Download Descargar - FICH-UNL
Document related concepts
Transcript
Género y TIC: variables interoperables para el Gobierno de la Información Ms C. Yarina Amoroso Fernández Profesora CAT DOC. de la Universidad de las Ciencias Informáticas. Presidenta de la Sociedad cubana de Derecho e Informática. yarina@uci.cu …”se debe ver más allá del mundo circundante y más adentro en el mundo interior, pero no detenerse allí, sino saber hacer ver a los demás lo que se ha visto”… Dulce María Loynaz Resumen: A partir de variables se puede construir una visión de lo que significa el tema Género en el Ciberespacio porque constituyen un punto de partida para estudiar la disponibilidad de los sitios que abordan el tema o constituyen acciones que materializan un enfoque de Género acorde a los objetivos a alcanzar. Este ha sido y es un tema de interés porque tiene que ver también con la Brecha Digital, expresión de la Brecha Social. Las TIC abren nuevas oportunidades y retos para el ejercicio de la ciudadanía, pulverizan una noción de ciudadanía encerrada en fronteras nacionales, y abren espacios inéditos para la participación en los asuntos públicos desde lo inmediato y próximo, obligando así a repensar los mecanismos de ejercicio de la democracia y recuperar valores básicos para la justicia y la convivencia social. Incorporar la perspectiva de género en las TIC no tiene que ver solamente con un mayor uso de estas tecnologías por parte de las mujeres, suponen una oportunidad para que se participe activamente del proceso de transformación y avanzar en la cohesión social desde la participación digital por eso es importante cambiar los indicadores de medida, así cómo ampliar el criterio de qué se mide y la forma de hacerlo. Palabras claves: Género, Ciberespacio, Brecha digital, TIC y Gobierno de la Información. Introducción: El enfoque socio-cultural del género está orientando hasta hoy a la naturaleza de los cambios en tanto sean la familia y la comunidad, las instituciones sociales más influyentes en el desarrollo de una conciencia de género. La relación entre el sistema patriarcal y la organización social han definido dos espacios donde se desarrolla el conflicto de género: lo público y lo privado. El género es la construcción social de la diferencia sexual. Lo femenino y lo masculino son categorías sociales y la perspectiva de género invita a investigar cómo se construyen y como operan estas definiciones de manera que los paradigmas tecnológicos, las presunciones sobre la realidad de los/as usuarios/as, las configuraciones institucionales, las prioridades políticas y los marcos legislativos se desarrollen de manera que reflejen y respondan a los diversos conocimientos, realidades y necesidades de los sujetos. Hasta el momento se puede afirmar que los enfoques de género no están siendo filtrados por el acceso al conocimiento, sino por el acceso al poder. De manera que al comprender el Género como categoría analítica se alcanza a examinar y comprender el proceso social en su conjunto, encontrar respuestas científicamente fundadas a todas las interrogantes que se plantean, buscando los orígenes y el sentido del injusto papel social construido durante milenios por una cultura clasista heredada, que legitimó la desigualdad social y estructuró no uno, el de las clases, sino múltiples sistemas de opresión que interactúan: sexo, raza, etnia, nacionalidad, edad, orientación sexual, religión, y tantas otras expresiones de discriminación, cuyos efectos pueden verse nítidamente, en estos tiempos del neoliberalismo, en su esencia racista, sexista, explotadora. El Género define como los significados sociales que se confieren a las diferencias biológicas entre los sexos. Es un producto ideológico y cultural aunque también se reproduce en el ámbito de las prácticas físicas; a su vez, influye en los resultados de tales prácticas. Afecta la distribución de los recursos, la riqueza, el trabajo, la adopción de decisiones y el poder político, y el disfrute de los derechos dentro de la familia y en la vida pública. Por ello el Género es más que una mirada, un enfoque para la interpretación y análisis teórico integral de la condición de la mujer en su desarrollo histórico y en sus manifestaciones actuales; es también una categoría social, dialéctica, resultado del desarrollo de la práctica y la teoría en las mujeres y los hombres que en el mundo de hoy buscan impulsar los cambios sociales y enriquecer el pensamiento político con estas ideas, aún el más avanzado.1 Se significa que la equidad de género implica la posibilidad de tratamientos diferenciales para corregir desigualdades departida; medidas no necesariamente iguales, pero conducentes a la igualdad en términos de derechos, beneficios, obligaciones y oportunidades. Por su parte, las tecnologías de información y comunicación (TIC) permiten formas alternativas de circulación del conocimiento y facilitan el trabajo en red, favorecen la comunicación entre diversos actores y el fortalecimiento de las comunidades virtuales reunidas por la afiliación a un mismo proyecto, ideal o interés. Las comunidades virtuales y los nuevos espacios de trabajo en red posibilitan la emergencia de nuevas formas de información, de deliberación política y de democracia local en red. Hoy se ha ampliado el espectro de lo que se considera y valora como saber y se promueve el intercambio de estos conocimientos que son recogidos, sistematizados, protegidos y conservados para garantizar que puedan ser transmitidos a otras generaciones. Las TIC se han aplicado con eficiencia para documentar casos de violencia, redefinir la historia y construir conocimiento. Han servido para difundir información, movilizar apoyo y amplificar la presión para el cambio. Las aplicaciones basadas en la web les permiten a los/as usuarios/as publicar 1 Aguilar Ayerra, Carolina: Género y Transformación Social contenidos, controlar sus propios datos y formar comunidades digitales cambiando la dinámica de poder entre quienes crean la información, la utilizan y se adueñan de ella. Sin embargo, en la red de redes comúnmente se reproducen y amplifican los estereotipos de género que identifican a las mujeres en el ámbito privado de las tareas domésticas y a los hombres en el ámbito del trabajo público. Estos estereotipos están dominando también el lenguaje de muchos programas informáticos, videojuegos, e incluso programas educativos. Ello resulta una paradoja frente a los valores que imperan en internet: la libertad, la relación entre iguales, la colaboración. Más, la realidad que muestran otros estudios demuestra cómo las redes de conocimiento y poder que entretejen las mujeres en internet consigue que su identidad supere las limitaciones de los estereotipos. A la par se ha promovido la idea de que la Sociedad de la Información y del Conocimiento es democrática, plural, incluyente, participativa, abierta y transparente, pero aún queda mucho por hacer para resolver asuntos tales como el aumento creciente de la pobreza, la inequitativa distribución de la riqueza, la violación de los derechos humanos, el despilfarro de los recursos naturales. La lucha por la equidad de Género es también un tema pendiente que hace parte de las enormes brechas sociales y digitales. En este artículo se analiza el tema Género y TIC a partir de identificar variables socio-jurídicas y en contexto del Gobierno de la Información. 1. Breve referencia documental de Género y TIC. Como ha sido señalado por Castell, “Las teorías del post-industrialismo generalmente subestimaron la transformación de la condición de la mujer en sociedades avanzadas, con la excepción de la aportación de Bell (en su prólogo a la edición de 1976), sobre la expansión de oportunidades de empleo para la mujer en la sociedad postindustrial. La experiencia histórica de estas dos décadas y razones teóricas generales sugieren que el análisis de los roles específicos de la mujer y de sus prácticas no sólo son una piedra angular de cualquier teoría social, sino que son particularmente relevantes para la comprensión de nuestras sociedades”. 2 Se debe considerar las maneras en que la investigación más temprana ha revelado la manera de cómo los géneros se comunican, a este tema se han dedicado expertos en comunicación del género mediante formularios electrónicos, tales son las investigaciones de Gastador (2000), Kramarae (2001; 2002), Ronan et al. (2003), Foss y Foss (2001), Tannen (2002; 2005) quienes han observado las diferencias del género de las maneras en que los géneros comunican de manera formal e informalmente. Por su parte una investigación de Lakoff (2002; 2003) desarrolló el análisis de los principios del registro de mujeres en el uso del idioma, demostrando un grado mayor de incertidumbre, la vacilación, la deferencia, la imprecisión y uso de aprobación que busca las frases, ha sido la base para muchas investigaciones posteriores. También Kramarae (2001; 2002) ha identificado para cada sexo las normas específicas de expresión y comportamiento, mientras Aries (2002) observó un énfasis mayor en las mujeres en los métodos a favor y alentadores de comunicación y una anulación de acercamientos para confrontaciones. Otros, como la Hiedra y Backlund, (2004), ha considerado el impacto de modelos del sexo más bien en la efectividad de procesos de comunicación. Se reconocen las investigaciones de Aries y Johnson (2003) porque han examinado los temas de los discursos de los sexos. Muchos de estos resultados tienen claro las implicaciones para la comunicación del uso de las TIC y demuestran que la penetración de las mujeres en los medios de comunicación y la rápida movilización política de la demanda de las mujeres ha sido una incursión sustancial en la estructura de poder de todas las sociedades, subrayando inconfundiblemente el reto histórico hacia la igualdad de género. 2 Castell, Manuel: Flujos, redes e identidades: una teoría critica de la sociedad informacional. Otros investigadores están principalmente interesados en las causas de diferencia del sexo en el uso del idioma: Lakoff (2000, 2003), por ejemplo, interpreta el discurso de mujeres como una expresión de subordinación política y social. Benston (2002) y Harding (2001) demanda que el mando masculino de ciencia y tecnología ha gobernado, y cómo se ha gobernado mientras que en temas de desarrollo del idioma se sostiene que este factor ha impactado negativamente en la habilidad de las mujeres a que comuniquen eficazmente y con rigor técnico las materias. El estudio de Género desarrollado por Marcella y Binfield (2003) encontró que había diferencias en los modos de discurso sobre la tecnología. Pese a las variantes que existen según las culturas y la época, las relaciones de género en todo el mundo entrañan una asimetría de poder entre el hombre y la mujer como característica profunda. Así pues, el género produce estratos sociales y, en ese sentido, se asemeja a otras fuentes de estratos como la raza, la clase, la etnicidad, la sexualidad y la edad. Nos ayuda a comprender la estructura social de la identidad de las personas según su género y la estructura desigual del poder vinculada a la relación entre los sexos. La investigación feminista ha denunciado la dominación masculina en el mando de los medios de comunicación (Cena y Humez, 2005). El Tuchman et al.(1978) proporciona una crítica de prejuicios masculinos en los medios de comunicación de masa. Fenton (2000) denuncia que los cargos en los medios de comunicación de masa para mantener el papel del sexo masculino estereotipan y contribuyen a la aceptación global de la ideología dominante. Cada vez más, la atención está enfocando en las maneras en el uso de lo digital en las mujeres en el Web los medios de comunicación de comunicación pueden ser afectadas lo que puede traer como consecuencia implicaciones para su desarrollo profesional, todo lo cual intentan demostrar los estudios desarrollados por Smith y Balka, 2000; Zimmerman, 2001. Así como los análisis que se han llevado a cabo en el género, comunicación y la tecnología, específicamente por lo que se refiere al uso de las más nuevas comunicaciones, las tecnologías, por investigadores como Rakow (2003) y Mundorf et al. (2004). Lo que demuestra como a pesar de que el entorno TIC es “diseñado por hombres”, son las mujeres quienes le han podido sacar mejor provecho, y gracias a su capacidad de comunicación, se han adaptado más rápido a internet, al correo electrónico, y más recientemente, a las redes sociales. Las activistas por los derechos de las mujeres han reconocido hace tiempo el poder de las herramientas y plataformas de TIC para la incidencia y la movilización. El PARM de APC apunta a la aplicación de la enorme capacidad transformadora de las TIC para fortalecer a los movimientos de mujeres y las agendas de derechos de la mujer. Para las mujeres, que históricamente han tenido menos voz pública y menos tiempo para participar, las redes se han convertido en una herramienta privilegiada para la producción de igualdad política y social, y ser sujetos en los procesos de toma de decisiones: la gobernanza en red. Desde luego, los enfoques de género no están siendo filtrados por el acceso al conocimiento, sino por el acceso al poder. Por lo que la ecuación entre derechos de las mujeres y sociedad del conocimiento resulta clave. Al decir de Manuel Castell (2009)…“Es bien sabido que nos encontramos en un proceso de transformación estructural en las sociedades avanzadas. Este hecho es consecuencia del impacto combinado de una revolución tecnológica basada en tecnologías de información/comunicación, la formación de la economía global y un proceso de cambio cultural cuyas principales manifestaciones son la transformación del rol de las mujeres en la sociedad y el aumento del desarrollo de una conciencia ecológica”. “La sociedad de redes es también una sociedad de comunidades de atribución primaria donde la afirmación del ser (identidad étnica, identidad territorial, identidad de género, identidad religiosa, identidad histórico/nacional) favorece el principio de organización para un sistema en sí mismo que llega a ser sistema para él mismo.”3 2. Gobierno de la Información y la visión de Género. 3 Castell, Manuel: Obis Cit. El Gobierno de la Información es un nuevo concepto que define metodológicamente la orquestación de los sujetos, procesos y tecnología para permitirle a una organización optimizar, proteger y aprovechar al máximo sus recursos y superar la visión artefactual del Gobierno Electrónico, como herramientas TIC al servicio de la administración pública para elevar la transparencia y la participación ciudadana. Si el Gobierno Electrónico es un término que opera desde la tecnicidad, el concepto Gobierno de la Información define un enfoque novedoso e integrador que en interacción con las variables socio-jurídicas que se señalan permiten generar un escenario de visión de género que supere la mirada y acción cuantitativa en relación al acceso a las TIC para favorecer cada vez más en términos de equidad en cuanto a la participación del proceso de transformación social que incluye a las propias TIC y que pueden identificarse en los ejes temáticos siguientes: Legitimidad y Legalidad: Las TIC como herramienta cultural a través de las cuáles también se institucionaliza valores, códigos de acción y discursos. La acción mediática puede establecer un discurso que formalice la adecuación de leyes y prácticas sociales a la memoria histórica como práctica cultural en el imaginario colectivo. La identidad virtual de género: Los medios de comunicación difunden representaciones que configuran la construcción de identidades, estableciendo finalmente un "nosotros" y un "ellos", en conexión con los roles sociales y en dependencia del contexto político y económico. Participación social y los espacios de género: Si la ciudadanía activa está definida esencialmente por el compromiso cívico, ser ciudadano o ciudadana tiene que ver no solo con tener derechos sino con ser actores de la construcción de lo público común: el espacio público de la comunidad. El ciberespacio se desplegaría como un nuevo espacio público que articula nuevos modelos de difusión: el ciberfeminismo. Género, gobernabilidad y participación política de las mujeres: el empoderamiento de las mujeres en una ciudadanía plena y activa. La agenda del desarrollo humano sostenible hacia una gobernabilidad sensible al género. Capital ciudadano: La posible incidencia de las diversas segmentaciones en la estructura social conspira contra la formación de “activos” que podrían amortiguar la tendencia al aislamiento de capas sociales desprotegidas. Es necesario superar la fractura numérica y la fractura social del género según las TIC en América Latina por lo que el portafolio de activos de estos sectores se vincula a los conceptos de capital social individual, capital social colectivo, y capital ciudadano. Conclusiones: Hablar de género significa dejar de creer que los roles sociales y culturales asignados a hombres y mujeres son naturales. Es una forma de observar la realidad en base a las variables sexo y género y sus manifestaciones en un contexto geográfico, cultural, étnico e histórico determinado. Se reconoce que el género es una construcción social y cultural que se produce históricamente y por lo tanto es susceptible de ser transformada. Toma en cuenta la interrelación con otras categorías como clase, etnia, raza, edad y religión. El enfoque de género permite visualizar y reconocer la existencia de relaciones de jerarquía y desigualdad entre hombres y mujeres, expresadas en opresión, injusticia, subordinación, discriminación hacia las mujeres en la organización genérica de las sociedades. Esto se concreta en condiciones de vida inferiores de las mujeres en relación con las de los hombres. Es una alternativa que implica abordar primero el análisis de las relaciones de género para basar en él la toma de decisiones y acciones para el desarrollo. Las TIC abren nuevas oportunidades y retos para el ejercicio de la ciudadanía, pulverizan una noción de ciudadanía encerrada en fronteras nacionales, y abren espacios inéditos para la participación en los asuntos públicos desde lo inmediato y próximo, obligando así a repensar los mecanismos de ejercicio de la democracia y recuperar valores básicos para la justicia y la convivencia social. Incorporar la perspectiva de género en las TIC no tiene que ver solamente con un mayor uso de estas tecnologías por parte de las mujeres. Las TIC suponen una oportunidad para crear escenarios con enfoque de género y avanzar en la cohesión social desde la participación digital pero es importante cambiar los indicadores de medida, qué se mide y la forma de hacerlo. Bibliografía: ARGENTI, Gisela (2004): Cerrando brechas en la sociedad de la información. Global Indicators Workshop on Community Access to ICT: A step towards the implementation of the WSIS Plan of Action. Ci-udad de México, México, 16-19 de Noviembre 2004. CASTELLS, Manuel: Globalización e Identidad, Cuadernos del Mediterráneo, 5 (2005), CASTELLS, Manuel: Flujos, redes e identidades: una teoría critica de la sociedad informacional. GURUMURTHY, A.: Informe “Género y TIC”, Institute of Development Studies – Septiembre 2004. INSTRAW: Informe “Género, gobernabildad y participación política de las mujeres”, septiembre 2005. MAYOBRE, P: La formación de la identidad de género. Educación Social e Igualdad de Género. Págs. 21 a 59. Edita Ayuntamiento de Málaga. Málaga, 2006. 320 págs. - Lovera Sara. Las imágenes de las mujeres en los medios de comunicación de masas. Boletín No 10. CIMAC. - Mon, Matyas. Contracultura. 14/08/2003 - Moya Richard, Isabel. Voces secuestradas. - Moya Richard Isabel. De Gutenberg al microchip, rompiendo silencios. - Boletín Igualdad entre los géneros, igualdad y paz para el siglo XXI. New York. Junio 2000. SAMPEDRO, Víctor: «Identidades mediáticas. La lógica del régimen de visibilidad contemporánea», Sphera Pública, 4 (2004), pp. 17-36. Gastador (2000), Kramarae (2001; 2002), Ronan et al. (2003), Foss y Foss (2001), Tannen (2002; 2005) Lakoff (2002; 2003) Aries (2002) Hiedra y Backlund, (2004), Aries y Johnson (2003) Benston (2002) y Harding (2001) Marcella y Binfield (2003) (Cena y Humez, 2005). El Tuchman et al.(1978) Fenton (2000) Smith y Balka, 2000; Zimmerman, (2004). 2001. Rakow (2003) y Mundorf et al.