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FOLLETO INFORMATIVO PARA PACIENTES E A D V ERUPCIÓN ATÓPICA DEL EMBARAZO (EAE) task force “skin disease in pregnancy” Objetivo de este folleto Este folleto se ha creado para proporcionarle información detallada sobre la erupción atópica del embarazo (EAE). Dicha información incluye la explicación del trastorno, sus causas, lo que se puede hacer para tratarla y dónde puede encontrar más información al respecto. ¿Qué es la erupción atópica del embarazo? Atopia es el término empleado para la tendencia a desarrollar eccemas, asma o alergia al polen. El eccema atópico es una inflamación de la piel que provoca sequedad y picor. Puede afectar a cualquier parte de la piel, incluida la cara, pero las zonas afectadas más comunes son los pliegues de la piel de los codos, las rodillas, las muñecas y el cuello. Afecta a ambos sexos por igual y normalmente se manifiesta durante los primeros meses o semanas de vida. Es más frecuente en niños y afecta, al menos, al 10 % de los lactantes. Puede continuar en la vida adulta o repetirse durante la adolescencia o los primeros años de la vida adulta tras un periodo asintomático. Muchos factores «ambientales» puede empeorar el eccema. Entre ellos se incluyen el calor, el polvo, el contacto con agentes irritantes como el jabón o los detergentes, el estrés y las infecciones. Asimismo, durante el embarazo los eccemas suelen empeorar (ver más abajo). La erupción atópica del embarazo incluye a mujeres que ya sufren eccemas, pero que experimentan un brote del trastorno (aproximadamente el 20 % de las pacientes de la EAE), y a las mujeres que lo sufren por vez primera durante el embarazo (el 80 % restante de los casos). Estas pacientes presentan cambios atópicos de la piel por primera vez durante el embarazo, pero tienen un historial de piel sensible con tendencia a la sequedad y la irritación (la llamada diátesis atópica) y familiares de primer grado que padezcan eccemas, asma o alergia al polen. La erupción atópica del embarazo se desarrolla normalmente durante la primera mitad del embarazo (el 75 % se desarrolla antes del tercer trimestre). La EAE se conocía anteriormente como «prurigo del embarazo», pero se ha dejado de utilizar este nombre porque no abarcaba toda la variedad de cambios de la piel observados. ¿Cuál es la causa de la erupción atópica del embarazo? Aún no se conoce por completo. La atopia es hereditaria (ver más abajo) y forma parte de la herencia genética. Las personas que la padecen cuentan con sistemas inmunitarios hiperactivos, por lo que su piel se inflama con facilidad (enrojecimiento y escozor). Su «barrera cutánea» no funciona adecuadamente, de modo que su piel se seca y es propensa a las infecciones. Durante el embarazo, el sistema inmunitario cambia considerablemente, lo que puede provocar el empeoramiento de los eccemas existentes previamente o el primer desarrollo de cambios atópicos de la piel. Normalmente, estos cambios son reversibles tras el parto, pero un reducido número de mujeres podrá volver a sufrir eccema en embarazos posteriores. ¿La erupción atópica del embarazo es hereditaria? Sí. El eccema atópico (como el asma y la alergia al polen) suele ser hereditario. Si uno de los padres padece eccemas, asma o alergia al polen, será más probable que los hijos también lo sufran. De manera similar, debido al origen genético, su madre o hermana también habrán sufrido EAE durante el embarazo. La probabilidad de que la EAE vuelva a aparecer en posteriores embarazos es elevada. ¿Cuáles son los síntomas de la erupción atópica del embarazo y qué aspecto tiene? Su principal característica es el picor, que puede ser tan intenso como para perturbar el sueño. La intensidad del sarpullido varía en función del tipo de EAE. Si ya padece eccema o este empeora, lo más probable será que su piel esté roja y seca. Cuando el eccema esté muy activo (durante un «brote»), es posible que le salgan pequeñas ampollas en las manos y los pies o que su piel se humedezca. En las zonas que se rasque repetidamente, la piel se volverá más gruesa, es lo que se conoce como liquenificación. Si experimenta la EAE por primera vez durante el embarazo, el sarpullido suele ser mucho más leve. Dos tercios de las pacientes muestran placas rojas, descamadas y acompañadas de picor (el denominado tipo eccematoso o EAE de tipo E) en zonas normalmente afectadas por eccemas atópicos como el cuello, los pechos y los pliegues de la piel de los codos y las rodillas. El tercio restante muestra pequeños puntos rojos elevados (1-2 mm) o bultos elevados un poco más grandes (5-10 mm, en algunos casos, con pequeñas heridas abiertas [excoriaciones] debido al rascado) en el abdomen, la espalda y las extremidades (el denominado tipo prurigo o EAE de tipo P). ¿Cómo se diagnostica la erupción atópica del embarazo? El empeoramiento de un eccema ya existente es fácil de diagnosticar examinando la piel y teniendo en cuenta el historial. Sin embargo, suele resultar más difícil diagnosticar la primera manifestación de la EAE, ya que puede confundirse con otros trastornos de la piel como la sarna o un sarpullido provocados por la ingestión de medicamentos por vía oral u otros trastornos de la piel específicos del embarazo. Resulta muy útil que informe al doctor sobre el historial de atopia personal o familiar y los síntomas de una tendencia a la atopia (la llamada diátesis atópica, ver más arriba). ¿La erupción atópica del embarazo afectará al bebé? No, el sarpullido de la madre no afecta al bebé. No obstante, debido al origen genético de la EAE, el niño puede desarrollar algún tipo de trastorno atópico (eccema, asma o alergia al polen). ¿Puede curarse la erupción atópica del embarazo? En realidad, no. Debido a su origen genético no puede curarse como tal, pero existen modos de controlarla. De hecho, la primera aparición de la EAE normalmente responde bien al tratamiento y se puede controlar de un modo sencillo. ¿Cómo se trata la erupción atópica del embarazo? El primer objetivo del tratamiento es aliviar el picor y reducir la inflamación y la rojez de la piel. Durante el embarazo, es importante someterse a tratamientos que sean completamente seguros tanto para la madre como para el bebé. Los tratamientos que más se utilizan son las cremas o pomadas hidratantes y de esteroides. Las cremas hidratantes (cremas y pomadas con emolientes) deben aplicarse varias veces al día para evitar la sequedad de la piel. Existen muchas disponibles, por lo que es importante que elija una que le guste. Los emolientes y sustitutos del jabón de ducha son útiles en muchos casos. No debería bañarse o ducharse con demasiada frecuencia, ya que su piel se resecará. Las cremas o las pomadas de esteroides más grasas a menudo son necesarias para aliviar los síntomas. La crema o pomada de esteroides debería aplicarse únicamente en las zonas de la piel afectadas. Además, debería emplearse una crema de esteroides suave (por ejemplo, la hidrocortisona) o moderada. La cantidad empleada deberá ser la mínima e idealmente solo entre uno y dos tubos pequeños (15-30 g). Con todo, si el trastorno es grave, será mejor aplicar en la piel una crema o pomada de esteroides más fuerte y en cantidades mayores que tomar esteroides por vía oral. Los esteroides en comprimido son el último recurso para controlar el trastorno y deberán tomarse en dosis bajas durante periodos breves. La prednisolona es el esteroide en comprimidos que se utiliza durante el embarazo y que será necesario para brotes agudos de eccemas. Algunas pacientes también pueden someterse a un tratamiento de luz ultravioleta (UVB) adicional, considerado seguro durante el embarazo. Los antibióticos serán necesarios si el sarpullido se vuelve exudativo, lo que puede significar que está infectado por bacterias. Deben evitarse las cremas o pomadas inmunosupresoras como el tacrolimús (Protopic®) y el pimecrolimús (Elidel®), ya que no se pueden utilizar durante el embarazo. No obstante, el uso accidental en zonas limitadas no parece que dañe al bebé nonato, pero faltan estudios relevantes al respecto. Además, los antihistamínicos pueden ayudar a aliviar el picor. Los siguientes medicamentos se consideran seguros durante el embarazo: Sedantes (adormecedores): clemastina, dimetindeno (en España el dimentideno se comercializa como Fenistil emulsión o gel, pero no por vía oral) y clorfeniramina. No sedantes: loratadina y cetirizina. ¿El tratamiento es seguro para la madre y el bebé? ¿Se requiere algún seguimiento especial? Las cremas o pomadas de esteroides suaves o moderadas parecen ser seguras durante el embarazo. Sin embargo, las cremas o pomadas de esteroides más fuertes pueden provocar problemas de crecimiento del bebé nonato, por lo que este podría nacer más pequeño de lo normal, especialmente si la madre utiliza grandes cantidades de cremas o pomadas de esteroides (más de 50 g, ½ tubo grande al mes o más de 200-300 g o dos o tres tubos grandes durante todo el embarazo). Los tratamientos cortos (de unas dos semanas) de prednisolona, el esteroide en comprimidos preferido durante el embarazo, no suelen afectar al bebé nonato. Sin embargo, unas dosis altas (más de 10 mg/día) de prednisolona oral durante periodos prolongados (más de dos semanas) durante las doce primeras semanas de gestación comportan un riesgo elevado de desarrollo de fisuras palatinas / hendiduras bucales. Los tratamientos prolongados de esteroides en comprimidos, que no suelen ser necesarios para tratar la EAE, pueden afectar también al desarrollo del bebé de manera general y, en particular, al crecimiento. Cuando se toman esteroides en comprimidos, existe un riesgo elevado de que la madre desarrolle diabetes (niveles de azúcar elevados) e hipertensión (presión sanguínea elevada). Por ello, son esenciales un riguroso control de la presión arterial y la realización de análisis de orina en la clínica prenatal, mientras que las ecografías sirven para detectar cambios en el crecimiento del bebé. ¿Es posible un parto normal? Sí. ¿Pueden amamantar las mujeres con erupción atópica del embarazo? Sí. Incluso cuando se toman esteroides en comprimidos, se anima a las mujeres a que den el pecho, ya que únicamente llegan a la leche cantidades insignificantes de esteroides. Sin embargo, estas mujeres corren el riesgo de desarrollar eccemas en los pezones debido a la sensibilidad de su piel, por lo que es importante que se apliquen emolientes de forma periódica. Si se aplican en el pezón esteroides tópicos, deberían retirarse con agua antes de la lactancia para evitar que el lactante los ingiera. ¿Dónde puedo encontrar más información sobre la erupción atópica del embarazo? Enlaces web a folletos detallados: www.aad.org/public/publications/pamphlets/skin_eczema.html http://www.bad.org.uk/site/796/default.aspx (en inglés) Libros: Black, Edwards, Lynch, Ambros-Rudolph. Obstetric and Gynecologic Dermatology. 3.ª edición, 2008 (Reino Unido) Schaefer, Spielmann, Vetter. Arzneiverordnung in Schwangerschaft und Stillzeit. 8.ª edición, 2012 (Alemania) Schaefer, Peters, Miller: Drugs during pregnancy and lactation. 2.ª edición, 2007 (inglés) Briggs, Freeman, Yaffe. Drugs during pregnancy and lactation. 7.ª edición, 2005 (EE. UU.) A pesar de que se ha hecho todo lo posible por garantizar que la información proporcionada en este folleto sea precisa, no todos los tratamientos resultarán adecuados o efectivos para todas las personas. Su médico podrá aconsejarle con más detalle. La información general de este folleto se ha adaptado del folleto de información para pacientes de la Asociación Británica de Dermatólogos (BAD). Este folleto ha sido redactado por el grupo de trabajo de la EADV «trastornos de la piel durante el embarazo» y no refleja necesariamente la opinión oficial de la EADV. Actualizado el Junio de 2013