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I FORO ANDALUZ DE ATENCIÓN PRIMARIA DE SALUD 1. RESUMEN y CONCLUSIONES: Mesa 1 - La Atención Primaria desde la óptica del ciudadano: La información y la formación de los usuarios, la participación ciudadana y las relaciones entre usuarios y profesionales deben tener un papel relevante y fundamental en el Sistema Sanitario Público Andaluz (SSPA). La participación ciudadana es una pieza clave en el objetivo de mejorar la Atención Primaria (AP). La participación entendida en una doble vertiente: individual y colectiva a través de las organizaciones de consumidores. La participación social es un derecho de los ciudadanos-usuarios, pero también un instrumento legitimador de las políticas sanitarias y de su ejecución. Hoy por hoy, la AP carece de canales eficaces de participación que es preciso impulsar y desarrollar, propiciando la interrelación entre los usuarios organizados, la Administración sanitaria y los profesionales. Para participar y poder dar satisfacción, en las mejores condiciones, al proceso asistencial y al conjunto de derechos y deberes reconocidos, los ciudadanos necesitan una mayor y mejor información: precisa, completa, regida por el principio de transparencia, de todos los sujetos implicados en el sistema, desde la corresponsabilidad y el compromiso con la sanidad pública. Se precisa incidir especialmente en la mejora de la información directa entre profesionales y usuarios –pacientes. La gestión económica del servicio público sanitario debe estar guiada por criterios de eficiencia y de calidad más que por criterios economicistas. Debemos corregir entre todos las tendencias consumistas que se dan en la utilización de los servicios sanitarios en sus diversos niveles y aspectos (condicionada por el hecho de su gratuidad en el momento del uso de dichos servicios) tanto desde los profesionales como desde los usuarios, corrigiendo tanto los excesos como los defectos (utilización adecuada y responsable de los recursos). Es imprescindible, para el mantenimiento y la mejora del SSPA, la implicación desde posiciones responsables y activas de los tres sectores que concurren en el servicio: Administración, profesionales y usuarios. Es imprescindible dedicar mayor atención y tiempo a la relación medico/profesional - paciente, como criterio fundamental de calidad asistencial. Teniendo en cuenta que casi una tercera parte del presupuesto global sanitario se dedica al consumo farmacéutico, del que en un porcentaje elevado se hace un uso inadecuado, deberíamos plantearnos seriamente desde los tres sectores un abordaje más racional, decidido y esforzado de este problema aplicando criterios de costo/beneficio y riesgo/beneficio. Debe exigirse mayor responsabilidad y dedicación a quienes más conocimientos tienen sobre el tema (profesionales y Administración). Mesa 2 - La Atención Primaria desde la óptica profesional: El porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) dedicado a la AP en nuestro país, está situado en este momento por debajo de la media europea siendo, además, bastante inferior al que nos correspondería por nuestro nivel de renta. Esta distancia con Europa ha ido incrementándose con el paso de los años. Es necesario, por tanto, un esfuerzo presupuestario en este sentido, para que las inversiones en AP sean más acordes a la renta “per capita” nacional, y más cercanas a las de los países de nuestro entorno. Urge la adecuación de los recursos humanos y materiales a las necesidades de salud de la población, según las características de la zona y las propias poblacionales, y al nivel de desarrollo que debería haber alcanzado la AP dentro del SSPA (centro y eje del sistema). Está probado que a mayor capacidad resolutiva del primer nivel asistencial, mayor es la rentabilidad global del sistema sanitario y mejora la eficiencia. Por ello no se conciben las absurdas y discriminatorias trabas que se le pone al médico de AP en el acceso a nuevas tecnologías diagnósticas, lo que sitúa a España es los últimos puestos de Europa en la utilización de estas técnicas diagnósticas en AP. Los límites los debiera establecer el propio profesional en función de la lógica y de su buen hacer y entender (autonomía), bajo la salvaguarda de la sociedad. Son urgentes y necesarias modificaciones organizativas que doten al médico de AP de mayor autonomía en la gestión de su trabajo, permitiéndole establecer agendas racionales, ajustadas y dinámicas, para trabajar con calidad. Es necesario evitar la masificación de las consultas y la “pérdida” de tiempo (hasta un 30%) en tareas burocráticas (repetición de recetas y partes de baja), de forma que médicos y usuarios puedan disponer del tiempo necesario para lo verdaderamente importante que es la atención clínica y establecer una relación médico-paciente humana y de calidad. La asistencia urgente, fundamentalmente en poblaciones menores de 50.000 habitantes, adolece de falta de dispositivos móviles adecuados. De forma que es el médico de AP el que debe hacerla y realizar el traslado hasta el centro hospitalario, dejando sin cobertura su consultorio a veces durante horas, e interrumpiendo su actividad normal y programada. Es preciso dotar a los Dispositivos de Cuidados Críticos y Urgencias (DCCU), adecuando sus plantillas, dándole estabilidad laboral a sus profesionales, con formación suficiente en horario laboral y equiparlos correctamente con los medios técnicos y de transporte necesarios. La historia clínica informatizada puede ayudar a mejorar la asistencia que se presta al paciente, pero previo a su implantación es preciso garantizar la confidencialidad de los datos de salud de los pacientes y cumplir la normativa vigente en cuanto a la información previa al ciudadano, del destino y uso de sus datos. Los sistemas de información médica nunca deben de comprometer el derecho del paciente a la intimidad. Generar confianza es un requisito previo para el desarrollo de la sociedad de la información. En la situación actual andaluza (aplicación informática Diraya), parecen no haberse cumplido las premisas necesarias. El funcionamiento del sistema y su diseño son defectuosos y poco ágiles, y se han generado dudas sobre la idoneidad del uso informático tal y como está planteado al respecto de la circulación y acceso a los datos de salud y de la receta electrónica. La implantación se ha realizado sin el necesario debate previo con los agentes sociales implicados, ciudadanos y profesionales. Siempre debe prevalecer la relación médico-paciente sobre la relación sistema-usuario. Mesa 3 - Las condiciones laborales del médico de Atención Primaria: España disfruta de un buen Servicio Nacional de Salud, eficaz y eficiente. Ofrece unas buenas prestaciones a un precio asequible, basado en bajos sueldos para los profesionales y plantillas insuficientes. Las retribuciones de los médicos españoles están muy por debajo de lo que les correspondería por su nivel de estudios (10-11 años), responsabilidad y penosidad. Después de los griegos, son los peor pagados de toda la Comunidad Europea. Los médicos andaluces cobran por debajo de la media española y, en algunos casos, son los peor retribuidos de todo el territorio nacional (estudio realizado por el Sindicato Médico Andaluz). Comparados con otras profesiones y oficios con menos formación y responsabilidad (técnicos de aire acondicionado, fontaneros, empleadas de hogar, canguros...) las diferencias llegan a ser escandalosas y agraviantes. Los médicos de familia sufren jornadas de trabajo de hasta 31 horas continuadas que impiden la conciliación de la vida laboral y familiar por las ausencias repetidas y prolongadas del ámbito familiar. Esta situación es cada vez más intolerable teniendo en cuenta la feminización progresiva de la profesión médica (el 70% de los estudiantes actuales son mujeres). Nadie es capaz de soportar ese nivel de cansancio y estrés sin sufrir un deterioro en su salud, y más aún en un trabajo de gran responsabilidad y con el volumen de trabajo que actualmente hay en las consultas y en los dispositivos de urgencias. El Servicio Andaluz de Salud (SAS), en vez de abordar esta situación y solucionarla, actúa sobre los médicos con medidas represivas, como el reciente caso de un compañero de Cazorla (Jaén) al que han abierto expediente por negarse a seguir trabajando tras haber realizado una jornada de 24 horas seguidas. El salario neto en Andalucía por hora de guardia (atención continuada) está alrededor de 8 euros. Desde hace 5 años el SAS viene cubriendo puestos de médicos y enfermeros mediante contratos llamados “basura” porque privan al trabajador de derechos fundamentales como vacaciones, baja por enfermedad, salario digno (se les niegan las retribuciones básicas), etc., reconocidos desde el s. XIX a todos los trabajadores. Esta situación afecta a más de 3.000 sanitarios en Andalucía. Recientemente, el SAS ha propuesto el cambio de parte de estos contratos por otros en los que se retribuye el 60% de la jornada a precio normal y el resto sólo como horas de guardia, una estrategia que intenta desarticular un movimiento de denuncia iniciado hace un año y que no permite una solución justa del problema. La Medicina es una profesión expuesta a continuos riesgos que van desde el accidente biológico a la sobrecarga intelectual. El médico tiene que manejar infinidad de datos en poco tiempo con un trabajo de gran responsabilidad, sin que nadie hasta ahora haya puesto un límite a esa carga. España es el país europeo en el que más presión asistencial soporta el médico de AP y, como consecuencia, hay cada vez mayor morbilidad de trastornos psicopatológicos entre ellos, entre un 10 y un 15% desarrollan trastornos de conducta a lo largo de su vida laboral, y el burnout (Síndrome del quemado) llega a afectar a un 30-40%, siendo la enfermedad más prevalente. La Administración sanitaria en vez de habilitar soluciones, responde ignorando la situación y con medidas tales como sobrecargar aún más al médico (con la llamada “demora cero”), no reconociendo el número real de pacientes que tiene asignados, y culpabilizándole de la masificación y del gasto. La motivación más importante para ejercer la carrera de Medicina es la vocación, pero para poder mantenerla es necesario un contexto profesional y laboral satisfactorio. El SAS no ha tenido en cuenta estas premisas básicas necesarias para motivar e incentivar a sus profesionales, de forma que una torpe política en materia de Recursos Humanos ha derivado en el descontento de la mayoría de los profesionales y en una situación de crisis que puede poner en peligro la continuidad de la sanidad pública (emigración de profesionales, disminución del interés en dedicarse a una profesión sanitaria, aumento de los costes por menor implicación del profesional). La actual propuesta de modelo de Carrera Profesional (CP) puede derivar en un mayor estado de crispación y desencanto entre los médicos. Es necesaria una mayor participación de las organizaciones que representan a los médicos en la negociación de las condiciones en que éstos trabajan. 2. PROPUESTAS PARA MEJORAR LA ATENCIÓN PRIMARIA EN ANDALUCÍA: 1. Los ciudadanos necesitan una mejor y mayor información de todos los sujetos implicados en el sistema, con especial atención a la información del profesional y al consentimiento informado. 2. Son necesarios cauces que permitan la participación ciudadana efectiva, como p.e. los consejos de salud de distrito/zona básica. 3. Se debe potenciar desde todos los ámbitos el uso adecuado y responsable de los servicios sanitarios, con especial énfasis en el consumo y prescripción de fármacos. 4. Es imprescindible dedicar mayor atención y tiempo a la relación medico/profesional – paciente, como criterio fundamental de calidad Asistencial. 5. Aumentar de forma progresiva el presupuesto destinado a la AP, de forma que la financiación sea suficiente y nos acerquemos a la media europea y a lo que nos correspondería por renta y riqueza. 6. Urge disminuir la burocracia de las consultas: cambio del modelo de receta hacia un modelo similar al europeo (varios fármacos en el mismo documento prescritos para 6-12 meses) y del modelo de baja laboral (similar a MUFACE). 7. Aumentar la capacidad resolutiva del médico de AP mediante la dedicación de más tiempo a cada paciente y permitiendo un mayor acceso a pruebas diagnósticas, acceso al conocimiento a través de internet, y formación en horario laboral que garantice la competencia. 8. Habilitación de dispositivos móviles de asistencia urgente que garantice una adecuada cobertura en poblaciones de menos de 50.000 habitantes. Formación, medios, equipos adecuados, estabilidad en las plantillas…en los Dispositivos de Cuidados Críticos y Urgencias (DCCU). 9. Es necesario un amplio debate social, que incluya a ciudadanos y profesionales, previa a la generalización del uso de medios informáticos para la historia de salud digital y la receta electrónica, de forma que pueda garantizarse la intimidad del paciente y la obligación del secreto médico, se respete la legislación vigente, y se legisle todos los aspectos necesarios. 10. Diraya actualmente dificulta el trabajo en las consultas, es lento, de diseño engorroso, funciona mal y no ha recogido información fundamental de las historias clínicas del sistema informático anterior. Son urgentes las mejoras. 11. La desmotivación de la profesión médica repercute negativamente en la calidad y en el coste de los servicios sanitarios, y en el mantenimiento y viabilidad del SSPA, además de en la salud de los profesionales y en la conciliación de su vida familiar y laboral. Por ello y por justicia son necesarias: Condiciones laborales saludables (tiempo mínimo por consulta de 10 minutos, cargas de trabajo y jornadas razonables, con descansos tras las guardias) y cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y demás legislación de aplicación. Erradicar los contratos basura Estabilidad en el empleo Formación suficiente en horario laboral que garantice la competencia. Retribuciones e incentivos adecuados. Carrera profesional motivadora. Los profesionales deben comprometerse y dar las mayores muestras de autoexigencia al servicio de sus conciudadanos, en el plano de la competencia, la ética, la calidad y la eficiencia. El compromiso de los ciudadanos, los profesionales médicos y las organizaciones participantes en este Foro se resume en el Manifiesto de Carmona. En Carmona (Sevilla) a 18 de junio de 2005