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Las letanías son alabanzas, piropos de amor, de
ternura. ¿Te aburres rezándolas? No amas, no
comprendes. ¿Te gustan? Sí amas, sí comprendes.
El que las inventó sí amaba, sí comprendía. Son, en
definitiva, un poema de amor; sólo quien ama a María lo
entiende. Dile a los enamorados que son aburridos
porque repiten con frecuencia frases de amor.
Padre Mariano de Blas L.C
Virgen digna de veneración,
de alabanza.
He visto cientos de fervorosas procesiones de la Virgen,
altares adornados con millares de flores, las flores más
bellas, desde niño. En el calendario abundan las fiestas
dedicadas a María, comenzando por la del primero de enero,
María Madre de Dios. Esta fiesta invita a colocar el nuevo año
en su corazón.
Un mes primaveral, Mayo, se le dedica entero a la Virgen
María. ¿Quién no ha llevado flores a la Virgen en el mes de
Mayo? Tanto derroche de flores, ¿por qué? La flor es en sí
hermosa, pero además es portadora de cariño, de ternura. En
los altares de María hay infinidad de bellas flores, porque es
mucho el amor de sus hijos.
Y las advocaciones tratan de obligar a María a quedarse en
una región, a emparentar con un pueblo. Y así, la Virgen del
Carmen, del Perpetuo Socorro, La Virgen de Guadalupe,
Fátima, Lourdes... Así, la Madre de todos se convierte
especialmente en Madre de los habitantes de un pueblo,
añadiéndole su título particular.
El amor también canta. No podían faltar las hermosas
canciones a la Virgen, que, si las juntáramos, serían miles y
miles. Lo mejor del cariño se muestra cantando. Millones de
cristianos cantan a diario a su Madre del cielo. El que nunca
te lleve una flor o te entone una canción, no sabe nada del
amor...
MÉXICO, 12 DE DICIEMBRE DE 1531.
APARICIONES DE LA VIRGEN DE
GUADALUPE AL INDIO JUAN DIEGO.
Cuarto encuentro:
“Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es
nada lo que te asusta y aflige, no se turbe tu corazón, no
temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad y angustia.
¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi
sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi
regazo? …Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre del
cerrillo, allí donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay
diferentes flores; córtalas, júntalas, recógelas; en seguida
baja y tráelas a mi presencia.”
“…esta diversidad de rosas es la prueba y señal que
llevarás al obispo. Le dirás en mi nombre que vea en ella mi
voluntad y que él tiene que cumplirla: Tú eres mi embajador,
muy digno de confianza. Rigurosamente te ordeno que sólo
delante del obispo despliegues tu manta y descubras lo que
llevas. Contarás bien todo; dirás que te mandé subir a la
cumbre del cerrillo que fueras a cortar flores; y todo lo que
viste y admiraste; para que puedas inducir al prelado a que te
dé su ayuda, con objeto de que se haga y erija el templo que
he pedido.”
CONSEJOS DE UN SANTO:
JOSEMARÍA ESCRIVÁ DE BALAGUER
“FORJA”
“Aquella madre -santamente apasionada, como todas las madres- a su
hijo pequeño le llamaba: su príncipe, su rey, su tesoro, su sol.
Yo pensé en ti. Y entendí -¿qué padre no lleva en las entrañas algo
maternal?- que no era ponderación el decir de la madre buena: tú... eres
más que un tesoro, vales más que el sol; ¡toda la Sangre de Cristo!
¿Cómo no voy a tomar tu alma -oro puro- para meterla en forja, y
trabajarla con el fuego y el martillo, hasta hacer de ese oro nativo una
joya espléndida que ofrecer a mi Dios, a tu Dios?”
1055 "Sancta Maria, Stella maris" -Santa María,
Estrella del mar, condúcenos Tú!
-Clama así con reciedumbre, porque no hay
tempestad que pueda hacer naufragar el Corazón
Dulcísimo de la Virgen. Cuando veas venir la
tempestad, si te metes en ese Refugio firme, que es
María, no hay peligro de zozobra o de hundimiento.
FLORES PARA MARIA:
Al inicio del día, conságrate a María:
Apenas comienza el día, conságrate a su
Sacratísimo Corazón, ofrécele el día, todos tus
trabajos, penas y alegrías…
CONSAGRACIÓN A MARÍA
¡Oh señora mía! ¡Oh madre mía! Yo me ofrezco
enteramente a ti, y en prueba de mi filial afecto, te
consagro en este día, y pasa siempre, mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra
todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, ¡oh madre de
bondad!, guárdame y defiéndeme como cosa y
posesión tuya. Amén.
Rezo del Angelus a las 12:00 del día.
Nos recuerda la anunciación y la encarnación del
Hijo de Dios. Momento culminante en la historia de
nuestra salvación. Feliz momento en que, por
designio del amor del Padre por el poder del
Espíritu Sano y la aceptación de María, el Hijo de
Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros.
El Santo Rosario:
El nombre del Rosario en la lengua castellana
proviene del conjunto de oraciones, a modo de
rosas. Rosas blancas de serenidad y pureza,
rosas rojas de sufrimiento y amor.
Rézalo a la hora que te resulte más apropiada.
Si te es posible, invita a participar a tu familia.
Recuerda que la familia que reza unida,
permanece unida y la bendice Dios.
Tres Aves Marías al acostarte.
¿Porqué tres? Para honrar a la Santísima
Trinidad.
La primera: para darle gracias por los favores
recibidos durante el día.
La segunda: para pedir perdón si hemos obrado
mal.
La tercera: para pedir ayuda, poniendo en sus
manos la vida misma, para que se digne
cubrirnos con su manto de madre amorosa y
haga que nos bendiga e Padre, el Hijo y e
Espíritu Santo.
Diálogo con tu Madre celestial.
Esta bellísima flor, de fragancia especial y única,
en la que, cada que así tu corazón lo desee, te
dirijas a tu Madre, como un hijo que se siente
amado, que necesita manifestar su amor.
FRUTOS QUE SURGEN DE
LA CARIDAD.
“El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración
es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es
el servicio. Y el fruto del servicio es la paz.” Madre
Teresa de Calcuta
Y la pregunta es… ¿Qué puedo hacer hoy por mi
prójimo?... Meditemos un poco en…
Las Obras de Misericordia
(7 espirituales, 7 corporales)
Cuarta obra corporal: Visitar a los enfermos.
“… Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado
para vosotros desde la creación del mundo. Porque … estaba enfermo y me
visitasteis; …” (Mateo 25, 34-36)
Buena tarea para hoy será, estar atento a los requerimientos de
los que te rodean… Es posible que alguien necesite de ti, y tú, ni
siquiera te habías dado cuenta…
“Nada puede hacerte tan imitador de Cristo como la
preocupación por los demás. Aunque ayunes, aunque
duermas en el suelo, aunque, por decir así, te mates, si
no te preocupas por el prójimo, poca cosa hiciste, aún
distas mucho de su imagen”
San Juan Crisóstomo.
MÁS PIROPOS A MARÍA:
Letanía de los Hermanos Maristas
María, Tú que lo has hecho todo entre nosotros.
(Ruega por nosotros)
* Nuestro Recurso Ordinario.
* Nuestra Primera Superiora.
* Nuestra Buena Madre.
* Nuestra Madre y modelo.
* Madre de los consagrados.
* Tú, cuyo nombre llevamos.
* Tú, la primera que viviste la virginidad por Cristo.
* Guía y apoyo en el aprendizaje de la vida casta.
* Tú, que diste tu consentimiento activo a todas las formas de
abnegación que Dios te pidió.
* Tú que escuchas y cumples la Palabra de Dios.
* Tú, cuya presencia nos ayuda a vivir fraternalmente.
* Madre atenta a las necesidades de la comunidad.
* Sierva fiel.
* Mujer bendita entre todas.
* Educadora de Jesús de Nazaret.
* Mujer desconocida y oculta en el mundo.
* Tú, que inspiras nuestras actitudes respecto a los jóvenes.
* Fiel a tu misión de llevar a Dios a los hombres.
* Inspiradora de nuestra pastoral de vocaciones.
Fuente: Hermanos Maristas
SERENATA A LA VIRGEN
El que canta ora dos veces, decía San Agustín.
El canto es el afecto del corazón hecho música.
Una hermosa manifestación hacia el ser amado…
demos, pues, una serenata especial a nuestra Madre
Celestial.
QUISIERA SER COMO MARÍA.
Martín Valverde
Si un deseo al cielo pudiera pedir,
con voz queda me atrevería a decir:
Cielo santo y Padre Eterno quisiera, por favor, ser como
María.
Poder amarte como madre y Tú ser mi pequeño niño, amarte
desde antes del vientre, arroparte y cubrirte en sencillo
pesebre.
Quisiera ser como María y cuidarte mi Dios, sin tantas
razones, sin más ideas, por buenas que sean, que la sola
idea de amare.
Quisiera ser como María y cuidarte mi Dios, sin tantas
razones, sin más ideas, por buenas que sean, que la sola idea
de amarte.