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DOCTORADO EN CIENCIAS: ÁREA BIOTECNOLOGÍA CONCENTRACIÓN DE REGULADORES DEL DESARROLLO VEGETAL INDUCIDA POR HONGOS ENDOMICORRÍZICOSEN DOS CULTIVARES DE CHILE (Capsicum annuum L.) 1 TESIS PARA OBTENER EL GRADO DE DOCTOR EN CIENCIAS, ÁREA BIOTECNOLOGÍA PRESENTA: FRANCISCO ROMÁN GARCÍA ASESOR INTERNO: DR JAVIER FARÍAS LARIOS ASESOR EXTERNO: DRA. MARIA PATRICIA YAHUACA MENDOZA COASESOR: DRA. MARÍA DEL ROCÍO FLORES BELLO COASESOR: DR. SERGIO AGUILAR ESPINOSA COASESOR: DR. JOSÉ GERARDO LÓPEZ AGUIRRE UNIVERSIDAD DE COLIMA FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓLGICAS Y AGROPECUARIAS OFICIO No. 188/2003 C. FRANCISCO ROMÁN GARCÍA EGRESADO DEL DOCTORADO EN CIENCIAS AREA: BIOTECNOLOGÍA PRESENTE. Con fundamento en el dictamen emitido por el jurado revisor del colegiado del área: de Biotecnología de esta Facultad a mi cargo, de su trabajo de tesis del Doctorado y en virtud de que efectuó las correcciones y acató las sugerencias que le habian indicado los integrantes del mismo, se le autoriza la impresión de la tesis Concentración de reguladores del desarrollo vegetal inducida por hongos endomicorrízicos en dos cultivares de chile (Capsicum annuum L.) “, misma que ha sido dirigida por los C.C. Dr. Javier Farias Larios, Profesor-Investigador de la Universidad de Colima y la Dra. María Patricia Yahuaca Mendoza de la Universidad Autónoma de Zacatecas. Este documento reunió todas las características apropiadas como requisito parcial para obtener el grado de Doctor en Ciencias, Area: Biotecnología y fue revisado en cuanto a forma y contenido por los C.C. Dra. María del Rocio Flores Bello, Dra. María de los Remedios Cigales Rivero, Dr. Javier Farías Larios, Dr. José Gerardo López Aguirre y el Dr. Sergio Aguilar Espinosa, Profesores-Investigadores de la Universidad de Colima. Sin otro particular de momento, me despido de usted muy cordialmente. ATENTAMENTE “ESTUDIA * LUCHA * TRABAJA” TECOMÁN, COL., A 29 DE ABRIL DEL 2003. C.C.P. EXPEDIENTE ACADEMICO DEL ALUMNO C.C:P. EXPEDIENTE CORRESPONDIENTE. C.C.P. ARCHIVO. RVMD/gng* * Of. No. 188/2003. Km 40 Autopista Colima-Manzanillo * Tecomán, Colima, México * C.P. 2 8 1 0 0 * fcba@tecoman.ucol.mx Tel. 01 (313) 322 94 05 0 Fxt. 52251 * Fax 52252 DEDICATORIAS A MI ESPOSA: MA. SOLEDAD SAUCEDO VENEGAS, por SU amor y por su calidad humana, así como por compartir como pareja y acompañar la formación de nuestros hijos, a comprenderlos, a guiarlos con sabiduría, con una disciplina positiva fundamentada en valores y amor, y a orientarlos con nuestro testimonio, para que asuman una libertad responsable. Por apoyarme en los proyectos por los que luchamos juntos. Por tener una familia enriquecida en su esencia, fortalecida en el valor, la grandiosidad y el enaltecimiento de cada miembro. A MIS HIJOS: FRANCISCO GERARDO y OCTAVIO ISRAEL, por acompañarme en mis viajes de trabajo, noches de desvelo, desánimos y transformarlos en momentos de alegría. Para que se motiven, preparen y desarrollen su talento, así como para que sean capaces de enfrentar con determinación, coraje y compromiso este nuevo siglo. A MIS PADRES: FRANCISCO ROMÁN AMAYA (+) y MA. AURORA GARCÍA CANALES, por motivarnos para luchar y aquilatar el amor por la vida, la libertad y la búsqueda de significado, que agigantan su esencia e impregnan los estudios para adquirir habilidades y dar sentido, visión, orientación y compromiso a nuestra existencia. A MIS HERMANOS: MANUEL, DELIA, RUBEN, ESTHER, ISMAEL, ROSALBA y OMAR ALEJANDRO, por mantener y cultivar en todos nosotros una profunda amistad sin intereses ni prejuicios. Por hablar y enfrentar los problemas o diferencias con bondad, inteligencia y tolerancia. Por su comprensión y solidaridad en la unión familiar. ... 111 AGRADECIMIENTOS A DIOS, por todo lo que me ha dado y porque nos enseña ‘que: “Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni va por el camino de los pecadores, ni hace causa común con los que se burlan de Dios, sino que pone su amor en la ley del Señor y en ella medita noche y día”. Ese hombre es como un árbol plantado a la orilla del río, que da fruto a su tiempo y jamás se marchitan sus hojas. iTodo lo que hace, le sale bien! (Salmo l:l-3) AL DR. JAVIER FARIAS LARIOS, por la asesoría y dirección del trabajo de tesis y por el apoyo brindado en mi estancia en la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Colima, pero sobre todo por su amistad brindada. A LA DRA. MARIA PATRICIA YAHUACA MENDOZA, por la dirección del trabajo de tesis y por el apoyo brindado en el Laboratorio de Farmacología de la Facultad de Medicina Humana y Ciencias de la Salud, dependiente de la Universidad Autónoma de Zacatecas. AL DR. MARÍA DEL ROCÍO recibidos del trabajo de tesis. . FLORES BELLO, por la coasesoría y consejos AL DR. SERGIO AGUILAR ESPINOSA, por la coasesoría y consejos recibidos del trabajo de tesis, así como por la atención brindada en la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de ia Universidad de Colima. DR. JOSÉ GERARDO LÓPEZ AGUIRRE, por la coasesoría y revisión del trabajo de tesis. DRA. MARIA DE LOS REMEDIOS CIGALES, por sus comentarios y sugerencias sobre el presente trabajo de tesis. MC. ARNOLDO MICHEL ROSALES, por sus comentarios y sugerencias sobre el presente trabajo de tesis, así como por su amistad brindada. ING. RODOLFO V. MORENTIN DELGADO, por su atención y confianza brindada durante los estudios de posgrado en la U. de C. DR. HECTOR ROMO MORENO, por su apoyo brindado en los estudios de Laboratorio de Cromatografía de la Unidad Académica de Ciencias Químicas de la UAZ y por los consejos recibidos. MC. JOSÉ HERNÁNDEZ MARTINÉZ, por sus aportaciones y sugerencias sobre el presente trabajo de tesis. Por ser un compañero de trabajo y un amigo. iv AGADECIMIENTOS INSTITUCIONALES AL COMITÉ FUNDADOR DE LA UNIVERSIDAD DE COLIMA Y DE LA FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y AGROPECUARIAS, Por darme la oportunidad de ‘_ estudiar el Doctorado en Ciencias, Área: Biotecnología. AL PROGRAMA DE PROMEP Y EN ESPECIAL AL C. RECTOR DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS. I.Q. ROGELIO CARDENAS. HERNÁNDEZ por el apoyo brindado a través del programa de formación de profesores por la beca otorgada y por las facilidades para realizar los estudios de posgrado. A LA UNIDAD ACADÉMICA DE AGRONOMÍA DE LA UAZ, a través del director DR. ARMANDO LEGASPI GUZMÁN, por su apoyo y confianza brindada para mi superación personal. v ABREVIATURAS ABA AIA AIB AIAId ARN CO2 cm cv g GA3 h HMA IPA kg/cm2 L M MA m mL/min m ME MI mm mg mg/kg mg/L mg/ml N nm pH ppm psi RCV rpm µ µL µg/mL Ácido abscísico Ácido indol-3-acético Ácido indolbutírico Ácido indol-3-acetaldehido Ácido ribonucléico Dióxido de carbono Centímetros Cultivar Gramo Ácido Giberélico Hora Hongo micorrizico arbuscular Ácido indolpiruvico Kilogramo por centimetro cuadrado Litro Modalidad Micorrízico arbuscular Metro Milimetro por minuto Mol por litro Micelio extramatrical Micelio interno Milimetro Miligramo Miligramo por kilogramo Miligramo por litro Miligramo por mililitro Normalidad Nanómetro Potencial hidrógeno Partes por millón Presión por pulgadas cuadradas Reguladores de crecimiento vegetal Revoluciones por minuto Micra Microlitro Microgramo por mililitro vi CONCENTRACIÓN DE REGULADORES DEL DESARROLLO VEGETAL INDUCIDA P0R HONGOS ENDOMICORRÍZICOS EN DOS CULTIVARES DE CHILE (Capsicum annuum L.) RESUMEN La contribución de los hongos micorrízicos arbusculares (HMA) en el incremento de la concentración de los reguladores de crecimiento vegetal en plantas de chile, en diferentes fenofases es desconocido. En este estudio se evaluó el efecto de la inoculación de Glomus sp. Zac-19, G. etunicatum, G. intraradices y plantas sin inocular, en los cultivares de chile mirasol y ancho, bajo condiciones de invernadero, sobre la producción de fruto fresco y la concentración de fitohormonas como ácido indolacético, ácido giberélico (GA3) y 6-amino purina. Se registró un 44% de colonización micorrízica en chile mirasol y un 42.4% en chile ancho, la cual tuvo un -efecto positivo en el crecimiento y desarrollo, expresado en una mayor altura, número de hojas, área foliar, peso fresco total y número de frutos. Se registró un incremento del 80 % en el rendimiento de frutos en las plantas inoculadas con respecto al testigo. Las concentraciones de ácido indolacético y ácido giberélico en meristemos apicales, fueron mayores en las plantas colonizadas por los hongos micorrízicos arbusculares (HMA) con respecto a las no inoculadas. La concentración de 6-amino purina en meristemos de raíz de plantas colonizadas por HMA mostró valores más altos. Estos resultados sugieren que la simbiosis micorrízica modifica la concentración hormonal en las plantas favoreciendo a su vez el desarrollo y rendimiento de las mismas. Palabras clave: Hongos micorrízicos arbusculares, Capsicum annuum L., Fitohormonas, ácido indol 3-acético, ácido giberélico y 6-amino purina. vii Plant promoting growth hormonal concentration induced by arbuscular mycorrhízal fungus on two chili cultivars (Capsicum annuum L.) ABSTRACT levels of growth factors the chili plants, in differents steps is presently unknown. In this experiment was evaluated the effect of the inoculation whit AMF Glomus sp. Zac79, G. etunicatum and G. intraradices, and either inoculated or not inoculated on two chili cultivars (Capsicum annuum L.), mirasol and ancho, under greenhouse conditions, on the production of fresh fruit and the concentration the indolacetic acid, giberellin GA3 and 6-amínopurine. It was registred that mycorrhizal colonization average of the three fungus was 44% in mirasol cultivar y 42% ancho cultivar. The colonization shad an effect on a better growth and development in both cultivars, expressed in a greater height, leaf number, foliar area, total fresh weigh and fruit mass. Was registred an increase of 80% in the yield in plants inoculated respecting to the control. Indolacetic acid and gibberellins concentration in shoots, were bigger in plants colonized by the arbuscular mycorrhizal fungus (AMF) than in controls. The 6aminopurine levels in roots of plants colonized by AMF showed higher values. These results suggest that AM fungi modify the hormonal synthesis of growth factors by the plants. Key Words: Arbuscular mycorrhizal, Capsicum annum L., Indolacetic acid. Giberellin GA3, 6-aminopurine. viii ÍNDICE Páginas DEDICATORIAS III AGRADECIMIENTOS iV ABREVIATURAS Vi RESUMEN Vii ABSTRACT VIII INTRODUCCIÓN 1 REVISIÓN DE LITERATURA 5 2.1. Conceptos generales de la micorriza arbuscular 5 2.2. Evolución de los hongos (MA) 7 2.3. Taxonomía de los hongos (MA) 7 2.4. Características morfológicas 10 2.5. Aspectos bioquímicos de la simbiosis 15 2.6. Factores predisponentes para la colonización HMA 2.7. Dependencia micorrízica 17 18 2.8. Especificidad de los hongos MA 19 2.9. Efectividad del sistema MA 21 2.10. Efecto de la fertilidad del suelo en la simbiosis micorrízica arbuscular 2.11. Efectos de la simbiosis MA en el crecimiento de las plantas 2.12. Relaciones MA-fósforo 2.13. Otros nutrimentos y la MA 2.14. Otros efectos de la MA 2.15. Relación MA-especies hortícolas 2.16. Relación hormonas vegetales-HMA 2.16.1. Los hongos MA y las auxinas 2.16.2. Los hongos MA y las citocìninas 2.16.3. Los hongos MA y las giberelinas 3. MATERIALES Y MÉTODOS 3.1. Descripción geográfica 22 24 INDICE Página 4. 3.2. Cepas de hongos micorrízicos arbusculares (HMA) 49 3.3. Material vegetal 49 3.4. Diseño experimental 50 3.5. Siembra e inoculación 50 3.6. Análisis estadístico 52 3.7. Mediciones de crecimiento 53 3.8. Colonización micorrízica 53 3.9. Determinación de ácido indol 3-acético (AIA) 54 3.10. Determinación de ácido giberélico 55 3.11 Determinación de 6-amino purina 56 3.12. Determinación de la clorofila total 57 3.13. Determinación de proteínas totales solubles 57 3.14. Cuantificación de esporas de HMA 58 RESULTADOS 59 4.1. Efecto de los HMA sobre el crecimiento en plantas de chile 59 4.1.1 Altura de plantas de chile 59 4.1.2. Número de hojas en plantas de chile 61 4.1.3. Área foliar en plantas de chile 62 4.1.4. Diámetro de tallo en plantas de chile 64 4.1.5. Longitud de raíces en plantas de chile 66 4.2. Colonización micorrízica en plantas de chile 67 4.3. Contenido de clorofila total 69 4.4. Contenido de proteínas totales solubles 70 4.5. Número y peso fresco de frutos de chile 72 4.6. Determinación de ácido indol 3-acético (AIA) 74 4.7. Determinación de ácido giberélico (GA3) 75 4.8.Determinación de 6-amino purina 76 5. DISCUSIÓN 78 6. CONCLUSIONES 83 7. LITERATURA CITADA 85 \ ÍNDICE DE CUADROS Cuadro Página 1. Clasificación taxonómica de los hongos formadores de micorrizas 9 2 . Tratamientos evaluados en el experimento 50 3. Población de esporas en muestras de inóculo 51 4 . Fechas de muestreo 52 5. Efecto de la inoculación de HMA sobre el área foliar (cm2) en plantas de chile mirasol, crecidas en condiciones de invernadero 63 6 . Efecto de la inoculación de HMA sobre el área foliar (cm2) en plantas de chile mirasol, crecidas en condiciones de invernadero 63 7 . Efecto de la inoculación de HMA sobre el diámetro de tallo (mm) en plantas de chile mirasol 65 8 . Efecto de la inoculación de HMA sobre el diámetro de tallo (mm) en plantas de chile ancho 9. Efecto de los HMA sobre la concentración de AIA (mg/L) en diferentes etapas fenológicas de plantas de chile 65 \ 75 10 Efecto de los HMA sobre la concentración de GA3 (mg/L) en diferentes etapas fenológicas de plantas de chile 76 l l . Efecto de los HMA sobre la concentración de 6-amino purina fma/L) en diferentes etapas fenológicas 77 ’ ÍNDICE DE FIGURAS Página 1 Efecto de la inoculación de HMA sobre la altura (cm) de plantas 60 de chile mirasol a diferentes tiempos de estudio, crecidas en condiciones de invernadero 2 Efecto de la inoculación de HMA sobre la altura (cm) de plantas de chile ancho a diferentes tiempos de estudio, crecidas en condiciones de invernadero 3 60 Efecto de la inoculación de HMA sobre el número de hojas en plantas de chile mirasol a diferentes tiempos de estudio, crecidas en condiciones de invernadero 4 62 Efecto de la inoculación de HMA sobre el número de hojas en plantas de chile ancho a diferentes tiempos de estudio, crecidas en condiciones de invernadero 5 62 Efecto de la inoculación de HMA sobre la longitud de raíz (cm) en plantas de chile mirasol a diferentes tiempos de estudio, crecidas en condiciones de invernadero 6 66 Efecto de la inoculación de HMA sobre la longitud de raíz (cm) en plantas de chile ancho a diferentes tiempos de estudio, crecidas en condiciones de invernadero 7 Colonización micorrízica en plantas de chile mirasol, crecidas en condiciones de invernadero 8 69 Efecto de los HMA sobre el contenido de clorofila total en plantas de chile ancho 11 68 Efecto de los HMA sobre el contenido de clorofila total en plantas de chile mirasol 10 67 Colonización micorrízica en plantas de chile ancho, crecidas en condiciones de invernadero 9 67 69 Efecto de los HMA sobre el contenido de proteínas totales solubles en plantas de chile mirasol 71 ÍNDICE DE FIGURAS Página Figura 12 Efecto de los HMA sobre el contenido de proteínas totales solubles en plantas de chile ancho 13 Efecto de los HMA sobre e! número de frutos en plantas de chile mirasol 14 73 Efecto de los HMA sobre el peso fresco de frutos en plantas de chile mirasol 16 72 Efecto de los HMA sobre el número de frutos en plantas de chile ancho 15 71 74 Efecto de los HMA sobre el peso fresco de frutos en plantas de chile ancho 74 1 . INTRODUCCIÓN La importancia de los hongos micorrízicos en la agricultura sustentable, está basada en su función de unir a la planta con el suelo, al servir como agente de transporte nutrimental entre otros componentes, teniendo un impacto en la conservación de éste recurso (Elliot y Coleman, 1988; Bethlenfalvay y Linderman, 1992). En los últimos años ha sido un problema del cual se ha generado una gran cantidad de información (Smith, 2001). La inoculación con hongos micorríricos arbusculares (HMA), la fijación biológica de nítrógeno, el uso de rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPR), la adición de materia orgánica, el control biológico y otras prácticas de cultivo que favorecen la producción, son alternativas viables que pueden ser empleadas para la solución de algunos problemas de la agricultura, teniendo una repercusión favorable en el medio ambiente (Bethlenfalvay y Schuep, 1994). El desarrollo vegetal puede incrementarse por la utilización de elementos biológicos que actúen en forma coordinada en la interfase suelo-raíz, entre éstos cabe reseñar la intervención de hongos formadores de la asociación micorriza y otros organismos rizosférícos (Azcón-Aguilar y Barea, 1992). En la rizosfera se llevan a cabo importantes procesos, que definen el desarrollo y la producción de las plantas. Existe un flujo de compuestos producto de la fotosíntesis, que son exudados por la raíz, en forma de carbohidratos, aminoácidos, vitaminas, enzimas, y nucleótidos, lo que hace de la rizosfera, una zona ideal para el establecimíento de una gran variedad de microorganismos (Buttner y Sauer, 2000). Una forma de eficientizar la producción agrícola, es a través del uso de microorganismos del suelo (bacterias, hongos, algas, actinomicetos, nematodos, colémbolos y ácaros, entre otros), los cuales pueden mejorar las características físicas, químicas y biológicas del agrosistema (Azcón-Aguilar y Barea, 1997). Con el uso de microorganismos en la agricultura como los hongos micorrízicos arbusculares (HMA), se mejoran las propiedades físicas del suelo, el crecimiento de las plantas y el reciclado de los nutrientes del suelo. Gracias a estos 1 ! microorganismos existe una mejor asimilación de nutrientes a través de la liberación del fósforo, potasio, la fijación biológica del nitrógeno (No3-, NH4+), la producción de hormonas vegetales, la simbiosis con hongos formadores de la micorriza y el control biológico natural. Los microorganismos endofitos comprenden a los hongos y bacterias que viven sin causar daño en el interior de células o tejidos de las plantas superiores durante una parte considerable de su ciclo de vida (Quispel, 1992). En general, los microorganismos endofitos pueden localizarse en espacios intracelulares, intercelulares o en el tejido vascular (Reinhold y Hurek, 1998). LOS hongos micorrízicos son microorganismos que están presentes en la rizósfera de muchas plantas, donde se establece una simbiosis mutualística, con lo cual se logra una mejor estabilización del sistema suelo-planta (Hamel ef al., 1997; Schreiner y Bethlenfalvay, 1997). Los HMA son simbiontes obligados, ya que no pueden completar su ciclo de vida, sin la presencia de la planta hospedera. Este tipo de hongos todavía no se han podido cultivar in vitro, lo cual ha impedido estudiar, el desarrollo de las esporas reproductoras (ontogenia). Su reproducción es clonal, las esporas son vástagos somáticos multinucleados (Bécard y Piché, 1990; INVAM, 1997). Son muchas las maneras en que actúan los HMA en la rizosfera y tal vez la más importante sea que incrementan significativamente el volumen de suelo explorado por las raíces de las plantas, sobre todo tratándose de la búsqueda de los elementos de menor movilidad en el suelo (Ayling et al., 1997). El uso de la micorriza arbuscular en viveros es factible en aquellos cultivos que habitualmente contemplan la práctica del trasplante, como es el caso de los frutales y de muchas hortalizas. En ese sentido, es necesario utilizar cepas altamente efectivas y competitivas tanto en viveros como en almácigos, ya que las plantas herbáceas necesitan a la micorriza para crecer mejor, mientras que las plantas arbóreas las precisan para sobrevivir (Roldan-Fajardo y Barea, 1987). La fisiología de la micorriza, es uno de los temas que mayor atención ha recibido, lo cual ha ampliado el notable conocimiente sobre las interacciones entre los simbiontes en términos de nutrición mineral, relaciones hídricas, flujos de carbono 2 y los efectos hormonales. A lo largo de la evolución las plantas han ido adquiriendo capacidad para regular su actividad metabólica para asegurarse un desarrollo controlado. Esa capacidad toma cuerpo en determinados mecanismos internos, regulados por hormonas, las cuales influyen en el crecimiento y desarrollo de las plantas. Los reguladores del crecimiento vegetal (RCV) causan diversos efectos biológicos a diferentes especies vegetales o variados efectos a una misma especie, dependiendo de la etapa fenológica en que se estudie (Davies, 1395). La asociación simbiótica entre hongos del orden Glomales y la mayoría de las plantas del tipo mutualista llamada micorriza arbuscular (MA), puede modificar el balance de reguladores del crecimiento como auxinas, citocininas, giberelinas y ácido abscísico, las cuales favorecen el porte y vigor de las plantas colonizadas (Gianinazzi, 1991; Legue et al., 1996). La colonización micorrízica es estimulada por la presencia de exudados radicales, afectando a su vez a la planta, ya que los HMA incrementan la producción .. enzimas, quelatos, entre de compuestos biológicamente activos, como las hormonas, otros. Sin embargo, la acción de las hormonas vegetales depende de su concentración, función a su vez de procesos de biosíntesis y de la sensibilidad de los tejidos a esos estímulos, los que conducen finalmente a una respuesta fisiológica (Davies, 1995). La función de la micorrización y su influencia en las relaciones hídricas, balance hormonal, fotosíntesis y distribución de carbono en la planta, son aspectos relacionados con la interacción en ambos simbiontes y su efectividad en nutrición vegetal (Azcón et al., 1996). La simbiosis micorrízíca entre los hongos MA y las raíces de las plantas, involucra varias interacciones a nivel molecular entre ambos simbiontes. Una de esas interacciones es la producción endogena de hormonas vegetales, de la cual se han hecho pocos estudios (Regvar y Gogola, 1995). Con el uso de los HMA, se mejora el vigor de las plantas y es posible que éstos induzcan un incremento en la concentración de hormonas vegetales y con ello se mejore la productividad. A la fecha la información generada sobre el efecto de los 3 HMA sobre la bíoregulacìón en las plantas ha sido escasa y además no se ha estudiado su variación en función de las diferentes fenofases de las plantas. Por otro lado, los HMA han sido considerados como hospederos no específicos y por tanto se requiere estudiar la contribución de la colonización micorrízica en diferentes cultivares de plantas (Morton, 1988). Es por ello que en este trabajo de investigación se planteó la siguiente pregunta: ¿ Cuál será el efecto de la colonización de los hongos MA en la concentración de los reguladores de crecimiento vegetal, en diferentes fenofases de dos cultivares de chile ?. La hipótesis a esta pregunta es que: la concentración de los reguladores de crecimiento vegetal, inducida por hongos micorrízicos arbusculares será mayor en plantas colonizadas por hongos MA, lo cual influirá en una mayor respuesta fisiológica en la planta, además existirá una correlación positiva entre la colonización de la planta y los reguladores de crecimiento en diferentes fenofases de las plantas de chile (Capsicum annuum L.). Para probar esta hipótesis se planteó el siguiente objetivo general: Estudiar el efecto de la inoculación de HMA en dos cultivares de chile crecidos bajo condiciones de invernadero, para demostrar su participación como elicitores de la síntesis de reguladores del crecimiento vegetal, en diferentes fenofases de la planta. Particularmente, este objetivo se puede desglosar de la siguiente manera: a). Determinar el efecto de la inoculación de diferentes hongos micorrízicos arbusculares en la concentración de ácido indol-3-acético (AIA), ácido giberélico (GA3) y 6-aminopurina en plantas de dos cultivares de chile (Capsicum annuum L.) crecidas bajo condiciones de invernadero en diferentes fenofases. b). Evaluar el efecto de la colonización micorrízica en el desarrollo de las plantas de chile y correlacionarlo con la concentración de reguladores de crecimiento en las diferentes fenofases de las plantas. 4 2. REVISIÓN DE LITERATURA 2.1. Conceptos generales de la micorriza arbuscular (MA) El término micorriza se refiere a la asociación simbiótica mutualística, que se desarrolla entre las raíces de la mayoría de las plantas superiores y ciertos hongos que son comunes en el suelo (Gianinazzi, 1991; Bethlenfalvay, 1992). En ella, el micelio del hongo infecta la corteza radical a modo de endofito y proyecta sus hifas tanto al interior como al exterior de la raíz. La micorriza funciona como órgano de absorción y translocación de agua y nutrientes; es una de las más sobresalientes adaptaciones de la raíz para desenvolverse adecuadamente en el ambiente edáfico (Barea et al., 1984; Le Tacon, 1985; Creighton et al., 1986; Bethlenfalvay, 1992). Para estos autores se trata de una simbiosis casi universal por él número de plantas susceptibles de ser colonizadas por hongos micorrízicos arbusculares y por su existencia en la inmensa mayoría de los hábitats naturales. De hecho algunos vegetales no parecen crecer y desarrollarse normalmente sin la MA. De esta manera, la condición micorrízica es la regla y tanto el hongo como la planta presentan mínima especificidad (Creigton et al., 1986). Son muchos los autores que han definido este concepto, (Powel y Bagyaraj, 1984; Harrison, 1997), citan al patólogo Alemán Albert Bernard Frank como el acuñador del término hace más de cien años, para describir esta asociación. La nutrición de la mayoría de las plantas vasculares y briofitas, está directamente relacionada con la nutrición de los hongos, fenómeno llamado micotrofía. El micelio del hongo combinado con las raíces forma una estructura compuesta, denominada micorriza. En la simbiosis formada, la energía se mueve primariamente desde la planta hasta el hongo y los recursos inorgánicos se mueven desde el hongo a la planta. En todos los casos se refieren a un concepto doble, que encierra los componentes: hongo y planta, del mismo modo en que lo índica su nombre, del griego: mykes: hongo y rhiza: raíz (Allen, 1991; Harrison, 1997). Ce los tipos de micorriza que han sido reconocidos, la más abundante es la vesículo-arbuscular, en la cual, hongos Zygomycetos producen arbúsculos, hifas y 5 - vesículas dentro de las células del cortex radical (Stribley; 1990; Gianinazzi, 1991; Brundrett, 1991). Estos hongos incluyen alrededor de 150 especies pertenecientes a seis géneros del orden Glomales (Morton y Benny, 1990; Gianinazzi, 1991). EI hongo coloniza la corteza de las raíces y, en perfecto equilibrio biologico establece con las plantas una serie de interrelaciones biotróficas. La planta suministra substratos energétícos y funcionales al hongo, y este, mediante su red de hifas externas, capta elementos minerales, principalmente fosfatos, de la solución edáfica y los transfiere a la planta por medio de mecanismos de gran eficiencia (Barea et al., 1984). El estudio de los HMA y la simbiosis formada con las raíces de las plantas hospederas es complicado por la naturaleza biotrófica e hipogea de 1os micobiontes involucrados (Fortin et a/., 2002). 2.2. Evolución de los hongos (MA) La micorriza es el producto de un proceso de coevolución entre plantas y hongos, como parte del avance colonizador de las plantas acuáticas primitivas hacia el medio ambiente terrestre (Simon et a/., 1993). Una asociación de este tipo aparece en musgos, plantas vasculares primitivas y helechos. Tal ha sido su éxito evolutivo que la simbiosis mantiene una presencia casi universal entre las plantas vasculares con semilla. Las micorrizas Son tan antiguas como las propias plantas, hecho deducido de la observación del primer registro fósil que se conoce de un vegetal, el fósil Rhynie, fechado en 370 millones de años (Nicolson, 1975). Por otro lado Redecker et al. (2000), mencionan que los fósiles encontrados datan de 400 a 460 millones de años: estos mismos autores muestran que los HMA del orden Glomales, formaron simbiosis con las plantas terrestres ancestrales, posiblemente influenciadas por SU inicio crucial y su colonización Le Tacon en fa tierra. (1995), señala que cuando las plantas comenzaron a colonizar Ias tierras emergidas, encontraron condiciones totalmente adversas. También indica que en los suelos procedentes de la degradación de las rocas, los elementos minerales se encontraban básicamente en forma insoluble; su concentración era 6 extremadamente pequeña en la composición del suelo y los intercambios entre las formas solubles e insolubles eran lentos. Las primeras plantas terrestres tuvieron que adaptarse a estas condiciones tan especiales y solamente las que pudieron asociarse a hongos y a ciertas bacterias consiguieron colonizar los continentes. Se puede decir, que las plantas y los hongos, formadores de las micorrizas, han evolucionado paralelamente de tal manera que se han dado diferentes grados de interdependencia. Marks (1991), propone la idea de que los hongos formadores de MA fueron derivados del grupo de hongos que forman infecciones subletales, en las cuales los hongos sin matar a sus hospedantes, penetran en las células corticales con la formación de interrelaciones prolongadas. Hoy. se sabe que casi todas las plantas necesitan, en mayor o menor grado, estar colonizadas por hongos (MA) para captar elementos minerales y crecer adecuadamente. Sin embargo, la dependencia es más marcada por parte de los hongos MA, ya que no se ha logrado evidenciar que estos, sean capaces de completar su ciclo d e vida en ausencia de la planta hospedera, específicamente raíz hospedera, en condiciones axénicas. Actualmente se. consideran como simbiontes obligados (Barea ef al., 1984), ya que ninguno de los medios de cultivo comúnmente utiiizados en el laboratorio para el. crecimiento de microorganismos parece cubrir las necesidades básicas de los HMA (Azcón-Aguilar et al., 1991; 1998). 2.3. Taxonomía de los hongos MA La formulación de un sistema de clasificación para los HMA no ha sido una tarea fácil, las evidencias fósiles que se tienen no han sido capaces de proveer muchas pistas sobre las relaciones simbióticas durante la evolución, importantes en la definición de un sistema de clasificación estable (Morton, 1988). Además los esfuerzos para estudiar el desarrollo de las esporas reproductoras (ontogenia), han sido truncados por la imposibilidad de cultivar los hongos MA axénicamente (Hepper, 1984). El Sistema tradicional de clasificación de las micorrizas se basa en criterios morfológicos que definen dos categorías básicas: a) ectomicorriza, y b) 7 endomicorriza, a las cuales algunos autores añaden una tercera categoría: c) ectoendomicorriza (Morton y Benny, 1990; Gianinazzi, 1 991). La simbiosis micorrízica, es formada por la mayoría de las plantas superiores y un grupo especial de hongos fúngicos de los glomales (Morton y Benny, 1990). Desde que Gerdemann y Trappe (1974), presentaron su revisión de las Endogonaceae, el número de especies reconocidas se ha duplicado. A pesar de esto y de Ia incorporación de los géneros Complixepes y Entrophospora, Y más recientemente scutellospora, el sistema de clasificación se consideraba adecuado todavía y no requería de una revisión a fondo (Hall, 1984). La mayoría de los esfuerzos, desde entonces, se han concentrado más en la descripción de nuevas especies, que a la consideración de sus relaciones taxonómicas (Morton, 1988). También se señala que hasta 1974, se habían descrito sólo 27 especies, de entonces a enero de 1988, se incluyeron 96, lo que da una idea de la constante evolución del sistema taxonómico de los hongos micorrízicos, ya para el año 1993 se habían identificado cerca de 150 especies (Walker y Trappe, 1993). Una clasificación basada en los hospederos no puede ser usada porque pocos son los hongos que presentan especificidad. Por otro lado, las características anatómicas no son lo suficientemente diferentes entre grupos taxonómicos, para un sistema de clasificación (Morton,. 1988). En la ectomicorriza, el hongo forma sobre la superficie de la raíz un manto micelial y las hifas que penetran la corteza radical- se distribuyen de manera intercelular ofreciendo, al microscopio, un aspecto de red que se ha bautizado como red de Hartig. En la endomicorriza, en cambio, no se forma manto fúngico y las hifas del endofito crecen no sólo inter sino intracelularmente. La ectoendomicorriza, por Último, Sería la categoría que incluye aquellas formas intermedias entre las dos anteriores, con red de Hartig e hifas intracelulares; en realidad se trataría de una variante de la ectomicorriza. La clasificación de los HMA es discutida actualmente incluyendo la información adicional de autores como: Trappe (1982) y Morton (1988), por lo que hasta ese tiempo la clasificación de los HMA queda como sigue: 8 Reino: Mycetae División: Amastigomycota Subdivisión: Zygomycotina Clase: Zygomycetes Orden: Endogonales Familia: Endogonaceae Géneros: Acaulospora, Entrophospora, Gigaspora, Glomus, Sclerocystis, Scutellospora. Más recientemente Morton y Benny (1990) dan a conocer la clasificación taxonómica de los grupos formadores de micorrizas, las cuales han sido definidad por su modo de formación de esporas (Cuadro 1). Cuadro 1. Clasificación taxonómica de los hongos formadores de micorrizas. División Eumycota Subdivisión Zygomycota Clase Zygomicetes Orden Glomales Suborden Glomineae y Gigasporineae Familia Glomaceae, Acaulosporaceae y Gigasporaceae Género Glomus, Sclerocystis, Acaulospora, Entrophospora, Scutellospora y Gigaspora Fuente: Morton y Benny (1990). El orden Glomales está clasificado en la clase Zygomycetes. Sin embargo, está siendo ahora cuestionado. Reciente la información de la secuencia de sus genes ribosómicos (18S), podria establecer que eiios forman un grupo antiguo de Ascomycetes y de Basidiomycetes (Rosendahl et al., 1994). El género Glomus es el más abundante (56%) de las especies descritas (Mot-ton y Benny, 1990). Mor-tan y Redecker (2001), realizaron estudios sobre las características morfológicas y moleculares de nuevas familias de Gloma/es, 9 encontrando que la secuencia de nucleótidos va desde regiones 5.8 a 18s de .sus r-DNA. Clasificándolas como dos nuevas familias de Archaeosporaceae y Paraglomaceae. Cada familia es filogenéticamente diferente y de otros Glomales, a pesar de SU similaridad en la morfología micorrízica y de su perfil de ácidos grasos. Redecker (2000) y Kramadibrata et al., (2000), realizaron análisis moleculares, a raíces de Plantago medía colonizadas por hongos MA (Glomus clarum Y A. gerdemanníi), concluyendo que la técnica de PCR, es un potencial importante para futuros estudios de las poblaciones de HMA. Más recientemente en el lnternatíonal Culture Collection of Arbuscular &, Vesicular-Arbuscular- Mycorrhizal Fungi (INVAM) se han hecho adiciones a esta clasificación, donde se han incluido nuevas familias dentro del suborden Glomineae (Paraglomaceae y Archaeosporaceae), la cual está basada sobre un consenso de características morfológicas y moleculares. 2.4. Características morfológicas La amplía diversidad de grupos fúngicos forman diversos tipos morfológicos de asociaciones mícorrízícas. Las micorrizas se clasífícan con base en su morfología y con los tipos de estructuras especializadas que producen en el proceso de penetración ínter o intracelular (Marks, 1991). La íntíma relación bíotrófica hongo-planta, junto con la dependencia recíproca de los dos organismos para crecer y sobrevivir, permite sugerir que la micorriza forma parte integral de las plantas. El establecimiento de la micorriza involucra múltiples procesos y pueden ser determínados por una secuencia de fenómenos de reconocimiento entre los simbiontes, los cuales inician antes del contacto físico y permiten su integración morfológica (Gianinazzi y Gíaninazzi-Pearson, 1990). El desarrollo vegetal puede incrementarse por la utilización de elementos biológicos que actúen de forma coordinada en la interfase suelo-raíz, entre éstos cabe reseñar la intervención de hongos formadores de la asociación micorriza y otros organismos rizosféricos (Línderman, 1992; Azcón-Aguilar y Barea, 1992). La infección o colonización de una raíz por parte de un hongo mícorrízico es un proceso que involucra una secuencia de etapas reguladas por una precisa 10 interacción entre endosimbionte y hospedero. En términos generales, las etapas básicas son: a) pre-infección, b) penetración, c) colonización intraradical, d) desarrollo del micelio externo, e) esporulación del hongo ‘y f) re-infección (Azcón, et al., 1996). La micorriza es resultante de complejas interacciones secuenciales entre las hifas de los hongos arbusculares y células hospedantes, permitiendo así un estado mutualista funcional (Bonfante-Fasolo, 1988), donde factores de la planta, estimulan el crecimiento hifal de los hongos arbusculares en la fase de precolonización y formación de la simbiosis. La pre-infección está asociada a la actividad de los propágulos infectivos presentes en el suelo que circunda a la raíz. Dichos propágulos pueden ser esporas’ o micelio fúngico. Este último, generalmente se encuentra vinculado a raicillas de plantas vivas o a segmentos de raíz infectados. La germinación de esporas requiere en muchos casos del estímulo de exudados radicales (Daniels, 1984). El tubo de germinación se proyecta desde la espora hasta encontrar la superficie de la raíz. La hifa micelial tiene, en cambio, un origen menos definido y puede ser el producto de múltiples ramificaciones dicotómicas (Elìas y Safir, 1987). Bécard y Piché (1989) distinguen dos mecanismos por los cuales las raíces contribuyen en el crecimiento hifal. El primer mecanismo es iniciado inmediatamente por la presencia de las raíces y es una respuesta de una estimulación en el crecimiento hifal de esporas germinando y requiere de las esporas hasta la progresiva pérdida de sus reservas. El segundo mecanismo es la activación que ocurre antes del contacto del hongo con la raíz y el crecimiento fúngico cesa inmediatamente después de remover las raíces. La penetración se inicia con la formación de un “punto de entrada” que se caracteriza por el desarrollo de un abultamiento o apresorio de contacto sobre la superficie de la raíz. No es del todo claro si el mecanismo de penetración está mediado por un evento enzimático, por un evento mecánico o, por una combinación de ambos. En cualquier caso, dado el carácter no patogénico de estos hongos, la producción de enzimas hidrolíticas sería en cantidad apenas suficiente para abrir 11 Paso a la hifa de penetración sin alterar la estructura de la pared celular (Barea et al., 1991). Después de la secuencia de fenómenos de reconocimiento, la simbiosis endomicorrízica se establece morfológicamente, donde las estructuras características son las vesículas y los arbúsculos, estructuras internas de ta raíz colonizada y por lascuales la micorriza se denomina “arbuscular”. Una vez que penetra la hifa del hongo por el apresorio de la raíz, se genera un proceso proliferatívo que conduce al establecimiento de una “unidad de colonización” que se puede extender hasta al., 1991). cm de distancia a partir del punto de penetración (Barea et El avance de la infección está restringido a la epidermis y parénquima cortical. La endodermis actúa como una barrera que impide el paso del hongo hacia el cilindro vascular, evitando el nesgo de una infección sístémíca (Bar-ea et al., 1991). La“unídad de colonización” avanza mediante el crecimiento de hífas aseptadas que se extienden por entre las células corticales y que generan estructuras características, como los arbúsculos y las vesículas. LOS arbúsculos son estructuras del tipo de los haustorios que se originan a partir de la ramificación dicotómica repetida de una hifa al interior de una célula vegetal. Las finas ramificaciones de los arbúsculos realmente no entran en contacto con el protoplasma de las células, sino que penetran como dedos en un guante, denominándose “invaginaciones de la membrana celular” (Newman et a/., 1994). De esta forma se produce una extensa superficie de contacto a través de la cual se lleva a cabo el intercambio de nutríentes minerales y carbohidratos entre el hongo y la planta. LOS arbúsculos son estructuras de corta vida, cuya presencia es indicativa de la actividad metabólica asociada al transporte de sustancias a través de membranas. Con posterioridad a la aparición de los arbúsculos, el micelio empieza a acumular reservas de carbono en forma de lípidos, lo cual se manifiesta mediante la aparición de ensanchamientos terminales de las hifas conocidas como vesículas. El tipo más común es la endomicorriza arbuscular, formada en muchas especies vegetales y por miembros fúngicos de orden Glomeles de ta clase 12 I 1 I Zygomycefes (Morton y Benny, 1990). Las micorrizas endotróficas, están formadas . por especies del género Scutellospora, correspondientes a la subdivisión / l / Zygomyco tina, agrupadas en el orden Glomales. Estas son conocidas como micorrizas arbusculares (MA); ya que el hongo, produce vesículas largas e hinchadas y arbúsculos ramificados complejos en el interior de las células vegetales, excepto los cuales forman estructuras llamadas 1 los géneros Gigaspora y Scutellospora, I células auxiliares originadas en el exterior de la raíz (Deacon, 1980; Morton y Benny, / ¡I / 1990). L l / simultáneo al avance de la infección cortical del micelio interno (MI). Este micelio El desarrollo del micelio externo o micelio extramatricai (ME), es un evento actúa como un puente que conecta el suelo con el interior de la raíz. Las hifas externas se proyectan en el suelo algunos centímetros más allá de la superficie de la raíz, e incluso pueden establecer vínculos con raíces vecinas (Newman et al., 1994). Algunas semanas después de iniciada la infección, el hongo está en condiciones de esporular, lo cual está supeditado a las condiciones ambientales del suelo. En particular, la humedad parece ser el factor regulador de importancia, ya que se ha visto que el estrés hídrico en el suelo acelera la esporulación. En el micelio externo se desarrollan las estructuras reproductoras del hongo, en tanto que en el micelio interno se concentran las actividades metabólicas y de almacenamiento de carbono (Siquiera et al., 1991). Una micorriza completamente funcional es aquella en la cual el hongo penetra las células de la raíz del hospedero para formar arbúsculos en los que se lleva a cabo el intercambio de fosfatos, carbohidratos y otros iones indispensables para el desarrollo del hongo (Koide y Schneider, 1992). El intercambio de señales entre el hongo y la planta hospedera ocurre en tres zonas.. en la zona de adhesión (Smith y Gianinazzi-Pearson, 1988), dentro de la raíz (Anderson, 1988) y en la rizósfera (Siqueira et a!., 1991). Es probable que la transducción de señales tenga una estrecha relación con el aumento de la actividad de ATP asa en la membrana del hospedero que rodea las ramificaciones fúngicas en las células infectadas, así como con el incremento de los contenidos de algunos reguladores del crecimiento o “fitohormonas” (Danneberg et al., 1992). 13 l Originalmente las micorrizas fueron agrupadas en tres grandes grupos: ecto, endo Y ectoendo-micorrrkas, basados fundamentalmente en los tipos de estructuras hongo-raíz que se forman (Azcón y Barea, 1982; Harley y Smith, 1983; Creighton et a/., 1986). Enseguida se presentan brevemente algunas de las características morfológicas más importantes, así como su significado ecológico. a). Ectomicorrizas: en la naturaleza se encuentran alrededor de 5000 especies de hongos formadores de Ectomicorrizas, las cuales se asocian a unas 2000 especies de árboles como el pino, roble, abedul, haya, abeto, suace, cedro, nogal, castaño Y eucalipto entre Otros. En un bosque maduro pueden encontrarse más de 25 especies de hongos formando Ectomicorrizas en un solo árbol. Estos hongos forman el manto de Sheating que envuelve a la raíz; sus hifas son intercelulares (red de Hartig) y presentan micelio septado. Las familias botánicas más destacadas que presentan este tipo son: Betulaceae, Fagaceae, Pinaceae y Myrtaceae, a Ias que pertenecen la mayoría de las especies de interés forestal (Morton y Benny, 1990). b). Endomicorrpízas: se desarrollan principalmente dentro de la raíz, con hifas externas no formadoras del manto de Sheating, micelio no septado, salvo en hifas adultas. Mismas que pueden ser inter e intracelulares. Las intercelulares no forman la red de Hartig y las intracelulares forman: vesículas y arbúsculos. La endomicorriza es el tipo de simbiosis (hongo-raíz) más común, que se establece en más del 90% de las Plantas. Las micorrizas arbusculares son las más representativas de las Endomicorrizas. Solo se conocen 150 especies de hongos MA. Sin embargo, este tipo de hongos se asocian con las 300,000 especies de plantas (agrícolas, frutales y ornamentales, enredaderas, pastos, árboles como el maple, fresno, nogal cerezo, acacia, magnolia, ginkgo, palmito, laurel. Los hongos MA no tienen asociaciones específicas, cualquier especie de hongo puede establecer asociaciones con todas las plantas. Usualmente está asociada con plantas herbáceas tales como maíz, tomate, fresa, leguminosas, oleaginosas y muchas más. Sin embargo también se forma en árboles como manzano, naranjo y muchos frutales de este tipo. Los hongos responsables son de los géneros: Glomus, Sclerocystis, Entrophospora Scutellospora y Gigaspora (Morton y Benny, 1990).. Acaulospora, 14 c). Ectoendomicorriras: este es un grupo mixto que se divide a su vez en Ericaceas y Orquidaceas. Las primeras pueden ser ericoides o arbutoides, y forman estructuras intermedias de los grupos ya descritos. Sus principales plantas hospedadoras pertenecen a las familias: Ericaceae, Epacrídaceae, Empetraceae, Pyrolaceae, Monotropaceae y Orchídaceae, principalmente. Los hongos responsables son Ascomicetos, Boletus o Basidiomicetos (Morton y Benny, 1990). Los hongos micorrízicos arbusculares (HMA) son componentes importantes de las comunidades terrestres para la ecología, pero la estrategia de la colonización micorrízica es aún incierta. Hart y Reader (2002) estudiaron el comportamiento de la colonización de 21 aislados de HMA de tres familias (Acaulosporaceae, Gigasporaceae y Glomaceae), para probar su relación entre la taxonomía y su, estrategia de colonización. La proporción y la magnitud de la colonización fueron consideradas, midiendo el porcentaje de la raíz colonizada, biomasa fúngica de la raíz y la longitud de la hifa del suelo a las 12 semanas. De las tres familias, Glomaceae colonizó más rápidamente y presentaron hifas más extensas. Gigasporaceae mostró baja colonización de raíces y alta colonización del suelo, mientras que, Acaulospora, tuvo baja colonización de raíz y del suelo. Estos resultados fueron similares para cuatro diferentes plantas hospederas. Estos resultados indican que las estrategias de colonización por los HMA difieren considerablemente y que la variación taxonómica es basada al nivel de familia. 2.5. Aspectos bioquímicos de la simbiosis , Innumerables estudios se han realizado sobre la simbiosis micorrízica, encaminados en su mayoría a los aspectos fisiológicos, dada la importancia que reviste su potencialidad como fertilizante biológico. En cambio, son relativamente pocos los trabajos que tratan los aspectos morfológicos y bioquímicos de la simbiosis. Johnson et al., (2002) aplicaron l3C en pasto ín situ y encontraron que las plantas transfieren entre 5 y 8% del carbono sintetizado al micelio externo en el establecimiento de la simbiosis micorrízica. Estos resultados demuestran que bajo condiciones de campo, el micelio de los HMA proporciona un flujo rápido del carbono de las plantas al suelo y a la atmósfera. 15 Bago et aI., (2002) evaluaron mediante técnicas de resonancia magnética la translocación y utilización de lípidos del almacenamiento fúngico en la simbiosis micorrízica arbuscular, encontrando que el carbono se transfiere de la planta al hongo en forma de hexosa y este es transformado en triacilglicerol. Los experimentos realizados mostraron que este lípido de almacenamiento es exportado al micelio extraradical, lo cual indica que hay una recirculación sustancial de lípidos a lo largo de las estructuras del hongo. De igual forma mencionan que se sintetiza arginina y otros aminoácidos en el proceso de germinación de las esporas. .Estos estudios son de interés, bajo el conocimiento de que la transferencia de fósforo del hongo al hospedante, ocurre en el arbúsculo, pero también puede estar involucrada la liberación de fosfato por otras estructuras del endofito, como las hifas o las vesículas, aunque la extensa área de contacto del arbúsculo y el hospedante, lo hacen el mas probable sitio de transferencia de nutrimentos, donde las fosfatasas desempeñan una función importante en el transporte activo del fósforo o mecanismos de transferencia de otros nutrimentos por los hongos (Hayman, 1987; Gianinazzi, 1991). Durante las últimas tres décadas, se han hecho varios esfuerzos para desarrollar la simbiosis micorrízica in vítro y el uso de raíces ha sido exitoso, mediante la transformación, perfilándose el uso potencial de cultivos continuos y la criopreservación de esporas para su almacenamiento a largo plazo, esto permitirá desarrollar investigación en el ámbito fisiológico, bioquímico y molecular (Fortin et al., 2002). También se han realizado algunos trabajos para estudiar la síntesis y el metabolismo del esterol por Glomus intraradices, bajo diversas condiciones experimentales (fase simbiótica, fase aislada y fase de germinación), encontrándose que en los tres estados, G. intraradices contiene una mezcla de 24 eti colesterol, como el principal compuesto, pero no ergosterol, el predominante esterol de muchos hongos (Fontaine et aI., 2001). 2.6. Factores predisponentes para la colonización MA Se ha observado que al incrementarse el nivel del fósforo en la solución del suelo, se reducen los beneficios aportados por las asociaciones micorrízicas, lo cual 16 es un factor negativo para la colonización de HMA (Hayman, 1987; Kitt et al,, 1988; Hetrick et al., 1989; Bürkert y Robson, 1994). Hay ciertas evidencias de que la micorriza puede tener un mayor efecto‘ cuando el fósforo está presente en sus formas menos solubles (Brundrett, 1991). La adaptación de hongos mícorrízicos a condiciones particulares del suelo,, aparentemente es más común que interacciones específicas con plantas hospedantes. Así, en sistemas experimentales, son raras las combinaciones hospedante-hongo incompatibles, pero en ecosistemas naturales muchas de estas combinaciones pueden ser menos exitosas porque los hongos son pobremente adaptados al hábitat normal de las plantas (Brundrett, 1991). Fundamentalmente, para que se forme un sistema MA, en un medio natural, deberán existir dos condiciones, la presencia de una planta susceptible y la de algún tipo de propágulo en el medio. En teoría, cualquier medio natural puede reunirlas; sin embargo, las propiedades de infectividad de los hongos presentes y de efectividad de la simbiosis resultante dependerán de los siguientes factores: el grado de dependencia de las plantas a la MA, la especificidad de los hongos y las condiciones físicas, químicas y biológicas del medio (Azcón et al., 1984); Los HMA del género Glomus prefieren suelos ligeramante alcalinos o neutros (Nelsen et al., 1981). Muchos hongos endomicorrízicos poseen características específicas individuales que les confieren mayor tolerancia a temperaturas extremas del suelo, humedad, baja fertilidad y salinidad, presencia de tóxicos y metales pesados (Dosskey et al., 1990), los cuales pueden proveer a la planta hospedante ventajas de competencia ecológica e incrementar la supervivencia, crecimiento, nutrición 0 rendimiento en estas condiciones. El tipo de suelo, capacidad de fijación de P, pH, contenido de agua, nivel del ion calcio y fertilidad general del suelo son algunos de los factores conocidos de importancia para la infectividad y efectividad de la micorriza (Daft, 1991; Arines, 1991). A un nivel más global, los hongos micorrízicos tienden a seguir una distribución geográfica determinada por la latitud y la altitud sobre el nivel del mar, además, por supuesto, de los mencionados factores suelo y vegetación (Read, 1991). 17 Una de las ventajas distintivas prciporcionadas a las plantas colonizadas, es la habilidad de producir plantas de mejor calidad que plantas no inoculadas, aún bajo una gran variedad de situaciones adversas del .medio. Dehne (1990) reporta que Ia inoculación en campo de hongos arbusculares eficientes adaptables a prácticas agrícolas y hortícolas intensivas, puede incrementar la resistencia de la planta hospedante a varias condiciones adversas y organismos fitopatógenos, y beneficios especiales se observan en cultivos perennes, donde las plantas normalmente son precultivadas en sustratos esterilizados o fumigados. 2.7. Dependencia mícorrízica La dependencia micorrízica es definida como: “El grado en el cual la planta depende de la condición de estar colonizada con hongos MA, para que produzca su crecimiento máximo a un nivel dado de fertilidad del suelo”. Las plantas exhiben diferentes grados de dependencia frente a la micorriza. Algunas son micótrofas obligadas y, por tanto, ven severamente disminuido su desarrollo si no cuentan con esta asociación; otras son rnicótrofas facultativas, pues no precisan obligadamente de la micorriza, pero bajo ‘determinadas condiciones crecen mejor con ella (bajo contenido de fósforo en el suelo); y finalmente una pocas plantas no forman micorriza, es el caso de la mayoría de las Cyperaceae, Crucifereae, Polygonaceae Caryophyllaceae, Urticaceae, Chenopodiaceae Brassicaceae, y Juncaceae, así como las plantas carnívoras, parásitas y pioneras de suelos degradados, las cuales cuentan en general, con otras adaptaciones para adquirir nutrientes (Paul y Clark, 1989 y St. John, 2000). Algunas de las características de las raíces que no forman asociaciones micorrízicas son: tienen poca área superficial para la absorción de agua y elementos nutritivos, además son de corta vida (1 -6 semanas> y son susceptibles de enfermedades como Pythium, .Phytophthora, Fusarium y al ataque de nematodos. En las plantas se presenta un amplio espectro de casos, desde la independencia total como son las crucíferas y cheenopodiaceas, que no forman MA en condiciones normales, hasta la dependencia absoluta de ciertas plantas que son incapaces de 18 desarrollarse en suelos de elevada fertilidad como por ejemplo: las orquídeas y algunas especies de cítricos. Las especies con más dificultad para captar fosfatos de la solución del suelo o con mayor demanda de ellos son las que tienen mayores grados de dependencia micorrízica (Hayman, 1982). Las especies del orden Magnoliales, las angiospermas más primitivas, ancestro de todas las mono y dicotiledóneas, son especialmente dependientes de las MA para captar elementos minerales, es decir, son altamente micotróficas. A las plantas con este tipo de raíces se les llama “magnoloides”, e incluye también este grupo a las otras plantas pertenecientes a ordenes diferentes. Estas raíces carecen de pelos radicales o bien los tienen cortos y en escaso número, y las plantas que los poseen dependen de la colonización aún en suelos muy fértiles. Las plantas con raíces de este tipo sólo responden a la inoculación de MA en suelos deficientes en fosfatos asimilables. Entre ambos extremos se encuentran la mayoría de las especies botánicas, esto es, raíces del tipo intermedio. Existen otros trãbajos, como el de St. John (1980) y Azcón et al., (1984): donde se encontró una estrecha relación entre la micotrofía y las raíces de tipo magnoloide. Sin embargo, ‘Hayman (1982), señala que hay excepciones a esta hipótesis, ya que encontró plantas con raíces del tipo graminoide fuertemente dependientes de la MA. / Azcón et al., (1984), sugieren la existencia de otros factores de tipo fisiológico o anatómico que influyen en la mayor o menor dependencia de una determinada planta a la MA. Sin embargo, la respuesta a la micorrización no depende únicamente del hongo, sino también de la planta huésped (Morton y Benny, 1990). 2.8. Especificidad de los hongos MA En general, los hongos micorrízicos son simbiontes obligados, pero no son hospederos específicos, como ocurre con otros microorganismos que establecen simbiosis con las raíces de las plantas. Sin embargo, aunque no exista especificidad taxonómica estricta entre endofito y planta hospedera, sí parece evidente que se presenten afinidades entre especies de hongos y rangos de hospederos (Restrepo et 19 aI., 1993). Existen dos aspectos importantes a considerar cuando se habla de especificidad: el relacionado con las condiciones del suelo y el referente a las relaciones plantz-hongos MA. Los niveles de macro y micronutrientes asimilables y en especial el pH del suelo, influyen selectivamente sobre las distintas especies de hongos MA. Se ha demostrado que existe cierta especificidad entre determinadas características del suelo y las especies de hongos MA predominantes. En el sentido estricto, no hay especificidad entre las plantas superiores y las especies de hongos MA, ya que cualquier hongo puede colonizar cualquier planta susceptible. Sin embargo se presentan grandes diferencias en cuanto a la morfología de la infección y el grado de colonización que producen, así como en la efectividad de la simbiosis cuando se utilizan determinados tipos de hongos y especies de plantas (Schenck y Kinloch, 1980; Creighton, 1986). Azcón et al., (1984), consideran adecuada una revisión del tema, en et sentido de no utilizar el término “especificidad” si se quiere respetar el significado estricto del mismo, señalan, más lógico, hablar de “compatibilidad” en las distintas combinaciones de una planta con especies MA. Algunas plantas no forman sistemas con los HMA como las crucíferas y las chenopodiaceas en general y otras se muestran más favorables a la simbiosis como la cebolla (Yost y Fox, 1982). Lo interesante de este punto radica en que, existen diferencias de compatibilidad entre especies de hongos MA con especies de plantas, sobre todo tratándose de la efectividad del sistema simbiótico. Esto implica que se podrán seleccionar aquellos sistemas más favorables o compatibles para la planta en cuestión. Creighton et al., (1986), señalan que la respuesta, en términos de colonización y desarrollo radical, varía considerablemente de un hospedero a otro, donde las plantas desempeñan una función importante. Desde el punto de vista práctico, el hecho de seleccionar el hongo específico para un sistema suelo-planta dado, es absolutamente clave para la aplicación de las MA a la agricultura. 20 2.9. Efectividad del sistema MA La estabilidad del sistema suelo-planta depende no sólo de la raíz vegetal (tamaño, morfología y fisiología) sino también de la microbiota asociada, la cual afecta la captación de nutrientes, y de la química del medio (pH, potencial redox) Por esta razón, Ia productividad vegetal y el reciclaje de nutrientes están influidos por las poblaciones rizosféricas (Barea y Jeffries, 1995). De acuerdo con los estudios de Abbott y Robson (1982), las características que definen la eficacia de un hongo MA son: la capacidad de formar un micelio externo y bien distribuido en el suelo; así como formar colonizaciones extensivas en las raíces nuevas, la eficacia para absorber el fosfato de la solución del suelo y el tiempo que las hifas permanecen efectivas en el transporte de elementos minerales. Hayman y Tabares (1985), indican que la distribución, la efectividad de la simbiosis o eficiencia de los hongos endomicorrízicos depende de múltiples factores del suelo y del ambiente. Jaen (1989), menciona que son cuatro los factores que pueden determinar el éxito y la eficiencia de esta relación simbiótica: a). El genotipo de la planta hospedera para el. reconocimiento bioquímico y aceptación de la relación gene-gene. b). La efectividad e infectividad de las especies endomicorrízicas para promover o inducir efectos morfológicos y fisiológicos en las plantas hospederas. c). La cantidad del fósforo presente en el suelo. d). Los requerimientos nutrimentales de la planta. Se podrían incluir factores como la capacidad de intercambio nutritivo: plantahongo, mediante la formación de arbúsculos y la alteración del metabolismo del hospedero. Con frecuencia, las poblaciones naturales de hongos micorrízicos son insuficientes o ineficientes para el establecimiento de la simbiosis, lo cual afecta negativamente el desarrollo de una comunidad vegetal, tanto en ecosistemas agrícolas como naturales. En estos casos, la eficiencia de la micorriza puede ser incrementada ya sea por manejo adecuado de los hongos nativos de un determinado suelo, o por la inoculación, de hongos más eficientes y competitivos. Por tanto, la inoculación de hongos formadores de micorriza no debe ser una práctica 21 indiscrìminada sino que debe responder a condiciones ecológicas y edáficas particulares. En ocasiones, puede resultar más apropiado el manejo agrocultural de los hongos nativos y no la introducción de hongos exóticos. El uso práctico. de la micorriza encaja dentro de una estrategia de gestión biológica de fertilidad de los suelos, dirigida a obtener una productividad sostenida. Los sistemas de inoculación y manejo cultural de los hongos micorrízicos son‘ tecnologías ecológicamente racionales, y aparecen como una de las prácticas de base biológica más promisorias e innovativas para los sectores agrícola y forestal. El estudio de los hongos micorrízicos arbusculares y la simbiosis formada con las raíces de las plantas hospederas es complicado por la naturaleza biotrófica de los micosimbiontes involucrados. Fortin ef a/:, (2002) proponen que para conocer la efectividad del sistema micorrízico arbuscular, es necesario realizar estudios en el ámbito fisiológico, bioquímico y molecular en condiciones ín vitro. 2.10. Efecto de la fertilidad del suelo en la simbiosis micorrízica arbuscular El nivel de fertilidad del suelo y algunas prácticas como la fertilización afectan el proceso de formación y desarrollo del sistema hongo-raíz (Menge et al.,1 980; Strobel et al., 1982; Diederichs y Moawad, 1993). La aplicación excesiva de fertilizantes químicos fosforados y nitrogenados afectan negativamente la formación de la simbiosis MA, es decir, condicionan la selección de hongos adaptados a la formación de la simbiosis en suelos fértiles o fertilizados (Alexander y Fairley, 1983). Autores como Buwalda et al., (1982), señalan también, que disminuye notablemente la colonización con la adición de niveles elevados de fósforo. Hayman (1987), menciona que al existir una menor cantidad de fósforo asimilable en la solución del suelo, se incrementa en la planta la síntesis de la enzima fosfatasa, la cual inhibe a as lectinas y permite el desarrollo de la MA.Por el contrario, al existir una mayor cantidad de fósforo asimilable, decrecerá en la planta la síntesis de la enzima fosfatasa, lo anterior permite que no se inhiban, las lectinas promoviendo así que se bloqueé el desarrollo de la MA. 22 La adición de bajas cantidades de fósforo es compatible e incluso complementaria con los HMA en la estimulación del crecimiento de la planta, pero al incrementar la dosis se comienza a interferir la formación de la simbiosis, llegándose incluso a la inhibición de la infección (Abbott y Robson, 1982; Hayman, 1982). Los estudios realizados sobre la acción directa de los fertilizantes en el desarrollo preinfectivo del hongo y la formación de la simbiosis micorrízica han puesto de manifiesto, que ni la germinación, ni el posterior desarrollo de las hifas se ven afectados por la concentración del fósforo del medio, lo que hace suponer que la inhibición de la colonización es producida fundamentalmente a través de la planta. Boisson-Dernier et al., (2001), señalan que una alta fertilización nitrogenada afecta negativamente la simbiosis micorrízica arbuscular. Las diferentes especies de hongos MA, muestran distintos grados de resistencia a la aplicación de fertilizantes y productos fitosanitarios, lo que tiene consecuencias de interés práctico en relación con la selección de hongos MA’ específicos para una planta en el suelo que ha recibido dichos aportes (Hayman, 1982). t Otros factores del suelo que actúan sobre el desarrollo de las MA’ son: ‘la temperatura, la humedad, el pH y el nivel del oxígeno en la atmósfera del suelo (Cooper y Tinker, 1981). Sobre la temperatura, Harley y Smith (1983), señalan que el incremento de la temperatura es proporcional con el porcentaje de infección hasta los 30°C, donde decrece y después de los 40°C se inhibe por completo; ‘así como la germinación de las esporas y el desarrollo de otros propágulos. Las hifas del hongo en el suelo, pueden facilitar el transporte de agua hacia la raíz, especialmente bajo condiciones de sequía y en suelos arenosos; así como soportar condiciones de estrés durante el transplante (Read y Boyd, 1986). / Tommerup y Kidby (1980), señalan que el contenido óptimo de humedad para el desarrollo de la MA es coincidente con el de las plantas. El pH y el nivel de oxígeno ,afectan el desarrollo de la MA casi en el mismo grado que para las plantas hospederas; así que en valores I I extremos del pH y en bajos niveles de oxígeno existente en la atmósfera del suelo habrá inhibición. l 23 La simbiosis y la fisiología de la’ planta se ven‘ afectadas por varios factores genético, tipo de hongo micorrízico, nutricional, fenología de la planta, mecanismos de transferencia de nutrientes del hongo a la planta, fitohormonas, exudados radicales, microorganismos de la rizósfera y condiciones ambientales. Sin embargo, en general se habla de señales bioquímicas y aspectos genéticos (Schwab et al., 1991; Koske y Gemma, 1992; Barker et aI., 1998; Douds et al., 1998). 2.11. Efectos de la simbiosis MA en el crecimiento de las plantas A menudo se ha reportado que la colonización micorrízica, además de incrementar el crecimiento y la absorción de fósforo, también incrementa la concentración de otros nutrimentos en los tejidos de las plantas. Sin embargo, Hughes ef al., (1979) encontraron que Glomus fasciculatum no influyó en la utilización de N, Mg, B y Zn, en ninguna dosis de fertilización de P. Sin embargo-es necesario aclarar que las hifas externas de las diferentes especies endomicorrízicas difieren en su papel de contribuir a la mayor absorción de nutrimentos y esto está en relación con el nutrimento involucrado y requerimiento nutrímental de la planta hospedante. Por otro lado Gianinazzi et al.,(1983) reportan que el beneficio de la inoculación se refleja en un adecuado contenido de P, K y Mg en la planta. Entre los microorganismos cuyas acciones desempeñan un papel importante en el crecimiento y nutrición vegetal los hay de naturaleza saprofítica o simbiótica. En \ ambos grupos existen especies a las que se les han atribuido actividades como el control biológico de patógenos, favorecimiento del, enraizamiento vegetal, transformación química de formas no asimilables y biorremediación entre otras (Barea, 1986; Bethlenfalvay y Linderman, 1992). La simbiosis micorrízica arbuscular se caracteriza por ser la parte más activa de los órganos de absorción de la planta, y es altamente efectiva en la captación de nutrientes y agua del suelo (Barea y Jeffries, 1995; Ruiz-Lozano y Azcón, 1995). La micorriza estimula el crecimiento vegetal debido principalmente al efecto benéfico sobre la nutrición mineral de las plantas (Barea et al., 1984; Diederichs y Moawad, 1993). 24 El incremento de la concentración y/o contenido de fósforo en los ‘tejidos vegetales es el “efecto micorriza” más estudiado y universalmente aceptado, aunque también se han encontrado incrementos en el contenido y concentración de otros nutrientes en la planta (Bürkert y Robson, 1994). En algunos casos esto puede deberse al efecto directo de los HMA, aunque en otros, esto puede ser una consecuencia índirecta, cuando la planta alcanza un equilibrio nutrícional, las raíces serán más capaces de captar mejor otros nutrientes, como los elementos menos solubles y menos móviles en el suelo como el fósforo, cobre y zinc (Le Tacon, 1985). La MA no sólo incrementa la biomasa vegetal, sino que también influye sobre la proporción en la cual ésta se distribuye entre la parte aérea y la parte radical. La estimulación de la captación de elementos minerales y la subsiguiente translocacíón de éstos a la parte aérea, ocasiona que se transloquen a la raíz, relativamente menos productos de la fotosíntesis, y una mayor proporción de éstos sea retenida en la parte aérea y utilizada en la producción de materia verde. Como consecuencía, la relación peso seco de la parte aérea-peso seco de la raíz, es normalmente más alta en plantas colonizadas por hongos MA (Smith, 1980). 2.12. Relaciones MA-fósforo Las formas existentes del fósforo en el suelo son poco solubles en el agua y por ello su concentración es muy pequeña en la solución del suelo. Entre el 95 a 99% del fósforo del suelo, no está disponible para las plantas, esto incluye las formas del fósforo orgánico y el mineral insoluble. Se pensó en la posibilidad de que el fósforo extra que las plantas colonizadas captan, procediera de una solubilizacíón de estos fosfatos no asimilables. Sin embargo, los ensayos de Hayman (1982), con 32P han puesto de manifíesto que, tal como lo hacen las propias raíces, los HMA absorben el fósforo de la fracción soluble de! suelo. La concentración de fósforo en el micelio fúngico es 1000 veces superior que en el suelo, ya que se presenta mayor afinidad para la captación de fósforo que por la propia raíz. La HMA incrementa la asimilación del fósforo por las plantas, llevado a través de las hifas. Pocos autores han considerado la utilización del fósforo orgánico 25 por la asociación hongo micorrízico arbuscular y las plantas (Jayachandram et al., 1992). La explicación de la aparente solubilización del fósforo por los HMA, puede ser que las hifas externas del hongo proporcionan a la planta más posibilidades de contacto con superficies de partículas insolubles de fosfato que las simples raíces, por lo que hay muchas más posibilidades de que los distintos microhábitats donde química y bioquímicamente se está disociando el fósforo, mantengan el nivel de P soluble y pueda ser captado por los HMA (Le Tacon, 1985; Estrada y Davies, 2001). Existen considerables evidencias sobre la función que realizan los hongos micorrízicos en mejorar la absorción de fosfatos y su transferencia hacia las plantas hospederas y que su presencia prevalece más en las raíces localizadas en suelos , pobres en fósforo. Los mecanismos que se han propuesto para explicar en qué se basa la interferencia por fósforo en la formación y operatividad de los HMA son: a). La aplicación de P soluble provoca un descenso en la exudación radical y en la formación de la simbiosis micorrízica, estableciéndose una relación causaefecto y explica la participación del fósforo en la constitución de las membranas celulares (Ratnayake et al., 1978). b). Regulación por fosfatos de la transferencia de fósforo. Al aumentar la concentración de fósforo en las células radicales, se inhiben las fosfatasas específicas de las micorrizas arbusculares encargadas de degradar los gránulos de polifosfato en el interior del arbúsculo, paso previo a la transferencia de iones fosfato desde el hongo a la planta (Gianinazzí-Pearson y Gianinazzi, 1981). c). La concentración de fósforo en la planta es inversamente proporcional a la concentración de carbonatos solubles en la raíz y sus exudados, como consecuencia de ello, es más baja la frecuencia de los puntos de entrada del hongo en la raíz. Esto puede constituir una evidencia de que la planta condiciona la colonización de acuerdo a sus necesidades nutrimentales (Same et al., 1983). 26 Estrada y Davies (2001), mencionan que el fosfato, desde la solución del suelo, ’ hacia la planta se presenta en tres fases: a). El fósforo es captado por las hifas externas de la planta, unas 1000 veces más rápido que por la difusión a través de la solución del suelo. b). Posteriormente el fosfato es trasladado a través de las hifas intraradicales, y c).’ Finalmente se da la transferencia al citoplasma o es acumulado en las vacuolas, en forma de gránulos de polifosfato, el cual es impulsado a través del \ lumen de las hifas por corrientes citoplasmáticas hacia los arbúsculos, en donde el polifosfato es degradado y el ión fósforo es transferido a la célula hospedadora. El fósforo orgánico en el suelo puede ser utilizado,por las plantas, después de la mineralización, la cual es una actividad importante de los microorganismos del . suelo (Joner et al., 1995). Por lo general, los fertilizantes completos (N, P y K), crean efectos negativos \ sobre la intensidad de la colonización micorrízica. ‘Por lo tanto suelos con alta fertilidad conducen a una pobre colonización, siendo poco probable encontrar abundantes hongos MA en suelos agrícolas que son fertilizados intensivamente. Consecuentemente a la aplicación de fertilizantes, los cultivos dependen menos de los hongos MA para su crecimiento. Bajo estas condiciones, algunas especies de hongos son incapaces de colonizar y de beneficiar al cultivo (Sieverding, 1989; Sieverding, 1991). Al producirse la entrada del hongo en la célula vegetal, ésta sintetiza la membrana perisimbiótica que posee fosfatasas neutras y ATP asa, implicadas en la degradación de gránulos de fosfato y su transferencia activa al vegetal, respectivamente, y dicha membrana continúa con la membrana plasmática que es la que rodea a la hifa del hongo (Perotto et al,, 1994). Cabe destacar que la pared del hongo cambia la estructura de quitina de estratificada a amorfa, lo que la convierte en más fina y desaparecen los β-. 1 3 glucanos con la formación del arbúsculo. El incremento de la actividad fosfatasa que ocasionalmente se ha observado alrededor de las raíces micorrizadas parece ser atribuible al incremento, en la micorrizosfera, de poblaciones microbianas con dicha actividad (Tarafdar y Marschner, 1994). 27 2.13. Otros nutrimentos y la MA Las hifas de los HMA pueden absorber nutrientes de la solución del suelo, tales como: P, Zn, S, Ca, B y Cl (Buwalda et al., 1982) y N (Ames et a/., traslocan a las raíces de las plantas hospedantes, pero es más absorción de los más 1983), y los importante la inmóviles que son P, Zn y Cu (Kothari et a/,, 1991). Las plantas por sí solas absorben a través de sus raíces solo los elementos minerales solubles que se encuentran en cantidades muy pequeñas en la solución del suelo. Los elementos minerales que circulan con facilidad hacia la rizosfera, como nitratos y sulfatos, no suelen crear zonas de deficiencia alrededor de las raíces y la contribución de las hifas, en la captación de ellos, es limitada (Barea et a/., 1984). Los iones fosfato y amonio, que se difunden más lentamente en la solución del suelo, Son captados relativamente más por las hifas de ‘los HMA. La captación de los micronutrientes es a Veces contradictoria, ya que se tiene evidencia consistente de un incremento en Su captación por los HMA, sólo para zinc y cobre (Rhodes y Gerdemann, 1980). 2.14. Otros efectos de ta MA ’ Son Varios Ios efectos fisiológicos con los que la planta’ responde a la inoculación, por mencionar algunos de ellos: incremento en la concentración de algunos reguladores de crecimiento vegetal (Allen et al., 1980); mayores tasas fotosintéticas (Allen et al., 1981; Del Val et a/., 1999); mayor producción de arginina (Barea y Azcón-Aguilar, 1983); mayor producción de isoflavonoides (Morandi et el., 1984). Algunos autores sugieren un efecto adicional de las micorrizas, en condiciones de estrés hídrico (Ruíz-Lozano et al., 1995), al mero aporte de fosfatos, esto adquiere especial relevancia cuando la movilidad del ion se dificulta aun mas en condiciones de escasa humedad (Nelsen y Safir, 1982). Louis y Lim (1987), estudiaron la relación entre la densidad de esporas y la Colonización en cuatro especies de plantas bajo suelos forestales, encontrando que 28 cuando el número de esporas fue alto, el porcentaje de colonización fue bajo, pero‘ ’ que cuando el número de esporas declinó, la colonización se incrementó. Allen et al., (1980; 1982), encontraron que además del efecto de los HMA sobre‘ la nutrición, existen otros mecanismos que actúan sobre el crecimiento de las plantas colonizadas, detectando niveles elevados de fitohormonas como giberelinas, citocinínas, lo que se manifestó en adelantos en la floración de dichas plantas. Foster y Nícolson (1981); Koske y Halverson (1981); Schreiner y Bethlenfalvay (1995), coinciden en afirmar que los efectos de los HMA sobre el mejoramiento de la ,~ estructura del suelo es a través de la formación y estabilización de los agregados del suelo, en concreto por las hífas del hongo. Dehne (1975), encontró un mayor contenido de clorofilas a y b, en plantas colonizadas de tomate (Licopersicum sculentum L.), las cuales fueron monos afectadas por las enfermedades vasculares. Otros investigadores señalan a los HMA como los responsables de ejercer sobre la planta una protección contra patógenos del suelo. En el caso de enfermedades que afectan al sistema radical, los HMA pueden actuar protegiendo a la raíz frente al patógeno o bien compensando el daño causado. En cualquier caso, esta proteccíón puede ser debida simplemente a la mejor nutricíón de la planta (Graham y Menge, 1982). La MA puede sintetizar los siguiente compuestos: etanol-ísobutanol, ácido butírico, monoterpenos, sesquíterpenos, ácido ascórbico, etileno, argínina, proteínas, _’ isoflavonoides y fitoalexinas, los cuales pueden inhibir el crecimiento de otros hongos fitopatógenos como: Pythíum, Phytophthora y Pómez, (Hayman, 1987). La MA acumula manitol y trehalosa en las vacuolas de las células vegetales, al contrarío de lo que ocurre normalmente con otro tipo de micorriza, el material de reserva en la MA se acumula en forma de lípidos, ya que la mitad del peso del micelio lo constituye material lipídico (Cooper et al., 1978); esto permite una mayor resistencia al estrés hídrico, reduce la incidencia al ataque de patógenos, por medio de los rizomotfos las cuales son bandas alargadas de hifas paralelas, que forman una maraña que sirve como barrera física contra la entrada de patógenos (Siquiera, 1988). 29 \ Diversos estudios han demostrado que la colonización MA puede controlar las enfermedades de las plantas causadas por patógenos de la raíz, y, que solamente una vez establecidos los HMA podrían reducir el peligro (Rosendahl y Rosendahl, 1990; Perrin, 1990). La asociación de los microorganismos endofitos con su hospedero puede ser mutualística y llegar hasta el umbral de un organismo patógeno en estado de latencia (Strobei y Long, 1998). La producción de la “peroxidasa”, la cual produce paredes celulares secundarias y suberización de las mismas, puede contribuir a crear resistencia a subsecuentes microorganismos patógenos invasores. Con este probable control biológico de enfermedades por la MA, se abre un nuevo proceso de investigación en la fisiología de la simbiosis, ya que su potencial en la producción de cultivos permite su explotación (Gianínazzi, 1991). Existen más evidencias de lo que la micorriza puede llegar a significar en sus aplicaciones en la agricultura, por lo pronto, sólo constituyen líneas de investigación que incrementan el interés por su estudio. 2.15. Relación MA - especies hortícolas Los cultivos hortícolas se constituyen como de gran valor estratégico y social para la agricultura en México por varias razones, entre las cuales destacan las siguientes: a). La potencialidad que ofrecen las condiciones climáticas y edáficas en el país. b). La diversificación de la agricultura. c). Sus necesidades de mano de obra, que generan fuentes de empleo en el campo durante casi todo el año. d). El valor alimenticio que representan para productores y consumidores. e): Las superficies establecidas que normalmente tienden a incrementarse en muchas áreas del país. Por estas y otras razones, el fomento de la horticultura es esencial para el desarrollo sano de la agricultura en general. 30 En algunos trabajos que se han realizado en’ cultivos hortícolas se han corroborado los efectos benéficos de los hongos MA en el desarrollo y en la mejor nutrición de éstos cultivos. Por ejemplo, Wacker y Safir (1990) reportaron que las raíces de espárrago produjeron un compuesto fenólica llamado ácido ferúlico, el cual es inhibitorio para el crecimiento de HMA. Pedersen et al., (1991) determinaron que el espárrago produce tres ácidos fenólicos (ferúlico, caféico y metilenedioxicinámico), los que inhibieron la colonización micorrízica. Por su parte Smith (1980), realizando estudios, en cultivos anuales, encontró que la máxima abundancia de esporas, ocurrió al final de la estación de crecimiento. Nelsen et al., (1981), reportan que a niveles superiores a 10 kg/ha de P disponible, la colonización es uniformemente baja en cebolla (Allium fuerte respuesta de las plantas de cepa L.). La Allium a la colonización micorrízica es probablemente atríbuíble a la baja eficiencia con la que sus raíces absorben P de la solución del suelo y a una baja longitud radical específica así como a una escasez de pelos radícales (Itoh y Barber, 1983). Snellgrove y Stribley (1986), demostraron que las plantas de cebolla (Allium cepa L.), inoculadas en el almácígo con G. mosseae y transplantadas un mes después, a la cosecha dieron menor rendimiento que con la tecnología comercial, ,_ pero produjeron menor número de bulbos divididos. En Inglaterra la fertilización de la cebolla significa sólo el 5% de los costos variables de producción, por lo que el ’ empleo de la micorriza significaría poco ahorro. Tal vez el potencial de la micorriza esté en la agricultura orgánica donde el fósforo autorizado por la Britísh Organic Standard Committe está basado en materiales orgánicos poco solubles ó roca fosfórica. Stribley (1990), recalca que desde 1904 Gallaud, demostró que la raíz de cebolla, es material excelente para el estudio de la colonización micorrízica. Las plantas de cebolla colonizadas con HMA mantuvieron más altas concentraciones de P que las no inoculadas, hasta que la concentración de P en la solución del suelo fue de 0.8 mg/L . Linderman y Davis (2001), estudiaron los efectos de Glomus intraradices y cornposta, en la captación de fósforo por parte de la micorriza y en la retención de 31 \ agua , encontrando que las plantas de cebolla ‘son altamente susceptibles de ser colonizadas y que el crecimiento del bulbo fue debido a la captación de fósforo por parte de la hifa extraradical, se mejoró la eficiencia nutrimental y que Ios HMA tienen efectos estimulantes en las plantas. Al-Karaki (2002), en un experimento de campo, en el cultivo de ajo inoculado \ l con Glomus mosseae, evaluó el rendimiento del bulbo y encontró que eI análisis del beneficio-costo se mejoró en las plantas hospederas, concluyendo que los HMA pueden utilizarse para optimizar el rendimiento del cultivo. Entre las hortalizas, el cultivo de chile (Capsícum annwwm L.), ha mostrado una respuesta significativa a la inoculación micorrízica (Bagyaraj y Sreeramulu, 1982). Estos autores inocularon semillas de chile al momento de la siembra, sin tratar al \ suelo; seis semanas después lo trasplantaron, observando que la inoculación puede sustituir en un 50% la fertilización fosfatada, midiendo como respuesta el peso seco deIOfrutos y contenido de ácido ascórbico, entre otras variables. Ellos encontraron que las plantas provenientes del almácigo tenían’un 30% de colonización (el doble que las no inoculadas) y al final de la cosecha presentaron. de 90 a 100% de colonización, mientras que las no inoculadas presentaron un 80%. Yocom (1985) reportó la influencia de la MA en el esfuerzo reproductivo, es decir que indujo una proporción mayor de recursos hacia la fructificación en el cultivo de chile (Capsicum annwwm L.). La producción de plántulas de chile, debe hacerse utilizando las técnicas que garanticen su posterior desarrollo para que lleguen a producir adecuadamente, tanto en cantidad como en calidad. Babu y Lokeshwar (1988), afirman que se puede ahorrar de 50 a 70% del fertilizante fosfatado al inocular el chile con HMA. Waterer y Coltman (1989) compararon la inoculación al momento de la siembra y al transplante y obtuvieron mejores resultados cuando lo hicieron a la siembra. También observaron que los HMA no tuvieron efectos negativos discernibles cuando’ el fósforo. del suelo fue suficiente. Estos mismos autores, al trabajar también con chile y G. aggregafwm, variaron la concentración de P en la solución de 0.01 a 1.0 mg/L y notaron que a concentraciones de 0.01 y 0.03 mg/L, la inoculación con HMA incrementó la absorción de P, producción total de materia seca, rendimiento de fruto 32 I y reducción del tiempo a la antesis. Arriba de 0.4 mg/L las plantas testigo y las ’ colonizadas rindieron similarmente. También notaron que con 60% de infección radical al transplante no fue suficiente para una respuesta máxima durante el crecimiento subsecuente. Recientemente Aguilera-Gómez et al., (1999) evaluaron la influencia del fósforo y la endomicorriza (Glomus intraradices) sobre el crecimiento de plantas de chile ancho (Capsicum annuum L. CV. San Luis), encontrando que la endomicorriza incrementó el número de hojas, área foliar, tallo, raíces y tamaño del fruto, comparado con las plantas no colonizadas. La colonización de raíces (arbúsculos, vesículas, hifas internas y extrarradicales) fue elevada en niveles bajos de fósforo, mientras que la esporulación no fue afectada negativamente. Por su parte, Davies et al., (1993) demostraron que plantas micorrizadas de chile ancho, cultivar “San Luis” (Capsicum annuum), son capaces de regular sus estomas en forma más rápida y presentar tasas fotosintéticas más altas que las I plantas no inoculadas durante la etapa de aclimatación. En sí, plántulas / micorrizadas de chile ancho tienen una alta tasa fotosintética, así como mayor expresión de crecimiento y desarrollo y, mayor capacidad de absorción nutrimental que las plántulas no inoculadas por estos hongos. La inoculación con Glomus aggregatum en plantas de chile, incrementó la absorción de P y el rendimiento de materia seca, donde la concentración de P en la I / solución del suelo fue de 0.02 mg/L (Waterer y Coltmann, 1989b). 1989b). I Afek et al., (1990) probaron el tiempo requerido para la colonización micorrízica, basándose en la edad de la raíz y posición del inoculante en suelo con 9.5 ppm de P y 632 ppm de N, empleandoGlomus desertícola, G. intraradix y G. mosseae, en cebolla y chile, reportando los siguientes datos: en suelo esterilizado, plantas de cebolla de tres días de edad fueron inoculadas con G. desertícola, presentando colonización a los tres días, la cual incrementó a 50% después de 21 días. En chile, G. desertícola presentó colonización a los tres días y alcanzó un 60% a los 21 días; G. mosseae mostró colonización a los 6 días y se registró un 13% a los 21 días; y para G. intraradix, la colonización fue observada a los 6 días llegando a 10% a los 21 días después. La máxima colonización fue lograda cuando el inóculo se colocó a 3 33 cm abajo de la semilla cuyo máximo pico fue a las 5 semanas tanto para el suelo fumigado como para el control. Davies et a/., (2002) realizaron estudios del efecto de los HMA en plantas de chile ancho (Capsicum annuum L.) CV. “San Luis” en la resistencia a sequía. Glomus fasciculatum y Glomus sp. Zac-19 fueron los inóculos utilizados, donde las plantas fueron expuestas a 20 días de sequía, la cual afectó la conductancia estomatal, la transpiración y biomasa de la planta. Las plantas colonizadas con Glomus sp. Zac19, fueron más resistentes a la sequía, ya que encontraron una mayor proporción de raíces y mayor biomasa total en las plantas inoculadas, con respecto de las plantas sin inocular. Así mismo encontraron que la sequía reforzó la formación de arbúsculos y el desarrollo de la hifa de G. sp. Zac-19, mientras que la colonización por G. fasciculatum fue menor. Gaur et al., (1998), estudiaron el efecto de los HMA en el cultivo de chile en suelos enriquecidos con materia orgánica, encontrando que G. intraradices colonizó en un 68% y tuvo un efecto en el incremento en rendimiento del orden del 112% en . comparación con plantas sin inocular. 2.16. Relación hormonas vegetales - HMA El desarrollo de cualquier tejido vegetal es un proceso sumamente complejo en el cual interviene un gran número de factores externos e internos cuyos mecanismos precisos de acción en muchos casos aún no se han esclarecido. Entre los factores internos que controlan el desarrollo en los diferentes tejidos de una planta destacan los llamados reguladores del crecimiento vegetal (RCV), también conocidos como hormonas vegetales o fitohormonas. Los RCV son compuestos orgánicos sintetizados por la propia planta, que en muy pequeñas cantidades alteran el crecimiento o los patrones del desarrollo en los tejidos vegetales (Davies, 1995). Estos reguladores vegetales químicos son compuestos que en cantidades bajas estimulan, inhiben o modifican los procesos fisiológicos, son específicos en cuanto a su acción y regulan el crecimiento de las células, la división y la diferenciación celular así como la organogénesis, la senescencia y el estado de latencia. Su acción es probablemente secuencial (Takahashi, 1986).. 34 Hasta hace pocos años se tenía la creencia de que la mayoría de los fenómenos relacionados con el desarrollo de los vegetales podían ser explicados sobre la base de simples cambios en las concentraciones y tipos de estos compuestos presentes en un tejido. Actualmente se sabe que el papel de la concentración de estos compuestos en un tejido, aunque importante, no es tan determinante como llegó a suponerse, pues hay otro tipo de consideraciones a tomar para explicar el proceso del desarrollo en las plantas (Davies, 1995). La fisiología de la micorriza, es uno de los temas que mayor atención ha recibido en años recientes, lo cual ha ampliado el notable conocimiento sobre las interacciones entre los simbiontes en términos de nutrición mineral, . relaciones hídricas, flujos de carbono y efectos hormonales (Davies, 1995). Las hormonas regulan muchos procesos fisiológicos en plantas superiores, tales como crecimiento y alargamiento celular, diferenciación y especialización de tejidos, y la inducción de síntesis de proteínas. Las hormonas de las plantas pueden ser divididas en 5 clases principales: auxinas, citocininas, giberelinas, gas etileno y ácido abscísíco, aunque recientemente se han encontrado substancias que ejercen acción parecida como los brasinoesteroides, poliaminas, jasmonatos y ácido salisílico (Darnell ef al., 1990; Davis, 1995). La palabra hormona significa “mensajero”, un mensajero químico que ejerce acción a una distancia. El término fue usado primero por Starling en 1906, en relación con animales y apareció en la literatura botánica en 1910 (Gardner et al., 1985). Los fitoreguladores son aquellos compuestos que en cantidades bajas estimulan, inhiben o modifican los procesos fisiológicos de las plantas. Bidwell (1979) define a las hormonas vegetales o fitohormonas como reguladores vegetales (auxinas, citocininas, giberelinas e inhibidores de crecimiento y etileno), que son transportados del lugar donde son producidos en la planta, al lugar donde ejercen su acción y que entonces sirven como portadores de información. Frecuentemente los procesos del desarrollo están afectados en rutas contrarias por dos a más hormonas. Actualmente se sabe que estos compuestos actúan no solamente sobre el crecimiento. sino también sobre muchos otros fenómenos del desarrollo, por tanto sería más apropiado llamarlos “reguladores del desarrollo”. 35 Las poblaciones microbianas del suelo se desarrollan fundamentalmente alrededor de las raíces de las plantas, donde son estimuladas por la presencia de exudados radicales, células desprendidas, fragmentos de tejidos, entre otros,Ios cuales son aportados por las plantas. Esta es la principal suministradora de sustratos energéticos al suelo, por lo que, al ser heterótrofos la mayor parte de Ios microorganismos que allí viven, se constituyen en la principal fuerza motriz del sistema suelo-planta. Este incremento en la actividad microbiana de la zona de influencia de las raíces, la “rizósfera”, afecta a su vez a la planta, ya que los microorganismos estimulados llevan a cabo una serie de actividades que repercuten en el desarrollo de la misma. Entre tales actividades cabe destacar la producción de compuestos biológicamente activos, como son hormonas, enzimas, quelatos, entre otros; su implicación en el ciclo de nutrientes y de la materia orgánica; así como su contribución al mantenimiento de la estructura del suelo (Azcón et al., 1984; Barea y Azcón-Aguilar, 1992). Esencialmente, las interacciones de los HMA con algunas bacterias como Rhizobium, han mejorado la nodulación y fijación de nitrógeno, inducida por las micorrizas y, recíprocamente, un incremento de la colonización micorrízica en plantas bien noduladas. Como en leguminosas, se han argumentado mecanismos basados en la mejora de la nutrición fosforada y nitrogenada, así como cambios en el balance hormonal de la planta. Son necesarios, sin embargo, más estudios que profundicen entre las interacciones de ambos endofitos (Russo, 1989). Azcón et al., (1984) demostraron la interacción sinérgica entre Azotobacter, Rhizobium y Pseudomonas sp. (bacterias solubilizadoras de fosfatos), las cuales producen reguiadores del crecimiento y son un factor que les permite incrementar la colonización de la MA en las plantas. 2.16.1 Los hongos MA y las auxinas Gaspar et al., (1996) señalan que las auxinas son un grupo de compuestos derivados comúnmente del triptófano, sintetizados por lo general en los ápices de las plantas, y que están implicados en varios eventos relacionados con el crecimiento y diferenciación celular. Se sabe que participan en la regulación de algunos procesos 36 que ocurren en los tejidos vegetales como el crecimiento celular, estimulación del crecimiento del tallo, la acidificación de la pared celular, el inicio de la división celular, la formación de tejidos no diferenciados (tejido calloso), la diferenciación del tejido vascular y la formación de órganos (raíces, flores y frutos). En las plantas, las auxinas tienen que ver con la dominancia apical, afectan la senescencia y abscisión de las hojas y coordinan algunas respuestas trópicas. La auxina natural más común es el ácido indol-3-acético (AIA), pero dependiendo de la especie, edad de la planta, estación del año y condiciones de crecimiento pueden aparecer otras auxinas naturales en los tejidos, como por ejemplo el ácido 4cloroindol-3-acético, el ácido indol-3-acrílico o el ácido indolbutírico (AIB). Estos mismos autores señalan que algunos precursores de las rutas biosintéticas de las auxinas pueden tener actividad propia como auxinas y sustituir así al AIA. Muchas plantas superiores crecen más por alargamiento celular que por proliferación celular, el tamaño y forma de la planta esta determinada primariamente por la cantidad y dirección de ese alargamiento. El nombre auxina significa en griego “crecer” y es dado a un grupo de compuestos que estimulan la elongación (Mc. Dougall y Hillman, 1978). El ácido indol-3-acético (AIA) es la forma predominante, sin embargo, evidencias recientes sugieren que existen otras auxinas indólicas naturales en las plantas. Aunque las auxinas se encuentran en toda la planta, las más altas concentraciones se localizan en las regiones meristemáticas en crecimiento activo, Se les encuentra tanto como molécula libre o en formas conjugadas inactivas. Cuando están conjugadas, las auxinas Se encuentran metabólicamente unidas a otros compuestos de bajo peso molecular. Este proceso parece ser reversible. La concentración de auxinas libres en las plantas varía de 1 a 100 mg/kg de peso fresco (Barker y Tagu, 2000). Slankis (1973) examinó los efectos de los hongos micorrízicos sobre la histología y morfogénesis de algunas plantas hospederas como el pino, encontrando que la colonización de hongos micorrízicos induce la formación de auxinas, las cuales participan directamente en el crecimiento de la longitud de raíces y en Ia cantidad de raíces. Este mismo autor observó que el AIA es absorbido y 37 translocado al sistema radicular y que parece tener efectos en otras regiones donde no ha sido producido, concluyendo que esta hormona causa desviaciones morfológicas en la formación de micorriza; que las hormonas influyen totalmente en el sistema radicular, afectando la frecuencia y secuencia de raíces cortas y largas; y que no Solamente se incrementó la dicotomía de las raíces, sino que causó modificaciones histológicas o diferenciación cerca de los meristemos. Así mismo sugirió que la estructura de las ectomicorrizas refleja una fisiología específica y un estado metabólico que es reducido y mantenido por auxinas fúngicas y que ese estado es Un prerrequisito para el establecimiento y función de la relación simbiótica. También encontró que elevadas concentraciones de formación de auxinas por los hongos. nitrógeno disminuyen la El ‘ácido indolacético (AIA) fue aislado por primera vez por Kogl y Kosterman en 1934. Llamado originalmente " heteroauxina”, también fue aislado de medios de cultivo de levadura y del hongo Rhizopus suinus (Leopold, 1987). Antoszewsk (1973) establece que las condiciones para la actividad de los reguladores de desarrollo en el organismo vivo son: a). Debe existir el emisor del regulador y el sistema que lo suministra. Es decir, el regulador puede producirse en el mismo sistema o recibirse de afuera (por ejemplo, de parte de los organismos que viven en simbiosis con la planta). Frecuentemente el regulador es producido por el emisor a partir de precursores suministrados por otros órganos. El emisor produce el regulador de crecimiento, el cual Sea transpmta Otras partes de la planta. En el caso de fas auxinas, se puede considerar como emisor, la parte apical del brote con el meristemo, entrenudos inmaduros y hojas jóvenes. b). Debe existir el sistema que controla el límite superior e inferior de concentraciones. El límite inferior es controlado frecuentemente por el mismo emisor. El límite superior esta dado por los sistemas enzimáticos que desintegran el regulador (por ejemplo: oxidasa de ácido indol 3-acético), conjugándolo con otras sustancias de una manera reversible o irreversible. 38 c). En el organismo debe existir el sistema que hace posible el transporte del regulador, desde el emisor hasta el lugar donde desempeña su acción. Conocido como canal de información, sistema de translocación ó sistema translocador. d). La parte de la planta, en la cual el regulador despliega su acción, debe disponer del sistema para recibir la información y descifrarla, así como un receptor de información. El conocimiento sobre receptores de hormonas es muy escaso. Por lo general, las funciones fisiológicas del organismo se regulan por la transmisión de alimentación e información. Se debe recordar que cada proceso- fisiológico aunque localizado en una parte de la planta, depende de lo que ocurre en otras partes de ésta. Algunos progresos se han dado; en la ‘última década, en respuesta a esos postulados. Las evidencias acumuladas indican que las auxinas son transportadas dentro de las raíces, desde la base hasta el ápice de la raíz, esto es una dirección acropétala y el transporte está polarizado, el cual es dependiente de la energía metabólica y es favorecido por la luz y por la temperatura. Por otro lado, algunos estudios bioquímicos empiezan a aclarar el panorama sobre las interacciones enzimáticas entre el hongo y la raíz. Parece ser que el hongo MA contribuye significativamente a la actividad metabólica de la raíz colonizada (Gianinazzi, 1991). Este mismo autor señala que, la MA puede afectar el balance ‘hormonal de las plantas hospederas como ácido abscísico (ABA), ácido indolacético (AIA), citocininas, giberelinas, vitaminas y compuestos volatiles, incrementando de esta forma el tamaño y longevidad de la raíz, así como-lograr un mejor crecimiento y desarrollo del vegetal. Rayle y Cleland (1992), señalan que las auxinas se generan principalmente en las partes jóvenes de las plantas: ápices, frutos y hojas en desarrollo. Las auxinas estimulan el crecimiento por elongación del tallo, participan en la inhibición correlativa, de las yemas axilares, estimulan la acción del cambium y diferenciación del xilema y promueven la formación de raíces. La propiedad más importante de las auxinas es su transporte, basípetala en el tallo y la raíz. Otra propiedad importante de las auxinas es que el tejido en donde se encuentran en alta concentración, se convierte en el punto de atracción de 39 \ nutrientes. En las Plantas se encuentran muchos derivados del indol, entre ellos, el triptófano es uno de los Precursores principales del ácido indol -3- acético (AlA). Danneberg et al., (1992) cuantificaron las fitohormonas ácido indol -3 acético (AlA), ácido abscísico (ABA), citocinina (zeatina ribósido) en maíz (Zea mays L.) inoculado por Glomus. Las mediciones por ELISA indirecta mostraron elevados niveles de ABA en plantas colonizadas en todos los estados de crecimiento (40, 60, 80 Y 110 días). En contraste la cantidad de zeatina ribósido, fue similar en plantas colonizadas y no colonizadas tanto en raíces como tallos, con la excepción de que al final del Ciclo Vegetarivo (110 días), se mostró un nivel alto de zeatina ribósido en plantas colonizadas. El contenido de AIA fue esencialmente la misma en las plantas evaluadas. Allen et aI., (1980), mencionan que la concentración de AIA y citocininas fue mayor en plantas colonizadas, que en las no inoculadas. La dominancia apical, la elongación de entrenudos, crecimiento radicular y tamaño celular del xilema en la copa y raíces apicales de Betulapubescens y Betula pendula, fueron determinadas y relacionadas con los niveles de AIA endógeno, encontrando que no hubo diferencias significativas entre ambas plantas en cuanto al contenido AIA (Päivi et al., 1993). El metabolismo de AIA de las plantas ha sido objeto de muchos interés en los los ?993). últimos años, desde que se encontraron los ácidos libres en las plantas, aunque también existen formas conjugadas (Folke et al., 1993). También se ha estudiadola relación exsistente entre las hormonas y el fenómeno de estrés, destacándose que el el contenido y actividad fisiológica de auxinas, giberelinas y citocininas decrece cuando el contenido de agua disponible para las plantas es limitado. Mientras que el el contenido de ácido abscísico se incrementó en las hojas cuando el potencial hídrico disminuyó (Sharp y Davies, 1989). Wightman et al., (1980) estudiar los factores hormonales como control de laI iniciación y desarrollo de raíces laterales de frijol, encontraron que la concentración concentración óptima de AIA de 1x10-4 M, promueve la iniciación de raíces laterales (primordios laterales) y todas las auxinas exepto el ácido indol-3.propiónico inhiben la elongación de raíces laterales. Ia 40 Law y Davies (1990), estudiaron el contenido de AlA en Sleder pea, bajo diferentes contenidos de giberelina, realizado con el método de cromatografía de gases y espectrometría de masas (GC-MS)., Los niveles de AIA de brotes de crecimiento fueron similares en las líneas de frijol evaluadas. Las muestras fueron obtenidas de ápices y brotes tiernos, 2.16.2 Los hongos MA y las citocininas Gaspar et al., (1996) mencionan que las citocininas generalmente son derivados de la adenina y son sintetizadas en tejidos jóvenes y raíces. Poseen dos propiedades que las hacen muy útiles para el cultivo ín vitro de tejidos vegetales; por un lado estimulan, la división celular y por otro rompen la latencia de las yemas axilares haciéndolas brotar. En las plantas, las citocininas promueven la brotación de yemas axilares, estimulan la expansión de las hojas y retardan la senescencia. Junto con las auxinas, las c itocininas regulan a d ívisión celular. D ebido a o a nterior, el balance entre auxinas y citocininas en las plantas suele ser determinante para el patrón de desarrollo. Greene (1980) señala que las citocininas se localizan en los ápices de las raíces de donde se transportan hacia la parte aérea y que son el principal grupo de reguladores de crecimiento de las plantas, ya que éstas estimulan la división celular y retardan la senescencia. Smith (1983) considera que la intervención de los hongos en la derivación de hormonas puede ser una hipótesis que puede explicar la morfogénesis de la planta, y, que los factores físicos y funciones bioquímicas son vagas, por lo que sugiere una ’ experimentación racional. También señala que las funciones fisiológicas de un grupo dado de células dependen en la mayoría de los casos, de la influencia de más de una hormona. Por tanto se requiere conocer la información cuantitativa sobre la’ formación de hormonas y otros factores de crecimiento, bajo ciertas condiciones ecológicas Linderman (1988) menciona que los beneficios de la simbiosis micorrízica son muy variados, destacando que los procesos fisiológicos de la planta se favorecen, al incrementarse las substancias reguladoras del crecimiento, induciendo cambios en la 41 permeabilidad de la membrana celular y produciendo algunos exudados que son un potencial para el desarrollo de la microfauna de la rizósfera, la que a su vez ejerce efectos positivos en la planta. Los microorganismos de la rizósfera liberan nutrimentos, intervienen en la nitrificación y desnitrificación, aumentan la disponibilidad del fósforo, modifican la morfología de la raíz favoreciendo el aporte nutrimental además de que el desarrollo de la planta se incrementa por sustancias como las fitohormonas. La simbiosis micorrízica aumenta el nivel de citocininas, las cuales son producidas principalmente en las raíces, se transportan por el xilema y floema en forma acropétala y basipétala, estimulando la síntesis de proteína, clorofila y división celular de los meristemos, retardando la senescencia de órganos y en presencia de auxinas estimulan la actividad del cambium,. neutralizan la inhibición del crecimiento de las yemas axilares causadas por auxinas o ácido abscísico, intervienen en la regulación de muchos otros fenómenos biológicos, razón por la cual las plantas tienen un incremento en su desarrollo (Hirsch et al., 1997). Pohleven (1989) analizó la influencia de k inetina, z eatina, zeatina-ribósido y otras citocininas de exudados radiculares, sobre el transporte de K, Ca, P y Na en el micelio de Suillus varíegatus. Encontrando que estas sustancias tienen efectos específicos sobre cada ion y que ejercen una influencia marcada sobre el crecimiento micelial de los hongos micorrízicos. Las concentraciones óptimas para el crecimiento del hongo son 1 x 10-7 a 1 X 10-8 mol/L . Alguna otra concentración de las citocininas inhibe el crecimiento micelial. La investigación realizada demostró que la activación de iones transportados está más intimamente conectada a la síntesis de proteínas que a otros procesos metabólicos. Los efectos exógenos de as c itocininas son a Itamente dependiente d e otros factores: la concentración aplicada, las condiciones ambientales (fotoperíodo), el sitio y el tiempo de aplicación. Los estudios con la longitud del día, en plantas de Sinapia alba, sugieren la existencia de señales entre ramas y raíces, las cuales están bajo el control del fotoperíodo y afectan la síntesis de citocininas y su liberación desde las raíces (Kinet et al., 1993). 42 Drüge et al., (1992) evaluaron el efecto de la colonización por hongos micorrízicos arbusculares sobre la transpiración, fotosíntesis y crecimiento en relación con los niveles de citocininas (zeatina ribósìdo) por la técnica de ELISA, en plantas de Linux usitatissimum L., encontrando que no hubo una correlación entre la colonización y los incrementos de N , P o K en el análisis foliar. Por otro lado, las plantas altamente colonizadas manifestaron incrementos en la transpiración y CO2. Desde el inicio de la colonización micorrízica, los niveles de zeatina ribósido, incrementaron en las yemas apicales, manifestándose una respuesta en el crecimiento de brotes y raíces. Goicoechea et al., (1997), mencionan que hay una correlación positiva entre el incremento de las citocinínas y la tasa de intercambio de CO2, conductancia estomatal y la transpiración. Estos resultados conducen a la conclusión de que los niveles de esta citocinina están involucrados en el mejoramiento de la fotosíntesis y el crecimiento de plantas colonizadas por HMA. 2.16.3 Los hongos MA y las giberetinas El estudio de las giberelinas comenzó a partir de 1926, cuando Kuròsawa, en Japón, analizó una enfermedad común en los arrozales llamada “Bakanae” (gigantismo). La enfermedad es causada por Gibberella fujikuroi Saw, hongo Ascomiceto denominado Fusarium monilíforme Sheld, en su forma asexual. Las plantas atacadas se caracterizan por el tamaño desmesurado que alcanzan sus cañas, las que raramente florecen y fructifican. Con filtrados de cultivos del hongo, libres de micelio o esporas, Kurosawa pudo reproducir la enfermedad y llegó a la conclusión de que el fenómeno era causado por una sustancia activa sintetizada por el microorganismo parásito. En el año 1939, Yabuta y Hayashi (Barlow, 1987) lograron aislar el producto activo, al que denominaron “giberelina A”. Sólo en 1954, Curtis y Cross, en Inglaterra, determinaron la composición química del producto y lo llamaron ácido giberélico, conocido también como giberelina (GA3). Poco después, Radley en 1956 demostró la presencia de principios activos semejantes en plantas superiores. Más tarde fueron identificadas también en las gimnospermas, pteridofitas, algas, hongos y bacterias (Takahashi, 1986). 43 Radamacher (1994) Y Danneberg et al., (1992) señala que las giberelinas: se producen en las Partes jóvenes de las plantas; las fuentes más ricas y abundantes de esta hormona son las raíces y Ios frutos jóvenes, especialmente sus semillas;’ estos compuestos estimulan el Crecimiento por alargamiento de los tallos de numerosas Plantas; que la presencia de auxinas estimula la actividad del cambium; en Plantas herbáceas de día largo, la producción de giberelinas es estimulada por la longitud del día, lo cual favorece !a inducción floral, estas se transportan fácilmente en forma basipétala como acropétala; la giberelina más común es GA3; Participan en la floración que y amarre de frutos, con lo cual se incrementa la producción. La concentración de giberelinas en la maduración de hojas de plantas frondosas de naranja fue consistentemente alta en comparación con plantas con Poco follaje, mientras que el ABA en el fruto decreció durante el desarrollo del mismo (Sager y Erner, 1991). Las giberelinas GA 1, GA 4, GA9, GA20 y fueron identificadas en extractos de hojas de begonia (Begonia evansiana), las cuales fueron purificadas usando fase reversa y por fase normal, mediante la técnica de HPLC, donde se señala que las giberelinas afectan la floración inicial y el desarrollo. Destacándose que la variación cuantitativa de esas cinco giberelinas bajo varias condiciones de temperatura Y regímenes de fotoperíodo, fue estudiada posteriormente (Oden y Ola, 1988). Wightman et al., (1980) comprobaron que las concentraciones endógenas de giberelina (GA3) de 1x1 O-3 10-4, 1 O-5 , promueven el desarrollo de raices de fríjoi y mencionan que los entrenudos son regulados por el nivel-de giberelina. Barea y Azcón-Aguilar (1982), utilizaron una cepa de G/omus mosseae, Ia cual es capaz de formar micorriza arbuscular y evaluaron la capacidad de la cepa para Ia producción de fitohormonas. Las esporas de G. mosseae fueron axénicamente germinadas en, agua, y el micelio resultante fue ensayado por procedimientos estándares para la extracción de hormonas desde el cultivo microbiológico. Utilizando bioensayos específicos y papel cromatográfico para separar e identificar las sustancias reguladoras de crecimiento, encontraron que los microorganismos sintetizaron un mínimo de dos sustancias parecidas a las giberelinas (con Rf 44 correspondiente en posición al ácido giberélico y cuatro substancias con las ’ propiedades de las citocininas). Allen et al., (1982) realizaron un estudio sobre los cambios fitohormonales en Bouteloua gracilis, la cual fue inoculada con Glomus fascículatum, en un período de 50 días, determinando los niveles de giberelinas (GA) y ácido abscísico (ABA), por HPLC. La infección por hongos micorrízicos resultó en incrementos significativos por el ácido giberélico en las hojas y una tendencia por disminuir en las raíces. La concentración de ABA fue menor en hojas de plantas colonizadas, pero sin cambios en las raíces. Esto puede indicar que al incrementarse los niveles de GA, se reducen los niveles de ABA en las hojas, lo cual puede alterar sustancialmente la fisiología de Bouteloua gracilis. Fos et al., (2000), cuantificaron la concentración de giberelinas mediante HPLC en ovarios de tomate (Lycopersicum esculentum Mill.) y afirman que elevando la concentración de esta hormona, se puede producir partenocarpía en los frutos y actualmente se estudian los genes que están involucrados en este fenómeno. Akiyama y Hagashi (2002), evaluaron raíces de melón mediante la técnica de HPLC y TLC, para cuantificar los niveles de metabolitos secundarios, al ser inoculadas con HMA Glomus caledonium, encontrando que estos inducen la acumulación de triterpenos. Ebel ef al., (1997) determinaron que el nivel del ABA en el xilema, se alteró por la simbiosis micorrízica de Cowpea (Vigna unguiculata), creciendo en condiciones de sequía, reportando que el ABA se encontro en niveles más bajos en plantas colonizadas, atribuyendo dicha alteración al cierre de los estomas. Elías y Safir (1987) evaluaron los exudados radicales de Trifolium repens a las 2, 4 y 6 semanas después de la siembra, utilizando Glomus fasciculatum, encontrando que no hubo diferencia significativa entre la cantidad de exudados en plantas con y sin aplicación .fósforo. Los resultados sugieren que es la calidad de exudados de las plantas la que estimula la elongación de las hifas de los hongos micorrízicos arbusculares. Las nuevas aproximaciones al estudio de la micorriza, mediante el uso de técnicas bioquímicas y moleculares, permitirán comprender mejor la dinámica de 45 esta simbiosis, así como identificar y cuantificar a tos hongos que colonizan una raíz, además de manipularlos genéticamente (Piche et al., 1994). Los hongos micorrízicos requieren de un adecuado suministro hidrocarbonado Por. Parte del vegetal para un correcto funcionamiento del sistema simbiótico, se ha determinado que, en el caso de la simbiosis tripartita (leguminosa-rhizobiummicorriza), tal requerimiento llega a ser compensado ya que la actividad fotosintética del vegetal colonizado se incrementa, como consecuencia del aporte mineral Y hormonal en mayor medida de lo que los endofitos respectivos consumen. Este balance positivo para el vegetal conocido con el nombre de “compensación fotosintética" tiene lugar cuando existe compatibilidad funcional del sistema (RuízLozano y Azcón, 1993). La función de la colonización de los HMA y, su influencia en las’ relaciones hídricas, balance hormonal, fotosíntesis y distribución de carbono en la v planta son aspectos relacionados con la interacción entre ambos simbiontes (RizobiumMicorriza) y SU efectividad en nutrición vegetal (Azcón et al. 1996)., Los hongos micorrízicos pueden actuar como bioreguladores, biofertilizantes y bioprotectores de las plantas, haciendo posible la producción de más alta calidad y con menos insumos químicos (Lovato et al., 1996). Las raíces colonizadas por hongos micorrízicos pueden afectar el crecimiento y el desarrollo. Se ha demostrado que la presencia de ésta asociación, evita bloquear la dominancia apical del crecimiento en plantas de transplante, lo cual es una característica importante para reducir el tiempo de producción (Berta et al., 1994). Uno de los grandes problemas con las hormonas vegetales es eI ensayo. Por lo general están presentes en cantidades minúsculas y son muy difíciles de detectar o caracterizar químicamente. Se puede destacar la importancia que todos los días adquieren los trabajos de investigación con HMA y los cultivos en general, ya que idealmente el uso práctico de los HMA en los sistemas de producción vegetal, eficientizará el uso del fósforo del suelo y de los fertilizantes fosfóricos, optimizará la productividad de los suelos Y cultivos con niveles bajos de insumos, hará más rentable la producción de cultivos en 46 condiciones adversas y ayudará a establecer cultivos en suelos erosionados o degradados. El uso de los hongos micorrízicos arbusculares en sistemas comerciales de propagación de plantas ha ído en aumento. La actividad de los hongos micorrízicos repercute en la reducción de estrés en la planta, un aumento tanto en la resistencia a enfermedades, como en la absorción de nutrientes ,mejoramiento de las relaciones hídricas en la planta, incremento en la tasa fotosintética e inducción de mayor vigor, todas esas características tienen especial importancia en los sistemas de propagación de plantas. En México, se ha trabajado con el sistema producto chile, ya que este cultivo es de gran importancia económica, por la mano de obra que ocupa y por ser uno de los cultivos importantes que repercute en la dieta de la población. Por tal motivo, se considera necesario establecer líneas de investigación tendientes a mejorar la productividad de este cultivo, mediante el uso de HMA, los cuales sean evaluados en condiciones de campo e invernaderos. Por ahora la mayor parte de los trabajos se relacionan con aspectos nutritivos, pronto podrán extenderse a condiciones de campo. Lo que sí ya es un hecho, es su aplicación en condiciones de almácigo, con lo que se logran plántulas de calidad y libres de organismos patógenos del suelo, y una mejor adaptación al transplante de vivero a campo cuando se trata de árboles frutales y forestales, así como de algunas hortalizas de importancia económica, lo cual permite asegurar un mejor desarrollo en condiciones productivas. Los niveles de fertilización química, la fuente de fósforo, la fertilización del suelo con materia orgánica, el tipo de fungicidas aplicados y la rotación de cultivos, entre otros, son variables de las prácticas agronómicas que afectan de manera determinante el establecimiento y la efectividad de la micorriza, ya que ésta es el principal mecanismo con que cuentan !as plantas en su adaptación al medio ambiente. El estudio de la micorriza contribuye a un mejor conocimiento sobre la estructura de ecosistemas naturales y los procesos sucesionales de la vegetación. 47 Por tanto el manejo de los hongos MA es coherente con modelos tecnológicos para una gestión sostenible de los recursos naturales. Los hongos formadores de micorriza arbuscular son considerados como ,un recurso biológico multipropósito, además de los efectos sobre la productividad vegetal, produce beneficios ambientales, pues mejora las propiedades físicoquímicas y biológicas del suelo y disminuye la erosión. El desarrollo de la investigación sobre la simbiosis microbiana se ha estimulado en los últimos 50 años. El advenimiento de nuevas técnicas experimentales sobre el origen de la simbiosis en la biotecnología y en la conservación de la biodiversidad deberá ser explorada (Smith, 2001). Por otro lado, no está claro, si los efectos observados en cuanto a la alteración de los niveles hormonales son debidos directamente al hongo mícorrízico o indirectamente a alguna alteración en la fisiología del hospedero como un resultado de su mejoramiento nutricional. Los cambios en los balances de las cuatro hormonas más importantes en las plantas (auxinas, giberelinas, citocininas y ácido abscísico), aun no han sido examinadas para alguna especie de planta infectada por HMA y tampoco en diferentes etapas de desarrollo, por lo que ésta es una justificación importante (Danneberg et al., 1992). Finalmente, los trabajos que se han desarrollado sobre la relación HMA y promotores del desarrollo vegetal, se han enfocado a la investigación de una o dos variables de estudio, por lo que se considera necesario abordar este tema desde diversos puntos de vista: nutritivos, fisiológicos, metabólicos y hormonales. 48 v 3. MATERIALES Y MÉTODOS 3.1. Descripción geográfica El presente trabajo de investigación se realizó en la Unidad Académica de Agronomía y en el Laboratorio de Farmacología de la Unidad Académica de Medicina Humana así como en el Laboratorio de la Unidad Académica de Ciencias Químicas dependientes de la Universidad Autónoma de Zacatecas en la Ciudad de \ Zacatecas, Zac. Se ubican entre las coordenadas 22° 45’ de Iatitud norte y 102° 42’ de longitud oeste. Su altura sobre el nivel del mar es de 2190 m. El clima predominante en la zona es semi-seco templado, del tipo BS1KwlG según la clasificación de Köppen modificada por Enriqueta García (1988). La mayor parte de las precipitaciones pluviales se presentan durante el verano (445 mm), con una temperatura media anual de 16°C. 3.2. Cepas de hongos mícorrízicos arbusculares (HMA) Los inóculos de hongos micorrízicos arbusculares (HMA) empleados, fueron proporcionados por el Área de Microbiología del Instituto de Recursos Naturales del Colegio de Postgraduados de Ciencias Agrícolas ubicado en Montecillo, estado de México, y por el laboratorio de fertilidad de suelos de la Facultad de Ciencias \ Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Colima, ubicado en Tecomán, Colima. En este experimento se usaron las cepas: Glomus sp. Zac-19 (multicepa integrada por G. albidum, G. claroides y G. diaphanum; Chamizo et al., 1998), Glomus etunicatum (Becker y Gerdemann) y Glomus intraradices (Schenck & Smith), los inóculos fueron reproducidos en plantas de fríjol (Phaseolus vulgaris L.), sin fertilizar y bajo condiciones de invernadero, durante 120 días, en recipientes de 1 kg de peso, previamente desinfectados con alcohol utilizando un sustrato de arena y suelo esterilizado a 18 Ib/cm3 durante 3 h, en una proporción 3:1. \ 3.3. Material vegetal Los materiales vegetales utilizados Fueron semillas de los cultivares: chile mirasol y chile ancho, proporcionados por el Campo Agrícola Experimental de Calera 49 de Víctor Rosales, Zacatecas (CAEZAC) del INIFAP. Dicho material fue lavado en agua destilada a una temperatura de 40°C durante 20 min y se puso en imbibición durante 24 h antes de la siembra. 3.4. Diseño experimental El experimento fue desarrollado bajo condiciones de invernadero (30°C con un fotoperíodo de 12 hrs), con un diseño experimental completamente al azar. Se evaluaron las cepas de hongos mícorrízicos:Glomus sp. Zac-19, Glomus etunícatum, Glomus intraradices y el testigo, en dos cultivares de chile: mirasol y ancho. Se establecieron 8 tratamientos con 16 repeticiones cada uno. A continuación se mencionan los tratamientos: Cuadro 2. Tratamientos evaluados en el experimento. nóculo Chile mirasol Chile ancho Glomus sp. Zac-19 Tl T5 Glomus etunicatum T2 T6 Glomus intraradices T3 T7 Testigo T4 T8 \ 3.5. Siembra e inoculación Para la siembra del material biológico se usaron recipientes de unicel (volumen de 296 mL), utilizando sustrato a base de la mezcla de Peat moss y arena fina (1 :1), esterilizados con bromuro de metilo durante 3 días. Para la inoculación de las cepas de hongos micorrízicos correspondientes en cada uno de los tratamientos, se realizó previamente una cuantificación del número de esporas presentes en 100 g de suelo seco, por el método de tamizado y decantación de Gerdemann y Nicolson (1963), obteniendo lo siguiente: 50 / I Cuadro 3. Población de esporas en muestras de inóculo. Inóculo Esporas en 100 g de suelo Esporas aplicadas por seco* tratamiento Glomus sp. Zac-19 9 1598 ± 16 479 Glomus etunicatum 1626±22 488 Glomus intraradíces 1741 ±24 522 * promedio de 6 repeticiones. El procedimiento utilizado para la siembra fue el siguiente: a ‘cada unidad experimental se le colocó 28 g del sustrato, luego se usó 30 g de inóculo del hongo micorrízico correspondiente, se sembró y finalmente se procedió a cubrirla con el mismo sustrato (6.8 g). Se regó con agua destilada cada tercer día hasta el momento del trasplante, posteriormente se utilizó agua común. El trasplante se realizó a los 40 días, colocando en recipientes de 1 L para el muestreo a los 80 días y de 10 L para los de 120 y 160 días de edad. La temperatura mínima promedio registrada dentro del invernadero fue de 8°C y la máxima promedio fue de 45°C. Se fertilizó con solución nutritiva de Hoagland desde el inicio de germinación del cultivo, aplicando a cada unidad experimental 60 mL, con una frecuencia de 15 días. La solución nutritiva de Hoagland se preparó a base de: 0.025 g/L de KH2PO4 1.25 g/L de KNO 3-, 1.25 g/L de Ca(N03); 0.50 g/L de MgSO4 1.25 g/L de Fe EDTA; 1.67 g/L de Na2 EDTA; los cuales se aforaron a un litro de solución. Además se preparó una solución de micronutrientes a base de: 2.86 g/L de H3B03; 1.81 g/L de MnCl2; 0.22 g/L de ZnSO4-, 0 . 08 g/L de CuS04; 0.025 g/L de NaMoO4 y 0.025 g/L de CoCL2. De ésta solución de micronutrientes, se tomaron 0.25 L y se agregó a un litro de la solución Hoagland. El pH de la solución nutritiva se ajustó a 5.5 con HCI. 51 l Cuadro 4. Fechas de muestreo. Fecha de muestreo (días) 40 Etapa de desarrollo del cultivo Crecimiento vegetativo 80 Inicio de floración 120 Formación de frutos 160 Fructificación (cosecha) Cada fecha de muestreo se cosecharon cuatro unidades experimentales (una Planta) Por tratamiento con el objeto de evaluar las diferentes variables agronómicas (altura, numero de hojas, área foliar, diámetro de tallo, longitud radical, peso fresco total, Peso fresco de raíz, peso fresco foliar). Así como el porcentaje de colonización de hongos micorrízicos arbusculares por el método de clareo Y tincion (Phillips y Hayman, 1970). Al final del experimento se evaluó el numero de frutos v peso fresco de fruto. En los muestreos periódicos destructivos del tejido joven y de crecimiento meristemático de las plantas, que luego fueron procesados en el laboratorio se determinaron los contenidos de hormonas (AIA y GA3 Para la cuantificación de 6amino-Purina (adenina), Se procesaron muestras de ápice de raíz. También se cuantifico el contenido de clorofila a, b y total, así como proteínas totales solubles. 3.6. Análisis estadístico Se usó el procedimiento de ANOVApara obtener el análisìs de varianza deI programa SAS, el cual sirve para hacer análisis de varianza en situaciones balanceadas, donde el mismo tratamiento se repite el mismo número de veces y donde no hay datos perdidos. Después de hacer el análisis de varianza y verificar que sí hubo efectos significativos entre los tratamientos, eso quiere decir que al menos un tratamiento es diferente de los demás. Por tanto se realizo una ‘comparación de medias de tratamientos, mediante la prueba de Tukey a un nivel de significancia de 0.05 (=0.05). La Cual permitió resolver si se rechaza o no la hipótesis. 52 1 I I / , 1 Finalmente se realizó un análisis de los coeficientes de correlación (Pearson) entre todas las variables evaluadas. 3.7. Mediciones del crecimiento La altura de planta (cm) se determinó midiendo longitudinalmente desde la base hasta el ápice; el área foliar fue medida en cada una de las hojas en cm2 con un planímetro polar; el diámetro de tallo se midió con vernier en la parte más cercana al cuello de la raíz; la longitud de la raíz fue medida en cm desde la base del tallo al ápice radical; el peso fresco de raíz, se realizó una vez que éstas se limpiaron y lavaron perfectamente. El peso fresco de follaje, incluyó al conjunto de hojas, ramas y tallos; el peso fresco total fue la sumatoria de los dos anteriores; y el peso de fruto, fue evaluado al momento de la cosecha, en base a la cantidad producida por tratamiento. Todas las variables de peso fueron realizadas en balanza analítica. 3.8. Colonización micorrízíca Se siguió el método de Phillips y Hayman (1970). Una vez que se han lavado las raíces cuidadosamente, éstas se cortaron en segmentos de 1.0 cm de longitud aproximadamente, se colocaron dentro de cápsulas de acero inoxidable, las cuales se colocaron en un recipiente agregando (KOH) al 10% hasta cubrir la cápsula. Posteriormente se aplicó el primer ciclo de calentamiento en autoclave a 1.05 kg/cm2 de presión y a una temperatura de 121°C, durante 10 min. Se retiró el KOH, procurando que no se abrieran las cápsulas. Se enjuagaron bien, por lo menos 3 veces con agua potable, hasta eliminar el exceso de KOH. Después se aplicó peróxido de hidrógeno por 3 min y posteriormente se enjuagó 3 veces con agua. Para acidificar las raíces, las cápsulas se sumergieron en HCI al 1% durante 3 min, se retiró el HCI y ya no se lavaron posteriormente. La tinción de raíces se realizó con azul de tripano al 0.05%, aplicándose un segundo ciclo de calentamiento durante 10 min. Después de ese tiempo se retiró la solución colorante y se lavó, adicionando enseguida lactoglìcerol. Se montaron en portaobjetos 25 fragmentos de raíces teñidas; se agregó lactoglicerol para clarificarlas y se colocó el cubreobjetos, 53 eliminando las burbujas de aire; se eliminó el exceso de lactoglicerol y se selló con esmalte. La colonización micorrízica se estimó basándose en Ia observación al microscopio realizándose tres pasajes equidistantes sobre cada fragmento con ayuda de un microscopio binocular compuesto utilizando el objetivo de 100x. La identificación se basó en la observación, de las vesículas, arbúsculos e hifas características de Ios hongos micorrízicos arbusculares. La fórmula para calcular el porcentaje de colonización fue la siguiente: % de colonización = segmentos totales colonizados x 100 segmentos totales observados 3.9. Determinación de ácido Indol 3-Acético (AIA) Para la extracción Separación y cuantificación de esta hormona se utilizó la metodología descrita por Li et al., (1992) en este análisis se utilizó un cromatógrafo de gases (HP 6890 GS System) el cual tiene acoplado un espectrómetro de masas (HP 5973 MS).Este equipo de cromatografía de gases trabaja con Helio comprimido como gas de arrastre y cuenta con una columna capilar de 30 m de largo y 0.25 mm de diámetro interno. Este equipo cuenta con una biblioteca de datos denominada NBS 75%, la cual permite la identificación de diferentes Compuestos Contenidos en una muestra. Se Pesaron 3 g de material fresco de meristemos apicales (ápice Y hojas en desarrollo), se pesó 3 g de material fresco y se colocó en un recipiente Con hielo La extracción Se realizó Con metanol frío (4°C) al 80% y agitando durante 24 h . se removió el metanol por filtración con Vacío y el residuo acuoso fue parficionado con acetato de etilo a pH 3; se evaporó el acetato de etilo por sequedad, el residuo se disolvió en metanol al 7O%, pH 8.5; a Solución se evaporó a sequedad y luego fue inyectada manualmente al equipo mencionado. Cabe señalar, que en todos los estudios de cromatografía, en los que se requiera hacer una cuantificación de compuestos contenidos en una muestra, es necesario Contar Con la curva de calibración del compuesto por estudiar, partiendo de una solución madre a una concentración conocida y haciendo varias diluciones, Para obtener la pendiente de la curva de calibración respectiva. Es importante 54 mencionar que los tiempos de retención relativos (trr) del estándar de alta pureza, sirven de base para comparar los tiempos de retención de los compuestos buscados bajo idénticas condiciones de trabajo. La aproximación del tiempo relativo se duplica por cada disminución de 2O°C. Las muestras fueron inyectadas en un volumen de 3 µL, a una temperatura inicial de 160°C, con un incremento de 20°C por min, hasta llegar a una temperatura final de 280°C. La velocidad de flujo fue de 1.2 mL/min. Se utilizó la técnica de monitoreo de iones seleccionados (SIM), la cual consiste en determinar el pico sobresaliente que contenga los iones seleccionados, en este caso fueron los iones sobresalientes 130 y 174 de acuerdo a su relación masa sobre carga (m/z). El tiempo de corrida fue de 10 min. Con este procedimiento se determina la masa o concentración de un componente en la muestra y compara su porcentaje de composición. Se obtuvo el promedio de tr, de tres inyecciones por muestra. Esta técnica analítica permite determinar una cantidad muy grande de compuestos orgánicos, y brinda. un resultado llamado cromatograma, que es característico en las condiciones obtenídas y simularía ta “huella dactilar” del compuesto, que proviene del espectro de masa vía una línea de transferencia, el cual es el resultado del barrido de la elución que es realizada por el espectro de masas varias veces por segundo durante una corrida cromatográfica completa, generándose una gran cantidad de datos sobre el compuesto. Esta información se correlacionó con la curva de calibración específica y los datos se transformaron a concentración (mg/L). Para el AIA, bajo las condiciones de trabajo, el tiempo de retención fue de 6.3 min. 3.10. Determinación de ácido giberélico (GA3) Para la extracción, separación y cuantificación de esta hormona también se utilizó la metodología descrita por Rodrigo et al., (1997), este análisis se llevó a cabo usando un GC-MS (HP 6890 GS System) con detector selectivo de masas (HP 5973 MS). Las muestras se obtuvieron de yemas meristemáticas y ápices de hoja; se pesó 55 agitando durante 24 h; el homogenado se filtro a vacio, los residuos fueron levados dos veces. con metanol al 80%, la fase líquida se ajustó a pi-i 8 usando 0.1 N de NH4O-I con igual volumen de hexano; la solución se evaporó a sequedad a 35°C para posteriormente ser utilizada para cuantificación de GA3. Las muestras se filtraron en Milipore de 1cm de diámetro y 0.2 µm de tamaño de poro. Posteriormente, fueron inyectadas en un volumen de 3 µL, a una temperatura inicial de 60°C, con un incremento de 20°C por min, hasta llegar a una temperatura final de 28O°C. La velocidad de flujo en la columna fue de 1.2 mL/min. Se utilizó la técnica SIM, por lo que los iones seleccionados, en este caso fueron 347, 370, 475, 489 y 504 de acuerdo a su relación masa sobre carga (m/z). El equipo funcionó a una presión de 0.5 - 3.8 PSI y un tiempo de corrida de 12 min. La información proveniente del cromatograma fue correlacionada con la curva de calibración específica y los datos transformados a una concentración conocida, El tiempo de retención para GA3 fue de 8.4 min en las condiciones de trabajo utilizadas. 3.11. Determinación de 6-amino purina (Adenina) Para la extracción, separación y cuantificación de esta hormona ‘se utilizó la metodología descrita por Müller et al., (1988) mediante el procedimiento GC-MS. Las muestras se obtuvieron de ápice de raíz en desarrollo; se pesaron 5 g de tejido fresco; la extracción se realizó con metanol frío (4°C) al 70% y se agitó durante 24 h; se filtró y la fracción orgánica se evaporó en rotavapor a 40°C, se redisolvió en agua con pH=4 y se almacenó en refrigerador antes de hacer la determinación. Finalmente se filtraron todas las muestras en papel filtro Milipore de 1 cm de diámetro y 0.2 m de tamaño de poro, luego se inyectó manualmente al equipo mencionado, para hacer la cuantificación de la hormona descrita. Las condiciones de corrida fueron semejantes a las anteriores: las muestras fueron inyectadas en un volumen de 3 L, a una temperatura inicial de 160°C, con un incremento de 20°C por min, hasta llegar a una temperatura final de 25O°C. La velocidad de flujo en la columna fue de 1.2 mL/min. Al utilizar la técnica SIM, los iones fueron 135, 108, 81 y 54 de acuerdo a su relación masa sobre carga (m/z). El 56 equipo funcionó a una presión de 0.5 - 3.8 .PSI y un tiempo de corrida de 10 min. Bajo las condicionas de trabajo, la adenina tuvo un tiempo de retención de 7.3 min. 3.12. Determinación de clorofila total Para la determinación de clorofila ‘total, se utilizaron los siguientes materiales: hielera, papel filtro, papel aluminio, sacabocados de ll mm aproximadamente, balanza, estufa, morteros, acetona (Merck Co.), centrífuga clínica, espectrofotómetro (UV - Visible Perkin-Elmer) y carbonato de calcio (Merck Co.). Para la determinación de clorofila “a” y “b”, se utilizó la metodología basada en el método de Harbone (1973). El muestreo se realizó en las diferentes fechas descritas con anterioridad, donde, la hoja de la planta que sirvió de muestra, se envolvió en papel filtro húmedo y en papel aluminio. Posteriormente se cortaron 6 discos (ll mm) de cada hoja. Tres discos se colocaron en la estufa hasta su deshidratación para determinar el peso seco. Los otros tres discos se tomaron para hacer la extracción de clorofila. Los tres discos de la hoja se maceraron y trituraron con 10 ml de acetona al 80%, agregando un poco de carbonato de calcio. La mezcla se centrifugó a 3000 rpm durante 5 min, hasta que los residuos se compactaron en el fondo del tubo, para tomar libremente el sobrenadante. Este se aforó a un volumen de 10 ml, para hacer las lecturas de absorbancia relativa en el espectrofotómetro. Se tomaron las lecturas de absorbancia a 645 y 663 nm. Se utilizó un blanco de acetona al 80%. Las cantidades de clorofila "a”, “b” y total se obtuvieron sustituyendo los valores obtenidos en las ecuaciones siguientes: Clorofila "a" = 12.7 (Absorbancia 663 nm) - 2.69 (Absorbancia 645 nm) = mg/L Clorofila “b” = 22.9 (Absorbancia 645 nm) - 4.68 (Absorbancia 663 nm) = mg/L Clorofila total = (Absorbancia 663 nm) + 20.2 (Absorbancia 645 nm) = mg/L. 3.13. Determinación de proteínas totales solubles Para la extracción y cuantificación de las proteínas totales solubles, se utilizó la metodología propuesta por Bradford (1976).El reactivo de Bradtord utilizado se 57 Preparó a base de: 100 mg de azul de Coomasie, 50 mL de etanol, 100 mL de ácido fosfórico Y agua destilada, y se aforó a un litro. Inicialmente Se preparó Una curva de calibración utilizando albúmina sérica bovina (ASB) como estándar (0.5, 1 2 4 8 y 16 g/mL), uyendo con agua destilada; se añadió 2.0 ml del reactivo’ de Bradford Y Se procedió a leer inmediatamente a 620 nm). Una vez obtenidas las lecturas de cada muestra en el espectrofotómetro, se elaboró 1a curva patrón y se realizó el análisis de regresión lineal. Se Pesó un gramo de tejido vegetal fresco, se lavó cuidadosamente y en agua destilada se homogeneizó hasta obtener una pasta muy fina. Posteriormente se tomó una submuestra del homogenado de destilada. Se añadió 2.0 mL de ocacionando 400 L de agua reactivo de Bradford y se agitó suavemente. Se procedió a medir la cantidad de proteinas en un espectrofotómetro DU-65 Beckman, donde Se hicieron las lecturas a 620 nm en luz visible y finalmente se correlacionaron los Valores obtenidos basándose en la curva de calibración, para expresarlos en µg/mL. 3.14. Cuantificación de esporas de HMA En este estudio se hizo el conteo de esporas, ya que éstas se reprodujeron en un cultivo trampa (frijol) antes de ser utilizadas para la inoculación en el experimento de chile. Para la cuantificación de esporas se utilizó Ia metodología propuesta por Gerdeman Y Nicolson (1963), la cual consistió en lo siguiente. Se pesó 100 g del suelo-inóculo Y se colocó en un vaso de precipitados de dos litros de capacidad Y se agregó agua potable común y agitando mecánicamente durante 10 min para Propiciar una suspensión. Se dejó reposar durante 3 min y la suspensión se pasó por una serie de tamices de 250, 105 y 44 µm de diámetro de poro en forma sucesiva, lavando Con agua. Dos veces más se agregó agua al decantado del suelo y se repitió el tamizado. A la fracción obtenida del tamiz de 44 m, se agregó sacarosa al 30% y Se agitó suavemente durante 10 minutos; se centrifugó a 2500 rpm (Jenkins, 1964) y Se recolectaron las esporas; posteriormente éstas se pasaron sobre papel filtro húmedo para su conteo en microscopio estereoscópico. Los datos obtenidos se reportan en el cuadro 3, los cuales son el promedio de seis repeticiones. 58 4. RESULTADOS 4.1. Efecto de los HMA sobre el crecimiento de las plantas de chile En el estudio realizado con los dos cultivares de chile e inoculados con las tres cepas de hongos micorrízicos arbusculares (HMA), se estableció que los valores obtenidos para los diferentes parámetros evaluados, fueron mayores en las plantas inoculadas, con respecto a las plantas sin inocular. Se aprecia que en el cultivar ancho fue mayor la evidencia del efecto de la colonización MA. De manera general se demostró que la inoculación de Glomus sp. Zac-19, Glomus intraradices y Glomus etunicatum, indujeron respuestas favorables en las plantas. Mismas que se proporcionan a continuación. 4.1 .1. Altura de plantas de chile Los hongos micorrízicos que confirieron un mayor efecto sobre la altura de plantas fueron Glomus sp. Zac-19 y Glomus intraradices. El mayor crecimiento registrado, fue en el cultivar de chile ancho, inoculado con Glomus sp. Zac-19, con una altura de ll 9 cm, mientras que en el control fue de 110 cm, teniéndose un incremento del 8%. Las plantas de chile mirasol presentaron una altura promedio de 111 cm, mientras que en las plantas sin inocular fue de 93 cm, registrando una diferencia del 16%. Se manifestó un efecto significativo (P<_0.05), esto indica que la altura de la planta (promedio de los dos cultivares), se incrementó conforme aumentó la colonización micorrízica; sin embargo, la altura de planta fue mayor en el chile ancho, donde se aplicó Glomus sp. Zac-19, lo cual se aprecia en las Fig. 1 y 2. 59 Figura 1. efecto de la inoculación de HMA sobre la altura (cm) de plantas de chile mirasol a diferentes tiempos de estudio, crecidas en condiciones de invernadero. Figura 2. Efecto de la inoculación de HMa sobre la latura (cm) de plantas de chile ancho a diferentes tiempos de estudio, crecidas en condiciones de invernadero. El análisis de la asociación de la altura de planta de chile mirasol en la etapa de crecimiento vegetativo (40 días de edad) fue positiva con varios parámetros evaluados. Los coeficientes de correlación fueron los siguientes: con la colonización micorrízica (0.71), con el contenido de clorofila (0.92) y con el número de hojas (0.60). Al inicio de floración (80 días), con la concentración de ácido giberélico (0.71); mientras que en la etapa de formación de frutos (120 días de edad), las variables con 60 más correlación fueron: el’ porcentaje de colonización (0.84) y la concentración de auxinas (0.82); mientras que en la madurez fisiológica (160 días), las variables que más se correlacionaron con la altura de planta fueron: el peso fresco total (0.91), el número de frutos y el número de hojas (0.90), el peso fresco (0.87), la concentración de AIA y GA 3 (0.85), el porcentaje de colonización (0.82) y la clorofila total (0.77). En el cultivar de chile ancho, en la etapa de crecimiento vegetativo (40 días) de la planta, esta variable se asoció con el número de hojas (0.65); al inicio de floración (80 días), con el porcentaje de colonización (0.84), con la concentración de AIA (0.85) y con la concentración de GA3 (0.75); y a la madurez fisiológica (160 días) se asoció positivamente con el porcentaje de colonización (0.92), con el número de hojas (0.83), con la clorofila total (0.80) y con el número de frutos (0.70). 4.1.2. Número de hojas en plantas de chile Las hojas juegan un papel importante en el cultivo de chile porque, en función del número de éstas, se puede determinar la futura producción. En este experimento se encontró que las plantas de chile inoculadas con los HMA, presentaron mayor cantidad de hojas (100%) que las plantas sin inocular. El inóculo que propició mayor efecto fue el consorcio Glomus sp. Zac-19, con 297 hojas por planta, seguido de Glomus etunicatum con 259, con G. intraradices fue de 203, mientras que las plantas sin inocular presentaron 148 hojas al final del ciclo de cultivo. El número de hojas entre cultivares no fue significativo, ya que en chile mirasol, el número de hojas fue de 226, mientras que para chile ancho fue de 227 (Fig. 3 y 4). 61 El análisis de correlación para los valores registrados en plantas del cultivar mirasol, a los 40 y 80 días, mostró coeficientes significativos entre el área foliar y el número de hojas (0.68 y 0.90, respectivamente). A los 120 días, con la concentración de 6-amino purina (0.79) y a los 160 días de edad, se presentó mayor correlación con el peso fresco total (0.86), con el peso de fruto (0.84), con AIA (0.87) y con GA3 (0.67). En plantas del cultivar chile ancho, a los 40 días de edad de la planta, los valores no mostraron una correlación significativa; mientras que a los 80 días se registró un coeficiente significativo con el número de hojas (0.76); a los 120 días, con el número de hojas (0.85), con 6-amino purina (0.87), con GA3 (0.84) y con el contenido de proteínas totales solubles (0.72); y a los 160 días de edad se correlacionó con el peso fresco total (0.95) y con la concentración de AIA (0.89). 4.1.4. Diámetro de tallo en plantas de chile El diámetro como un parámetro que permite conocer el vigor de la planta, manifestó diferencia estadística (P<_0.05) entre los inóculos utilizados, sobresaliendo la cepa de Glomus intraradices y el consorcio Glomus sp. Zac-19 y se evidenció con el cultivar de chile ancho y estadísticamente significativo a los 160 días de edad de la planta (Cuadros 7 y 8). 64 Cuadro 7. Efecto de la inoculación de HMA sobre el diámetro de tallo (mm) en CME 0.063 0.208 0.54 0.005 Los datos son promedio de cuatro repeticiones y no son significativamente diferentes cuando son seguidas por la misma letra. Cuadro 8. Efecto de la inoculación de HMA sobre el diámetro de tallo (mm) en plantas de chile ancho. GL error = 12; Prueba de Tukey a) = 0.01) Los datos son promedio de cuatro repeticiones y no son significativamente diferentes cuando la son seguidos por misma letra. 65 4.1.5. Longitud de raíces en plantas de chile La mayor longitud de raíz se registró en las plantas inoculadas: con HMA, sobresaliendo las colonizadas por Glomus etunicatum, registrándose valores de 56 cm. El uso de los hongos micorrízicos arbusculares beneficiaron a la longitud radical de las plantas de chile y de manera significativa en el cultivar de chile ancho, a los 40 y 1 60 d ías de edad de las plantas, estableciéndose un incremento del 22% en la longitud radical entre las plantas inoculadas y el control. La diferencia en la longitud del sistema radical, entre los cultivares fue de 9%, siendo superior en el cultivar de chile ancho (50 cm). El coeficiente de variación promedio de las cuatro etapas de muestreo fue del 9.07% y la longitud radical tuvo una correlación positiva (0.76) con la colonización micorrízica (Fig. 5 y 6). 60-- Longitud e raíz (cm) 50-- G. Zac-19 + G. etunicatum 40-- G. intraradices Cotrol 1 30-20-10 0-40 80 Tiempo (dias) 120 160 Figura 5. Efecto de la inoculación de HMA sobre la longitud de raíz (cm) en plantas de chile mirasol a diferentes tiempos de estudio, crecidas en condiciones de invernadero. 66 75 Zac-19 ----- G. efunicafum G. infraradices Control 2 0 120 80 160 tiempo (dias) 1 Figura 6. Efecto de la’ inoculación de HMA sobre la longitud de raíz (cm) en plantas de chile ancho a diferentes tiempos de estudio, crecidas en condiciones de invernadero. 4.2. Colonización rnicorrízica en plantas de chile La colonización micorrízica mostró variación a través de diferentes estados de desarrollo de las plantas de chile, cuyos intervalos fueron de 12% a los 40 días y del 44% de colonización a los 160. Los hongos del consorcio Glomus sp. Zac-19 y Glomus intraradices presentaron los valores más altos en la etapa de fructificación. También se observó que la colonización micorrízica se incrementó paulatinamente, en función del estado de desarrollo de las plantas (Fig. 7 y 8). 40-- etunictum Figura 7. Colonización micorrízica en plantas de chile mirasol, crecidas en condiciones de invernadero. 67 Zac-19 - G. etunicatum G. intraradices ---x-- Control 2 Figura 8. Colonización mìcorrízica en plantas de chile ancho, crecidas en condiciones de invernadero. En el cultivar de chile mirasol, a los 40 días de edad, el porcentaje de colonización micorrízica se correlacionó con la altura de planta (0.71); a los 80 días se correlacionó con el área foliar (0.71), con el peso fresco total (0.72), con la concentración de 6 amino purina (0.93), con ácido giberélico GA3 (0.75) y con la clorofila total (0.66); a los 120 días con la altura de planta (0.84), número de hojas (0.70), el peso fresco total (0.89), la concentración de 6 amino purina (0.90) y con la clorofila total (0.70); mientras que al los 160 días se presentó la mayor correlación con las variables: altura de planta (0.82), con el peso fresco total (O-83), con el número de frutos (0.68), con la concentración de 6 amino purina (0.72) y con AIA (0.65). En el cultivar de chile ancho, a los 40 días de edad, el porcentaje de colonización micorrízica se correlacionó con el número de hojas (0.70), con la concentración de AIA (0.80) y con la clorofila total (0.92); a los 80 días, con la altura de planta (0.84), con la concentración de AIA (0.98) y con la clorofila total (0.86); a los 120 días de edad con el número de hojas, con la concentración de 6 amino purina (0.69), con la clorofila total (0.91) y se presentó una correlación negativa con la concentración de AIA (-0.72); a los 160 días se correlacionó con la altura de la planta (0.92), con el número de hojas (0.77), con el número de frutos (0.83), con la concentración de AIA (0.71) y con la clorofila total (0.85). 68 4.3. Contenido de clorofila total El efecto de los hongos micorrízico-arbusculares en el contenido de clorofila total, fue evidente comparado contra las plantas sin inocular, con una diferencia del 10%. Se observó un efecto significativo entre inóculo, sobresaliendo Glomus intraradices (41.37 mg/L) a los 160 días de edad. La diferencia entre cultivares, fue notoria destacando que, el cultivar de chile ancho sobresalió al mirasol a los 40, 120 y 160 días de edad (Fig. 9 y 10). - - G. etunicatum G. intraradices Figura 9. Efecto de los HMA sobre el contenido de clorofila ‘total en plantas de chile Clorofila total mg/L) mirasol. 15 10 5 - 50 45 40 35 30 25 20 G. etunicatum G. intraradices ---x--- control-2 0 40 80 120 Tiempo (días) 160 Figura 10. Efecto de los HMA sobre el contenido de clorofila total en plantas de chile ancho 69 En el cultivar de chile mirasol, a los 40 días de edad, la clorofila total presentó una correlación con la altura de planta (0.92) y con el porcentaje de colonización (0.73); a los 80 días de edad, solamente se presentó correlación con el porcentaje de colonización (0.66); a los 120 días se presentó correlación con la concentración de 6 amino purina (0.68), giberelina GA 3 (0.87), AIA (0.60) y con el porcentaje de colonización (0.70); mientras que a los 160 días se presento mayor correlación con las variables: altura de planta (0.77), área foliar (0.77), peso fresco total (0.89), número de frutos (0.75), peso de fruto (0.75), con la concentración de AIA (0.74) y con el porcentaje de colonización (0.92). En el cultivar de chile ancho, a los 40 días de edad de la planta se presentó una correlación con el porcentaje de colonización (0.92); mientras que a los 80 días de edad se correlacionó con el peso fresco total (0.84) y con el porcentaje de colonización (0.86); a los 120 días, con el número de frutos (0.72), con el porcentaje de colonización (0.91) y con el contenido de proteínas totales solubles (0.72); a los 160 días con la altura de planta (0.80), con el número de frutos (0.72) y con la concentración de AIA (0.85). 4.4. Contenido de proteínas totales solubles Las proteínas desempeñan una gran cantidad de funciones, siendo de las sustancias orgánicas más importantes para las células. Se utilizan como material estructural, hormonas, enzimas y como protección contra infecciones. De manera general se aprecia que el contenido de proteínas totales solubles, es mayor en las plantas inoculadas que en las no inoculadas, lo cual puede tener un efecto directo en la producción y en la calidad de los frutos, así como en el contenido de los promotores del crecimiento vegetal. Se estableció una diferencia significativa entre inóculos, sobresaliendo Glomus sp. Zac-19 y Glomus intraradices en los muestreos realizados. La diferencia en el contenido de proteínas totales solubles, entre las plantas inoculadas con HMA y las no inoculadas fue del 20% (Fig. ll y 12). 70 Concentración en microgramos/mL + Glomus etunicatum Glomus intraradices - - -X- - -control-l 80 40 120 TlEMPO 160 (días) Figura 11 I Efecto de los HMA sobre el contenido de proteínas totales solubles en Concentración en en microgramos/L plantas de chile mirasol. -._______ _ _______ -.--l 0.95 40 80 TIEMPO (días) 120 160 Figura 12. Efecto de los HMA sobre el contenido de proteínas totales solubles en plantas de chile ancho. En el cultivar de chile mirasol a los 40 días de edad, se correlacionó únicamente con el porcentaje de colonización (0.77). En el cultivar de chile ancho a los 120 días de edad, se correlacionó con el área foliar (0.72), con AIA (0.77) y con la clorofila total (0.72). 71 4.5. Número y peso fresco de frutos de chile En estas variables, se registró que los hongosmic orrízicos arbusculares tuvieron un efecto positivo, destacándose que las plantas inoculadas con Glomus sp. Zac-19 y Glomus intraradíces mostraron mayor número de frutos (35 y 32, respectivamente), comparado con las plantas sin inocular (21), en términos porcentuales esto significa un aumento del 46%. De igual forma se observó que el número de frutos fue mayor en el cultivar mirasol, lo cual se atribuye a sus características genéticas (Fig. 13 y 14). En el cultivar de chile mirasol, al momento de la cosecha se presentó correlación con el número de frutos y con la concentración de AIA (0.94), con la de giberelina GA3 (0.95) y con el porcentaje de colonización (0.68). En el cultivar de chile ancho al momento de la cosecha, se presentó correlación con el número de frutos y con altura de planta (0.70) con el área foliar (0.90), con el peso fresco total (0.87), con el peso de fruto (0.88) y con la concentración de AIA (0.81). G. sp. Zac-19 G. etunicatum G. intraradices control Figura 13. Efecto de los HMA sobre el número de frutos en plantas de chile mirasol. 72 0 G. sp. Zac-19 G. etunicatum G. intraraciices control Figura 14. Efecto de los HMA sobre el número de frutos en plantas de chile ancho. La producción de chile, calculada como peso fresco del fruto, muestra que para las plantas inoculadas con Glomus sp. Zac-19, Glomus etunicatum y con Glomus intraradices presentaron mayor producción (0.81, 0.54 y 0.68 kg., respectivamente) que las plantas no inoculadas (0.44 kg). El incremento en el peso fresco de fruto entre las plantas inoculadas y las no inoculadas fue del 53%. Estos resultados muestran la importancia de encontrar las mejores interacciones entre el hongo MA y cultivar de chile, lo cual mejore y optimice el proceso de producción. También sedebe destacar que hubo diferencia significativa entre cultivares, ya que en el cultivar de chile mirasol se obtuvo en promedio 0.52 kg, mientras que en chile ancho fue de 0.71 kg (Fig. 15 y 16). La asociación del rendimiento del fruto con las características agronómicas varió en relación con los cultivares empleados. En el chile mirasol se observaron correlaciones positivas significativas con la altura de la planta (0.87), con el área foliar (0.84) y con el peso fresco total (0.93); mientras que en el cultivar de chile ancho, el rendimiento mostró correlaciones positivas significativas con el área foliar (0.95), con el peso fresco total (0.84), con el número de frutos (0.88) y con el contenido de AIA (0.81). 73 Figura 15. Efecto de los HMA sobre el peso fresco de frutos en plantas de chile mirasol 1.2 PESO FRESCO KG 1 08. 0.6 0.4 0.2 0 -- G. sp. Zac-19 G. etunicatum G. intraradices control Figura 16. Efecto de los HMA sobre el peso fresco de frutos en plantas de chile ancho. Los resultados obtenidos muestran que hubo efecto de los HMA en la concentración de AIA en tres etapas fenológicas del cultivo (desarrollo, floración y en la madurez fisiológica), es decir a los 40, 80 y 160 días de edad de la planta, mientras que a los 120 días (etapa de formación de frutos), las plantas sin inocular fueron superiores a las inoculadas con Glomus sp. Zac-19. La diferencia en 74 concentración de AIA, entre las plantas inoculadas y las no inoculadas fue del 45%. Por otro lado también se observa que hay diferencia entre cultivares, ya que en general las plantas del cultivar mirasol mostraron mayor concentración de AIA que las de chile ancho, en un 32% (Cuadro 9). Cuadro 9. Efecto de los HMA sobre la concentración de AIA (mg/L) en diferentes etapas fenológicas de plantas de chile Cultivar Inóculo Mirasol Edad de la planta (días) 40 80 120 160 G. sp. Zac-19 0.57 b 11.50 c 3.67 b 7.01 a G . etunica tum 0.19 c 16.63 a 2.29 c 3.40 b G. in traradices 1.14 a 15.23 b 1.32 d 6.56 a 0.16c 11.12c 4.44a 3.10b Control 1 Ancho G. sp. Zac-19 1.35b 11.81c 2.36d 7.34a G. etunicatum 2.86a 14.65a 3.06c 4.9b G. intraradices 2.75a 14.00b 4.97b 4.24c 1.12c 5.89d 6.04a Control 2 2.69d Análisis estadístico por cultivar de acuerdo con la prueba de Tukey a = 0.01 Los datos son promedio de cuatro repeticiones y no son significativamente diferentes cuando son seguidos por la misma letra, dentro de un mismo cultivar. 4.7. Concentración de ácido giberélico (GA3) . De los resultados obtenidos se aprecia que existe diferencia altamente significativa en el contenido de GA3 y que la máxima concentración se registró en las plantas inoculadas con Glomus s p . Zac-19 y Glomus etunicatum. T a m b i é n s e observó que en los tratamientos donde se aplicó HMA superaron en concentración 75 de ácido giberélico a las plantas no inoculadas y en todas las etapas fenológicas (Cuadro 10). La diferencia en la concentración de este regulador del crecimiento, entre las plantas inoculadas y las no inoculadas fue del 50%. Por otro lado, también se observa que hay diferencia entre cultivares, ya que en general las plantas del cultivar mirasol mostraron mayor concentración de GA3 que las de chile ancho, en un 50%. Cuadro 10. Efecto de los HMA sobre la concentración de GA3 (mg/L) en diferentes etapas fenológicas de plantas de chile Cultivar Inóculo Mirasol Edad de la planta (días) 40 80 120 160 G. sp. Zac-19 1.8 a 15.0 a 15.0 a 8.5 a G. etunica tum 3.6 c 15.0 a 6.0 b 3.1 a G. intraradìces 12.0 a 8.50 a 15.0 a 6.0 b 8.0 a 6.50 b 6.5 b 3.1 b 10.5 a 8.0 a 3.0 a 6.5 ab G. etunicatum 6.5 a 13.0 ab 1.0 b 6.3 ab G. intraradices 6.0 a 8.5 a 1.0 a 3.3 a Contro 2 6.1 a 6.5 b 1.0 b 3.0 b Control 1 Ancho G. sp. Zac-19 Análisis etadistico por culivar deacero con la prueba de Tukay a= 0 01 , Los datos son promedio de cuatro repeticiones y no son significativamente diferentes cuando son seguidos por la misma letra, dentro de un mismo cultivar. 4.8. Concentración de 6-amino purina Los resultados muestran que hubo diferencia significativa (P<_0.01) para (los inoculantes utilizados, destacando que el mayor contenido de 6-amino purina se 76 presentó en las plantas inoculadas con Glomus sp.Zac-19 a los 80, 120 y 160 días de edad. Es importante señalar que el contenido de este regulador del crecimiento, a los 120 días fue más alto, a diferencia de los contenidos de AIA y de GA3. Los tratamientos donde se aplicaron HMA, superaron en concentración de esta citocinina a las plantas no inoculadas en un 20% en promedio. Así mismo, se observó diferencia entre cultivares, donde el contenido de 6-amino purina fue superior en el cultivar de chile ancho a los 80, 120 y 160 días de edad. Para la concentración de .6-amino purina del sistema radical en los cultivares de chile y los inoculantes empleados, los análisis de varianza permitieron detectar una respuesta diferencial (P<_0.01) entre los inoculantes utilizados (Cuadro ll). Cuadro ll. Efecto de los HMA sobre la concentración de 6-amino purina (mg/L) en diferentes etapas fenológicas de plantas de chile. Cultivar Mirasol Inóculo Edad de la planta (dias) 40 80 120 160 G. sp. Zac-19 3.1 a 4.5 a 7.3 a 2.9 a G. etunicatum 3.2 a 4.1 ab 6.2 b 3.2 a G. intraradices 3.2 a 4.1 a 7.1 a 2.3 b Control 1 3.1 a 3.5 b 6.1 b 1.9 b 3.3 a 5.1 a 9.5 a 2.9 ab Ancho G. sp. Zac-19 G.etunicatum 3.2 a 4.9 ab 7.5 b 2.7 ab G.intraradices 3.1 a 5.1 a 9.1 a 3.3 a Control 2 3.1 a 4.5 b 7.2 b 2.5 b Análisis estadístico por cultivar de acuerdo con la prueba de Turkey a= 0.01 Los datos son promedio de cuatro repeticiones y no son significativamente diferentes cuando son seguidos por la misma letra, dentro de un mismo cultiva. 50. DlSCUSlÓN La presente investigación, donde se evaluó el efecto de la colonización con hongos micorrízicos arbusculares, sobre la concentración de los reguladores de crecimiento vegetal en plantas de chile, revelan resultados positivos, ya que en el, caso del ácido indol 3-acético (AIA), en las muestras evaluadas, el contenido de este regulador de crecimiento en brotes de hojas apicales de los dos cultivares de chile fue superior a los 40, 80 y 160 días en comparación con las plantas no inoculadas. Es posible que el incremento de AIA en las etapas fenológicas haya promovido la elongación del tallo en las plantas colonizadas por los HMA. A los 120 días de edad, las plantas no inoculadas presentaron mayor contenido de esta hormona que las plantas inoculadas con Glomus sp. Zac-19, esto podría ser atribuido a algunos factores genéticos propios de la planta y que es necesario plantear en nuevas investigaciones para su conocimiento. La máxima concentración de AIA registrada fue al inicio de la floración (80 días), estos resultados son diferentes a los reportados por Danneberg et a/., (1992), quienes encontraron un efecto similar entre los tratamientos evaluados en plantas de maíz (Zea mays L.), aunque los niveles de AIA que ellos encontraron fueron ligeramente superiores a los 120 días. Estos resultados permiten afirmar que sí hay un efecto de los HMA sobre las plantas de chile en la concentración de ácido indol 3acético y de manera muy importante a los 80 días de edad, lo cual coincide con la etapa de floración de las plantas de chile (Capsicum annuum L.). Los valores obtenidos para la concentración de AIA, muestran que la cepa de Glomus intraradices fue la que sobresalió para los dos cultivares de chile, ya que los valores acumulados fueron más altos (24.25 y 25.96 mg/L) para chile mirasol y ancho respectivamente. Para el caso de ácido giberélico (GA3), la concentración más alta se presentó al inicio de la floración (80 días) en las plantas inoculadas con HMA en comparación con las plantas no inoculadas. Los resultados obtenidos permiten afirmar también que la dinámica de esta hormona es más variable en el caso de chile mirasol que en chile ancho. Esto concuerda con los resultados obtenidos por Allen et al., (1982), los 78 cuales encontraron que los niveles de giberelinas se incrementaron con la simbiosis micorrízica en plantas de Bouteloua gracilis. Akiyama y Hagashi (2002) encontraron que el nivel de terpenoides se incrementó en raíces de melón al ser colonizadas con Glomus caledonium, con lo cual se asegura que los HMA promueven la acumulación de gíberelinas. Estos mismos autores afirman que la inoculación con Glomus mosseae, también mejoró la acumulación de triterpenos. La concentración de AIA y GA3, mostraron un comportamiento similar, ya que a los 40 y 160 días presentan una concentración baja, mientras que a los 80 y 120 días su concentración se incrementa de manera significativa en ambos cultivares de chile. Esto posiblemente se deba a que la demanda hormonal por parte de la planta supera a su síntesis a los 40 y 160 días de edad; también puede ser que la colonización de los hongos micorrízicos arbusculares influyó positivamente en la producción de estas hormonas a los 80 y 120 días de edad, los cuales mejoraron el vigor de la planta, aumentaron la elongación del tallo y el crecimiento celular, lo que se reflejó en un mayor número de hojas y mayor área foliar. Los resultados muestran que la colonización micorrízica en plantas de chile modificaron el balance hormonal de GA3, y que la cepa de Glomus intraradices fue la que sobresalió para el cultivar de chile mirasol con 41.5 mg/L acumulados en las cuatro etapas , mientras que para el cultivar de chile ancho sobresalió el consorcio Glomus sp. Zac-19, ya que el valor acumulado fue de 28.0 mg/L. En el caso de 6-amino purina en brotes de raíces, a los 40 días (crecimiento vegetativo), la concentración fue similar en los tratamientos y entre cultivares, mientras que en los diferentes estadios del desarrollo (80, 120 y 160 días), la concentración de esta hormona fue superior en fas plantas inoculadas con respecto de las plantas sin inocular, lo cual pudo afectar la expansión de tejidos de hojas \ (dada su capacidad para inducir división celular) y actuar sobre los pigmentos de clorofila, ya que se incrementó en las plantas inoculadas con los HMA. Los niveles de citocininas han sido incrementados como resultado de la simbiosis micorrízica y esto concuerda con los resultados obtenidos por Allen et al., (1980), en sus investigaciones con plantas de B. gracilis. 80 Los valores obtenidos para la concentración de 6-amino purina muestran que el consorcio Glomus sp. Zac-19, fue la que sobresalió para los dos cultivares de chile mirasol y ancho con valores acumulados de 17.8 y 20.8 mg/L respectivamente. Muchos microorganismos como Azofobacfer (Taller y Wong, 1989) o Rhizobium (Sturtevant y Taller, 1989) son reconocidos por producir fitohormonas y los resultados de esta investigación demuestran que los hongos micorrízicos lo hacen también, lo cual coincide con los trabajos realizados por Barea y Azcóh (1982). También se ha descrito que la colonización de los HMA incrementan el flujo de citocininas desde las raíces hasta los brotes apicales en cítricos (Dixón et al., 1988). Las citocíninas típicamente estimulan la síntesis de proteínas y clorofila, así como la división y expansión celular en plantas. La correlación entre el grado de colonización micorrízica y los niveles hormonales encontrados fue positiva en las diferentes fenofases de las plantas, por lo que se acepta la hipótesis planteada, sin embargo a los 120 días de edad en el cultivar de chile ancho, los niveles de auxinas y giberelinas disminuyeron a medida que la colonización aumentó, mientras que los niveles de citocininas se elevaron. Las interacciones entre los hongos micorrízicos y las plantas de chile son complejas, y esto tiene relación directa con muchos otros factores involucrados en regular esta simbiosis. Los HMA pueden afectar el balance hormonal de la rizósfera, ya que secretan una gran cantidad de reguladores de crecimiento como AIA, citocininas, giberelinas, ABA, vitaminas y compuestos volatiles. De tal suerte se ha demostrado que el AlA es la hormona que promueve principalmente la colonización MA en la raíz hospedadora (Gianinazzi, 1991; Bethlenfalvay y Schuep, 1994,; Hodge, 2000). Lo antes citado coincide con los resultados obtenidos ya que, en el presente trabajo de investigación, se demostró que las plantas de chile mirasol y ancho inoculadas con HMA incrementaron la concentración de AIA, GA.3 y 6-amino purina. Con relación a lo anterior, se ha cumplido en dar respuesta a la pregunta científica, ya que las plantas de chile inoculadas con HMA, mostraron una modificación en el balance hormonal y existió una correlación positiva entre los reguladores de crecimiento y la colonización micorrízica. 80 La simbiosis de los HMA en plantas ‘de chile fue en promedio del 45%, estos valores de colonización micorrízica son comparables a los reportados por Davies et al., (1993) quienes reportan una colonización del 48% y ligeramente inferiores a los reportados por Gaur et al., (1998). En este estudio se destaca que los hongos Glomus sp. Zac-19 y Glomus intraradices, presentaron la mayor colonización, mientras que Glomus etunicatum colonizó menos a las plantas de chile. Diferentes investigadores como Smith y Gianinazzi-Pearson (1988), Harley y Smith (1983) concuerdan que la colonización micorrízica, estimula el crecimiento vegetal, pero que la dimensión de este estímulo del crecimiento es variable y depende del estatus nutrimental, particularmente del abastecimiento de fósforo. De acuerdo a los resultados obtenidos en este trabajo, se encontró una respuesta favorable para las variables agronómicas, mejorando su crecimiento y su productividad. La capacidad de los hongos micorrízicos arbusculares para colonizar a las plantas de chile, bajo condiciones de invernadero fue en grado intermedio de micotrofía, lo cual mejoró algunos parámetros agronómicos como la altura de la planta en un 18%, resaltando que estos resultados contrastan con lo reportado en la literatura, en los cuales se ha consignado que la colonización micorrízica en plantas de chile afecta positivamente su crecimiento vegetativo (Berta et al., 1994; AguileraGómez et a/.,1999). El número de hojas y el área foliar, también fueron afectados positivamente por la colonización de los HMA en un 100 y 64 % , respectivamente, existiendo una correlación directa entre ambas variables y que al final afectaron al peso fresco total de la planta. Estos resultados coinciden con lo reportado por Davies et al., (2002), ya que en un experimento de chile ancho del CV. “San Luis”, con inoculación de Glomus fasciculatum y Glomus sp. Zac-19, se tuvo un efecto importante en la producción de biomasa. Las asociaciones entre la planta de chile y los HMA, incrementó en un 22% la longitud de raíz, la cual influyó en que la planta tuviese un mejor anclaje al sustrato, mayor absorción y transporte de agua y nutrimentos de minerales, una mayor síntesis de reguladores de crecimiento y una mayor contribución a la rizósfera. Además de lo 81 anterior, la raíz influyó en el tamaño y forma- de la planta, en la floración y fructificación, en el tamaño de fruto y en la producción. El diámetro de tallo fue incrementado en un 20% en las plantas colonizadas por los HMA en comparación con las no inoculadas, lo cual mejoró el vigor, se observó que las plantas eran más robustas, de alto porte y en consecuencia se mejoró la productividad. También se incrementó el contenido de clorofila total (10%) y el contenido de proteínas totales solubles (20%), en las plantas inoculadas con HMA, lo cual concuerda con estudios realizados por Davies et a/., (1993), los cuales reportaron que en plantas micorrizadas de chile ancho se tuvieron altas tasas fotosintéticas, así como mayor expresión del crecimiento y desarrollo, así como mayor capacidad de absorción nutrímental, que en las plantas no inoculadas. Estas variables que fueron afectadas por la colonización micorrizica, propiciaron un mayor número de frutos (46%) y una mayor producción de chile fresco (53%). Estos resultados indican que la inoculación de plántulas de chile con HMA afectan en mayor magnitud los componentes del rendimiento final y que coinciden con los resultados obtenidos por Yocom (1985);, Waterer y Coltman (1989); y Gaur et a/., (1998), los cuales reportan un incremento en el rendimiento del 112% en Ias plantas de chile que fueron inoculadas con Glomus intraradices. Es importante reconocer que se presentaron algunas diferencias entre las especies de hongos micorrízicos en cuanto al beneficio que aportaron a las plantas de chile. Los inhibidores constituyen, entre los reguladores del crecimiento vegetal, un grupo conformado por compuestos de estructura química muy variada que, por tanto, provocan muy diversos efectos biológicos en las plantas, por lo que es importante realizar estudios del efecto de los HMA sobre los inhibidores del crecimiento vegetal. 82 6. CONCLUSIONES La colonización de los hongos micorrízicos arbusculares (HMA) tuvo un efecto significativo en la concentración de ácido indol-3-acético (AIA), ácido giberélico (GA3) y de 6-amino purina, en las plantas de los dos cultivares de chile (Capsicum annuum L.) crecidas bajo condiciones de invernadero, en las diferentes fenofases del cultivo. El efecto de los hongos micorrízicos en el desarrollo de las plantas de chile mostró una correlación positiva con la concentración de los diferentes reguladores de crecimiento en diferentes fenofases de la planta. La respuesta de la colonización micorrízica en los dos cultivares de chile fue diferente, ya que en la concentración de ácido indol-3-acético y de ácido giberélíco (GA3) se presentó en mayor proporción en chile mirasol que en chile ancho. Mientras que la concentración de 6-amino purina fue mayor en chile ancho. Se estableció una correlación positiva entre los niveles de colonización micorrízica y el contenido de promotores del desarrollo vegetal, los cuales propiciaron un incremento en el crecimiento vegetativo y en la fase de fructificación. El efecto de los hongos micorrízicos arbusculares (HMA) en la concentración de los reguladores de crecimiento fue mayor para ácido giberélico (GA3), luego para ácido indo-3-acético y finalmente para 6-amino purina en un incremento del 50, 45 y 20% de su concentración en los diferentes tejidos evaluados, lo que permite aceptar la hipótesis planteada. Se estableció también que a medida que se incrementa el contenido de GA3, se incrementa el contenido de AIA. La colonización de los HMA en plantas de chile bajo condiciones de invernadero, indujo respuestas favorables en el número de hojas (100%), área foliar (64%), en el número de frutos (46%) y en el peso fresco del fruto (53%); que se traduce en un mayor crecimiento y desarrollo e incremento en la producción de chile. El efecto de la colonización micorrízica afectó la concentración de proteínas totales solubles y el de clorofila total. Por tanto se sugiere investigar a mayor profundidad que tipo de proteínas se están expresando en cada etapa fenológica de la planta y en que concentración. 83 Los HMA evaluados en la presente investigación representan una alternativa viable para las plantas de chile y en la medida que estos se apliquen en el proceso productivo, los resultados serán favorables para los productores de este sistema producto. El grado de colonización registrado entre los HMA y las plantas de chile, no fue significativamente diferente, lo cual sugiere que existen diferencias en cuanto a Su efectividad, ya que los endófitos asociados a la misma planta, pueden tener diferente efecto sobre el propio huésped dependiendo de su infectividad y efectividad de colonización. La inoculación micorrízica, mejoran el rendimiento de fruto frasco en plantas de chile, registrándose un mayor efecto con Glomus sp. Zac-19 y con Glomus intraradices, ya que fueron las cepas que indujeron una mayor concentración de reguladores de crecimiento, así como mayor correlación con el crecimiento y desarrollo de las plantas. 84 7. LITERATURA CITADA Abbott, L.K. y Robson, A.D. (1982). The role of vesicular-arbuscular mycorrhizal fungi in agriculture and the selection of fungi for inoculation. Australian Journal Agricultura1 Research, 33: 389-408. Afek, U., Rinaldelli, E., Menge, J.A., Johnson, E. y Pond, E. (1990). 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María de los Remedios Cigales Rivero esta en calidad de suplente, profesores - investigadores de la Universidad de Colima, y el Dr. Octavio Pérez Zamora Investigador del INIFAP-Tecomán, me dirijo respetuosamente para solicitarle la autorización de impresión de la tesis titulada: “Efecto de la adición de agua residual urbana sobre las características de un suelo agricola" Esta tesis ha sido dirigida por el Dr. José Gerardo López Aguirre de la Universidad de Colima. Sin otro asunto más que tratar, reciba saludos. Atentamente Tecomán, Colima a 29 de Abril de 2003 c.c.p Expediente Académico del Alumno c.c.p. Interesado Km. 40 Carretera Colima-Manzanillo, Tecomán Colima, México Cp. 28100 Tels. 01 (313) 3229409, 01 (312) 3161000 exts 52500, 52501 Tel-fax. 01 (313) 3229405 Email saqullar@ucol mx UNIVERSIDAD DE COLIMA FACULTAD DE CIECIAS BiOLÓGlCAS Y AGROPECUARIAS PROGRAMA DE POSGRADO EN BIOTÉCNOLOGÍA Asunto: Aprobación de tesis de Doctorado DR. SERGIO AGUILAR ESPINOSA COORDINADOR DEL POSGRADO EN BIOTECNOLOGÍA PRESENTE De la manera más atenta me permito comuncarle que he concluido con la revisión del informe en Extenso de los estudios de Doctorado en Ciencias del C. Francisco Román García, titulado “CONC TRAC/ÓN DE REGULADORES DEL DESARROLLO VEGETAL INDUCIDA POR HONGOS ENDOMICORRÍZICOS EN DOS CULTIVARES DE CHILE (Capsicum annuum L)”. Luego de su segunda revisíon he ontrado que el documento reúne los requisitos necesarios, tanto en su contenido como en su forma. Por lo anterior, deseo expresarle mi aceptación para su impresión final. Agradezco la oportunidad brindada para fungir como revisor de este documento, a la vez que ratifico mi firme deseo de continuar contribuyendo en la formación de recursos humanos altamente calificados y con carácter independiente. Sin otro particular, aprovecho la presente para enviarle un cordial saludo. ATENTAMENTE Tecomán Col., a 11 de Abril del 2003. RIOS OR C.c.p. Dr. Carlos E. Izquierdo Espinal. Delegado Regional No. 2. C.c.p. Ing. Rodolfo Valentino Morentín Delgado. Director de la FCBA. C.c.p .Interesado C.c.p. Archivo UNIVERSIDAD DE COLIMA FACULTAD DE CIANCIASAS BIOLAGICAS Y AGROPECUARIAS Zacatecas, zac., a 8 de Abril de 2003 Asunto: Autorización de Tesis de doctarado DR. SERGIO AGUILAR ESPINOSA COORDINADOR DEL POSGRADO EN BIOTECNOLOGIA PRESENTE. Por este medio me dirijo a Usted para comunicarle que he discutido el documento de tesis titulado “CONCENTRACIÓN DE REGULADORES DEL DESARROLLO VEGETAL INDUCIDA POR HONGOS ENDOMICORRÍZICOS EN DOS CULTIVARES DE CHILE (Capsicum annuum L.)“; en forma conjunta con el alumno de Doctorado en Biotecnología, FRANCISCO ROMAN GARCÍA, en donde revisamos las observaciones hechas por los revisores, mismas que fueron tomadas en cuenta, por lo que considero que el documento reúne los requisitos necesarios para que el mencionado alumno pueda continuar los trámites académicos para tal fin y así mismo, que la presente ante un jurado y realice su defensa. Son más por el momento, enviándole un cordial saludo. Dra. en C. Maria Patircia Yahuaca Mendoza Director externo de tesis de alumno c.c.p. Francisco Roman García . Alumno c.c.p. Archivo UNIVERSIDAD DE COLIMA CENTRO UNIVERSITARIO DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO AGROPECUARIO (CUIDA) Tecomán, Colima., a de abril de 2003 DR. SERGIO AGUILAR ESPINOSA COORDINADOR DEL POSGRADO EN RIOTECN OLOGIA PRESENTE. Por este conducto me dirijo a usted, para comunicarle que he revisado el documento de tesis titulado “CONCENTRACION DE REGULADORES ‘DEL DESARROLLO VEGETAL INDUCIDA POR HONGOS ENDOMICORRIZÍCOS EN DOS CULTIVARES DE CHILE (Capsicum annuumm L.)“, en forma conjunta con el alumno de Doctorado en Biotecnología. FRANCISCO ROMÁN GARCÍA. en donde revisamos las observaciones hechas por Los revisores. mismas que fueron tomadas en cuenta, por lo que considero que el documento reúne los requisitos necesarios para que el mencionado alumno pueda continuar los trámites académicos para tal fin y así mismo. que la presente ante un jurado y realice su defensa. Sin más por el momento, me despido de usted con un cordial saludo ATENTAMENTE. DRA. MARIA DE LOS REMEDIOS CIGALES RIVER REVISORA DE TESIS APR/amv * UNIVERSIDAD DE COLIMA FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGlCAS Y AGROPECUARIAS PROGRAMA DE POSGRADO EN BIOTECNOLOGÍA Asunto: Aprovación de tesis de Doctorado. DR. SERGIO AGUILAR ESPINOSA COORDINADOR DEL POSGRADO EN BIOTECNOLOGÍA PRESENTE. De la manera más atenta me permito comunicarle que he concluido con la revisión del Informe en Extenso de los estudios de Doctorado en Ciencias del C. Francisco Román García, titulado “CONCENTRACIÓN DE REGULADORES DEL DESARROLLO VEGETAL INDUCIDA POR HONGOS ENDOMICORRÍZlCOS EN DOS CULTIVARES DE CHILE (Capsicum annuum L.)“. Luego de su segunda revisión he encontrado que el documento reúne los requisitos necesarios, tanto en su contenido como en su forma. Por lo anterior, deseo expresarle mi aceptación para su impresión final. Agradezco Ia oportunidad brindada para fungir como revisor de este documento, a la vez que ratifico mi firme deseo de continuar contribuyendo en la formación de recursos humanos altamente calificados y con carácter independiente. Sin otro particular, aprovecho la presente para enviarle un cordial saludo. ATENTAMENTE Tecomán, Col., a ll de Abril del 2003. DR. JOSE GERARDO LÓPEZ AGUlRRE PROFESOR-INVESTIGADOR C.c.p. C.C.p. C.C.p. C.c.p. Dr. Carlos E. Izquierdo Espinal. Delegado Regional No. 2. Ing. Rodolfo Valentino Morentín Delgado. Director de la FCBA. Interesado. Archivo. DR. SERGIO AGUILAR ESPINOSA RESPONSABLE DEL POSGRADO EN BIOTECNOLOGIA \ FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y AGROPECUARIAS PRESENTE borrador de tesis de doctorado titulado “Concentración de reguladores del desarrollo vegetal inducida por hongos endomicorricicos en dos cultivares de chile (Capsicum annuum L.)"; que presenta el C. Francisco Román García, considero que reúne los elementos suficientes de contenido y forma de un documento de doctorado en ciencias. Por lo que expreso mi aprobación para que se siyan los tramites académicos que correspondan. sin otro paticular, me despido de usted. ATENTAMENTE Tecomán, Col , a 12 de abril de 2003 c.c. p, Ing Rodolfo V. Morentin Delgado - Director de la F,C.B.A: c.c p Interesado c.c p Archivo personal Dr. Sergio Aguilar Espinosa Responsable del Posgrado PRESENTE.- Por este conducto me permito comunicar que he revisado el documento doctoral “Concentración de reguladores del desarrollo vegetal inducida por hongos endomicorrízicos en dos cultivares de chile (Capsicum annuum L)“, que presenta el C. Francisco Román García, mismo que considero que incluyó las revisiones que le fueron recomendadas, por lo que expresó mi aprobación para que se sigan los trámites académicos que correspondan. Si otro particular, agradezco su atención. ATENTAMENTE Tecomán, Colima 12 de Abril de 2003 . c.c.p. Ing. Rodolfo valentino Morentín Delgado- Director de la F.C.B.A. c.c.p. Interesado c.c.p. Archivo Personal