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MICROTRAUMA LABORAL ENFERMEDAD POR MICROTRAUMA1 ¿Qué es un microtraumatismo? El término microtraumatismo proviene de microtrauma que significa “traumatismo microscópico”.2 Es la definición etimológica denotativa (la que aparece en el diccionario) de la palabra, pero en Medicina hay una definición connotativa dada por la clínica semiológica traumatológica: Los microtraumatismos son pequeños traumas físicos por la realización de ciertos trabajos o deportes por causa de movimientos repetitivos, esfuerzos excesivos, movimiento manual de cargas y posturas inadecuadas o forzadas de articulaciones de miembros o columna vertebral. Estos microtraumatismos se deben a repetición crónica o a la exageración o realización más allá de los límites normales de los movimientos naturales articulares: flexión, extensión, rotación, inclinación y la combinación de los mismos. De estos movimientos microtraumáticos surgen trastornos musculoesqueléticos con micro o macrodesgarros, microhemorragias intramusculares, distensión de fibras o filamentos tisulares, etc. que deterioran tejidos, tendones, nervios, músculos y vasos y articulaciones. Los microtraumatismos repetitivos actúan por presión y fricción de articulaciones o tejidos. Los médicos e investigadores médicos han denominado a los microtraumatismos como gestos o movimientos repetitivos, cumulative trauma disorders o CTD (trastornos por trauma acumulativo), repetitive Strain injuries o RSI (lesiones por esfuerzos repetitivos), trastornos musculoesqueléticos (TME) (Iñaki Galíndez – TRASTORNOS MÚSCULO – ESQUELÉTICOS, España, 2010) La palabra microtrauma es muy usada por los autores españoles.3 En Argentina, recientemente, Cibeira ha analizado la enfermedad por microtrauma. Los microtraumatismos pueden provocar artrosis patológica proveniente del esfuerzo repetitivo laboral o profesional u ocupacional, pero también los microtraumatismos pueden ocasionar patología de tejidos blandos, como pueden las periartritis y las neurodocitis, hernias discales, escoliosis, espondilolistesis, entre otras. Cada lesión por microtraumatismos, según el tejido afectado, tendrá diferentes mecanismos fisiopatológicos. En el caso de la artrosis, el término de microtrauma o microtraumatismo se aplica estrictamente a las lesiones microscópicas articulares artrósicas, que ocurren en una articulación sometida a estrés mecánico o alteraciones biomecánicas (Houssay, op. cit.). Los conceptos microtraumáticos de afección cartilaginosa también son aplicables al fibrocartílago del anillo de discos intervertebrales en la hernia discal. Clínicamente el estadio de lesiones microscópicas corresponde al denominado estadio preclínico de la artrosis (preartrosis) 4 Este estadio preclínico, es llamado así porque no hay síndrome clínico ni imágenes por lesiones. El único método de estudio válido para detectarlo sería la biopsia del cartílago intraarticular lesionado y el estudio anatomopatológico 1 Publicado en EMPRESALUD N° 99, abril 2010 (Diccionario Médico Salvat-2a. edic.: 358, l974) (Ni el Diccionario de la Real Academia Española ni los Diccionarios Médicos de habla sajona como el Melloni y el Dorland, consignan este término.) 3 Dres. Barceló – LA ARTROSIS 4 (Bullough, Muir, Iwata, Shimenei, Hirohita, Shichikawa - Simposio Internacional VI CONGRESO REUMATOLOGIA DE LA SEAPAL, Tokio, Japón, l988) (Houssay y Seijó, op. cit.). 2 microscópico consecuente, el cual no es aconsejable clínicamente por ser cruento y agresivo. Muir5 llama cambios bioquímicos a estas lesiones microscópicas. Los cambios bioquímicos del cartílago por microtraumatismos Houssay y Seijó (UBA-Buenos Aires, op. cit.) señalan específicamente en qué consisten estos cambios bioquímicos: 1) Cambios en la estructura del colágeno a) separación de fibras b) disminución de resistencia al daño mecánico. 2) Alteración de la síntesis de proteoglicanos a) síntesis anormal b) deterioro ultraestructural 3) Degradación enzimática a) activación de enzimas del cartílago, membrana sinovial y líquido sinovial (catepsinas) b) hidrólisis de colágeno, proteínas, proteoglicanos y ácido hialurónico. 4) Deposición de microcristales o pigmentos a) exceso de cristales o pigmentos en el medio articular b) depósito en capas superficiales del cartílago y membrana sinovial c) inducción de artrosis secundarias por activación enzimática 5) Anomalías en interfase cartílago-hueso con alteración de la remodelación 6) Disminución de la elasticidad del hueso subcondral a) densidad ósea aumentada por la producción y reparación de microfracturas trabeculares b) predisposición al desgaste del cartílago 7) Alteración del líquido sinovial con cambios cuali y cuantitativos de sus componentes. Otros conceptos fisiopatológicos sobre lesión microtraumática del cartílago El Estudio Dunkin6 informa que el colágeno del tipo II es uno de los principales componentes del cartílago articular y que, según se observó en su investigación, puede degenerarse de manera considerable e irreversible durante el año que sigue a la lesión traumática del mismo. Hackenbrocker es el autor del término preartrosis y las lesiones preartrósicas se dan, según Murray, en las artrosis adquiridas en el transcurso de la vida. Los Dres. Barceló se refieren a microtraumas repetidos o repetitivos lo que indica que sobre las superficies óseas debe actuar reiterativamente un agente para producir estas lesiones. 5 6 (Instituto Kennedy-Londres) Mary Anne Dunkin, ARTRITIS TODAY (EE.UU., 2001 En lo referente a los agentes que causan microtraumatismos, Salter y Field (l960) experimentaron en articulaciones que debían mantener inmovilizadas en una postura forzada, de forma tal que los cabos articulares se encontraban en compresión continua. Si esta compresión dura menos de tres días, las lesiones que se presentan no consolidan. Pero si la compresión continua dura más de tres días, las lesiones que ocasiona entran en la etapa de necrosis cartilaginosa y consolidan. Los daños observados en los experimentos con animales son idénticos a los encontrados en enfermos enyesados por grandes períodos en postura forzada o las desarrolladas en muchas ocupaciones que exigen posturas viciosas forzadas continuas. Eyring y Murray (l964) estudiaron la presión intraarticular, la cual en reposo es de -2 a -20 mm Hg., pero en una articulación intensamente activa llega a +5 mm Hg. o cifra superior (de acuerdo a la fuerza aplicada). La hipertensión intraarticular influye sobre los vasos sinoviales y epifisiarios, iniciando la degeneración cartilaginosa.7 Trías y Truetta (l961), según lo consignamos, estudiaron los efectos de una presión constante sobre el cartílago articular y descubren que entre los tres y los cuatro días, en las superficies articulares presionadas constantemente se dan lesiones degenerativas. Los investigadores citados demuestran que la compresión y la presión continuas en las articulaciones son lesivas a las mismas y explican que ocurre con la hiperfunción y sobrecarga articular constante que se dan “en los individuos con oficios que requieren esfuerzos intensos y continuos”. (Dres. Barceló, op. cit.). Estas conclusiones son refrendadas por Bauer y col., Batzner y Föni, Zollinger y otros autores. Sokoloff estudió la inestabilidad articular debida a la tensión anormal músculoligamentosa (factor sostenido por Borrachero del Campo y col. y el Dr. Bollet) que produce el desplazamiento de superficies articulares o asimetría articular en forma reiterada, como se observa también en las profesiones con posiciones viciosas prolongadas y en actitud forzada o concentrada y en los oficios en los que el cuerpo o miembros son sometidos a vibraciones. Estos factores no sólo actúan por simple acción de choque, presión, desgaste o atrición,8 sino que además de la necrosis, por la lesión traumática se desatan mecanismos que llevan a la disminución de glicosaminoglicanos y alteración de condrocitos y el primer paso de la degeneración cartilaginosa es la fibrilación por acción mecánica. A este proceso inicial, a manera de cascada, se suma la acción enzimática con la principal intervención de las catepsinas D y G e hidrolasas, siguiendo así las reacciones secuenciales descriptas por el diagrama de Houssay y Seijó, antes inserto. Creamer – Hochberg postulan tres mecanismos en el proceso artrósico: 1. aumento de degradación de la matriz. Metaloproteinasas de la matriz. Agreganasa: TIMP, citocinas (por ej. IL-1) 2. disminución de la síntesis de la matriz. IGF-1 reducido 3. alteraciones del hueso subcondral. Aumento del recambio óseo. Esclerosis subcondral. Formación de osteofitos. En virtud de los mecanismos lesivos investigados, cobraría vigencia la teoría de Freeman de los dos mecanismos que lesionan el cartílago: 7 “fractura de fatiga” por presión, compresión, etc. Soto, Hall y Johnson, 1964 Según el Diccionario Médico Salvat, 2ª edición, Barcelona, 1976, atrición significa “el mayor grado de contusión o aplastamiento de una parte”, en este caso, de una parte del cuerpo humano 8 “ploughing”9 por asimetría debida a tensión anormal músculoligamentosa. Creamer y Hochberg refuerzan el criterio de microfracturas “es frecuente observar alteraciones óseas subcondriales en las radiografías de pacientes con artrosis instaurada y que son consideradas, cada vez más, como una causa importante de artrosis y no como secuela de lesiones de cartílagos. Se sabe, por ejemplo, que la integridad del cartílago superior depende de las propiedades mecánicas de su lecho óseo. Uno de los modelos de artrosis sugiere que el endurecimiento del hueso subcondral, quizás como consecuencia de microfracturas repetidas, hace que el hueso ya no resulte eficaz como amortiguador” (op. cit.) Resumen de los factores mecánicos en microtraumas Los microtraumas se refieren a los cambios bioquímicos microscópicos que operan en la degradación cartilaginosa como estadio preclínico de la artrosis (preartrosis). Los factores mecánicos que provocan microtraumas serían: presión o compresión (contusión intraarticular) continua provocadas por la hiperfunción y sobrecarga articular. Microtraumatismos repetitivos: vibraciones, movimientos reiterados, etc.10 El microtraumatismo repetitivo es llamado también traumatismo acumulativo (Sheila Reid) inestabilidad articular por tensión anormal músculo ligamentosa. hipertensión intraarticular En lo laboral, son lesiones que afectan las articulaciones óseas y tejidos blandos periarticulares. Son producidas por agentes que causan: vibraciones locales o de todo el cuerpo; posiciones viciosas forzadas o sostenidas, movimientos o gestos repetitivos de las articulaciones (mecanismo por hiperflexiones, hiperextensiones, flexoextensiones, rotaciones, flexorrotaciones forzadas, etc., que llevan más allá del límite normal del desplazamiento de una articulación); cargas ponderales que por sobrepeso provoquen fuerzas axiales compresivas de huesos y tejidos (mecanismo de compresión axial). Asimismo, determinadas contusiones o conmociones (elongamientos bruscos, sobrepesos que se cargan para transportar o sostener pasivamente en brazos o con el cuerpo) pueden producir microtraumatismos en tejidos y órganos (microhemorragias, microdesgarros, microelongaciones) Se confirma experimentalmente la acción de fuerzas mecánicas en el inicio de lesiones microtraumáticas que erosionan el cartílago. Esta erosión, según Bollet, es producida por dos procesos: 1. la degradación enzimática 2. la erosión mecánica. Ambos mecanismos llevan a la depleción de glicosaminoglicanos que puede deberse a la alteración de la síntesis de proteoglicanos por disfunción o necrosis condrocitaria y, también, al aumento del catabolismo de glicosaminoglicanos por catepsina D. 9 Término inglés equivalente a ruptura Microtraumatismos reconocidos por el laudo 156/96 que reglamenta el Dcto. 658/96 de la ley 24557, lo que echa por tierra al Dictamen de la Cuerpo Médico Forense de los tribunales Buenos Aires cuando intentó negar la existencia de microtraumatismo como causa de artrosis 10 Un tercer mecanismo de depleción, sería la liberación de glicosaminoglicanos por la fibrilación generada por la degradación mecánica del cartílago (“fractura por fatiga” o “ploughing”). Procesos por microtraumatismos o esfuerzos repetitivos Ya hemos definido que es microtraumatismo y dentro del mismo hemos catalogado al microtraumatismo repetitivo. La tendencia moderna es hablar de esfuerzos repetitivos y sus consecuencias serían lesiones por esfuerzos repetitivos, término que los anglosajones han denomina repetitive strain injury (RSI) (injuria por esfuerzo repetitivo). Nosotros hemos denominado “repetitivo”11 a todo aquello que se repite varias veces, en forma continua y en rápida sucesión. Sin embargo, hay técnicos de ergonomía que pretenden estandardizar un criterio de repetitivo y sacan elaboradas cuentas de los tipos de movimientos y el lapso que media entre uno y otro movimiento, para poder definir técnicamente lo que es repetitivo. Esto constituye una falacia abierta porque un obrero que apalea material de embanque según use pala chica o pala grande tendrá variables distintas de tamaño y peso y esto influirá en el ritmo de movimientos. A mayor peso y tamaño del instrumento, menor ritmo de movimiento y viceversa. Mi criterio, basado en los hechos pragmáticos y empíricos difíciles de cuantificar o colocar un estándar, es que repetitivo debe basarse esencialmente en lo que se repite varias veces ya sea en lapsos cortos o medianos o largos. Un obrero que hace diez paladas de material realiza movimiento repetitivo menor que el que realiza cien paladas, pero la cantidad no influye en la calidad del movimiento, pues es repetitivo a menor escala, sino en los resultados del movimiento. Evidentemente, quien realice más movimientos repetitivos (cantidad) o más forzados (calidad por intensidad), tendrá lesiones en más cantidad e intensidad que el que debe realizar movimientos menores en calidad y cantidad. Los movimientos repetitivos más usuales son los que le ocurren, como ejemplos más ilustrativos, a los que se someten a vibraciones por uso de aparatos que vibran (manejo de vehículos pesados, martillos neumáticos o perforadoras neumáticas, el que usa martilleo o herramientas similares como son los forjadores de metales), el dactilógrafo clásico de las máquinas de escribir o de otros tipos de teclados como es el de las computadoras (oficinistas, telemarketer, etc.), los atletas y todo trabajo que exija realizar o repetir reiteradamente un movimiento o esfuerzo. También son muy importantes los movimientos continuos y por varias horas de trabajo que realizan las amas de casas, los operadores de limpieza doméstica (servicio doméstico, ordenanzas, celadores de escuelas, empresas de servicios de limpieza, etc.). Pasar el plumero en techos, paredes, ventanas, muebles; barrer o trapear pisos, encerar; correr muebles o levantarlos para limpiar, lavar y secar, etc., determinan flexorrotaciones, rotaciones y flexoextensiones forzadas de columna vertebral, flexorrotaciones, flexiones, extensiones y flexoextensiones forzadas de los cuatro miembros y de columna vertebral. De igual modo los obreros municipales que se encargan de la limpieza pública de calles, acequias y veredas. Los obreros de secaderos, lavaderos, fraccionamiento y envase de frutas, verduras, etc., los obreros rurales del campo y las viñas, los operarios de bodegas, los panaderos y empleados de panificadoras que realizan estibas de bolsas, de canastos o envases llenos de los productos que elaboran, la manipulación de máquinas elaboradoras, cinta de fraccionamiento y de envase, acumulación de carga o descarga en palets, carga o descarga de materiales desde En castellano no existe la palabra repetitivo cuyo sinónimo es repetidamente que según la RAE es “con repetición, varias veces” 11 camiones o contenedores, manejo de autoelevadores o máquinas similares, etc.. Los albañiles, poceros, operarios de perforación de todo tipo, los operarios de máquinas viales y tareas de reparación de caminos, calles y rutas. Otras profesiones como peluqueros, operarios de viveros, petroleros, mineros, etc. A esto hay que sumar muchos otros casos de trabajadores que realizan diferente tareas microtraumatizantes.12 Concepto de enfermedad por microtraumas Cuando una patología se va desarrollando o evolucionando en forma crónica o un proceso degenerativo se cronifica, nace el concepto de enfermedad por microtrauma, estudiada en Argentina por el Dr. Cibeira. Cibeira13 divide a la patogenia por microtrauma en cuatro etapas: 1. sobrecarga anormal crónica (SAC) por irritación de las estructuras (inflamación por causa mecánica). 2. movilidad anormal crónica (MAC) por inestabilidad o subluxación (pérdida de congruencia funcional de la articulación por desplazamiento exagerado por movilidad anormal de sus partes) 3. estabilidad anormal crónica (EAC) por rigidez: fijación autogenerada en las estructuras mediante procesos de artrosis, fibrosis o capsulitis adhesiva. 4. sobrecarga anormal a distancia (SAD) o compensación articular a distancia Los microtraumas actúan en dos sectores: osteoarticular pasajes anatómicos preexistentes (PAP): conductos de la columna vertebral, en región toracoclavicular y en “síndromes de atrapamiento” (neurodocitis) En la patogenia osteoarticular de la espondiloartrosis se discutió si la lesión primitiva era sobre el disco o en las articulaciones interapofisarias, en el caso de la columna vertebral. Las teorías más aceptables fueron las de Farfan14 y Putti15 que demostraron que lesiones interapofisarias. El primer signo de estas lesiones interapofisarias es el dolor y según Valls y cols. se debería a una neurodocitis vertebral provocada por la inflamación de los tejidos periarticulares y de las carillas articulares interapofisarias que lesionan finas terminaciones nerviosas desarrollando un dolor neurálgico. Es lógico que haya artrosis en articulaciones interapofisiarias porque poseen cartílago articular, en cambio en los cuerpos vertebrales, sus carillas articulares carecen de cartílago y entre cuerpo vertebral y disco intervertebral se interpone una lámina cartilaginosa que está adherida al disco. Por esta razón hay discartrosis en forma separada de la espondiloartrosis. La discartrosis deforma al cuerpo vertebral y le provoca espondilitis deformante que le lleva a la famosa osteofitosis “en pico de loro”. De ahí que muchos autores confundan a la osteofitosis del cuerpo vertebral con espondiloartrosis.16 Ver Hugo F. Rostagno – LOS RIESGOS DE UN CUERPO HUMANO QUE TRABAJA, Córdoba, 1998 13 Cibeira, José B. – CERVICOBRAQUIALGIA – ENFERMEDAD POR MICROTRAUMA: 165-207, Editorial Panamericana, Bs. As. 2001 14 Farfan, H. F. y otros – LUMBAR INTERVERTEBRAL DISC DEGENERATION, J. Bone Joint Surg (AM) 54: 492, 1972 15 Putti, V. – NEW CONCEPTIONS IN THE PATHOGENESIS OF SCIATIC PAIN, Lancet 2:53, 1927 16 (Voss-Herrlinger – ANATOMÍA HUMANA: 52, 3ª edición, Editorial Ateneo, Buenos Aires, 1974) (Walter B. Greene – ORTOPEDIA, Elsevier Masson, España, 2007, reedición 2008) (Valls y cols. ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGIA, 1976) 12 Herencia y microtrauma Este tema responde a la pregunta: ¿influye la predisposición familiar en el microtrauma? El Dr. Guillermo Dambrossi, publica17 un artículo sobre las consideraciones etiopatogénicas y medicolegales de la artrosis, descalifica totalmente la pretendida “teoría genética” en la etiopatogenia artrósica, mientras que confirma la causa mecánica de las llamadas artrosis secundarias y que nosotros hemos encolumnado como artrosis patológicas. En esas causas mecánicas considera a los esfuerzos reiterados, posiciones antifisiológicas, trabajo antiergonómico, exigencia del normal juego muscular agonista-antagonista. Sin embargo, la mayoría de los autores de libros médicos, insisten en la predisposición genética, diátesis familiar, etc., términos generales abstractos no reflejados en una localización genética gonadal no somática con fenotipo monogénico. Cuando hay poligenia fenotípica, la mutación genética no es hereditaria sino adquirida y esto da la razón a Dambrossi sobre los factores ambientales que enuncia, teoría que apoyan los genetistas en las últimas investigaciones multicéntricas. Quedaría pendiente de comprobación fehaciente, la tesis de que pueden existir mutaciones genéticas hereditarias que sólo se expresan por la acción constante de factores familiares, que no son analizadas por el Dr. Dambrossi. Lo cierto, y esto sería coherente con lo que hemos venido expresando de acuerdo a las últimas tendencias o conceptos genéticos, es que el microtraumatismo es un factor ambiental que puede contribuir a la mutación genética adquirida que hemos referido anteriormente. Cibeira acepta que sólo actuando sobre una malformación congénita latente pero no manifiesta, el microtraumatismo puede desencadenar clínicamente signos y síntomas en dicha afección haciéndola patente. Es muy difícil, una vez que la patología se hace presente, determinar hasta dónde hay un lecho congénito patente y hasta dónde la causa directa es el microtraumatismo que transformó lo latente en patente. Esto significa que de no mediar el microtraumatismo, la lesión congénita latente puede permanecer así de por vida (per vitam) sin tener una expresión clínica como signo o síntoma.18 La no aceptación de este fenómeno, induce a muchos médicos a atribuir un cuadro clínico patológico subyacente a una malformación congénita, directamente como causada por la malformación congénita. Los diferentes estudios multicéntricos e investigaciones han demostrado fehacientemente que las malformaciones congénitas de la columna vertebral no siempre tienen expresiones clínicas en sí, sino debido a otros factores que la evidencian. Esto lleva a que muchas malformaciones sean descubiertas por causas catastrales (al realizar un examen prelaboral o investigar un dolor), en edades adultas. Si la lesión congénita hubiera tenido expresión clínica por sí, lo hubiera hecho desde el momento del nacimiento. El hallazgo de una malformación congénita en un adulto, en más del 50% de los casos es catastral y ninguno de esos adultos manifiesta o refieren tener problemas clínicos. Microtraumatismos y deleciones genéticas Por otro lado, es importante recordar que hoy hay conceptos distintos referidos a las variaciones genéticas, las cuales pueden depender, en los casos no congénitos ni heredados, de 17 en la Rev. EMPRESALUD (Harrison – PRINCIPIOS DE MEDICINA INTERNA: 111, 16ª edición, Editorial McGraw-Hill, Interamericana, México, 2007) (Avrahami E., Frishman E. y cols. – SPINE: 12-15, 1994) (Tachdjian – ORTOPEDIA PEDIATRICA) (Cibeira – CERVICOBRAQUIALGIAS, editorial Panamericana, Bs. As. 2001) (Del Sel y col. – ORTOPEDIA Y TRAUMATOLOGÍA: 63, 2ª edición, López Libreros Editores, Bs. As. 1976) 18 factores ambientales. Una de las causas ambientales son los microtraumatismos en general y los laborales en particular. Haré un repaso sobre los factores ya conocidos que provocan deleciones o mutaciones genéticas y explicaré cómo es el proceso de la delecion que llevará al cambio de las funciones de un gen que pasará a fabricar proteínas anómalas en lugar de las que habitualmente le corresponde formar en situación normal. Han sido referidos por diferentes estudios e investigaciones, los efectos de las radiaciones electromagnéticas naturales y artificiales sobre el ADN y el ARN. Pero hay otros factores como los virus, que infectando a las células alteran el genoma integrando su genoma viral al genoma humano para convertir a la célula humana en una fábrica de proteínas virales y estas alteraciones producen graves enfermedades que van desde la teratogénesis al cáncer. Las deleciones genéticas y otros cambios, alteran secuencias y genes y por lo tanto cambian las funciones de los proteomas, induciendo la producción de proteínas anómalas que no cumplirán sus funciones fisiológicas normales o bien ejercerán funciones patológicas. Fox Keller ha escrito: “celebremos los efectos sorprendentes que los éxitos del proyecto Genoma han tenido en el pensamiento biológico. En contra de todas las expectativas, en vez de respaldar las bien conocidas ideas del ‘determinismo genético’, les han planteado problemas críticos. Han socavado radicalmente el concepto de gen. Se ha empezado a reconocer que éstos no representan un fin en sí mismos, sino el principio de una nueva era de la biología”.19 Según Solari,20el estudio del genoma humano traerá beneficios indudables como el desarrollo de métodos de diagnósticos más exactos, comprensión de la patogenia de las enfermedades, posibilidad de una medicina predictiva al individualizar a las personas de alto riesgos de enfermedades genéticas y a establecer una nomenclatura racional de las enfermedades. Por otro lado, el PROYECTO GENOMA HUMANO conlleva los perjuicios patentes21 de algunos investigadores y médicos que creen en el absolutismo genético manifestado por una especie de determinismo o fatalismo genético, en el cual indefectiblemente el gen es el único responsable de todas las afecciones humanas, independientemente de otras causas. Tal concepto, según Solari, implica un grave error conceptual que lleva al menoscabo de factores ambientales en el desencadenamiento de la enfermedad. Seguramente cuando se complete el estudio del genoma humano, ya no habrá dudas de que nada puede alterarse en el organismo humano sin la participación de los genes porque es probable que esos genes o tengan todas las secuencias necesarias para provocar todos los males o estén sujetos a una plasticidad genética que permita una gran variabilidad mutacional para constituir una secuencia determinada bajo un estímulo o acción diferente como puede ser un factor ambiental. De todos modos, sea una secuencia preexistente o mutada, no hay dudas que en el caso de las células somáticas, la expresión genética de un trastorno será por causa de un factor ambiental. Si bien el motor final de un proceso patológico es un gen, la causa de que dicho motor entre en funcionamiento es el factor ambiental. Si dicho factor no actúa, es poco probable la expresión por sí y esto se ha demostrado fehacientemente en el caso del cáncer, en el cual se sabe que todo el género humano tiene oncogenes o genes generadores de cáncer, pero sólo un porcentaje de la población generará cáncer y de estos, son de bajísima frecuencia los de Evelyan Fox Keller – EL SIGLO DEL GEN Genetista argentina cuyo libro hemos citado, es investigador superior del CONICET 21 al desprecio de los factores ambientales se suma la discriminación genética tanto laboral como para las compañías de seguros y la pérdida de privacidad de los datos genéticos, en países como el nuestro que no cuenta con legislación acorde con los nuevos derechos que deben surgir del conocimiento del genoma y su manipulación por la tecnociencia. 19 20 expresión congénita (que aún no se sabe si también en ellos pueden influir factores ambientales a través de la madre). De igual modo operan genopatías que bien pueden tener expresión inmediata al nacer o durante la infancia, o durante la adolescencia y últimamente se ha descubierto que aún en la senectud (como puede ocurrir con el llamado rasgo talasémico y otros). Actualmente los conceptos nuevos a la luz de la biología molecular genética, hablan de variabilidad. El estudio del genoma humano deparó muchos datos sorpresivos y hoy la biología molecular ha aclarado que existen varios mecanismos de cambios genéticos y algunos ya clásicamente conocidos como las deleciones, sustituciones o transversiones pueden ser gatillados por factores ambientales, a tal punto que Solari22 concluye que las variaciones fenotípicas son producidas por: variaciones genotípicas + variaciones ambientales. El genotipo y el ambiente tienen relaciones muy complejas que sólo ahora se van conociendo a medida que se va develando el genoma humano. Un ejemplo que Solari remarca es la existencia de las llamadas fenocopias que son rasgos provocados por factores ambientales concretos (drogas, virus) que remedan los efectos de una alteración del genotipo. Actualmente, en el estudio de las metabolopatías con expresiones genéticas como la diabetes 2, se concluyen que los factores ambientales pueden provocar mutaciones sobre todo del ADN mitocondrial de células somáticas (estrés respiratorio), las que alterarían sus funciones normales originando cuadros patológicos. El estrés es uno de los factores ambientales que inducen cambios genéticos a través de los neurotransmisores que llevan a la producción de radicales libres y éstos son la causa de las alteraciones genéticas espontáneas. A este tipo de variación genética se les llama provisoriamente, mutaciones genéticas adquiridas no transmisibles. Provocan la enfermedad de un feto, un niño o un adulto, pero el defecto genético no es transmisible por ocurrir en células somáticas. Generalmente son cuadros patológicos poligénicos. (diabetes 2, HTA, etc.) En este particular tema que estamos tratando, los microtraumatismos actúan como factores ambientales contaminantes de genes, y pueden llegar a producir su variabilidad por distintos mecanismos (lesiones celulares, radicales libres, etc.) Genómica funcional = plasticidad genética Ya determinamos que probablemente las leyes mendelianas nos hubiesen transmitidos la idea de que la función genética era determinante y determinada. Pero los estudios modernos que la genómica funcional introdujo mostraron una versatilidad genética que rompió todos los moldes de lo hasta ahora conocido y estudiado en Genética. Hoy se siguen estudiando los fenómenos de las manifestaciones genéticas y surgen nuevos conceptos que se intercalan entre los clásicos para ilustrar cómo operan los sistemas genéticos. La interrelación entre ambiente y genes trae un nuevo lenguaje y técnicamente el ambiente pasa a ser el ambioma y según se ha descubierto, en los genes hay programas a ejecutar para su activación y desactivación, lo que afecta su expresividad y esto se realiza desde el entorno, y por esto el ambioma tiene tanta importancia como el genoma, pues hay en los genes una especie de encarnación del entorno. 22 Alberto Juan Solari –GENÉTICA HUMANA, Bs. As. 1996 Carlos A. Soria23 considera a todo esto como “la suma de las partes de un macrosistema, diseñado para ser modificado por la experiencia. Somos un adaptador evolutivo que se ajusta a los requerimientos de la sucesión cambiante de entornos en que discurre nuestra existencia. En años recientes nuestra atención se ha centrado sobre esta díada genomaambioma, en sus relaciones e influencias mutuas y, más recientemente, sobre los nexos entre ambos, los endofenotipos, o sea, los puntos donde podemos ver la encarnación del entorno”. Soria también explica que en el proyecto del Genoma Humano se sabe que disponemos entre 20.000 y 25.000 genes y se conoce con exactitud cuántos genes hay en cada órgano. Así, el cerebro tiene en actividad unos 3.915 genes, lo que representa el 70% de sus genes funcionales. También se conoce que el 97% del genoma “está compuesto de aburridos mandos bioquímicos intermedios y que sólo el 3% presenta una actividad funcional relevante. Comprendimos, además, que los genes no son islas, que forman parte de una confederación llamada cuerpo y que hay, incluso, genes ‘sociales’ cuya tarea es integrar las distintas funciones del organismo”. Da por ejemplo cómo el colesterol es controlado por los genes para convertirlo en cortisol, estradiol y testosterona. De esa forma, el cortisol puede participar en todos los sistemas del organismo, integrando la actividad del cuerpo y la mente y llegando a modificar aun, la anatomía cerebral. Su acción exclusiva serviría para refutar el dualismo cartesiano de mente y cuerpo, pues demuestra materialmente como cuerpo y mente constituyen una unidad indivisible. Luego, Soria trata el tema de las enfermedades monogénicas y poligénicas y resalta que “hasta aquí, nuestra atención ha estado puesta en las enfermedades monogénicas, las causadas por la mutación de un solo gen...en realidad todos tenemos el gen (de la enfermedad monogénica) pero los enfermos tienen la mutación”. Para explicar la formación inexorable de la enfermedad monogénica, declara: “De nada sirve si el sujeto hace dieta sana, ejercicio regular o intensa vida espiritual. Aquí los genes son el destino. No existe oráculo ni horóscopo con tal alta capacidad de predicción. Es la enfermedad monogénica por excelencia”. Luego prosigue: “En el extremo opuesto encontramos las enfermedades poligénicas, en las que la influencia genética es menor, parcial y eventual, requiriendo la interacción con el ambioma para su expresión. Casi todas las enfermedades mentales mayores son poligénicas. De allí lo imprescindible del estudio de la interacción entre lo genéticamente disposicional y su inhibición o activación ambiental”. Epigénesis “Somos los únicos seres de la tierra que podemos cambiar nuestra biología por lo que pensamos y sentimos” Deepak Chopra Los conceptos precedentes expresados por Soria hacen mención a un nuevo concepto denominado epigénesis. La epigénesis nace con el concepto de regulación epigenética que, según Kandler,24 consiste en una clase de modulación genética en que: “los genes tienen una función transcripcional que determina la estructura y la función de las células en las que se expresan. Ésa es la fracción del ADN que determinará el fenotipo. Esta función es altamente regulable por factores del desarrollo, del aprendizaje, de la interacción social y del medio externo en general… La regulación de la expresión de los genes por factores sociales permite que todas las funciones corporales, incluyendo las del cerebro, sean susceptibles de influencias sociales, las cuales serán biológicamente incorporadas en la expresión modificada de genes específicos. Estos cambios, no sólo contribuyen a las bases biológicas de la individualidad, sino 23 Psiquiatra presidente de la Asociación Argentina de Psicofarmacología, autor del artículo ENDOFENOTIPOS: LA ENCARNACIÓN DEL ENTORNO, Publicaciones Gador, Bs. As. 2005 24 Eric Kandler – UN NUEVO MARCO TEÓRICO PARA LA PSIQUIATRÍA también son presumiblemente responsables de la iniciación y mantenimiento de anormalidades de la conducta inducida a través de contingencias sociales”. A las palabras de Kandler, López Mato agrega: “el conocimiento del genoma humano ha socavado radicalmente el concepto de gen porque nos ha demostrado que la cultura es más genética que la genética. Ahora sabemos que los genes patrón, los genes hereditarios, no son lo principal. Lo principal es el gen transcriptor, que es el que hace nuestro fenotipo, ése es el que produce una enfermedad. El gen regulador es el director de cine que corta, empalma y edita el mensaje que le trae el gen patrón. Y, entonces, hoy sabemos que para que se tenga una predisposición a una enfermedad, involucra tanto la predisposición genética como los eventos adversos tempranos. Ambos hacen que se tenga una disposición, un handicap, una vulnerabilidad por la cual, ante eventos vitales, o traumas, o conflictos o estrés, van a producirse alteraciones biológicas y cambios conductuales emocionales”.25 Estos conceptos se pueden graficar en la siguiente sinopsis de Nemeroff modificada por López Mato: Vulnerabilidad genética (por predisposición o adquirida) Eventos adversos o experiencias traumáticas tempranas Factores ambientales Traumas Estrés cotidiano Eventos vitales Fenotipo vulnerable (CRH) Hiperactividad HPA y sistema CRH Hiperactividad sistema noradrenérgico Afección de la neurogénesis en hipocampo Neurotoxicidad del hipocampo (aumento de neurotoxicidad) ↓ Vulnerabilidad al distrés ante eventos vitales o traumas de adultez Cambios o alteraciones neurobiológicos Patología diversa (psicosomática, inmunopatías, metabolopatías, cáncer, etc. 25 Cambios conductuales y emocionales (ansiedad, depresión, angustia) Andrea Márquez López-Mato – INHBICIÓN DE LA ACCIÓN, Gador, Bs. As., marzo de 2006 Etimológicamente epigénesis significaría “lo que está por sobre el origen” pero en nuestro caso puede traducirse como “lo que está por sobre los genes”, ya que los genes marcan nuestro origen. La circularidad de las acciones y reacciones entre genoma y ambioma a través de los sistemas del cuerpo humano fue antelada en el 2001 por Matt Ridley cuando afirmó: “si los genes pueden afectar a la conducta y la conducta puede afectar a los genes entonces la causalidad es circular”. Esto lleva a otro nuevo concepto que es la herencia epigenética. La herencia epigenética explica la concatenación de los procesos biológicos en el intricado funcionamiento neurobiológico, psicológico y social, el cual parece estar marcado o gobernado por una cierta relatividad. De esta manera se conjuga relatividad con herencia epigenética para signar todo el proceso biopsicosocial. En este punto, Ridley aclara: “no somos un cerebro que gobierna un cuerpo activando hormonas. Tampoco somos un cuerpo que gobierna un genoma accionando los receptores hormonales. Tampoco somos un genoma que gobierna un cerebro activando genes que activan hormonas. Somos los tres a la vez”. E. Erikson,26 intentó adelantar una especie de concreción del concepto de epigénesis y afirmó que es un “concepto que integra la definición de crecimiento, desarrollo y evolución humana, donde la persona trascurre sus estadios biopsicosociales en etapas o pasos que dependen uno del otro”. Esto completa la circularidad del ciclo vital en su relación entre genes, cerebro y sistema neuroendocrino y el ambiente social en el cual nos desarrollamos. La epigénesis remata la idea de que los genes son los que comandan todos los procesos biológicos pero actúan en estrecha interdependencia con otros factores psiconeuroendocrinos, a su vez influenciados por el ambiente social o ambioma. Nosotros pensamos que si bien el esquema es circular, en realidad, más que circularidad existe una globalidad donde la interacción es tan estrecha que es imposible separar a las partes del todo y asignar a una de ellas funciones de causalidad. Este fenómeno circular y global es lo que fundamenta la epigénesis y explica la etimología de aquellos fenómenos que están más allá de los genes, que está sobre ellos. En el orden psicológico y psiquiátrico, la anormalidad del desarrollo del ciclo epigenético lleva a las denominadas crisis27 epigenéticas que constituyen una verdadera antesala para los desórdenes de ansiedad y depresión y constituyen en sí una vulnerabilidad para la ansiedad y la depresión. En este punto Andrea Márquez López-Mato28 explica las ideas de Erikson, el cual definió a las crisis epigenéticas como crisis del desarrollo que nos permiten el crecimiento. En ese sentido expresa: “los organismos no se hacen, crecen. El genoma no es un plano para construir un organismo sino una receta para ‘cocinarlo’. Los condimentos son nuestras vivencias”. Estas crisis se desarrollan en etapas y hay que superar una (la primera crisis) para entrar en otra (la segunda crisis). Cada crisis conlleva pares antagónicos de conductas que deben ser superados mediante una síntesis propia que determina los cambios constitutivos de nuestra identidad, hasta alcanzar la madurez. El proceso de maduración surgiría de pulsiones internas (tesis de Erikson) que tienen todos los seres humanos y que son desencadenadas por estímulos del entorno. Son crisis de desarrollo que permiten la coexistencia con nosotros mismos, con el otro y en sociedad. En realidad la tesis de Erikson de las crisis epigenéticas es otro de punto de vista de lo que ha venido estudiando la Psicología Evolutiva en relación con el desarrollo humano. Así, la primera crisis sería el nacimiento. Duraría hasta el año y medio de edad y está marcada por E. Erikson – LA FISIOLOGÍA DEL VIVIR, 1968 La etimología de la palabra crisis proviene del griego yo decido, yo juzgo (criterio) y la RAE la define como situación difícil o delicada que produce un cambio importante. El Diccionario Etimológico de Corominas la define como “momento decisivo en un asunto de importancia” 28 Andrea Márquez López-Mato – EPIFANÍA: RESPUESTA RESILIENTE A LAS CRISIS EPIGENÉTICAS, Publicaciones Gador, Bs. As. 2005. La autora es una investigadora argentina de fenómenos neurocientíficos y Directora del Instituto de Psiquiatría Biológica Integral y docente de Psiconeuroinmunoendocrinología de la UBA (Universidad de Buenos Aires) 26 27 conductas antagónicas de confianza-desconfianza lo que permite que cada persona desarrolle la esperanzas. La segunda crisis, a los tres años de edad estaría regida por el par antagónico autonomía-vergüenza y duda, que permite el desarrollo de la voluntad. Una tercera crisis que va entre los tres y los cinco años de edad desarrolla la oposición iniciativa-culpa que llevan a instalar la finalidad de la conducta. Hasta acá estas tres crisis tienen por objeto el logro de la autoidentidad es decir que el niño se identifique con su persona. Más adelante, con la crisis que se caracteriza por el antagonismo velocidad-inferioridad se instala la competencia como aventura social y hay un quiebre que se inicia con la identificación del otro. Este quiebre se prolonga en un lapso que va desde los trece a los veinte años de edad y es regida por los opuestos identidad-confusión. Si se elige estar con el otro, se instala la fidelidad. Continuando con el desarrollo epigenético eriksoniano en otras crisis se enfrenta el par antagónico integridadaislamiento y de esto surgirá la capacidad de identificación con el otro mediante el sentimiento de amor. Las últimas crisis están referidas a la identificación con los otros, es decir, la sociedad en pleno y no sólo con el otro. Es decir, son crisis con lo social. Así, entre los 40 y los 60 años de edad, el par antagónica será productividad-estancamiento y de ahí surge la habilidad de hacer o producir cosas. Desde los 60 años hasta la muerte, la aventura social es la sabiduría y el par antagónico es la integridad-desesperación. A las crisis, según López-Mato, habría que interpretarlas con el idiograma (ideograma) chino que para definir una crisis junta los idiogramas peligro y oportunidad. Esto significa que crisis si bien implica un cierto peligro también conlleva la oportunidad para algo que contribuye al desarrollo y el crecimiento. En este esquema, cada crisis es un peligro si quien la sufre es vulnerable y una oportunidad si se la enfrenta con resiliencia. Es decir, si se responde con vulnerabilidad se entra en el distrés, si se responde con resiliencia cada crisis fortalece más. En consecuencia la disposición de un fenotipo vulnerable nos lleva a responder con distrés y esto puede deberse a que una persona nació con predisposición genética, o es causado por eventos adversos tempranos que son experiencias infantiles patógenas que influencian en la manera de adquirir la modulación del sistema nervioso en los primeros años de la vida donde se produce la mielinización activa del sistema nervioso. Luego, ya sea por genética (predisposición) o por adquisición, se puede tener un fenotipo vulnerable que lleva a vivir en hiperalerta con disminución de la neurogénesis y aumento de la neurotoxicidad. Esto constituye una discapacidad para enfrentar eventos vitales o traumas de la adultez, los que van a producir cambios conductuales o emociones, depresión, enfermedad psicosomática o trastorno de personalidad. Un fenotipo vulnerable ante una depresión o estrés involucra hiperactividad adrenal, con un nivel de neuropéptidos aumentado, disminución monoaminérgica, disminución del sistema inmune. El estudio Nueva Zelandia,29 se realizó sobre diferentes alelos del transportador de serotonina (SERT). Los individuos pueden tener las siguientes variantes de alelos de SERT: dos alelos largos, variante alelo largo-alelo corto, o dos alelos cortos. Los individuos con dos alelos largos soportan todos los eventos estresantes. En cambio, los que poseen la variante alelo largo-alelo corto o dos alelos cortos (SERT hipofuncionales), no soportan las situaciones estresantes. Los individuos con un SERT menos funcional tienen respuestas terapéuticas pobre a aquellas moléculas que actúan sobre el SERT y responden mejor a moléculas de acción dual. Weinberger (2004) demostró que las personas que nacen con algún alelo corto del SERT tienen más predisposición de responder con miedo ante el alerta (reacción de emoción básica). 29 Publicado en SCIENCE, 2004