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CAPÍTULO III. HONGOS QUE AFECTAN LOS CULTIVOS HORTÍCOLAS Jacobo Enrique Cruz Ortega, José Refugio García Quintero, Juan Eulogio Guerra Liera, Silvia Alicia Félix Camacho y Tirzo Paúl Godoy-Angulo 3.1. Damping-off o secadera de los almácigos Es considerada la enfermedad más importante a nivel de plántula y afecta tanto en campo como en invernadero; es responsable de la reducción del número de plantas, la uniformidad, el desarrollo y el rendimiento en muchos cultivos hortícolas. Los síntomas principales de la enfermedad son pudrición de semilla o muerte de la plántula antes de la emergencia. El damping-off de postemergencia ocurre cerca de la superficie del suelo y causa la muerte de la plántula; generalmente el tejido del tallo en la línea del suelo se vuelve blando y acuoso y la planta se marchita (figura 4). Las raíces pueden ser afectadas ocasionando la muerte de la plántula (Agrios, 1991; Cruz et al., 1998). 3.1.1. Epidemiología de la enfermedad El agente causal son los hongos Pythium spp. y Rhizoctonia solani. El primero pertenece a la clase Oomycetes, del orden Peronosporales y de la familia Pythiaceae, tiene micelio cenocítico de color blanco que produce esporangios de formas diversas que liberan zoosporas. R. solani pertenece a la clase Deuteromycetes y al orden Aganomycetales, produce hifas septadas, de color oscuro, con ramificaciones en un ángulo de 45 y con una constricción en su base. Produce numerosos microesclerocios negros. No produce conidios. Pythium spp. sobrevive en forma de oosporas y/o clamidosporas. Rhizoctonia lo hace en el suelo como esclerocios y micelio. En el caso de Pythium, las zoosporas son el inóculo más efectivo para propagar la enfermedad (Alexopoulos, 1985; Romero, 1988) (figura 4). 3.1.2. Control de la enfermedad Esterilización del suelo de los almácigos o el suelo de invernaderos. Este puede tratarse con vapor de agua (80C o más durante dos horas) o con fumigantes de amplio espectro como Bromuro de metilo o Metam-sodio (Vapam). Las charolas antes de la siembra pueden tratarse con Sulfato de cobre (8 g/l), Captán (8 g/l), Pentacloronitrobenzeno, más Metalaxil o FosetylAl 8 g + 4 ml/l, Propamocarb y Cloro.Tratar la semilla con Captán, Metalaxyl o Fosetyl-Al + PCNB o Carboxin o Carbendazim pueden dar buenos resultados aplicando los en el fertilizante iniciador (Cruz et al., 1998). Se sugiere que la fertilización en invernadero aumente en fósforo para engrosar tallos y tener menos problemas con la enfermedad; en campo es recomendable no trasplantar plantas con síntomas de la enfermedad y aplicaciones de Metalaxil, Propamocarb, Fosetil All, entre otros, dan buenos resultados. 3.2. Marchitez del tomate Es considerada la enfermedad más importante que afecta este cultivo y si no se maneja de manera integrada llega a reducir de manera importante la producción. Los síntomas de la enfermedad inician con un amarillamiento de hojas viejas, progresando rápidamente hacia las hojas nuevas. Es común encontrar el amarillamiento por un sólo lado de la hoja o rama. Las hojas afectadas después de marchitarse mueren, permaneciendo adheridas al tallo. En tallo se presenta una necrosis vascular café que se extiende longitudinalmente hacia arriba (figura 5). Después de la muerte de la planta y bajo condiciones de alta humedad, el hongo produce estructuras propagativas, que se observan de color rosa a naranja en la superficie del tallo (Agrios, 1991; Cruz et al., 1998). 3.2.1. Epidemiología de la enfermedad El causante de la enfermedad es el hongo Fusarium oxysporum Schlecht. f.sp.lycopersici Snyder Hansen. (Deuteromycetes: Moniliales). Produce microconidios y macroconidios; estos últimos en forma de canoa (figura 5). En laboratorio su crecimiento se observa en colonias de color blanco a rosadas; el hongo sobrevive en el suelo por más de cinco años, en forma de clamidosporas. Se transmite en la semilla y se disemina por el viento, maquinaria agrícola, plántulas infectadas y agua de riego. Las temperaturas óptimas son entre 25 y 32C y le favorecen las altas humedades en el suelo (Alexopoulos, 1985; Romero, 1988). 3.2.2. Control de la enfermedad Cultivares resistentes a la raza 1 y 2, tales como Contessa, Pacific, Carmen, Teresa, Floradade, Peto 95, Joaquín, Petopride II, Bigest, Duke, MH-1, Walter, Floramérica, Celebrity, Baron, Count II y otras. Plantar en suelo con buen drenaje, usar semilla libre del patógeno, practicar rotación de cultivos por más de cinco años. La fumigación de suelos infectados con bromuro de metilo o metam sodio, reduce los daños de la enfermedad La técnica de solarización del suelo durante cuatro a seis semanas en los meses de junio a julio puede dar buenos resultados. El uso de microorganismos antagónicos a base de Bacillus y Trichoderma ayuda a minimizar los daños. 3.3. Tizón tardío de tomate La enfermedad es considerada de alta peligrosidad en Sinaloa, ya que continuamente amenaza con provocar epifitias en tomate y papa, cuando las condiciones de humedad y temperatura son favorables para su desarrollo. Los síntomas más comunes se presentan en hojas, manifestando manchas irregulares, verde oscuro acuosas, con márgenes pálidos y con presencia de filamentos blanquecinos; las lesiones después se tornan café, pudiendo afectar toda la lámina foliar. En los tallos, ramas, puntas de crecimiento e inflorescencias, se presentan lesiones necróticas oscuras (figura 6). En frutos dañados se presentan grandes manchas café rojizo que pueden llegar a cubrirlos totalmente; bajo condiciones favorables la enfermedad provoca la muerte rápida del hospedante (Agrios, 1991; Romero, 1988; Cruz et al., 1998). 3.3.1. Epidemiología de la enfermedad El agente causante de esta enfermedad es el hongo Phytophthora infestans (Mont.) DeBary. (Oomycetes-Peronosporales-Pythiaceae), presenta micelio cenocítico blanquecino que produce esporangióforos hialinos y ramificados que salen a través de las estomas de las hojas afectadas. Los esporangios son ovales, hialinos y con papila apical (figura 6). Sobrevive en el suelo como micelio en tejido vegetal infectado, el cual requiere cuando menos de cuatro horas de humedad a punto de rocío y temperatura nocturna por debajo de 10ºC para poder progresar. El cultivo peligra cuando se presentan nublados y lluvias durante el día, que al persistir por varios días la enfermedad se puede desarrollar con características desastrosas (Romero, 1988; Agrios, 1991). 3.3.2. Control de la enfermedad Para el control de la enfermedad es importante conocer el comportamiento del clima, ya que al presentarse condiciones óptimas para el desarrollo de la enfermedad es necesario implementar un programa de aplicaciones a base de químicos dentro de los que podemos mencionar programas de prevención a base de clorotalonil, mancozeb o amistar; algunos sistémicos con excelente control son metalaxyl, fosetil-aluminio, propamocarb, entre otros. 3.4. Tizón temprano del tomate Es considerada una enfermedad con característica endémica en tomate ya que año tras año se presenta en los distintos cultivares que se siembran en Sinaloa, afecta todos los órganos aéreos de este cultivo en cualquier estado de desarrollo. Los síntomas que presentan las plantas dañadas por este patógeno, se empiezan a manifestar en las hojas más viejas en donde se observan lesiones café oscuro, irregulares, con anillos concéntricos y rodeadas de un anillo amarillo; estas lesiones coalescen y afectan la calidad de frutos al sufrir quemaduras por sol. En tallos, pecíolos y frutos las lesiones son irregulares y negruscas, con círculos concéntricos (figura 7) (Agrios, 1991; Romero, 1988; Cruz et al., 1998). 3.4.1. Epidemiología de la enfermedad El causante de la enfermedad es el hongo Alternaria solani (Ell.y G. Martin) Jones y Grout., pertenece a la clase Deuteromycetes, al orden Moniliales y a la familia Dematiaceae, produce conidios oscuros, con septas transversales y longitudinales, producidas en cadenas, conidióforos libres (figura 7). El hongo sobrevive en restos del cultivo y en el suelo; se transmite por semilla y se disemina por el viento y lluvia. La enfermedad es favorecida por alta humedad relativa y temperatura variable (Alexopoulos, 1985; Romero, 1988). 3.4.2. Control de la enfermedad El método de control más efectivo es la aplicación oportuna de fungicidas preventivos como el captafol, clorotalonil, mancozeb, entre otros. Cuando la enfermedad se manifiesta de manera severa las aplicaciones de productos como el Axozistrobin, Pyrimethanil y la mezcla de Pyraclostrobin más Boscalid. 3.5. Mancha gris y Moho de la hoja de tomate Estas dos enfermedades son de distribución mundial y son más severas en tomates producidos en invernadero. Su incidencia en Sinaloa es irregular, con severos ataques, hasta niveles epifíticos, en algunos años, mientras que en otros su incidencia es mínima. Los síntomas iniciales de mancha gris inician con manchas pequeñas de apariencia irregular, posteriormente adquieren una coloración grisácea que es de donde proviene el nombre de la enfermedad; existe desgarramiento en el follaje y cuando el ataque es severo afecta al fruto (figura 8). Para en el haz de la hoja el moho provoca pequeñas manchas amarillo pálido, después se necrosan y se tornan café. Por el envés, el sitio de las lesiones se cubre por las estructuras de propagación del hongo, semejando un terciopelo café-verdoso a café oscuro. Ocasionalmente la enfermedad se presenta en tallos tiernos, pedúnculo y botones florales (figura 8). Como la presencia de estas enfermedades es irregular en Sinaloa, los fungicidas usados para controlar tizón temprano y cenicilla del tomate actúan eficazmente contra estas enfermedades. 3.6. Cenicilla de tomate y chile Se reportó en Sinaloa en el ciclo 1979-1980, dañando severamente los cultivos preferentemente de etapa tardía. Actualmente, es común su presencia en tomate y chile. Los síntomas más característicos de la enfermedad se manifiestan en el follaje como manchas verde amarillento por el haz de las hojas; después el centro de las lesiones se deshidrata y se torna café; por el envés se presentan pequeñas vellosidades blanquecinas, difíciles de observar a simple vista (Cruz et al., 1998). Ataques severos secan las hojas de manera ascendente debilitando la planta y reduciendo la producción y el tamaño de los frutos (figura 9) 3.6.1. Epidemiología de la enfermedad El causante de la enfermedad es el hongo Leveillula taurica (Lev.) Salmon, en su fase sexual, el cual pertenece a la clase Ascomycetes y al orden Erysiphales. La fase asexual, que es la más común que encontramos en Sinaloa, es el hongo Oidiopsis taurica, el cual es un Deuteromycetes del orden Aganomycetales. El hongo es un parásito obligado de plantas superiores que presenta micelio que crece dentro de los tejidos infectados; produce conidióforos septados, simples que emergen por los estomas. Los conidios son unicelulares, hialinos, en forma de barril o de flamita. La enfermedad es severa con humedad relativa baja (70-80%) y temperatura alrededor de 26 ºC; sobrevive principalmente en hospedantes cultivados y silvestres, su forma de diseminación es principalmente por el viento (Alexopoulos, 1985) (figura 9). 3.6.2. Control de la enfermedad La enfermedad es favorecida por condiciones de baja humedad relativa y, por tanto, al detectar los primeros síntomas es conveniente regar con un riego pesado el tomate y chile. Las aplicaciones de productos químicos como el trifloxistrobin, axozistrobin, miclobutanil y la mezcla de boscalid más pyraclostrobin, controlan eficientemente la enfermedad. 3.7. Moho gris del fruto de tomate Es una de las enfermedades más comunes que ataca tomate y chile y afecta tanto en campo como en invernadero, la enfermedad adquiere una gran importancia bajo condiciones de invernadero en donde los daños llegan a ser cuantiosos. Los síntomas de la enfermedad ocurren en las partes más tiernas y el daño fuerte ocurre cuando los frutos son invadidos manifestando estos un polvo de color gris que es de donde provienen el nombre de la enfermedad (figura 10). La enfermedad se controla eficientemente con aplicaciones de Sulfato de cobre pentahidratado, Azoxistrobin, Boscalid, Pyrimethanil, entre otros. 3.8. Marchitez del chile De los fitopatógenos del suelo que atacan al chile, el hongo Phytophthora capsici Leo, causante de la marchitez, puede considerarse como el principal enemigo de este cultivo. En México, se calcula que aproximadamente el 40% de las plantas mueren a causa de dicha enfermedad. El síntoma más común en plantas de chile es un marchitamiento general o parcial. Cuando el daño ocurre en las raíces, es general, pero si la infección es en una rama, en las hojas o en los frutos, la marchitez es parcial, aunque si persisten condiciones de alta humedad, la infección avanza y el hongo afecta toda la planta. Existe defoliación de la planta. En frutos se observan áreas decoloradas contrastando con la porción sana; si la humedad es alta, en estas lesiones se forma una gran cantidad de esporangios y en el interior del fruto se observa micelio de aspecto algodonoso. Al avanzar la infección, el fruto se seca y arruga progresivamente hasta quedar momificado (Agrios, 1991; Nuez y Colaboradores, 1996; Cruz et al., 1998), (figura 11). 3.8.1. Epidemiología de la enfermedad El causal de la enfermedad es el hongo Phytophthora capsici Leo. (OomycetesPeronosporales-Pythiaceae); presenta micelio hialino, esporangios oblongos, elípticos, ovalados, con una vacuola en el centro, hialinos o amarillo limón, con una o dos papilas prominentes (Alexopoulos, 1985). Estos producen zoosporas biflageladas en presencia de agua, germinan directamente como conidios. No produce clamidosporas; oosporas presentes. Las oosporas son la fuente de inóculo primario y sobreviven en el suelo por más de dos años en ausencia de hospedante, en la semilla el hongo solamente forma micelio y sobrevive alrededor de un mes. 3.8.2. Control de la enfermedad Plantar en suelos nivelados y con buen drenaje. Riegos ligeros aunque frecuentes. Hacer rotaciones de cultivos por más de tres años. Arrancar y quemar las plantas enfermas para disminuir la cantidad de oosporas en el suelo. En la actualidad, se reportan algunas líneas y cultivares con tolerancia a la enfermedad. La fumigación del suelo con Metam sodio, Bromuro de Metilo, Cloropicrina, etcétera, antes del transplante (20-30 días) minimiza los daños de la enfermedad. Las aplicaciones en campo con fungicidas como Metalaxil, Propamocarb y Fosetil-Aluminio en la cinta de riego minimiza el daño por este patógeno. 3.9. Mancha foliar del pepino Ataca pepino, melón, soya, ajonjolí, tomate, fríjol, chile, berenjena, ockra, Vigna, plátano, azalea, tabaco y otros. En Sinaloa se observó en el ciclo 1976-1977 y desde entonces es una enfermedad que causa importantes daños, al acortar el ciclo vegetativo del cultivo y disminuir la producción. Por lo general ataca hojas causando manchas necróticas, aunque en ataques severos puede afectar pecíolos y tallos. Los primeros síntomas aparecen sobre hojas viejas como manchas angulares o circulares amarillas; estas pequeñas lesiones después se necrosan y se vuelven circulares, con centro café claro y márgenes café oscuro (Cruz et al., 1998) (figura 12). 3.9.1. Epidemiología de la enfermedad El causante de la enfermedad es Corynespora cassicola (Berk. Y Curt.) Wey. Hongo Deuteromycetes-Moniliales-Dematiaceae, presenta conidios café, multicelulares, simples o en cadenas cortas y con una cicatriz circular en la base; son formados en conidióforos cafés, ligeramente hinchados en el ápice y con cicatrices laterales (Alexopoulos, 1985). El hongo sobrevive en material infectado de plantas por más de dos años. Las infecciones ocurren con alta humedad relativa y temperatura de 25 a 35oC. La diseminación se da principalmente por el viento. 3.9.2. Control de la enfermedad Aplicaciones semanales de Mancozeb, Clorotalonil, Sulfato de Cobre Pentahidratado, Cercobin y Azoxistrobin, ejercen buen control de la enfermedad. 3.10. Mildiu de cucurbitáceas Enfermedad presente en todas las áreas del mundo donde se siembran los cultivos de pepino, calabaza, melón y sandia. En Sinaloa es la enfermedad más importante que ocasiona daños en pepino. Se presenta solo en las hojas y varía con el cultivo afectado. Primero aparecen lesiones en las hojas viejas, que progresan hasta las más jóvenes; éstas, por el haz son pequeñas áreas cloróticas, después se necrosan y toman el color café. Normalmente las lesiones son irregulares pero en pepino son angulares y limitadas por las nervaduras. En el envés, se observa la presencia de estructuras del patógeno en forma de vellosidades de color crema oscura o púrpura. Al coalescer las lesiones, se presentan grandes áreas muertas de las hojas (Agrios, 1991; Cruz et al., 1998), (figura 13). 3.10.1. Epidemiología de la enfermedad El agente causante de la enfermedad es el hongo Pseudoperonospora cubensis (Bert. y Curt.) Rostow., (Oomycetes-Peronosporales-Peronosporaceae). Produce esporangios alimonados sobre esporangióforos dicotomicamente ramificados que salen a través de los estomas de las hojas lesionadas. El hongo sobrevive como micelio dentro de residuos de cosechas o en especies de cucurbitáceas silvestre. La diseminación más frecuente es de un cultivo viejo a uno joven, a través del viento y lluvia que acarrean los esporangios. La enfermedad es favorecida por la humedad relativa alta; para que se produzca la infección se requiere agua libre sobre las hojas y temperatura optima entre los 18 y 23oC. 3.10.2. Control de la enfermedad Aplicaciones de Mancozeb, Clorotalonil, Captafol, Azoxitrobin, Propamocarb, Fosetil-Al, Metalaxil, Cimoxanil + Mancozeb, entre otros, controlan satisfactoriamente la enfermedad. 3.11. Cenicilla de cucurbitáceas Es una enfermedad endémica en pepino, calabaza, melón y sandia, que puede ocasionar pérdidas de 25 a 50%, aunque en ocasiones alcanza niveles epifíticos con pérdidas totales. Se presentan en hojas, pecíolos, tallos y raramente en frutos. Primero son pequeñas manchas cloróticas parcialmente cubiertas de estructuras miceliales y reproductivas blanquecinas; posteriormente, las manchas son cubiertas en su totalidad por las estructuras del hongo, adquiriendo aspecto harinoso, hasta que finalmente el tejido se torna café y se seca (figura 14). 3.11.1. Epidemiología de la enfermedad Erisyphe cichoracearum De Candolle. (Ascomycetes-Plectomycetidae-ErysiphalesErysiphaceae), es el que causa la enfermedad; tiene micelio hialino que se desarrolla superficialmente en los tejidos afectados. En su fase asexual (Oidium) forma conidióforos cortos que producen conidios en cadenas más o menos largas (Alexopoulos, 1988).En Sinaloa, el patógeno generalmente sobrevive en hospedantes silvestres como el estafiate (Ambrosia psilostachya), meloncillo (Cucumis melo), girasol silvestre (Helianthus annus), vaquita (Euphorbia heterophilla), chilacayota (Cucúrbita digitata) o tomatillo silvestre (Physalis angulata). La diseminación se da por el viento hacia los cultivos susceptibles. 3.11.2. Control de la enfermedad Las aplicaciones de fungicidas Dinocap, Oxythioquinox, Benomyl, Carbendazim, Tebuconazole y Azoxistrobin, han mostrado un control satisfactorio de la enfermedad. 3.12. Literatura citada Agrios, G.N. (1991). Fitopatología (traducción del inglés por Manuel Guzmán O.). Edit. LIMUSA. México. 756 p. Alexopoulus, C.J. and Mims, C.W. (1985). Introducción a la micología (traducción del inglés por DR. Xavier Llimona). Barcelona. 638p. Cruz, O.J. E., R. S. García, E. y J.A. Carrillo, F. (1998). Enfermedades de las hortalizas. Universidad Autónoma de Sinaloa. 257 p. Nuez, F., Gil Ortega, R. y J. Costa. (1996).El cultivo de pimientos, chiles y ajies. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid, Barcelona, México. 607 p. Romero, C.S. (1988). Hongos fitopatógenos. U.A.CH. y Dirección del Patronato Universitario, A.C. México. 361 p.