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5. Enlace químico Introducción. En nuestras casas siempre será común encontrar dos sustancias cristalinas: sal de mesa y azúcar granulada. A pesar de su aspecto tan similar , la sal y el azúcar son muy diferentes en su composición química. La sal de mesa es cloruro de sodio, NaCl, un compuesto iónico, mientras que el azúcar es sacarosa, C12H22O11 un compuesto molecular formado mediante enlaces covalentes. Las propiedades de las sustancias dependen en gran medida de los enlaces químicos que mantienen unidos sus átomos. Hay tres tipos generales de enlaces químicos: a) Iónicos b) Covalentes c) Metálicos 5. Enlace químico Tipos de enlace. El enlace iónico se refiere a las fuerzas electrostáticas que existen entre iones con carga opuesta (cationes y aniones). Los iones podrían formarse a partir de átomos por la transferencia de uno o más electrones de un átomo a otro. Las sustancias iónicas casi siempre son el resultado de la interacción entre metales y no metales (Ej. NaCl), excluidos los gases nobles. Un enlace covalente es el resultado de compartir electrones entre dos átomos, los cuales generalmente son interacciones de los elementos no metálicos (Ej. C12H22O11). El enlace metálico, como su nombre lo indica, es el que se forma entre los metales, donde cada átomo está unido a varios átomos vecinos (Ej. El cobre metálico). Los electrones de enlace tienen relativa libertad para moverse dentro de toda la estructura tridimensional. 5. Enlace químico Símbolos de Lewis. Los electrones que participan en los enlaces químicos se denominan electrones de valencia (residen en la capa exterior incompleta de los átomos). Fue el químico estadounidense Gilbert Lewis (1875-1946) quien planteó que los átomos se combinan con el fin de alcanzar una configuración electrónica más estable y sugirió una forma sencilla de representar a los electrones de valencia, conocida como símbolos de Lewis. El símbolo de Lewis para cualquier elemento consiste en el símbolo químico del elemento más un punto por cada electrón de valencia. Por ejemplo: para el azufre tendríamos: •• • s • •• Cada lado puede dar cabida a dos electrones como máximo y la colocación de los puntos es arbitraria. Lo importante es distribuir, en este caso, los seis electrones. 5. Enlace químico La regla del octeto. Los átomos con frecuencia ganan, pierden o comparten electrones tratando de enlazar el mismo número de electrones que los gases nobles más cercanos a ellos en la tabla periódica. Generalmente, los átomos que participan en una reacción química terminan con ocho electrones de valencia, lo cual se conoce como regla del octeto. La excepción más común a la regla ocurre cuando algunos átomos adquieren la configuración electrónica del Helio. Cabe resaltar que la configuración electrónica de los gases nobles es la que les confiere su gran estabilidad, por lo que es difícil hacerlos reaccionar con otros elementos. De tal forma, que al reaccionar los elementos buscan alcanzar la estabilidad de los gases nobles. Así, cuando reacciona el sodio con el cloro, el primer pierde un electrón y se queda con la configuración electrónica del Neón, mientras que el cloro acepta el electrón y alcanza la configuración electrónica del Argón. 5. Enlace químico La regla del octeto. Ejercicios: Escriba estructuras de Lewis de lo siguiente: a)HOBr b)H2O2 (los átomos de O están ligados uno con el otro) c)H2CO3 (ambos átomos de H están ligados a C). 5. Enlace químico Enlaces iónicos. Cuando el sodio metálico (Na(s)) se pone en contacto con cloro gaseoso (Cl2(g)) ocurre una reacción violenta, cuyo producto es NaCl(s). Este compuesto se compone de iones Na+ y Cl– que están dispuestos en una matriz tridimensional regular, como se muestra en la figura: Al formarse el compuesto iónico el sodio perdió un electrón y el cloro lo ganó. Esta transferencia del electrón es la que permite que se forme el catión de sodio y el anión de cloro. 5. Enlace químico Enlaces iónicos. Una medida de la estabilización que se alcanza al disponer iones con cargas opuestas en un sólido iónico está dada por la energía de red, que es la energía necesaria para separar totalmente un mol de un compuesto iónico sólido en sus iones gaseosos. Esto es: NaCl(s) → Na(g) + Cl2(g) ∆Hred = +788kJ/mol En la siguiente tabla se presentan las energías de red de varios compuestos iónicos, cuyos valores son positivos y grandes. Compuesto Enerdía de Compuesto red (kJ/mol) Enerdía de red (kJ/mol) LiF 1030 CsCl 657 LiCl 834 CsI 600 NaF 910 MgCl2 2326 NaBr 732 MgO 3795 5. Enlace químico Enlaces iónicos. La magnitud de la energía de red de un sólido depende de las cargas de los iones, sus tamaños y su disposición en el sólido. Tarea: Investigar como se establece esa dependencia. Las sustancias iónicas poseen varias propiedades características: a) Suelen ser sustancias quebradizas con punto de fusión elevado. b) Suelen ser cristalinas, es decir los sólidos tienen superficies planas que forman ángulos característicos entre sí. c) Poseen una disposición tridimensional rígida y bien definida 5. Enlace químico Enlaces covalentes. Aunque el concepto de molécula se remonta al siglo XVII, fue hasta principios del siglo pasado que los químicos entendieron cómo y por qué se forman las moléculas, las cuales son un grupo de átomos, con frecuencia no metálicos, enlazados energéticamente por uniones químicas conocidas como enlaces covalentes. Fue Gilbert Lewis quien en 1916 propuso que las fuerzas de atracción entre dos átomos en una molécula son el resultado de un enlace covalente, el cual es un enlace químico donde se comparten electrones. Por ejemplo: H• + H• → H : H En general, las moléculas son gases, líquidos o sólidos de bajo punto de fusión. Las moléculas son de tamaños muy distintos, pueden contener solo dos átomos o miles de ellos. 5. Enlace químico Enlaces covalentes. Con frecuencia, el número de enlaces covalentes, formados por un átomo, es igual al número de electrones no apareados que se muestran en sus símbolo de Lewis. Por ejemplo: 5. Enlace químico Polaridad de los enlaces y electronegatividad. Cuando dos átomos idénticos forman enlaces, como en el Cl2 o el N2, los pares de electrones se deben compartir equitativamente. En compuestos iónicos, en cambio, prácticamente no se comparten electrones. Los enlaces que se dan en la mayor parte de las sustancias covalentes quedan en algún punto entre estos dos extremos. El concepto de polaridad de enlace es útil para describir la forma en que se comparten electrones entre los átomos. En un enlace covalente no polar, los electrones se comparten equitativamente; mientras que en el enlace covalente polar, uno de los átomos ejerce una atracción mayor sobre los electrones de enlace, por ejemplo: 5. Enlace químico Polaridad de los enlaces y electronegatividad. Utilizamos una cantidad llamada electronegatividad para estimar si un enlace dado es covalente no polar, covalente polar o iónico. La electronegatividad es la capacidad de un átomo en una molécula para atraer electrones hacia sí. La electronegatividad de un átomo en una molécula está relacionada con: a) Energía de ionización. Mide la fuerza con la que el átomo se aferra a sus electrones. b) Afinidad electrónica. Mide la fuerza con que un átomo atrae electrones adicionales. Tomando en cuenta lo anterior y otras propiedades, Linus Pauling estableció una escala de electronegatividad , cuyos valores se muestran en la siguiente tabla periódica: 5. Enlace químico Polaridad de los enlaces y electronegatividad. 5. Enlace químico Polaridad de los enlaces y electronegatividad. Como se puede observar, el flúor es el elemento más electronegativo (4.0) y el elemento menos electronegativo es el cesio (0.7). Podemos utilizar la diferencia de electronegatividad entre dos átomos para estimar la polaridad de los enlaces entre ellos. Por ejemplo, el enlace entre dos átomos de flúor presenta una diferencia de electronegatividad igual a cero, por lo que el enlace es covalente no polar. El enlace entre el flúor y el hidrógeno presenta una diferencia de electronegatividad igual a 1.9, por lo que el enlace es covalente polar. El enlace entre el flúor y el Litio presenta una diferencia de electronegatividad igual a 3.0, por lo que el enlace es iónico. Aunque no hay una distinción tajante, se dice que cuando la diferencia en electronegatividad supera el valor de 2.0, el enlace es iónico. 5. Enlace químico Polaridad de los enlaces y electronegatividad. En un compuesto molecular con enlace covalente polar, es común hablar de cargas parciales para mostrar de que forma se va a cargar la densidad electrónica. Por ejemplo, en el HF el Flúor es más electronegativo que el hidrógeno, por lo cual, la densidad electrónica se carga hacia el átomo de flúor: Hδ+ – Fδ– 5. Enlace químico Enlace metálico. En su mayoría, los metales forman estructuras sólidas en las que los átomos están dispuestos en forma de esferas empaquetadas de forma compacta. El cobre, por ejemplo, posee una estructura cúbica de empaque compacto en la que cada átomo de cobre está en contacto con 12 átomos de cobre: El número de electrones de valencia disponibles es insuficiente para que un átomo de cobre forme un enlace de par electrónico con cada uno de sus vecinos, por lo que el modelo más sencillo para explicar este tipo de enlaces es el conocido como modelo de mar de electrones. 5. Enlace químico Enlace metálico. En el modelo de mar de electrones se representa el metal como una formación de cationes metálicos en un “mar” de electrones de valencia, tal y como se ilustra en la siguiente figura: Los electrones están confinados al metal por efecto de las atracciones electrostáticas hacia los cationes, y se encuentran distribuidos de modo uniforme por toda la estructura. Sin embargo, los electrones son móviles, y ningún electrón individual está confinado a algún ion metálico en particular. 5. Enlace químico Enlace metálico. Cuando se conecta un alambre metálico a los polos de una batería, los electrones fluyen a través del metal hacia el polo positivo y entran en el metal desde la batería por el polo negativo. Así se explica la alta conductividad eléctrica que presentan los metales, situación similar explica la alta conductividad térmica, donde se transfiere energía cinética con facilidad por todo el sólido. La capacidad de deformación de los metales (su maleabilidad y ductilidad) se explica por el hecho de que los átomos metálicos forman enlaces con muchos vecinos. Una redistribución de los electrones permite que el metal se adapte a los cambios de posición de los átomos, resultado de la nueva forma del metal. Sin embargo, el modelo de mar de electrones no explica satisfactoriamente todas las propiedades. Según el modelo, por ejemplo, la fortaleza de los enlaces entre átomos metálicos debería aumentar con el número de electrones de valencia, lo que origina una elevación del punto de fusión. 5. Enlace químico Enlace metálico. Lo anterior no concuerda con el hecho de que los metales del grupo 6B (Cr, Mo, W), que se hayan en el centro de los metales de transición, tienen los puntos de fusión más elevados de sus respectivos periodos, tal y como se muestra en la siguiente tabla: Grupo 3B Grupo 6B Grupo 8B Metal Sc Cr Ni Punto de fusión (°C) 1541 1857 1455 Metal Y Mo Pd Punto de fusión (°C) 1522 2617 1554 Metal La W Pt Punto de fusión (°C) 918 3410 1772 La fortaleza del enlace metálico aumenta primero con el número de electrones y luego disminuye. Se observan tendencias similares en otras propiedades físicas como el calor de fusión, la dureza y el punto de ebullición. 5. Enlace químico Enlace metálico. Otro modelo que pueda explicar las propiedades físicas mencionadas es el que se basa en la teoría de los orbitales moleculares. El ejemplo mas sencillo lo representa la molécula de hidrógeno, donde la combinación de dos orbitales atómicos origina dos orbitales moleculares: