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Colegio San Alberto Machalí Filosofía Prof. Patricio Allendes El conocimiento filosófico INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA 1. ¿EN QUÉ CONSISTE LA FILOSOFÍA? ¿Qué es la filosofía?: ¿una asignatura que hay que estudiar y aprobar?, ¿un saber?, ¿una ciencia?, ¿una profesión para algunos?, ¿una afición intelectual para otros?, ¿sirve para algo? Vamos a ensayar algunas respuestas. Primero vamos a decir lo que no es, para acercarnos luego a lo que sí es. La filosofía no es una ciencia en el sentido actual de la palabra ‘ciencia’. No es una ideología, aunque muchas ideologías se fundamentan en teorías filosóficas. No es un sustituto de la religión ni una pseudo-religión, aunque tiene muchos puntos de contacto con las religiones. No es un arte. No es algo que se ‘hace’ ni que se aprende a hacer. No es un saber práctico. Vamos ahora con lo que sí es. ETIMOLÓGICAMENTE. El término empieza a usarse en Grecia y quiere decir exactamente amor a la sabiduría: “Filía” y “sofía”. En Grecia se entiende por sabiduría el saber propio de los dioses. Ellos son quienes tienen el conocimiento superior. Saben cómo han empezado a existir las cosas, saben por qué los hombres son como son y actúan de esta o de la otra manera, etc. Los dioses lo saben todo y los hombres pueden llegar a participar de ese conocimiento. El amor a ese conocimiento y el conocimiento mismo, eso es la sabiduría. Según esto, el filósofo es un sabio. El que sabe por saber, no porque le haga falta para algo, sino por puro amor al saber, porque quiere conocer la verdad de las cosas importantes. La filosofía comienza cuando el hombre se pregunta por cosas cuya respuesta no tiene a mano. UNA BÚSQUEDA. La actitud primera y fundamental del filósofo es la de buscar respuestas a preguntas filosóficas: ¿cuál es el origen del mundo y del hombre?, ¿de dónde venimos y adónde vamos?, ¿qué sentido tiene la vida?, ¿lo tiene la muerte?, ¿qué hay después de la muerte?, ¿cuál es la medida de mi propio ser?, etc. Estas preguntas filosóficas no son exclusivas de los filósofos; acucian a todo hombre que se pare a pensar. Y esta es la única condición necesaria: pararse a pensar. Son las preguntas radicales, que muchas personas parece como si rehuyeran y que surgen inevitablemente en circunstancias extraordinarias: la muerte de un ser querido, una enfermedad, la vuelta a la consciencia tras un coma, etc. Ahora bien, el hecho de que estas preguntas asalten la mente de toda persona que se pare a pensar no significa que todas las preguntas que acudan a su mente sean preguntas filosóficas: Son preguntas no filosóficas las de respuesta inmediata ¿qué hora es?, ¿cuánto cuesta este artículo?, ¿dónde has nacido?, ¿quiénes son tus padres?, etc. Y hay otras que son preguntas pseudo-filosóficas. Son las preguntas que pareciendo que apuntan a problemas filosóficos, en realidad no apuntan a ningún sitio. He aquí algunas: ¿es verdad que existo?, ¿qué seguridad tengo de que ahora estoy aquí y no en otro sitio?, ¿estoy despierto o dormido?, ¿existe la realidad todo es pura fantasía?, ¿me moriré?, ¿por qué existe Dios? EXPLICACIÓN RAZONADA DE TODA LA REALIDAD. Es un hecho que los hombres conocemos. Decir esto es decir muy poco, porque también los animales conocen. Quienes tengáis perro en casa lo sabéis muy bien. El hombre no es solo el ser que sabe, sino el que sabe que sabe (homo sapiens sapiens). Por eso puede explicarse, puede preguntarse y busca respuestas, puede “dar razón” de lo que sabe. El animal también conoce, pero no se pregunta ni explica. Un perro, por ejemplo, sabe quién es su amo, sabe que le quiere, puede solicitar su comida, su paseo o su juguete, pero no puede explicar eso que sabe, no puede preguntar, ni puede preguntarse nada. Al hombre, en cambio, le interesa todo, se cuestiona todo, se cuestiona la realidad porque sabe que, al menos en parte, puede conocerla y explicarla de manera inteligente. Eso es propio de la filosofía. 2. MODOS DE SABER. Hay diferentes modos de entender y explicar la realidad. Cada uno de estos modos usa su lenguaje y sus modos de expresión. 1. El mito. Suele señalarse como primera explicación de lo que los hombres ignoraban. Veían un cielo precioso por las noches, un volcán, una tormenta, etc., cosas, todas ellas, para las que no tenían explicación, lo interpretaban en clave mágica o misteriosa e inventaban explicaciones de lo más variopinto y curioso. “Lo primerísimo que nació fue Caos; pero enseguida Tierra de ancho pecho, sede por siempre segura de todos los inmortales que ocupan las cimas del nevado Olimpo, y el nebuloso Tártaro en abismo de la tierra de vastos caminos y Eros, el más hermoso entre los dioses inmortales, que afloja los miembros, que de todos los dioses y de todos los hombres domeña en sus pechos el entendimiento y el prudente consejo. De Caos nacieron Érebo y la negra Noche y de la Noche, a su vez, Éter y Día nacieron, a los cuales engendró habiéndose unido en amorosa coyunda con Érebo. Y Tierra engendró lo primero, igual a sí misma el cielo estrellado, para que por todas partes la cubriera, a fin de que para los felices dioses fuera sede por siempre segura. También engendró los grandes montes, gratas moradas de unas diosas, las ninfas, que habitan por los abruptos montes. Asimismo dio a luz al mar imposible de secar, de impetuosa corriente”. (Cosmogonía de Hesíodo) (www.cervantesvirtual.com/historia/TH/cosmogonia_griega.shtml) 2. La filosofía. El mito era un relato muy sencillo, con elementos mágicos, para explicar aquello que no se entendía. Era un saber generalizado y popular bloqueado en el tiempo que no dejaba satisfechas a las mentes más despiertas. Sus explicaciones no convencían a los amantes de la verdad. Al hombre no le basta con vivir, quiere saber también por qué y para qué vive. Esta experiencia tal vez la tengamos alguno de nosotros. A veces recibo explicaciones que no me convencen; si la cosa merece la pena y me interesa, entonces me pongo a investigar, dicho de otro modo, busco la verdad. Esta es la tarea propia del filósofo: buscar la verdad apoyándose en la razón, de tal modo que pueda explicarlo y cualquier otra mente inteligente pueda entenderlo. Se suele decir que la filosofía apareció con Thales de Mileto, que vivió entre los siglos VII y VI a. de C., cuando los griegos abandonaron el mito para sustituirlo por el logos. - ¿Qué es el logos? Este es uno de los términos básicos e importantes de la filosofía. Tiene tres acepciones relacionadas: a) Racionalidad. Los primeros pensadores griegos se dan cuenta de que el mundo está organizado, se descubre en él un orden que la mente humana puede entender. Ese orden presente en el mundo es el logos. b) Ahora bien, ese orden es el mismo para los hombres y para las demás criaturas, pero solamente el hombre puede entenderlo, porque solo él es una criatura con capacidad para razonar. A esa capacidad también se la denomina logos. De manera resumida, en esta segunda acepción se puede definir como comprensión inteligente de la realidad. c) Por último, de nada valdría que el hombre descubriera ese orden y lo entendiera si no pudiera comunicarlo. Y esta es la tercera acepción: explicación mediante la palabra. 3. La religión. Las principales cuestiones que interesan a los filósofos también se explican desde la fe, pero los contenidos de fe van más allá de lo que puede ser conocido mediante la razón. Esto no quiere decir que la fe contradiga a la razón, sino que su campo se extiende más allá de la razón. La fe es suprarracional porque introduce al hombre en el misterio, que solo puede ser aceptado como tal misterio desde la propia fe. Las tres grandes religiones monoteístas parten de una revelación divina que consideran verdadera. Judíos, musulmanes y cristianos otorgan su fe al Dios que habla del hombre y de sí mismo. 4. Las ciencias. No explican “la” realidad, sino parcelas de realidad. La Biología tiene por objeto los procesos que se dan en los seres vivos, su composición, sus características, etc.; la Zoología el mundo animal, la Geografía estudia diversos aspectos del terreno: el relieve, los ríos, las condiciones de vida, etc., la Mineralogía los minerales, las Matemáticas los números y sus operaciones, etc. Las ciencias explican aquellas parcelas de realidad con las cuales se puede experimentar, someter a investigación controlada. 5. Las artes. Explican la realidad no con la razón sino con la sensibilidad artística. Al artista, no le interesa desmenuzar la realidad como se hace en un laboratorio, sino mostrarla en cuanto es bella. Las artes no estudian la realidad por lo que tiene de razonable sino por lo que tiene de bella. Un biólogo y un pintor pueden tener mucho interés por un caballo, pero cada uno de manera diversa; el biólogo para hablarnos de las características físicas o biológicas del animal, el pintor para mostrarnos la belleza del caballo. 6. La experiencia personal. Otro modo de entender y explicar la realidad es desde nuestra implicación personal en ella, en cuanto que la realidad nos afecta, es decir, en cuanto que mueve o toca nuestros afectos, en cuanto tiene que ver con la persona, conmigo. Lo real puede estar ahí, pero hasta que no entre a formar parte del mundo personal, es como si no existiera. El conocer a través de la propia experiencia es otro modo de conocer, no solo mediante la razón, ni mediante la experimentación, ni desde la fe o la belleza, sino desde las resonancias afectivas que para mí tiene esa realidad. El modo más elevado de conocer y explicar la realidad desde la experiencia personal es el conocimiento amoroso. 3. RASGOS DEL SABER FILOSÓFICO. a)Surge de la admiración ante la realidad, cuando los primeros filósofos se dan cuenta, asombrados, de que la realidad no es solo el medio necesario para vivir, sino que, además, constituye un mundo ordenado y dinámico (un cosmos frente a un caos) al que se le puede encontrar sentido porque tiene una racionalidad para la cual las respuestas de los mitos no sirven. ¿En qué se fijaron los primeros filósofos que fuera digno de admiración? Al menos en tres cosas: en la grandiosidad de la Naturaleza, especialmente el firmamento; en el peso moral de la conciencia humana y en el hecho mismo de que el hombre pueda conocer más allá de lo que ve. b)Tiene como objetivo principal la búsqueda de la verdad, no por su utilidad práctica, sino por la verdad misma. No se interesa por cómo es la realidad sino por la realidad misma. A las ciencias les interesan cómo son las cosas, cómo funcionan, a la filosofía la esencia de las cosas, lo que las cosas son en relación con la vida humana. c)Es un saber racional; aunque se pueda llegar a él por vías distintas (métodos) está basado en el uso de la razón. Sin uso de la razón no hay filosofía. d)Se pregunta por la primera causa y el fin último de todas las cosas (el origen y el destino, el “porqué” y el “para qué”). e)Es un saber teórico, no científico, ni práctico (en el sentido de utilitarista). f)Es un saber actual y permanente. No pasa de moda. Las aportaciones de un filósofo o de una corriente de pensamiento no anulan las de siglos pasados, aunque se opongan a ellas. Por eso se puede ser aristotélico en el siglo XXI, estoico, tomista, racionalista, kantiano... g)Es un saber sapiencial y por eso es influyente. Ayuda a entender las grandes cuestiones de la vida y puede orientarla. Crea opinión y suscita adeptos. h)Es un saber universal. Esta universalidad es triple: Afecta a todos los hombres. Las grandes preguntas de la filosofía no interesan solo a los filósofos, sino a todo hombre. Es universal también porque la verdad es universal: lo que es verdad es verdad siempre, en todo momento y para todos los hombres. En tercer lugar es universal porque no hay ningún tema humano importante que se quede fuera del saber filosófico. i)Es, como todo saber, un saber insuficiente. La filosofía no tiene la última palabra sobre la verdad. La explicación racional ni explica ni agota toda la realidad. La razón humana no puede alcanzar a explicar el misterio, y muchas veces se detiene ante el corazón. “El corazón tiene razones que la razón no entiende” (Blas Pascal). j)Es un saber que compromete doblemente. Por una parte, no se puede buscar la verdad de cualquier forma, no vale cualquier método. Por otra, no se pueden encontrar parcelas de la verdad y vivir como si no se hubiera encontrado. 4. ACTITUD FILOSÓFICA Dos son las actitudes fundamentales: interés y amor por la verdad, de las cuales se derivan otras. Interés y amor por la verdad no son dos formas de hablar de una misma actitud. El interés por conocer la verdad es común tanto al que quiere afirmarla (veraz) como al que quiere negarla (mendaz); el amor a la verdad solo lo tiene el primero. De la unión del interés y el amor por la verdad proceden una serie de actitudes que convienen a todo el que se decide a adentrarse por el camino de la filosofía. He aquí algunas. 1. Valoración, estima y admiración ante la realidad y especialmente ante el ser humano como realidad superior visible. 2. Búsqueda (estudio) permanente que se expresa en preguntas filosóficas. 3. Apertura a toda fuente de conocimiento. 4. Alegría por las respuestas logradas e insatisfacción para seguir avanzando. 5. Rigor intelectual, que se manifiesta especialmente en el uso del lenguaje. 6. Humildad. “Solo sé que no sé nada” (Sócrates). Firmeza en las certezas y disposición a rectificar. 7. Comunicabilidad. El amor por la verdad lleva a comunicarla. 8. Servicio. El pensador no piensa para su provecho, sino para servir a los demás. 5. ¿POR QUÉ NACE LA FILOSOFÍA? El paso del mito al logos. - Ocio y bienestar: (primum vivere, deinde philosophare). - Actitud filosófica: curiosidad, admiración, extrañeza - (“vivir despierto”). Tenían interés por la educación, y había espacios de diálogo y discusión, como el “ágora”. - Contacto con otros pueblos (viajes,comercio,...) 6. PRINCIPALES MÉTODOS FILOSÓFICOS. No hay un método racional único de búsqueda de la verdad. Los métodos son vías de acceso sistemáticas y estructuradas que conducen al conocimiento de la realidad (methodos: camino que se sigue para llegar a un resultado). Podemos hablar de método discursivo y de método intuitivo, si hacemos referencia al proceso que lleva a la captación de la verdad por parte de la razón. Los más representativos son los siguientes: - Mayéutico-dialéctico. Aparece en Grecia en el siglo V a.C. Es el primer método filosófico. Fue iniciado por Sócrates y continuado por Platón. Se fundamenta en que la verdad no está fuera de la persona, sino dentro, y podemos alumbrarla, sacarla fuera mediante el diálogo. El maestro va conduciendo al discípulo a través de preguntas y respuestas. El trabajo de seguir preguntando y seguir encontrando dificultades, interrogantes y misterios, ...no se puede acabar nunca. - Físico-ontológico. Sus representantes más destacados son Aristóteles (Grecia, siglo IV a. de C.) y Santo Tomás de Aquino (Italia, siglo XIII). Sus ideas principales son las siguientes: a) El hombre tiene capacidad para conocer la realidad tal cual es. b) El conocimiento se lleva a cabo primero con los sentidos y, a partir de los datos que los sentidos aportan, con el entendimiento. c) Todo hombre normalmente constituido posee unos “primeros principios” que son verdades evidentes. d) La verdad no se entiende como algo que llevamos dentro, ni tampoco como algo que está fuera. La verdad consiste en la adecuación de nuestra inteligencia a la realidad (adaequatio rei et intellectus). Aristóteles utiliza la “Lógica” para discurrir racionalmente y así llegar a la verdad. Tomás de Aquino y la Filosofía Escolástica medieval emplean el método de las “Disputas”, en que se contraponían opiniones divergentes. - Racionalista. Su autor destacado es R. Descartes, filósofo y matemático francés del siglo XVII. Es un método deductivo: desciende de principios generales a los casos particulares. Se llama racionalista porque se apoya única y exclusivamente en la razón. Lo que no pueda ser explicado por la razón no tiene validez, con lo cual, como son muchas las facetas de la vida del hombre que no son explicables por la razón, el racionalismo las deja sin explicación. Ha sufrido un gran descrédito a finales del siglo XX. - Empirista. Es un método de tradición y arraigo inglés. Su precursor es Francis Bacon de Verulam (siglos XVI-XVII), aunque se suele señalar a David Hume (siglo XVIII) como su representante más característico. La única base del conocimiento que acepta es la experiencia sensible. Niega que el entendimiento humano posea unos ‘primeros principios’ evidentes; al contrario, el entendimiento se concibe como algo intacto y vacío, como una hoja en blanco, en la que no hay nada hasta que no entra por los sentidos. Es un método inductivo, partiendo de los datos particulares llega a hacer afirmaciones generales. Junto con el método anterior, el racionalista, el método empirista ha sido decisivo para el gran avance de las ciencias experimentales. - Idealismo Trascendental. Su creador es Kant (siglo XVIII). Lo importante no está en la realidad exterior al sujeto, sino en el sujeto que conoce la realidad. Conocemos lo que han captado nuestros sentidos, organizado por nuestra inteligencia. - Analítico-lingüístico. Aparece en el siglo XX con L. Wittgenstein. Su centro de atención está en el lenguaje. El lenguaje es la clave de todo: del pensamiento, de los problemas que plantea la filosofía, de la expresión de la experiencia humana, etc. La tarea de la filosofía es clarificar el lenguaje. - Fenomenológico. La fenomenología es una de las grandes aportaciones del siglo XX a la filosofía. Su autor es E. Husserl. Considera que cuando la mente humana se acerca a estudiar cualquier aspecto de la realidad, lo hace cargada de ideas previas que ‘contaminan’ los resultados. Propone que el filósofo se quede en blanco (reducción eidética), apartando de sí todo juicio o idea preconcebida sobre aquello que quiere investigar, para de este modo “ir a las cosas mismas” que se quieren conocer. Discípula destacada de Husserl fue Edith Stein (Sta. Teresa Benedicta de la Cruz). - Hermenéutico. Surge también en el siglo XX como reacción al método fenomenológico, pues según sus autores la reducción eidética es imposible ya que nadie puede desprenderse de todo el bagaje intelectual que lleva encima. Lo que hay que hacer, dicen sus representantes, no es tratar de olvidarse de todo conocimiento y quedarse en blanco, sino hacer explícitos los conocimientos que se poseen y explicarlos con exactitud. La palabra hermenéutica significa interpretación de textos y da nombre a una corriente cuyos pensadores más destacados son H. G. Gadamer y P. Ricoeur. 7. PARTES DE LA FILOSOFÍA. - Estudio de la Realidad (el “ser”): Metafísica (ontología): Aristóteles la define como primera ciencia del ser en general, o como la ciencia del ser en cuanto ser. Estudia los fundamento últimos de toda realidad, sus causas y no se fija en casos concretos o particulares, se ocupa de lo que es común a todos los seres. Estudia el ser de las cosas que son, su existencia y los distintos modos de ser. Cosmología (fil. Naturaleza): estudia los seres naturales vivientes y no vivientes (y lo que tienen en común: el espacio, el tiempo, la materia). Antropología: estudia el ser humano como tal, en su dimensión espiritual, material y social. Teodicea (teología natural): estudia a Dios en cuanto causa y fundamento de todo lo que es. - Estudio del Conocimiento humano: Gnoseología o epistemología (filosofía del Conocimiento): Estudia los límites y la validez del conocimiento, es decir, cuando puede afirmarse que nuestro conocimiento es auténtico conocimiento de lo real. También estudia como se da en el pensamiento y en los sentidos. Lógica: Es el instrumento de todo saber, por el cual se regula su propia actividad y analiza las leyes que se refieren a su correcto ejercicio. Es como el control de calidad del pensamiento, nos lleva a pensar bien, a pensar lo correcto. - Estudio de la Acción humana: Ética o Moral: Estudia las acciones del hombre, cómo se hacen, cuáles son sus componentes, si están bien o mal. Política (filosofía política, ética social): Parte de la filosofía que estudia el comportamiento del ser humano como miembro de la sociedad. Filosofía de la religión, del derecho, de la Historia, estética, etc. DICHOS FILOSÓFICOS. a) Primum vivere, deinde philosophare. Lo primero es vivir, después filosofar. b) Nec decipit ratio, nec decipitur unquam. La razón ni nos engaña ni se engaña nunca. (Dicho de la Ilustración). c) Noli foras ire, in te ipsum redde; in interiore homine habitat veritas. (San Agustín). No vayas fuera, entra en ti mismo; en el interior del hombre habita la verdad.