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A poco de terminar el año, Raúl Diez Canseco reunió a su círculo más cercano de colaboradores de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL). El ex vicepresidente, hoy retirado de la política, no solo resumió las millonarias inversiones que realizará la institución a partir del próximo año. También anunció un cambio tan simple como importante: a partir del próximo año, la casa de estudios pasará a ser la Universidad Católica San Ignacio de Loyola. El añadido pasaría inadvertido de no ser por la controversia jurídica que enfrenta abiertamente a la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y al cardenal Juan Luis Cipriani. El último episodio de la ya conocida saga se dio en julio de este año, cuando un decreto emitido por el Secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, retiró a la PUCP “el derecho a usar en su denominación los títulos de ‘Pontificia’ y de ‘Católica’”. La PUCP defiende el libre uso del término “Católica”, pero el cambio en la USIL cobra importancia pues, según contó Diez Canseco en la reunión, cuenta con el respaldo del propio Cipriani. ACERCAMIENTOS PREVIOS Un sutil primer paso de esta relación se dio en setiembre de 2010: mientras la comunidad PUCP cuestionaba ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos * FOTO: GILMAR PÉREZ La USIL tiene un millonario plan de expansión para 2013. El principal cambio sería el nombre. El 13 de octubre el cardenal Juan Luis Cipriani celebró una misa en la Catedral por los 100 años de FBT, organizada por comisión de la USIL. La relación entre ambos es más cercana de lo que parece. La Nueva Católica 26 CARETAS / DICIEMBRE 20, 2012 Cipriani.indd 26-27 Sin el apoyo de Roma, la inscripción ante Indecopi es el principal escudo del nombre de la PUCP. Mientras la PUCP y la Iglesia no encuentran soluciones, Raúl Diez Canseco prepara el rebautizo de la USIL como la Universidad Católica San Ignacio de Loyola. Esta sí tiene la bendición del cardenal Cipriani. CARETAS / DICIEMBRE 20, 2012 27 12/19/12 3:49 a.m. olla a presión sentencia del TC que interpretaba el testamento de Riva Agüero, la USIL estrenaba moderna capilla. El encargado de bendecirla fue nada menos que el cardenal Cipriani. “En esta misa, en esta casa de estudios, me alegra mucho poder decir que la Iglesia no viene a maltratar la realidad, ni la ciencia, ni la filosofía, ni la economía, ni la política. No, la realidad es la que es”, se presentó el arzobispo. Sin ser particularmente cercanos, la relación entre el cardenal y RDC se habría ido estrechando en los últimos años al punto que Diez Canseco, según contó un asistente a esta reunión, aseguró que Cipriani respalda el cambio de nombre. “Estamos en ese trámite, efectivamente”, confirma RDC. “Es un proceso con la Iglesia Católica, con quien tenemos vínculos muy importantes. Somos una institución profundamente católica –no religiosa– y hemos iniciado conversaciones para llevar el nombre de Universidad Católica San Ignacio de Loyola”. No solo eso, sino que habría intercedido ante la arquidiócesis de Arequipa para facilitar la venta de un terreno de 15 mil m2 en la zona urbana. No parece coincidencia que la diócesis sea presidida por el conservador hacemos una labor social bastante grande”, resume. “Dar ese paso para ser universidad católica no es algo ajeno a San Ignacio. Sería formalizar lo que hemos hecho toda la vida”. EL PESO DE LA USIL La Universidad San Ignacio de Loyola fue fundada en 1995, cuando el gobierno de Fujimori abrió la cancha para la creación de universidades privadas. Sin embargo, la amplia red hoy denominada OSIL (Organización Educativa San Ignacio de Loyola) data de 1968, cuando RDC fundó la academia preuniversitaria San Ignacio de Loyola. Entonces tenía solo veinte años y no había concluido todavía sus estudios en economía. Pero haciendo Pachacámac, además de la compra de un terreno en Arequipa para construir una sede sur. Su objetivo es aumentar en 30% su número de alumnos. Diez Canseco, por su parte, tuvo una agitada vida política como diputado por Lima en 1990, candidato a la presidencia por Acción Popular en 1995, vicepresidente y ministro de Comercio Exterior y Turismo durante el gobierno de Alejandro Toledo. Justamente de esa cartera tuvo un accidentado desembarco en noviembre de 2003, acusado de favorecer a familiares de Luciana de La Fuente, con quien el ministro sostuvo un sonado affaire que hizo arquear una ceja a los católicos más conservadores. Hoy tienen un sólido FOTO: OSCAR MEDRANO * la RDC: “Hemos iniciado conversaciones para llevar el nombre de Universidad Católica San Ignacio de Loyola”. La cercanía es tal que el Cardenal habría intercedido en la venta de un terreno en Arequipa. arzobispo Javier del Río, que ha apoyado abiertamente a Cipriani en los entredichos con la PUCP. “Nosotros nos sentimos muy cómodos dentro de la Iglesia”, resalta RDC. Eso sí, ante la inevitable comparación con la PUCP señala que no pretenden reemplazarla, dibujando una línea que parece bastante definida: “No se olvide que la Católica es Pontificia, lo que significa que la Iglesia tiene autoridad sobre (la PUCP) y la autoridad máxima de la universidad tiene que recibir la bendición papal”. “Nosotros tenemos una capellanía muy importante y gala del espíritu emprendedor y empresarial que promueve desde la USIL, construyó una red educativa que incluye el Colegio San Ignacio de Recalde, el Instituto San Ignacio de Loyola, la USIL misma, la Escuela de Posgrado, la Escuela de Chefs y la San Ignacio College, en Miami. Solo la universidad cuenta con casi 14 mil alumnos y cerró el 2011 con un ingreso promedio de US$ 65 millones, ocupando el puesto número 524 de las empresas más rentables del Perú según Perú Top Publications. La USIL tiene préstamos aprobados por US$ 50 millones para la ampliación de los campus que tiene en La Molina, Huachipa y 28 CARETAS / DICIEMBRE 20, 2012 Cipriani.indd 28-29 matrimonio. En meses pasados trascendió que la intención del Arzobispado era fundar una “verdadera” universidad católica y se especuló que Arequipa sería un escenario posible. La venta del terreno characato comienza a despejar la historia. Queda pendiente lo que pasará con la denominación legal de la PUCP. Sus autoridades defienden que tienen su nombre registrado en orden según las leyes peruanas, pero en los círculos del cardenal se da por descontado que es cercano el momento de la ofensiva legal ante el Indecopi. De ser exitosa, le allanaría el camino a una, única, universidad católica. Q De Año en Año, Hilar Sin Engaño Por RAÚL VARGAS V AMOS cerrando el año del bicentenario del liberalismo americano y español y, como entonces, el panorama luce desconcertante a nivel global y, al mismo tiempo, lleno de probabilidades tecnológicas y de responsabilidades ambientales. La cuestión más aguda, en el norte como en el sur, es que las respuestas de los sistemas de bienestar encuentran dificultades para ser convincentes, y las nuevas promociones juveniles, acostumbradas a servirse por sí mismas y no desear la docilidad de un empleo permanente, agigantadas por la revolución digital, convencidas que la política es para avivatos e inmorales, salen a las calles pidiendo un nuevo ciclo de imaginación al poder. En estos nuestros lares se plantea que como nunca nos encaminamos al desarrollo y seremos socios de los grandes nuevos conquistadores, Asia y prolongaciones, los nuevos autoritaristas, árabes y musulmanes, y los nuevos rompe esquemas occidentales, una plasticidad pragmática. El caso peruano nos revela dos cosas: el ritmo del progreso está marcado por el crecimiento de la economía y el consumo –vaya que ya podemos contarnos entre los clasemedieros– menos que lo que se pudiera hacer desde la esfera de la política, ese patio extraño que se les ha dejado a los simuladores. aprendices, medio pasmados. Sin partido ni partidas, la política es una serpiente languideciente. Que recuerda nostálgicamente cincuentenarios, fastos multitudinarios un pasado perdido de adhesiones, movimentos políticos, los ideales de una creación colectiva. No está la cosa, sin embargo, como para desesperarse. Una vez más el caso peruano es paradojal. Un gobierno que empezó con impericia y vacilaciones, tratando de armar un equipo casi como el mismo Markarián, optó por cambiar su esquema doctri- nario, afianzarse en el pragmatismo y, sobre todo, dejando que la marea económica nos haga olvidar los desaciertos, las omisiones y la incorrecta blandura programática. La economía le ha permitido pasar un año y medio restableciéndose, encontrando aunque fuere por el camino del acierto-error posibilidades de cambiar algunas cosas, las más recientes la reforma policial-militar, la nueva estrategia del VRAEM, acentuando inversiones en infraestructura y ampliando el manto de la inclusión, aunque todavía éste sea pequeño y con perforaciones. Afuera los certificados de buena conducta, los TLC multiplicados, exportaciones y turismo ganando terreno, dejando un espacio positivos para empren- “No está la cosa para desesperarse. Una vez más el caso peruano es paradojal”. dedores, pequeña y mediana empresa, cambiando el status del crédito y la asistencia social. Claro que hay grandes vacíos, educación y salud por ejemplo son una suerte de sinfonía chirriosa y chiclosa con muchos años de impericia. La regionalización y la descentralización, al unísono con el cambio positivo de la defensa del medio ambiente y las culturas ancestrales, la reforma del Estado y mejora de la seguridad y la comodidad ciudadana son tareas pendientes y amenaza creciente de desazón. El otro inesperado compañero de ruta que le ha permitido al gobierno de Ollanta Humana navegar con viento propicio es el ancho mundo. Los esquemas maximalistas que venían de Venezuela, Ecuador o Bolivia, y más recientemente de la inaudita Argentina, han mostrado su rostro cruel del error y el desconsuelo han permitido que el gobierno busque un equilibrio entre su prédica nacionalista –y ojo que la tiene en materia energética, para preocupación de algunos– y la realidad internacional y para mayor fortuna suya el tema de la demanda peruana ante la Corte Internacional de La Haya, han colaborado en afianzar una imagen de un trabajo alentador en política exterior. Chile siempre será un tema de preocupación, como lo enseña con dolor la historia, pero la forma en que se han presentado la demanda del Perú y la réplica de Chile son un ejemplo de sobriedad, ciencia jurídica y anhelo de no extremar la tensión entre ambos países. Claro que el fallo de la Corte será causa de controversia en ambas latitudes, pero para el Perú es ya un gran triunfo en haber hecho respetar sus fueros en un ámbito que supera la bilateralidad y haber logrado que los objetivos nacionales, en especial los de las relaciones vecinales e internacionales nos unan a los peruanos a todo nivel. Diciembre ha sido un mes particularmente grato, aun cuando algunos descargan su pesimismo. Q CARETAS / DICIEMBRE 20, 2012 29 12/19/12 3:50 a.m.