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Diversidad regional y productiva La economía sanluiseña se sostiene fundamentalmente en la diversidad regional que ofrece el territorio. Sierras, depresiones y planicies, conforman un mosaico con recursos variados, los cuáles han sido la oferta natural que el hombre supo, con ingenio transformar para dar lugar a diversos circuitos productivos. La infraestructura llevada a cabo por la sociedad y gobiernos a lo largo del tiempo contribuyeron a modelar la economía provincial El hombre, en la conquista del espacio, encontró un territorio difícil de conquistar. Tanto para los pueblos originarios como para los colonos venidos con la conquista hispana después, San Luis presentó escollos difícil fueron y siguen siendo todavía dificultades que ponen a prueba el trabajo sobre el sitio sanluiseño por parte de la sociedad puntana. El dominio y conquista de este espacio no fue fácil. Requirió de un largo tiempo donde sociedad y naturaleza construyeron un diálogo complejo, pleno de tensiones y de acuerdos. En este permanente intercambio se establecieron las reglas del juego con el fin de ir diseñando una geografía cambiante y de cara al futuro, un futuro que, para nuestros antepasados, pareció lejano e incierto. Las dificultades se pusieron de manifiesto desde la primera hora. Tanto para aborígenes como para colonos, la tierra sanluiseña no sería un medio fácil de conquistar. El tiempo iría en ayuda de ambos y cada uno supo hacer del mismo el hábitat adecuado a sus intereses y a su cultura. Cada grupo indígena y cada tipo de inmigrante que fue llegando a este suelo, supo sacar provecho de las oportunidades que el territorio concedía, no sin antes pagar el duro derecho de apropiarse de sus beneficios. San Luis, se afianzaba en su economía. Existen varios testimonios del quehacer de los pobladores que evidencian que además de la ganadería, practicaban la artesanía de la madera, que se vendía tanto en San Juan como en Mendoza. También la jurisdicción puntana era rica en especies silvestres, como guanacos, avestruces y venados, base de una primera explotación de los ecosistemas naturales. La toponimia permite conocer otros datos, por ejemplo, la Majada y Cuchicorral. Si el primero prueba la existencia de cabras y ovejas, el segundo certifica que el cerdo también brindaba su aporte a la economía puntana. Las mulas, criadas principalmente en las cercanías del Morro, Paso Grande y Saladillo, fueron preciados artículos para el comercial con las provincias del norte. El siguiente mapa sintetiza las actividades más relevantes y características de la economía. De algún modo, los ambientes naturales predefinen la especialización del espacio geográfico. Por ejemplo, las actividades del noroeste y de la planicie son notoriamente distintas. La tradición cuyana se hizo sentir en los primeros tiempos de colonización: la actividad agrícola, de hortalizas y frutales bajo el sostén del riego compartía el espacio con la cría de un ganado diversificado. Sin embargo, a lo largo del tiempo, con diferentes caudales de agua, mucho más escasos que los de los ríos cordilleranos y la conquista de nuevos espacios sobre la llanura pampeana fueron dando lugar a una economía de agricultura de secano y una importante ganadería que le darían a San Luis un fuerte carácter agropecuario de tipo pampeano Se fue así modelando una economía de característica serrana en el norte, con pequeños espacios de cultivo, ganadería de subsistencia en las depresiones y una creciente actividad pecuaria de calidad sobre la planicie, muy diferentes a los oasis agroindustriales de Cuyo. Por mucho tiempo, la economía de la provincia fue caracterizada como limitada y frágil, basada en la escusa de la escasez de las precipitaciones, los ríos de corto alcance y caudal, los suelos poco apropiados para los cultivos y hasta el hecho histórico de ser un territorio “nuevo” debido a que fue conquistado al aborigen muy tardíamente, cuando otras provincias estaban en pleno auge. Por casi dos siglos, mientras el territorio era visto como “tierra de paso” o travesía”, sólo la sierra proveía una economía limitada, centrada en la tejeduría en base a la cría de ovejas y la minería. La agricultura y la ganadería era en gran parte para la subsistencia de las familias radicadas en el ambiente serrano. La sierra de San Luis es un mundo tranquilo de puesteros y mineros de tradición. Una sociedad que rápidamente se pierde frente al avance del tiempo y la modernización creciente. No hace mucho el paisaje rural mostraba extensas estancias y puestos demarcados por pircas -cercos de piedra, toda una ingeniería serrana- donde viejos pirquineros practicaban la búsqueda del oro sobre los lechos poco profundos de los arroyos, en su intento de revivir la fiebre del oro que tuvo en otras épocas – siglos XIX- momentos de auge y dinamismo. Ovejas y vacunos a la orilla de desolados caminos son la señal de una economía presente en la sierra asociada a la explotación de minerales. Las rocas de aplicación, especialmente el granito, de gran calidad, se extrae de canteras a cielo abierto, muchas repartidas en torno a Potrerillos El noroeste Es un ambiente de depresiones en medio árido. Circuitos productivos muy distintos se superponen en el sector. Por un lado, puesteros y sus familias y por otro, grandes empresarios practican sus economías en un marco de aparente escasez marcada por la escasez del agua. Los puesteros dan forma a una unidad económica de carácter familiar muy frecuente en la región. Una economía familiar diversificada pero limitada donde se combina ganadería vacuna de pobre calidad, cría de cabras, leña y carbón, asociados a escasos cultivos para el consumo familiar. Pozos para el agua de uso humano y represas para el riego y los animales. Parte de la producción (vacunos sin control sanitario, cabritos, leña) se inserta en los circuitos económicos sin garantías ni control, pero aliviando la situación socioeconómica de sus participantes. De este modo se garantizan medios de inserción social, tal como la escolaridad, asistencia sanitaria, compras, etc. Nuevos actores se suman al panorama del noroeste, por un lado los empresarios locales, que han practicado una ganadería de difíciles resultados, por otra parte, aparecen ahora nuevos inversionistas que impactan el sector con cultivos alternativos, mejoras ganaderas y tecnologías de avanzada en el manejo del agua subterránea. La minería tiene su expresión máxima en La Calera, localidad que surge como pueblo minero en torno a la extracción de cal para cemento y áridos. Su población evolucionó notablemente en el último censo, dato que consigna la importancia de la extracción del mineral. Es el único núcleo poblacional significativo en el oeste de la región. Al este, un sector vinculado a la sierra de San Luis, es el que concentra la mayoría de los habitantes y los pueblos más significativos. Se organizan a modo de rosario –de norte a sur comandando sus propios oasis; asentados sobre los arroyos que descienden de la sierra y conformando centros de servicio con un margen de población que oscila entre los 2000 y 5000 habitantes para los más grandes: Luján, San Francisco, Quines, Candelaria. A excepción de estos núcleos, mayoritarios a los mil habitantes, que crecieron con ritmo acentuado en el último censo nacional, toda la región es deficitaria en población. El censo de 1991 indicó una profunda pérdida demográfica en los departamentos que componen esta región así como para los departamentos de la sierra. Es una región de frágil ambiente. A las viejas prácticas económicas, donde la tala indiscriminada y la expansión del caprino provocaron daños severos al ecosistema, se suman ahora prácticas especulativas que ponen en serio riesgo al sector. El noroeste es un espacio valorable y que depende de severos cuidados para aprovechar sus posibilidades económicas que, por cierto, no son pocas. La cría del caprino siempre ha estado asociado a las pequeñas estancias y puestos ganaderos en el noroeste provincial. Este tipo de ganado sigue dominando el espacio y la economía familiar ya que se adecúa a las condiciones áridas del sector y hoy es muy valorado en la gastronomía sanluiseña. Sobre el valle de Concarán Este territorio localizado sobre el noreste provincial, encerrado entre la sierra de San Luis y la de Comechingones, muestra tres ambientes económicamente diferenciados: Al occidente, sobre el río Conlara que bordea la sierra de San Luis, localidades importantes desarrollan una agricultura bajo riego complementada con el acopio y molienda de minerales. En el centro del valle predomina la actividad agropecuaria en estancias de distintas dimensiones. Al oriente, y al borde del Comechingones, pequeñas localidades reproducen la agricultura y la minería pero a menor esca. En este espacio, la expansión turística desde Merlo al norte, está cambiando la vida de estos pueblos y su economía. La región viene incorporando a su paisaje nuevos cultivos y nuevas formas de producción. Entre los productos bajo riego: la vid, que ha dado al inicio de una vitivinicultura de calidad y prometedores mercados. Entre la agricultura de secano, la soja cambia la imagen del paisaje, expandiendo el área cultivada, tanto en el valle como en la sierra. Las planicies del sector meridional Se asientan sobre la pampa occidental. Al norte del mismo se desarrolla un corredor urbano industrial que articula a las ciudades más grandes de la provincia: San Luis y Villa Mercedes, a las que se suma otro centro importante, otrora significativo en el rol ferroviario: Justo Daract. Aquí, el espacio agropecuario es de intensa actividad con un ganado de calidad notable y con producción de forrajeras. Aquí tuvo impacto la radicación industrial que se inició en la década del ochenta, sobre los asentamientos fabriles y la expansión de los centros urbanos, el espacio verdadero motor de la vida provincial. La ganadería se asocia al secano, con predominio de maíz, sorgo y oleaginosas, entre otras. Los campos dan lugar a importantes estancias y a una destacada cuenca lechera que sirve a las necesidades de la sociedad urbana. La soja ha cobrado expansión y en sectores predomina sobre el resto de los cultivos. El este es más húmedo y las condiciones de fertilidad de los suelos aumentan. La organización ganadera se desarrolla en estancias donde la unidad promedio es de 10.000 a 20.000 ha. Los planteles de ganado son de elevada calidad y constituye una zona de cría significativa donde, además de las razas tradicionales, se implantan nuevas en búsqueda de nuevas experiencias en el sector (trasplante de embrión, adecuación a cabañas, etc.)Por el contrario, los asentamientos conforman en el sector una débil red de pueblos que no alcanzan mayor desarrollo. Al sur de Villa Mercedes, las localidades surgieron por el ferrocarril. La cabecera departamental de Gobernador Dupuy apenas alcanza los dos mil habitantes: Buena Esperanza. La actividad terciaria ocupa un lugar relevante en los centros urbanos, en particular en las ciudades de San Luis y de Villa Mercedes: comercio mayorista, minorista, actividad financiera y bancaria caracterizan ambas localidades que actualmente superan los 200.000 y 100.000 habitantes respectivamente. Una vista del área comercial financiera de Villa Mercedes www.eldiariodelarepublica.com.ar Los pueblos, pequeños y encerrados entre las grandes estancias, cubren servicios mínimos y carecen de verdaderas áreas de influencia. En esa quietud dominante, la ganadería no genera fuentes de trabajo, la emigración fue una constante en décadas, esto hizo que muchos sanluiseños se radicaran en La Pampa o el sur de Mendoza, donde formaron familia. De este modo, las relaciones de parentesco se acentúan entre los pueblos sureños de San Luis y los de La Pampa, al punto que, tanto los intercambios comerciales, culturales y de otra índole, se desarrollan con más fuerza entre ellos que con el resto de la propia provincia. Hacia el oeste, y sólo en Gobernador Dupuy, la red pueblos se mantiene con escasos habitantes (apenas unas decenas de pobladores ocupando caseríos de otros tiempos, que comparten el espacio con el avance de la modernización a través de la obra pública (acueducto, pavimento, algunos barrios) y por medio de la inversión privada, la cual se entusiasma con algunos años buenos en lluvias. Sólo Unión alcanza un nivel demográfico significativo, el resto es un enorme desierto. El paisaje industrial es un espacio nuevo en la geografía sanluiseña. Desde la década del 80 se instaló en ciudades grandes y pequeños centros locales de importancia. La industria pasó a ocupar un lugar destacado en el PBI. Vista de parques industriales al oeste de la capital sanluiseña. Fuente: www.agenciasanluis.com Hoy la economía se beneficia por la diversificación productiva, en parte, en base a los diferentes ambientes regionales: minería, agricultura bajo riego, de secano, ganadería mayor, ganadería menor, turismo, industria… La mayor transformación que debió asumir la sociedad y el territorio sanluiseños fue la industrial, promovida por leyes de exención impositiva durante la década del 80. Con ella, los gobiernos debieron reformular sus políticas para preparar el espacio para hacer frente a la nueva producción industrial. El agua sigue siendo un problema, por su escasez y repartición. Sin embargo el problema se ha superado con creces debido al equipamiento hidráulico que el gobierno ha puesto en marcha: embalses y diques, sistemas de riego, inversiones particulares en equipamientos de riego… Nuevas inversiones y circuitos productivos diversifican aún mas los rubros en los que se encuentra asentada la economía local: vid, soja, turismo. El turismo se ha revitalizado al punto de transformar las localidades serranas: El Volcán, El Trapiche, Potrero de los Funes, Merlo, Cortaderas, Papagayos y otras, que antes no entraban en los corredores turísticos tradicionales La minería de rocas de aplicación es parte de las actividades tradicionales de San Luis, si bien, ha manifestado altibajos en el comercio nacional e internacional por la dura competencia del mercado. Cantera de granito en el departamento Coronel Pringles. Las actividades económicas hoy benefician a todos los sectores del espacio provincial… Sobre el centro del territorio y en algunas localidades importantes del norte provincial, la industria se desarrolla en base a parques industriales. San Luis y Villa Mercedes son polos industriales en la provincia. El turismo privilegia el ambiente serrano y sus localidades. Los departamentos representativos lo son Junin y Pueyrredón. Cereales y forrajeras en el departamento Gral. Pedernera. También la ganadería, la cual cobra principal importancia en Gobernador Dupuy. En el oeste (Ayacucho y Belgrano) agricultura bajo riego y ganadería todavía de planteles rústicos… El paisaje también es un recurso y es recientemente valorado en San Luis. La creciente afluencia de turistas ha llevado al gobierno – mediante obras de infraestructura (embalses, pavimento) y a los particulares a incorporar el equipamiento necesario para hacer de la actividad una oferta de calidad. Espinosa, Diego O (2001) San Luis. Desde travesía hasta territorio de encrucijada, en Anales de la Academia Nacional de Geografía, n°25, Buenos Aires. Fernández, M.; Espinosa, D.O. y Oliveira, Mónica A. (2008), San Luis. Escanario y protagonistas, en Cuadernillo de Capacitación. Curso Supervisores, Región Educativa 1, FISAL, Gobierno de la Provincia de San Luis. Arroyo, Justo Jorge, Oliveira, M. A. y Espinosa, Diego O. (2009)San Luis. Economía y circuitos en un ambiente diferenciado de la región de Cuyo. El caso de la minería, en Red Andina de Universidades. UCCuyo.