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Neuraltherapeutisches Wundmanagement Komplementäre und Integrative Medizin, Volume 49, Issue 8, 1 August 2008, Pages 34-38 Imke Plischko Acelerar la cicatrización de heridas, con reducción del dolor y menos complicaciones. Dra. Imke Plischko Maximilianstr. 47 80538 München imke@plischko.com Terapia Neural Tratamiento de Heridas El desarrollo de la estadística médica actual nos obliga a los médicos a comprometernos más, y a hacer frente a las heridas crónicas, incluyendo un grupo de pacientes en aumento, que son los de más de 60 años de edad que presentan enfermedades típicas de esa edad como las úlceras y las úlceras por decúbito. La Terapia Neural es una forma de terapia eficaz, fácil y económica para el tratamiento de las lesiones crónicas y agudas. Para el tratamiento de heridas también hay un costo asociado. Son no sólo un problema para los afectados y familiares, sino también un gran problema económico para la seguridad social y por lo tanto un tema importante para el futuro. Las empresas de seguro reportaban (en Alemania) para 1993 2,4 millones de días de incapacidad para el trabajo y 1,6 millones de días de hospitalización solamente como resultado de las úlceras venosas en las piernas! Por eso cobran importancia las políticas médicas y de seguridad social en la Profilaxis y el tratamiento de lesiones crónicas y agudas. La Piel La piel se compone de tres capas principales: la epidermis (capa exterior), el corion (Dermis) y el tejido subcutáneo (Hipodermis). La mayoría de las células epiteliales componen la epidermis, que es avascular y relativamente delgada, cada 15-30 días es eliminada y renovada. Entre la epidermis y la dermis existe la membrana basal que proporciona el intercambio de fluidos y enlaces estructurales del epitelio con la dermis. En el colágeno de la dermis existente hay tejido conjuntivo, el cual contiene las glándulas sudoríparas, las glándulas sebáceas y los folículos pilosos. La rica red vascular y tejido nervioso de la dermis suministra oxígeno y nutrientes a la epidermis, por medio de la membrana basal. El tejido subcutáneo (hipodermis) se compone de tejido conectivo y tejido graso. Este posee una mala vascularización, y permanece debajo de la dermis (Fig. 1). Tipo de lesiones Lesión parcial. Las lesiones en la piel pueden abarcar la capa epidérmica o hasta la dermis. Su curación sucede principalmente por epitelización desde el borde de la herida y reparación de las de las células epiteliales de los folículos pilosos remanentes y las glándulas remanentes. Lesión completa de piel. Afecta toda la piel desde la dermis hasta el tejido subcutáneo, el tejido graso y los músculos, incluso pueden resultar afectados los tendones o los huesos. En la curación siempre se genera una cicatriz por medio de la granulación y epitelización desde el borde de la herida. Etiología de la herida Etiológicamente hay varias causas para una herida, ya sea por una acción violenta externa o por enfermedad, tales como en la angiopatía diabética, neuropatía, arteriosclerosis. Las heridas crónicas son por lo general en efecto un problema de salud de base, las heridas agudas se consiguen con frecuencia en personas sanas. El mecanismo de la formación de las heridas está relacionado con la mecánica de generación: Violencia (pinchazo, herida de bala, corte, punción, abrasión, mordida), lesiones por temperatura (quemaduras, escaldadura, congelación, descargas eléctricas) y daño tisular por agentes químicos ácidos y bases. Cierre de la herida Determinante para el proceso de curación, es el cierre de la herida en relación al grado de pérdida de tejido o eventualmente una infección presente. Una herida limpia con bordes no abiertos podrá generar una rápida cicatrización primaria, generando un rápido cierre de la herida con un mínimo de tejido cicatrizal. Por ejemplo, no es igual una incisión quirúrgica sana o una herida por lesión (por intención primaria), que una cicatrización (por intención secundaria), que cierran cuando existe un tejido defectuoso o infectado y cierra con la formación de cicatrices fibrosas. Cicatrización de heridas El objetivo de la cicatrización es una com- Imke Plischko Inflamación Proliferación Figura 1: Corte de las capas de la piel pleta restauración funcional y estética de la zona (restitutio ad integrum), dependiendo del daño original se obtendrán diferentes resultados. Dependiendo de cada autor pueden diferenciarse de tres a cinco fases solapadas de cicatrización de las heridas (Fig. 2). La fase de latencia se caracteriza por la formación de coágulos, la vasoconstricción, la hemostasia y la fagocitosis para neutralizar las bacterias. En la fase de exhudación (también inflamación o infección) la herida genera secreciones para limpiar de gérmenes y cuerpos extraños. El fijado o cerrado de los bordes de la herida se hace a través de la formación de fibrina. Parte del exhudado seroso son células inflamatorias. Los monocitos maduran a macrófagos, que j unto con los fibroblastos afrontan la reparación primaria estructural del tejido defectuoso de la herida. La defensa inmunológica se desarrolla a nivel celular y humoral. El eritema y el edema son los signos clíni- Figura 3: Antes del cierre, rotación de colgajo Fibroblastos Estabilidad Intensidad Mediadores inflamatorios Regneración Días Figura 2: Fases de la cicatrización de heridas cos del límite de la herida y la inflamación. La fase de proliferación o de granulación es el surgimiento de tejido conectivo nuevo que rellena la herida. La vascularización aumenta con el crecimiento de vasos capilares. La fase de granulación permanece, dependiendo de la fuente de nutrientes, desde el cuarto al decimosegundo día, la maduración de las fibras de colágeno comienza alrededor del octavo día. La fase final es la fase de regeneración, comienza en la segunda semana y dura varias semanas. Su característica principal es la epitelización de la herida. Una contracción del tejido granuloso cierra la herida. El tejido de granulación forma cada vez más fibras de colágeno. El tejido cicatrizal no contiene fibras elásticas, lo que hace al tejido cicatrizal un tejido de capacidad funcional limitado. Durante la fase de maduración dismi- Figura 4: Cierre de la cicatriz nuye el estrés mecánico del tejido cicatrizal, el contenido de agua del tejido disminuye, la cicatriz se encoge, el aporte vascular se limita. La maduración de una cicatriz toma entre uno a dos años en promedio, y alcanza sólo el 80% de la resistencia original que el tejido poseía. El objetivo de la terapia de la herida: Atención óptima de la herida La atención óptima en la gestión de manejo de una herida además de la hemostasia es la reducción del dolor. Factores que influyen en la buena curación de una herida, deben ser la limpieza, la cubierta aséptica para proteger la herida e inmovilizar para la prevención de infecciones. Factores sistémicos y factores locales, como la microcirculación (Fumadores!), el estado nutricional, e inmunológico del Figura 5: Quemadura química. Ej. tratamiento tópico Komplementäre und Integrative Medizin, Volume 49, Issue 8, 1 August 2008 Traducción fines didácticos. Biotecnoquímica Medicamentos Natruales C.A. Venezuela 2010 Figura 6: Infiltración de una cicatriz queloidea paciente, inmunosupresión inducida por fármacos, diabetes y similares influencian el proceso de curación. Para ello será necesario mejorar dentro de lo posible las condiciones sistémicas del paciente y las condiciones locales. También buscando minimizar los costos se debe, por ejemplo, tomar acciones profilácticas como la terapia con antibióticos, no sólo por el desarrollo de la resistencia sino también por razones de controlar el rechazo de los gastos (por parte de los seguros). Los disturbios cicatrízales se pueden dividir en agudos y crónicos, así como asépticos (Queloides, úlcera atrófica, cicatriz hipertrófica, hematoma, necrosis de bordes, dehiscencia) y sépticos (pirogénicos, abscesos, heridas anaeróbica y tóxicas, fístula, ulcus infectado, etc.). La sintomatología puede confirmarse por lo general con una evaluación clínica. Terapia Neural en heridas recientes Además de la terapia convencional con ungüentos, enjuagues, antibióticos y sustancias para la limpieza y el retiro de detritos, usamos la Terapia Neural en la herida fresca como tratamiento simple y económico, con buenos resultados observados. Se infiltran todas las capas incluso durante la cirugía (Fig. 3) e inmediatamente después de cerrar la herida (Fig. 4) infiltrando generosamente con procaína al 1%. En lesiones superficiales se usa a veces la aplicación tópica de procaína al 1% en forma de compresas embebidas (por ejemplo, quemaduras superficiales, quemaduras, abrasiones y excoriaciones), o pomada de procaína al 20% (quemadura solar). La Figura 5 muestra un ejemplo de una quemadura por base fuerte que consigue la curación Figura 7: Granulación de úlcera crónica indicando los sitios de inyección Figura 8 : Úlcera por presión, con señalización de los sitios de la inyección rápida con una aplicación tópica de procaína al 1%. Además se logra una reducción muy rápida de dolor. En las citas de control también se aplican inyecciones intradérmicas y profundas de procaína al 1%. Para heridas leves es suficiente este régimen para la recuperación total. Si se sospecha de un trastorno de la cicatrización de las heridas debe considerarse incluir en el tratamiento a las arterias aferentes y estructuras por encima de la herida, como por ejemplo el ganglio estrellado o lumbar simpático. Al lograr la simpáticolisis, aumenta la perfusión, de ello se deriva como consecuencia, entre otras cosas, un mejor suministro de oxígeno y micro-nutrientes, así como una mejor eliminación de mediadores inflamatorios. fiere que en las cicatrices hay situaciones como “Todavía activa” (por ejemplo, picor, tensión o tiramiento, eritema). En estos casos se infiltra la totalidad de las cicatrices por vía intradérmica y en todas las capas de la lesión original. (Fig. 6). Terapia Neural en cicatrices antiguas. En Terapia Neural se infiltran con procaína todas las cicatrices, en todas las capas y en el segmento respectivo, incluso en cicatrices discretas. Es más, en el contexto de un diagnóstico de campos de interferencia o sospecha de campos de interferencia todas las cicatrices son tratadas con fines terapéuticos. Úlceras crónicas El tratamiento de las úlceras crónicas presenta un desafío especial par el médico tratante. Con ayuda de la Terapia Neural el tratamiento es posible, interrumpiendo el círculo vicioso de la perfusión, inflamación, dolor y limitación del movimiento. El 60% de las úlceras del pie diabético son causadas por polineuropatía, y el 30% por enfermedad oclusiva arterial periférica y el 10% por la combinación de varios factores. En la mayoría de los casos una úlcera diabética fue desencadenada por traumatismos previos. La úlcera venosa (ulcus cruris venosum) la padecen en Alemania entre 1 y 5,3 millones de pacientes con enfermedad venosa avanzada (Fig. 7). La úlcera por decúbito es causada sobre todo por presión en las prominencias óseas, por ejemplo, talón o trocánter Cicatrices hipertróficas y queloides El tratamiento habitual y no siempre exitoso de cicatrices hipertróficas y queloides son el vendaje de compresión, relleno con silicón e inyección de cortisona. Con Terapia Neural podemos dar tratamiento con sorprendente éxito en estos casos, igual si el paciente re- Figura 9: Aplicación tópica de Procaína 1% en zona luego de Dermoabrasión Imke Plischko principales (Fig. 8). Las heridas tienden a complicarse frecuentemente en pacientes post operados, inmunosuprimidos, con diabetes mellitus, que sufren tumores, que poseen problemas vasculares o después del trasplante de órganos. También se presentan problemas de curación de cicatrices postoperatorias cuando hay hematoma, seroma y tejido desvitalizado. La Figura 9 muestra una herida después de la dermoabrasión. Incluso para esta lesión postoperatoria la aplicación de procaína al 1% tópica a menudo conlleva a una aceleración de la cicatrización, además de un efecto analgésico. Terapia Neural, esquema de tratamiento de las heridas Todas las heridas y cicatrices descritas independientemente de la etiología y la situación son tratadas con el mismo esquema de terapia neural: • Inyección i.v. • Inyección intradérmica de procaína e infiltración de todas las capas de la herida o la cicatriz. • La aplicación tópica en forma de embebido con una compresa con procaína. • Eventualmente la inyección de las arterias aferentes e “inundación” de las estructuras como por ejemplo el ganglio estrellado o troncal simpático lumbar. • Infiltración de la base de la herida (En estos casos debido al dolor que puede originarse hay que decidirlo con el paciente; por ejemplo, una úlcera con dificultades de curación). • Para las heridas resistentes al tratamiento y los queloides el tratamiento debe comprender la exploración de campos de interferencia. Resultado de la Terapia Neural. Cuidado de las Heridas Con la Terapia Neural, de bajo costo y fácil aplicación, la mayoría de las heridas mejoran junto con sus síntomas asociados. Esto se logra con el estímulo en el lugar correcto, pero las diferentes acciones farmacológicas de la procaína (sympaticolítico, vaosdilatador, endoanestésico, antihistamínico, antiinflamatorio, inmunomodulador) contribuyen para la mejoría de varios de los síntomas que acompañan a la herida aguda o crónica. Así que a menudo experimentamos una sorprendente reducción en el dolor y por lo tanto un profundo agradecimiento de los pacientes. Resultado de una mejor nutrición debido a la mejoría de la perfusión tisular hacia todas las estructuras en el borde de la herida, la superficie y el tejido de la herida en profundidad, se produce una acelerada cicatrización de las heridas. En primer lugar, directamente por los efectos antimicrobianos y el efecto anti-inflamatorio de la Procaína y luego por el estímulo al transporte de los mediadores inflamatorios, se consigue una profilaxis o reducción de la infección, y por ende menos complicaciones o disturbios cicatrízales. Pero queloides o cicatrices hipertróficas que han existido por años, y representan no sólo un problema estético sino funcional, pueden ser tratadas con infiltración de procaína con la consiguiente mejora evidente en el aspecto estructural, funcional y estético. Además con la Terapia Neural, no sólo se hace el tratamiento de las heridas agudas y crónicas locales, sino también se reduce el efecto de la generación potencial de un campo de interferencia. La atención con terapia Neural en el manejo de cicatrices agudas y crónicas tiene un aspecto económico, por ser una terapia barata tiene significación para la demoscopía (estadística médica), entendiendo que el aumento y número de las heridas crónicas es de interés para todos los involucrados. Por otro lado la terapia neural ayuda a los pacientes a tener un menor riesgo de recidivadas, reducción del dolor, aceleración de la cicatrización de heridas y menor número de complicaciones! Huneke, 14. Aufl . Heidelberg: Haug 1995 [8] Eberhardt S, Heinemann A, Kulp W et al. Dekubitusprophylaxe und -therapie, 1. Aufl . Köln: Deutsche Agentur für Health Technology Assessment des Deutschen Instituts für Medizinische Dokumentation und Information 2005 [9] Fischer L. Neuraltherapie nach Huneke Grundlagen, Technik, praktische Anwendungen, 2. Aufl . Stuttgart: Hippokrates 2001 [10] Hahn-Godeffroy JD. Wirkungen und Nebenwirkungen von Procain: was ist gesichert? 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