmaféresis, sufrió aumento de la disnea e infiltrados de ocupación alveolar y de nuevo requirió soporte ventilatorio. Sin evidencia de proceso infeccioso asociado (reactantes de fase aguda normales y lavado broncoalveolar con cultivos negativos para bacterias y hongos), se sospechó hemorragia alveolar Tabla 2. Perfil autoinmune. Complemento c3 (15/03) 62 (90-180) Complemento c4 (15/03) 12,5 (10-40) ANAS 1:320 positivo homogéneo ANTI-DNA Negativo ENAS Negativo Anticardiolipinas Negativo Anticoagulante lúpico Negativo AC anticromatina < 0,5 ANAS: anticuerpos antinucleares. ENAS: anticuerpos antinucleares extractables. ANCAS: anticuerpos anticitoplasma del neutrófilo. MBG: membrana basal glomerular. Discusión Dentro de las causas de síndrome pulmón-riñón que ingresan a la Unidad de cuidados Intensivos, las más frecuentes son las vasculitis P-ANCAS positivo (poliangiitis microscópica, síndrome ChurgStrauss), seguida de las vasculitis C-ANCAS positivos (granulomatosis de Wegener), en tercer lugar está la enfermedad anti-MBG, y finalmente el lupus eritematoso sistémico (LES) y el síndrome anti fosfolípido catastrófico (3). Figura 2. Glomérulo con proliferación extracapilar y formación de “media luna” celular. El glomérulo muestra retracción y colapso sin evidencia de proliferación endocapilar. recurrente y síndrome pulmón-riñón refractario al tratamiento. Se inició rituximab 1 g IV inicial y a los 15 días de la primera dosis. Cuando las condiciones clínicas lo permitieron, al cuarto día del rituximab se realizó la biopsia renal (figura 2), la cual reportó en la inmunofluorescencia la presencia de glomérulos IgG lineal MBG++ y sin depósitos de complejos inmunes. Finalmente, se diagnosticó glomerulonefritis segmentaria necrotizante 10% con proliferación extracapilar, nefritis intersticial aguda y posible enfermedad anti membrana basal glomerular. Hubo remisión del compromiso pulmonar, se liberó del soporte ventilatorio invasivo, pero persistió con requerimiento de hemodiálisis. Más de un tercio de los pacientes que ingresan a la UCI con este síndrome, debutan por un deterioro renal más un síndrome de dificultad respiratoria del adulto (SDRA) de causa no clara, pudiéndose confundir con neumonía multilobar o edema pulmonar por sobrecarga de volumen o cardiogénico con síndrome cardio-renal. De la misma forma, un tercio de los pacientes con hemorragia alveolar de cualquier etiología, no presentan hemoptisis en las etapas iniciales de su enfermedad, por lo que se requiere de un alto nivel de sospecha para el diagnóstico diferencial, principalmente con la patología infecciosa pulmonar. La manifestación renal más frecuente es la injuria renal aguda con hematuria, proteinuria y sedimento urinario activo, acompañada de un deterioro vertiginoso de la función renal que lleva a requerimiento de diálisis (4). Dentro del enfoque diagnóstico se solicita fibrobroncoscopia con lavado broncoalveolar para descartar infección y ayudar al diagnóstico de hemorragia alveolar, para lo cual se utiliza el recuento de macrófagos cargados de hemosiderina (hemosiderófagos) en la citología del lavado; adicionalmente, se solicitan hemocultivos y perfil inmunológico completo, teniendo en cuenta los diagnósticos etiológicos más frecuentes (ANCA, anti-MBG, ANAS, ENAS, anti-DNA y complemento sérico) (5). Los anticuerpos anti-MBG tienen una especificidad del 90-100% en el síndrome de Goodpasture y una sensibilidad del 95-100%. Los C-ANCAS se encuentran en más del 85% de los pacientes con granulomatosis de Wegener y granulomatosis con poliangiitis, y los P-ANCAS se hallan entre 40-80% en la poliangiitis microscópica y en Rituximab en paciente con síndrome pulmón-riñón... García y cols 165 35-70% en síndrome de Churg-Strauss. También existen ANCAS positivos en enfermedades sin vasculitis sistémicas como la artritis reumatoide y la enfermedad inflamatoria intestinal. En el caso que se expone se consideró que la posible etiología corresponde a un síndrome de Goodpasture porque su perfil autoinmune no explicaba otra patología y porque la patología lo sugería por el compromiso parcial de glomérulos con IgG lineal MBG. La toma tardía de la biopsia y de los anticuerpos anti-MBG, que fueron realizados luego de la terapia con plasmaféresis y rituximab, podría explicar el compromiso parcial en los glomérulos y la negativización de los anticuerpos. El mecanismo patogénico de la enfermedad anti-MBG es la presencia de anticuerpos contra la membrana basal glomerular, específicamente contra el colágeno tipo IV, en el dominio NC1 de la cadena α3; que lleva a respuesta inflamatoria con reclutamiento de neutrófilos y monocitos, destrucción de la pared capilar glomerular e inicio de formación de semilunas (16). Los típicos anticuerpos anti-MBG son del tipo IgG (especialmente subtipos 1 y 3); sin embargo, se han encontrado anticuerpos de tipo IgA e IgM. El diagnóstico se realiza con la demostración de anticuerpos anti-MBG circulantes en un contexto clínico apropiado de hemorragia alveolar y deterioro súbito de la función renal. Unos pocos pacientes se presentan clínicamente con enfermedad basal glomerular, que pueden también tener serología positiva para P-ANCAS y C-ANCAS; esos pacientes se denominan doble positivos. Se estima que aproximadamente el 30% al 40% de los paciente positivos para anti-MBG pueden ser positivos para ANCA, siendo el P-ANCA el más asociado (75%) con enfermedad anti-MBG, comparado con los C-ANCAS. Usualmente los complementos C3 y C4 están dentro del rango normal a través del curso de la enfermedad (6). La biopsia renal es indispensable para confirmar y determinar la actividad y cronicidad de la enfermedad anti-MBG. En la patología el hallazgo patognomónico es la presencia de depósitos lineales de IgG a lo largo de la membrana 166 Acta Colombiana de Cuidado Intensivo Volumen 14 Número 2 basal resultante de los anticuerpos anti-MBG los cuales son específicos para el dominio no colágeno de la región α3 del colágeno tipo IV. Pueden encontrarse depósitos lineales de C3 en un 60%-70% en la biopsia renal, pero su presencia no influencia la severidad de la lesión renal. Las lesiones pulmonares ocurren usualmente con hemorragia alveolar con numerosos hemosiderófagos, depósitos de fibrina e hiperplasia de las células alveolares. En los hallazgos de laboratorio, el citoquímico de orina demuestra sedimento activo, con hematuria, leucocituria y cilindros granulares, además de proteinuria que puede llegar a presentarse en rango nefrótico. Usualmente se puede encontrar elevación de la velocidad de sedimentación globular y la proteína C reactiva. El diagnóstico de enfermedad anti-MBG depende inicialmente de la detección de anticuerpos anti-MBG circulantes o en la biopsia renal; sin embargo, hasta el 10% de pacientes con enfermedad anti-MBG pueden ser negativos para anticuerpos anti-MBG; hallazgo descrito en algunos reportes de casos (7). La paciente del caso presentó negatividad en el perfil autoinmune para anticuerpos anti-MBG; sin embargo, la medición de anticuerpos se realizó luego de las terapias inmunorreguladoras, lo que aumenta la probabilidad de falsos negativos de la prueba. La terapia estándar en la enfermedad anti-MBG es la inmunosupresión con esteroides a dosis altas (15-30 mg/kg/día), ciclofosfamida y plasmaféresis. A pesar de la ausencia de evidencia definitiva del beneficio, basado en la plausibilidad biológica de la rápida remoción de anticuerpos, comparado con la lenta remoción vista con la terapia inmunosupresora sola, generalmente se recomienda la plasmaféresis para el tratamiento de pacientes con enfermedad anti-MBG (8). Los nuevos agentes biológicos como el rituximab, el cual es un anticuerpo monoclonal contra el antígeno CD20 expresado en la superficie de los linfocitos B, se ha utilizado en el tratamiento de varias enfermedades autoinmunes y neoplásicas. Varios reportes de caso han usado rituximab junto con plasmaféresis y otros inmunosupresores con buenos resultados en la enfermedad anti-MBG, reportando disminución de los efectos adversos por el uso de la ciclofosfamida (9). Debido a la depleción de los linfocitos B CD20 demostrada con el uso de rituximab por seis a nueve meses, ofrece una alternativa para el tratamiento de la enfermedad anti-MBG (10). La duración de la remisión inducida por rituximab no es completamente clara; a pesar de la depleción de los linfocitos B por seis a nueve meses, la duración del efecto en la patología autoinmune no está bien definida; por tanto se recomienda repetir su uso como terapia de mantenimiento, con o sin otros inmunosupresores para mantener una remisión sostenida. Hay casos similares de síndrome pulmón-riñón asociados a LES y SAF, pero hasta donde se sabe, ninguno de Goodpasture (11, 12). En otras patologías autoinmunes relacionadas con síndrome pulmón-riñón, como en las vasculitis asociadas a ANCAs, se ha comparado el uso de la ciclofosfamida más prednisona contra el rituximab, como se demuestra en el ensayo clínico realizado por de Stone y colaboradores (13), en donde se demostró que su uso no fue inferior al tratamiento con ciclofosfamida más esteroide en la remisión de la enfermedad y puede ser superior en casos de recaída de la enfermedad. Sin una intervención adecuada y agresiva, los pacientes con enfermedad anti-MBG presentan muy alta mortalidad, especialmente cuando se acompaña de compromiso pulmonar, de ahí que el uso de rituximab se muestre como una terapia biológica plausible y prometedora en pacientes con síndrome pulmón-riñón por enfermedad anti-MBG y hemorragia alveolar recurrente, pese a la terapia convencional con inmunosupresores y terapia de recambio plasmático. Su baja incidencia hace que la probabilidad de ensayos clínicos que demuestren su utilidad sea de gran dificultad, de modo que reportes de casos como este y los encontrados en la literatura médica son, a la fecha, la mejor evidencia disponible. Conclusión Se reporta el caso de un síndrome anti membrana basal glomerular con anticuerpos negativos e histología patognomónica refractario a esteroides, ciclofosfamida y plasmaféresis, en el que se logró remisión pulmonar con rituximab. Bibliografía 1. Rodríguez W, Hanania N, Guy E, et al. 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