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Copyright © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ 2013 Tema 12 España en los siglos XVI y XVII Rafael Montes Gutiérrez 1 PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA www.rafaelmontes.net Copyright © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ 2013 TEMA 12: España en los siglos XVI y XVII EL IMPERIO DE CARLOS V (1516-1556) Carlos heredó de sus abuelos: los Países Bajos y el Franco Condado (María de Borgoña), Castilla y América (de Isabel), la Corona de Aragón-Cataluña que incluía Sicilia, Cerdeña, Nápoles y las plazas del norte de África (de Fernando), Austria, Tirol y parte del sur de Alemania con los derechos de emperador (de Maximiliano) convirtiéndose en emperador alemán en 1519. Su política interior estuvo marcada por la revuelta comunera y las revueltas de las germanías. La guerra de las Comunidades (1520-21) se inició al ser asesinado el procurador a Cortes Rodrigo de Tordesillas por haber traicionado los intereses de la ciudad en las últimas cortes en las que se aprobó el servicio para Carlos con cuyo dinero compró a los electores para que le nombraran Emperador Alemán. Adriano de Utrecht respondió con energía y las tropas imperiales derrotaron a los comuneros en Villalar (1521), sus líderes Juan Bravo, Juan Padilla y Maldonado fueron ejecutados. La revuelta de las Germanías de Valencia (1519-22) fue producto del enfrentamiento en la ciudad entre menestrales y nobleza, los disturbios se extendieron por el reino, la llegada de las tropas reales acabaron con los conflictos en medio de una terrible represión. Semejante situación ofrece el problema de las Germanías de Mallorca (1520-23), donde germanías de menestrales y foráneos asaltaron la ciudad de Palma tomando por la fuerza el Castillo de Bellver y matando a sus caballeros, la flota real intentó negociar, los agermanados se negaron y la ciudad de Palma fue tomada a la fuerza por las tropas imperiales. Su política exterior se basaba en la doctrina Universitas Cristiana, concepto medieval que unía al Papa y al Emperador en un intento de unir a toda la cristiandad. Guerras contra Francia: las causas de las cinco guerras que hubo contra Francia fueron una enemistad personal entre Carlos I y Francisco I, Borgoña era un territorio sobre el que tenía derechos Carlos, mientras que sobre Navarra tenía derechos Francisco, pero la verdadera manzana de la discordia era Italia, y en particular Milán ocupada por Francia en 1499, las victorias españolas en Bicoca y Pavía (1525), permitieron que Milán pasara a España. Conflicto contra el Imperio Turco: Solyman el Magnífico desarrolló una política muy agresiva contra occidente, por tierra tomó Belgrado y venció en Mohacz, poniendo sitio a Viena en 1529 cuyo cerco fue levantado por las tropas imperiales de Carlos V. En el Mediterráneo un pirata tunecino berberisco llamado Barbarroja se declaró vasallo del sultán turco, aprovechando su apoyo luchó por controlar el Mediterráneo Occidental y reconquistar las plazas del norte de África ocupadas por los Reyes Católicos. Guerras de Religión en Alemania: En 1530 Carlos V convocó la Dieta de Augsburgo para evitar la escisión religiosa iniciada por la expansión del luteranismo mediante un concilio, no se llegó a un acuerdo y se publicó un decreto en el que se restablecía el Edicto de 2 PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA www.rafaelmontes.net Copyright © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ 2013 Worms condenando el luteranismo, la respuesta luterana fue la formación de la Liga Esmalcalda, derrotada por Carlos en Mühlberg (1547). Sin embargo, en la Dieta de Augsburgo (1547-48) no se pudo sacar ventajas a tal victoria por las discrepancias entre el Papado y el Imperio, con lo cual al morir Carlos el problema alemán era aún mayor. Cansado de luchar Carlos abdicó en 1556, y se retiró al monasterio de Yuste donde falleció en 1558. LA MONARQUÍA UNIVERSAL DE FELIPE II (1556-1598) Felipe heredó todas las posesiones de su padre excepto los dominios alemanes que pasaron a Fernando, hermano de Carlos I, añadió al patrimonio de los Austrias, Portugal y más territorios americanos. Era hijo de Carlos V e Isabel de Portugal, se casó con María de Portugal, María Tudor e Isabel de Valois. Su política interior se vio agitada por la Revuelta aragonesa y por la sublevación morisca de las Alpujarras. La Revuelta de Aragón (1590) fue causada por Antonio Pérez, secretario de Felipe II acusado del asesinato de Escobedo, huido de la cárcel se refugió en Aragón donde intentó movilizar a la nobleza contra el rey, la entrada de los tercios eliminaron toda tentativa de lucha armada, Antonio Pérez huyó y pasó el resto de su vida escribiendo críticas contra Felipe II que nutrieron su leyenda negra. La Revuelta de las Alpujarras (1568-70) fue protagonizada por los moriscos, musulmanes obligados a convertirse al cristianismo que seguían 3 PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA www.rafaelmontes.net Copyright © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ 2013 practicando su religión, estalló en la Navidad de 1568 y estaba acaudillada por Fernando de Valor, que tomó el nombre de Aben Humeya. Juan de Austria se encargó de pacificar la región, terminando esta labor en 1570. El fracaso de la Universitas Cristiana le obligó a cambiar de doctrina como elemento justificador de su política exterior, y se convirtió en el defensor del catolicismo. Las líneas de actuación fueron: detención del avance turco en Lepanto (1571), una victoria naval de Juan de Austria que dirigía la armada de la Liga Santa (Papado, Venecia y España), con ella se puso fin a la amenaza turca en el Mediterráneo Occidental; lucha constante desde 1566 contra los independentistas de los Países Bajos donde se mezclaban conflictos políticos y religiosos, Felipe II envió al duque de Alba que derrotó a Luis de Nassau y Guillermo de Orange, líder de los sublevados, en 1572 los calvinistas fueron reforzados en el extranjero, Juan de Austria y Alejandro Farnesio intentaron recuperar los territorios del norte sin éxito, en 1592 Felipe II cedió la soberanía de los Países Bajos al archiduque Alberto y a su hija Isabel Clara Eugenia; conflicto con Inglaterra desde 1584 por antagonismos políticos y económicos (Isabel de Inglaterra apoyaba descaradamente a los piratas Drake y Hawkins), este enfrentamiento incluye el desastre de la Armada Invencible (1588); Tras la firma de la Paz de Cateau-Cambresis (1559) con la que finalizaba la sexta guerra contra Francia, tras la victoria de las tropas españolas en San Quintín (1557), tuvo lugar una intervención permanente en las guerras de religión francesas, que terminaron con la declaración de guerra de Enrique IV tras subir al trono en 1594, conflicto que termina en 1598 en el tratado de Vervins; la anexión de Portugal se realizó tras la muerte en 1578 del rey Sebastián en la suicida campaña de Alcazarquivir, en las Cortes de Thomar de 1581 Felipe II es nombrado rey de Portugal. 4 PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA www.rafaelmontes.net Copyright © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ 2013 LA PAX HISPÁNICA DE FELIPE III (1598-1621) Felipe III, El Piadoso, era hijo de Felipe II y Ana de Austria. Fue un monarca de carácter indolente, nada más acceder al trono tomó una decisión sin precedentes, delegar el poder en un ministro principal llamado valido. El hombre elegido fue Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, marqués de Denia, al que se le otorgó el título de Duque de Lerma, en 1618 fue sustituido por el Duque de Uceda. Cuatro acontecimientos jalonaron la política interior del gobierno del Duque de Lerma: el traslado de la capital del estado a Valladolid, con el fin de estar más cerca de Lerma; la creación en 1603 de una Junta de Desempeño, al objeto de estudiar soluciones para el gran endeudamiento de la Hacienda; la nueva suspensión de pagos de 1608; y la expulsión de los moriscos del 9 de abril de 1609. Su política exterior fue denominada Pax Hispánica que se consiguió al poner fin a las hostilidades con Inglaterra y las Provincias Unidas. El ascenso al trono en Inglaterra del escocés Jacobo I Estuardo posibilitó la firma de la paz de Londres en 1604. En cuanto al problema de los Países Bajos no fue tan fácil de solucionar, los enormes gastos bélicos obligaron a un cese de las hostilidades, se firmó la Tregua de Amberes (1609) que duró un período de doce años. LA CRISIS MILITAR E INTERNA DE FELIPE IV (1621-1665) Felipe IV, El Rey Planeta, era hijo de Felipe III y su prima segunda Margarita de Austria. Al acceder al trono eligió a don Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares, como sustituto del duque de Uceda en el validamiento. A Olivares le interesaba más el gobierno que el Patronazgo, creó Juntas con objetivos concretos, especialmente conseguir o administrar dinero. Una de ellas era la Junta Grande de Reformación que tenía dos ideas centrales: el establecimiento de un sistema bancario nacional; y la abolición de los millones. Otra era la Junta de Estado, que tenía funciones similares al Consejo de Estado. Tras la caída de Olivares en 1643 Felipe IV tomó las riendas del gobierno, aunque en 1661 ya se perfilaba a Don Luis Méndez de Haro como nuevo valido ante la acumulación de cargos políticos en su persona. La política interior de Olivares se basaba en una serie de reformas internas, encaminadas a conseguir la perpetuación de España como gran potencia, el proyecto se materializó en 1625 en la denominada Unión de Armas, que de forma inmediata exigía formar un ejército de reservistas de 140.000 hombres, reclutado y sufragado por las distintas provincias en porcentajes distintos. El conde duque tuvo que enfrentarse a tres problemas derivados de la Unión de Armas, los movimientos secesionistas de Cataluña y Portugal y las conspiraciones andaluzas. El movimiento secesionista de Cataluña tuvo su origen en el estallido de la guerra con Francia en 1635, Olivares intentó forzar la participación de tropas catalanas en el conflicto, la 5 PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA www.rafaelmontes.net Copyright © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ 2013 estancia de tropas españolas en el Principado invernando entre 1639-40 dio lugar a numerosos excesos por parte de los soldados en los pueblos obligados a darles alojamiento. La revuelta popular estalló en 1640, en los incidentes murió el virrey, el marqués de Santa Coloma, desencadenando la Guerra dels Segadors. En Cataluña se estableció una administración francesa con virreyes nombrados desde París, Lérida fue recuperada por Felipe IV, en esta ciudad, el propio monarca y en lengua catalana, juró defender sus constituciones, en 1653 Juan José de Austria recuperaba Barcelona. El movimiento secesionista de Portugal fue causado por la falta de representación de Portugal en la política de la monarquía hispánica, el levantamiento se organizó el 1 de diciembre de 1640 dirigido por Juan Pinto Ribeiro, mayordomo de los duques de Braganza. Vasconcellos fue depuesto y asesinado, siendo proclamado Juan IV como rey de Portugal. En la corte madrileña no salieron del estupor al conocer que se había perdido un reino entero en un solo día. Las conspiraciones andaluzas se realizaron en 1641 cuando el duque de Medina Sidonia hubo de retractarse ante Felipe IV de un intento de coronarse rey de Andalucía y de las Indias. En Nápoles (1647) y en Sicilia (1648), hubo otras revueltas provocadas por el descontento popular ante la grave crisis económico-social. Su política exterior estuvo definida por la Guerra de los Treinta Años (1618-48) en la que España intervino en 1621 con el duque de Uceda, este conflicto se inició con éxito (annus mirabilis de 1625), pero tras nuestro último triunfo europeo en Nordinglen (1634), los descalabros militares se sucedieron uno tras otro (Dunas 1639, Rocroi 1643) precipitando el fin del conflicto y la firma de la Paz de Westfalia en 1648 que puso fin a la hegemonía europea de los Habsburgo y estableció el reconocimiento de la independencia de Holanda. El conflicto hispano-francés se mantuvo hasta la derrota definitiva de España que se vio obligada a la firma de la Paz de los Pirineos de 1659, que supuso la pérdida del Rosellón y la Cerdaña. Ya sólo quedaba la guerra contra Portugal, se sucedieron las derrotas para España en Ameixial (1663) y Vila Viçosa, a la muerte de Felipe IV ya no quedaban voluntad ni recursos para recuperar Portugal, la viuda regente Mariana de Austria en 1668 reconoció su independencia. LA LIQUIDACIÓN DEL IMPERIO DE CARLOS II (1665-1700) Carlos II, El Hechizado, era hijo de Felipe IV y Mariana de Austria, heredó el trono en septiembre de 1665 con tan sólo 4 años de edad, enfermizo, raquítico y retrasado mental fue el último monarca de la dinastía Habsburgo en España. La política interior constituye un período jalonado por la crisis económica (alteraciones monetarias), crisis política (derrotas militares) y crisis social (pestes y hambrunas), a las que no pudieron hacer frente ni la regencia de Mariana de Austria hasta 1675, ni ninguno de sus validos como el padre Nithard (hasta 1669) y Valenzuela (hasta 1677), ni el breve gobierno de Juan José de Austria (1677-79). El 6 PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA www.rafaelmontes.net Copyright © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ 2013 periodo de mayor sensatez se desarrolló con los gobiernos de Medinaceli (1679-84) y el Conde de Oropesa (1684-91), tras ellos se inició el problema de la cuestión sucesoria y la influencia de Mariana de Neoburgo y su camarilla alemana. A la muerte de Carlos II (1 de noviembre de 1700), el enfrentamiento civil e internacional, la Guerra de Sucesión Española (1702-1714), dividió al país entre los partidarios de la dinastía austriaca y la borbónica. España tuvo que soportar a lo largo de estos años la política exterior expansiva de Luis XIV desarrollada a costa del imperio español. En la Guerra de Devolución (1667-68), la Triple Alianza entre Inglaterra, las Provincias Unidas y Suecia contra el rey Sol, llevó a Luis XIV a solicitar la paz, mediante la firma del Tratado de Aquisgrán de 1668 cedimos a Francia una serie de plazas estratégicas en los Países Bajos. Tras la invasión francesa de Holanda en 1672 se formó la Gran Alianza de La Haya de 1673 integrada por Inglaterra, Holanda, Austria y España contra Luis XIV de Francia. La guerra terminó con la Paz de Nimega de 1678 donde España se vio obligada a ceder el Franco Condado y otros territorios en los Países Bajos. En la corta guerra de 1684 contra Francia, que finaliza en la Paz de Ratisbona, perdimos Luxemburgo. Las nuevas anexiones de Luis XIV en los territorios próximos al Rin llevaron a la creación de Liga de Ausburgo entre España, Austria, el Duque se Saboya, Holanda e Inglaterra, la guerra que se extendió entre los años 1688-97, España salió de ella relativamente intacta, pues mediante la Paz de Ryswick de 1697 Luis XIV devolvió todos los territorios ocupados después de la Paz de Nimega. EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA Y SOCIEDAD Lynch en su obra Los Austrias nos describe una España a principios del siglo XVI como un paisaje vacío y poco cultivado debido a la escasa población. Pero ésta aumentó de forma significativa hasta 1600, pasando de 5,3 millones a 8 millones de habitantes. Superadas las guerras interiores y a pesar de las pérdidas de población de la primera colonización, fue un siglo expansivo demográficamente gracias a las grandes posibilidades económicas brindadas por la conquista de América y la expansión en Europa, sin embargo, a finales de siglo la crisis económica y social era ya patente. Castilla era la región de mayor densidad de población y casi el 80% de la población peninsular vivía en ella. La población total de la Corona de Aragón era superior al millón de habitantes. A lo largo del siglo XVII nuestra población pasó de de 8 a 7,5 millones de habitantes, las causas de este descenso fueron: las tres épocas de epidemias de peste (1597-1602, 1647-51, 1676-85); la emigración a América; la expulsión de los moriscos (1609-12), 300.000 moriscos abandonaron España lo que supuso un trastorno en la economía de Valencia y el Valle del Ebro, aunque se intentó repoblar estas regiones los campesinos no acudieron al ser tierras de señorío; la sobremortalidad bélica producida por las sucesivas guerras; un desajuste climático que se manifestó 7 PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA www.rafaelmontes.net Copyright © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ 2013 mediante sequías seguidas de tormentas torrenciales, que arruinó las cosechas y que provocó hambrunas que dejaron débil a la población y susceptible de padecer enfermedades. La estructura social de los siglos XVI y XVII se basaba principalmente en la propiedad de la tierra cuya mayor parte estaba en manos de los dos estamentos superiores, que eran la Nobleza y el Clero. En la cúspide de la pirámide social se situaba la nobleza: grandes magnates, alto clero, caballeros y patriciado urbano, representaban un 2% de la población y poseían el 96% de la tierra. Su poder económico era inexpugnable, acumulaban territorio reconquistado y realizaban rapiñas en tierras de realengo. El éxito fácil de la nobleza creó en la población castellana una mentalidad pro-aristocrática que marcará su perfil durante siglos. La clase media era escasa y débil. Existía una clase mercantil (Medina del Campo, comercio de Indias) pero el país estaba escasamente urbanizado y no había tradición en el mundo de los negocios. La clase obrera estaba compuesta por campesinos y artesanos, que trabajaban en condiciones miserables para sobrevivir. Carecían del estímulo de ascenso social, al no haber una clase media fuerte e identificable. Muchos hidalgos trabajaban la tierra o eran artesanos, lo que desmiente el mito del hidalgo ocioso, disfrutaban de exención de impuestos y tenían privilegios de orden penal, como no ser sometidos a tortura. LA ECONOMÍA En la España del siglo XVI encontramos tres centros económicos y comerciales: Sevilla con su hinterland americano, sede de la Casa de la Contratación, organismo controlado por el Estado que se encargaba del monopolio del comercio con América; Aragón y su hinterland Mediterráneo; El Norte peninsular y su hinterland en Flandes y Europa septentrional. La producción agrícola se benefició del aumento de la demanda interior y exterior, pero al ser campesinos sin recursos no mejoró su técnica, sólo la superficie cultivada. A nivel industrial destaca la producción textil en Segovia, Toledo y Cuenca, sin embargo, no disponía de tecnología adecuada ni de mano de obra especializada, los paños eran caros y de baja calidad, por lo que una ordenanza real permitió la importación de paños extranjeros que acabó con esta incipiente industria. Desde mediados del siglo XVI hasta principios del XVII, la economía española empezó a tener serios problemas como consecuencia del alza de los precios de los productos castellanos que no podían competir con los importados procedentes de Europa, este fenómeno es conocido como revolución de los precios. Hamilton considera que la principal causa del aumento de los precios era el aumento de la cantidad de plata en España procedente de América, Nadal y otros autores defienden que la plata al llegar a España se exportaba inmediatamente a Europa, y acusan a la incapacidad de la economía española por absorber el mercado americano. La mayor 8 PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA www.rafaelmontes.net Copyright © RAFAEL MONTES GUTIÉRREZ 2013 parte de los historiadores como P. Vilar y Lynch añaden a las causas anteriores el déficit crónico de las arcas del Estado. La política exterior de los Austrias produjo un desfase entre los ingresos y los gastos, a pesar de los ingentes tesoros americanos, hubo que recurrir a la subida de los impuestos que eran muy numerosos (tercias reales, el subsidio, el excusado, la cruzada, derechos de aduanas, el almojarifazgo, el montazgo, la alcabala, los millones o sisa, el servicio), y cuando estos se mostraron insuficientes se recurrió al endeudamiento (contratación de asientos y venta de juros), sin embargo, esto tampoco se mostró suficiente, cuando la Corona no podía pagar las deudas contraídas declaraba la bancarrota (1557, 1575, 1596, 1608 y 1627). Desde principios del siglo XVII la economía española se hunde en una profunda decadencia que afectaba a toda Europa. Estos son los factores que explican la crisis existente: la crisis demográfica; una pesada burocracia y ausencia de inversiones productivas; y las alteraciones monetarias (reduciendo su peso pero manteniendo su valor nominal, resellando las monedas para duplicar su valor nominal y emitiendo grandes cantidades de moneda de vellón). Al final del reinado de Carlos II se estableció una nueva política económica que se manifiesta mediante la creación en 1679 de la Junta de Comercio para estimular la industria española y evitar la invasión de productos extranjeros. Otra manifestación de la nueva política económica es el reajuste monetario de 1680-86, este proceso deflacionista, que a corto plazo fue muy difícil de superar, permitió que a partir de 1686 la economía comenzara a recuperarse. 9 PROFESOR DE GEOGRAFÍA E HISTORIA www.rafaelmontes.net