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INFECCION POR INFLUENZA OBJETIVOS Comprender la patogénesis y epidemiologia del virus de la influenza Describir los síntomas clínicos y las opciones diagnósticas y terapéuticas Evaluar la metodología de tratamiento y prevención para influenza e incorporarlos en la preparación de los planes de contingencia. QUE ES LA INFLUENZA La influenza es una virus RNA segmentado con un cubierta simple el cual se clasifica en tres tipos A, B C basados en sus diferencias antigénicas. El virus de la Influenza A tiene la capacidad de condicionar enfermedad grave, causar epidemias y pandemias, es rápidamente mutante y tiene capacidad de producir infección en aves, cerdos, caballos, focas y humanos. El virus de la Influenza B es más estable, condiciona epidemias y solamente tiene capacidad de infectar a humanos. El virus de influenza C tiene un mínimo impacto en la salud pública y puede infectar a humanos y cerdos. La tipificación de los diferentes subtipos de influenza A esta basada en las neuroaminidasas y hemaglutininas de su superficie viral. Cuenta con 16 hemaglutininas diferentes y 9 diferentes subtipos de neuroaminidasas. Las hemaglutininas le permiten al virus anclarse a las células para unirse a su receptor específico. Las neuroaminidasas permiten que las recién formadas partículas virales sean liberadas de la superficie celular teniendo la capacidad de infectar a otras células. Solo los subtipos H1N1, H2n2 y H3N2 se han asociado a la diseminación de epidemias en humanos. Desde 1997 se han identificado en Asia, África, Europa y Medio Este severas infecciones en humanos asociados a virus de influenza A subtipo H5N1 en estos continentes estos virus se encuentran presentes en aves domesticas y salvajes. Epidemias estacionales asociadas a virus influenza tipo A y B continúan presentándose debido a que dichos virus presentan cambios rápidos y constantes debido a DRIFT antigénico. Este DRIFT antigénico se refiere al cambio gradual que ocurre en los virus asociados a una serie de cambios lentos en los aminoácidos que forman parte de las hemaglutininas y neuroaminidasas de la superficie viral. Ocurren solo posteriores a que una cepa de la partícula viral se ha vuelto estable en humanos, el DRIFT antigénico representa una adaptación a los anticuerpos desarrollados por el huésped. Nuevas cepas antigénicas de influenza prevalecen por un periodo de 2 a 5 años, solo para ser reemplazadas por la nueva cepa emergente. La nueva cepa puede disparar una nueva epidemia, debido a que no es reconocida por el repertorio de anticuerpos ya producidos por la población durante la epidemia previa. El desarrollo de nueva cuenta de otro set de anticuerpos eventualmente protege a la población al mismo tiempo que causa presión sobre el virus para condicionar un nuevo DRIFT antigénico. Al producirse este DRIFT antigénico es necesaria la reformulación de nuevas vacunas de influenza usualmente cada año. La Organización Mundial de la Saludos (WHO) y el centro de Control y prevención de Enfermedades (CDC) continuamente vigilan estos cambios para determinar las cepas que deben contener la nueva vacuna de la influenza en la siguiente temporada. En contraste con la evolución gradual de las cepas sujetas a DRIFT antigénico, el cambio antigénico ocurre tan pronto como un virus de influenza tipo A con una nueva y completa hemaglutinina y neuroaminidasa es capaz de infectar a humanos desde otras especies huéspedes. La fuente primaria son las aves tales especies sirven como reservorio para 15 subtipos de influenza A. Estos subtipos se rearreglan genéticamente con virus el virus de la influenza humana o son transmitidos directamente a los humanos através de un huésped intermediario como pueden ser los cerdos. El cambio antigénicos en los virus de influenza tipo A ocurre menos frecuentemente que el DRIFT antigénico pero con un impacto más dramático lo que puede condicionar una pandemia. Una pandemia se define cuando un nuevo subtipo del virus de influenza A emerge y se disemina en forma global y para el cual la población tiene poca o ningún tipo de inmunidad y se esparce rápidamente vía humano a humano. Las pandemias pueden causar un incremento en las tasas de morbilidad y mortalidad comparadas con la influenza estacional. Durante el siglo 20 se han presentado 4 pandemias asociadas a influenza en 1918 (H1N1), en 1957 (H2N2) en 1968 (H3N2) y 2009-10 (H1N1). La reciente pandemia de influenza de 2009 H1N1 conocida como “influenza porcina” cual fue condicionada por el rearreglo genético entre los virus de la influenza humana, dos aviares y uno porcino. La influenza aviar H5N1 continua causando brotes entre aves de corral y aves salvajes alrededor del mundo pero ha causado relativamente menos casos aunque la tasa de mortalidad es mayor al 50 por ciento. EPIDEMIOLOGIA La influenza se disemina de persona a persona primariamente por gotas respiratorias (flugge) creadas por la tos o estornudos. El contacto con superficies contaminadas por estas gotas o fómites es otro posible modo de transmisión. Durante los brotes comunitarios de influenza, la mayores tasas de ataque ocurren entre escolares. La diseminación secundaria a adultos y otros niños entre la familia es común. La incidencia y la severidad de la enfermedad dependen en parte de la inmunidad desarrollada como resultado de una experiencia previa (por enfermedad natural) o por inmunización reciente de influenza con una cepa circulante o relacionada. En climas templados las epidemias estacionales usualmente ocurren durante los meses de invierno. El pico de actividad de la influenza en los Estados Unidos puede ocurrir en cualquier momento de Noviembre a Mayo pero la mayoría ocurre principalmente en Enero y Febrero. Los brotes comunitarios pueden durar de 4 a 8 semanas o más. La circulación de 2 a 3 cepas de virus de influenza en una misma comunidad se puede asociar con un periodo estacional prolongado de 3 meses o más y con picos bimodales de actividad de influenza. El virus de la influenza es altamente contagioso, especialmente en aquellas poblaciones que se encuentran en albergues, asilos o guarderías. Las tasas de ataque en niños sanos generalmente se han reportado del 10 al 40% cada año, pero las tasas de enfermedad tan bajas como del 3% también se han descrito. Las tasas de asistencia a clínicas o a los servicios de urgencias son de 1 a 2 niños por 100 anualmente en niños menores de 5 años. El virus de la influenza y sus complicaciones han reportado. Durante las últimas temporadas de influenza se ha reportado un incremento de 10 a 30% en la prescripción de antimicrobianos debido a enfermedad similar a influenza y a sus complicaciones principalmente en niños. Este tipo de prácticas en niños con influenza condiciona costos considerables además de ser la primera causa del uso inapropiado de antimicrobianos. PATOGENESIS Y SINTOMAS La enfermedad asociada a virus de influenza en adultos inicia generalmente en forma súbita con fiebre, algunas veces acompañada de escalofríos o temblores, dolor de cabeza, ataque al estado general, mialgias difusas y tos no productiva. Posteriormente se presentan signos de infección del tracto respiratorio entre los que se incluyen dolor de garganta, congestión nasal, rinitis y tos volviéndose más prominentes durante los siguientes días. La inyección conjuntival, dolor abdominal, nausea vomito y diarrea son menos comunes. Los síntomas se pueden diferencias entre los diferentes grupos etáreos teniendo los niños mayores y adolescentes síntomas más clásicos de influenza como en los adultos. Los neonatos pueden presentar fiebre y datos de sepsis; los preescolares tienen menos síntomas respiratorios pero tienen vomito y diarrea como síntoma predominante. El periodo de incubación usual entre que existe exposición y se presentan síntomas de infección va de 18 hrs a 5 o más días con un promedio de 2 a 3 días. Una vez que se ha producido la infección el principal sitio de replicación es el epitelio columnar de la parte posterior de la garganta. La excreción viral en las secreciones respiratorias se presenta desde 1 día previo al inicio de síntomas hasta 5 a 10 días después. La carga viral generalmente es mayor en niños pequeños y la duración de la excreción es de 10 días o más. El pico de la excreción del virus generalmente ocurre durante los primeros 3 días y se correlaciona con la presencia de fiebre. COMPLICACIONES DE INFLUENZA La otitis media es la complicación postinfecciosa asociada a influenza más común. La miositis aguda que se caracteriza por dolor de pantorrillas lo que condiciona que los pacientes reúsen a caminar se ha descrito especialmente en infecciones por influenza tipo B. En los niños la influenza puede producir un síndrome de sepsis y ocasionalmente se ha asociado a croup, bronquiolitis y neumonía. Aunque la gran mayoría de los niños con influenza presentan una recuperación completa después de 3 a 7 días, niños previamente sanos pueden presentar síntomas severos y complicaciones. Las complicaciones neurológicas asociadas pueden ser desde crisis convulsivas febriles a encefalopatía grave y encefalitis con estatus epilepticus, lo que condiciona secuelas neurológicas importantes o muerte. El síndrome de Reye se ha asociado con infecciones a influenza y la ingesta de salicilatos. Se ha reportado la presencia de miocarditis asociada a influenza que ha condicionado en forma secundaria a muerte. Infecciones invasivas secundarias o coinfecciones con Streptococcus del grupo A, Staphylococcus aureus (incluyendo S. aureus meticilino resistente [MSRA]), Streptococcus pneumoniae y otros patógenos bacterianos pueden condicionar enfermedad grave y muerte. Las tasas de hospitalización entre niños menores de 2 años son similares a las tasas de hospitalización entre mayores de 65 años o más. Los niños menores de 24 meses tienen consistentemente un riesgo mayor de hospitalización que los niños mayores y el riesgo de hospitalización atribuible a influenza es mayor en niños más pequeños. Las tasas de hospitalización y morbilidad atribuible a complicaciones tales como bronquitis y neumonía son aún mayores en niños con condiciones de alto riesgo entre los que se incluyen hemoglobinopatías, displasias broncopulmonar, asma, fibrosis quística, cáncer, diabetes mellitus, insuficiencia renal aguda y enfermedades congénitas de corazón. La infección del virus de la influenza en los neonatos también se ha asociado con una considerable morbilidad entre los que se incluyen el síndrome de sepsis, apneas y las enfermedades del tracto respiratorio inferior. Los desenlaces fatales incluyendo el síndrome de muerte súbita, se han reportado tanto en niños crónicamente enfermos o previamente sanos. Todas las muertes pediátricas asociadas a influenza deben ser notificadas y reportadas al CDC através de los departamentos de salud estatales. PRUEBAS DIAGNOSTICAS Especímenes para cultivo viral, inmunofluorescencia y pruebas diagnósticas rápidas se deben de obtener de ser posible durante las primeras 72 hrs de la enfermedad, debido a que la cantidad del virus que se excreta disminuye en forma rápida conforme progresa la enfermedad. Las pruebas rápidas de inmunoensayo para identificación de antígenos de influenza A y B en especímenes del tracto respiratorio se encuentran disponibles comercialmente, aunque su sensibilidad reportada es de (44 a 97%) y la especificidad de (76% a 100%) comparadas contra el cultivo viral son variables y difieren entre las diferentes marcas y tipos de virus. Adicionalmente los valores predictivos positivos y negativos de estas pruebas están influenciadas por la prevalencia de los virus de influenza circulante pudiendo esto condicionar un incremento de falsos positivos durante los periodos de baja actividad del virus. Los anticuerpos por fluorescencia directa (DFA) e inmunofluorescencia indirecta (IFA) para detección de virus de antígenos de influenza A y B en especímenes nasofaríngeos o nasales se encuentran disponibles en la mayoría de los laboratorios hospitalarios teniendo la capacidad de contar con el resultado en 3 a 4 hrs. La prueba de reacción en cadena de transcriptasareversa polimerasa (RT-PCR) para especímenes del tracto respiratorio se encuentra disponible en algunas instituciones y tiene una alta sensibilidad y especificidad particularmente con la cepa pandemica de H1N1 2009-2010. TRATAMIENTO DE LA INFLUENZA El tratamiento básicamente es de sostén con reposo, ingesta de líquidos y antipiréticos tales como el acetaminofen e ibuprofeno. La aspirina y otros productos que contengan salicilatos deben ser evitados por su posible asociación con el Síndrome de Reye. Los antivirales administrados durante los dos primeros días de inicio de la enfermedad tiene el mayor beneficio ya que reducen la duración de la enfermedad por influenza no complicada y se deben considerar para quienes se encuentran en riesgo de presentar enfermedad grave o asociada a complicaciones. Otros candidatos a terapia antiviral incluyen niños sanos con enfermedad de moderada a leve y personas incluidas dentro de condiciones familiares, sociales y ambientes especiales en donde el contagio por esta infección puede ser perjudicial. El tratamiento antiviral debe continuarse por 5 días y ser descontinuado aproximadamente en 24 a 48 hrs. posteriores a que los síntomas hayan desaparecido. Los niños con enfermedad severa por influenza deben ser evaluados cuidadosamente en la búsqueda de posibles coinfecciones bacterianas como en el caso de Staphylococcus aureus que pueden requerir terapia antimicrobiana. En los Estados Unidos se encuentran disponibles dos clases de medicamentos antivirales para tratamiento o profilaxis de las infecciones por influenza: 1) los inhibidores de neuraminadasas (oseltamivir y zanamivir) y adamantinas (amantadina y rimantadina). El tratamiento ha mostrado una disminución en la duración de los síntomas relacionados a influenza de 1 a 1.5 días. El oseltamivir se ha aprobado para quimioprofilaxis y tratamiento de pacientes mayores de un año. El zanamivir se ha aprobado para tratamiento en pacientes de 7 años o mayores y para quimioprofilaxis de pacientes de 5 años o mayores. Los virus de la influenza B son resistentes a adamantinas y desde 2005 todas las cepas de H3N2 en los Estados Unidos son resistentes a adamantinas. Durante la temporada de influenza de 2008-2009, casi todas las cepas de influenza H1N1 fueron resistentes a oseltamivir pero permanecieron susceptibles a zanamivir, amantadina y rimantadina. En fechas recientes la cepa pandemica 2009-2010 es de nueva cuenta susceptible a oseltamivir. Estos patrones de resistencia entre cepas de virus de influenza A circulantes representan un reto en la selección de los medicamentos antivirales para tratamiento y quimioprofilaxis de enfermedad por influenza y condicionan razones adicionales para que los médicos realicen pruebas de detección de virus de influenza y consulten los reportes epidemiológicos de sus comunidades al momento de evaluar personas con infecciones del tracto respiratorio durante las temporadas de influenza. Las recomendaciones de drogas específicas para tratamiento y quimioprofilaxis pueden variar por estación, localización geográfica y nivel de resistencia de la cepa circulante. Los sitios oficiales en internet de la CDC proveen recomendaciones actualizadas sobre el tratamiento y quimioprofilaxis del virus de influenza, los cuales pueden ser consultados en la siguiente dirección electrónica: www.cdc.gob/flu/professionals/antivirals/index.htm. El tratamiento con Zanamivir (Relenza) se encuentra disponible con un polvo seco que se administra por inhalación oral através de un dispositivo plástico. La dosis es dos inhalaciones activas (blíster de 5 mg por inhalación=10 mg) dos veces al día por 5 días. El Zanamivir no se recomienda para su uso en pacientes con enfermedades de base entre las que se incluyen asma o Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) debido a la que no se cuenta con datos que avalen su eficacia y seguridad en estos pacientes. El Oseltamivir (Tamiflu) se encuentra disponible en pastillas o líquido y se debe de administrar dos veces al día durante 5 días, su dosis se debe ajustar en base a depuración renal. La dosis pediátrica de Oseltamivir en niños de 1 a 12 años es de 2 mg/kg cada 12 hrs por 5 días (Max 75 mg) y de 13 años o mayores 75 mg cada 12 hrs por 5 días. QUIMIOPROFILAXIS El uso quimioprofilaxis o administración prolongada de medicamentos antivirales durante periodos de alta transmisibilidad es de ayuda para control y prevención de influenza en situaciones especificas y no es un substituto de la inmunización. La quimioprofilaxis debe ser considerada para protección de niños con alto riesgo de enfermedad grave o complicaciones que se encuentran imposibilitados de recibir vacunación contra influenza debido a contraindicaciones o en el caso de pacientes inmunocomprometidos ya que no podrán montar una respuesta inmune posterior a la vacunación. Otras consideraciones incluyen protección en niños de alto riesgo riesgo no inmunizados, en aquellos niños que fueron inmunizados dos semanas antes del inicio de la circulación del virus y que no hayan podido desarrollar una respuesta inmune adecuada para protección, en el caso de contactos cercanos de niños con alto riesgo, como protección en niños de alto riesgo inmunizados previamente pero en donde la cepa circulante es poco compatible con la cepa de la vacuna y para control de brotes de infección por influenza en instituciones tales como albergues, guarderías o asilos. PREVENCION El buen control de la infección es la piedra angular del manejo de la enfermedad y es necesario estar enfocados en el manejo general de todas las infecciones respiratorias incluyendo la influenza estacional o pandemica. El control de la infección se refiere a todas las políticas procedimiento y actividades que deben de instituirse para prevenir o minimizar el riesgo de transmisión. Estos incluyen medidas tan simples como higiene adecuada de manos através del lavado efectivo entre los que se encuentra el frote enérgico y el uso de etiquetas de tosedor en los pacientes infectados que incluyen medidas más drásticas tales como el uso de equipos de protección personal (EPP). En el caso de pacientes hospitalizados con influenza, el personal asignado para su manejo debe de contar con equipo para manejo de aislamiento respiratorio (mascarillas o lentes protectores, cubrebocas y guantes). Medidas aislamiento respiratorio y etiquetas de tosedores (colocación de mascarillas a los pacientes con tos cuando se encuentren fuera de sus habitaciones) deben ser incorporadas dentro de las practicas de control de infecciones. Los visitantes que acudan con síntomas sugestivos de infección respiratoria deben de ser restringidos para visitar pacientes. Los trabajadores de la salud que se encuentren enfermos deben ser restringidos para trabajar hasta que se encuentren saludables. Las medidas primarias para prevenir brotes de influenza es la vacunación tanto de los pacientes como sus familias y de los trabajadores de salud. La evolución rápida de nuevas cepas de influenza condiciona la reformulación anual de la vacuna y la vacunación anual de todos aquellos considerados de riesgo para mantener la inmunidad de cepas circulantes de influenza. Todas las vacunas de influenza tanto inactivas como de virus vivos atenuados son trivalentes, lo que significa que contienen 3 cepas que representas las cepas salvajes más recientes circulantes en un año: A (H3N2), A (H1N1) y B. El inicio de los programas de vacunación de influenza deben iniciar tan pronto como la vacuna se encuentre disponible y debe ser continuada durante todo el periodo de influenza. VIGILANCIA Y PLANIFICACION Durante los periodos prepandemicos tanto el personal de salud como las instituciones de salud juegan un papel primordial en la vigilancia de casos sospechosos de infección asociados a nuevas cepas de influenza y deben estar en alerta para el manejo y control de tales casos. Dentro de estas nuevas cepas se encuentra incluida las cepas aviar o influenza animal que tiene el potencial de infectar humanos tales como en el caso de la influenza aviar A H5N1 o la influenza A H1N1 y nuevos o reemergentes virus humanos que pueden causar casos aislados o brotes de infección en humanos. Para la detección de casos durante los periodos prepandemicos y pandemicos, los hospitales deben determinar umbrales de infección para la activación de planes de vigilancia relacionados a influenza. Los planes para atención en influenza pandemica son diferentes de la mayoría de los planes hospitalarios para las diferentes amenazas. La pandemia puede durar más que la mayoría de otros eventos y puede incluir diferentes picos de actividad de influenza separados por meses (en las pandemia del siglo 20 una segundo pico de actividad de influenza ocurrió 3 a 12 meses posteriores al primer pico). El número de trabajadores de salud y de los primeros respondedores disponibles para trabajar es esperado que se vea reducido; ya que estarán en alto riesgo de contagio debido a su exposición en la comunidad y en los centros hospitalarios y algunos deberán verse imposibilitados de asistir a laborar debido a que deberán cuidar a familiares enfermos. Esta es la razón por la cual se asume que el ausentismo se incrementara en un 25%. Los recursos en muchas comunidades se verán limitados dependiendo de cómo se realice la diseminación de la pandemia. El objetivo dentro de los planificación de la pandemia para los departamentos de urgencias o para los pacientes ambulatorios es el de proveer cuidado efectivo y seguro durante la pandemia de influenza o en eventos similares, optimizar los recursos y mitigar los problemas de desabasto con la intención de proveer capacidad de atención máxima para pacientes pediátricos que acudan a los departamentos de urgencias en busca de atención. El utilizar todas las posibles amenazas para desarrollar planes para epidemia y pandemia asociados a infecciones respiratorias está basado en el concepto de que la mayoría de las funciones de respuesta durante un desastre son comunes para todos los tipos de desastres y el contar con planes unificados provee de bases más solidas para un respuesta efectiva. Los componentes esenciales de un plan comprensible deben incluir lo siguiente 1) screening, vigilancia y seguimiento de individuos expuestos 2) acceso controlado a unidades hospitalarias 3) estrategas de prevención (aislamiento, uso de equipos de protección personal, vacunación, profilaxis antiviral, modificación de los controles ambientales (ejem. Delimitar área de pacientes infectados y no infectados); 4) criterios de admisión específicos de la enfermedad, tratamiento y algoritmos de triage; y 5) permitir la continuidad de las actividades hospitalarias limitadas. En las unidades de salud los pacientes con síntomas de influenza o enfermedad relacionado a influenza (ILI) deben ser aislados de los pacientes no infectados por influenza lo más rápido posible, especialmente en el área de triage. Si las condiciones lo permiten se debe considerar contar con dos staffs uno para atención de pacientes con influenza y otro para pacientes con problemas respiratorios no asociados a influenza. Las áreas destinadas para triage de igual manera deben encontrarse separadas físicamente contando con zonas de atención para espera y examen físico de pacientes con enfermedad similar a influenza (ILI) especificas para evitar la exposición. Además entradas y salidas separadas para aquellos que puedan haber estado expuestos a ILI de aquellos que necesitan otro tipo de cuidado clínico. Políticas para admisión, indicaciones para toma de pruebas de diagnósticas y algoritmos de tratamiento deben ser creados para determinar si un paciente necesita ser admitido al hospital o si la atención en otro medio hospitalario es apropiada, si los estándares de cuidado se han utilizado. De ser posible los protocolos de triage hospitalario para triage telefónico pueden ayudar a la educación de los pacientes y familiares y proveer ayuda en el manejo de enfermedades que no requieran ser evaluadas en el medio hospitalario o en los departamentos de urgencias. Los algoritmos de diagnostico y tratamiento utilizados en el Children’s Hospital de Colorado pueden ser encontrados en el apéndice de este modulo. CARACTERISTICAS ESPECÍFICAS DE PAISES EN DESARROLLO Muchos factores pueden estar involucrados en las altas tasas de mortalidad pandemicas en países en desarrollo. Estos incluyen la falta de acceso a adecuados servicios de atención medica, pobre infraestructura hospitalaria, factores sociales tales como condiciones habitacionales o densidad poblacional; factores del huésped como el estado nutricional o enfermedad de base. Intervenciones primordiales para el control o mitigación de los efectos de la pandemia de influenza incluyen intervenciones farmacológicas tales como vacunas y agentes antivirales e intervenciones no farmacológicas como cuarentena, aislamiento e higiene personal. Los agentes antivirales son particularmente útiles en etapas tempranas de la pandemia cuando existe poco tiempo después de la vacunación. El almacenamiento de inhibidores de neuroaminidasas es parte de los planes de preparación para la pandemia en la mayoría de los países industrializados sin embargo este tipo de práctica en países en desarrollo es pequeña y limitada. La mayor limitante para esta práctica es su alto costo y destinar recursos para almacenar cantidades suficientes de oseltamivir para una pandemia por influenza impredecible. Debido a que un limitado número de vacunas estará inicialmente disponible, particularmente en las primeras etapas de la pandemia la mayoría de ellas serán distribuidas en países industrializados, los países en desarrollo deberán enfocarse inicialmente a intervenciones no farmacológicas. El mantener un balance entre las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas es necesario para lograr el uso óptimo de los recursos limitados. Durante la influenza pandemica, se necesitan recursos médicos adicionales tales como guantes, cubrebocas, jeringas, antipiréticos y antimicrobianos. Estos suplementos serán insuficientes en los hospitales de países en desarrollo incluso en momentos en los cuales no haya situaciones de emergencia. La falta de estos suministros puede dificultar la prestación de servicios médicos adecuados a pacientes con influenza pandemica. La protección personal básica como son guantes desechables y cubrebocas de grado quirúrgico serán necesarios para proveer de ellos a los trabajadores de salud. Los agentes antimicrobianos se espera que sean efectivos para el tratamiento de neumonías bacterianas asociales, las cuales pueden ser la principal causa de muerte entre los pacientes con influenza pandemica. El proveer de servicios médicos adecuados durante el tiempo de pandemia es esencial para reducir las consecuencias de salud asociadas a la pandemia incluyendo la muerte. Debido a que la posibilidad de implementar medidas farmacológicas iniciales en países en desarrollos es poco probable las medidas no farmacológicas tales como el aislamiento e higiene personal pueden ser la única intervención inicial disponible. Equipos médicos esenciales tales como mascarillas, guantes y agentes antimicrobianos estarán disponibles en clínicas y hospitales. El almacenamiento de estos suministros médicos puede representar mayor costo-efectividad en países en desarrollo que almacenar agentes antivirales lo cuales son más caros. El personal de salud debe ser entrenado en medidas de control de infección, especialmente lavado de manos y en el uso de equipos de protección personal. El objetivo primordial es mantener tanto al personal de salud y a los sistemas de salud necesarios para minimizar el impacto de la pandemia. Los manuales de PAHO sobre Influenza Pandemica A (H1N1) 2009 describen la planificación, prevención de infecciones y control, estratégicas no farmacológicas, el diagnostico IMCI y los protocolos de manejo y tratamiento tanto en español, inglés, portugués francés y se encuentran disponibles en http://new.paho.org/hq/index.pho?option=com_content&task=view&id=2914&Itemid=1084& lang=en. LECCIONES APRENDIDAS DE LA PANDEMIA H1N1 2009-2010 Los Organización Mundial de la Salud (WHO) planea fortalecer la vigilancia de casos de influenza y la notificación temprana a los sistemas de salud, fomentar en los países la capacidad para hacer frente a una pandemia y coordinar a nivel mundial actividades de investigación científica y desarrollo de actividades científicas. La presencia de la nueva cepa de influenza Pandemica A (H1N1) confirma la necesidad de contar con planes estratégicos para manejo de pandemias que se enfoquen tanto en estrategias de tipo no farmacológico (aislamiento, control de infecciones y cuarentena) y planes farmacológicos (uso de drogas antivirales para tratamiento y profilaxis y el uso de vacunas de influenza) para mitigar el efecto de la pandemia. La importancia de diseñar planes para incrementar la capacidad de respuesta permite la asignación temprana de los recursos de salud entre los que se incluyen la provisión de suministros básicos a los servicios de salud y el asignar funciones especificas de respuesta de cada institución. Las actividades para prevención y control de la infección son críticas para proteger a los trabajadores de salud y prevenir la diseminación de influenza nosocomial. Además es esencial contar con mejores métodos de detección para virus de influenza incluyendo la creación, fortalecimiento y ampliación de laboratorios con capacidad para la detección de virus de influenza en todos los países independiente de su ingreso económico (bajo, medio y alto) através de redes internacionales de colaboración para la transferencia de tecnología y fomentar esfuerzos de colaboración y fomento de tecnología. Las intervenciones farmacológicas incluyen el uso de drogas antivirales e intervenciones medicas tales como el uso de antimicrobianos para el tratamiento de neumonías bacterianas asociados con el uso de soporte médico tal como es la administración de oxigeno, drogas antiinflamatorias y antipiréticos; medidas que han demostrados ser componentes críticos del total de actividades de respuesta realizadas durante la pandemia de influenza. Finalmente todos los países deben desarrollar planes estratégicos para vacunación de influenza e uso de antivirales, independientemente de la falta de disponibilidad de vacunas de influenza pandemica o del adecuado suministro de medicamentos antivirales. APENDICE ALGORITMO PARA DIAGNOSTICO INFLUENZA El virus de influenza A H1 (porcina) es susceptible a oseltamivir (Tamiflu) y es la única cepa circulante en Colorado. Las recomendaciones deben cambiar asi cuando las cepas cambien en la comunidad. Para mayor información consulte “Planettch/Quicklinks/Influenza info” PACIENTE ACUDE A URGENCIAS/ AMBULATORIO SIGNOS Y SINTOMAS DE INFLUENZA 1. Ingreso y aislamiento estricto MANEJO DE GOTAS 2. Proporcione formato de información que recomienda la notificación a contactos de alto riesgo Requiere hospitalización No requiere hospitalización Alto riesgo* Prueba Rapida** + PCR Tratamiento presuntivo (aun cuando los síntomas duren > 48 hrs) hasta resultado de pruebas negativos. Use Oseltamivir o Zanamivir cuando la prevalencia de la influenza estacional sea baja (Ver tablas) Inmunoensayo + PCR Bajo riesgo Prueba no recomendada No se recomienda tratamiento Alto riesgo* recomendación por la CDC= menores 2 años (CDC incluye niños entre 2 a 5 años, pero muchos expertos piensan que esa recomendación es excesiva; niños con cualquiera de la siguientes condiciones clínicas: enfermedad pulmonar crónica (incluye asma) cardiovascular (excepto hipertensión) enfermedad renal, hematológicas (incluyendo enfermedad de células falciformes), enfermedades neurológicas, neuromusculares o metabolicas (incluida diabetes mellitus); inmunocomprometicos incluyendo la causada por medicamentos o por VIH; mujeres embaradas, personas que reciben terapia con aspirinas por tiempo prolongado residentes de albergues o asilos o niños con síntomas de enfermedad grave. ** Aspirado Nasofaringe: Realice medidas para manejo de gotas + mascarillas N95 y protección ocular. Obtenga una buena muestra – la calidad de los resultados es directamente proporcional a la cantidad del espécimen: La sensibilidad del inmunoensayo por si solo = 70% Nota para los médicos solicitantes: Debido al numero incrementado de muestras el laboratorio de microbiología únicamente llamara a los médicos cuyas resultados de influenza sean positivos. Es responsabilidad directa del medico tratante el seguimiento del resto de las muestras solicitadas. Las recomendaciones deberán cambiar cuando influenza estacional o VSR se encuentre presente en la comunidad. TRATAMIENTO ANTIVIRALES