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LAS EPIDEMIAS Y SUS CICLOS: ANÁLISIS ASTRÓLOGICO
por
MARÍA LABALDE MARTÍNEZ
A lo largo de la historia de la humanidad se han producido ataques contra toda una
civilización en forma de epidemias que han constituido verdaderos problemas en la
raza humana causando la muerte en un porcentaje elevado de la población.
Existen datos constatados que describen cómo las primeras plagas de peste que
afectaron al imperio griego acabaron con gran parte de la civilización en el siglo V a.C.
Esta enfermedad cursa en ciclos vigentes hasta el siglo XVI en el mundo occidental.
Otras epidemias como el cólera son más recientes ya que asolan Europa y América
desde el siglo XIX y se extienden por África y Asia en el siglo XX. Por otro lado, es de
destacar la Viruela como paradigma de la eficacia de los avances científicos ya que se
ha conseguido erradicar gracias a la creación de la vacuna.
Sin embargo, y a pesar de los avances científicos la población en estos momentos no
está a salvo de nuevas epidemias y plagas que ataquen a la humanidad como en los
siglos anteriores con efectos devastadores en todo el planeta. De hecho, enfermedades
tales como el SIDA constituyen una verdadera pandemia, recientes epidemias de Gripe
con virus que mutan continuamente para tener una mayor agresividad (como H1N1) e
infecciones por bacterias multirresistentes a los antibióticos suponen un peligro que
amenaza constantemente la salud de la población a un nivel mundial.
Además, al igual que en la Antigüedad, estas epidemias pueden ser provocadas por las
grandes potencias para destruir ciudades enteras. Actualmente con las técnicas de
Ingeniería genética empleadas en el bioterrorismo se puede llegar a incrementar la
virulencia de determinadas cepas de virus y bacterias que se pueden propagar por el
mundo de una forma sencilla y con un coste bajo.
De esta manera, el problema de las epidemias está vigente en la actualidad y a pesar
de los avances tecnológicos, no se soluciona. Pueden cambiar sus características, su
gravedad y extensión e incluso aumentar con el paso de los años. Así, se puede decir
que cursa en ciclos, que trataremos de definir y descifrar con el presente análisis
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astrológico de las posiciones de los planetas sociales y lentos en los momentos de
mayor virulencia de las principales epidemias de peste, viruela, cólera, gripe y VIH.
Para que se produzca una epidemia es necesario que aparezca un microorganismo
nuevo, o una cepa nueva de un agente microbiológico conocido, del que la población
expuesta sea susceptible de enfermar por no estar vacunada ni sensibilizada
previamente. En este sentido, Urano, por su efecto a un nivel molecular por ser planeta
de largo periodo, favorece las epidemias participando en el proceso de cambio genético
de los microorganismos y provocando la aparición de cepas nuevas más patógenas. A
un nivel poblacional, potencia la ruptura del equilibrio epidemiológico que supone un
aumento brusco de la mortalidad de la población de un determinado territorio o de
todo el planeta en el caso de pandemias.
Además es preciso que los agentes microbiológicos produzcan casos graves de
enfermedad no susceptibles a tratamientos disponibles. Así, Plutón y Marte, ambos
regentes de Escorpio, tienen efectos devastadores sobre la población por su extremada
violencia y agresividad. Representan la virulencia de los microorganismos (o capacidad
de producir una enfermedad de mayor o menor gravedad) y su patogenicidad (o
capacidad de provocar enfermedad en los infectados).
Plutón también actúa a un nivel molecular transformando los genes de los
microorganismos hacia una mayor virulencia y perpetúa la mutación para conseguir los
efectos destructores a un nivel generacional o poblacional. Por tanto, los efectos de
Plutón pueden destruir ciudades y condenar a sus habitantes a enfermedades mortales
trabajando desde planos moleculares.
Sin embargo, los efectos de Marte, aunque también pueden ser asoladores a un nivel
poblacional, se aplican de forma más amplia sintetizando con planos más tangibles y
reales por ser planeta de más corto periodo que Plutón. Marte puede acrecentar los
efectos exterminadores de las enfermedades infecto-contagiosas en un determinada
área e indicar, por conjunciones a otros planetas maléficos, el comienzo de las
epidemias y ciclos de unos 2,5 años en los que se suceden oleadas de enfermedad
dentro de las grandes epidemias. Tal es el caso de las conjunciones Marte-Neptuno en
las epidemias de peste en el siglo XIV, como se verá más adelante.
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También se necesita que los microorganismos sean capaces de transmitirse de persona
a persona fácilmente. En este punto, Neptuno representa la inmunidad o respuesta de
la población frente a las enfermedades infecto-contagiosas. A un nivel molecular, como
planeta de largo periodo, manifiesta la capacidad de los agentes microbiológicos de
difundirse y penetrar en las células para producir la infección. Además Piscis y su
regente Júpiter también participan en este proceso. Representa la infectividad de los
microorganismos (o capacidad de instalarse y multiplicarse en los seres vivos).
Neptuno tiene la capacidad de difundir sus efectos y deshacer los límites y las fronteras
de los territorios afectados. Su influencia sobre las enfermedades infecto-contagiosas
puede implicar a las vías de contagio y favorecer la expansión de la epidemia.
Por otro lado, se sabe que las pandemias cursan en oleadas de varios meses de
separación influenciadas por ciclos definidos por los aspectos de Júpiter y Saturno que
se implican aumentando o frenando la propagación de la infección así como en los
problemas sociales que provocan las epidemias.
Como se expondrá próximamente, son frecuentes las conjunciones Júpiter-Saturno en
los momentos de epidemias así como los aspectos por conjunción, benéficos o
maléficos de Júpiter y Saturno a los planetas generacionales. Las conjunciones JúpiterSaturno manifiestan acontecimientos que desestructuran el equilibrio social de una
ciudad. En ocasiones, representan conductas antisociales que favorecen la aparición de
la enfermedad infecto-contagiosa ya que potencian su extensión. Como por ejemplo la
aparición de las epidemias de cólera en relación con el suministro de aguas
contaminadas en las ciudades.
La peste está provocada por el Yersinia Pestis, bacilo descubierto en 1894 y
transmitido por las pulgas y otros parásitos de las ratas y roedores salvajes como
marmotas y ardillas. Su síntoma característico es la aparición de pústulas hemorrágicas
(peste bubónica), aunque existen otras variantes pulmonar y septicémica más graves
con una mortalidad del 90%. Actualmente, tras su detección y tratamiento con una
asociación de varios antibióticos no supone graves problemas para la salud.
En el año 542 la Peste Justiniana supuso la primera pandemia de peste registrada en el
mundo antiguo. La conjunción de los dos planetas maléficos Marte-Neptuno junto con
Venus en Piscis opuestos a Urano en Virgo en el inicio del año astrológico, señala el
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acontecimiento fatal que duró unos 60 años (probablemente hasta que Plutón
abandona Piscis) y terminó asociada con la viruela, disentería, cólera y gripe.
Pero sin duda es en 1347 cuando la Peste Negra asola Europa y mata a unos 25
millones de personas que suponen el 30% de la población. Al parecer fue en Octubre
1347 cuando llega a Sicilia contagiada por comerciantes genoveses provenientes de
Crimea, se extiende a Génova y Venecia y se propaga por las grandes rutas de
comercio en el Mediterráneo, Atlántico y Báltico y por las rutas de peregrinación como
el camino de Santiago.
La falta de conocimientos sobre las causas de la Peste (hasta 1894 cuando se identifica
el bacilo Yersinia Pestis) supone en la Edad Media no dar con un tratamiento efectivo, y
se aplican terapias basadas en la alimentación, purificación del aire, sangrías, brebajes
con hierbas y piedras preciosas, e incluso algunos abrían los bulbos y aplicaban
sustancias; aunque para la prevención del contagio sí se establece la cuarentena a los
barcos sospechosos en los puertos y en las ciudades. Esta situación potencia el miedo
y la inseguridad de la población ante la impotencia de los médicos medievales.
Los médicos seguidores de la escuela de Hipócrates y Galeno se basaban en que la
enfermedad estaba provocada por la ruptura del equilibrio de los cuatro humores
(sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla) y sus cualidades, por lo que recetaban
medidas encaminadas a restablecer el equilibrio perdido con fármacos, dietas y
sangrías.
Los estudios científicos de la época describen la influencia astrológica en la aparición y
propagación de las epidemias. De hecho, Carlos VI de Francia encarga unas
investigaciones sobre la epidemia de Peste en la Universidad de Paris recogidas en el
Compendium de epidemia compilatum per collegium facultatis medicorum Pariisis , en
el que se atribuye la causa de la epidemia a la triple conjunción Saturno-Júpiter y
Marte bajo el signo húmedo de Acuario, que trae mortandad, desastres y pestilencia.
Además este efecto se potenció por el eclipse de Luna (4/3/1345 a 22º Piscis) y otro
de Sol (16/3/1345 a 3º Aries) en conjunción a Plutón.
Por otro lado Alfonso de Córdoba, médico cristiano hispano, escribe la Epistola et
regimen Alphontii Cordubensis de pestilencia y el Utrum Mortalitas en los que defiende
los factores astrológicos y otros factores sísmicos como causa de la epidemia, aunque
calculó una duración de un año. Sin embargo, es posible que esta infraestimación se
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debiera a la no inclusión de los planetas lentos en su análisis no descubiertos en la
Edad Media. De hecho, en 1347 (mapa 0º Aries) la conjunción Marte-Saturno en Piscis
observada por los astrólogos señala fatalidad y desgracia, en un ciclo corto, ya que
Marte es rápido. Sin embargo, los efectos de la triple conjunción Júpiter-Plutón-Urano
en Aries son más destructivos y duraderos. Estos planetas marcan el inicio de una
época de mortalidad y sufrimiento social expresada como la Gran Epidemia de Peste
Negra que asoló Europa en el siglo XIV. Según historiadores como Laín Entralgo, la
peste negra tuvo tres consecuencias importantes:
•
una recesión en Europa demográfica y económica: conjunción Júpiter-UranoPlutón en Aries, cuadratura Neptuno-Venus en Tauro.
•
Exaltación de las prácticas religiosas y fanatismo: sextil Neptuno a JúpiterPlutón.
•
Exaltación de los placeres mundanos ante la fugacidad de la vida carpe diem:
Júpiter-Urano-Plutón en Aries.
Dentro del desarrollo de esta epidemia (1347-1376) que persiste durante un retorno de
Saturno, hubo varios periodos de exacerbación: 1347-1350; 1362-1364; 1374-1376.
Como ya se ha explicado anteriormente, la plaga se inicia bajo la triple conjunción
Júpiter-Urano-Plutón en Aries y la conjunción Marte-Saturno en Piscis. Además el sextil
Neptuno-Júpiter favorece la propagación de la infección hasta 1350, cuando Neptuno
hace sextil con Saturno frenando el contagio de cierta manera. Sin embargo, la
conjunción Saturno-Plutón en Aries en cuadratura a Júpiter perpetúa el problema.
En 1362 se exacerba la epidemia bajo la conjunción Marte-Neptuno en Piscis y el
trígono Júpiter-Neptuno hasta 1364, momento en el que se vuelve a formar la
conjunción Neptuno-Marte en Piscis, esta vez opuesto a Júpiter.
Durante el tercer periodo de virulencia de esta plaga Plutón ha llegado a Tauro,
abandonando Aries y atenuando sus efectos devastadores sobre la población, aunque
pudo afectar más a la economía. Sin embargo, la oposición Saturno en Piscis a Urano
implica que el problema social no está resuelto, y que continúan las consecuencias de
la catástrofe que se ha perpetuado durante un ciclo de Saturno.
Más tarde, Inglaterra que se había escapado de la enfermedad por su insularidad, fue
afectada por una gran epidemia en 1665. En el mapa levantado para 0º Aries en
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Londres de ese año, Saturno se sitúa sobre el AS en Capricornio con Neptuno, JúpiterUrano en casa I y Júpiter en cuadratura a Venus y la Luna, representado la pérdida del
50 % de la población así como las restrictivas medidas de aislamiento que se instauran
para prevenir el contagio.
En 1894, fue aislado el bacilo (Yersinia pestis) causante de la enfermedad, lo que
supuso un gran adelanto en cuanto a las medidas encaminadas para luchar contra la
enfermedad. La conjunción Plutón-Neptuno-Júpiter en Géminis en trígono a Saturno en
Libra (Junio 1894) puede representar el efecto beneficioso sobre la población que
supuso el descubrimiento del bacilo responsable de la Peste, fruto de un trabajo de
investigación en el laboratorio basado en los más profundos conocimientos de la época
sobre microbiología.
La viruela se considera el paradigma de enfermedad infecto-contagiosa en la que los
conocimientos científicos junto con los esfuerzos de numerosos países han conseguido
erradicar la enfermedad a nivel mundial gracias a la vacunación masiva de la
población.
Está producida por un virus, identificado en 1966 después del descubrimiento de la
vacuna, y se transmite de persona a persona en forma de aerosoles. Cursa con fiebre y
aparecen manchas rojas que se transforman en vesículas y luego en pústulas, primero
en la boca y después en la cara y extremidades. Se trata con antibióticos para evitar
sobreinfecciones porque no existen antivirales contra el virus de la viruela.
Aunque hay evidencias de la existencia de viruela en momias egipcias su virulencia se
hace tangible en la conquista de América ya que actuó sobre los pueblos
precolombinos que carecían de inmunidad contra el virus y produjo efectos
aniquiladores. Así, la viruela fue un inesperado aliado de los conquistadores españoles
y contribuyó al establecimiento del régimen colonial.
De hecho, la llegada de Hernán Cortés a Tenochtitlán (capital azteca) en 1519, supuso
la muerte del 50 % de la población maya y azteca un año después. En 1520, la
conjunción Marte-Neptuno en Piscis junto con la oposición Júpiter-Urano representa el
efecto maléfico de la enfermedad infecto-contagiosa sobre estos pueblos.
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Mientras tanto, en el viejo continente la viruela era una enfermedad endémica que
afectaba a niños con una supervivencia del 95 % de los infectados. En 1544 bajo la
cuadratura de Urano en Virgo a Júpiter-Saturno en conjunción en Sagitario, el virus
mutó a una forma más agresiva, lo que provocó una mortalidad del 30-50 % de la
población en Nápoles. El cepo (0º Aries1544) formado por Mercurio en Aries, Júpiter y
Saturno en Sagitario y Urano en Virgo representa la falta de recursos de la población
para responder a este cambio de la virulencia del microorganismo reponsable.
Por otro lado, la conjunción Júpiter-Plutón en signos Fijos está presente cuando
comienzan las dos últimas grandes epidemias de viruela (la de 1707-1709 en Leo
afectó a Islandia y la de 1870-1875 en Tauro a Europa, que ocurrió incluso después
del descubrimiento de la vacuna). Esta conjunción refleja que los efectos destructores
de Plutón se extienden y potencian bajo la influencia de Júpiter, transformando las
estructuras sociales ya establecidas; esto es, que la mortandad provocada por la
agresividad de la enfermedad obliga a una renovación de la estructura social de la
ciudad que se expresa incluso cerrando las fronteras para evitar un mayor contagio.
El 14/5/1796 Edward Jennner lleva a cabo la primera inoculación del fluido vesicular a
un niño de 8 años, que quedó protegido contra la viruela, lo que supuso el
descubrimiento de la vacuna (incluso antes de descubrir el virus). La TE-cuadrada
disociada formada por Luna-Urano en Virgo opuestos a Júpiter en Piscis-Plutón en
Acuario y cuadrando a Mercurio en Géminis-Sol en Tauro en el ápex implica las
tensiones sociales que rodearon al experimento con humanos; el Gran Trino en Agua
formado por Neptuno en Escorpio, Venus en Cáncer y Júpiter en Piscis, el éxito de la
investigación.
De esta manera, gracias a la vacunación de la población a un nivel mundial la OMS
declaró la viruela erradicada en todo el planeta el 8/5/1980. En esta fecha, la Luna en
trígono a Plutón y a Venus refleja un efecto benéfico sobre la población. Sin embargo,
la conjunción Júpiter-Marte en Virgo opuestos a la Luna en Acuario, la oposición
Venus-Neptuno y Urano-Sol y Mercurio recuerdan a las posiciones anteriormente
descritas formadas en los momentos de las grandes epidemias. Esto puede significar el
hecho de que la erradicación mundial de la viruela supone actualmente una población
vulnerable (que ya no se vacuna), lo que puede dar lugar a la posibilidad de utilizar el
virus como arma biológica.
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La conjunción Júpiter-Marte en Virgo opuestos a la Luna en Acuario representa la
vulnerabilidad de la población ante un ataque biológico.
El cólera es una enfermedad infecto-contagiosa producida por el Vibrio cholerae
(descubierto por Robert Koch en 1933), originada en la India (en el delta del río
Ganges) donde es endémica, desde donde se ha propagado a todos los continentes.
Cursa con diarrea acuosa (agua de arroz) y se transmite a través del agua y los
alimentos contaminados por heces. Generalmente, una epidemia es producida por un
suministro de aguas contaminadas. Por este motivo, las autoridades de salud pública
deben tomar medidas sanitarias encaminadas a asegurar el desecho higiénico de las
heces humanas, un suministro adecuado de agua potable y buena higiene de los
alimentos para prevenir esta enfermedad. Actualmente tiene una mortalidad del 1%.
Hasta ahora se han registrado 7 pandemias de cólera (1817-1824; 1829-1850; 18521860; 1863-1875; 1881-1896; 1899-1923; 1961-1966) desde 1817 iniciadas con la
entrada de Plutón en Piscis. Este tránsito es representativo de los efectos maléficos
que una contaminación de las aguas residuales de la ciudad pueden tener sobre la
población y manifiesta la propagación del cólera mediante esta vía. Además, implica las
medidas de transformación y renovación de los sistemas adecuados de canalización de
las aguas fluviales y fecales que es necesario instaurar en todos las partes del mundo
para atajar la pandemia.
Tras el análisis astrológico de los periodos de pandemias de cólera en los que
aumentan los casos de esta enfermedad y se propaga por todo el mundo, destacan los
aspectos Saturno-Urano, que están presentes tanto al principio como al final de las
pandemias, ya sean benéficos o maléficos, reflejando un cambio epidemiológico real,
con un impacto cuantificable en el número de habitantes de los territorios afectos.
Lo más destacado es la influencia de los aspectos de Neptuno a Júpiter y a Saturno,
como marcadores de los ciclos de pandemias de cólera: el efecto de Neptuno sobre la
población, como planeta de largo periodo, que representa la inmunidad de toda una
generación así como el riesgo de infecciones está influenciado por los planetas sociales
en las epidemias. Así, los malos aspectos Saturno-Neptuno favorecen la propagación
de las enfermedades infecto-contagiosas a un nivel social produciendo epidemias; por
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otro lado, los aspectos maléficos Júpiter-Neptuno y los aspectos benéficos SaturnoNeptuno frenan el contagio y resuelven las epidemias.
En el estudio astrológico de las pandemias de cólera se repite la oposición SaturnoNeptuno en el inicio de 3 de las 7 epidemias de cólera; además cuando finalizan se
forman aspectos maléficos Júpiter-Neptuno en 6 de las 7 epidemias (3 oposiciones, 1
semicuadratura, 1 cuadratura, 1 quincucio) y en 3 aspectos benéficos Saturno-Neptuno
(1 sextil, 1 trígono y 1 biquintil).
Sin embargo, en ninguno de los inicios de las 7 pandemias de cólera se forman
aspectos benéficos Júpiter-Neptuno que pudieran facilitar la extensión de la
enfermedad, por lo que parece que Júpiter mantiene su naturaleza benéfica.
Por otro lado, los aspectos Júpiter-Saturno (por conjunción o cuadratura) en 4 de las 7
pandemias de cólera revelan el conflicto que se produce en la sociedad así como una
actitud antisocial a un nivel estatal como causa de la propagación de la infección a
través de las aguas residuales que no proporcionan las medidas necesarias.
Las epidemias de gripe son estacionales y ocurren cada año en Otoño-Invierno. Esto
es porque el virus tiene una gran capacidad para recombinar material genético y mutar,
apareciendo cepas diferentes, algunas de ellas muy patógenas, cada año que
necesitan vacunas nuevas anuales. Por tanto, las epidemias de gripe de ciclo anual
responderán a los planetas de periodo más corto.
De hecho, en los siglos XIX - XX se han producido 6 pandemias de gripe (1918 Gripe
Española, 1957 Gripe Asiática, 1968 Hong Kong, 1977 Rusia, 2003 Gripe Aviaria, 2009
Gripe A) y son los aspectos de Marte con Júpiter-Saturno-Urano-Neptuno los más
frecuentes, lo que explica como el virus alcanza mayor virulencia y es capaz de
extenderse por todo el mundo. Además estos cambios en el virus que le hacen mutar a
cepas más agresivas, están representados por los aspectos Urano a los planetas
sociales Júpiter-Saturno.
La pandemia de 1918-1919 conocida como Gripe Española y que se origina realmente
en Fort Riley (Kansas) es la más mortífera de la historia, incluso más que la Peste
Negra en 1347, ya que supuso una mortalidad del 2,5-5 % de la población mundial.
Aunque los primeros casos aparecen en Marzo de 1918 con la conjunción Saturno-
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Neptuno en Leo, que indica el comienzo de la epidemia con un resultado desgraciado
sobre la sociedad (Leo -USA), es en Octubre-Noviembre cuando está en su mayor
apogeo, justo cuando termina la I Guerra Mundial, con la conjunción Júpiter-Plutón en
Cáncer cuyo efecto destructor aumenta la infectividad del Virus y la extensión
geográfica de la pandemia. La TE cuadrada Fija formada en el Equinoccio de Otoño por
Marte en Escorpio en el ápex cuadrando a Urano en Acuario y a Saturno en Leo
manifiesta que los conflictos y la destrucción están presentes, Marte y Urano en
regencia son y provocan el cambio en el virus que favorece el recrudecimiento de la
evolución de la enfermedad; Saturno exiliado en Leo implica muerte y desolación.
Por otro lado, en Marzo 1997, con la triple conjunción Neptuno-Urano-Júpiter en
Acuario, aparece una nueva cepa del virus de la gripe altamente patógena (H5N1),
proveniente de las aves de corral (gripe aviaria), que afecta a pacientes jóvenes. Se
propaga por el planeta en el año 2003 con la conjunción Marte-Urano opuesta a
Júpiter.
La última pandemia de gripe (gripe A porcina) es del año 2009 y puso en alerta a los
sistemas sanitarios, ya que la cepa viral causante es extremadamente virulenta y
afecta a población joven. La pandemia se inicia con la conjunción Júpiter-Neptuno en
Acuario. Desde otro punto de vista, la oposición Saturno-Urano representa el cambio a
una cepa más agresiva y la cuadratura Saturno-Plutón la alta tasa de letalidad que
produjo efectos devastadores en un principio. Ahora, el virus es sensible a los
tratamientos antivirales disponibles aunque no se descartan la aparición de nuevas
cepas.
Pero sin duda la infección por VIH SIDA constituye la pandemia actual más grave y
extendida. Se estima que existen unos 33 millones de infectados en el mundo, la
mayor parte en África subsahariana donde las consecuencias son devastadoras por la
falta de acceso de la población a la medicación disponible y por la facilidad del
contagio debido a la poca eficacia de las campañas de prevención.
El VIH entra en la sangre e invade los glóbulos blancos, donde se multiplica. Las
nuevas réplicas invaden más linfocitos destruyendo de forma irreversible el sistema
inmune. El SIDA aparece cuando el número de linfocitos es tan bajo (CD4+ < 200/ml)
que el sistema inmune es incapaz de responder frente a las infecciones y otros
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procesos patológicos y el individuo es susceptible de presentar infecciones oportunistas
y neoplasias de las que no se puede defender. Este proceso está representado por
Neptuno como planeta regente de la inmunidad. Los aspectos Neptuno-Saturno
impiden su función y favorecen el desarrollo del SIDA y enfermedades infectocontagiosas graves.
Aunque se dice que el VIH proviene de una mutación del VIS (virus de la
inmunodeficiencia simia) que pasó a los humanos a finales de la década de los 50, no
fue hasta 1981 cuando se publicaron los cinco primeros casos de SIDA.
La conjunción Júpiter-Neptuno, los dos regentes de Piscis representantes del sistema
inmune, en los primeros grados de Escorpio en 1958 marca el inicio de una época
caracterizada por la lucha contra una enfermedad infecto-contagiosa transmitida
fundamentalmente por contagio sexual. En el mapa 0º Aries 1958 la mutación del virus
y su paso a los humanos se manifiesta por la TE formada por Neptuno-Júpiter en
Escorpio en el ápex cuadrando a Marte en Acuario y a Urano en Leo, que puede indicar
que fue un accidente la causa de la transmisión del virus al hombre vía sanguínea. Sin
embargo, la presencia de Marte en Acuario y la manifiesta participación de Neptuno y
Júpiter como regentes de Piscis, no descarta la teoría de que el virus pudo surgir como
resultado de la manipulación del VIS en un laboratorio intencionada o casual.
El 5/6/81 se oficializó la existencia del SIDA en una conferencia en EEUU donde se
describieron los primeros casos. La conjunción Júpiter-Saturno en los primeros grados
de Libra indica los problemas sociales que trajo consigo esta enfermedad así como las
vías de transmisión, ya que la estigmatización de los infectados y su consecuente
ocultación o negación ha supuesto un conflicto importante en la prevención del
contagio.
En 1996 se produce un pico máximo de nuevas infecciones con el efecto destructor de
Plutón potenciado por el trígono a Saturno-Marte-Mercurio-Sol en Piscis (0º Aries
1996), y eso que en el mismo año se pone en marcha un cócktel de fármacos
antirretrovirales (terapia TARGA) con gran actividad frente al virus (Urano en Acuario
en conjunción a Neptuno en Capricornio; Neptuno sextil a Marte y Saturno; Urano en
sextil a Plutón), que permite en estos momentos frenar la aparición del SIDA
manteniendo la carga viral baja y aumentar la supervivencia de los infectados, al
menos en el mundo desarrollado.
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Sin embargo, actualmente la población mundial además de ser susceptible de
pandemias como las ya analizadas u otras nuevas que vayan apareciendo de causa
natural, también está expuesta a ataques de bioterrorismo como uso criminal de
agentes patógenos o toxinas utilizadas para generar enfermedad y muerte en una
población. De hecho, se sabe que históricamente la segunda pandemia de peste fue
utilizada por los tártaros para conquistar la ciudad de Kaffa y que los ingleses utilizaron
el virus de la viruela contra los nativos norteamericanos. En la I Guerra Mundial hay
evidencia de que los alemanes desarrollaron armas biológicas con esporas de Bacillus
anthracis y en la II Guerra Mundial EEUU también.
Los avances en ingeniería genética permiten alterar los genes de los agentes
infecciosos para conferirles capacidades más agresivas y mortíferas que, junto con su
fácil diseminación en esporas por el aire o contaminando los suministros de agua o
alimentos, hacen de las armas biológicas una amenaza terriblemente devastadora muy
fácil de llevar a cabo.
Recientemente en el año 2001, tras los ataques de las Torres Gemelas, se enviaron
cartas dirigidas contra senadores norteamericanos con esporas de B. anthracis que
infectaron a una decena de personas que murieron a causa se antrax pulmonar. En ese
momento, Plutón en conjunción a Marte en Sagitario y Júpiter en conjunción a Saturno
manifiestan los atentados violentos y los problemas sociales que se produjeron,
además la presencia de Urano y Neptuno en Acuario, Neptuno en trígono a Júpiter en
Géminis pueden referirse al riesgo de epidemia de antrax pulmonar manipulado
biológicamente en laboratorios. Saturno en el AS del mapa 0º Aries 2001 en Nueva
York localizó la catástrofe en esta ciudad.
Así, actualmente la entrada de Neptuno en Piscis puede acrecentar este problema
sobre todo cuando Júpiter desde Géminis lo aspecte por cuadratura, posición que
coincidirá con la conjunción de Urano-Marte en Aries en el 0º Aries 2013 (en casa I en
Nueva York y Washington; en casa X en Madrid). Por tanto, es necesario poner en
marcha los programas para prepararse y responder frente a las armas biológicas, así
como extremar los tratados internacionales que aseguren el cumplimiento de los
acuerdos por parte de los gobiernos.
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1347 (13/03/1347; 1:25:55: GÉNOVA)
AÑO 1665 (20/03/1665; 2:51:10; LONDR
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AÑO 1520 (10/3/1520; 23:38:21; MÉJICO DF)
AÑO 1544 (10/3/1544: 18:59:30; NÁPOLES)
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VACUNA VIRUELA (14/5/1796; 12:00; LONDRES)
ERRADICACIÓN VIRUELA (8/5/1980; 12:00; LONDRES)
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AÑO 1918 (21/3/1918; 10:25:40; FORT RILEY)
OTOÑO 1918 (23/9/1918; 20:45:38 MADRID)
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AÑO 1997 (20/3/1997; 13:54:54; MADRID)
AÑO 2009 (20/3/2009 11:43:48; MADRID)
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AÑO 1958 (21/3/1958: KINSASA)
CONFERENCIA SIDA (5/6/1981; 12:00; WASHINGTON)
19
AÑO 1996 (20/3/1996 8:03:10 WASHINGTON)
AÑO 2001 (20/3/2001 13:30:57 NUEVA YORK)