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TORMENTAS
Las tormentas afectan áreas relativamente pequeñas comparadas con
las de huracanes y tormentas de invierno. Todas las tormentas son
peligrosas. Una tormenta típica tiene en promedio, 24 km de diámetro y
dura aproximadamente 30 minutos.
¿Qué son las tormentas? ¿Qué las causa?
Descarga brusca de electricidad atmosférica que se manifiesta por un
resplandor breve e intenso (relámpago), y por un ruido seco o un estruendo
sordo (trueno). Las tormentas están asociadas a nubes convectivas
(cumulonimbus) y muy frecuentemente están acompañadas por precipitación
en forma de chaparrones de lluvia o de hielo y ocasionalmente, de nieve,
nieve granulada, hielo granulado o granizo.
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Todas las tormentas necesitan para su formación y evolución:
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Humedad: para que se puedan formar nubes y lluvia.
Aire inestable: aire inestable y caliente que pueda elevarse
rápidamente.
Ascenso: los frentes fríos y calientes, la brisa marina, las
montañas,
y el calor del Sol pueden provocar un ascenso del aire, y con
ello ayudar a que se formen las tormentas.
Ciclo de vida de una tormenta
Todas las tormentas tiene un ciclo de vida dividido en tres estados, a
saber:
Estado de desarrollo
Corresponde al momento en que la tormenta comienza a desarrollarse.
Este estado, consiste sólo en corrientes ascendentes, las que alcanzan
alturas de alrededor de 7.000 metros sobre el suelo.
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La presencia de nubes Cúmulus indica que el aire se ha elevado.
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Usualmente, en este estado se produce poca o ninguna precipitación.
La duración promedio de este estado es de alrededor de 10 minutos.
Sólo ocasionalmente se producen rayos.
Estado de madurez
Este es el estado más intenso y peligroso de todos los que integran el
ciclo de las tormentas.
La tormenta contiene corrientes de aire ascendentes y descendentes,
con precipitación asociada a las mismas.
La corriente descendente resulta de la evaporación de las gotas de
precipitación, la que causa enfriamiento del aire circundante. Cuando la
corriente fría descendente alcanza el suelo, se esparce y forma el “frente
de ráfagas” el cual puede alcanzar intensidades consideradas como vientos
dañinos.
En la cima de la tormenta, la corriente ascendente se desacelera con
rapidez y la nube se extiende formando un yunque.
Si la corriente ascendente es muy fuerte, sobre ese yunque se observa una
“burbuja” de nube.
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En este estado, se produce granizo, precipitación intensa, rayos, y
también vientos y tornados fuertes.
Ocasionalmente, la tormenta presenta una coloración blanca u oscura,
algo verdosa.
El promedio de duración de este estado es de 10 a 20 minutos, pero
en algunas tormentas, su duración puede ser mayor.
Estado de disipación
En este estado, se observa precipitación copiosa y aún excesiva,
asociada a las corrientes descendentes; las corrientes ascendentes son
débiles.
En esta etapa de evolución, predominan las corrientes descendentes.
En superficie, el frente de ráfagas se desplaza fuera de la tormenta y
corta de alguna manera la entrada de aire caliente a la misma. Esto es
típicamente indicativo del estado de disipación.
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En este estado, decrece la intensidad de la tormenta.
No obstante, se pueden producir corrientes descendentes fuertes o
vientos fuertes.
Pueden aún haber peligro de rayos.
Las tormentas se dividen en cuatro categorías principales:
Unicelulares
Estas tormentas son débiles, de corta duración, y pobremente
organizadas.
Multicelulares
La serie de células de tormenta se desplaza como una sola unidad.
Línea multicelular
Comúnmente llamada Línea de Inestabilidad (en inglés, squall line); es
una línea de tormenta con un frente continuo de ráfagas, en su borde
delantero.
Superceldas
Son nubes de tormenta que tienen una sola corriente ascendente muy
fuerte, y que siempre producen tiempo severo significativo.
Una supercelda es una tormenta de larga vida que contiene un
mesociclón, y que habitualmente está separada de otras tormentas o se
presenta aislada.
Supercelda tomada el 10 de marzo de
2002, en el Río de la Plata. Gentileza
Ignacio Landini
Rayos
Son el resultado de las descargas de energía eléctrica, entre áreas
de cargas positivas y negativas.
El aire que asciende y desciende dentro de la nube de tormenta,
separa las cargas positivas de las negativas. El agua y las partículas de hielo,
afectan la distribución de esas cargas eléctricas.