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Rev. de Med. E. Ci. Navarra VI: 185, 1962 DEPARTAM¡.;NTO DE ULTRAESTRUCTURA CELULAR íNSTITUTO DE INVESTIGACIONES DE CIENCIAS BIOLOGICAS AVENIDA ITALIA, 3318 MONTEVIDEO (URUGUAY) Aportaciones de la microscopia electrónica al conocimiento de los ó:rganos receptores O. T rujillo - Cenoz RESUMEN Se estudian las características estructurales ultrnmicroscópicas de los órganos foto, mecano y quemorreceptores de vertebrados e invertebrados, y se discuten los detalles electromicroscópicos de otros órganos receptores de función aún no conocida (receptores del tegumento de gusanos hirudíneos y tremo distal del palpo de algunos lepidópteros, células tegumentarias de tentáculos de Helix). Sin desconocer la importancia de la llamada actividad espontánea, es evidente que el funcionamiento del sistema nervioso central está en gran parte condicionado a la información que recibe de sus órganos receptores. Es a nivel de las células receptoras que los estímulos de distinta naturaleza física son ((traducidos)) a impulsos nerviosos. De esta manera el haz luminoso que incide sobre la reiina origina potenciales de acción en las fibras del nervio óptico, e igualmente, las vibraciones de la membrana basilar originan potenciales a nivel de las fibras del VIII par. Sin embargo, la actividad del órgano receptor no se limita a indicar la presencia de un estímulo sino que también es capaz de analizarlo cuantitativamente. Esta información es transmitida a los centros a través de un código, cuya clave es, tal cual lo demostró Adrian 1 a mayor estímulo mayor frecuencia de descarga; si el estímulo continúa el órgano se adapta y la frecuencia disminuye. Estudios recientes hechos por Hartline 16 han puesto de manifiesto que ya existe un primer nivel de actividad integradora a nivel de la retina de Limulus, este hecho, pone claramente de manifiesto la complejidad funcional de algunos tipos de órganos receptores. Se deduce de lo anteriormente expuesto que el estudio de estos órganos sea uno de los temas de interés permanente tanto para los fisiólogos como para los morfólogos. El neurohistólogo, actualmente provisto de instrumentos y técnicas capaces de analizar la textura del sistema nervioso hasta un nivel de 20 A de resolución, no puede eludir la interrogante planteada por la organización submicroscópica 188. O. TRUJILLO-CENOZ Vol. VI (bastón) de rata. Obsérvese la serie de discos dobles ordenados perpendicularmente al eje de las células. La flecha señala un punto rn el cual las dos hojas que forman cada disco aparecen bien visibles. En la parte superior de la fotografía se puede aprede las microvellosidades que constituyen el "rabdómero". Aproximadamente 50.000 X Fig. 2.-Esta micrografía electrónica ilustra sobre la organización estructural de una célula fotosensible de uno de los ojos simples de Apis mellífera. La flecha señala una de las microvellosidades que contityuen el el "rabdómero". Aproximadamente 50.000 X Fig. 3.-Corte oblicuo del rabdómero" mostrando la típica imagen de panal. Aproximadamente 50.000 X Podemos considerar que en las células fotorreceptoras de los vertebrados se han diferenciado tres regiones estructural y funcionalmente caracterizables 33 : 1) Una región adaptada a la absorción luminosa -el artículo externo con sus pilas de discos ordenados perpendicularmente al camino de la luz. 2) Una región de alto contenido enzimático -el artículo interno que contiene mitocondrias- a través de este nivel tendrían lugar la mayoría de los fenómenos relacionados con la transformación energética del estímulo luminoso. 3) Una región de transmisión sináptica -la esférula- conteniendo un gran número de microvesículas y mitocondrias. La organización estructural del apara to fotoreceptor en las células visuales de los invertebrados, se basa también en la existencia de un sistema ordenado de membranas. En estos animales existen en lugar de las pilas de discos, numerosísimos túbulos orientados perpendicularmen te al eje mayor de la célula (por consiguiente son también perpendiculares al camino de la luz). Cortes oblícuos o perpendiculares a estos túbulos muestran una característica imagen en ((panal de abeja n (Figs. 2-3). Miller 22 al estudiar las células fotosensibles de Limulus, arañas y miriápodos (especies no mencionadas) interpreta a los túbulos como microvellosidades que na cen del borde de la retínula. Estas microvellosidades han sido halladas en gusa nos platelmintos 29 , en moluscos cefalópo- dos 23. 42 y en diversos órdenes pertenecientes a la clase insecta 10. I3, 43. Cabe señalar aún otra diferencia entre las células fotorreceptoras de los vertebrados e invertebrados. En estos últimos, tal cual puede observarse en la fig. 4 no hay una región de la célula que pueda ser homologada al artículo interno de los conos y bastones. Las mitocondrias en vez de hallarse concentradas dentro de una zona determinada del elemento fotorreceptor se hallan más o menos dispersas a lo largo de su eje. Podemos concluir, que en lo que respecta a las estructuras fotorreceptoras existe un fondo estructural específicamente relacionado con los fenómenos de absorción actínica y que este fondo estructural es común a todos los seres de la escala zoológic2. ÜRGANOS MECANO-RECEPTORES Cuando se encara desde un punto de vista morfológico el problema de la recepción de estímulos mecánicos en los vertebrados se pone de manifiesto la existencia de dos planes estructurales diferentes que rigen la estructura histológica de los órganos mecano-receptores. Tenemos por por un lado órganos en los cuales hay interpuesta una célula epitelial especializada entre el agente estimulante y las terminaciones nerviosas sensoriales. Se incluyen en este primer grupo, el epitelio sensitivo de los canales semicirculares, Septbre. 1962 Á.PORTACIONES DE LA ~!ICROSCOPIA ELECTRONICA Fig. 4.-Visión panorámica de un corte a través de la retínula de un ojo simple de abeja. Las células fotosensibles muestran sus "rabdomeros" (R) que corren flexuosos a lo largo de ,sus ejes. Las mitocondrias (M) se hallan dispersas en todo el citoplasma. Aproximadamente 10.000 X 189 190 O. 'rRúJILLO.tENOZ el órgano de Corti y el sistema de la línea lateral de los peces y anfibios. Constituyen el segundo grupo, aquellos órganos en los cuales el estímulo mecánico actúa, ya directamente, ya a través de una atmósfera conjuntiva sobre la terminación nerviosa. Citaremos como ejemplos los corpúsculos de Vater-Pacini y de Meissner, y los husos neuromusculares. Las células epiteliales especializadas, características del primero de los grupos mencionados muestran algunos rasgos morfológicos que se repiten indistintamente cualquiera sea el órgano estudiado. Estas características comunes son: 1) la existencia de un número variable de ccpelos o cerdas sensoriales», 2) el poseer una ((cutículan en el polo apical de la célula y 3) el contraer una estrecha relación con las fibras nerviosas sensoriales, configurando una verdadera sinapsis neuroepitelial en la cual la pars pre-sináptica estaría representada por la célula epitelial y la pars post-sináptica por las fibras nerviosas. Tomaremos como base descriptiva la organización sub-estructural de una célula mecano-receptora filogenéticamente muy primitiva -la que .se encuentra en los neuromastos de la línea lateral- y nos proyectaremos en un análisis comparativo a otros órganos morfológica y funcionalmente más complejos. Como dijimos anteriormente, los polos apicales de las células mecano-receptoras están provistas de un número variable de cccerdas sensoriales». Bajo esta denominación se incluyen en realidad dos estructuras diferentes: microvellosidades y cilias. Cada célula rece¡;tora del sistema de la línea lateral tiene, en su superficie, un número no determinado de microvellosidades. Acompañando a estas microvellosidades hay aparentemente una umca cilia asimétricamente colocada en relación al grupo de microvellosida des 39 . Un hecho similar ha sido observado por Engstrom y W ersall 8 en las células Vol. Vl sensoriales de los canales semicirculares de rata y por Lowestein y Wersall 2° en los canales semicirculares de Raja clavata. Posteriormente, este hecho fue confirmado por nosotros 39 en otras dos especies de peces (Cnesteroden deccemmaculatns y Fitzroya lineata). Un hecho inkresante a destacar es que Lowestein y Wersall 2º pudieron correlacionar la posición de esta única cilia con la anatomía macroscópica del órgano. Según ellos la cilia está siempre morfológicamente polarizada; aseveran que se encuentra colocada en la cresta del canal horizontal ccmirando hacia el utrículon, y opuesta al utrículo en la cresta del canal anterior y vertical. En ambos casos por consiguiente, la cilia yace en el lado del conjunto de pelos sensoriales que coresponde con la dirección del desplazamiento cuando la cúpula sufre una deflexión excitatoria. En el canal horizontal, la deflección de la cúpula hacia el utrículo es excitatoria; en el canal vertical en cambio la excitación surge del desplazamiento de la cúpula en dirección opuesta al utrículo. Las células receptoras del órgano de Corti no poseen cilias, tienen solamente largas microvellosidades dentro de las cuales se distingue una estructura filamentosa central de mayor densidad electrónica. Las excelentes micrografías electrónicas de !urato 17 · 18 demuestran que la membrana que limita a cada una de las microvellosidades se resuelve en dos capas densas de 20 A y en un espacio claro de 30 A entre ambas. La placa cuticular estructura común como ya dijimos a todos los tipos de células epiteliales mecano-receptoras está constituída por un material de alta densidad electrónica en cuyo seno pueden distinguirse pequeños gránulos y tenues filamentos. En el citoplasma de las células receptoras hay abundantes mitocondrias localizadas en general a nivel de una zona intermedia entre la placa cuticular y el núcleo. Se encuentran además de estos or- Seplbre. 1962 \PO!H.\C!ONES DE LA MICROSCOPIA ELECTRONICA gánulos, cisternas del retículo endoplásmico y membranas pertenecientes al aparato de Golgi. En las células sensoriales de los neuromastos hay, concentradas en el polo basal de la célula, abundantes microvesículas que miden aproximadamente 250 y 400 A de diámetro. Reviste un particular interés el estudio de la zona de contacto entre la célula receptora y las terminacion·es nerviosas sensitivas. Se trata sin duda de una región intimamente relacionada con la iniciación de los impulsos nerviosos. La fibra nerviosa y la membrana plasmática de la célula sensorial se hallan, en esta zona, separadas por un espacio no mayor de 250 A. Existen diferentes tipos morfológicos de sinapsis neuro-epiteliales. En los neuromastos de la línea lateral h1y terminaciones en forma de botón, en cálix, y además fibrns nerviosas invaginadas en profundos pliegues de la membrana plasmática 39 . En el epitelio S·enúivo de los canales semicirculares Wersall 8 ha descrito dos tipos de células, que contactan a su vez, con dos tipos diferentes de terminaciones nerviosas: en cálix y en botón. Junto con estas diferencias morfológicas (cálices o botones) se han señalado también dJerencias en la organización estructural de las fibras nerviosas sensoriales. Se distinguen dos tipos de terminaciones -granuladas- (con gran número de microvesículas) y -agranuladas- (con pocas microvesículas) 8 • El significado de estas diferencias estructurales permanece aún d·entro del campo de la hipótesis. Smith y Sjostrand 35 han observado que las células sensoriales del órgano de Corto poseen en la zona próxima al contacto sináptico una estructura compleja ... compuesta por un bastón denso cubierto por una capa de vesículas. Esta estructura es similar a la cccinta sinápticall descrita por Sjostrand 32 en la esférula de los bastones. Con respecto al segundo tipo de órga- 191 nos mecano-receptores (aquellos en los cuales no hay células epiteliales especializadas) tomaremos como tipo descriptivo el órgano de Vater-Pacini. Estos receptores han sido extensamente estudiados por los Ls:ólogos, y muchos de los conocimientos adquiridos sobre la fisiología general de los receptores se deben a observaciones realizadas en ·estos órganos. Pease y Quilliam 25 fueron los que realizaron las primeras observacion°es electro-microscópicas, y gracias a esto se conocen algunos nuevos detalles estructurales de su organización. ~e describen de afuera adentro tres zonas diferentes: 1) la cápsula formada de tejido conjuntivo lamelar, 2) la llamada ((masa centrabi o ((pistón>i y 3) las fibras nerviosas. Con respecto a la cápsula conjuntiva, es poco lo que ha agregado la microscopía electrónica; ha provisto en cambio un conocimiento detallado d·:: la masa central y de la fibra nerviosa. La ccmasa o pistón centraln muestra, bajo el microscop:o óptico, un aspecto inestructurado. Las imágenes electrónicas revelan en cambio, un sist·::ma ordenado de lám:nas citoplásmicas que rodean la fibra nerviosa. Estas láminas no forman una envoltura continua sino que se hallan divididas longitudinalmente en dos mitades. La característica más interesante de la organización estructural de la fibra n,:rviosa está dada por la existencia de un gran número de mitocondrias que se ordenan en la periferia de la fibra, formando lo que Pease y Quilliam denominan la ((empalizada mitocondrial». El neuroplasma de esta fibra contiene también material microves·cular. Algunas imágenes obtenidas por nosotros (fig. 5) revelan que dichas vesículas son particularmente abundantes a nivel de las cortas expansiones laterales que nacen a lo 1argo del trayecto intracorpuscular de la fibra nerviosa. Las mitocondrias y microvesículas son también abundantes en las fibras nervio- 192 O. TRUJILLO-CENOZ Vol. VI Fig. 5.-Micrografía electrónica de un corte perpendi'cular al eje mayor de un órgano de Vater-Pacini. La fibra nerviosa intracapsular (FN) contiene numerosas mitocondrias (M) ordenadas muy próximas a la membrana plasmática. Se observan además grupos de microvellosidades (MV) concentradas dentro de cortas expansiones laterales de fibra nerviosa. Aproximadamente 50.000 X. sas que inervan a los corpúsculos de Meissner 2 , sin embargo no se observa aquí la ((empalizada mitocondriabi des- crita en los corpúsculos de Vater-Pacini. Los trabajos de Robertson 27 • 28 , Mereelis 21 , Gruner 15 • Estable y Trujillo-Ce- Septbre. 1962 APORTACIONES DI': LA MICROSCOPIA ELECTRONICA noz 9 ilustran sobre la ccmorfología finan de los husos neuromusculares en los mamíferos (incluyendo el hombre) y vertebrados inferiores. A pesar de las bien conocidas diferencias histológicas que existen entre los husos de los anfib:os y de los mamíferos éstas se atenúan notablemente a nivel sub-estructural. En ambos tipos de órganos existe una íntima relación entre la membrana de la fibra nerviosa sensorial y el sarcolema de la fibra muscular intrafusal. Frecuentemente, las fibras nerviosas se hallan alojadas en profundos pliegues sarcolemáticos que prácticamente le rodean en todo su perímetro. Las fibras nerviosas contienen a lo largo de su trayecto terminal un número elevado de m;tocondrias, el material microvesicular es, por lo general, poco abundante. Es importante destacar que bajo el microscopio electrónico el único tipo sensorial seguramente identificable en los husos de los mamíferos, es la llamada terminac;ón ccánulo espiraln. Las terminaciones nerviosas intraepiteliales de la córnea constituyen tal vez, el sistema mecano-receptor morfológicamente más simple; Tele y Wed,el 19 han constatado, en una serie de experimentos, que el ligero estímulo mecánico de la córnea provoca una típica sensación de tacto mientras que estímulos más intensos provocan dolor. Whitear 41 ha explorado, con el microscopio electrónico, la estructura y las relaciones de las fibras nerviosas en la córnea del ratón. Las fibras nerv~osas intraepiteliales se alojan en surcos o nichos más o menos profundos tallados en la superficie de las células corneanas. Estas fibras contienen en sus segmentos proximales finos filamentos cuyo diámetro oscila entre 100 y 150 A. Estos aparecen en los cortes transversales, como puntos densos que se destacan dentro de un neuroplasma más claro. Al aproximarnos al extremo distal los filamentos densos son sustituídos por otros filamentos más gruesos (200-250 A) 193 los cuales muestran en algunas microfotografías un aspecto tubular. Además de las estructuras filamentosas anteriormente, mencionadas las fibras intracorneanas contienen microvesículas y mitocondrias. Señala Whitear 41 que el material microvesicular nunca es tan abundante como en otras terminaciones nerviosas sensoriales (por ejemplo las del órgano de Corti). de Corti. Dedicaremos por último algunas líneas a los órganos mecano-receptores dl los invertebrados. Estos han sido estudiados en los insectos por Gray 14 , en los crustáceos, por Whitear 40 y Peterson 21 y en los arácnidos por Salpeter y Walcott 31 • Como es común en los artrópodos, las células receptoras son neuronas típicas cuyas prolongaciones dendríticas reciben los estímulos mecánicos y cuyos axones se dirigen a los centros a establecer sus contactos sinápticos. En los ganglios auditivos de la Locusta, al igual que en los órganos cortodonales de los crustáceos decápodos, los dendritas de las neuronas sens:tivas poseen una larga cilia. Esta cilia salvo ligeras modificaciones mantienen la estructura básica de un kinocilio típico. En los vibroreceptores de las patas de las arañas, en cambio, la dendrita termina en un ccfilamento que es esencialmente inestructuradon y no puede ser por consiguiente· homologado a una cilia 31 • Resulta particularmente difícil sacar conclusiones generales respecto a la organización estructural de los mecano-receptores. Por el conjunto de datos recogidos, parecería que el fenómeno de la mecano-recepción no está específicamente ligado a un tipo particular de orgánulo o de estructura. Los segmentos terminales de las fibras nerviosas (con cápsulas conjuntiva -Vater Pacini- o sin ella -terminaciones nerviosas de la córnea y de los husos-) son capaces de responder a la deformación mecánica. Sin embargo, no se puede dejar de lado la presencia de cilias o microvellosidades en 196 O. TRUJILLO·CENOZ la existencia de microvesículas en el citoplasma de las células epiteliales. Los órganos quemo-receptores de los invertebrados están aún insuficientemente estudiados. Slifer 34 ha estudiado con el microscopio electrónico la organización estructural de los órganos olfatorios en las antenas de ortópteros acridios (Romaica microptera y Melanoplus differentialis). La característica más interesante a destacar es la presencia de estructuras similares a microvellosidades en el extremo distal de las neuronas presentes en los receptores de las antenas. Señala Slifer 34 que las dendritas terminan en forma de prolongaciones digitiformes (alrededor de 24 en cada dendrita). Es evidente que no posemos aún datos suficientes como para integrar, en una hipótesis unitaria y toltamente satisfactoria, todos los datos concernientes a la estructura de los órganos quemo-receptores aportados por la microscopía electrónica. La observación demuestra, que la función quemo-receptora puede ser cumplida. tanto por células que poseen estructuras especializadas en sus extremos distales ( cilias o microvellosidades) como por células que carecen de ellas. Se pueden mencionar dentro del primer grupo, las neuronas olfatorias de los vertebrados y las células gustatorias del órgano foliado del conejo; las células gusto-receptoras de los peces del género Corydoras constituyen un ejemplo del segundo grupo. Tal vez pudiera ser un camino para ensayar una interpretación del significado de las cilias y las microvellosidades, el considerar a la membrana plasmática celular como poseyendo por sí misma la capacidad de reaccionar a los estímulos de naturaleza química. Consideraríamos entonces a las cilias y las microvellosidades como estructuras destinadas a aumentar la efectividad del sistema receptor. Las microvellosidades (que no son otra cosa que pliegues de la membrana plasmática) actuarían aumentando enormemente la superficie activa de cada cé- Vol. VI lula; las cilias cumplirían una función similar aumentando, por la agitación que provocan en el medio líquido que baña los extremos de las células, los contactos entre las partículas estimulantes y esa llamada «superficie activan. ÜRGANOS RECEPTORES CUYAS FUNCIONES SON AUN DESCONOCIDAS Agrupamos bajq este título algunas observaciones realizadas durante el estudio electromicroscópico de diferentes órganos receptores de animales invertebrados. a) Organos receptores en el tegumento de gusanos Hi.rndíneos. (Flia. Glossiphoniidae). Es bien conocida la riqueza de órganos receptores existentes en el tegumento que reviste la porción anterior o cefálica del cuerpo de los hirudíneos. La observación óptica muestra grupos celulares que se destacan, por la altura de las unidades que los integran, del resto del epitelio de recubrimi·ento. Bajo el microscopio de contraste de fases es posible distinguir dentro de cada órgano receptor la presencia de dos elementos de naturaleza distinta: células y prolongaciones nerviosas. Las células son voluminosos elementos de sostén fácilmente reconocibles aún cuando se use un sistema óptico de baja magnificación. Las fibras nerviosas por el contrario, se identifican con cierta dificultad. La observación de cortes ultrafinos bajo el microscopio electrónico, demuestra claramente que cada uno de estos pequeños órganos receptores están constituídos por un número no determinado de prolongaciones dendríticas y por células de sostén. Las prolongaciones dendríticas provienen de neuronas que yacen, bastante alejadas del epitelio, dentro del magma sub-cuticular. Cuando las dendritas llegan a nivel del Septbre. 1962 .\PORTACIONES DE LA MICROSCOPIA ELECTRONICA Fig. 7.-Micrografía electrónica de baja magnificación, en la cual se aprecian los detalles más importantes de la arquitectura histológica de los órganos exteroreceptivos de los gusanos hirudíneos. Las dendritas (D) de las células sustentaculares (CS). Cada profundos surcos tallados en la superficies de las células sustentaculares (CS). Cada 197 198 O. TRUJILLO·CENOZ Vol. Vf dentrita remata en una gruesa masa terminal (MT) provista de cilias y microvellosidades (Miv.) (En esta micrografía, la dir~cción del plano de corte impide ver a las cilias que ocupan siempre una posición central). Aproximadam~nte 8.000 X Fig. 8.-Corte longitudinal a través de la larga cilia (C) de una célula receptora (gusano hirudíneo) Aproximadamente 15.000 X Fig. 9.-Masa terminal de una dendrita proveniente de una célula receptora de hirudíneo. Las flechas muestran los cuerpos basales de dos cilias. Aproximadamenfo 15.000 X Fig. 10.-Corte oblícuo a través de la masa terminal de una dendrita. Se aprecia claramente la posición central de las cilias (C). Miv., microvellosidades (gusano hirudíneo). Aproximadamente 20.000 X epitelio se ponen en contacto con las células de sostén que las recubren casi totalmente. Concomitantemente· cada dendrita aumenta notablemente de diámetro y finalmente remata, muy próximo a la superficie, en una robusta clava o masa terminal provista de una corona de microvellosidades y una o varias cilias centrales (Figs. 7, 8, 9, 10). Las cilias atraviesan la cutícula y se proyectan alaunas micras por fuera de la superficie del animal. Es poco lo que podemos decir respecto a la probable función de estos órganos. Representan indudablemente un sistema exteroceptivo, pero resta por elucidar la naturaleza del estímulo al cual son sensibles. b) Organos receptores localizados en el extremo distal del palpo de los lepidópteros. Hemos hallado en el examen distal de los palpos de algunas especies de lepidópteros (desgraciadamente aún sin determinación taxonómica) la presencia de un interesante órgano receptor, el cual fue estudiado con las técnicas habituales en la microscopía electrónica. Este órgano está formado por un conjunto de neuronas bipolares, asociadas a un profundo pliegue de la cutícula quitinosa. Cada una de estas neuronas envía su prolongación dendrítica hacia la superficie del pliegue quitinoso, mientras que el axon pasa a integrar un nervio que corre hacia los centros en el interior del palpo. La dendrita posee en su extremo distal una prolongación citoplasmática que muestra algunas de las características morfológicas de una cilia en vías de crecimiento 36 • Sin embargo, su naturaleza ciliar no puede ser confirmada ya que no pudimos observar la presencia de corpúsculos basales. La dendrita se halla rodeada por una célula satélite que delimita una cavidad dentro de la cual yace la prolongación receptora de la dendrita (figs. 11 y 12). La dendrita contiene abundantes mitocondrias, granos de ribonucleoproteínas y algunas vesículas. El resto del citoplasma neuronal es muy rico en material basófilo, el cual se halla disperso o asociado a cisternas del retículo endoplásmico. A nivel de la región de la cual nace el axón se observa un cambio en la organización estructural del citoplasma. El material granular (ribonucleoproteínas) cesa casi abruptamente y el neuroplasma adquiere un aspecto claro. Inmergido en ese neuroplasma de baja densidad electrónica se destacan tenues filamentos, mitocondrias y cuerpos multivesiculares. e) Células sensoriales presentes en el tegumento que recubre los tentáculos de Helix. Los tentáculos de los moluscos gasterópodos poseen un gran número de cé- Septbre. 1962 APORTACIONES DE LA l\IICROSCOPJA ELECTRONJCA Figs. 11 y 12.-Ambas fotografías el::ctrónicas muestran el extremo distal de la prolongación dendrítica de una célula r~ceptora de lepidóptero (palpo). De la dendrita nace una corta expansión receptora (ER) que contiene material vesicular (flecha). Esta 5 199 200 O. TRUJILLO·CENOZ Vol. VI expansión receptora se encuentra alojada en una cavidad forma:h por la célula satélite. M., mitocondria; Miv., microvellosidades de las céluhs quitinógenas. Aproximadamente 25.000 X Fig. 13.-En esia micrografía electrónica se aprecia la terminación de una dendrita receptora (D) a nivel de la superficie del tegumento que recubre el tentáculo ocular de Hélix. La dendrita se destaca por su menor densidad electrónica de las células epiteliales de recubrimiento. Estas pose;on gruesas microvellosidades (Miv) que se ramifican profusamente. La flecha sefi.ala una de las microvellosidades pertenecientes a la célula receptora. M., mitocondria. Aproximadamente 10.000 X Septbre. 1962 APORTACIONES DE LA MICROSCOPIA ELECTRONICA lulas sensoriales dispersas en todo el epitelio de recubrimiento. Estas células, como es común en los invertebrados, son neuronas bi o multipolares cuyo soma se encuentra localizado en ei tejido conectivo sub-epidérmico. De este soma nacen una o varias dendritas que atraviesan el epitelio y se ponen en contacto con el medio externo. Las dendritas que se destacan de las células epiteliales que las rodean por poseer un neuroplasma claro, aumentan considerable- 201 mente de diámetro y prácticamente se ((deflecan>> en un sinnúmero de microvellosidades. Estas, junto con las vellosidades más robustas de las células de recubrimiento, forman una maraña tupida que cubre completamente la superficie del tentáculo (Fig. 13). No cabe la menor duda que la ((superficie activan de este tipo de células es muy grande y que por consiguiente su capacidad analizadora estará paralelamente muy desarrollada. SUMMARY Contribution of tLe electro-microscopy to tLe study of receptor organs. This paper is a review concerning the fine structure of photo, meshano and chemoreceptor organs of vertebrates and invertebrates. It also covers sorne aspects of the structural organiza- tion of receptor organs of unknown function found in the tegument of leeches, snails and butterflies. BIBLIOGRAFÍA l. 2. ADRIAN, E. D. J. Physiol. 61: 47-62, 1926. CAUNA, N. and L. I. Ross. J. Biophysic. 14. and Biochem. Cytol. 8: 467-482, 1960. DE CASTRO, F. Travaux du Lab. de Re- 15. 3. JO. cherches Biologiques de l'Université de Madrid, 24: 367-432, 1926. DE LORENZO, H. J. ]. Biophysic. and Biochem. Cytol. 3: 839-848, 1957. DE LORENZO, N. J. J. Biophys. and Biochem. Cytol. 2: 209-218, 1956. DE ROBERTIS, E. l. Biophys. and Bio· chem. 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