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FASCÍCULO 13
EL CEREBRO DE LOS MÚSICOS
El cerebelo es parte del sistema nervioso central de cualquier vertebrado y su función es procesar toda
la información del cerebro, medula espinal y los receptores sensoriales. Es fundamental en el control,
la coordinación motora y el equilibrio. Su trabajo se aprecia en la sencilla caminata de una garza o del
ser humano o en la fina rutina de un bailarín, donde expresa a cada paso un mensaje de manera
elegante.
El cerebelo ocupa la fosa craneal posterior y está debajo de los lóbulos occipitales del cerebro. Se
encuentra separado por la tienda del cerebelo. Consta de dos hemisferios y también de una parte
intermedia llamada vermis, que se une al tallo cerebral mediante los pedúnculos cerebelosos que son
haces de fibras.
El cerebelo es como un cerebro pequeño con dos hemisferios interconectados con su propio córtex,
organizado en capas con núcleos subcorticales. En él se encuentra aproximadamente el 10% del total
de neuronas del cerebro.
Los músicos son considerados deportistas de alto rendimiento, pues utilizan su cuerpo de manera
intensa para expresarse y comunicarse por medio de movimientos de gran precisión, los cuales se
obtienen después de un riguroso entrenamiento.
Los músculos son los responsables de generar movimiento y mantener diversas posturas del cuerpo.
Se componen de cientos de filamentos elásticos más delgados que un cabello llamados fibras
musculares; éstas se contraen cuando reciben diversos estímulos eléctricos de los nervios conectados
con el músculo. Es importante saber que el tipo de respuesta depende de la estimulación de las fibras,
de tal manera que cuando se pulsan las cuerdas de un violín o arpa, se contraen las fibras de los
músculos flexores y a medida que se emplean más fibras, el sonido se escucha más fuerte.
Los músicos han captado el interés de la neurología porque desarrollan ciertas destrezas en la
interpretación de cualquier pieza o fragmento musical. Requieren de un considerable número de
habilidades sensorio visuales, sensorio motoras y sensorio auditivas, dependiendo del instrumento que
empleen (excepto la última, que es utilizada por todos).
En los instrumentos de cuerda las dos manos trabajan de manera simultánea y coordinada, pero cada
una con diferentes tareas. Mientras que una sube y baja el arco, la otra se encarga de apretar las
diferentes cuerdas para buscar los sonidos requeridos.
En el caso de los intérpretes de vientos metales, con una mano cargan su instrumento mientras que
con la otra aprietan las diferentes llaves o pistones, al mismo tiempo que soplan por una boquilla. Los
percusionistas realizan con sus dos manos un sinnúmero de difíciles ritmos, pulsando diversas
baquetas y escobillas.
Los ejecutantes de los alientos madera tienen que tapar medio o un orificio entero realizando
actividades precisas con sus dedos (digitaciones), en tanto la presión del aire pasa por los diferentes
tubos de cada instrumento. En el caso del clavecín o piano, la actividad es altamente cognitiva, puesto
que leen y codifican dos pentagramas diferentes al mismo tiempo para tocar con ambas manos y
controlar con los pies los pedales, así como la sordina.
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En lo que se refiere al director de orquesta, banda o coro, tendrá mayor participación con sus
habilidades sensorio motoras, pues a través de gestos y diversos movimientos del cuerpo expresará
sus deseos sobre la interpretación musical.
La habilidad musical se presenta de diferentes maneras en los individuos que se dedican a esta
actividad, pues hay grandes diferencias entre los instrumentistas, los cantantes, los directores de
orquesta y los compositores.
Aquellos que se especializan en alguna faceta de la interpretación musical, lateralizan determinadas
funciones de control a su hemisferio dominante para el lenguaje. Es decir, en los músicos
profesionales el hemisferio izquierdo es el dominante para la actividad musical, ya que constantemente
al escuchar una melodía realizan operaciones cognitivas de análisis y síntesis, de memoria y
movimiento. Todo de forma simultánea, por lo que ambos hemisferios trabajan al mismo tiempo. El
funcionamiento es diferente en las personas ajenas a la música, ya que cuando perciben una melodía
lo hacen con el hemisferio derecho.
Para procesar un fragmento musical, los ejecutantes realizan integraciones temporales de larga
duración a nivel motor y cognitivo. De tal manera que cuando un pianista u organista lee a primera
vista una partitura musical, ésta constituye una de las habilidades más complejas realizadas por el ser
humano.
Los científicos han estudiado el funcionamiento del cerebro humano y se sorprendieron al observar la
gran cantidad de zonas del cerebro que se estimulan al escuchar música. De tal manera que aquí cabe
la frase: Con la música se prende una fiesta en el cerebro.
Eso sí, cuando estudiaron el cerebro de quienes se dedican a practicar algún instrumento, se dieron
cuenta de la rapidez inmersa en el procesamiento de información en secuencias complejas. La
conclusión: tocar un instrumento musical involucra a casi todas las áreas del cerebro de manera
simultánea.
RECOMENDACIONES PARA ESCUCHAR:
Concierto en Re menor no. 1, Opus 25 de Félix Mendelssohn. Orquesta de Cámara de Rosario.
Laszlo Marosi, director. Gustavo Di Giannantonio, violinista.
https://www.youtube.com/watch?v=9thTgfAZAJY
Concierto en La menor para flauta de pico de Antonio Vivaldi. Orquesta Spicatto
https://www.youtube.com/watch?v=B2TRxm5jwII
FUENTES CONSULTADAS:
ROSSET, Jaume, El cuerpo del músico, Editorial Paidotribo, 1ª Edición, España, 2007.
http://quetescuchen.com/el-cerebro-de-los-musicos-es-diferente-a-los-demas/
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