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Document downloaded from http://www.elsevier.es, day 05/06/2017. This copy is for personal use. Any transmission of this document by any media or format is strictly prohibited. INFORMACIÓN MÉDICA El gen masculino IGF determina el peso de los fetos en la gestación The male IGF gene determines fetus weight in pregnancy (N Engl J Med 2002;3465:1.609-1.615 y 1.6161.622). (D.M. 23-V-02) Dos estudios que se publican en la revista Nature podrían explicar por qué algunos niños nacen pequeños y acreditarían a las teorías evolucionarias sobre la competición entre los genes masculinos y los femeninos. Los niños de bajo peso al nacer son más propensos a morir con pocos días y, si sobreviven, a sufrir problemas de desarrollo físico y mental. El bajo peso también se asocia con un aumento del riesgo de enfermedad coronaria, diabetes tipo 2 y problemas respiratorios en la edad adulta. El equipo de Gordon Smith, de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, ha visto que una pequeña molécula asociada al desarrollo de la placenta, la PAPP-A, que se produce durante el primer trimestre de la gestación, puede estar implicada en el bajo peso al nacer. Tal condición puede determinarse en las primeras revisiones rutinarias de las gestantes, aproximadamente en la semana 12. El crecimiento fetal se controla por el fenómeno denominado de impresión genérica, que controla la expresión de los genes del feto de forma diferente, dependiendo de si los genes son del padre o de la madre. Genes paternos El padre aporta los genes que codifican el factor de crecimiento de la insulina, el IGF. Una mayor cantidad de dicho factor significa una placenta de mayor tamaño que alimenta con más nutrientes al feto. El resultado es un niño grande, sano y que aumenta las posibilidades de que los genes masculinos sean mayoritarios en la siguiente generación. Dicho proceso es interesante, ya que la madre combate el efecto de la expresión de estos genes con la expresión de los suyos para manejar el peso del niño, lo que previene que invierta todos sus genes en un nacimiento. Miguel Constancia, del Instituto Babraham, en Cambridge, ha analizado directamente esta teoría eliminando el gen del IGF en la placenta de un ratón para analizar la contribución de los genes masculinos en la placenta. Se ha comprobado que los animales mutados presentan una placenta menor y una reducción del transporte de nutrientes. Como el gen IGF es masculino, se evidencia el primer conflicto en la placenta entre la madre y el feto. Es pronto para decir que los niños de bajo peso al nacer son víctimas involuntarias de la batalla de sexos, pero estos dos trabajos proporcionan datos sobre el mecanismo potencial de dicho proceso. (Nature 2002;417:945-948). 440 Toko-Gin Pract, 2002;61(7):439-440 54